Introduccion: La arquitectura el arte inevitable 120511125351 Phpapp01

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es la descripción del punto de vista de varios arquitectos, sobre la arquitectura

Transcript of Introduccion: La arquitectura el arte inevitable 120511125351 Phpapp01

  • /, Nido del pelirroio sW-a/lleriO'(1II0 cOllstrllclOrde castillo" /1/1 eje/l/pl de constl'!/ccin iJilenciollal delltro del reino (mill1al,

  • INTRODUCCIN

    La arquitectura, el arte inevitable

    La arquectma es el arte inevitable. DespieJiOS o dOIllliclos, dmante la 24 horas del da e lamas en edificios, en tOIllO a edificios, en lo' espacio definidos por ello' o en paisajes o ambiente creaclos por la mano del hombre. D quererlo a , nos resultada f iJ evitar deliberadamente la visin de pinturas, esculturas, dibujos o cualquier otro producto de las a-tes visuales, pero la arquitectura nos afecta constantemente, C nfigura nue, Lra conducta y condiciona nuestro estado de nimo psicolgico, Los ciegos no pueden \'er cuadros y los sordos no pueden escuchar msica, pero ambos estn obligados a lencr trato con la arquitectura, como todo los dems seres humanos. La arquite tura, ms que limitarse a ser un mero cobijo o pamguas protector, es tambin la crnica fsica de las actividades v aspiraciones humanas. Es nuestro pa\rimonio cullLlral.

    El arquitecto Louis Kahn escribi que "Ia arquitectura es lo que la naturaleza no puede hacer".' El hombre p nenece a la categora de animal's que construyen, y realmente algunas de las estnlctlll"aS constmidas por pjaros, ab jas o termitas, por nombrar slo algunos, on, por su economa estructura!. como obras de la ingeniera humana. En Suramric< exist un petin"ojo que construye uno niclos de dos cmaras, comunicadas entre s m diante un t(nel colgante; el conjunto tiene la forma de unas pesas de balTa, de las que se usan para hace!" gimnasia [1]. Ciertas termilas ciegas conslt'uyen unos atrevidos arcos de ba!"ro, empez.ando po!" los arranques y remontndose hasta que se encuen.tran en un punto en I aire. Alguno moluscos. como el nautilo, con 'truyen sus morZldas en torno a s mismos, creando una cs ara dura de carb nalo ele calcio.

    El caparazn del nautilo es til como metFora para el entamo ediFicado del hombJ-e. ConForme el nautilo crece, va aadiendo una nueva y m

  • 2 Introduccin

    3. Cobe"rizo para guardar bicie/elas. DeparramelllO de Trfico. Eugelle (Oregll). 1984. El cobem~o para biciclerns (omw parle de ul/ cOlljUJlto de edificios. illc/(\'e"do ulla ~0I1(l de renl/il/al de alUolJllses. deslillado a fOllleJIrm' el /ISO del rr,,,,sporre p,blico.

    es como la crnica fsica de nuestras aspiraciones y nuestros logros.

    En tiempos no muy lejanos era frecuente pensar que la arquitectura consista nicamente en los edificios considerados como irnporUJrlfes, es decir en los gTandes edificios para la Iglesia y el Estado, que precisaban del dispendio de muchas energas y grandes sumas d", dinero. Tal vez la causa de esto haya que atribuirla a que, en el paseldo, las historias de b arquitectura fueron escritas pTincipalrnente por arquitectos,-esplndidos mecenas o cronistas de la corte que queran agudizar la distincin entre sus propias obras y la masa circundante de los edifcios populares. Nikolaus Pevsner, en su compacta obra Breve historia de la arquileclura europea, publicada por primera vez en 1943, empezaba por hacer la siguiente distincin: "un cobertiw para una bicicleta es un edificio; la catedral de Lincoln es una obra de arquitectura" [3, 4].' La sabidura popular' a

    menudo establece la misma distincin, como demuestra la ancdota, ya tpica. de aquel fabricante de estructuras metlicas que ofreCel al cliente un amplio abanico de aclamas para la puertas: estilo colonial, meditelTneo, clsico, elc. Tras L1n temporal de viento que produjo daos en varias de sus estructuras, el representante de la fbrica se tom la molestia de telefonear a sus clienles para indagar cmo se haban comporlado sus estructuras ante e1lempora1. Uno de ellos, cuya puerta de estilo colonial haba sido arrancada por el viento, mientras el resto del granero permaneca en pie, le contest: "El edificio ha resisjdo bien, pero la arquitectura ha volado".J

    De hecho, si luviramos que estudiar la arquitectura de las catedrales de Lincoln o de Notre-Dame de Amiens, o cualquier otra, sin tener en cuenta los edificios -es decir, todas las casas humildes que conformaban la ciudad en torno a aqullas-, llegaramos a una

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    idea errnea de la po icin que ocupaba la Iglesia en el contexto ulLUral y social de la edad media. Es preci o examinar all7ba. cosas; es decir, la catedral y las casas corrientes que la l'Odean, porque la arquitectura medieval est constituida por lOdos los edificios como conjunto. Anlogamente, si queremos comprender la totalidad de la arquiteclltra de la ciudad contempornea, tendremos que considerar todos sus elementos componentes. Por ejemplo, para aprehender la ciudad de Eugene (regn), necesitaremos e tudiar los cobeliizos para bicicletas que estn integrados como parte del sistema de transpolie [3]; en ello, los ciclistas d jan sus bi i letas atadas bajo techo y toman un h-anspone pblico motorizado. Lo cobertizos para bicicletas son pane de la poltica ecolgica municipal, que se esfuerza en mejorar el meclio ambiente fomentando el uso de medios altemativos al transporte en coche particular.

    La enftica distincin que hace Pevsner enlre arquitech.lI'a yedificio s comprensible dada la concisin de su compacto libro. pues ello le pe1111iti lr'ala,'mejor el amplio material que tena que manejar. El punto de vista de Pevsner es consecuencia de la ext'ndida influencia del CI'tico del siglo XIX John Ruskin. quien hizo la misma distincin en la segunda frase de su libro Las siere ll1lparas de la arquitectura (Londres. J849), El libro empezaba asf: "Al comienzo de cualquier investigacin, es sumamente necesario distinguir cuidadosamente entre arquitectura y edificio". Ru kin quera fijar su atencin en los edificios religiosos y pblicos, pero tambin .'econoda que la arquitectu.-a era un artefacto crtltu\'al sumamente informati,'o. En otro de sus escritos, 1prefacio de Sr, 'v!ark 's Resr (Londres, J877), advena: "las grandes naciones e cl"iben SLlS autobiografas en tres manuscritos: el libro de sus hazaas, el libro de sus pa.labras y el libro de su arte. l':Jinguno de esos libros puede ser interpretado por s solo a menos que se lean los otros dos: pero de los t'es, el nico medianameme fiable es el ltimo"4 Como el propio Ruskin reconoca, para abordar el conocimiento de la arquitectLIJ'a del pasado, de cualquier periodo o cultura anterior al nuestro. tenemos que empaparnos de la histol"a y la literatura de ese periodo. que son como la crnica de su actos y de su pen amiento, antes de poder

    Introduccin

    comprender en toda su integridad el m nsaje que tran mite la arquite tura. Por lo tanto, la arquitectura es como la historia y la literatura escritas, un recuerdo de la gente que las produjo y, en buena medida, puede ser leda ele la misma forma. La arquitectura es un modo d~ comunicacin no verbal, una crnica muda de la cultura que la produjo.

    E 'e concepto -el de la totalidad del entorno construido entendido como arquitectura y el del entamo como llna forma de dilogo con el pasado y el futuro- es el que subyace en este libro. La arquitectura se interpreta aqu como la globalidad del entorno onstruido por el ser humano, incluyendo lo edificio, espacios urbanos -' paisajes, Y, ciado que en un libro de este tamao no es posible examinar detalladamente todos los tipos de edificio de todas las pocas, el lector debe tener siempre presente la idea de que lo que constituye la arquitectura de cual

    -1, Caredral de Lillcoll/. Lincol,., (Inglaterra). i 192,/280, E re edifIcio file cOllsrmido a /l/oda de delllosrraci61l plblic del poder de la iglesia \' de orgl/Ilo c(,ico.

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    5. Hem)' J. Goocill'ill. Big Dom/l Sil01', Los /Igele." 195-+, Edilicio creado como re"plles/a a la CIIIIllra del alllOlIlvi! y al deseo por JO/U del pliblico de ca/l/idas rpidas.

    quier pedodo es el espectro global de su edificacin, ':1 no unos pocos edificios sellalados,

    A di ferencia de otras criaturas que construyen. el sel' humano piensa mienLl'US construye. razn por la cual la edificacin humana es un acto conscient.e, un acLO que engloba innumerables decisiones y alternativas. Este hecho e. el que distingue las con trucciones humanas de los nidos de los pjaros y las celclas de las abejas, que son constnlidos como resultado de una pl'ogl'amacin gentica. Los seres humanos construyen para sat.isfacer una neGesidad, pero, an as, sus obras expr san sentimientos y valores;,expresan en madera, piedra. metal, yeso y plstico lo que consideran ,rita] e importante, ya sea un cob nizo pal'a bicicletas o una catedral. Esto puede adoptar la forma de un mensaje claramente entendido y deliberadamente incorporado por el cliente y el arquitecto. o puede set' una afirmacin inconsciente o subconsciente, descifrable ms tarde por el obsetvador. De ah que el edi[i

    cjo del Capitolio, en Washington OC, tenga lanlas cosas que comunicarnos acerca del sim bohs mo del gobierno republicano de Estados nidos en el siglo XJX como las pueda tener el Empire State cle Nueva York acerca del capitalismo y el precio del suelo urbano en el siglo xx, Anlogamcme, el Big Oonut Shop, construido en 1954 en Los ngeles por Henry J. Goodwin [5], Liene tanta importancia como artefacto cultural que como arquitectunl. pues es un reflejo elel amor de Jos nortea meJicanos por el automvil y de su deseo de lIna gratificacin alimentaria instantnea.

    La al-quileClUnl es el arte inevitable. Estamos en continuo contacto con eJ.la, a menos que nos vavamos al bosque o al desierto; es lIna fonTI8 de art.e en la que habitamos. Tal vez sea esta familiaridad la que nos hace verla slo como un agente utilitario. simplemente amo la ms grande de nuestras contribuciones tcnica~, a la que no pI-estamos ms atencin que la que dedicamos l cual

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    quieraparalo de u:o e Jtidiano. Y. a pe_arde ello. a diferencia de otras artes, la arquitectura tiene el poder de condicionar y afectar al comporramiento humano; el color de la paredes de una habitacin, por ejemplo, puede influjo en nuestro stado d nimo. La arquitectura acta sobre nosotros creando un sentido de temor reverente cuando paseamos enlre las gigantescas columnas ptreas de la sala hipstila del templo egipcio de Karnak: o arrastrndonos, como por la fuerza de la gravedad, hacia I cenlm del vasto espacio cubielto por la cpula del Panten, en Roma; o hacindonos entir el Oujo del espacio y el enraizamiento en la tierra de la casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wrighl.

    Qu duda cabe que una parte de nuestra experiencia de la arquitectura e t basada, fundamentalmente, en nuestro di frute de esas re puestas psicolgicas -qu el arquitecto experto sabe cmo manipular para obtener el mximo efecto-, pero la experi ncia ms completa de la arquitectura la adquirimos si ampliamos nuestros conocimientos sobre un edificio, su estructura, su historia y su significado, conlribuyendo, a la vez, a aminoral- nuestros pI' juicios y nuestra ignorancia.

    Tambin convien recordar que la arquitectura, adems de proporcionan10s cobijo, es una representacin imblica. Como scribiera sir Herbert Read, el arte e "una

    forma de discurso simblico, .v donde no hay smbolo ni, por lo tanto, discurso, no hay

    NOTAS

    l. LOllis 1. Kahn, "Remalks". en Perspec/Q, The Yale Architectural JOUl11aJ. n" 9-10,196-. p. 30-.

    2. Nikolalls Pevsner. 11 Olltlire o(ElIropean Arc!ziT clltre, Landre. 19-D. Esta obra e ha convenido en un cJ jco: (ve-sin castellana: Bre1' historia de la ArqlliTecTllra Ellropea: Alianza Editorial. Madrid, 1994).

    3. Walter McQlIade lIetlLa una an dota imilar en "Whel-e' the Alchilectl.lre?", en COIllloisseur. n" 2) 5. nodembre, 1985. p. 82.

    4. El libro de Ruskin Sel'ell Lalllps o( Arc!ziTeclUra; (versin castellana: Las sieTe Mil/paras de la arqlliTectura. AguiJar, SA de Ediciones,

    Introduccin

    arle".' Este contenido simblico se percibe con mayor facilidad en los edificios religiosos y pblicos, en los que el objetivo principal e hacer una pro lamacin clara :- enftica de los valores. ' creencias de la comunidad. Cuando un ediricio nos parece raro, suele el' pOI-que el s.mbolo que representa no pertenece a nuestro vocabulario cotidiano. A los norteamericanos, que carecen de un legado arquilectnico gtico, la construccin del Parlamento de Londr s en stilo medieval en pleno siglo X.lX puede parecerles a pl-imera vi -ta anacrn.ica. Pero resulta m comprensible si recordamos que e te edificio deba incorporal-se al conjunto le e i[id s glicos "autnticos" que subsis

    tieron al incendio que motiv su construccin, _ que, para el ingles del siglo XIX, la arquitectura gtica era inherentemente inglesa y. pOI-lo LanLo, tena una conexin de siglos con el gobierno parlamenta-io. Para muchos ingleses de la poca, el gtico era el nico estilo apropiado.

    La arquitectura es la ciencia y ei arte de la construccin. Para entender ms claramente el arte de la arquitectura y su disnlrso imb1ico es preciso comprender primero la ciellcia de la construccin arquitectnica. Por on -iguiente, en los prximos captulos de la primera parte se explorarn los pragmticos temas de la h.ll1cin, la estl'llctura y el proyecto. Despus, en la segunda pal"le, se abordar el simbolismo de la arquitectura como medio de comunicacin no verbal.

    Madrid, 1964), se sigue imp,;miendo. D bielo a las numerosas ediciones que existen de los escri los de Rllskin, la mejor fuente de informacin es la eelicin eSlndar en muchos volmenes publiada por ET. Cook y A. Wedderburn, T!ze Works

    o(JoJII1 RII kili. Londres. 1903-1912; pal'a el prefacio de SI. Mark 's ResT, vase el volumen 24.

    5. Sir H I'berl Read. "The Disin\egralion or Form in Modern An". en T/e Origills o Form in ArI. Nueva York, 1965. p. [82: versin castellana: Orgelle~ de la (onlla ell el Arre. EclilOlial Proyeccin, Buenos Ail-es, 1967.