Introducción Crítica Bíblica

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  1 INT R O DUCC N A LA CIE NCIA DE LA CR Í T ICA BÍBLICA  Por Francesc Montaño. Prolegómenos:  El tema es sumamente relevante porque atañe a las fuentes de nuestra fe, de nuestros valores más estimados, y nuestro mismo estilo de vida. Si aspiramos a una vida auténtica y abundante, entonces tenemos que edificar sobre un fundamento seguro, fiable, y auténtico. Y la crítica bíblica tiene como objeto comp robar todo cuanto se puede saber sobre ese fundamento, de modo que el tema nos toca hasta las raíces. En mi humilde estimación, la crítica bíblica ha servido mayormente para convalidar las bases de nuestra fe, enriqueciendo nuestro conocimiento de la Biblia y nuestro aprecio por la revelación divina. En cierta manera, ya me esto y adelantando a la conclusión del asunto, pero que quede claro desde el principio, que la crítica bíblica no ha disminuido en absoluto mi confianza en la Biblia como la Palabra de Dios, sino todo lo contrario, la ha respalda do. Es una convicc ión personal a la luz de mis estudios, a la vez que representa un compromiso existencial mío, en el cual el Señor me va confirmando de día en día. Cabe decir también desde el principio que "crítica bíblica" es un término muchas veces mal interpretado, porque el concepto popular da por sentado que cualquier crítica formulada respecto a la Biblia tiene que ser hostil a la fe cris tiana. Esta idea errónea se debe en gran parte a los muchos abusos que ha habido de los métodos críticos, especialmente por personas cargadas de prejuicios preconcebidos contra el cristianismo tradicional, o por personas que se han dejado llevar por un subjetivismo metodológico o por excesiva especulación. Las objeciones que se presentan a menudo contra el elemento sobrenatural del cristianismo no proceden del examen imparcial de los hechos, sino de las presuposiciones humanísticas qu e se traen a la interpretación b íblica. La crítica bíblica en sí tiene un fin neta- mente "neutral" en cuanto a sus conclusiones, y "positivo" en cuanto a la perspectiva científica: el de descubrir todos los hechos de la historia y de la experiencia humana que tengan relación con la literatura que integra la Biblia (origen, fuentes, trasfondo, conservación, credibilidad histórica, etc.), y luego ofrecer esos datos para a segurar una fiel interpretación del mensaje bíblico. Por tanto, los métodos críticos son como una senda para la buena exégesis, y no su meta. Además, siempre hay que ejercer el mismo espíritu crítico sobre las conclusiones de los críticos que ellos han ejercido sobre la Biblia. I. Origen y desarrollo de la crítica:  El método histórico-crítico no fue inventado sólo para aplicarse a textos bíblicos, sino más bien a textos literarios en general, especialmente a textos antiguos. La crítica en sí habría que fecharla a una época muy anterior a la moderna.

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    INTRODUCCIN A LA CIENCIA DE LA CRTICA BBLICA

    Por Francesc Montao.

    Prolegmenos: El tema es sumamente relevante porque atae a las fuentes de nuestra fe, de nuestros valores ms estimados, y nuestro mismo estilo de vida. Si aspiramos a una vida autntica y abundante, entonces tenemos que edificar sobre un fundamento seguro, fiable, y autntico. Y la crtica bblica tiene como objeto comprobar todo cuanto se puede saber sobre ese fundamento, de modo que el tema nos toca hasta las races. En mi humilde estimacin, la crtica bblica ha servido mayormente para convalidar las bases de nuestra fe, enriqueciendo nuestro conocimiento de la Biblia y nuestro aprecio por la revelacin divina. En cierta manera, ya me estoy adelantando a la conclusin del asunto, pero que quede claro desde el principio, que la crtica bblica no ha disminuido en absoluto mi confianza en la Biblia como la Palabra de Dios, sino todo lo contrario, la ha respaldado. Es una conviccin personal a la luz de mis estudios, a la vez que representa un compromiso existencial mo, en el cual el Seor me va confirmando de da en da.

    Cabe decir tambin desde el principio que "crtica bblica" es un

    trmino muchas veces mal interpretado, porque el concepto popular da por sentado que cualquier crtica formulada respecto a la Biblia tiene que ser hostil a la fe cristiana. Esta idea errnea se debe en gran parte a los muchos abusos que ha habido de los mtodos crticos, especialmente por personas cargadas de prejuicios preconcebidos contra el cristianismo tradicional, o por personas que se han dejado llevar por un subjetivismo metodolgico o por excesiva especulacin. Las objeciones que se presentan a menudo contra el elemento sobrenatural del cristianismo no proceden del examen imparcial de los hechos, sino de las presuposiciones humansticas que se traen a la interpretacin bblica. La crtica bblica en s tiene un fin neta- mente "neutral" en cuanto a sus conclusiones, y "positivo" en cuanto a la perspectiva cientfica: el de descubrir todos los hechos de la historia y de la experiencia humana que tengan relacin con la literatura que integra la Biblia (origen, fuentes, trasfondo, conservacin, credibilidad histrica, etc.), y luego ofrecer esos datos para asegurar una fiel interpretacin del mensaje bblico. Por tanto, los mtodos crticos son como una senda para la buena exgesis, y no su meta. Adems, siempre hay que ejercer el mismo espritu crtico sobre las conclusiones de los crticos que ellos han ejercido sobre la Biblia.

    I. Origen y desarrollo de la crtica: El mtodo histrico-crtico no

    fue inventado slo para aplicarse a textos bblicos, sino ms bien a textos literarios en general, especialmente a textos antiguos. La crtica en s habra que fecharla a una poca muy anterior a la moderna.

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    A. Desde los das de Esdras (siglo IV a. de J.C.), surgi en Israel una escuela de estudiantes profesionales que dedicaron todo su tiempo y pensamiento a la investigacin y determinacin de asuntos relacionados con la revelacin divina. Los tales fueron llamados escribas o rabes, y una buena parte de lo que ahora forma el canon del A.T. es producto de sus afanes y pericia.

    B. Jesucristo mismo llev a cabo una crtica tajante de la tradicin

    farisaica y radicalmente reinterpret el A.T. (vase por ej., el Sermn del Monte, Mat. 5-7; Jn. 5:39-47; Lc. 24:44-47).

    C. La iglesia primitiva particip en el proceso crtico al hacer

    decisiones respecto a los escritos que luego formaran el canon de las Escrituras.

    D. El avivamiento de los estudios clsicos en la Alta Edad Media y

    en el Renacimiento despert de nuevo un espritu de investigacin, que abarc tambin los textos sagrados, aplicndoles los mismos criterios que a otros textos literarios. Este proceso ayud a provocar los eventos de la Reforma del siglo XVI, cuando Lutero, Calvino, y otros ensearon y escribieron mucho en calidad de crticos bblicos.

    E. La elevacin de la crtica bblica a una ciencia (y el

    perfeccionamiento de los mtodos histrico-crticos) se aguardaba para tiempos ms recientes, cobrando cada vez ms mpetu desde el siglo XIX.

    II. Diferentes enfoques de la crtica bblica: Durante el

    desenvolvimiento de la crtica neotestamentaria, se ha observado ciertas etapas de progreso en que predominaban ciertos intereses de orden crtico. Estos intereses tambin se evidenciaron en el estudio del A.T., pero debido al gran nmero de manuscritos neotestamentarios, ah se invirti el mayor esfuerzo y se produjo el mayor desarrollo.

    A. Crtica textual: Desde el siglo XVI hasta principios del siglo

    XIX, el mayor impulso crtico respecto a la Biblia se manifest en el intento de obtener los vocablos exactos y verdaderos de los textos sagrados, tales como fueron escritos originalmente. Este esfuerzo por fijar el texto lo ms seguro posible, era algo indispensable para la labor exegtica. Como las primitivas copias de los libros del N.T. se hicieron en la frgil materia de los papiros, se explica fcilmente el que no conservemos la primera redaccin de ninguno de esos libros. De la poca de las copias en papiro, slo han llegado fragmentos hasta nosotros, el ms antiguo siendo fechado alrededor de 125 d.C. (p52, con unos versculos de Jn. 18). Copias manuscritas completas de todo el N.T. proceden de la segunda mitad del siglo IV, cuando los libros sagrados comenzaban a transcribirse en pergamino. Pero con haber sido copiado tantas y tantas veces el N.T., no es de sorprenderse la cantidad considerable de variantes que hay en los manuscritos del texto, que hasta el momento suben a 250.000 (ninguna de las cuales afecta

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    substancialmente el mensaje bblico; pasajes afectados por esas variantes incluyen los siguientes: Mc.16: 9-20, Lc. 22:43-44, Hch. 8:37, Jn. 7:53-8:11, Col. 2:18, etc.).

    Las primeras ediciones impresas del texto griego del N.T. (en el

    perodo renacentista) reflejaban mayormente un solo manuscrito, el que el editor pudiera conseguir. Pero hicieron crecer el inters en coleccionar ms manuscritos, los cuales fueron manifestando las muchas variantes que haba. La verdadera crtica textual se origin a principios del siglo XVIII con la publicacin de la edicin del investigador ingls, John Mill. A partir de ese momento, la crtica textual sigui cotejando cada vez ms manuscritos (hoy en da hay ms de 5.000), agrupndolos segn su parentesco (alejandrino, bizantino, occidental, etc.), y mejorando sus mtodos para determinar la leccin ms probable donde hay variantes. Los nombres ms destacados en este campo incluyen los de Tischendorf, Westcott y Hort, Nestl y Aland.

    [Ver la explicacin en el III sobre la historia de los manuscritos

    neotestamentarios y el desarrollo de "familias" o tipos textuales.] B. Crtica histrica (o literaria): En el siglo XIX, aunque la crtica

    textual llegaba a su auge y produjo sus ms grandes frutos, el centro del inters crtico empez a tornarse hacia la fiabilidad histrica de los primitivos documentos cristianos. Frente al racionalismo que buscaba desacreditar la historicidad de los evangelios por sus elementos sobrenaturales, se empez a investigar minuciosamente las fuentes literarias de los textos, y su contexto socio-religioso. Se avanzaba la hiptesis de los muchos redactores que participaran en la composicin del Pentateuco. Se plante la cuestin sinptica y la prioridad del evangelio de Marcos. Se estudi la influencia del medio ambiente filosfico para determinar si los conceptos bblicos tenan sus races all (escuela de la historia de las religiones). Se propuso una relacin estrecha entre la literatura apocalptica y la conciencia mesinica de Jess, y se busc el contenido esencial de sus enseanzas en el concepto "reino de Dios." Se investigaba todos los libros de la Biblia con el fin de determinar su autor y propsito, su fecha aproximada, sus influencias y trasfondo contemporneos ("Sitz im Leben"), y su autenticidad. Todo sirvi para exponer la herencia religiosa del Seor Jess y sus discpulos, para aclarar el carcter del pueblo en medio del cual apareci el cristianismo, para explicar el origen de muchas ideas y trminos que se emplearon luego para formular el mensaje cristiano, y aun para iluminar el proceso por el cual la literatura sagrada lleg a tener su presente forma. Pero no quit en nada la confianza que podemos tener en el testimonio bblico como revelacin divina.

    C. Crtica de la historia de las formas: Este mtodo crtico surgi

    como una reaccin a la crtica literaria, que al parecer de algunos se quedaba corta y parcial en su anlisis de los fenmenos bblicos. Estos crticos se afanaban por ir ms all de los documentos literarios, aplicndose a la prehistoria de los fenmenos religiosos y sus

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    motivaciones. Se lanzaban a una crtica de estilo, buscando la relacin entre las narraciones y los pasajes transicionales, analizando las formas de los discursos y dichos y parbolas, observando las frmulas lingsticas de los credos y la himnologa de la iglesia primitiva, etc. Pretendan con todo esto reconstruir la historia de la iglesia en los tiempos cuando adoraban o predicaban acerca de Jess recordando oralmente sus dichos o sus hechos; luego se buscaba fijar los motivos por lo que relataron los evangelistas, en las situaciones actuales que la iglesia tuvo que enfrentar. Algunos crticos relegaban a los evangelistas a la posicin de "compiladores" y "redactores" en vez de autores; otros mostraron un exagerado escepticismo respecto a la autenticidad histrica de la tradicin guardada por la iglesia primitiva. Pero estas posturas representan un extremo, cuyas conclusiones la evidencia bblica e histrica no requiere. Positivamente, esta crtica nos ensea a distinguir entre los materiales de la tradicin y el "marco" en que esos materiales fueron instalados.

    (Pasajes tpicos afectados por esta crtica incluyen: 1 Cor.15: 3-7,

    11:23-26; Filp. 2:6-11, Col. 1:15-20, 2 Co. 6:14-7:1, 1 Tim. 3:16, Efes. 4:4-5; pasajes paralelos en los sinpticos, etc.)

    D. Crtica de la historia de la redaccin: La crtica de las formas

    llev a la crtica redaccional, que empez a ganar terreno y defensores a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial. Se volvi a apreciar a los evangelistas como autores con puntos de vista y propsitos propios para comunicar; se volvi a apreciar lo distintivo de cada uno en su seleccin, articulacin, y acomodacin de los materia- les de la tradicin. El objeto de la investigacin redaccional es dar razn de una obra literaria en su configuracin actual, de modo que se llega a percibir la unicidad de la perspectiva teolgica de cada escritor. (Tambin conocida como crtica de la tradicin.)

    E. Crtica del contenido (Sachkritik): El contenido de un

    documento es lo que el documento intenta comunicar, lo cual es difcil criticar sin distorsionar el mensaje divino. Sin embargo, crticos como R. Bultmann insisten en que una parte del mensaje bblico lleva un ropaje mtico que no hay que creer, por ej., el nacimiento virginal de Cristo, su resurreccin corporal, y todo lo milagroso que tuviera como fin exaltar a la persona de Jess. Bultmann distingue, por tanto, entre lo que la Biblia dice y lo que "quiere decir," sus expresiones mitolgicas y su sentido existencial.

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    III. Continuacin de "crtica textual": La historia de los manuscritos [MSS] neotestamentarios/el desarrollo de "familias" o tipos textuales.

    A. El "problema" de la crtica textual: Hay unos 5.300 MSS del

    N.T. en griego y casi 10.000 ms en las versiones traducidas del griego, pero no hay dos de esos MSS que sean perfectamente idnticos en todos sus particulares. Fueron copiados a mano, y como no haba escribas infalibles, ninguno de esos MSS es totalmente infalible. As que buscar ese "MSS perfecto e inerrante" no es provechoso, porque los autgrafos perecieron hace mucho tiempo. La gran mayora de los MSS tienen un texto bastante uniforme, el cual subyace nuestro Reina-Valera '60. A esta recensin se le llam el texto "bizantino" por ser el ms divulgado durante el auge del Imperio Bizantino. (Otros le llaman el texto "koin" o "sirio" o "Lucianista)." Desafiando la evidencia de esa mayora de MSS, sin embargo, hay otros (incluyendo las versiones del latn antiguo, siraco antiguo, y egipcio antiguo) que en muchos detalles no concuerdan con esos textos ms tardos, ni tampoco concuerdan entre s; pero muchas veces s concuerdan con las citas del N.T. que hacan los padres de la iglesia antes del ao 360. (Como hemos mencionado antes, estas variantes no ataen a la sustancia de nuestra fe y prctica y no afectan a ms del 10% del texto entero.)

    Entonces, el problema de la crtica textual se resume en esto: (1)

    en buscar una explicacin lgica para esa divergencia entre los MSS que concuerde con la evidencia de la historia de la iglesia; (2) buscar una explicacin lgica para el origen del texto bizantino y el proceso por el cual remplaz a los dems textos; y (3) determinar cules de los MSS se acerquen ms al texto de los documentos originales de nuestro N.T., y reconstruir ese texto (necesariamente con muchas notas que reflejen el margen de error humano).

    B. La coleccin de los libros: En el perodo cuando el N.T. estaba

    en formacin, cada uno de sus 27 libros circulaba primero como una entidad literaria separada. Aparentemente, hubo un lapso de tiempo considerable antes de que las comunidades cristianas usaran ms de un solo evangelio. No omos hablar del "tetraeuagglion" (una coleccin de los cuatro evangelios) hasta cerca del ao 180 en los escritos de Ireneo y en el Canon de Muratori. Sin embargo, esto representara el consenso de las iglesias ms o menos a mitad del siglo dos, provocado en parte por la necesidad de refutar a herejes como Marcin (cuyo canon consista en una versin editada de Lucas y diez epstolas paulinas). En cuanto los cuatro evangelios empezaron a circular juntos, la historia de su transmisin tambin se unific.

    Los primeros escritos neotestamentarios de ser coleccionados

    probablemente seran las cartas de Pablo. Habran sido ledas primero en las iglesias que l fund, poco a poco adquiriendo un lugar permanente como lecciones litrgicas. Pero al mismo tiempo seran compartidas y difundidas a otras iglesias en una fecha temprana. La instruccin de

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    Pablo en Col.4: 16 sin duda refleja la prctica del perodo paulino (y pos-paulino). Cuando la iglesia en Roma escribi a la iglesia en Corinto cerca del ao 95 (una carta conocida como 1 Clemente), incluy no slo referencias a la carta de Pablo a los Romanos, sino tambin citas claras de 1 Corintios y Hebreos. Entonces, ya habra en esta fecha una coleccin (completa o parcial) de las cartas de Pablo (o atribuidas a Pablo) en Roma. Lo mismo pasara en los otros centros de alta poblacin cristiana, tales como Asia Menor, Grecia, Antioquia y Cesarea, Alejandra y otros puntos del Norte de Africa. Estas reas seran crticas para la transmisin de manuscritos (MSS) neotestamentarios y el desarrollo de tipos textuales.

    Las epstolas universales y el Apocalipsis tuvieron ms dificultad en

    ser aceptados por la iglesia en general. En el tercer siglo slo 1 Pedro y 1 Juan fueron reconocidas sin problemas, mientras las dems tardaron hasta el siglo cuatro para superar todas las objeciones. Es en ese siglo que empezamos a encontrar todas las epstolas universales agrupadas como una unidad, y tambin el libro de los Hechos asociado con ellas. Por tanto, la historia textual de estos libros vara considerablemente en comparacin con otros libros. Esta misma agrupacin reflejaba tradiciones manuscriturales de diferentes fuentes y calidad, un fenmeno que se repetira cuando los diferentes grupos de escritos (evangelios, cartas paulinas, Heb., cartas univ., y Ap.) fueron por fin reunidos en manuscritos ms grandes. Es por eso que un solo cdice a veces rene varias tradiciones textuales y tiene omisiones notorias, reflejando la situacin inestable an del canon.

    C. El idioma de los MSS primitivos: Hasta casi el ao 200 fue

    uniformemente el griego. Procedente de Roma ca. 95, 1 Clemente fue escrita en griego; tambin los pensamientos del Pastor de Hermas cerca del ao 150. Sin embargo, todos los escritos existentes de Tertuliano en Cartago, a finales del siglo dos, son en latn. La obra maestra de Ireneo, Adversus omnes haereses, aunque fue escrita en griego alrededor del ao 180 en Galia, fue preservada solamente en una traduccin latina. Hiplito, quien fue obispo de Ostia y muri en 235, escribi en griego, pero sus obras no fueron ledas hasta la poca moderna, porque la gente de su da casi desconoca el idioma. Fue entonces cerca del ao 180 cuando la situacin lingstica empez a cambiar radicalmente en la iglesia occidental (quizs aun ms temprano en las regiones de habla siraca y copta). Tal vez los primeros MSS bilinges (griego y latn) fueron producidos en este perodo. Tras un tiempo de cultos bilinges, la iglesia en el Occidente ya haca uso exclusivo del latn para la mitad del siglo tres.

    D. La multiplicacin de textos y variantes: Desde el momento en

    que el culto cristiano incorpor la lectura y exposicin de escritos sagrados que no fueran los del A.T., el nmero de MSS neotestamentarios empez a multiplicarse. La fundacin de cada nueva iglesia requiri la produccin de otro MS de los escritos sagrados. En el perodo primitivo, sin embargo, las copias fueron hechas individualmente;

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    es decir, no haba escritorios profesionales antes del ao 200 como muy temprano. Este proceso de copias privadas de MSS produjo una multiplicacin de variantes, y empez a dar lugar a una gran variedad de "familias" textuales, relacionadas con diferentes "centros" cristianos de evangelizacin. Desde este perodo primitivo se encuentra el texto "libre," que trat su ejemplar con bastante libertad, al estilo de las citas bblicas de Justino Mrtir (ca. 150). Tambin desde muy temprano se encuentra el texto "normativo," que representa una tradicin generalmente fiel a su ejemplar sin demasiadas variantes. Al lado de estos se encuentran MSS de texto "estricto," que transmitan el texto de su ejemplar con gran meticulosidad. Algunos pocos MSS de este perodo anticipan el texto del Cdice Bezae (D 05), porque no es hasta el siglo IV que observamos la estandarizacin del texto siguiendo un modelo "autorizado."

    En el perodo primitivo, entonces, el texto del N.T. todava no fue

    controlado por ninguna autoridad eclesistica. Sin embargo, despus de las persecuciones bajo los emperadores Decio (249-51) y Valeriano (253-60), la situacin iba cambiando. La iglesia disfrut de cuatro dcadas de paz antes de las ltimas persecuciones bajo Diocleciano (303). En Antioqua durante este tiempo, la forma primitiva del texto fue pulida estilsticamente, editada eclesisticamente, y aumentada devocionalmente (por ej., Mat.6:13b, 20:16b, 25:13, 27:35). Esto sera el origen del texto llamado "koin" (ms tarde, "bizantino"). Al mismo tiempo un telogo en otra parte trabajando con un papiro temprano emprendera una revisin ms concienzuda del texto, resultando el "precursor" del Cdice Bezae (D 05). Al no recibir un apoyo "oficial," este texto fue preservado en pocos MSS.

    Durante las ltimas persecuciones, que duraron casi diez aos, los

    edificios cristianos fueron destruidos y los MSS bblicos fueron quemados. El resultado fue una carencia muy aguda de MSS neotestamentarios a partir de la "legalizacin" del cristianismo bajo Constantino. Las iglesias cristianas experimentaron un crecimiento repentino despus de las persecuciones, y la demanda de MSS del N.T. no pudo ser satisfecha con copias hechas por individuos. Por tanto, grandes escritorios profesionales fueron abiertos por los obispos en Antioquia, Alejandra, y Cesarea. Jernimo, editor de la Vulgata, hacia finales del siglo IV, menciona tres tipos de texto para el A.T. en griego que corresponden a esos tres centros y son identificados con la autoridad de Luciano, Hesiquiano, y Orgenes, respectivamente. Sin lugar a duda, encontramos aqu tambin el origen de los grandes tipos, o "familias," textuales para el N.T. Pero como la escuela de Antioquia produca ms obispos de ms influencia, que llevaran consigo su MS "koin," ese texto lleg a imponerse sobre los dems en el Imperio Bizantino, as adquiriendo el apelativo "bizantino" y preservndose en la gran mayora de los MSS existentes. (Las principales "familias" de textos, entonces, incluyen el tipo bizantino, alejandrino, y cesareano, ms el "occidental" [ver el D 05 abajo].)

    Sin embargo, lo que nos interesa no es simplemente tener el mejor

    texto pulido y editado de la iglesia del cuarto siglo, sino acercarnos lo ms

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    posible al texto original. Para reconstruir ese texto, se tiene que tomar en cuenta el trabajo "editorial" que tuvo lugar en el texto bizantino, comparndolo con MSS ms antiguos, con MSS procedentes de otras "familias," y con MSS traducidos a otros idiomas.

    E. Los principales MSS: 1. Cdice Sinaticus (01 = "Alef"), del siglo IV, descubierto en el

    monasterio de Sta. Catalina, Monte Sina, en el siglo XIX por Constantin von Tischendorf; contiene algunas lecturas nicas de ciertos pasajes y no pocos errores por descuido; es inferior al MSS B, con el cual representa el texto "alejandrino" (supuestamente "neutral"). Contiene la Biblia completa, probablemente copiado en Egipto, y posiblemente entre los 50 MSS preparados por orden del emperador Constantino. Se le nota la mano de varios revisores corrigiendo el texto anteriormente.

    2.Cdice Alejandrinus (A 02), del siglo V, estuvo en la biblioteca patriarcal de Alejandra desde el siglo XI hasta el XVII cuando fue presentado a Carlos I de Inglaterra; representa el texto bizantino, aunque no todas sus partes son del mismo valor. Contiene la Biblia completa, pero le falta la mayora del evangelio de Mateo; es entre los mejores testimonios manuscriturales para el libro de Apocalipsis.

    3. Cdice Vaticanus (B 03), del siglo IV, copiado en Alejandra, representa el mejor ejemplar del texto alejandrino. Contiene la Biblia completa, pero le faltan Filemn y las epstolas pastorales, Heb.9:14-13:25, y Apocalipsis. Se le nota la mano de un corrector, y tambin pequeos cambios hechos por el mismo copista, ms un corrector tardo.

    4. Cdice Ephraemi Syri Rescriptus (C 04), del siglo V, es un MSS "palimpsesto"; es decir, su texto bblico original fue borrado para dar lugar a unos sermones de Efran el Sirio. Pero utilizando elementos qumicos y fotografas de luz ultravioleta, hicieron resaltar la escritura subyacente.

    5. Cdice Bezae Cantabrigiensis (D 05), del siglo V, es una versin dglota (bilinge), con el texto griego a la izquierda y el latino a la derecha. Contiene los Evangelios y los Hechos y una porcin fragmentaria de las epstolas catlicas, y se nota la mano de muchos correctores en el MSS. Difiere bastante del texto alejandrino y bizantino, especialmente en Lucas y Hechos. Se le ha llamado "occidental," aunque el texto procede o de Egipto o del Norte de frica. Su latn es independiente del latn de la Vulgata, y se cree que representa la obra de un telogo no insignificante.

    6. Cdice Basilensis (E 07), del siglo VIII, un texto bizantino como la gran mayora de los que le siguen y no de gran valor en la reconstruccin del texto.

    7. Cdice Freerianus (W = Washington), del siglo IV/V, de valor variado; Mat., Jn.1:1-5:12, y Lc.8:13-final son de texto bizantino, mientras Jn.5:12-final y Lc.1:1-8:12 son de texto alejandrino; Mc.1-5 es de texto "occidental," mientras el resto de Mc. es texto cesareano, y contiene una adicin nica despus de Mc.16:14, la "terminacin corta" de Marcos.

    8. Cdice Coridethianus ( ), del siglo VIII/IX, descubierto en un monasterio cerca del Mar Caspio; en Mat., Luc., y Jn. el texto ha sido conformado al bizantino, pero en Mc. el texto es de tipo cesareano.

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    [Todos estos MSS son "unciales," es decir, escritos con letras maysculas, que era el uso comn en Europa del siglo IV al IX. Los MSS minsculas aparecen a partir del siglo IX, y el 80% de ellos son de tipo bizantino mientras el 10% es de un texto ms temprano.]

    9. Los papiros "Chester Beatty" (su descubridor ca.1930), encontrados en Egipto: p45 del siglo III contiene Mat.20:24 a Hch.17:17--Mc. es de texto cesareano, quizs Lc. y Jn. tambin, pero Hch. concuerda ms con el texto alejandrino que con el occidental; p46 de ca.200 contiene las cartas de Pablo (menos 2 Tes., Film., y las pastorales), ms Heb., y la doxologa final de Ro. viene despus del cap.15--el texto tiene tendencia alejandrina; p47 del siglo III contiene Ap. 9:10-17:2, y demuestra una tendencia alejandrina pero con mucha independencia.

    10. (10) Los papiros "Bodmer" (descubiertos en los aos 1950): p66 de ca. 200 contiene Jn.1-14:30 y lo dems en fragmentos, texto irregular o libre; p72 del siglo III/IV contiene Judas y 1-2 Pedro; p75 del siglo III, Lc.3:10-final y Jn.1-15:8--texto similar al Cdice Vaticanus.