Introduccion cra

CAPÍTULO 1

1CAPÍTULO 1

El Centro de Recursospara el Aprendizaje CRA

Objetivos:

• Conocer el Centro de Recursos para el Aprendizaje en sus dimensiones físicas, recursos materiales, recursos humanos, su organización y gestión.

• Orientar e incorporar prácticas organizativas y de gestión que aseguren el cumplimiento de la misión del Centro de Recursos para el Aprendizaje en el establecimiento.

hacer una introducción a este tema

Curso deFormación para

Coordinadores y Encargados deBibliotecas Escolares CRA

Centro de Recursos para el Aprendizaje CRA

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ÍNDICE

1. CRA, un espacio de encuentro 4

2. ¿Qué es el CRA? 5

3. El CRA y sus componentes 5

3.1. Espacio 7 3.1.1 Áreas 7 a. Área de almacenamiento de la colección 7 b. Área libre o pasillos de acceso a las estanterías 8 c. Área para la lectura individual o colectiva 8 d. Área de circulación de la colección 8 e. Área de trabajo individual o colectivo 8 f. Área de audiovisuales 8 g. Área de computadores 8 h. Área de cubículos 9 i. Área del diario mural 9 j. Área novedades 9

3.1.2. Recomendaciones técnicas a. Emplazamiento 9 b. Pisos 9 c. Ventanas 9 d. Iluminación 9 e. Muros 9 f. Mobiliario 9 g. Ventilación y calefacción 9 3.2. La colección 10 3.2.1. ¿Qué entendemos por colección? 10 a. Material impreso 10 b. Material audiovisual 10 c. Material instrumental y concreto 10 d. Material digital 11

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3CAPÍTULO 1

3.2.2. Recomendaciones para el mantenimiento y cuidados de los recursos 11 3.3. El equipo de trabajo 16 3.3.1. Perfi l humano del equipo 16 3.3.2. Funciones del equipo CRA 16 3.3.3. Trabajo colaborativo y corporativo 17

4. Gestión del CRA 19 4.1. Gestión administrativa 19 4.1.1. Saber con qué recursos se dispone y posibilitar su uso 19 4.1.2. Mantener y actualizar los recursos 19 4.1.3. Defi nir e implementar los modos de atención a los usuarios 19 4.1.4. Diseñar un plan de seguimiento administrativo 19 4.2. Gestión pedagógica 19 4.2.1. Integrar el CRA con el currículo escolar 19 4.2.2. Difundir e informar a la comunidad los recursos disponibles en el CRA 20 4.2.3. Mantener, actualizar y dar un uso pedagógico a los recursos 20 4.2.4. Promover el uso adecuado y permanente del CRA y sus instalaciones 20 4.3. Gestión económica 20 4.3.1. Diseñar un presupuesto de funcionamiento del CRA 20 4.3.2. Defi nir fuentes de fi nanciamiento para el CRA 20 4.3.3. Diseñar un plan de seguimiento económico 20

Resumen fi nal 22




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1. CRA, un espacio de encuentro

Uno de los cuatro grandes ejes de nuestra última Reforma Educacional, está destinado a mejorar e innovar las prácticas pedagógicas de los docentes, a objeto de favorecer los procesos de enseñanza-aprendizaje, además de asegurarles a los alumnos, la adquisición de nuevos conocimientos, habilidades, destrezas y valores, propuestos en el nuevo currículum. Se trata del “Programa de Mejoramiento e Innovación”, en el que está inserto el desarrollo del ”Proyecto de Centros de Recursos para el Aprendizaje (CRA)”.

Sabido es que, gracias al explosivo aumento y desarrollo de la información, las comunicaciones y la tecnología, los profesores y profesoras han debido renovar sus modalidades e instancias de enseñanza, con el objeto de formar y capacitar a los alumnos(as) para los nuevos tiempos: un alumno(a) capaz de desarrollar habilidades y competencias que le permitan desenvolverse frente a la información y a la crítica; cada vez más protagonistas de su aprendizaje y no mero receptor(a) de mensajes académicos; alumnos(as) que sepan utilizar todos los mecanismos tecnológicos que estén a su alcance y emplearlos para indagar y descubrir lo que acontece en la sociedad, en las artes y en las ciencias.

Nuestra Reforma concibió este camino y logró adecuar de acuerdo a las necesidades educativas, un nuevo currículo para el siglo XXI. En este entorno resulta sumamente útil para los alumnos(as) el dominio de las habilidades lectoras, de búsqueda y el tratamiento de la información, ya que son la base para los “aprendizajes signifi cativos” e indispensables para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos frente al conocimiento.

El Centro de Recursos para el Aprendizaje, con sus recursos organizados, actualizados y diversificados, con personal competente, que ordene y oriente a los usuarios, con un

profesorado sensibilizado que anime a la lectura y a la investigación, es el espacio de encuentro que permite mejorar el trabajo docente y favorecer el aprendizaje de los alumnos y alumnas.

Es en el o los responsables, Coordinador(a) y Encargado(a), del Centro de Recursos para el Aprendizaje, sobre quienes pesa y gravita la formación de los usuarios, y la buena gestión de sus acciones deben posibilitar permanentemente las mejores condiciones en las que el niño o niña se encuentre con el libro y la lectura, y junto a los docentes, contribuir a hacer hombres y mujeres independientes por medio de los recursos y las tecnologías de la información.

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2. ¿Qué es el CRA?

El Centro de Recursos para el Aprendizaje, (CRA) se define como: “el lugar donde se reúne, en un espacio dinámico y de encuentro, una diversidad de recursos de aprendizaje, que contienen información actualizada y apoyo, a través de múltiples servicios, al proceso de enseñanza–aprendizaje”.

Así, el CRA pretende ayudar a la implementación del nuevo currículo, contribuyendo al aprendizaje de los nuevos conocimientos, habilidades y destrezas. Ello implica transformarse en un soporte efectivo para el aprendizaje de los alumnos y alumnas, entregando a los profesores las herramientas necesarias que les permitan enriquecer y diversificar sus estrategias de enseñanza.

3. El CRA y sus componentes

En el CRA, factores como el espacio, la colección, el equipo de trabajo y la gestión, actúan como facilitadores del proceso educativo. Así hacen posible una adecuada implementación curricular, promoviendo un aprendizaje activo; desarrollando habilidades lectoras, de información e investigación; incentivando la producción de materiales educativos y nutriéndose de la participación de la comunidad. (Ver fi gura 1).

El espacio corresponde al lugar físico que ocupa el Centro, el cual debe satisfacer requisitos mínimos tanto para el acopio de materiales como para la consulta de los usuarios. El respeto y amor por este espacio, junto con el cuidado por el material, constituyen factores esenciales de conservación.

La colección está compuesta por una variedad de recursos educativos, entre los que cuentan materiales impresos, audiovisuales, instrumentales, concretos y digitales.

El equipo de trabajo está liderado por un docente Coordinador(a) que, junto al Encargado(a) del CRA, tiene bajo su responsabilidad la organización y gestión de los planes destinados a satisfacer tanto las necesidades de apoyo curricular, de información e investigación y de extensión cultural.

Analizaremos cada uno en profundidad, ya que de ellos surgen tareas que, por defi nición, el CRA debe cumplir a partir de los elementos con los que cuenta.




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Figura 1

La biblioteca escolar como Centro de Recursos para el Aprendizaje

ESPACIO

COLECCIÓN

EQUIPO de TRABAJO

Gestión administrativa:· Mantención y actualización de la colección.· Procesos técnicos para poner a disposición la colección.· Educación de usuarios.· Diseño de plan de seguimiento.

Gestión pedagógica:· Desarrollo curricular.· Difundir y dar uso pedagógico a la colección.· Promover el uso del CRA.

Gestión económica:· Diseño de presupuesto para funcionamiento del CRA.· Defi nición de fuentes de fi nanciamiento.· Supervisión económica.

d· E· D

Ge· D· D· P

GeD

Apoyan el proceso deenseñanza- aprendizajea través de...

Participación de la comunidadRedes de apoyo

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7CAPÍTULO 1

El principal objetivo del espacio del CRA debe ser el de conformar un lugar motivante y atractivo para sus usuarios, capaz de convocar y acoger a toda la comunidad escolar. Por este motivo, es necesario que el equipo de trabajo del CRA se proponga transformar a este centro en un espacio abierto y hospitalario, que seduzca a las personas a entrar e internarse libremente en él. En función de ello, la disposición de los recursos, áreas y mobiliarios, deberá siempre estar pensada para el uso libre y activo de sus usuarios, propiciando una relación cercana, autónoma y cómoda entre éstos y las variadas fuentes de información que darán respuesta a sus intereses. Gracias a ello, el CRA estará promoviendo tanto en niños como adultos, un contacto íntimo y personal con el mundo de la cultura y la investigación, e incentivando en ellos, una relación más vital y personal con el conocimiento.

En sintonía con lo anterior, uno de los requisitos básicos del CRA es el de mantener sus recursos accesibles al público, para lo cual la primera tarea es la de abrir sus estanterías. De este modo, los recursos quedarán a disposición de los usuarios, quienes podrán mirarlos, hojearlos, leerlos o devolverlos.

La incorporación de estanterías abiertas a la biblioteca escolar es un proceso gradual, al cual los lectores y el personal deben ir acostumbrándose en forma paulatina. En este sentido, es recomendable, antes de comenzar con este sistema, educar a los usuarios a través de la realización de campañas que hagan tomar conciencia a los estudiantes de los benefi cios y obligaciones respecto a esta nueva modalidad. Asimismo, es altamente positivo crear unidades didácticas y alianzas entre docentes, que permitan tratar este tema enfatizando problemas centrales como lo son el respeto por los bienes comunes y la relación entre libertad y responsabilidad, etc.

El CRA es un espacio en el cual el lector puede recorrer un camino individual de búsqueda, de investigación y de encuentro con los

conocimientos e inquietudes más variadas, y el equipo debe velar por el respeto de esta función. Para ello, es de vital importancia que éstos prohíban ciertas prácticas, tales como los conocidos “castigos a la biblioteca”, o usos de la misma como “rincón de utilidades varias”, donde se envía al estudiante que terminó antes la prueba o al alumno/a que conversa insistentemente en clases. Afortunadamente, ya son cada vez más los establecimientos educacionales que han comprendido que la biblioteca escolar sólo logrará ser valorada en su justa dimensión en la medida en que se respeten sus funciones propias, sin perder el horizonte que inspira este proyecto, para así dignifi car en su real magnitud la investigación, la lectura y el trabajo.

3.1.1. Áreas

El CRA es un lugar donde se pueden realizar muchas y distintas actividades, por lo cual es importante que prime un criterio funcional a la hora de establecer sectores o áreas que sean compatibles y no entorpezcan el clima general de silencio y respeto que debe imperar en él. Además, con estas áreas ordenadas se hacen más explícitos los servicios que el CRA ofrece a sus usuarios, con lo cual se favorece su mejor utilización. Estas áreas son:

a. Área de almacenamiento de la colección.

Espacio constituido por las estanterías abiertas modulares y los distintos muebles en los que se distribuyen los recursos del CRA. Respecto a las primeras, éstas van adosadas a la pared, cada una con repisas graduables de madera o acero, de 1 mt. de ancho x 40 cm. de profundidad y 30 cm. de distancia respecto de la otra. Su altura está determinada considerando los distintos tipos de usuarios que consultarán los estantes y cuenta con sectores espaciales para niños, donde las repisas son más bajas para facilitarles el acceso .

Por otro lado, existen otros tipos de mobiliarios, destinados a guardar secciones más específi cas de la colección.

El i i l bj ti d l i d l CRA d b

3.1. Espacio




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• Cárdex, donde se almacena el archivo vertical, es decir, el conjunto de recortes y láminas que tras ser procesadas se guardan en carpetas colgantes o sobres.

• Anaqueles y/o cajas especiales, en los que se organizan los materiales audiovisuales, instrumentales o digitales para facilitar su orden.

• Portaláminas o portamapas, el cual debe ser de preferencia un estante bajo con repisas donde se guardan los atlas, láminas y mapas en forma horizontal. Para aquellos mapas que necesiten ser guardados en forma tubular, puede fabricarse un mueble especial que tenga perforaciones circulares del diámetro de cada mapa y así poder depositarlos ordenadamente y en forma vertical.

• Revistero, donde se exhiban los últimos números de las publicaciones periódicas a las que está suscrito el establecimiento.

b. Área libre o pasillos de acceso a las estanterías.

Espacio junto a las estanterías, lo sufi cientemente amplio, para que los usuarios transiten y accedan libremente a los materiales, revisando y escogiendo recursos a su antojo, sin más restricciones que su cuidado.

c. Área para la lectura individual o colectiva.

Este espacio está destinado a la lectura por placer y debe contar con cojines o peras de distintas formas y colores alegres, dispuestos en varios lugares para animar a la lectura informal. Es central que se trate de un área atractiva que invite a los alumnos y alumnas a la lectura voluntaria, ya sea de forma individual o guiada por un adulto que narre cuentos en voz alta. Este sector del CRA está sobre todo orientado a niños pequeños y a la realización de actividades como “La Hora del Cuento”.

d. Área de circulación de la colección.

Área en la entrada principal de la biblioteca, destinada a realizar la circulación de los recursos. Debe contar con un mesón o escritorio que contenga cajones para guardar las fichas de control de préstamo, y espacio sufi ciente para instalar un computador. Junto a ella, debe estar el buzón para la devolución de libros y los fi cheros con gavetas que contengan la información catalogada de los recursos de la biblioteca y de los usuarios.

e. Área de trabajo individual o colectivo.

Los CRA cuentan con un área especialmente destinada a la lectura y la investigación para que los alumnos y alumnas puedan trabajar tranquilamente. Deben tener sillas cómodas y mesas con capacidad para seis estudiantes como mínimo, en lo posible rectangulares o circulares, para favorecer el trabajo en equipo. Se recomienda poner gomas o deslizantes en las patas de sillas y mesas para aminorar el ruido.

f. Área de audiovisuales.

Este sector debe ser, ojalá, un espacio aislado que además de utilizarse para el uso de materiales audiovisuales, sirva para reuniones de pequeños grupos donde se puedan efectuar debates, seminarios, foros, dramatizaciones, etc. Es importante que cuente con televisor, video, reproductor de dvd, radio o equipo de música y que disponga de algunos pares de audífonos en caso de no tener aislamiento sonoro.

g. Área de computadores.

Es importante que el CRA cuente con computadores para ayudar en la elaboración de trabajos y presentaciones de los estudiantes y sobre todo, en la indagación en Internet y uso de recursos digitales de la biblioteca.

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h. Área de cubículos.

Idealmente, un CRA debe poseer cubículos donde los estudiantes puedan trabajar de forma individual, concentrada y silenciosamente. Estos cubículos pueden ubicarse en espacios aislados, en la sala de lectura general o en la sala audiovisual; y pueden estar apoyados con equipos computacionales para investigar en Internet o CD ROM.

i. Área del diario mural.

Es un espacio de expresión abierta para exponer información variada: actividades de interés, eventos, noticias, comentarios, ideas o creaciones de los estudiantes y actividades curriculares. Es importante que sea llamativo, que esté ubicado en la entrada del CRA o en un lugar a la vista de todos; y que sea permanentemente actualizado.

j. Área novedades.

Con el fi n de fomentar la lectura e indagación voluntaria, resulta llamativo elegir un área para exponer novedades, revistas, periódicos y libros de formato original, gracias a lo cual, los alumnos y alumnas, podrán además mantenerse actualizados.

3.1.2. Recomendaciones técnicas

Para fortalecer y preservar el espacio y los recursos del CRA es necesario tomar en cuenta las siguientes recomendaciones técnicas relacionadas con el cuidado, la disposición y organización de sus partes:

a. Emplazamiento: es importante que el CRA esté ubicado en un punto del establecimiento educacional que sea central, pero además que esté alejado de los sectores ruidosos como el gimnasio o las áreas de juego. Idealmente debe estar ubicado en un primer piso o un lugar de fácil acceso para permitir un ingreso sin obstáculos para los discapacitados.

Este lugar debe tener un mínimo de 60m2 para Educación Media o Educación Básica, y de 100m2 cuando están ambas en el mismo espacio y contar

con capacidad para acomodar a la clase más numerosa, más 10 alumnos extra (50 personas promedio). Además debe ser un espacio fl exible que permita ser modifi cado de acuerdo a las necesidades y contemple la posibilidad de futuras ampliaciones.

b. Pisos: Se recomienda tener en cuenta la necesidad de crear un máximo nivel de silencio, lo cual se logra, idealmente, utilizando alfombra. Si ello no es posible, hay que preocuparse de poner antideslizantes en las patas de las sillas y mesas.

c. Ventanas: Preferentemente deben orientarse hacia el sur para que el sol no deteriore los libros y otros materiales.

d. Iluminación: Dado que es necesario considerar la existencia de luz artifi cial, el ideal es una iluminación indirecta o semi-indirecta localizada en el cielo, dirigida sobre todo a las áreas de trabajo y lectura.

e. Muros: Es importante pensar muy bien los colores que cubrirán muros y cielos, pues la correcta elección favorecerá un ambiente agradable a la lectura y el estudio. Para los muros se sugieren colores apacibles, tonos gris claro, blanco invierno, verde claro, celeste o amarillo pálido. El blanco es ideal para los cielos.

f. Mobiliario: En relación a la distribución del mobiliario, hay que elegir considerando los lugares que reciban mejor luz, que permitan el mayor aprovechamiento del espacio, y brinden comodidad a los usuarios, con espacio sufi ciente para el tránsito habitual de público. Los muebles grandes deben quedar adosados a las paredes, las mesas se colocan frente a las ventanas; el catálogo y el archivo vertical deben estar cerca de la entrada y del mesón de préstamo.

g. Ventilación y calefacción: Se recomienda que los aparatos considerados para dichas funciones se ubiquen a una distancia prudente del lugar en que está dispuesta la colección de libros y materiales audiovisuales, para evitar su deterioro.




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3.2. La colección

Los recursos de aprendizaje de un CRA corresponde a todo aquel material que nos entregue información científi ca o de divulgación, conocimiento, instrucción o simplemente recreación. En su conjunto estos recursos pasan a formar los diferentes tipos de colecciones que constituyen una biblioteca, ya se trate de materiales impresos, audiovisuales o digitales, entre otros. También son parte de la colección del CRA todo tipo de materiales didácticos que facilitan el aprendizaje y el desarrollo de destrezas.

Esta diversidad de recursos para el aprendizaje debe estar al servicio del proyecto de mejoramiento curricular de cada establecimiento, sirviendo como soporte para el logro de una mayor calidad de las prácticas y el aprendizaje de los alumnos y alumnas.

3.2.1. ¿Qué entendemos por colección? (1)

En el Centro de Recursos para el Aprendizaje, la colección está compuesta por una variada gama de elementos educativos: materiales impresos (libros, diarios y revistas), audiovisuales (videos, casetes, mapas), instrumentales (juegos, modelos, maquetas) y digitales (software educativo, CD ROM, Internet).

Complementariamente, esta colección debe contar con el equipamiento tecnológico requerido para su uso (computador, video, retroproyector, grabadora, etc.).

La colección del CRA debe estar documentada, registrada, clasifi cada y debidamente ordenada, siendo parte

de un permanente proceso de desarrollo y actualización, en función de los

intereses y necesidades de losdiferentes tipos de usuarios y del

proyecto educativo del establecimiento.

El CRA, más que una biblioteca constituye un espacio dinámico al servicio del aprendizaje, para lo cual debe contar con una variedad de materiales de diversa índole, como analizaremos a continuación.

a. Material impreso

Con este nombre se denomina a todo aquel documento elaborado en papel, como libros, diccionarios, enciclopedias, directorios, diarios, revistas, boletines, anuarios, folletos, catálogos, recortes, tesis y memorias, etc.

Sus ventajas son el bajo precio, su versatilidad y el ser directamente legibles, mientras las desventajas son el espacio que ocupan y su fragilidad física.

Clasifi camos los tipos de materiales impresos en dos categorías: libros y publicaciones periódicas, incluyendo en esta última, revistas y diarios.

b. Material audiovisual

Los materiales audiovisuales, como su nombre lo indica, pueden tener sonido y/o imagen; son un recurso menos convencional que los impresos, pero cada día se integran con más frecuencia a las prácticas pedagógicas. Dentro de ellos se pueden mencionar:

- Discos compactos y casetes.

- Cintas de video, DVD y láminas.

- Documentos gráfi cos y fotográfi cos (mapas, ilustraciones, esquemas y gráfi cos).

c. Material instrumental y concreto

Estos recursos corresponden a aquellos objetos tridimensionales orientados a la realización de actividades manuales que potencian el aprendizaje con la propia experimentación y vivencia de los alumnos. Entre ellos encontramos tres tipos:

(1) Adaptado de La biblioteca escolar hacia un centro de recursos para el aprendizaje. MINEDUC, Santiago, Chile, 2003.

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- Objetos relativos a un tema: Utensilios de cocina, balanzas, probetas, microscopios, obras de arte, esculturas, vestidos, máquinas, etc.

- Modelos u objetos a escala: Maquetas, modelos de barcos, aviones, cuerpo humano, etc.

- Juegos: Ajedrez, rompecabezas, naipes, dominó, mecano, tangrama chino, etc.

d. Material digital

Es aquel recurso no tradicional que necesita de un computador para su uso e instalación. Dentro de este material podemos distinguir elementos ópticos y electrónicos.

Ópticos (CD-ROM y otros): Tecnología más avanzada para almacenar, gestionar y distribuir grandes volúmenes de información de naturaleza mixta (texto, gráfi co, imágenes y sonido).

Sus ventajas: Son manejables y transportables, su densidad es muy alta y actualmente constituyen el sistema más económico de almacenamiento. Además son inmunes a campos magnéticos y polvo; resistentes a los golpes; interactivos (preguntas y respuestas); de acceso rápido; posibles de ser trabajados a distancia; reducibles en su volumen de información; sus imágenes son de calidad; presentan mayor garantía de conservación de la información (a lo menos diez años), y son de registro rápido, actualización permanente y fácil acceso.

Entre estos recursos destaca el material multimedia CD-ROM, que integra dos o más medios de comunicación que pueden ser controlados o manipulados por el usuario como videos, textos, gráfi cos, audio y animación. Además, incorpora las ventajas de los soportes audiovisuales y se utiliza para bases de datos en distintas disciplinas, enciclopedias y diccionarios, y software educativos (programas computacionales diseñados para apoyar el aprendizaje).

Electrónicos (Bases de Datos en línea, Videotex, etc.): Reúnen las ventajas de los soportes anteriores, pero la información es normalmente accesible a través de Internet y se paga por el acceso a ella (no se es dueño de la información).

Entre estos medios es necesario destacar la web (World Wide Web - WWW), una red mundial accesible a través de Internet que presenta imágenes, textos y sonido, permitiendo consultar información publicada en distintos países, escuchar música y ver noticias, entre muchas otras posibilidades.

3.2.2. Recomendaciones para el mantenimiento y cuidado de los recursos

• Riesgos provenientes de la temperatura, humedad, luz y calidad del aire.

El control de la temperatura y la humedad relativa es importante para la preservación de las colecciones impresas. La luz acelera el deterioro y puede hacer que el papel se decolore, se torne amarillo o se oscurezca, o que las tintas palidezcan o cambien de color, alterando la legibilidad y/o apariencia de los documentos, fotografías, obras de arte y encuadernaciones.

La calidad del aire puede controlarse garantizando un buen intercambio de éste en áreas donde se almacenan o usan las colecciones. Una de las principales fuentes de contaminación es el esmog, aunque está fuera de nuestro control. Lo que sí podemos manejar es el polvillo de las máquinas fotocopiadoras, ciertos tipos de materiales de construcción como pinturas, selladores, sustancias limpiadoras y el polvo que acumulan muebles y alfombras.

• Riesgos provenientes del agua, incendios, agentes biológicos o hurtos.

La mejor manera de enfrentar estos riesgos es estando preparado, ojalá con un plan explícito que contemple medidas preventivas como procedimientos de rescate y recuperación, que incluyan el entrenamiento del personal.




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Frente a un amago de incendio lo más efi caz es el uso oportuno de extintores de fuego. Para ello, estos artefactos deben colocarse en un sitio de fácil acceso y en lo posible cercano al material infl amable, principalmente compuesto por los libros. Los extintores deben ser específi cos para el tipo de material combustible y requieren revisión periódica, pues tienen fecha de vencimiento. Es muy importante que el personal sepa usarlos y también es necesario que las instrucciones de uso de estos aparatos sean visibles para cualquiera.

Respecto al agua, es importante inspeccionar periódicamente techos y desagües, y no ubicar colecciones bajo tuberías de agua o de vapor, lavamanos o equipos de aire acondicionado mecánicos. Los libros debieran estar a una altura mínima de 10 cm. sobre el suelo y se debiera evitar almacenarlos en sótanos o en otras áreas con peligro de inundación.

Los agentes biológicos primarios que causan daño a la colección son los hongos, roedores e insectos.

Por último, la seguridad del material se debe considerar en forma especial si el CRA posee estanterías abiertas, ya que será necesario prevenir la pérdida de recursos bibliográfi cos. También puede ser necesario tomar medidas contra robo y vandalismo, como mantener una pequeña sección de custodia donde se dejan bolsos y mochilas. En algunos casos, se pueden colocar alarmas y/o detector de robo a la salida de la biblioteca, previa sensibilización de la colección. Existen medios magnéticos que se agregan a los materiales y se activan cuando éstos se encuentran en las estanterías y se desactivan cuando se hace el préstamo. Con ello se evita que los usuarios saquen de la biblioteca material sin efectuar la transacción de préstamo.

• Recomendaciones para el almacenamiento y manipulación del material impreso

El almacenamiento inadecuado tiene un efecto directo en la vida útil de los materiales impresos. Por eso, lo primero es mantener una buena circulación de aire en los depósitos. Los libros

deben estar separados al menos 7,5 cm. de las paredes para facilitar el fl ujo de aire a su alrededor, deben colocarse en posición vertical en los estantes y no deben sobresalir de los bordes de éstos (aquellos demasiado grandes debieran almacenarse aparte para que no perjudiquen al resto de la colección).

Las encuadernaciones de papel y tela no deben guardarse en contacto directo con las encuadernaciones de cuero: la acidez y los aceites del cuero emigran hacia el papel y la tela acelerando su deterioro.

Otras recomendaciones básicas son:

- La etiqueta adhesiva que protege la ubicación del libro debe ser durable.

- Deben retirarse también marcalibros, trozos de papel o fl ores secas.

- Los folletos pueden almacenarse en cajas o carpetas.

- Las fotografías deben almacenarse por separado en estuches de papel o plástico adecuado.

• Recomendaciones para los muebles del área de almacenamiento

Se recomienda el mobiliario de acero con varios revestimientos, de aluminio anodizado y de acero cromado en forma de rejilla, todos los cuales son apropiados para el almacenamiento en cajas de cartón.

Los muebles deben ser de acabado liso, no abrasivo, libres de bordes agudos o que sobresalgan.

Los estantes modulares de madera adosados a la pared deben estar atornillados entre sí al igual que al piso, y deben ser ajustables para adaptarse a objetos de distinto tamaño.

Los sistemas de almacenaje de alta densidad son los estantes compactos o móviles, se utilizan para instituciones que tienen limitaciones de espacio.

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• Recomendaciones para la limpieza de material impreso y estantes

La limpieza implica riesgos de daño a los libros. El personal de aseo debe ser instruido cuidadosamente en cuanto a las técnicas de manipulación y la importancia de la limpieza para prolongar la vida útil de las colecciones.

Al ubicarse frente a las estanterías se deberá pasar un paño seco al libro y al estante. Además quien haga este trabajo deber usar mascarilla y guantes.

• Recomendaciones para la encuadernación

La encuadernación debe ser lo más conservadora posible, para así evitar que se altere el cuerpo del libro.

El volumen encuadernado debe abrirse fácilmente en una posición de 180¼ para facilitar el proceso de fotocopiado y para que, en lo posible, no se cierre cuando el lector lo está usando.

Recomendamos elegir libros encuadernados con los cuadernillos cosidos, ya que duran más que los que sólo utilizan pegamentos.

• Recomendaciones para el material audiovisual, concreto y digital.

En general, tanto los materiales existentes en el CRA, en cualquiera de sus formatos: cintas de audio y video, CD, material concreto en cualquiera de sus formas; como los aparatos en los que éstos se reproducen: televisores, reproductores de audio y videos, equipos computacionales, no deben ser expuestos a temperaturas extremas, a la humedad o a golpes. Los sitios de almacenamiento y ubicación deben ser secos, a resguardo del sol o calor directo, polvo y humo.

- En el caso de los CD, se debe evitar escribir, pegar y despegar continuamente etiquetas adhesivas sobre ellos, puesto que se puede dañar su contenido o

desprender la capa reflectante. Sobre la cara posterior del CD no se debe pegar ni escribir, ya que esto no permitiría leer la información codificada. El CD se debe manipular tomándolo de los costados y no del orificio central. Los equipos lectores de CD (PC, periféricos, equipo de sonido con CD, lector de disco, lector de DVD) son muy sensibles a los golpes puesto que dañan el dispositivo de rayo láser. Es conveniente entregar un entrenamiento previo a los usuarios sobre el uso correcto de estos materiales y equipos.

El almacenamiento de estos materiales debe ser en fi las sobre repisas o estantes. Para su mejor manipulación se aconseja etiquetarlos en su envoltorio, identificando su ubicación en la estantería y el título del contenido, manteniendo la identifi cación siempre visible.

Es recomendable que el material de uso frecuente cuente con copias de seguridad o más de un ejemplar.

Los aparatos reproductores deben ser permanentemente revisados y mantenidos en óptimas condiciones. Se recomienda ubicarlos en lugares fi jos o disponer de muebles móviles que permitan su desplazamiento en forma segura.

Es importante mantener las instalaciones eléctricas (enchufes, tomacorriente, extensiones, etc.) en buen estado y revisarlas periódicamente. Se debe conocer la capacidad del tendido eléctrico (cuánta carga o energía puede mantener funcionando a la vez), para no recargarlo y provocar cortes de energía que puedan dañar los equipos debido a la variación de voltaje que se produce al cortarse y retornar la energía, en estos casos se recomienda desenchufar todos los artefactos eléctricos.




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La medida más importante para la correcta

mantención y preservación de la colección

es lograr la sensibilización de los usuarios

para que lleguen a considerar la colección

como propia.

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Actividad sugerida 1

Haremos aquí un primer alto en nuestra presentación de una Biblioteca/CRA, para indagar en su experiencia personal y en algunos aspectos que le hayan llamado la atención en los contenidos presentados. Para ello responda las siguientes preguntas:

1. ¿Qué experiencias personales ha tenido en relación al uso de una biblioteca? (Escolar, pública, etc.).

2. ¿Qué diferencia puede mencionar entre esas bibliotecas que usted ha conocido y una biblioteca CRA como se ha descrito en este capítulo?

3. ¿Cuál de todos los recursos que contiene un CRA le parece más atractivo e interesante?

4. ¿Qué otros recursos le gustaría que se integraran a la colección? Fundamente.

5. Comente sus conclusiones más importantes en el foro.




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3.3. El equipo de trabajo

Para que el CRA funcione adecuadamente, Mineduc señala que es necesario conformar un equipo de trabajo que debiera estar compuesto por:

• Un(a) docente Coordinador(a) de la Biblioteca/CRA, cuya función principal es la gestión pedagógica relacionada con la planifi cación curricular de la colección.

Docente de aula o Jefa(a) de UTP con 15 horas pedagógicas destinadas al CRA.

• Un(a) Encargado(a) de Biblioteca, cuya función principal es la gestión administrativa y atención de usuarios.

Docente, bibliotecario(a) o personal paradocente con jornada completa, 40 - 45 horas semanales, horario exclusivo.

Sería interesante que el recurso humano del cual se disponga para realizar la labor de Coordinador(a) del CRA sea el mismo que actualmente dispone de horas destinadas a la coordinación del laboratorio de informática/Enlaces, de manera de ir convergiendo hacia la fi gura de un solo Coordinador(a) de los recursos de aprendizaje en el establecimiento, no importando el medio donde están envasados los contenidos y la información.

• Personal voluntario, integrado por niños y niñas, apoderados(as) y otros integrantes de la comunidad escolar que colaboran en las tareas cotidianas según sus posibilidades.

Este equipo, a su vez, debería estar coordinado con los demás estamentos para permitirle gestionar en función al cumplimiento de sus objetivos.

3.3.1. Perfi l humano del equipo

Las personas que trabajen en el CRA deben tener las siguientes características:

• Activas, dinámicas y buenas lectoras.

• Actitud receptiva, de comunicación cálida, que implica atender con amabilidad y buena disposición, siendo mediadores efi cientes.

• Capacidad de gestión y ser capaces de generar alianzas de trabajo.

3.3.2. Funciones del equipo CRA

Coordinador(a): Generar una planificación periódica de los recursos, apoyando así los docentes en los contenidos curriculares de todas las asignaturas y cursos.

Para entender la función del CRA, es necesario considerar, en primer lugar, que “el Centro de Recursos para el Aprendizaje no es un fi n, sino un medio”. Es decir, este Centro es una unidad o departamento al interior del establecimiento, que tiene como primera función estar siempre disponible para quien lo necesite o requiera.

Encargado(a) tiene la responsabilidad de:

• Administrar: Debe disponer los recursos de acuerdo con las necesidades y requerimientos de los usuarios, ordenando lo existente en función de los grandes objetivos dispuestos por la unidad educativa y proyectando las adquisiciones de acuerdo a las necesidades reales para el cumplimiento de las metas de aprendizaje esperadas.

• Facilitar: Debe disponer los recursos al servicio del estudiante y docente para una enseñanza efectiva y activa, sugiriendo materiales y métodos para que la labor educativa logre los aprendizajes signifi cativos específi cos a tratar en una unidad determinada.

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17CAPÍTULO 1

• Mediar: Debe disponer los recursos al servicio de los alumnos(as), docentes u otros usuarios con el objeto de posibilitar, ampliar y aumentar las posibilidades de aprendizaje y desarrollo a través del uso activo y efectivo de los diversos materiales que el CRA puede poner a su disposición, ya sea en un trabajo individual o colectivo.

3.3.3. Trabajo colaborativo y cooperativo

Para cumplir adecuadamente con estas funciones y como Centro de Recursos para el Aprendizaje al interior de un establecimiento educacional, el CRA debe contar con un equipo de trabajo que gestione su labor en función del cumplimiento de los objetivos y se coordine con los demás estamentos del establecimiento educacional.

El trabajo colaborativo es una estrategia en la cual interactúan dos o más sujetos para construir aprendizaje, a través de la discusión, refl exión y toma de decisión. Requiere de un entorno que facilite el

contacto entre los participantes; es decir un “ambiente colaborativo”.

Factores como la implementación del currículo, contribuir al aprendizaje de nuevos conocimientos, habilidades y destrezas, y fomentar la actividad cultural y educativa en la comunidad escolar y social, constituyen una tarea conjunta que requiere el trabajo colaborativo y cooperativo de los distintos miembros que actúan en el proceso, no tan sólo del equipo de trabajo CRA. Es decir, no sólo del Coordinador(a), Encargado(a) del CRA, el bibliotecario o el personal de apoyo, sino también de los otros actores del sistema educativo, como son la dirección del establecimiento educacional, el Jefe de UTP, los docentes, padres y apoderados, alumnos y entidades que comprendan la red de apoyo, entre otros.

El trabajo colaborativo entre los integrantes de un equipo CRA, debidamente planifi cado de acuerdo a las necesidades establecidas (orientadas al logro del proyecto educativo institucional), favorece la integración de los sujetos al proceso, la autonomía respecto de su propio rol y el desarrollo de competencias como la resolución de problemas, el análisis y la síntesis.

Johnson y Johnson (1997) plantean que los elementos que siempre están presentes en el trabajo colaborativo son los siguientes:

• Cooperación: Los miembros se apoyan mutuamente para cumplir el objetivo, desarrollan habilidades de trabajo en equipo y comparten metas, recursos, logros y entendimiento del rol de cada uno. El éxito - o fracaso - es compartido por el resto del equipo. Por ejemplo, el Coordinador/Encargado entiende el trabajo que desarrolla el docente en su labor educativa, y a su vez éste cuenta con el apoyo del CRA para el logro de los objetivos educacionales.

• Responsabilidad: Cada participante es responsable de manera individual de la parte de la tarea que le corresponde. Al mismo tiempo, todos los miembros del equipo deben comprender todas las tareas asignadas al resto de los participantes.

• Comunicación: Los miembros del equipo intercambian materiales e información importante, se ayudan mutuamente en forma efi ciente y efectiva, ofrecen retroalimentación para mejorar su desempeño en el futuro y analizan las conclusiones y refl exiones de cada uno para lograr pensamientos y resultados de mejor calidad. Así, por ejemplo, un Coordinador/Encargado entrega información a los docentes sobre los recursos con que cuenta en el CRA para el desarrollo de un tema determinado.

Como vemos en la siguiente fi gura, el CRA, junto con los demás estamentos, debe orientarse al logro del proyecto educativo institucional.




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Figura 2

Integración del CRA al proyecto educativo

EQUIPO DIRECTIVO

PADRES YAPODERADOS

DOCENTESUTP

NO DOCENTESCRAALUMNOS

GESTIÓNPEDAGÓGICA

PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL

CAPÍTULO 1

19CAPÍTULO 1

4. Gestión del CRA

Así como es importante un equipo de trabajo para el CRA, también es necesario organizar y gestionar de forma adecuada su buen funcionamiento.

Por tal razón, no se debe olvidar que el CRA debe gestionar tres ámbitos distintos, pero conectados entre sí: el pedagógico, el administrativo y el económico.

4.1. Gestión administrativa

Si bien la principal misión del CRA es de carácter pedagógico (apoyar la implementación curricular y, por ende, las prácticas pedagógicas), no cumplirá su objetivo si no existe una administración y gestión fl uida de los recursos, para un uso efectivo por parte de sus potenciales usuarios. Por ello, el encargado del CRA se debe preocupar de:

4.1.1. Saber con qué recursos se dispone y posibilitar su uso

Se debe mantener al día un inventario de recursos y de su estado, y llevar un control de préstamos (circulación) y mecanismos de entrega y devolución de material, entre otros. Sin ello, no será posible que el CRA sea un centro de recursos, pues supone procesar técnicamente la colección a objeto de hacer más efi ciente su circulación.

4.4.2. Mantener y actualizar los recursos

Se deben defi nir formas de uso y manipulación de los materiales, así como de los mecanismos a seguir para su reparación o reposición. Se debe asegurar que el CRA siempre cuente con los medios en óptimas condiciones para ser usados.

4.1.3. Defi nir e implementar los modos de atención a los usuarios

Se deben defi nir los horarios y formas de atención a los usuarios, los deberes y derechos de los mismos, etc.

4.1.4. Diseñar un plan de seguimiento administrativo

Se debe defi nir una forma de evaluar tanto la gestión del CRA como su aporte al centro escolar y comunidad de usuarios en general, para ello se recomienda llevar una estadística semanal y/o mensual de los préstamos, servicios, programas etc., a objeto de juzgar las fortalezas y debilidades y así realizar los cambios necesarios.

4.2. Gestión pedagógica

La principal función del CRA es promover, poner en marcha y fortalecer sus vínculos con la implementación curricular en las diferentes acciones pedagógicas del centro escolar. Para ello, el coordinador(a) del CRA se debe preocupar por la realización de acciones y programas que permitan:

4.2.1. Integrar el CRA con el currículo escolar

Se deberá conocer tanto el plan de estudio como las necesidades y exigencias pedagógicas de la propia unidad educativa.

Para tal efecto, se recomienda realizar algunas reuniones con la coordinación pedagógica del establecimiento (como jefe de UTP, coordinador curricular, orientador, coordinador pedagógico de los diferentes ciclos, etc.); los coordinadores de los diferentes departamentos; profesores de nivel; apoderados; centro de alumnos, etc. Estas reuniones tendrán como objetivo conocer las necesidades de implementación curricular y planifi car acciones, actividades y/o programas que permitan apoyar los procesos de enseñanza/ aprendizaje.




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4.2.2. Difundir e informar a la comunidad los recursos disponibles en el CRA

Se debe asegurar y mantener bases de datos actualizadas de los recursos, además de diseñar programas de difusión que permitan a los diferentes usuarios (especialmente, los alumnos y docentes) informarse de los recursos existentes, así como de las nuevas adquisiciones, diferentes actividades y programas existentes, para apoyar la implementación curricular en las acciones pedagógicas realizadas al interior del establecimiento.

4.2.3. Mantener, actualizar y dar un uso pedagógico a los recursos

Se debe procurar, actualizar y adquirir nuevos recursos coherentes con las necesidades pedagógicas y curriculares del centro escolar, integrando en ello los intereses de la comunidad de usuarios en general. Asimismo, se deben diseñar programas y estrategias que permitan evaluar los recursos existentes en cuanto a su utilidad y uso como recursos pedagógicos, además de fi jar las pautas y criterios evaluativos para la adquisición de nuevos recursos.

4.2.4. Promover el uso adecuado y permanente del CRA y sus instalaciones

Se debe orientar tanto a los miembros del equipo de trabajo como a los usuarios, con el fi n de convertir el CRA en un espacio de encuentro, aprendizaje y colaboración, en un clima de grata convivencia y tolerancia entre los diferentes usuarios. En este sentido, se recomienda trabajar al interior del CRA los objetivos transversales asociados a la tolerancia, respeto, autonomía, etc.

4.3. Gestión económica

Junto a la gestión pedagógica y administrativa, se debe realizar una gestión económica que asegure el funcionamiento y permanencia del CRA en el tiempo. Para ello, el equipo de éste tiene que preocuparse de:

4.3.1. Diseñar un presupuesto de funcionamiento del CRA

Se debe calcular, en pesos, cuánto cuesta mantener su operación, lo que supone estimar cuánto se gastará en diferentes ítems, como reparación de recursos, dependencias, adquisición de materiales nuevos, etc. Este cálculo puede hacerse semestral o anualmente.

4.3.2. Defi nir fuentes de fi nanciamientopara el CRA

Se debe tener claridad sobre las fuentes de ingresos estables (ya sea del sostenedor, Mineduc, etc.), como de las variables (campañas, rifas, donaciones, etc.) para proyectar el funcionamiento del CRA en el tiempo.

4.3.3. Diseñar un plan de seguimiento económico

Se debe defi nir una forma de control económico del CRA, así como los responsables del manejo de los recursos.

Si bien es necesario tener presente todo lo anterior para el buen funcionamiento del CRA, no debe olvidarse que su razón de ser es apoyar la implementación curricular y, por ende, impactar y/o apoyar las prácticas pedagógicas del centro escolar, tanto dentro como fuera del aula.

CAPÍTULO 1

21CAPÍTULO 1

Actividad sugerida 2

Nuevamente queremos invitarlo(a) a contrastar su experiencia como Coordinador(a) o Encargado(a) del CRA, con los lineamientos entregados en este capítulo. Para ello, responda las siguientes preguntas:

1. Qué relación existe entre las características personales del equipo CRA descritas en el punto cuatro, y sus funciones como Coordinador(a) o Encargado(a) del CRA. Comente un par.

2. ¿Qué gestión le entusiasma más?, ¿Cuál piensa que necesita mayor conocimiento? y ¿Cuál cree que es la más importante para cumplir con su tarea?.

4. Considerando lo señalado en este capítulo ¿qué aspectos considera usted que debieran fortalecerse en su establecimiento para integrar adecuadamente el CRA a la implementación curricular de éste?

5. Comente sus conclusiones en el foro.




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RESUMEN FINAL

Hemos llegado al fi nal del capítulo 1, y a través de él hemos querido entregar una descripción

de los cuatro ejes más relevantes en torno a los cuales se estructura y funciona un Centro

de Recursos para el Aprendizaje. Así, el espacio, la colección, el equipo de trabajo y la

gestión, formalizan el quehacer en torno al CRA, permitiendo potenciar su rol como unidad

al servicio de los aprendizajes de los alumnos y alumnas, y al servicio de las necesidades

de información, investigación y recreación de toda la comunidad de usuarios.

En ese contexto, nuestro propósito más preciado ha sido poner a disposición de los equipos

CRA este conocimiento, a objeto de que sirva de soporte a sus prácticas organizativas, de

gestión y toma de decisiones, generando condiciones y caminos para que cada uno(a) desde

la realidad de su CRA, genere los cambios necesarios.

Conocido el CRA y los lineamientos básicos para operar con calidad, corresponde ahora

profundizar en el capítulo 2 en la gestión administrativa de la colección.

CAPÍTULO 1

23CAPÍTULO 1




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Introduccion cra

Travel

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