Introducción a josue

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JOSUÉ: Notas expositivas Por Gary Williams Usado con permiso INTRODUCCIÓN A JOSUE 1. Autor 1.1. La Biblia no dice quién escribió el libro. 1.2. Según el Talmud "Josué escribió su propio libro", aunque Eleazar, hijo de Aarón, escribió la muerte de Josué, y Finees, hijo de Eleazar, la de su padre. Rashi y David Kimchi, exegetas judíos de la época medieval, también atribuían el libro a Josué, aunque creían que algunas partes fueron agregadas posteriormente. Abrabanel, otro judío de aquel período, creía que el autor probablemente fue Samuel. Muchos evangélicos conservadores hoy día sostienen opiniones semejantes (por ejemplo, Archer). 1.3. La teoría crítica predominante hoy día ya no es la de un Hexateuco compuesto de fuentes entretejidas (J, E, D, P). Más bien desde mediados del presente siglo la mayoría de los críticos cree que Josué se deriva de la llamada "Historia Deuteronomista", una obra que supuestamente incluyó la mayor parte de lo que ahora son los libros de Deuteronomio a 2 Reyes, con la excepción de Rut. Según la teoría, la Historia Deuteronomista fue escrita durante el Cautiverio Babilónico (586-539 a.C.) para explicar por qué los judíos estaban en el cautiverio y qué podrían hacer para que Yahweh los librara. Posteriormente, cuando fue dividida en los libros canónicos actuales, se les agregaron algunos pasajes más. En cada etapa--la composición inicial, la edición en el exilio, los agregados últimos--los autores utilizaron fuentes antiguas. 1.4. Aunque no sabemos exactamente quién escribió Josué, ni cuándo ni cómo lo hizo, el libro da evidencias de ser basado en documentos antiguos (ver Archer, pág. 292 sobre 24:26; 5:1, 6; 9:27; 15:9, 13, 49; 19:28; 18:16, 28; ver también 6:25; 16:10; PDAT comenta muchos de estos pasajes en la pág. 200). A la luz de las afirmaciones de Jesús y los autores neotestamentarios, creemos que lo relatado en Josué es historia inspirada, sin errores (ver Juan 10:35; 2 Ti. 3:16; 2 P. 1:21). 2. Ubicación en el canon 2.1. En nuestra Biblia en castellano Josué es el primero de los 12 libros históricos. Así como en la Septuaginta, los libros en nuestra Biblia están agrupados en el orden siguiente: Pentateuco, historia, poesía y profecía. 2.2. En contraste, en el canon hebreo, el orden es Ley, Profetas y Escritos. Los Profetas están divididos en dos grupos: Profetas Anteriores (Josué a 2 Reyes, excluyendo Rut), y Profetas Posteriores (Isaías a Malaquías, excluyendo Lamentaciones y Daniel). De manera que 7 de los libros que llamamos "históricos" son Profetas Anteriores en el canon hebreo, y Josué es el primero de ellos. El título refleja la convicción que estos libros fueron escritos por profetas, y que la historia que relatan es profética. Es decir, es historia narrada para comunicar un mensaje de Dios. Lo profético se manifiesta no solamente en la evaluación de los eventos, sino también en la selección de los eventos y datos a incluirse. 3. Tema principal. Yahweh dio la tierra de Canaán a Israel en cumplimiento del incondicional Pacto Abrahámico, pero condicionó la entrega a la obediencia de los conquistadores. 4. Bosquejo de Josué 4.1. Conquista de la tierra (Jos. 1-12) 4.2. Repartición de la tierra (Jos. 13-22) 4.3. Últimos discursos de Josué (Jos. 23-24).

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JOSUÉ: Notas expositivas

Por Gary Williams Usado con permiso

INTRODUCCIÓN A JOSUE

1. Autor

1.1. La Biblia no dice quién escribió el libro.

1.2. Según el Talmud "Josué escribió su propio libro", aunque Eleazar, hijo de Aarón, escribió la muerte de Josué, y Finees, hijo de Eleazar, la de su padre. Rashi y David Kimchi, exegetas judíos de la época medieval, también atribuían el libro a Josué, aunque creían que algunas partes fueron agregadas posteriormente. Abrabanel, otro judío de aquel período, creía que el autor probablemente fue Samuel. Muchos evangélicos conservadores hoy día sostienen opiniones semejantes (por ejemplo, Archer).

1.3. La teoría crítica predominante hoy día ya no es la de un Hexateuco compuesto de

fuentes entretejidas (J, E, D, P). Más bien desde mediados del presente siglo la mayoría de los críticos cree que Josué se deriva de la llamada "Historia Deuteronomista", una obra que supuestamente incluyó la mayor parte de lo que ahora son los libros de Deuteronomio a 2 Reyes, con la excepción de Rut. Según la teoría, la Historia Deuteronomista fue escrita durante el Cautiverio Babilónico (586-539 a.C.) para explicar por qué los judíos estaban en el cautiverio y qué podrían hacer para que Yahweh los librara. Posteriormente, cuando fue dividida en los libros canónicos actuales, se les agregaron algunos pasajes más. En cada etapa--la composición inicial, la edición en el exilio, los agregados últimos--los autores utilizaron fuentes antiguas.

1.4. Aunque no sabemos exactamente quién escribió Josué, ni cuándo ni cómo lo hizo, el

libro da evidencias de ser basado en documentos antiguos (ver Archer, pág. 292 sobre 24:26; 5:1, 6; 9:27; 15:9, 13, 49; 19:28; 18:16, 28; ver también 6:25; 16:10; PDAT comenta muchos de estos pasajes en la pág. 200). A la luz de las afirmaciones de Jesús y los autores neotestamentarios, creemos que lo relatado en Josué es historia inspirada, sin errores (ver Juan 10:35; 2 Ti. 3:16; 2 P. 1:21).

2. Ubicación en el canon

2.1. En nuestra Biblia en castellano Josué es el primero de los 12 libros históricos. Así como en la Septuaginta, los libros en nuestra Biblia están agrupados en el orden siguiente: Pentateuco, historia, poesía y profecía.

2.2. En contraste, en el canon hebreo, el orden es Ley, Profetas y Escritos. Los Profetas

están divididos en dos grupos: Profetas Anteriores (Josué a 2 Reyes, excluyendo Rut), y Profetas Posteriores (Isaías a Malaquías, excluyendo Lamentaciones y Daniel). De manera que 7 de los libros que llamamos "históricos" son Profetas Anteriores en el canon hebreo, y Josué es el primero de ellos. El título refleja la convicción que estos libros fueron escritos por profetas, y que la historia que relatan es profética. Es decir, es historia narrada para comunicar un mensaje de Dios. Lo profético se manifiesta no solamente en la evaluación de los eventos, sino también en la selección de los eventos y datos a incluirse.

3. Tema principal. Yahweh dio la tierra de Canaán a Israel en cumplimiento del incondicional

Pacto Abrahámico, pero condicionó la entrega a la obediencia de los conquistadores. 4. Bosquejo de Josué

4.1. Conquista de la tierra (Jos. 1-12)

4.2. Repartición de la tierra (Jos. 13-22)

4.3. Últimos discursos de Josué (Jos. 23-24).

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APUNTES SOBRE JOSUE

I. Israel conquista la tierra de Canaán (1:1-12:24)

A. Yahweh e Israel exhortan a Josué a tomar el lugar de Moisés y dirigir la conquista de

Canaán con fuerza y valentía (1:1-18). Estas exhortaciones darán a Josué ánimo para la tarea tan difícil que tiene por delante, y también expresan tres principios claves para lograr éxito en esa tarea: confianza en las promesas del Pacto Abrahámico, confianza en la presencia todopoderosa de Yahweh, y obediencia al Pacto Mosaico (ver 1:6-9).

1. Yahweh le exhorta (1:1-9).

1.1. Le exhorta a tomar el lugar de Moisés y dirigir la conquista de Canaán (1:1-5; cp. Dt. 18:15, 18-19).

1.1.1. Expresa la exhortación (1:1-2).

1.1.2. Promete darle la tierra que había prometido a Moisés (1:3-4).

1.1.3. Promete estar con él como estuvo con Moisés (1:5). En la Biblia este tipo de

expresión no se refiere a la presencia consoladora de Yahweh, sino a su presencia poderosa, la cual se manifiesta en obras portentosas.

1.2. Le exhorta tres veces a ser fuerte y valiente (1:6-9).

1.2.1. Debe ser fuerte y valiente porque Jehová había prometido la tierra a Abraham,

Isaac y Jacob (1:6).

1.2.2. Debe ser fuerte y valiente para obedecer la Ley de Moisés (1:7-8). Aunque la promesa de la tierra en el Pacto Abrahámico era incondicional, su cumplimiento con Josué y su generación estaba condicionado por la fidelidad de ellos al Pacto Mosaico.

1.2.3. Debe ser fuerte y valiente porque Jehová estaría con él (1:9; cp. v. 5).

2. Los israelitas le exhortan (1:10-18).

2.1. Josué ordena a los israelitas prepararse para invadir a Canaán dentro de tres días (1:10-11).

2.2. Josué ordena a las tribus que habían recibido tierra en Transjordania encabezar la

invasión de Canaán (1:12-15). Los lectores esperamos para ver si los israelitas obedecerán a Josué.

2.3. Los israelitas prometen obedecerle como obedecieron a Moisés (1:16-17a, 18a). La

promesa es expresada por las tribus de Transjordania, pero si estas tribus están dispuestos a aceptar el liderazgo de Josué en la invasión, ¡cuánto más las tribus que tienen que invadir para conseguir tierra!

2.4. Bendicen a Josué, deseando que Yahweh esté con Josué como estuvo con Moisés

(1:17b; cp. v. 5).

2.5. Exhortan a Josué a ser fuerte y valiente (1:18b; cp. vss. 6-9). La autoridad proviene no sólo del nombramiento, sino también de los hechos del líder.

B. Dos espías enviados por Josué a Jericó son protegidos por Rahab y descubren que los

habitantes de la tierra están atemorizados de Yahweh y de Israel (2:1-24). El temor que Yahweh ha inspirado en los cananeos (cap. 2) es la contraparte de la valentía que ha inspirado en Josué

(cap. 1).

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1. Desde Transjordania Josué envía a dos espías a Jericó (2:1a). Esta ciudad amurallada y antiquísima estaba ubicada en la llanura del Jordán, 8 km. al oeste del río. Era la ciudad más importante en el sur de la llanura, la parte más fértil de Canaán (ver Gn. 13:10-11), y controlaba una importante ruta a la costa del Mar Mediterráneo. Representaba un primer obstáculo inmediato y formidable para la conquista de la tierra.

2. ¡Los espías son protegidos por una prostituta (2:1b-7)!

2.1. Los espías entraron en la casa de la prostituta (2:1b), probablemente porque creyeron que era el lugar donde menos atención llamarían a sí mismos (en las ciudades antiguas no había hoteles, sino que los viajeros eran recogidos en las casas de los habitantes de las ciudades, cp. Gn. 19:1-2; Jue. 19:15-20). Sin embargo, alguien se dio cuenta de quiénes eran y los delató (2:2).

2.2. ¡Rahab no entrega a los espías, sino que los protege (2:3-6)!

2.2.1. La acción de la prostituta nos toma completamente por sorpresa. Es una

primera señal de que Yahweh milagrosamente dará la tierra a Israel.

2.2.2. Muchos intérpretes critican a Rahab por su mentira (2:4-5), pero la Biblia más bien le alaba e indica que su mentira fue manifestación de su fe en Yahweh (cp. Heb. 11:31; Stg. 2:25). En casi todas las situaciones la mentira es pecado, pero se justifica en la guerra y para salvar la vida. De hecho, mentir para salvar la vida de otra persona puede ser una buena obra, o hasta un deber (cp. Ex. 1:18-21).

2.3. Los que buscaban a los espías naturalmente suponían que habían regresado hacia el

Jordán (2:7). La "puerta" que fue cerrada es la de la ciudad (así también en el v. 5); esto implica que los espías no pueden escapar por la puerta.

3. ¡La prostituta declara a los espías su fe en Yahweh como el Dios supremo, y les revela que

los cananeos están espantados (2:8-11)! Jehová estaba buscando y salvando lo que se había perdido, aun entre los cananeos que tanto iba a castigar.

4. Rahab hace un pacto con los espías, para que ellos salven a su familia (2:12-24).

4.1. El vocablo traducido "misericordia" (vss. 12, 14) es jésed; aquí, como en muchos lugares, sería mejor traducido "fidelidad, lealtad". Otra palabra que significa casi lo mismo es 'emet, traducida "verdad" (v. 14; ver su uso en 24:14) y "segura" (v. 12). Rahab ha sido leal a los espías, salvando su vida; ahora pide que sean leales a ella, salvando la vida de sus familiares (v. 12).

4.2. Los espías aceptan entrar en el pacto de buena gana (2:14), pero le exigen a Rahab

varias condiciones para que ellos cumplan con lo pactado (2:17-20), y ella las acepta (2:21). El énfasis que el relato hace en estos detalles nos hace recordar que los israelitas también tenían que guardar las exigencias del Pacto Mosaico si querían que Yahweh cumpliera con su parte.

4.3. Rahab ayudó a los espías a escaparse (2:15-16, 22).

4.3.1. Los hizo descender por la ventana (2:15) porque la puerta de la ciudad ya

estaba cerrada hasta la mañana (cp. vss. 5, 7).

4.3.2. El "monte" al cual los envió (2:16) no era una montaña, sino la región montañosa al occidente de Jericó. De manera que los envío en dirección opuesta al lugar donde sus perseguidores los buscaban (cp. v. 7, 22). En la región montañosa había cuevas donde los espías fácilmente se podrían esconder.

5. Los espías rindieron informe entusiasta a Josué (2:23-24).

C. Israel entra en Canaán, cruzando el río Jordán en tierra seca, y levanta monumentos para conmemorar el milagro (3:1-5:1).

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1. Israel entra en Canaán, cruzando el Jordán en tierra seca (3:1-17)

1.1. Israel viaja de Sitim al Jordán (3:1-4).

1.1.1. Sitim (3:1) probablemente quedaba 11 km. al oriente del Jordán. En Números 33:49 se llama Abel-sitim.

1.1.2. Los oficiales dieron la orden de seguir al arca del pacto (3:2-4). La presencia de

Yahweh iría delante del pueblo ya no en la columna de nube y la columna de fuego (ver Ex. 13:21-22) sino en el arca.

1.1.2.1. Muchos interpretan que Israel pasó tres días en la ribera del Jordán (3:2)

para que vieran que era humanamente imposible cruzar el río. Debe haber alguna relación entre estos tres días, los tres días de 1:11, y los tres días de 2:16, 22. Tal vez después de despachar a los espías de Sitim (2:1), Josué y el pueblo se trasladó de inmediato al Jordán, donde quedaron tres días esperando el regreso de los espías. Todavía otra posibilidad es que Israel esperó a los espías en Sitim, y después de esos tres días la orden de 3:2-4 se dio antes que partieran para el Jordán, donde pasaron sólo una noche antes de cruzar el río. En la narrativa hebrea, no todo viene en orden estrictamente cronológico, sino que el autor muchas veces concluye un episodio y luego regresa en el tiempo para retomar el hilo de otra cosa que había estado narrando anteriormente.

1.1.2.2. Los israelitas deben guardar distancia de aproximadamente un kilómetro

del arca, ya que la presencia de Yahweh estaba en ella de manera especial.

1.2. Yahweh da instrucciones a Israel en preparación para el paso del Jordán (3:5-13).

1.2.1. Deben santificarse en preparación para el milagro que Yahweh hará (3:5).

Probablemente debían lavar su ropa (Ex. 19:10) y abstenerse de relaciones sexuales (Ex. 19:15).

1.2.2. Los sacerdotes, cargando el arca del pacto, deben ir delante del pueblo y

pararse en el agua en la orilla del Jordán (3:6-8).

1.2.3. El arca del pacto pasará delante de los israelitas por el Jordán, por medios milagrosos todavía no explicados (3:9-11).

1.2.4. Cada tribu debe nombrar a un representante para un propósito todavía no

revelado (3:12).

1.2.5. Al fin Yahweh aclara que tan pronto que los sacerdotes se paren en el río con el arca, él dividirá las aguas (3:13).

1.2.6. El milagro hará que el pueblo confíe en Josué y en Yahweh para la conquista

(3:7, 10; cp. el paralelo con Moisés en el Mar Rojo en Ex. 14:31).

1.3. Cuando los sacerdotes pisaron el agua, Yahweh detuvo el río en Adam (3:14-16).

1.3.1. Era el tiempo de la siega de cebada (marzo-abril), cuando el río Jordán suele desbordarse, debido al deshielo de las nieves del monte Hermón (3:15b). Este dato magnifica el milagro de Yahweh y aclara que los israelitas no pasaron porque el río estuviera bajo. También muestra que Josué, los sacerdotes y el pueblo en general tenían que ejercer fe en Yahweh frente a un obstáculo aparentemente insuperable.

1.3.2. En lugar de "bien lejos de la ciudad de Adam" (3:16), tradúzcase "bien lejos en

Adam, ciudad" (ver VP, BJ). Generalmente hoy se identifica Adam con Tel ed-Damiyeh, 25 kms. al norte de los vados frente a Jericó. En 1267 d.C. un terremoto causó algunos desprendimientos de tierra que formaron un embalse cerca de Tel ed-Damiyeh, el cual detuvo el agua por 10 horas. En 1927 otro terremoto en el mismo lugar taponó el cauce por 21 horas. Es posible que en

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Josué 3 Yahweh también haya causado un terremoto. Si así fue, el milagro consistía en que el agua se detuvo en el momento preciso que Dios había predicho y seguía detenida justamente el tiempo necesario. Otra posibilidad es que Dios detuvo las aguas sin utilizar medios naturales (¿los habrá usado cuando Elías y Eliseo cruzaron el río en seco en 2 R. 2:8?).

1.3.3. En lugar de "divididas" (3:16), tradúzcase "cortadas" (ver RVA).

1.4. Los sacerdotes avanzaron hasta estar en medio del cauce del Jordán, y el pueblo pasó

en seco (3:17). 2. Para conmemorar el paso del Jordán, Israel levantó dos monumentos de piedras tomadas de

en medio del río (4:1-5:1).

2.1. Doce israelitas escogidos por Josué levantaron un monumento de 12 piedras en su campamento (4:1-8).

2.1.1. Yahweh dio la orden a Josué (4:1-3).

2.1.2. Josué transmitió la orden a los doce escogidos (4:4-7).

2.1.2.1. Ahora se revela para qué fueron escogidos los doce hombres en 3:12

(4:4).

2.1.2.2. Los doce representaba todo Israel (4:5).

2.1.2.3. Las piedras recordarían a los israelitas del milagro hecho por Yahweh (4:6-7).

2.1.2.3.1. Recordarían a aquella generación (4:6a). ¡Cuán rápido olvidamos los

milagros obrados por Dios a nuestro favor!

2.1.2.3.2. Servirían como un medio pedagógico para enseñar a las generaciones futuras (4:6b-7). Los padres tienen la responsabilidad de contar a sus hijos lo que Yahweh ha hecho.

2.1.2.3.3. ¿Debemos tener monumentos hoy día para conmemorar los milagros

de Dios?

2.1.3. Los doce obedecieron, a pesar del peligro que corrían al regresar al cauce del Jordán (4:8). La entrega de la orden de Yahweh a Josué, su transmisión a los doce, y luego la obediencia de estos representantes de Israel subrayan que desde el comienzo de la conquista de Canaán, Israel se sometió en obediencia a Yahweh. Esta cadena de comunicación y obediencia se repetirá varias veces en el libro.

2.2. Josué levantó un monumento de doce piedras en medio del Jordán (4:9). De manera

que corrió aun mayor peligro que los doce; el líder no pidió a sus seguidores hacer lo que él mismo no estaba dispuesto a hacer.

2.3. Por último salieron del cauce del río los sacerdotes que llevaban el arca (4:10-13). De

nuevo se recalca que Israel obedeció las órdenes de Yahweh (4:10), incluso las tribus que ya tenían su tierra (4:12-13).

2.4. Como consecuencia del milagro, Israel se sometió al liderazgo de Josué (4:14), así

como Yahweh le había prometido (ver 3:7).

2.4.1. De manera semejante Israel se había sometido al liderazgo de Moisés después de cruzar el mar Rojo (cp. Ex. 14:31).

2.4.2. El cumplimiento de esta promesa animaría a Josué a creer que Yahweh

también cumpliría su promesa mayor de dar la tierra a Israel.

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2.4.3. Temer a Josué y a Moisés no significaba reverenciarlos, sino tener miedo de desobedecerlos (cp. Ex. 14:35; 20:20b), creyendo en su poder (ver la nota sobre 5:8).

2.5. Cuando los sacerdotes subieron del cauce del Jordán, la crecida volvió (4:15-18).

2.5.1. La salida de los sacerdotes del cauce ya se ha narrado (ver 4:11), pero se

vuelve a contar aquí para recalcar que las aguas volvieron justamente cuando los sacerdotes acababan de salir. La repetición en la narrativa hebrea con frecuencia tiene el propósito de resaltar algún aspecto particular.

2.5.2. De nuevo se ve la entrega de la orden de Yahweh a Josué (4:15-16), su

transmisión a los representantes de Israel (4:17), y la obediencia de éstos (4:18). Esta cadena será clave para el éxito en la conquista.

2.5.3. El retorno de las aguas no sólo demuestra que su detención fue milagrosa, sino

que también cierra la puerta para que los israelitas no puedan regresar.

2.6. Josué dirigió la erección de las piedras en Gilgal y explicó su propósito (4:19-5:1).

2.6.1. Israel cruzó el Jordán el 10 de nisán (marzo-abril) (4:19).

2.6.2. No se sabe la ubicación exacta de Gilgal (4:19-20), pero el v. 19b indica que estaba entre el Jordán y Jericó.

2.6.3. Las piedras servirían para enseñar a las generaciones futuras (4:21-22; cp. vss.

6-7).

2.6.4. El paso del Jordán sigue el patrón del paso del Mar Rojo (4:23). En la historia bíblica Dios con frecuencia obra siguiendo el patrón de su obra en el pasado. Por un lado el evento nuevo hace recordar el evento antiguo y su significado. Por otro lado, el evento antiguo se ve como un "tipo" del evento nuevo. El patrón repetido muestra que Yahweh soberanamente conduce la historia según su plan.

2.6.5. El paso milagroso del Jordán tenía el propósito de inspirar temor de Yahweh en

ambos los cananeos y los israelitas (4:24-5:1).

2.6.5.1. Los cananeos identificaban el Jordán con el dios Yamm. El nombre de este dios significa "Mar", pero en las tablillas de Ugarit se le llama Nahar "Río" también. La detención de las aguas del Jordán, especialmente por ser hecha durante el período de la correntada, demostró que Yahweh era más poderoso que el temible Yamm (4:24a) y llenó a los cananeos de miedo (5:1).

2.6.5.2. El temor de Yahweh que los israelitas debían tener (4:24b) era más que

reverencia; era miedo de las consecuencias de desobedecerlo (ver nota sobre v. 14).

D. Israel se prepara espiritualmente para la conquista (5:2-15). Aunque los cananeos ya estaban derrotados anímicamente (5:1), Yahweh no permitió a Israel comenzar la conquista de una vez, sino que primero le exigió prepararse en su relación con él.

1. Josué circuncidó a los varones israelitas (5:2-8). Esta circuncisión es otro paralelo entre

Josué y Moisés, ya que el hijo de Moisés tenía que ser circuncidado antes que éste entrara en Egipto para librar a Israel.

1.1. Yahweh ordena a Josué circuncidar a los israelitas (5:2).

1.1.1. En lugar de "cuchillos afilados", tradúzcase "cuchillos de pedernal" (ver RVA,

BJ). Probablemente este tipo antiguo de cuchillo se usaba de costumbre para la circuncisión, a menos que Yahweh haya pedido el uso de cuchillos de

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pedernal en este caso para subrayar el paralelo con la circuncisión del hijo de Moisés (ver Ex. 4:25).

1.1.2. "La segunda vez" parece ser solamente una manera de decir "otra vez".

1.2. Josué acata la orden (5:3-8).

1.2.1. A raíz de este evento el lugar se llamó collado de Aralot "prepucios" (5:3).

1.2.2. Los que habían nacido durante los 40 años en el desierto no habían sido

circuncidados (5:4-7). El v. 6 implica que si no se circuncidaran perderían por desobediencia el privilegio de conquistar la tierra, así como sucedió con sus padres. La promesa de la tierra era irrevocable, pero su cumplimiento en una generación dada requería obediencia. La circuncisión era una obediencia especialmente importante, ya que era señal del pacto entre Yahweh e Israel (ver Gn. 17:11). No haber circuncidado a sus hijos en el desierto era una desobediencia de parte de Israel.

1.2.3. Los circuncidados recuperaron durante varios días (5:8; cp. Gn. 34:25). Acatar

la orden de circuncisión fue otro acto de fe de parte de Josué e Israel, pues los dejaría indefensos por algunos días frente a los enemigos que los rodeaban (cp. Gn. 34:25-27). Hubiera sido más conveniente que se circuncidaran antes de cruzar el río, pero probablemente los israelitas hubieran resistido tal orden. Ahora, sin embargo, después del portento del cruce del Jordán, se someten a la exigencia porque temen desobedecer a Josué y a Yahweh (cp. 4:14, 24).

2. Yahweh anunció que había quitado el oprobio de Egipto (5:9).

2.1. Es difícil precisar qué era "el oprobio de Egipto". Tal vez se trataba del oprobio de ser esclavos en Egipto. Este oprobio no se quitaba mientras Israel andaba por el desierto, pues los egipcios pensaban que allí los fugitivos perecerían (cp. Nm. 14:13-16; Dt. 9:28). La entrada en Canaán demostraba que los israelitas realmente eran libres de la esclavitud y que en efecto Yahweh los había conducido a la tierra que les había prometido.

2.2. La frase traducida "he quitado de vosotros" es literalmente "he hecho rodar de encima

de vosotros". El verbo "rodar" es galal y el nombre Gilgal "rueda, círculo" es de la misma raíz. Muchos estudiosos piensan que el lugar ya llevaba ese nombre, tal vez porque las piedras del Jordán fueron colocadas en un círculo allí (ver 4:20), o tal vez porque había un círculo de piedras allí aun antes que llegaran los israelitas. Si así fuera, los israelitas agregaron un nuevo significado al nombre basado en el anuncio del v. 9a.

3. Los israelitas celebraron la pascua en la fecha estipulada por la Ley (5:10; cp. Ex. 12:2, 6;

Nm. 9:1-5). La celebración de la pascua fue otro paralelo con el éxodo y otra obediencia a la Ley.

4. Comenzaron a comer del producto de Canaán, y Yahweh dejó de proveer maná (5:11-12).

Con esto Yahweh comenzó a cumplir la promesa de dar a Israel una tierra de alimentos abundantes (ver Dt. 8:7-10).

5. Josué reconoce que Yahweh es el jefe del ejército (5:13-15).

5.1. Cerca de Jericó Josué se topa con un soldado listo a pelear (5:13a).

5.2. Josué se le acercó, y trató de averiguar si tendrían que pelear (5:13b).

5.3. Para sorpresa de Josué, el soldado se identifica como jefe del ejército de Yahweh (5:14a). Seguramente Josué se consideraba a sí mismo el jefe del ejército de Yahweh. Ahora el soldado le recuerda que realmente no lo es. El vocablo traducido “príncipe” no significa “hijo de rey”, sino “jefe” (BJ, VP, RVA) o, en este contexto, “capitán” (BDLA) o “comandante” (NVI).

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5.4. Josué reconoce que el soldado es una manifestación de Yahweh, probablemente el ángel de Yahweh, y se somete a él (5:14b-15).

5.4.1. El encuentro con el jefe del ejército de Yahweh recuerda a Josué que la

responsabilidad de la conquista no descansa sobre sus hombros, sino sobre los de Yahweh. También subraya una vez más que el éxito en la conquista requiere obediencia a Yahweh.

5.4.2. El v. 15 es otro paralelo con Moisés y el éxodo (ver Ex. 3:5).

E. Israel conquista Jericó (6:1-27).

1. Jericó, la primera ciudad en el camino de Israel, estaba sellada (6:1). Presentaba un

obstáculo formidable, pues Israel no tenía experiencia en sitiar ciudades amuralladas, y los arqueólogos han descubierto que los muros de Jericó eran de los más infranqueables en todo Canaán.

2. Yahweh promete a Josué entregarle la ciudad impenetrable (6:2). 3. Yahweh ordena a Josué seguir una táctica nada ortodoxa y promete que mediante ella

caerán los muros de Jericó (6:3-5).

3.1. La táctica consistía en dar vueltas por la ciudad durante una semana, cargar el arca del pacto, tocar bocinas y, al final, gritar. El grito era una parte normal de las batallas (cp. 1 S. 17:20).

3.2. Es probable que la táctica no evocaba risa en los habitantes de Jericó, sino miedo,

porque evidentemente era un rito religioso, y ellos habían escuchado de las obras temibles del Dios de Israel (cp. 2:10-11; 5:1).

3.3. La expresión traducida "caerá" en 6:5 es literalmente "caerá abajo de sí mismo". Da la

idea que los muros no caerían para afuera, ni para adentro, sino que vendrían directamente abajo.

3.4. El pueblo en 6:5 no incluye las mujeres y los niños. En contextos militares el AT utiliza

"pueblo" para referirse al pueblo armado (cp. 7:3-4; 8:10-11), y en esta ocasión quienes rodeaban la ciudad eran “los hombres de guerra” (cp. v. 3).

4. Josué transmite la orden a los sacerdotes y al pueblo (6:6-7). 5. Israel obedece la orden, y en efecto Yahweh hace caer los muros (6:8-20).

5.1. La narración hace bastante énfasis en el sonar de los cuernos (6:8, 9, 13, 16, 20). Tal vez era una manera de convocar a Yahweh a la batalla (cp. Jue. 3:27-28; 6:34). También desconcertaría a los habitantes de Jericó.

5.2. La narración también hace bastante énfasis en que se llevaba el arca en la procesión

diaria (6:8, 9, 11, 12, 13). El arca representaba la presencia de Yahweh. De manera que las trompetas, el arca, y todo el procedimiento extraño subrayaba que la toma de Jericó no dependía de los guerreros israelitas, sino de Yahweh.

5.3. La narración de la ejecución de la orden introduce algunos aspectos que no se

mencionaron en los vss. 3-7: la retaguardia (6:9, 13), el silencio de los israelitas hasta el grito final (6:10) y el anatema (6:17-19).

5.3.1. En el anatema (jérem en hebreo), toda la ciudad era dedicada a Yahweh. Los

metales preciosos eran entregados al tesoro del santuario, y los seres vivientes eran muertos. Los conquistadores no debían guardar nada para sí mismos.

5.3.2. Jericó debía ser entregado totalmente a Yahweh como las primicias de toda la

conquista de Canaán.

5.4. Algunos han propuesto que la caída de los muros (6:20) fue causada por un terremoto, o por las vibraciones que resultaron del sonar de los cuernos y del grito del pueblo.

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Sea que Yahweh haya usado estas causas naturales o no, la caída de los muros fue un milagro asombroso.

5.5. Hace varias décadas el arqueólogo John Garstang anunció que había excavado los

muros caídos de Jericó. Sin embargo, Kathleen Kenyon posteriormente concluyó que las ruinas que Garstang había hallado eran de aproximadamente 1550 a.C., y la opinión de ella fue aceptada generalmente. En 1990 B. G. Wood abrió el debate de nuevo al decir que ha hallado en Jericó las ruinas de muros que cayeron cerca de 1400 a.C., el período de la conquista según la teoría de la fecha temprana del éxodo.

6. Israel destruyó toda Jericó menos la familia de Rahab (6:21-25) y los metales preciosos.

6.1. La matanza de todos los habitantes de Jericó (6:21) se justificaba no sólo por el anatema, sino también como castigo divino por la maldad de los cananeos (cp. Gn. 15:16) y para evitar que los israelitas se corrompieran con las costumbres cananeas. Hoy día también hay mucha maldad en muchas (¿todas?) de las naciones. Sin embargo, esto no puede justificar la agresión y matanza hoy día, ya que Yahweh no ha ordenado a ninguna nación moderna castigar a otra con invasión y genocidio.

6.2. Josué ordenó salvar la vida de Rahab y su familia, de acuerdo con lo pactado con ella

(6:22-23, 25).

6.2.1. Si la oración "habitó ella entre los israelitas hasta hoy" (6:25) se refiere literalmente a Rahab, y no solamente a sus descendientes, esta parte del libro, por lo menos, se basa en un documento antiguo, de la generación de la conquista.

6.2.2. Por la gracia divina, la prostituta cananea Rahab (se le llama “prostituta” dos

veces aquí, en los vss. 22 y 25) llegó a ser una ciudadana honrada en Israel. Del linaje de ella provino el rey David, y el Mesías mismo (cp. Mt. 1:5-6).

6.3. Los israelitas quemaron la ciudad, no sin antes rescatar los metales preciosos para el

tesoro del santuario (6:24). 7. Josué pronuncia una maldición contra cualquiera que intentara fortificar de nuevo la ciudad

de Jericó (6:26).

7.1. Edificar una ciudad era fortificarla, específicamente construirle muros. En los próximos siglos Jericó volvió a ser habitado (ver 18:21; Jue. 3:13; 2 Sam. 10:5), pero los muros no fueron reconstruidos hasta el reino de Acab, y en esa ocasión la maldición se cumplió literalmente (ver 1 R. 16:34).

7.2. Los cimientos eran lo primero que se construía, y las puertas eran colocadas al final

(cp. Neh. 7:1). De manera que en la maldición hay dos "merismos" (figura retórica en la cual dos polos opuestos representan una totalidad): cimientos-puertas, y primogénito-hijo menor. Por medio de los merismos la maldición pide que cualquiera que fortificara Jericó pierda todos sus hijos a lo largo del proceso. Sin embargo, el cumplimiento en 1 R. 16:34 parece haber sido más literal.

8. Por el poder que Yahweh manifestaba a través de Josué, éste llegó a ser famoso en Canaán

(6:27). La expresión “Estaba Jehová con Josué” subraya que Yahweh cumplía su promesa dada a Josué en 1:5 y 9.

F. Israel fue derrotado en Hai debido al pecado de Acán (7:1-26).

1. Acán había tomado del anatema, y Yahweh consideraba culpable a toda la nación (7:1). En

lugar de “prevaricación”, tradúzcase “infidelidad” (RV95, BDLA). Tomar del anatema era violar el acuerdo con Yahweh sobre la conquista de Jericó, el cual era una especie de pacto (cp. v. 11).

2. Israel fue derrotado en Hai (7:2-5).

2.1. Josué envió espías a Hai (7:2). La ubicación exacta de Hai queda en duda hoy día. Generalmente se ha identificado con et-Tel. Sin embargo, los arqueólogos no han

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hallado evidencias que este sitio estuviera habitado entre 2300 a.C. y 1200 a.C. David Livingston ha propuesto que Ai se debe identificar más bien con Kirbet Nisya, cerca de et-Tel.

2.2. Los espías y Josué creyeron poder derrotar Hai con pocos efectivos (7:3-4a). Habían

caído en la auto confianza. Habían olvidado que la victoria en Jericó no se debió a la superioridad militar de Israel, sino a la obra milagrosa de Yahweh. ¡Qué fácil nos es cometer la misma clase de error hoy día!

2.3. Israel tuvo que huir delante de los de Hai (7:4b-5a).

2.4. Israel quedó completamente desanimado (7:5b). De la auto confianza habían pasado

a la desesperación (cp. vss. 7-9). 3. Josué lamentó la derrota delante de Yahweh (7:6-9).

3.1. Josué y los ancianos expresaron su lamento físicamente (7:6).

3.2. Josué expresó su lamento verbalmente (7:7-9).

3.2.1. Acusó a Yahweh de traer a Israel a Canaán para destruirlo (7:7). Josué participó del desánimo del pueblo. No sólo lamentó la derrota en Hai, sino que da por sentado que Israel será destruido.

3.2.2. Expresó preocupación por el daño a dos nombres (7:8-9).

3.2.2.1. El nombre de Israel sería borrado de la memoria de la raza humana (7:8-

9a).

3.2.2.2. El nombre de Yahweh (es decir, su renombre) sufriría menoscabo (7:9b). Este es un motivo común en las oraciones antiguotestamentarias, y debe figurar en las nuestras también.

4. Yahweh reveló que algún israelita había tomado del anatema y ordenó a Josué destruir el

anatema (7:10-15).

4.1. Yahweh reveló que alguien en Israel había tomado del anatema (7:10-11). Su respuesta a Josué fue brusca (7:10), pues éste había acusado a Yahweh de ser infiel a Israel (ver v. 7), en vez de considerar la posibilidad que Israel fue quien no había cumplido el pacto (7:11; cp. la nota sobre el v. 1). Nuestra primera reacción cuando sufrimos no debe ser quejarnos a Dios, sino evaluarnos para ver si hemos pecado.

4.2. Yahweh reveló que Israel ahora se había convertido en anatema y que, por lo tanto,

seguiría siendo derrotado por sus enemigos a menos que destruyera el anatema robado (7:12).

4.3. Yahweh ordenó que Josué santificara al pueblo, que lo hiciera acercarse por partes

para que él identificara al culpable, y que el culpable fuera quemado (7:13-15). En esta vida normalmente Yahweh no castiga tan claramente a los que quebrantan su pacto y cometen maldad, pero lo ha hecho algunas veces, en momentos críticos de la historia de su pueblo, para revelar su aborrecimiento del pecado y para que su pueblo, escarmentado, se mantenga puro (cp. el caso de Ananías y Safira en Hch. 5:1-11).

5. Josué hizo que Israel obedeciera las órdenes de Yahweh (7:16-26).

5.1. Josué hizo al pueblo acercarse a Yahweh por partes y Dios identificó a Acán como el culpable (7:16-18).

5.2. Josué instó a Acán a confesar, y éste lo hizo (7:19-21).

5.2.1. Acán no confesó hasta que Yahweh lo había identificado delante de todos como

el culpable. ¿Habría alcanzado alguna medida de misericordia si hubiera confesado antes?

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5.2.2. Lo que Acán había tomado del anatema tenía bastante valor (7:21). El manto había sido importado desde Babilonia. Los 200 siclos de plata casi serían suficientes para comprar 7 esclavos (cp. Ex. 21:32; para el valor de otras cosas en siclos de plata, ver Gn. 23:15-16; 2 S. 24:24; Jue. 17:10). El peso exacto del siclo es desconocido, pero probablemente el lingote de oro pesaba más de una libra. En lugar de “el dinero” (vss. 21, 22, 24), tradúzcase “la plata” (BJ, BDLA). No había monedas, pues no se acuñaban sino hasta el final del período antiguotestamentario. Los siclos no eran monedas, sino medidas de peso.

5.3. Josué envió a mensajeros para traer a Yahweh lo que se había tomado del anatema

(7:22-23).

5.4. Josué y los israelitas ejecutaron a Acán y sus hijos y destruyeron sus posesiones (7:24-26).

5.4.1. Los hijos de Acán (7:24) en algún grado también eran culpables. Ellos

seguramente sabían que su padre había escondido el anatema en medio de la tienda. Tal vez hasta hayan tenido una participación más activa en el pecado. Yahweh ya había enseñado a Israel que los hijos no deben morir por los pecados de sus padres (Dt. 24:16).

5.4.2. La maldición en 7:25a muestra que el castigo fue justo. El castigo era

consecuente con la muerte que Acán había traído a Israel (cp. v. 5).

5.4.3. Israel apedreó a Acán y sus hijos antes de llevar a cabo la orden de quemarlos (7:25b; cp. v. 15). Aparentemente entendían que la orden implicaba aplicar la pena capital por el medio normal (lapidación) y luego quemar los cadáveres para dar mayor publicidad a la ejecución y para intensificar la humillación del ejecutado. El gran montón de piedras tenía un propósito similar (7:26a; cp. 8:29).

5.4.4. Destruyeron a Acán en el Valle de Acor "turbación" (7:24b). El valle recibió este

nombre porque allí Acán fue turbado por haber turbado a Israel (7:25a). A la vez Josué utilizó el vocablo "turbar" (‘acar en hebreo) para hacer un juego de palabras con el nombre Acán.

G. Israel conquistó a Hai (8:1-29).

1. Yahweh ordenó a Josué atacar a Hai de nuevo y le prometió victoria (8:1-2).

1.1. Después del pecado de Acán y la derrota de Israel en el primer intento de conquistar Hai (cap. 7), estos dos versículos constituyen una renovación del llamado de Josué a dirigir a Israel en la conquista de Canaán. En particular la frase "no temas ni desmayes" (8:1) hace eco del llamado en 1:9 (cp. también Dt. 31:8).

1.2. Yahweh ordenó a Josué tomar consigo toda la gente de guerra (8:1). En contraste, en

su confianza excesiva Josué había enviado sólo a 3,000 hombres la primera vez (cp. 7:3-4).

1.3. Esta vez Yahweh dio permiso para que los israelitas llevaran botín (8:2). Si Acán

hubiera frenado su avaricia, podría haber logrado sus deseos legítimamente.

1.4. Yahweh ordenó a Josué colocar una emboscada (la RV60 tiene el plural "emboscadas", pero el hebreo tiene el singular, cp. RVA, BJ) al occidente de Hai (8:2b). Los israelitas se orientaban mirando hacia el oriente (valga la redundancia); de manera que "detrás de" significaba "al occidente de".

2. Josué dispuso una emboscada al occidente de Hai y el ejército al norte de la ciudad (8:3-13).

La secuencia de los eventos en estos versículos no es muy clara. A primera vista, parece que la secuencia es: (a) en la noche Josué envió a 30,000 hombres a una emboscada al occidente de Hai (8:3-9); la mañana siguiente Josué y el ejército se colocó al norte de Hai (8:10-11); luego Josué colocó una emboscada de 5,000 hombres al occidente de Hai (8:12); esa noche Josué avanzó hasta la mitad del valle (8:13); el día siguiente se llevó a cabo la

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batalla (8:14-26). Sin embargo, esta interpretación presenta algunos problemas. ¿Por qué se dice que Josué colocó dos emboscadas al occidente, entre Bet-el y Hai, pero la narración de la batalla sólo habla de una emboscada? ¿Por qué Josué envió a 30,000 hombres para esconderse para más de 24 horas, en vez de esperar para colocarlos la noche antes de la batalla? A la luz de estas dificultades me parece más probable que los vss. 3-4, 9 y 12 hablan de la misma emboscada, y que los vss. 3, 9 y 13 hablan de la misma noche. Esto implica que hay repetición en la narración y que no todo se da en orden cronológico, pues el autor quería resaltar la estrategia de la emboscada.

2.1. Cuando Josué y el ejército habían subido contra Hai, Josué envió de allí una

"selección" de guerreros para poner una emboscada al occidente de Hai, después de explicarles la estrategia para que ellos tomaran la ciudad (8:3-9).

2.1.1. Josué recalcó que había transmitido a los israelitas la estrategia ordenada por

Yahweh (8:8).

2.1.2. Durante la noche los 30,000 se escondieron al occidente de Hai (8:3, 9).

2.2. Cuando Josué y el ejército había subido a Hai, el ejército acampó al otro lado del valle al norte de la ciudad, y Josué envió una emboscada al occidente de la ciudad (8:10-13).

2.2.1. Estos versículos no narran lo que sucedió después de lo narrado en los vss. 3-

9, sino que más bien vuelven a narrar lo mismo que esos versículos, pero con detalles adicionales y más énfasis en el grueso del ejército. Los vss. 10-11 amplían el movimiento del ejército mencionado en el v. 3a, el v. 12 resume la colocación de la emboscada narrada con más detalles en los vss. 3b-9, y por último el v. 13 resume la colocación de ambas partes del ejército, y agrega que durante aquella noche (la misma en la cual la emboscada fue enviada) Josué avanzó (con el ejército) hasta la mitad del valle (al norte de Hai).

2.2.2. ¿Cómo podemos reconciliar la cifra de 30,000 en 8:3 con la de 5,000 en 8:12?

Posiblemente realmente hubo dos emboscadas. Por otro lado, no es imposible que en la transmisión del texto se hizo un error en copiar una de las dos cifras. Si así fuera, la cifra de 5,000 parecería más probable, ya que sería tarea difícil esconder una emboscada de 30,000.

3. La estrategia funcionó, la emboscada tomó la ciudad, y el ejército israelita destruyó al

ejército de Hai y tomó preso a su rey (8:14-23). Durante toda la batalla, una vez que el ejército de Israel había vuelto contra Hai, Josué mantuvo extendida la lanza en su mano (8:18, 26). Fue otro paralelo con Moisés (cp. Ex. 17:11-12).

4. Los israelitas mataron a todos los habitantes de Hai y saquearon y quemaron la ciudad

(8:24-29).

4.1. De los 12,000 adultos de Hai (8:25), más o menos la mitad serían varones. Esto confirma que el envío inicial de sólo 3,000 israelitas para tomar la ciudad (ver 7:4) fue una muestra de confianza excesiva.

4.2. El verbo traducido "hubo destruido por completo" (8:26) es más literalmente "hubo

consagrado al anatema" (ver BJ y la nota en BDLA). Los habitantes de Hai fueron consagrados a Yahweh para destrucción, pero en este caso Yahweh excluyó del anatema a las posesiones (8:27, cp. v. 2). Este mismo procedimiento se había seguido con las ciudades de los reyes transjordanos Sehón (Dt. 2:30-35) y Og (Dt. 3:1-7). Ya en Deuteronomio 20:16-18 Yahweh había ordenado la matanza de todos los habitantes de las ciudades cananeas.

4.3. Dos monumentos quedaron para conmemorar la victoria sobre Hai: el tel (el término

hebreo traducido "montón de escombros” en la RV60) y el montón de piedras levantado sobre el cadáver del rey (8:28-29).

13

4.3.1. Probablemente el rey no fue colgado en el árbol para matarlo, sino después de su muerte, como señal de desdén y maldición (cp. 10:26; 1 S. 31:10; Dt. 21:23). El montón de piedras tenía un propósito similar (cp. nota sobre 7:25-26).

4.3.2. Josué ordenó quitar el cadáver del árbol a la puesta del sol en obediencia a Dt.

21:22-23 y para evitar contaminar la tierra prometida.

H. Israel renovó el pacto con Yahweh en los montes Ebal y Gerizim (8:30-35). Lo hicieron en obediencia a lo ordenado por Moisés en Dt. 27:2-8, 12-26.

1. En obediencia a Dt. 27:5-6a, Josué edificó un altar de piedras no labradas a Yahweh en el

monte Ebal (8:30-31).

1.1. El monte Ebal estaba unos 50 km al norte del campamento de Israel en Gilgal. Humanamente no parecía sabio que, habiendo conquistado sólo dos ciudades, Israel interrumpiera su campaña para viajar 50 km a través de territorio hostil para celebrar un acto religioso. Sin embargo, esta acción demostró su dependencia de Yahweh y su compromiso de obedecerlo.

1.2. El uso de piedras labradas en la construcción del altar lo hubiera profanado (cp. Ex.

20:25). 2. En obediencia a Dt. 27:6b-7, Israel ofreció sacrificios a Yahweh (8:31b).

2.1. Los holocaustos se quemaban totalmente como un sacrificio exclusivamente para Yahweh. En cambio, las "ofrendas de paz", tal vez mejor traducido "sacrificios de comunión" (así BJ), se consideraban un banquete de comunión con Yahweh, en el cual una parte se quemaba como la porción de Yahweh, y los adoradores comían el resto (cp. Dt. 27:7). Tal vez los holocaustos se consideraban expiación por el pecado (ver Lv. 1:4) y los sacrificios de comunión celebraban la comunión entre Dios y su pueblo que resultaba del perdón de los pecados.

2.2. El ofrecimiento de holocaustos y sacrificios de comunión en la renovación del pacto en

el monte Ebal evocaba el ofrecimiento de los mismo sacrificios en la ratificación original del pacto en el monte Sinaí (ver Ex. 24:5).

3. En obediencia a Deuteronomio 27:2-4, Josué escribió una copia de la ley, para que todo el

pueblo pudiera conocer el contenido del pacto con Yahweh (8:32). 4. En obediencia a Deuteronomio 27:12-26, los israelitas se colocaron sobre los montes Ebal y

Gerizim para bendecir a su nación (8:33).

4.1. Los dos montes se encontraba juntos, Ebal al norte de la ciudad de Siquem, y Gerizim al sur. Tal vez Yahweh escogió este sitio para la ceremonia porque (a) fue allí que por primera vez Yahweh había prometido a Abraham que daría Canaán a su descendencia, y Abraham le había construido un altar (Gn. 12:6-7), (b) fue allí que Jacob había sepultado los ídolos de su familia debajo de una encina (Gn. 35:4), (c) estaba más o menos en el centro de la tierra de Canaán, (d) desde los dos montes se podía ver la mayor parte de Canaán, (e) los montes evocarían la memoria del monte Sinaí, y (f) la acústica en el anfiteatro natural formado por los dos montes permitía oír lo expresado en la ceremonia.

4.2. A la luz de Deuteronomio 27:12-26, probablemente Israel se dividió por sus tribus para

esta ceremonia, los levitas leyeron las bendiciones y maldiciones, las tribus en el Gerizim respondieron a cada bendición con un "Amén", y las tribus en el Ebal hicieron lo mismo después de cada maldición. Deuteronomio 27 pone más énfasis en las maldiciones (hasta cita su contenido), y Josué 8 recalca las bendiciones.

5. Josué leyó toda la ley a Israel (8:34-35). Con respecto a las bendiciones y las maldiciones,

las cuales serían el resultado de la obediencia y la desobediencia al pacto respectivamente, ver Levítico 26 y Deuteronomio 28.

I. Israel, engañado, hizo un pacto con los habitantes de Gabaón (9:1-27).

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De nuevo después del éxito Israel sufrió un fracaso, pero el error con Gabaón no fue tan grave como el pecado de Acán.

1. Los reyes de todo Canaán se aliaron para pelear contra Israel (9:1-2). En Canaán, cada

ciudad amurallada tenía su propio rey. Estos reyes con frecuencia peleaban entre sí, pero frente a la amenaza de la invasión israelita se confederaron.

2. A diferencia de los demás cananeos, Gabaón intentó hacer un pacto de paz con Israel (9:3-

13).

2.1. Gabaón estaba en el centro de Canaán, unos 40 km. al oeste del río Jordán y 10 km. al noroeste de Jerusalén. Los habitantes eran heveos (9:7; 11:19), uno de los grupos étnicos que moraban en Canaán (ver v. 1) y que descendieron de Canaán, nieto de Noé (ver Gn. 10:15-18).

2.2. Los habitantes de Gabaón fingieron venir de tierra lejana. Aparentemente sabían que

Yahweh permitía a Israel hacer pactos con pueblos afuera de Canaán (ver Dt. 20:10-15), pero no con los cananeos, a quienes más bien deberían destruir (9:24; ver Dt. 7:1-2; 20:16-18).

2.3. Pidieron que Israel hiciera pacto con ellos (9:6, 11).

2.4. Reconocieron que las victorias de Israel eran obra de Yahweh (9:9-10).

3. Engañados, Josué y los líderes de Israel hicieron pacto con los de Gabaón (9:14-15). El v.

14 señala que no consultaron a Yahweh, el general del ejército de Israel (cp. 5:14), cuyas órdenes habían dirigido las victorias de Israel.

4. Dos días después, cuando llegaron a Gabaón, los israelitas se dieron cuenta del engaño

(9:16-17).

4.1. Probablemente los "tres días" (9:16) son dos días en nuestro sistema de calcular el tiempo, ya que en la Biblia generalmente un día parcial se cuenta como un día completo.

4.2. El tercer día del v. 17 ha de ser el último de los tres días del v. 16.

4.3. Gabaón era la ciudad principal de una coalición de cuatro ciudades vecinas (9:17b; cp.

10:2). 5. Los líderes de Israel insistieron en ser fieles al pacto con los gabaonitas (9:18-20). Esto lo

hicieron a pesar de las críticas del pueblo (9:18) y a pesar de que el pacto había sido hecho por engaño, porque habían jurado por el nombre de Yahweh (9:18-19) y temían su ira (9:20). Ya habían experimentado esa ira divina por el pecado de Acán (ver 22:20). Siglos después esa ira caería sobre Israel cuando Saúl rompió el pacto con Gabaón (ver 2 S. 21:1-6). Como Yahweh es siempre fiel a sus promesas, exige que nosotros también lo seamos, se trate de promesas hechas a él, o de promesas hechas a nuestros semejantes.

6. Los líderes de Israel hicieron a los gabaonitas leñadores y aguadores en el santuario de

Yahweh (9:21-27).

6.1. Este castigo no rompió el pacto con los gabaonitas, ya que ellos habían afirmado repetidas veces que eran siervos de Israel (9:8, 9, 11).

6.2. Aunque los israelitas nombraron a los gabaonitas como leñadores y aguadores como

una maldición (9:23), éstos no se quejaron, ya que no tenían que morir (9:24-25). En siglos posteriores el tabernáculo estaría por algún tiempo en Gabaón (2 Cr. 1:3), y algunos gabaonitas colaborarían con Nehemías en la reconstrucción de los muros de Jerusalén (Neh. 3:7).

J. Israel conquistó el sur de Canaán (10:1-43).

1. Israel destruyó una coalición de cinco ciudades amorreas que atacaba a Gabaón (10:1-27).

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1.1. Adonisedec, rey de Jerusalén, tuvo miedo cuando supo que Israel había consagrado al anatema a Jericó y Hai (incluyendo sus reyes) y que Gabaón había hecho pacto con ellos (10:1-2). En v. 1 "había asolado" es literalmente "había consagrado al anatema" (ver BJ). Mediante la conquista de Jericó y Hai y el pacto con Gabaón y sus tres aliados, Israel había logrado meter una cuña entre el sur y el norte de Canaán.

1.2. Adonisedec convocó a los reyes de cuatro ciudades más del sur de Canaán a una

alianza que luego atacó a Gabaón (10:3-5).

1.2.1. Para la ubicación geográfica de las cinco ciudades, ver el mapa adjunto “Gabaón Rescatada”.

1.2.2. Los habitantes de las cinco ciudades eran amorreos (10:5). A veces "amorreos"

se usa como sinónimo de "cananeos" en general, pero aquí se refiere específicamente a uno de los grupos étnicos que moraba en la cordillera central que se extendía del norte al sur de Canaán (ver 9:2; Nm. 13:29).

1.3. Gabaón apeló a Josué para socorro (10:6).

1.4. Josué y el ejército israelita subió a Gabaón y destruyó a los ejércitos de las cinco

ciudades amorreas (10:7-15).

1.4.1. El ejército israelita subió a Gabaón de noche y logró un ataque sorpresivo contra la confederación (10:7-9). Esto requirió de un esfuerzo agotador, pues tuvieron que marchar 40 km sobre camino escabroso en la oscuridad, ascendiendo unos 1,200 metros, y luego lanzarse a la batalla. Pero Yahweh les había prometido victoria mediante una revelación a Josué (v. 8).

1.4.2. Yahweh confundió a los confederados, lo cual permitió a Israel derrotarlos

(10:10a). En lugar de “los llenó de consternación”, tradúzcase “los confundió” (quizá BDLA refleja esta interpretación con su “los desconcertó”). Seguramente el ataque sorpresivo contribuyó a la confusión, pero en el A.T. Yahweh utiliza medios varios para confundir a los ejércitos enemigos y dar así victoria a su pueblo (cp. Ex. 14:24; Jue. 4:15; 7:22; 1 S. 14:20).

1.4.3. Israel persiguió a los confederados, matando a muchos de ellos (10:10b-14).

1.4.3.1. Los confederados huyeron hacia el occidente por el valle de Ajalón (en ese

valle estaba ubicada Bet-horón) y luego hacia Azeca, unos 25 km al sudeste de Jerusalén (10:10b; ver el mapa “Gabaón Rescatada”). La ubicación exacta de Maceda se desconoce hoy día.

1.4.3.2. En la retirada Yahweh peleó por Israel (10:11-14).

1.4.3.2.1. Mató a muchos de los confederados con piedras grandes de granizo

mientras huían (10:11).

1.4.3.2.2. Hizo que la claridad durara dos veces lo normal para que Israel tuviera tiempo para acabar con los confederados (10:12-14).

1.4.3.2.2.1. Para varios intentos de explicar el día prolongado, véase PDAT,

págs. 207-08, y Archer, págs. 300-02. Sin embargo, el v. 13 indica que el sol quedó visible en el cielo dos veces el tiempo normal, y el v. 14 señala que esto fue un milagro sin par. El cómo es lo que menos preocupaba al autor bíblico, y tampoco debe preocuparnos demasiado a nosotros. Las explicaciones que minimizan el aspecto milagroso riñen con la intención del autor bíblico.

1.4.3.2.2.2. El libro de Jaser (10:13) puede haber sido una composición

poética de la historia de Israel. Incluía la endecha de David a Saúl y Jonatán (2 S. 1:17-27). Aparentemente fue una de las fuentes que el autor de Josué utilizó.

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1.4.4. Israel regresó a Gilgal (10:15).

1.5. Josué mató a los cinco reyes amorreos (10:16-27). Habiendo concluido la narración de la batalla en general (10:7-15), el autor luego retrocede para narrar en detalle una parte de ella, la matanza de los reyes.

1.5.1. Los cinco reyes se escondieron en una cueva (10:16).

1.5.2. Josué ordenó a los israelitas sellar la cueva y seguir persiguiendo y matando al

enemigo (10:17-19).

1.5.3. Cuando la persecución concluyó, los amorreos sobrevivientes se refugiaron en sus ciudades y los israelitas volvieron a Maceda (10:20-21).

1.5.4. Josué sacó a los cinco reyes de la cueva, celebró el triunfo sobre ellos, y los

mató (10:22-27).

1.5.4.1. Para proclamar la victoria completa, los israelitas pusieron sus pies sobre los cuellos de los reyes vencidos (10:24; esta costumbre está representada gráficamente en monumentos egipcios y asirios), colgaron sus cadáveres en los árboles (10:26b; cp. la nota sobre 8:29) y colocaron piedras grandes a la entrada de la cueva (10:27).

1.5.4.2. En 10:25a Josué animó a los líderes del ejército con las mismas palabras

que Yahweh y las tribus transjordanas habían empleado para animarle a él antes del inicio de la conquista (ver 1:6, 7, 9, 18).

2. Israel conquistó las demás ciudades del sur de Canaán y mató a sus reyes y habitantes

(10:28-43).

2.1. Conquistó las ciudades de Maceda, Libna, Laquis, Eglón, Hebrón y Debir, y mató a sus reyes y habitantes (10:28-39). Para la ubicación geográfica de estas ciudades, ver el mapa adjunto “Las Batallas de Josué”.

2.1.1. En los vss. 28 y 39 el verbo traducido “destruir” es literalmente “consagrar al

anatema” (BJ, margen de BDLA). La repetición forma una inclusión que enmarca los vss. 28-39 e indica que todas las matanzas de estos versículos se llevaron a cabo como actos de anatema.

2.1.2. En el proceso también destruyeron al ejército y rey de Gezer cuando éstos

llegaron para socorrer a Laquis (10:33). Gezer estaba más al norte, unos 20 km. al oeste de Gabaón.

2.1.3. Se narra aquí que Israel mató a los reyes de Maceda, Libna, Hebrón y Debir

pero no se menciona a los reyes de Laquis y Eglón, pues éstos habían muerto en la huida de Gabaón (ver vss. 23, 26). El rey de Hebrón también había muerto en el v. 26; de manera que el rey que se menciona en v. 37 probablemente fue ungido en el intervalo.

2.1.4. La importancia de Hebrón y Debir se indica por la referencia a "sus ciudades"

(10:37, 39). Éstas eran ciudades menores cerca de Hebrón y Debir que dependían de ellas de alguna manera.

2.2. Conquistó todo el sur de Canaán (10:40-42).

2.2.1. El v. 40 da la impresión que Israel aniquiló toda la población del sur de Canaán,

pero según Jueces 1:1-20 todavía había ciudades que conquistar allí después de la muerte de Josué. Entonces, probablemente el v. 40 sólo quiere decir que Israel mató a todos los que estaban en las ciudades que conquistaron, y que lograron un dominio general sobre toda la región.

2.2.2. El v. 42b subraya que la conquista rápida se debía a que Yahweh peleaba por

su pueblo.

17

2.3. Israel volvió a Gilgal (10:43).

K. Israel conquistó el norte de Canaán (11:1-15).

Para los sitios mencionados en esta sección, ver el mapa 62 (adjunto) de Yohanan Aharoni y Michael Avi-Yonah, The Macmillan Bible Atlas.

1. Jabín, rey de Hazor, convocó una formidable confederación de reyes del norte de Canaán a

las aguas de Merom para pelear contra Israel (11:1-5). Tenían muchísimos efectivos y una arma fuerte que Israel no poseía: los carros de guerra (11:4; cp. Jue. 1:19; 4:3).

2. Yahweh prometió a Josué la victoria, así como antes de la batalla contra la confederación del

sur (cp. 10:8), y le ordenó cortar los tendones de las piernas de los caballos y quemar sus carros (11:6). No quería que Israel adquiriera armas en las cuales podría llegar a confiar; debían más bien confiar sólo en su Dios (cp. Dt. 17:16).

3. Israel hizo un ataque sorpresivo, táctica que ya había usado contra la confederación del sur

(cp. 10:9), destruyó el ejército de los confederados, cortó los tendones de los caballos y quemó los carros (11:7-9). El v. 9 subraya la obediencia de Josué a Yahweh.

4. Israel tomó las ciudades confederadas, saqueándolas y matando a sus habitantes (11:10-

14).

4.1. Hazor fue por mucho la ciudad más grande que los arqueólogos han excavado en Canaán. Los israelitas la quemaron (11:11), pero preservaron las otras ciudades (11:13) para vivir en ellas (cp. Dt. 6:10).

4.2. Las expresiones traducidas "destruyéndolo por completo" (11:11) y "los destruyó"

(11:12) literalmente significan "los consagró al anatema" (ver BJ). De manera que el anatema se aplicó a los habitantes de las ciudades, pero no al botín. Sólo en Jericó se había aplicado al botín también.

5. En la conquista Josué obedeció lo que Yahweh le había ordenado por medio de Moisés

(11:15). Toda la narración de la conquista ha subrayado que el éxito en la conquista fue resultado de la obediencia a Yahweh, el verdadero general de Israel.

L. Resumen de la conquista israelita de Canaán (11:16-12:24).

1. Resumen del territorio conquistado (11:16-23).

1.1. Josué tomó toda la tierra de Canaán (11:16-20)

1.1.1. Tomó todas las regiones de Canaán (11:16-17a).

1.1.1.1. Las montañas (11:16) son la cordillera central en el sur de Canaán (Judá).

1.1.1.2. El Neguev es la región semiárida de cerros bajos y llanuras en el extremo sur de Canaán, entre Hebrón y Cades-barnea.

1.1.1.3. No sabemos por dónde quedaba la tierra de Gosén (11:16), pero

evidentemente no es la Gosén de Egipto sino alguna parte de Canaán, probablemente en el sur (cp. 10:41).

1.1.1.4. En lugar de "llanos" (11:16), tal vez sería mejor usar el nombre trasliterado

"Sefela" (ver RVA). Es la región de cerros bajos en el occidente de Judá, entre la llanura costera y la región montañosa.

1.1.1.5. El Arabá (11:16) es la depresión del valle del Jordán.

1.1.1.6. Las montañas de Israel (11:16) son la región montañosa en el norte de

Canaán (Israel).

18

1.1.1.7. En lugar de "sus valles" (11:16), tradúzcase "su Sefela", es decir, la Sefela de Israel (el norte de Canaán).

1.1.1.8. Israel tomó todo Canaán desde el monte Halac en el extremo sur hasta

Baal-gad en el extremo norte (11:17a).

1.1.2. Tomó la tierra por guerra (11:17b-20).

1.1.2.1. Mató a todos los reyes (11:17b).

1.1.2.2. La guerra duró mucho tiempo (11:18). Esta aclaración contrapesa las partes del libro que pueden dar la impresión que la conquista se realizó muy rápido.

1.1.2.3. Yahweh había endurecido el corazón de los cananeos para que pelearan

contra Israel y así fueran destruidos (11:19-20).

1.2. Josué destruyó a los anaceos de la región montañosa (11:21-22). Fue por temor a este pueblo que los israelitas se habían rebelado en Cades-barnea contra Yahweh y Moisés (cp. Nm. 13:28, 32-33).

1.3. Josué repartió la tierra a las doce tribus (11:23). Casi en el centro del libro, este

versículo resume casi todo el libro. La primera mitad del versículo resume los capítulos 1-12, y la segunda mitad los capítulos 13-22.

1.4. Terminó la guerra de conquista (11:23b).

2. Resumen de los reyes derrotados (12:1-24)

2.1. En Transjordania Israel, bajo el liderazgo de Moisés, derrotó a dos reyes (12:1-6).

2.1.1. Sehón, rey de los amorreos, había reinado en el sur de Transjordania (12:2-3).

2.1.2. Og, rey de Basán, había reinado en el norte de Transjordania (12:4-5).

2.1.3. Moisés repartió Transjordania a Rubén, Gad, y la mitad de Manasés (12:6).

2.2. En la tierra de Canaán Israel, bajo el liderazgo de Josué, derrotó a 31 reyes (12:7-24).

2.2.1. Los derrotó a lo largo de la tierra y en cada una de sus regiones (12:7-8).

2.2.2. Derrotó a 16 reyes en el sur de Canaán (12:9-16). Los capítulos anteriores narran la derrota de todos los 9 reyes enumerados en 12:9-13a, pero de sólo 2 de los 7 reyes enumerados en 12:13b-16.

2.2.3. Derrotó a 15 reyes en el norte de Canaán (12:17-24).

II. Josué repartió la tierra de Canaán a las 12 tribus (13:1-22:34).

A. Yahweh ordenó a Josué repartir la tierra a los israelitas (13:1-6).

Todavía había regiones no conquistadas en Canaán, pero como Josué se había envejecido, Yahweh le ordenó repartir la tierra ya, y dejar a Dios la tarea de completar la conquista.

1. Josué ya se había envejecido (13:1a). Como Caleb ya tenía 85 años (14:10) y Josué murió

a los 110 años (24:29), probablemente éste tenía entre 80 y 100 años cuando repartió la tierra.

2. Todavía hacía falta conquistar las regiones a lo largo de la costa del Mar Mediterráneo y

también en el Líbano en el norte (13:1b-6a). Con respecto a estas regiones y los lugares mencionados en estos versículos, ver el mapa 69 (adjunto) de Aharoni y Avi-Yonah, The Macmillan Bible Atlas.

2.1. Hacía falta conquistar la región costera en el sur (13:2-3).

19

2.1.1. Durante la conquista esta región no estaba todavía bajo el dominio de los filisteos, ya que éstos no llegaron en números grandes hasta hacia 1195 a.C. (ver Archer, págs. 307-08). La descripción de los vss. 2-3, entonces, probablemente se redactó después de 1195. El autor describe la región en términos que se entenderían en sus días, así como hoy día decimos que Colón llegó a "América" en 1492, aunque Américo Vespucio no conoció al nuevo mundo hasta 1499.

2.1.2. Sihor (13:3) tal vez sea el arroyo (o río) de Egipto (cp. 15:4, 47; Gn. 15:18).

2.1.3. Los aveos (13:3) eran los habitantes que fueron conquistados por los filisteos

(cp. Dt. 2:23). La frase "al sur" al principio del v. 4 se debe unir con las palabras anteriores, así: "también los aveos al sur, toda la tierra..." (cp. BJ, VP, RVA, RV95).

2.2. Hacía falta conquistar la región costera hasta Afec en el norte (13:4-5a).

2.2.1. En 13:4 los "cananeos" no son todos los habitantes de Canaán, sino los

pueblos que vivían en la costa (cp. 9:1; 5:1; Nm. 13:29).

2.2.2. Los "sidonios" (13:4) eran no solamente los de Sidón, sino todos los fenicios.

2.2.3. Los giblitas (13:5) eran los habitantes de Biblos (llamada Gebal en la antigüedad).

2.3. Hacía falta conquistar el Líbano (13:5b-6a). Algunos estudiosos, en vez de traducir "la

entrada de Hamat", transliteran el nombre "Lebo-hamat" (así en el mapa 69 adjunto). 3. Yahweh prometió expulsar a los habitantes de las regiones no conquistadas y ordenó a

Josué que procediera ya a repartir la tierra (13:6b).

B. Moisés ya había repartido Transjordania a 2½ tribus (13:7-33).

Para los sitios mencionados en esta sección, ver el mapa 71 (adjunto) de The Macmillan Bible Atlas.

1. Yahweh ordenó a Josué repartir Canaán a 9½ tribus, pues Moisés ya había repartido

Transjordania a 2½ tribus (13:7-8). 2. Una descripción general de la tierra que Moisés había repartido en Transjordania (13:9-14).

2.1. La tierra extendía desde el arroyo de Arnón en el sur hasta el monte Hermón en el norte (13:9-12).

2.2. Los israelitas no expulsaron a los gesureos y maacateos (13:13), pueblos que vivían al

norte de Basán, al noreste del mar de Cineret (ver 12:5).

2.3. Moisés no había dado tierra a los levitas en Transjordania (13:14; cp. v. 33). 3. Moisés había repartido a Rubén la tierra en el sur de Transjordania (13:15-23). Por alguna

razón en esta descripción se trae a colación la muerte de Balaam (13:22; cp. Nm. 31:8). Tal vez fue una advertencia para Israel en general, y Rubén en particular.

4. Moisés había repartido a Gad la tierra en el centro de Transjordania (13:24-28). 5. Moisés había repartido a la media tribu de Manasés la tierra en el norte de Transjordania

(13:29-31). 6. Moisés había repartido Transjordania cuando Israel estaba en los llanos de Moab (13:32). 7. Moisés no había dado tierra a los levitas en Transjordania (13:33; cp. v. 14).

C. Josué repartió Canaán a 9½ tribus (14:1-19:51).

20

1. Introducción al relato de la repartición de la tierra (14:1-15).

1.1. Introducción general (14:1-6)

1.1.1. Se trataba de la repartición de Canaán, es decir, la tierra al occidente del río Jordán (14:1a).

1.1.2. Participaron en la repartición Eleazar, hijo de Aarón, Josué y un representante

de cada tribu (14:1b), así como Yahweh había ordenado por medio de Moisés (Nm. 34:16-29).

1.1.3. La repartición se hizo por suertes, así como Yahweh había ordenado por medio

de Moisés, no tanto para decidir cuánto territorio recibiría cada tribu (esto dependía en gran parte del tamaño de la tribu) como para decidir la ubicación del territorio (14:2a; cp. Nm. 26:52-56; 33:54).

1.1.4. Canaán se repartió a las 9½ tribus, excluyendo las 2½ tribus transjordanas,

pero incluyendo dos tribus de José: Manasés y Efraín (14:2b-4). A Leví no se le dio territorio, sino ciudades dentro del territorio de las otras tribus (14:4; cp. cap. 21).

1.1.5. Toda el repartimiento lo hicieron en obediencia a lo que Yahweh había

ordenado por medio de Moisés (14:5).

1.2. Un ejemplo específico: Caleb pidió y recibió Hebrón (14:6-15).

1.2.1. Caleb pidió a Josué asignarle Hebrón (14:6-12).

1.2.1.1. Basó la petición en un juramento que Moisés le había hecho a raíz de su fidelidad a Yahweh en el incidente de Cades Barnea (14:6-9).

1.2.1.2. Yahweh no sólo había mantenido a Caleb con vida, a diferencia de todo el

resto de su generación, salvo Josué, sino que también lo había mantenido fuerte para la guerra (14:10-11).

1.2.1.3. Pidió Hebrón no porque fuera fácil de conquistar, sino porque creía que

Yahweh le daría poder para expulsar a los temibles anaceos de allí (14:12).

1.2.1.3.1. A los 85 años de edad, cuando la gente busca una vida más

tranquila, Caleb buscaba un reto.

1.2.1.3.2. Parece que este relato se incluye al inicio de la sección sobre la repartición de Canaán como ejemplo de lo que las tribus deberían hacer para completar la conquista de sus territorios.

1.2.1.3.3. "Este monte" no se refiere a una montaña individual, sino a la región

montañosa donde Hebrón estaba ubicada.

1.2.2. Josué asignó Hebrón a Caleb (14:13-15). 2. El territorio repartido a Judá (15:1-63).

2.1. Las fronteras del territorio asignado a Judá (15:1-12).

2.1.1. La frontera sur corría desde el extremo sur del Mar Muerto hasta donde el arroyo de Egipto se desembocaba en el Mar Mediterráneo (15:1-4; ver adjunto el mapa 69 de The Macmillan Bible Atlas). En 15:2, en lugar de “desde la costa del Mar Salado” (15:2a), tradúzcase “desde el extremo del Mar Salado” (cp. BJ, VP, BDLA, RVA, NVI).

2.1.2. La frontera oriental era el Mar Muerto (15:5a).

21

2.1.3. La frontera norte corría desde la desembocadura del Jordán hasta el Mar Mediterráneo (15:5b-11). Para la ubicación de los sitios mencionados, ver el mapa 73 (adjunto) de The Macmillan Bible Atlas.

2.1.4. La frontera occidental era el Mar Mediterráneo (15:12).

2.2. Caleb y Otoniel conquistaron Hebrón y Debir (15:13-20).

2.2.1. Caleb conquistó Hebrón (15:13-14). La conquista de Hebrón y los anaceos se

atribuye a Josué en 10:36-37 y 11:21, a Caleb aquí y en Jue. 1:20, y a Judá en Jue. 1:10. Tal vez después de la conquista por Josué los anaceos volvieron a habitar Hebrón, y algunos años más tarde, después de la muerte de Josué (cp. Jue. 1:1), Caleb, al frente del ejército de Judá, volvió a conquistar Hebrón.

2.2.2. Otoniel conquistó Debir para ganar a Acsa por esposa (15:15-19). La relación

entre Caleb y Otoniel se asemeja a la relación entre Yahweh y su pueblo. Caleb promete y da una bendición a Otoniel por atacar a los cananeos con valentía. Caleb también da bendiciones a la nueva pareja en respuesta a sus súplicas.

2.2.3. Las dos conquistas eran ejemplos de lo que las tribus deberían hacer para

tomar posesión de su territorio (15:20).

2.3. Una lista de las ciudades asignadas a Judá (15:21-62).

2.3.1. Una lista de 36 ciudades en el extremo sur de Canaán (15:21-32). La razón por la cual el v. 32 dice que había sólo 29 ciudades es que posteriormente 7 de las ciudades enumeradas fueron asignadas a Simeón (ver 19:1-7).

2.3.2. Una lista de 42 ciudades en la Sefela, la región de cerros bajos entre la región

montañosa y la llanura costera (15:33-47).

2.3.2.1. En lugar de "llanuras" (15:33), tradúzcase "Sefela" (RVA).

2.3.2.2. La lista de ciudades en la Sefela está dividida en cuatro partes (15:33-36, 37-41, 42-44, 45-47), y las ciudades se dan en orden generalmente del norte al sur. La cuarta parte (15:45-47) se sale de la Sefela y llega hasta la costa del Mar Mediterráneo.

2.3.3. Una lista de 38 ciudades en la región montañosa en el centro de Judá (15:48-

60). La lista está dividida en cinco partes: 15:48-51, 52-54, 55-57, 58-59, 60.

2.3.4. Una lista de 6 ciudades en el desierto entre la región montañosa y el Mar Muerto (15:61-62).

2.4. Judá no logró tomar posesión de Jerusalén (15:63). Esta nota negativa al final de la

lista de ciudades constituye un contraste con el ejemplo positivo de Caleb y Otoniel que se narra antes de la lista (cp. vss. 13-19).

3. El territorio repartido a las tribus de Efraín y Manasés (16:1-17:18).

3.1. La frontera sur de las dos tribus de José (16:1-4). Para la ubicación de los sitios mencionados, ver el mapa 73 (adjunto) de The Macmillan Bible Atlas.

3.2. Las fronteras de Efraín (16:5-10). Para la ubicación de los sitios mencionados, ver el

mapa 71 (adjunto) de The Macmillan Bible Atlas.

3.2.1. La frontera sur de Efraín (16:5). Aquí sólo se da un resumen de la frontera que se ha descrito en más detalle en 16:1-3.

3.2.2. La frontera norte de Efraín (16:6-8). No están claros todos los detalles, pero

parece que primero se describe la frontera norte desde Micmetat hacia el oriente hasta el Jordán (16:6-7), y luego desde Micmetat hacia el occidente hasta el Mar Mediterráneo (16:8).

22

3.2.3. Algunas ciudades dentro del territorio de Manasés fueron asignadas a Efraín

(16:9).

3.2.4. Efraín no logró tomar posesión de Gezer (16:10). Eventualmente Israel logró dominar a Gezer, pero en vez de aniquilar a los habitantes, los sometieron a trabajos forzados. La frase traducida "tributario" no se refiere al tributo económico, sino al laboral (cp. BJ, BDLA, RVA, NVI).

3.3. Las repartición de territorio a Manasés (17:1-13).

3.3.1. El territorio fue repartido entre 11 grupos de descendientes de Manasés (17:1-

6).

3.3.1.1. La parte en Transjordania fue asignada a los descendientes de Maquir (17:1).

3.3.1.2. La parte en Canaán fue repartida entre seis clanes descendientes de

Manasés (17:2). Los hijos de Manasés mencionados en este versículo no fueron sus hijos literales, pues Maquir fue su único hijo (cp. Gn. 50:23; Nm. 26:29). Más bien fueron sus descendientes por medio de Maquir y Galaad (cp. v. 3; Nm. 26:30-32).

3.3.1.3. La parte de Hefer, uno de los seis "hijos" enumerados en el v. 2, fue

repartida entre sus cinco nietas, conforme a lo que Yahweh había ordenado por medio de Moisés (17:3-4; cp. Nm. 27:1-11).

3.3.1.4. En resumen, el territorio de Manasés en Canaán se repartió en diez partes

(entre cinco clanes y las cinco nietas del sexto clan) además del territorio en Transjordania (17:5-6).

3.3.2. Las fronteras de Manasés (17:7-13). Para la ubicación de los sitios

mencionados, ver el mapa 71 (adjunto) de The Macmillan Bible Atlas.

3.3.2.1. La frontera sur (17:7-9). Aser (17:7) parece ser un sitio en la frontera sur en vez del nombre de la tribu al norte.

3.3.2.2. Las tribus colindantes (17:10).

3.3.2.3. Algunas ciudades en el territorio de Aser e Isacar fueron asignados a

Manasés, pero aun Manasés no pudo tomar posesión de ellas (17:11-13). Eventualmente sometieron a sus habitantes a trabajo forzado (cp. nota sobre 16:10).

3.4. En respuesta a una petición de Efraín y Manasés, Josué les dio más tierra en la región

montañosa y les aseguró que podrían tomar las llanuras de los cananeos, a pesar de las armas superiores de éstos (17:14-18).

4. En Silo Josué repartió tierra a las siete tribus faltantes (18:1-10).

4.1. Israel trasladó el tabernáculo de Gilgal a Silo, más en el centro de la tierra conquistada (18:1).

4.2. Josué envió a representantes de las siete tribus faltantes para delinear en siete partes

la tierra que todavía no se había repartido (18:2-9).

4.3. Josué repartió las siete partes a las siete tribus por suertes (18:10). 5. El territorio repartido a Benjamín (18:11-28). Para la ubicación de los sitios mencionados,

ver el mapa 73 (adjunto) de Aharoni y Avi-Yonah, The Macmillan Bible Atlas.

5.1. Benjamín recibió la mitad oriental de la franja entre Judá y Efraín (18:11).

5.2. Las fronteras de Benjamín (18:12-20).

23

5.2.1. La frontera norte corría desde el Jordán en el este hasta Bet-horón en el oeste

(18:12-14a).

5.2.2. La frontera occidental corría entre Bet-horón en el norte y Quiriat-jearim en el sur (18:14b).

5.2.3. La frontera sur corría desde Quiriat-jearim en el oeste hasta la extremidad sur

del río Jordán (18:15-19). La frase "al occidente" en el v. 15 no parece tener sentido, ya que aquí se describe la frontera desde el oeste hacia el oriente. BJ aquí tiene "hacia Gasín", siguiendo la LXX.

5.2.4. La frontera oriental era el río Jordán (18:20).

5.3. Las ciudades de Benjamín (18:21-28).

5.3.1. Doce ciudades en el oriente de Benjamín (18:21-24).

5.3.2. Catorce ciudades en el occidente de Benjamín (18:25-28).

6. El territorio repartido a Simeón (19:1-9)

6.1. El territorio asignado a Simeón originalmente había sido asignado a Judá (19:1, 9).

6.2. Fueron asignadas a Simeón 17 ciudades, en el sur del territorio de Judá (19:2-8). 7. El territorio repartido a Zabulón (19:10-16). Para la ubicación de los sitios mencionados en

Zabulón e Isacar, véase el mapa 72 (adjunto) de The Macmillan Bible Atlas.

7.1. La frontera sur se describe partiendo desde Sarid primero hacia el occidente (19:10-11) y luego hacia el oriente (19:12).

7.2. La frontera oriental (19:13).

7.3. Las fronteras norte y occidental (19:14-15). Parece que las ciudades enumeradas en

el v. 15 estaba en el occidente. 8. El territorio repartido a Isacar (19:17-23) 9. El territorio repartido a Aser (19:24-31). Para la ubicación de los sitios mencionados en Aser

y Neftalí, ver los mapas 72 y 71 (adjuntos) de The Macmillan Bible Atlas. 10. El territorio repartido a Neftalí (19:32-39) 11. El territorio repartido a Dan (19:40-48)

11.1. Para la ubicación de los sitios mencionados, ver el mapa 107 (adjunto) de Aharoni y Avi-Yonah, The Macmillan Bible Atlas.

11.2. Algunos de los danitas emigraron al norte donde conquistaron Lesem y se asentaron

(19:47). Para una narración más detallada de esta migración, véase Jueces 18. 12. Israel dio a Josué Timnat-sera en la región montañosa de Efraín (19:49-50). 13. Conclusión del relato de la repartición de la tierra (19:51). El uso de lenguaje semejante al

principio (14:1) y al final (19:51) de la narración de la repartición de la tierra forma una "inclusión". La inclusión se usa mucho en el Antiguo Testamento para enmarcar secciones largas o breves.

D. Israel designó seis ciudades de refugio (20:1-9).

1. Yahweh ordenó el establecimiento de las ciudades de refugio (20:1-6).

24

1.1. Yahweh ordenó a Josué para que éste ordenara a los israelitas designar las ciudades de refugio (20:1-2). Por medio de Moisés Yahweh ya había mandado a Israel establecer seis ciudades de refugio (20:2b; Nm. 35:6, 10-15; Dt. 19:1-3, 7-10).

1.2. Yahweh repasó el propósito de estas ciudades: dar al homicida involuntario refugio del

vengador de la sangre (20:3; cp. Nm. 35:11, 16-23; Dt. 19:4-6, 10-13).

1.3. Yahweh repasó el proceso que se debería seguir con el refugiado (20:4-6).

1.3.1. Debería haber un juicio preliminar ante los ancianos de la ciudad (20:4-5).

1.3.2. Debería haber un proceso más completo ante la congregación de Israel (20:6a; cp. Nm. 35:12, 24).

1.3.3. El homicida involuntario debería quedar en la ciudad hasta la muerte del sumo

sacerdote (20:6b; Nm. 35:25-28, 32).

1.3.3.1. El homicida que matara con intención debería ser sacado de la ciudad de refugio y entregado al vengador de la sangre (cp. Dt. 19:11-13).

1.3.3.2. Hay ciertas semejanzas superficiales entre la ciudad de refugio y la prisión

moderna, pero en el fondo hay diferencias sustanciales. La prisión protege a los de afuera del recluso; la ciudad de refugio protege al recluso de los de afuera. La sociedad dentro de la prisión es criminal y corruptora, con valores y líderes criminales; la sociedad dentro de la ciudad de refugio era normal.

2. Israel designó tres ciudades de refugio al occidente del Jordán y tres más en Transjordania

(20:7-9). Los "montes" de Neftalí, Efraín y Judá no son montañas individuales, sino regiones montañosas. La cordillera central de la tierra se llamaba "monte de Judá" en Judá, "monte de Efraín" en Benjamín, Efraín y Manasés, y "monte de Neftalí" al norte de Manasés.

E. Israel dio 48 ciudades a los levitas (21:1-42).

1. Los levitas recordaron a Israel que Yahweh había ordenado por medio de Moisés que los

israelitas dieran ciudades a los levitas (21:1-2; cp. Nm. 35:1-8). 2. Israel obedeció, dando 48 ciudades a los levitas (21:3-42).

2.1. Israel repartió las ciudades a los tres clanes descendientes de los tres hijos de Leví: Coat, Gersón y Merari (21:3-7).

2.2. Las 48 ciudades estaban esparcidas entre las 12 tribus (21:8-42). Así deberían tener

una influencia positiva en todo Israel. Para la ubicación de las ciudades mencionadas, ver el mapa 108 (adjunto) de Aharoni y Avi-Yonah, The Macmillan Bible Atlas.

2.2.1. Introducción (21:8)

2.2.2. Los hijos de Aarón recibieron 13 ciudades: 9 de Judá y Simeón y 4 de

Benjamín (21:9-19).

2.2.2.1. Los hijos de Aarón eran los sacerdotes.

2.2.2.2. Una de las ciudades fue Hebrón, ciudad de refugio (21:13). Yahweh había ordenado por medio de Moisés que las 6 ciudades de refugio fueran de las ciudades levíticas (Nm. 35:6). Como Hebrón ya se había dado a Caleb (14:13-14; 15:13), él retuvo control de los campos y aldeas alrededor del ejido (21:12).

2.2.3. Los otros descendientes de Coat recibieron 10 ciudades: 4 de Efraín, 4 de Dan

y 2 de la mitad occidental de Manasés (21:20-26).

2.2.4. Los descendientes de Gersón recibieron 13 ciudades: 2 de la mitad oriental de Manasés, 4 de Isacar, 4 de Aser y 3 de Neftalí (21:27-33).

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2.2.5. Los descendientes de Merari recibieron 12 ciudades: 4 de Zabulón, 4 de Rubén

y 4 de Gad (21:34-40).

2.2.6. Conclusión: en total fueron 48 ciudades con sus ejidos (21:41-42), así como Yahweh había ordenado por medio de Moisés (cp. Nm. 35:3-7).

F. Conclusión de la repartición de la tierra (21:43-45) 1. Yahweh había cumplido la promesa del pacto Abrahámico, de dar Canaán a los

descendientes de Abraham. Israel había llegado a tener dominio sobre Canaán. 2. Sin embargo, el cumplimiento era todavía parcial en dos sentidos.

2.1. Todavía había tierras ocupadas por cananeos, las cuales las tribus tenían que tomar como posesión (ver 23:4-5; Jue. 1).

2.2. La tierra tomada no abarcaba todo el territorio prometido (ver 1:4; Gn. 15:18). En los

reinados de David y Salomón Israel dominó sobre casi todo este territorio, pero el cumplimiento cabal se realizará solamente cuando Cristo vuelva a reinar.

G. Las tribus de Transjordania edificaron un altar que casi ocasionó una guerra entre las tribus

(22:1-34).

1. Josué despidió a las 2½ tribus transjordanas (22:1-8).

1.1. Los convocó (22:1).

1.2. Reconoció que habían obedecido a él, a Moisés y a Yahweh (22:2-3).

1.3. Les dio permiso para regresar a sus tierras en Transjordania (22:4).

1.4. Les instó a seguir obedeciendo a Yahweh y a Moisés (22:5). Amar a Yahweh tenía que ver más con la voluntad que con los sentimientos. Varios de los pactos antiguos exigían que el vasallo amara al soberano. No se trataba de sentimientos, sino de lealtad. Así, en el contexto del pacto entre Yahweh e Israel, Israel debía amar a Yahweh, es decir, serle leal.

1.5. Los despidió con una bendición (22:6-8).

2. En camino de regreso a sus tierras, las 2½ tribus construyeron un altar junto al Jordán (22:9-

10). Los estudiosos discuten en qué lado del río se construyó el altar. El v. 10 parece indicar que estuvo en el lado occidental, pero el v. 19 parece implicar que estuvo en el lado oriental.

3. Israel se convocó para pelear contra las 2½ tribus (22:11-12). 4. Las dos partes resolvieron el conflicto mediante el diálogo (22:13-33).

4.1. Israel envió una delegación a las tribus transjordanas (22:13-14).

4.2. La delegación israelita acusó a las tribus transjordanas de rebelión contra Yahweh (22:15-20).

4.2.1. Dijeron que la rebelión traería el castigo divino sobre toda la nación (22:17-18,

20).

4.2.2. Dijeron que la rebelión consistía en construir un altar además del altar de Yahweh (22:19). Aparentemente creían que el altar era para algún otro dios.

4.3. Las tribus transjordanas protestaron que no construyeron el altar para hacer sacrificios

sobre él, sino como un testimonio para las generaciones futuras de que las tribus

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transjordanas tenían derecho de participar en la adoración de Yahweh juntamente con el resto de Israel (22:21-29).

4.4. La delegación israelita aceptó la explicación de las 2½ tribus (22:30-31).

4.5. La asamblea israelita aceptó la explicación de las 2½ tribus (22:32-33).

5. Las tribus transjordanas pusieron al altar un nombre que probablemente incluía la palabra

hebrea ‘ed "testimonio" (22:34). Realmente el nombre del altar ha desaparecido del texto hebreo, el cual dice "pusieron por nombre al altar..., porque testimonio (` ed) es entre nosotros que Yahweh es Dios" (cp. BJ).

III. Dos discursos finales de Josué

A. El primer discurso: Josué advirtió a Israel que para conquistar los cananeos que quedaban en

la tierra, debía mantenerse leal a Yahweh (23:1-16).

1. En su vejez Josué convocó a Israel (23:1-2). 2. Tres veces Josué advirtió a Israel de la importancia de ser fiel al pacto con Yahweh (23:3-

16). Cada advertencia primero hablaba de la fidelidad que Yahweh mostraba hacia Israel, y luego exhortaba a Israel a ser fiel a Yahweh. La segunda advertencia es más fuerte que la primera, y la tercera más fuerte aún.

2.1. La primera advertencia (23:3-8).

2.1.1. Josué recordó a Israel que Yahweh mostraba su fidelidad a Israel peleando por

él (23:3-5).

2.1.1.1. Yahweh había mostrado su fidelidad conquistando a los cananeos por Israel (23:3).

2.1.1.2. Yahweh continuaría mostrando su fidelidad expulsando a los cananeos

que quedaban en la tierra (23:4-5).

2.1.2. Josué exhortó a Israel a obedecer la ley de Moisés, especialmente evitando relaciones corruptoras con los cananeos (23:6-8). Al final de su vida transfirió a Israel lo que Yahweh le había mandado a él al inicio de la conquista (cp. v. 6 con 1:7). La obediencia a la ley había sido necesaria para la conquista, y sería necesaria para tomar posesión del resto de la tierra.

2.2. La segunda advertencia (23:9-13)

2.2.1. Josué recordó a Israel que Yahweh mostraba su fidelidad a Israel peleando por

él (23:9-10).

2.2.2. Josué exhortó a Israel a ser leal a Yahweh, evitando relaciones corruptoras con los cananeos (23:11-13).

2.2.2.1. En cuanto al significado de amar a Yahweh (23:11) en contexto de pacto,

véase la nota sobre 22:5.

2.2.2.2. En esta segunda advertencia Josué aclaró la consecuencia de entrar en relaciones corruptoras con los cananeos: esas mismas naciones causarían la destrucción de Israel (23:13; cp. Jue. 2:1-3).

2.3. La tercera advertencia (23:14-16)

2.3.1. Josué recordó a Israel que Yahweh había sido fiel para cumplir sus promesas a

ellos (23:14).

2.3.2. Josué advirtió a Israel que Yahweh los destruiría si le fueran infieles (23:15-16).

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B. El segundo discurso: en Siquem Josué dirigió a Israel en una renovación del pacto con Yahweh (24:1-28).

1. Josué convocó a Israel a Siquem (24:1). En ese mismo lugar Israel había celebrado otra

renovación del pacto a principios de la conquista (Jos. 8:30-35). En cuanto a la idoneidad de Siquem como sitio para semejante ceremonia, ver las notas sobre 8:30-35.

2. Josué dirigió a Israel en una renovación del pacto con Yahweh (24:2-27).

2.1. Identificó al soberano: Yahweh, quien había escogido a Israel para ser pueblo suyo (24:2a). Esta identificación corresponde al preámbulo en los pactos del antiguo oriente. Sin embargo, la sencillez de "Yahweh, Dios de Israel" se contrasta con la larga lista de títulos que los reyes soberanos usaban para identificarse fanfarronamente en sus pactos.

2.2. Yahweh hizo repaso de sus grandes obras realizadas a favor de Israel (24:2b-13).

Esta enumeración corresponde al prólogo histórico en los pactos del antiguo oriente. En este prólogo el rey soberano enumeraba todo lo que había hecho a favor del vasallo.

2.2.1. Había tomado a Abraham del otro lado del Río Eufrates y lo trajo por toda la

tierra que le iba a dar (24:2b-3a).

2.2.2. Había multiplicado la descendencia de Abraham (24:3b-4a).

2.2.3. Había sacado a Israel de Egipto (24:4b-6a).

2.2.4. Había salvado a Israel del ejército egipcio en el Mar Rojo (24:6b-7).

2.2.5. Había dado a Israel la tierra de los amorreos en Transjordania (24:8).

2.2.6. Había librado a Israel de la maldición de Balaam (24:9-10).

2.2.7. Había dado a Israel la tierra de Canaán por conquista (24:11-13).

2.3. Josué exigió a Israel lealtad completa hacia Yahweh (24:14). Esta parte de la ceremonia correspondía a las estipulaciones en los pactos del antiguo oriente, en las cuales el rey soberano especificaba cómo el vasallo debía mostrarle lealtad (ver también vss. 23, 25-26a).

2.4. Israel reafirmó su lealtad a Yahweh (24:15-24). En esta parte de la ceremonia Josué

retó a Israel cuatro veces y cuatro veces Israel aceptó el reto.

2.4.1. Primer reto de Josué. Él puso el ejemplo, reafirmando su lealtad a Yahweh (24:15). "Escogeos hoy a quién sirváis" no era una invitación a escoger entre Jehová y los dioses paganos, sino más bien una oración irónica. Josué declaraba que si los israelitas no estaban dispuestos a servir a Yahweh, era indiferente qué dioses servían, fueran los de Mesopotamia o los de Canaán.

2.4.2. Primera respuesta del pueblo: reafirmó su lealtad a Yahweh en base a sus

grandes obras a favor de ellos (24:16-18).

2.4.3. Segundo reto de Josué: advirtió a Israel de lo serio de su decisión (24:19-20).

2.4.4. Segunda respuesta del pueblo: de nuevo reafirmó su lealtad a Yahweh (24:21).

2.4.5. Tercer reto de Josué: que el pueblo fuera testigo contra sí mismo (24:22a).

2.4.6. Tercera respuesta del pueblo: aceptaron ser testigos contra sí mismos (24:22b). Los pactos del antiguo oriente convocaban a los dioses como testigos de lo acordado en el pacto. En este caso, los israelitas mismos hicieron las veces de los dioses, ya que no había dioses que convocar (cp. también vss. 26-27).

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2.4.7. Cuarto reto de Josué: ordenó a Israel erradicar su idolatría para ser leales a Yahweh (24:23).

2.4.8. Cuarta respuesta del pueblo: por tercer vez reafirmó su lealtad a Yahweh

(24:24).

2.5. Josué formalizó la reafirmación del pacto, escribiendo leyes en el libro de la ley de Dios (24:25-26a).

2.5.1. Estas leyes correspondían a las estipulaciones en los pactos del antiguo

cercano oriente (ver nota sobre v. 14).

2.5.2. ¿Estas leyes estarán entre las leyes del Pentateuco hoy? ¿Los profetas agregarían leyes a la Ley de Moisés para actualizarla?

2.6. Josué erigió una piedra como testigo del pacto (24:26b-27).

2.6.1. Se usó una piedra como testigo, porque duraría casi para siempre. En cuanto a

los testigos del pacto, véase la nota sobre el v. 22.

2.6.2. Josué levantó la piedra debajo de la encina en el patio del santuario de Yahweh (24:26b).

2.6.2.1. En lugar de "junto al santuario", tradúzcase "en el santuario" (cp. BJ, VP).

2.6.2.2. El santuario de Yahweh ha de ser el sitio donde Abraham levantó un altar a

Yahweh (Gn. 12:6-7).

2.6.2.3. La encina ha de ser la misma donde Abraham edificó su altar (cp. Gn. 12:6, donde se debe traducir "encina" en lugar de "valle", cp. BJ, VP, BDLA, RVA, RV95, NVI) y Jacob sepultó los ídolos de su familia (cp. Gn. 35:4).

3. Josué envió al pueblo a la tierra que había recibido en la conquista (24:28).

IV. Epílogo (24:29-33)

Josué, José y Eleazar fueron sepultados en la región montañosa de Efraín. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.