Indice

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Extremadamente laborioso

A punta de esfuerzo, sudor y lágrimas, creó el mundo en 6 días. Al séptimo descansó... al octavo también, al noveno igual, al décimo ¿por qué no?

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Mundo 8, nivel 4. No terminaba de aplastar al goomba número 10.361, y patear a la tortuga 9.453, cuando esa abominación con púas en su caparazón me tiraba bolas de fuego. Ya era como la décima vez que la tenía que mandar al carajo, así que fue bastante fácil. Recordaba que Megaman ya tiene algo así con Sigma: lo mata en cada historia. Bueh, éste soquete cayó a la lava, y yo “once again” me encontraría con la princesa, creyendo que todo nuestro mundo sería feliz nuevamente. Cuando la liberé, ella me agradeció por millonésima vez que la rescatara, pero ya casi con un tono de cotidianidad. De la nada, así como quien recibe una estrella de inmortalidad, pensé: “¿Cuántas veces he estado en esta misma situación?”

Again?

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Volvimos al Reino Hongo. Todavía no bajaba del carro, cuando la sensación de agobio se apoderó de mí. Era mi día 10.224 salvando princesas, reinos, gente que apenas conozco, matando plantas, comiendo hongos y flores, tomando estrellas y montando dinosaurios que comen de todo, literalmente. Estaba malditamente hastiado porque todo los finales eran como una elección presidencial: gente feliz, gritando, champaña, pero vuelta a lo mismo. Le comenté a la princesa que esto no podía continuar así, que debía tener guardias que le llegaran por encima de las rodillas ¡Soy un maldito fontanero, no un guardia real!

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Le pregunté si sabía lo que era usar trajes ridículos, cruzar continentes enteros para que un tonto champiñón te diga: “Buen trabajo, pero ella no está aquí. Está en el castillo que sigue” Sí, idiota, lo mismo me dijo tu clon del castillo anterior. Ella se molestó, pero no dijo nada al respecto, me dio una estrella y sólo me pidió que me fuera. Maraca.

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Con la frustración en su cara, el hidalgo caballero, habiendo intentado todo, no pudo salvar a Dulcinea de las garras de la energía eólica.

BatallaBatalla

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Diferencias

Los pasillos del reino estaban tensos. Él sabe que las cosas no son iguales, le echa en cara que ha envejecido. Ella se va.-¿Por qué se casó con una elfa, Mi Señor?

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La parte mas terrible

Saltó sobre sus pies sin poder dominarse ya. –Espere usted- gritó entonces Doña Magdalena; aún falta lo más terrible.-¿Qué cosa?- Dijo el hombre.-Aún les queda vodka berry, ron blanco y tequila-¡Diablos! ¿No lo puedo dejar para después?-Usté se comprometió a salvarlos por segunda vez.-Sí, sí, sí, tiene razón.El hombre se servía en cada vaso, el perdón para cada uno de sus acompañantes. Pensaba en ellos y sus familias, mientras miraba su mano a través del recipiente con el líquido.

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Terminó de tomar el último vaso. No quedaba casi nadie. Sus amigos, que volvían, vieron como se iba el brillo de sus ojos, mientras, poco a poco, las luces se apagaban. En honor a su sacrificio por salvarles, Pedro y Juan, lo tomaron por los hombros y comenzaron con lo que sería un vía crucis nocturno.-Esperen ustedes- gritó entonces Doña Magdalena; aún falta una parte incluso más terrible.-¿Qué cosa?- Preguntó Juan.-Pagar la cuenta, claro está-.

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Agónico sobre el piso del castillo, yacía aquel caballero. Las batallas, el cansancio y las heridas, en todas estas horas, no pasaron en vano. Dio su último suspiro. Lloré y maldije al mundo: ¡No había guardado la partida!

Muerte

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Intertexto y Empanadas es una recopilación de microcuentos y cuentos cortos que nos ofrece una pequeña gran idea sobre las nuevas tendencias en la literatura, en especial el área del cuento, en Chile. El intertexto cobra protagonismo en cada cuento, para dar vueltas, mutar, complementar, etc. cada pequeña historia.

Intertexto y empanadas