Interculturalismo y Globalización -...

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Interculturalismo y Globalización Informe Nacional de Desarrollo Humano 2004 La Bolivia posible

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Interculturalismoy Globalización

Informe Nacional de Desarrollo Humano 2004

La Bolivia posible

Programa De Las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUDCalle 14 esq. Sánchez Bustamante, Calacoto

Edif.. Metrobol, piso 5 – Telf. 2-2795544 (int. 528)Fax 2-2795820 – Correo electrónico: [email protected]

Página web: http://idh.pnud.boLa Paz, marzo de 2004

La responsabilidad de este Informe es de quienes participaron en su elaboración y no compromete necesariamente la línea de pensamientodel Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ni de las entidades que conforman el Comité Institucional.

Depósito legal:ISBN:

Edición: Rafael ArchondoDiseño y diagramación: Molina & Asociados

Diseño de la tapa: Herminio CorreaFotografías: Alejandro Azcuy

Impresión: Plural editoresImpreso en Bolivia

Agradecimientos

Soporte institucional

Deseamos expresar nuestro reconoci-miento al Presidente de la República, Car-los D. Mesa Gisbert, quién desde la Vice-presidencia, y, desde la jefatura del Estado,a partir de octubre de 2003, brindó todo elrespaldo institucional requerido para la pre-paración de este documento. Dentro de esereconocimiento debe incluirse a dos de susprincipales colaboradores, José Galindo yJorge Cortés, ministros de la Presidencia y deDesarrollo Sostenible, respectivamente.

De igual manera queremos expresarnuestra gratitud a la Agencia Sueca para elDesarrollo Internacional (ASDI) en la perso-na de su director y de su oficial de progra-mas, Torsten Wetterblad y Paulos Berglof,respectivamente, y al Viceministerio de In-versión Pública y Financiamiento Externo(VIPFE) en las personas de Javier Martínez yVíctor Hugo Vacarreza.

Equipo de consultores y colabora-dores

El PNUD y el equipo de Desarrollo Hu-mano agradecen particularmente la estrechacolaboración de Manuel Castells como ase-sor especial, quien brindó generosamente sutiempo para discutir este Informe en variasoportunidades.

Asimismo, el equipo agradece la parti-cipación y el asesoramiento de un grupo dedestacados expertos nacionales e internacio-nales: Fernando Mayorga, Gerardo Berthiny Gonzalo Gómez, quienes participaron enla investigación sobre temas específicos re-

lativos a educación, gobierno electrónico einfraestructura de comunicaciones respecti-vamente. Le damos las gracias a ManuelContreras por sus valiosos aportes en la dis-cusión del proyecto inicial y a Juan CarlosTedesco, Juan Enrique Vega, Carlos Vergaray Manuel Canales, los que también nos en-tregaron su invalorable aporte metodológicoe intelectual.

También agradecemos a Diego Achardy Luis Gonzáles, por su aporte en la cons-trucción de escenarios de coyuntura.

Lectores

Testimoniamos nuestro reconocimien-to al grupo de lectores que aportó con co-mentarios de gran utilidad a los diferentescapítulos del Informe. Estamos pensando enIzumi Ohno, Carlos Miranda, George GrayMolina, Isabella Prado, Christopher Pinc,Mónica Pelliza, Sonia Montaño y MarcAndré Franche.

Personas e instituciones

Fueron muchas las personas que colabo-raron en la investigación con información,apoyo y asesoramiento. Va nuestro agrade-cimiento al Instituto Nacional de Estadísti-cas (INE) y a su director ejecutivo José LuisCarvajal, a la Unidad de Análisis y PolíticasEconómicas y Sociales (UDAPE) en las perso-nas de su director ejecutivo, George GrayMolina, además de Wilson Jiménez y SergioCriales de la Dirección de Políticas Sociales,a “Apoyo – Bolivia” y su director Luis Ga-ray, al Centro de Estudios de la Realidad

Este Informe no hubiera sido posible sin la colaboración desinteresada de numerosaspersonas e instituciones. El Comité Institucional del IDH 2004 y el Programa de NacionesUnidas para el Desarrollo (PNUD) agradecen a todas ellas por su valioso trabajo, aportes ycomentarios. Aquí hacemos un recuento de ese respaldo.

Económica y Social (CERES) y su directoraRosario León, a Antropólogos del Sur Andi-no (ASUR) y a su directora Verónica Cerece-da, a María Eugenia Choque, José Luis Ba-llivián y Antonio Surubí Somani, por suvaliosa colaboración en el contacto y orga-nización de los grupos de discusión en Oru-ro, Potosí, Sucre, Lomerío y el Valle Alto deCochabamba, a Armelinda Zonta del “Ins-tituto para el Hombre, la Agricultura y laEcología Riberalta”, (IPHAE), a Paola BernalVargas, Alejandra Tejedor y Cleto Pérez porsu apoyo en la organización de grupos dediscusión con comunidades religiosas, aCarmelo Angulo, coordinador residente delSistema de Naciones Unidas y representan-te residente del PNUD en Argentina, a AnaMaría Ruiz, Natalia Gavazzo y ConsueloTapia por su decidida y generosa colabora-ción en la organización y logística de los gru-pos de discusión con inmigrantes bolivianosen Buenos Aires, y a Winston Moore por sucooperación en la convocatoria al grupo dediscusión con gerentes y directores de lasprincipales empresas transnacionales operan-do en Bolivia.

También agradecemos a Issette Choli-ma, Fabiana Navarro y Franz Bustillos quecolaboraron en el proceso de prueba pilotoy seguimiento al trabajo de campo de laEncuesta de Capacidades Informacionales(ECADI-03).

Estudios, artículos y reflexiones

Fueron de valiosa utilidad para el Infor-me los estudios de caso y los artículos pre-parados por destacados intelectuales, asícomo las fecundas discusiones sostenidas conellos en ocasión de dos conferencias interna-cionales organizadas en 2002 por el PNUD yel Equipo de Desarrollo Humano: “¿Es sos-tenible la Globalización en América Latina?:Debates con Manuel Castells” y “Revolucio-nes del Siglo XX. La Nación en la Globaliza-ción: Homenaje al Cincuenta Aniversario dela Revolución Nacional”. Agradecemos porese aporte a todos y cada uno de los partici-pantes.

Una mención especial merece José OrtizMercado, amigo del IDH, fallecido en enerode 2004, después de haberle entregado aBolivia décadas de servicio y dedicación in-telectual. Va para él un homenaje póstumo.

También agradecemos a la Agencia deCooperación del Japón, JICA, que propicióun encuentro con destacados profesionales

de ese país y nos permitió reflexionar con ellossobre la experiencia de desarrollo del sudes-te asiático y particularmente la de Malasia.

Gracias también a los directores, profe-sores y estudiantes más destacados de loscolegios de La Paz y El Alto que propiciaronun rico intercambio acerca de los nuevosdesafíos de Bolivia en la globalización y cu-yas reflexiones y preguntas fueron muy esti-mulantes.

Agradecemos también a los centenaresde jóvenes que llenaron el banco de datos in-corporado al juego informático del stand delPNUD en la VIII edición de la Feria Interna-cional del Libro en La Paz y que permitie-ron tener una aproximación a las propues-tas de los más jóvenes para el desarrollohumano y los objetivos de desarrollo delMilenio.

El PNUD

Agradecemos a Mark Malloch Brown,administrador del PNUD y a Elena Martínez,directora de la Oficina regional para Améri-ca Latina y el Caribe por su aporte a esteInforme y a los escenarios de coyuntura. AFreddy Justiniano, coordinador del Progra-ma regional para América Latina y el Cari-be, por su apoyo permanente al equipo dedesarrollo humano.

Nuestro agradecimiento es también parala Jefa de la Unidad de Informes Nacionalesde Desarrollo Humano (HDRO), Sara BurdSharp, a los representantes residentes, coor-dinadores regionales, equipos técnicos ypuntos focales de Desarrollo Humano deAmérica Latina y el Caribe que escucharonnuestras reflexiones y nos permitieron apren-der de sus experiencias en ocasión de la rea-lización del Taller sobre Desarrollo Huma-no llevado a cabo en Santa Cruz de la Sierraen julio de 2003.

Gracias a Alfredo Marty, representanteresidente adjunto en Bolivia, a Marisol San-jinés y Robert Brockmann del Centro deInformación de las Naciones Unidas (CINU)y a Patricia Vasquez por su apoyo y compro-miso con el Informe. Agradecemos tambiéna Rocío Chaín, Mónica Sarmiento, Chris-tian Jetté, Mónica Siles, Jesús Ortego, IsabelArauco, Gonzalo Calderón y Andrés Cariaga.

Un agradecimiento especial tambiénpara José Landívar y Viviane Vogels por suoportuno apoyo.

Expresamos nuestro reconocimiento atodo el personal del Programa de Naciones

Unidas para el Desarrollo (PNUD), a los ofi-ciales y asistentes de programas y al perso-nal de servicios generales por su apoyo yprofesionalismo.

Finalmente, ofrecemos un especial reco-nocimiento y gratitud para todas las perso-

nas que accedieron a responder a la encues-ta y a quienes ofrecieron su tiempo y su dis-posición para pensar y discutir con el equi-po del Informe de Desarrollo Humano lostemas cruciales de futuro en una coyunturade enorme tensión social y política.

Equipo encargado de la preparación del Informe Nacionalde Desarrollo Humano en Bolivia 2004

Fernando Calderón GutiérrezCoordinador

Manuel CastellsAsesor especial

Equipo de investigadores

Antonio Araníbar ArzeRafael ArchondoNatasha Loayza

Armando OrtuñoHugo José Suárez

Consultores y colaboradores principales

Gerardo BerthinGonzalo Gómez

Fernando MayorgaJuan Carlos TedescoJuan Enrique Vega

Carlos Vergara

Asistentes de investigación

Patricia CusicanquiSantiago DarocaCecilia Ledezma

Daniel MejíaMilenka Ocampo

Equipo de difusión y comunicación

Robert BrockmannJacques Duhaime

Comité institucional del Informe Nacional de Desarrollo Humano 2004

Carlos D. Mesa Gisbert Presidente de la República (a partir de octubre 2003),Vicepresidente Constitucional de la República (hasta octubre de 2003)

José Antonio Galindo Ministro de la Presidencia

Jorge Cortés Ministro de Desarrollo Sostenible (a partir de octubre de 2003), Secreta-rio de Desarrollo Institucional de la Vicepresidencia de la República (hastaoctubre de 2003)

Alfonso Ferrufino Ministro de Gobierno (a partir de octubre de 2003), Secretario de GestiónParlamentaria de la Vicepresidencia de la República (hasta octubre de 2003)

Diego Montenegro Ministro de Asuntos Campesinos y Agropecuarios (a partir de octubre de2003), Gerente General de la Asociación de Productores de Oleaginosas yTrigo ANAPO (hasta octubre de 2003)

Robert Brockmann Oficial Nacional de Informaciones del Centro de Información de Nacio-nes Unidas, CINU (a partir de septiembre 2003), representante de SoftDrink Company (hasta agosto de 2003)

José Luis Carvajal Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Estadística (INE)

María René Duchén Directora de prensa de la Red ATB

Elsa Guevara Diputada nacional

George Gray Molina Director de la Unidad de Análisis de Políticas Económicas y Sociales(UDAPE)

Mariel Paz Representante departamental del Defensor del Pueblo en Tarija

Andrés Torrez Maestrías para el Desarrollo - Universidad Católica Boliviana

Índice

Presentación 1

Introducción 3

Sinopsis 7

Capítulo 1 17

Globalización y Desarrollo Humano 17

La información, riqueza del nuevo tiempo 17

La globalización en los márgenes de la economía 20

Globalización y exclusión 21

Globalización y cultura 28

Globalización y política 33

Globalización con rostro humano 37

Capítulo 2 41

La Economía Posible 41

Introducción 41

Gestionar la inflexión 42

Buscando un camino propio 50

Países distintos, modalidades diversas de inserción 50

Los rasgos de nuestra “identidad económica” 57

La NPE: Globalización sin informacionalismo 64

Hacia una estrategia de desarrollo informacional 73

Cambiar el patrón de inserción externa 73

Informacionalismo y transformación productiva 81

El “gas informacional” como palanca para la competitividad 86

Conclusiones 97

Capítulo 3 99

La nación necesaria: En la ruta hacia el interculturalismo 99

Introducción 99

Desarrollo humano y democracia 99

Un Estado como espacio público 100

Desarrollo humano, identidad y sociedad de la información 102

Un multiculturalismo limitado 102

Los rasgos diversos de una sociedad en cambio 102

Sed de nación 103

Una sociedad multiétnica compleja 104

Ser indio o ser pobre 108

La tolerancia y el pluralismo democrático 110

Intolerancia política 114

Códigos de auto-comprensión de las identidades en Bolivia 116

La identidad como relación, no como sustancia 116

Las identidades en Bolivia 118

1. Código de oposición polarizada 118

2. Código defensivo múltiple 120

3. Código de adaptación flexible 122

4. Código misionero 124

5. Código de péndulos regionales 125

6. Código de cooperación asistencial 126

Las identidades y los medios de comunicación 126

Conclusiones 128

Capítulo 4 131

Condiciones subjetivas para el informacionalismo 131

Introducción 131

Algunas puntualizaciones metodológicas 133

Modernización y desconfianza: representaciones subjetivas de la globalización 133

La desconfianza 134

¿Cómo entender la desconfianza? 136

La Nación 137

Cambio, riesgo e innovación 138

Cambio y riesgo 140

Grupo de adaptación pragmática o instrumental 143

Grupo de inseguridad material básica 144

Grupo de “inseguridad simbólica” 145

Grupo de oposición y rechazo 145

Disposiciones subjetivas y economía 146

¿Cómo se explica este bloqueo? 148

Los confiados 153

Los desconfiados 153

Los desalentados o excluidos 153

Los pasivos-conservadores 154

Conclusiones 155

Capítulo 5 161

Campo informacional e Internet 161

Introducción 161

La infraestructura tecnológica 163

Infraestructura en uso 163

Red de telefonía fija 163

Red de telefonía móvil 164

Red de fibra óptica 165

Usos sociales del Internet: perfil del usuario 169

El mundo informacional 173

El mundo profesional: las tecnoélites versus los técnicos populares 175

Las tecnoélites 175

Los técnicos populares 178

El mundo de los estudiantes: universidades vs. institutos 180

Estudiantes universitarios 180

Estudiantes de institutos 182

El mundo de los ensambladores (hardware): Sopocachi versus Eloy Salmón 187

Conclusiones 188

Capítulo 6 191

Los maestros frente al cambio 191

Introducción 191

La Nación: unidad y disyunción 193

Instituciones y nación 195

Cambios en la educación 195

Incidencia de las nuevas tecnologías en la labor docente 197

Visión de futuro 199

Los maestros en la mirada de las autoridades 200

Hacia una escuela red 201

Capítulo 7 205

Estado, descentralización y gobierno electrónico 205

El Estado: de su descrédito a su rehabilitación 205

La importancia de la capacidad tecnológica 209

Gobernabilidad, tecnología y Desarrollo Humano 210

Hacia la transformación del Estado y la política 211

Gobierno-e como medio para la deliberación 211

La experiencia de Bolivia 215

Factores que condicionan el vínculo entre lo necesario con lo pendiente 216

Hacia una estrategia de Gobierno-e para apoyar la gobernabilidad 217

Nueva gobernabilidad para la era del desarrollo informacional necesario 218

Requisitos necesarios para una estrategia de gobierno-e 219

Estrategias de Gobierno-e 219

Riesgos y desafíos 220

Anexo 223

¿Qué es y/o no es gobierno-e? 223

¿Cuáles son las características principales del Gobierno-e? 223

Hacia el gobierno-e: enfoque 225

¿Por qué Gobierno-e? 226

Glosario 231

Bibliografía 237

Anexo metodológico 245

Visión general del Informe 245

El idh 2004: “Interculturalismo y Globalización: La Bolivia Posible” 246

Ficha técnica 1: Encuesta de Opinión Pública ecadi-03 248

Universo y ámbito de la investigación 248

Diseño de la muestra 248

Poblaciones seleccionadas 249

Segunda etapa de muestreo 249

Factores de ponderación 252

Diseño del cuestionario 254

Equipo de encuestadores 254

El trabajo de campo 255

Tasa de respuesta 255

Supervisión 255

Edición y codificación de los cuestionarios 256

Generación de la base de datos 256

Sistematización de los datos 256

Ficha técnica 2: Grupos de discusión 256

Comunitarismos de base social, religiosa y étnica 257

Protagonistas de las protestas de 12 y 13 de febrero 258

Composición de los grupos focales 258

Actores centrales de la educación 258

Campo informacional e Internet 259

Ficha técnica 3: Entrevistas en profundidad 261

Anexo estadístico 263

Parte A 263

Índices y estadísticas 263

Índice de progreso (avance) social 263

Índice de Desarrollo Humano Municipal 263

Clasificación de la estructura de las Exportaciones de Bolivia 265

Matriz de competitividad 265

Índice de tolerancia 265

Índice de confianza interpersonal 265

Índice de actitud de riesgo 266

Índice de Apertura al cambio 267

Índice de Disposición de Apertura de la economía al mercado externo 267

Índice de Apertura Tecnológica 268

Disposición de apertura de la economía al mercado externo 268

Referencias Estadísticas 269

Grupo de control para análisis de datos 270

Parte B: Indicadores de desarrollo humano 271

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Este Informe nace de una certera cons-tatación: un mayor desarrollo humano enBolivia y el logro de los Objetivos del Mile-nio, serán posibles en el mundo de hoy si losactores del desarrollo pueden armonizar unainterculturalidad ciudadana con una econo-mía tendencialmente tecno-informatizada.En otras palabras, los bolivianos y las boli-vianas serán protagonistas del mundo mo-derno cuando edifiquen una comunidadpolítica y cultural, que procese sus diferen-cias en democracia, y cuando su economíase constituya, a partir del conocimiento, enla mejor manera para que la sociedad se ar-ticule a la creación de riqueza sin exclusio-nes ni enclaves.

Como han puesto en evidencia diversasinvestigaciones, la sociedad boliviana aspiraa hacerse cargo de un cambio profundo enla ruta hacia el desarrollo humano. Sin em-bargo, ¿cómo construimos esta opción polí-tica en tiempos de crisis aguda de la econo-mía y la gestión estatal? La crisis desatada en2000 puede convertirse en una oportunidadpropicia para encontrar la salida y yo estoyconvencido de que Bolivia puede.

El objetivo general de los informes dedesarrollo humano en el país ha sido y siguesiendo contribuir al debate de las opcionesde desarrollo desde la perspectiva del fomen-to e incremento de las capacidades de laspersonas y de la misma sociedad. En esa lí-nea hemos promovido hasta ahora, desde elPrograma de las Naciones Unidas para elDesarrollo (PNUD), cuatro informes naciona-les de desarrollo humano, cinco de tipo re-gional, y uno desde la perspectiva de géne-ro. En el futuro inmediato esperamos poderrealizar además informes desde el plano co-munal o local.

El método para realizar nuestras inves-tigaciones ha sido fundamentalmente parti-cipativo y de consulta vivencial con cientosde personas. Este hecho es quizás más impor-

tante que el propio resultado de estos docu-mentos. Hemos oído la voz de la sociedad yla hemos querido atesorar como guía paranuestras reflexiones.

Ahora, al presentar el Informe Nacionalde Desarrollo Humano correspondiente a2004, deseo agradecer el valioso soporte ins-titucional que nos ha brindado la Vicepre-sidencia de la República a lo largo de las úl-timas tres gestiones gubernamentales. VíctorHugo Cárdenas, Jorge Quiroga y CarlosMesa han sido estupendos socios del PNUD

en esta labor de auscultar las aspiraciones yperspectivas del país. Al mismo tiempo, elInforme contó con el respaldo activo de uncomité institucional, creado para orientar suspasos y conformado por especialistas y repre-sentantes de la sociedad civil y del Estado.El Presidente Carlos Mesa ha estado com-prometido permanentemente como intelec-tual, como comunicador y como autoridaden esta empresa.

De igual manera, cabe mencionar espe-cialmente la cooperación generosa de Ma-nuel Castells, profesor de la UniversidadAbierta de Cataluña y de la Universidad delSur de California, quien ha sido un firmeimpulsor de este documento.

Junto a Castells, otro importante grupode colegas colaboró de manera especial conel IDH 2004. Se trata de los académicos bo-livianos Fernando Mayorga y Gerardo Ber-thin, y de los especialistas internacionalesJuan Enrique Vega, Carlos Vergara y JuanCarlos Tedesco. Va para ellos un cálido agra-decimiento.

Igual respaldo y horas extras nos ofreciótodo el personal del PNUD, especialmenteGonzalo Gómez, quien nos permitió cono-cer la infraestructura telecomunicacional delpaís. En la línea del respaldo institucional,el IDH 2004 contó con el soporte del Insti-tuto Nacional de Estadísticas (INE) y la Uni-dad de Análisis de Políticas Económicas

Presentación

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(UDAPE). A ambas les confiamos el acopio ymanejo de nuestros datos.

Por último, cómo no recordar que todosestos conocimientos fueron planificados yprocesados por el Equipo de DesarrolloHumano Aplicado (EDHA), grupo humanoplural e interdisciplinario bajo la excelentedirección de Fernando Calderón Gutiérrez.

En lo personal, la entrega del Informe deDesarrollo Humano Bolivia 2004 marca unhito en mi permanencia en este país. Desdeel año 2000 he vivido profundamente Boli-

Carlos Felipe MartínezCoordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidasen Bolivia y Representante Residente del PNUD en Bolivia

via y muchas de las cosas aprendidas, com-partidas y discutidas están escritas en estasmás de 300 páginas de reflexión. Soy unconvencido de que es a través del diálogo quese construye y que los cimientos más certe-ros del cambio son la solidaridad y la justi-cia. Es por ello que presento este Informecon la sincera esperanza de aportar a la dis-cusión de la Bolivia posible, por la cual tra-bajamos, y sobre todo por la Bolivia digna,solidaria y justa a la que todos aspiramos.

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El mundo transita hoy de un patrón dedesarrollo industrial, centrado en el trabajocomo fuerza primordial a uno signado porel conocimiento, en cuyo núcleo está la ca-pacidad para manejar, producir y difundirinformación a través de redes mundiales decomunicación. Esta transformación, que seda a escala global, fue impulsada, sobre todo,por los cambios ocurridos en la tecno-eco-nomía, en este sentido, la expansión de lascapacidades informacionales es clave en laconformación y el ritmo del desarrollo.

Varios estudios recientes vienen consta-tando que no existe una sola vía para promo-ver el desarrollo informacional. Así, los va-riados ejemplos de avance acelerado hantenido formas distintas de evolución. El su-deste asiático conjugó un Estado fuerte contransformaciones tecnológicas y equidadsocial, la vía californiana asoció transforma-ción tecnológica con individualismo y ex-pansión del mercado, mientras Finlandia,que hoy en día registra el mayor desarrolloinformacional del mundo, basó su experien-cia en el Estado de bienestar y una férreaunidad nacional. El informacionalismo y laglobalización se dan pues en realidades so-cio-económicas muy diversas y esencialmentemulticulturales. Así, el desarrollo informacionaldepende de los valores socioculturales quetengan los actores en cada país específico(Ohno 2003, Carnoy 2000, Held et al 1999,Castells y Himanen 2002).

Como la mayoría de las regiones delmundo, América Latina y Bolivia viven tam-bién esta transición. La pregunta es con quéherramientas cuentan a fin de jugar un rolactivo en ella. Por tanto, resulta fundamen-tal para cualquier sociedad caracterizar suspropios procesos de cambio. La globaliza-ción condiciona a todos a comprender susposibilidades concretas de inserción en ellay los rasgos de su dinamismo.

Una preocupación central de los infor-mes mundiales de Desarrollo Humano hagirado en torno a los efectos de la mundiali-zación de la economía sobre el desarrollohumano. Como se argumentó en el Informede 1999, si bien éstos tienden a profundizarla desigualdad y la pobreza, también puedenconvertirse en oportunidades para promoverel desarrollo humano. Esta es la perspectivadel presente Informe Nacional 2004, que re-cupera los avances de los anteriores y plan-tea una combinación fecunda entre cultura,economía, sociedad de la información y de-sarrollo humano.

Este informe parte del supuesto de que elaumento de las capacidades informacionalespermitirá que la gente decida el tipo de vidaque quiere vivir y de que la capacidad de losactores es básica en este camino. Así, se plan-tea que quienes tengan mayor capacidad parahacer pactos y transformarse en nuevas fuer-zas de la sociedad de la información, tendránun rol vital en la nueva perspectiva y que unaacción política que aproveche la oportunidadinformacional y tecnológica, depende de lacapacidad de adecuación de los actores alcontexto de hoy. Esto supone actores socia-les capaces de autodeterminarse y represen-tar sus intereses y demandas, basadas enorientaciones de desarrollo. Es decir, se re-quiere de actores con capacidad para movi-lizar las diversidades socioculturales en fun-ción del consenso.

El presente Informe se basa en una tri-ple constatación. En primer lugar que, comolo detecta el Informe de Desarrollo Huma-no (IDH) de 1998, es necesario conjugarcompetitividad auténtica, equidad activa einstitucionalidad eficaz y legítima, a partir deun salto educativo de la sociedad, en el quela formación de códigos de modernidadpudiese vincularse con procesos históricosparticulares. Para ello sería necesario un con-

Introducción

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

4

senso basado en compromisos nacionales einterculturales, que sean, a su vez, resultadode múltiples intercambios entre los actoresde desarrollo capaces de movilizar sus fuer-zas en función de metas específicas.

En segundo lugar, cabe recordar que elIDH 2000 planteó que los valores y las as-piraciones de unidad que los bolivianosmanifestaban como propios, pueden susten-tar un desarrollo surgido de compromisos yacuerdos que obren resultados. El informedetectó además que los bolivianos priorizanel logro de un desarrollo pendiente, lo queimplicaría plantear tres ideas principales:menos pobreza, más institucionalidad ymayor infraestructura en comunicaciones.

En tercer lugar, el IDH Bolivia 2002puso énfasis en las capacidades políticas dela sociedad boliviana como principal fuerzapara consolidar la democracia, a partir delincremento de la confianza y el logro decompromisos, resortes decisivos para el de-sarrollo. Las capacidades políticas democrá-ticas, especialmente las que construyenacuerdos, pueden promover una mejor socie-dad, favorable a una mayor cohesión sociala fin de disminuir la pobreza. Pero el Infor-me constata además que Bolivia vive unmomento de inflexión y cambio incierto.Inflexión en los contenidos del desarrollo yen los de la democracia. Cambio, porque loque se ha experimentado hasta aquí ya no sepuede mantener y porque no es posible pre-cisar ni la duración de la inflexión ni el des-tino de la misma.

Los escenarios futuros son ambiguos.Pueden oscilar entre la fragmentación y elconflicto, que anticipa salidas autoritarias, yel logro de reformas ampliadas en lo institucionaly en el patrón de desarrollo económico. Sibien las salidas están condicionadas por elcontexto internacional, dependen, en granmedida, de la capacidad de la sociedad y delos actores socio-políticos para llegar a acuer-dos, mantener y mejorar los logros alcanza-dos y asumir los nuevos desafíos que plan-tean la coyuntura y la globalización.

Como se podrá apreciar en el texto, lasreformas estructurales operadas en los últi-mos 20 años fueron la vía de inserción deBolivia en la globalización. Bolivia resaltacomo un país que si bien logró cierta estabi-lidad política y económica y posee uno de losíndices más altos en la aplicación de las re-formas estructurales en la región, su creci-miento económico y equidad social son alar-mantemente precarios. Nos parece entoncesque esta situación de inflexión hace cada vezmás difícil una continuidad sin cambio. Enrealidad, detrás de estos argumentos se plan-tea la tesis de la insostenibilidad de la glo-balización si, al mismo tiempo, no se desa-rrolla el informacionalismo y no se fortalecela capacidad de acción global de los mismosactores sociales y políticos.1 La pregunta escuál es el camino posible para este tipo desociedades.

A pesar de múltiples esfuerzos de su so-ciedad y sus gobernantes, tal insostenibilidadasume ahora en Bolivia los rasgos de unaprofunda crisis política. Una globalizacióncentrada en torno a las políticas económicasy al mercado no sólo generó diferenciacióny exclusión social, sino múltiples protestassociales regionales y étnico-culturales queterminaron cuestionando el ejercicio de lademocracia y las características de la globa-lización. En el centro de tales protestas ani-da una desconfianza generalizada de la socie-dad respecto a las instituciones, los líderes ylos partidos políticos.2 Actualmente, la pre-gunta es cómo estas protestas sociales pue-den transformarse en consensos democráti-cos, a través de los cuales se busquen nuevasformas de desarrollo y consecuentemente dere-inserción en la globalización.3

Se puede caracterizar la coyuntura actualcomo un tiempo de recuperación precaria dela paz y la estabilidad institucional en Boli-via. El actual gobierno se definió como de“transición histórica”, sin participación delos partidos políticos, con la misión de pre-servar la democracia y construir un puentehacia un nuevo escenario. La coyuntura ofrece

1 Los dos tomos del libro ¿Es sostenible la globalización en América Latina? plantean justamente la tesis deque una globalización sin informacionalismo es insostenible. En este trabajo colectivo se puede encontrartanto un análisis conceptual, temático como de casos sobre la tesis señalada. (Calderón, 2003).

2 Según datos del Latinobarómetro, la confianza en las instituciones democráticas en Bolivia es muy baja yviene decreciendo desde 1990. En escala del 1 al 7, la confianza en el gobierno era de 2.9 y en elparlamento de 2.5 en febrero de 2003, mientras que en los partidos políticos, según la medición registra-da en agosto de 2001, era de 2.7. Asimismo aumentó el porcentaje de la población que piensa que lospartidos políticos no son necesarios para la democracia en Bolivia, lo hizo del 27% en septiembre de1990 al 48% en febrero de 2003, dejando en evidencia la crisis del sistema político.

3 Acerca de la coyuntura política actual de Bolivia, ver Calderón-Gamarra, 2003.

Introducción

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oportunidades para una salida institucionaly opciones renovadoras de desarrollo frentea la crisis, pero también implica riesgos decaos y desestabilización debido a la precarie-dad de la situación política y económica delpaís. Justamente por esto las opciones quehoy está empezando a deliberar la sociedadboliviana son cruciales para redefinir lasposibilidades de Bolivia en la globalización.Nuestro Informe aspira a contribuir al debatedesde la perspectiva del desarrollo humano.

En este contexto, vale la pena hacerse lasiguiente pregunta: En una sociedad atrasa-da y pobre como la boliviana, ¿es posible undesarrollo informacional, que permita unainserción fecunda en la globalización y a lavez enfrente los temas no resueltos?

Aquí se plantea que la expansión de ca-pacidades informacionales pertinentes a lasposibilidades del país es fundamental en ladeterminación del ritmo del desarrollo hu-mano y un recurso primario para superar lapobreza y disminuir las desigualdades so-cioeconómicas. Se trata de una suerte dedesarrollo necesario, que el país tiene que asu-mir para re-dibujarse en el mundo, pero tam-bién de un camino que puede ayudar a re-solver las cuestiones pendientes que la mismasociedad boliviana ha definido: comunica-ción e infraestructura, institucionalidad ylucha contra la pobreza.

La sociedad boliviana cuenta con impor-tantes posibilidades económicas derivadas devariados recursos naturales, ha realizadonotables sacrificios y avances en distintosplanos del desarrollo y la democracia, asimis-mo tiene aspiraciones colectivas de vivir elcambio con mayor justicia, solidaridad yunidad. Tales valores reflejan un importan-te capital social y son un recurso fundamen-tal para el futuro.

Sin embargo, hoy se vive una crisis delciclo histórico marcado por las reformas es-tructurales y la denominada democracia pac-tada, que se expresa también en el planosocio-cultural como una crisis colectiva eindividual del nosotros.

Como se verá en el Informe, en el pla-no colectivo, el multiculturalismo, rasgobásico de toda sociedad, en Bolivia tiende adesagregarse en cada uno de sus múltiplescomponentes, que así se vuelven auto-refe-rentes, fenómeno en el que prima la descon-fianza en el relacionamiento con los otrosdiferentes a uno. Asimismo se debilita latolerancia social y política, sobre todo res-pecto de los grupos más vulnerables. El país

estaría viviendo una suerte de crisis del sen-tido colectivo. En el plano individual, existeun malestar generalizado, una fuerte descon-fianza hacia el otro y una suerte de bloqueoentre el deseo de cambio y la imposibilidadde asumir el riesgo que éste supone. En elcorazón de esta crisis del nosotros están arrai-gados importantes mecanismos de exclusiónsocioeconómica y desigualdad social y, endefinitiva, la carencia de opciones económi-cas que combinen cambio productivo coninclusión social.

También es posible reconocer potencia-lidades que se centran en la búsqueda deinformación, comunicación y participación,en función de resultados del llamado desa-rrollo pendiente: equidad, institucionalidade infraestructura y acceso a un desarrolloinformacional, percibido además como ne-cesario.

A nuestro juicio, las salidas a estas difi-cultades tienen que ver con una clásica tesissociológica, que sostiene que los actores so-ciales no están preconstituidos, sino que sehacen con otros en el diálogo y mutuo reco-nocimiento. Ello depende de la capacidad delos actores socioculturales y políticos paraque, en una dinámica de deliberación yacuerdos democráticos, aprovechen sus pro-pias capacidades políticas y potencialidadeseconómicas para lograr un desarrollo infor-macional socialmente incluyente, que hagasostenible al país en el largo plazo. En ellosabremos quiénes somos ante nosotros y enel mundo, cómo somos en relación con losotros y qué podemos dejar de ser como pro-ducto de esa relación.

La disposición a deliberar y produciracuerdos y resultados en función del biencomún es un referente fundamental parapromover acuerdos informacionales orienta-dos al desarrollo humano y a la disminuciónde la pobreza. El IDH Bolivia 2004 indagaqué políticas públicas asociadas con la tec-nología de la información serían posiblespara promover el desarrollo humano y dis-minuir la pobreza.

En resumidas cuentas este informe nosólo evalúa la situación del país frente a laglobalización, sino que también aspira a se-ñalar algunos elementos para una vía posi-ble y deseable de desarrollo. Se esboza una“vía” boliviana, si se quiere, que parta del re-conocimiento de los valores y aspiraciones delos propios bolivianos, que son unidad, equi-dad y respeto a las diferencias. Ello suponeuna interculturalidad asumida y valorada

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

6

que pueda expresarse institucionalmente. Setrata de una ruta que reconozca las potencia-lidades de la economía y los recursos naturales yque les agregue desarrollo informacional, loque, a su vez, permita promover un desarro-llo socialmente incluyente. Pero todo estoserá posible si específicamente se desarrollaademás un campo incluyente e integrado enel Internet, si se modifican los patrones desocialización y de funcionamiento educati-vo y si el Estado se renueva en función delbien común y el desarrollo humano. En elinforme argumentamos no sólo a favor de unnuevo Estado, una nueva interculturalidado un nuevo tipo de economía, sino sobretodo de una nueva comunidad nacional deciudadanos que le permita a Bolivia navegarpor los avatares de la globalización.

Este texto está organizado entonces entres bloques:- Una parte (capítulos 1 y 2) analiza las

opciones de la economía boliviana en loscontextos de la globalización y el infor-macionalismo.

- Un segundo bloque sociocultural (capí-tulos 3 y 4) aborda la crisis del nosotrosa nivel colectivo e individual y planteaalgunas pautas de salida.

- El tercero (capítulos 5, 6 y 7) trabaja trestemas estratégicos para el desarrollo ne-cesario y pendiente de Bolivia: el cam-po del Internet, los maestros y la escue-la, y el Estado y el gobierno electrónico.

Este trabajo ha implicado un complejoesfuerzo metodológico, que ha incluido,entre otras actividades, una encuesta nacio-nal, 45 grupos focales, múltiples entrevistasa profundidad, estudios de caso, diagnósti-cos de infraestructura informacional y aná-lisis de datos secundarios y bibliografía, locual es mostrado con detalle en el anexo deeste Informe.

Como siempre este documento es el re-sultado del trabajo colectivo e interdiscipli-nario del Equipo de Desarrollo HumanoAplicado (EDHA) del Programa de las Na-ciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) deBolivia.

Fernando Calderón GutiérrezCoordinador del Informe Nacional de Desarrollo Humano 2004

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Globalización y DesarrolloHumano

Capítulo 1

La información, riqueza del nuevo tiempo

En el mundo de hoy, la mayoría de los países transita de una sociedad indus-trial, que giraba en torno al trabajo como principal valor, hacia una del conoci-miento, en la que lo fundamental es la posesión de información y la capacidadpara manejarla, producirla y difundirla. A raíz de este cambio de centralidad, lasempresas transnacionales, el mercado, los científicos y los técnicos, vitales en esteproceso, han dado nacimiento a un nuevo patrón mundial de desarrollo. ¿En quéconsiste? y ¿por qué es tan importante?

Su principal característica es que la información, el nuevo “dinero” de laeconomía, circula hoy a escala planetaria, de manera simultánea, masiva y por lotanto, en tiempo real. Cada dato, con el que se activan la producción y el comer-cio, es convertido sin demora en señal de utilidad global gracias a las nuevas tec-nologías de la información y la comunicación. He ahí la gran transformación denuestros días, es decir, la conversión del mundo en una sola factoría, un solomercado y hasta una sola sensibilidad ciudadana. Es lo que conocemos ahora comoglobalización, el resultado más ostensible de la sociedad del conocimiento, queha hecho del planeta un complejo sistemático, unificado e interconectado.

Pero ¿qué es exactamente la globalización?, o, ¿en qué se diferencia ésta de lamera consolidación del mercado mundial o de la ya antigua interconexión eco-

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

nómica entre los cinco continentes? Comosabemos, el término “globalización” sueleasociarse tanto a la internacionalizacióncomo a la mundialización. Comencemosdistinguiendo estos tres conceptos.

Según Guy Rocher (2001), las nocionescitadas develan fenómenos distintos, conracionalidades y lógicas específicas relaciona-das a problemas sociales y humanos diversos.En este sentido, visto por etapas consecuti-vas:• Por internacionalización entendemos los

ya conocidos intercambios económicos,políticos y culturales entre las naciones.

• Por mundialización comprendemos “laextensión de estas relaciones e intercam-bios internacionales y transnacionalespor el mundo, como consecuencia de larapidez creciente del transporte y lascomunicaciones en la civilización con-temporánea”.

• Mientras la globalización es más ampliay supone el surgimiento de un “sistema-mundo” (Wallerstein, 1979) como he-cho social total, es decir, como un refe-rente en sí mismo, donde gracias a lasposibilidades de interconexión instantá-nea, las sociedades mundiales puedenfuncionar como un todo coordinado.

Queda claro entonces que la centralidadde la información, percibida ésta comoinsumo económico, ha derivado en un estre-chamiento cada vez más íntimo y denso en-tre la totalidad de los espacios productivos yde consumo del globo, con la consiguienteconformación de una economía central, queya no se detiene ante las fronteras naciona-les, las soberanías territoriales ni los actoreslocales. Es tiempo entonces de comporta-mientos globales, de articulaciones desdeño-sas de las distancias, de redes y construccio-nes de poder flexibles. Lo global es extendi-do, compuesto, poderoso y centralizador,pero también fraccionado, diverso, adapta-ble y volátil.

En consonancia con Rocher (2001),Manuel Castells (2003) reafirma que laglobalización no es sinónimo de simpleinternacionalización, pues no es sólo la

profundización de los intercambios por elmundo, sino el “proceso resultante de la ca-pacidad de ciertas actividades de funcionarcomo unidad en tiempo real a escala planetaria”.Y en ese sentido, la globalización es un fe-nómeno nuevo, sustentado por el hecho deque las tecnologías de información y comu-nicación han articulado el planeta en las úl-timas dos décadas en una “red de flujos enlos que confluyen las funciones y unidadesestratégicamente dominantes de todos losámbitos de la actividad humana”. Así, sobrela base de una revolución tecnológica que“no es la causa, pero sí el soporte indispen-sable”, se perfila una transformación histó-rica de carácter multidimensional.

Dicho de otra forma, la globalizaciónsurge desde la llamada tecno-economía1 eimplica una interconexión simultánea entrediferentes sectores considerados productiva-mente valiosos en distintos países y regiones.Esto fue posible, reiteramos, gracias a lasnuevas tecnologías de información, que per-miten concebir al espacio sin límites y altiempo como único para todos los habitan-tes del planeta. Como señala el Informe deDesarrollo Humano (IDH) Mundial 1999, enla globalización, el espacio se reduce, el tiem-po se hace más breve y las fronteras desapa-recen, vinculando la vida de la gente de for-ma más profunda, intensa e inmediata comonunca antes.

Desde el presente enfoque del desarro-llo humano, la globalización puede ser com-prendida entonces como la forma en la cuallos procesos descritos afectan a la vida con-creta de las personas y sus comunidades y,a su vez, son afectados por ella. Este desem-peño no es nuevo, aunque la era actual tie-ne rasgos que la distinguen, porque estáninvolucrados nuevos mercados de bienes yservicios integrados a escala mundial, nue-vas tecnologías de información y comunica-ción, nuevos actores transnacionales y reno-vadas normas multilaterales relacionadas conel comercio, los servicios y la propiedad in-telectual, que reducen el ámbito de influen-cia de la política nacional.

Como la mayoría de las regiones delmundo, América Latina y Bolivia viven tam-

1 Entre los análisis que se centran en la economía para explicar la globalización, destaca el de Wallerstein(1979), para quien la economía capitalista, necesariamente global, es el fundamento de estos procesos.Ella genera un nuevo “sistema-mundo” en el que existe una única división del trabajo a escala mundial; yaunque el sistema tiene contradicciones, los desequilibrios se vuelven funcionales. Una de las virtudes deeste análisis es que explica muy bien algunos rasgos estructurales de la globalización; sin embargo, sulógica es demasiado determinista al explicar este fenómeno sólo desde la economía y la institucionalizacióndel mercado, sin dar lugar a la intervención del poder político (para una crítica a este análisis, véaseBusino, 2001).

19

bién la misma transición. La pregunta es conqué bagaje cuentan para tener un rol activoen ella. A nuestro juicio, éste dependerá dela capacidad de la sociedad y del Estado deenfrentar los desafíos planteados. Y es que noexiste sociedad ni institución alguna que, as-pirando a tener presencia en el mundo mo-derno, no tome en cuenta los rasgos, los lí-mites y las oportunidades que ofrece esteproceso (PNUD, 2000). Por tanto, resulta fun-damental para toda sociedad caracterizar losprocesos de cambio y los posibles contornosde su inserción en el mundo para compren-der los riesgos de desestructuración y sus po-sibilidades de tener un rol pro-activo a par-tir de sus particularidades históricas.

En este capítulo se sostiene que la glo-balización, como nueva forma de poder enfunción del mercado, no ha aportado a undesarrollo humano integral. Por ello, no essostenible para el continente. En este docu-mento, además de evaluar este proceso, sepretenden dar algunas pistas sobre una otraforma de globalización incluyente en la cualse potencie a los actores sociales y se vaya enla ruta del desarrollo humano. A esto se hadenominado desarrollo humano informacio-nal (ver recuadro 1.1). Por ello, más allá delas diversas ideologías sobre la globaliza-ción, ésta responde sin duda a procesos es-tructurales de cambio y de poder en elmundo. La cuestión para Bolivia y Améri-

• Informacionalismo es productividad,competitividad, eficiencia, comuni-cación y poder a partir de la capaci-dad tecnológica de procesar informa-ción y generar conocimiento.

• La globalización es un fenómenonuevo. Sólo en las dos últimas déca-das del siglo XX se ha convertidoen un sistema tecnológico de sistemasde información, telecomunicacionesy transporte que ha articulado todoel planeta en una red de flujos en losque confluyen las funciones y unida-des estratégicamente dominantes detodos los ámbitos de la actividadhumana.

• Globalización no es sinónimo deinternacionalismo. Es el resultadode la capacidad para funcionar comounidad en tiempo real a escala pla-netaria.

• La economía global no es, en térmi-nos de empleo, sino una pequeñaparte de la economía mundial, peroes la parte decisiva.

• La globalización de la economía im-plica también el comercio internacio-nal como factor del crecimiento eco-nómico, el aumento considerable dela inversión extranjera directa, laglobalización de una parte esencialde la producción de bienes y servicios

en torno a empresas multinacionalesy a sus redes auxiliares, la interpene-tración internacional de mercados debienes y servicios, la formación deun mercado global de trabajadoresde alta calidad (desde los ingenierosde software hasta los futbolistas) yla importancia de las migracionesinternacionales de mano de obra des-plazada por las crisis económicashacia zonas con mayores oportuni-dades de empleo y progreso.

• Junto a la globalización económicaasistimos a la de la ciencia, la tecno-logía y la información; de la comu-nicación, tanto en los medios de co-municación masiva y multimediacomo en las nuevas formas a travésdel Internet; y en una dimensión mássiniestra: del crimen organizado quetiende a penetrar las instituciones degobierno en numerosos países, conefectos considerables sobre la sobe-ranía y la legitimidad política.

• Las fuentes de productividad y com-petitividad en la nueva economíaglobal dependen de la capacidad degeneración de conocimiento y pro-cesamiento eficaz de la información.Ésta depende, a su vez, de la capaci-dad cultural y tecnológica de laspersonas, empresas y territorios. En

la economía informacional, la edu-cación y la innovación son fuerzasproductivas directas, pero a pesar deser condiciones necesarias para elnuevo modelo de desarrollo, no sonsuficientes, porque, en la medida enque el excedente se transfiere al mer-cado financiero, el comportamientode este mercado, sometido a percep-ciones de psicología colectiva y aturbulencias informativas de todoorigen, influye decisivamente en eltamaño de la riqueza o pobreza delas naciones.

• En este nuevo modelo de desarrolloinformacional, la sociedad y las ins-tituciones juegan un papel decisivo. Ello es así, porque la productividad y competitividad dependen de lacalidad de los recursos humanos yde la capacidad estratégica de insti-tuciones y empresas para articulardichos recursos en torno a proyectosde inversión viables y sustentables. Por otro lado, porque la estabilidadsocial y política y el eficaz funciona-miento de las instituciones son fac-tores psicológicos esenciales paralos inversores globales, de cuyo com-portamiento depende por último elvalor de empresas y países en losmercados financieros.

Recuadro 1.1

Algunos conceptos básicos

Fuente: Castells, 1997 y 2003

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

ca Latina es saber si la globalización, de lacual ya somos parte subordinada e interde-pendiente, podrá estar acompañada tam-bién de un desarrollo informacional. Has-ta ahora, y pese a todos los esfuerzos, estono ha ocurrido, pues hubo más bien exclu-sión, diferenciación social y marginamien-to generalizado de una buena parte de lapoblación.

A continuación, se esbozarán las carac-terísticas centrales de la globalización en elámbito de la economía para luego abordarsus manifestaciones en la cultura o la políti-ca, y después plantear finalmente la idea deuna globalización con rostro humano.

La globalización en los márgenesde la economía

Cuando se habla de globalización tecno-económica se hace referencia a profundastransformaciones en la estructura de la pro-ducción, el comercio y el financiamientomundial, aceleradas por las innovacionestecnológicas de la información y comunica-ción, pero también por cambios normativosencaminados a promover la liberalización ydesregulación de los mercados nacionales.Estos cambios se hacen evidentes, por ejem-plo, en la transnacionalización del mercadode bienes y servicios, la mundialización fi-nanciera y una nueva división del trabajo.

Algunos datos nos permiten ilustrar estoscambios generados en las dos últimas déca-das. En primer lugar, la importancia del co-mercio mundial se hace patente en el prome-dio de siete billones de dólares anuales comovalor de las exportaciones mundiales en ladécada del 90, es decir, el 21% del ProductoInterno Bruto (PIB) planetario, en compara-ción con el 17% de un PIB mucho más redu-cido en los años 70 (PNUD, 1999:25). Vemosen ello que incluso los países más rezagadosestán profundamente integrados al comerciomundial, aunque su inserción refleje unatremenda vulnerabilidad ante las fluctuacio-nes de precios en los mercados de produc-tos primarios. Por ejemplo, las exportacio-nes de la depauperada África subsahariana enlos años 90, representaron algo menos queel 30% del PIB de la región.

En segundo lugar, a fin de ilustrar laemergencia de nuevos y poderosos mercadosfinancieros de alguna forma desvinculadosde la dinámica del sector real de la economía,algunos cálculos señalan que en 1998, elvalor de mercado de la capitalización del

total de productos financieros derivados eraequivalente a 12 veces el valor estimado delPIB total del planeta (Castells, 2003:20).Estos nuevos mercados financieros están in-terconectados a escala planetaria las 24 ho-ras del día, guiados por percepciones de lapsicología colectiva, sometidos a perturba-ciones noticiosas y con una influencia deci-siva sobre la pobreza y la prosperidad de lasnaciones. Alrededor de 1,5 billones de dó-lares (cuando dos décadas atrás, esta cifraapenas alcanzaba entre 10 mil y 20 mil mi-llones de dólares) se mueven diariamente enel mercado de divisas haciendo imposibleque cualquier gobierno del mundo defien-da su moneda frente a las turbulencias ma-sivas en estos mercados. Los capitales semueven instantánea e ilimitadamente por loque la volatilidad financiera es un nuevo datode la realidad económica. Este hecho limitala soberanía de los Estados y es capaz de ge-nerar crisis globales que repercuten en la se-guridad de los empleos y en los ingresos demillones de personas. Como señala el PNUD

(1999), los efectos humanos de estas crisisson severos y persisten incluso después de larecuperación económica.

Luego, a fin de ilustrar la compleja tra-ma del sistema de producción global, vemosque la inversión extranjera directa fue supe-rior a 400 mil millones de dólares en 1997(PNUD, 1999:25), con lo cual ha multiplica-do por siete su valor real con respecto a losaños 70. Por otra parte, estos flujos han ten-

Fuente: PNUD 2003.

Gráfico 1.1

Participación en la economía mundial,en porcentaje

Participaciónen la InversiónExtranjeraDirecta (IED)mundial (2001)

Participaciónen lasexportacionesmundiales(2000)

Participaciónen el PIBmundial (2001)

0

20

40

60

80

100

1

22

77

22

74

4

80

3

17

Países con ingresos bajosPaíses con ingresos altosPaíses con ingresos medios

21

Globalización yDesarrollo Humano

dido a centrarse en los años 90 en importan-tes operaciones de fusiones y adquisicionestransfronterizas principalmente en sectoresde servicios financieros y telecomunicacio-nes. Sólo en 1997, estas operaciones, quefueron 57, representaron en total casi el 60%de los flujos de inversión extranjera directaa nivel mundial por un valor superior a losmil millones de dólares cada una (PNUD,1999:26).

Pero más aún, estos movimientos deconcentración del capital hablan de la cons-trucción de verdaderos sistemas internacio-nales de producción integrada. Eso signifi-ca que funciones incorporadas antes dentrode una empresa, se separaron vertical y ho-rizontalmente para rearticularse a redesglobales que funcionan en distintas regiones

del planeta. Por ello, son cada vez más lasempresas multinacionales que predominanen los mercados mundiales. De acuerdo a losdatos, su participación en las exportacionesmundiales se incrementó de un cuarto a untercio en la primera mitad de los 90 y su valoragregado fue del 7% del PIB mundial en1997. Por lo mismo, hoy los países no sólocompiten entre sí, sino también con las em-presas transnacionales, cuyos beneficios yganancias superan en diversos casos el PIB demuchos países. Por ejemplo, las ventas tota-les de la General Motors en 1997 se elevarona más de 160 mil millones de dólares, esdecir, por encima incluso del PIB de paísescomo Tailandia y Noruega y casi 20 veces delde Bolivia (PNUD, 1999:32) (ver cuadro 1.1).

Como vemos, la globalización económica esasimétrica y ni siquiera realmente planetaria.Como señala Castells (1997:130): “Mientrassus efectos alcanzan a todo el planeta, suoperación y estructuras reales atañen sólo asegmentos de las estructuras económicas, lospaíses y las regiones, en proporciones que va-rían según la posición particular de un paíso región en la división internacional del tra-bajo”. Por lo mismo, como muestra el gráfi-co 1.1, los países de ingresos altos, que alber-gan al 15% de la población mundial, tieneninfluencia directa en alrededor del 77% delPIB, de las exportaciones y de las inversionesextranjeras directas a nivel mundial. Al con-trario, los países de ingresos bajos tienen unaposición marginal en este sistema global yparticipan con menos del 5% del PIB y de lasexportaciones mundiales a pesar de que agru-pan al 41% de los habitantes del planeta.

Globalización y exclusión

El nuevo sistema global es tan excluyen-te como incluyente. El que un país o sectorsocial quede al margen o sea incorporado enella depende de los códigos dominantes dela propia globalización (Castells, 2003:21).¿Cuáles son esos códigos? Según Castells(2003), dado que “la globalización se ha de-sarrollado esencialmente como instrumentode articulación de mercados capitalistas”, esla rentabilidad económica la que determinalos países, regiones o segmentos de poblaciónque tienen cabida y utilidad en las redes eco-nómicas globales. Por ello, para comprendermejor lo que ocurre, es necesario analizar elcambio operado en los sistemas de produc-ción. Y es que, como ya se dijo al principio,en la nueva economía global, la productivi-

Cuadro 1.1

País o empresas

Fuente: PNUD 1999.

Total PIB (1998)o ventas (1997)

Las empresas grandes tienen ventastotales superiores al PIB de muchos países(en miles de millones de dólares EEUU)

General Motors

Tailandia

Noruega

Ford Motor

Mitsui & Co.

Arabia Saudita

Mitsubishi

Polonia

Itochu

Sudáfrica

Royal Dutch/Shell Group

Marubeni

Grecia

Sumitomo

Exxon

Toyota Motor

Wal Mart Stores

Malasia

Israel

Colombia

Venezuela

Filipinas

164

154

153

147

145

140

140

136

136

129

128

124

123

119

117

109

105

98

98

96

87

82

22

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

dad y competitividad dependen de la “gene-ración de conocimiento y procesamientoeficaz de la información”.

En efecto, esta economía globalizadacompite hoy gracias a:• La concentración en la producción de

conocimientos.• La flexibilidad de los sistemas y la ges-

tión del trabajo.• La inversión en tecnología de la infor-

mación.• La conversión de las grandes empresas

centralizadas en redes empresariales des-centralizadas, cuyos nodos están com-puestos por diversas formas organizati-vas, que hoy también son flexibles segúnqué y cómo produzcan.

Estos cambios han devaluado al trabajoo a la mano de obra propiamente dicha,como factor productivo de antaño, por loque hoy ésta tiene menos poder para incidiren las negociaciones laborales. Y es que lasnuevas tecnologías han aumentado el poderdel capital con respecto al del trabajo, cam-biado en consecuencia las relaciones labora-les y la regulación de los mercados de traba-jo, donde ahora hay una intervención míni-ma, cuando no inexistente, de los Estados.La economía global es por lo tanto una detipo informacional en la cual la educación yla innovación se han transformado en “fuer-

zas productivas directas” (Castells, 2003:23).

De esta forma, si bien las nuevas tecno-logías están impulsando la globalización, porotra parte, han profundizado también labrecha entre ricos y pobres, mediante la crea-ción de un nuevo tipo de polarización: labrecha digital. Como señala el PNUD (1999),las nuevas tecnologías están dividiendo almundo entre los conectados y los aislados.En efecto, pese a su potencial de desarrolloy a las múltiples formas en que las nuevastecnologías pueden (y de hecho lo hacen)mejorar la calidad de vida de las personas(IDH Mundial 2001), el acceso desigual a lasnuevas tecnologías plantea hoy nuevas exclu-siones.

De modo que las personas con ingresos,educación y conexiones tienen hoy fácil ac-ceso a la información, mientras el resto em-pieza a engrosar las estadísticas de un nuevotipo de analfabetismo digital, que se super-pone y agrava el clásico analfabetismo fun-cional. De los casi 850 millones de analfa-betos que existen hoy en el mundo, siete decada diez habita en países de ingresos bajosy el resto en los de ingresos medios (gráfico1.2). Por lo mismo, la proporción de conec-tados a la red global de información es in-finitamente menor en los países pobres.Como lo demuestra el gráfico 1.3, la rique-za sirve para comprar el acceso al mundo

Hoy día, la exclusión social generadistintas unidades sociales separadas entresí, lo que limita la construcción de accio-nes colectivas. En realidad, se trata deuna masa de informales que cada vezparticipan menos de las decisiones econó-micas y políticas de un país y que noencuentran canales de expresión en elsistema de partidos. De esta manera, laexclusión social ya no es vista como lade un actor marginal que pelea por suinserción en el desarrollo, sino la de unamasa social considerada como prescindi-

dle para los objetivos del desarrollo y elpoder.

Dados los procesos de reestructuracióneconómica en curso, en América Latinay en Bolivia, los incluidos son unos pocosy ”los de afuera”, las inmensas mayoríasnacionales. La salida consistiría en polí-ticas de inclusión social que rompan conlas barreras impuestas por una lógica porla cual el poder define al conflicto por elriesgo de caer en la exclusión, lo quecondiciona el desarrollo de actores socialesdébiles o francamente antimodernos.

Recuadro 1.2

Exclusión social en la globalización

Fuente: Elaboración propia

23

Globalización yDesarrollo Humano

globalizado: la proporción de usuarios deInternet en los países de ingresos altos es 10y 60 veces mayor que en los países de ingre-sos medios y bajo, respectivamente. Estosdatos tienden a repetirse, aunque con menorintensidad, en lo referido a las líneas telefó-nicas móviles y fijas (para los datos de Boli-via, ver el capítulo 5 de este Informe).

Por otro lado, y de forma aún más im-pactante, la producción de conocimiento seconcentra casi exclusivamente en los paísesricos, a pesar del esfuerzo que realizan los

otros en materia de inversión en investiga-ción y desarrollo (I+D): si el 81% de los cien-tíficos e ingenieros en I+D se encuentra en lospaíses de ingresos altos, por lo mismo, a ellosles pertenece el 98% de los ingresos por ro-yalties2 (gráfico 1.4). Como señala Sutz(2003), respecto de las nuevas tecnologías,se “trata de una situación de simetría incon-gruente entre el sur y el norte. El primero las

2 Royalty es una regalía que cobran los Estados, en este caso, por la explotación de determinadas tecnolo-gías producidas y patentadas en sus territorios.

Fuente: PNUD 2003.Nota: No se cuenta con el dato para países deingresos altos.

Países coningresos bajos

Países coningresos medios

Gráfico 1.2

Analfabetismo en adultos (en millonesde habitantes mayores a 15 años)

0

200

400

600 587

263

Una de las formas de dependenciaentre países del “sur” y del “norte”, esdecir entre países desarrollados y subde-sarrollados, se encuentra en relación conel uso de las nuevas tecnologías y el co-nocimiento informacional de innovación.Los países subdesarrollados tienen tecno-logía, pero no la producen y han sufridoun des-aprendizaje en torno al conocimien-to informacional.

El problema tecnológico en AméricaLatina surge, en gran medida, debido alcamino que vivió la implantación tecno-

lógica, acompañado por transformacionessociales y económicas que no permitieronun aprovechamiento para la interaccióny aprehensión de la tecnología. El proble-ma del conocimiento y la innovación sedebe a la transformación técnico-productiva y a falta de políticas estatalesorientadas a la educación informacional.

Estos dos problemas hacen que Amé-rica Latina dependa de los países desarro-llados al carecer de una sociedad informa-lizada, que pueda competir satisfac-toriamente con ellos.

Recuadro 1.3

La asimetría incongruente: la falta de tecnologíay el des-aprendizaje de las sociedades latinoamericanas

Fuente: Sutz, 2003

Gráfico 1.3

Acceso a Información(por cada mil habitantes - 2001)

Uso deInternet

Líneastelefónicas

Abonadosa teléfonosmóviles

0

100

200

300

400

500

600

700

Fuente: PNUD 2003.

Países con ingresos altos

Países con ingresos bajosPaíses con ingresos medios

400

74030

150

590610

10

130

24

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tiene, pero no las produce, las usa, pero lassubutiliza, las incorpora, pero sin interactuarcon ellas” (Sutz, 2003:85) (ver recuadro 1.3).

Para Sutz (2003), la experiencia latinoa-mericana reciente, signada por las políticasde ajuste estructural como vía de insercióna la economía global, permitiría “caracteri-zar al proceso como crecientemente dual,donde las actividades de ingeniería y de I+D

se concentran en los países desarrollados,mientras la producción con baja participa-ción de actividades locales intensivas en co-nocimiento, caracteriza a los países subdesa-rrollados”. El gráfico 1.5 permite ilustrar laposición precaria de América Latina en ma-teria de ciencia y tecnología: el gasto percápita en I+D es diez veces inferior al prome-dio de los países desarrollados y tres vecesinferior al promedio mundial. Además elgasto en I+D, como porcentaje del PIB regio-nal, apenas alcanza a 0,5%, lo que indica queeste gasto es incluso menos prioritario en laregión que en el conjunto de los países en de-sarrollo (0,6%). De esta forma, a pesar deconcentrar el 9% de la población y del PIB

mundial, América Latina apenas concentrael 3% del gasto mundial en I+D y menos del7% de los investigadores mundiales.

En suma, la articulación de la econo-mía latinoamericana a la global está mar-cada por una asimetría tecnológica. De estaforma, luego de la crisis de la deuda, la par-ticipación de América Latina en el comerciomundial no sólo se ha reducido, sino queha profundizado su carácter de exportador

de recursos naturales. Entre 1985 y 2000,la cuota global de mercado de la región se re-dujo de 3,4% a 2,6% mientras que su expor-tación de recursos naturales se incrementó de6,8% a 8,5% y sus ventas de productos dealta tecnología se estancaron en torno al0,45%. Si bien es posible concebir un desa-rrollo tecnológico que se traduzca en aumen-to de exportaciones primarias, como de-muestran las experiencias chilena y brasile-ña, y lo sugiere y explora el capítulo 2 delpresente Informe, lo cierto es que la innova-ción en América Latina ha tendido a darseen “espacios escasamente estructurados”ypor lo tanto es débil y no actúa como “estí-mulo fuerte de desarrollo científico-técnico”(Sutz, 2003).

De esta forma, como subraya el PNUD

(1999), los adelantos tecnológicos ofrecenposibilidades para el adelanto humano, aun-que no bajo las orientaciones actuales, en lasque, guiadas por intereses comerciales, lasempresas definen los programas de investi-gación y controlan sus resultados con paten-tes y derechos de propiedad intelectual, quemarginan a los países pobres. Hoy, las me-jores tecnologías sirven a quienes puedenpagarlas, mientras los derechos de propiedadsuben el precio de la transferencia de cono-cimientos aplicados. En términos generales,el empuje de los intereses empresariales noconsidera las necesidades más urgentes de lagente.

Esta concentración de la producción deconocimiento en los países desarrolladosobliga a una inserción marginal a la econo-mía mundial de regiones más pobres, que

Gráfico 1.4

Tecnología, difusión y creación,participación en porcentaje

Fuente: PNUD 2003 y Banco Mundial.Nota: No se cuenta con el dato de científicos e ingenierosen i+d para países de ingresos bajos.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

Científicos e ingenierosen I+D 1996-2000

Ingresos porroyalties (2002)

Países de ingresos medios y bajosPaíses de ingresos altos

19

81

2

98

Gráfico 1.5

Gasto en Investigación y Desarrollo (I+D)

En % del PIBPer cápita (en U$ PPA)*

0

50

100

150

200

250

300

350

400

Paísesdesarro-llados

Mundo AméricaLatina

Países endesarrollo

U$

PPA

0

0.5

1

1.5

2

2.5

% P

IB

377

100

2034

1.6

2.2

0.50.6

Fuente: Sutz 2003*En dólares según la paridad del poder adquisitivo.

25

Globalización yDesarrollo Humano

A pesar de sus avances en materia de educación y salud, Bolivia aún mantienerezagos significativos si se la compara con otros países de América Latina. Además,la rigidez del crecimiento del PIB per cápita y su desigual distribución han generadoun patrón desequilibrado de desarrollo humano. Si bien con las reformas económicasde los últimos 15 años, se logró recobrar un crecimiento económico positivo, no seha conseguido disminuir los niveles de pobreza y desigualdad. El escaso dinamismoy la decreciente productividad de los sectores de la economía, donde se concentra lamayor parte del empleo, explican las grandes dificultades para generar un círculovirtuoso que alcance mayor crecimiento económico con una disminución significativade la pobreza.

Recuadro 1.4

Un patrón desequilibrado de desarrollo humano

Fuente: IDH Bolivia PNUD, 2002

concentran al 85% de la población mundial.En estos países, y particularmente en Amé-rica Latina, las acciones de los gobiernosnacionales para insertarse en la economíaglobal implicaron duros golpes para la segu-ridad social de la mayoría de la población,provocados por la privatización de empresasantes nacionales, la liberalización de merca-dos y la consecuente flexibilización laboral.3

El Estado perdió así perfil social y abando-nó su carácter intervensionista, junto a lasresponsabilidades vinculadas al desarrollosocio económico.

A pesar de las transformaciones moder-nizadoras producidas en América Latina enlas dos últimas décadas, la región no ha po-dido insertarse en la globalización informa-cional. Ello se debe “a la falta de flexibilidadorganizativa de las empresas y a la baja ca-pacidad tecnológica de la mayoría de sussectores de actividad” (Castells, 2003:27).Más aún, según Cimoli y Katz (2001), ha-brían sido los procesos de ajuste de la regiónlos que destruyeron capacidades tecnológi-cas acumuladas en periodos anteriores. Dela misma forma, para Moguillansky (2003),estos procesos “en lugar de fortalecer los cír-

culos virtuosos que alimentan la innovación,acumulación de capital y el crecimiento, loshan debilitado”.

Las reformas estructurales operadas losúltimos 20 años fueron la vía de inserciónde América Latina en la globalización. Todala región las ejecutó. En ello, Bolivia se des-taca como uno de los países más aplicadosen ese proceso.4 Es claro el contraste entreeste dato y los magros indicadores de cre-cimiento económico y la magnitud de la po-breza, que se incrementó levemente, al igualque la inequidad, que según el índice deGini, está por encima del promedio regio-nal. Estos resultados son alarmantementenegativos y, por ello, las reformas aplicadashan perdido credibilidad. En el plano polí-tico, esta paradoja se reproduce. MientrasBolivia vivió avances en lo institucional y,de acuerdo al índice de democracia electo-ral elaborado por el PNUD, ha mejorado eneste aspecto, la legitimidad de la democra-cia va en descenso.5

Pero, de todas formas, como sugierenCalderón y Castells (2003), América Latinaestá inserta en la economía global, aunquede forma desigual e insostenible, con “altos

3 Este proceso no se dio de igual manera en todos los países, aunque siguió más o menos esta norma en loslatinoamericanos. En el sudeste asiático la modernización y la inserción en la globalización, contraria-mente a lo dicho, estuvo liderado por Estados fuertes.

4 Bolivia fue uno de los países que más rápidamente aplicó las llamadas reformas estructurales. Mientrasentre 1995 y 1999 su índice en este sentido fue de 0.29 a 0.69, en la región el índice promedio fue de0.34 a 0.583. en este marco, Bolivia fue más rápido que Chile, país considerado como ejemplo enmateria de políticas económicas neoliberales.

5 El Índice de Régimen Democrático muestra que América Latina ha progresado notablemente en cuanto a laelección democrática de gobiernos, y otros indicadores de ciudadanía política, Bolivia figura por encimadel promedio de la región andina y de América Latina en general desde inicios de la década del 80 hastael año 2000. Sin embargo, según datos de la encuesta Latinobarómetro, el porcentaje de la poblaciónque prefiere la democracia a cualquier otra forma de gobierno bajó en el país de 64% en 1996 a 52% en2002, porcentaje por debajo del promedio latinoamericano en ese último año. Asimismo, la satisfaccióncon la democracia en el año 2002 alcanzaba sólo al 24% de la población boliviana, mientras que enAmérica Latina llegaba a 32%.

26

En noviembre de 2003, el Secreta-rio General de Naciones Unidas visitóBolivia en ocasión de la Cumbre Ibe-roamericana. Ante los presidentes de22 Estados dijo, entre otras cosas, losiguiente:

Ésta es la única región del mundoen desarrollo en que la democracia eshoy casi universal. Ese logro, que ins-pira al mundo, debe preservarse. Eléxito democrático de América Latinaes importante para el mundo entero.Por eso es muy preocupante que, segúnestudios recientes, esté flaqueando elapoyo a la democracia en la región. ¿Aqué se debe? Creo que todos lo sabe-mos. Los 20 años de esfuerzos poradaptar la economía de sus países alnuevo mercado mundial les han permi-tido combatir la inflación, aumentar ydiversificar las exportaciones y atraercantidades considerables de inversionesextranjeras directas. No obstante, ensu mayor parte, esos esfuerzos no hantraído aparejadas las mejoras en la vidade los pueblos que éstos esperaban.

En su conjunto, América Latinaprogresa, comparativamente, en susesfuerzos por alcanzar varios objetivosde desarrollo del Milenio, como lareducción de las tasas de mortalidadmaterno-infantil, el logro de un equili-brio entre los géneros en el sistemaescolar y la enseñanza primaria paratodos. En general, ustedes han aumen-tado el gasto social y lo han orientadomejor.

Ahora bien, los esfuerzos de lospaíses de América Latina por alcanzarel objetivo primordial y más importantedel Milenio, consistente en erradicarla pobreza extrema y el hambre, se hanvisto frustrados por toda la región porun círculo vicioso de decepcionantecrecimiento económico y persistentedesigualdad. Mientras el 10% de loshogares disfruta de alrededor del 50%de los ingresos nacionales, los pobreshan aumentado en cifras absolutas ycomo porcentaje de la población: el

año pasado llegaron al 43%. Tamañasdesigualdades ralentizan el crecimientoeconómico y privan a los pobres de laparte que les corresponde en el creci-miento, cuando lo hay.

En los dos últimos decenios lasoportunidades de empleo han sido li-mitadas, especialmente para los pobres,que ahora se concentran excesivamenteen un sector no regulado que es dema-siado extenso. Incluso durante el perío-do de crecimiento de 1990 a 1997, sietede cada diez nuevos puestos de trabajose crearon en el sector no regulado,donde los pequeños empresarios y losempleados reciben un apoyo escaso onulo por lo que respecta a capacitación,tecnología, crédito o protección de susderechos de propiedad. Las tierras si-guen concentradas en manos de unospocos, mientras que el resto de la po-blación rural subsiste a duras penas.Muchos han abandonado el campo parair a vivir a barrios superpoblados ofavelas donde los servicios públicosson mínimos.

Algunos grupos sufren en gradodesproporcionado. Se sigue marginan-do a las personas de ascendencia afri-cana, al igual que a los pueblos indíge-nas, ya se trate de mayorías o deminorías. La selva pluvial, que lospueblos indígenas han preservado du-rante muchos siglos como uno de lospulmones por los que respira el mundoentero, se sigue empequeñeciendo añotras año.

En casi todas las comunidades, seniega a las mujeres el pleno acceso almercado laboral y al proceso de adop-ción de decisiones, con lo que se niegaa la sociedad el pleno beneficio de sustalentos. Y cuanto más pobre es lagente, más padece la violencia y eldesorden generalizados y más explota-da y oprimida se siente por aquelloscuyo poder y riqueza no puede com-partir.

A pesar de los intensos esfuerzosque ustedes han desplegado para elimi-

nar el cultivo de drogas ilícitas, la in-dustria de las drogas sigue prosperandoen desafío del Estado de derecho me-diante redes paralelas que, en muchosEstados, controlan regiones y sectoreseconómicos enteros. La región andina,en particular, se ve profundamenteafectada.

Muy a menudo, al parecer, el pue-blo piensa que algunos de ustedes, losdirigentes que han elegido, son indife-rentes a su difícil situación. Eso esmalo de por sí, pero no necesito decirlesque también amenaza su estabilidad.En país tras país, y últimamente aquíen Bolivia, ustedes han visto que lastensiones sociales agudas dan lugar atrastornos políticos.

Es admirable que ustedes hayanafrontado estas crisis mediante proce-dimientos constitucionales, sin recurriral gobierno militar. Sus pueblos handemostrado una fe obstinada en la de-mocracia, por imperfecta que ésta sea.Ahora bien, ¿pueden ustedes dar porsentada esa actitud indefinidamente sino logran resolver los graves problemassociales que causan tanto descontento?

En vista de los pocos resultadosobtenidos hasta la fecha, tal vez algunoscaigan en la tentación de dar la espaldaal mercado mundial, o incluso a lademocracia pluralista. No obstante,hay pocos indicios en la historia recien-te de que un país pueda obtener mejoresresultados aislándose de la economíamundial o negando a su pueblo la li-bertad de elección en el ámbito político.De hecho, hay muchos indicios de locontrario.

Entonces, ¿qué más pueden hacerustedes? Carlos Fuentes escribió hacemás de diez años, que “los Estadosdemocráticos en la América Latinaestán desafiados a hacer algo que hastaahora sólo se esperaba de las revolu-ciones: alcanzar el desarrollo económi-co junto con la democracia y la justiciasocial”. Esto sigue siendo cierto hoy.

Recuadro 1.5

Kofi Annan le habla a Iberoamérica

Fuente: Annan, 2003

27

Globalización yDesarrollo Humano

costos sociales, políticos y económicos y conamplios sectores sociales y territorios exclui-dos estructuralmente de la modernización”.Además, la depauperación de estos sectoresha creado un clima favorable para las redesglobales de la mafia o la reconexión de sec-tores excluidos de la economía global me-diante actividades delictivas que encuentranmercados rentables y dinámicos en las socie-dades más ricas.

En definitiva, la globalización, que sóloincluye a los sectores que considera valiosos

económicamente, ha producido una grandesigualdad, consistente en que en un mis-mo país, convivan zonas incorporadas a ellay otras excluidas y sumidas en la miseria. Deesta forma, si las redes globales de creaciónde valor tienden a concentrarse en los paísesricos, las deficiencias en educación o saludse concentran en los países de ingresos me-dios y bajos. Como se observa en el gráfico1.6, mientras la tasa de mortalidad infantiles 16 veces superior en las zonas de ingresosbajos en relación a las más prósperas, la tu-berculosis es 20 veces más frecuente y ladesnutrición se restringe a países de ingresosmedios y bajos. La brecha de esperanza devida es de casi 20 años entre las naciones deingresos altos (78 años) y bajos (59 años) yla tasa bruta de matriculación primaria, se-cundaria y terciaria alcanza apenas a la mi-tad de la población de los países de ingresosbajos y a casi la totalidad de los habitantesde los países ricos (gráfico 1.7).

Y es que los mercados globalizados pue-den ser eficientes, pero también inequitati-vos. Como señalan Ortuño y Pinc (2003),si bien la desigualdad al interior de los paí-ses aumentó, en muchos de ellos, sobre todoen la década de los 90, su incremento mun-dial parece estar impulsado por la ampliaciónde las brechas entre países. Por ejemplo, se-gún datos recopilados en PNUD (1999), larelación de ingreso entre el quinto de la po-blación mundial que vive en los países másricos y el quinto que vive en los más pobres,ascendió sostenidamente de 30 a 1 en 1960a 60 a 1 en 1990 y finalmente a 74 a 1 en1997 (PNUD, 1999). Según un estudio de

A final del año 2003 se presentó ellibro “¿Es sostenible la globalización enAmérica Latina?”. Este proyecto intelec-tual buscó el diálogo de las principalestesis de Castells, particularmente aquellasde la obra “La Era de la Información”, ymás de 20 intelectuales latinoamericanos.El debate giró alrededor de temas comola transformación económica, la tecnologíay la globalización; la desigualdad, pobrezay exclusión social; el desarrollo sostenible,la identidad y religión; el Estado y la

política; la transformación cultural y elInternet.

El texto analiza las distintas caras dela globalización en sus oportunidades ysus riesgos. Se contrasta modernización,transformación productiva e innovacióntecnológica, con equidad, pobreza y ex-clusión. En cuanto al problema culturalse pretende analizar las tensiones entreidentidad y globalización. Este libro esuno de los antecedentes claves para laelaboración del presente Informe.

Recuadro 1.6

Diálogo sobre la sociedad de la informacióny América Latina

Fuente: Calderón, 2003

0

500

1000

1500

2000

2500

Países coningresosbajos

Países coningresosmedios

Países coningresosaltos

Casos de tuberculosis(por diez mil habitantes)

Tasa de mortalidad infantil(por diez mil nacidos vivos)

Personas desnutridas(por diez mil habitantes)

Fuente: PNUD 2003.

Gráfico 1.6

Indicadores seleccionados de salud

90 50

850

310268

800

1970

599

28

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Milanovic (1999),6 la desigualdad en elmundo tiende a profundizarse. A principiosde los 90, el índice Gini mundial, encarga-do de medir esto, habría pasado de 0,62 a0,66, lo cual pone en claro que en el mundohay una desigualdad incluso superior a la deBrasil, país conocido como el que peor dis-tribuye su riqueza en el continente. Segúneste mismo estudio, el 25% de la poblaciónmás rica concentraría el 75% de los ingresosmundiales y, más aún, el 1% más rico reci-biría el equivalente al ingreso combinado del57% más pobre. Además, un norteamerica-no pobre es más rico que cada miembro indi-vidual de dos tercios de la población mundial.

De esta forma, aunque la globalizaciónabre nuevas oportunidades a países y regio-nes, también trae más desigualdad, porquela apertura de mercados depende de las ca-pacidades y el capital humano de los paísesy las empresas. Además, si bien, desde unaóptica conservadora, el acceso a los merca-dos debe ser libre y las normas que rigen lacompetencia tendrían que ser muy laxas, dehecho, los países desarrollados limitan la en-trada de bienes y servicios a sus mercados,según su conveniencia. Esto muestra que lasreglas no son iguales para todos.

Por otra parte, la globalización en laeconomía no ha generado más empleo niexpandido el número de puestos más califi-cados; al contrario, ha intensificado una fle-xibilización de los mercados laborales con

efectos negativos para los trabajadores en suestabilidad y seguridad laboral. Esto aumen-tó la inequidad. Además, la velocidad de losavances tecnológicos es mayor que la de lacapacitación de la fuerza laboral, con lo cuallos asalariados se van descalificando de ma-nera inversamente proporcional al aumentode la tecnología.

Estos aspectos inequitativos de la globa-lización producen exclusión social y econó-mica, es decir, más pobreza y menos partici-pación social y política, y por tanto un de-bilitamiento de la ciudadanía y del mismorégimen democrático, que pierde legitimi-dad, porque es incapaz de dar respuestas efi-caces a las demandas de la gente. Más aún,desde posiciones críticas se sostiene que lasinequidades son parte de lo que sería “laconquista final del capital del resto del mun-do”, lo que implica dominación política yexplotación económica (Tandon, 1997:389,traducción propia).

Globalización y cultura

Como se ha analizado en el IDH 2000 enBolivia, la globalización no evoca sólo aspec-tos económicos y tecnológicos, sino que estambién un fenómeno cultural. Transformay afecta pues las subjetividades, los sistemasde sentido y los mundos de vida.

Para hilar fino en este proceso, hay quereferirse al menos a lo que fueron los distin-tos momentos de relación entre modernidad,modernización y cultura en América Latina,los que nunca dejaron de contener tensionesen su seno. Para ello, es sugerente la reflexiónde Brunner (1988) cuando propone que hayque subrayar la relación entre cultura y mo-dernidad en la historia, y ver en ella las rela-ciones entre liberalismo, racionalismo, de-mocracia y la matriz católica, que siemprejugó un rol fundamental (ver recuadro 1.7).Es a partir de esos intercambios fundamenta-les de matrices culturales que se reconfiguraahora la experiencia en el continente.

La relación entre la industria cultural,masiva e internacional y la producción cul-tural local tiene varios vaivenes. No se tratade un desarrollo lineal ni de influencias au-tomáticas, sino de intercambios complejosentre fuerzas culturales propias y ajenas quevan reconfigurando constantemente nuestraforma de ser. De hecho, la historia latinoa-

6 Milanovic (1996) utiliza encuestas de hogares de 1988 y 1993 para construir un Gini mundial queabarca al 90% de la población del planeta

Gráfico 1.7

Tasa bruta combinada de matriculaciónprimaria, secundaria y terciaria, 2000-2001 (en porcentajes)

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

Fuente: PNUD 2003.

Países coningresosbajos

Países coningresosmedios

Países coningresosaltos

70

51

92

29

Globalización yDesarrollo Humano

mericana, como las demás, es un constanteencuentro, conflicto, tensión y síntesis dedistintas matrices culturales que, en este te-rritorio, se enfrentaron para engendrarse yrecrear nuevas formas. En todo caso, quedaclaro que nuestra especificidad cultural ra-dica precisamente en esto: “Habernos hechoen conflicto e integración con otros, pero ala vez ser distintos, además de desear cons-tantemente esa distinción” (Calderón y DosSantos, 1995:205).

La globalización reconfigura el signifi-cado mismo de las subjetividades (Barbero1999, Castells 1997) particularmente en tresórdenes: los saberes, los territorios y los re-latos. En el primer aspecto, la globalizaciónes una nueva manera de repensar el espacioy el mundo y de situarse en él: vivimos lareconfiguración de lo real, los modos depercibir y sentir ya no son los mismos, hadejado de existir la noción del “centro”, ésteahora está en cualquier parte, y se modificanlas dinámicas nacionales y locales, y, por tan-to, territoriales. Las coordenadas de la expe-

riencia ya no son las mismas. Un segundoelemento es la transformación de los referen-tes espacio – temporales o los territorios. Silos espacios, las distancias, las representacio-nes territoriales ya no son iguales, el sentidodel tiempo tampoco lo es. El pasado y el fu-turo se convierten en referentes poco claros,y predomina cierta intensificación del pre-sente, que, además, es uno territorialmentemundial, por tanto amplificado a cada unode los rincones del planeta. Finalmente, los“relatos” del desencanto serían el agotamiento dela racionalización que, en la globalizaciónhabría llegado a su límite. El desencanto, conlas ausencias de sentido y la racionalidad encrisis, darían lugar a nuevos movimientos,religiosos o fundamentalistas, que intenta-rían dar nuevas respuestas a los dilemas delpresente (Barbero 1999). Como se verá enel capítulo 4 de este Informe, esto ha afecta-do de manera muy particular la subjetividadde los bolivianos.

En el ámbito cultural, la globalizaciónabarca tanto los sistemas de conocimiento,

Cuadro 1.2

País

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de UNDP 1993a (p. 188-189), 1993b y 2001 (p. 186-189 y 282-283) y BancoMundial 1997 (p. 222-223).7

ClasificaciónIDH 2003

Año de laencuesta

Porcentaje de ingreso o consumo del… Coeficiente de Gini

Porcentaje de ingreso o consumo del 10 y 20% más rico y del 10 y 20% más pobre

Holanda

Estados Unidos

Japón

Corea

Eslovaquia

Chile

Bielorusia

México

Colombia

Brasil

Bolivia

Honduras

Pakistán

Guinea-Bissau

5

7

9

30

39

43

53

55

64

65

114

115

144

166

1994

1997

1993

1998

1996

1998

2000

1998

1996

1998

1999

1998

1998-99

1993

2.8

1.8

4.8

2.9

3.1

1.1

3.5

1.2

1.1

0.7

1.3

0.5

3.7

2.1

7.3

5.2

10.6

7.9

8.8

3.2

8.4

3.4

3.0

2.2

4.0

2.0

8.8

5.2

40.1

46.4

35.7

37.5

34.8

61.3

39.1

57.6

60.9

64.1

49.1

61.0

42.3

53.4

25.1

30.5

21.7

22.5

20.9

45.4

24.1

41.6

46.1

48.0

32.0

44.4

28.3

39.3

10% máspobre

20% máspobre

20% másrico

10% másrico Gini/Año Gini/Año

36.0 (1985)

46.0 (1988)

21.6 (1993)

50.3 (1992)

51.3 (1991)

63.4 (1989)

42.0 (1990)

52.7 (1992)

31.2 (1991)

32.6 (1994)

40.8 (1997)

24.9 (1993)

31.6 (1998)

25.8 (1996)

57.5 (1998)

30.4 (2000)

51.9 (1998)

57.1 (1996)

60.7 (1998)

44.7 (1999)

59.0 (1998)

33.0 (1998-99)

47.0 (1993)

7 Entre los países con desarrollo humano alto, Eslovaquia tiene la distribución más equitativa del ingreso yChile la menos equitativa; entre los países con desarrollo humano medio, Bielorrusia tiene la distribuciónmás justa y Honduras la más injusta; entre los países con desarrollo humano bajo, Pakistán tiene ladistribución más equitativa y Guinea Bissau la menos equitativa.

30

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

sobre todo tecnológicos, que permiten laprofundización de esta interconexión simul-tánea, como la expansión de una cultura delconsumo. La globalización cultural tambiénha dado cabida a la manifestación de las di-ferencias, aunque, sobre todo desde los me-dios masivos de comunicación de propiedadde empresas transnacionales. Las posibilida-

des para manifestar las diferencias dependenhoy de la ideología, generalmente consumis-ta, de esos medios.8 La convivencia y toleran-cia de las distintas culturas es uno de losdesafíos que plantea la globalización en esteámbito.

La expansión de la industria culturalinternacionalizada ha tenido como “rasgofundamental la diferenciación y segmenta-ción de mercados culturales para grupos dealtos ingresos, y a la vez, la generalización deun consumo cultural homogeneizante parael resto de la población”. En contrapartida,el fomento estatal a la industria cultural hasido débil y, a pesar de sus logros, insuficientepara promover el pluralismo y la creatividadculturales, además de fortalecer la culturanacional (Calderón y Dos Santos, 1995:39).

La industria cultural tiene efectos ho-mogeneizadores en un público amplio dadoque fomenta los mismos gustos musicales,cinematográficos, televisivos o gastronómi-cos y no da demasiado espacio a opcionesalternativas. Sin embargo, esta idea de lahomogenización cultural debe ser matizada.Conviene además entender estos procesos enmedio de una tensión entre dicha tendenciay la reafirmación de identidades locales consus propios gustos, aspiraciones, imágenes desí y construcciones culturales. Además, la

El gran desafío para la investigaciónsocial y cultural de estos años podría serun retorno a los temas de la modernizacióny la modernidad de los años 50, pero ahoradesde un ángulo distinto y luego de haberpecado y perdido la inocencia.

Ahora se trataría de saber cómo haentrado la modernidad en nuestra culturay cómo ha cambiado su propia moderni-dad en contacto con ella, con su sustratopopular, su componente católico, sus ele-mentos liberales o marxistas.

Se trataría de indagar en los diseñosde los actores, principalmente la empresacultural operando en el mercado, el Estado,

la Iglesia, los grupos de educación popular,los espacios posibles para unas políticas(culturales) que todavía estamos muy lejosde comprender, ni siquiera en cuanto asus límites y a los mecanismos de suoperación.

Sobre todo, se necesitaría estudiar losinnumerables y complejos circuitos delfolklore y las maneras de aparecer de laconciencia folklórica, sabiendo que esoscircuitos son probablemente los mismosque constituyen la trama total de la pro-ducción, reproducción y transmisión denuestras culturas.

Recuadro 1.7

Modernidad, modernización y cultura

Fuente: Brunner, 1988:83-184

Cuadro 1.3

País

Fuente: Elaboración propia en base a datos obtenidos de PNUD 2000, p. 198-201.(*) Nota. El dato corresponde al año 2001. Fuente INE.

Televisores por cada 1.000 habitantes

Número de televisores por cada mil habitantes

Bolivia*

Brasil

Chile

Colombia

Estados Unidos

Honduras

Japón

México

Pakistán

Corea

n.d

213

206

118

772

72

611

150

26

210

130

316

232

217

847

90

707

261

88

346

n.d.

48.4

12.6

83.9

9.7

25.0

15.7

74.0

238.5

64.8

1990 1996-1998 Aumento en %

8 El alcance de estos medios también se ha globalizado, sobre todo a través de la televisión: entre 1980 y1995 el número de televisores por cada 1.000 habitantes en todo el mundo aumentó de 121 a 235.(UNDP, 1999:33.).

31

Globalización yDesarrollo Humano

Miles de migrantes bolivianos vivenhoy en la Argentina. En su libro:“Relatos de la Diferencia y laIgualdad”, Alejandro Grimson analizalas formas en que ellos construyen susidentidades y se relacionan con la so-ciedad argentina. Con base en un aná-lisis de los relatos y los rituales festivosde los bolivianos en Argentina, el autordesarrolla los rasgos de la identidadconstruida por ellos en tierras ajenas.

Al observar escenas de comunica-ción interpersonal entre migrantes yargentinos, Grimson afirma que existeuna estrategia identitaria en los bolivia-nos para construir las relaciones nodesde la desigualdad, sino buscandosimetrías. Estas estrategias se enfrentana discursos convencionales que imagi-nan su identidad en tanto disparidadbiológico/social. Es decir, se insiste enver a los bolivianos en base a una iden-tidad inferior basada en lo físico, lo

económico y lo social. Ante esta estig-matización de la sociedad que los reci-be, los bolivianos elaboran estrategiasde contra-estigmatización (el silencio,la negación o la adscripción de la boli-vianidad).

A través de las fiestas patronalesrecreadas en Buenos Aires, al estilodel carnaval de Oruro o la fiesta de laVirgen de Copacabana, los migrantesreconstruyen su nacionalismo en otrostérminos, dotándolo de un sentido po-pular y construyen ligazones comuni-cacionales y comunales a través de loscuales construyen una ”bolivianidad”imaginada que les permite moversecon fuerza en la sociedad argentina.En estas fiestas, el significado de “loboliviano” deja de ser razón de ver-güenza o estigma y es reafirmado or-gullosamente.

Estas identificaciones, surgidastambién de los medios masivos de co-municación como la radio, construyen

una bolivianidad más allá de distincio-nes regionales o étnicas. Así, el hechode estar lejos del país hace que se pongaen pie una identidad más amplia queno contempla las distinciones de laidentidad convencional boliviana, sig-nada por la heterogeneidad y la frag-mentación.

En suma, al insertarse en una socie-dad productora de exclusión social ycultural, los migrantes bolivianos de-sarrollan una identidad de diálogo yresistencia en el marco de relatos quese enfrentan al discurso hegemónico.Estos relatos de la diferencia y la igual-dad les permiten construir sus propiasformas de inserción a la sociedad, queabren la posibilidad de crear similitudesy diálogos con la “sociedad receptora”y, en tanto, edificar una comunidad debolivianos alejados de la patria que vamás allá de las diferencias étnicas oregionales.

Recuadro 1.8

Los migrantes bolivianos en la Argentina

Fuente: Grimson, 1999

globalización requiere de la localización,pues aunque la producción sea global o des-localizada, el consumo es local, así, por ejem-plo, las empresas multinacionales deben to-mar en cuenta los rasgos culturales y terri-toriales específicos para tener éxito. Así, loglobal no se opone a lo local, sino que loprecisa y le da, a la vez, nuevos significados.En este sentido, es sugerente la noción de“glocalización”acuñada por Robertson (1992).Según esta idea, se acepta la tensión entre loselementos de las culturas locales y los de lacultura globalizada. El análisis de esta ten-sión permite comprender mejor la globali-zación cultural.9

En esta dirección, como se afirmaba enel IDH 2000, hoy es claro que Bolivia está en

la globalización y que ésta está en Bolivia.Los bolivianos miran el mundo y están en él,desde aquellos que bailan tinku en las callesde Bruselas, hasta los que comen religiosa-mente salteñas los domingos en Washington.Asimismo, en cualquier esquina del país sepuede escuchar “tecno” y en muchos rinco-nes de la nación se tienen puntos Internet(véase capítulo 5). Los intercambios cultu-rales en la globalización están creando nue-vas dinámicas, en las que la gente debe te-ner la capacidad para administrar distintosreferentes a la vez, sin entrar en contradic-ción ni crisis de identidad.

Otro aspecto importante de la globali-zación cultural son los migrantes, quienes

9 En esta lógica, “la cultura global transciende la unidad sociedad-Estado y se sitúa más allá de la sociedad-nación. Ella produce procesos de integración (cultural, normativa, comunicativa, funcional) y de desinte-gración (de códigos, de memorias, de signos, de lenguajes y de prácticas sociales); ella valoriza lasdiversidades, las variedades y las riquezas específicas. Al mismo tiempo, ella suscita la resistencia alorden y a las restricciones. La multiplicación de flujos culturales engendra tensiones, pero favorece tam-bién la elaboración de culturas transnacionales, desterritorializadas, abiertas a los intercambios inmaterialesy a los contactos interpersonales. Hay reencuentros y choques entre las diferentes culturas, pero ellastoman lugar al interior de un contexto global, complejo, desordenado, en sí mismo en formación, en víasde construcción”. (Busito, 2001:171. Traducción propia.)

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En todos sus aspectos, la globalizacióntiene implicaciones para las culturas delos pueblos originarios, en particular parafortalecer, diluir o modificar sus identida-des, actitudes y valores.

La relación desigual de los puebloscon la globalización hace que muchosindígenas tengan que emigrar a las ciuda-des o a otros países. Xavier Albó distinguelo que ocurre en los que se quedan y en

los que se van. En el campo, los pueblosindígenas cuentan con su comunidad, suterritorio y la capacidad de utilizar lacomunicación para fortalecer su identidad.En ese sentido, la identidad de los indíge-nas en el campo, aunque está sujeta aintercambios, es sólida y profunda. En elcaso de los migrantes que llegan a laciudad, éstos oscilan entre sus raíces ori-ginarias y las influencias de una nueva

Recuadro 1.10

Culturas, identidades originarias y globalización

En contraste con los años 70, en elárea metropolitana de Washington, hayhoy cientos de restaurantes bolivianosdonde uno puede comer laping, chairo,ají de lengua, chicharrón, fricase, piquea lo macho, y puede acompañar esosplatos con cerveza Huari, Paceña oTaquiña, o, si uno prefiere, puede tomarvino de la Concepción o bi-cervecina.Hay docenas de grupos folclóricos enla celebración del 6 de agosto o eneventos patrios de Estados Unidos,como el 4 de julio, ahora con trajestípicos lujosos, importados de Bolivia.Hay organizaciones sociales y econó-micas que aglutinan a un gran númerode bolivianos y hacen actividades enconjunto. Es el caso del BolivianChamber of Commerce, la Fundaciónde la Fraternidad Orureña, the ArligtonBolivian Soccer League y “Sangreboliviana” que es el cuerpo de danzaque participa en la conmemoración delas actividades religiosas de la Virgende Urkupiña.

De igual manera, en el equipo defútbol local, el D.C. United, jueganbolivianos. Hay periódicos sólo parabolivianos, y a través del Internet sepueden tener noticias de Bolivia alinstante. De igual manera, los fines desemana se va a los partidos de fútbolde las ligas bolivianas en Virginia y

Maryland, donde es posible comer eltípico “sándwich de chola” y escucharhasta cinco idiomas (español, ingles,spanglish, quechua y aymara). Tambiénse pueden ver partidos de la selecciónya sea en la casa con amigos o en surestaurante boliviano preferido con unahinchada y disfrutando de la comidaboliviana. A través del Canal Sur tam-bién se pueden ver diariamente progra-mas televisivos como Noticias P.A.T.,Deporte Total y En el Nombre del Fút-bol. Es posible además escuchar alinstante y en tiempo real, la programa-ción de Radio Fides, Radio Coral, Ra-dio Activa, y Radio Panamericana através del Internet. En cualquier super-mercado latino-hispano se puede com-prar chuño, trigomote, tunta, mote, api,harina de jancaquipa, queso San Javier,moconchinchi y pasancalla. Es decir,hoy ya no se necesita estar físicamenteen Bolivia ni para saber lo que estáaconteciendo, ni para disfrutar de suscomidas típicas y sus tradiciones, lascosas que más extrañan los ex-patriados. Varios de los principalesrasgos de la nación boliviana han sidorecreados en suelo estadounidense.Además de Washington D.C., Boliviaestá sólo a 10 horas de distancia enavión, con espera en Miami incluida.

Se estima que hoy entre 300 y 500

mil bolivianos que residen en los Esta-dos Unidos, distribuidos en varias zonasurbanas como Miami, Houston, Chica-go, Los Angeles, Nueva York y el áreametropolitana de Washington D.C. Esdecir, habría más bolivianos en EstadosUnidos que en cinco de las nueve ca-pitales de departamento en Bolivia(Oruro, Tarija, Potosí, Sucre, Trinidad,y Cobija). En el área metropolitana deWashington, podría estar ahora no sólola mayor concentración de bolivianosen los Estados Unidos, sino es ahí pre-cisamente donde por primera vez sepuede identificar la emergencia de pe-queñas comunidades bolivianas. Cifrasdel último censo (2000) y estudioscomplementarios posteriores en cuatrocondados (Arlington, Fairfax, PrinceGeorge y Montogomery), el distrito deColumbia y la ciudad de Alexandria,revelan que entre 75 y 150 mil bolivia-nos residen en el área metropolitanade Washington. D.C. Es decir, la po-blación boliviana de dicha área es ma-yor a la de una gran mayoría de muni-cipios bolivianos. Si bien esta poblaciónestá dispersa por toda el área, el Con-dado de Arlington, Virginia y el deMontgomery, Maryland acogen lasconcentraciones más altas de bolivia-nos.

Recuadro 1.9

Chuño en Virginia

Fuente: Berthin, 2003

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Globalización yDesarrollo Humano

Fuente: Albó, 2002

realidad urbana. Va surgiendo ahí un“chairo”10 de identidades cada vez másentrecruzadas, complejas y diversificadasen cada individuo o grupo. Allí las culturasse apropian de nuevos elementos y a veces,desechan otros de antaño.

En el fondo existen dos estrategiasdentro de esta amplia gama de identifica-ciones: diluirse en el contexto general oagruparse con individuos de un mismoorigen cultural. La primera estrategia sebasa en la negación gradual de la identidadoriginal a fin de intentar acceder al grupo

dominante, esto no es tan fácil y en generalconlleva problemas y frustraciones. Lasegunda estrategia busca construir comu-nidades urbanas similares a las de origena fin de plantear en la agenda pública ysocial un reconocimiento de los pueblosoriginarios. A partir de esta idea, el autorconcluye que estas estrategias puedenmostrarnos, en el fondo, las formas quetendrán las culturas originarias en la glo-balización: diluirse o reafirmarse comocultura en tanto comunidad.

10 Sopa tradicional del departamento de La Paz, Bolivia.

llevan consigo sus propias culturas, transfor-madas por el contacto con las sociedades alas que llegan, y, al mismo tiempo, transfor-madoras de éstas al interactuar con otrosculturalmente distintos. Como lo ha estudia-do Grimson, en el caso de los bolivianos enArgentina, los migrantes buscan la recrea-ción de sus identidades en un territorio aje-no y hostil, lo que les permite enfrentarse alas dinámicas de exclusión social y cultural(ver recuadro 1.8). Algo similar sucede conlos bolivianos trasladados a Estados Unidos(ver recuadro 1.9)

Asimismo, el aumento de la concienciaecológica, el cuestionamiento a la discrimi-nación de la mujer, el surgimiento de unpatrón individualista y un retraimiento ha-cia identidades primarias fuertes serían tam-bién consecuencias que impactan en el ám-bito cultural a causa de la globalización.

Globalización y política

Al mismo tiempo, la globalización hapuesto en evidencia la crisis de la política,que ahora no es capaz de adaptarse y orien-tar estos nuevos procesos (ver recuadro1.11). Un rasgo de este momento es que hoyla política actúa en un espacio regional-glo-bal, y no sólo nacional, y que las distanciasen relación con el núcleo duro de la globali-zación se achican para algunos sectores pri-vilegiados, al tiempo que crecen las brechassociales internas. Ante estos fenómenos, lapolítica no acaba de reacomodarse para darrespuestas a las aspiraciones de la gente. La

noción del tiempo también se ha modifica-do: las experiencias pasadas no resultan úti-les para afrontar los tiempos que corren y lavisión de futuro se ha desvanecido con lacrisis de los grandes relatos histórico-políti-cos. El futuro, entonces, que era la apuestade la política, aparece difuso. Ello hace quela política se centre sólo en el presente y pier-da perspectiva de largo plazo, afectando latoma de decisiones y la misma gobernabili-dad (Calderón y Lechner, 1998).

Un fenómeno que evidencia la incapa-cidad de los actores clásicos para dar respues-ta a la nueva situación es el surgimiento, des-de los años 80, de nuevos movimientos so-ciales que de manera puntual plantearoncríticas al nuevo patrón económico. Estopuso de manifiesto la debilidad de los clási-cos movimientos sociales como los sindica-tos, que perdieron poder en la reestructura-ción. Las nuevas agrupaciones se vinculanmás a los asuntos de la vida cotidiana, a lalucha por la equidad de género, contra eldaño ecológico, y por el rescate de identida-des comunitarias más próximas a fortalecerel lazo social, que el político. Sin embargo,estos movimientos tampoco han sido unarespuesta efectiva a la crisis de la política,porque su desarticulación y su carácter pun-tual les privan todavía de ofrecer una visiónmás completa del cambio. Con todo, está enciernes un movimiento que ha asumidocomo su propósito la frase: “Otro mundo esposible” (ver recuadro 1.12).

Parte de la globalización es la creacióno fortalecimiento de organismos internacio-

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nales, como Naciones Unidas, que intentangenerar regulaciones planetarias en distintoscampos (salud o medioambiente), pero quecarecen de poder suficiente para obligar atodos los gobiernos a su ejercicio eficaz. Estehecho se vincula con la globalización del de-recho, muy relacionada con la vigencia de losderechos humanos.11

En esta línea de reflexión, es importan-te comprender que el poder se ha vueltopolicéntrico. Esto significa que la pérdidarelativa de soberanía de los Estados naciona-les ha coincidido con un nuevo reparto depoder entre actores transnacionales emergen-tes en los últimos 30 años, generando rela-ciones de conflicto o cooperación entre am-bos, según el caso. Al respecto, existirían dosámbitos específicos que definen el curso dela política en la globalización:• Uno, el de los Estados nacionales que,

aunque han perdido soberanía, tienen

aún mucho poder dentro de sus paísesy en su relación con los otros Estados.

• Dos, el de las organizaciones transnacio-nales (empresas multinacionales u orga-nismos internacionales), que cada díaintervienen más incluso en decisionespolíticas, jurídicas y económicas nacio-nales, lo cual se expresa en “la interna-cionalización de los procesos de decisiónpolítica, las crecientes dependencias enpolíticas de seguridad, el tráfico de mer-cancías y la división del trabajo a nivelinternacional” (Beck, 1998:64).

Otro punto central de la globalizaciónen la política es el del terrorismo, que ade-más se vincula con la modernización tecno-lógica, la industria de la comunicación a es-cala global y las frustraciones frente a unaglobalización económica excluyente.12

Vivimos en un mundo globalizado en elque han aumentado las interdependencias

El des-ordenamiento de nuestroentorno social y económico planteaserias dificultades a la política. Estasituación requiere de mapas cognitivos,que permitan identificar rumbos paraencauzar la política en esta situaciónde incertidumbre y cambio.

Sin embargo, la situación actual haerosionado los mapas cognitivos. Estose debe a que el campo de la políticay el Estado han sufrido transformacio-nes espaciales y temporales. Por unlado, ha habido una reestructuración

del espacio geográfico y social que hamodificado las escalas, los limites ylas distancias de la política. Por otrolado, se ha modificado el tiempo, entérminos de aceleración y de protago-nismo de lo inmediato, ya no existe niel pasado ni el futuro. Estos cambioshan creado incertidumbre y un caminosignado por la ausencia de objetivo.

En este sentido, es necesaria la re-formulación de los mapas cognitivosen la política. Lechner afirma que paraesto se requieren tres elementos: el

redimensionamiento de las escalas po-líticas, la simbolización del orden de-mocrático y la renovación de las nocio-nes espaciales y temporales dentro dela política.

Así, la reconstrucción de los mapascognitivos implica reconstruir la racio-nalidad en uso, cambiar la noción derazón iluminista y, como dice Lechner,“poner entre paréntesis nuestras con-cepciones familiares para poder visua-lizar mejor las formas emergentes dela democracia”.

Recuadro 1.11

La reconstrucción de los mapas cognitivos en la política

Fuente: Lechner, 1998

11 También el derecho pierde su carácter local en el marco de la globalización política. Al respecto, véaseRocher (2001). Un ejemplo de ello ha sido el caso del dictador chileno Augusto Pinochet, detenido enLondres por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante su gobierno a pedido del juezespañol Baltasar Garzón.

12 Finalmente, cabe destacar que no sólo la economía, la cultura, la política o el derecho se están globalizando,sino sobre todo los riesgos ecológicos. Esto significa, desde la perspectiva de Beck (1998:65-71), que lamisma sociedad, gracias a la actividad y decisión humanas orientadas a ejercer el mayor control y asacar el mayor provecho posible de la naturaleza, ha puesto en peligro su propia supervivencia. Elcarácter global de los peligros fundamenta la idea de una sociedad global. El autor subraya tres tipos dedaños ecológicos que provocan los peligros más graves: i) aquellos condicionados por la riqueza y vincu-lados a procedimientos técnico-industriales, como las consecuencias del ensanchamiento del agujero deozono o de la manipulación genética; ii) aquellos condicionados por la pobreza vinculados a procedi-mientos técnico-industriales obsoletos, como la deforestación, los desechos tóxicos, las grandes tecnolo-gías antiguas (estos últimos son los que más encontramos en nuestra región, producto de una moderniza-ción trunca); iii) los peligros que supone la existencia y creación permanente de nuevas armas de destruc-ción masiva vinculados a las guerras y al terrorismo.

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Globalización yDesarrollo Humano

entre países, regiones y ciudades y a cuyos be-neficios se accede de manera desigual, deacuerdo a los intereses del capital y los recur-sos tecnológicos, científicos, comunicacionales ypolíticos, que se posea para intervenir en él.La calidad del acceso a este mundo globalizadodepende, en parte, de la autoridad que ten-gan los Estados nacionales, que, sin embar-go, merced a la globalización y frente al po-der cada vez mayor de los actores supranacionales,han ido perdiendo capacidad de ejercer so-beranía nacional, aunque no campo de ac-ción.13

Las características propias de la globali-zación, en su encarnación actual de capita-lismo informacional, desregulado y compe-titivo, están generando nuevas amenazas a laseguridad humana. Su carácter excluyente,asociado a un incremento de las desigualda-des sociales, ha generado manifestacionesviolentas de rechazo no sólo desde el mun-do en vías de desarrollo, sino incluso en lassociedades más ricas. Sus efectos desestruc-turantes en la política y la cultura planteanentonces enormes retos para la seguridadhumana.

Como señala el IDH Mundial 1999, lasamenazas a la seguridad presentan múltiplesfacetas. Una de ellas es la amenaza a la esta-bilidad política y a la cohesión de muchascomunidades, principalmente, porque laglobalización imparte nuevas característicasa los conflictos.

En este sentido, los ataques terroristasdel 11 de septiembre 2001 marcaron un vi-raje en la forma de pensar y de vivir la segu-ridad en la globalización. En concreto, ¿quéevidenciaron estos atentados dirigidos con-tra gente civil inocente? y ¿en qué medida sevincularon a los actuales procesos de globa-lización y modernización? Algunas hipóte-sis que podrían ayudar a la reflexión seríanlas siguientes.

En primer lugar, ellos demostraron queexiste una red terrorista con alcance global

capaz de producir daños con enormes efec-tos e incluso poder desafiar en su propio te-rreno a la primera potencia mundial sin re-currir a armas nucleares de destrucción ma-siva.14 Esto significa que los integrantes deestas redes actúan sin una ubicación nacio-nal precisa, son flexibles en la elección de suslugares de operación y, como sostiene Wie-viorka (2001), se unen en una lucha de ca-rácter planetario, que les da una identidadglobal.15

Asimismo, observamos que su fin eradestruir algunos símbolos visibles del poderpolítico y económico de una de las nacionesmás modernas del mundo. Estados Unidosfue atacado con eficacia, evadiendo sus ser-vicios de inteligencia. Los atacantes, explí-citamente contrarios a los ideales occidenta-les de modernización y globalización, usaron

En los últimos años han surgidonuevos movimientos sociales queplantean un rechazo y posibles for-mas alternativas al esquema actualde la globalización. Luego de variasmanifestaciones públicas, este movi-miento irrumpió de manera articuladadesde el Foro Mundial de Porto Ale-gre, celebrado por primera vez en2001, que congregó a más de 20 milparticipantes, bajo el eslogan “Otromundo es posible”. Todos estos gru-pos y organizaciones mantienen laidea de la investigación-acción par-ticipativa.

Sus propuestas incluyen la con-donación de la deuda externa de los

países del Tercer Mundo, la gratuidadde la escolarización y las medicinas(especialmente en casos de pandemiacomo el Sida en África o el cóleraen Centroamérica), la tasación sobrelas transacciones transnacionales (ta-sa Tobin), las restricciones a la reti-rada de capital o un nuevo flujo eco-nómico igualitario.

Sin embargo, entre las medidaspuramente económicas también hayotras como la progresiva desapariciónde armas y plantas nucleares, unamoratoria a la deforestación masivaen Sudamérica o el establecimientode santuarios ecológicos.

Recuadro 1.12

Los movimientos por una alter-mundialización

Fuente: Pastor, 2003

13 Para una discusión sobre este tema, véase, entre otros, Beck, 1998 y especialmente capítulo 7 de esteInforme.

14 Para Beck (2001), la vulnerabilidad de Estados Unidos se vincula precisamente a su ideología neoliberala ultranza, ya que por ella la seguridad aérea del país se encuentra privatizada, y deja de ser un asuntopúblico, incluso sabiendo el gobierno con antelación que podían producirse atentados: “... a diferenciade Europa, Estados Unidos ha privatizado la seguridad aérea, encargándola al ‘milagro del empleo’ queconstituyen esos trabajadores a tiempo parcial altamente flexible, cuyo salario, inferior incluso al de losempleados de los restaurantes de comida rápida, gira en torno a los seis dólares por hora. ... Así, laconcepción neoliberal que Estados Unidos tiene de sí mismo (por un lado, la tacañería del Estado; por elotro, la trinidad desregulación-liberalización-privatización), explica en parte la vulnerabilidad de EstadosUnidos frente al terrorismo. ... Las imágenes de horror de Nueva York son portadoras de un mensaje queaún no se ha dilucidado: en un Estado, un país, se puede neoliberalizar a muerte”.

15 “... su violencia no se inscribe en un espacio político donde se pueda negociar; es meta-política, guerreray puramente terrorista” (Wieviorka, 2001).

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

paradójicamente recursos de ese enemigopara agredirlo (Beck, 2001).

Por otra parte, constatamos que los efec-tos de los atentados tienen también un ca-rácter global, pues no sólo se restringen a losdaños inmediatos, sino que han provocadomúltiples consecuencias en todos los ámbi-tos de la vida humana. En segundo lugar,aunque ningún grupo terrorista se adjudicóclaramente estos actos, se sospecha de unaorganización islámica radical. De ser así, setrata de una fuerza portadora de una lógicacomunitarista cerrada, enfrentada a la mo-dernidad occidental y a una globalizaciónexcluyente para la mayoría de los países y laspoblaciones del mundo. Este grupo no acep-ta además los principios culturales que setransmiten de manera hegemónica a travésde los medios masivos, más vinculados a la“cultura occidental”16 ; una globalización queal tiempo que plantea “... la utopía lumino-sa de un mundo sin barreras ni fronteras, [dalugar también] a la utopía negra de un mun-do uniforme sometido a lógicas invisiblespiloteadas in fine por el capital financiero”,y por lo tanto deja el espacio abierto a lamanifestación de particularismos cerradosopuestos a estas “utopías” (Hervieu-Léger,2001:183, traducción propia).

¿Qué implica que el autor de estos gran-des atentados sea un grupo con una lógicacomunitarista cerrada? Hay que aclarar que,en términos de Touraine (1973), es un gru-po que se edifica en torno a una base religiosay étnica, donde no existe referencia ni relacióncon el otro. Al contrario, dicha identidad seedifica negando al otro que es identificadoclaramente como un enemigo irreductible.Por lo tanto, el rasgo central de este tipo deidentidad es su esencialismo. Los miembrosde cada comando terrorista carecen ademásde autonomía de decisión y son privados desu individualidad como sujetos, requisitopara pertenecer al grupo.17 Para Wieviorka

(2001), se trata de una lógica en la que iden-tidad y acción se confunden: “El actor es ensí mismo el sentido de su acción, él no se dis-tancia de la historicidad que lo orienta. Espor ello que da a veces, en los casos extremos,la imagen de integrismo, de la referencia obs-tinada, sin concesión posible, a la tradición,a los valores, a los fundamentos que él recla-ma”.18

Ahora bien, este tipo de lógica se acele-ra o reconstruye frente a situaciones de cam-bio, por ejemplo, de paso de comunidadesfuertemente tradicionalistas a otras másabiertas. Por lo tanto, no es casual que estoshechos hayan tenido lugar en medio de lastransformaciones que vive el mundo. Así,emergen como acciones defensivas de iden-tidades cerradas, excluidas o con escasasposibilidades de participar en esos cambios,que apelan a sus propias tradiciones, religio-nes e historias para marcar una diferencia,una distancia desde la exclusión, que hoy noes posible o es muy difícil de expresar desdela política en tanto ella no ha dado respues-tas frente a estos temas vinculados a una glo-balización que, en principio, beneficia prin-cipalmente a los países ricos.

En el caso que se comenta, es evidentela intención del terrorismo de mostrar unaruptura con la “cultura occidental”, con susvalores de progreso económico y con la do-minación política y militar de Estados Uni-dos. Se trata de una acción claramente anti-occidente, pero que no deja ver (o no tiene)una propuesta política nacional, ni preten-de discutir planes políticos, sino lograr unapresión sobre el “enemigo” a fin de obligar-lo a actuar en un terreno desconocido.

En tercer lugar, y en relación con estoúltimo, quedó en evidencia cuán conscien-tes son los autores de los atentados del alcan-ce e impacto de los medios masivos de co-municación. Así, las imágenes de los avioneschocando contra las torres gemelas les per-

16 El islamismo sería la “irrupción visual de la diferencia. ... Las reivindicaciones islamistas no pueden serconsideradas como simple búsqueda de reconocimiento de derechos cívicos. El islamismo crea sus pro-pios actores que construyen su diferencia rechazando, por un lado, las definiciones hechas de la identi-dad musulmana que les son impuestas y, por el otro, la asimilación de las exigencias de la modernidadmono-civilizacional [occidental]”. (Göle, 2001:63, traducción propia.) Asimismo, el autor sugiere queesta corriente religiosa sería una respuesta frente a la secularización moderna.

17 Ello explica de alguna manera la exposición de la propia vida al cometer estos actos. Para Wieviorka(1991:190, traducción propia), el individuo que pertenece a estos grupos terroristas “... no produce porsí mismo su existencia, él no se define por su capacidad de creación o de elección que le permitiríaconstruir su propia vida. El sentido de sus conductas pasa por la intervención de aquello que tiene elpoder de inspirar o de orientar la acción (clérigos, profetas o líderes carismáticos)”.

18 Según Wieviorka, 1991:93, “en esta lógica, el otro aparece como amenazador de la existencia de esaidentidad, y por tanto de la propia existencia del individuo, quien es esa identidad. Así, no hay posibili-dad de negociación del conflicto, y el único camino posible para no ser destruido es la aniquilación delotro. De ahí el fanatismo, la audacia y la aceptación de dar hasta la propia vida”.

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Globalización yDesarrollo Humano

mitieron una irradiación ideológica impen-sable bajo métodos de lucha convencionales.En este sentido, si bien el terrorismo no esun fenómeno nuevo en la Historia, su utili-zación de los medios masivos, sí lo es. La ex-hibición en directo de estos hechos a travésde cadenas noticiosas con alcance global, haamplificado la gran inseguridad que de porsí generan actos de este tipo, ha vuelto espec-táculo el sufrimiento y la impotencia, ha de-mostrado la capacidad de acción de sus au-tores y ha creado fantasmas globales, pues sihechos como esos pudieron producirse enNueva York o el Pentágono, entonces ¿quiénestá libre de peligro? Nació entonces unaamenaza global y, por tanto, el espectadordejó de ser tal para convertirse en un ame-nazado (Wieviorka y Wolton, 1987). Elmiedo ocupó el centro de la escena mundial.

Sin embargo, también ocurrió lo contra-rio; es decir, en alguna medida los mediosmasivos fueron usados para reforzar actitu-des racistas y generar distancias con los“otros” a partir de la “cultura occidental”. Esadifusión con ingredientes discriminadorescontribuiría a fortalecer identidades defen-sivas reacias a la aceptación del otro.19 En estemarco, la religión funciona como un ámbi-to que permite a los excluidos de la culturadominante afrontar la “desestructuraciónpersonal”, es decir, darles una pertenencia apartir de un compromiso con creenciasindiscutidas.

Por otra parte, más allá de consideracio-nes éticas, la respuesta bélica de EstadosUnidos genera dudas en cuanto a su eficaciapara desarticular las redes terroristas, al tiem-po que crea más violencia y provoca tambiénmuertes inocentes como ha ocurrido enAfganistán e Irak.

Finalmente, es interesante el aporte deBeck (2001), cuando sostiene que el nuevoterrorismo sería producto de una globaliza-ción económica desigual y crecientementeinequitativa y excluyente, que privó al Esta-do de su responsabilidad social y profundi-zó la crisis de la política. Sin embargo, diceeste autor, “en tiempos de crisis, el neolibe-ralismo se encuentra manifiestamente des-provisto de toda respuesta política”, y lo quequeda en evidencia es precisamente la necesi-

dad de encontrar una respuesta política a estaglobalización económica des-humanizada.

Como vemos, los factores mencionadosmodificaron las relaciones entre el Estado, lasociedad y la economía, así como entre elEstado nacional (ver capítulo 7 de este In-forme) y los organismos transnacionales. Laseconomías dependen unas de las otras, y porsupuesto las más débiles están a expensas delas más fuertes. Mientras tanto las socieda-des generan nuevos vínculos unas con otras,abiertas a las oportunidades que implica co-nocer nuevas culturas, aunque en el marcode una tensión entre la homogeneización delos gustos y la segmentación de los públicosde acuerdo a su poder adquisitivo, interés yansias de una participación más plural. Eneste contexto, distintas religiones e ideolo-gías fundamentalistas alzan sus voces recha-zando una globalización que las excluye y re-fuerzan así identidades étnicas, territorialeso nacionales.

Globalización con rostro humano

Si los atentados del 11 de septiembre2001 han puesto sobre la palestra del deba-te la cara oscura de la globalización, diver-sos informes de Desarrollo Humano (1999-2003) han explorado las posibilidades deencauzar positivamente las transformacionesen curso para ampliar las capacidades de laspersonas para que decidan el tipo de vida quedeseen llevar. Estos estudios, que podríanconvertirse en parámetros en la reflexión bo-liviana, han favorecido tres tipos de aproxi-mación a estos problemas poniendo el acen-to en la globalización, las nuevas tecnologíasy la sociedad de la información.

En todos ellos se hace un llamado a cam-biar las prioridades de la globalización a finde distribuir sus oportunidades y beneficiosde forma amplia e incluyente. Y es que en lamedida en que la globalización se ha gestadodesde la economía como un instrumento dearticulación de mercados capitalistas, ha sidola rentabilidad y no la gente la que ha deter-minado la configuración de las redes globalesde intercambio. Como señala el IDH Mun-dial 1999, la globalización ofrece grandesoportunidades para el adelanto humano,pero sólo con estructuras de gobierno más

19 “A través de los medios, los debates públicos y la gestión institucional, [países como] Francia y Alemaniaoperan, de modos diferentes, una distancia de los musulmanes que viven en su seno. Ellos se sirven delIslam para redefinir una identidad fragilizada construyendo un “Otro” más imaginario que real”. (Tietze,2001:206, traducción propia)

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

fuertes. Los mercados, la tecnología, lasideas y la sociedad mundial pueden enri-quecer la vida de la gente a nivel mundial,ampliando en gran medida sus opciones.Sin embargo, con ése propósito se requie-ren valores compartidos y un compromisocon el desarrollo humano de toda la socie-dad.

El problema de la globalización es queésta ha sido impulsada por la apertura y ex-pansión de mercados y otros factores quesuperan el control gubernamental y sus re-percusiones sobre la sociedad. Cuando elmercado va demasiado lejos, las oportunida-des y recompensas se difunden de maneradesigual e inicua. Cuando el mercado se

Fuente: Informes de Desarrollo Humano

- El IDH de Líbano analiza algunoselementos de la globalización (merca-dos, finanzas y nuevas tecnologías),explorando su impacto en el desarrollohumano y en cómo pueden éstos con-tribuir para lograr un nueva visión delpaís. En ese sentido, se apoya tanto enplantear nuevos roles del Estado en elámbito educativo como en el de logrararreglos institucionales para enfrentarlos desafíos que plantea la globaliza-ción.

- El IDH de Letonia pretende enfocarla atención de políticos, ONG, empresa-rios y de la sociedad civil en las mani-festaciones de la globalización en esepaís y en su impacto en el desarrollohumano. Sus propuestas se desarrollansobre la base de una necesaria coope-ración y participación de los actoresantes mencionados en torno al logrode una mayor influencia y control enlos efectos de la globalización, demo-cratizando el acceso y uso de las nuevastecnologías.

- Sobre este mismo tema, el IDH deVenezuela busca poner las nuevas tec-nologías al servicio del desarrollo hu-mano, del cierre de las brechas de equi-dad y del logro de las libertadesconstitutivas e instrumentales en esepaís. Con ese propósito, el informeplantea la creación de poderosas redes

institucionales, políticas, económicasy sociales que mejoren de forma críticala comunicación y el intercambio deinformación.

- Desde otro punto de vista, el IDH

de Ecuador evalúa la situación de lasnuevas tecnologías, concentrándosemás en el concepto de democracia,proponiendo maneras para promoversu empleo a favor del desarrollo huma-no mediante un esfuerzo conjunto entreel Estado, el sector privado y la socie-dad civil. Por ello plantea que conestrategias y acciones oportunas, ins-piradas en valores democráticos, lasnuevas tecnologías pueden ser más unaoportunidad para promover el desarro-llo humano, que un riesgo.

- En el mismo ámbito, el IDH dePolonia pretende identificar las tenden-cias cualitativas de desarrollo en elproceso de transformar su sociedad enparte de la sociedad de la informaciónglobal. Para lograr ese propósito elinforme resalta que el país necesita unacuerdo social que permita la interac-ción de autoridades del gobierno cen-tral, regional, local, de las ONG y delsector privado.

- Aunque desde perspectivas dife-rentes, tanto el IDH de Venezuela comoel de Polonia apoyan sus propuestasen el estudio "Creando una Dinámica

de Desarrollo", realizado en formaconjunta por Accenture, la FundaciónMarkle y el PNUD. La conclusión másimportante de dicho informe es que laspolíticas sobre nuevas tecnologías en-focadas a prioridades de desarrolloeconómico y social logran crear unanueva dinámica de desarrollo. El infor-me identifica cinco lineamientos claveinterrelacionados y en los que proponeprocurar un equilibrio, que deben serconsiderados por los países en sus pla-nes de inversión para lograr una diná-mica de desarrollo basada en lo tecno-lógico: a) ampliar la infraestructurafacilitando un acceso cada vez másuniversal, y apoyar con ella las estra-tegias de desarrollo; b) dar prioridad ala calificación técnica de la mano deobra y mejorar el alfabetismo digitalde la población; c) crear un marcoregulatorio propicio para el desarrollode las nuevas tecnologías y fortalecerla capacidad nacional e institucionalpara ejecutar políticas que, a su vez,sean diseñadas de manera participativay transparente; d) facilitar el acceso arecursos financieros y a mercados,diseñando incentivos fiscales y regíme-nes legales adecuados; y, e) asegurarque la información esté acorde con lasnecesidades de la gente y sea relevantepara sus condiciones de vida.

Recuadro 1.13

Estudios sobre Desarrollo Humano, nuevas tecnologías y globalización

descontrola, las inestabilidades saltan a lavista en las economías de auge y depresión.Cuando el afán de lucro de los participantesen el mercado se desborda, desafía la ética delos pueblos y sacrifica la justicia y los dere-chos humanos. El reto actual consiste enton-ces en no detener la expansión de los mer-cados mundiales, sino en hallar una estrate-gia de Estado que brinde suficiente espaciopara los recursos humanos a fin de asegurarque la globalización funcione para la gentey no sólo para las utilidades.

El IDH mundial de 1999, titulado «LaMundialización con rostro Humano», con-sidera que para lograr una globalización conmás ética, equidad, inclusión, seguridad hu-

39

Globalización yDesarrollo Humano

mana y sostenibilidad es necesario hallar lasnormas e instituciones para una nueva es-tructura de gobierno mundial. En ese senti-do se plantea un programa de acción que for-talezca políticas y medidas en pro del desa-rrollo humano, adaptándolas a la nuevarealidad de la economía global. En el docu-mento se recomienda, por ejemplo, la reduc-ción de la volatilidad financiera y su costohumano, el desarrollo de tecnologías en prode la erradicación de la pobreza, la reducciónde la marginación de los países pobres y pe-queños y la formulación de una organizaciónmás coherente y democrática para conformarun gobierno mundial para el siglo XXI.

En cuanto a las nuevas tecnologías, elIDH mundial 2001, titulado «Poner el Ade-lanto tecnológico al Servicio del DesarrolloHumano», establece que ha llegado el mo-mento de formar una alianza entre la tecno-logía y el desarrollo. Con ese propósito plan-tea formular políticas públicas innovadoraspara que las nuevas tecnologías sean instru-mentos de progreso. En ese sentido, estableceque aunque los países en desarrollo puedanhacer mucho para aprovechar los beneficiosy controlar los riesgos de las nuevas tecno-logías, son necesarias iniciativas mundialesen torno a estos aspectos fundamentales:• Más financiación pública empleada de

nuevas formas.• Que la política pública fomente asocia-

ciones entre instituciones públicas(asociaciones institucionales), la indus-tria privada y las organizaciones no lu-crativas.

• Una reevaluación de las reglas del jue-go y su aplicación, velando por meca-nismos internacionales que no perjudi-quen a los usuarios ni se apliquen enperjuicio de los que ya van rezagados.

En relación a la sociedad del conoci-miento, el IDH Regional de los Estados Ára-bes, titulado «Construyendo una Sociedaddel Conocimiento», promueve una visión es-tratégica que asume a la democracia y a laeducación, como elementos básicos para lo-grar un conocimiento integral. De esta for-ma, la visión propuesta se asienta en la ga-rantía de las libertades de expresión, pensa-miento y reunión, mediante un gobiernolegalmente instituido, la diseminación deeducación de alta calidad, el apoyo a la cien-cia e investigación en todos los ámbitos dela sociedad, la adopción de un nuevo siste-ma productivo basado en el uso de la infor-

mación y el desarrollo de un modelo de co-nocimiento abierto y propio (más datos, verrecuadro 1.13).

En definitiva, si las propuestas giran entorno a las instituciones, los actores, la edu-cación y la extensión del acceso y uso de lasnuevas tecnologías de la información, untema fundamental es cómo las sociedades na-cionales y sus Estados se vinculan con sussimilares de otras latitudes para insertarse enel cambio y la globalización. En torno a estetema parecen existir dos alternativas: adqui-rir un rol pasivo, con una tendencia a ladesestructuración, o adoptar un rol pro-ac-tivo, como sugieren los distintos IDH, desa-rrollando la capacidad de incidencia en es-tos procesos a partir de sus particularidadeshistóricas. Es decir, mientras más sólida seala lógica social, a partir de instituciones de-mocráticas estables, mayor será la calidadde una matriz socioeconómica interna, paralo cual debe existir una capacidad ciudada-na de manejo de códigos modernos, y se es-tará en mejores condiciones para enfrentarpositivamente el cambio. Este fenómenoimplica nuevos problemas y opciones.

Bolivia ya es parte de la globalización.Así lo demuestran la capitalización de susprincipales empresas estatales, la internacio-nalización de varias empresas nacionales, elingreso y el desarrollo acelerado del capitalfinanciero transnacional, su inserción envarios mercados de integración subregionaly la formidable expansión del mercado cul-tural a través de las redes de comunicacióncomo la televisión y el Internet. Con ello, lavida cotidiana de los bolivianos está siendoafectada y lo será aún más en el futuro.

Lo que nos preguntamos aquí es quétipo de vinculación se establecerá entre lanación boliviana y la globalización en cur-so. Hay el riesgo de que se dé una integra-ción pasiva y perversa, mediante la cual lasfuerzas del mercado resuelvan por sí solas lavida de todos o, aún peor, que la presenciadel narcotráfico en el circuito transnacionalse mantenga y amplíe. En ambos casos ten-dremos una integración limitada, circunscri-ta a unas pocas personas y empresas, mien-tras la mayoría estará aún más excluida queantes. En este escenario, la democracia mis-ma ya no sería posible. Otra salida es unainserción activa en pos del desarrollo de lascapacidades y aptitudes de los propios boli-vianos, es decir, estructurada desde la pers-pectiva del Desarrollo Humano. Es desdeesta óptica que el presente Informe preten-

40

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

de colocar preguntas y esbozar algunas res-puestas.

Por todo lo dicho, lo que pretende estedocumento es reforzar la idea de que es fun-damental una estrategia de desarrollo huma-no que construya sus acciones desde una re-flexión crítica y auto crítica de Bolivia en laglobalización, es decir que elabore “unaagencia de futuro”. En esta dirección, preten-de estudiar la calidad de la relación que Bo-livia establece con la globalización para, apartir de los actores, proponer nuevos prác-ticas y horizontes. Se trata de buscar otrasformas más activas de participar en ella a

partir de nuestras propias identidades cultu-rales y potencialidades socioeconómicas. Esees el desafío.

Para abordar esta compleja problemáti-ca, primero se explicará la manera cómo laglobalización se vincula con la economía. Ensegundo lugar se analizará la vinculación conel multiculturalismo a nivel étnico y colec-tivo y las subjetividades de las personas enrelación al cambio moderno, y finalmente seabordarán tres temas fundamentales en laglobalización: la cultura Internet, la educa-ción y el conocimiento, y las nuevas formasdel Estado en la sociedad-red.

La economía posibleCapítulo 2

Introducción

Bolivia atraviesa hoy por un proceso de crisis, inflexión y cambio con res-pecto al desempeño de su democracia y su economía. El agotamiento del breveciclo de crecimiento inaugurado tras superar la crisis de la hiperinflación (1985),coloca otra vez en el centro del debate el tema de la vulnerabilidad e incluso el dela viabilidad de la economía boliviana. Ya no sólo se discute sobre la incapacidadde la economía para promover la integración social y la articulación territorial,sino incluso sobre la posibilidad de que la base económica no pueda expandirsea un ritmo que permita al menos compensar el crecimiento demográfico. Másaún, hoy se reconoce con más crudeza la extrema dependencia del país del dine-ro de la cooperación internacional orientado a evitar el colapso del sector públi-co. Sin embargo este escenario que combina crisis económica y desigualdadescrecientes con duros cuestionamientos a los partidos políticos y las institucionesdemocráticas no es exclusivo de Bolivia, sino que es parte de un escenario co-mún en América Latina.

Y es que la región y el país están otra vez en busca de las claves del crecimientoeconómico en un contexto que ha puesto en duda las propias reformas estructu-rales aplicadas en los años 80 y 90 como respuesta al desafío de insertarse en laglobalización económica. Luego de un breve ciclo de crecimiento (1987-1997),media década perdida y una serie de crisis políticas en la región (1998-2003),parece pertinente preguntarse: ¿está en crisis la globalización en América Lati-na?, o ¿cuán sostenibles son las reformas liberales y la apertura económicaimplementadas en el continente?

42

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Sin duda, la crisis boliviana es una nue-va y significativa señal del agotamiento de laspolíticas e ideas que orientaron el desarrolloeconómico latinoamericano desde finales delos 80. Lo novedoso es que no sólo se estádiscutiendo una eventual “fatiga reformista”,y por tanto la posibilidad de regular mejoro disminuir el ritmo de los cambios estruc-turales iniciados hace más de una década,sino su eventual “colapso”, y por lo tanto lanecesidad de reinventar un nuevo relato deldesarrollo. A ello se suma el reto de consoli-dar lo avanzado, es decir el de evitar unasalida regresiva a la inflexión y, por lo tanto,la “maldición de Sísifo” que en cierta medi-da caracteriza el desarrollo económico delpaís, es decir, la necesidad de reconstruir opeor aún de volver a empezar de cero de ma-nera reiterada.

En este contexto, el presente capítulo delIDH 2004 pretende aportar algunas reflexio-nes destinadas a encarar un doble desafío:- Gestionar la actual inflexión.- Recuperar la senda del crecimiento eco-

nómico en un nuevo contexto signadopor la globalización y el cambio en elparadigma tecnológico.

Para ello, en inicio se analiza la coyun-tura económica actual y se sugiere utilizaraproximaciones heterodoxas para encarar unproceso gradual de ajuste fiscal, a todas lu-ces inevitable, que coloque el crecimientoeconómico y la preservación de la democra-cia en el centro de una agenda de desarrollocapaz de tender puentes entre el corto, elmediano y el largo plazo. Después se realizaun análisis de distintas experiencias exitosasde inserción en la globalización, de los pro-blemas estructurales del desarrollo económi-co boliviano y se hace una lectura particulardel agotamiento del ciclo de crecimientopromovido por las reformas estructurales.De esta última aproximación se extraen doslecciones:- Bolivia no puede desvincularse de la

economía global, aunque su patrón his-tórico de inserción no sea sostenible, in-dependientemente de que sea el Estado(1952-1985) o el mercado (1985-2003)el mecanismo principal de asignación derecursos en la economía.

- Cada país debe encontrar su caminopropio en la globalización, pero la an-helada estrategia de inserción sosteniblerequiere de un Estado que promueva elinformacionalismo en la economía, es

decir la capacidad de generación de co-nocimiento y procesamiento eficaz de lainformación como fuente de producti-vidad y competitividad.

Por último, este capítulo esboza los ele-mentos de una estrategia sostenible de desa-rrollo informacional para Bolivia lideradapor la economía del gas, cuyo objetivo seapromover un cambio gradual en el perfilexportador de la economía boliviana basadoen una profunda transformación producti-va.

Gestionar la inflexión

El cariz dramático que ha adquirido laactual coyuntura política y económica enBolivia hace indispensable que, para diseñarcualquier estrategia de desarrollo, se tiendaun puente entre las medidas pensadas parael corto, el mediano y el largo plazo. Si sepretende construir una visión de futuro quemuestre el camino para superar la crisis, espreciso que ésta incorpore opciones viablesen el corto plazo, sobre todo porque en lacoyuntura actual, la manera en que se ges-tionen los problemas inmediatos puede de-finir escenarios sociopolíticos muy distintospara el país. De ahí que la gestión de la cri-sis actual sea un tema central para quienes,a pesar del acortamiento de los tiempos po-líticos, se atreven a imaginar un futuro po-sible y a construir trayectorias viables.

Por ello, el primer desafío que imponela coyuntura económica es, sin duda, supe-rar o al menos paliar progresivamente, la si-tuación de quiebra del Estado boliviano. Encierta medida, este problema no es nuevo. Alcontrario, es una constante histórica del fun-cionamiento de nuestra economía, caracte-rizada por la presión sostenida sobre el gas-to público, relacionado históricamente conuna base fiscal estrecha y vulnerable. En elperiodo que Morales y Sachs (1988) definencomo capitalismo de Estado (1952-1985),esta base fiscal dependía decididamente deimpuestos ligados de una u otra forma a laevolución de los precios internacionales delos minerales. En ese tiempo, los ingresos delTesoro General de la Nación (TGN) prove-nían de la recaudación de los impuestos alcomercio exterior, de las transferencias de lasempresas públicas ligadas a los principalesproductos de exportación (YPFB y COMIBOL)y de los impuestos a la producción de em-presas privadas del sector minero exportador,

43

La economía posiblepor lo que dichas demandas sólo podían sersatisfechas durante periodos de alza de losprecios internacionales. Cuando en 1985, elprecio del estaño se derrumbó en el merca-do mundial y la nueva filosofía impositiva,surgida de la Nueva Política Económica(NPE),1 se tradujo en la Ley 843, los ingresostributarios empezaron a derivar de la impo-sición indirecta y básicamente de nuevos im-puestos que concentraron de forma establedos tercios de las recaudaciones totales en losaños 90. A pesar del incremento notable dela recaudación impositiva en la década quesiguió la promulgación de la Ley, la presiónfiscal nunca superó de forma sostenida eltecho del 14% del Producto Interno Bruto(PIB) (ver gráfico 2.1).

Pero si bien la falta de recursos propiosdel Estado boliviano no es nueva, la situa-ción actual es ciertamente más crítica. Ya nose trata sólo de tener que recurrir a capitalesexternos para financiar la inversión pública,sino que además se necesita garantizar el in-greso mensual de jubilados, maestros, médi-cos y demás funcionarios de la administra-ción pública. En efecto, el escenario fiscal de2003 no sólo confiaba en metas elevadas derecaudación tributaria, que no se cumplie-ron, sino que apuntaba a lograr un récord definanciamiento de la cooperación internacio-nal a fin de reducir el déficit público del8,7% al 6,5% del PIB. Lejos de cumplir conesa meta, y en un contexto de fuerte inesta-bilidad política, el Estado debió superar pro-blemas constantes de liquidez en el cortoplazo para cerrar el año con un déficit pú-blico del 9%.2 Pero, ¿cómo se explica esta si-tuación? y ¿qué consecuencias pueden deri-varse para la economía boliviana de un po-sible descontrol del déficit público?

A grandes rasgos, es posible señalar quela actual situación negativa de las finanzaspúblicas es producto de la rigidez de losingresos fiscales, agravada por el crecimien-to inercial del gasto público. Ambas ten-dencias están asociadas, de alguna forma, alesfuerzo reformista de los años 90, a uncontexto recesivo que ya dura cinco años,

y a políticas económicas que en los tres úl-timos años buscaron jugar un papel contra-cíclico (gráfico 2.2).

En cuanto a la capacidad de recaudacióndel Estado boliviano se pueden enunciar almenos cuatro factores que explican su estan-camiento desde 1998:- En primer lugar, la presión fiscal tendió

a estabilizarse en un nivel relativamen-te bajo del 13,5% del PIB en los últimoscinco años, lo que muestra que es nece-sario reducir la elevada evasión imposi-tiva y pensar una nueva reforma fiscalque amplíe la base tributaria.

Fuente: UDAPE El Rubro "hidrocarburos" hace referencia al IEHD y al IVA-IT asociados aYPFB

Gráfico 2.1

Presión fiscal por tipo de impuesto (como porcentaje del PIB)0 2 4 6 8 10 12 14

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2000

2001

2002

1.9

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2.9

2.7

3.1

4.4

4.8

5.3

5.0

5.4

5.8

5.9

5.2

5.4

5.6

5.9

0.5

0.9

1.2

1.4

1.8

2.0

2.2

2.2

2.7

2.7

2.4

2.7

2.1

2.9

2.2

2.2

0.4

0.8

0.8

0.9

1.1

1.0

1.2

1.3

1.2

1.3

1.1

1.3

1.3

2.6

2.4

2.3

1.9

1.2

1.3

1.9

1.5

1.8

2.1

2.6

2.9

2.4

2.9

3.4

3.8

3.3

4.3

3.2

IVA IT-ICE Hidrocarburos Otros

16

1 La reforma impositiva buscó establecer un sistema tributario neutral en el sentido de no introducir distorsionesal sistema de precios con un impuesto como el IVA (al valor añadido) mas fácil de recaudar y con una basetributaria más amplia.

2 De forma cuando menos paradójica, un análisis de los conflictos sociales reportados en la prensa nacio-nal en las tres últimas décadas muestra que, de forma constante, ocho de cada diez conflictos identificancomo “adversario principal” al Estado, al que se dirigen el núcleo de las demandas y reivindicacionessectoriales. Por lo mismo, en la coyuntura actual de quiebra del Estado, no resulta sorprendente que laresolución “tradicional” de un conflicto lleve en sí misma el germen de uno nuevo (ver el capítulo 3,recuadro 3.3).

44

- En segundo lugar, el contexto recesivoque afecta a América Latina desde 1997,ha originado una fuerte disminución delritmo de crecimiento de la economíaboliviana en los últimos cinco años (deun promedio de 4,4% entre 1990 y1998 al 2,3% entre 1999 y 2002). Se-gún Antelo (2003), la elevada elastici-dad-crecimiento de las tasas efectivas derecaudación de los impuestos indirectos,que son el principal sostén de las finan-zas públicas, ha reducido mucho la ca-pacidad de recaudación tributaria delEstado boliviano. Cabe recordar queuna reducción de un punto porcentualde crecimiento económico se traduce enuna baja de 2,89 puntos porcentuales enrecaudaciones de impuestos.

- En tercer lugar, la voluntad política demantener el precio interno de los carbu-rantes para no afectar la dinámica deprecios en la economía, reduciendo elsalario real de los bolivianos, anuló elprincipal mecanismo de recaudación acorto plazo del que dispone el Estado.3

- Finalmente, aunque está abierto el de-bate sobre su efecto neto en el creci-miento económico y las finanzas públi-cas a mediano plazo, se puede decir quelas reformas estructurales tuvieron unprimer efecto negativo sobre las recau-daciones fiscales porque:

- Todos los que cotizan al sistemapúblico de reparto se pasaron alnuevo sistema privado por capitali-zación individual.

- La rentabilidad de las empresas ca-pitalizadas en su primer quinqueniose tradujo en una participación pro-medio de apenas 0,7% del PIB en lapresión fiscal del periodo 1998-2002, con una tendencia decrecien-te en los dos últimos años (gráfico2.3).

Al mismo tiempo, frente al estanca-miento de las recaudaciones tributarias, elgasto público ha tendido a subir de formasostenida debido a su rigidez estructural. Esdecir, el funcionamiento del Estado y la pro-visión de bienes y servicios públicos comoeducación, salud y seguridad, absorben casiun 84% del gasto público. En relación a estepunto, es importante señalar que las refor-mas estructurales han incrementado notable-mente la presión sobre el gasto público, por-que su costo en relación al tamaño de la eco-nomía no sólo fue subestimado, sino ademásmal calculado bajo el supuesto de que el cre-cimiento sería del 5% del PIB, cifra que nose dio en los últimos cinco años y que pare-ce altamente improbable en la coyunturaactual. Actualmente, la reforma de pensio-nes absorbe la mayor parte del gasto públi-

Fuente: UDAPE(p) preliminar

0

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1994

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1997

1998

1999

2000

2001

2002

(p)

Gráfico 2.2

Ingresos y gastos del Tesoro General de la Nación 1990 - 200212.000

10.000

8.000

6.000

4.000

2.000

Ingresos Gastos

Mill

ones

de

boliv

iano

s

3 En relación a este punto, es importante señalar que el “gasolinazo” (alza de precios de la gasolina) hasido siempre un mecanismo eficaz para incrementar las recaudaciones tributarias. Sin embargo, ningúngobierno que adoptó la decisión de incrementar el precio de la economía tiene una idea exacta de suefecto neto sobre el crecimiento económico.

Gráfico 2.3

Participación impositiva de lascapitalizadas y presión fiscal total,(como porcentaje del PIB)

1998 1999 2000 2001 2002

Participación impositiva de las capitalizadasPresión fiscal total

Fuente: Virreira, Las Capitalizadas en Cifras, UDAPE

0

2

4

6

8

10

12

14

16

12.413.6

0.660.740.780.630.74

14.414.113.2

45

La economía posibleco y su costo no sólo no ha dejado de creceren los últimos años, sino que ha llevado a unendeudamiento interno, a condiciones demercado, cuyo mantenimiento supone ero-gar casi 1,5 puntos del PIB por año. Por últi-mo, a partir del año 2001, la decisión deaumentar la inversión pública para promo-ver el crecimiento económico y la generaciónde empleo, en un contexto recesivo, ha au-mentado aún más la brecha entre ingresos yegresos fiscales. Hasta entonces, el perfil deldéficit público-sin pensiones mostraba unamarcada tendencia pro-cíclica. En un con-texto contractivo, las finanzas públicas inclu-so presentaron un superávit de 0,8% del PIB

en 2000 (gráfico 2.4).El primer desafío económico a ser re-

suelto para evitar el colapso del Estado, laeconomía boliviana, y con él, probablementetambién el del proceso democrático, es redu-cir la distancia entre ingresos y gastos esta-tales, en un contexto casi estructural de bajocrecimiento económico y de fuerte rigidezpara una disminución del gasto público (sóloel “hueco” ineludible en pensiones represen-ta actualmente el 5,5% del PIB). De formaparadójica, este desafío se da en un contex-to, signado por el agotamiento del creci-miento económico, que ha vuelto a colocaren la agenda pública la necesidad de am-pliar el rol del Estado en la economía; es

decir, ampliarlo más allá del rol de regula-dor y de ente normativo que le asignaronlas reformas estructurales luego de su colap-so en la primera mitad de los años 80.

En ese tiempo, a principios de la déca-da del 80, frente a un escenario internacio-nal adverso,4 un déficit público inercial (pre-sionado además por las expectativas socialesque despertó el retorno a la democracia) y undéficit crónico en cuenta corriente,5 el Esta-do boliviano no optó por reducir drástica-mente el gasto público y renegociar la deu-da, como haría años más tarde, sino que, alno tener acceso a nuevos créditos externos yfrente a una base fiscal que apenas cubría el17% del gasto público,6 decidió recurrir a laexpansión de la base monetaria y emplear laspocas divisas disponibles para el pago de ladeuda externa, lo cual ahondó aún más eldéficit fiscal. En este contexto, el mecanis-mo clave para desatar el proceso hiperinfla-cionario, según Morales y Sachs (1989), fueel financiamiento monetario del déficit fis-cal.

La situación actual guarda ciertamenteimportantes diferencias con el periodo crí-tico que vivió el país en la primera mitad delos años 80, entre otras, porque ahora el paíscuenta con una plataforma institucional quesostiene la independencia del Banco Centralde Bolivia, por la posición externa del país

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Fuente: UDAPE

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-3.9 -3.7

-6.9

-8.9

Deficit fiscal sin pensiones

Gráfico 2.4

Déficit fiscal como porcentaje del PIB, 1987-2002

Deficit fiscal

4 Éste estuvo marcado por la fuerte caída de los términos de intercambio, el incremento de las tasas deinterés, la reversión de los flujos de capitales e incluso por el fenómeno climatológico de “El Niño”.

5 Fue un déficit generado por la debilidad del sector exportador, la fuerte dependencia de productos impor-tados y el servicio de la deuda interna.

6 Entre 1980 y 1982, el ratio ingresos fiscales/gasto público cayó dramáticamente del 60% al 17%. Mora-les y Sachs (1989).

46

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

en materia de déficit en cuenta corriente yde reservas internacionales netas, pero sobretodo, por la configuración, el rol y el pesodel Estado boliviano en la economía.7 Pesea esas diferencias a favor del presente, la ges-tión de la crisis, la inflexión y el cambio si-gue siendo muy difícil, pues están en riesgola estabilidad macroeconómica y los avancesen la construcción de la institucionalidad de-mocrática. Al igual que en los años 80, elEstado está virtualmente en quiebra, la si-tuación política y socioeconómica hace im-pensable un shock fiscal, y peor aún, se haperdido la continuidad del crecimiento eco-nómico, con el agravante de que ahora nose ha estructurado una propuesta alterna-tiva, aunque, claro, existe como factor ate-nuante la perspectiva de obtener futurosingresos por la exportación de gas natural(ver capítulos 1 y 4 del presente Informe).

En cualquier caso, de la actual coyuntu-ra nacional e internacional de largo plazo,inaugurada por los atentados del 11 de sep-tiembre de 2001 en Nueva York y Washing-ton, surge ahora la idea de propiciar un “re-torno del Estado” que sin duda puede plas-marse de diversas formas, aunque en elterreno económico se hable más bien de unarepartición de roles más equilibrada con elmercado. El Estado parece llamado hoy ajugar un rol activo como promotor del cre-cimiento económico en Bolivia,8 pero comonunca antes en las dos últimas décadas, sumargen de maniobra e incluso su sosteni-bilidad financiera, dependen del apoyo ex-terno que el país logre concretar.

En efecto, si el desembolso de donacio-nes y créditos concesionales, provenientes dela cooperación bilateral y de organismosmultilaterales, se viera puesto en cuestión, elEstado boliviano estaría ante la critica situa-ción de financiarse por otros medios o dejarde gastar algo más de 700 millones de dóla-res por año, lo que equivale a más del 100%de la inversión pública. Para tener una idea

de lo que ello significa, es importante decir,de manera aproximada, que la meta de re-caudación de lo que se denominó el “im-puestazo” de febrero de 2003, no superabani siquiera los 100 millones de dólares. Porlo mismo, si el recorte en la ayuda externaes total, e incluso si es sólo parcial, cualquierasea la opción elegida para reestablecer elequilibrio de las cuentas fiscales,9 se estaríacomprometiendo la estabilidad económica,social y política,10 además del crecimientoproductivo11 del país.

Pero si el compromiso de la cooperacióninternacional es una condición urgente paraque Bolivia logre encarar con éxito la inflexiónactual, ésta, por sí sola, no es suficiente. Porello, existe un cierto consenso nacional entorno a la necesidad de aplicar un ajuste fis-cal, pero es preciso que éste sea políticamenteviable, tomando en cuenta las restriccionesimpuestas por la situación social y la fragili-dad de la democracia. Además debe ser via-ble económicamente, es decir no puede te-ner un mayor efecto recesivo sobre la econo-mía, reduciendo los ingresos tributarios yobligando a mayores ajustes para cerrar labrecha fiscal. El reto central es cómo com-binar a mediano plazo un ajuste fiscal com-patible con una recuperación del crecimien-to económico.

En este sentido, parece acertada la estra-tegia consistente en preservar la inversiónpública, mientras se enfrenta el ajuste fiscalcon un alza de los ingresos tributarios. Elloen la medida en que:- Frente a una inversión privada nacional

inferior al 1% del PIB en los últimoscuatro años y una inversión privada ex-tranjera concentrada en sectores inten-sivos en capital, la inversión pública esun factor central de crecimiento concierta capacidad de generación de em-pleo.

- El gasto fiscal es relativamente inflexible,más aún si se toman en cuenta los recur-

7 Como señalan Morales y Sachs (1989), el Estado boliviano del 85 era uno que “por querer controlarlotodo terminó, paradójicamente, controlando muy pocas cosas”. Además de su quiebra financiera, seencontraba en situación de bancarrota administrativa: incapaz siquiera de generar gobernabilidad ygarantizar los equilibrios macroeconómicos básicos. Tampoco podía participar directamente en el proce-so productivo y controlar la implementación de una política industrial basada en un esquema complejo decontroles, transferencias y subsidios.

8 El discurso del presidente Mesa de enero 2004 ha marcado claramente este giro.9 Por ejemplo, reducir la inversión pública y/o los bienes y servicios públicos, aumentar la base impositiva,

recurrir al endeudamiento interno en condiciones de mercado para cubrir el déficit aún existente.10 Por ejemplo, un endeudamiento interno descontrolado que expone al conjunto del sistema financiero del

país.11 Por la importancia de la inversión pública en el crecimiento y en la creación de empleo, la contracción de

la demanda agregada que es posible prever en un contexto de incremento de la presión fiscal.

47

La economía posiblesos comprometidos por la reforma depensiones y su perfil de financiamiento.

- El fuerte incremento del déficit públi-co en los últimos años se debe, en par-te, a una caída de los ingresos fiscalesexplicado por el congelamiento del pre-cio de los hidrocarburos y por el estan-camiento de la economía.

Ahora bien, es preciso evaluar con de-tenimiento el eventual impacto que tendríanlas medidas diseñadas para incrementar lasrecaudaciones tributarias, en la viabilidadpolítica y el crecimiento de la economía.

Dentro de este esquema, el conceptoque podría orientar una estrategia económicade corto y mediano plazo, destinada a reducirel déficit, es el de ajuste fiscal a través delcrecimiento (Fiscal Adjustment ThroughGrowth) en oposición al de ajuste fiscal parael crecimiento (Fiscal Adjustment forGrowth). En virtud de tal opción se entien-de que la estabilidad macroeconómica es unacondición necesaria, mas no suficiente parael crecimiento económico, como lo demues-tra la experiencia boliviana reciente. El con-cepto de ajuste fiscal elegido supone recupe-rar la senda del crecimiento económicocomo requisito para aumentar la recauda-ción tributaria y, a mediano plazo, lograr elequilibrio fiscal. Ello supone:- Preservar la inversión pública como pi-

lar importante del crecimiento. Elloimplica redefinir el rol del Estado en laeconomía, convirtiéndolo en aliado es-tratégico del sector privado.

- Elegir una senda de ajuste fiscal compa-tible con el incremento de los ingresostributarios y concertada con los actoreseconómicos y sociales involucrados porlas medidas, es decir debatir la pertinen-cia y viabilidad de un pacto fiscal (recua-dro 2.1).

Ahora bien, una tarea central para via-bilizar este esquema es repensar la sostenibi-lidad financiera de la reforma de pensiones,que es el mayor componente inercial y es-tructural del déficit público. Para ello, par-tiendo de un diagnóstico del perfil de la deu-da de pensiones, es preciso definir:- ¿Cuál es el periodo crítico de transición

para el que se deben diseñar medidas decontingencia que garanticen la viabili-dad de la reforma?

- ¿Qué tipo de medidas de contingenciase pueden adoptar sin afectar la estabi-lidad del sistema?

Se trata de cuestiones delicadas, puesestán en juego el ahorro y las pensiones demiles de bolivianos, y como todo capital, estees sensible a la incertidumbre política y lainseguridad jurídica. Ahora bien, dado queel costo real de la reforma ha superando sucosto proyectado y está condicionando lapolítica fiscal, parece necesario diseñar unpaquete de medidas que garanticen su sos-tenibilidad financiera, acompañado por unproceso político que contemple instanciasinstitucionales de gestión, monitoreo y eva-luación, donde estén representadas las Admi-

La urgencia de las crisis desatadasen América Latina desde la década delos 80, hizo que el peso de la atenciónhaya recaído en mantener el equilibriofinanciero, dejando en un plano secun-dario los objetivos de la política fiscal,aún cuando tales metas hayan concitadofuertes consensos. En ese sentido, se-gún la Comisión Económica para Amé-rica Latina (CEPAL), el pacto fiscal esun acuerdo sociopolítico básico quelegitima el papel del Estado en el ám-bito y alcance de las responsabilidades

gubernamentales dentro de la esferaeconómica y social. Los cinco pilaresde un pacto fiscal son:- Consolidar un ajuste fiscal. El hecho

debe ser compatible con la posibili-dad de enfrentar la variabilidad co-yuntural de la actividad económica,ya sea por causas internas o externas.

- Elevar la productividad de la gestiónpública. Esto mediante criterios quepermitan mejorar la eficacia, eficien-cia y calidad de su gestión y la incor-poración de nuevos agentes sujetos

a regulación adecuada que prestenservicios sociales y de infraestructuratradicionalmente reservados al Estado.

- Dotar de mayor transparencia a laacción fiscal. Este es un elementoesencial para una fiscalidad sana.

- Promover la equidad. Es la base parabrindar una igualdad de oportunidades.

- Favorecer el desarrollo de la institu-cionalidad democrática. Esto en lamedida en que el pacto fiscal es uncomponente esencial del fortaleci-miento de dicha institucionalidad.

Recuadro 2.1

El pacto fiscal según la CEPAL

Fuente: CEPAL y www.procesodepaz.gob.gt

48

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

nistradoras de Fondos de Pensiones (AFP), susafiliados, los jubilados del antiguo sistema yel Estado.

En particular, parece imprescindiblefortalecer la institucionalidad pública encar-gada de gestionar el cierre del antiguo siste-ma de reparto y, en la medida de lo posible,negociar el cambio de perfil de la deudaemergente del pago de pensiones. Ello gene-raría un ahorro adicional por concepto deintereses. Además, están sobre la mesa otrasmedidas polémicas por su costo social y por-que inciden en las pensiones percibidas porpersonas que cotizaron al sistema antiguo.Sin embargo, es poco lo que se ha dicho so-bre los sacrificios que estarían llamados ahacer los beneficiarios directos de la reformade pensiones a fin de garantizar su viabilidad,es decir, los afiliados al sistema de pensionesy, en general, el grupo objetivo de las AFP: losasalariados urbanos, que son, más que nadie,los sectores medios bolivianos.

Al mismo tiempo y quizás porque losresultados se sentirían en el largo plazo obien porque en el fondo, la situación demuchos bolivianos no ha variado con la re-forma (todos aquellos que quedaron exclui-dos tanto del sistema público antiguo comodel sistema privado actual), es relativamen-te escaso el debate sobre los efectos socialesque arrojaría la evolución del sistema boli-viano de pensiones. Esta es una cuestión ma-yor y debe ser analizada en profundidad

observando los resultados obtenidos por sis-temas parecidos en distintos países del con-tinente.

En todo caso, a corto plazo, dado suescaso impacto sobre la inflación y dado quelos principales beneficiarios de la reformason los asalariados urbanos, se podría pen-sar en una contabilidad distinta del déficitpúblico que excluya, pero que al mismotiempo aclare, el déficit provocado por laspensiones. Así se daría una doble señal polí-tica consistente en:- Demostrar la factibilidad política y eco-

nómica de recorrer un sendero de ajus-te en los próximos cuatro años, partien-do de un déficit actual del 4%, quecontemple la necesidad de un presu-puesto contra-cíclico, con un techo del3% del PIB en periodo de recesión y queconduzca al equilibrio fiscal en conso-nancia con la recuperación del creci-miento.

- Pedir un esfuerzo adicional y temporalde los actuales beneficiarios directos dela reforma de pensiones en el financia-miento del periodo de transición quegarantice la estabilidad y la viabilidaddel sistema.12

Por otra parte, como se observa en lafigura 2.1, es necesario fortalecer los víncu-los entre presupuesto – inversión pública –crecimiento – recaudaciones tributarias (ver

Relación entre presupuesto - inversión pública - crecimiento - recaudacionestributarias

Figura 2.1

Monto y composición sectorialde la inversión pública

Elasticidad sectorial - inversiónpública - crecimiento

Presupuesto fiscal

Recaudacionesfiscales

Inversión pública

Crecimiento

Senda de ajuste fiscalElasticidad crecimientorecaudaciones fiscales

12 Por ejemplo, una cotización adicional temporal de los afiliados a las AFP a cambio de créditos fiscalescomplementado con recursos concesionales que el Estado boliviano pueda comprometer de la coopera-ción internacional para la sostenibilidad de la reforma.

49

La economía posiblerecuadro 2.2), lo que implica evaluar el di-seño de la política económica en función,entre otras, de las siguientes interrogantes:- ¿Es eficiente el diseño institucional en-

cargado de ejecutar la inversión públi-ca?

- ¿Qué impacto tiene, a corto y medianoplazo, el programa de inversión públicasobre la inversión privada y el crecimien-to de la economía?

- ¿Qué tipo de medidas fiscales son polí-ticamente viables para ampliar el univer-so tributario, afectando lo menos posi-ble el crecimiento de la economía?

- ¿Qué sendero de ajuste fiscal es compa-tible, a mediano plazo, con la recupera-ción del crecimiento económico?

- ¿Qué tipo de diseño institucional debeenmarcar la formulación presupuestariapara hacer creíble y viable dicho plan deajuste a mediano plazo?

Se trataría de pasar entonces de un jue-go de presiones a un esfuerzo de responsa-bilidad compartida.

Además, dado el volumen de los recur-sos de la cooperación internacional y su ca-rácter estratégico para la sostenibilidad fis-cal a corto plazo, es importante estudiar lareorganización del portafolio de la coopera-ción en función de las prioridades estratégi-cas del esquema económico de corto y media-no plazo. En particular, se trata de coordinaresfuerzos, evitar duplicidades y reflexionar

Algunas medidas o sugerencias quepodrían ser contempladas y debatidasen relación a los desafíos orientados asuperar el déficit fiscal en el marcoconceptual propuesto de “Ajuste fiscala través del crecimiento” son:1. Promover la eficiencia y la transpa-

rencia en la ejecución de la inversiónpública a través del fortalecimientode la institucionalidad encargada desu ejecución.

2. Definir áreas prioritarias donde esvital una acción gubernamental efi-ciente a corto plazo y adoptar accio-nes rápidas para su fortalecimiento.

3. Reevaluar el programa de inversiónpública en función de su impactoen el crecimiento a corto plazo dela economía, preservando la inver-sión en educación y salud (determi-nantes del crecimiento a largo plazo)y diseñando un paquete de medidasdestinadas a promover agresivamen-te la inversión privada en sectoresde exportación (textiles y agroindus-tria) a cambio de la creación deempleos y el pago de impuestos. Setrata de canalizar recursos a sectorescon una elevada rentabilidad de lainversión pública en términos de

apalancamiento de inversión priva-da, de crecimiento económico(ICOR)13 y de generación de empleoe ingresos fiscales. Por supuesto,dada la situación actual del sectorprivado nacional ello conlleva pro-mover mecanismos que alivien lasituación financiera de las empresasviables, pero sin poner en riesgo laestabilidad del sistema financiero ypromoviendo una fuerte reestructu-ración que garantice su viabilidadfutura.

4. Un paquete de medidas fiscales queevalúe técnica y políticamente losmejores instrumentos para incre-mentar las recaudaciones tributariasy enfrentar las contingencias delcorto plazo. Para ser creíbles y via-bles, estas medidas tendrían queenmarcarse en un diseño de reformafiscal a mediano plazo (cuando lascondiciones políticas y el estado dela economía lo permitan), que con-temple la incorporación de un im-puesto a la renta, la ampliación deluniverso tributario y un reajusteprogresivo de los precios de la ga-solina. Por supuesto, la consolida-ción de la Bolivia del gas es crucial

para promover el crecimiento delargo plazo de la economía y paraincrementar los ingresos tributariosen el corto y mediano plazo.

5. Adoptar un esquema presupuestariocomo el trabajado por Antelo (2003),es decir, un Presupuesto de BalanceEstructural Cíclicamente Ajustado,que permitiría tomar en cuenta laevolución del ciclo económico yreposar el ajuste principalmente porel lado de los ingresos efectivos,mientras el gasto se ejecuta a unritmo más independiente.

6. La creación de un Consejo Econó-mico y Social, como marco institu-cional que integre a los distintossectores de la sociedad y permita laconcertación y la discusión técnicay política de temas económicos ysociales clave.

7. Incorporar la discusión de un pactofiscal dentro de las funciones dedicho Consejo permitiría no sóloabrir la discusión del presupuestopor el lado del gasto, sino sobre todopor el lado de los ingresos, definien-do de esta forma un sendero de ajus-te fiscal concertado y por tanto creí-ble y viable.

Recuadro 2.2

Recomendaciones para salvar la brecha

Fuente: Elaboración propia

13 Incremental Capital-Output Ratio.

50

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

medidas de contingencia que agilicen losdesembolsos y los reorienten.

En suma, la gestión de la inflexión su-pone primero evitar el colapso del sectorpúblico, y probablemente con él, el de laeconomía y el de la democracia. Para ello, sibien es necesario asumir un ajuste fiscal com-plicado, que demande sacrificios a todos losbolivianos, aunque más a aquellos con ma-yores ingresos, es preciso no caer en la ten-tación de pensar el “ajuste por el ajuste”, di-señando medidas que profundicen la “rece-sión del crecimiento”, en que se encuentrala economía boliviana desde 1999 (PNUD,2002, capítulo 2). El ya citado concepto de“ajuste fiscal a través del crecimiento” evitaexplícitamente esta situación exige un retomás complicado: reconstruir un nuevo es-quema de crecimiento económico, haciendoviable un nuevo rol activo del Estado en lapromoción de una estrategia de desarrolloque asuma los desafíos que impone el nue-vo contexto signado por la globalización. Enello, ¿qué camino es posible y además desea-ble?

Buscando un camino propio

Si la aludida gestión de la inflexión su-pone, al menos en el ámbito económico,priorizar el crecimiento, es preciso que lapolítica económica que se adopte, formeparte de una estrategia de desarrollo de lar-go plazo, apropiada al nuevo contexto glo-balizado. Y es que el mundo está viviendo nosólo una acelerada ampliación de los espaciosen los que actúa el mercado, sino sobre todoun profundo cambio tecno-económico en lamanera de producir riqueza. Ambos proce-sos se complementan e interactúan de ma-nera compleja. No serían posibles mercadosglobales sin nuevas tecnologías que los ha-gan viables, ni habría incentivos para el cam-bio tecnológico, sin la aparición de una nue-va lógica de gestión del capitalismo.

Como se analizó en el primer capítulode este Informe, los cambios globales men-cionados están condicionando el funciona-miento de las distintas economías naciona-les, por lo que todos los países, de una u otraforma, están insertos en este proceso. El ver-dadero dilema es a través de qué mecanismosse puede fortalecer la capacidad de las socie-dades para gestionar los desafíos de la globa-lización. En este sentido, se conocen diver-sas actitudes y modalidades de gestión deestas transformaciones en cada país y socie-

dad. De hecho, la experiencia enseña que lasparticularidades culturales, sociales y políti-cas interactúan con las exigencias de adap-tación a los cambios tecno-económicos an-tes mencionados. En esta convergencia seconfiguran diversas modalidades de inser-ción en la globalización. Bajo esta óptica, ya partir de un breve análisis de estrategiasrelativamente exitosas de inserción en la glo-balización, este apartado pretende esbozarlos rasgos particulares que hacen a la “iden-tidad económica” de Bolivia y sobre los cua-les deberían definirse los objetivos e instru-mentos de una estrategia boliviana de inser-ción sostenible en la globalización, una vezagotada la vía de las reformas estructurales.

Países distintos, modalidadesdiversas de inserción

Si la globalización, entendida como unproceso de cambio socioeconómico de granenvergadura, no puede ser eludida o recha-zada por un país o sociedad sin correr el ries-go de pagar altos costos en términos de bien-estar, al mismo tiempo las opciones de ges-tión de la misma son mucho más diversas delo que plantea cierta literatura o discursopolítico. Por ejemplo, al analizar las “estra-tegias de crecimiento” aplicadas en el mun-do en las últimas décadas, Rodrik (2004)identifica arreglos institucionales “hetero-doxos” y “contexto-dependientes” exitosos,porque garantizaron una inserción eficienteen los mercados globales, una transforma-ción productiva y un alto crecimiento eco-nómico. El estudio critica explícitamente elintento de dar recomendaciones y arreglosinstitucionales específicos y/o únicos (porejemplo la privatización o la apertura comer-cial irrestricta) como si fueran las “únicasmaneras” de encarar una entrada a los mer-cados globales o de crear incentivos para lainiciativa económica y la atracción de Inver-sión Extranjera Directa (IED). Los casos deChina y Vietnam son ejemplos de lo men-cionado en contraste con los resultados másbien modestos de Bolivia o Filipinas, paísesdonde se implementaron reformas liberalesortodoxas.

Desde este punto de vista, la lógica delas reformas liberales y de la apertura econó-mica, conocida como Consenso de Washing-ton, sería solo una de las varias opciones degestión de la globalización económica, y nonecesariamente la más exitosa. En el casolatinoamericano, como se señaló en el pri-

51

La economía posiblemer capítulo, se puede argumentar que elactual agotamiento de esta opción se debe aque no pudo equilibrar una rápida aperturacomercial y de flujos financieros con el in-formacionalismo, es decir con cambios en laproductividad, la competitividad y la orga-nización de la producción mediante el usointensivo de la capacidad de procesar y ge-nerar conocimiento. Más aún, según Cimoliy Katz (2001), estas políticas habrían des-truido “las capacidades tecnológicas acumu-ladas en periodos anteriores”. Esto es lo quellamamos globalización sin informacionalis-mo. El saldo de este desequilibrio es la grandificultad para satisfacer las demandas socia-les pese a los enormes esfuerzos de adapta-ción exigidos a la población por la aperturaeconómica, lo cual se tradujo en frustración,y finalmente en polarización y conflicto so-cial.

Siguiendo los aportes de Castells y Hi-manen (2002), quienes caracterizan al me-

nos tres tipos de sociedades informacionales(ver recuadro 2.3), y a partir de una rápidacomparación de los casos específicos deCosta Rica, Chile y Malasia, el presente apar-tado muestra la existencia de diversas vías deinserción en la globalización, aunque conuna característica común y constante: el in-formacionalismo como rasgo fundamentalde su matriz competitiva. En efecto, al co-locar el conocimiento y las nuevas tecnolo-gías de la información en el centro de su ló-gica productiva, estos países relativamentepequeños en la economía mundial y conperfiles muy diferenciados entre sí en lo cul-tural, político y socioeconómico, lograroninsertarse con cierto éxito y relativa rapidezen la economía global.

Los cuadros 2.1, 2.2 y 2.3 muestranindicadores económicos, sociales, políticos ytecnológicos que permiten caracterizar agrandes rasgos las vías diferenciadas de inser-ción en la globalización de Costa Rica, Chi-

Vivimos en una época caracterizadapor el informacionalismo, es decir, porla capacidad de una sociedad para in-corporar a la información y al conoci-miento en la dinámica productiva. Enel mundo contemporáneo hay paísesque han ido accediendo estructuralmen-te al informacionalismo. Como dicenCastells y Himanen: “la sociedad de lainformación puede existir, y de hechoexiste, en una pluralidad de modelossociales y culturales, del mismo modoque la sociedad industrial se desarrollósiguiendo modelos de modernidad muydiferentes e incluso antagónicos”.

Así, existe un sello común en laconstitución de las sociedades de lainformación, sin embargo, a la vez, losresultados de esta transformación sonextraordinariamente diversos. Por otrolado, las sociedades y las economíaspueden alcanzar niveles muy parecidosde informacionalismo, aún partiendode historias y culturas diferentes, em-

pleando instituciones diversas y alcan-zando formas distintas de organizaciónsocial. En ese sentido, existen modelosdistintos de constitución de una socie-dad informacional. Son los casos delSilicon Valley en Estados Unidos, olos de Singapur y Finlandia.

Los estudios muestran que estostres países presentan los indicadoresmás avanzados en la dimensióntecnológico-económica. Si además seusan los criterios del índice de logrotecnológico de Naciones Unidas, lostres ofrecen los resultados más altos.En términos de competitividad, es decir,en base a indicadores de dinamismoeconómico, los tres países tambiéndestacan como las economías másdinámicas del planeta. Sin embargo,como dijimos antes, existen diferenciasentre estas sociedades informacionales.En el caso de Silicon Valley, la sociedadinformacionalizada surgió muyconectada al mercado, mientras en el

de Singapur se constituyó con base enuna sociedad signada por elautoritarismo estatal y en el deFinlandia se tuvo como base el Estadode bienestar y una identidad nacionalprofunda. Por estas razones, el casofinlandés es el más atractivo debido asus índices bajos de injusticia yexclusión social.

Lo verdaderamente importante deestos fenómenos es que permitendescartar la idea de que pueda haberun sólo modelo a seguir. Como señalanlos autores mencionados: “El modelode sociedad informacional queconstruye cada sociedad, o al quecontribuye cada individuo o cadaempresa, depende de los valores quepropongan las personas, las empresasy los gobiernos. Dentro del mismoparadigma tecno-económico, elinformacionalismo, existe un abanicoconsiderable para elecciones políticasbasadas en valores.”14

Recuadro 2.3

Los modelos de la sociedad de la información

Fuente: Castells y Himannen, 2002

14 Ibid, p. 27.

52

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

le y Malasia. En materia económica, es po-sible señalar que las tres economías presentanun PIB per cápita similar de un promedio de9 mil dólares ppa (paridad de acuerdo alpoder adquisitivo), aunque con grados y ca-racterísticas diferentes de apertura al comer-cio exterior. Mientras Malasia tiene una eco-nomía totalmente volcada a los mercados ex-ternos, aunque con volúmenes modestos deinversión externa, Chile combina niveles deexportación menos importantes con flujosde inversión extranjera directa claramentemás altos. Por otra parte, Chile y Malasia for-man parte del grupo de países en desarrollomás competitivos y el dinamismo de su eco-nomía en la década de los 90 ha sido cierta-mente importante, a pesar de los shocks queafectaron de forma casi recurrente a partir de1997 a la economía mundial, y particular-mente a las economías asiáticas y latinoame-ricanas. La menor competitividad de la eco-nomía costarricense se reflejó en un menor

dinamismo en los 90, y por lo tanto en el PIB

per cápita más bajo de los tres países anali-zados.

En materia de indicadores sociales esimportante señalar que los tres países presen-tan actualmente índices de desarrollo huma-no altos, junto a importantes logros en ma-teria de educación y salud (una esperanza devida superior a los 70 años), aunque con undesempeño claramente superior en el casochileno. Sin embargo, la extendida desigual-dad, sobre todo en el caso chileno, ha limi-tado notoriamente el impacto del dinamis-mo económico en la reducción de la pobre-za, por lo que el año 2000, más de uno decada cinco chilenos era considerado pobre apesar de haberse registrado un incrementopromedio del PIB per cápita del 67% en losaños 90. En este aspecto, es notorio el des-empeño de Malasia dado que partía del ni-vel más bajo de desarrollo humano del gru-po y actualmente presenta el menor porcen-

Cuadro 2.1

Fuentes: PNUD (2001), PNUD (2002), (2) Global Competitiveness Report 2002-2003,WEF, (3) Datos Banco Mundial, www.worldbank.org

Chile

Indicadores económicos, sociales y políticos

ECONOMÍA

Tasa de crecimiento PIB per cápita 1990-99 (%) (1990-2000)

Indice de competitividad (puesto entre 80 países) - 2002(2)

Exportaciones de bienes y servicios (% PIB) (promedio 1997-2000)(3)

Inversión Extranjera Directa Neta (%PIB) (promedio 1997-2000)(3)

BIENESTAR SOCIAL

Años escolaridad (15 años o más)

Tasa combinada de estudiantes de primer, segundo y tercer ciclo (%)

Esperanza de vida al nacer (años)

Coeficiente de Gini

Población por debajo de la línea de pobreza (%)

VALORES

Libertad en los medios informativos (100 a 0)

Libertades civiles (7 a 1)

Estabilidad política y ausencia de violencia (-2.5 a 2.5)

Voz y rendición de cuentas (-2.5 a 2.5)

Efectividad de gobierno (-2.5 a 2.5)

Indice percepción de la corrupción (0 a 10)

5.2

20

29

8

7.6

78

75.3

56.6

21.2

27

2

0.87

0.63

1.13

7.5

Costa Rica

3

43

47

4

6.1

67

76.4

45.9

22

16

2

1.08

1.37

0.74

4.5

Malasia

4.4

27

114

3

6.8

66

72.5

49.2

15.5

70

5

0.31

-0.13

0.53

5

53

La economía posibletaje relativo de pobres. Dada la composiciónde su matriz sociocultural y su pasado demono-exportador de estaño, la experienciamalaya es a todas luces relevante para com-pararla con el caso boliviano (recuadro 2.4).

En materia de indicadores políticos, seobserva que los tres países se parecen encuanto a la efectividad de sus gobiernos, susniveles moderados de percepción de la co-rrupción existente, su estabilidad política ysu ausencia de violencia interna, por lo quese podría avanzar la idea de que, además decontar con un cierto grado de cohesión so-cial interna, la calidad de su tejido político-institucional fue un factor importante parapromover una inserción exitosa en la globa-lización. Sin embargo, existen grandes dife-rencias entre estos países en cuanto al respe-to a las libertades políticas, de prensa y a lapromoción de la participación ciudadana.Malasia parece configurar un modelo másautoritario, mientras que Chile y sobre todoCosta Rica, desde hace más tiempo, osten-tan un esquema democrático.

Finalmente, los indicadores sobre lapenetración de las tecnologías de informa-

ción y la producción y exportación de tec-nología, muestran un alto grado de informa-cionalismo en los tres países. Sin embargo, suinserción en la economía del conocimiento seha producido de forma diferenciada. Si los trespaíses presentan un índice de adelanto tecno-lógico similar y relativamente importante(aunque claramente inferior al de los paísesdesarrollados), los casos estudiados se dife-rencian según su vocación ya sea de produc-tor o sólo de consumidor de estas nuevastecnologías. En efecto, Costa Rica destacapor el porcentaje elevado de exportaciones dealta tecnología y de profesionales formadosen el campo de la ciencia y la tecnología. Encontraste, los niveles de penetración de re-cursos como el Internet y la telefonía móvilson relativamente bajos. Además es notorioel retraso costarricense en cuanto a la expan-sión de Internet, mientras que Chile y Ma-lasia obtuvieron logros muy importantes eneste campo a fines de los años 90.

De los tres países analizados, Chile es sinduda el que presenta los indicadores máselevados en el uso de tecnologías de informa-ción y comunicación, además del porcenta-

Durante el periodo 1970-1990, Ma-lasia alcanzó un fuerte ritmo de creci-miento económico, acompañado deuna clara disminución de las inequida-des sociales y una mejora significativaen sus indicadores de desarrollo huma-no.

El plan económico llevado a cabopor el gobierno malayo tuvo comoobjetivo central recomponer el podereconómico de los diferentes gruposétnicos del país. Es decir, la políticaeconómica fue utilizada como un mediopara conseguir metas políticas y deconstrucción nacional. En ese sentido,a través de la nueva política económicainstaurada en 1970, se intentó disminuirla pobreza en la porción peninsularmalaya y reestructurar la propiedad delcapital en el sector productivo. Es decir,se crearon políticas para equilibrar lascondiciones de los grupos étnicos pro-

piamente malayos con las de los gruposde ascendencia china, que conformabantradicionalmente las esferas más ricasdel país.

Las estrategias económicas busca-ron la acumulación de capital físico,en términos de incentivo del ahorro einversión pública en una primera etapa,y en la atracción de inversiones extran-jeras destinadas al sector de productoseléctricos y electrónicos, en una segun-da fase. La política de incentivo a lasexportaciones y a las inversiones ex-tranjeras cambió la estructura produc-tiva de la economía malaya. Así, losbienes manufacturados se convirtieronen el rubro predominante de las expor-taciones del país. También se implan-taron programas educativos soportadospor una amplia inversión estatal a finde contar con profesionales mejor ha-bilitados para el salto tecnológico.

De modo que la reducción de lapobreza en Malasia partió de resolverla difícil relación de los grupos étnicosque componen el país. En ese sentido,como dice Ortuño: “Las políticas deequidad fueron más bien la consecuen-cia de una política más general de re-distribución de poder entre los gruposétnicos”. Este marco institucional sedesenvuelve entre un suave autoritaris-mo y un liderazgo sostenido, encarnadoen un Primer Ministro de prolongadomandato en el país (1980-2003), elmédico Mahathir Mohammed, que tra-duce la voluntad gubernamental derepartir los frutos del bienestar econó-mico entre todos los grupos étnicos(más que entre las clases). Ello lo obligóa estructurar políticas de compensaciónque reforzaron el poder político dedicho líder.

Recuadro 2.4

Malasia: crecimiento económico con equidad

Fuente: Ortuño, 2003

54

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

je más alto de gastos en investigación y de-sarrollo. Su retraso más notorio se expresa enel bajo porcentaje de exportaciones de altay media tecnología que estaría logrando ge-nerar. Por su parte, Malasia es un caso inter-medio en materia de desarrollo informacio-

nal, pues exhibe grandes exportaciones dealta y media tecnología (68% del total) jun-to a una amplia expansión y uso de tecnolo-gías de información y comunicación.

De esta forma, si los tres países muestranniveles altos y bastante homogéneos de in-

Cuadro 2.2

Fuentes: PNUD (2001), PNUD (2002),(1) Datos Banco Mundial, www.worldbank.org

Chile

Indicadores tecnológicos

Anfitriones de Internet (por 1000 hab.)

Ordenadores conectados al Internet (por 1000 hab.)

Usuarios de Internet (% población) 1997(1)

Usuarios de Internet (% población) 2000(1)

Contratos de teléfono movil (por cada mil habitantes)

Exportaciones de alta tecnología sobre el total de exportaciones (%)

Exportaciones de tecnología media sobre el total de exportaciones (%)

Científicos e Ingenieros en I+D (por millón hab.)(1990-2000)

Gastos en I+D (como % PNB) 1990-2000

6.2

4.9

1

17

222

1

5

370

0.6

Costa Rica

4.1

1.9

2

7

52

44

8

533

0.1

Malasia

2.4

3.1

3

16

213

52

16

154

0.4

En la última década, Costa Rica halogrado ejecutar una verdadera estrate-gia para avanzar en una economía delconocimiento. En primera instancia, eldesarrollo tecnológico e informacionalde Costa Rica se benefició de la deci-sión de establecerse en el país tomadapor importantes transnacionales en laproducción de alta tecnología.

El modelo costarricense fue promo-vido por una organización privada sinfines de lucro denominada CINDE, que,a partir de 1983, se propuso atraerfondos de inversión y propiciar el es-tablecimiento en el país de inversoresextranjeros. Para ello contó con el con-curso de destacados empresarios y lasautoridades de gobierno. En 1993, laestrategia de CINDE se concentró en lasindustrias electrónicas y de telecomu-nicaciones. Su máximo logro fue con-seguir que Costa Rica fuera elegidapor INTEL para establecer una planta deensamblaje y prueba, y luego, un centro

para el desarrollo de software. Increí-blemente, el país centroamericano tuvola preferencia por encima de Brasil,Chile y México (Rodríguez, 2000).Hasta 1999, las inversiones de INTEL

en Costa Rica habían alcanzado los390 millones de dólares, empleaban amás de 2.200 personas, su producciónrepresentaba más del 60% de creci-miento económico del país y alrededordel 40% de las exportaciones totales(Rodríguez, 2000).

En lo referido al desarrollo de soft-ware, éste se inició luego de que INTEL

invirtió en una de las empresas localesmás prometedoras en esta actividad.En ese sentido, los efectos sinérgicosde INTEL en la economía de Costa Ricatienen su explicación en el impulso deempresas nacionales proveedoras debienes y servicios para INTEL y al so-porte de la transnacional a la formacióncientífica y tecnológica en el país. Apartir de ese antecedente, otras empre-

sas del sector consideraron atractiva laposibilidad de establecerse en CostaRica.

Hoy Costa Rica ofrece a la econo-mía del conocimiento una educaciónde alto nivel, no sólo en los grados deprimaria y secundaria, sino también anivel universitario y técnico. Al mismotiempo, el país ofrece un ambientesocial y político estable, abierto y de-mocrático, un clima muy propicio paralas inversiones.

Las transnacionales productoras dealta tecnología como INTEL, Remec,Sawtec, CONAIE, Reliability o Protek,Sensortronics, pero también compañíasespecializadas en tecnología médicacomo Abbott y Baxterestas y firmas deservicios como Western Union y Sykeshan elegido a Costa Rica para sus in-versiones. Este hecho ha convertido ala costarricense en una economía com-petitiva en el terreno del desarrolloinformacional.

Recuadro 2.5

Costa Rica y el desarrollo informacional

Fuente: Loayza, 2003

55

La economía posiblegreso medio, desarrollo humano y adelantotecnológico (cuadro 2.3), que conviven sinembargo con bolsones aún significativos depobreza y desigualdad, podemos deducir queestos resultados se derivan de estrategias de“desarrollo informacional” diferenciadas,que se basan en estructuras políticas y eco-nómicas igualmente distintas.

Por un lado, Costa Rica parece habertenido éxito al haber ejecutado una estrate-gia basada en la atracción de inversiones detransnacionales especializadas en la exporta-ción de productos de alta tecnología (recua-dro 2.5). Es evidente que gracias a este es-fuerzo, este país centroamericano se ha trans-formado en un productor de tecnología ysoftware. No obstante se puede apreciar unnotorio rezago en su capacidad para usardichos recursos. Por lo mismo, la evoluciónde las exportaciones costarricenses y los cam-bios en su matriz de competitividad mues-tran un incremento significativo de las ex-portaciones conocidas como de “estrellasnacientes” en los años 90 (se refiere a losproductos crecientemente posicionados en

mercados dinámicos, que corresponden al24% y al 40% de sus exportaciones totalesentre la primera y la segunda mitad de ladécada). A pesar de estos cambios, la matrizde competitividad costarricense aún mues-tra un equilibrio entre productos que ganancuotas de mercado y aquellos que las pier-den. Esto sucede también entre productosque responden a una demanda mundial di-námica y aquellos posicionados en nichos demercado más bien estancados (cuadro 2.4).

Por el contrario, Chile se perfila comoun importante consumidor y usuario de altatecnología, aunque con una capacidad muylimitada para producir este tipo de bienes.En este caso, el desarrollo tecnológico se hadado en los nichos de exportación tradicio-nales del país (frutas, vino, salmón y made-ra) y que responden a su ventaja comparati-va más importante: los recursos naturales. Almismo tiempo, la modernización económi-ca y social del país ha generado incentivospara incrementar el consumo de tecnologíasde información. Por lo mismo, si los produc-tos que exporta se posicionan principalmen-

Cuadro 2.3

Fuentes: PNUD (2001), PNUD (2002)

Chile

Indicadores económicos, tecnológicos y de desarrollo

PIB per cápita ($PPA)

Índice de Desarrollo Humano (1975)

Índice de Desarrollo Humano (2000)

Índice de Adelanto Tecnológico (2000)

9417

0.702

0.831

0.357

Costa Rica

8650

0.745

0.82

0.358

Malasia

9068

0.616

0.782

0.396

Cuadro 2.4

Fuente: TRADE -CAN 2002

Costa Rica: Matriz de competitividad Cuota de mercado 1990 - 1995, 1995 -2000. Porcentaje de exportaciones

GANANCIAS EN CUOTA DE MERCADO

Primer periodo 44.68

Segundo periodo 52.3

RUBROS ESTANCADOS

Primer periodo 56.57

Segundo periodo 45.52

RUBROS DINÁMICOS

Primer periodo 43.29

Segundo periodo 54.28

ESTRELLAS MENGUANTES

Primer periodo 20.24

Segundo periodo 11.94

ESTRELLAS NACIENTES

Primer periodo 24.44

Segundo periodo 40.36

PERDIDAS EN CUOTA DE MERCADO

Primer periodo 55.18

Segundo periodo 47.5

RETROCESO

Primer periodo 36.33

Segundo periodo 33.58

OPORTUNIDADES PERDIDAS

Primer periodo 18.85

Segundo periodo 13.92

56

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

te en nichos de mercado de bajo crecimien-to y altamente sensibles a la evolución delcrecimiento mundial (más del 85%), lacompetitividad de su sector exportador le hapermitido incrementar de forma sostenida sucuota de mercado aún en un periodo parti-cularmente difícil para las ventas latinoame-ricanas (1995-2000). De esta forma, casi el60% de sus productos de exportación delperíodo responden actualmente al perfil co-nocido como de “estrellas menguantes” (cua-dro 2.5).

Finalmente, Malasia parece combinarrasgos de productor y de consumidor de altatecnología, lo que permite vislumbrar el sur-gimiento de una economía del conocimien-to avanzada. Este resultado es consistentecon una estrategia de desarrollo económico

que ha privilegiado, al igual que Costa Rica,la atracción de inversiones de transnaciona-les especializadas en esta rama, pero que tam-bién, a diferencia de la misma Costa Rica, haimpulsado la conectividad y el uso, a granescala, de tecnologías como el Internet, enel gobierno, en el sistema educativo y en laeconomía (MAIT, 2002). Malasia es un casointeresante, porque cambió gradualmente superfil productivo-exportador. Pasó de la ex-plotación de recursos naturales a la fabrica-ción de productos con incorporación progre-siva de tecnología, y actualmente ya produ-ce bienes de alta tecnología (52% del totalde sus exportaciones en 2000). De esta for-ma, su competitividad depende de produc-tos posicionados en nichos de mercado di-námicos. A pesar de un importante retroce-

Cuadro 2.5

Fuente: TRADE -CAN 2002

Chile: Matriz de competitividad Cuota de mercado 1990 - 1995, 1995 - 2000.Porcentaje de exportaciones

GANANCIAS EN CUOTA DE MERCADO

Primer periodo 48.59

Segundo periodo 68.79

RUBROS ESTANCADOS

Primer periodo 85.71

Segundo periodo 87.57

RUBROS DINÁMICOS

Primer periodo 14.20

Segundo periodo 12.41

ESTRELLAS MENGUANTES

Primer periodo 39.26

Segundo periodo 58.46

ESTRELLAS NACIENTES

Primer periodo 9.33

Segundo periodo 10.33

PERDIDAS EN CUOTA DE MERCADO

Primer periodo 51.32

Segundo periodo 31.19

RETROCESO

Primer periodo 46.45

Segundo periodo 29.11

OPORTUNIDADES PERDIDAS

Primer periodo 4.87

Segundo periodo 2.08

Cuadro 2.6

Fuente: TRADE -CAN 2002

Malasia: Matriz de competitividad Cuota de mercado 1990 - 1995, 1995 - 2000.Porcentaje de exportaciones

GANANCIAS EN CUOTA DE MERCADO

Primer periodo 72.84

Segundo periodo 62.13

RUBROS ESTANCADOS

Primer periodo 27.26

Segundo periodo 24.78

RUBROS DINÁMICOS

Primer periodo 72.74

Segundo periodo 75.22

ESTRELLAS MENGUANTES

Primer periodo 8.86

Segundo periodo 4.73

ESTRELLAS NACIENTES

Primer periodo 63.98

Segundo periodo 57.40

PERDIDAS EN CUOTA DE MERCADO

Primer periodo 27.16

Segundo periodo 37.87

RETROCESO

Primer periodo 18.40

Segundo periodo 20.05

OPORTUNIDADES PERDIDAS

Primer periodo 8.76

Segundo periodo 17.82

57

La economía posibleso en el periodo 1995-2000, precisamentemarcado por la crisis asiática de 1997, Ma-lasia exporta sobre todo productos califica-dos en el grupo de “estrellas nacientes” (cua-dro 2.6).

En suma, si bien la heterogeneidad depolíticas y arreglos institucionales pareceser un dato de la globalización, tampoco sedebe perder de vista que en los casos relati-vamente exitosos de inserción en el proce-so, el objetivo siempre fue el mismo, aun-que los medios y las capacidades para lo-grarlo hubiesen variado. En todo caso,siempre se trató de gestionar algún tipo demodalidad de inserción beneficiosa para lasociedad en los mercados globales y promo-ver un cambio tecnológico acorde con esedesafío económico. Más aún, el análisis pre-cedente muestra que para enfrentar los de-safíos de hoy, es indispensable contar con

niveles mínimos de bienestar social, efecti-vidad gubernamental, cohesión social (re-cuadro 2.6) y una promoción activa del in-formacionalismo. Si el informacionalismo estransversal a estos caminos, ¿qué caracterís-ticas propias debe y puede adoptar la víaboliviana? y ¿cuáles son los rasgos centralesque hacen a nuestra “identidad económica”que van a condicionar nuestra vía al infor-macionalismo? Estas son las preguntas quebuscarán ser absueltas en el siguiente apar-tado.

Los rasgos de nuestra “identidadeconómica”

En términos de desarrollo humano,Bolivia es un país ubicado en una situaciónintermedia a escala global. Tiene un índicede desarrollo humano de 0.672, muy por

En septiembre de 1993, el BancoMundial redactó un reporte sobre eleste y sudeste asiático. En función deeste texto, Izumi Ohno compiló lasmiradas de diversos analistas asiáticossobre problemas relativos al desarrollo.Veamos brevemente su contenido enlo que nos interesa.

El reporte antes mencionado afirmaque una burocracia competente, la re-lación virtuosa entre el Estado y elsector privado y los mecanismos parala distribución de los ingresos fueronfactores institucionales claves parapropiciar el crecimiento y la equidaden el este y sudeste del Asia. La mayo-ría de los analistas comparten este cri-terio. Además, ellos agregan otros fac-tores favorables como un buenliderazgo político, la responsabilidaddel empresariado privado y a la impor-tancia de los sistemas sociales. Loscomentarios sobre las dimensiones ins-titucionales del desarrollo económicopueden resumirse en cuatro puntos: lacapacidad institucional de los gobier-nos, el liderazgo político, la importante

respuesta del sector privado y del sis-tema social, pero también la movilidadsocial, que contribuye a una mayorcohesión de las sociedades.

Los analistas subrayan el hecho deque en esos países hay burócratas ca-paces y una institucionalidad políticafuerte, que permite a los gobiernosperseguir metas de desarrollo a largoplazo, planificar las políticas económi-cas consistentes y crear un medio am-biente propicio al ahorro y la inversióndel sector privado. En ese sentido, laconstrucción de una institucionalidadsólida y profunda es un requisito esen-cial para un desarrollo económico exi-toso.

Al mismo tiempo, fue preciso unsólido liderazgo político, que no sólomantuvo la estabilidad política, sinoademás la continuación y consolidaciónde políticas económicas, ayudando areducir las actividades inciertas delsector privado y permitiendo la tomade decisiones para construir institucio-nes sociales necesarias para el desarro-llo. En el caso asiático, hubo fuertes

liderazgos, aunque en muchos casos,éstos han restringido la pluralidad deideas. Ese es su lado oscuro.

Se afirma también que aunque exis-ten varias formas de relación entre elEstado y el mercado, en última instan-cia el sector privado es el motor deldesarrollo económico. En términos deintervención estatal en el desarrolloeconómico, deben efectuarse interven-ciones coherentes e integrales, para noperjudicar las iniciativas del sectorprivado y más bien colaborar con ellas.El Estado debe poder conjugar políticasque combinen la acción sobre el mer-cado con el apoyo al sector privado.

Más adelante, la mayoría de loscomentaristas enfatiza la importanciade la movilidad social y la equidadcomo factores esenciales del desarrollo.La movilidad social permite la emer-gencia de una amplia clase media ypromociona la participación compro-metida de las sociedades, reduce lospotenciales conflictos sociales y ayudaa la gente a compartir una visión nacio-nal que coadyuve a la cohesión social.

Recuadro 2.6

Lo sociopolítico e institucional en el desarrollo:mirando al mundo asiático

Fuente: Ohno, …

58

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

debajo del nivel promedio de la región lati-noamericana. Allí, sólo Honduras, Nicara-gua y Haití están en peldaños inferiores. Enel IDH de Bolivia 2002 se ha establecido quela situación nacional del último cuarto desiglo se caracteriza por un desequilibrio en-tre importantes logros en los aspectos socia-les del desarrollo y un notable estancamien-to en la dimensión económica del mismo.15

Este desequilibrio se habría incrementado deforma irregular en ese mismo periodo conrepuntes particularmente notables tras elagotamiento del ciclo de crecimiento asocia-do al modelo de “capitalismo de Estado” afines de los años 70 (de 10,6% a 26,5% en-tre 1975 y 1985) y a las políticas de ajusteestructural a fines de los 90 (de 27% a 33,5%entre 1995 y 2001) (gráfico 2.1).

Tal panorama se ratifica cuando se ob-serva la distancia entre el PIB per cápita delpaís ($us 2.300 ppa) y el promedio de laregión ($us 7.050 ppa). Al mismo tiempo,esa brecha es mucho menor si se comparanlos indicadores sociales, y particularmente,en educación.16 Ahora bien, un proceso dedesarrollo humano desequilibrado o asimé-trico como el boliviano no suele ser sosteni-ble pues, como señalan Ranis y Stewart(2001), “con el tiempo, la parte más débil

actuará como freno sobre la otra y produci-rá un ciclo vicioso”.17 Precisamente ese pa-rece ser el caso, pues el periodo actual de cri-sis, inflexión y cambio se caracteriza por unaregresión del PIB per cápita acompañado porfuertes dificultades para preservar nivelessignificativos de inversión social.

En cualquier caso, el patrón de desarro-llo humano de Bolivia pone en tela de jui-cio un crecimiento económico frágil e insos-tenible, que no sólo se ha traducido en ni-veles bajos y relativamente rígidos de ingresoper cápita en los últimos 50 años (gráfico2.2), sino que ha consolidado fuertes dispa-ridades sociales y territoriales. Pero, ¿quéfactores son los que han condicionado his-tóricamente un desempeño económico tanmediocre? Desde el Informe Keensleyside(1950)18 hasta los informes de DesarrolloHumano en Bolivia (1998 y 2002), pasan-do por investigaciones como las de Moralesy Sachs (1988) o Gray Molina (2003), seanaliza la fragilidad del crecimiento econó-mico boliviano desde marcos conceptualesque ponen de manifiesto un círculo viciosoentre la esfera político-institucional y la so-cio-económica. En breve, ha sido una polí-tica de base estrecha, sustentada en una eco-nomía de base estrecha y viceversa, usandoel movimiento circular enunciado por GrayMolina (2003).

De esta forma, cualquier estrategia dedesarrollo económico debe sopesar, sin duda,las limitaciones impuestas por la política ylas instituciones en Bolivia. Al respecto, uníndice de calidad de las instituciones públi-cas, publicado por el Banco Mundial, mues-tra que Bolivia está por debajo del prome-dio latinoamericano e incluso del correspon-diente al África subsahariana (gráfico 2.7).Sin embargo una estrategia de desarrollopara el país también debe contemplar losfactores que componen y construyen de al-guna forma la “identidad económica” delpaís. Y es que la economía boliviana debeser abordada desde tres ópticas distintas a

0.400

0.450

0.500

0.550

0.600

0.650

0.700

0.750

1975 1980 1985 1990 1995 1999 2001

Fuente: PNUD 2002 - PNUD 2003

Gráfico 2.5

Evolución IDH Bolivia por componentes 1975-2001

0.512

0.5460.572

0.596

0.628 0.648

0.672

Indice de avance social Indice de avance económico IDH - Bolivia

15 PNUD (2002), capítulo 2.16 En salud, la esperanza de vida para América Latina era de 70.3 y para Bolivia 63.3 en el 2001. En

educación, la Tasa de alfabetización de adultos en América Latina era de 89 % y en Bolivia 86 % latasa bruta de matriculación primaria, secundaria y terciaria era de 81% para América Latina y de 84 %para Bolivia (PNUD 2003).

17 Ahora bien, ambos autores señalan también que si a lo largo del tiempo se fortalecen las vinculaciones,quizá mediante una modificación de políticas, se podría generar también un ciclo virtuoso (Ranis y Stewart,2002:13).

18 “El fracaso en poner en práctica un sistema de gobierno firme, competente y responsable, ha sido tantoefecto como causa del insuficiente desarrollo económico de Bolivia”, fragmentos del Informe Keenleyside(1950) en PNUD (2002), Cuaderno de Futuro 15.

59

La economía posible

la vez: como pequeña en desarrollo, latinoa-mericana y mediterránea. Estos tres rasgoshacen indispensable la integración de Bo-livia en la economía mundial, pero al mis-mo tiempo complican enormemente el de-safío. Pero, ¿por qué la relación con el mun-do es tan importante para Bolivia?, ¿cómo seha dado tradicionalmente la inserción de laeconomía boliviana en los mercados mun-diales? y ¿qué lecciones se deben extraer delpasado y presente para construir la vía boli-viana hacia el informacionalismo?

En primer lugar, los países latinoameri-canos han tendido históricamente a tener unahorro interno bastante bajo en compara-ción con otras regiones del mundo y conrespecto a sus propias necesidades de inver-sión. Ello explica por qué la deuda externaes un asunto común y crucial para los paísesde la región. Por ello, la reforma chilena depensiones, aplicada en los años 80, y queluego fue de alguna forma replicada en Bo-livia, tenía justamente como una de susmetas declaradas incrementar el ahorro in-terno para financiar la dinámica de inversiónrequerida. Al margen del impacto neto deesta reforma sobre la tasa interna de ahorroen Chile, lo cierto es que ésta se incrementóde forma espectacular del 8% al 27% del PIB

entre 1981 y 1995,19 con lo cual se acercó alnivel de ahorro propio de las naciones asiá-ticas y pudo sustentar tasas de crecimientodinámicas en el periodo. El contraste con la

Bolivia de las dos últimas décadas es eviden-te: mientras los países asiáticos tienen tasasde ahorro interno superiores al 30% y loslatinoamericanos superiores al 20%, Boliviabajó de un promedio de 14% del PIB en los80 al 10% del PIB en los 90, con lo cual sesituó entorno al promedio de los países me-diterráneos en desarrollo (gráfico 2.8).

Este comportamiento del ahorro inter-no nacional se refleja en una tasa de inver-sión de largo plazo relativamente baja del16%, es decir, inferior al promedio latino-americano (20% del PIB) y por supuesto,menor al promedio del Asia oriental (32%).Pero no sólo eso. La difícil geografía del te-rritorio boliviano, la estrechez de su merca-do interno, los bajos niveles educativos, lapobreza generalizada y otros factores asocia-dos a nuestra condición de mediterraneidady subdesarrollo hacen que el principal pro-blema de la economía boliviana, según Mo-rales (2000), sea el “bajo rendimiento de lainversión en términos físicos”. Según estima-ciones del mismo autor, un crecimiento del5% en Bolivia requeriría de tasas de inver-sión del 30% del PIB. Citando el Informesobre el Fortalecimiento del Desarrollo de laCEPAL, Antelo (2000) señala que se requierenniveles de inversión del 28% del PIB parasostener una tasa de crecimiento del 6%. Enambos casos, queda de manifiesto que unode los problemas centrales es el financia-miento del desarrollo, proceso que, a su vez,

Fuente: Banco Mundial

-6%

-4%

-2%

0%

2%

4%

6%

8%

Tasa

de

crec

imie

nto

(%)

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

PIB

per-c

apita

Gráfico 2.6

Bolivia: Crecimiento y PIB per cápita (1960 -2002)

Tasa de crecimiento económico (%) PIB per capita ($us constantes 1997)

60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02

Fuente: Banco Mundial y Sachs, Gallupy Mellinger 1998; Escala de 0 a 10

Asia oriental 6,1

África subsahariana 4,5

América Latina y el Caribe 4,4

Países mediterráneos 4,3

Asia meridional 4,2

Bolivia 2,3

Gráfico 2.7

Calidad de las Institucionespúblicas

19 Aunque la teoría económica no permite concluir sobre el efecto neto de una reforma de este tipo, deacuerdo a una publicación del FMI que data de 1996, la reforma de pensiones chilena habría explicadoentre 1989 y 1994, un incremento de la tasa de ahorro en Chile de entre 2% a 4% del PIB.

60

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

permite incrementar la rentabilidad del ca-pital y la tasa de ahorro interna.

En efecto, como se observa en el gráfi-co 2.9, una vez superada la crisis de la hipe-rinflación y retomado el sendero del creci-miento económico, la brecha entre el aho-rro interno y los volúmenes de inversión sefue ampliando de forma sostenida a lo largode los años 90. Una vez que el ciclo de cre-cimiento promovido por las reformas estruc-turales empezó a mostrar signos de agota-

miento, tanto el ahorro interno como la in-versión tendieron a decaer, lo que mantuvouna amplia brecha que debió financiarse conflujos de capitales externos ya sea bajo laforma de deuda externa, cooperación para eldesarrollo o inversión extranjera directa(IED).

La señalada es una característica estruc-tural del modo de funcionamiento de la eco-nomía boliviana (gráfico 2.10). En los años50 y 60, la cooperación norteamericana fueparadójicamente crucial para financiar lasreformas de los gobiernos civiles de la Revo-lución Nacional. La condición para recibir-la fue la apertura del país al capital externoen el área de hidrocarburos y la puesta enpráctica de un duro plan de estabilización.20

Dichas medidas, y ahí reside la paradoja,eran contrarias a muchos de los planteamien-tos de la Revolución.21

La década de los 70 coincide con el ci-clo de crecimiento económico más dinámi-co y prolongado que conoció la economíaboliviana en la segunda mitad del siglo XX.El momento estuvo soportado por un ace-lerado endeudamiento externo que derivó enla crisis de los años 80, una vez que se dete-rioraron los términos de intercambio y lastasas de interés internacionales vivieron unbrusco incremento. La renegociación de ladeuda externa y el compromiso de la coope-

Asiaoriental

AméricaLatina yel Caribe

Bolivia Países me-diterráneos

Fuente: Banco Mundial y Sachs, Gallupy Mellinger 998

Gráfico 2.8

Ahorro interno como porcentaje del PIB

8.6

14.1

22.9

31.5

8.89.8

20.1

33.7

0

5

10

15

20

25

30

35

1980 1990

5%

7%

9%

11%

13%

15%

17%

19%

21%

23%

25%

Fuente: Banco Mundial

23%

13%

17%

23%

14%

10% 10%

7%

11%

7%

79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01

Inversión Fija Bruta Doméstica (%PIB)

Gráfico 2.9

Bolivia: Evolución del ahorro y la inversión (1979-2001)

Ahorro Bruto Doméstico (%PIB)

20 El Código Davenport (1955) y el Plan Eder (1957).21 Por entonces, la entrada de Bolivia a los mercados internacionales de capitales se encontraba vetada

desde la moratoria de los anos treinta, y ni el Estado, que controlaba los excedentes de una mineríaafectada por la caída de los precios internacionales, ni mucho menos la empresa privada, que le erahostil, disponían de capitales suficientes para acometer transformaciones de semejante dimensión.

61

La economía posible

ración internacional con las reformas estruc-turales bolivianas se tradujo en un fuerteincremento de los flujos de ayuda externa,que llegaron a representar entre el 10-12%del PIB a principios de los 90. Puesto que atodas luces esos niveles de cooperación ex-terna eran y son insostenibles a medianoplazo, la capitalización de las empresas pú-blicas (1993-1997) buscó atraer montosimportantes de inversión directa extranjeraal país. Como resultado de dicha reforma ydel dinamismo del sector de hidrocarburos,el país recibió crecientes flujos de IED que en1999 llegaron a representar más del 12% delPIB.

De esta forma, la arquitectura de finan-ciamiento externo de la que depende la eco-nomía boliviana, es fundamental no sólopara superar la crisis actual, sino para darviabilidad a cualquier estrategia de desarro-llo. Por lo mismo, una de las cuestionescentrales es el rol, a corto y mediano plazo,de la cooperación internacional y de la In-versión Extranjera Directa (IED) en la puestaen marcha de la vía boliviana hacia el infor-macionalismo. Como se observa en el gra-fico 2.11, Bolivia es actualmente uno de lospaíses latinoamericanos que más ayuda parael desarrollo recibe. Asimismo, desde haceunos cinco años, el país es también uno delos que más inversiones extranjeras directasatrae, si se las compara con el tamaño de sueconomía. Lo mismo se puede decir si secontrasta al país con el grupo de países me-diterráneos. Además está claramente porencima de Malasia y Costa Rica, y con ni-veles similares a Chile (gráfico 2.11). Sin

embargo la continuidad de esta tendenciaestá ahora en cuestión, porque la inversiónextranjera está disminuyendo debido a lacrisis económica, al creciente clima de ines-tabilidad política y a los tiempos indispen-sables que implica la maduración de dichasinversiones.

En segundo lugar, el grado de especiali-zación del trabajo, sustento de una mayorproductividad en las actividades económicas,depende sobre todo de la extensión del mer-cado. Ello supone, según el PNUD (2003),contar con una población superior a los 40millones de habitantes (Bolivia tiene ocho)o mantener un comercio de bajo costo conel mundo, es decir estar cerca de mercadosimportantes o contar con puertos marítimos.

Fuente: Banco Mundial

0

2

4

6

8

10

12

14

Porc

enta

je d

el P

IB

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

$us

Mill

ones

70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01

Gráfico 2.10

Flujos financieros hacia Bolivia (1970-2001)

Inversión Extranjera Directa (%PIB) Ayuda (%PIB) Total Deuda Externa ($us Millones)

Promedio inversión extranjera directa como % del PIB(1997 - 2001)

2520151050-5

Prom

edio

de

ayud

a co

mo

% d

el P

IB (1

997-

2001

)

Fuente: Banco Mundial

25

20

15

10

5

0

-5

Gráfico 2.11

Inversión Extranjera Directa y ayudaal desarrollo como % del PIB

ZIMBAWE

ZAMBIA

VENEZUELA

UZBEURUGUAY

UGANDA

TURQUIA

TADJ

RUANDA

PERÚPARAGUAY

PANAMA

NIGERIA

NEPAL

MONGOLIA

MOLDAVIA

MEXICO

MALI

MALAWI

LESOTHO

LACKAZASTAN

HONDURAS

GUYANA

GUATEMALA

ETIOPIA

EL SALVADOR

CRIC

COLOMBIA CHILE

CHAD

CEAFR

BURUNDI

BURKINA FASO

BRASIL

BOTSWANA

BOLIVIA

BHUT

BELICEAZERBAJAN

ARMENIA

ARGENTINA

62

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Dado que Bolivia es una economía peque-ña en desarrollo, y por lo tanto posee unmercado interno estrecho y altamente frag-mentado, su participación en los mercadosinternacionales es vital para fortalecer sucrecimiento económico.

De hecho, el crecimiento económicoboliviano de los últimos 50 años ha depen-dido mucho de la evolución de las exporta-ciones, y éstas, a su vez, de las variaciones enlos términos de intercambio, sobre las cua-les el país no influye. Por lo mismo, comose sugiere en el cuadro 2.7, los periodos demayor expansión económica han coincididocon coyunturas favorables para los precios denuestros principales productos de exporta-ción.

Sin embargo, pese a la importancia delas exportaciones como motor de crecimien-to económico, la inserción del país por la víadel comercio exterior es y ha sido frágil. Enefecto, el peso de éste último en la economía,medido como porcentaje del PIB, se sitúa enuna ubicación intermedia, comparada convarios países latinoamericanos y mediterrá-neos. Bolivia está muy lejos de las grandeseconomías exportadoras del continente comoChile o México, o de varios países medite-rráneos de África y del Asia en los cuales elcomercio exterior tiene un peso muy signi-ficativo, aunque está ciertamente por enci-ma de economías con mercados internosimportantes como Brasil y Argentina (grá-fico 2.8).

Más aún. Las series históricas reflejadasen el gráfico 2.9, muestran un debilitamien-to de la posición del país en los mercadosglobales, es decir, una tendencia a que dis-minuya el peso relativo de las exportacionesen la economía boliviana junto con una re-ducción sostenida de los niveles de exporta-ción per cápita. Esto ocurrió paradójicamen-te luego de la liberalización comercial demediados de los años 80, que estuvo asocia-da a un estancamiento relativo de las expor-

taciones per cápita en un nivel ($us 170 endólares constantes de 1995) muy inferior asu promedio de los años 60 y 70 ($us 270).En ambos periodos, las características de labase exportable boliviana, básicamente com-puesta de materias primas con bajo grado deprocesamiento, la hicieron muy vulnerablea las fluctuaciones de los precios internacio-nales, condicionando el éxito del crecimien-to y, sobre todo, del proceso de diversifica-ción de exportaciones a coyunturas externasfavorables. Más aún, la tendencia al deterio-ro de los términos de intercambio ha pro-vocado un continuo declive del poder decompra de nuestras exportaciones. En elperiodo 1985-2000, mientras el volumende las exportaciones se triplicaba, los pre-cios de las mismas se reducían en cuatro ve-ces.

Sin duda, la articulación de la economíaboliviana con los mercados externos es cru-cial, pues además precisa contar con divisaspara importar todo aquello que no producey pagar los recursos externos indispensablespara financiar la inversión. Sin embargo, almargen de la estrategia de crecimiento queadoptó, lo cierto es que Bolivia tuvo muchasdificultades para incrementar el valor de susexportaciones y diversificar su estructura.Por ello, cabría preguntarse: ¿qué factoresayudan a explicar la concentración y la vul-nerabilidad de nuestra base exportable? Estecomportamiento se encuentra escrito, dealguna forma, en el “código genético” denuestra economía. Aunque ello no implicauna fatalidad, sí hace más complicado eldesafío de nuestra inserción externa.

En efecto, la mediterraneidad y la geo-grafía accidentada de Bolivia, además de sualejamiento de mercados importantes, elevanlos costos de transporte de su comercio in-ternacional y limitan su crecimiento econó-mico. Como muestra el cuadro 2.8 (PNUD,2003), Bolivia forma parte del grupo de 53“países pequeños” con “poblaciones interio-

Cuadro 2.7

Fuente: Throp 1998

1945-72

Bolivia: Crecimiento, exportaciones y términos de intercambio

Tasa anual promedio de crecimiento económico (%)

Tasa anual promedio de crecimiento exportaciones (%)

Variación de los términos de intercambio en el periodo(índice, base 1970=100)

2.5

2.8

59 -100

1972-81

3.8

16.6

100 - 124

1981-95

2.1

1.6

124 - 96

México 54

Chile 52

Prom. Paísesmediterráneos 50

Prom. América Latina 42

Bolivia 38

Brasil 23

Argentina 17

Fuente: Banco Mundial

Gráfico 2.12

Comercio exterior comoporcentaje del PIB

63

La economía posible

res”, que registraron un crecimiento negati-vo medio del PIB per cápita de 0.2% por añoentre 1980 y 1998, frente al 1,9%, que re-gistró el ingreso medio de los habitantes de“países pequeños” con infraestructuras cos-teras o el 2,5% de crecimiento del ingresoper cápita de los “países grandes” con pobla-ciones interiores.

Las características geográficas del paísexigen del aparato productivo una mayorcompetitividad en cuanto a los costos deproducción y/o de calidad de producciónpara apuntar a nichos de mercado dinámi-cos, donde el precio no sea el factor determi-nante de la competitividad de un producto. Alcontrario, la situación se agrava debido a lossiguientes tres factores que incrementan elcosto unitario de transporte de las exporta-ciones bolivianas:- El precario estado de la infraestructura

de transportes, explicable más por ladebilidad de las instituciones, que por

los niveles de inversión pública asigna-dos históricamente a este sector.22

- La composición de la base exportable,asentada sobre todo en la exportación deproductos de bajo valor agregado, aso-ciados a la clásica ventaja comparativa deuna economía latinoamericana en elcomercio internacional: los recursosnaturales.

- Los principales mercados de destino denuestras exportaciones, históricamentelos países desarrollados, que suelen en-contrarse muy alejados de las zonas deexplotación y producción.

De esta forma, en una simplificaciónanalítica reveladora es posible argüir que elresultado histórico de esta combinación defactores ha sido un crecimiento sustentadoen una base económica estrecha, general-mente poco dinámica y bastante vulnerablea las fluctuaciones de los precios internacio-

10%

15%

20%

25%

30%

35%

40%

45%

65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01

Expo

rtaci

ones

(% P

IB)

Fuente: Banco Mundial

0

50

100

150

200

250

300

350

400

Expo

rtaci

ones

per

cáp

ita ($

us 1

995)

Gráfico 2.13

Evolución de las exportaciones bolivianas (1965-2001)

Exportaciones (% PIB) Exportaciones per cápita ($us constantes 1995)

22 De hecho, el endeudamiento externo del país se explica en gran medida por prestamos asignados a la construcción de infraestructuras de transporte,y fundamentalmente de carreteras.

Cuadro 2.8

Fuente: Extraido del Informe de Desarrollo Humano Mundial 2003

Tasas de crecimiento económico por tamaño y ubicación de la población, 1980-1998Países pequeños

Poblaciones Interiores

Poblaciones Costeras

24 de 53

15 de 17

Países queregistraron uncrecimiento delPIB per cápita

Crecimientomedio del PIBper cápita (%)

Población quevive en paísesque crecieron

(2001) (millones)

Países pequeños

Países queregistraron uncrecimiento delPIB per cápita

Crecimientomedio del PIBper cápita (%)

Población quevive en paísesque crecieron

(2001) (millones)

-0.2

1.9

379 de 799

118 de 130

10 de 10

3 de 4

2.5

3.2

3087 de 3087

341 de 418

64

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

nales de un producto dominante de expor-tación, que ha sido, normalmente un recur-so natural con bajo grado de procesamien-to. Primero fue la plata durante gran partedel siglo XIX, después el estaño, durante granparte del siglo XX y hoy son el gas y las olea-ginosas que están definiendo el tipo de in-tegración de Bolivia en los mercados globales.Se debe agregar que tales ciclos han estadovinculados a su vez al auge y agotamiento dehegemonías regionales y políticas en el país.23

En todos los casos, el patrón de inserciónen los mercados globales tuvo que ver conun crecimiento económico más bien redu-cido y volátil, por lo que las tasas de creci-miento del país han sido siempre menoresy más inestables que las existentes en elresto de la región (cuadro 2.9).

En suma, la necesidad de financiar lainversión con recursos externos y la de expor-tar para pagar lo que no producimos o lo queno ahorramos, hacen que Bolivia haya esta-do vinculada a la economía mundial inclu-so en el periodo en que el Estado jugaba unrol central en la economía y en el que otrospaíses latinoamericanos optaban por estrate-gias más agresivas de sustitución de impor-taciones. Si bien es cierto que el Plan Bohan(1942) buscaba a corto plazo sustituir lasimportaciones de alimentos, éste tenía lamirada puesta en las potencialidades deloriente boliviano para sustentar una diver-sificación de exportaciones a largo plazo.

Por lo mismo, Bolivia debe asumir ac-tivamente el desafío de insertarse en la glo-balización asumiendo las lecciones de nuestraexperiencia histórica: los ciclos de crecimien-to asociados a nuestro patrón tradicional deinserción sólo integran selectivamente a un

núcleo reducido de sectores, regiones y per-sonas y, por ello, en buena medida, no sonsostenibles. Por supuesto nuestra “identidadeconómica”, el ser pequeños, en desarrollo,latinoamericanos y mediterráneos, no es unafatalidad, porque la situación puede revertir-se mediante políticas públicas apropiadas.Sin embargo quedan al menos dos leccionesque deben ser asimiladas por una estrategiade desarrollo para el país. En primer lugar,el mercado sólo puede reforzar el “patróngenético” de Bolivia, es decir su inserciónen los mercados internacionales como mono-productor de materias primas, por lo queaquí el Estado tiene sin duda un rol quejugar. En segundo lugar, toda diversifica-ción de exportaciones en Bolivia experi-menta al menos dos dificultades centrales:su financiamiento y sostenibilidad. La pri-mera tiene que ver con el rol que debenjugar los capitales externos en la estrategiade desarrollo, mientras la segunda se rela-ciona con la competitividad de la base ex-portable. Y la competitividad en tiempos deglobalización, como nos muestra la experien-cia de Costa Rica, Malasia y Chile, dependesobre todo de la capacidad de generación yprocesamiento de la información y del cono-cimiento: el informacionalismo.

La NPE: Globalización sininformacionalismo

Bolivia ha encarado importantes trans-formaciones económicas y sociales en lasúltimas décadas, que se iniciaron con la pro-mulgación de la Nueva Política Económica(NPE) durante la gestión del Presidente PazEstensoro (1985-1989)24 y se profundizaron

23 Por ejemplo el fin del ciclo de la plata y el inicio de la economía del estaño se reflejó en una guerra civilentre el sur y el norte, resultando la hegemonía de La Paz. El ciclo del gas y de la soya parece a su vezestar reconfigurando el país en dirección de una hegemonía del oriente y del sur del país frente a unoccidente en declive.

24 Entre 1985-1989 se procedió a ejecutar reformas para estabilizar la economía, pero también para unaliberalización y apertura de la economía boliviana: ajuste fiscal, nueva ley tributaria, liberalización co-mercial, liberalización financiera y cambiaria y flexibilización laboral.

Cuadro 2.9

Fuente: Throp 1998

Dinamismo y volatilidad del crecimiento económico bolivianoTasa de crecimiento anual

promedio (%)

Bolivia

América Latina

2.50%

5.30%

1945- 1972 1972-1981 1981-1996

Volatilidad (%)

1945-1972 1972-1981 1981-1996

3.80%

5.10%

2.10%

2.20%

4.00%

1.60%

3.20%

2.10%

3.20%

1.90%

65

La economía posiblecon las reformas de segunda generación delperiodo Sánchez de Lozada (1993-1997).25

En los últimos quince años, las reformas hanacelerado la inserción de Bolivia en los mer-cados globales a partir de una agresiva polí-tica de liberalización económica. Es llama-tiva la profundidad, rapidez y por tanto, laenorme capacidad política que tuvieron losregímenes de ese periodo para implementaruna agenda tan amplia.

En efecto, de acuerdo al índice de refor-mas estructurales construido por Lora,26 Bo-livia fue el país latinoamericano que avanzómás rápido en la realización de reformas li-berales en la última década, transitando deun índice de 0.29 a uno de 0.69 en el perio-do 1985-1999, mientras que el indicadorpromedio de los países de la región se incre-mentaba de 0.34 a 0.58 (ver gráfico 2.14 ).Es decir que de ser un país relativamenterezagado en el cumplimiento de la agendareformista neo-liberal a inicios de los 80,Bolivia se transformó después en uno de losque más rápidamente se apropió de ella y laejecutó con mayor persistencia. Por ello, para1999 alcanzó un nivel de implementación dereformas incluso superior a Chile, país pio-nero de este cambio de orientación en laspolíticas económicas.

De esta forma, Bolivia apostó de mane-ra explícita a ejecutar reformas liberales queno sólo debían estabilizar la economía, sinoiniciar una nueva etapa de crecimiento. Éstatenía que ser el fruto de un fuerte impulsoexportador, cimentado en la inversión priva-da en sectores transables, de acuerdo a lasventajas comparativas de la economía boli-viana en el comercio internacional, y bajo elsupuesto de que la reducción de los desequi-librios macroeconómicos y la liberalizacióninterna y externa de la economía serían lascondiciones suficientes. Bajo esta óptica, lasreformas estructurales fueron una respuestaal desafío histórico de promover un creci-miento económico liderado por un sectorprivado exportador en el nuevo contextodefinido por la globalización.

Dentro de esta lógica, la primera mitadde los años 90 fue, en cierta medida, el pe-riodo de “auge” de este modelo de crecimien-to. Esto sucedió no sólo, porque la contri-bución del sector externo fue globalmentepositiva durante el periodo, dado que elaporte de las exportaciones al crecimientoeconómico fue sólo comparable al del con-sumo privado,27 sino porque esta expansiónsostenida de las exportaciones se basó en unadiversificación relativa de la base exportable

25 En este periodo (1993-1997) se realizan la privatización de las mayores empresas estatales (bajo elesquema de capitalización) y la reformas de pensiones en un modelo de capitalización individual. Perotambién reformas sociales como la Ley de Participación Popular y la Reforma Educativa.

26 Este índice mide el grado de apertura comercial, financiera y liberalización. Lora utiliza las políticasespecificadas en el llamado Consenso de Washington para construir su índice. Este varia de 0 a 1,mientras más un país se acerque a 1, mayor es el grado de implementación de reformas estructurales. VerLora 2000.

27 Cf. análisis sección 3.1 del presente capítulo.

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Fuente: Elaboración propia en base a Lora 2001, escala de 0 a 1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

Bolivia Promedio Latinoamérica

Gráfico 2.14

Velocidad de implementación de reformas estructurales, 1985 - 1999

66

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

boliviana. Además, la inversión privada na-cional, aunque limitada, mostró una tenden-cia creciente durante el periodo y tanto lareducción del desempleo abierto como ladisminución de la pobreza, permitieron almenos recuperar los niveles previos a la drás-tica estabilización.

Pero si bien la economía boliviana reto-mó el sendero de crecimiento en un contex-to macroeconómico estable a partir de 1987,el financiamiento de los desequilibrios exter-no e interno, y el crecimiento mismo de laeconomía, dependieron de forma crucial de

la capacidad de comprometer préstamosconcesionales y donaciones de la comunidadinternacional.28 Por otra parte, el crecimien-to económico generó una mayor concentra-ción del ingreso y sólo fue capaz de redun-dar en beneficio de los pobres, porque estosmultiplicaron sus fuentes de ingreso, incre-mentando la fuerza laboral e insertándose almercado de trabajo en condiciones precarias(PNUD, 2002).

En este contexto, varios shocks exóge-nos y endógenos coincidieron desde 1998 yafectaron significativamente a la economía

En 1988, la economía del circuitococa-cocaína representaba alrededordel 9% del Producto Interno Bruto(PIB) nacional, es decir, aproximada-mente 425 millones de dólares. Al res-pecto, se estima que los efectos indi-rectos de dicha actividad en otrossectores de la economía significabanuna cantidad similar en términos devalor agregado y que en 1992, el sectorempleaba el equivalente de 56 mil per-sonas a tiempo completo. En 1996, suincidencia ya se redujo al 3% del PIB

nacional sobre la base de alrededor de

48 mil hectáreas de coca cultivada,incluidas 12 mil de plantaciones lícitas.

Hasta fines del año 2002 los esfuer-zos en la erradicación y lucha contralas drogas se hicieron más drásticos.Quizás por ello, su participación en elPIB descendió al 1.6%, mientras seestima que para 1998, el circuito em-pleaba a sólo 17 mil personas. En cuan-to a la evolución de los cultivos decoca, hasta fines del año 2002, éstosabarcaban alrededor de 24 mil hectá-reas, incluidas 12 mil de coca lícita, loque muestra una disminución de

aproximadamente el 75% de la cocailícita cultivada con comparación con1996.

A pesar de los costos económicosy sociales de la política adoptada porlos últimos gobiernos, el compromisocon la meta de reducción de coca ex-cedente ha tenido avances significati-vos. Algunos analistas resaltan la posi-bilidad de que por los esfuerzosrealizados, la cocaína boliviana ya nohaya llegado a mercados norteamerica-nos.

Recuadro 2.7

El circuito coca-cocaína, una economía declinante

Fuente: UNODC, 2001

Fuente: UNODC, datos preliminares para los años 2001 y 2002

Participación del circuito coca-cocaina en el PIB (en %)

0.0

1.0

2.0

3.0

4.0

5.0

6.0

7.0

8.0

9.0

10.0

1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

6.8

1.6

1.10.7

2.02.2

3.9

3.0

6.26.1

5.04.5

4.6

6.8

9.2

28 Por un lado, la fragilidad de la base exportable y la precaria inserción externa de la economía bolivianase tradujeron en una balanza comercial crónicamente deficitaria mientras que por el otro, la incapacidaddel sector privado para liderar el proceso de inversión en la economía junto a las amplias necesidades enmateria de infraestructuras y de capital humano, provocaron presiones sostenidas sobre la inversión publica.

67

La economía posibleboliviana, como la política de erradicaciónde los cultivos de coca (recuadro 2.7) o lacrisis regional que afectó significativamenteel monto de las remesas enviadas por losmigrantes bolivianos (recuadro 2.8). Estosshocks pusieron en evidencia tanto el fraca-so de la consolidación de un sector privadonacional, moderno y competitivo, como lafragilidad de amplios sectores de actividadque hasta entonces habían sobrevivido bajoel abrigo de la informalidad, abandonadospor la política económica a pesar de aportaren gran medida al crecimiento y de ser cru-ciales en la generación de ingresos para lamayoría de la población. Desde entonces, elPIB per cápita boliviano se ha retraído en unpunto porcentual por año, lo que llevó a unarecesión marcada por un fuerte incrementodel desempleo abierto (gráfico 2.15)

Por supuesto, la crisis económica nosucede sólo en Bolivia, es regional e inclusova en consonancia con un pobre desempe-ño de la propia economía mundial, que poneen cuestión las reformas estructurales y dediversificación de las exportaciones en Amé-

rica Latina. Las previsiones de la ComisiónEconómica para América Latina (CEPAL), quehablan de una leve recuperación de las expor-taciones latinoamericanas en 2003, se sus-tentan en el desempeño exportador de po-cas actividades de explotación de recursosnaturales no renovables y en la consolidaciónde tasas de cambio competitivas luego delabandono de la paridad del real brasileño(1998) y del peso argentino (2002) con eldólar norteamericano. Por lo mismo, con elaño que culmina, América Latina habrá su-mado seis años de crisis económica a la yaseñalada “década perdida” de los 80 y conello, varios países habrán incrementado sunúmero relativo y absoluto de pobres suman-do en total casi 515 millones de latinoame-ricanos pobres en el año 2000 (gráfico 2.16).

En suma, luego de la crisis de la deudaexterna, el auge de la promoción de expor-taciones en Bolivia y América Latina, tradu-cida en una breve recuperación del creci-miento económico, no pudo mantenersemás allá de la primera mitad de los 90, cuan-do el contexto externo puso a prueba la com-

Entre el año 2001 y 2002, las expor-taciones bolivianas ascendieron en pro-medio aproximadamente a 1.270 millonesde dólares. Éstas giraron sobre todo alre-dedor de la exportación de productosderivados de la soya y gas natural, querepresentan en promedio alrededor del40% de las exportaciones nacionales.

Adicionalmente, como se observa enel gráfico, una importante fuente de divisasproviene de las remesas percibidas delexterior. En efecto, éstas representan enpromedio aproximadamente el 12.5% delas exportaciones para el año 2001 y 2002.Sin embargo, mientras el año 2001 el paíspercibió 172 millones de dólares por con-cepto de remesas del exterior, el año 2002éstas ascendieron a 143 millones de dóla-res y el primer semestre del 2003 llegana representar menos del 10% del total delas exportaciones. La evolución negativade las remesas con relación a las exporta-ciones totales podría estar relacionada con

el impacto de la crisis regional sobre losemigrantes bolivianos, principalmente enaquellos que residen en la Argentina yque o bien perciben menores ingresos ohan retornado al país.

Recuadro 2.8

Remesas para Bolivia

Fuente: Elaboración propia

Soya Gas natural Remesas2001 2002 Primer Semestre 2003

Fuente: Muller&Asociados, Banco Centralde Bolivia.

La soya, el gas natural y las remesas comoporcentaje de las exportaciones totales

0%

5%

10%

15%

20%

25%

30%

19%

24%

9%

22%

20%

14%

24%

20%

11%

68

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

petitividad del sector exportador. Pero, ¿quées lo que realmente fracasó? En palabras deWilliamson (2000), la persona que acuñópor primera vez la noción de “Consenso deWashington”, éste debe ser visto sólo comoun intento por enumerar aquellas políticasampliamente identificadas como promoto-ras del desarrollo al final de dos décadas. Ensus palabras: “Por fin los economistas se die-ron cuenta de que la clave para un desarro-llo económico rápido no reposaba en los re-cursos naturales de los países ni en su capi-tal físico o humano, sino más bien en el

conjunto de políticas que éstos implementa-ban”.29

Desde esta óptica, la inserción fallida delpaís y la región a los mercados globales en losaños 90, podría atribuirse a la adopción demalas políticas económicas. ¿Falló entoncesla implementación de las reformas liberaleso estuvo errada su propia concepción? Porsupuesto, aquí no se pretende zanjar el de-bate, sin embargo, al menos en el caso boli-viano, hay dos elementos integrantes de la“filosofía” de las reformas estructurales, queparecen explicar sus obstáculos para aumen-tar la productividad y la competitividadsistémica de la economía. Estos dos elemen-tos son el reducido rol que se le dio al Esta-do y la escasa incorporación del conocimien-to y las nuevas tecnologías en los procesosproductivos.

Con respecto al primer aspecto, y en uncontexto boliviano marcado por el colapsodel sector público, las reformas estructura-les redujeron claramente el rol económicodel Estado a las tareas reguladoras y norma-tivas de las actividades privadas. Al mismotiempo, las medidas decididas para garanti-zar la disciplina fiscal y la reorientación delgasto público, buscaron cambiar el efecto decrowding-out, que ejercía el déficit fiscal so-bre la inversión pública al competir en con-diciones desiguales por los escasos recursosdisponibles para la inversión, para convertir-lo en uno de crowding-in, convirtiendo en

Tasa de desempleo abierto, urbanoBolivia

704

1.057

928

10,40

3,10

8,50

0

3

6

9

TDA

(% P

obla

ción

Econ

ómic

amen

te A

ctiv

a)

Fuente: INE - CEPAL Para la TDA los datos de 1989 - 2001 son de ciudades capitales

600

700

800

900

1.000

1.100

PIB

per c

ápita

($us

)

1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Gráfico 2.15

Evolución del PIB per-cápita y la Tasa de desempleo abierto 1988-2002

BoliviaVenezuelaArgentinaAmérica LatinaBrasilChile

Fuente: CEPAL. El dato para América Latina es una estimación de 19 países de la región,y para Argentina corresponde al área urbana

Gráfico 2.16

Incidencia de la pobreza 1989 - 2002

0

10

20

30

40

50

60

70

Incidencia pobreza 1989 - 1990 Incidencia pobreza 2000 -2002

6261

49

4045

21

4448

37

48

21

39

29 Williamson (2000)

69

La economía posiblecomplementarias la inversión pública y laprivada al canalizar prioritariamente los re-cursos públicos hacia los sectores de saludbásica, educación primaria y construcción deinfraestructuras. Como se observa en el grá-fico 2.17, donde se refleja la estructura delgasto público en los últimos 15 años, lareorientación de las prioridades del Estadoy su alejamiento de la esfera productiva seconsolidó alrededor de 1997. Aún así, lainversión pública siguió siendo fundamen-tal para el crecimiento económico, porque deforma relativamente constante a lo largo delperiodo, aportó casi la mitad de la inversióntotal en la economía boliviana.

Colocar al mercado como mecanismoprincipal de asignación de recursos en laeconomía significa, al menos en teoría, quelos “recursos escasos” pudieran identificar“fines productivos alternativos”, alrededor delos cuales su tasa de retorno sea más elevadaa partir de señales rápidas y descentralizadasemitidas por el sistema de precios. Pues bien,dadas las características de la “identidad eco-nómica” del país, abordadas líneas atrás, eraprevisible que la ausencia de incentivos es-tatales tendiera a reforzar el “patrón genéti-co” de la economía boliviana, es decir, sucondición de mono-exportador de recursosnaturales.

En este sentido, es interesante señalarque la promoción de la Inversión Extranje-ra Directa (IED), que se dio, según Barja(1999) en un “ambiente de incertidumbrerespecto a la consolidación del nuevo mode-lo y de cuestionamientos sobre si algunascaracterísticas de la economía boliviana […]podrían realmente producir una nación ex-portadora”, terminó gestando como salidavisible al problema del crecimiento econó-mico en Bolivia aquella que pretendía impe-dir: una nación mono-exportadora, cuyociclo económico esté fuertemente correlacio-nado con las fluctuaciones de los preciosinternacionales del principal producto deexportación. Aunque esta vez con una dife-rencia de magnitud: el agente económicoprincipal no es ni el Estado ni la empresaprivada nacional, sino los nuevos actoressurgidos de la capitalización, las empresastransnacionales. Por lo mismo, algunos au-tores30 señalan al periodo que va del derrum-be del precio internacional del estaño al ini-cio de las exportaciones de gas natural al

Brasil como un periodo “puente” o “de tran-sición” entre la “economía del estaño” (1906-1985) y la “del gas natural” (de 1999 enadelante).

Por supuesto, es posible argumentar,como se profundizará más adelante, quedurante este periodo, la base exportable bo-liviana conoció una interesante diversifica-ción de exportaciones y que ahora, no sóloel gas natural, sino al menos el complejooleaginoso cruceño, de rasgos igualmentetransnacionales, están definiendo el patrónde inserción de la economía boliviana en losmercados internacionales. De hecho, laagroindustria cruceña es una de las princi-pales esperanzas del futuro económico delpaís. Sin embargo, es cuando menos dudo-so atribuirle al “modelo” sus resultados alen-tadores. Y aún así, su viabilidad futura pasapor el segundo ingrediente aludido que las

Fuente: UDAPE

Gráfico 2.17

Estructura de la inversión pública, 1987 - 20020% 20% 40% 60% 80% 100%

33

29

31

33

29

23

21

21

12

10

6

12

17

12

13

20

12

10

8

10

10

13

15

15

16

17

19

45

45

45

37

42

49

52

46

42

39

36

35

33

35

36

38

10

9

11

18

9

16

18

25

35

41

45

49

50

49

46

431987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

Extractivos Apoyo a la producción Infraestructura Sociales

30 Entre ellos, Gray-Molina (2003) y Alcaraz (2001)

70

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

reformas estructurales no supieron o no pen-saron en promover. Nos referimos al infor-macionalismo como sustento de incremen-tos sostenidos en la productividad agrícola.

En efecto, aún con sus falencias, el “Plantierras bajas del este” es el único esfuerzopúblico serio y coordinado con el sectorempresarial, encaminado a consolidar la in-fraestructura rural y las bases tecnológicasque sustentaron el tercer proceso de expan-sión de la frontera agrícola cruceña en losaños 90 y la emergencia del sector exporta-dor de oleaginosas.31 Además, la liberaliza-ción económica y la negociación comercialbuscaron consolidar los mercados de la Co-munidad Andina y retrasar la desgravaciónarancelaria de los productos más sensibles,entre ellos la soya y sus derivados. Ambasmedidas, centrales para promover la diver-sificación de exportaciones, eran opuestas ala versión más ortodoxa del modelo, que fuela que al final prevaleció en los últimos 15años.

Ahora bien, repensar el nuevo rol delEstado en la economía no debe suponer unregreso al pasado.32 En ese tiempo, el contex-to internacional era mucho más favorable yla globalización aún no había cambiado lasreglas del juego de la economía mundial. Poreso, sin duda, lo recomendable es buscar elequilibrio pertinente y adecuado entre elEstado y el mercado. Una noción como esatendría que formar parte de una estrategia deinserción sostenible en la globalización. Dehecho, los ejemplos de Chile, Malasia yCosta Rica, analizados en este capítulo, y laexperiencia del sudeste asiático, muestran enmayor o menor grado, y sin duda con carac-terísticas diversas, la importancia del Estado,la pertinencia de contar con estrategias dedesarrollo y el rol clave del sector privado(recuadro 2.9).

Por lo mismo, es preciso extraer leccio-nes de los dos extremos entre los que oscilóla economía boliviana en los dos ciclos decrecimiento de los últimos 50 años. Por unlado, está la baja calidad de las institucionespúblicas en Bolivia, agravada en la coyunturaactual por los problemas de sostenibilidadfinanciera y la anomia del Estado boliviano.Aquí es donde suele incidir el círculo vicio-so entre política y economía en el país. Por

otra parte, Mansilla (1995), Morales (2003)y Barja (1999) coinciden en señalar las de-bilidades del sector privado nacional paraasumir el rol de liderazgo que le asignó laNPE. Esto sucedió, entre otras cosas, por ha-berse tornado “muy dependiente de las pro-pias inversiones del gobierno”. Actualmen-te la inversión privada nacional no alcanzani al 1% del PIB, por lo que es probable, afuturo, un predominio de las empresas trans-nacionales o del Estado en la actividad eco-nómica. Esto podría suceder si se consolidauna Bolivia del gas que mantenga una eco-nomía y una política “de base estrecha” que,según Gray Molina (2003) han caracteriza-do la historia económica de Bolivia.

En relación al segundo punto, es decir,a la escasa capacidad boliviana para incorpo-rar conocimiento y nuevas tecnologías en laproducción, a fin de incrementar su compe-titividad, el diagnóstico realizado por el Sis-tema Boliviano de Competitividad (SBC) en14 cadenas productivas priorizadas por susrasgos prometedores, revela el mínimo gra-do de informacionalismo, incluso en secto-res exportadores de punta, como el propiocomplejo oleaginoso cruceño.

Por lo mismo, la agroindustria exporta-dora cruceña, responsable de dos tercios delas exportaciones no tradicionales del país,ha conocido en los años 90 lo que Monte-negro y Bowles (1999) denominan “un cre-cimiento de carácter más cuantitativo quecualitativo”, es decir, sustentado en el usointensivo de factores productivos abundan-tes más que en ganancias de productividadasociadas a su uso sostenible. En ese contex-to, la competitividad del sector exportadormás dinámico del país en la década anteriordescansa sobre dos cimientos muy frágiles:- Las preferencias arancelarias andinas, y- La fertilidad de los suelos y la capacidad

de preservar los rendimientos por hec-tárea mediante una expansión agresivade la frontera agrícola.

En efecto, el análisis de la productividadde la tierra en tres cultivos tradicionales: cañade azúcar, algodón, soya, que son los quemarcaron las fases de expansión agrícola enSanta Cruz, muestra un estancamiento secu-lar y una alta variación de los rendimientos

31 Este proyecto, financiado con un monto total de 55 millones de dólares en 1990 incorporo además com-ponentes de crédito rural, manejo de recursos naturales, investigación y transferencia tecnológica yextensión agrícola. PNUD (2004).

32 Sin embargo es evidente que la NPE no logró registrar tasas de crecimiento tan dinámicas y prolongadascomo en las décadas del 60 y del 70.

71

La economía posiblepor hectárea en las últimas cuatro décadas(cuadro 2.10).

Y es que, según Brennes et al (2001),incluso en este último tiempo de internacio-nalización de la agroindustria cruceña, lainvestigación agrícola y la transferencia tec-nológica para desarrollar semillas con másrendimiento y resistencia, han sido “aisladasy episódicas” y si hubo, se han logrado so-bre todo por iniciativa del sector privadodebido a la disminución de los recursos pú-blicos. De esta forma, según Urioste (2001),al tratarse de una práctica casi de monocul-tivo y en ausencia, al menos, de “prácticas derotación de cultivos y complementaciónagrícola ganadera”, está en duda la sosteni-

bilidad ecológica y económica del modeloagroexportador cruceño. En palabras deUrioste (2001:271): “La experiencia de laregión integrada de Santa Cruz y de otrospaíses ha demostrado que el ciclo de vida útilde este tipo de manejo de suelos fluctúa en-tre 15 y 20 años, si es que no median ciclosmás largos de descanso y de pasturas”.

Si uno de los sectores más dinámicos dela economía boliviana no puede, como ve-mos, incorporar, de manera plena, conoci-miento y nuevas tecnologías en su eslabona-miento esencial, es decir, la actividad agríco-la, no sorprende que la productividad deltrabajo sea claramente decreciente en las dosúltimas décadas (gráfico 2.18). La Encuesta

Para analizar la participación quedebe tener el Estado en el impulso aldesarrollo económico, recurrimos aIzumi Ohno, quien reseña distintasopiniones de analistas asiáticos sobreel particular.

En general, no hay discrepanciasen torno a la idea de que el Estado debecumplir un rol importante en el desa-rrollo económico, porque es él, el lla-mado a plantear los derechos funda-mentales de los ciudadanos y mitigarlas fallas del mercado. Sin embargo,el debate se agudiza cuando se discutencuáles pueden ser las formas deseablesde la acción estatal y cómo deben serllevadas a cabo. Ante esto emergen trestemas distintos en la agenda: el alcancey la amplitud del rol del Estado, el

deseo de contar con estrategias de de-sarrollo a largo plazo y la diversidadde las mismas.

Sobre el primer punto, los comen-taristas parecen compartir la percepciónde que el Estado puede cumplir unpapel muy útil, no sólo regulando losderechos fundamentales de las perso-nas, sino también complementando lasfunciones del mercado mediante rela-ciones cercanas con el sector privado.Lo último es muy importante para mi-nimizar los errores de coordinación delmercado que surgen de la informaciónimperfecta de la que dispone.

Sobre el segundo punto, la mayoríade las opiniones evalúan positivamentela utilidad de las estrategias de desarro-llo a largo plazo. En ese sentido se

afirma que el Estado puede plantearmetas en esos términos y participaractivamente en su cumplimiento. Casoscomo el de Malasia muestran la utilidadde la acción estatal en este terreno.

En el tercer punto, se plantea queno existe un sólo modelo de desarrollo,sino varios patrones. Sin embargo, elinforme del Banco Mundial recomiendacombinar los principios económicosfundamentales de la nueva economíacon una estrategia de fomento a laexportación. En realidad, más allá deeste consejo, la idea central es que haymuchas maneras para que un gobiernointervenga favorablemente en las metasdel desarrollo y que éstas dependen delas singularidades de los países. Eneste sentido, el rol estatal no debe ce-ñirse a una sola postura teórica.

Recuadro 2.9

El rol del Estado en el desarrollo económico

Fuente: Ohno, 2003

Cuadro 2.10

Fuente: Elaboración propia en base a Arrieta et al. (1990), Montenegro (1999a), CAO.

Rendimientos y variabilidad promedio de cultivos seleccionados por subperiodoSoya

Rendimiento promedio

Coeficiente de Variación

Rendimiento Mínimo

Rendimiento Máximo

1.95

0.17

1.29

2.45

1987-2000 1976-2000 1987-2000

Caña de azúcar

1964-2000 1987-2000 1964-2000

1.85

0.19

1.29

2.50

41.9

0.13

34.5

51.2

39.4

0.12

28.6

51.2

0.50

0.34

0.23

0.75

0.56

0.30

0.23

0.92

Algodón

72

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

de Capacidades para el Desarrollo Informa-cional (ECADI) – 2003, permite mirar estefenómeno desde el ángulo de los incentivospara la formación de los trabajadores en laeconomía boliviana. Así, apenas el 19% delos trabajadores declara haber recibido algúntipo de capacitación laboral en el último año.La encuesta pone en evidencia una fuertefragmentación del mercado laboral puestoque en el reducido grupo laboral de nivelsocioeconómico alto este porcentaje ascien-de al 43% (cuadro 2.11).

La relación entre el informacionalismoy las reformas neoliberales en América Lati-na arrojaría un balance igualmente negativo,traducido, entre otros, en un gasto per cápi-ta en investigación para el desarrollo (I+D)tres veces inferior al promedio mundial y enla caída de la cuota global de mercado de losproductos de la región de 3,4% a 2,6% en-tre 1985 y 2000. Si, en palabras de Sutz(2003), la innovación en América Latina hatendido a darse en “espacios escasamenteestructurados”y por lo tanto es débil y noactúa como “estímulo del desarrollo cientí-

fico-técnico”, para Cimoli y Katz (2001),fueron los procesos de ajuste dados en la re-gión los que habrían causado la destrucciónde capacidades tecnológicas acumuladas enperiodos anteriores. De la misma forma, paraMoguillansky (2003), la transformacionesradicales de carácter modernizador de los 90,“en lugar de fortalecer los círculos virtuososque alimentan la innovación, acumulaciónde capital y crecimiento, los han debilitado”.Por lo mismo, para Castells (2003), Améri-ca Latina se caracteriza por tener una “débilinserción en el modelo de producción infor-macional”.

En definitiva, se puede argumentar queel actual agotamiento de las reformas estruc-turales en Bolivia y América Latina se debea que éstas no pudieron equilibrar una rápi-da apertura comercial y de flujos financieroscon el “informacionalismo”. Eso significaque no cambiaron la productividad, la com-petitividad y la organización de la produc-ción mediante un uso más intenso de la ca-pacidad tecnológica para procesar y generarconocimiento. Se dio, entonces, lo que de-nominamos como “globalización sin infor-macionalismo”. El resultado de este desequi-librio fue que no se consiguió satisfacer lasdemandas sociales, pese a los enormes esfuer-zos de adaptación exigidos a la población porla apertura económica, lo cual se tradujo enfrustración colectiva, y finalmente en pola-rización y conflicto social. En el caso deBolivia, estas serían las fallas de la NPE, queexplican el actual “agotamiento de la mane-ra de gestionar la economía” (PNUD, 2002)

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Fuente: Elaboración propia en base a Jemio, 1999

0

20

40

60

80

100

120

106.8

88.3

71.3

1312.813.814.616.716.722.821.3

53.855.963.3

93.4

82.1

Productividad del trabajo

Gráfico 2.18

Productividad del trabajo (en miles de Bs. de 1990)

Capital por trabajador

Cuadro 2.11

Fuente: ECADI-03

Bolivia: Porcentade de capacitaciónlaboral por nivel socioeconómico

Nivel Socioeconómico

Si 42.9

Alto/MedioAlto

Medio

25.8

Pobre Pobreextremo

Trabajadores que

recibieron

16 8.2

73

La economía posibleen los últimos 20 años. Esa es pues la faseeconómica de la “inflexión histórica” queestaría viviendo hoy el país.

Hacia una estrategia dedesarrollo informacional

Si bien resulta fundamental colocar elcrecimiento al centro de las preocupacionesde la política económica, no es menos cier-to que los discursos absolutos en este senti-do parecen haberse agotado. Este momentode crisis, inflexión y cambio exige una re-orientación encaminada al desarrollo. Porello surgen aquí preguntas complejas:- ¿Qué lugar podría ocupar Bolivia en los

mercados globales y en la geografía delas redes mundiales de producción deriqueza?

- ¿Qué transformación productiva se debeimpulsar para que tal proceso combinetasas de crecimiento dinámicas y soste-nibles con mejoras sustantivas en mate-ria de desarrollo social?

Y en definitiva:- ¿Cuáles son los rasgos de una vía boli-

viana de inserción sostenible en la glo-balización?

- ¿Cuál es la economía posible?- ¿Hacia dónde debe y puede apuntar el

país?

De acuerdo a los rasgos explorados lí-neas atrás y que configuran nuestra “identi-dad económica”, es muy posible que en elmediano plazo, el país continúe basando suvida económica en la explotación de recur-sos naturales, el primero de ellos, el gas.Ahora bien, distintas experiencias exitosas deinserción en la globalización así como elagotamiento de la vía boliviana de los 80 y90 muestra la necesidad de que el Estadopromocione estrategias de desarrollo infor-macional capaces de colocar el conocimien-to y las nuevas tecnologías en el centro de losprocesos productivos. En consecuencia, laeconomía posible supone una explotación máseficiente e informacionalizada de las venta-jas comparativas con que cuenta el país, ybásicamente de los recursos naturales. La víaboliviana de inserción sostenible en la eco-nomía global implicaría un cambio gradualen la naturaleza de las exportaciones. Elloimplica un salto cualitativo en la manera en

que debe crecer la productividad y la com-petitividad en los sectores donde ya anidanventajas comparativas gracias a la dotaciónde recursos naturales, la ubicación geográfi-ca (por ejemplo el turismo) y los recursoshumanos con que cuenta el país.

Sobre esta base, una estrategia de desa-rrollo informacional viable para Bolivia su-pone al menos inducir tres procesos parale-los y complementarios, en los que el Estadotiene un rol central. Éstas son:- Modificar gradualmente el perfil expor-

tador incorporando valor añadido a losrecursos naturales del país.

- Sustentar este proceso en una profundatransformación productiva que coloqueel conocimiento y las nuevas tecnologíasal centro de los procesos productivos.

- Definir una política gasífera que supon-ga liderar y promover ambos cambios enla estructura productivo-exportadoradel país.

Cambiar el patrón de inserciónexterna

Como se señaló en el acápite anterior,dentro de los mercados mundiales, Boliviase caracteriza por ser un país mono-provee-dor de materias primas a los países desarro-llados. Este hecho se ha venido dando bajouna lógica de enclave, asociada al auge y caí-da de poderes regionales. Sin duda, la emer-gencia de la Bolivia del gas, y con ello, lareestructuración de hegemonías regionalesen torno al eje Santa Cruz-Tarija,33 lleva ensu seno este “patrón genético” de inserciónen la economía global, que hasta ahora hapromovido ciclos de crecimiento poco diná-micos, muy volátiles e incapaces de lograr laintegración social y territorial. Frente a es-tas tendencias fuertes en la historia econó-mica de Bolivia, y ante el desafío de inser-tarse proactivamente en la globalización, ¿esposible promover un patrón distinto de in-serción en la economía global, es decir, sos-tenido sobre una base exportable más diver-sificada, menos vulnerable y con mayor ar-ticulación territorial?

Para responder a esa interrogante, debe-mos señalar que una vez que la diversifica-ción de las exportaciones se transformó enuna preocupación central de la política eco-nómica, al margen de que el mecanismo cen-

33 Como en el siglo XX se diera en torno a la economía de la plata y al eje La Paz-Oruro, y en el siglo XIX entorno a la economía del estaño y al eje Chuquisaca-Potosí.

74

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tral de asignación de recursos fuera el Esta-do (1952-1985) o el mercado (1985-2003),el principal reto que enfrentó el país no fuetanto el de lograr resultados relativamenteinteresantes en la materia, sino sobre todohacer sostenible el proceso. Para demostrar-lo, analicemos el desempeño y la orientacióngeográfica del sector exportador boliviano eneste último periodo.

Entre 1985 y 2003, la estrategia de cre-cimiento de las reformas estructurales bus-có impulsar las exportaciones mediante laliberalización de la economía. Sin embargoésta fue escasamente acompañada por polí-ticas deliberadas de apoyo al sector exporta-dor. En este periodo, y una vez recuperadala ruta del crecimiento a partir de 1987, esdestacable el ritmo de incremento de las ex-portaciones (7% anual) y su contribución alcrecimiento global de la economía (1,6 pun-

tos porcentuales). Ahora bien, si, entre 1988y 1995, el aporte global del sector exporta-dor al crecimiento económico en Bolivia fuesuperior al del consumo privado de hoga-res34 (2,1 puntos porcentuales), y más aúnentre 2000 y 2003 (3 puntos), es posibleregistrar dinámicas claramente diferenciadasen el desempeño del sector exportador enambos periodos (cuadro 2.12).

En efecto, como se observa en el gráfi-co 3.1, en el primer periodo, las exportacio-nes bolivianas se expandieron gracias a losproductos no tradicionales y también, aun-que en menor medida, a la producción mi-nera.35 Así, si la economía boliviana logródoblar el valor de sus ventas totales al exte-rior en medio de la pérdida de dinamismode los sectores minero e hidrocarburífero,esto se debió a que las exportaciones de pro-ductos no tradicionales se multiplicaron por

Cuadro 2.12

Fuente: Elaboración propia en base a datos UDAPE

Bolivia: Crecimiento del PIB por tipo de gasto

1988 - 1995

1996 - 1999

2000 - 2002

1987 - 2002

Consumopúblico

0.4

0.4

0.3

0.3

Consumoprivado

2.1

3.1

1.5

2.3

Variaciónexistencias

-0.3

0.2

-0.5

-0.1

Inversión

0.9

2.0

-1.2

0.8

Exportaciones

2.1

-0.3

3.0

1.6

Importaciones

-1.2

-1.6

-0.8

-1.3

Total

4.0

3.7

2.2

3.5

30

50

70

90

110

130

150

170

190

210

230

114

100

4747

3337

180

214

188

62

116134

111

151

207

141

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Fuente: UDAPE

Hidrocarburos No tradicionales Índice general

Gráfico 2.19

Índice del valor de las exportaciones, 1987-2002

34 El consumo privado de hogares representa tres cuartas partes del PIB boliviano.35 Por motivos de presentación se omite en el gráfico el índice de valor de las exportaciones de minerales.

Este muestra una fuerte correlación con el índice general, con una tendencia oscilante, pero ascendentehasta 1996 (de 52 a 117) y una caída sostenida desde entonces (disminuyendo hasta 83 en 2001).

75

La economía posible5 en apenas 8 años. Esto ocurrió a pesar delas dificultades climatológicas que afectaronpuntualmente a la producción agrícola en1992 y 1995. De esta forma, la meta de di-versificar la oferta de los productos exporta-dos fue cumplida durante el periodo, y siantes del ajuste estructural los minerales y loshidrocarburos eran el 83% del total expor-tado, a partir de 1994 se dio un cambio his-tórico. Por primera vez desde la RevoluciónNacional, más de la mitad de las exportacio-nes bolivianas provinieron de productos no

tradicionales.36 De ser prácticamente inexis-tentes en 1985, estas ventas representan aúnhoy una parte sustantiva del conjunto.

Sin embargo, este proceso diversificadorse vio truncado a partir de 1997 por una seriede shocks que afectaron al crecimiento de laeconomía mundial y dejaron al descubiertola vulnerabilidad de la base exportable boli-viana. Como se observa en el gráfico 2.19,en los últimos cinco años, el crecimiento delas exportaciones bolivianas se debió sobretodo al dinamismo en el área de los hidro-

Algodón Azúcar Cueros y manufacturasProductos textiles

Maderas y manufacturas

Gráfico 2.20

Santa Cruz: Exportaciones de productos seleccionados 1992-2002

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Mill

ones

de

Dól

ares

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, INE

Fuente: Elaboración Propia en base a TRADE CAN 2002; INE periodo 2000-2002

0.0

0.1

0.1

0.2

0.2

0.3

0.3

0.4

0.32

0.05

0.11

0.06

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Gráfico 2.21

Índice de Herfindahl, 1985-2002

36 Sólo durante un periodo muy corto entre 1974 y 1976, las exportaciones combinadas de estaño y de gasnatural representaron en promedio algo menos de la mitad (47%) del valor total de las exportaciones.Entre 1986 y 1998, los productos tradicionales más importantes son: estaño, zinc, plata, oro y gas natu-ral.

76

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

carburos, mientras el valor de las ventas deproductos no tradicionales se mantuvo es-tancado (a su vez, su composición se concen-tró en los productos derivados de la soya). Lasituación de las exportaciones no tradiciona-les queda ilustrada en el gráfico 2.20, quemuestra el desempeño de algunos productosseleccionados de la economía cruceña. Suanálisis permite definir un viraje a partir de1997, cuando las exportaciones combinadasde productos primarios y manufacturados dealgodón, azúcar, madera, textiles y cuerospasaron de representar un ingreso promediode 100 millones de dólares anuales, a estabi-lizarse en torno a los 45 millones hasta 2002.

De esta forma, si a partir del año 2000las exportaciones volvieron a aportar decisi-vamente al crecimiento económico, la ten-dencia central de este último periodo con-sistió en sostener aquellas basadas en produc-tos con ventajas comparativas relativamentemás consolidadas en mercados cautivos. Nosreferimos a los productos derivados de lasoya exportados a la Comunidad Andina yal gas natural vendido al Brasil desde 1999.Más aún, la estructura de las exportacionesen el último periodo, intensiva en capital yde carácter transnacional, sugiere que ahorahay un nuevo tipo de crecimiento basadotambién en el sector externo pero, al menospor el momento, con fuertes dificultadespara arrastrar consigo al conjunto de la eco-nomía.37

En cualquier caso, lo cierto es que, almenos por algún tiempo, Bolivia logró nosólo disminuir el elevado grado de concen-tración de sus exportaciones en pocos secto-res, sino que además consiguió modificar superfil exportador basado en recursos natura-les sin valor agregado. En ese sentido, la evo-lución del índice de Herfindhal en el perio-do 1985-2002 (gráfico 2.21) muestra que laconcentración de las exportaciones bolivia-nas es muy inferior a la que había antes deque colapsara la economía del estaño en1985. Ahora bien, dada la fragilidad de lasventajas competitivas del sector agro-expor-tador cruceño y las probabilidades cercanasde consolidación de la economía del gas enlos próximos años, es posible sugerir que lareconcentración de las exportaciones bolivia-nas en recursos naturales sin valor agregadono ha hecho más que empezar.

Por el otro, la naturaleza de los produc-tos exportados por el país en el periodo1985-2002 (gráfico 2.22), muestra que Bo-livia logró modificar ligeramente su perfilexportador. Los datos nos permiten destacarlo siguiente: las manufacturas basadas enrecursos naturales y los productos de bajatecnología llegaron a representar de formaestable un 40% de las exportaciones totalesentre 1993 y 1996 (gráfico 2.22). Por lo tan-to, es posible aumentar las exportaciones deambos tipos de productos y éste resulta serun objetivo interesante para la política eco-

37 Ello se hace visible al analizar la evolución del consumo privado de hogares en el cuadro 3.1 La consoli-dación de este escenario podría suponer un crecimiento impulsado fundamentalmente por la InversiónExtranjera Directa (IED) focalizada en ciertos sectores relacionados al boom de los hidrocarburos y por lainversión pública financiada por la renta gasífera.

Fuente: Elaboración propia en base a TRADE CAN 2002: INE periodo 2000 - 2002

Gráfico 2.22

Estructura de las exportaciones de Bolivia, 1985 - 20020% 20% 40% 60% 80% 100%

71

72

71

69

64

62

60

56

51

48

52

54

55

53

54

63

64

69

18

13

12

15

19

21

21

23

25

27

27

27

27

27

25

19

18

19

6

7

10

14

15

15

13

13

13

13

10

9

9

8

11

12

11

11

9

9

7

6

6

4

3

2

4

4

8

8

21985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

Bienes primarios Manufacturas de baja tecnología

Manufacturas basadas en recursos naturales Manufacturas de alta tecnología

Manufacturas de tecnología media Otras transacciones

77

La economía posiblenómica, porque su logro supone un mayorprocesamiento, más encadenamientos en laeconomía, mejores precios y mercados másestables. A pesar de ello, el grafico 2.22 tam-bién pone de manifiesto un fuerte retrocesoen los últimos años en consonancia con lasdificultades del sector exportador no tradi-cional y el incremento de las exportacionesde gas natural.

Este agotamiento de la diversificaciónde exportaciones desde 1997 sugiere que éstase alimentó, en buena medida y al igual queen los años 70, de una coyuntura externafavorable. Ello pone de manifiesto el proble-ma de la competitividad de la economíaboliviana, pero también el del perfil compe-titivo del país. En efecto, aplicando la me-todología de la CEPAL a la base exportableboliviana en los años 90,38 el análisis decompetitividad, reflejado en el cuadro 3.2,muestra que más de tres cuartas partes de lasexportaciones nacionales se dirigen a nichosde mercado estancados, es decir, a aquelloscuya demanda suele crecer a tasas relativa-mente bajas y muy sensibles a la dinámica delcrecimiento mundial. Ello significa que encoyunturas desfavorables como la actual, lademanda mundial se estanca, los precios in-ternacionales tienden a caer y con ellos, yasea el volumen y/o el valor de las exportacio-nes del país. De esta forma, el 40 o 45% denuestros productos responden al perfil cono-cido como de “estrellas menguantes”, es de-

cir que ganaron cuotas de mercado en rubrosestancados, mientras el 30 o 35% correspon-de al perfil de “productos en retroceso”.Entre los primeros están los bienes más com-petitivos de la economía boliviana, que aúna pesar del estancamiento de la demandamundial, han logrado incrementar sus cuo-tas de mercado, mientras el notable incre-mento de las exportaciones de productos ca-lificados como “estrellas nacientes”, es decir,los que tienen ganancias de mercado enrubros dinámicos, se debe sobre todo a lasexportaciones de gas natural.

Como se analizó antes en este mismocapítulo, a diferencia de Costa Rica y Mala-sia, Chile no sólo posee el mismo perfil com-petitivo, sino que incluso lo profundiza. Así,entre el 85 y el 90% de las exportacioneschilenas de los años 90 se dirige a nichos demercado poco dinámicos. A pesar de ello, enel periodo 1995-2000, cuando el sector ex-portador de América Latina empezaba amostrar un crecimiento menos dinámico,casi el 70% de los productos chilenos presen-tó ganancias en sus cuotas de mercado, to-das ellas en rubros estancados. Por lo mismo,casi el 60% de las exportaciones chilenas delperiodo 1995-2000 responden al perfil de“estrellas menguantes” es decir, una escalamuy por encima de Bolivia. La diferenciacentral entre ambos países radica en quemientras las exportaciones bolivianas se es-tancaron a partir de 1997, las chilenas siguie-

Cuadro 2.13

Fuente: TRADE CAN 2002

Bolivia: Matriz de competitividad Cuota de mercado 1990 - 1995, 1995 - 2000.Porcentaje de exportaciones

GANANCIAS EN CUOTA DE MERCADO

Primer periodo 58.71

Segundo periodo 65.14

RUBROS ESTANCADOS

Primer periodo 83.40

Segundo periodo 75.37

RUBROS DINÁMICOS

Primer periodo 13.40

Segundo periodo 21.69

ESTRELLAS MENGUANTES

Primer periodo 48.44

Segundo periodo 44.97

ESTRELLAS NACIENTES

Primer periodo 10.27

Segundo periodo 20.17

PERDIDAS EN CUOTA DE MERCADO

Primer periodo 38.09

Segundo periodo 31.92

RETROCESO

Primer periodo 34.96

Segundo periodo 30.40

OPORTUNIDADES PERDIDAS

Primer periodo 3.13

Segundo periodo 1.52

38 Un análisis de la matriz de competitividad departamental de 1996 se encuentra en el Informe de Desarro-llo Humano en Bolivia de 1998.

78

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

ron creciendo, aunque a un ritmo inferior(gráfico 2.23)

Estos datos permiten realizar dos obser-vaciones:- Las exportaciones se pueden diversificar,

permitiendo además un incremento pa-ralelo en el grado de procesamiento delos productos vendidos al exterior. Porlo tanto, a mediano plazo es posible ydeseable alentar un incremento gradualde las exportaciones de manufacturasbasadas en recursos naturales y, en me-nor medida, de bienes de baja y mediatecnología.

- La mayoría de estos productos son muysensibles a la evolución de la demandamundial, por lo que hacer sostenible esteproceso exige más competitividad en elsector exportador.

En segundo lugar, es interesante hacernotar que la disminución del peso relativo delos minerales en la balanza exportadora bo-liviana ha cambiado de manera notoria elperfil de los mercados externos relevantespara la economía nacional. Y es que la diver-sificación de nuestras exportaciones estuvoacompañada además por la aparición de más

Nota: Estos datos provienen del TRADE CAN 2002 y presentan divergencias con los datos del INEpor lo que el valor absoluto de las exportaciones bolivianas sólo se los toma como referencias y aefectos comparativos con las exportaciones chilenas. Este valor es calculado en base a las importacionesdel país exportador.

3.500

5.500

7.500

9.500

11.500

13.500

15.500

17.500

19.500

Mile

s de

dól

ares

cor

rient

es

400

500

600

700

800

900

1.000

1.100

Mile

s de

dól

ares

cor

rient

es

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

Bolivia

Gráfico 2.23

Evolución de las exportaciones, 1985 - 2000

Chile

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, INE

Gráfico 2.24

Porcentaje de exportaciones por país de destino, 1990-2001

10

20

30

40

50

60

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

59

45

1520

24

33

América del Sur América del Norte Europa

79

La economía posiblemercados, sobre todo, regionales, como el dela Comunidad Andina de Naciones. Másaún, el peso creciente, dentro de la oferta deexportación, del gas natural y los productosdel complejo oleaginoso ha reforzado unanueva geografía del comercio exterior boli-viano, incrementando los vínculos con lospaíses latinoamericanos, que en 2002 absor-bieron, nada menos que el 60% de las expor-taciones bolivianas (gráfico 2.24).

Esta “reorientación geográfica” de lasexportaciones bolivianas se comprende me-jor si se analiza la participación de los cincoprincipales productos de exportación delpaís en los mercados de América Latina y elmundo: si el año 2000, el PIB de la econo-mía nacional representaba menos del 0,5%del PIB latinoamericano, las exportacionesbolivianas de gas y de los productos deriva-dos de la soya captaron en América Latinacuotas de mercado significativas del 16% ydel 21%, respectivamente. En contraste, lasexportaciones de minerales que, sobre todoen el caso del estaño, tendieron a declinar enlas últimas décadas, se dirigieron casi exclu-sivamente hacia países industrializados y re-presentaron entre el 3 y 4% de las exporta-ciones mundiales. Por lo tanto, ninguna delas exportaciones bolivianas logra superarhoy el 5% de la cuota de mercado mundial,lo cual expone su marginalidad, fuertemen-te condicionada por la evolución de la de-manda.

Esta situación se repite incluso dentrodel mercado del gas donde las posibilidadesdel país para jugar un rol “mundial” son muyremotas, pues, como se observa en el gráfi-co 3.8, las reservas bolivianas apenas repre-sentan el 1% de las del mundo, aunque és-tas ocupen, después de Venezuela (2,7%), elsegundo lugar en América Latina. Por lomismo, si Bolivia ocupa una posición abso-lutamente marginal en las redes mundialesde generación de riqueza, existen al menosdos nichos interesantes, el gas y los produc-tos derivados de la soya, que demuestran queel país puede optar por fortalecer una inser-ción que le dé un margen de influencia enlos procesos políticos y económicos latinoa-mericanos. Más aún, en la medida en queBolivia apunte hacia una mayor vinculaciónde sus regiones fronterizas con los paísesvecinos, es posible que las dinámicas localesy regionales favorezcan la competitividad delpaís y que promuevan una inserción exter-na con una mayor base territorial.

En efecto, varios factores que contribu-yen a la competitividad de las empresas sur-gen de procesos económicos y acciones pú-blicas con base territorial, por lo que de for-ma esquemática se pueden construir cuatroescenarios de evolución del desarrollo obser-vando la interacción entre el grado de “glo-balización” y “territorialización” de una eco-nomía regional. Como se observa en la figura2.2, el cuarto escenario favorable al desarro-llo humano muestra economías exitosas gra-cias a una inserción externa fuerte, basada enventajas competitivas afincadas en el territo-rio, difíciles de sustituir. En este contexto, ydesde un punto de vista normativo y de de-finición estratégica, el desafío boliviano con-siste en transitar hacia un escenario dondeexista una red de empresas y productores lo-

Fuente: TRADE CAN 2002

0

5

10

15

20

25

0.0 0.0

AméricaLatina

Mundo

Soya Gas Zinc Oro Estaño

Gráfico 2.25

Participación de las exportaciones bolivianas, 2000

3.7

0.4

3.0

0.20.4

16.0

3.3

21.0

AméricaLatina

MundoAméricaLatina

MundoAméricaLatina

MundoAméricaLatina

Mundo

Fuente: YPFB, 2002

Gráfico 2.26

Reservas mundiales de gas natural por país como porcentaje del total

0

5

10

15

20

25

30

BoliviaIrakVenezuelaEEUUArabiaSaudita

QuatarIránRusia

30.8

14.9

9.3

4.0 3.3 2.7 2.01.0

80

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

calizados en un entorno territorial que re-fuerce su competitividad.

Los informes de Desarrollo Humano deLa Paz y Oruro, Pando y Beni, Santa Cruz yTarija se refieren ampliamente a este tema yabogan por potenciar una vinculación direc-ta con entornos internacionales y la globali-zación en al menos cuatro macrorregiones:el altiplano marítimo, el norte amazónico, eleste y el sur del país. En todos los casos, lasdinámicas macrorregionales agrupan nexoshistóricos, socioculturales, económicos y po-líticos, que justifican la necesidad de un tra-tamiento binacional o trinacional de proble-mas comunes que van más allá de la dinámi-ca transfronteriza. Desde el punto de vistadesarrollado en este capítulo, la integraciónmacrorregional es aconsejable, porque pue-de impulsar una inserción externa más diná-mica de conjuntos territoriales competitivos.

En efecto, como se profundiza en losdistintos informes regionales de desarrollohumano (2003-2004) la consolidación deespacios macrorregionales más integradosdebería servir para:- Favorecer el ingreso de los productos

locales en mercados de exportación si-tuados en entornos próximos e inclusoen aquellos de gravitación económica re-gional (integración económica y comer-cial).

- Generar una plataforma articulada deservicios de transporte y comercio quevincule las zonas productoras de Boliviacon mercados al interior del continentey con puertos competitivos en el Pacífi-

co y el Atlántico (integración de la in-fraestructura de transportes).

- Mejorar la infraestructura propia de laeconomía de la información y ampliarsu cobertura a los distintos municipiosdel país en lo referido a energía y tele-comunicaciones (integración energéti-ca).

- Favorecer la llegada de inversiones pú-blicas en zonas deprimidas de las macro-rregiones (carta social común).

- Crear opciones de aprendizaje e inter-cambio entre empresas y productores ac-tualmente desarticulados (acuerdos edu-cativos).

- Impulsar bienes intangibles como laconfianza, el know how comercial o re-des sociales de intercambio que puedenser la base de emprendimientos másambiciosos (sistemas de innovación ma-crorregionales).

En suma, la experiencia de estos últimosaños demuestra que si bien el proceso es másdifícil que en otras partes debido a los ras-gos de nuestra “identidad económica”, Boli-via no está condenada a quedarse exportandoalgunas materias primas a mercados lejanos.El país puede incrementar sus exportacionesgradualmente, diversificándolas y expan-diendo sus mercados de destino. Sin embar-go, es previsible que este proceso no modi-fique sustancialmente su matriz de compe-titividad a mediano, e incluso a largo plazo.Por ello, es todavía más importante garanti-zar el atractivo comercial de nuestros pro-

Figua 2.2

Grado deterritorialización

Grado de insercióninternacional

Economías cuya inserción externase basa en ventajas competitivasterritoriales (Silicon Valley)

+

+

-

-

Economías con presencia degrandes empresas que exportancomodities (grandes explotacionesmineras o zonas de maquila)

Economías con activosterritoriales que sóloresponden a demandaslocales

Economías de subsistencia conpequeñas empresas y mercadosescasamente desarrollados

1 2

43

Desarrollo Regional

81

La economía posibleductos, pues al encontrarse en el grupo de“estrellas menguantes”, suelen ser muy sen-sibles a una reducción del crecimiento mun-dial. De acuerdo a las experiencias exitosasanalizadas en este capítulo, la sostenibilidaddel proceso descrito implica que el Estado,en alianza con el sector privado y otorgán-dole a éste un papel fundamental en la estra-tegia de crecimiento, juegue un rol centralpara promover el informacionalismo en laeconomía boliviana, colocando al conoci-miento en el centro de los procesos produc-tivos.

Informacionalismo ytransformación productiva

Este cambio gradual en el perfil expor-tador de Bolivia debe sustentarse en unanueva forma de producir en el seno de laeconomía boliviana. Y es que en la era de laglobalización, la competitividad descansa enla capacidad de generar y/o procesar cono-cimiento a partir de la amplia producción y/o difusión de nuevas tecnologías en los pro-cesos productivos. Por lo mismo, más allá delo que los bolivianos decidan producir ovender, lo importante es que sean competi-tivos, manejen las nuevas tecnologías y pro-cesen la información para adaptarla luego aprocesos productivos más complejos.

Según un estudio reciente del BancoMundial (De Ferranti et al, 2002), las acti-vidades basadas en la explotación de recur-sos naturales pueden impulsar un crecimien-to económico sostenido, y ser la base de unverdadero desarrollo, porque pueden gene-rar “elevados aumentos de productividad,efectos de propagación de las tecnologías eintegraciones prospectivas y regresivas”. Ensuma, pueden ser industrias con uso inten-sivo de conocimiento. Así, la minería enEstados Unidos habría sido un gran espaciode “aprendizaje colectivo”, que logró edifi-car, a su vez, un fuerte sistema tecnológico,mientras en Finlandia y Suecia, la capacidadde acumulación de conocimiento en la indus-tria forestal habría sido la base de despeguepara su liderazgo mundial en el sector ma-nufacturero de la madera y en la producciónde bienes de alta tecnología (recuadro 2.10).

Por lo mismo, aunque de forma dema-siado categórica en relación a la evidenciaempírica y analítica que aporta, y a su even-tual aplicación en América Latina, dicho in-forme concluye: “un rico acervo de recursosnaturales, combinado con la enérgica bús-queda y adopción de nuevas tecnologías,constituye una formula probadamente eficazpara lograr el crecimiento económico”. Paraello resulta indispensable generar niveles al-tos de capital humano y “crear capacidadpara el aprendizaje” aunque, el informe secuida de precisar explícitamente, debido a lafalta de estudios concretos, “las vías por lascuales los países aprenden” y “los tipos de po-líticas que se requieren”.

En esta misma dirección argumentan losestudios de Bravo Ortega et al (2002),39 DeGregorio (2003) y Martin et al (2001), se-ñalando que:- El progreso técnico, y con él, las posi-

bilidades de generar ganancias en secto-res relacionados con los recursos natu-rales, y específicamente la agricultura,pueden ser superiores a aquellos en elárea de las manufacturas.

- Este proceso está muy vinculado a lacalidad del capital humano que dispo-ne una economía rica en recursos natu-rales.

En relación a esto último, la experien-cia escandinava demostraría que la brechaeducacional, comparada con la experiencialatinoamericana, condicionó trayectoriasmuy distintas: “la fuerza de trabajo educada(en los países escandinavos) facilitó el mo-vimiento de los trabajadores entre diversasactividades económicas y permitió una rees-tructuración sectorial, mientras se desarro-llaban nuevas actividades industriales duran-te el proceso de explotación de recursos na-turales” (Bravo Ortega, 2002). Al contrario,según el mismo autor, “los recursos natura-les son negativos en países con bajos nivelesde capital humano, aunque sí tienen efectospositivos en los ingresos”.

En este sentido, como se analizó antes,la “vía chilena al informacionalismo”, desa-rrollada en los años 70 gracias a sus altos ni-veles educativos y un desarrollo humano

39 Al comparar las experiencias de desarrollo de Chile y Argentina en relación a los países escandinavos, yen base a un modelo econométrico, estos autores sostienen que la brecha educacional de los paíseslatinoamericanos en relación a los países escandinavos habrían condicionado trayectorias de desarrollomuy diferenciadas a pesar de que se trataba de economías muy similares en el siglo XIX y que adoptaronpolíticas económicas no muy diferentes en el siglo XX.

82

Nokia es una empresa finlandesa,creada en el pueblo del mismo nombre.Inició sus actividades como una fábricade madera desfibrada en 1869. Másadelante se convirtió en la mayor fábri-ca de celulosa y papel del país. En1930, en alianza con la fábrica de cau-cho finlandesa Finnish Cable Worksde Helsinki, conformó un único con-glomerado cuyos segmentos adoptaronsobre todo tecnologías importadas yaprovecharon su acceso y proximidadal mercado ruso durante el próximomedio siglo.

Luego de la Segunda Guerra Mun-dial, Cable Works se benefició con lareconstrucción de la Unión Soviética,cuyo mercado incentivó el incrementode su capacidad y adelantó la posibilidadde diversificar su producción. Con esepropósito, en 1960 se creó un departa-mento electrónico compuesto por inge-nieros especializados en investigacióny desarrollo, quienes, a solicitud delejército, crearon en 1962 un prototipode aparato radiotelefónico, que competíacon las dos empresas eléctricas másimportantes de Finlandia: Salora y Te-

leva, y con el productor sueco Sonab.Años más tarde, las cuatro empresas

citadas se fusionaron y crearon cuatrosecciones, cada una dedicada a un ru-bro: papel, cable, caucho y electrónica.Aunque en principio la sección electró-nica tuvo una importancia menor, ac-cedió rápidamente a las tecnologíasmás modernas, abarcando el área de laradiotelefonía y el de la comercializa-ción de computadoras extranjeras. En1977, sobre la base de las perspectivasde la sección electrónica, el gerentedecidió que de ser productor de papel,neumáticos y cables, Nokia se transfor-me en una empresa líder en alta tecno-logía. Así, con la experiencia acumuladahasta ese entonces, fue capaz de crearsus propias terminales computacionalesy cajas registradoras, así como compu-tadoras portátiles que competían conApple en el mercado nórdico.

A fin de competir en diversos mer-cados, Nokia cerró alianzas con empre-sas europeas y americanas, lo que lepermitió mejorar su situación comoempresa basada en conocimientos. Almismo tiempo que promovía negocios,

Nokia diseñó un dinámico programade desarrollo humano con empresasextranjeras asociadas, inició gestionespara modernizar el sistema de educa-ción pública en Finlandia y respaldóprogramas internacionales de intercam-bio estudiantil, aprendizaje permanentey la colaboración estrecha entre indus-tria y el ámbito académico. El resultadofinal de esos emprendimientos fue lacreación de la Universidad Nokia, pro-vista de un programa de educaciónglobal administrado por varias univer-sidades finlandesas que, en cooperacióncon la empresa, aumentaron la compe-tencia de los empleados en todos losniveles.

Aunque el salto de una industriabasada en materias primas a una deactividades de alta tecnología pareceser enorme, Nokia es un ejemplo deque el éxito en ambas áreas tiene puntosen común. Ambos ámbitos compartenla virtud de que el mejoramiento delos recursos humanos impulsa a que laempresa absorba y divulgue las capa-cidades con lo cual hace que la sociedadse haga parte del proceso.

Recuadro 2.10

Finlandia: de la madera a los celulares

Fuente: Banco Mundial, 2002

El auge de la agricultura frutículachilena puede ser considerado comouna experiencia ilustrativa en la sendahacia el informacionalismo. Los resul-tados muestran que a partir de 1974las exportaciones aumentaron a unatasa anual del 20% durante 20 años,las áreas con plantaciones comercialescasi se triplicaron y la producción defrutas se cuadruplicó. Las acciones quedieron origen a dicho desempeño setomaron en la década de los 60. En esesentido, fue muy importante el trabajode la Corporación de Fomento de la

Producción (CORFO) de Chile, que enese tiempo realizó, entre otras, laboresde supervisión de huertos y análisis dela potencial demanda de los mercadosexternos.

Así, en 1964 se creó el InstitutoNacional de Investigación Agraria(INIA ), que erogaba salarios altos atra-yendo a investigadores expertos. Apartir de eso, el gobierno desarrollóconocimientos científicos destinadosa lograr transferencias tecnológicas,identificó e inició la plantación de nue-vas variedades aptas para los mercados

externos, mejoró la gestión de huertosy el manejo de la post cosecha, actua-lizó la enseñanza y la investigaciónfrutícola y creó la infraestructura nece-saria para exportar en buenas condicio-nes.

En 1965 se estableció un programade cooperación entre la Universidadde California y la de Chile. Dicho con-venio abrió las puertas a la cooperacióntécnica y mejoró la capacitación de losprofesionales a lo largo de 10 años.Sobre esa base, Chile incorporó cono-cimiento en todas las fases de su cadena

Recuadro 2.11

Chile: la fruta informacional

83

medio-alto, sería un buen ejemplo de cómopuede aumentarse la productividad de sec-tores relacionados con una explotación infor-macionalizada de los recursos naturales,como sucedió en el caso de la fruta (recua-dro 2.11). Chile es, por lo tanto, un impor-tante consumidor y usuario de alta tecnolo-gía destinada a la explotación de recursosnaturales, lo que define su perfil de país ex-portador de productos calificados como “es-trellas menguantes”. ¿Puede esta experienciaser relevante para el caso boliviano?

A fin de responder a esta última pregun-ta, podría decirse que las reformas estructu-rales han modernizado el país en algún sen-tido, pues han promovido una ampliación enla oferta de tecnologías de información y co-municación, con niveles de cobertura y gra-dos de sofisticación superiores a lo que ca-bría esperar del desarrollo actual de Bolivia.Si bien esta particularidad será profundizadaen el capítulo 5 del Informe, vale la penacomparar brevemente la infraestructura tec-nológica boliviana con la que está disponi-ble en otras zonas geoeconómicas del mun-do. Como se observa en el cuadro 3.3 si bienlos indicadores sobre usuarios de Internet,

computadoras personales, televisores, telefo-nía fija y móvil en Bolivia son algo inferio-res al promedio latinoamericano, de todosmodos se mantienen en una escala de entre2 y 10 veces superior a los de regiones conniveles de ingreso medio comparable al bo-liviano como el África subsahariana o el Asiameridional. Eso significa que el empleo detecnología en Bolivia es mayor al de nacio-nes con similares niveles de desarrollo.

Para comprender este notable contras-te, es fundamental aclarar que la capitaliza-ción de las empresas del sector público boli-viano en el sector de las telecomunicacionesestuvo acompañada por la firma de compro-misos de inversión muy importantes en com-paración con el tamaño de la economía bo-liviana (alrededor del 7,5% del PIB sólo paradicho sector en el periodo 1997-2002). Deesta forma, si la sobreoferta tecnológica enBolivia es fruto, en gran medida, de las re-formas liberales, ésta no respondió a unalógica estricta de mercado, sino a compro-misos con el Estado. Aún así, queda muchopor hacer para que las redes de fibra ópticay estas nuevas tecnologías integren el terri-torio nacional, incorporando, por ejemplo,

Fuente: Banco Mundial 2002

productiva, lo que hizo que la cantidadde empresarios frutícolas se cuadrupli-que y se produzca una fuerte propaga-ción a otros sectores que vieron laposibilidad de exportar.

En forma complementaria a losesfuerzos iniciados en la década de los60, después de 1975 se crearon variasinstituciones para promover que el

sector privado participe y compita enactividades de investigación y desarro-llo. Al mismo tiempo, a fin de promoverel aporte universitario, se aprobó la leyde 1989 que introdujo incentivos tribu-tarios a las donaciones con fines deinvestigación para las instituciones deeducación superior. En 1992 se imple-mentó del Fondo de Fomento al Desa-

rrollo Científico y Tecnológico (FON-DEF) a fin de financiar dichas labores.

En síntesis, "el éxito chileno seatribuye a la velocidad con la cual loschilenos fueron capaces de transferir,adaptar y difundir las tecnologías fru-tícolas inicialmente creadas para Cali-fornia y otras regiones con cultivos defruta".

Cuadro 2.14

Fuente: Banco Mundial, Indicadores de Desarrollo Mundial, Sachs, Gallup y Mellinger 1998Para Bolivia los datos de aparatos de televisión y computadoras son de PNUD, 1999

Infraestructura básica y tecnológica

Kilómetros de caminos (por Km2)

Aparatos de televisión (por mil hab.)

Computadoras personales (por mil hab.)

Densidad telefonía fija (por mil hab.)

Densidad telefonía celular (por mil hab.)

Usuarios Internet (por mil hab.)

Asiaoriental

0.1

266

19

110

98

28

América Latinay el Caribe

0.09

273

59

164

160

49

Asiameridional

n.d.

75

5

32

6

6

África sub-sahariana

0.02

60

10

14

27

8

Bolivia

0.05

202

8

70

110

34

84

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

a las zonas rurales y, sobre todo, al norteamazónico, donde está la cadena producti-va de la castaña que factura millones de dó-lares al año y se posiciona ahora como deltipo “estrella naciente” en la matriz de com-petitividad boliviana.

En segundo lugar, como se profundiza-rá en el capítulo 5, los bolivianos se mues-tran muy dispuestos a usar las nuevas tecno-logías e incluso las están aplicando en el te-rreno de la formación. Sin embargo, el usode Internet en Bolivia está todavía restringi-do a una minoría formada, sobre todo, porjóvenes urbanos de clase media-alta. Al mis-mo tiempo, existe en el país una fuerte de-manda para manejar los llamados códigos demodernidad y ésta se concentra en grupospoblacionales de ingresos medios y bajos,que podrían manifestar una frustración co-lectiva al no poder alcanzar sus metas. Unavez más, la intervención del Estado en la re-ducción de la llamada brecha digital debe-ría ser parte de una verdadera estrategia dedesarrollo informacional en Bolivia.

Por último, Bolivia tiene un nivel dedesarrollo humano medio-medio con impor-tantes logros en materia educativa en los úl-timos 50 años. Así, el alfabetismo se elevó al87% y la población boliviana ya tiene unpromedio de escolaridad de 7,4 años, es de-cir apenas por debajo del promedio latino-americano y muy por encima de regionescon niveles similares de PIB per cápita comoel Asia meridional o el África subsahariana.En cualquier caso, es llamativa la brecha quesepara a los países de América Latina del Asiaoriental y la ventaja de Chile en este aspecto(cuadro 2.15). Este es sin duda un reto pen-diente del desarrollo boliviano, aunque esimportante señalar que a mediados de losaños 80 Chile presentaba niveles promedio

de escolaridad parecidos a los de la situaciónboliviana actual (7.6).

De esta forma, la dotación de recursosnaturales, la amplia oferta de tecnologías yla disposición favorable de amplios segmen-tos de la población al cambio pueden ayu-dar a levantar una estrategia de desarrolloinformacional que promueva un perfil depaís como consumidor/difusor de nuevastecnologías a fin de competir y ganar cuotasde mercado. Pero, además de seguir estas re-comendaciones, es decir, ampliar la cobertu-ra geográfica de la “infraestructura informa-cional” y garantizar un amplio acceso de lapoblación boliviana al manejo de códigos demodernidad, ¿cuáles son los retos principalesasociados a esta transformación productiva?

Al respecto, no basta con garantizar unaamplia difusión de las tecnologías de la in-formación si los bolivianos no somos capa-ces de interactuar con ellas y adaptarlas anuestros fines productivos, favoreciendo lainnovación y promoviendo una adaptacióna las exigencias cambiantes del mercado.Como señala Sutz (2003:92): “el acceso tec-nológico no garantiza dinamismo tecnológi-co” ni el desarrollo de capacidades informa-cionales. El reto principal de la transforma-ción productiva con informacionalismo esfortalecer los nexos de ida y vuelta entre laesfera educativa y la productiva, promovien-do una verdadera “sociedad de aprendizaje”.Ello presupone tener una mirada de la edu-cación como transmisora de conocimientospara la innovación y la competitividad, y unacomprensión de lo productivo como “proce-so de aprendizaje”. ¿Qué significan y supo-nen dichos conceptos?

Según la definición aportada por Aroce-na y Sutz (2000), los “procesos de aprendi-zaje” implican que las personas resuelvanproblemas en interacción con otra gente yque, en ello, apliquen, intercambien, bus-quen y creen conocimiento. De esta forma,una “sociedad de aprendizaje” es aquelladonde estos procesos son centrales para la di-námica socioeconómica y donde una granparte de la población participa activamentede estos espacios. La definición es entoncesamplia y se aplica a todas las esferas de la vidaen sociedad. La emergencia de una sociedadasí depende de las oportunidades, es decir,de la densidad de “espacios de aprendizaje”y de las capacidades o el capital educativopara participar de estos espacios y abordarcreativamente problemas propios. En lo quesigue nos concentramos en breve en la ma-

Cuadro 2.15

Fuente: PNUD 2003

Indicadores de Educación, 2001

América Latina y el Caribe

Asia oriental y el Pacífico

Bolivia

Chile

África subsahariana

Asia meridional

Tasa de alfabetizaciónde adultos

89.2

87.1

86.7

95.9

62.4

56.3

Tasa neta dematriculación primaria

97

93

97

89

59

79

85

La economía posibleterialización de estos conceptos dentro delámbito económico.

En lo referido al primer lado de la ecua-ción, es decir, las oportunidades, los traba-jos seminales de Freeman (1987), Lundvall(1992) y Nelson (1993), proveen un intere-sante marco conceptual para comprender elconcepto de “espacios de aprendizaje” en laesfera económica.40 Ellos se refieren a los “sis-temas de innovación”. Bajo este enfoque, lainnovación es entendida en un sentido am-plio como el lugar de donde emanan crea-ciones nuevas con capacidad para modificarel qué y el cómo produce una firma. Así, sonmotores de aprendizaje interactivo distintasorganizaciones, sobre todo la triada Estado-universidad-empresa, que conforman el“conjunto de factores económicos, sociales,políticos, organizacionales y otros que in-fluencian el desarrollo, difusión y uso de lasinnovaciones” (Edquist, 1997). De estaaproximación conceptual surgen recomen-daciones interesantes para elaborar políticaspúblicas destinadas a promover la innova-ción en la producción.

Una vez definida nuestra aproximaciónconceptual para encarar la promoción de “es-pacios de aprendizaje” en el sector produc-tivo, es necesario identificar sectores estraté-gicos de actividad donde se hace prioritariopromover articulaciones fecundas entre lossectores público, empresarial y académicopara la innovación. En este sentido, el IDH

en Bolivia (2002), concluye en la necesidadde incrementar la productividad en sectoresde la agricultura y la industria manufacturerapara fortalecer el crecimiento económico yacelerar la reducción de la pobreza en Boli-via. La identificación selectiva de 14 cadenasproductivas dentro del Sistema Boliviano deCompetitividad (SBC) es sin duda una expe-riencia relevante, porque implica fortalecerventajas competitivas territoriales basadas enla posesión de recursos naturales y la voca-ción productiva de los distintos municipiosdel país.41

El segundo lado de la ecuación, es de-cir, las capacidades, nos invita a reflexionarsobre la generación y acumulación de capa-

cidades tecnológicas y de innovación. Comoseñala Sutz (2003), América Latina sería uncaso paradigmático de “camino sobre-im-puesto” de transformación tecnológica, esdecir, que el acceso al conocimiento y a latecnología se da mediante “la importación deproductos terminados, con escasas condicio-nes y oportunidades para el ejercicio de lapropia creatividad”. Si éste es el camino que“ha primado en el subdesarrollo”, la expe-riencia de los países asiáticos muestra otravía, es decir, que es posible recorrer “cami-nos inducidos” en el “transcurso de pocasdécadas”. Estos caminos, en cuyo trazado hajugado un papel importante una “voluntaddeliberada”, requiere, según Sutz (2003),“claridad de propósitos, capacidad de inver-sión de retorno incierto y, a largo plazo, va-loración del conocimiento como vehículo dedesarrollo económico y social”.

Un aspecto central de este desafío con-siste en diseñar un sistema educativo quefavorezca la innovación y la competitivi-dad.42 Y es que una estrategia de desarrolloinformacional que persiga una transforma-ción tecnológica en Bolivia, debería acelerarlos cambios institucionales hoy en curso enla educación, completarlos con agresivaspolíticas de formación continua, de apropia-ción y generación de conocimiento y tecno-logías para el salto económico, es decir, pro-ducir un aumento en las capacidades infor-macionales de la sociedad boliviana.

En efecto, si bien la Reforma Educativaes uno de los cambios trascendentales con-cebidos por el Estado boliviano en los años90, la gran debilidad de la formación formales que después de 12 años de estudio, el ba-chiller no puede desempeñar un oficio niuna carrera técnica. Si bien se pensó antes deque la solución era la creación de escuelastécnicas especializadas, éstas no incorpora-ron al sector agropecuario y ni siquiera leasignaron los recursos necesarios para su fun-cionamiento. De esta forma, el problema dela educación en Bolivia no radica tanto enla cobertura de la educación primaria niuniversitaria, sino en la orientación de laeducación media, y en la utilidad y calidad

40 Es importante señalar sin embargo que ambos conceptos no son equivalentes en la medida en que laaproximación de “sistemas de innovación” tiende a dejar de lado aquellos “procesos de aprendizaje” queno generan innovaciones en un sentido directo e inmediato (como el aprendizaje individual uorganizacional).

41 Si bien queda fuera del ámbito de este estudio, parece pertinente aplicar el concepto de “sistemas deinnovación” a cadenas productivas priorizadas para definir políticas públicas para la innovación y eldesarrollo de capacidades informacionales en los municipios productivos de Bolivia.

42 Por su pertinencia y actualidad, el análisis que se realiza en los tres párrafos siguientes han sido extraídosdel Informe de Desarrollo Humano en Bolivia (1998: 98-104).

86

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

de la formación superior. En ese sentido,tampoco se enfrentó a fondo una mejora dela educación superior. Un país pobre y conescasos recursos no puede darse el lujo deprivilegiar carreras universitarias tradiciona-les con sobreoferta de profesionales, que noestán de acuerdo con las necesidades de unasociedad productiva. Por lo mismo, a pesarde los grandes avances en materia de desa-rrollo humano, es posible prever que la Re-forma Educativa no va a cambiar el perfileducativo del país, caracterizado por la de-bilidad en la formación técnica y la insufi-ciente capacitación dentro de las empresas.

En este contexto, profundizar la Refor-ma Educativa no es tanto aumentar la cober-tura, sino sobre todo la calidad, además dedisminuir la descompensación entre la ofer-ta de la educación formal y las demandaspresentes y futuras del aparato productivo.Por último, el rol de los maestros es esencialpara promover una articulación activa y fe-cunda entre las esferas educativa y produc-tiva, pues ellos pueden transmitir valores quefomenten una verdadera cultura de la inno-vación para la producción mediante el cono-cimiento de las nuevas tecnologías. Sin em-bargo, el educador tampoco se ha transfor-mado en el gran agente del cambio que lasociedad requiere (ver el capítulo 6 de esteInforme).

En suma, para que el informacionalismose coloque en el centro de una profundatransformación productiva en la economíaboliviana es preciso:- Ampliar la cobertura de las tecnologías

de la información, desarrollando capa-cidades mínimas para ampliar la capa-

cidad de consumo de las mismas en lapoblación boliviana y en todo el terri-torio nacional.

- Un profundo cambio en la interco-nexión entre las esferas educativa y pro-ductiva y al interior de éstas, que permitaun proceso productivo “de aprendizaje”y promueva una nueva educación parala innovación y la competitividad.

Se trata entonces de expandir las “infra-estructuras informacionales” y de modificarel perfil educativo de los recursos humanos,para construir ventajas competitivas a par-tir de una explotación informacionalizada delas ventajas comparativas con que cuenta elpaís. A largo plazo, esta transformación pro-ductiva debería provocar que surjan nuevasactividades económicas asentadas en la capa-cidad de la gente de resolver creativamentesus propios problemas.

El “gas informacional” comopalanca para la competitividad

La afluencia masiva de inversión extran-jera directa (IED) al sector de hidrocarburosen los años 90 (gráfico 2.27), el incrementoexponencial de las reservas probadas y pro-bables de gas natural (gráfico 2.28), el ini-cio de las exportaciones de gas natural alBrasil en 1999 y la existencia de ampliosmercados de exportación potenciales para elgas boliviano, han abierto el debate sobre laconsolidación de la “Bolivia del gas natural”,luego del colapso de la minería del estaño ydel agotamiento de la diversificación de ex-portaciones del periodo 1985-2003.

ExplotaciónExploración GASYRG

0

100

200

300

400

500

600

700

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

Fuente: Elaboración propia en base a Muller & Asociados 2003

Gráfico 2.27

Hidrocarburos: inversiones en exploración y explotación en millones $us,1990-2002

628

406

604

271

11082

43

87

La economía posible

De hecho, el análisis realizado en estecapítulo demuestra en cierta forma que, enausencia de un sector privado domésticocompetitivo y en medio del crecimientoexponencial de las reservas de gas natural, lacrisis actual puede desembocar quizás en unnuevo tipo de crecimiento para el país. Ésteestaría impulsado también por el sector ex-terno, pero quedaría asentado, ya no en unadiversificación de exportaciones con ciertovalor agregado y generación de empleo, sinoen un producto exportable, tradicional eintensivo en capital, por lo que sería muydifícil que beneficie al resto de la economía.Ese periodo crucial de transición es el queestaría viviendo hoy la economía bolivianay ello explicaría las tasas de crecimientomenos dinámicas y más inequitativas en losúltimos cinco años.43

En este contexto, ¿qué rol debería jugarel gas en el planteamiento de la vía bolivia-na de desarrollo informacional? Pues bien, siexiste algun sector que puede liderar y pro-mover el informacionalismo como susten-to de una transformación productivo-ex-portadora de mediano y largo plazo en laeconomía boliviana, es el gas natural. Así,su importancia estratégica se debe no sólo aque es quizás el único sector de exportacióncapaz de generar excedentes necesarios parael desarrollo económico boliviano, sino por-que es además un sector de punta, que con-centra a las principales transnacionales del

sector de hidrocarburos a escala global (cua-dro 2.16) y que por lo tanto es pionero enla apropiación de nuevas tecnologías.

A partir de ese dato, sería ideal construiruna relación fecunda entre el Estado, la em-presa privada y la sociedad boliviana paraque el sector del gas se constituya:- En un foco central de generación, acu-

mulación y difusión del conocimientoen la economía boliviana.

- En el sector que, a partir de su industria-lización, promueva la entrada de Boli-via al sector de exportación de produc-tos de baja y media tecnología.

- En el área económica que genere rentaselevadas y estables para financiar elinformacionalismo en la economía bo-liviana, pero sobre todo en actividadeseconómicas priorizadas por su impactoen las exportaciones, el crecimiento, elempleo, la reducción de la pobreza y endefinitiva, el desarrollo humano.

Son estas tres funciones, que definen elrol del gas en la vía boliviana de desarrollo

Fuente: YPFB

Gráfico 2.28

Reservas certificadas de gas natural,TCF

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

55

1998 1999 2000 2001 2002 20031997

Probables (P2)Probadas (P1)

29

26

27

25

24

23

18

14

5

3

4

2

42

43 El Informe de Desarrollo Humano en Santa Cruz (2004), analiza precisamente este cambio en el patrón decrecimiento económico cruceño desde 1997 como una combinación del agotamiento del proceso dediversificación de exportaciones agroindustriales, por un lado, y del auge de la inversión extranjeradirecta vinculada a sectores relaciones con el boom gasífero en el país.

Reservas(TCF)

Cuadro 2.16

Fuente: Elaboración propia

Participación de las empresas transnacionales en las reservas de gasnatural boliviano, 2003

Empresa País de Origen %

Repsol-YPF

British Gas

Petrobrás Brasil

Total Fina Elf

Exxon-Mobil

British Petroleum

Pan American

Vintage

Pluspetrol

Otros

Reservas totales

Royal Dutch Shell

Enron

España - Argentina

Reino Unido

Brasil

Francia

EEUU

Reino Unido

EEUU

EEUU

Argentina

Argentina, EEUU, Corea

Holanda

EEUU

19.2

8.2

8.7

7.7

3.5

2.3

3.5

1.0

0.7

0.1

54.9

35.01

14.92

15.83

13.95

6.43

4.17

6.41

1.84

1.20

0.24

100

upstream

do

wn

st

re

am

88

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

informacional, las que hemos englobadobajo el concepto de “gas informacional”.

Ahora bien, dada la coyuntura críticapor la que atraviesa el país, es indispensableconstruir relaciones fecundas de reciproci-dad, transparencia y confianza mutua entreel Estado, las empresas y la sociedad civil. Enefecto, aquí se argumenta con claridad queBolivia no puede desvincularse de la econo-mía global. Su inserción es vital porque loscapitales externos son necesarios para finan-ciar la dinámica del crecimiento y porque lasexportaciones tienen una fuerte incidenciaen la mejora del ciclo económico. Al mismotiempo, la inserción de Bolivia en la econo-mía global como mono-productora de ma-terias primas y sus efectos desestructuradoresde la sociedad han provocado una gran des-confianza de la población hacia estos proce-sos. Es más, la teoría económica analizacómo el peso excesivo de la explotación delos recursos naturales puede limitar el desa-rrollo económico de un país, por lo que noes aventurado señalar que los riesgos causa-

dos por la explotación de hidrocarburospueden ser al menos tan significativos comosus oportunidades (recuadro 2.12).

Por lo tanto, la oposición a la exporta-ción de gas, que a simple vista parece un sin-sentido propio de una sociedad sin rumbo,puede ser vista más bien como una posturamuy racional, aún más considerando la fra-gilidad de las instituciones bolivianas y losmecanismos que tienden a consolidar “unapolítica y una economía de bases estrechas”(Gray Molina, 2003). En este sentido, op-ciones opuestas avivan la pugna entre trans-nacionales y sociedad civil boliviana. Estatensión se fundamenta en hechos históricosy no ha podido ser conciliada de manera efi-caz por el Estado boliviano y sus liderazgospolíticos. Por un lado, está la percepción deque el gas es un negocio millonario que nobeneficiará a la población, sino que consoli-dará un nuevo ciclo de crecimiento sin de-sarrollo. Por otra parte, se percibe una situa-ción de inestabilidad político-institucionalcrónica que instala la incertidumbre y la in-

La llamada “enfermedad holandesa”,debe su nombre a que este efecto noci-vo fue percibido primero en los PaísesBajos tras el descubrimiento y moneti-zación de sus fuentes de gas natural enlos años 60. Irrumpe cuando se incre-mentan los ingresos provenientes delgas y de los sectores vinculados a éste,lo que hace que también aumente elconsumo de los bienes no transables(bienes inmuebles y servicios) y asítambién sus precios. En ese sentido, elincremento de los precios de bienes notransables y el exceso de divisas, pro-vocan una apreciación exagerada deltipo de cambio real. Con ella, se pro-duce un impacto negativo en el sectorde los bienes transables (industria ymanufacturas) principalmente por tresmotivos:- El alto valor de la moneda nacional

hace que los productos de exporta-

ción (bienes transables) sean máscaros y menos competitivos en losmercados internacionales.

- Una moneda más fuerte impulsa aque los productos de importaciónsean más baratos para los consumi-dores, y más competitivos frente alas manufacturas nacionales, lo queimplica un descenso en las ventas delos bienes nacionales.

- La explotación del nuevo recursonatural puede atraer a la gente quetrabaja en otros sectores debido a sussalarios más altos, sobre todo si esintensivo en mano de obra. Ese hechoencarece la mano de obra en todoslos sectores de la economía.

En economías, cuyas exportacionesse limitan a una reducida cantidad dematerias primas, como en el caso delgas, las fluctuaciones en los precios deéste pueden tener grandes impactos

negativos. Primero, la volatilidad delos precios puede dificultar la progra-mación y ejecución de recursos fiscales,puesto que la imposibilidad de calcularcon precisión los futuros ingresos ponetrabas a la fijación de montos presu-puestarios. La tendencia consiste enque muchos países sobreestiman susposibles ingresos basados en los añosde los precios altos y, por eso, se prestandinero para cubrir el déficit en los añosde bajos ingresos, lo que provoca unacreciente dependencia de las exporta-ciones de hidrocarburos.

Además, la volatilidad también pue-de tener efectos negativos en el capitalhumano, porque muchas veces se deri-va en una alta rotación laboral, lo quedisminuye la potencialidad de capaci-tación de los trabajadores y porquepodría generar desempleo de formarepentina.

Recuadro 2.12

El gas o la enfermedad holandesa

Fuente: Chávez, 2002, 2003

89

La economía posibleseguridad jurídica en el centro del escaso cre-cimiento económico nacional. Sin duda, laconstrucción política de esta relación con-flictiva requiere de liderazgos políticos legí-timos que, tomando en cuenta estas percep-ciones y en base a la transparencia, constru-yan una relación de beneficios mutuos.44

Ahora bien, sin perder de vista los desa-fíos asociados a la conversión de Bolivia enun centro energético del cono sur, ni los ries-gos de la consolidación de una economía debase estrecha, es preciso señalar que el futu-ro de Bolivia puede y debe construirse alre-dedor del gas. Ello no sólo, porque no exis-te hoy otro sector económico que puedacompetir con él en cuanto a volúmenes deinversión, generación de divisas e impuestospara el financiamiento del desarrollo, sinoporque es posible imaginar un escenario enel cual el gas encabece un cambio gradual ya largo plazo, del perfil productivo-exporta-dor del país sustentado en el informaciona-lismo.

En primer lugar, ello supone que aún apesar de las particularidades del sector y desus escasos eslabonamientos con el resto dela economía nacional, Bolivia promueva elgas no sólo como un sector de punta para laapropiación de nuevas tecnologías, sinocomo un factor central de generación, acu-mulación y difusión del conocimiento en laeconomía. Al igual que la minería para losEstados Unidos o el sector forestal para Fin-landia o Suecia, ¿puede el país convertir a laeconomía del gas en el punto de partida deun “proceso de aprendizaje colectivo” paraBolivia?, es decir, ¿podemos plantearnos elobjetivo de generar capacidades tecnológicasy de innovación a partir de la industria delgas?

Es ciertamente difícil imaginar este es-cenario cuando los países en desarrollo,como señala Sutz (2003), se reducen a po-seer las nuevas tecnologías, pero sin produ-cirlas, usarlas ni interactuar con ellas. Sinembargo, según la misma autora, recorrer un“camino inducido de transformación tecno-lógica” en América Latina necesita, al menos,que se superen dos prejuicios:- El “imaginario tecnológico desvalori-

zante”, que “conduce a una profecíaauto cumplida”, es decir, “no se cree que

se pueda, no se intenta y, finalmente, nose puede”.

- El “fetichismo tecnológico”, que “con-siste en equivocarse a partir de solucio-nes llave en mano sin participación lo-cal” (Sutz, 2003:114).

Precisamente, la inversión extranjeradirecta (IED) ha conseguido modernizarexitosamente el equipamiento en ciertos sec-tores de la economía boliviana, pero sobretodo en el sector de hidrocarburos. Otra cosaes que no haya ayudado a mejorar las capa-cidades tecnológicas endógenas. ¿Es posibleentonces comenzar a revertir esta situación?

En relación a este desafío es interesantenotar la importancia de la política de forma-ción de cuadros técnicos en la industria pe-trolera a fines de los años 30. Como señalaMiranda (1999: 248-249), el salto en la pro-ducción petrolera boliviana de 1954, graciasal cual el país dejó de ser importador de com-bustible, se debió al “Plan Camiri”, promo-vido por cuadros técnicos de YPFB que unadécada y media antes habían sido formadosen Argentina y México. En la actualidad, enla industria de hidrocarburos en Bolivia, lla-ma la atención la escasa capacidad técnica delEstado para gestionar al menos una relaciónmutuamente provechosa y estable con lastransnacionales del sector. Y es que, comoseñalan Cimoli y Katz (2001), la integracióna escala global de industrias locales, promo-vida por la privatización en América Latina,ha buscado concentrar las actividades de in-vestigación y desarrollo en las casas matrices.

Por lo mismo, la formación de técnicos,ingenieros y economistas de la energía y losrecursos naturales, junto con la consolida-ción de una red de institutos de formacióne investigación en materia de hidrocarburos,debería ser una prioridad de la agenda nacio-nal del gas. Esta red debería priorizar prime-ro la formación de técnicos especialistas yfinanciar proyectos de investigación paraaplicar tecnologías intensivas en la industriadel gas y otros procesos productivos en Bo-livia. Por otra parte, la creación de un Ob-servatorio Nacional del Gas y del Petróleoproveería al país una visión de las transfor-maciones en la industria de los hidrocarbu-ros a escala global y permitiría anticipar cam-

44 Este enfoque teórico ha sido desarrollado por teóricos de la escuela de negociación de Harvard y tieneinteresantes aplicaciones, entre otros, en el marco de la política internacional. Para una aplicación alcaso boliviano, ver Araníbar (2002).

90

bios en las tecnologías de exploración, explo-tación, producción y transformación de losmismos a partir del uso de herramientas deprospectiva tecnológica. A largo plazo, Bo-livia debería posicionarse como un centro dereferencia en materia de conocimiento enhidrocarburos, al menos en América Latina.

Asimismo, los esfuerzos de investigacióny desarrollo y la acumulación de capital hu-mano y conocimiento en el sector deberíanfluir, a mediano y largo plazo, hacia otrasáreas de la economía. Para ello, es precisoanalizar los canales donde se darían sinergiasinteresantes entre el informacionalismo en elsector del gas y la productividad en el con-junto de la economía boliviana, tanto parainducir estos procesos como para amplificarsu alcance. Aunque si bien es quizás sólo unaélite relativamente amplia la que podría co-nocer en profundidad los aspectos técnico-económicos relacionados con la industria delos hidrocarburos, es crucial aprovechar laactual “sed de conocimiento” de los bolivia-nos en relación al tema para hacer del gas una“vocación productiva” y un lugar de encuen-tro, y no de confrontación, entre la pobla-ción, los actores del desarrollo, el Estado ylas industrias del sector.

En efecto, la mayoría de la poblaciónboliviana tiende a ver en el gas tanto el pre-sente (la salida de la crisis), como el futurodel país (la puerta del desarrollo), y por lotanto se pronuncia amplia y categóricamentepara que las decisiones que se tomen al res-pecto se enmarquen en un pacto entre boli-vianos (gráficos 2.29 y 2.30). En lugar deconsolidar un enclave moderno, del cual lapoblación desconfía, ¿es posible imaginar unescenario en el cual los ciudadanos manejenla información pertinente, velen por la “bue-na salud” del sector y promuevan su creci-miento e internacionalización como sinóni-mo de desarrollo?

En este sentido, la idea de “gas informa-cional” también exige transparencia a la horade divulgar la información, pilar central dela construcción de confianza entre los distin-tos actores políticos, económicos y sociales.Ahora bien, este proceso comienza en lasescuelas y universidades, y el contenido delo que allí se aprenda debe ser el resultadode una deliberación amplia y desideologiza-da en la cual participen distintos actores ydonde prime la confianza, la tolerancia, la ca-lidad y la rigurosidad en el análisis. De al-guna forma, se debe “desenclavar” el sector

del gas, luchando contra las tendencias iner-ciales que tienden a consolidar un enclavemoderno y globalizado dentro de un entor-no general de pobreza y subdesarrollo.

En segundo lugar, el sector de hidrocar-buros debe liderar el desafío de incrementarel valor de las exportaciones bolivianas ycambiar gradualmente su composición in-cursionando progresivamente en la venta demanufacturas de recursos naturales y de pro-ductos de baja y media tecnología. Este do-ble desafío supone concentrar el debate entorno a la factibilidad técnica y la viabilidadeconómica de distintos proyectos de indus-trialización del gas. Otro asunto vital a serdiscutido es la necesidad de articular dichosplanes de largo plazo con oportunidades in-mediatas de exportación del gas natural.

Se trata así de consolidar los notablesavances registrados en el sector de hidrocar-buros en los últimos cinco años, pero hacerlodesde una óptica que integre, como preten-de el concepto de “gas informacional”, lasnuevas realidades impuestas por los procesostecno-económicos de la globalización (vercapítulo 1 de este Informe) y las lecciones dela historia económica de Bolivia. ¿Es posibleentonces imaginar un escenario en el cual laexportación del gas natural sea una palancareal para la industrialización del gas en terri-torio boliviano?

En relación a las posibilidades de incre-mentar a corto y mediano plazo las exporta-ciones de gas natural, es importante señalarque la demanda mundial de esta fuente deenergía ha crecido a tasas más dinámicas enlos años 90 y las proyecciones a 20 añosmuestran un ritmo de crecimiento aún ma-yor y sólo comparable al de la demanda depetróleo (gráfico 2.31). Si el gas natural seha colocado como un sector catalogadocomo de “estrella naciente” en la matriz decompetitividad del país, y las perspectivas fu-turas de la demanda mundial resultan alen-tadoras, ¿cuáles son, en la actualidad, losmercados de exportación, reales, potencialesy relevantes para el gas natural boliviano? Elgráfico 2.32 extraído de Miranda (2003),aporta una interesante aproximación a estetema a partir del grado de penetración delgas natural en la matriz energética de paísescon mercados relevantes para el país, exclu-yendo al Paraguay por su reducido mercadointerno, y a Perú, Ecuador y Colombia porsu capacidad de producción propia del ener-gético.

Fuente: Encuesta Apoyo, Opinión yMercado Bolivia; sobre una muestrade 850 que abarca el eje central ylas ciudades capitales

Gráfico 2.29

¿Por qué cree usted que losbolivianos le otorgan tantaimportancia al tema del gas?

Otros 4

Por la importancia que le danlos medios de comunicación 8

Por el tema del mar 14

Por la crisis económica 35

Por su impacto en eldesarrollo del país 39

Fuente: Encuesta Apoyo, Opinión yMercado Bolivia; sobre una muestrade 850 que abarca el eje central ylas ciudades capitales

Gráfico 2.30

¿Hasta qué punto consideraimportante que un acuerdo opacto entre bolivianos abordeel tema del gas?

Nada importante 6

Indiferente 10

Muy importante 84

91

La economía posiblePor un lado, según Miranda (2002 y2003),45 Brasil importa una tercera parte desu demanda de petróleo y “ha agotado prác-ticamente las oportunidades de desarrollo deenergía hidroeléctrica en grandes caídas deagua cercanas a sus centros de consumo”, porlo que la demanda de energía eléctrica hasobrepasado abundantemente la oferta ins-talada. Ahora ese país tiene un déficit ener-gético del orden de los 10 mil megawats(MW) con un crecimiento de 2 a 3 mil MW

por año. Más aún, los problemas ecológicosderivados de los “esquemas de refinado y deconsumo de petróleo agresivos con el medioambiente” y del uso de fuel-oil en las centra-les hidroeléctricas, han incrementado el in-terés en la importación de gas natural comofuente de energía limpia. Por lo mismo, Bra-sil es no sólo el mayor mercado real actual,sino también uno potencial de grandes di-mensiones, puesto que por ahora la penetra-ción del gas natural en su economía apenasse eleva al 7%. A medida que cambie sumatriz energética, nuestras ventas al Brasil seirán ampliando.

Por otra parte, Argentina subsiste ac-tualmente con la paradoja de ser la cuartaeconomía más gasificada del mundo46 y detener compromisos importantes de exporta-ción con Chile,47 en un contexto marcado

por la desaceleración de la actividad explo-ratoria y una relación reserva/producción deapenas 8 o 10 años. Si bien Argentina cuen-ta con importantes cuencas potenciales, és-tas “apenas podrán ser desarrolladas e incor-poradas al mercado a tiempo para cubrir lademanda actual y su crecimiento vegetativo”.Finalmente, Estados Unidos, Chile y Méxi-co, con un grado de penetración del gas delorden del 25%, nos muestran un “nivel óp-timo [de consumo] para conjugar con susotras fuentes energéticas”, aunque sus reser-vas y producción actuales no son suficientespara garantizar su autoabastecimiento.48 Deesta forma, “tomando en cuenta las fuerzasde la demanda, la magnitud de las reservasy las inversiones necesarias para establecer lainfraestructura de exportación”, los merca-dos relevantes para el gas natural bolivianoson sobre todo Brasil, Argentina y EstadosUnidos, y en menor medida México y Chile.

Ahora bien, si es importante abrir y con-solidar estos mercados de exportación parafortalecer al sector de hidrocarburos en Bo-livia, es crucial que todo proyecto de expor-tación de gas se conciba no sólo como un finen sí mismo, sino como un instrumento parapromover procesos audaces de industrializa-ción del gas natural en territorio boliviano.Como señala Miranda (2003), se trata de

Gráfico 2.31

Demanda mundial pasada y futura de varias fuentes de energía

Fuente: US DOE, http://www.eia.doe.gov/oiaf/images_2.gif1970 1980 1990 2000 2010 2020

50

40

30

20

10

0

Petróleo

Gas Natural

Carbón

NuclearRenovablesHidro

Historia Proyecciones

45 Los dos párrafos siguientes utilizan el análisis de Miranda (2001) y Miranda (2003).46 El consumo argentino se estima en unos 100 millones de m3/día que representan un grado de penetración

del gas natural del orden del 50%.47 Del orden de los 15 millones de m3/día.48 En el caso de costa oeste norteamericana, el crecimiento espectacular del consumo de gas natural en los

noventa – que se dio luego de la desregulación del mercado del gas y la aparición del “corredor demaquila” tras la firma del TLC con México- coincidió con inviernos extremadamente fríos, en un contexto enque la oferta presentaba dificultades para expandirse al mismo ritmo fundamentalmente debido a conside-raciones de tipo ecológico defendidas por organizaciones medioambientalistas.

92

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

lograr, de alguna forma, que los proyectos deexportación de gas natural sean la “semilla”para construir “centros industriales de granenvergadura” a mediano y largo plazo.

Con respecto al proyecto de venta de gasnatural a California, el mismo autor descri-be cómo podría ser este proceso.49 Sobre labase de los importantes volúmenes de gascomprometidos al mercado norteamericano(el proyecto LNG contempla la licuefacciónde 28 MMm3/d) y de la producción asocia-da de líquidos (entre 50 y 70 mil barriles depetróleo por día), la puesta en marcha de unaplanta de licuefacción debería ser acompa-ñada por una refinería, cuya producción decarburantes permitiría obtener mejores pre-cios en los mercados internacionales.50 Si elproyecto contempla la exportación de meta-

no (90% del gas natural) y la construcciónde una planta petroquímica (que procesa eletano, el butano y el propano que compo-nen el 10% restante del gas), también sepodría producir polietileno.

Y más aún, en la medida en que se pue-da importar petróleo a precios convenientes,el complejo petroquímico podría ademásproducir “insumos petroquímicos aromáti-cos que difícilmente se consiguen con elcondensado boliviano”. Ello derivaría en lainstalación de un complejo petroquímico de“gran envergadura y variedad” para la pro-ducción, entre otros, de anticongelantes,detergentes, fertilizantes, herbicidas, plagui-cidas, plásticos o fibra sintética. Por último,“los adelantos tecnológicos y las inversionesproyectadas permiten pensar que el procesode transformación de gas a líquidos (GTL) lle-gue a ser establecido comercialmente” en lapróxima década. De esta forma, a más largoplazo se podría llevar a cabo la industriali-zación del gas metano para su transforma-ción a líquidos (diesel, nafta y GLP), con locual se obtendrían mejores precios y mayo-res mercados. Finalmente, el “complejo re-finero petroquímico-GTL” podría funcionaren base a energía termoeléctrica con capaci-dad para proveer electricidad al occidente deBolivia, el norte de Chile y el sur del Perú.

Por supuesto, todas estas iniciativas de-penden no sólo de su factibilidad técnica,sino de su viabilidad económica51 y suponeninversiones muy importantes de largo plazo,pero en la medida en que el país adquiera yacumule progresivamente capacidades tec-nológicas endógenas en la industria del gas

Gráfico 2.32

Penetración del gas natural en paísescon mercado relevante, en porcentaje

0

10

20

30

40

50

60

24

51

5

19

26 26

49

6

2528

51

7

2526 26

EEUU México Argentina Brasil Chile

2000 2001 2002Fuente: En base a datos Miranda, 2003

49 Los dos párrafos siguientes se han escrito sobre la base de Miranda (2003).50 El autor señala que el abastecimiento del mercado interno puede ser garantizado por la refinación del

condensado asociado a la exportación de gas al Brasil.51 La competitividad de la industria petroquímica y de las termoeléctrica está fuertemente determinada por la

cercanía a mercados importantes.

Cuadro 2.17

Fuente TRADE CAN - 2002 El valor de las exportaciones está calculado en base a importaciones del país exportador

Exportaciones bolivianas vs importaciones de la región, milones de $us corrientes

Clasificación del producto

Corriente eléctrica

Insecticidas

Fungicidas

Herbicidas

Desinfectantes, raticidas

Otras transacciones

Manufacturas de tecnología media

Manufacturas de tecnología media

Manufacturas de tecnología media

Manufacturas de tecnología media

0.000

0.225

0.002

0.021

0.022

230

141

99

294

33

7

80

103

95

16

44

97

96

154

36

ExportacionesBolivia

ImportacionesMercosur

ImportacionesCAN

ImportacionesAmérica delDesarrollo

93

La economía posibley que el progreso técnico avance en este cam-po, es posible que no sólo éstas, sino tambiénotras iniciativas sean posibles.52

En cualquier caso, los proyectos de ex-portación de gas natural deberían apuntar a laindustrialización del gas y ser guiados por tresobjetivos de corto, mediano y largo plazo:- Incrementar el volumen y el valor de las

exportaciones, ingresando progresiva-mente al segmento de exportación deproductos de baja y media tecnología(cuadro 2.17).

- Articular el mercado interno promo-viendo un cambio en la matriz energé-tica boliviana (ver recuadro 2.13).

- Promover la integración energética conlos países vecinos para fortalecer la gra-

vitación boliviana en la región y conso-lidar los dos objetivos anteriores.

En la actualidad, una vez perdida laoportunidad de consolidar a corto plazo elmercado de la costa oeste norteamericana,surge de nuevo, como la primera prioridad,la integración energética con el Brasil. Elladebería servir de palanca para cambiar el tipode inserción del sector nacional de hidrocar-buros en los mercados globales. Ahora, sibien el proyecto tendría una menor enver-gadura que la que Miranda (2003) describeen relación al LNG, Santa Cruz posee tres ven-tajas indiscutibles para demostrarle al país laviabilidad de una estrategia de exportacióninmediata del gas natural y de industrializa-

52 En este sentido es interesante señalar que la exploración y explotación de algunos campos en el Chaco boliviano no habría sido posible contecnologías disponibles hace apenas una década atrás.

53 Inchauste afirma que por sus características el Di-Metil-Etano (DME) será el combustible de próxima generación del siglo XXI. Una de sus ventajas es quees líquido y puede transportarse por los ductos existentes.

Según Christian Inchauste, especia-lista en banca de inversiones y temasconexos al gas, Bolivia tiene una ven-taja poco analizada y aprovechada porestrategas y empresarios. El país cuentacon cuatro regiones distintas que pro-ducen bienes y servicios, y que noadolecen del mal de "ciudades-país"como es el caso de Perú, Chile y Ar-gentina, naciones que concentran todossus recursos en su capital. En ese sen-tido, Inchauste infiere que la industria-lización del gas es clave para "diversi-ficar y dominar mejor el territorioboliviano".

En el caso de Santa Cruz, un de-partamento productor de gas, la posi-bilidad de ejecutar un proyecto de GTL

(Gas to Liquid) en Puerto Busch haríaposible aprovechar los mercados de lacuenca del Plata. Adicionalmente, enla zona fronteriza con el Brasil se crea-ría un polo de desarrollo que permitiríala incursión en la petroquímica y lageneración termoeléctrica, lo que tam-bién coadyuvaría a la producción de

hierro (del Mutún) y a partir de allí,pasar a la siderurgia.

Un segundo polo de desarrollo po-dría darse en Tarija, que también es unproductor de gas. Con otra planta deGTL se podría abastecer los mercadosde Chile y Paraguay y con la posibili-dad de generación termoeléctrica enboca de pozo sería posible concretarla conexión a los centros de consumoinmediatos que son Chuquisaca (quetambién cuenta con sus propias reservasde gas), Potosí y la misma Tarija.

Cochabamba produce hoy gas ypetróleo. Con la instalación de unageneradora térmica en boca de pozo,recientemente ejecutada por la capita-lizada Chaco S.A. sería posible proveerelectricidad al Beni. Mediante una sub-vención estatal, ENDE podría tender unalínea de transmisión desde Bulo Buloa Trinidad y luego a Pando. Por suparte Beni y Pando comparten la posi-bilidad de generar energía hidroeléctri-ca, con un potencial en megavatiossuficiente para exportar al Brasil. Otra

oportunidad para el Beni sería la gene-ración termoeléctrica a partir del ten-dido del gasoducto Río Grande-Trinidad.

Para La Paz y el Alto, desde elChapare y utilizando los ductos exis-tentes hasta Sica Sica, sería posibleusar el gas para convertirlo en DME,53

que serviría para el consumo nacional,y para exportarlo vía oleoducto hastaArica. Adicionalmente se plantea lainterconexión de las líneas de transmi-sión eléctrica de la Paz y el sur delPerú. Oruro y Potosí, se beneficiaríanpor la extensión del gasoducto que traegas del Chapare hacia el sur. Se podríapensar luego en plantas de amoniaco,de urea, explosivos para la minería yfinalmente PVC al borde de los salares.La alternativa es usar las city-gatesexistentes en éstas ciudades para luegoinstalar las fábricas. Adicionalmente,los proyectos de minería en la regiónpodrían requerir de más gas y electri-cidad, pensando inicialmente en quePotosí concrete el proyecto minero deSan Cristóbal.

Recuadro 2.13

Articulación energética interna y externa

Fuente: Inchauste, 2004

94

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

ción en territorio boliviano a mediano y lar-go plazo:- El contrato de venta de gas al Brasil.- La infraestructura del gasoducto.- Un mercado cercano, en Mato Grosso

y Mato Grosso do Sul, de cuatro millo-nes de habitantes sobre todo urbanos ycada vez más consumidores del gas na-tural boliviano.54

Con esta idea, se buscaría consolidar loavanzado, pero modificando la visión queasocia los beneficios de la explotación del gasnatural sólo a los montos de impuestos y re-galías obtenidos de las empresas del sector,mientras la región chiquitana, que cobijauno de los emprendimientos energéticos masimportantes en Sudamérica, el gasoductoSanta Cruz-Porto Alegre, recibe energía aprecios prohibitivos.

Por último, es preciso abordar el temade la “renta gasífera”. Se trata quizás del as-pecto que más debate ha desatado en el país,aunque aquí parece haberse gestado un con-senso básico: el dinero debería invertirsemasivamente en la educación. Sin dejar delado esta aspiración compartida, sugerimosenglobar el asunto dentro de un conceptomás amplio: el informacionalismo, comomedio para hacer sostenible la inserción deBolivia en los mercados globales. Pero, ¿quésignifica invertir en la promoción del infor-macionalismo en Bolivia?

Implica que un monto significativo dela renta gasífera debe ser reinvertido en eldesarrollo del sector de hidrocarburos enBolivia. Como señala Miranda (2003), laparadoja que encierran casi tres décadas deexportación de gas natural a la Argentina esque convirtieron al Tesoro General de laNación en “adicto a los ingresos de exporta-ción”, mientras la empresa petrolera estatal(YPFB) se descapitalizaba. Por lo mismo, laexportación “sirvió sólo para recolectar im-puestos y regalías” y nunca fue una palancapara impulsar otras actividades y “menos aún[para] industrializar el gas en otros produc-tos”. Sin una política estatal clara es muyprobable que se profundice este “desapren-dizaje” de la industria local y también el ras-go nacional de mono-exportador de recursosnaturales. Los desafíos de construir capaci-

dades tecnológicas endógenas e industriali-zar el gas en territorio boliviano deben serpromovidos activamente por el Estado enarticulación fecunda y provechosa con lasempresas transnacionales y los países con loscuales se suscriban contratos de exportaciónen el futuro.

Sin duda, se trata aquí de diseñar unnuevo rol para el Estado en campo de loshidrocarburos. A estas alturas, por conside-raciones de orden técnico-económico y so-ciopolítico, respectivamente, parece claroque ni la nacionalización ni la privatizacióntotal de este sector son sostenibles y viables.Y por lo tanto, el Estado debe encontrar supropio camino basado en una estrategia dedesarrollo informacional de corto, media-no y largo plazo. Sin embargo, éste debe serun Estado manejado por otras lógicas polí-ticas y con criterios de justicia y eficienciaeconómica. Mucha gente piensa que no esposible que la sociedad boliviana geste unnuevo tipo de Estado. Quizás estas conside-raciones tengan fundamento, pero ello sig-nifica condenar irremediablemente a Boliviaal subdesarrollo, controle quien controle elexcedente del gas, si es que éste llega a explo-tarse plenamente.

Por otra parte, se deberían generar in-centivos para integrar el vasto territorio na-cional mediante “infraestructuras informa-cionales”, es decir, esencialmente a través dela energía y las telecomunicaciones, mientrasse continúa inyectando inversión pública eninfraestructuras de transporte y se buscaninterconexiones entre ambas para mejorar lacompetitividad del sector productivo nacio-nal. Y es que, por primera vez en la historiaeconómica de Bolivia, la materia prima quedefinirá su inserción internacional en el si-glo XXI es la energía, es decir el insumo prin-cipal de todo proceso productivo.

Y en este contexto, el gas natural debeservir para promover el cambio de la matrizenergética boliviana. Dotar de energía eléc-trica a los distintos municipios del país me-diante incentivos canalizados a través delsistema de precios, debería tener efectosmultiplicadores sobre la economía, permi-tiendo nuevas actividades productivas, aun-que sin hacerlas dependientes de una ener-gía subvencionada y evitando sinsentidospropios del subdesarrollo.55

54 Esta idea se profundiza en el capítulo 6 del Informe de Desarrollo Humano en Santa Cruz 2004.55 Por ejemplo, producir y vender helados en Puerto Suárez (Santa Cruz), donde las temperaturas son eleva-

das y desde donde se exporta gas natural al Brasil, es casi prohibitivo por el elevado costo de la energíaeléctrica.

95

La economía posibleComo se observa en el gráfico 2.33,56 amayor consumo de energía eléctrica en unmunicipio del país, mayor suele ser su nivelde desarrollo humano. Por lo tanto, la “Bo-livia del gas” debe ser una que promueva eluso intensivo del gas en su matriz energéti-ca como factor de competitividad y desarro-llo humano. Este cambio debe hacerse deforma eficiente sin provocar distorsiones enel aparato productivo. Este asunto está en elcentro del debate actual con ideas como elestablecimiento de redes de conexión de gasdomiciliario, políticas de fomento para laconversión del parque vehicular al uso de gasnatural comprimido (GNC) y la instalación deplantas de envasado de gas licuado de petró-leo (GLP).

Más aún, existen posibilidades intere-santes para ampliar la cobertura de fibraóptica en el país, dado que su tendido es unapráctica común en la construcción de ga-soductos, y porque los costos de construir lalínea se reducen así de manera significativa.En ese sentido, se podría articular el territo-rio nacional mediante el tendido de redes defibra óptica secundaria y es posible, en sec-tores fronterizos, conectarla con las redes delos países vecinos. En cualquier caso, se de-bería fomentar un desarrollo paralelo delsector energético y el de telecomunicacionespara ampliar un acceso masivo de la pobla-ción boliviana a las nuevas tecnologías de lainformación y la comunicación.

Además, la renta del gas debe serviresencialmente para promover la competiti-vidad de la economía boliviana sobre la basede un capital humano capaz de utilizar nue-vas tecnologías, procesar la información ygenerar conocimiento en los procesos pro-ductivos. Como se señaló en el apartadoanterior, ello significa revalorizar la forma-ción técnica y el manejo de nuevas tecnolo-gías, creando sinergias entre la esfera produc-tiva y la educativa. Es decir se debe conce-bir todo proceso productivo como uno deaprendizaje, en el cual distintas personasinteractúan para resolver creativamente susproblemas y, como también se dijo, redise-ñando el proceso educativo a fin de transmi-tir valores vinculados a la innovación pro-ductiva. La formación de capital humanocualificado es central en cualquier estrategiade desarrollo informacional. Por ello es in-

teresante recordar que en Noruega e Indo-nesia una parte significativa de los recursosde la explotación de hidrocarburos se usópara financiar de forma incrementada el gas-to en educación, salud, vivienda, cultura,desarrollo rural y bienestar social. En Boli-via, los Objetivos del Milenio deberían ser-vir de guía para invertir en la gente (recua-dro 2.14).

Por otra parte, promover el informacio-nalismo significa apoyar activamente la in-novación productiva a fin de hacer sosteni-ble la diversificación de exportaciones o lasubstitución de importaciones. Ello deberíacontemplar, entre otros, la aprobación defondos de capital riesgo, la creación de cen-tros de control de calidad y de certificaciónpara la exportación, la promoción de activi-dades vinculadas a la investigación y desarro-llo en sectores económicos priorizados por suimpacto en las exportaciones, el crecimien-to, el empleo, la reducción de la pobreza y,en definitiva, el desarrollo humano.

Puesto que el gas es además una fuentede energía limpia y es probable que a media-no plazo, Bolivia ocupe un lugar en losnodos regionales y globales de creación devalor como un “país gasífero”, se puede in-cluso pensar en la construcción de una espe-cie de “marca boliviana” en los mercados in-ternacionales, que sin importar cual sea elproducto producido y/o exportado, promue-va el empleo de energías limpias. De estaforma, bajo la égida del gas, la diversificación

Indice de Desarrollo Humano 2001C

ober

tura

de

Ener

gía

Eléc

trica

200

1Fuente: Elaboración propia

Gráfico 2.33

Indice Municipal de Desarrollo Humanoy cobertura de energía eléctrica

100

90

80

70

60

50

40

30

20

10

0

-10 .8.7.6.5.4.3

56 El gráfico excluye a los municipios de las ciudades capitales de departamento para no sesgar al alza losresultados.

96

de exportaciones podría fortalecer estrategiasproductivas como aquella de una parte delsector soyero cruceño, que apuesta a la iden-tificación de nichos de mercado demandan-tes de soya orgánica o el esfuerzo de certifi-cación de bosques y de procesos productivosde transformación de la madera de la arte-sanía chiquitana, un sector de exportacióncon potencialidades interesantes de cara aldesarrollo económico local. Abrir y consoli-dar estos rubros de exportación requieregrandes inversiones de capital, sobre todo enáreas de control de calidad y certificación,pero a su vez, podría generar utilidades ele-vadas y estables, aunque después de tiemposde maduración generalmente más largos.

Se trata, pues, de encontrar una “iden-tidad” propia y una vocación productiva es-pecífica que ayude a distinguir en los mer-cados mundiales a las exportaciones bolivia-nas de recursos naturales o de manufacturasbasadas en éstos. Además se pretende incre-mentar su valor agregado mediante la adop-ción de una imagen de marca con un enfo-que no transgénico o no contaminante enpos de nichos de mercado que demandenproductos naturales o “verdes”, respectiva-

mente. Por lo mismo, el “proceso de apren-dizaje colectivo”, que podría impulsar la con-solidación de la Bolivia del gas, deberíaapuntar a forjar una Bolivia competitiva queincorpore dicho energético como insumocentral en una estrategia productiva con ca-pacidad de producir innovaciones “verdes” o“limpias” como sustento a la competitividaddel sector productivo-exportador boliviano.En cualquier caso, se trata de colocar de for-ma deliberada el conocimiento en el centrode todo proceso productivo como forma deconsolidar ventajas competitivas a partir delas ventajas comparativas con las que cuen-ta el país.

Finalmente, a estas consideraciones seañade una última que subraya la necesidadde prevenir los riesgos macroeconómicos quepodría traer un auge de los hidrocarburos enBolivia. Por un lado, es preciso evitar unincremento desmedido del gasto públicoalentado por mayores ingresos fiscales reci-bidos y proyectados de los distintos proyec-tos de exportación e industrialización del gasnatural. Si se imponen restricciones al gastogubernamental en periodos de acelerado cre-cimiento del sector de hidrocarburos se po-

En 2000, al despuntar el nuevosiglo, la mayor concentración de jefesde Estado de la Historia aprobó, bajoel patrocinio de Naciones Unidas, laDeclaración del Milenio. El plazo fijadoes el año 2015. Para entonces, paísesricos y pobres se comprometieron ahacer todo lo humanamente posiblepara alcanzar los ocho objetivos delmilenio, un conjunto de ambiciosospropósitos destinados a cambiar la vidade los habitantes del planeta.

La aquí llamada vía boliviana haciael informacionalismo también estáorientada, en cierta medida, hacia elcumplimiento de dichos objetivos. Lapobreza extrema y el hambre, que deacuerdo a la declaración de NacionesUnidas, deben reducirse a la mitad,podrían ser combatidas en Bolivia me-diante la transformación de nuestra

economía, inyectando en ella conoci-miento y las capacidades informacio-nales ampliadas de la población. Elhecho de añadir a la explotación dematerias primas y a su transformaciónlos insumos de la creación y la inven-tiva, aportadas por la gente, permitiráque más y más personas se sumen aun proceso incluyente y necesitado delvigor humano.

Pero para ello, también es funda-mental que se alcance el siguiente ob-jetivo del milenio, es decir, que losniños y niñas concluyan el ciclo prima-rio de la educación. Semejante saltopara toda una generación de bolivianosy bolivianas es la principal palancapara promover el informacionalismo,que no es otra cosa que la ampliaciónplena de capacidades en los miembrosde la sociedad a fin de que puedan

incorporarse plenamente a la nuevaeconomía y beneficiarse de más y me-jores recursos. Sin duda, ello implicaademás acabar con las desigualdadesde género en la escuela, es decir, incor-porar en igualdad al conjunto de laciudadanía en el proceso.

En la medida en que la sociedad ysus actores se conviertan enprotagonistas centrales del desarrolloy el crecimiento económico, seráposible, en Bolivia, aproximarse a losdemás objetivos: reducir la mortalidadinfantil, mejorar la salud materna,combatir las enfermedades más gravesy cuidar el medio ambiente. En esesentido, informacionalizar la economíay edificar un interculturalismo plenoson las piedras angulares paracomprometerse en serio con losderroteros fijados en 2000.

Recuadro 2.14

Tras los Objetivos del Milenio

Fuente: Informe de Desarrollo Humano Mundial 2003.

97

La economía posibledrían mantener tasas de inversión y ahorroelevadas en la economía, y sobre todo dispo-ner de dinero para incrementar la inversiónpública, y así evitar ajustes traumáticos,cuando el crecimiento empiece a agotarse. Lacreación de un Consejo Económico y Social,que sustente la suscripción de un pacto fis-cal permitiría impulsar un crecimiento eco-nómico sostenido.

En este sentido, la experiencia del “Fon-do Petrolero del Gobierno de Noruega” esinteresante, porque no sólo permitió reser-var una parte significativa del dinero prove-niente del auge petrolero para generacionesfuturas, sino que evitó un segundo riesgoasociado al momento de bonanza: la sobre-valuación del tipo de cambio que desincen-tiva la diversificación de las exportaciones.Puesto que los recursos se invirtieron sólo enactivos denominados en moneda extranjera,el Estado logró limitar los efectos negativosde la volatilidad de ingresos y de una sobre-valuación de la moneda nacional.57

En suma, el gas debe liderar e impulsaruna transformación productivo-exportadoraen la economía boliviana, sustentada en elinformacionalismo, haciendo sostenible lainserción de Bolivia en la globalización. Laenorme atención prestada a la coyuntura enla primera parte de este capítulo, encuentrasu contrapeso en estas líneas que imponenuna mirada a largo plazo, que, sin embargo,empieza a construirse aquí y debe hacerse so-bre bases sanas.

Conclusiones

La evidencia empírica aportada a lo lar-go de este capítulo sugiere que Bolivia nopuede desvincularse de la economía globalsin tener que pagar, al mismo tiempo, unprecio muy alto en detrimento de su desa-rrollo humano. A su vez, los efectos deses-tructuradores del patrón histórico bolivianode inserción en la economía global han ges-tado una profunda desconfianza hacia estosprocesos de parte de la población. En otraspalabras, Bolivia no puede desconectarse delmundo, pero tampoco puede mantener lasformas pasivas de su vinculación actual. Poreso podría decirse: globalización sí, pero noasí.

En ese contexto, el país debe asumiractivamente el desafío de insertarse en laglobalización, asumiendo las lecciones apor-tadas por su experiencia histórica, es decir,necesita comprender que perseguir el creci-miento económico, asociado a su condiciónde mono-proveedora de materias primas apaíses desarrollados, es lo menos aconsejable,por ser un proceso poco dinámico, volátil,insostenible y con escasa capacidad de inte-gración social y territorial.

Sin duda, la emergencia de la Bolivia delgas, y con ella, el desplazamiento de la he-gemonía regional hacia el eje Santa Cruz-Tarija, preserva en su seno nuestro criticado“patrón genético” de inserción en la econo-mía global. Frente a esta tendencia, propiade una economía latinoamericana, pequeñay mediterránea como la boliviana, ¿es posi-ble promover un patrón distinto de inserciónen la economía global, es decir, uno asentadosobre una base exportable más diversificada,menos vulnerable y con más capacidad dearticulación territorial?

Cabe recordar que la descrita “identidadeconómica” de Bolivia no es una fatalidad.La actual situación puede revertirse median-te políticas públicas apropiadas, las cuales de-ben considerar, al menos, dos lecciones.- El mercado sólo podría reforzar este “pa-

trón genético”, por lo que el Estado tie-ne un rol central que jugar en cualquierestrategia de desarrollo.

- Toda diversificación de exportaciones enBolivia experimenta al menos dos retoscentrales: cómo financiarse y cómo sos-tenerse.58

Dicho esto, el análisis de ciertas “víasexitosas” de inserción en la globalizaciónpermite afirmar que no hay un camino úni-co a ser recorrido por cualquier sociedad. Alcontrario, hay una variedad de políticas yarreglos institucionales definidos por lasparticularidades culturales, políticas y so-cioeconómicas de cada país, compatibles conel propósito de gestionar algún tipo de in-serción beneficiosa para la sociedad en losmercados globales. Ahora bien, las experien-cias de desarrollo analizadas, que han logra-do combinar tasas de crecimiento económi-co dinámicas con reducciones significativas

57 La crítica actual al funcionamiento del Fondo Petrolero de Noruega se centra en modificaciones de política intervenidas a partir de 2001.58 La primera tiene que ver con el rol que deben jugar los capitales externos en la estrategia de desarrollo; la segunda al tema de la competitividad de

la base exportable.

98

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

de la pobreza, sugieren que es necesario pro-mover niveles mínimos de bienestar social yefectividad gubernamental a fin de encararun desafío transversal a todas ellas: promo-ver el informacionalismo como rasgo centralde su matriz competitiva.

Dado que el informacionalismo tendríaque ser un rasgo transversal a estos caminosdiversos y que el Estado juega un rol centralen la inducción de la transformación tecno-lógica: ¿qué características propias podríaadoptar una estrategia boliviana de desarro-llo informacional? De acuerdo a los rasgosque configuran nuestra “identidad económi-ca”, es muy posible que el perfil económicodel país continúe basándose, en el medianoplazo, en la explotación de recursos natura-les. Así, la economía posible supone entoncesuna explotación más eficiente e informacio-nalizada de éstos, considerados como unaventaja comparativa esencial. Es decir, la víaboliviana implicaría un cambio gradual en lanaturaleza de las exportaciones nacionales,sustentado en un salto cualitativo en la for-ma en que se incrementa la productividad yla competitividad, allí donde el país cuentacon ventajas comparativas por su posesión derecursos naturales, su ubicación geográfica ysus recursos humanos.

En síntesis, una estrategia de desarrolloinformacional viable para Bolivia supone en-tonces un viraje profundo en su perfil pro-ductivo-exportador, lo cual implica apoyartres procesos paralelos y complementarios:- Promover activamente una diversifica-

ción de exportaciones que apunte a in-corporar gradualmente valor añadido alos recursos naturales que explota el país.Aquí, el objetivo sería incursionar pocoa poco en la producción de manufactu-ras de recursos naturales y, en menormedida, de bienes de baja y media tec-nología. Los cambios en la estructura ex-portadora del país y las potencialidadesde una vinculación activa con los paísesvecinos en, al menos, cuatro macrorre-giones de la geografía boliviana, sugie-ren que la economía boliviana no está fa-talmente condicionada a exportar unaspocas materias primas. El reto consisteentonces en amplificar la base sectorial

y territorial de este proceso y, sobre todo,en hacerlo sostenible.

- Colocar el informacionalismo al centrode una profunda transformación pro-ductiva en la economía boliviana. Ellosignifica valorizar la innovación y elaprovechamiento pleno de las capacida-des de la gente, colocando al conoci-miento y las nuevas tecnologías en elnúcleo de los procesos productivos. Laoferta tecnológica de la que dispone elpaís y la disposición favorable de la po-blación al cambio pueden potenciar unperfil de país consumidor/difusor denuevas tecnologías en la producción.59

- El tercer proceso supone definir unapolítica de Estado para la explotacióndel gas que permita consolidar una re-lación de confianza y beneficios mutuosentre el Estado, las empresas y la socie-dad civil. Sin perder de vista los riesgosde una economía de “base estrecha”, espreciso señalar que el futuro de Boliviapuede y debe construirse sobre el gas.Ello no sólo, porque no existe otro sec-tor que pueda igualar al de hidrocarbu-ros en cuanto a volúmenes de inversión,generación de divisas e impuestos parael financiamiento del desarrollo, sinoporque es posible imaginar un escena-rio en el cual este sector lidere un cam-bio gradual y a largo plazo en el perfilproductivo-exportador del país susten-tado en el informacionalismo.

Ahora bien, esta estrategia de desarrolloinformacional de mediano y largo plazo em-pieza a construirse en un momento de cri-sis, inflexión y cambio en el que los actoresdel desarrollo están llamados a gestionar pro-cesos que pueden derivar en el colapso delsector público, y con él, probablemente dela economía y de la democracia. Evitar esteescenario regresivo supone, al menos en elplano económico, el fortalecimiento de ca-pacidades político-institucionales en la socie-dad y el Estado bolivianos para encarar unajuste fiscal que priorice la agenda del creci-miento económico y el diseño de nuevas ba-ses para la consolidación de una “Bolivia delgas” cualitativamente diferente.

59 Sin embargo, no basta con garantizar una amplia difusión de las tecnologías de la información si losbolivianos no son capaces de interactuar con ellas y adaptarlas a sus necesidades con fines productivos.Promover el informacionalismo en la economía boliviana supone generar un cambio en la relación entrelas esferas educativa y productiva. Ello supone una visión de la educación como transmisora de conoci-mientos para la innovación y la competitividad (al respecto ver el capítulo 6 de este Informe).

La nación necesaria: en la rutahacia el interculturalismo

Capítulo 3

Introducción

Desarrollo humano y democracia

Un desarrollo humano sostenido es impensable si no está respaldado por lacapacidad de autodeterminación de la sociedad sobre sí misma. De ahí que re-sulte fundamental comenzar subrayando la interrelación entre el desarrollo hu-mano y la democracia (Calderón, Loayza, 2002).

El mundo cuenta hoy con más regímenes democráticos que antes, y sinembargo la democracia aún no está consolidada ni es estable, sobre todo en lospaíses más pobres del mundo. Como ha señalado el IDH mundial de 2002, vivi-mos en un mundo global, aunque fragmentado y con tremendas inequidades,que necesita acelerar el desarrollo humano y, en consecuencia, profundizar lademocracia. El citado Informe señala que “la participación democrática es unafinalidad crítica del desarrollo humano, no sólo un medio para conseguirlo”. Másadelante recomienda “conseguir que las instituciones y el poder se estructuren ydistribuyan de tal forma que brinden espacio y voz reales a los pobres, y que creenmecanismos por cuyo conducto los poderosos (...) puedan ser considerados res-ponsables de sus actos”. Asimismo el texto citado postula que tanto la democra-cia como el desarrollo humano deben ser genuinos a fin de que ambos se conso-liden mutuamente. Estamos entonces ante la urgencia de un reforzamiento pa-ralelo y recíproco entre la capacidad de decisión de los ciudadanos y la ampliaciónde sus oportunidades a fin de alcanzar una vida mejor.

100

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Un Estado como espacio público

En esta perspectiva orientada a ahondarlas raíces de la democracia, el IDH 2002 enBolivia sostiene que es recomendable el des-pliegue de capacidades políticas renovadas,sobre todo de aquellas que estimulan la de-liberación como mecanismo efectivo para elhallazgo colectivo del bien común. Sin em-bargo, si bien existen estas capacidades, enBolivia se presentan dispersas, fragmentadasy a menudo en conflicto. Además, buenaparte de dichos rasgos emergen de la inequi-dad imperante y se ahondan por la persisten-cia de importantes distancias y jerarquíasétnico-culturales. En ese sentido, Bolivia tie-ne ante sí el doble desafío de profundizar susestructuras democráticas y mejorar sus índi-ces de desarrollo humano. ¿Cómo encararcon éxito este reto?

Una de las vías más sobresalientes parala resolución de este emprendimiento boli-viano tiene que ver con la inacaba conforma-ción de un Estado–nación. Como se sabe, eséste un referente básico para cualquier país

que desee construir espacios compartidospara la toma de decisiones. No hay autode-terminación posible de la sociedad sobre símisma, si no se erigen además ámbitos legí-timos de discusión y orientación, válidospara la mayoría de los ciudadanos. Boliviacarece relativamente de estas herramientasfundamentales.

Como se sabe, un Estado-nación es unhecho político, producto simultáneo de lafuerza y del pacto. Las naciones y las cultu-ras no son entelequias naturales, esencialeso únicas, sino resultados específicos de losprocesos históricos. Son entidades constitui-das sociológicamente que adquieren formaa través de normas, reglas, instituciones yregímenes políticos, que las estructuran yreproducen.

A pesar de tremendos esfuerzos y sacri-ficios históricos, la construcción del Estado-nación en Bolivia ha sido hasta hoy compli-cada e inconclusa (ver recuadro 3.1). El do-minio incompleto sobre el territorio, laconstrucción restringida de un imaginarionacional que articule e incluya la diversidad

En abril de 2002, Bolivia vivía tiemposelectorales. Se conmemoraba, al mismotiempo, el primer cincuentenario de laRevolución de 1952, el hecho políticomás decisivo del siglo XX boliviano. Sinembargo aquel 9 de abril pasó como cual-quier otro, ya sea porque el partido quelideró la Revolución estaba buscandovotos o porque sus adversarios se habíancansado ya de descalificarlo como here-dero de aquel momento histórico. Lo ciertoes que fue un día más, con pocas reminis-cencias y muchos olvidos.

Siete meses después, cuando ya laselecciones y el cambio de mando presi-dencial habían concluido, el Programa delas Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD) y el Instituto Latinoamericano deInvestigaciones Sociales (ILDIS) organi-zaron la conferencia internacional“Revoluciones del Siglo XX. La Naciónen la Globalización”. A la cita, fijada en

la ciudad de Cochabamba, acudieron aca-démicos especialmente invitados de Egip-to, China, Cuba, México y Francia. Allíse constató que la Revolución del 52 fueparte de una ola de cambios mundiales,junto a los que Bolivia se abrió a losprocesos del planeta y se hizo universalen su singularidad. Un auditorio lleno dejóvenes pudo presenciar durante tres díasla serie de conferencias, la exposición defotografías, las películas y documentalessobre ese periodo y un homenaje emotivoa los sobrevivientes de las luchas sociales,que hicieron posible la reforma agraria,la nacionalización de las minas, la reformaeducativa y el voto universal. Los dichoy expresado allí quedó recogido en el libro“Tenemos Pechos de Bronce…” (PNUD-FES - ILDIS, 2003) de gran acogida en elmercado editorial. De ese modo, el home-naje a toda una generación política dejóde ser una deuda pendiente.

Recuadro 3.1

Cincuenta años de la Revolución de 1952

Fuente: PNUD-FES-ILDIS, 2003

101

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

cultural boliviana y la ausencia de una insti-tucionalidad política socialmente comparti-da son los saldos de una labor sin terminar.

En ese sentido, una de las búsquedas delpresente IDH 2004 es auscultar los caminosque podrían conducir a una nación, a la queconsideramos necesaria, a armonizar, al in-terior de un espacio público, las diversasexistencias culturales, étnicas, clasistas o re-gionales que funcionan en su seno. En sín-tesis, la pregunta a ser respondida es si Bo-livia posee o carece de las capacidades comosociedad para enfrentar los retos de laglobalización en un contexto interno desimultánea crisis económica y desestructuraciónsocio-cultural.

Como se sabe, desde el año 2000, el paísenfrenta un momento de inflexión, en el quefuerzas sociales y estatales centrífugas y cen-trípetas se enfrentan con creciente frecuen-cia. Bolivia sufre pues el asedio simultáneode identidades culturales ansiosas de recono-cimiento y valoración estatal. La consecuen-cia más visible de este periódico forcejeo hasido hasta ahora la erosión de las bases desustentación de la institucionalidad tal comose la concibió, especialmente, a partir de1985. A su vez, la crisis boliviana ocurre enun tiempo en el que las construcciones na-cionales parecen estarse debilitando por lairrupción de actores supra-nacionales con uninmenso poder (organismos internacionales,bloques de países o empresas e institucionestransnacionales). Ambas fuerzas, internas yexternas, amenazan con lesionar la ya debi-

litada estructura de lo nacional.Como ve-mos, esta situación se enmarca en el debatemás contemporáneo y el IDH 2004 pretendeser un aporte en esa dirección.

Precisamente por esto resulta vital aus-cultar en Bolivia las posibilidades de flore-cimiento de una genuina comunidad demo-crática, que sin desoír las demandas externase internas de reconocimiento y poder, hagaposible la búsqueda del bien común paratodos los bolivianos. Probablemente sólouna “comunidad de ciudadanos” (Schnaper,1994, ver recuadro 3.2) pueda complemen-tar y reforzar a un Estado legítimo capaz deactuar con una orientación clara en el mun-do de la globalización.Nos referimos a unainstitucionalidad comprometida con la na-ción y su diversidad multicultural, y con elrequisito de que los derechos ciudadanos, almargen de su adscripción u origen, esténprotegidos por igual. Un Estado de este tiposería sin duda la herramienta más idóneapara administrar el pluralismo interno delpaís. Por otra parte, contar con un Estadolegítimo y estable es un capital institucionalbeneficioso para cualquier país que aspire acompetir en el marco de la globalización.

En este sentido, Bolivia es un país quedebe ser recreado desde y hacia su horizon-te. Los bolivianos necesitan entonces forta-lecer una conciencia nacional de continui-dad histórica que los ayude a forjar esa lógi-ca de autodeterminación que sustenta eldesarrollo humano.1 Ello implica, como yase dijo, construir una comunidad, en la cual

1 Como argumenta Hobsbawn (2001), la cultura de una nación “no es lo que realmente se ha conservadoen la memoria popular, si no lo que se ha seleccionado, escrito, dibujado, popularizado e institucionalizadopor aquellos cuya función era precisamente hacer esto”.

Una comunidad de ciudadanos supone:- La aceptación de distintas identidades (étnicas, religiosas, nacionales, de minorías

sexuales, etc.) en un plano de igualdad como requisito para que éstas desarrollensus proyectos individual y colectivamente.

- Que las diversas identidades reconozcan la cultura ciudadana, que implica el respetode los otros distintos y de su funcionamiento como identidades particulares.

- Que cada grupo reconozca a los otros en tanto ciudadanos con iguales derechos yobligaciones, con los cuales, en conjunto, debe construir un nosotros que es laNación.

Recuadro 3.2

¿Qué es una comunidad de ciudadanos?

Fuente: Schnnaper, 1994

102

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

los diferentes convivan, se toleren y puedanhacerse concesiones recíprocas en función desus múltiples diversidades.

Desarrollo humano, identidad ysociedad de la información

Al mismo tiempo, como ya se ha soste-nido en este Informe, la globalización ha mo-dificado sustancialmente el patrón actual dedesarrollo que hoy se caracteriza por su fle-xibilidad dinámica, su funcionamiento enred y la frecuente superación de las fronte-ras nacionales. Todo ello ha generado unaaceleración y densificación impensada de lasrelaciones comerciales, sociales, políticas,culturales e industriales.

Al mismo tiempo, como efecto directode las citadas transformaciones, las identida-des nacionales, típicamente concentradas entorno a los Estados, han empezado a sufrirvisibles mermas. La permanente interco-nexión entre individuos, grupos e institucio-nes, al margen de las jurisdicciones territo-riales, ha producido un campo de identida-des nuevas y reforzadas, que compiten conlas prevalecientes décadas atrás. En ese sen-tido, los individuos del siglo XXI han empe-zado a nutrir con más fuerza aquellas iden-tidades que les son más cercanas y tangibles.La explosión de las nuevas tecnologías decomunicación ha facilitado justamente estoscontactos más interpersonales, interactivos yextraterritoriales, y con ello, a las comunida-des centradas en intereses grupales o gene-racionales. Sin que ello signifique la disolu-ción de las identidades nacionales, se cons-tata, sin embargo, su debilitamiento y elhecho inevitable de que hoy comparten espa-cio con las realidades identitarias emergentes.

Bolivia no podía quedar al margen deestas tendencias mundiales. En el marco deuna globalización al interior de AméricaLatina, aunque sin informacionalismo, losriesgos actuales sobre el andamiaje nacionalson crecientes. La mera irrupción de capa-cidades informacionales e identidades seg-mentadas, en prescindencia clara de la comu-nidad nacional de ciudadanos, podría seruna de las amenazas más ostensibles para eldesarrollo humano y la profundización de lademocracia en Bolivia. Dentro del proyectodel IDH 2004, se requiere que sea la sociedaden su conjunto, incluyendo a sus segmentosmenos aventajados, la que se apropie de es-tas nuevas capacidades a fin de gozar de una

inserción colectiva en las ventajas de la glo-balización.

Alertado sobre ese riesgo, el presente ca-pítulo gira en torno a la pregunta sobre sies posible que la sociedad boliviana en sudiversidad pueda construir un tejido socialsignado por la tolerancia y la convivencia,a fin de potenciarse positivamente comosistema de acción eficiente en los avataresla globalización y la sociedad de la informa-ción. Justamente dentro de ese contexto, sepretende vislumbrar las potencialidades delinformacionalismo en el esfuerzo de cons-truir un ámbito público legítimo que con-vierta a la nación boliviana, en su diversidad,en un actor global del desarrollo.

Para ensayar un primer avance de res-puesta a estas búsquedas, el presente capítulopretende realizar un balance de las principa-les características del multiculturalismo bo-liviano y las formas en que funciona. Paraello, se ha recurrido a los datos de nuestra en-cuesta a nivel nacional, la Encuesta de Ca-pacidades para el Desarrollo Informacional2003 (ECADI-03), y a información del Insti-tuto Nacional de Estadística (INE), principal-mente se usó la información del Censo Na-cional de Población y Vivienda 2001 quepermiten ver justamente los rasgos de aqueltejido multicultural.

Más adelante, mediante el análisis decontenido de las discusiones en el seno de 23grupos focales, que incluyeron diversos seg-mentos étnicos, sociales, clasistas, regionalesy religiosos del país, se intenta explicar me-jor la auto-comprensión de dichas identida-des. Asimismo aquí se plantearán algunasopciones posibles relacionadas con esa fina-lidad crítica del desarrollo humano que es ladeliberación democrática, que consideramoscomo la principal herramienta en la ruta ha-cia el interculturalismo.

Un multiculturalismo limitado

Los rasgos diversos de unasociedad en cambio

La sociedad boliviana puede ser carac-terizada por la persistente vigencia en su senode importantes comunidades culturales,étnicas, regionales o religiosas, es decir, gru-pos sociales de todo tipo. Allí, distintas co-lectividades comparten valores y sentidospropios que hacen que se diferencien unas deotras.

103

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

Sin embargo esta diversidad cultural nogarantiza necesariamente el interculturalismo.La multiculturalidad puede funcionar comouna forma del pluralismo, pero tambiéncomo un espacio fragmentado por variasintolerancias. Puede pues desarrollarse unmulticulturalismo limitado, antidemocráticoe incluso anti-pluralista. Constatamos queéste es el que ha predominado justamente alo largo de la historia nacional2 y como severá más adelante, posee una gran fuerza enla actualidad.3

Este acápite pondrá énfasis en el aspec-to multiétnico de la multiculturalidad, por-que éste es el epicentro de los procesos detransformación y orden de la sociedad nacio-nal. Es decir se enfatizará en el análisis deidentidades basadas en características lin-güísticas, valores y costumbres históricamen-te diferenciadas y permanentes en la memo-ria de la gente, pero también en las subjeti-vidades que tal identidad supone como autoidentificaciones y proyecciones culturales.Otra variable de importancia en esta partedel IDH 2004, será también la de las identi-dades regionales o territoriales, que tambiéncumplen un papel importante en el multi-culturalismo boliviano.

Este enfoque es crucial dado que en laactual coyuntura, el desarrollo de las ideolo-gías cerradas del comunitarismo étnico y / oregional, presentes en la esfera política, dei-fican determinadas configuraciones cultura-les limitando o inhibiendo un intercultura-lismo, que tanto requiere el país. En estesentido, en el enfoque del desarrollo huma-no, los derechos a la diferencia son un valoruniversal. Escamotearlos significaría que-brantar el pluralismo consustancial a la de-mocracia, pero, al mismo tiempo, negarlessu reconocimiento no sólo implicaría defor-mar, sino además truncar el propio desarro-llo democrático.

En ese sentido, nuestra visión buscaconjugar los principios universales de la de-

mocracia con la admisión creciente y legíti-ma de identidades particulares, que pugnanpor alcanzar un reconocimiento institucionalde sus aspiraciones. La aplicación del con-cepto de comunidad de ciudadanos (ver re-cuadro 3.2) ayudaría justamente a lograr unequilibrio entre el pluralismo indispensabley respetuoso y la admisión leal de las dife-rencias. Bolivia puede gestionar sus identi-dades internas sin tener que desaparecercomo unidad, y la solución para ello pareceser la gestión democrática de sus diferencias.

De allí que la comunidad de ciudadanossea la Nación, aunque ya no puede basarse,como históricamente ha ocurrido, en su puraidentificación con el Estado, ni tampocopuede comprenderse como una suerte de“esencia” propia de una entidad que alber-ga, y se considera superior a otras identida-des. La comunidad de ciudadanos es así unaconstrucción colectiva que reconoce y per-mite el ejercicio simultáneo de los derechosindividuales y colectivos de las personas.

Sed de nación

Apuntadas ya las ideas que guían la re-flexión de este capítulo, es el turno para elanálisis de los datos regidos por esta investi-gación. A continuación se busca trazar un es-bozo del tejido identitario en Bolivia, sobretodo, a partir de los resultados de diversasbases estadísticas de datos y sobre todo denuestra encuesta nacional realizada para elIDH 2004 (ECADI – 03).

Al igual que ocurriera con el IDH 2000,en los estudios y encuestas realizados por elpresente informe a lo largo de 2003, se rati-ficaron los deseos instalados de maneratransversal en la sociedad boliviana, es decir,los de autoestima, unidad y apertura genui-na al cambio. Así, el 97% de las personas en-trevistadas en 2003 se sienten orgullosas deser bolivianas, el 92.3% piensa que para queBolivia progrese se requiere “pensar prime-

2 Aquí podríamos mencionar la llamada “dialéctica de la negación del otro”, referida al rechazo culturalque inmediatamente inferioriza al otro (indígena, mujer, marginal, campesino), superponiendo inferiori-dad con exclusión social, económica y política. La negación de la cultura del otro se dio con la conquista,la colonización y la evangelización y, más tarde, con los procesos de modernización, generandomarginalidad y rechazo, lo que debilitó las democracias y las posibilidades de ejercicio ciudadano en elcontinente. Por su parte, el rechazado vive la negación de diversas formas, que van desde auto-negar lapropia identidad para sentirse más integrado a una sociedad discriminadora (que lo seguirá rechazandoa pesar de ello), hasta tener una actitud de resistencia política, defendiendo la identidad en términosabsolutos (Calderón, 2003). En el texto de Vega (2004) se podrá encontrar una amplia discusión concep-tual sobre el tema.

3 Si se hiciera una división de la Historia de Bolivia de acuerdo a este criterio, podría decirse que antes dela Revolución de 1952, predominaba un multiculturalismo cerrado, después del proceso hasta 1964, sedesarrolló un multiculturalismo limitado, que volvió a restringirse entre 1964 y 1979, después de lo cual,se repuso una apertura cada vez más creciente, que llega hasta nuestros días.

104

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

ro en el bien del país en su conjunto” y un72% dice que les gustarían ver en el segun-do Centenario de la república un país abier-to al mundo y que haya preservado su cul-tura (gráfico 3.1).

Desde este punto de vista, se percibe queexisten bases para un consenso pluralistaentre los distintos grupos socioculturalesnacionales, que articulando sus diferentesintereses y mentalidades, posiblementediscrepantes, sueñan, no con una Boliviaparadisíaca, pero sí con una sociedad me-jor.Si entendemos que el sueño de ser boli-vianos es un deseo de la opinión pública,entonces es saciada pensar en un consenso defuturo que se asiente en el reconocimiento

de compromisos y convergencias en conti-nuo cambio entre ópticas muy diferentes eincluso opuestas.

Estos datos de inicio son relevantes,porque en una óptica del desarrollo huma-no que aspira a ser normativa, debe partirsede los deseos y aspiraciones de la gente. Ve-mos entonces que una “sed de nación” apa-rece instalada en la gente, sin embargo paraser saciada, ésta necesita quedar sometida alanálisis crítico sobre su posibilidad. En el co-razón de este drama anida justamente lacuestión de la multiculturalidad y la multiet-nicidad nacional. 4

Una sociedad multiétnicacompleja

Hasta aquí, hemos visto que la mayoríade los bolivianos se siente incorporada, dealguna forma, en una identidad nacionalconsensuada. Sin embargo, resulta arriesga-do asegurar, con base en este dato, que exis-ta una base intersubjetiva sólida que susten-te una nacionalidad cohesionada. En ese sen-tido, aspiración no equivale a cohesión.

Si bien existe una aspiración comproba-da a contar con una nación, ésta parece te-ner diversos contenidos de acuerdo a quiense sienta portador de la bolivianidad aludi-da. Incluso podría decirse que lo bolivianoes un contenedor relativo, que adquiere di-versos contenidos de acuerdo a quien reivin-dique tal condición. De modo que hay, nue-vamente, más deseo o aspiración que cohe-sión efectiva. Curiosamente los momentosde cohesión más alta han sido los de crisismás intensa (los conflictos sociales fuertes ylas guerras).5

Veamos entonces las condiciones actua-les de aquella irregular cohesión de la socie-dad boliviana. Como se sabe, ésta está inte-grada por una variedad de culturas históri-cas, religiones, configuraciones regionales,locales y sociales. Sin embargo si se revisanlos resultados del último Censo nacional, seencontrará información empírica que mues-tra esta variedad sociocultural, contenida, dealguna manera, por el manejo de la lenguamaterna, o acentuada al mismo tiempo, por

4 Mahbub Ul Haq, uno de los principales impulsores del Desarrollo Humano, dijo en Bolivia: “La esencia dela filosofía del desarrollo humano consiste precisamente en enfocarlo desde los objetivos últimos del desa-rrollo mismo, vale decir desde el cumplimiento de las aspiraciones de la gente, desde el progreso quebusca, desde lo que necesita y quiere hacer” (IDH, 2000)

5 Por ejemplo, durante los conflictos de octubre de 2003, que derivaron en el derrocamiento del gobiernode Sánchez de Lozada, a pesar de la incorporación de corrientes separatistas a esa lucha, la banderanacional con crespón negro se convirtió en el emblema que unificaba a todos en torno a la defensa de losyacimientos de gas, otro referente nacional incuestionable (ver recuadro 3.3).

Fuente: Instituto Nacional deEstadística, CNPV-2001

Gráfico 3.2

Bolivia: Porcentaje de la población de 15 años o más que se autoidentificacon pueblos indígenas

Ningún pueblo indígena

Quechua

Aymara

Otros pueblos indígenas (guaraní, chiquitano,mojeño, otro nativo)

31.00

25.23

6.10

37.95

0 10 20 30 40

Fuente: ECADI-03

Gráfico 3.1

Porcentaje de personas que están de acuerdo o piensan que:

"Estoy orgulloso de ser boliviano"

"Para progresar se requiere pensar primero enel bien del país en su conjunto"

"Le gustaría que Bolivia fuera un país abierto yque preserve su cultura en el 2015"

0 20 40 60 80 100

92

72

97

105

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

la auto-percepción de los ciudadanos. Asípor ejemplo, el 31% se considera quechua,el 25.23%, aymara, el 6.1% como pertene-ciente a otros grupos indígenas y el restante37.95% no se adscribe a ningún pueblo ori-ginario (gráfico 3.2). Posiblemente éstos úl-timos se visualizan a sí mismos como mesti-zos, blancos o criollos de origen europeo o deotras regiones no occidentales del mundo.Aquí vemos entonces una nación heterogénea.

Otro ingrediente ilustrativo en este te-rreno es el de la lengua. De acuerdo al mis-mo Censo Nacional de Población y Vivien-da 2001, el 73% de los bolivianos utiliza elcastellano como su idioma fundamental,frente a un 25% que se maneja sobre todocon el quechua y un 17%, con el aymara.Estas cifras nos muestran que a pesar de laclara diversidad a la que aludimos al mati-zar la contundencia de lo boliviano como se-llo identitario generalizado, el castellano se vaconvirtiendo en un eje central de vinculaciónentre distintas culturas. En consecuencia, elcarácter mayoritario del uso de este idiomavertebrador ya nos habla de un multicultu-ralismo limitado con fuertes nexos de inte-rrelación, que lo van ampliando gradual-mente (cuadro 3.1). La cuestión es cómo sepuede desarrollar un interlingüismo genui-no que favorezca el desarrollo de las perso-nas para que éstas, de acuerdo a sus aspira-ciones y valores, decidan qué tipo de lenguay vida desearían.

Más adelante se observa, ahora a la luzde los datos de la encuesta del IDH 2004,(gráfico 3.3) que en esa población que seconsidera a sí misma como orgullosa de serboliviana, entre quienes dentro de ella seconsideran quechuas, el 89% se evalúa ade-más como mestizo, lo cual ocurre tambiéncon un 83% de los miembros de otros gru-pos indígenas y con un 64% de los aymaras.En cifras globales, el 76% de la poblaciónboliviana se define como mestiza (gráfico3.3), lo que muestra posiblemente un teji-do intercultural activo, que se va haciendoy deshaciendo según el curso de los proce-sos históricos vividos. Así, lo mestizo y lo in-dígena se refuerzan mutuamente de maneraflexible.

¿Cómo evaluar esta información? Unavez más encontramos esa combinación deintegración y diferenciación en el país. Co-existen entonces mantos identitarios ampliosy consensuados (ser boliviano, ser mestizo,hablar castellano), pero apenas se profundi-za en el análisis, se encuentran también dis-

tancias y nuevos agrupamientos diferencia-dos (indígena antes que mestizo, el mono-lingüismo). Es el ejemplo del polémico“mestizaje” (ver recuadro 3.4). Bajo esa de-nominación se siente implicada la mayoríade los bolivianos, pero no en la misma me-dida. Así, encontramos que el pueblo quemás resiste el apelativo de “mestizo” es elaymara, cuyo 36% de encuestados rechazatal condición. La cifra desciende a un 11%entre los quechuas y a un 17% entre lospueblos amazónicos.

Estos datos, tanto del Censo como de laencuesta, ponen en claro que en Bolivia con-viven dos fuertes tendencias. Por un lado, sepercibe un tejido cultural combinado y unased de nación generalizados, es decir, puen-tes de interculturalidad evidentes (dado elidioma compartido y la condición aceptadade mestizo), pero, por otra, también, la pre-sencia de procesos de auto identificaciónmuy cerrados, que rechazan la condiciónmestiza y que entienden posiblemente subolivianidad en función de su ser étnico

Cuadro 3.1

Condición étnico-lingüística

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, CNPV-2001

Total población sobre 8.274.325

Clasificación según condición étnico-linguistica (% del total de la población)

Castellano

Quechua

Aymara

Otros

73.69

25.67

17.67

4.32

%

6.097.122

2.124.040

1.462.286

357.548

Gráfico 3.3

Porcentaje de personas de 15 años omás que dicen ser "mestizos" según suautoidentificación con pueblos indígenas

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

Mestizo -quechua

Mestizo -aymara

Fuente: ECADI-03

8983

64

76

TotalmestizosBolivia

Mestizos deotros pueblosindígenas

106

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

El conflicto en Bolivia es el principal factor de convulsión social en su historiademocrática. La violencia asociada a la erradicación de coca, la denominada ”guerradel agua”, el “conflicto por la tierra y el territorio” y la recientemente conocida “guerradel gas” son los máximos exponentes de esta dinámica.

Recuadro 3.3

La dinámica del conflicto en Bolivia

Visión retrospectiva

Otros, 88

Aparatos centrales del Estado, 59

Campesinos, 31

Autoridades municipales, 25

Población civil, 18

Comités cívicos, 13Maestros, 12Transportistas, 11Indígenas, 10Obreros, 10Universitarios, 10

Actores demandantesen los conflictos sociales

Fuente: CERES-COSUDE-PNUD, 2004

Frecuencia de eventos conflictivos por año. (1985-2003).

0

10

20

30

40

50

60

70

80

85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 2000 2001 2002 2003

Fuente: CERES-COSUDE-PNUD, 2004

Otros

Territorial Agua Forestal Uso suelo MineríaHidrocarburos Àreas Proteg

Contaminación Coca Industria

Haciendo un análisis retrospectivo delas noticias de conflicto reportadas por laprensa en los últimos 23 años en Bolivia,llegamos al año 2003 con un país convul-sionado por litigios relacionados al usode recursos naturales. El conflicto por lacoca es el que más eventos ha reportadoen este año, le sigue la “guerra del gas” yaquel por la tierra y el territorio (Movi-miento Sin Tierra).

Se puede observar que la convulsiónen Bolivia está asociada (o coincide eneste caso) en gran medida con el iniciode la crisis económica. En relación alanálisis político, se observan claramentedos puntos de inflexión; 1997 (gobiernode Banzer) y 2002 (gobierno de Sánchezde Lozada).

107

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismoHaciendo un análisis global sobre los

principales actores que han participado enlos 321conflictos reportados en Boliviaen el 2003 destaca la gran disgregaciónde los mismos y la presencia de aparatosdel Estado central como demandantes (59).El sector que más ha sido reportado fueel campesino (31), le siguen los actoresmunicipales (25) y la población civil noorganizada (18). Es destacable también elhecho de que 88 de estos conflictos hansido protagonizados por una cantidad deactores no clasificados en los sectorestradicionales.

Las previsiones para el 2004 son des-alentadoras, ya que todas las tendenciasde conflicto son al alza, especialmente lasasociadas a los conflictos por la erradica-ción de coca, el gas y el uso de la tierra.

Fuente: Ortego, 2004

Otros actores demandantes

Pacientes de hospitalesBananerosDesamparadosAgroindustrialesDesocupadosDirigentes políticosDiscapacitadosMinerosMédicosDocentesMovimiento Sin Tierra (MST)Empleados del EstadoReclusosJubiladosGremialesAbarquerasMaestrosONGCOBPadres de familiaPasajeros

Fuente: Archondo, 1992

No hay quizás un término más equí-voco y confuso que el de mestizo. ¿Quése entiende por tal? Probablemente elúnico consenso académico y cotidianoal respecto es que se trata del productode una mezcla. Mestizo es impureza ocombinación virtuosa, según como selo vea, pero es un componente mixto,hierro forjado por distintos martillos.Pues bien, aquí mismo salta la primeradificultad para definir al mestizo. ¿Hayacaso alguna cultura que pueda llamar-se a sí misma pura o incontaminada?No, todas son producto del mestizaje,todas se nutren y se nutrieron de otras.Mestizos somos entonces todos, loslapones, los zulúes o los patagones.De modo que mal punto de partida. Sitodos lo somos, mestizo no ya es nadieen particular.

Pasemos entonces a una definiciónque restrinja su campo y trace algunalínea limítrofe. Aceptando que todaslas culturas se basan en mezclas, con-vengamos en que así conformadas, yapueden ser consideradas como núcleosrelativamente compactos. Así, mestizosserían quienes se sitúan en los espacios

próximos a tales culturas, sin pertenecerplenamente a ellas.

En el mundo académico de Bolivia,se parte de esa base. Los analistas ypensadores reconocen una cultura in-dígena, asentada sobre todo en aymaras,quechuas y pueblos amazónicos, y unaoccidental, heredera de la colonizaciónespañola y reforzada por las influenciasmúltiples de Europa o los Estados Uni-dos. Pues bien, en el ámbito intermediode ambas culturas estarían los mestizos.Ni indígenas ni blancos entonces.

El segmento considerado mestizosurgió durante la colonia y estuvo con-formado en principio por los indígenasque abandonaron las labores del campo,se asentaron en las ciudades y abraza-ron oficios artesanales (Barragán,1990). Fueron quienes sin perder susorígenes campesinos, aprendieron elcastellano, intimaron de alguna formacon los segmentos dominantes y ex-pandieron una forma de vida alternaentre ambos mundos. Para algunos(Platt), son aquellos sectores indígenas“reclutados” por el poder colonial(cipayos, “blanqueados”, traidores);

para otros (Albó, 1988), son una va-riante urbana de la cultura indígena,una especie de vanguardia citadina,que sin dejar de ser lo que fue, adquierenuevos recursos y una nueva lógicapara preservar modernamente sus va-lores. Finalmente hay otra versión (Ba-rragán, 1990) que asegura que ni reclu-tados ni versión urbana de lo mismo,sino una nueva identidad, una culturacualitativamente distinta de sus oríge-nes (etnogénesis).

¿Cuál es la visión más aceptable?,quizás todas a la vez o ninguna por sísola. Como se observa en los datosaportados por este Informe, lo visiblees un tejido multiforme y complejo.Eso significa que dependiendo del mo-mento emergente, se ilumina lo indíge-na más auténtico, lo occidental domi-nante o la nueva cualidad marcada porlas dos anteriores. En tal amalgama,comportamientos occidentales, recursosindígenas, reflejos comunitarios, im-pulsos individualistas, todo se sumergeen vectores diversos que se activan deacuerdo al contexto y el forcejeo depoderes.

Recuadro 3.4

Mestizos

108

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

particular. A eso justamente nos referimosaquí cuando hablamos de multiculturalismolimitado, a un contexto en el que se produ-cen relaciones interculturales relativamentefrecuentes, pero en el que no todas contri-buyen a la convivencia, sino que muchas deellas incluso refuerzan las barreras o las dis-tancias entre las personas. La cuestión radi-ca en cómo una comunidad política legíti-ma incluye las diferencias, pero a la vez re-conoce un estatus común de ciudadanía.Bajo esta óptica, todas las identidades sonválidas.

Ser indio o ser pobre

Como vimos, el tejido multicultural deidentidades en Bolivia refleja entonces seg-mentos densos y mejor anudados, junto acapas superpuestas más delgadas y abarcado-ras. Ahora bien, ¿qué sucede si a ello añadi-mos las variables socio-económicas? En losgráficos 3.4 y 3.5 se muestra la relación en-tre una población mayor o igual al 60% delconjunto demográfico de cada municipio

auto-identificado como perteneciente a al-gún pueblo indígena, con la línea de pobre-za y las necesidades básicas insatisfechas(NBI), respectivamente.6 En otras palabras,empleando la información de rango muni-cipal del Instituto Nacional de Estadísticas(INE), se combinan las variables de adscrip-ción indígena y pobreza.

Ambos cuadros nos muestran importan-tes concentraciones de población pobre enmunicipios indígenas, considerados así por-que el 90% de su población se autoidentificacon algún pueblo originario.

Analizando el promedio de pobreza endiferentes grupos de municipios vemos quelos que tienen mayor grado de pobreza sonlos que más se autoidentifican como indíge-nas (cuadro 3.2). En municipios con un90% de población indígena, la pobrezacomo promedio municipal es mucho mayorque el promedio municipal nacional y tam-bién que el de los municipios con sólo 60%de población indígena. Esta tendencia es lamisma cuando analizamos las NBI de estos di-ferentes grupos.

Gráfico 3.4

Pobreza (línea de pobreza baja) porautoidentificación indígena

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, INEUnidad de Análisis de Políticas Sociales yEconómicas, UDAPE

Pob de 15 años o más que se autoidentifica con pueblosindigenas,2001(%)

Linea

de

pobr

eza

baja

- in

cide

ncia

de

pobr

eza,

2001

(%)

1059585756555

120

100

80

60

40

20

0

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, INEUnidad de Análisis de Políticas Sociales yEconómicas, UDAPE

Pob de15 años o más que se autoidentifica con pueblosindígenas,2001 (%)

Nec

esid

ades

bás

icas

Insa

tisfe

chas

, 200

1 (%

)Gráfico 3.5

Pobreza (NBI) por autoidentificaciónindígena

1059585756555

105

95

85

75

65

55

45

35

25

15

6 Existen dos enfoques para medir la pobreza, uno el enfoque de gastos de consumo que mide los niveles devida con referencia a una línea de pobreza comparando el ingreso de un hogar o una persona con elingreso mínimo requerido para comprar una canasta predefinida de bienes y servicios que satisfacennecesidades básicas y el segundo el enfoque de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que determi-na un nivel de bienestar a partir de la disponibilidad de servicios básicos, logros educativos y calidad dela vivienda.La metodología de Necesidades Básicas Insatisfechas permite evaluar las condiciones de infraestructurade vivienda, insumos energéticos, niveles educativos y atención de salud de la población. Estos aspectosrepresentan una medida de la pobreza estructural, distinta a la que se obtiene a través de los ingresos dela población, la cual está relacionada con el empleo y las variables de ciclo económico y se denominapobreza coyuntural. Existe una alta correlación (-0.851) entre el nivel de consumo per cápita y las Nece-sidades Básicas Insatisfechas, esto significa que ante niveles altos de carencias (servicios básicos, logroseducativos y calidad de vivienda) existe un menor nivel de consumo per-cápita.

109

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

En síntesis, cuando se añade esta varia-ble socio-económica al tejido de identidadesauscultado, es posible detectar una cierta su-perposición coincidente entre la estratifica-ción social y la étnica (ver recuadro 3.5).Sinembargo también hay que subrayar tenden-cias en sentido contrario, pues hay sectores

medios y altos de origen indígena, o criollosentre los segmentos de medios y bajos ingre-sos.7

Se puede concluir hasta aquí que en estepaís no sólo existe un multiculturalismolimitado,8 sino que éste a su vez está refor-zado por una estratificación social y otra

Cuadro 3.2

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, INEUnidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas, UDAPE* Promedio municipal

Bolivia Bolivia (314municipios)*

Relación entre Línea de pobreza baja y NBIMunicipios con 60%

y más de supoblación que se

autoidentificaindígena (219)*

Línea de Pobreza Baja

NBI

56%

59%

77%

84%

81%

88%

Municipios con 90%y más de su

población que seautoidentifica

indígena (143)*

87%

95%

La Escuela indigenal de Warisata fueinaugurada el 2 de agosto de 1931 porElizardo Pérez y Avelino Siñani. Alrededorde esa experiencia educativa, una isla dedignidad en medio del feudalismo reinan-te, se agruparon las esperanzas de cambiosocial en el país. Ya en ese tiempo se poníaen evidente la coincidencia entre el serindígena y el ser pobre, como se observaen el siguiente fragmento escrito por unode los impulsores de la escuela-ayllu:

“Acusaban a la escuela de ‘racista’. Asu propio turno, nuestros enemigos des-plegaron a todo trapo una campaña“antirracista” para realizar la ‘mestización’de Bolivia. ¿Pero, cómo puede haber pré-dica antirracista si los términos de indio,mestizo y blanco no representan gruposétnicos, sino categorías sociales? Ya quela economía del indio es inferior, distinta,

a la del blanco y mestizo, sin considerarpara nada el color de su piel o la sangreque circula por sus arterias. La negaciónsimple y obstinada de estos términos pro-viene de una interesada actitud de clase,pues decir que no existe diferencia algunaentre blancos, mestizos e indios es justi-ficar la situación de esclavitud de estosúltimos. El ‘antirracismo’ prueba precisa-mente el racismo de quienes lo predican,ya que, son cambiar prácticamente enforma alguna la situación de las razas quepretende mestizar, en el fondo es un intentode estacionar nuestros actuales e injustossistemas económicos, que devienen en unverdadero sistema de privilegios clasistas.¡En los pedagogos antirracistas hay unamanifiesta complicidad con los terrate-nientes y gamonales!”

Recuadro 3.5

Racismo-Antirracismo

Fuente: Salazar, Mostajo, 1943

7 En la encuesta realizada un 4,6% y un 11% de gente con identidad étnica indígena está en los gruposaltos y medios Mientras que 13 % de los supuestos criollos son muy pobres.

8 Se podría agregar la variable práctica religiosa para dibujar mejor la complejidad enunciada, así porejemplo un 61% de los bolivianos practica una vez al mes el culto católico, 7.5% practica un culto protes-tante, 14.1% pentecostal y otros movimientos cristianos, 17% no asistió a ningún culto religioso ymenosde un 1% declaró que practica cultos nativos (se debe recordar que la gran mayoría de los bolivianospractica ritos y mitos de origen precolonial colla, challa, etc. que no se declararon en esta encuesta). Porotra parte uno podría complejizar en el análisis cruzando estas prácticas religiosas con indicadoressocioeconómicos, edades, identidades étnicas y contextos regionales, para mostrar que también existe enel país una importante complejidad multireligiosa. Aquí las dificultades para construir un genuino Estadolaico son evidentes, pues sin éste es inviable una verdadera comunidad de ciudadanos en pie de igualdad.

110

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

étnica que tienden a confluir.9 Por lo tantolos problemas del desarrollo humano y losde la lucha contra la pobreza están directa-mente asociados a la persistencia de una je-rarquía de sello colonial,10 que convive conuna moderada inclusión social que avanzalentamente.

La tolerancia y el pluralismodemocrático

Una comunidad democrática es aquelladonde los diferentes se respetan con ecuani-midad, se otorgan concesiones mutuas ydonde están disponibles para elaborar reglascompartidas de procedimiento que permitandirimir y resolver sus diferencias, posibilitan-do así la gobernabilidad colectiva. Al mismotiempo, un sujeto tolerante es alguien queademás de tener convicciones propias, queconsidera verdaderas, asume que los otros,

aunque tengan otras visiones, tienen el de-recho a desarrollarlas libremente. La toleran-cia no es, como argumenta Giovanni Sartori(2002), sinónimo de relativismo extremo, esflexible, pero tiene límites: siempre se debendar razones respecto de lo intolerable y nose pueden tolerar comportamientos que ge-neren daños. En ese sentido, la toleranciadebe ser recíproca.

Este es un tema de primera importancia,porque las comunidades cerradas y negadorasdel diferente limitan el pluralismo constituti-vo de la democracia, más aún si están asenta-das en grupos sociales pobres y excluidos.

Desde la perspectiva de nuestro Índicede Tolerancia Social11 por estrato socioeco-nómico y adscripción étnica, se muestra quela tolerancia baja frente al otro distinto es unrasgo relativamente generalizado en toda lapoblación boliviana. El promedio de perso-nas poco tolerantes en los distintos grupos

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Altiplanorural

Altiplanourbano

Vallerural

Valleurbano

Llanourbano

Llanorural

Fuente: ECADI-03

Gráfico 3.6

Porcentaje de personas que no sesentirían cómodas teniendo como socioa un aymara y a un quechua(por región)

3838

25

19

14

7

9 En consonancia con ello, puede agregarse que de acuerdo a diversos estudios (Latinobarómetro 2003),Bolivia posee la representación indígena parlamentaria más alta de América Latina y que los partidospolíticos más importantes del país tienen, entre su electorado, una presencia mestiza e indígena conside-rable (Seligson, 2003). Estos indicios del último tiempo parecen avizorar una creciente apertura delmulticulturalismo a medida que se profundiza una democracia que ya ha vivido su periodo sin interrupcio-nes más largo desde el nacimiento de la República.

10 Entendemos por estratificación socio étnica de tipo colonial (UNESCO, 1988) a la superposición coincidentede identidades propias de la explotación económica y de la heterogeneidad cultural, producto de laconquista española y las sociedades indígenas precedentes. Como se sabe, hay en Bolivia, una ampliabibliografía sobre el tema.

11 El Índice de Tolerancia mide el grado en que las personas se sienten o sentirían cómodas teniendo comosocio a alguien que consideren racial o culturalmente distinto y que en caso de conflicto tratarían decomprender sus razones. Este índice se calculó haciendo primero un análisis factorial que mostró que lavariable representativa dentro del conjunto de preguntas destinadas a medir tolerancia social en la En-cuesta de Capacidades para el Desarrollo Informacional, 2003 (ECADI-03) era la de “socio”. Definida esavariable, se sumaron sus diferentes combinaciones (aymara, quechua, blanco, cholo, gringo) y seestandarizaron los resultados de 0 a 1 para luego cruzar esta nueva variable llamada de convivencia conla pregunta 53 de la ECADI-03 que mide la disponibilidad de las personas para resolver conflictos. El Índicede Tolerancia finalmente obtenido distingue personas con alta y baja tolerancia.

11

18

2930

0

5

10

15

20

25

30

35

Alto/Medioalto

Medio Pobre Pobreextremo

Fuente: ECADI-03

Gráfico 3.7

Porcentaje de personas que no sesentirían cómodas teniendo como socioa un aymara y a un quechua(por nivel socioeconómico)

111

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

sociales encuestados es de aproximadamen-te un 25%. Sin embargo, también se obser-va que los sectores socioeconómicos altos ymedios tienden a ser más tolerantes que losmedios-bajos y bajos. Asimismo, los gruposindígenas se muestran menos tolerantes, quelos criollos y otros grupos, mientras los mes-tizos aparecen como más abiertos a la con-vivencia intercultural. Por otra parte, los lla-nos muestran importantes márgenes de to-lerancia comparados con las otras regiones,mientras que el altiplano y los valles, éstadisminuye. Como se ha venido argumentan-do, la mayor intolerancia social se concen-

tra en las regiones donde ha primado histó-ricamente la discriminación y la exclusión.

Preliminarmente, puede estimarse tam-bién que la baja tolerancia social observadaestá más asociada con la diferenciación so-cio-económica, que con las distincionesétnicas. En ese sentido, el reto resultante deestos datos consiste en que sólo promovien-do la inclusión social, la lucha contra la po-breza y el desarrollo es posible desactivar omoderar los enconos entre bolivianos dedistintos orígenes.

Como se observa en los gráficos, los ni-veles de tolerancia en el terreno de la vida co-

Para el politólogo italiano GiovanniSartori (2001), multiculturalismo es“una política que promueve las dife-rencias étnicas y culturales”, es decir,una acción pública que no sólo aceptalas distinciones entre los grupos huma-nos, sino que además las ensalza.

Planteado así, es entonces lo con-trario de una sociedad plural o abierta,a la que el autor define como aquellaque “acoge incluso a quienes larechazan”, que pese a ello, pelea porsu integración y, en tal sentido, norenuncia nunca a conformar una solacomunidad entre diferentes.

En ese sentido, una sociedad pluralno es simplemente tolerante, sino mu-cho más que eso. Para el autor, la tole-rancia se limita al mero respeto de losvalores ajenos. Tolerar es pues“aguantar” al diferente, dejarlo estar,pero sin compartir nada con él; algomínimo y reducido. En cambio, unasociedad plural no se limita a tolerar,va más allá, afirma como su valor pro-pio que la diversidad y el disenso laenriquecen. En esa medida, no sóloadmite en su seno a los distintos, sinoque reconoce que lo diverso le es va-lioso y que el disenso es la base de unademocracia digna de tal nombre.

En su l ibro “La Sociedadmultiétnica” (2001), Satori quiso poner

los conceptos en su sitio. Por ello es-cribe que el pluralismo cultural, a dife-rencia del multiculturalismo, no fabricani promueve las diferencias, al contra-rio, tiene por meta lograr la paz inter-cultural y por eso rehuye la hostilidadentre distintos. De modo que las distin-ciones son muy finas. Una cosa esaceptar que lo diverso es bueno y otramuy diferente, atizar las diferenciashasta hacerlas irreconciliables. En esesentido, el pluralismo trabaja con losdisensos, pero nunca fomenta los con-flictos. Y es que en democracia, diceSartori, no debería haber ni consensopleno ni conflicto abierto, sólo disensos.El autor aclara que el conflicto, es decir,el enfrentamiento irreducible entre dosidentidades sólo es aceptable para lademocracia cuando ambas partes enlitigio se ponen de acuerdo en las reglasa ser usadas para resolver sus diferencias.

En el mismo sentido, no es lo mis-

mo plural que pluralista. Lo primerosimplemente indica la existencia devariedad, mientras lo segundo es laafirmación de que la variedad es unbien común a ser preservado. Así, todaslas sociedades, hasta las más excluyen-tes, son plurales, pero no todas sonpluralistas.

En esta línea de distinciones, Sartoritambién aclara las aguas al distinguirentre política de reconocimiento y ac-ción afirmativa. La meta de la primeraes producir y acrecentar las diferencias.En esa ruta, genera privilegios para losmiembros de un grupo étnico, alientala discriminación y, al hacerlo, acre-cienta los conflictos sociales. No ocurrelo mismo con la llamada “acciónafirmativa”. Con ella, se establece untrato desigual, pero con el fin de igualara los ciudadanos, es decir, de integrarloseficazmente a una comunidad.

Recuadro 3.6

Las distinciones de Sartori: multiculturalismo versus pluralismo

Fuente: Sartori, 2001

Pluralismo Multiculturalismo

Fabrica y ensalza la diversidad

Desmembramiento de la comunidad pluralista

Promueve los grupos homogéneos y cerrados

Alienta clivajes coincidentes y acumulativosque refuerzan las identidades excluyentes

Valora positivamente la diversidad

Concordia en discordia

Promueve el interculturalismo

Alienta clivajes cruzados que seneutralizan entre sí

Con base en las ideas de Sartori, presentamos la siguiente tabla explicativa:

112

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tidiana son relativamente bajos entre los bo-livianos, aunque si se los compara con el res-to del continente, el país ocupa un tercerlugar entre los más tolerantes de la región(Latinobarómetro, 2003).

Nuestro índice también muestra unaalta autoestima y reconocimiento de las per-sonas con quienes se comparte la misma cul-tura, aunque vale la pena advertir que estatendencia no es plena. En general, los mes-tizos tienen niveles elevados de toleranciacomparados con los pueblos indígenas o loscriollos. En ese sentido, vemos que las afini-dades al interior de cada espacio culturalcrean una especie de “compartimentos”, enlos que los lazos internos son tan fuertes,como débiles son los externos. Sin embargo,

si se confrontan estos datos con el índice decapital social, elaborado en el IDH 2002, seconcluye que las regiones altiplánicas tienenun mayor capital social, mientras que en losllanos éste es menor (ver recuadro 3.12).Para el desarrollo humano resulta crucial ar-ticular mayores niveles de tolerancia con unelevado capital social. Realizar esta tareaconstituye uno de los principales desafíosque tiene la sociedad y los políticos de Boli-via.

Toda una batería de gráficos (del 3.8 al3.11) nos ratifica en general bajos grados detolerancia entre los bolivianos, pues al mar-gen de sus diferentes colocaciones sociales,los altamente tolerantes sólo suelen alcanzara conformar un tercio de la población. Pese

Cuadro 3.3

Fuente: ECADI-03*Variable proxi de tolerancia social

Aymara

Porcentaje de personas por región que se sentirían cómodasteniendo como "socio”* a un …

Quechua Blanco Cholo Gringo

48.2

49.0

66.9

73.4

68.1

54.2

55.8

64.8

81.6

72.0

76.5

57.5

80.1

56.4

56.0

Altiplano

Valle

Llano

Cuadro 3.4

Fuente: ECADI-03* Variable proxi de tolerancia social

Aymara

Porcentaje de personas por autoidentificación que se sentiríancómodas teniendo como "socio”* a un …

Quechua Blanco Cholo Gringo

51.8

64.0

43.7

60.4

73.3

54.2

64.9

49.6

65.6

72.6

51.1

71.6

76.9

55.3

65.4

51.0

70.5

56.9

73.1

53.3

Mestizo - Indígena

Mestizo

Indígena

Criollo y otros

Cuadro 3.5

Fuente: ECADI-03* Variable proxi de tolerancia social

Aymara

Porcentaje de personas por nivel socioeconómico que sesentirían cómodas teniendo como "socio”* a un …

Quechua Blanco Cholo Gringo

71.9

60.7

47.8

46.2

58.9

65.7

68.1

70.6

80.8

71.8

61.9

54.9

66.6

67.4

67.7

78.0

64.1

60.4

70.8

70.3

Alto/Medio Alto

Medio

Pobre

Pobre extremo

113

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

25

75

28

72

19

81

25

75

Gráfico 3.8

Tolerancia por autoidentificación,en porcentaje

0

15

30

45

60

75

Fuente: ECADI-03

Mestizo-Indígena

MestizoIndígenaCriollo yotros

Baja toleranciaAlta tolerancia

36

64

29

71

22

78

19

81

Gráfico 3.9

Tolerancia por nivel socioeconómico,en porcentaje

Alto/Medioalto

MedioPobrePobreextremo

Fuente: ECADI-03

0

15

30

45

60

75

Baja toleranciaAlta tolerancia

Gráfico 3.10

Tolerancia por zona geográfica,en porcentaje

Fuente: ECADI-03

UrbanoRural5

20

35

50

65

80

Baja Tolerancia Alta Tolerancia

28

72

19

81

AltiplanoValleLlano

Fuente: ECADI-03

0

20

40

60

80

Gráfico 3.11

Tolerancia por región, en porcentaje

2422

29

7778

71

Baja toleranciaAlta tolerancia

La base teoría de las políticas multi-culturales era la concepción ilustrada dela tolerancia y el principio de diferenciadel liberalismo político. La toleranciailustrada la planteaba como una virtudética de lo público. Ella aludía a la dispo-sición y capacidad de respetar las diferen-cias. Esta disposición era históricamenteconstruida. “Es una virtud pública queconsiste en no colocar las creencias propiascomo condición absoluta de la convivenciadel otro”.

Se distinguen dos formas de ejercicio

de la tolerancia: la negativa y la positiva.La primera se refiere a la capacidad desoportar la diferencia y/o la discrepanciaen función de algo que se considera másimportante: la convivencia con el otro endecisiones que surjan de la deliberaciónracional común y no de la imposiciónirracional de la posición o creencia de unade las partes. Se tolera lo que no se com-parte.

La tolerancia no debe ser confundida,sin embargo, con la aceptación pasiva delo éticamente intolerable. Ella significa

Recuadro 3.7

Tolerar es…

114

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004 no excluir al otro del debate público,

porque no comparte nuestros valores onuestras creencias culturales. Significaincluir al otro en el espacio de deliberacióncomún. El espacio público propio de lassociedades auténticamente democráticasno debe ser culturalmente homogéneo,nadie debe estar excluido del debate y dela deliberación común por motivo de quesus creencias, valores o costumbres con-tradigan o cuestionen las nuestras. Peroello no conduce a la parálisis del juiciomoral. Por el contrario la inclusión delculturalmente otro en el espacio del debatepúblico es precisamente para ejercer lacrítica reflexiva mutua.

Lo tolerancia positiva consiste en si-tuarse en el lugar del otro para comprendersus creencias y valoraciones desde dentro.“Comprender al otro, salir de nosotros

mismos, nos permite también compren-dernos a nosotros mismos de manera dis-tinta de lo habitual” (Thibeaut, 1999: 59).Permite recrear nuestras creencias y cos-tumbres. “La tolerancia modifica la ma-nera de entendernos a nosotros mismos”(Ibidem:68). El mecanismo, racional ymoral, de ‘darle al otro un lugar’- unmecanismo estrictamente paralelo al de‘ponernos en lugar de otros’- es la modi-ficación estructural que induce a la tole-rancia positiva.

La “comprensión del otro”, siempremediatizada por nuestra situación inicial,no es sinónimo de justificación moral, esla antesala de la critica ilustrada.

La tolerancia es una virtud cívica in-separable del ejercicio de la libertad depensamiento y la solidaridad social. Esteejercicio es la condición de la convivenciaen democracia.

Fuente: Vega, 2003

a esta cierta uniformidad, puede verse queéstos últimos tienden a aumentar en las ciu-dades, los sectores más prósperos en lo eco-nómico y en el oriente del país. Sin embar-go, este matiz no alcanza a disminuir la im-presión de que la tolerancia baja es un rasgogeneralizado en la convivencia entre bolivia-nos diferentes.

Intolerancia política

Por otra parte se preguntó a los encues-tados si estarían de acuerdo con que un in-dígena llegue a la Presidencia de Bolivia enun tiempo incluso relativamente lejano (año2025). Los gráficos 3.12 y 3.13 muestrancon claridad que las expectativas políticas de

los bolivianos son diversas. En muchos deellos están arraigados fuertes núcleos de bajatolerancia respecto a los grupos indígenas ya sus posibilidades de acceso al poder políti-co. Esta tendencia es tan fuerte que inclusoestá presente en porcentajes muy importan-tes entre los grupos que se reclaman a símismos como indígenas, pobres o del occi-dente del país. Sin embargo también vale lapena notar que la mayor aceptación está enel altiplano urbano y la menor, en los llanosurbanos. De la misma manera, la aceptaciónde una conducción indígena del Estado esmayor entre los pobres y mucho menor enlos grupos altos y medios.

En conclusión, si bien existe una inci-piente interculturalidad que afirma la re-

El pluralismo democrático debe asegurar la consistencia y la paz intercultural yno fomentar la discriminación ni la hostilidad entre culturas. En una sociedad abierta,el conflicto y el consenso son rasgos constitutivos de la democracia. Éste último tieneque estar asentado en las reglas para regular el orden y el conflicto, cabalmente porqueuna cultura de solidaridad en los procedimientos es un rasgo fundamental en laconstrucción del orden democrático.

Recuadro 3.8

Solidaridad de procedimientos

Fuente: Pizzorno, 1979

115

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

construcción de un nosotros nacional am-plio, su culminación en una comunidaddemocrática de ciudadanos está fuertemen-te obstruida, debido a que una estratifica-ción social más o menos cerrada ayuda areforzar la discriminación étnica y obstacu-liza la igualdad. Al mismo tiempo, existenen Bolivia bajos y peligrosos niveles de tole-rancia social. En el plano político, esta obs-trucción se acentúa con altos márgenes de

discriminación política contra el indígena,que no es admitido como futuro gobernan-te.

De modo que Bolivia es un país con unmulticulturalismo limitado, en el que existeun consenso claro en torno a la necesidad decontar con un manto nacional de pertenen-cia, aunque sin la indispensable inclusión ycohesión social que haría sostenible unaidentidad nacional suficiente para actuarcomo colectividad en el mundo globalizado.Nuestro multiculturalismo no ha permiti-do hasta hoy concluir la tarea de la cohesiónnacional. Para ello, tendría que transformar-se entonces en interculturalismo, es decir, enrelación intensa de intercambio y comple-mentación entre visiones distintas. Esta víaes, a nuestro juicio, la más fecunda para en-frentar los cambios que provienen de la glo-balización.

El camino principal para alcanzar elinterculturalismo planteado parece ser la ele-vación constante de los niveles de toleranciaentre bolivianos. Son objetivos vitales de esafaena la ampliación de la convivencia socialy política. En ese sentido, la doble misión defortalecer la democracia y apuntalar el desa-rrollo humano, tiene en la política bolivia-na a su principal campo de trabajo. Sólo enla medida en que el Estado se convierta enun bien institucional capaz de acercar a ciu-dadanos de distintos orígenes y mentalida-des y generar rutinas de confianza, se podrápensar en sacar al país de su actual bloqueo.

Gráfico 3.12

Porcentaje de personas a las que les gustaría "mucho" y "nada" que en 2025Bolivia tenga un presidente indígena (por región)

-50

Fuente: ECADI-03

-40 -30 -20 -10 0 10 20 30 40 50 60

-16

-17

-20

-32

-35

-43

52

50

39

36

27

21

Altiplano urbano

Altiplano rural

Valle rural

Llano rural

Valle urbano

Llano urbano

MuchoNada

Gráfico 3.13

Porcentaje de personas a las que lesgustaría "mucho" y "nada" que en 2025Bolivia tenga un presidente indígena(por nivel socioeconómico)

MuchoNadaFuente: ECADI-03

-50

-40

-30

-20

-10

0

10

20

30

40

50

60

Alto/Medio alto

Medio Pobre Pobreextremo

-40-34

-24

-13

22

28

43

52

116

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

12 Jacob es claro al respecto cuando afirma: “El estatuto de indio o de blanco es imposible de remitir a losatributos de una identidad sustantiva, casi autónoma, con relación a cualquier historia social, dependeantes que nada del lugar atribuido al sujeto por el juego de fuerzas político-económicas (…) hay construc-ción simultánea de las posiciones sociales, del ser individual y colectivo, y de sus definiciones simbólicasen una sociedad fluctuante fundamentalmente organizada por y para el poder.

Códigos de auto-comprensión delas identidades en Bolivia

La identidad como relación, nocomo sustancia

Ahora que hemos hecho un retratoaproximado del tejido identitario en Bolivia,nos corresponde auscultar su código de fun-cionamiento. Para ello, hacemos una breveantesala teórica y metodológica, para másadelante exponer los resultados de un análi-sis de contenido de los debates al interior delos ya citados 23 grupos focales.

Como punto de partida, puede afirmar-se que toda identidad, desde nuestra perspec-tiva, se edifica sobre la base de una dobleoperación. Por una parte, distingue a suportador de otros distintos a él, pero al mis-mo tiempo lo integra a un grupo mayor con-formado por sus afines. En tal sentido, todaidentidad posee, en simultáneo, efectosfragmentadores y cohesionadores. Así, se “es”alguien en oposición a unos, pero tambiénen cercanía con otros similares. En síntesis,toda identidad separa y vincula al mismotiempo.

La sola mención a este juego de oposi-ciones y alianzas ya coloca a las identidadesdentro de un ámbito de correlaciones y for-cejeos de fuerzas, es decir, en la dinámica delpoder, comprendido éste como una red cam-

biante de arreglos y disensos (Foucault,1976-1984). Por ello, puede afirmarse quetoda identidad está conformada por un con-junto de destrezas y capacidades de comuni-cación, usadas por los individuos en sus ha-bituales disputas intersubjetivas de poder. Enesa medida, cada persona posee un abanicode identidades diversas, administradas enproporciones cambiantes de acuerdo a lasrelaciones que sostiene con sus semejantes.De modo que la identidad no es una esen-cia, sino una relación. Así lo plantea porejemplo Jacob (1986) al señalar que las iden-tidades se definen dentro de relaciones desentido, las cuales, a su vez, resultan de rela-ciones de fuerza entre los diferentes grupossociales en presencia.12 Cabe advertir que laposición contraria postula que las culturastienen una especie de “alma” diferenciada, unnúcleo inmutable afincado en el idioma o enuna historia común. Este Informe no com-parte tal criterio.

Esta manera de concebir la identidadcomo una constelación de aptitudes emplea-das al interior de un campo coyuntural defuerzas, nos impulsa a pensar que ningunaidentidad es sustancial e inmutable. Al con-trario, las identidades podrían ser pensadascomo espectros de variadas tonalidades, quese van reforzando o atenuando de acuerdo alambiente que las rodea. Los individuos ygrupos administran su identidad al calor de

La pregunta por la identidad, entonces, ha de ser corregida, ya que lo decisivo noes quién/qué soy, sino qué soy en relación a los demás, quién y cómo llegamos a seren/por/como consecuencia de nuestra relación. No hay nada más colectivo (más social)que la construcción de la identidad (De Lucas, 2003). El nosotros es un frente a otros.Este es un proceso que se lleva a cabo mediante una “operación” basada en el juegode las semejanzas y las diferencias, un proceso continuo de formación, transformacióny conservación. Como individuo soy en otros, como nosotros ante los otros. No existenesencias identitarias totales, estáticas, excluyentes, esenciales, mediante la identificaciónde atributos constantes, estables, constitutivos de entidades inmutables.

La identidad responde a las necesidades y deseos concretos, no a la fatalidad dela esencia cultural. Por eso son dinámicas y múltiples.

Recuadro 3.9

¿Qué es la identidad?

Fuente: Vega, 2003

117

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

sus necesidades, conveniencias, cálculos ydeseos de optimizar su acción frente a losdemás. Aún más, la mejor manera para ha-cer sostenible una identidad genuina es queésta esté en constante relación y comunica-ción con otros.

En ese sentido, las identidades, lejos dequedar estacionadas en un único repertoriosimbólico, van mutando sus rasgos de ma-nera flexible y activa. Ello produce una redde opciones de ruptura y eslabonamiento enconstante transformación. Así, las herra-mientas identitarias de cada individuo ter-minan siendo organizadas de distinta mane-ra de acuerdo al contexto y la interacción conlos demás miembros de la sociedad. Por ello,puede decirse que lo decisivo en este campoes la sintaxis, es decir, la manera en que seordenan los distintos componentes, y notanto el contenido o esencia en sí de cadarepertorio en juego.

En un país multicultural como Bolivia,las identidades son quizás más relacionalesaún. La coexistencia de diferentes repertoriossimbólicos permite que los bolivianos acce-dan a un abanico extenso de modos de rela-cionamiento entre sí. El hecho colonial, pri-mero, el republicano después y los avancesde la modernización, han transformado elespacio identitario boliviano en un conjun-to aún más complejo o abigarrado, comogustaba llamarlo Zavaleta (Tapia, 2002).

De acuerdo a los antecedentes plantea-dos, se podría descomponer el código de fun-cionamiento identitario en las siguientes fa-ses:1. Los individuos se oponen y definen en

oposición a otra identidad (contra-iden-

tidad versus identidad primaria o dura).Esta división refuerza la cohesión inter-na de los portadores de la identidad pri-maria.

2. Al hacer lo anterior, expanden estraté-gicamente su influencia incluyéndose enun núcleo mayor a fin de reforzar su pri-mera oposición (identidad ampliada).

3. Luego se proponen complementarse conotras identidades similares o afines(identidad complementaria o suave). Eneste caso, los nexos no son tan fuertes,pero funcionan como mecanismos mo-tivadores de la división inicial.

4. Finalmente, los individuos buscan neu-tralizar a las identidades irreductibles(para-identidad). Este hecho nos mues-tra que muy pocas veces se presenta unapolarización absoluta y que además fun-cionan los terceros excluidos.

Esta explicación por fases pone en evi-dencia que cuando se habla de identidad,generalmente debe abandonarse la perspecti-va esencialista. Estamos ante un conjunto dereferencias ampliables o restringibles, es de-cir, modificables de acuerdo a las situacionesparticulares en las que se actúa. Cada perso-na posee referentes más próximos o lejanos,que compone e interconecta, según su nece-sidad. Claro está, sin embargo, que estasidentidades se hacen con otros, pero desderaíces históricamente diferenciadas. Laidentidad no está históricamente predeter-minada, pero tampoco es plenamente libre.

Nuestra indagación dentro de 23 gruposfocales en diversos espacios del país corrobo-ra estas afirmaciones preliminares. Si bien en

Según Michel Wieviorka, después del holocausto nazi, el racismo basado en laidea de que existen pueblos biológicamente inferiores y superiores, cayó en bancarrota.Y es que de ser un pensamiento, pasó a convertirse en un crimen, dijo Sartre porentonces. Pero ya en los años 80, se abrió paso un nuevo tipo de racismo, que reemplazóla proclamada jerarquía biológica por la noción de diferencias culturales. Ya no sehabla de inferiores o superiores, sino de distintos, ni mejores ni peores, sólo dediferentes. Así, el nuevo racismo sostiene que cada pueblo posee particularidadesculturales irreductibles e incompatibles entre sí. Dice Wieviorka, “el Otro, desde estepunto de vista, es percibido como alguien que no tiene lugar en la sociedad de losracistas, se lo percibe como la negación de los valores o del ser cultural de ésta.

Recuadro 3.10

El nuevo racismo

Fuente: Wieviorka, 2002:26

118

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Bolivia conviven y se enfrentan diversasidentidades, es posible sopesar su capacidadpara transformarse constantemente de acuer-do a las situaciones vividas. Se trata de unasociedad viva y abierta que se hace en susmúltiples relaciones.

Las identidades en Bolivia

Para abordar el tema, se hizo necesarioelaborar una tipología a partir de seis códi-gos de relacionamiento intercultural, con loscuales se ejemplifica cómo los bolivianosparecen concebir su identidad.13 En ellos seperciben los clivajes señalados en el recuadro3.11, pero de una manera dinámica y com-pleja.14

Los seis códigos registrados son los si-guientes:1. De oposición polarizada2. De defensa múltiple3. De adaptación flexible4. Misionero5. De péndulos regionales6. De corporativismo asistencial

1. Código de oposiciónpolarizada

En este código encontramos una confor-mación de dos bloques nítidamente confron-tados. Se trata de una manera de plantear laidentidad muy propia del occidente de Bo-

En los diálogos dentro de 23 grupos focales, organizados por el presente Informe,se detectaron siete clases de clivajes o rupturas identitarias en el país. Se trata dedistinciones fuertes que marcan el ordenamiento de las identidades en torno a ejes dedistinción muy claros. A su vez, estos cortes viven constantes desplazamientos yreacomodos. Las citadas marcas identitarias son las siguientes:

Recuadro 3.11

Siete clivajes

Como se podrá intuir, los grupos focales en cuestión contuvieron dentro de sí todaslas rupturas identitarias citadas. Se consignaron a los siguientes colectivos: trabajadoresde la castaña en Riberalta, mineros de Potosí, campesinos de Cliza, indígenas qaqachacasde Oruro y jalqas de Sucre, chiquitanos del Lomerío, dos tipos de migrantes bolivianosen Buenos Aires (clase alta y baja), grupos de clase baja, media y alta de La Paz,estudiantes del colegio Ayacucho, universitarios y gente pobre de la ciudad de El Alto,vendedoras del mercado Rodríguez de La Paz, de Montero y Santa Cruz, empresariosde El Alto, ejecutivos de empresas transnacionales, clase media urbana cruceña y tressegmentos religiosos pertenecientes a la prelatura del Opus Dei, a la Renovacióncarismática y a los pentecostales.

Actores enfrentados Referentes enfrentados

Gobierno – PuebloOccidente – OrienteIndígena – No indígenaRicos – PobresConvertidos- Por convertirseMigrantes – población originariaAgentes del orden – agentes del desorden

Tipo de clivaje

gobernantes – gobernadoscentro-periferiatradición – modernizaciónprosperidad – depauperaciónsantidad – pecadoadentro – afueraestabilidad – inestabilidad

PolíticoGeográficoÉtnicoClasistaReligiosoMigratorioGeneracional

13 La aludida división de los siete clivajes (ver recuadro 3.11) aún no alcanza a mostrar el dinamismo internode las identidades, porque es aún una imagen estática, por ello se optó por la conformación de unatipología de seis códigos de relacionamiento intercultural.

14 Esta tipología de los códigos de relacionamiento intercultural es una primera muestra de las percepcionesde los bolivianos que estuvieron en los 23 grupos focales elegidos. La tipología extrae elementos de larealidad, por tanto no es estadísticamente representativa.

119

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

livia, y con especial implantación en las cla-ses más pobres.

En este caso, la llamada identidad pri-maria suele tener un carácter étnico, regio-nal-agrario o clasista-obrero. Al frente, estadistinción se diferencia de una contra-iden-tidad generalmente conformada por el Pre-sidente de la República, las autoridades delgobierno central, los partidos políticos, elempresariado y en algunos casos las FuerzasArmadas o alguna potencia extranjera comolos Estados Unidos. Esos son los dos polosde confrontación más ostensibles del esque-ma, lo cual excluye para-identidades neutra-les o neutralizadas. Como se sabe, este orde-namiento reproduce en gran medida lo quedesde el análisis político se conoce como elideologema del nacionalismo revolucionario(Antezana, 1987), por el cual, la dualidadnación-anti-nación se convirtió en el eje or-denador de la confrontación política desdeprincipios del siglo pasado.Más adelante, elarco discursivo fue reforzado y reproducidoeficazmente por las corrientes marxistas e in-cluso neoliberales.

Ante esa polarización, esta identidadprimaria se concibe a sí misma como amplia-

ble y complementaria con otras afines. Porejemplo, en el caso de la identidad primariaobrera, su ampliación se produce entre losotros trabajadores y se complementa con lasregiones a las que se considera próximas a esepatrón productivo y a las zonas de presenciaindígena que se aproximan a un modo de serproletario. Ese conglomerado global es loque este código de identidad evalúa comoauténticamente nacional o boliviano, opues-to, en consecuencia, al bloque en el poder.Frases en los grupos focales como “el gober-nante tiene que ser boliviano, no empresa-rio privado”, “que llegue esa plata a Bolivia,no a los q’aras”, “si uno es rico, nunca hatenido dificultades, nunca va a manejar bienel gobierno entonces” o “cada partido tieneuna cosa, gracias a nosotros tienen”, ponenen claro esa polarización entre un sujetocolectivo popular y un polo dominante yprivilegiado.

Los valores que vinculan claramente aesa amalgama enfrentada a la contra-identi-dad dominante son la laboriosidad, el sacri-ficio en el trabajo y el aporte material al era-rio nacional. En este caso se podría hablar deun ethos obrero, campesino o indígena, plan-

Desde el inicio de los agudos conflic-tos sociales en Bolivia, desencadenadosa partir de 2000, se tiende a pensar quelas estructuras sindicales y políticas for-jadas en la zona occidental del país buscanquebrantar las instituciones republicanasdel país. Sin desconocer su capacidaddesestabilizadora, es importante plantearcomo contrapunto la notable capacidaddel mundo andino para construir organi-zaciones confiables, representativas y degran capacidad de ejecución de tareascolectivas. Esa fuerza movilizadora hasido considerada muchas veces comoprueba de un alto capital social. En otraspalabras, los habitantes de Los Andesdespliegan su vida cotidiana cobijándoseen diversas asociaciones (juntas vecinales,sindicatos, cooperativas), que resuelvenlos problemas más serios de la subsistenciaeconómica, social y cultural. En el IDH

2000 se buscó medir esta tendencia. Allí

se comprobó que mientras en AméricaLatina el promedio de ciudadanos queparticipa en alguna asociación civil es del55%, en las zonas rurales del altiplanoboliviano este porcentaje sube al 82. Lasorganizaciones sociales en cuestión sirvensobre todo para realizar tareas comunita-rias que en otros países serían confiadasal Estado. En ese sentido, el IDH 2000reveló que mientras más se confía en lasentidades locales, más se recela de lasinstituciones estatales. Por ello, las redessociales construidas por la gente en LosAndes sirven ocasionalmente para resistiry enfrentarse al Estado, percibido comoajeno y a veces como expoliador. La ene-mistad entre una sociedad vigorosa yorganizada y un Estado débil y centrali-zado ha generado sucesivas crisis de go-bernabilidad en el país. La resolución deeste bloqueo debería ser una tarea priori-taria de cara al desarrollo humano.

Recuadro 3.12

El capital social en Los Andes

Fuente: IDH 2000

120

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

teado como contrapuesto a la lógica de laexplotación, que caracterizaría a quienesgobiernan.

Lo distintivo de este código de contra-posición polarizada es la desconfianza pro-funda en las acciones de las autoridades, esdecir, se proclama desde allí una falta de le-gitimidad de las instituciones públicas. Esamisma desconfianza impregna a todos quie-nes exhiben un determinado poder econó-mico. En ese sentido, ser empresario o mi-nistro tiene un significado similar para quie-nes oponen su identidad primaria y la de suseventuales aliados, al bloque dominante enejercicio del poder. Asimismo también sedetecta una fuerte dependencia del Estado.La desconfianza y la dependencia marcan eltipo de relación entre los componentes deeste grupo.

De forma paralela, es indudable que ladesconfianza en las instituciones y el Esta-do tenga como contrapeso una entrega mi-litante a las organizaciones propiamente so-

ciales y familiares que conforman la vidacotidiana de estos bolivianos. En general, losgrupos focales que respaldan este códigocolocan mucho valor en el denominado ca-pital social, es decir, en las redes de vincula-ción interpersonal que alientan un espíritucomunitario y de solidaridad en las sucesi-vas etapas de la vida (ver recuadro 3.12). Uncapital social tan cuantioso como el que sepercibe aquí podría ser un insumo importan-te para fortalecer nuevas instituciones, en lamedida en que genera nexos de confianzaentre los ciudadanos alrededor de accionespúblicas relevantes. Sin embargo, la descon-fianza crónica de las autoridades produce labifurcación señalada entre una sociedad fuer-te, aunque en desmedro del Estado.

2. Código defensivo múltiple

Nuestro segundo código guarda muchassimilitudes con el primero. El gran parecidoinicial consiste en que la identidad primaria

Recuadro 3.13

Códigos de auto-comprensión de las identidades en Bolivia

Código de oposición polar Código de adaptación flexible Código misionero

Identidadprimaria

Contra-identidadese identidades

complementarias

Contra-identidad

Identidad ampliada

Identidadcomple-mentaria

Identidadprimaria

Identidadampliada

Identidadprimaria

Código defensivo múltiple Código de péndulos regionales

Código decorporativismo

asistencial

Identidadprimaria

Identidadampliada(asistida)

Identidad ampliada

Identidadcomple-mentaria

Identidadprimaria

contra-identi-dad

contra-identi-dad

contra-identi-dad

contraidentidad

Identidad ampliada

Identidadprimaria

Identidad ampliada

Identidadprimaria

Identidad ampliada

Identidadprimaria

121

14 de noviembre de 2003. Día so-leado en La Paz, Bolivia. En el piso14 de un hotel de cinco estrellas, KofiAnnan, el secretario general de Nacio-nes Unidas, aguardaba, quizás ansioso,quizás sereno; su primera cita con ungrupo representativo de líderes indíge-nas del país. Hace sólo tres viernes, enesa misma ciudad, un asedio implacablede aymaras bolivianos le había puestopunto final al gobierno de GonzaloSánchez de Lozada, precipitando conello la sucesión constitucional. Annanhabrá advertido durante su bajada delaeropuerto, el olor a rebelión y barri-cada. Pues bien, en unos minutos más,estaría sentado frente a los autoresdirectos de aquel alzamiento.

Lo que el famoso ghanés no sos-pechaba es que abajo, en el salón pre-parado para la reunión, se desarrollabaya un duro litigio por la apropiaciónde la palabra. Una hora antes de la cita,los 17 dirigentes invitados por NacionesUnidas celebraban una reunión previapara acordar las formas que tomaría sudiálogo con el líder mundial. Surgíaallí el primer problema a ser resueltocolectivamente. Muchos de los líderesinvitados venían acompañados por unacomitiva de ansiosos dirigentes inter-medios. Su objetivo: que entren todos.En efecto, fuera del salón, más de uncentenar de activistas sindicales y co-munitarios esperaba poder, por lo me-nos, espectar el encuentro. Un bosquede whipalas (banderas andinas) y car-teles ponía en claro que la excitaciónde octubre no terminaba de declinar.“Bueno, que pasen”, fue la concesiónde los anfitriones, pero con la condiciónde que escuchen en silencio. Los facul-tados para hablar debían ser sólo los17 invitados. Annan tendría entoncesun encuentro con público. Presurosos,los empleados del hotel improvisarondos hileras de sillas junto a la larga

mesa de discusión.“Compañeros, no podemos tolerar

estar sentados aquí junto a los asesinosde nuestro pueblo”. Menudo conflicto.Aprovechando que la llegada de Annanestaba prevista para dentro de 20 mi-nutos, uno de los recién ingresados alsalón tomaba la palabra para cuestionarla composición de la lista de líderesinvitados. Y es que allí se encontrabatambién una diputada adscrita a unode los partidos que co-gobernó con eldepuesto Sánchez de Lozada. Cosacuriosa, un individuo que no fue invi-tado y al que se le había concedidoexcepcionalmente la posibilidad deingresar, pasaba a exigir ahora la ex-pulsión de quien incluso propuso elingreso del público. De inmediato, elrechazo a la parlamentaria se generalizóentre los dirigentes más radicales apos-tados alrededor de la mesa. “Fuera, fuera,asesina…”, los correspondientes gritos.El público se convertía en hinchadadesafiante. “Que si por favor pudieranguardar silencio, que aquella reuniónno había sido convocada para evaluarla moral política de nadie, que el obje-tivo de la cita era conversar con Annan,no exhibir las diferencias entre losindígenas de Bolivia, que NacionesUnidas no puede permitir que una desus invitadas salga del hotel, porqueotros así lo exigen…” Nada. La reuniónamenazaba con naufragar antes de si-quiera soltar amarras. El grupo radical,público incluido, amenazaba ahora condejar el lugar. ¿Qué hacer? Muy simple,en condiciones como esa, Annan noviene, cancelación entonces. A esasalturas, las tensiones ya estaban alcan-zando su clímax. Presionada, dolida ylegítimamente molesta, la diputada conquien los demás no querían compartirla mesa, abandonaba el lugar. El radi-calismo se salía con la suya y retomabasus asientos.

Casi de inmediato, los guardaespal-das del Secretario general, bastantenerviosos por el aparente descontrol,procedían al decomiso súbito de ban-deras, interpretadas como potencialesarmas contundentes. Se avecinaba unsegundo enfrentamiento. ¿Qué hacer?En este caso, la solución se tornó mássencilla: un mástil. Así, en una acciónrelámpago, una whipala andina eracolocada junto a la enseña boliviana yla de Naciones Unidas para tranquilizarsimultáneamente a indígenas y guarda-espaldas. La reunión ya podía comen-zar. Pase señor Annan…

¿Lecciones? Algunas. La principalfue que una buena manera, es decir,una forma democrática de desactivarla intolerancia es un comportamientoincluyente y consecuente, capaz devalorar en serio incluso a quienes des-deñan a los demás. Sartori (2001) diceque una sociedad pluralista es aquellaque acoge incluso a quienes la recha-zan. Para reunirse con Annan, NacionesUnidas abrió las puertas a todos losque se atribuyen hoy una representaciónindígena y fue firme a la hora de de-fender su selección. Si bien sólo lasalida de la diputada podía ayudar acontinuar con la reunión, quedó intactoel principio de libre participación enel encuentro, ampliado incluso a quie-nes acompañaron a los 17 invitados.El mástil simboliza a su vez ese espíritu.Vista en manos del público, la banderaindígena era un peligro potencial en lamente precavida de los guardaespaldas.Vista en las manos del decomiso, elsímbolo hubiera sido evaluado comoel objeto del ultraje y la ignorancia delotro, en la mente de los dirigentes ra-dicales. Ya en el mástil, la whipalaencarnó una salida de consenso, y que-daba reconocida como emblema, juntoa los otros estandartes. Quizás, extra-polando el análisis, sea esa la maneraen que Bolivia pueda hallar la paz.

Recuadro 3.14

Kofi Annan entre líderes indígenas

Fuente: PNUD, 2003

122

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tiene, en ambos casos, claros referentes am-pliados y complementarios. La segunda esque el conjunto se construye frente a unacontra-identidad, aunque en el presente có-digo son varias, he ahí, ahora, la principaldiferencia.

Estamos hablando de un grupo socialque se siente acosado por los demás, pero queno opta por la flexibilidad oportunista, sinopor la confrontación, al igual que en el có-digo de oposición polarizada. Esto se debe aque pese a su condición acosada y minorita-ria, este grupo cree poseer suficientes armaspara defender sus intereses.

Quienes funcionan en esta estructurason los grupos focales formados por em-presarios, ejecutivos de las firmas transnacio-nales y hombres de negocios. Éstos se sien-ten confrontados por ciertas élites sindicalesy políticas de signo ideológico adverso, porlos medios de comunicación que les otorga-rían demasiada visibilidad a sus enemigos ypor un gobierno que no los defiende adecua-damente (tres contra-identidades).15 Esosconglomerados juntos se plantean casi en lalínea de una conjura planificada para borrarlos intereses empresariales del mapa nacio-nal. Sólo en algunos casos, estos adversariosaparecen como neutrales, tornándose para-identidades.

No es casual entonces que estos gruposdesconfíen también de las instituciones, a lasque no sienten próximas, sino más bien ne-gligentes y vulnerables a las presiones deotros sectores. Es interesante observar la fre-cuencia con la que invocan la autoridad delEstado como mecanismo para resolver losproblemas. En ello coinciden de manera ní-tida con los segmentos del primer código. Envarias ocasiones se alude a la esperanzadoraposibilidad de tener una lógica que anule labeligerancia social y permita el desarrollo delmercado. Las frases más frecuentes surgidasdel primer y este segundo código son las si-guientes: “Chile gracias a Pinochet, miren loque es ahora”, “es la mano dura, tanto diá-logo no funciona”, “en Chile la dictadura hasido para progresar, pero la nuestra no hasido para eso” o “hubiera valido la pena ungolpe de Estado siempre y cuando la visiónsea para mejorar al pueblo”.

Es importante agregar que estas visionesacosadas han proliferado desde la apariciónde agudos conflictos sociales en el país, so-

bre todo a partir de 2000. Aunque sus por-tadores son principalmente los sectores dealtos ingresos, también es posible encontrarordenamientos de este tipo en las declaracio-nes de sectores pobres, principalmente cuan-do éstos se ubican en el clivaje generacionaldel lado de los mayores o padres de familia.En ese momento, predomina la condición deadultos preocupados por la estabilidad eco-nómica de las familias a su cargo y se debili-tan otros planteamientos identitarios clasis-tas o étnicos.

3. Código de adaptación flexible

Este tercer código nos muestra unamanera muy distinta de concebir la identi-dad. Aquí ya no se percibe una polarizaciónclara, sino una red de confrontaciones suce-sivas, es decir, no simultáneas, en las que losaliados van siendo relevados de acuerdo a lascircunstancias. Se trata de un tipo de iden-tidad planteada en una situación de cercocomo la anterior, de la que, sin embargo,emerge una fuga, alternando pactos con al-gunos de los responsables del asedio. Esta-mos ante una situación en la que la identi-dad primaria no se postula como lo suficien-temente fuerte como para poder conformarun bloque constante y hegemónico. Esta si-tuación de debilidad pone en claro, paraquienes portan esta identidad, la necesidadde flexibilizar al máximo sus rasgos distinti-vos y por tanto, de utilizarlos de maneracoyuntural y hasta cierto punto “oportunis-ta”.

Este manejo de las identidades lo encon-tramos con más frecuencia en la zona indíge-na del oriente boliviano y entre los migrantesbolivianos en el exterior. No por casualidadse trata justamente de pobladores conscien-tes de su condición minoritaria al interior deun conjunto más amplio. Eso los lleva aadaptarse a las circunstancias potencialmenteadversas, aunque esto no los conduce, enningún caso, a renunciar a sus destrezasidentitarias, al contrario, las usan con másintensidad. Lo que cambia aquí son las to-nalidades y los énfasis.

Por todo ello podríamos hablar aquí dedesplazamientos modulares o de adaptacio-nes flexibles. La identidad primaria, queparticipa de varios mundos culturales almismo tiempo, es capaz de ir girando y

15 En varios casos, las organizaciones no gubernamentales son incorporadas a esta lista de adversarios.

123

Aunque después del 11 de septiem-bre del 2001, hubo una notoria restric-ción en la política de inmigración delos Estados Unidos, el flujo migratorioboliviano ha crecido significativamentedurante las últimas cuatro décadas. Lamayoría de los bolivianos busca enEstados Unidos las oportunidades bá-sicas que su propio país les niega. Amiles de kilómetros, la patria por elmomento no tiene certeza ni destinoni camino. La patria adoptada ofreceen cambio una alternativa tangible parahacer realidad la Bolivia posible. TheOther Bolivia no vive en condicionesprecarias como la mayoría de sus com-patriotas en suelo patrio, que sobreviveen los umbrales de la pobreza. TheOther Bolivia percibe menos ingresosen promedio que la media del resto depaís, pero gana y trabaja mucho másque en Bolivia, y también paga másimpuestos que en el país natal. Haybolivianos en los Estados Unidos queson millonarios, sobre todo los quetienen sus propias empresas de cons-trucción o de reparación de casas. Perotambién hay bolivianos que recibenasistencia social del gobierno para co-mida, vivienda y asistencia médica.The Other Bolivia extraña su terruño,pero es también racional y pragmática,porque prefiere la Bolivia posible ydetesta la Bolivia a medias que dejaronatrás. Es también consumista, perotambién ahorra y es altruista.

The Other Bolivia es moderna, di-námica, empresarial, obedece la ley,está expuesta a otras culturas, es algomás amplia, busca lo mejor de los dosmundos y es solidaria pues envía se-manalmente remesas a sus parientesen Bolivia para comida, agua, luz, es-tudios, o para amortiguar otros gastos. Pero The Other Bolivia es tambiéntradicional, pues organiza pasanakus,hace prestes y challas, pasa Navidadcomo en Bolivia y regresa con frecuen-cia al terruño. Si Franz Tamayo anali-zase esta situación, explicaría que la

diáspora boliviana en los Estados Uni-dos es la energía nacional renovada,pues el boliviano se hace autosuficientecon mucho esfuerzo y ante condicionesfrecuentemente inhóspitas. Hoy, envarias actividades económicas de losbolivianos, hay asalariados angloame-ricanos, afroamericanos y otros lati-nos/hispanos. Tamayo también diríaque la base de esta autosuficiencia estáconstituida por dos rasgos sobresalien-tes del carácter: la persistencia y laresistencia.

Pese al crecimiento y la dinámicade la diáspora boliviana, al igual queen la patria de origen, los bolivianosen Estados Unidos están desintegradosy no se reconocen el uno al otro. Loscochabambinos por su lado, los cruce-ños por otro, los orureños con sus pro-pias actividades... Los ex-ministros yex-funcionarios que trabajan por logeneral para el Banco Mundial o elBanco Interamericano de Desarrollo(BID), tienen su propio estilo de vida,no se relacionan mucho con el resto desus compatriotas y rara vez se los veen los restaurantes bolivianos. Hacetiempo que la embajada boliviana seha olvidado de los residentes bolivia-nos, excepto de las ex-autoridades. Encambio, la Bolivia trabajadora vive enotros barrios, come en restaurantesbolivianos y es la que más vigencia leda a sus tradiciones. Son estos tambiénquienes quieren participar activamenteen la política boliviana, y por ello pidenuna reforma constitucional que les con-ceda el derecho a votar en eleccionesnacionales afuera del país. Otros pre-fieren explorar oportunidades políticasen los Estados Unidos y aprovechardel nuevo fenómeno que ha puesto alos latinos o hispanos al frente de lacontienda política, por ser ahora laprimera minoría. Los más asimiladosa la cultura dominante se vinculan pococon la comunidad boliviana, y su puntode referencia ya no es la madre patriaBolivia, sino la patria adoptada.

Explicar la diáspora boliviana enlos Estados unidos no es tarea simple. Es como un rompecabezas, donde cadaboliviano podría contar su propia his-toria. Bolivia es una nación compleja,plural y diversa. Esos rasgos han sidotransportados afuera y se han vinculadocon otros rasgos propios de la sociedadestadounidense. Los bolivianos de TheOther Bolivia se han convertido enfuente de esperanza e inspiración parasus compatriotas. No sólo ha sido esacapacidad de afrontar el proceso mi-gratorio y todo lo que implica, sinotambién su ejemplo de trabajo y sudeterminación de conseguir una vidamejor. Con confianza, auto-estima ymotivación, el boliviano en los EstadosUnidos no se ha diluido, no ha huidoni se ha replegado del desafío que im-plica la inmigración y alcanzar sussueños. Más bien se ha afincado enuna nueva tierra prefiriendo y mante-niendo lo suyo, pero a su vez reafir-mándose en sí mismo y comprobandoque todos los obstáculos se puedenvencer con perseverancia. Al mismotiempo, deja siempre entreabierta laposibilidad de repatriarse.

Es decir, las dos facetas opuestasdescritas por Tamayo allá en 1910 alreferirse al carácter boliviano, la per-sistencia y la resistencia, ya no sonseparables en la diáspora boliviana sinoque se refuerzan a favor de la autosu-ficiencia. En The Other Bolivia, estasdos facetas son ya una dialéctica queconjuga una nueva energía de supervi-vencia y vigor individual. Este análisispermite vislumbrar en contraposiciónal boliviano de Tamayo, la emergenciade un nuevo ser que opta por vivirafuera de una “comunidad culturalboliviana,” pero que le dice sí a la vida,al orden y a la ley y que no teme afron-tar los riesgos de ser una criatura delmundo globalizado ni de la era de lainformación, algo cambiante, vasto eincierto, pero a su vez armónico y re-creador. That is la otra Bolivia…

Recuadro 3.15

The Other Bolivia

Fuente: Berthin, 2003

124

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

aproximándose a diversas contra-identidades,asumiendo, al mismo tiempo, acercamientosparalelos según la situación.

El ejemplo más emblemático de esto queexplicamos es el de los chiquitanos de la re-gión oriental de Bolivia. Entre ellos, deacuerdo a la información obtenida junto algrupo focal en la región, existen cuatro con-tra-identidades: los criollos blancos de la ciu-dad de Concepción, los indígenas guarayos,los integrantes de los sectores cruceños ur-banos más prósperos y los indígenas del oc-cidente del país. Frente a cada uno de ellos,los chiquitanos enfatizan algún rasgo espe-cífico de su identidad, moderando los otrosa fin de viabilizar el acuerdo. Cuando se en-frentan a la identidad criolla de Concepción,se plantean como indígenas auténticos;cuando compiten con los guarayos, se ads-criben a sí mismos a un buen manejo del cas-tellano y destacan su naturaleza criolla; cuan-do necesitan distinguirse de los sectores ur-banos económicamente poderosos de SantaCruz, subrayan su condición subalterna ypobre; y cuando les toca compararse con elmundo indígena boliviano, destacan su di-ferencia con lo andino, remarcando su con-dición periférica y amazónica.

Desde los grupos focales, estas cuatrodistinciones sucesivas están expresadas enfrases como “en Concepción es plagiar no-más, ellos hacen valer lo nuestro como sifuera de ellos”, “a veces nos confunden conguarayos, ellos el castellano no lo hablan biencompleto”, “es la gente que tiene plata, esosnos van a dividir” o “poco se lleva al exteriorde las costumbres del oriente, conocen aBolivia por gente de poncho”. Este manejoflexible de cuatro tonalidades de una mismaidentidad múltiple es un desmentido a lapredominancia de un esencialismo identita-rio en el país.

En el uso de este código se percibe unadesconfianza menor en las autoridades, queen realidad pasan a formar parte de ese tra-tamiento flexible, en el que no existen ene-migos cerrados, sino sólo adversarios ocasio-nales. Aquí está ausente pues el miedo a unaexclusión radical. A esto puede añadirse unoptimismo ante las posibilidades de inclu-sión del contexto. Quienes manejan su iden-tidad de esta forma sienten que el territorioque comparten con otros sujetos es capaz deacoger a todos sin grandes sobresaltos (“Bo-livia es grande”), aunque, al mismo tiempo,repudian cualquier intento por fragmentarla integridad territorial del país (“Bolivia es

chica”). La flexibilidad en el trato con los otrospermite entonces una mayor tolerancia.

Es fundamental aclarar que este códigotampoco es exclusividad de indígenas deloriente o migrantes bolivianos (ver recuadro3.15). En varias ocasiones, los otros gruposfocales dejan percibir el uso frecuente deadaptaciones flexibles. De hecho, muchosaymaras o quechuas que migran a otras re-giones asumen rápidamente esta conductacambiante. Como vemos, el manejo de lasidentidades no es una destreza rígida yestamental, sino un conjunto de habilida-des muy dependientes del contexto en elque se manejen. En ese sentido, cada per-sona va circulando a través de distintoscódigos en diferentes momentos de su vidae incluso en el lapso de un solo día.

4. Código misionero

El cuarto código registrado por nuestrainvestigación muestra un esquema distinto.En este caso, la identidad primaria carece deuna clara contra-identidad y más bien seplantea en expansión permanente a fin decopar todo el espacio disponible, al que seconsidera como identidad ampliada. No escasual que este manejo de la identidad seapatrimonio de los grupos religiosos. Dadoque su irradiación descansa en la interpela-ción a los individuos, toda persona particu-lar es potencial objeto de conversión. En esesentido, para estos grupos, la sociedad es unterritorio a ser conquistado de manera gra-dual y sostenida. En tal sentido, en este có-digo no existen identidades complementa-rias ni adversarias, porque todo es susceptiblede ampliación en la medida que el discursopostula la salvación personal de cualquierindividuo. En esa ruta, la máxima variaciónque puede encontrarse es el de una para-identidad con la que sencillamente no seinteractúa. Son grupos con valores sólidos,pero cerrados, que se fortalecen con el logrode metas de integración en un solo códigode sentido: el religioso.

Entre los grupos focales de identidadreligiosa se escucharon frases como las si-guientes. “por más perdido que esté, debe-mos orar por él”, “casi no nos metemosmucho en política”, “nuestro fin es promo-ver la santidad en medio del mundo”, “ledamos la bienvenida a todos, no se rechazaa nadie”, “la misión que tenemos es mostrara Dios a los demás” o “no tenemos intencio-nes ni pretensiones presidenciales”.

125

La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

Por todo ello, frente a las instituciones,los portadores de una identidad de conver-sión conservan una cautelosa indiferencia(“toda autoridad es impuesta en la tierra porDios”). Generalmente consideran que quienesgobiernan, lo hacen por disposición divinay que en ese sentido, son incuestionables. Enesa medida, la extensión del espacio compar-tido es solamente una expansión de la iden-tidad primaria.

Otro rasgo importante de este manejoidentitario es la fuerte desconfianza frente ala tecnología (“está trabajando con el mal”,“aparta a la gente de las cosas del Señor”, “sonadoradores de Satanás”). Esta característicano está presente en los demás esquemas, enlos que las personas sostienen que la tecno-logía tiene un papel positivo si el usuario asílo decide. En cambio, entre los grupos reli-giosos se la tiende a invalidar por sí misma.De cara al informacionalismo y los necesa-rios cambios en la producción y circulaciónde conocimiento, éste puede ser un límiteimportante a ser considerado.

5. Código de péndulos regionales

No podría terminarse de configurar unmapa de las identidades y su funcionamien-to en Bolivia, si no se consideraran tambiéna las mentalidades regionales. En ese senti-do, este código concibe un bloque identita-rio, agrupado en torno a la región, el cual, amomentos se enfrenta, y a momentos, secomplementa con otros conglomerados re-gionales.

Cada segmento en cuestión está unifi-cado por determinados valores referidos alclima, la idiosincrasia, las tradiciones, la len-gua y las maneras de vivir de sus pobladores.Al mismo tiempo, surge de allí un reclamoconstante para que el Estado reconozca lassingularidades de cada región y las haga partede la institucionalidad. Estamos ante un for-cejeo constante de mentalidades, que puedenplantearse como disolventes o convergentesde acuerdo al momento histórico que se estéviviendo. El extremo o límite final de estecódigo es el separatismo, muy debatido enestos momentos en Bolivia.

En muchos sentidos, la confrontacióncon contra-identidades regionales es explica-da mediante la alusión a rasgos supuesta-mente esenciales (“los cambas son flojos”,“los collas son sucios”), que harían imposi-ble una convivencia plena. Sin embargo,ámbitos como el mercado laboral, la escue-

la, la fiesta, el disfrute de los medios de co-municación o las relaciones interculturalestienden a moderar esos impulsos disolventes.En cualquier caso, los principales fundamen-tos de este código tienen que ver con unaactitud pendular que oscila entre la asimila-ción de los otros a los valores que se consi-dera innegociables y la convivencia toleran-te entre formas distintas de vivir.

El clivaje dominante en este caso es el de“centro-periferia” y de la misma forma queen los anteriores códigos, tampoco es patri-monio exclusivo de determinados grupos.Como ya vimos en el caso de los sectores queprefieren el de “adaptación flexible”, allí tam-bién existe un discurso regional cuando lascondiciones lo favorecen.

6. Código de cooperaciónasistencial

Por último, podemos considerar comodiferenciada la manera en que las recién lle-gadas empresas transnacionales se sitúandentro del contexto boliviano. Su códigooscila entre el asedio constante, al que sesienten sometidas muchas empresas, lo cualcoincide con el segundo código enunciadoen esta lista, y un nuevo modo de relacióncon la sociedad, al que caracterizan como“ciudadanía corporativa” y que en muchoscasos es mero asistencialismo práctico.

En el proyecto de las empresas transna-cionales está la idea de que éstas han empe-zado a reemplazar al Estado en ciertas regio-nes, y que por ello son blanco de demandasy reclamos constantes de parte de los seg-mentos más depauperados de la sociedad(“este es un país volátil”, “hay que evitar quela empresa se transforme en un donante per-petuo”). Esto las obliga a atender pedidoscolectivos y convertirse en focos de asisten-cia social. Sin embargo existe también elproyecto de que las empresas deben formarparte de las fuerzas ciudadanas del progreso,evidenciando su compromiso por el desarro-llo del entorno social (“hacer socialmentesostenible a las empresas”).

En el marco de esas ideas, las transna-cionales han intentado crear una serie delazos con las comunidades adyacentes a finde que su labor sea evaluada positivamentepor los pobladores. De manera paralela, seesgrime también el argumento de que Boli-via es irrelevante en el mapa mundial de losgrandes negocios y que mientras las empre-sas tienen innumerables opciones para inver-

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tir en el planeta, el país sólo puede esperarque los hombres de negocios no se vayan,dejándola sin alternativas de desarrollo. Enesa medida, el asistencialismo es concebidocasi como un impuesto orientado a preser-var la buena imagen del sector extranjero pri-vado.

Es indudable que dentro de los códigosreseñados, sólo éste parece tener rasgos ex-clusivos en la medida en que forma parte delas capacidades de acción de unas empresasmucho más poderosas económicamente quecualquier otro segmento de la población. Sinembargo el proyecto asistencialista ocupa unsitio importante dentro del imaginario bo-liviano, sobre todo de parte de quienesfungen como clientes del sistema.De hecho,las tendencias en pos de la igualdad, hoy tanvigentes en el país, exigen de forma sosteni-da una redistribución de la riqueza, a la queconsideran concentrada en pocas manos. Encierta medida, este esquema es una de las po-sibles respuestas a la presencia de una opo-sición polarizada como la sugerida en el pri-mer código analizado.

Como hemos comprobado a lo largo deeste recuento, ninguno de los códigos expli-cados es patrimonio único de ningún gruposocial. La aproximación de unos u otros acada uno sólo pone en evidencia ciertas ten-dencias. En la práctica, los seis códigos pue-den ser empleados por uno o varios indivi-duos a lo largo de su existencia de acuerdo ala situación que se les plantee. Esta circula-ción fluida entre esquemas de identidadpone en claro que:- Los siete clivajes detectados (ver recua-

dro 3.11) no corresponden ni a un solocódigo ni a un segmento determinadode la sociedad, sino que se entremezclany alternan de acuerdo a los contextos.

- Los seis códigos explicados también sonde uso diverso y sirven de espacios decomprensión y circulación fluida paralos individuos y grupos.Traducido en términos más concretos,

ambas conclusiones implican que una per-sona que proviene del código de oposiciónpolarizada, que además es un indígena ayma-ra, puede retomar valores regionales y cultu-rales más amplios que el de su identidadparticular, y a su vez, en determinadas cir-cunstancias reafirmar una identidad bolivia-na fuerte. En ese sentido, los códigos máspolarizantes contienen otros elementos denaturaleza étnica o regional que abren sali-

das hacia otros comportamientos identita-rios. Esa son las trayectorias reales de laspersonas y son indispensables a la hora deevaluar estas construcciones de identidad yrelacionamiento. La Historia de Bolivia es untejido intercultural por el cual viajan lasidentidades haciéndose y rehaciéndose diná-micamente.

Esta ductilidad manifiesta nos permiteconstatar, ahora sí de manera global, la com-plejidad del entramado identitario bolivia-no y la imposibilidad de sostener un multi-culturalismo cerrado sobre bases sostenibles.Este tejido plantea justamente el desafío dehacer aún más fluidas las conexiones entre lasculturas y sus portadores a fin de alcanzar uncontexto intercultural que los haga concilia-bles y por consiguiente representables anteel mundo. Creemos que un factor funda-mental en ese propósito son los medios decomunicación y sus interacciones con la so-ciedad. A ello nos referimos a continuación.

Las identidades y los medios decomunicación

Ahora bien, ¿cómo interactúan estoscódigos identitarios entre sí y en relación alconjunto del país? Una evaluación aquí enese sentido es arriesgada, porque no conta-mos con información relevante que dé cuen-ta de las formas complejas y puntuales queasume dicho proceso. Sin embargo es posi-ble avanzar en algunas rutas hipotéticas queayuden a conformar un panorama prospec-tivo.

En general, puede afirmarse que, en laactualidad, el desarrollo de las identidadesdepende en gran medida de su interacciónconstante, frecuente y cada vez más intensa.Precisamente el impulso de la globalizaciónen materia de comunicaciones e informaciónha hecho imposible el aislamiento de las cul-turas en el mundo. La industria cultural,alentada por el auge de las nuevas tecnolo-gías, ha construido una plataforma global enla que todas las cosmovisiones y mentalida-des tienen chances reales de presentarse másfácilmente ante los ojos del mundo.

En ese sentido, una de las grandes para-dojas de la globalización es que fragmentacon la misma fuerza que cohesiona. Comonunca antes, la exposición mediática de lasculturas ha dado alas a la interculturalidad,aunque dicho proceso tampoco es simétrico,pues no todas las visiones tienen el mismopoder de irradiación e influencia. Así, hay

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La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

oportunidades, pero también exclusiones.Por ello, puede afirmarse que la densa inter-conexión entre culturas y poblaciones, inclu-so al margen de los Estados nacionales, haensanchado las puertas a un multiculturalis-mo global con sus correspondientes exclusio-nes y resistencias.

¿Qué sucede en Bolivia en este terreno?Como lo han demostrado varias investiga-ciones y ésta misma, junto a la crisis de otroscampos como el económico o el político, seha generado un auge incomparable de lacomunicación social. Los bolivianos hoy tie-nen un acceso mucho mayor a las ofertasinformativas y de entretenimiento globalescomo no lo tuvieron nunca en el pasado (el75% a la radio y el 54% a la televisión, fuen-te: INE). Por otra parte, sobre todo desde1998, los medios bolivianos se han organi-zado en grandes redes, que si bien siguenactuando eficazmente en el plano local, co-ordinan además acciones nacionales de unamanera estrecha y planificada. Han surgidoen el país grandes grupos empresariales mul-timedia que enlazan redes de periódicos concadenas de televisión, mientras una serie deemisoras radiales comunitarias y no guber-namentales se han asociado para competircon aquellas desde sus potencialidades loca-les. La modernización de los medios ha dadopaso incluso a la llegada de capitales trans-nacionales, que han invertido en Bolivia másde diez millones de dólares desde 2000 (elgrupo español PRISA). Gracias a ello existe yauna conexión directa entre el mundo globaly los medios locales del país.

Al mismo tiempo, como se observa ennuestros propios datos, la centralidad de latelevisión (56% de alcance como promedioen los distintos ámbitos culturales, ECADI 03,gráfico 3.14), acompañada por el tradicio-nal predominio de la radio (70% en prome-dio, ibidem) e incluso por una decisiva in-fluencia de la prensa (47% de llegada al pú-blico en promedio, una vez por semana,ibidem) forman parte esencial de la vidacotidiana de la mayor parte de los bolivianos.Este dato nos está mostrando el gran impac-to social que poseen los medios, sin cuyaactuación pública no sería posible compren-der el despliegue de las identidades. Así, pue-de decirse que los códigos locales ya no pue-den mantenerse aislados ni de su propia ex-posición masiva ni de la influencia de otrosque acceden a las redes de información entiempo real. En el multiculturalismo global,todo tiende a conectarse entre sí, ya sea para

integrarse de otra forma mayor o para arti-cular nuevos bloques de diferenciación. Enesa medida, cada identidad se ve cada díamás expuesta al intercambio y al forcejeo, ala conciliación de valores o al enfrentamientoy Bolivia es parte de ello desde hace variosaños. El ejemplo más claro de esto es la in-cursión de los idiomas nativos bolivianos almundo mediático. Gracias a la radio y latelevisión, las lenguas indígenas han fortale-cido su vigencia y se han transformado enmarca masiva de consumo entre las distin-tas generaciones y segmentos de esas cultu-ras. El multiculturalismo ya está arraigado enlos medios y éstos ya forman parte de él.

Como vemos, los medios de comunica-ción social son columna vertebral de lainteracción intercultural. Por sus escenarioscirculan las herramientas de las identidadesy es allí donde se valoran o devalúan. Al usaresas vías, éstas comparten los ámbitos de lasociedad-red y se hacen parte del mundo ysus opciones. De hecho, una pista vital en laruta hacia un interculturalismo abierto es laposibilidad de que los medios alienten el re-conocimiento y valoración de las distintasidentidades en pie de igualdad, incluyendoy armonizando sus diferencias. Sin embar-go, ello no depende exclusivamente de supredisposición para ello, sino de las capaci-dades internas reales que tengan las culturaspara vincularse entre sí. Eso atañe natural-mente al manejo de códigos comunes o pro-tocolos de comunicación que hagan viablesy sostenibles estos nexos.

Al igual que otras sociedades, Bolivia hadesarrollado, si bien de manera incipiente,diversos protocolos de comunicación quevigorizan el intercambio intercultural en su

Gráfico 3.14

Porcentaje de utilización de medios de comunicación por autoidentificación

Fuente: ECADI-03

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Mestizo-Indígena Mestizo Indigena Criollo y otrosPeriódico una vez por semana

46

6762

43

66

38

70

52

7572

5448

Radio diariamente Televisión diariamente

128

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

seno. Éstos han surgido de espacios de con-vivencia, donde los resortes de la opresión ola desconfianza han podido ser minimizadosal máximo. Por lo general, se trata de ámbi-tos en los que no predomina la cultura es-crita ni los conocimientos racionalizados,sino las interacciones icónicas, lúdicas y fes-tivas. Son los espacios de interacción “cara acara”, cargados de confianza y cercanía, quehan ido permitiendo la edificación de puen-tes interiores en la fragmentada geografíacultural boliviana.

Estos protocolos de comunicación tien-den a activarse en algunas fiestas patronales,durante los encuentros deportivos, en losespacios mercantiles barriales como las feriasy mercados, mediante algunos consumosmusicales intra-generacionales (el rock o lacumbia) o a través de ofertas narrativas di-versas, muchas de ellas, provenientes delexterior como las telenovelas o los segmen-tos masivos de entretenimiento.16 En esosmomentos y a través de mecanismos de co-municación no necesariamente formales,individuos de distintos orígenes culturaleshan vinculado sus experiencias vitales y for-jado los gérmenes de una “comunidad ima-ginada” (Anderson, 1991). En algunas oca-siones, estas articulaciones se han venidodando gracias a una afinidad generacional,que coloca, por ejemplo, a jóvenes de diver-sas mentalidades dentro de un mundo com-partido de ritmos, mitos, y rebeldías comu-nes. Uno de los retos a mediano plazo con-siste en auscultar estos protocolos e inclusodesarrollarlos a fin de potenciar la cohesióninterna del país.

Conclusiones

La situación descrita obliga entonces aun doble desafío: Bolivia debe encarar lastareas pendientes de su construcción nacio-nal en democracia, relacionadas con la pues-ta en vigencia de un espacio público legiti-mado por sus habitantes, pero, al mismotiempo, tiene que encarar los retos externose internos que tienden a debilitar su condi-ción de necesario sistema nacional de accióncolectiva. En otras palabras, la nación debehablar en el mundo a nombre de un todoplural aún convulsionado y muy poco ave-

nido. El agravante está en que además lodebe hacer en medio de un proceso tecno-lógico planetario que no necesariamenterefuerza las identidades nacionales.

El multiculturalismo limitado del paísha inhibido hasta hoy la conquista de la co-hesión nacional. Esto se debe a que no se hatransformado en interculturalismo, es decir,en redes de intercambio y complementaciónentre visiones distintas. Esta vía es, como yase dijo, la más fecunda para enfrentar loscambios que provienen de la globalización.

En otras palabras, un prerrequisito parala integración provechosa de Bolivia a la so-ciedad de la información es la construcciónde un sentido común, un nosotros o unaidentidad incluyente, que genere un climade deliberación equitativo a fin de propo-ner metas colectivas de largo plazo. Por ello,la respuesta a los desafíos del futuro es fun-damentalmente política y pasa por un ma-nejo apropiado de una red compleja de re-ferentes identitarios.

En los hechos, las capacidades informa-cionales deberían contribuir a la construc-ción de un espacio público de deliberaciónque vincule creativamente a las distintasidentidades bolivianas, pero también impul-sar la inserción del país a los procesos globa-les en lo económico, político y cultural. Enese sentido, es posible imaginar a la interac-ción informacional como un protocolo decomunicación a ser desarrollado puesto quehasta ahora ha probado ser eficiente, al me-nos entre los jóvenes, que como se verá enel capítulo 5 de este Informe, fortalecen suconvivencia mediante el Internet.

Sin embargo, ¿es realmente posible ca-minar por esa vía?, en otras palabras, ¿resul-ta probable que las distintas identidadesbolivianas se complementen y refuercenmutuamente con auxilio de las nuevas capa-cidades informacionales? De ese examen nosocuparemos en las líneas que siguen.

Al respecto, podrían plantearse dos es-cenarios. Por un lado, que la esencializaciónde las identidades, agravada por la pobreza,termine consolidando un bloqueo para lasinstituciones y los actores, con la consiguien-te parálisis en los avances del desarrollo hu-mano. Estaríamos hablando de la continua-ción de un círculo vicioso, en el que se niega

16 En este caso nos referimos a las “mediaciones”, teorizadas por J. M. Barbero (1988), para quien lasofertas masivas le devuelven al público una imagen, así sea distorsionada, pero imagen al fin de sí mismo.El autor cita como ejemplos al cine mexicano, a la telenovela brasileña o a la narrativa romántica decordel.

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La nación necesaria:en la ruta hacia el interculturalismo

al otro como posible referente complemen-tario. El uso de las nuevas tecnologías, em-pleadas para articular identidades diversascon referentes externos al país, podría inclu-so agravar la situación de fraccionamiento delas mentalidades y acelerar la disolución delo nacional visto como eje articulador de lodiverso.

El otro escenario es justamente la situa-ción contraria en la que el desbloqueo seproduce en virtud de un compromiso dediversas disposiciones y capacidades abiertasal cambio. En ese sentido, éste es un escena-rio a ser construido y que por ello depende,en gran medida, del deseo y el empuje de losactores sociales comprometidos con lastransformaciones. El mecanismo más apro-piado para reforzar este escenario sería sinduda transitar del actual multiculturalismolimitado a un interculturalismo pleno, quees el cimiento mayor de un Estado, capaz dearticular una comunidad de ciudadanos,tema abordado con mayor amplitud en elúltimo capítulo de este Informe. En ese es-pacio legítimo de deliberación podría plan-tearse preliminarmente la conformación deun actor global con chances de intervenirexitosamente en los procesos mundiales.

Por otra parte, puede afirmarse ademásque los manejos de identidades que impli-can una contraposición única o múltipletienden a dislocar la unidad nacional y agenerar un patrón de agregación excluyen-te. En esa misma medida, ambos códigosobstaculizan una deliberación entre igualesy hacen inviable la posibilidad de construirun nosotros amplio y acogedor.

De igual manera, el código misionero,al plantearse como un adoctrinamiento uni-lateral y lineal, limita las posibilidades de unacercamiento democrático y horizontal en-tre diferentes. La condición de convertir atodos los distintos entorpece entonces cual-quier posibilidad deliberativa. En este caso,las nuevas tecnologías pierden su carácterinteractivo y flexible.

Algo similar puede decirse de los códi-gos de péndulos regionales o de corporativis-mo asistencial. En el primer caso, puedepercibirse una tendencia a la dislocación dela identidad nacional, que llevaría a unamayor fragmentación e invalidación de Bo-livia como actor en la globalización. Sinembargo un arreglo satisfactorio entre regio-nes también puede abrir las puertas a unaunidad basada en el respeto a la diversidad,aunque así como se plantea el código, esta

salida virtuosa parece poco probable. En elsegundo caso, la forma vertical en que seconcibe la relación con el otro carente y ne-cesitado, impide una deliberación, que pordefinición implica simetría y horizontalidaden el trato y el contacto intersubjetivo.

En ese sentido, todo parece indicar queel código de adaptaciones flexibles es el es-cenario ideal para expandir e impulsar demejor manera el desarrollo humano. Sunotable ductilidad y el hecho de rechazarcon claridad cualquier esencialismo hace deesta vía la más apropiada para encarar eldoble desafío boliviano: ser nación con di-versidades incluidas equitativamente y almismo tiempo, ser nación en el mundo. Enotras palabras, el código de adaptacionesflexibles aparece como el más compatiblecon la necesidad de construir un intercultu-ralismo, fruto de una democracia consolida-da mediante la deliberación. El hecho de quesus componentes principales hayan sido de-tectados en el seno de minorías como los chi-quitanos o los migrantes bolivianos en laArgentina no significa que sea inviable o ais-lado. Como ya se ha señalado antes, estecódigo es un lugar de paso transversal paramuchos segmentos de la sociedad bolivia-na en el momento en que se enfrentan a uncontexto que los obliga a pactar y llegar aacuerdos variables. De hecho, la colocaciónde Bolivia en el mundo se asemeja mucho ade una minoría como la conformada por losindígenas del amazonas. El país tendrá quehacer arreglos variables al situarse entre dis-tintas fuerzas que podrían anularlo. Esa ac-titud flexible y abierta es pues la más reco-mendable a la hora de encarar un entornopotencialmente adverso.

Otra de las experiencias fundamentalesque deben asumirse como enseñanza de caraal desarrollo humano, es el uso de protoco-los de comunicación, que hacen más fluidoslos nexos entre grupos socio-culturales dis-tintos. Nos referimos en particular a disposi-tivos simbólicos que interconectan y aproxi-man a ámbitos humanos diferentes. La fiesta,el deporte, el civismo, los gestos y ademanes,el mundo laboral e incluso los propios con-flictos sociales generan modos alternativos deconvivencia entre los bolivianos. Correspon-de a los investigadores explorar estos proto-colos a fin de vislumbrar maneras originalespara generar la cohesión nacional. Comoveremos más adelante, el informacionalismoes una de esas puertas abiertas y correspon-de abrirla sin temor.

131

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

Condiciones subjetivas parael informacionalismo

Capítulo 4

Introducción

Partiendo de la idea de que la realidad es lo que la gente cree que es(Moscovici, 2001), y que la posibilidad de un futuro mejor se aloja en los inters-ticios de la propia sociedad, este capítulo intenta conocer las condiciones sub-jetivas presentes hoy en día en la sociedad boliviana para enfrentar el desarro-llo informacional. Sostiene que sin la disposición subjetiva de la gente para elcambio, es decir, a partir de sus emociones, proyecciones, actitudes u opinio-nes, no se podrán encarar eficientemente los retos de la globalización.

Como se explica en el primer capítulo de este Informe, la emergente socie-dad del conocimiento reestructuró la economía y las relaciones entre el Estado,la sociedad y las empresas. Estamos ante un nuevo patrón de desarrollo fundadoen el conocimiento y en una revolución tecnológica, cuya velocidad de transfor-mación es tan alta que hace difícil la adaptación de la sociedad, la cultura y lapolítica.

A raíz de estos cambios vertiginosos, la actual relación entre subjetividad ymodernización debería estar hoy más plagada de tensiones que antes. La socie-dad moderna se caracteriza por una esquizofrenia estructural entre función y sig-nificado o entre la red y el yo, lo que determina que los códigos de comunica-ción entre los segmentos más o menos ligados a los procesos económicos, esténsometidos a una gran tensión. Así, cuando la comunicación se rompe, los gru-pos sociales y los individuos tienden a ver al otro distinto como una amenaza. El

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

resultado de esta percepción es la exacerba-ción de la fragmentación social, el retornohacia pensamientos cerrados y fundamentalismosexcluyentes.

El problema es que, como se argumen-ta ampliamente en el capítulo 3 de este In-forme, la exclusión con fragmentación socialpuede derivar en una integración limitada,pasiva y perversa en la globalización, en laque el mercado termina incluyendo a pocosy rigiendo la vida de todos. Como se men-ciona en el primer capítulo, este es el cami-no hacia un proceso limitado, circunscrito apocas personas y empresas, mientras la ma-yoría queda generalmente excluida.

Desde el punto de vista del desarrollohumano, la alternativa no es autoexcluirse dela globalización, sino integrarse activamen-te, reemplazando la exclusión por el incen-tivo intenso de las capacidades de la gente afin de que ésta participe de los beneficios dela sociedad del conocimiento. Una combina-ción adecuada de libertades y oportunidadeses la base para impulsar dichas capacidadesintegrales a fin de actuar sobre uno mismoy la sociedad. Incrementar tales capacidadesno es sólo un fin, sino que debe ser entendi-do como el medio fundamental para impul-sar el desarrollo humano.

La inserción de Bolivia en la globaliza-ción ha sido hasta ahora pasiva, con un sal-do negativo muy alto en lo económico, so-cial y político. Han crecido las brechas so-cio-culturales, la inequidad y el desempleo,mientras se ha dado una integración simbó-lica asociada a nuevas aspiraciones y expec-tativas. Este contraste dio lugar a una socie-dad más compleja, acompañada por un cre-ciente malestar socio-cultural, que empezóa manifestarse abiertamente en Bolivia en2000 (PNUD, 2002) y que ha tocado extremosen 2003, amenazando la unidad del Estado,la sociedad y la nación.

El capítulo precedente concluye que enBolivia, una inserción activa en la globaliza-ción requiere de la configuración de unainterculturalidad incluyente que configureun nosotros abarcador. ¿Cómo lograrlo?, ¿des-de qué bagajes subjetivos?, es decir, ¿existenen Bolivia condiciones subjetivas para unainserción activa en la globalización y un de-sarrollo informacional?, ¿cómo se asocian lascondiciones subjetivas para el informaciona-lismo con la exclusión económica y políticavigentes?, y ya entrando en más detalles,¿cómo se distribuyen social, generacional yregionalmente estas condiciones socio-cultu-

rales para el informacionalismo?, ¿es posiblehablar en Bolivia de regiones o grupos cul-turalmente más proclives al cambio informa-cional? y, por último, ¿es posible esperar queen Bolivia el desarrollo esperable se asienteen un recambio generacional?

La idea de este capítulo al respecto, plan-tea que si bien existen condiciones subjeti-vas de apertura al cambio entre los bolivia-nos, también hay grandes bloqueos subje-tivos para el desarrollo informacional. Esmás, dichos bloqueos, en lugar de allanar-se, parecen ir en aumento a partir de lasestrategias de inserción limitada en la glo-balización, que han caracterizado los últi-mos 20 años.

La hipótesis de este capítulo puede des-glosarse en los siguientes aspectos:• La desconfianza se ha exacerbado como

efecto de la exclusión económica y so-cial e inhibe una mayor propensión alriesgo y a la innovación.

• La extrema pobreza inhibe a su vez lacapacidad de las personas para actuar,arriesgarse y proyectarse hacia el cambioinformacional.

• Las regiones en las que reside una ma-yor apertura al cambio y a la innovación,son aquellas que en los últimos años hanexperimentado un cierto liderazgo eco-nómico y nuevas oportunidades relacio-nadas con su dinamismo productivo.Por el contrario, allí donde la disposi-ción al cambio y la innovación es menor,son las regiones donde las expectativasde un repunte económico son limitadasen el actual esquema de inserción pasi-va en la globalización.

• El recambio generacional no es base fir-me para esperar un futuro proclive alinformacionalismo. Las nuevas genera-ciones muestran las mejores condicionessubjetivas para el cambio, pero éstas estánbloqueadas por la desconfianza que pareceincidir de manera particular en ellas.

Siendo este un panorama desalentador,el análisis de los principales factores del blo-queo, su distribución geográfica y social y lasdiferencias y tensiones socio-culturales per-miten vislumbrar algunas estrategias pararevertir o atenuar las limitaciones subjetivasy potenciar las capacidades que el país re-quiere construir. En esto podría radicar la es-peranza.

Queda claro que enfrentar estos proble-mas de forma mecánica con meras políticas

133

de acceso a tecnologías de información, re-sultaría no sólo insuficiente, sino poco efec-tivo. La tecnología sólo puede ser pensadacomo un componente más de una complejay ambiciosa maquinaria socio-cultural y po-lítica que el país requiere poner a funcionarsi desea tener chances de inserción activa ysostenible en la globalización.1

Algunas puntualizacionesmetodológicas

En este capítulo se analizarán las actitu-des y opiniones de los bolivianos respecto alcambio, el riesgo, la apertura a la economíaal mercado y a las nuevas tecnologías de in-formación. Sin embargo el análisis no sequeda ahí, sino que toma estas actitudes,creencias y opiniones como dato para aproxi-marse al sentido común o sistema de cono-cimiento socio-cultural que prevalece entrelos bolivianos. En ese sentido, se analizaránlas actitudes y opiniones de la gente ante si-tuaciones hipotéticas concretas en las que sedebaten la representación individual, el ob-jeto representado y una representación socio-cultural que pre-existe al individuo. En con-creto, nuestro objeto de estudio no son pro-piamente las actitudes y opiniones de losindividuos, sino el sentido común y el mun-do simbólico en el que éstas se asientan y através del cual las personas y grupos socia-les tienden a interpretar las situacionescontextuales a las que se enfrentan en suvida cotidiana.

Metodológicamente el análisis se orientaa señalar las similitudes, no las diferencias,es decir aquellas actitudes y opiniones que alser comunes y consensuales para segmentosde la sociedad, permiten comprender la es-tructura básica de sentido. En términos deMoscovici (2001), nos referimos al sentidocomún a partir del cual distintos grupos so-ciales e individuos interpretan la realidad.

El estudio se basa en las encuestas queel equipo de Desarrollo Humano ha venidorealizando a partir de 1997, pero de maneraparticular en la Encuesta de Capacidadespara el Desarrollo Informacional (ECADI

2003), llevada a cabo en julio y agosto de2003, en la que se indagan las actitudes y

opiniones de las personas frente al cambio,el riesgo y la innovación, el mercado y las tec-nologías de información.2 A partir de losdatos de dicha encuesta, se construyeroncuatro índices: el de cambio, el de riesgo, elde apertura de la economía al mercado ex-terior y el de apertura a las tecnologías de in-formación, sobre cuya base está centrado elgrueso del análisis.3

El capítulo está organizado en tres par-tes:- En la primera se analiza un núcleo hi-

potético de representación subjetivafrente a la globalización, basado en in-formación ampliamente consensual.

- La segunda parte trabaja la relación en-tre cambio, riesgo e innovación a partirde una matriz que interconecta estascategorías relacionándolas con los per-files socio-demográficos, generacionales,socio-económicos y de auto-identifica-ción étnica.

- En la tercera parte se añade al análisisanterior el índice de disposición a laapertura de la economía al mercado ex-terno y se discuten las percepciones delos bolivianos respecto a algunos de losprincipales rasgos de la economía globaly de su incidencia en el ámbito nacio-nal. El capítulo concluye señalando al-gunas orientaciones para políticas queapunten a mermar los bloqueos identi-ficados.

Modernización y desconfianza:representaciones subjetivasde la globalización

Cuando los bolivianos piensan en laglobalización, lo hacen con una disposiciónabierta al cambio, aunque también descon-fiada. Aspiran a abrirse e integrarse al mun-do y a tener una nación cohesionada, aun-que desconfían de los demás (ver gráfico4.1).

Por tanto, una primera constatación esque los bolivianos muestran una disposi-ción abierta al cambio. Así, cuando se lespregunta si están de acuerdo en que Boliviase integre en el mundo, el 80% manifiestasu aprobación. Si se les consulta si piensan

1 Esto es importante dada la orientación de las estrategias que hasta ahora el país ha intentado desarrollaren materia de desarrollo informacional.

2 Una explicación detallada del carácter, contenido y diseño muestral de esta encuesta puede encontrarseen el anexo metodológico.

3 Ver en anexo metodológico el detalle de la construcción de cada uno de los índices, así como el tipo deescalas de medición de actitudes que se utilizaron.

0

0.5

1

Se siente orgulloso de ser boliviano96.9%

No confía enlos demás89.2%

Desea abrirsee integrarse almundo 84.9%Fuente: ECADI-03

Gráfico 4.1

Bolivia: núcleo derepresentacionessocio-culturales frentea la globalización

134

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

que Bolivia debe tener un amplio acceso anuevas tecnologías de información, el 84%responde afirmativamente.

A esto se añade el hecho de que cerca aun 80% de quienes no usan computadora(79.6%), dicen que desearían usarla si tuvie-ran la posibilidad y que la usarían sobre todopara mejorar su educación y la de sus hijos.Cuando se trata del uso de Internet, 71.3%de quienes no lo usan (74.7% de la pobla-ción total), aspira a usarlo y lo usarían otravez para mejorar su educación y la de sushijos.

Asimismo, como ya mostraba el IDH

2000, cuando se pregunta a gente si aspira amanejar códigos de modernización,4 el 75%de la población total sí desea manejar com-putadora, aprender inglés, ser puntual, sabercompetir y asumir riesgos. Resulta tambiéninteresante constatar que no sólo en grupossociales de niveles socio-económicos altos ymedios, sino también en los de nivel bajo,estas aspiraciones son generalizadas (ver grá-fico 4.3). En síntesis, los bolivianos aceptany valorizan el paradigma del cambio tecno-lógico e informacional.

¿Cómo se puede entender la disposiciónbásica de apertura al cambio detectada enesta sociedad? En principio, hay que tener encuenta que la estructura de edades en Boli-via está fuertemente inclinada hacia la base(de acuerdo al último Censo Nacional de Po-blación y Vivienda del año 2001, 49.20% dela población es menor de 20 años) y son pre-cisamente los jóvenes quienes se muestranmás dispuestos al cambio, al riesgo y a lasnuevas tecnologías de la información (verrecuadro 4.1).

Sin embargo tal vez esta no sea una ex-plicación suficiente si no se toma en cuentael propio proceso de modernización. Es de-cir, como plantea Appadurai (2001), todaslas grandes fuerzas sociales tienen sus raícesen el pasado y han frustrado las aspiracionesde los modernizadores cuando éstos preten-dían sincronizar los relojes históricos de dis-tintas sociedades. Sin embargo, en el últimotiempo asistimos a un quiebre general en laforma de entender las relaciones entre lasdistintas sociedades y el cambio. Según esteautor, en este nuevo contexto, el cambiopuede ser visto desde los medios de comu-nicación, los movimientos migratorios y elefecto de ambos en la imaginación colecti-va, como elemento constitutivo de la subje-tividad moderna (ver recuadros 4.2 y 4.3).

La desconfianza

Una segunda constatación medular esque los bolivianos son profundamente des-confiados de los demás. La desconfianza enBolivia abarca todos los órdenes de la vida yno sólo las relaciones interpersonales, sinotambién la vida política e institucional. Se-gún la ECADI-2003, el 95% no confía en per-sonas extrañas y el 89.2% desconfía en ge-

Fuente: ECADI-03(1) Tomando como 100% los que no han utilizado internet

Gráfico 4.2

Porcentaje de acceso, uso y aspiraciónde uso de internet

Conexión ainternet

Uso de internet Aspira-ción de

uso

0

20

40

60

80

100

Tiene No tiene Hautilizado

No hautilizado

No hautilizado(1)

pero legustaría

74.7

53.3

25.3

3.4

96.6

4 Se refiere a las capacidades que tiene el sujeto para moverse en una sociedad moderna.

Muy bajoBajoMedioAlto

Fuente: ENAP-DH 1999

49

73

9094

Gráfico 4.3

Aspiraciones de manejo de códigos demodernidad por nivel socioeconómico,en porcentaje

135

Durante la Feria del Libro, realizadaen la ciudad de La Paz en agosto de2003, el Programa de las NacionesUnidas para el Desarrollo (PNUD) instalódentro de su stand un juego interactivo,que atrajo a cientos de niños y jóvenes.

Al finalizar el juego, la propia com-putadora les pedía a los participantesque escribieran una propuesta paramejorar la situación de Bolivia. Deacuerdo al análisis de 702 respuestasredactadas por jóvenes de entre 4 y 25años de edad, se observa que las nuevasgeneraciones desean un cambio de ac-titud de la población en general, y delas élites, en particular.

El 21% de las propuestas plantearonuna revolución en la conducta de laspersonas. En esos textos destacabanlas palabras: solidaridad, unidad, igual-dad, identidad, equidad, respeto, co-operación y consenso, así como unafuerte condena al individualismo, alracismo y a la discriminación. Parasalvar el país, debemos “usar lacabeza”, dice Rodrigo (7 años) mientrasDiana (6 años) desea “que la gente seabuena”. Por su parte, Magda (20 años)indica: “Bolivia al igual que el cuerpohumano consta de muchas partes, esmulticultural, ¿por qué al igual queeste cuerpo, no intentamos trabajarcomo uno solo?”. “Yo creo que siempredebemos estar unidos para ayudar aBolivia, porque no es justo que el paísesté así como está”, sentencia Rafael(11 años) al igual que Maria Grizel (dela misma edad): “Hay que entrar enconsenso para salir adelante”.

Para los niños, la idea de un cambiodeseable para el país se expresa muchasveces en el plano íntimo. “Yo quieroser una niña buena”, escribe Carla (6años). “Yo debo ser amable con todos”,apunta Álvaro (8 años). “Deseo serprofesional y poder ejercer una carrera”,expresa Daniela (7 años). No se debe“nunca hablar con desconocidos”, co-inciden Steffi y Mary, (10 años), aunque

esa consigna en pos de la seguridad,sea difícilmente compatible con la de-liberación, positivamente valorada poresta generación.

Como segundo tema en importan-cia, las propuestas formuladas por losjóvenes apuntan a disminuir la pobreza(18.1 %), la cual está generalmenteasociada a la falta de comida, techo ytrabajo y encarnada por las imágenesde “campesinos y niños de la calle”.

En tercer lugar, con el 14.7 % delas propuestas, los jóvenes insisten enla necesidad de efectuar un salto cuali-tativo en la educación. Debemos“mejorarla sin que existan estableci-mientos privados” sentencia Carla (23años). “Los niños de escuelas privadasdeben compartir con los de escuelaspúblicas para que mejoren las relacio-nes entre bolivianos”, escribe Verónica(15 años).

El cuarto tema, con el 11.3% de lasrespuestas, relaciona la protección delmedio ambiente a nivel local (La Pazpercibida como una ciudad sucia) yglobal (el planeta se nos muere) con labasura, los árboles y el reciclaje.

En quinta posición (6.4 %), encon-tramos a las numerosas propuestas quevinculan directamente la promociónactiva de una niñez interesada en elfuturo del país.

Las dos siguientes familias de pro-puestas tienden a reflejar la ya aparen-temente bien anclada asociación mentalentre la necesaria renovación de lapolítica (4.3%) y la lucha contra lacorrupción (4.1 %). “Que cambien dePresidente”, sentenciaba Claudia (9años) dos meses antes de la crisis deoctubre de 2003 y de la salida consti-tucional del jefe de Estado. “Fuera lacorrupción”, clamaba Mario. Esta casigeneralizada admisión de la ecuación“política = corrupción” se encuentrasin embargo, mitigada por otra asocia-ción mental, que lleva más bien a acatarel orden. Así, resulta interesante efec-

tuar el paralelo entre los deseos expre-sados por Katuska (14 años):“Obedezcan a sus padres y seránfelices” y Marco Andrés (8 años), de-bemos “cumplir con lo que el Presiden-te ordena”. Pero a medida que pasanlos años, los jóvenes tienden a rebelarsefrente a esa percepción paternal delgobierno, al mismo tiempo que recla-man más poder para ellos y el conjuntode la sociedad. Así Pablo (15 años)reclama una mayor “participación dela ciudadanía en la resolución de losproblemas del país”. El clamor parauna profundización de la democraciaestá muy presente. La meta final, acriterio de los jóvenes, consiste en “quelleguemos a ser potencia“. Lo diceGonzalo (11 años): “cambiemos elmundo”. “Quiero que Bolivia seagrande”, concluye César (8 años).

Las propuestas orientadas a unarespuesta tecnológica a la crisis (2.4%) son variadas. Daniela (23 años) sepropone inventar “píldoras en contrade la mediocridad”; Ximena (14 años)planea “una máquina que reparta co-mida a los pobres”, Andrés (11 años)“un aparato que convierta las cosasnormales en comida para los pobres”,Beatriz (22 años) trabaja en un concep-to de “chupetes medicinales para losniños”, mientras Nicolás (9 años) qui-siera una maquina “para limpiar elplaneta”.

Finalmente, en el plano económico,existe un fuerte consenso infantil yjuvenil en que los bolivianos debemospromover el ecoturismo, el consumoy la exportación de productos naciona-les. Sergio (9 años) sugiere que se“pague el sueldo cuando se debe” parareactivar la economía. En el terrenofiscal, un debate opone a los jóvenesque creen que debemos pagar nuestrosimpuestos como Pamela (14 años) conlos partidarios de una reducción de losmismos como Fabián (12 años) y Pablo(23 años).

Recuadro 4.1

Dilemas infanto-juveniles

Fuente: Análisis del “Juego Interactivo del Desarrollo”, Feria del Libro de La Paz (28 de agosto al 7 de septiembre 2003).

136

Los medios de comunicación elec-trónicos han transformado la mediaciónmasiva al ofrecer nuevos recursos paraconstruir la imagen de uno mismo, delmundo y hasta del discurso cotidiano.De esta manera, las historias de vidaposibles de las personas se mezclancon las tramas del cine, los noticieros,los documentales o los periódicos.

Al respecto de los medios, segúnla ECADI 2003, el 70.8% de los bolivia-nos ve la televisión. De ellos, el 77.3%está frente a ese aparato a diario. Laspreferencias televisivas en orden deimportancia son: noticias nacionales einternacionales, películas, programasdeportivos, científicos, de entreteni-miento y de debate político (ver gráficos.

De esta manera, por las múltiplesformas que adoptan los medios (cine,televisión, teléfonos o computadoras),se instalan con rapidez en el centro dela vida cotidiana de las personas yentregan los recursos que hacen quehoy día la imagen del yo sea un pro-yecto de construcción cotidiana.

Recuadro 4.2

Los medios como herramientas para entenderse

Fuente: ECADI, 2003

Porcentaje de gente que ve televisión

Diario Al menos una veza la semana

Nunca0

10

20

30

40

50

6054.7

16.1

29.2

Porcentaje de programas más vistos

Noticias Nacionales

Noticias Internacionales

Películas

Programas deportivos

Telenovelas

Programas científicos o educativos

Programas de entretenimiento

Programas de debate político

66.6

52.2

35.0

32.7

27.4

20.8

16.1

13.0

neral de los demás, porque piensa que lagente no es honesta.

El IDH 2002 en Bolivia mostraba comoel 54.1% de los bolivianos desconfía de lasinstituciones en general. A esto se suma unfuerte recelo de los partidos políticos, los lí-deres sociales y la denominada “clase políti-ca”. A la vez, los intensos conflictos socialesde los últimos tiempos estuvieron acompa-ñados de muestras de desconfianza, tenden-cias a la fragmentación y fortalecimiento deposiciones particularistas entre líderes socia-les y la comunidad (IDH 2002).

¿Cómo entender la desconfianza?

La confianza es el contacto que estable-ce una persona o un actor social con otropara aumentar con ello sus propias capaci-dades de acción. En este sentido, la confianzase definiría como una “apuesta sobre las ac-ciones futuras de los otros” (Farro, 2001). Asu vez, la desconfianza implica relaciones

desiguales de poder. Así, mientras el desba-lance de poder no es extremo, se puede man-tener la confianza entre las partes, pero cuan-do éste es muy grande, surge la desconfian-za que puede llegar al extremo de invalidarla posibilidad de que el actor con mayorpoder pueda entablar algún compromisocreíble con la otra parte (Ibidem). En esesentido, la historia de Bolivia está plagada dedesbalances extremos de poder que han ali-mentado la desconfianza hasta constituirseen un rasgo propio de la cultura nacional.

Sin embargo la desconfianza, además derelacionarse con una carencia de poder, estambién obra de una carencia de informa-ción y de transparencia. Así, no habría ne-cesidad de desconfiar de alguien, cuyos pro-cesos mentales fueran transparentes y si susactividades fueran constantemente visibles(Giddens, 1977).

En este sentido, la desconfianza denotaescepticismo, es decir, una actitud negativarespecto a la integridad de los interlocutores,

137

pero también respecto a las pretensiones devalidez de determinados sistemas nuevos odesconocidos para la gente. La noción dedesconfianza hace referencia también a ex-pectativas que se piensa que podrían ser de-fraudadas.

Para Giddens (1977), la noción de con-fianza está estrechamente ligada a la de ries-go. Una persona que tiene la posibilidad deescoger, porque tiene claridad respecto a lasalternativas a las que se enfrenta, tendrá tam-bién mejores chances para asumir riesgos.

Desde esta perspectiva, en Bolivia, losextremos desbalances de poder, producto deuna cultura y práctica política elitista y de laexclusión económica, social y política de am-plios segmentos de la sociedad, exacerbadaen el último tiempo, promueven la descon-fianza del otro y respecto al futuro.

La Nación

Al mismo tiempo, el 97% de los boli-vianos afirma sentirse orgulloso de serlo.Esto ocurre a pesar de las dificultades que haenfrentado y enfrenta el país para construirun imaginario nacional, que incluya la diver-

sidad cultural, y una institucionalidad polí-tica y socialmente legítima.

El capítulo 3 de este Informe discute lacrisis del nosotros y de la nación, por lo queaquí nos limitaremos a decir que los valoresde autoestima y unidad que podrían ser unenorme potencial para una inserción activae incluyente de Bolivia en la globalización,en la práctica, al no poder plasmarse, se con-vierten en elementos simbólicos que másbien contribuyen a alimentar la desconfianza.

En síntesis, el consenso que alcanzantres factores, la disposición al cambio, la as-piración a tener una nación y la desconfian-za, permiten aproximarse, al menos hipoté-ticamente, a un núcleo de sentido común,que estaría en la base de las actitudes de losbolivianos cuando piensan en el cambiomoderno y la globalización.

Por sus rasgos abarcadores y de consen-so,5 se puede decir que estamos ante elemen-tos anclados en el sistema de valores compar-tidos por los bolivianos y presentes en su me-moria histórica. Éstos son tan amplios, quese encuentran por encima de contextos con-cretos y grupos sociales específicos, abarcana todos, hombres y mujeres, jóvenes y adul-

Las migraciones son un nuevo ingre-diente en la producción de las subjetivi-dades modernas. Así, deben ser pocos losbolivianos que no tengan un pariente, unamigo o un conocido que no haya salidode su lugar de origen. Según la ECADI-2003, el 57% de los encuestados migróalguna vez a otra localidad, otro departa-mento u otro país.

Las migraciones masivas son funda-mentales hoy día, porque obligan a laspersonas a alejarse de las certidumbresde su hogar y país de origen y amplíansus visiones y aspiraciones de cambio.

Recuadro 4.3

Bolivia, país de migrantes

Fuente: ECADI, 2003

Características migratorias0 10 20 30 40 50 60 70 80

Personas que alguna vez han vividofuera de su lugar de nacimiento

Otra comunidad o localidad

Otro departamento

Otro país

Destino

57.1

48.8

42.4

8.8

5 Una de las maneras como se llega a establecer cuáles son los elementos del núcleo de una representaciónsocial es precisamente por su repetición, son aquellos elementos que sobresalen por su mayor frecuenciade aparición y por su carácter consensual. Por supuesto, como se discute en Abric (2001), para establecerlos elementos de un núcleo de representación de sentido, se requiere más que una medición cuantitativade la frecuencia de aparición de un elemento, se requiere estudiar de manera cualitativa factores tales comosu valor simbólico, su valor asociativo y su valor expresivo. Sin alcanzar aquí ese nivel de profundidad enel análisis cualitativo, es posible afirmar que en el discurso público, así como en las relaciones entre elEstado y la sociedad , el cambio, la nación y la desconfianza son elementos permanentes y reiterativos.

138

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tos, a las distintas regiones, áreas urbanas,rurales y distintos estratos socio-económicos.

Estas representaciones socio-culturales,anidadas en las mentes de los individuos, sonuna especie de pensamiento social sobre elcambio en la globalización a partir del cualla gente en Bolivia estructura sus actitudes,ideas, creencias y percepciones sobre la rea-lidad concreta que vive y comparte.

Ahora bien, para adentrarse en la si-guiente sección del capítulo cabe preguntar-se: ¿cómo se objetivan estas representacionessocio-culturales en contextos concretos decambio? Esto dependerá de los grupos es-pecíficos de pertenencia de que se trate. Enotras palabras, toda la información recibiday las situaciones concretas que una personaenfrenta, son leídas e interpretadas por lagente a través del núcleo de sentido común,histórica y culturalmente construido en unasociedad. Sin embargo, la forma en que éstees transformado en sistemas de saber concre-tos frente a situaciones y contextos específi-cos, depende de la experiencia, la vivencia yla interrelación particular de la persona den-tro de su grupo específico de pertenencia(Abric, 2001). Consecuentemente, si bien elsistema de saber social es compartido y con-sensual, su objetivación en situaciones con-cretas es diversa y de hecho puede estar pla-gada de tensiones, como se verá en el acápiteque sigue.

Cambio, riesgo e innovación

Hoy en día pensamos y actuamos en uncontexto de profundos cambios. Asistimos auna fractura dentro de la modernidad, uncambio de época, uno estructural. Tal trans-formación se desprende de la sociedad indus-trial clásica y configura un nuevo contextodenominado “sociedad de riesgo”. Por ello,el riesgo puede ser definido como un estadoque hace época, un atributo de la sociedadactual, vale decir que cada vez más, cuandolas personas lo enfrentan, lo están haciendocon la incertidumbre en un sentido general,abarcador y abstracto con profundas reper-cusiones sobre su capacidad de acción. Es eseel marco de experiencia de la humanidad hoydía, una en la que el pasado aún predomi-na, mientras el futuro empieza a perfilarse ya introducirse por todas partes en el horizon-

te del presente. Las consecuencias de laglobalización son cada vez menos contro-ladas, aunque se aparente que sí lo son(Beck, 1997).

En este nuevo contexto, la noción deriesgo tiene una connotación fundamental.En su acepción clásica, los riesgos eran per-sonales, implicaban amenazas concretas, li-gadas a la experiencia y coraje de cada uno.6

Ahora las amenazas ya no están ligadas sola-mente a la experiencia particular de personaso grupos sociales ni al lugar concreto de susurgimiento, sino que alteran la seguridad delas personas a escala global (Beck, 1998). Loque pasa en un lugar determinado del globopuede afectar prácticamente la vida de la gen-te en cualquier otro sitio. Ejemplos de ello sonlas crisis económicas en el Asia, las repercu-siones del terrorismo en Norteamérica, lascatástrofes ecológicas o el comportamientode los mercados financieros en el mundo.

Otro rasgo que distingue el riesgo actuales que no se agota en la incertidumbre res-pecto al presente, sino que contiene esencial-mente un componente de futuro. Vale decirque el riesgo se basa en la incertidumbre porlos daños visibles ahora y lo que estos entra-ñan respecto al futuro. El riesgo es real entanto es amenaza perceptible en el presente,pero al mismo tiempo, irreal, porque es sim-bólico o subjetivo como proyección de lasamenazas del futuro. Esto incide en cómoactúa la gente hoy en función de las amena-zas que supone tendrá que enfrentar másadelante. En ese sentido, se actúa o se dejade hacerlo en función de lo que se prevé quepueda suceder mañana. Por ejemplo, la an-ticipación del desempleo como angustia ac-tual, pero proyectada como una amenazamayor en el futuro, repercute en la vida, lasdecisiones y el estado de ánimo del presente(Beck, 1998).

Al mismo tiempo y a pesar de la conno-tación de amenaza y de creciente incerti-dumbre, la capacidad de asumir riesgos ad-quiere ahora una importancia trascendentaldebido a que está muy relacionada con la ca-pacidad de innovación. Por ejemplo, unapredisposición hacia el riesgo es considera-da hoy la fuente misma de la energía orien-tada a la creación de riqueza en una econo-mía moderna (Giddens, 2000). El riesgo esuna dinámica que moviliza a una sociedad

6 En una sociedad como la boliviana en la que una mayoría se ha debatido históricamente y en la actuali-dad, enfrentada a una lucha cotidiana por su sobrevivencia, cada día implica enfrentar un nuevo riesgo.

139

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

que quiere conquistar su propio futuro y queestá dispuesta a renovarse y a innovar enmuchos planos para conseguirlo.

En Bolivia, como se vio en el anterioracápite, hay una actitud abierta al cambio,expresada en una amplia disposición a abrir-se e integrarse al mundo y una aspiración almanejo de códigos de modernización. A estose suma que más de la mitad de los bolivia-nos (55%) opina que Bolivia tiene que mo-dernizarse, aunque pierda algo de su cultu-ra y una abrumadora mayoría (84%) consi-dera que el país debe tener amplio acceso alas nuevas tecnologías de información, por-que éstas contribuyen al desarrollo del país(ver gráfico 4.4).

Los datos de la ECADI-2003, muestranademás que la mayoría (65%) muestra unactitud abierta a situaciones adversas al co-incidir con la frase: “siempre se puede saliradelante y empezar de nuevo». Frente a unacompetencia abrumadora, el 77.9% “trata demejorar su propio trabajo” y poco menos deun cuarto de la población dice sentirse en-tusiasmada por una situación que le exigenuevas habilidades (cuadro 4.1).

Sin embargo, la apertura al cambio con-trasta en Bolivia con su aversión al riesgo.Mientras el 75% de la población se muestrafavorable al cambio, sólo un 35% está dis-puesto a arriesgarse.

Por ejemplo, enfrentados a una situa-ción de riesgo relativo como la migraciónque permitiría mejorar sus condiciones detrabajo y duplicar sus ingresos, la mayoríaestaría dispuesta a enfrentar riesgos menores

Desde la conmemoración de los500 años del descubrimiento de Amé-rica, en octubre de 1992, varios paísesdel continente han experimentado elresurgimiento de las identidades indí-genas. En Guatemala, con la entregadel Premio Nóbel de la Paz a RigobertaMenchú (1992), en México con el al-zamiento zapatista de 1994, en Ecuadorcon el derrocamiento del gobierno en1997 o en Bolivia con la gran votaciónobtenida por el candidato Evo Morales,los discursos políticos se han vestidocon tejidos multicolores, reivindicandola diversidad y el fin del colonialismo.

Muy lejos de lo que podría supo-nerse, los movimientos indígenas hanroto fácilmente su aislamiento y se hantransformado en actores globales. Estoes tan evidente que su presencia inter-nacional se amplía cada vez más me-diante la red Internet.

De acuerdo a un estudio de ManuelChiriboga (2003), en la década de los90, la mayor parte de las organizacionesindígenas construye sus propias páginaselectrónicas gracias al apoyo técnico defundaciones internacionales como Na-tiveweb. En inicio, la nueva herramientade comunicación simplemente pasó areemplazar al fax o al correo aéreo. Sinembargo el proceso de integración almundo no se detuvo. Actualmente, el80% de las organizaciones indígenasdel Ecuador tiene acceso a Internet.

Otro de los pasos ha sido la inscrip-ción de los dirigentes y activistas debase en listas de distribución de textos.Esta práctica ha proporcionado, diceChiriboga, un sentido de comunidadal tener la posibilidad de repartir docu-mentos de manera descentralizada yhorizontal. Pero, sin duda, el cambiomás importante ha sido comprender

que el movimiento indígena trasciendelas fronteras nacionales. Por primeravez se percibe la necesidad de ganarsea la opinión pública internacional einfluir en los organismos globales degobernabilidad. En el caso del Ecuador,ya existe una agencia de noticias lla-mada “Pachamama”, orientada a darla batalla por la información, y en elde la Fundación Menchú, se patrocinanvideoconferencias sobre temas de inte-rés general que articulan a los movi-mientos de Sur, Centro y Norteamérica.Son las fuerzas locales que se vigorizanentre sí descubriendo sus parentescosy diferencias, aprendiendo de las expe-riencias de los otros y distinguiendonuevas sendas.

Este hecho muestra que la globali-zación proporciona oportunidades in-cluso para oponerse a su curso y mo-dificar su naturaleza.

Recuadro 4.4

Los indígenas y el Internet

Fuente: Chiriboga, 2003:58-64

Fuente: ECADI-03

Gráfico 4.4

Apertura a tecnologías de información (en porcentaje)

Hoy en día no se puede vivir sin computadoray sin Internet

Las computadoras y el Internet enriquecennuestra cultura

Las computadoras y el Internet también sirvena la gente pobre

Las computadoras y el Internet aportan aldesarrollo del país

Las computadoras y el Internet están mejorandonuestra vida

49

54

59

68

70

140

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

y sólo en una proporción cercana al 25% seanimaría a cambiar enfrentando un riesgomayor.

De la misma manera, el 27.1% preferi-ría quedarse con su trabajo actual, aunqueéste no satisfaga del todo sus expectativas. El26.7% se cambiaría de empleo si le ofrecenno sólo condiciones considerablemente me-jores, sino también una garantía de perma-nencia de por lo menos cinco años. Menosde la mitad (46.2%) estaría dispuesto a per-der su seguridad de trabajo actual a cambiode mejorar sus ingresos. Frente a una posi-bilidad incierta de duplicar su patrimonio,alrededor de 75% preferiría preservarlo en suvolumen actual (ver cuadro 4.2)

¿Cómo se puede entender estas disposi-ciones aparentemente tan contradictorias, es

decir, abierta a encarar cambios como la in-tegración al mundo o el aprendizaje de lasnuevas tecnologías, y restringida cuando setrata de encarar riesgos?

Como se veía antes, la apertura al cam-bio parece estar estrechamente relacionadacon la modernización introducida sobretodo a través de los medios de comunicacióny las migraciones, que hacen que la experien-cia de la gente esté cada vez más liberada desus ámbitos más inmediatos de socializacióny expuesta a intensos procesos de integraciónsimbólica. A su vez, la disposición al riesgose presenta en Bolivia como una construc-ción subjetiva más compleja, porque, comoveremos, involucra a la confianza.

Cambio y riesgo

La correlación entre las disposiciones alcambio y al riesgo da cuenta de la actitud delas personas frente a la modernización y laintegración simbólica, además de la confian-za subjetiva en el otro y en el futuro, lo queles permite actuar frente a la incertidumbre.En otras palabras, la correlación entre cam-bio y riesgo habla de cómo las personas ges-tionan sus aspiraciones y evalúan sus opcio-nes y posibilidades de futuro.

Cuando en Bolivia se contrastan la dis-posiciones favorables al cambio y al riesgo,la confluencia de estos sólo alcanza al 27.3%de la población. Podría denominarse a estauna situación como de adaptación pragmá-tica o instrumental, puesto que combina unainclinación al cambio con una actitud pro-

Cuadro 4.1

Fuente: ECADI-03

Baja

Actitudes de cambio, en porcentaje

Frente a una fuerte competencia,¿qué hace?

¿Cómo se siente frente a unasituación de trabajo nueva?

¿Qué piensa frente a la adversidad?

¿En qué momento histórico haestado mejor el país?

Media Alta Total

Hace todo lo posiblepara eliminarla

5.4

Preocupado66.1

Es cosa del destino, sólo podrá saliradelante con ayuda

34.3

Antes64.3

Los imita o se asociacon ellos

16.5

Ahora7.7

Trata de mejorar su propiotrabajo77.9

Motivado - Entusiasmado33.8

Siempre se puede saliradelante y empezar de

nuevo65.7

Lo mejor está recién porvenir27.9

100

100

100

100

CambioNuevastecnologías

RiesgoMercado

Fuente: ECADI-03

Gráfico 4.5

Disposiciones subjetivas favorables a….

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%75%

45%

35%

22%

141

activa sobre el futuro (gráfico 4.6), a pesarde las señales adversas del entorno.

Entretanto cerca de un cuarto de la po-blación (17.7%) tiene una baja disposiciónal riesgo y al cambio al mismo tiempo. Estasituación podría denominarse como de in-seguridad material básica. En ella no existecapacidad para manejar la incertidumbre,pero aparentemente tampoco una para aspi-rar a cambiar. Se trata del segmento opues-to al anterior, que representa una barrerapara el desarrollo humano e informacional.

Revisten particular interés los dos seg-mentos siguientes: el primero por aglutinara una mayoría relativa respecto al conjuntoy el segundo porque, aún tratándose de ungrupo relativamente reducido, merece unaatención especial por sus proyecciones futu-ras. Ambas agrupaciones generan demandasy presión sobre el Estado.

Poco menos de la mitad de los bolivia-nos (47%) posee una disposición abierta alcambio, aunque no es proclive al riesgo. Setrata de una mayor exposición a la moder-nización y la integración simbólica, asocia-da a una alta desconfianza, inseguridad y es-

cepticismo respecto a la orientación de esecambio.

En una situación como ésta, en la queel recelo respecto al futuro bloquea la capa-

Cuadro 4.2

Fuente: ECADI-03

Baja

Actitudes de riesgo, en porcentaje

Le han ofrecido irse a otro paísdonde le ofrecen un mejor trabajoy doblarle sus ingresos

Tiene un trabajo aceptable perono alcanza a sus expectativas,aunque goza de una ciertaseguridad laboral

Es comerciante y tiene un pequeñocapital que quiere hacer trabajar.Se ha enterado de que puedecomprar mercadería en la fronteray venderla en la ciudad, pero lafrontera es peligrosa y hay robos,asaltos y hasta asesinatos

Ha heredado una casa de suspadres que la heredaron de susabuelos, al mismo tiempo tiene laposibilidad de emprender unnegocio que promete ser prósperoque requiere un buen capital dearranque

Media Alta Total

Enfrentaría la nostalgia de su paísy la lejanía de sus seres queridos45.4

No se cambiaría de trabajo27.1

Se queda con su pequeño capitalantes de correr riesgos75.2

Se queda con la casa y renunciaal negocio76.6

Enfrentaría el desarraigo desus hijos y la discriminación30

Se cambiaría de trabajo sile ofrecen doblarle el sueldoy un contrato de 5 años26.7

Enfrentaría la violencia físicaque puede atentar contrasu vida o la de sus hijos24.6

Se cambiaría de trabajo sile ofrecen doblarle el sueldoy un contrato por solo un año46.2

Hace el viaje y el negociocon la posibilidad deduplicar y triplicar su capital24.8

Vende la casa y hace elnegocio23.4

100

100

100

100

Fuente: ECADI-03

7.9 % 27.3 %

17.7 % 47.0 %

Riesgo Alto

Cambio Alto

Riesgo Bajo

Cambio Bajo

Gráfico 4.6

Matriz de disposición de "cambio" y"riesgo"

142

Como se sabe, la confianza se es-tructura normalmente en contextos lo-calizados e íntimos. El primer contextopara ello es precisamente la familia ytodas las relaciones de parentesco ba-sadas en conexiones sociales fiables.Algo parecido puede decirse de la co-munidad local como ámbito de relacio-nes sociales y garantía de solidez en eltiempo. La religión ha sido también unmedio para consolidar la confianza, aligual que la tradición vista como formapara organizar las prácticas, las creen-cias y la temporalidad. Por ello mismo,el impacto de la separación espacio-temporal que caracteriza a la sociedadactual, así como la intensa seculariza-ción vigente, desconectan algunas deestas relaciones básicas de confianzade sus contextos más inmediatos. Hoyen día lo local y lo global están entre-tejidos de manera estrecha (Giddens,1997).

Así, mientras se incrementa la dis-tancia de los individuos de sus ámbitosde relación más próximos, en generalla confianza declina, pues ésta no seextiende naturalmente hacia los ámbitosdeslocalizados, sino que se recluye enlos entornos más cercanos e inmediatoscomo la familia.

De acuerdo a la ECADI-2003, enBolivia el 73% de la gente deposita suconfianza en los miembros de su fami-lia, mientras que sólo un 15% lo haceen sus amigos, un 10.2%, en sus com-pañeros de trabajo, apenas 7.4%, enlas personas de su barrio o comunidady sólo 2%, en personas desconocidas.

Es más, el índice de confianza hadisminuido en Bolivia. Pasó de 77.1en 2001 a 89.2 en 2003.

Como se sabe, la confianza, quepermite enfrentar el riesgo, suele serdepositada cada vez más en compro-misos anónimos y por tanto, está muymotivada por señales simbólicas. EnBolivia, en la actualidad, la confianzano está siendo reforzada por señalespúblicas que inviten a asumir dichaactitud. Como se muestra en el capítulo3, el Estado- nación, en torno al cualse organizó la vida política del país,sigue siendo un proyecto inacabado,debilitado y sumido en una encrucijadaentre las demandas internas y las pre-siones externas de un mundo globali-zado. Aunque en Bolivia existe unafuerte aspiración de tener una nación,no hay una cohesión social que sustentetal aspiración. Hoy en día, predominaun multiculturalismo limitado, asociadoa la presencia coincidente de una estra-

tificación social y étnica de sello colo-nial. Por su parte, el Estado está cues-tionado en su legitimidad y estabilidad,y en gran medida, ya dejó de ser uninterlocutor fiable. La imagen del Es-tado–padre, que sostenía una estructurasimbólica de amparo y confianza, seha resquebrajado.

Por otra parte, el Estado y la socie-dad parecen estarse relacionando ahorade una manera perversa, por lo que nonecesariamente hay coherencia entrelo que se hace y se dice. Esto tiene quever, por ejemplo, con la corrupcióninstalada en todas las esferas y ámbitosde la sociedad.

Posiblemente los factores que másrestringen la confianza en el otro y enel futuro sean la pobreza y la desigual-dad. A esto se ha sumado también,como muestra el IDH 2002, la mejorade algunos indicadores sociales clavescomo el de la educación. Estos aspectosllevaron a un mayor escepticismo dela integridad de las personas y la efica-cia de los sistemas expertos en su laborde disminuir la desigualdad. Al mismotiempo, generaron expectativas, que alno poder ser adecuadamente canaliza-das, derivaron en frustración y aumentode la desconfianza.

Recuadro 4.5

Los ámbitos de la confianza

Fuente: Elaboración propia

2001 2003

Fuente: Para el 2001 ECP -01 y parael 2003 ECADI-03

Niveles de confianza

22.9

10.8

77.189.2

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

Confianza alta Confianza baja

Miembros de su familia

Amigos/amigas

Compañeros/as de trabajo

Gente del barrio o comunidad

Una persona de la calle

Fuente: ECADI-03

Porcentaje de niveles de confianza interpersonales

73.2

15.0

7.4

2.6

10.2

143

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

cidad de actuar y arriesgarse, pero donde almismo tiempo, existen aspiraciones de cam-bio, la salida lógica parece ser una demandaal Estado, o en definitiva, la protesta sociala fin de que las autoridades generen las se-ñales propicias de confianza para que losindividuos puedan arriesgarse y perseguir susmetas transformadoras.

Esta argumentación se refuerza con elhecho de que a pesar de los cambios en el roldel Estado a partir de la estabilización de me-diados de los 80, la mayoría de los ciudada-nos le atribuía a éste en 1999 la principal res-ponsabilidad en el impulso del desarrollo delpaís (ver gráfico 4.7). Es por eso que las de-mandas ciudadanas van frecuentemente di-rigidas a las entidades estatales.

Por último, un grupo reducido de lapoblación (7.9%) tiene una actitud favora-ble al riesgo, pero carece de una disposicióna cambiar. Son aquellos que se arriesgan,pero para no cambiar. Parecería tratarse aquíde un grupo portador de un rechazo delibe-rado de la modernización, entre otras cosas,porque no ve en ella una opción de futuro.

Una mirada de conjunto muestra aquíun mapa de capacidades de cambio y riesgomuy diverso en el que se presentan toda cla-se de tensiones, lo que sin duda contribuye

a exacerbar la fragmentación social. Haga-mos a continuación un análisis más detalladode cada uno de estos cuatro grupos a fin dedetectar en ellos sus fortalezas y debilidades.

Grupo de adaptación pragmáticao instrumental

Este grupo, que representa al 27.3% dela población boliviana, combina altas dispo-siciones al cambio y al riesgo. Es una situa-ción que puede caracterizarse como de adap-tación pragmática, porque en ella, a pesar delas limitadas señales simbólicas que permi-ten pensar en el futuro con cierta confianza,persiste una inclinación a tomar riesgos,comprometerse con ellos e incidir en el fu-turo del país.

En este segmento existen personas detodas las edades, aunque sobresalen quienestienen entre 15 y 19 años. En cuanto a sunivel socio económico son, aunque no exclu-sivamente, de nivel socio-económico medioy alto. Están en todas las regiones del país,pero de manera preponderante en las áreasurbanas de Santa Cruz y Tarija, así como enel valle cochabambino urbano y rural. Nodestaca en este grupo ninguna auto-identi-ficación étnica en particular, aunque sí se

En el plano de la política y la cultura,las reformas iniciadas en Bolivia a media-dos de los 80 han sido excluyentes. Impli-caron cambios en el ámbito de la ciuda-danía a través de una confluencia perversaentre un proyecto político participativo,que tuvo su momento trascendental conla recuperación de la democracia, y unotro que, a partir de mediados de los 80buscó dar estabilidad a las reformas es-tructurales a través del pacto entre élitesinter-partidarias. La confluencia perversaradica aquí en el hecho de que ambosproyectos aspiraron a contar con una basede participación activa de la población,aunque desde perspectivas distintas. Esasí que la participación política de lasociedad es interpretada simbólicamente,desde un lado, como una acción perturba-

dora de la modernización y un signo deatraso, mientras la ciudadanía es pensada,desde otro lado, como una gestión activade la modernización, aunque restringidaen lo político (Dagnino, 2003).

De esta manera, debido a su experien-cia histórica, los rasgos de los movimien-tos sociales y su tradición de movilizaciónpopular es posible suponer que la descon-fianza en Bolivia vive en la memoriahistórica de amplios sectores (Calderón,1999), y allí encuentra un ámbito de opo-sición a la globalización debido a la ex-clusión económica, política, material ysimbólica vigentes. Como vemos, se tratade un panorama que no aporta elementosmateriales ni simbólicos que permitan alos bolivianos mirar el futuro con confian-za y seguridad.

Recuadro 4.6

La política como constructora de la confianza

Fuente: Elaboración propia

Fuente: ENAP-DH 1999

Gráfico 4.7

¿Quién debería ser elprincipal responsable deldesarrollo del país?

El Estado 61%

Los ciudadanos 30%

Las empresas 9%

144

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

observa un marcado uso de Internet (vercuadro 4.3).

Estamos ante un grupo en el que se con-juga una gran capacidad de adaptación, quepuede explicarse por la juventud de susmiembros, con una mayor seguridad mate-rial al tratarse de los estratos socio-económi-cos medios y altos y con logros educativosmuy por encima de la media del país. Ade-más el grupo tiene una relativa mayor segu-ridad simbólica, porque se trata sobre todode las regiones que albergan una clara espe-ranza de futuro por ser las más dinámicas dela economía.

Se trata de un sector en el que, al pare-cer, los costos de las reformas de los últimosaños no han recaído con la misma fuerza queen otros, porque es el único en el que impe-ra la visión de que el país está mejor queantes y también la esperanza de que inclusopuede mejorar en el futuro.

Como vemos, para este grupo, la inse-guridad simbólica y la baja disposición alriesgo de los otros grupos, puede ser vistacomo una amenaza, porque contribuye alconflicto, poco propicio para el emprendi-miento. Posiblemente aquí anida un fuerteindividualismo.

Grupo de inseguridad materialbásica

Este grupo se diferencia del anterior,porque en él no sólo no hay una disposiciónde riesgo, tampoco la hay al cambio. Se po-dría decir que su deseo de cambio está res-tringida, lo mismo que su capacidad paraasumir la incertidumbre. Estos individuosrepresentan menos de un cuarto (17.7%) deltotal de la población.

El grupo está conformado de manerapreponderante por personas adultas de másde 40 años. Sobresalen en él aquellas de ni-vel socio-económico muy bajo o de extremapobreza. Su zona principal de ubicación sonlas áreas rurales de los departamentos deOruro, Chuquisaca y Potosí, que concentranlos niveles más altos de pobreza. Su auto-identificación étnica es indiferenciada y demanera preponderante no usan Internet.

Por sus rasgos más sobresalientes es po-sible determinar que en este grupo, la capa-cidad de cambio, riesgo e innovación está li-mitada por sus precarias condiciones de viday sus limitadas oportunidades de acceso a ca-pacidades básicas sobre todo educativas. Enefecto el promedio de escolaridad es de 6.7

Cuadro 4.3

Tipo de Grupo

Fuente: ECADI-03

Inseguridadmaterial

Tipología de grupos de población según su disposición al cambio y al riesgo

Total

Edad

NivelSocioeconómico

Región

Grupo étnico

Uso de internet

Años promedio deescolaridad

Visión de futuro

Sólo Riesgo

Adaptaciónpragmática

Inseguridadsimbólica

Oposición y/orechazo

Descripción Riesgo y Cambio Sólo Cambio Ninguno

27.3

15 a 19

C A/B

Santa Cruz - TarijaUrbanos, Cochabambaurbano y rural

Indiferenciado

Si

9.8

El país está mejor ahoraque antes, pero lo mejorestá recién por venir

47

Más de 50

D A/B

Oruro, Chuq. Potosiurbano

Indiferenciado

No

9.2

Lo mejor para el país estárecién por venir

17.7

Más de 40

E

Oruro, Chq. Potosí rural

Indiferenciado

No

6.7

El país estaba mejor antes

7.9

Más de 40

E

La Paz rural Amazoníaurbana y rural

Indígena

No

7.8

El país estaba mejor antes

145

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

años, por debajo del promedio de escolari-dad del país y es el más bajo en relación a losotros tres grupos analizados. Aquí no existeuna orientación de futuro, por el contrario,su mirada está puesta en el pasado.

Grupo de “inseguridad simbólica”

Este es un grupo que, como ya se vio esproclive al cambio, lo que puede entendersetambién como una aspiración al mismo,pero muy reacio al riesgo. Representa el gru-po proporcionalmente más numeroso, pocomenos de la mitad de la población de Boli-via (47%). En este grupo están personas detodas las edades, sin embargo pesan más lasadultas.

El nivel socio-económico dominante eneste grupo es bajo, pero también existenpersonas con un nivel alto. Esto lleva a pen-sar que una baja disposición al riesgo podríaexplicarse por agudas carencias materiales,pero sobre todo a un escepticismo reflexivoy crítico respecto de las posibilidades de fu-turo y las vías de desarrollo. Aquí están pre-sentes además altos niveles educativos y, sepuede suponer, también procesos de integra-ción simbólica relativamente altos. El pro-medio de escolaridad en este grupo está en-tre los más altos (9.2 años) y muy por enci-ma del que tiene el país.

Por supuesto, como en todos los grupos,existen en éste personas de diferentes regio-nes, sin embargo destacan las de las zonas ur-banas de Oruro, Chuquisaca y Potosí. Se tra-ta de las regiones más golpeadas por las re-formas de los últimos años e históricamenteligadas a la minería y a una fuerte tradiciónsindical. Su auto-identificación étnica esindiferenciada y las personas en este gruposuelen no usar Internet.

Su visión está puesta en el futuro, lo querefuerza la idea de una aspiración de cambioy modernización, que sin embargo, por ladesconfianza crítica que parece imperar eneste grupo, su opción de salida podría situar-se en vías consideradas alternativas.

Grupo de oposición y rechazo

Este grupo es peculiar. Está conforma-do por personas con una inclinación por elriesgo, aunque no por el cambio. Son quie-nes se arriesgan, pero para no cambiar. Eneste sentido como se vio antes, rechazan de-liberadamente el cambio. En Bolivia estegrupo representa a menos de un 8% de la

población, pero la hipótesis es que podríaacrecentarse en el futuro, alimentado por lafrustración y la imposibilidad de canalizarsus expectativas.

En Bolivia, este grupo está conformadosobre todo por personas adultas, con un ni-vel socio-económico de extrema pobreza,ubicados sobre todo en el área rural del de-partamento de La Paz, aunque también so-bresale en este grupo la amazonía urbana yrural en los departamentos de Beni y Pando.El nivel educativo promedio en este grupono es precisamente el más bajo del conjunto,y se encuentra cercano al promedio nacional.

A diferencia de los anteriores grupos, eneste se puede encontrar una auto-identifica-ción étnica indígena, que claramente sobre-sale en el conjunto, tanto en la región del al-tiplano como en la de la amazonía. Esto haríapensar que una opción de rechazo a la mo-dernización en el país, estaría ligada quizása una afirmación de la identidad indígena.

En síntesis, la capacidad subjetiva parael riesgo y la innovación se encuentra blo-queada para más de tres cuartas partes de lapoblación boliviana. El factor que determi-na este hecho parecería ser la desconfianzarespecto al otro y las posibilidades de futu-ro. Esta situación podría originarse no sóloen la inseguridad material básica, causadapor la pobreza y la exclusión, sino tambiénen una inseguridad simbólica, provocada porla debilidad de las señales de confianza delpresente, que se proyecta al futuro obstru-yendo la capacidad de innovación para unamayoría de los bolivianos.

Esta forma de inseguridad simbólica sealimenta de, y nutre, al mismo tiempo, lacrisis del nosotros, la debilidad del Estado, elmulticulturalismo limitado, la moderniza-ción y la integración simbólica, característi-cas, estas dos últimas, de la globalización dela que Bolivia no está exenta. A ello se sumala exclusión económica y política de ampliossegmentos sociales y regionales del país.

De esta manera se podría afirmar quecuanto mayor es dicha exclusión, mayorserá la desconfianza y la inseguridad sim-bólica respecto al futuro. En efecto, en losgrupos sociales y regiones más golpeadospor las reformas de los últimos 20 años,pero también en aquellas donde las esperan-zas de un repunte económico parecen me-nores, anida el escepticismo sobre las víasde integración en la globalización y, dadaslas condiciones actuales, impera una mayorinseguridad y desconfianza sobre el futuro.

146

Al mismo tiempo, a mayor exposicióna la modernización y a la integración sim-bólica, mayores parecen ser las aspiracionesde cambio, pero también más amplia la des-confianza y el escepticismo respecto a la in-tegridad de las personas que toman esas de-cisiones, y a la efectividad de las mismas ymayor también es la demanda para que elEstado propicie la inclusión y participaciónamplia en las decisiones del futuro.

Por las diferentes razones descritas, lastendencias subjetivas encontradas prefiguranescenarios no sólo limitados para el informa-cionalismo y una inserción activa de Boliviaen la globalización, sino que tienden a dete-riorarse si no se realizan acciones ambicio-sas que reviertan la inercia de los procesos.

Disposiciones subjetivasy economía

El sentido común interactúa en una so-ciedad de manera directa con la economía.

En ese sentido, tenemos desde la relaciónsimple que involucra a la cultura en formade bienes transables, producidos y distribui-dos a través de la industria, hasta aspectosmás complejos relacionados con la ética y losvalores relativos al trabajo, el emprendimien-to o la iniciativa empresarial. De la mismamanera, los procesos económicos exitosos enuna economía volcada al mercado, dependende la confianza mutua y las implícitas nor-mas sociales y culturales.

La Historia también cuenta y una lec-tura de ésta que promueva la tolerancia dela diversidad puede tener una influencia tandecisiva en la economía de un país como suopuesto, es decir, una lectura “monocultural”del pasado, promotora del conflicto (Sen,2002).

Sin embargo, la relación entre cultura yeconomía no es estática. Las condicionessocio-culturales y el desarrollo económico deun país, enfrentados a situaciones concretas,pueden sufrir grandes variaciones. De esta

En octubre de 1997, Marcelo Claurese mudó a Miami para fundar una pe-queña compañía especializada en laventa de teléfonos celulares. La ideaera potente y muy pronto demostró serademás altamente rentable. A este em-presario boliviano se le ocurrió que enEstados Unidos hacía falta una tiendaque tuviera en su escaparate los princi-pales teléfonos móviles adquiribles enel mercado y que, al ofertarlos, pudieratambién asesorar a sus clientes sobrelas mejores opciones de acuerdo a lasnecesidades de cada individuo. Así,cuando alguien quisiera comprar unaparato, no debía ir por todas las em-presas, sino sólo dirigirse a esa oficina,en este caso, Bright Star.

Desde su creación, la empresa deClaure ha multiplicado sus gananciassistemáticamente. En 1997, obtuvo 14millones de dólares en ventas, en 1998,73; en 1999, 140; en 2000, 355; en2001, 631 y en 2002, 849. Para 2003,Bright Star calculaba alcanzar sus pri-meros mil millones. La compañía posee

21 oficinas en 16 países: Estados Uni-dos, Canadá, Argentina, Bolivia, Chile,Colombia, Costa Rica, República Do-minicana, Ecuador, El Salvador, Gua-temala, México, Paraguay, Perú, PuertoRico y Venezuela.

En 2003, Marcelo Claure fue galar-donado como “el empresario hispanodel año” por la revista Hispanic Busi-ness Magazine. No es para menos,Bright Star es la segunda compañíamás grande de los Estados Unidos li-derada por un inmigrante latinoameri-cano.

Pero, ¿quién es este boliviano delos mil millones de dólares? Un espe-cialista en economía y finanzas, conestudios en Massachussets, que desde1993 empezó a abrirse campo en laventa de servicios inalámbricos. Entreese año y 1997, fue alto ejecutivo deimportantes empresas, hasta que deci-dió fundar la suya. Según la CNN, Claurearrancó con 300 mil dólares y una ofi-cina para tres personas. Hoy da empleoa 700 trabajadores. "Nuestro plan era

romper en 10 años la barrera de los milmillones de dólares y lo hemos logradoen cinco y medio. Nuestro plan era serel número uno en Latinoamérica encinco años y lo hemos logrado en tres,nuestro plan era ser en 12 años el nú-mero uno en todas las Américas y lohemos logrado en seis años", señalóClaure a la cadena televisiva.

Este boliviano de 32 años de edades un representante típico de la sociedadde la información. Descubrió que eraposible añadir valor agregado a unaactividad tan simple como la venta decelulares y aportó al proceso con cono-cimientos nuevos a fin de optimizarrendimientos. Claure no ofrece sóloaparatos, sino soluciones adaptadas acada interés y necesidad. Arriesgó paracambiar y salió airoso.

Ello no significa que la meta idealde la gente sea cumplir el llamado“sueño americano”, sino que asumirriesgos es parte fundamental del desa-rrollo.

Recuadro 4.7

El boliviano de los mil millones

Fuente: página web: www.brightstarcorp.com, CNN en español

147

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

manera, las formas en que las personas eva-lúan los procesos económicos, incluso en unmismo contexto socio-cultural, pueden serheterogéneas, aunque las voces disonantes nosiempre sean las escuchadas en los ámbitospúblicos (Kuran, 2002, Sen, 2002).

En segundo lugar, una buena parte delos cambios en la economía o en la subjeti-vidad de las personas, provienen de la inte-racción entre culturas, las que, cuando seestructuran sobre bases positivas, pueden ilu-minar nuevos caminos para lograr un desa-rrollo económico acorde con los valores yaspiraciones presentes en una sociedad.

Sin embargo, la interrelación económi-ca entre los países a escala global hoy, y so-bre todo su velocidad e intensidad, rompenla interacción en la que hasta hace poco elaprendizaje mutuo podía implicar libertad yjuicio, y es muchas veces sobrepasada por lasuperioridad del mercado.

Mucha gente en el planeta consideraahora que los valores y prioridades de unacultura volcada al mercado son material yculturalmente empobrecedores y rechaza laglobalización desde sus aspectos más básicos.Otros, en cambio, evalúan estos procesosdesde las asimetrías de poder y adviertensobre el peligro de que éstas terminen des-truyendo las culturas locales, lo cual es unapreocupación genuina. Sin embargo tam-bién es evidente que estos problemas nopueden ser resueltos frenando la globaliza-ción, puesto que sus fuerzas son inconmen-surables dentro de un mundo ya ampliamen-te interconectado (Sen, 2002).

En consecuencia, el problema no pare-ce ser cómo frenar la globalización económi-ca, sino cómo lograr beneficios de ella conuna mayor equidad para la mayoría. En de-finitiva, la pregunta es cómo incrementar lasopciones reales de la gente no sólo para pre-servar, sino para potenciar aquello que valo-ra, lo cual, desde esta perspectiva, es muy dis-tinto a apegarse a lo tradicional sin opciónde salida posible o eliminar de manera arbi-traria sus opciones sobre la base de un recha-zo a priori de todo lo que sea externo y aje-no.

A partir de estas consideraciones, seanalizarán ahora las disposiciones subjetivasde los bolivianos respecto de algunos de losprincipales asuntos de la economía nacionalen la globalización como son el comercioexterior y la inversión externa directa a tra-vés de empresas transnacionales que operanen el país. Este análisis de la subjetividad se

realiza sobre los antecedentes descritos en elcapítulo 2 de este Informe en torno a la si-tuación de la economía boliviana.

Como se plantea en ese capítulo, la in-terrelación de la economía boliviana con laglobal es extremadamente frágil y restringi-da como para influir en las decisiones ytransformaciones económicas de su desarro-llo futuro. Esta debilidad de la economíaboliviana es estructural: no existe el financia-miento que permita disminuir los rezagossociales y en infraestructura. Esto a su vez nopermite dinamizar el sector productivo y lasexportaciones, lo que nos condena a un aho-rro interno bajo que, para cerrar el círculovicioso, impide, a su vez, financiar el desa-rrollo nacional.

Como se vio en el capítulo 2, el patrónde crecimiento económico de Bolivia ha es-tado siempre muy vinculado a las exporta-ciones. A pesar de ello, la inserción del paísen el comercio exterior ha sido y es muy frá-gil. Como se sabe, dado el bajo ahorro inter-no, el desarrollo del país depende cada vezmás de los flujos externos de financiamientobajo la forma de deuda externa, cooperaciónpara el desarrollo y últimamente, la inversióninterna directa. ¿Se refleja esta realidad en lasubjetividad de los bolivianos? y si es así,¿cómo lo hace?

Una primera constatación es que sólo el21.7% de la gente en Bolivia manifiesta unaopinión favorable a la integración de la eco-nomía nacional al mercado globalizado. Estees entre todos los factores hasta ahora anali-zados en este capítulo, el que expresa unamenor disposición de apertura de la socie-dad a la globalización (ver gráfico 4.14). Alparecer esta disposición negativa no se refierede manera particular a la inversión externaen el país. En efecto, al mismo tiempo, másde la mitad de las personas en Bolivia(61.7%) está de acuerdo en que Bolivia re-ciba más inversiones extranjeras, mientrasque un porcentaje menor al anterior, aunqueaún mayoritario (57.5%), concuerda en quelas inversiones extranjeras que llegan al paísson buenas, no importa de dónde vengan(gráfico 4.8).

Este grado de acuerdo empieza a cam-biar cuando se habla de las empresas trans-nacionales. En este caso, las aguas están di-vididas. Sólo el 47% está de acuerdo en quese deben establecer más transnacionales enel país, mientras que 41.3% opina lo contra-rio y un significativo 11.7% no desea emitiruna opinión al respecto, ya sea porque no

148

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tiene un criterio formado o porque no sabede qué se trata.

Las tendencias se vuelcan claramentecuando se trata de evaluar el sentido comúnde las personas sobre el desempeño y la trans-parencia de las transnacionales. En este caso,el 61% afirma que lo único que estas empre-sas buscan, es llevarse la riqueza de Boliviahacia fuera. Hay pues en la opinión públi-ca una cierta percepción de que las trans-nacionales están divorciadas del desarrollo.

Donde mayor consenso se da, es a lahora de proteger a la industria nacional. Eneste caso, 66.7% está de acuerdo en que nose debe dejar entrar productos extranjeros afin de proteger la producción local.

En síntesis, la gente en Bolivia no tie-ne una disposición negativa cuando se tra-ta de abrir la economía nacional al mercadoexterno, sobre todo cuando hay que evaluarla importancia de la inversión extranjerapara el país. Efectivamente, la mayoría vecon buenos ojos su arribo, mientras semuestra muy desconfiada respecto a los re-sultados de esta apertura para el país.

Por otra parte, en la mayoría parece pri-mar una orientación nacionalista para la eco-nomía, expresada en un esquema de sustitu-ción de importaciones que en Bolivia nun-ca tuvo un desarrollo significativo ante la

primacía de la exportación de materias pri-mas, la base de nuestra economía. Es más, elnuevo perfil económico productivo posiblepara Bolivia en la globalización, no parecedescansar, como se discute en el capítulo 2de este Informe, en una sustitución de im-portaciones, sino en la posibilidad de dar unsalto cualitativo a partir de la tradicional ex-portación de materias primas, que permita,a su vez, la expansión social de las capacida-des informacionales, y, por consiguiente, unsalto educativo y el financiamiento paralelode otros esfuerzos más consistentes de gene-ración de riqueza.

En ambos casos, tanto en lo referido ala desconfianza respecto a los resultados dela apertura de la economía a inversiones ex-tranjeras, como en lo referente al perfil eco-nómico productivo que pervive en el senti-do común de la mayoría, encontramos unbloqueo cuya incidencia puede ser significa-tiva para el futuro económico del país.

¿Cómo se explica este bloqueo?

Para empezar es normal que la gente decualquier país valorice su economía nacional.Así, por ejemplo, es imposible pensar en laexistencia de Malasia sin la presencia de unnacionalismo económico de base. Sin em-bargo, como han demostrado varios estudiosy como se señalaba el propio IDH 2002, Bo-livia se ha caracterizado hasta ahora por te-ner un patrón de desarrollo, que no incor-poró las nuevas tecnologías a la productivi-dad, ni promovió mecanismos de inclusiónsocial y simbólica, ni fomentó suficiente-mente la equidad socio-cultural. El país si-gue viviendo de sus recursos naturales (el es-taño, la coca, y ahora, posiblemente, el gas),sin haber logrado que su uso produzca unatransformación productiva socialmente in-cluyente. Esto puede ser explicado por mu-chos factores, entre ellos, el predominio deintereses particularistas en contra de la ideade nación que se aspiraba a construir con laRevolución del 52 (ver: PNUD-FES-ILDIS,2003). Sin duda además, el relativo fracasode la experiencia nacionalista y otros “trau-mas de más largo alcance, configuran unfatalismo, pero también una gran descon-fianza respecto de las posibilidades de la eco-nomía (IDH 2002).

Pero las explicaciones de este fracasoparecen no estar sólo en la Historia, sino enla incapacidad de la nueva política económi-ca iniciada a mediados de los 80 para resol-

Para proteger la industria nacionalhay que impedir que entren

productos extranjeros, aunque seanmejores y más baratos

Las empresas extranjeras solobuscan llevarse la riqueza de Bolivia

para afuera

Se deben establecer mástransnacionales en el país

Las inversiones extranjeras quellegan al país siempre son buenas

no importa de donde vengan

Bolivia debe recibir másinversiones extranjeras

Gráfico 4.8

Disposiciones subjetivas relativas a la apertura de la economía nacionalal mercado externo

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

No sabe/No respondeDe acuerdo En desacuerdo

66.7

61.0

47.0

57.5

61.7

26.2

31.5

41.3

36.6

7.1

7.5

11.7

6.0

6.032.3

149

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

ver estos problemas. En efecto, como semuestra en el capítulo 2, los ingresos de lamayor parte de los grupos de ocupación sehabrían reducido en este periodo, mientraslos sectores de mayor dinamismo económicoestán ligados a las empresas transnacionales.Este contraste trajo frustración y escepticis-mo a la mayoría de la población con respec-to a las reformas.

En efecto, como se puede apreciar en elcuadro 4.4, el nivel socio-económico de ex-trema pobreza es el más adverso a la apertu-

ra de la economía nacional al mercado exter-no. Esto coincide además con el hecho deque en esas regiones hay más pobreza. Nosreferimos a Oruro, Chuquisaca y Potosí, laamazonía rural y La Paz urbana (incluye ElAlto y otras ciudades intermedias).

A la inversa, mientras más alto el nivelsocio-económico, mayor es la disposición deapertura al mercado exterior, sobre todo enlas regiones de mayor expansión económicarelativa como en la integridad de los depar-tamentos de Santa Cruz y Tarija, la amazonía

Ocurrió en Cochabamba, en oca-sión de la Conferencia Internacionalorganizada por el Programa de las Na-ciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)y el Instituto Latinoamericano de In-vestigaciones Sociales (ILDIS) para con-memorar el cincuentenario de la Revo-lución Nacional boliviana. Allíparticipó con una ponencia Juan Anto-nio Morales, presidente del Banco Cen-tral de Bolivia. A él se le pidió quehiciera una evaluación económica delproceso histórico.

Morales planteó que si bien la Re-volución nacional cumplió con variasdemandas sociales secularmente pos-tergadas, no trajo al país ni moderniza-ción ni progreso económico. En con-creto, las acciones tomadas por elEstado desde el 9 de abril de 1952

condujeron a la redistribución de bie-nes, más que al crecimiento económico.Fue un impulso hacia la igualdad ciu-dadana, pero en general, un mal pro-yecto productivo. Morales llega inclusoa imaginar lo que hubiera pasado conBolivia si no sucedía la Revolución.Él llega a la conclusión de que losniveles de crecimiento de la economíaboliviana no hubieran sufrido grandesmodificaciones y se hubiesen manteni-do muy similares a los del resto de lospaíses de la región. En síntesis, la Re-volución fracasó en su intento por cons-truir una economía moderna y expor-tadora, debido, entre otras cosas, alclientelismo, la pobreza, el predominiode las ideas redistributivas, la bajacalidad de la burocracia estatal y lafragmentación creciente de la sociedad

en grupos enfrentados. Pero Moralestambién critica a los sectores empresa-riales que nunca pudieron superar laprotección del gobierno para salir acompetir libremente.

¿Puede decirse por ello que la Re-volución fue históricamente prescindi-ble? Incluso alguien tan pesimista comoMorales consideró en esa ocasión quesi bien el proceso no benefició al paísen lo económico, es indudable queconstruyó los equilibrios sociales ne-cesarios para seguir avanzando. El retodel país es entonces combinar la redis-tribución con el crecimiento, es decir,la justicia social con la prosperidad. Elpensamiento social en América Latinaha llamado a este desafío un avance enzigzag.

Recuadro 4.8

Las reformas económicas de la Revolución boliviana

Fuente: Morales, PNUD, FES-ILDIS, 2003

Cuadro 4.4

Fuente: ECADI-03*Otros corresponden a las personas que no se consideran pertenecientes a ningún pueblo indígena ni tampoco se consideran mestizas

Baja

Disposición de apertura de la economía al mercado externo

Nivel socioeconómico

Edad

Región

Autoidentificación étnica

Media Alta

E

15 a 19

La Paz urbano, Oruro Chuquisaca yPotosí urbano y rural y la Amazoníarural

Criollos y otros*

C y D

20 a 39

Cochabamba rural

Mestizo e indígena

A/B

40 y más

Santa Cruz y Tarija rural y urbano,Amazonía urbana, La Paz rural y

Cochabamba urbana

150

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

En 1995, el Informe de SeguridadHumana mostraba como un 79% de lapoblación boliviana entendía que el paísestaba igual o peor que antes de las refor-mas estructurales ejecutadas durante ladécada anterior. Aquella era una claraseñal de que se estaba incubando un estadode disconformidad social con la situacióneconómica en esos diez años de ajuste.El malestar detonó en 2000 y, cual terre-moto, sigue generando réplicas hasta aho-ra.

En la percepción de la gente, la“estabilidad” no sólo tenía que ver con laevolución del índice de precios o del tipode cambio, como ocurre con muchos eco-

nomistas, sino con conceptos más subje-tivos como la incertidumbre. Sin duda, lainflación resultó ser una fuente de inesta-bilidad o inseguridad en lo que vendrá ytambién fue exitosamente eliminada porla Nueva Política Económica de 1985, sinembargo debe admitirse que otros cambiosestructurales como la llamada capitaliza-ción provocaron mucha inestabilidad enla subjetividad de individuos y grupos.

Al respecto, ese Informe argumentabaque si la población no percibe que susituación concreta mejora y que ella mismaes el principal artífice de ese cambio, éstetenderá a ser percibido con frustranteirritación.

Recuadro 4.9

La gente opina sobre las políticas económicas

Fuente: PRONAGOB, PNUD y otros, 1996.

En ocasión del lanzamiento dellibro “¿Es sostenible la globalizaciónen América Latina?”, los investigadoresdel IDH reunieron a 70 estudiantes decuarto de secundaria (16 a 18 años)matriculados en 20 colegios fiscales yprivados de La Paz y El Alto para dis-cutir el lugar de Bolivia en el mundo.El análisis de las 138 preguntas formu-ladas por escrito por estos jóvenesdemuestra que la nueva generaciónconsidera el impacto de la globalizaciónsobre el desarrollo de Bolivia y suidentidad cultural con una mezcla detemor y escepticismo.

La mayor parte (32) de las pregun-tas redactadas cuestionan directamentelos efectos de la globalización sobreBolivia y Latinoamérica (11 preguntas).“¿Cómo podrá nuestro país competiro sobrellevar la globalización si espobre?”, pregunta Carla Verónica (17años) del colegio Simón Bolívar. Enla mayoría de los casos, las preguntasdejan entrever la posición de los jóve-nes en el contexto internacional. Bolivia

es percibida con un enano subdesarro-llado, sub-escolarizado, poco conectadoa Internet, que saldrá perdiendo en eljuego. Se dice además que no cuentacon “una buena democracia ni buenosgobernantes” (Josué Emilio, 16 años,Colegio San Miguel). En muy pocoscasos, los jóvenes creen que la globa-lización pueda favorecer al país. “Conel gas y un desarrollo muy amplio paraBolivia, lograremos un nuevo sistemapolítico, económico y social”, escribeGermán (16 años) del colegio San Si-món de Ayacucho.

El miedo expresado por los jóvenestiene un origen económico, pero sobretodo cultural (22 preguntas): “¿Y quépasa con las culturas ancestrales?”,cuestiona Félix (19 años) de la Univer-sidad Pública de El Alto (UPEA), ya quela globalización es percibida por FavioArmando (18 años, del Colegio SanMiguel) como un proceso de“unificación mundial”, que, según Jo-nathan (17 años, San Miguel) respondea “pensamientos extranjeros y no a la

realidad de nuestro propio país” y quepor lo tanto amenaza con “causar lamuerte de nuestra identidad comobolivianos”, añade Juan Rodolfo (18años del colegio Gran Bretaña).

En ocho casos, los jóvenes cuestio-nan los intereses ocultos detrás de laglobalización y el desequilibrio en lasrelaciones de fuerza que conllevan asu ampliación/imposición planetariaen un marco de “dependencia ymanipulación” (Freddy, 17 años, cole-gio Germán Busch) y de “opresión delos países más potentados sobre lossubdesarrollados”, afirma Juan Fabio(16 años, colegio Germán Busch).

Como consecuencia de esta perple-jidad surge la siguiente ecuación (re-flejada en 7 preguntas): globalización= individualismo = americanización =neoliberalismo = imperialismo.“¿Creen que es posible que algún díala globalización esté libre de la políticade EEUU o creen que pueda existir otraglobalización no propuesta por los in-tereses políticos norteamericanos?”,

Recuadro 4.10

Los jóvenes y la globalización

151

urbana (fundamentalmente Pando) y la zonaurbana de Cochabamba.

Como se puede apreciar, la auto-iden-tificación étnica no explica con claridad unaalta o baja disposición a la apertura de laeconomía, lo que lleva a imaginar que enBolivia los bloqueos respecto a ella no pro-vienen solamente de los deseos de preservarla cultura, sino principalmente de las defi-cientes condiciones de vida de la gente, ge-neradas por una inserción pasiva en la glo-balización.

Aquí el dato generacional es muy signi-ficativo, porque los que tienen en promedioentre 15 y 19 años son los más contrarios auna apertura de la economía al mercado ex-terno globalizado. ¿Cómo explicar esta opi-nión en un grupo en el que, bajo otras con-diciones, podría estar depositada la esperanzadel cambio debido a su predilección por elriesgo y las nuevas tecnologías?

Por una parte, evidentemente los resul-tados de la estabilización y las reformas es-tructurales han resultado insuficientes. Laideología de mercado fue perdiendo peso amedida que las reformas no lograban resul-tados (ver capítulos 1 y 2 de este Informe).También se puede pensar en la influencia dela escuela que, como se analiza en el capítu-lo 6, no está cumpliendo a cabalidad con sulabor modernizadora. Otra explicación po-sible es que son los jóvenes los más expuestosa la integración simbólica en la globaliza-ción, mientras que al mismo tiempo, pade-cen más de una integración material desiguale inequitativa, lo que genera frustración enellos.

El cruce entre apertura al cambio y a laintegración de la economía nacional en elmercado externo introduce un elemento

nuevo en el análisis, que permite aproximar-se no sólo a la orientación del desarrollo, pre-sente en la subjetividad de los bolivianos,sino también a los medios que ellos consi-deran aceptables para alcanzarlo.

Como se vio antes, la población bolivia-na está abierta al cambio, lo cual se expresaen su disposición a integrarse al mundo y amanejar los códigos de modernización en suvida cotidiana. Posee entonces una actitudsiempre dispuesta a empezar de nuevo antesituaciones adversas, a mejorar su trabajo ya aprender nuevas habilidades. Esta actitudfue interpretada como una aspiración decambio, que estaría difundida en un 75% dela población. En cambio, la apertura a lastransnacionales y al mercado exterior alcan-

pregunta Jorge Andrés (17 años) delcolegio Leonardo Da Vinci. Esta ecua-ción conduce a tres jóvenes a proponerun debate teórico sobre la necesidadde “desglobalizar la sociedad”.

En siete casos, los jóvenes cuestio-nan la relación entre la globalización,el desarrollo y una democracia perci-bida como “sólo para los que tienenpoder y no para el pobre” (Carla Vic-toria, 18 años del colegio San Miguel).“¿Cuál viene primero, el huevo o la

gallina, la democracia o la globaliza-ción?”, pregunta Abel Moisés (18 años)también del colegio San Miguel. “¿Sila democracia viene junto con la glo-balización, ¿cuál se respetará prime-ro?”, se hace eco Josué Emilio delmismo establecimiento educativo.

Finalmente, los representantes dela “generación 21060” (según la expre-sión de Jorge, 18 años, del colegioLeonardo Da Vinci) se preguntan (en9 casos), con una visible dosis de an-

gustia, ¿cuál será el papel que les tocaráasumir a un nivel personal o colectivofrente a la globalización?, “¿por quéle cae a los jóvenes la responsabilidadde mejorar la sociedad? ¿Entonces paraqué elegimos a las autoridades?”, es-cribe otro joven. “¿Cómo es posibleque una persona como yo influenciede alguna manera en la globalización?”,añade William (15 años) del colegioMariscal de Ayacucho.

Fuente: Elaboración propia

Fuente: ECADI-03

4.8 % 16.9 %

18.9 % 59.4 %

Alta apertura al mercado

Baja apertura al mercado

Cambio bajo

Cambio alto

Gráfico 4.9

Matriz de disposición de "cambio" y"apertura al mercado"

152

za sólo a un 27.1% (“alta apertura al merca-do”). Posiblemente esto se debe a la formay los resultados que buscaron estas políti-cas específicas. El rechazo sería contra ellas.Este repudio se debe a que la gente percibealtos niveles de corrupción en las autorida-des que gestionaron dichos cambios. Apa-rentemente no se está contra el cambio mo-derno, sino contra las formas históricasconcretas y los resultados que estos cambiosgeneraron en Bolivia.

Cuando se contrastan estas dos opinio-nes, se concluye que sólo para un 16.9% delos bolivianos, la apertura al cambio se con-juga con una actitud similar con respecto ala economía. Es decir, se aspira a cambiar yse percibe además que la llegada de las trans-nacionales ofrece oportunidades para hacerconsistente ese paso.

Para otro segmento numéricamente si-milar al anterior (18.9%), existe una aversiónpor el cambio y también por una apertura dela economía al mercado externo. Es una ac-titud de rechazo o indiferencia frente al cam-bio modernizador y de desaliento o indife-rencia frente a las transformaciones en la eco-nomía.

Pero, en una abrumadora mayoría, quealcanza casi al 60%, se detecta un anhelo decambio y una actitud inversa hacia la aper-tura de la economía. En este caso se com-binan deseos de cambiar con una elevadadesconfianza respecto al desempeño espe-cífico y los resultados de una economíaabierta a la globalización. Los capítulos 1 y2 de este Informe abundan en detalle sobrela calidad de la globalización en la región yen Bolivia. El IDH 2002 muestra la crisis delegitimidad de la política y el de 1998, losdéficits estructurales de la competitividad delpaís.

Por último, para un número poco sig-nificativo (4.8%) de los bolivianos, la aver-sión por el cambio se combina con una in-clinación hacia la apertura económica. Eneste caso la actitud detectada es pasiva y con-servadora, pues se prefiere cruzarse de bra-zos, mientras todo queda librado a las fuer-zas del mercado.

Como se puede apreciar, el mapa de lasdisposiciones en torno al cambio y al mer-cado en Bolivia se estructura sobre todo entorno a la desconfianza y en mucho menormedida alrededor del rechazo o la indiferen-

Cuadro 4.5

Tipo de Grupo

Fuente: ECADI-03(1) Ver anexo metodológico(2) Otros corresponden a las personas que no se consideran pertenecientes a ningún pueblo indígena ni tampoco se consideran mestizas

Desaliento

Tipología de grupos de población según su disposición al cambio y al mercado

Total

Edad

Nivelsocioeconómico

Región

Grupo étnico

Años promedio deescolaridad

Visión de futuro

Confianza (1)

Sólo mercado

Confianza Desconfianza Pasividad yconservadurismo

Descripción Cambio y mercado Sólo cambio Ninguno

16.9%

Indiferenciada

A/B

Santa Cruz y Tarija ruraly urbano, La Paz rural

Indiferenciado

9.3

El país podría estar mejoren el futuro

14.3

59.4%

15 - 19

A/B y C

La Paz urbana, Oruro -Chuq. y Potosí urbanos,Cochabamba urbana y rural

Indiferenciado

9.5

El país está mejor ahora queantes y podría estar mejoren el futuro

10.0

18.9%

Indiferenciada

E

Oruro- Chuquisaca yPotosí rural, Amazoníarural y urbana, SantaCruz y Tarija rural

Criollos y otros (2)

7.3

El país estaba mejor antes

9.0

4.8%

Indiferenciada

E

Santa Cruz y Tarija rural,Amazonía urbana y rural

Indiferenciado

7.9

Indiferenciada

13.0

153

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

cia. Una actitud confiada que ve opciones dealcanzar la transformación a la que aspiramediante la apertura de la economía al mer-cado externo globalizado, está representadapor un segmento social que no alcanza al17%, mientras que una actitud que podríaasociarse con una especie de liberalismo or-todoxo, es asumida por una proporción muypequeña de la gente que no alcanza ni al 5%del total.

A continuación, conozcamos, ahora condetalle, los cuatro grupos, en los que puedeclasificarse la población boliviana con respec-to a sus posiciones en torno a las reformaseconómicas y los deseos de cambio.

Los confiados

En este segmento se conjugan una aspi-ración al cambio con una inclinación favo-rable a la apertura de la economía al merca-do exterior globalizado. El nivel socio-eco-nómico que sobresale en este grupo suele serel alto, mientras la edad resulta indiferencia-da. Las personas de este segmento están entodas las regiones del país, aunque de manerapreponderante en los departamentos de San-ta Cruz y Tarija, donde vemos importantesrepuntes de la economía, expresada en elincremento de la participación cruceña en elPIB nacional a partir de los 90 y en las pers-pectivas de crecimiento de la industria gasí-fera en el sur del país. El promedio de añosde escolaridad en este grupo es superior alpromedio de Bolivia (9.3) y la visión prepon-derante de futuro es que “lo mejor podríaestar recién por venir”.

Se trata sin duda de un grupo en el queprima una actitud confiada respecto al futu-ro, basada en un mejor desempeño econó-mico respecto al conjunto nacional y tam-bién donde la confianza subjetiva se asientaen las chances de un salto económico quepodría darse a partir de las reservas de gas.

La confianza en los demás es extrema-damente baja en este grupo (como lo es parael conjunto del país), aunque comparativa-mente es la más elevada, pues está por enci-ma del promedio del país.

Los desconfiados

Como se vio antes, éste es un el sectormayoritario, porque abarca casi a un 60% dela población. Comparte con el anterior unaalta disposición y expectativa de cambio, sinembargo, se diferencia de éste, porque no

cree que la apertura de la economía, unaacción incrementada de las transnacionalesy mayores salidas al mercado exterior sean lavía para el logro de sus aspiraciones.

En consecuencia, es un grupo, en cuyasubjetividad anidan vías alternativas de de-sarrollo económico, que al parecer, no pasanmecánica o instrumentalmente por la atrac-ción de las transnacionales y que se inclinanpor la preservación y fortalecimiento de laindustria nacional y del mercado interno.Por sus características se puede pensar tam-bién en que es un grupo que exige una par-ticipación más equitativa en la distribuciónde los beneficios de las reformas económicas.La duda es cómo este grupo puede plantearopciones económicas distintas. Sin lugar adudas, esta percepción constituye una opor-tunidad ineludible.

En cuanto a su ubicación geográfica, elgrupo se concentra más en las zonas urbanasde La Paz, Oruro, Chuquisaca, Potosí yCochabamba. Se trata de las regiones occi-dentales más golpeadas por el declive de laminería y donde en los últimos 20 años seha experimentado un decaimiento económi-co con la consecuente profundización de lasdesigualdades sociales, la agudización delconflicto social y la dificultad de construirinstituciones regionales creíbles y confiables(IDH en La Paz y Oruro, PNUD 2003). Peroademás se trata de regiones en las que, a di-ferencia de lo que pasa en Santa Cruz oTarija, se ha deteriorado la capacidad paraatraer inversiones y dinamizar la economía.El nivel socio-económico preponderante deeste grupo está en los estratos altos y medios.

El índice de confianza en este grupo esmuy bajo (10%) mientras que su visión defuturo se centra en el presente, así como enlas posibilidades de mejorar en el futuro.

Lo que diferencia a este grupo del ante-rior no es tanto su meta de futuro, que es elcambio, sino los medios para alcanzarlo,entre otras cosas, porque los mecanismos quehan caracterizado hasta ahora la inserción deBolivia en la globalización no han logradoincluirlos ni llenar sus expectativas.

Los desalentados o excluidos

Este grupo está conformado por aque-llas personas que carecen de una disposiciónal cambio y también de una inclinación fa-vorable a las transnacionales y al comercioexterior. Aquí encontramos a los más exclui-dos por las reformas estructurales, los más

154

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

pobres entre los pobres. Sus miembros novisualizan un desarrollo posible para Boliviay rechazan una apertura de la economía almercado. Es un grupo indiferenciado en tér-minos de edad y sobresalen en él, las perso-nas sumidas en la extrema pobreza. Su ubi-cación preponderante está en las áreas rura-les de Chuquisaca, Potosí y Oruro, zonasdonde los escenarios de pobreza son máscríticos, porque concentran no sólo los ni-veles más elevados de necesidades básicas in-satisfechas, que llegan a superar a un 90% dela población, sino que además su ritmo dereducción de estas necesidades fue muy mo-desto en el periodo 1992-2001 (IDH altipla-no marítimo, 2003). También se destacan eneste grupo la amazonía rural y urbana y laszonas rurales de Santa Cruz y Tarija, lo quemuestra las grandes brechas entre áreas ur-banas y rurales en estos departamentos.Mientras la ciudad de Santa Cruz tiene a me-nos del 50% de su población en el marco denecesidades básicas insatisfechas, más del90% de su población rural está ahí. Algo si-milar ocurre en Tarija. En la región de laamazonía, el caso de Pando es similar a losanteriores, mientras que Beni se caracterizapor grandes necesidades básicas insatisfechasque superan el 70% en todo su territorio.

La visión de futuro en este grupo deno-ta desaliento y pesimismo respecto al presen-te y al futuro (“Bolivia estaba mejor antes”),mientras que la confianza es la más baja deltotal dado que alcanza a sólo un 9%.

Los pasivos-conservadores

En este grupo se juntan las personasrenuentes al cambio, mientras admiten debuen grado la llegada de capitales extranje-ros en un marco de una apertura económi-ca. Representan menos del 5% de la pobla-ción, en el que parece mandar un conserva-durismo de mirada optimista respecto a lasperspectivas de futuro del país, combinadapor un deseo de mantener el statu quo basa-do en las fuerzas del libre mercado.

En este grupo, la edad es indiferenciada,el nivel socio-económico preponderante esmuy bajo, mientras que su ubicación regio-nal se coloca en las áreas rurales de Santa Cruzy Tarija y en la amazonía urbana y rural.

En síntesis, en la subjetividad de losbolivianos, la realidad de la economía boli-viana parece reflejarse de una manera másclara, que sus posibilidades futuras. La gen-

te está abierta a la inversión externa, perodesconfía, dada su reciente experiencia, desus resultados. En la mayoría parece primarla desconfianza alimentada por una historiade exclusión de los beneficios de las reformaseconómicas de los últimos 20 años. En efec-to, es la gente más pobre y son las regionesmenos dinámicas en lo productivo, donde seconcentra una mayor renuencia ante la aper-tura a las transnacionales y al comercio ex-terior. A partir de esta evidencia empírica sepuede concluir que lo que obstruye una in-serción más activa de la economía bolivianaen la globalización, es la propia frustraciónligada a procesos y a los resultados insuficien-tes en esta área.

Al mismo tiempo, para más de 70% dela población, la orientación de futuro estácifrada en el cambio, aunque no existe elmismo consenso cuando se habla de losmedios considerados aceptables para el logrodel mismo. Mientras para cerca de una cuar-ta parte de quienes aspiran el cambio, la víaaceptable para alcanzarlo es la apertura a lastransnacionales y al comercio exterior, parala mayoría, todo pasa aparentemente por unaopción más bien endógena de potenciacióninterna. Quizás allí radique el secreto delfuturo subjetivo de la globalización en Boli-via: combinar un “desarrollo desde adentro”con una inserción más productiva en laglobalización.

En ambos casos, estas opciones provie-nen sobre todo de personas de estratos altosy medios, mientras que la población más po-bre parece situarse más entre el desaliento yel pesimismo ante las opciones de desarro-llo del país.

Una visión regionalizada de estas distin-tas disposiciones permite afirmar que en losgrupos y regiones de claro liderazgo econó-mico, se confía más en una inserción en losmercados globalizados. Este dato, presenteen zonas como Santa Cruz y Tarija, se debea que son centros de apoyo logístico, admi-nistrativo y técnico de las áreas más dinámi-cas de la economía nacional como el gas y losproductos agroindustriales.

La desconfianza en cambio se concentraen los grupos sociales y las regiones más afec-tadas por el tipo de inserción excluyente enla globalización, que ha caracterizado a Bo-livia en los últimos años. Ahí están las regio-nes del occidente en las que la economía hatendido a decaer, profundizando las desigual-dades sociales, agudizando los conflictos yprofundizando la debilidad institucional.

155

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

En definitiva, se podría decir que las dis-posiciones subjetivas respecto al curso quedebe seguir la economía, están marcadas porlos márgenes de inclusión y exclusión eco-nómica y social de grupos sociales y regio-nes, donde a mayor marginación, mayoresson los obstáculos para una inserción activaen la globalización, lo que establece un cír-culo vicioso de estancamiento y deterioroeconómico que termina afectando al conjun-to del país.

Por tanto, la exclusión de vastos grupossociales y regiones no puede ser vista sólocomo un saldo inevitable de la globalización,sino que es uno de los principales impedi-mentos para hacer sostenible la economía yla propia nación.

Conclusiones

Los anteriores tres informes de desarro-llo humano en Bolivia han venido insistien-do sistemáticamente en la necesidad de me-jorar la competitividad, ampliar la inclusiónsocial y promover la deliberación como lasvías obligadas para avanzar. El presente do-cumento pretende dar un paso más allá al se-ñalar además algunas pistas para alcanzaresos objetivos deseables. He ahí la utilidadatribuida a esta investigación.

A modo de conclusión de este capítulose puntualizarán algunas de las pistas encon-tradas, las que, sin embargo, quedan abier-tas a posteriores discusiones y a una mayorprofundización:

Cuando se habla de la sorprendentedinámica de desarrollo que ha experi-mentado el este y sudeste asiático (Co-rea, Taiwán, Singapur o China), sepensaría que se trataba de países conóptimas condiciones de partida paradesarrollarse económicamente. No esel caso. Durante las décadas del 50 y60, el ingreso real y las condiciones devida en esa zona eran similares y, aveces peores, que aquellos de las so-ciedades africanas. En suma, allí, hastahace poco, la política había sido con-flictiva y el crecimiento económico,limitado. De lugares con estas carac-terísticas no se esperaba una superaciónacelerada de sus enormes problemassociales. Incluso pensando en el mejorescenario, era poco realista suponerque pudieran competir con las indus-trias de alta tecnología de los paísesaltamente desarrollados.

Sin embargo, a pesar de tales con-dicionantes, los países del este y sudesteasiático han vivido verdaderos milagrosde prosperidad, habiendo eliminado lapobreza y la inestabilidad social enpocas décadas. Al mismo tiempo, eseimpulso les ha permitido lograr unasorprendente competitividad industrial

y altos niveles de vida para sus ciuda-danos.

¿Cómo lo lograron? Su éxito serealizó gracias a una participación es-calonada en la red productiva regionala través del comercio y la inversión.La oferta interconectada estuvo dadaen principio entre Japón y el grupoconformado por Corea, Taiwán, HongKong y Singapur. Luego se extendió aMalasia, Tailandia, Filipinas e Indone-sia. El tercer pelotón estuvo compuestopor China y Vietnam.

Una vez iniciado este dinamismoregional, cada país fue sometido a unapresión constante para mejorar su tec-nología, desarrollar su capital humanoy mejorar su competitividad. Las em-presas multinacionales jugaron un rolclave como portadoras de capital, tec-nología y gestión empresarial. Fueronverdaderos agentes de la integracióneconómica. Desde el lado de la deman-da, el crecimiento del este y sudesteasiático dependió mucho de un merca-do externo monumental, especialmenteamericano.

Pero eso no fue todo. Su estrategiaconsistió además en generar un altocrecimiento económico, favorecido por

la intervención de un Estado fuerte,aunque no siempre democrático, quejugó un rol primordial en el momentode enfrentar las desigualdades de in-gresos y velar por la equidad social.El resultado fue una franca disminuciónde los índices de pobreza, que en estecaso fue el resultado de una estrategiade desarrollo efectiva y no su causa.

Sin duda, uno de los hechos máscriticados de este modelo ha sido laausencia de libertades individuales yel peso agobiante de la autoridad sobrediversos aspectos de la vida social.Varios analistas han calificado a estosexcesos como producto de los “valoresasiáticos”. Amartya Sen, un académicomuy próximo a esta zona geográfica,ha advertido que no existen valoresunánimes ni aceptados por todos en laregión y que en toda cultura hay disi-dentes. Con tales argumentos, este Pre-mio Nóbel de economía ha logradocombatir una especie de automatismocultural, que atribuye éxitos económi-cos a sociedades aparentemente sumi-sas y disciplinadas. Sen se ha destacadopues por articular la libertad con eldesarrollo.

Recuadro 4.11

La fórmula del este y sudeste asiático

Fuente: Ohno, Kenichi, 2003, Sen, 2000

156

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

- En Bolivia existe una alta disposición alcambio, pero además el país está cam-biando y lo está haciendo al calor de lospropios procesos de modernización delos que no está exento. En este contex-to, hay una plena aceptación del para-digma tecnológico-informacional.

- Dado que ese es un enorme potencial encontextos desafiantes tan profundoscomo los que propone la globalización,es necesario matizar el anterior hallazgodando cuenta, al mismo tiempo, de laslimitaciones que esta sociedad enfrentaa la hora de traducir esta disposición alcambio en oportunidades reales de cre-cimiento económico y desarrollo huma-no. Tales límites vienen dados por ladebilidad de la economía y la pobreza,sin embargo ese no es el único factor debloqueo dentro de una sociedad muchomás compleja de lo que se supone.

- Un mapa de las disposiciones subjetivashoy en Bolivia, muestra al menos cua-tro situaciones que requieren particularatención:• Una es la incidencia de la pobreza

en los contextos actuales de cambio.El análisis empírico permite aseve-rar que, en el marco de sus condi-ciones subjetivas, para cerca de unacuarta parte de la población bolivia-na, la pobreza extrema es un obs-táculo importante para cualquierambición de cambio y más aúnpara poner en marcha una dinámi-ca que transforme sus condicionesde vida. Ello provoca desaliento so-bre el futuro.

• Sin embargo para la mayoría de lapoblación pobre en el país, la situa-ción descrita no es sólo un asuntoemergente de la pobreza. Es, antetodo, producto de las crecientes as-piraciones de cambio y progreso,unidas a la desconfianza de poderalcanzar algún día esas metas, dadaslas condiciones presentes en las quese desenvuelve su vida. En este caso,los bloqueos parecen provenir nosólo del desaliento, sino sobre todode una inseguridad reflexiva sobreel futuro, que se alimenta de la des-confianza del otro, principalmente,del que tiene el monopolio de lasdecisiones, y, por consiguiente, dela exclusión de la mayoría de losámbitos de decisión política. Como

lo que la gente observa no le da lasseñales necesarias para mirar el en-torno con confianza y seguridad, re-chaza las vías en curso y proponeotras posibles que al no poder sercanalizadas adecuadamente, se es-trellan contra un Estado cada vezmás presionado y débil.

• En Bolivia siempre se ha pensadomucho en los pobres y poco en lasclases medias y las élites. Hoy pare-ce necesario prestar atención a estossegmentos sociales. En efecto, elmapa de la subjetividad en el paísmuestra que unas son las disposicio-nes al riesgo y la innovación de lasélites en regiones y contextos dedinámica económica emergente, yotras muy distintas las de las élitesen contextos estancados o en retro-ceso. En el primer caso, las disposi-ciones son altas, en el segundo, sonbajas y están bloqueadas quizás porla misma inseguridad discutida enanteriores líneas para los segmentospobres. La realidad actual muestraseñales adversas a la confianza en elfuturo. En un contexto así, prospe-ra el escepticismo respecto de las ac-ciones y decisiones del otro. Parecetratarse, en definitiva, de una inse-guridad en el futuro que paraliza lacapacidad de innovación incluso ensegmentos de la sociedad más favo-recidos y con buena instrucción.

• Por último existe un segmento so-cial conformado por personas queacumulan una capacidad subjetivade riesgo e innovación, basada enuna adaptación pragmática a lastransformaciones en curso que pa-reciera, más allá de las limitaciones,incidir de manera activa en talesprocesos. Este segmento es minori-tario frente a una mayoría para lacual esta opción está fuera de su ho-rizonte subjetivo.

- De manera general, cerca del 70% de lapoblación tiene una actitud favorable alcambio y sólo un 30% aparece como“indiferente” o “reacia”. Sin embargo esamayoría enfrenta una tensión en suseno, pues estaría considerando que laspolíticas y estrategias de desarrollo no lafavorecieron e incluso la perjudicaron ensus aspiraciones a favor de una integraciónal mundo con equidad. Esta valoración

157

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

mayoritaria en Bolivia estaría ademásinfluenciada por una memoria históri-ca y cierto “sentido común”, orientadosa descifrar las transformaciones en cur-so. El desafío para este grupo parece serlograr una inflexión en las políticas deintegración en los mercados globalesmás sensible a las demandas de creci-miento con equidad existentes en la so-ciedad, pero también una inclinaciónpro-activa y abierta a la innovación so-cial y económica.

- Una actitud pro-activa en contextos decambio económico, tecnológico y socialtan intensos y acelerados como los quese viven hoy, radica normalmente engrupos en principio minoritarios, quecumplen el rol de mostrar nuevos hori-zontes y transformar la sociedad. Mu-chas veces las visiones mayoritarias tien-den a ser conservadoras y a retrasar loscambios necesarios. Por ejemplo, como

muestra este informe, una vía exclusiva-mente endógena para la economía bo-liviana, muy presente en ciertos discursospolíticos y alimentada por un mayorita-rio escepticismo sobre los resultadosactuales de la globalización, no pareceser la opción más realista, considerandolos desafíos de desarrollo y las restriccio-nes del país. En este caso, la necesariainnovación quizás implique políticasque equilibren la apertura a los merca-dos globales con opciones de desarrolloendógeno y estructuras institucionalesheterodoxas. En síntesis, el cambio notendría que ser visto sólo como unadesviación de la opinión mayoritaria,sino como una búsqueda de alternati-vas estratégicas sobre las cuales la socie-dad tendría que estar lista a deliberar.En ese sentido, es posible pensar en queciertas minorías, al margen de su podery extracción social, consigan señalar el

El Informe de Desarrollo Humanoen Bolivia del año 2000, se intentóconocer qué piensan las élites regiona-les bolivianas acerca de los principalesdesafíos del desarrollo humano. ¿Porqué se habló con ellas? Sobre todoporque uno de los rasgos de la globali-zación es justamente la posibilidadabierta para las regiones de desmarcarsede sus respectivos Estados nacionalesa fin de rearticularse con la economíamundial de forma autónoma. Hoy, re-giones tan importantes como Califor-nia, Sao Pablo, Cataluña o Renania delNorte se han transformado en polosvitales del mercado, la técnica y lamanufactura. ¿Puede vislumbrarse lomismo en Bolivia?

La consulta realizada en 2000 en-contró tres pensamientos dominantesde las élites en el país. La primeraplanteaba que la región se relacionaraproductivamente con el mundo, olvi-dándose del resto de la nación, consi-derada más bien como un lastre pres-cindible. La segunda señalaba que lo

prioritario era que la región se integraramejor al país interno, fortaleciendo elmercado nacional y dándole la espaldaa un mundo hostil, ajeno y competitivo.La tercera opción comprendía que vin-cularse con mercados exteriores no esimpedimento para hacerlo al mismotiempo con el frente económico interno,es decir, conexión por doble vía.

¿Qué regiones se inclina hacia unau otra dirección? En general se observaque Beni, Pando y una fracción deSanta Cruz tienden a pensar más en unnexo directo con el mundo, dejando delado al resto de Bolivia. En el caso delos dos primeros, esta salida es vista,sin embargo, con pesimismo, mientrasuna parte de los cruceños parece cele-brar su desconexión con la república,pues tendría como contraparte que ellossean “alguien” en el planeta. En el otroextremo, es decir, en el polo favorableal mercado interno y a la cohesiónnacional al margen del planeta, estánCochabamba y Chuquisaca. Por suparte, quienes aspiran a conectarse con

los mercados externos y al mismo tiem-po, aglutinar las fuerzas económicasinternas, son La Paz, Oruro, Tarija,Potosí y un segmento de las élites cru-ceñas. En general, los tarijeños, unaparte de los cochabambinos y los cru-ceños miran sus opciones con optimis-mo, imaginando que sus regiones seráncapaces de enfrentar activamente suinserción económica. Al contrario, elfatalismo predomina en benianos, pan-dinos, paceños, potosinos, orureños,chuquisaqueños y una parte de las élitescochabambinas, es decir, en las zonascon desempeños económicos declinan-tes y experiencias traumáticas con di-versas estrategias de desarrollo y cre-cimiento. Estos datos son importantesdentro de este capítulo del IDH 2004,porque muestran de manera indirectacómo la desconfianza en el porvenirengendra fatalismo y poca fe en lasposibilidades colectivas, en este caso,de una región confrontada con su apren-dizaje conjunto y sus expectativas.

Recuadro 4.12

Las élites bolivianas ante el desarrollo y la globalización

Fuente: PNUD, 2000

158

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

camino del cambio y se constituyan enagentes de innovación. La pregunta esentonces cuánta consistencia, transpa-rencia, convicción y habilidad tendránestas minorías para involucrar a una ma-yoría, las más de las veces escéptica, enprocesos amplios de innovación y adap-tación al cambio. Estos temas, creemos,tienen una importancia excepcional enla formulación de las ideas que se pue-

Crisis, complejidad, incertidumbrey desconfianza son términos muy pre-sentes en la sociedad actual. Los indi-viduos modernos viven sumidos en eltemor por lo que viene y vendrá. Elmiedo se ha convertido pues en unsentimiento cotidiano. La fórmula paravencerlo es sin duda la confianza, esdecir, la posibilidad de entregarse sinmucho cálculo a los demás. Sólo unared social de amigos, colegas, vecinoso familiares permite que las personasde hoy se desenvuelvan con algo deseguridad en un mundo cada vez máscompetitivo y ajeno.

¿Por qué se ha incrementado tantola incertidumbre en el porvenir? Segu-ramente uno de los factores que laexplican mejor es el hecho de que lavida social se ha hecho más complejae incomprensible. Para contar con ciertonúmero de certezas, hace falta cadavez más conocimiento e información.La carencia de datos sobre el entorno,una vez más, puede ser salvada demanera más acelerada por la confianza.Uno confía en el otro, porque suponeque sabe más o que puede ayudarnosa resolver nuestras dudas.

En tal sentido, en el mundo de hoyla confianza ya no se asienta sólo enla familiaridad con los hechos o en laspercepciones del pasado. Ahora éstanecesita encontrar un balance nuevo yestabilizador, donde la disposición sub-jetiva de la gente hacia un cambioincierto no se base sólo en la experien-cia directa, asegurada por la tradición,los supuestos, los mitos o la religión,ni tampoco en la convicción de que

hay que empezar todo de cero. Actual-mente la confianza sólo puede serconstruida a través de acumulacionesculturales diversas y, al mismo tiempo,desde la posibilidad de exista comuni-cación entre ellas.

Pero, ¿cómo construir confianzaentre las personas habida cuenta de lasdificultades aludidas aquí brevemente?Un primer paso, sobre todo en Bolivia,debería ser la refundación de las pre-misas institucionales, sociales y políti-cas del país, logro que podría esperarse,por ejemplo, de la prometida AsambleaConstituyente. Como se observa, laruta pasa por una genuina profundiza-ción de la democracia, un manejo másflexible de la diversidad, una mayorcapacidad para asumir responsabilida-des individuales y colectivas, en sínte-sis, más oportunidades para que cadauno se convierta en sujeto o artífice desu propia vida. Se trataría de una es-trategia que provoque dudas construc-tivas, no paralizantes, que, a su vez,generen más preguntas que respuestas,y por ello promuevan el diálogo, pilarcentral para edificar nuevos consensos.

Si se observa bien, lo planteadobusca influir en la subjetividad de laspersonas y los grupos sociales, es decir,pretende transformar sus predisposicio-nes, articular las voluntades y producirun cambio en los comportamientos ylas actitudes. ¿Por qué no pensar en-tonces en una suerte de políticas de lasubjetividad?, es decir, en medidasinstitucionales orientadas a ensancharla confianza entre las personas, antesalaindispensable para la construcción deactores sociales pro activos.

¿En qué podrían consistir tales po-líticas? Veamos algunas sugerencias:- Una meta fundamental parece ser

restituir la dignidad de las personas,sobre todo, de las más pobres y ex-cluidas. Ello implica su acceso a losservicios elementales, parte vital dela lucha contra la pobreza.

- Junto a una mejora de las condicionesde vida, otro espacio importante enel que tendría que incidir una políticade subjetividad es el de la conviven-cia intercultural. A fin de alcanzarun interculturalismo ciudadano (verel capítulo 3 de este Informe), pareceimportante transformar los principa-les centros de producción simbólicay socialización como las escuelas,los medios de comunicación y losámbitos públicos en general. Allídebería promoverse el respeto porlas diferencias y la dignidad de losmarginados.

- En el plano institucional, sería im-portante promover la transparencia,lo que implica no sólo proporcionara la población información de maneraabierta, sino una rendición periódicade cuentas de las autoridades a finde fortalecer la confianza en el ma-nejo de los intereses públicos.

- Además, y principalmente en el mar-co de la resolución de conflictos, esindispensable que la palabra de lasautoridades y los actores sociales searespetada y que los acuerdos a losque se arribe, sean un referente ciertoy confiable para avanzar en una nue-va relación encaminada a obtenersoluciones.

Recuadro 4.13

Políticas de subjetividad

Fuente: Elaboración propia

den establecer entre las élites regionalesy la nueva multiculturalidad existente enlas regiones (ver: PNUD, 2002 y 2003).

- A la luz de estas consideraciones es po-sible también decir que el cambio y lainnovación no sólo dependen de refor-mas institucionales o políticas bien di-señadas. Éstas no tendrán éxito si ade-más no están inscritas en la subjetividad,los valores, sentimientos, el sentido co-

159

Condiciones subjetivas para elinformacionalismo

mún y la memoria histórica de la gente.Quizás una de las mayores limitacionesde las reformas liberales de los últimosaños haya consistido precisamente en nohaber considerado suficientemente quelas verdaderas transformaciones socialesse hacen en la subjetividad de la gente yquizás ese constituya el mayor desafíopolítico para Bolivia ahora que se re-quiere, ante todo, reconstruir la confian-za y un nuevo sentido del nosotros. Esmás, ésta parece ser una tarea ineludibledesde cualquier opción política que se

plantee con seriedad un país capaz demirar al futuro con algo de seguridad.

Al parecer Bolivia está en un momentoen el que ya son insuficientes las viejas for-mas de influir políticamente sobre la socie-dad. Hoy en día, dadas las tendencias encon-tradas, tanto el conservadurismo social comola demagogia sólo contribuirán a profundi-zar la desconfianza y la crisis de la democra-cia. Es necesario por tanto, afrontar los con-flictos y las tensiones de manera abierta ymediante nuevos consensos.

161

Campo informacional e Internet

Campo informacional e InternetCapítulo 5

Introducción

La sociedad contemporánea se ha transformado considerablemente en losúltimos años. La dinámica social ha dado un salto cualitativo a partir de las re-cientes mutaciones tecnológicas y las bases que sostenían a la sociedad industrialse están reconfigurando, dando paso a una nueva realidad: la sociedad-red (Castells1997). El rasgo fundamental de este cambio es que en el núcleo mismo de la lógicacapitalista se ha instalado la tecnología de la información. Como bien sugiere elIDH 2001: “La revolución tecnológica y la mundialización están creando la erade las redes; y esto está cambiando la manera en que se crea y se difunde la tec-nología” (IDH 2001:4).

Cabe recordar que desde los inicios de la historia del capitalismo hasta nues-tros días, la tecnología y el conocimiento siempre estuvieron en el centro de sudinámica productiva. Sólo cuando la máquina, junto al trabajo, fueron usadoscomo un motor para la producción, hubo posibilidades para la acumulaciónpropiamente dicha del capital y nacía por tanto el capitalismo. Sin embargo, loque ha hecho que el actual período sea un quiebre con respecto al pasado, es que,por un lado, el modelo industrial, centrado en torno al trabajo como valor, dejóde generar capitales y sentidos de desarrollo, y por otro lado, la tecnología de lainformación se instaló en el centro fundamental de la vida social, transforman-do así distintos ámbitos de la actividad humana, que van desde la economía ysus dinámicas productivas, hasta la sociedad y la cultura.

Como ya se mencionó en el primer capítulo de este Informe, la sociedad in-formacional se distingue por las siguientes características:

162

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

- Su capacidad para producir y usar tec-nologías de información como instru-mento fundamental para el desarrollo.

- La intensificación de los flujos de infor-mación y comunicación convertidos enel eje de la globalización económica. Elacceso que se tenga a dichos flujos esvital para las sociedades.

- La selectividad de estos flujos de infor-mación, dependiendo de la productivi-dad y competitividad y del poder que setenga en ellas. Estas redes inciden ade-más en la sociedad sobre todo porque:• Determinan la posición de los acto-

res, organizaciones, instituciones yeconomías. Éstos se distinguen en-tre sí según sea su posición en la red.

• Definen las diferencias dentro de lasredes como entre ellas, según sea laimportancia estructural de los flujosde información creados por ellas.(Castells, 1997)

Dado que la sociedad-red está asociadaal uso, producción y consumo de informa-ción, su relación con ésta es ahora un aspec-to crucial del desarrollo, tanto por sus poten-cialidades en la producción como por sucapacidad para modificar la vida cotidiana.La conformación de un campo informacional,espacio estratégico para el desarrollo huma-no, adquiere un gran valor y su evoluciónfacilita o impide la interacción permanentey simultánea entre los ejes de esta nueva so-ciedad. Es entonces de una importancia ca-pital conocer el estado de este campo para sa-ber con qué capacidades se cuenta para en-frentar un desarrollo informacional.

Como se ha argumentado a lo largo deeste Informe, Bolivia requiere de un estilo dedesarrollo capaz de saldar los rezagos del

Tecnología para reducir la pobreza

Recuadro 5.1

Fuente: IDH, 2001: 1

La tecnología ha sido un poderoso instrumento de desarrollo humano y reducciónde la pobreza.

Las inversiones en tecnología, al igual que las realizadas en educación, puedendotar a las personas de mejores instrumentos, de modo que sean más productivas ymás prósperas. La tecnología es un instrumento y no sólo un beneficio, del crecimientoy el desarrollo.

pasado (desarrollo pendiente), pero que a lavez, pueda enfrentar los desafíos de la glo-balización informacional (desarrollo necesa-rio). Este capítulo señala que para lograr unmodelo informacional de desarrollo, es fun-damental contar con un campo Internetsólido, activo, vinculado a la cultura y a laproducción. Sólo así, el país estaría en con-diciones de resolver el desarrollo pendientey el necesario. No habrá pues desarrollohumano sin una cultura informacional esta-ble y activa. Como se argumentará a lo lar-go del capítulo, en Bolivia, este campo tie-ne lógicas duales y en algunos casos, exclu-yentes. Por ello, hay que buscar una lógicaintegradora y de inclusión social, articuladaa la dinámica económica. La globalización enBolivia no será sostenible ni favorable aldesarrollo humano, si no va de la mano deun informacionalismo, que coloque en elcentro a los actores sociales el uso de nuevascapacidades.

Las preguntas que guían este texto son:¿quiénes son los actores del campo informa-cional?, ¿cuáles son sus potencialidades?,¿cuáles son las formas de uso de Internet enel país?, en síntesis, ¿cómo está el campo in-formacional en Bolivia?

Para estudiarlo y esbozar algunas res-puestas a estas interrogantes, se deben ana-lizar primero las condiciones estructurales dela tecnología, es decir cuál es el soporte ma-terial en el que funcionan los actores, tareaque se realiza al inicio. En la segunda parte,se ingresa al mundo de los “usuarios” de In-ternet, intentando explorar el perfil del usua-rio boliviano. Finalmente, se profundiza enel conocimiento de los “productores” del in-formacionalismo, particularmente en elámbito laboral, estudiantil y el de los ensam-bladores.

163

Campo informacional e InternetLa infraestructura tecnológica

La rápida expansión de las nuevas tec-nologías de la información demanda el usode redes de telecomunicaciones más amplias,con mayor y mejor cobertura. La infraestruc-tura tradicional en este terreno siempre es-tuvo dividida entre los servicios de datos paratransmitir información y aquellos de voz,orientados a la telefonía, pero durante losúltimos años y con la gran penetración mun-dial de la red Internet, hoy se habla de unaconvergencia de tecnologías que combinanen una misma vía la telefonía, la radio, latelevisión o el Internet.

Bolivia ha tenido acceso a la red desde1992 cuando el PNUD, en trabajo conjuntocon el Consejo Nacional de Ciencia y Tec-nología (CONACYT), creó un proyecto llama-do Bolnet. El primer acceso fue mediante unenlace satelital que conectaba a la ciudad deLa Paz con la de Nueva York donde se en-cuentran las oficinas centrales del PNUD.Dicho enlace tenía un ancho de banda com-parable al que hoy tiene un hogar y atendíaa varios usuarios pioneros en el empleo delcorreo electrónico y el intercambio de infor-mación interactiva.

Al igual que el de otros países de la re-gión, el mercado boliviano de telecomuni-caciones se ha caracterizado por ser un mo-nopolio estatal regulado y administradocomo empresa pública. Sin embargo en elmarco de la llamada capitalización, Boliviavendió el 50% de las acciones de la EmpresaNacional de Telecomunicaciones (ENTEL)mediante una licitación pública internacio-nal a Telecom Italia, la cual se comprometióa administrar la entidad, en el marco de unmercado monopólico por cinco años, paraluego apoyarla en la transición hacia unmercado abierto.

Para regular el mercado de telecomuni-caciones, así como otros monopolios, pro-ducto de la capitalización, se crearon variassuperintendencias sectoriales, cuyo rol prin-cipal es garantizar el cumplimiento de lasleyes, un buen servicio al cliente y, principal-mente, fijar las tarifas para los servicios. Eneste sector, la Superintendencia de Teleco-municaciones (SITTEL) informa que el suyoes uno de los que ha exhibido mejores ges-tiones y mayor crecimiento en los últimoscinco años. Por otro lado, el gobierno poseeun viceministerio de telecomunicacionespara la formulación o revisión de leyes refe-ridas al tema, su uso y cobertura. Así, en los

últimos dos años, ha trabajado en un proyec-to de cobertura rural sobre todo para pobla-ciones de al menos 10 mil habitantes.

Infraestructura en uso

La topografía del país hace que sea casiimposible tener una cobertura amplia deredes cableadas, ya que los costos son eleva-dos y el mercado demandante de estos ser-vicios, demasiado pequeño. Sin embargoluego de la apertura del mercado de las tele-comunicaciones, hoy en día se cuenta con másde 1.800 operadores registrados (SITTEL).

Para propósitos de este informe, se havisto por conveniente estudiar las siguientesinfraestructuras:• Red de telefonía fija• Red de telefonía móvil• Red de fibra óptica

Red de telefonía fija

Esta área es quizás la más antigua entérminos de infraestructura, porque se re-monta a las redes analógicas de teléfono queexistían con aparatos rotatorios.

Los principales actores en este ámbitohasta antes de la apertura al mercado fueronlas cooperativas de teléfonos. Después deésta, entraron nuevos competidores al sectorcomo ENTEL y AES Communications.

En el gráfico 5.1 se puede observar laevolución de líneas fijas en servicio en el país.El mayor crecimiento de los últimos cincoaños se dio el 2002 como resultado de unaapertura de mercado que provocó un descen-so en las tarifas y una mayor cobertura.

Gráfico 5.1

Evolución de las líneas fijas en servicio en Bolivia

Fuente: Sittel.(1) Preliminar.

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

0

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

(1)

164

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Líneas fijas en servicio Líneas móviles en servicio Total líneas en servicio

Gráfico 5.2

Cantidad de líneas fijas y móviles en servicio

Fuente: Sittel.(1) Preliminar.

200.000

400.000

600.000

800.000

1.000.000

1.200.000

1.400.000

1.600.000

1.800.000

0

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002(1)

Sin embargo, pese a este crecimientoacelerado, Bolivia apenas cuenta con 620 millíneas fijas, de las cuales sólo un pequeñoporcentaje son digitales, las que, de aumen-tar, permitirían otro tipo de aplicaciones dealto rendimiento. El principal obstáculo queenfrentaron las líneas fijas para su expansiónfue el elevado costo de la acción ofertada porlas cooperativas que oscilaba entre los 500 ylos 1.500 dólares, lo cual restringió el con-sumo a la clase media y alta.

Las cooperativas cubren en general áreasmuy definidas y locales, mientras que ENTEL

lo hace en las zonas no atendidas por coo-perativas o, junto con otros operadores,atiende los servicios de larga distancia nacio-nal e internacional. En este servicio, ENTEL

tiene la mayor participación del mercado.Hasta finales de 2002 contaba con el 91%del mercado de larga distancia, aunque se es-tima que para fines de 2003 bajará a 71%debido a la fuerte competencia en este mer-cado sobre todo con la utilización de servi-cios de voz sobre IP (conversaciones telefó-nicas vía Internet).

Red de telefonía móvil

Tras la capitalización, se otorgaron licen-cias a dos operadores dentro de la telefoníamóvil: ENTEL y TELECEL. La empresa pioneraen este campo fue TELECEL que en 1992 in-gresó al mercado boliviano para ofrecer te-lefonía celular analógica, primero en La Paz

y luego en las otras ciudades grandes del país.ENTEL introdujo un sistema digital (TDMA)con amplia cobertura y esquema de serviciosmás amplios que la ya experimentada paraentonces por su competidora. Ello obligó aTELECEL a mejorar su plataforma de tecnolo-gía digital (TDMA) a fin de hacerse competi-tiva. Cuando ingresó el segundo operador detelefonía móvil, el principal cambio fue eldescenso de las tarifas, pues de un costo de50 centavos de dólar, éste bajó a 15 en pro-medio, lo cual dio paso una expansión ace-lerada de esta tecnología en la medida en quedejó de ser un servicio de lujo para conver-tirse en un fuerte competidor de la telefoníafija.

Después de poco tiempo, el mercadorecibió al tercer operador del área: Nuevatel,que para distinguirse de los anteriores, optópor instalar una plataforma tecnológicadigital (GSM) con capacidad para soportardatos y no sólo voz. Nuevatel utiliza comonombre comercial el término “Viva”.

A su vez, ENTEL decidió lanzar al mismotiempo que Viva, una plataforma adicionala su ya instalada TDMA, basada en GSM,1 parapoder captar la mayor parte del mercado detelefonía móvil con lo que se convirtió en elprincipal proveedor de este servicio integran-do. Para finales del 2002, en Bolivia se conta-ba con alrededor de un millón de líneas mó-viles. En el gráfico 5.2 se puede observar elcrecimiento de las líneas móviles compara-do con el de las líneas fijas.

1 Para ver más datos sobre las diferencias entre TDMA y GSM, ver el glosario de este Informe.

165

Campo informacional e InternetComo se observa, la telefonía móvil hacrecido considerablemente y gracias a losbajos costos para adquirir un aparato portá-til, su penetración en las ciudades ha sido rá-pida. En el gráfico 5.3 se observa la densi-dad de telefonía en Bolivia y cómo la móvilocupa el mayor volumen.

La telefonía móvil tiene una densidadaproximada del 10% dentro de la poblacióntotal y su mayor concentración está en el ejecentral como se puede ver en el cuadro 5.1.

Red de fibra óptica

Luego de la implementación de tecno-logías móviles y de los elevados costos por eluso de señales satelitales, ENTEL instaló unared de fibra óptica en las principales ciuda-des del país. Dicha red es usada articulandoservicios como la telefonía de larga distan-cia, la transmisión de datos o el acceso aInternet. La citada fibra óptica sale del paíspor Tambo Quemado y va hacia Arica para

Gráfico 5.3

Evolución de la densidad telefónica en Bolivia

Fuente: Sittel.(1) Preliminar.

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

(1)

0.00%

2.00%

4.00%

6.00%

8.00%

10.00%

12.00%

14.00%

16.00%

18.00%

20.00%

Densidad telefónica móvilDensidad telefónica fija

Cuadro 5.1

Departamento

Fuente: Sittel(1) Primer semestre de 2002.

Densidad de telefonía móvil por departamento

Beni

Chuquisaca

Cochabamba

La Paz

Oruro

Pando

Potosí

Santa Cruz

Tarija

Total nacional

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002(1)

0.00%

0.18%

0.43%

0.65%

0.13%

0.00%

0.04%

0.78%

0.02%

0.47%

0.35%

0.65%

1.28%

2.10%

1.02%

0.00%

0.29%

2.52%

0.87%

1.60%

0.77%

1.06%

2.56%

3.93%

1.80%

0.68%

0.43%

5.38%

1.57%

3.15%

1.34%

1.81%

4.70%

7.09%

2.60%

1.30%

0.85%

8.46%

2.57%

5.38%

2.52%

2.62%

7.07%

9.40%

3.27%

2.36%

1.28%

10.63%

4.00%

7.25%

2.88%

3.41%

9.72%

12.21%

4.94%

2.33%

1.53%

13.31%

5.42%

9.43%

3.47%

3.02%

11.11%

13.61%

4.94%

2.69%

1.70%

14.52%

5.39%

10.40%

166

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

En cuanto a los usos sociales se refiere,es evidente el crecimiento del empleo detecnologías de la información. En lo querespecta a los medios de comunicación,no cabe duda que la radio es el medio máspopular, seguido por la televisión. Másdel 75% de la gente tiene una radio en elhogar, y el 54% tiene un televisor. Lointeresante es que en los relativamentepocos años de existencia de las computa-doras en el país (en comparación con laradio por ejemplo), actualmente un 10 %de la gente afirma tener una computadoraen casa.

Recuadro 5.2

Cuadro 5.2

Equipo

Fuente: Elaboración propia en base a datos del:(a) Instituto Nacional de Estadística(b) PNUD 2003

Equipamiento o activos que poseenlos hogares

Radio o equipo de sonido(a)

Televisor(a)

Teléfono o celular(a)

Televisión por cable(b)

Computadora(b)

Conexión a internet(b)

Porcentaje

75.71

54.37

22.69

6.10

10.00

3.40

Bolivia: equipamiento o activos que poseen los hogares

Red de fibra óptica

BRASIL

CobijaPANDO

PERU BENI

LA PAZTrinidad

La PazCOCHABAMBA

Cochabamba

ORURO

Oruro Santa Cruz de la Sierra

SANTA CRUZ

Sucre

CHUQUISACA

Potosi

POTOSI

TARIJATarija

PARAGUAY

ARGENTINACHILE

La Paz - DesaguaderoLa Paz - CochabambaPatacamaya - Tambo QuemadoCochabamba - Santa CruzSanta Cruz - Puerto Suárez

167

Con respecto a las experienciasbolivianas de uso de tecnología a partirde las especificidades culturales, existeninteresantes casos de multiculturalidadinformacional a los que vale la penaponer atención. Se han instalado variostelecentros en zonas rurales que permi-ten un contacto directo de comunidadescampesinas con el mundo. Asimismo,hay experiencias del uso de la tecnolo-gía para mejorar la comunicación in-tercomunitaria o al interior de sindica-tos y organizaciones sociales. En esterecorrido vale la pena resaltar una ex-periencia entre tantas otras:

Iván Guzmán de Rojas: El tra-ductor Atamiri

A mediados de los años 80 el inge-niero Iván Guzmán de Rojas construyóun programa de computación llamadoAtamiri que tiene la particularidad detraducir una lengua a tres diferentesidiomas simultáneamente, y para elloutiliza la estructura de la lengua aymaracomo puente. Se crea, en ese momento,el primer modelo de traducción multi-lingüe en el mundo.

El recorrido de este descubrimientoes curioso. Antes que inventar un pro-grama para traducir, Guzmán de Rojasquería “que la computadora pueda enun-ciar frases bien formadas en aymara,para comprobar que si se aplican lasreglas de ingeniería, estoy construyendofrases bien formadas en un idioma en-tendido por los hablantes, y por tantoestoy demostrando que hay una ingenie-ría detrás del idioma”(Mesa, 1996).

Trabajando en esa dirección, Guz-mán de Rojas vio que un matrimonioentre un programa de computación yla estructura lingüística del aymarapodía dar más resultados: “bien prontome di cuenta de que al manejar esasmatrices y al hacer un diccionario usan-do las categorías sintácticas del aymaraque son posicionales en una matriz,podía yo definir la gramática del espa-ñol, inglés y alemán. Cuando me dicuenta de que podía haber un traductordetrás de eso, se me ocurrió bautizar aese programa con el nombre deAtamiri” (Ibid.).

El nombre vino precisamente de lapalabra aymara “atamaña”, que signi-fica interpretar. Si a esa palabra se leañade el sufijo “iri”, da como resultado

la idea del traductor, el intérprete.Frente a la pregunta de por qué el

aymara, cuáles las ventajas y límitesde este programa de traducción, Guz-mán de Rojas responde: "El aymarafunciona por su estructura algorítmica,es decir que en toda su sintaxis y suconjugación existen reglas que nosllevan siempre a un resultado. Eso esenormemente cómodo para hacer unprograma cuando uno está construyen-do problemas de lenguaje en la com-putadora, ya sea de traducción o sim-plemente de generación de frases bienformadas " (Ibid.).

Por múltiples razones, entre otraseconómicas, el programa Atamiri nologró desarrollar todas sus potenciali-dades aunque sí respondió a variasnecesidades puntuales. Sin embargo,lo importante de la experiencia fue laposibilidad de aprovechar las ventajasinstaladas en la cultura con las distintasofertas tecnológicas del momento, paraproponer un producto útil en el mundomoderno. Más allá de los éxitos o fra-casos del programa, fue una de lasprimeras iniciativas que mostraron lacompatibilidad e incluso afinidad entredinámicas ancestrales y modernas.

Recuadro 5.3

Diálogos entre la cultura y la cibernética en Bolivia

Fuente: Mesa, 1996

La experiencia de INNOVA – PRO-DEM ilustra cómo frente a una realidadcomplicada, se elaboró una propuestatecnológica capaz de adaptarse a lascondiciones culturales de la poblaciónpara dar respuestas a las necesidadeseconómicas de la gente. Vale la penacomentar esta historia.

La empresa INNOVA – PRODEM teníapor meta desarrollar una estrategia parallegar al mundo campesino con servi-cios financieros. En un principio, sereplicó la experiencia urbana, y se to-paron con las primeras dificultades. En

una primera etapa se fundaron agenciasbancarias en determinadas localidades,lo que permitía empezar a construiruna cultura de confianza en una insti-tución bancaria. Cuando se logró con-solidar una lógica de fondos financierosen el área rural, se ingresó a una nuevaetapa, donde no sólo se ofrecieran cré-ditos campesinos, sino también la po-sibilidad de ahorrar, lo que implica quela institución debe ser vista como unlugar seguro donde el cliente puededepositar su dinero con la certeza deque estará a salvo. Esto implicó un

paso adelante, pues se tuvo que abatirel miedo y la desconfianza generalizadade la gente frente a instituciones finan-cieras que exigían demasiados trámitesy ofrecían formas torpes de trato alcampesino para prestarle servicios bá-sicos.

Una vez instalada la cultura bancariay cuando el cliente podía manejarse enese mundo sin miedo, surgieron nuevasnecesidades. Por un lado, cómo tenerun sistema de identificación, en regio-nes donde el uso de carnet de identidadno es muy común y que permita un

Recuadro 5.4

Una tarjeta inteligente

168

fácil acceso a la propia cuenta. Y, porotro lado, cómo construir un sistema apartir del cual el cliente pueda retirarsu dinero en cualquier momento deldía, incluso sin tener contacto con uncajero. A estos temas, hay que añadirque en muchos lugares, la infraestruc-tura de comunicación no es regular,por lo que no se puede tener informa-ción inmediata sobre las transaccioneslocales, lo que es indispensable paraevitar fraudes en el sistema bancario.

La solución a estos problemas vinomediante la conjugación de dos tecno-logías perfectamente complementarias.Primero se estableció un sistema deidentificación a través de la lectura dela huella digital, lo que permitía quelas personas, más allá de que cuenteno no con un documento oficial, yatenían acceso a sus cuentas. Hay querecordar además, que en el ámbito ruralboliviano no es extraño utilizar la huella

digital para identificarse, pues es laforma más común de realizar trámitesoficiales. Con esta tecnología, se sal-vaba el problema de la identificación,pero quedaba todavía el del retiro dedinero cuando se desee y que esto norepresente un peligro para el banco.

Para ello, se acudió al sistema detarjeta inteligente. Ésta posee un chipque guarda toda la información básicadel cliente y que permite realizar tran-sacciones inmediatas sin riesgos. Así,se instalaron cajeros automáticos don-de, por más que no se esté conectadoen línea, el cliente puede retirar dinerosin ningún problema, pues la informa-ción queda grabada tanto en el cajerocomo en la tarjeta personal. La actua-lización de los cajeros se la realizaregularmente, pero no tiene que serinmediata ni se necesita estar en línea.

La peculiaridad que PRODEM ha sidoentonces la creación de una tarjeta

inteligente con identificación a travésde huella digital. Este sistema que unedos tecnologías de punta para respondera las necesidades económicas concretasen un contexto cultural particular, hatenido una importante acogida. En dosaños, el número de clientes ha crecidode 1.397 en marzo de 2001, a 57.398en octubre de 2003. El éxito de estapropuesta tecnológica se debe a la ca-pacidad de adaptación tecnológica alas necesidades económicas, tomandoen cuenta las especificidades culturales.

A partir de esa experiencia, se hadado un dinamismo especial a las mi-crofinanzas en el ámbito rural, y latarjeta inteligente con huella digital seha convertido en un ejemplo interesanteque permite nuevas transacciones eco-nómicas en lugares donde las condicio-nes tecnológicas generales no son lasmás adecuadas.

Fuente: Folleto Innova

Como lo han demostrado variosestudios, el ingreso del Internet hamodificado la vida social, desde lasexual idad hasta las relacionesproductivas. Y no es para menos, pueslas potencialidades de este soportetecnológico no tienen límites, o más bienel límite es la propia experiencia humana.

En La Galaxia Internet, ManuelCastells estudia los efectos del Internetsobre la sociedad, la empresa y la vidacotidiana. De hecho, “el Internet es unmedio de comunicación que permite, porprimera vez, la comunicación de muchosa muchos en tiempo escogido y a unaescala global”, y en esta dinámica,

transforma nuestras vidas y la realidad.En el aspecto productivo, “el uso

apropiado del Internet se ha convertidoen una fuente de productividad ycompetitividad”. En Estados Unidos, enel año 2000 el valor de transaccionescomerciales a través de la red alcanzó400.000 millones de dólares. Así, latransformación tecnológica ha afectadoal sistema económico en su conjunto, enlos “procesos de creación, intercambio ydistribución de valor”.

El uso estratégico del Internet, conuna vinculación activa con el mundoproductivo y económico, puede ser ungran impulsor del desarrollo.

Recuadro 5.5

Internet y la transformación productiva

Fuente: Castells, 2001

169

Campo informacional e Internetluego conectarse a la red de ENTEL Chile, conlo cual alcanza un acceso internacional.

Por otro lado, AES Communications lecompró a ENTEL un ducto paralelo de fibra,gracias a lo cual pudo ofrecer menores pre-cios y mejor tecnología. La red de AES cubreactualmente la ciudad de La Paz y la salidainternacional por Arica, pero a diferencia deENTEL, tras pasar por Arica, se conecta conuna fibra transoceánica que va hasta los Es-tados Unidos sin tener que utilizar serviciosadicionales en Chile.

Las redes de fibra óptica de ENTEL y AES

son usadas para transmitir datos y voz por loque pueden brindar al público telefonía delarga distancia e Internet. Además existen lasempresas de televisión por cable que, a lafecha, se limitan a proveer servicios de tele-visión por suscripción y no han ampliado eluso de sus redes.

Usos sociales del Internet: perfildel usuario

Como se ha señalado, para el desarrolloinformacional y la inserción en la globaliza-ción es fundamental una cultura Internet.En lo que sigue se examinará el tipo de usodel Internet en el caso boliviano, a partir delas formas de apropiación de este instrumen-to tecnológico.

Existe un sector que acude regularmentea las computadoras y al correo electrónico.En cuanto al uso de las computadoras, un

30% las utiliza “a veces” o “cotidianamente”,pero es generalizada la aspiración de poderemplearla con mayor frecuencia (80% de lapoblación), su uso tiene que ver sobre todocon actividades laborales o de estudio. Losmás familiarizados con este instrumento sonlos jóvenes urbanos de clase alta. El correoelectrónico es útil para un 10% de la gentey entre quienes lo utilizan, el 84% lo hacepor lo menos una vez a la semana, lo quemuestra un hábito instalado (ECADI 03).

De acuerdo a los datos de Sittel (2002),el crecimiento en el uso del Internet ha sidomuy importante en los últimos años. Mien-tras en 1996 sólo un 0.21% de la poblaciónera usuaria de Internet, el 2002 este porcen-taje llegaba al 3.22 (ver cuadro 5.3).

Esta información se la puede comple-mentar con la Encuesta de Capacidades In-formacionales (ECADI 03), según la cual elInternet ha sido empleado alguna vez por el25% de la población boliviana. Siguiendoesta misma fuente, entre los que usan Inter-net, un 67.7% lo hace por lo menos una vezpor semana y dado que poca gente poseecomputadora en casa con conexión a la red,se sirve de establecimientos comunitarios ypúblicos, lo que implicaría una transforma-ción en las formas de sociabilidad. Eso ex-plica, en parte, el crecimiento, precio bara-to e importancia de los cafés Internet.

De quienes no utilizan Internet, un52% no lo hace, porque no sabe cómo fun-ciona o no tiene quién les enseñe o asesore,

Cuadro 5.3

Evolución Internet

Fuente: Sittel, 2002, Datos reportados a la Superintendencia de Telecomunicaciones por los operadores del servicio.(1) Preliminar.

Evolución en el uso de Internet

Cantidad de abonados

Usuarios de Internet

Usuarios de Internet como porcentaje de la población

Computadoras personales

Densidad de acceso a Internet (computadoras conectadasa Internet cada cien habitantes)

Tasa de crecimiento abonados

Proveedores legales de acceso a Internet por cada milhabitantes

Servidores

Servidores (hosts) de Internet por cada mil habitantes

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 (1)

2.620

15.000

0.21%

28.000

0.03

-

0.0004

430

0.06

6.286

35.000

0.47%

30.000

0.08

139.92%

0.0006

550

0.07

11.776

50.000

0.66%

60.000

0.22

87.34%

0.001

626

0.08

18.830

80.000

1.02%

100.000

0.23

59.90%

0.0017

948

0.12

25.880

120.000

1.49%

140.000

Sd

37.44%

1.324

0.16

37.019

180.000

2.18%

sd

sd

43.04%

48.999

270.000

3.22%

sd

sd

32.36%

170

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

pero si pudiera, a un 53.3% de la genteencuestada le gustaría hacerlo, lo que mues-tra una alta predisposición al uso (ECADI 03).

El grupo socioeconómico alto es el quemayor acceso tiene tanto a la computadoracomo al Internet. El 62% del sector social A/B (de ingresos económicos altos y medios)ha hecho uso del Internet, mientras que enel sector E (los pobres) sólo lo ha hecho enun 3.8%. Como se ha visto, esta experien-cia se presenta sobre todo en el ámbito ur-bano (36.2% vs. 8.2% rural), y el mayorporcentaje de los que acuden tanto a la com-

putadora como al Internet son jóvenes. Ladistancia en cuanto a edad es marcada, el46% de los jóvenes de 15 a 19 años ha em-pleado el Internet, mientras que los mayo-res de 50 años tan sólo lo han hecho en un6%. Se puede concluir entonces que el gruposocial que más recurre a las ofertas compu-tacionales es el de los jóvenes urbanos declase alta (ver cuadros 5.4, 5.5 y 5.6).

Como se puede apreciar en los gráficosque siguen, existe una diferencia entre losque han utilizado el Internet, los que no lohan hecho y les gustaría, y los que ni han

Cuadro 5.4

Pregunta / Respuesta

Uso de computadora e Internet por nivel socioeconómico (en porcentaje)

Nivel socioeconómico

Fuente: ECADI - 03

Pregunta: ¿Con qué frecuencia utilizausted computadora?Respuesta: Cotidianamente

Pregunta: ¿Alguna vez ha utilizadointernet?Respuesta: Si

AltoMedio Alto

36.6

62.5

Medio

19.3

40.2

Pobre

5.3

18.3

PobreExtremo

1.2

3.8

Urbana Rural

Cuadro 5.5

Fuente: ECADI - 03

Uso de computadora e Internet por área geográfica (en porcentaje)

Pregunta: ¿Con qué frecuencia utiliza usted computadora?

Respuesta: Cotidianamente

Pregunta: ¿Alguna vez ha utilizado internet?

Respuesta: Si

Área geográfica

16.8

36.2

Pregunta / Respuesta

2.1

8.2

15-19 20-29 30-39 40-49 50 y más

Cuadro 5.6

Fuente: ECADI - 03

Uso de computadora e Internet por rangos de edad (en porcentaje)

Pregunta: ¿Con qué frecuencia

utiliza usted computadora?

Respuesta: Cotidianamente

Pregunta: ¿Alguna vez ha

utilizado internet?

Respuesta: Si

Rangos de edad

14.3

45.9

Pregunta / Respuesta

19.0

37.9

9.7

21.5

5.7

10.4

3.0

5.9

171

Campo informacional e Internet

usado ni les interesa. De las personas que lesgustaría utilizarlo y no lo han hecho (53%del total de la población), un 19.5% no lohace, porque el servicio es muy caro o noexiste una conexión disponible, el 51.9% nosabe cómo funciona o no tiene quien le en-señe, y un 24.2% no ha tenido la necesidadni le ve utilidad alguna.

En cuanto al uso del Internet se refiere,es interesante distinguir tres tendencias:- Los desinteresados (21.4% del total de

encuestados). Son aquellos que no hanutilizado Internet y no les gustaría ha-cerlo, es decir que marcan una distan-cia importante frente a este recurso tec-nológico. Este grupo es sobre todo denivel socio económico D y E (48.8% y34.8% respectivamente), pertenece alámbito rural (61%) y está compuestotendencialmente por mayores de 50años (48%) lo que marca una importan-te diferencia en la edad.

- Los excluidos por razones económicas, peroincluidos debido a su subjetividad (19.5% de los que les gustaría utilizar Inter-net). Este sector es también del nivelsocioeconómico D y E (42 y 31.7%), conpredominio de las áreas rurales y de jó-venes y adultos situados entre los 20 ylos 39 años. Tiene disposición instaladapara el uso del Internet, pero no poseeni recursos económicos (“es muy caro”)ni los equipos necesarios.

- Finalmente, el tercer grupo es el de loseducacionalmente impedidos (52% de losque les gustaría utilizar Internet), queson aquellas personas con una alta dis-posición al uso de Internet, pero caren-

te de conocimientos o de ayuda parahacerlo. Este sector se encuentra mayo-ritariamente en el grupo D (53.1%), esurbano (61%), y son jóvenes y adultosentre los 20 y los 39 años.

Se puede concluir que en Bolivia existe,aunque todavía es pequeña, una prácticaInternet instalada en un sector que utilizaregularmente la red en su vida cotidiana.Sin embargo, lo que hace más complicadoel panorama es una importante brecha en-tre los usuarios de Internet, los que algunavez lo han usado, y los que desearían usar-lo y tienen impedimentos económicos o deconocimiento para hacerlo. Esta situaciónabre un ámbito de necesidades insatisfechasmuy grande, que puede generar frustracio-nes mayores si el tema no es tratado adecua-damente como un problema. Se ha genera-do una distancia digital interna y tambiénuna demanda subjetiva instalada que, da-das las características económicas y educa-tivas de la población, no puede ser satisfe-cha. Con respecto a la finalidad en el usodel Internet, ésta se concentra sobre todoen la búsqueda de información para el co-legio o universidad o para alimentar la vidaprofesional y laboral (ver cuadro 5.7). Cual-quier política pública al respecto deberíatener en cuenta este hecho.

Los que participan en grupos de discu-sión o chat, lo hacen sobre todo para cono-cer nuevos amigos e intercambiar música,cine o entretenimiento, de modo que no esun espacio que privilegie la discusión cívicao el encuentro de grupos de afinidades iden-

Cuadro 5.7

Fuente: ECADI - 03

Uso de Internet

Buscar información para el colegio o la universidad

Buscar información profesional y para el trabajo

Bajar música o software de la red

Navegar sin objetivo concreto

Leer noticias y periódicos on-lineJugar juegos en red

Participar en chatsTrabajar en la casa

Llamar por teléfono al extranjero

Para comprar discos, libros, etc

Hacer un curso on line

Usted utiliza Internet para… Mucho Poco Nada

62.1

42.2

17.9

13.6

12.6

11.7

11.5

5.6

5.3

4.0

2.6

21.3

21.0

24.6

25.2

33.9

22.3

26.9

8.8

15.6

15.7

12.1

16.2

34.8

56.1

60.4

52.3

65.3

60.2

82.8

78.1

79.4

84.3

Gráfico 5.4

Uso de Internet (% total de encuestados)

Fuente: ECADI - 03

0

10

20

30

40

50

60

25.3

53.3

21.4

No hautilizado y legustaríautilizar Internet

No hautilizado y nole gustaríautilizar Internet

Ha utilizadointernet

172

titarias puntuales (mujeres, indígenas o fu-madores.).

A su vez, los usuarios de Internet presen-tan algunas racionalidades interesantes.Mientras tienen una posición hostil a lasinversiones extranjeras y en general a lasempresas transnacionales, se inclinan a favorde la exportación del gas boliviano. Tienenademás una visión más optimista del futu-ro, que los que no usan Internet, y aparecencomo menos tolerantes ante la posibilidad deque exista un presidente indígena de Boliviaen 2025 (ver gráfico 5.6).2

Aquellos que usan Internet, confían ensu familia y sus amigos (ver gráfico 5.7). Sinembargo, su auto-identificación la constru-

yen sobre todo con base en sí mismos, sugrupo de edad como segunda opción, y fi-nalmente el grupo social al que pertenecen.Los referentes de “Bolivia”, o “religión”, queson los principales a la hora de construir suidentidad entre aquellos que no usan Inter-net, son aquí menos importantes (ver gráfi-co 5.8).

Un reflejo evidente del campo Interneten el país está en el número de personas in-teresadas en convertir la informática en sucarrera profesional. Un 12.8% de los estu-diantes entrevistados optó por fijarse comometa ser ingenieros informáticos o técnicosen computación, que es el porcentaje másalto al lado de ciencias económicas, y se co-

2 Para analizar algunas diferencias de percepción entre las personas que alguna vez han usado Internet conrelación a las que nunca lo han hecho, se estableció un grupo de control de las siguientes características:1) personas que viven en zonas urbanas, ii) de nivel socioeconómico medio-alto (A/B – C) y iii) de 15 a29 años de edad. Del grupo de personas que cumplen con todos estos requisitos (520 personas – 14.4%del total de encuestados) el 75% (389 personas) alguna vez utilizaron Internet, mientras que el 25% (131personas) nunca lo hicieron. Los gráficos sobre “percepciones generales”, “sociabilidad y confianza” e“identificación”, deben ser leídos con esta aclaración metodológica.

Gráfico 5.5

Personas a las que les gustaríautilizar Internet y no lo hanhecho porque...

Otros 4.4%

El servicio es muy caro o notiene conexión 19.5%

No ha tenido la necesidado no le ve la utilidad 24.2%

No sabe cómo funciona ono tiene quién le enseñe oasesore 51.9%

Fuente: ECADI - 03.

Usa internet No usa internetFuente: ECADI-03

Gráfico 5.6

Percepciones generales (en porcentaje)

De acuerdo

0 10 20 30 40 50 60 70 80

46

31

63

26

50

49

71

26

52

29

49

39

25

63

33

55

37

36

30

45

39

28

En desacuerdo

De acuerdo

En desacuerdo

No debe ser exportado

Debe ser exportado

Peor que ahora

Mejor que ahora

Nada

Poco

Mucho

Las inversiones extranjeras que lleganal país siempre son buenas

Las empresas transnacionales sólo buscanllevarse la riqueza de Bolivia

Sobre la exportación del gas

Percepción de la situaciónde Bolivia el 2025

Aprobación de un Presidenteindígena para el 2025

173

Campo informacional e Internet

loca por encima de las otras ingenierías(10.8%). Y cuando la pregunta es qué pien-san estudiar en el futuro, “informática ocomputación” se ubica como respuesta delcuarto lugar (7.5%), luego de las tradiciona-les carreras de ingeniería (16.1%), medici-na (15.2%) y derecho (10%).

Como se puede apreciar, existe un sec-tor que usa Internet de manera intensa, loque influye directamente en sus proyectos,

percepciones y vida cotidiana. En el siguien-te apartado se analizará cómo se conformael campo informacional, particularmente enel ámbito laboral y estudiantil.

El mundo informacional

Se ha dicho que para poder emprenderun desarrollo humano informacional o de-sarrollo necesario, es importante conocer

Usa Internet No usa internet

Gráfico 5.7

Sociabilidad y confianza (en porcentaje)

Fuente: ECADI-03

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

Confianzaen la familia

Confianzaen los amigos

1

12

24

15

84

14

73

13

1

25

75Mucho

Poco

Nada

Mucho

Poco

Nada

64

Fuente: ECADI-03

Gráfico 5.8

Autoidentificación

Usa internet No usa internet

Religión

Bolivia

Grupo indígena

Región donde vive

Grupo social

Ocupaciónlaboral o productiva

Personas de su edad

Usted mismo

0 5 10 15 20 25 30 35

9

7

22

33

3

5

2

17

29

12

8

8

5

4

21

12

Chatear en el canal “La Paz”

Recuadro 5.7

Para entender las nuevas formas deinteracción en la sociedad-red, hay quecomenzar revisando la experiencia enlos últimos años a partir de la prolife-ración de los “cafés Internet”, que hoyexisten en todo el país a un mínimocosto promedio de 3 bolivianos la hora(menos de 50 centavos de dólar). Ellocal, cualquiera, a una determinadahora, después de las clases, está atibo-rrado de jóvenes, colegiales y univer-sitarios que saturan los programas dechat. ¿Quiénes están conectados?,¿cuántos? y ¿para qué? A fin de res-ponder a estas preguntas, revisemos la

experiencia del chat “canal La Paz”.En un inicio, el más concurrido y

accesible es el “Internet Relay Chat”(IRC), desarrollado en 1988 por JarkkoOikarinen, en la Universidad finlandesade Oulu, que permitió que las interac-ciones simultáneas que se establecíandesde hace años, en una base de uno-a-uno, pudieran ocurrir y popularizarseentre muchos usuarios a la vez.

El canal La Paz se encuentra dentrodel programa de charla mIRC, el máscomún de los IRC, creado por KhaledMardam-Bey. Para empezar a chatearlo primero que hay que hacer es regis-

trarse con un alias o “nick”. Al ingresaral canal La Paz, aparece la larga listade nicks de todos los que están“presentes” y son usuarios del canalen ese momento.

El canal es una microcomunidadvirtual donde se comparte un lugarcomún en el “ciberespacio” y tambiénse juega a “estar juntos” o a “hacer lascosas juntos”. Para ello, los cibernautasmanejan ciertos códigos en común quedeben ser aprehendidos rápidamente.Allí existen reglas, categorías, jerar-quías y relaciones de poder.

En primer orden esta el “founder”,

174

El CIDOB y el Internet

Recuadro 5.8

Algunos sectores indígenas hansabido utilizar las facilidades del Inter-net para consolidar sus organizacionesy potenciar sus demandas en ámbitosque van más allá de su propio territorio. Como lo ha mostrado Manuel Chiri-boga (2003), en América Latina algu-nos movimientos indígenas han conse-guido utilizar el Internet de distintasmaneras, ya sea como mecanismo dedenuncia y búsqueda de solidaridadactiva, para la construcción de consen-sos y reformas o para el intercambiode experiencias alternativas. El casoboliviano es amplio y vale la penaseñalar, a título de ejemplo, la expe-riencia de la Confederación de PueblosIndígenas de Bolivia (CIDOB) comoorganización que usa la red para darun paso adelante en su capacidad de

comunicación interna.La CIDOB surge a finales de los 70

y toma su forma actual a mediados delos 80. Agrupa en su seno a más de 30pueblos de las tierras bajas, y ha sidoun actor social fundamental en los úl-timos años, organizando las grandesmarchas de 1990 y 1996 por el derechoa la “tierra y territorio”.

Su estructura organizativa contem-pla una secretaría de comunicación,que ha jugado un rol importante endistintos momentos de la historia deesta organización. En los últimos años,la CIDOB se puso como reto implantaruna estructura de Internet que les per-mita mejorar su comunicación al inte-rior de la institución y de ésta con elmundo externo. El desafío para losindígenas no fue fácil, y de hecho im-

plicó temores que debieron ser resueltosen el camino. Así relata su experienciael weehnayek Pablo Rivero, secretariode comunicación:

“Para mí fue una gran novedad, loprimero que recuerdo es que estabamuy nervioso. Al ver las teclas de lamáquina, tan delicadas, como un vasode cristal, pensé que al sólo toque seiban a romper. Me habían dicho quehay que tener cuidado con los progra-mas, por eso tenía miedo de equivocar-me y dañar el equipo. Lo que más mecostó manejar fue el mouse, a vecesingresaba a otros sitios, porque no sabíacómo dirigirlo.

Una vez que me acostumbré a lacomputadora, lo que más me llamó laatención eran las páginas web, el darmecuenta de que tenían tantas cosas para

Fuente: Sandóval, 2003

fundador del canal: Maury. Su nick sedistingue por un símbolo “arroba”@,al principio de la lista, Luego, por ordenalfabético, está la lista de “operadores”o policías del canal, también identifi-cables por un signo “@” en su nick,que juegan a ordenar el tráfico y repartirinfracciones.

Los “operadores” tienen el rol decuidar que las conversaciones en elcanal público sean fluidas, sin repeti-ciones, insultos, ni molestias a otrosusuarios, lo que se comienza a evaluardesde la presentación del nick. Un aliasobsceno o de índole sexual será inme-diatamente castigado con un “kick” oun “ban”: el primero es una suspensiónmomentánea del canal y el segundouna más seria y prolongada. Los“operadores” son otros asiduos al chaty por ello se ganaron reconocimientoy posibilidad de control social.

Los “operadores” son más de 20 ylos usuarios del canal más de 150 enhorarios pico entre las 4 de la tarde y8 de la noche.

La relación social en el chat co-

mienza cuando el usuario del chat es-coge un alias: A_L_A_N, Alba, Afro-dita, Ajayu, Angel, Boliviano,Blue_Devil, Chico_Lendo, DanieleX,Gatito, Juanjito, Loco, Maury, MeSiAs,Morena, Morochita, No_Me_Escriban,Oscar, Romeo, Sergio, Udabolcito,Vico Rico o Wistus, Son cientos dealias, por los que cada uno construyesu personaje junto a sus máscaras, unoque interactúa con un repertorio propioen el "teatro virtual" del chat.

En este ambiente, los cibernautaspueden permanecer desde minutos has-ta horas, dependiendo del rol que jue-guen en esta microcomunidad virtual,tal el caso de los “turistas”, que sóloaparecen en la lista de contactos yparticipan muy esporádicamente, o los“observadores” cuyos nicks aparecensiempre en la lista de contactos, peroque no intervienen en el canal público.

Todos los usuarios del Canal LaPaz tienen la opción de iniciar conver-saciones privadas. Todo se desarrollacon el propio ritmo y lenguaje del chat:una escritura que intenta copiar la ra-

pidez y la fluidez de la oralidad. Perolas posibilidades de socialización vanaún más allá: los miembros del canaltienen una fecha aniversario y un cro-nograma de actividades para sus en-cuentros, vale decir, que el grupo de“chateadores” pasa de la comunicaciónvirtual al contacto clásico interpersonaly grupal. En este caso, la conversaciónpasa del “click” o apretar la tecla“enter”, al contacto cara-a-cara, momen-to en el que los “ciberamigos” o los“cibernovios” asumirán el protocolo delcontacto físico, fuera del mundo virtualdonde cualquier personaje es posible,lejos de la máscara con la que interactu-raron en el "teatro electrónico" del chat.

¿Una nueva identidad en la red?¿Oportunidad para jugar con las mediasverdades o medias mentiras? Sólo lapuesta en escena del personaje. El"teatro electrónico” es un lugar dondeel juego de las máscaras rompe la mo-notonía y nos conduce a comprenderuna parte de las transformaciones so-ciales que se producen a partir delfenómeno Internet.

175

ver y que podía informarme de todo anivel nacional e internacional.

Para nosotros aprender a usar Inter-net era importante, porque nos habíandicho que así sería más fácil comuni-carnos a un costo más bajo. El principiode comunicación inmediata es clavepara nosotros.

Sin embargo, no me imaginaba loque representaría estar tan lejos y llegaral instante con el mensaje. Comprendíque teníamos la posibilidad de brindara otros hermanos con rapidez y eficien-

cia la información que necesitaban.Antes había la dificultad de que siemprehabía de recibir documentos despuésde tres o cuatro días.

Todo esto ha significado un cambiototal en el diario vivir y en el campodirigencial, con las negociaciones conel gobierno sobre las Tierras Comuni-tarias de Origen (TCO) o las empresaspetroleras, todos estos campos en losque las bases necesitan de informaciónpermanente. A través de Internet po-demos tener acceso inmediato a infor-

mación de nuestras bases”.Esta experiencia buscó además la

capacitación de indígenas de distintasorganizaciones afiliadas a la CIDOB enel uso del Internet. La organizacióntiene conciencia de que para que lacomunicación sea sostenible, se debebuscar un presupuesto estable para quela conexión a Internet sea permanente,lo que se ha convertido en uno de susobjetivos.

Fuente: Historias TIC Bolivia, 2002: 17

cuál es el mundo de la información, sus ac-tores e intercambios. Es lo que se hará en esteapartado. Para ello, primero se abordará elmundo profesional, compuesto por las lla-madas tecnoélites y los técnicos populares;luego los estudiantes de universidades priva-das y de institutos; y después los ensambla-dores de computadoras (técnicos en hard-ware). Sin duda hay otros actores más, perono son los que responden a las inquietudesde este estudio.3

El mundo profesional: las tecnoélitesversus los técnicos populares

Las tecnoélites

Las tecnoélites en Bolivia están confor-madas por aquellos profesionales con uncapital cultural sólido y estable, que respal-da su posición en el mundo laboral. En ge-neral, se trata de ingenieros o licenciados,con estudios en una universidad local o enel exterior. En su mayoría, poseen grados demaestría en diferentes países. Aunque suorigen social varía, en general provienen deun sector medio o alto urbano con distintaspotencialidades de origen, entre otras, uncolegio particular, el castellano como lenguamaterna o un acceso libre a bienes cultura-les (música, televisión o libros).

En cuanto al medio laboral se refiere, latecnoélite se inserta en empresas privadas,estatales, universidades u organismos inter-nacionales. Sus posibilidades laborales son

diferentes, van desde directores de los cen-tros de cómputo de las transnacionales has-ta responsables de sistemas en institucionesdel Estado. Aunque muchos de ellos estudia-ron en el extranjero, su reinserción laboralno fue un problema significativo, dado queel capital educativo que traían consigo loscolocaba en un lugar cómodo para compe-tir. Además, en muchos casos funcionaronlas conexiones tradicionales mediante el pa-rentesco y la amistad, muy útiles a la hora deconseguir trabajo.

“Cuando yo volví, era el boom de losinformáticos. Al llegar no era muy compli-cado encontrar trabajo, de hecho cuando lle-gué, ya tenía trabajo esperándome, no tuvemayor problema, y por algunos años el áreade sistemas estuvo con bastante demanda, nome fue difícil...” (PNUD, 2003).

Sin embargo, la inserción laboral se di-ficultó cada vez más con el ingreso de nue-vos profesionales que compiten con calidad:

“Antes se cotizaban más caro a los infor-máticos, ahora hay gente que hace el traba-jo por nada. Antes la tecnología era muchomás difícil, pero con la aparición del siste-ma operativo Windows, es más fácil interac-tuar con la máquina y se requiere menos alespecialista. Con Windows y el movimientodel ratón: copiar archivos, mover duplicados,borrar y llevar documentos, se ha hecho algotan sencillo que ya no se requiere de un in-formático. El DOS era más complicado, ha-bía que memorizar comandos, lo que hacíaindispensable la presencia de un profesional”(PNUD, 2003).

3 A fin de conocer mejor las maneras en que se encaró esta investigación, es decir, qué grupos focales seformaron, por ejemplo, ver el anexo metodológico.

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

empíricos. Al empresario no le interesa si elque va a hacer el trabajo es titulado o no, sinoque más bien se fija en el precio” (PNUD,2003).

A esta realidad, hay que sumarle el he-cho de que algunas empresas internaciona-les, por ejemplo Microsoft, ofrecen diplomasde ingenieros (con fecha de vencimiento) sinmediación académica local, vinculando di-rectamente a los técnicos con el ámbito in-ternacional. Así, los “empíricos” o “seudo-informáticos” son una masa formada en ins-titutos y que a primera vista pueden hacer untrabajo similar al de los que pasaron por lasaulas universitarias. En todo caso, lo quequeda claro es que al ser éste un medio don-de el diploma no garantiza el conocimiento,se deben construir nuevas lógicas asociativasque permita mantener la legitimidad de laprofesión. Así surgió, por ejemplo, el cole-gio de informáticos.

A finales de los 90 hubo una amplia ti-tulación desde las carreras de informática dedistintas universidades que generó una grancantidad de profesionales, lo que condujo ala creación de una organización colegiada.Por ello, en este ámbito existen algunos di-lemas todavía no resueltos, que generarondiversos conflictos. Uno de ellos es la dife-rencia entre licenciados en informática eingenieros de sistemas o entre éstos últimosy los ingenieros electrónicos. De algunamanera, la creación de una institución queacoja a todos tiene también por meta dotarde una identidad propia a quienes trabajanen este campo.

La presencia de nuevos profesionales enel medio conforma un campo más competi-tivo. Se crearon por eso nuevas instancias deagrupación a fin de colocar filtros y garanti-zar un mejor posicionamiento. Por un lado,en la actualidad, ya son muchos los profesio-nales en el terreno y se da el ingreso al mer-cado de técnicos sin título universitario, peromuy capaces de resolver problemas concre-tos. El área de la informática puede ser fá-cilmente ocupada por otras personas con unsaber empírico o de cursos cortos, sostieneun informante clave: “La de las tecnologíasde la información es una de las áreas másinvadidas por todos; por ejemplo si yo no soymédico, no voy a entrar a una operación, sino soy economista, tampoco voy a hacer algode economía, en cambio a sistemas todo elmundo acaba entrándole” (PNUD, 2003).

La tecnoélite se siente amenazada porquienes logran ingresar al mercado sin for-mación académica, lo cual obliga a rebajarlas remuneraciones. Si bien los profesiona-les ofrecen desempeños de mayor calidad,cuyo soporte técnico está garantizado, elmercado no aprecia ese saber, y termina con-tratando a los que ofrecen un producto me-nos elaborado y con menor garantía, aunquesí más barato:

“En el mercado, un empírico terminasiendo más útil que un titulado con grado.El tema económico es el que manda, se pue-de contratar a una persona que por 500 dó-lares haga un trabajo igual o mejor que el quevenga con título y pida 1.000. El mercadoen nuestra sociedad incentiva y motiva a los

Los seudo-informáticos

Recuadro 5.9

“El conocimiento científico delinformático es irremplazable, y eso no loda tres meses de paso en un instituto, serequiere un conocimiento académico demuchos años de estudio” (PNUD, 2003).

“Los famosos institutos generaninformáticos a pasos acelerados. Lesenseñan a manejar un paquete, seespecializan en algo, pero a mi juicio sonseudo-informáticos que han aprendido amanejar una herramienta, incluso puedendesarrollar un software, pero nada más.Los institutos sacan en seis meses un

programador pero no es lo mismo que unprofesional. La programación, me decíaun profesor, es un arte. Viendo tusprogramas puedo decir cuán buen artistaeres tú. El problema es que el usuariofinal está satisfecho con el producto y nove otros aspectos más finos. Pero en eltrabajo del profesional hay toda una teoríapor detrás que no te va a dar un instituto.Ahí te orientan para el uso de laherramienta, pero la lógica, el conceptoy la teoría te lo va a dar la universidad”(PNUD, 2003).

Fuente: PNUD, 2003

177

Campo informacional e InternetLa inscripción al Colegio de Informáticosexige presentar un título universitario, pagaruna cuota de inscripción y una cuota anual.La barrera para los “empíricos” es, sobretodo, su carencia de diploma. Según los di-rectivos de esta organización, es difícil con-vencer a los informáticos de que se inscribanal gremio y las funciones de la entidad aúnno están establecidas ni son de visible utili-dad para sus miembros. En todo caso, el roldel Colegio debería ser “avalar los trabajosque hagan los profesionales informáticos”(PNUD, 2003) y funcionar de manera simi-lar al colegio de médicos o de abogados, quetienen el poder para respaldar o condenar aun profesional que no esté haciendo buenejercicio de sus conocimientos. Esta es unatarea aún pendiente.

Aunque las metas que identifican latécnoelite son distintas, se pueden concentraralrededor de los siguientes temas:- Consumo vs. creación. Según esta pers-

pectiva, Bolivia es un país donde desdelas prendas de vestir hasta las tecnolo-gías, se utiliza lo que se ha creado enotros lugares. El mundo de la informa-ción no escapa a esta realidad: “Tenemoscuatro puntos de café Internet y con esopensamos que estamos en todo lado; lasempresas de telefonía ofrecen algunosservicios; se pueden comprar computa-doras en todo lado; pero aún así la cul-tura informática en nuestra sociedad estodavía pobre, no hay creación ni inves-tigación” (PNUD, 2003). Se reconoceentonces que existen algunas experien-cias interesantes de innovación, o que enalgunos sectores se desarrollan “sistemi-tas y programitas para satisfacer nuestrossistemas de contabilidad y de manejo deinformación, pero todavía es una lógi-ca de aplicación” (PNUD, 2003). En estesentido, sólo invertir en la investigaciónuniversitaria podría generar una nuevarelación con la tecnología. Se deberíanfortalecer las políticas de apoyo a la in-vestigación científica.

- Problemas estructurales para la crea-ción. Las pocas iniciativas que existen deinvestigación e innovación tecnológicachocan con problemas propios del país.Al no existir una demanda fuerte delmercado local ni importantes inversio-nes, hay que buscar nexos internaciona-les. Pero las condiciones para ello noestán dadas, los problemas administra-tivos, de transporte y comunicación o la

burocracia no dejan que creaciones lo-cales con grados de competitividad in-ternacional se establezcan como empre-sas consolidadas. Mientras una empresade un país vecino invierte y tiene con-diciones para producir, una local debeluchar contra la corriente, saltando va-llas propias de la estructura administra-tiva boliviana. Hace algunos años, lasposibilidades reales de investigación entecnología eran más limitadas. Hoy elpropio mundo de la comunicación fa-cilita intercambios que permiten avan-zar un poco más en la investigación (porejemplo con la presencia de Linux yotras ofertas), pero el problema está le-jos de ser resuelto. Incluso no faltaránpersonas que sostengan que las condi-ciones del desarrollo tecnológico ya es-tán dadas para la creación de software yhacer de ello una herramienta del desa-rrollo, pero se requiere una inversiónimportante en capital humano altamen-te calificado.

- Distancia tecnológica. Si bien la expan-sión de las comunicaciones pareceríaacortar las distancias en el mundo de lainformación, algunos sectores conside-ran que es aún mayor la muralla que seconstruye entre aquellos que poseen latecnología y quienes carecen de ella. Escierto que desde cualquier café Internetse puede acceder a conocimientos y luga-res impensados antes, pero los avancestecnológicos de países más desarrolladosno están al alcance de las manos locales.

En cuanto a la vida cotidiana, no existeun patrón que englobe los comportamien-tos. Algunas personas participan activamenteen redes virtuales, otras conforman comuni-dades con base en afinidades particulares,otras buscan información puntual, pero tam-bién están quienes llegando a casa no encien-den la computadora.

La tecnoélite anhela que el uso de la tec-nología pueda ser útil para el desarrollo. Al-gunas propuestas van en esta dirección:- Una política de Estado. Se reclama una

política estable que fomente el uso y lainvestigación en las tecnologías de la in-formación: “Cualquiera que sea el go-bierno de turno, tiene que invertir enesto si no queremos quedarnos atrasadosy obsoletos. La informática es la herra-mienta con la cual se pueden conseguirmuchos logros. Hay que darle su impor-

178

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tancia dentro del Estado, porque sino,vamos a seguir siendo el último de lospaíses” (PNUD, 2003). Es claro que estadinámica debe vincularse con la lógicaprivada, pero “si dejas todo en manos dellibre mercado, no se va a producir unademocratización de la tecnología y delconocimiento. Este proceso debe estarfomentado, aunque no exclusivamente,desde el Estado, que debe democratizarel acceso a la información y reducir lasbrechas digitales” (PNUD, 2003).

- Las iniciativas privadas también debenjugar un rol fundamental, consideran-do que la capacidad del Estado es limi-tada y que sus responsabilidades sonmayores. Se debería reforzar una articu-lación entre empresa privada, investiga-ción universitaria y Estado a fin de for-talecer el campo productivo y el delconocimiento.

- Una política de investigación. Varias per-sonas coinciden en que si no hay investi-gación, no se podrá ir adelante: “El cono-cimiento científico del informático esinsustituible” (PNUD, 2003), y puede ju-gar un importante rol en el desarrollo.

- Base material tecnológica. Se deben for-talecer instituciones de servicios quepermitan formas más rápidas y efectivasde comunicación, uso de Internet y de-más beneficios de la red.

- Se tiene que reforzar el sistema educa-tivo a fin de formar profesionales entodo el país que puedan responder a lasnecesidades puntuales de las regiones.

Entre estos debates, en algunos casosmás articulados que otros, y lejos de una vi-sión homogénea, funciona la tecnoélite.

Los técnicos populares

Como ya se dijo, en los últimos años enBolivia ha habido una explosión de los pro-fesionales en el campo de la informática.Gran parte de éstos no atraviesa por las uni-versidades y recibe su formación en variosinstitutos. Se ha conformado así lo que sepodría denominar un grupo de técnicos po-pulares, proveniente de las clases medias ybajas urbanas, que vive en la periferia, su for-mación primaria la realizó en colegios fisca-les y su especialización en diversos institutostécnicos. Una parte de su conocimiento sebasa en la experiencia empírica, articuladacon una enseñanza un poco más formal re-

cibida en los centros de estudio. No es difí-cil encontrar que alguno de sus familiarestenga como lengua materna el aymara oquechua y provienen de hogares poco fami-liarizados con el mundo tecnológico.

Aprender a ser un técnico popular impli-ca transitar por distintos canales. Pasaron pordiversos institutos tomando cursos y reco-giendo conocimientos de manera fragmen-tada. Este recorrido pedagógico fue comple-mentado por el trabajo concreto y la infor-mación brindada por los amigos de forma noinstitucionalizada. La inestabilidad de loscentros de aprendizaje marca esa forma deaprender, pues éstos se abren y cierran conmucha facilidad. Paralelamente, se articulala enseñanza con la universidad. Muchostoman cursos en ella y se encuentran en al-guno de los años de una carrera, pero sinhaber conseguido la licenciatura. Aunque noson ingenieros o licenciados titulados, suhorizonte educativo contempla algún díaalcanzar el grado, porque “para conseguir untrabajo siempre hay que enviar currículo yadjuntar certificados de lo que tú has estu-diado, y los empleadores se van más a eso quea la capacidad que uno tiene realmente. Paraconseguir trabajo lo que vale es el cartón”,dice uno de ellos (PNUD, 2003). Sus saberesson muy útiles: instalar computadoras o pro-gramas o elaborar algún software.

Los técnicos populares trabajan, perotambién estudian en sus momentos libres.En realidad, la frontera entre una y otra ex-periencia no está muy delimitada: en el tra-bajo aprenden cómo trabajar mejor. La bús-queda de una fuente de trabajo es un vía cru-cis. No tienen ni capital social ni económiconi cultural para poder afianzarse en el mer-cado. Su historia laboral registra institucio-nes por las cuales pasaron en medio de lainestabilidad dominante. En los años de vidaprofesional que cuentan, son muchas las em-presas que los han acogido y por lo tanto,frecuentes los cambios de empleador. A lavez, este constante movimiento implica nue-vos aprendizajes y el manejo de nuevas des-trezas, sobre todo aquella de moverse en laincertidumbre.

En un segundo momento de su biogra-fía laboral, cuando los técnicos populares hanlogrado un conocimiento lo suficientemen-te solvente como para lanzarse al mercado,se aventuran a la construcción de empresasautónomas, poniendo al servicio del públi-co todo lo aprendido antes: “Hoy por hoyestamos abriendo una nueva empresa, don-

179

Campo informacional e Internetde damos servicios a empresas y usuariossobre lo que es computación, instalaciones,cableados de red, todo lo que es el servicioal usuario, es decir damos soporte técnico”(PNUD, 2003).

Su vida laboral cabalga normalmenteentre dos mundos: el servicio técnico y laenseñanza en institutos. En algunas ocasio-nes, también tienen la posibilidad para ela-borar software. En la enseñanza, se privilegianlas destrezas empíricas: “En este institutodamos clases prácticas, hay que enseñarle alalumno para qué sirve una máquina, no ne-cesariamente la parte teórica que no es muyútil. Hay que enseñarles el método que se vaa usar y el que más les va a servir, que pier-dan el miedo a la máquina y que la veancomo una herramienta necesaria” (PNUD,2003).

La competencia en el mundo de la en-señanza ha hecho que los salarios bajen con-siderablemente: “Yo cobraba 200 bolivianospor un curso de Windows, y ahora 50; losingresos han bajado hasta en un 80%, esohace que tengamos que diversificar nuestraoferta planteando otros servicios como laelaboración de software, de paquetes educati-vos o dar seminarios especializados” (PNUD,2003).

Ya que la competencia es fuerte y noexiste un sistema de titulación que la legiti-me en el mercado, las empresas pueden dar-se una imagen de “seriedad” a través de “laexperiencia, y la antigüedad”. “Las empresascon las cuales se ha trabajado y a las cualesse ha respondido con responsabilidad; el res-paldo se lo gana a través del tiempo, demos-trando que has hecho sistemas en diferentesentidades” (PNUD, 2003). Prima aquí enton-ces una ética basada en la acumulación tem-poral de conocimiento y no en el grado aca-démico.

A pesar de los inconvenientes, sea en laoferta de servicios o en la enseñanza, los téc-nicos populares tienen una visión empresarialmuy desarrollada y grandes dotes para admi-nistrar el riesgo. Sus pequeñas empresas sonmedianamente rentables, aún teniendo con-diciones adversas y mucha competencia:“Nuestra empresa va a ir bien, porque escuestión de echarle ganas, sino no tienesperspectivas, pues como está la competenciahoy día, hay que moverse harto, y eso es jus-tamente lo que estamos haciendo: atenderbien a los clientes, porque un cliente satis-fecho es uno que vuelve” (PNUD, 2003).

Las formas de asociación en este sectorson más inestables. Algunos contemplan la

Cuadro 5.8

Tecnoélite Técnicos populares

Cuadro sintético comparativo del mundo profesional

Capital culturaly social

Mundo laboral

Problemas

Desarrollo

Colegios privadosUniversidades nacionales oextranjeras

Maestrías en el extranjero

Clase media y media alta urbana

Colegio de Informáticos

Meritocrático: prima la tenenciade un diploma

Empresas estatales, privadas ointernacionales

Enseñanza universitaria

Consumo vs. creaciónFalta de política pública estatalFalta de investigación científica

Valorización de lo teórico

Creación de una política estatalFormación e investigación

Colegios fiscalesInstitutos de diversa índole

Inestabilidad en los centros de aprendizaje

Clase urbana popular

No tienen afiliación estable

Empírico temporal: prima el saber empíricoy acumulativo.

Inestabilidad laboralAutonomía y visión empresarialCapacidad de riesgo

Servicios técnicos, enseñanza

Dificultades laboralesNo hay política de empleoPolítica no deja que otras personas trabajen

Valorización de lo práctico

Democratización del acceso a la redDemocratización de la informaciónFortalecer las estructuras de comunicación

180

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

necesidad de tener una organización matrizpara respaldar su trabajo y seriedad, la quetodavía no existe. Respecto al colegio deinformáticos, se sienten automáticamenteexcluidos por no ser profesionales. “Me ima-gino que son medio celosos, porque a unono le van a dar una buena bienvenida, mepodrían rechazar ‘tú no eres eso, ándate’; algoasí me imagino”, teme uno de ellos (PNUD,2003).

El tema laboral no está separado delpolítico. Ellos perciben que no hay apoyo delEstado para este sector: “Estamos surgiendosolos sin ayuda del gobierno y nuestra metaes ser una empresa sólida” (PNUD, 2003).Con respecto a su visión de desarrollo, sepercibe la crisis por la cual atraviesa el país yse propone que ésta sea solucionada al mis-mo tiempo que se expande el Internet. Enotro orden, éste debería servir para difundirinformaciones sobre el país a fin de que “lagente se entere y sepa buscar datos de lascosas que tiene Bolivia, sus costumbres, tra-diciones, leyes, gobernantes y turismo”(PNUD, 2003). En esa dirección, se debería,dicen, democratizar el acceso a la web y pro-mover facilidades estructurales para que lapoblación pueda comunicarse de maneraeficaz.

El mundo de los estudiantes:universidades vs. institutos

Estudiantes universitarios

En su versión de ingeniería de sistemaso licenciatura en informática, la carrera deinformática tiene una década de vida en elpaís como oferta estable de universidadesprivadas y públicas. Este apartado se referi-rá a los estudiantes de las primeras.

Se trata de estudiantes urbanos prove-nientes de los sectores acomodados que ensu mayoría, realizaron el bachillerato en co-legios particulares. El costo de la carrera esvariable, por ejemplo, en Santa Cruz, la UPSA

cuesta aproximadamente 950 dólares el se-mestre; la Católica, 850 y la Uni-Kuljis 550.Aunque existen excepciones, los padres tie-nen un trabajo estable y algunos, incluso unatradición familiar en el rubro. Si bien algu-nos estudiantes requieren trabajar para cu-brir sus estudios, sus responsabilidades sonmenores y su situación económica es holga-da. La mayor obligación laboral está reser-vada para después del egreso.

Su interés por la carrera tiene dos argu-mentos: las puertas que se abren para con-seguir mejores oportunidades de trabajo (“es

Por qué estudiar ingeniería de sistemas

Recuadro 5.10

- A mí en colegio me gustaban doscarreras: administración e ingeniería desistemas y entré a la segunda, porqueme llamaba más la atención latecnología, aprender cosas nuevas. Eneste mundo todo cambia rápido, vaavanzando día a día, hasta se podríadecir que cada hora aparecen cosasnuevas. Entras a una cosa y al minutoya están actualizado y encuentras algodiferente....

- Yo escuché en el colegio que esta es lacarrera del futuro, por eso estoy aquí.

- Mi padre es electrónico, siempre estuverodeado de hierros, cables. Desdepequeño mi padre me enseñó a armar,

desarmar, arreglar televisores y eso mellamó la atención. Mi padre me metióa un instituto de computación antes desalir bachiller, yo no quería, pero él memetió y le hallé el gusto. Me gustóprogramar y ahora me gusta.

- Con esta carrera uno encuentra trabajoen cualquier parte...

- A mí siempre me gustó armar ydesarmar cosas, entonces dije, estacarrera debe ser así, debe ser fácil, perocuando entré, me di el sustito, pero megustó bastante. Aquí aprendes cosasnuevas, vas al Internet, ves otras cosasy le agarré el gusto, me quedé en lacarrera, es muy bonita.

Fuente: GFSC PNUD, 2003

181

Campo informacional e Internet

la carrera del futuro”) y la posibilidad deaprender “cosas nuevas”, en un mundo queno para de transformarse y ofrecer nuevasposibilidades.

En algunos casos, prima un paradigmaempresarial. Se valora el hecho de que launiversidad les ofrezca, además de conoci-miento, un espíritu empresarial. En el futu-ro, se espera tener una empresa propia, ca-paz de darles estabilidad económica y social,y un mecanismo de generación de empleo ydesarrollo del país: “Esa es la meta que tene-mos, tener nuestras empresas y de esa maneraayudar a otras personas dándoles trabajo yque Bolivia salga ganando. Aquí todos que-remos ser empresarios” (GFSC).

El ser empresario, identidad que en oca-siones prima más que la de ser informático,lograría cumplir con el objetivo de “ser libre,trabajar bien y hacer trabajar bien a las per-sonas, y así ayudar al país” (GFSC). Asimismo,hay la tendencia a establecer un trabajo don-de se pueda permanecer más tiempo en casa,sin tener que “marcar tarjeta”, y relacionán-dose con personas de otras disciplinas quetambién requieren de un profesional de sis-temas. “Pienso hacer una maestría en el ex-tranjero, volver aquí y poner alguna empre-sa. Aquí no se puede depender de alguienpara el trabajo. Quiero ser independiente yescoger mi tiempo de trabajo. Ese es mi ob-

jetivo: tener mi empresa, mi lugar dondetrabajar y yo ser el dueño” (GFCBBA). Así secombina la lógica individual con la satisfac-ción profesional.

El mundo laboral no deja de ser unainterrogante. Todos quieren una posiciónestable, pero tienen conciencia de que nadaestá asegurado, por lo que hay que capaci-tarse mucho haciendo especializaciones.

En este grupo, las expectativas a futuroson grandes. Se ve la posibilidad de ir al ex-tranjero, pero siempre se concluye en que sedebe volver para colaborar con Bolivia.

Los institutos de computación son per-cibidos como espacios de aprendizaje técni-co, pero son vistos como un estadio inferioral de la licenciatura:• En cuestión de tiempo y de costo, el

instituto es más rápido y barato que launiversidad, pero el nivel de estudio noes el mismo. Se sale técnico superior yse puede entrar a una empresa a traba-jar y tener experiencia laboral, pero encuestión de conocimiento, no llegan aser ingenieros de sistemas.

• En los institutos aprenden Word, Excel,a resolver los problemas de una máqui-na, pero ahí se quedan, sólo dan solu-ciones en ese momento. Cuando unosale de ingeniero tiene las posibilidadesde ver más allá.(GFSC)

Incertidumbres del mundo laboral

Recuadro 5.11

- Mi idea es entrar a trabajar a una em-presa y poco a poco tender al sectorprivado, tratar de independizarme y nodepender de la política. En nuestromedio eso es difícil, porque las empre-sas, especialmente estatales, se manejanpolíticamente; entra un gobierno, todosafuera, y meten a gente de su partido.Así, uno tiene que preocuparse de quiénva a ganar las elecciones, y al final losconocimientos pasan a un segundo plano.

- Yo quisiera independencia en mi trabajo. Me gustaría tener una oficina en casa,tranquila, trabajando en las horas queyo decida, sin horarios ni tener quemarcar tarjeta, que sea yo quien escojami horario. Siempre hay que relacio-

narse con alguna persona que te dé eltrabajo, pero la idea es que tú decidascuándo y cómo hacerlo.

- Quiero estudiar en el extranjero y des-pués volver al país para poner una em-presa, pero no depender de nadie. Esoes lo mejor para la carrera que hemoselegido.

- Yo quiero adquirir conocimiento, porqueeso significa tener más poder. Con co-nocimiento puedes optar a distintostrabajos, se te abren las puertas, y enlos exámenes de competencia si eresbueno, puedes ganar. Ahora por ejemplotener una licenciatura no es nada, haymuchos profesionales de todo lado, lomínimo es tener la maestría, lo demásdepende de vos.

Fuente: GFCBBA PNUD, 2003

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Al igual que otros sectores, se piensa queel Internet es una necesidad para el desarro-llo: “Un país sin tecnología no llega a nin-guna parte” (GFSC). El mayor uso de las opor-tunidades computacionales facilitaría el ac-ceso a la información, los trámites o a laburocracia estatal. También se relaciona latecnología con el mundo productivo, y asícon la posibilidad de vender productos na-cionales en el exterior.

Estudiantes de institutos

Los estudiantes de los institutos de in-formática provienen sobre todo de sectorespopulares, viven en las periferias urbanas yrealizan sus estudios en el centro de las ciu-dades. Salen de colegios fiscales y tienen al-rededor de 20 y 28 años. Su familia cuentacon escasos recursos culturales, sociales yeconómicos. Estudiar en algún instituto no

Génesis del gusto por la computación

Recuadro 5.13

- A mí desde chico me gustaba el tilín(centro de juegos). Iba a la escuela yde ahí con mis amiguitos nos íbamosallí con 20 centavos. Mi mamá mereñía y me decía “estás aquí viendotele no más, deberías salir a jugarfútbol” y me botaba a la calle, y yome iba al tilín. Tenía mi casero, donOscar, en una casita ponían Nintendoy con 20 o 40 centavos me iba a jugar;mi vicio llegó hasta tal punto que mimamá me mandaba a comprar pan yme iba donde don Oscar, mi mamáme buscaba y me cascaba. Luego mefui a vivir a la ciudad de El Alto yhacía lo mismo hasta quinto básico.Después ya era un vicio más contro-lado, en el trayecto de ir al colegio y

volver a mi casa, iba al tilín. Eso fuehasta cuarto medio. En toda la escuelano he llevado computación, reciéncuando entré a medio empecé a llevarcursos y trabajé con las computadorasAtari, llevé Lotus y programación.Recién ahora obtuve mi máquina yya estoy más o menos tranquilo.

- Desde niño me gustó el Atari. Undía me fui al trabajo de mi papá,donde había computadoras y esosjueguitos como viboritas que ahorahay en los celulares, empecé a jugar,a crecer y me gustaban las computa-doras, sobre todo los juegos. Cuandoentré directamente a las computado-ras, a ensamblar, a cargar, arreglar,poco a poco fui aprendiendo. Nos

enseñaron a ensamblar, a hacer man-tenimiento y me gustó.

- Yo he entrado a este mundo a travésde las revistas. A mí me gustaba verdibujos animados, desde chico veíaHe-Man y de ahí me ha nacido elinterés por agarrar el lápiz, he estu-diado dibujo y ahora he hecho mispropios dibujos. El problema eracómo animarlos, y por eso he tenidoque aprender a animar en computa-dora, y desde ahí nace mi interés.Veía muchos dibujos animados yahora estoy haciendo mi propia re-vista que va a salir pronto a la venta,es el primer comic boliviano conanimación japonesa, pero utilizandotecnología boliviana.

Fuente: GFLP PNUD, 2003

La informática y el desarrollo

Recuadro 5.12

- Yo creo que mi profesión sirve parael desarrollo. Con un sistema ade-cuado, un servicio puede ser máseficiente. Por ejemplo antes, si ibasa un organismo estatal, digamos eltránsito o el registro civil, tomabasemanas sacar el certificado de naci-miento. Era un trámite que aburríaa la gente, muchos no iban sólo porno hacer colas. Ahora gracias a lacomputación eso ha mejorado mu-cho.

- Con un sistema de informática pode-mos colaborar a que los productos

como la piña o el palmito puedan serexportados. Hay que facilitar a lagente el aprendizaje, mejorar lossistemas de educación y se podríavender mejor.

- Hoy en día estamos en la era de lacompra y la venta. El problema esque en Bolivia todavía no hay unbanco que reciba cheques que puedasdar por computadora, no hay co-nexiones entre empresas y bancos.Desde este punto, la informática pue-de influir mucho, porque puede habermuchas ramas que comercialicen, y

eso favorecería la exportación. Podríahaber páginas web para que las em-presas muestren sus productos y asílogren hacer acuerdos.

- No creo que la carrera de informáticavaya a sacar a Bolivia del subdesa-rrollo, pero podría facilitar mucho.Se necesita un replanteo de los valo-res y un cambio de actitud de la gen-te. Mucha gente cree que ser boli-viano es ser menos, y no les cabe laidea de que desde aquí se pueda pen-sar en grande. Esa actitud no nos vaa conducir a nada bueno.

Fuente: GFCBBA PNUD, 2003

183

Campo informacional e Internetes muy complicado, pues se ofrecen horariosde trabajo, que no exigen tiempo completo,y además los costos son bajos (15 dólares almes, por ejemplo).

El ingreso al mundo de la computaciónencuentra tres motivaciones:- “Es la carrera del futuro”. Se percibe que

la computación es una destreza reque-rida en cualquier institución, y que enel futuro este uso será mayor, por lo quese requerirán más personal capacitado.

- Es una herramienta que habilita rápida-mente para ingresar al mundo laboral.Frente a la pregunta de por qué estudiaresa profesión, se responde “primero yohacía ensamblado y mantenimiento decomputadoras, y después un amigo medijo que con la programación íbamos aganar un poco más de dinero, y vamosa tener trabajo, por eso entré” (GFLP).

- Es un espacio de creatividad. La carreraes atractiva por la capacidad de creación

que ofrece. A través de algunos conoci-mientos elementales, se pueden cons-truir programas con una infinidad defunciones. Lo importante es que ese esun espacio abierto e ilimitado a la ima-ginación.

En todo caso este es un sector que valo-riza el estudio, el placer del conocimiento yla innovación: “No hay otra en esta vida queno sea estudiar. No hay otra, estudiar, estu-diar y estudiar, no hay dónde perderse. Sidejas de hacerlo, otros te ganan” (GFLP).

El estudio en el instituto técnico es per-cibido como un paso intermedio antes dellegar a la universidad. El objetivo final es lalicenciatura y alguna maestría: “Las empre-sas ahora prefieren contratar a personas quehan estudiado y se han capacitado mucho.Por eso conviene ir avanzando y no quedar-se, especializarse más para encontrar mejo-res trabajos y ganar mejor” (GFLP). Así, mu-

- El estudio en el instituto es más rápido,te dan la práctica para que puedas hacerun programa, en cambio en la universi-dad te dan más cálculo, álgebra, físicay todas esas cosas numéricas, y despuésrecién te mandan al campo de la com-putación (programar, armar, desarmar).En la universidad te preparan para quepuedas pensar mejor, en los institutosnos dan lo básico de matemáticas, ymás se van a la práctica. Nosotros somosmás capos en la computadora, ellos enlos números. La universidad es muyteórica, les enseñan procesos y métodos,pero no cómo manejar las máquinas,suponen que eso ya se sabe. Nosotrossabemos qué cosa tenemos que hacer,pero no qué pasos lógicos tendrían queseguirse para realizar ese proceso.

- En la universidad lo primero que teenseñan es teoría, números, cálculo,matemáticas, álgebra y todas esas cosas.Recién cuando llegas a tercer año em-piezas en aprender programación. Encambio, en el instituto, en un cortotiempo, ya puedes hacer un pequeño

programa. Cuando uno va a un trabajodonde necesitan un programador te pue-den agarrar, en cambio en la universidadnecesitas un tiempo muy largo parapoder trabajar en una empresa o en algúnlado y así poder seguir tus estudios.

- La diferencia es que en la universidadsacas licenciatura, en cambio en uninstituto es técnico superior. Es mejorsacar un cartón de licenciado de la uni-versidad.

- En mi caso estoy trabajando y con esopago mis estudios en mi instituto. Cuan-do salga de allí voy a buscar un buentrabajo. Por lo pronto lo que nos handicho en el instituto es que hay pasantíasen empresas, y si eres bueno te vas vaquedar a trabajar ahí. Supongo que coneso va a ser un sueldo más de lo queestoy ganando ahora. Eso me va ayudarpara poder entrar a la universidad, por-que en ella hay muchos más gastos enlibros, fotocopias y una y otra cosa.Entonces, primero un instituto, salgo,consigo un mejor trabajo, y luego launiversidad.

Recuadro 5.14

Universidad versus institutos

Fuente: GFLP PNUD, 2003

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

chos de estos estudiantes toman al institutocomo un instrumento para subir un pelda-ño más hacia la titulación universitaria. Enesta dirección, algunos buscan lograr prime-ro un título de técnico, para luego hacerlovalidar en la universidad (normalmente al-guna privada) y finalmente, en algún mo-mento, conseguir la licenciatura. La granventaja que ofrece esta “profesión interme-dia”, es que se puede trabajar y estudiar almismo tiempo. Ahora bien, no faltan estu-diantes que hacen las dos cosas a la vez, es-tudian en el instituto cuestiones empíricas,y continúan la carrera universitaria en sustiempos libres. Además, poseer un conoci-miento de técnico, conseguido en un insti-tuto en un tiempo corto (un año), facilita elingreso al mercado laboral. En cambio, ha-cer la licenciatura de cinco años retarda elingreso al mundo laboral, aunque cuandollega el momento haya una mejor remune-ración. Otra de las diferencias entre el insti-tuto y la universidad es que el contenido delprimero es más bien práctico, mientras en elsegundo se profundiza teóricamente (verrecuadro 5.13).

El circuito de estudios puede ser quebra-do por las vinculaciones generadas entre estu-diantes de institutos y grandes transnacionalessin mediación de las universidades locales.Un estudiante puede relacionarse directa-mente con una empresa y obtener un títulode ingeniero que le abre las puertas del mun-

do, tanto para estudios como para el trabajo(ver recuadro 5.15). Estos vínculos directosrompen con las lógicas de legitimación local,y abren las puertas a personas que sólo tenien-do cierto dinero (para pagar las mensualidades)y con conocimiento empírico puedan acce-der a diversos puestos (ver recuadro 5.14).

El mundo laboral para este sector esinestable y de muy difícil acceso. El ideal estrabajar en una gran empresa que ofrezca unbuen salario, pero ésta es una meta casi in-alcanzable. Además, para entrar en las gran-des firmas, hay que tener un “padrino”: “Dequé sirve que te prepares tanto, que seasbueno en tu rama si no tienes nadie queapoye tu currículo. Tú das tu hoja de vida yviene el amigo de tal o de cual y dice ‘este esmi hijo, amigo y sobrino’, y tú quedas recha-zado. En las empresas grandes, los currículosestán amontonados, tú vas, le dejas a lasecretaria y te dice: ‘ya joven, pase al alma-cén’. Hoy no es fácil conseguir trabajo, losbuenos trabajos no salen en el periódico”(GFLP).

De todos modos, al futuro se lo ve conesperanza. Se busca conseguir una posiciónsólida en el mundo laboral, o eventualmen-te tener una empresa o negocio propios. Entodo caso, se trata de lograr un ingreso esta-ble y dar a los hijos una mejor suerte que lade sus padres:

“Yo quisiera ser un gran profesional,tener una maestría y trabajar en una empre-

Ser ingeniero Microsoft

Recuadro 5.15

P: ¿Además de ser ingeniero qué te gus-taría hacer?

- Quiero hacer una maestría en Japón.P: ¿Por qué?

- Me interesa cierta rama de la infor-mática, y tengo la posibilidad de hacermaestría allá, para eso necesito sacar milicenciatura para irme allá, me han ofre-cido allá trabajo, vivienda y todo.P: ¿Quién?

- Estamos yendo con la casa Microsoft,porque hemos sacado el certificado deIngeniero de Sistemas de la línea Micro-soft; entonces mediante ellos nos hemosapoyado para ir allá, para que nos den eseapoyo. O sea, nosotros somos ingenieros

de sistemas sólo de esa línea.P: ¿Tú y quién más?

- Somos 20 personas que reciben esecurso, que es caro, pero de ahí tenemosla posibilidad de salir a Estados Unidose ir a hacer especializaciones a Japón.P: ¿Y qué esperas encontrar en Japón?

- Mejores oportunidades de trabajo,porque acá es un poco muerto el campode la computación. El problema acá noes el profesional, es económico. Un buenprofesional no va a cobrar lo que unorealmente vale. Si yo valgo unos 2.000 o3.000 dólares, acá no me van a pagar másde 1.000 bolivianos o 800 bolivianos. Así,ya no tiene sentido.

Fuente: GFLP PNUD, 2003

185

Campo informacional e Internetsa. Tal vez no ganar mucho, pero lo suficientepara mantener a mi familia y mis hijos.Quisiera que mis hijos puedan estudiar ytengan lo que yo no he tenido”.

“De niño yo tendía algunos antojos:‘quiero que me compren esto, y esto otro’;

de adolescente decía: ‘quiero esta ropa, via-jar, salir con mis amigos’. Quiero darles unavida mejor a mis hijos, que puedan estudiaren buenos lugares, donde les enseñen bien,que no tengan la necesidad de trabajar parapoder estudiar y que sólo se dediquen al es-

Usos de la red

Recuadro 5.16

- Yo charlo con gente del extranjero queno conozco. Les digo que aquí se comechairo, mando fotos del folclore y delcarnaval. Cuento las costumbres de SanJuan, Año Nuevo, Navidad, digo quelas vacaciones son de tal manera, quelas reuniones para los bolivianos sonfamiliares, estar con los hijos, abuelos,tíos, y que todos se sientan a compartiren la mesa; eso les cuento. Despuésellos me cuentan cómo es la cosa porallá, las diferencias. En Navidad algunosse quedan solos o están en un campusde puro universitarios, esas cosas me

cuentan. Me dicen ‘yo te envidio, por-que estás con tus papás y tus hermanos,en cambio nosotros estamos solos’.Creo que en esa parte los bolivianossomos más hogareños.

- Yo tenía una chica virtual. Es fregado,pero bonito. Cuando uno está frente auna pantalla se vuelve poeta, se inventatodo y como hay páginas donde puedessacar poemas, lo haces y le mandas yte dice ¡corazón, qué poeta eres! Mientesy te mienten, porque puedes bajar fotosy te mandan una foto de una supermodeloy en realidad es todo lo contrario, o túmandas la de un fisioculturista, así es...

Fuente: GFLP PNUD, 2003

Ser Hacker

Recuadro 5.17

- Yo he sido hacker. Un amigo míotenía su café Internet donde no habíamucha clientela, porque al lado esta-ba la competencia, con una ñata lindaque atraía mucho la atención. Me heconseguido un programa que destro-za máquinas, y les he quemado todassus placas, tarjetas, monitores, hemoshecho lo que hemos querido, y ellosno sabían qué estaba pasando. Asíhemos logrado tener clientela. Yoquisiera ser un hacker profesional,pero para eso hay que estudiar mucho.

- A mí me atrae la robótica y la gené-tica, tratar de crear vida artificial,inteligencia artificial y también pro-gramas, eso es lo que más me gusta-ría ser. Un sueño loco que tengo esque me gustaría ser un hacker, unpirata informático, que es una perso-na muy inteligente, porque entra a

cualquier campo de base de datos através del Internet.

P: ¿Por qué quieres ser un hacker?- Me gusta, porque yo veo que esos

hombres son muy inteligentes, hastaaparecen en las noticias. Por ejemploaquí había un hacker que estaba en-trando a sistemas del gobierno y lapolicía no sabía qué hacer. Su mentecorre más rápido que la de otros, esgente muy preparada tienen sueñosy los llevan a cabo. Eso es lo queveo en un hacker: diseña nuevas for-mas de implementar, yo creo que suscomputadoras deben ser hiper velo-ces, deben crear muchas cosas.

- Yo creo que no se necesita muchaexperiencia para ser un hacker, cual-quiera puede serlo, lo único que tie-nes que hacer es adentrarte más alInternet, conocer más a fondo. Para

ser hacker no se necesita un estudiode maestría, incluso creo que hayprogramas en Internet que te permi-ten acceder fácilmente a distintoslugares, es sencillo, no es cosa delotro mundo.

- En esa parte yo también estoy deacuerdo en que no se necesita apren-der tanto, sólo es en base a la expe-riencia Quisiera entrar a un campobien cerrado como en Estados Uni-dos, entrar a un lugar prohibido, esoes lo que más me gusta, hacer lo quenadie puede lograr. A mí nunca me hagustado ser alguien del montón, siem-pre he querido ser diferente y por esocuando me dicen “no se puede”, yodigo “se puede”, y me entro y lo hagobien. No lo haría por maldad o dañara alguien, sino porque yo creo quepuedo dar una salida correcta.

Fuente: GFLP PNUD, 2003

186

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Manifiesto Hacker

Recuadro 5.18

Yo soy un hacker, entra en mi mundo...El mío es un mundo que comienza en

la escuela: soy más listo que la mayoríade los otros niños, esta basura que nosenseñan me aburre... Hoy hice un descu-brimiento. Encontré una computadora...Espera un segundo, esto es bueno... Ellahace lo que yo quiero que haga. Si cometeun error, es por que yo lo cometí. Noporque yo no le guste...

Exploramos y nos llaman criminales. Buscamos el conocimiento y nos llamancriminales. Construyen bombas atómicas,libran guerras, asesinan, engañan, nos

mienten haciéndonos creer que es pornuestro bien, y nosotros seguimos siendolos criminales. Sí, soy un criminal. Micrimen es la curiosidad. Mi crimen esjuzgar a las personas por lo que dicen ypiensan, no por su apariencia externa.

Mi crimen es el de ser más listo quetú, algo por lo que jamás me perdonarás. Soy un hacker, y este es mi manifiesto.Podrás detener a éste en particular, perono podrás detenernos a todos... despuésde todo, somos todos parecidos

The Mentor

Fuente: http://www.ticbolivia.net/html/popup2.asp?dsubject=2&id=554

Cuadro 5.9

Estudiantes de universidades

Cuadro sintético comparativo del mundo estudiantil

Capital cultural y social

Motivación del estudio

Expectativas futuras

Visión con respecto al otro

El desarrollo

Colegios privadosClase media y media alta urbanaMenor responsabilidad laboralMayor dependencia del núcleo familiar (padres)Mayores posibilidades de dedicarse sólo al estudio, eltrabajo no es imperioso en ese momentoContinuidad en los estudios (misma universidad)

Menor vinculación con el extranjero y si la tienen, apoyadaen estructuras familiares y sociales

Es la carrera del futuroAsegura el trabajoEs un mundo de novedades

Tener un buen salario y ser empresarios.Tener “algo propio”Tener maestrías en el extranjeroTener una vida tranquila e independienteSe preparan para que el futuro sea exitoso (cobijadosen estructuras familiares)En el trabajo se mete la política

Los técnicos son menos que los ingenieros

Intensificar los servicios de informaciónRelacionar el mundo productivo y la exportación con la redRol del Estado para facilitar serviciosEducación aprovechando la red

Estudiantes de institutos

Colegios fiscalesClase urbana popularMayor responsabilidad laboralMenor dependencia del núcleo familiarResponsabilidades laborales: trabajar y estudiar ala vez. Se mueven en los dos mundosInestabilidad y falta de planificación en las opcionesde estudios

Vínculo con el extranjero de forma directa, conmucha incertidumbre, sin mediación institucional.Valoración del estudio como asenso social

Es la carrera del futuroAsegura el trabajoUn espacio para la creatividad

Trabajar en buenas empresas o tener empresaSer licenciados, alguna maestríaAscenso social, asegurar su futuro y el de los hijosViven ya el mundo de la incertidumbre y laresponsabilidad (deben mantenerse)Para un buen trabajo hay que tener padrino

La diferencia entre el ingeniero y el técnico es lateoría y la práctica

Mejorar el servicio públicoModernizar e informatizar la sociedadUsar la red para la exportación

187

Campo informacional e Internettudio. A mis hijos yo les voy a decir ‘hastaaquí he llegado yo y ustedes tienen que ir unpasito adelante, ustedes tienen que ganar-me’” (GFLP).

Las expectativas profesionales de estesector son muy ambiciosas en algunos casos.Algunos quieren salir al exterior, hacer algúncapital, exportar su trabajo y ser conocidosen el plano internacional. En esta dirección,ya existen algunos vínculos construidos, yasea a través de familiares y amigos o mediantecanales formales.

Como en otros casos, el uso del Internetes diverso en la vida cotidiana. Algunos acu-den a él para fortalecer sus relaciones socia-les y pasan tres horas al día chateando conamigos, otros consiguen pareja y continúanrelaciones más o menos estables, y otros nousan el Internet más que bajo objetivos es-tudiantiles. Estos mundos virtuales no siem-pre son los mismos, en algunos casos la so-ciabilidad cara-a-cara involucra a un colec-tivo distinto que el de la relación virtual,aunque también hay experiencias donde elsoporte tecnológico es más bien un mediopara fortalecer la relación directa.

Las inquietudes sociales y las posibilida-des de que la red sea un servicio para el de-sarrollo son fundamentales en criterio de es-tos estudiantes. Todos coinciden en que la

computación puede ser una opción interesantepara acelerar el crecimiento, mejorar los ser-vicios públicos, la exportación o la industria.Es más, formulan preguntas absolutamentepertinentes: “¿Por qué al momento nadie se haanimado a desarrollar un sistema operativomade in Bolivia que pueda ser compatiblecon todos los sistemas operativos?, ¿por quéen toda América predomina Windows?, ¿quénos falta a los bolivianos para desarrollarnuestro propio sistema operativo? y ¿por quétenemos que pagar tanto?” (GFCBBA). Así,entre aspiraciones, sueños, frustraciones y pro-yectos de futuro, los estudiantes continúan suslabores en los institutos, esperando que eltiempo traiga consigo nuevos horizontes.

El mundo de los ensambladores(hardware): Sopocachi versusEloy Salmón

Este es uno de los eslabones de la cade-na del mundo de la computación: el arma-do de máquinas con insumos de distintosorígenes. Se trata de personas que puedenensamblar computadoras y venderlas a pre-cios más bajos que aquellas con una marcaconocida.

Dado que la competencia es grande eneste ámbito, cada sector debe construir un

El oficio del ensamblador - vendedor

Recuadro 5.19

- En mi caso, mi tío tiene una tiendadonde se venden computadoras, partesde computadoras y equipos completos.Viene la gente y te pide una computa-dora, siempre piden la última, y tú ledas las partes que tienes: esta es la tarjetamadre, el disco duro, video, sonido ydemás. Muchas veces tienen miedo,porque como hay varias tiendas, se diceque se venden cosas usadas y en variasocasiones es verdad. Entonces, se ledice al cliente que al momento de en-samblar la computadora se le va a mos-trar las partes originales, que se abriránlos paquetes delante suyo y podrán ano-tar los códigos de cada componente, yque si quieren, podrán cambiarlo siviene fallado.

- Tengo una tiendita de abarrotes y ahíle pongo “se ensamblan compu-tadoras”. Generalmente los vecinos medicen: “está mal mi computadora,vémelo”, entonces se lo instalamos. Losclientes me piden computadoras y yoles aconsejo esta es más carita, esta másbarata, según lo que tienen a ver paraqué les alcanza...

- Un 60% de la gente no conoce de esascosas y algunos vendedores los mareancon palabras que no entienden y parecechino. Yo he tenido la experiencia dearmar y vender hace tiempo computa-doras. Trato de explicar lo más claro alcliente. Depende qué es lo que él quiere,porque el cliente no sabe nada de com-putadoras, siempre nos pregunta y hayque orientarlo.

Fuente: GFLP PNUD, 2003

188

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

discurso que lo legitime con respecto al otroque realiza un trabajo similar. Aunque esteámbito esté menos organizado que el de losprofesionales o estudiantes, se pueden apre-ciar dos lógicas que luchan en este mismocampo: los ensambladores de Sopocachi y losde la calle Eloy Salmón.4

El primer grupo se promueve con unapublicidad que resalta lo siguiente:

“La PC como debe ser:- Usamos los mejores componentes- Ensamblaje de primera calidad- Examine el interior antes de aplicar el

sello de garantía- Entrega inmediata- La mejor garantía- Buenas ideas hechas realidad”

El valor que vende este sector es que susmáquinas tienen garantía y que su trabajo esserio y respaldado por experiencia profesionalde años en empresas importantes. Ellos ofre-cen un mejor trabajo que “los muchachitos dela Eloy Salmón, que ensamblan computadorassin calidad”. Su profesionalidad está en losaños de trabajo y el comprador puede com-probarla antes de realizar su compra. Por ellohay la posibilidad de abrir la máquina paraauscultarla personalmente. Su lema es: “Laamargura de la baja calidad permanece mu-cho después de que se olvida el dulce sabordel precio bajo”.

Por su parte, los “ensambladores de laEloy Salmón” son un grupo poco compactoque realiza esta actividad como algo comple-mentario. Su saber está respaldado por la ex-periencia empírica: “un amigo me ha expli-cado y poco a poco he ido aprendiendo ainstalar y armar equipos, había sido fácil. Yopensaba que se necesitaban conocimientos,pero poco a poco te vas metiendo y apren-diendo cosas. La primera vez que agarras unatarjeta te parece extraño, la segunda es másfácil. Cuando uno está en el medio, va apren-diendo nomás” (GFLP). Por la “facilidad” desu trabajo, este grupo no valora su conoci-miento, y lo considera más bien instrumen-tal: “Ensamblar no es una carrera, todo elmundo sabe. Antes era más difícil, ahorahasta los niños pueden, mientras hay mástecnología, más fácil es, cada año que pasase hace más sencillo” (GFLP).

Los ensambladores están vinculados almercado popular, particularmente venden

computadoras y accesorios en las galerías delas calles Uyustus y Eloy Salmón. Este mer-cado está vinculado a una red internacional deimportación de partes que luego son armadaslocalmente. Los precios ofrecidos en estastiendas son, sin duda, mucho más competi-tivos que otras grandes importadoras, lo cualfavorece el uso popular de las computadoras.

Conclusiones

Se ha empezado este capítulo con la pre-gunta sobre el estado del campo informacio-nal en Bolivia, para con base en él, ver lasperspectivas del desarrollo humano. Se hapartido de la idea de que para emprender estedesafío, se requiere de una cultura Internetactiva. El Internet y en general la culturainformacional adquieren entonces un pesoestratégico, pues son ellas las que facilitan lainserción en la sociedad red.

Para analizar el campo informacional enBolivia se han descrito primero los usos tec-nológicos en general, luego las particularida-des del uso del Internet, y finalmente se hapuesto atención sobre el mundo informacional,donde actúan profesionales y estudiantes.

Luego de este recorrido, se puede con-cluir lo siguiente:• En Bolivia existe un campo informacional

activo conformado por “usuarios” y“productores”, con distintos actores alinterior y tensiones no resueltas.

• Lo más importante es que existe unadisposición ciudadana favorable al pa-radigma técnico informacional. Esteconsenso permite pensar en un escena-rio futuro en el que se desarrolle una re-volución de expectativas, es decir, undeseo de inclusión tecnológica comodemanda social.

• Existe una contradicción entre las po-tencialidades de la estructura instaladaen materia de tecnologías de la informa-ción, el número de usuarios permanen-tes de Internet, los que alguna vez lo hanutilizado, y quienes tienen deseo de ha-cerlo, pero encuentra obstáculos econó-micos o educativos. Esta situación pue-de tender a ser explosiva si las crecientesexpectativas de inclusión y participaciónen la sociedad no son satisfechas. Lo quehoy es una aspiración, se puede conver-tir en una frustración que venga a hacer

4 Sopocachi es un barrio residencial de La Paz mientras que la calle Eloy Salmón se sitúa en una zonapopular.

189

Campo informacional e Internetmás complejo el panorama de exclusio-nes sociales que vive el país. El desarrolloinformacional debería reducir esta peli-grosa distancia y encontrar mecanismosde inclusión. Pero, este dato muestra lafuerza social del desarrollo necesario.

• En cuanto a las lógicas culturales y losusos de la tecnología, existen puertas in-teresantes con gran potencialidad. Laapropiación de la base tecnológica queofrece la red, no sólo de parte de losactores del mundo de la información,sino de actores sociales que la utilizanpara sus necesidades puntuales, apare-cen como una puerta interesante. Estasexperiencias específicas (uso de la redpara la venta de productos comunitarioso la comunicación indígena en el cam-po) muestran que poner la tecnología alservicio de las necesidades colectivaspuede dar un resultado favorable al de-sarrollo humano.

• El campo informacional se amplía y nose limita al ámbito urbano. En él se po-sesionan sobre todo jóvenes de clasesaltas y medias, que luchan en dos uni-versos opuestos, sea en el ámbito profe-sional, estudiantil o en el del manual defuncionamiento (hardware). Las expe-riencias en este mundo son heterogéneasy existen distintos patrones de incorpo-ración al campo.

• La identidad del usuario de Internet seconstruye con base en la relación consi-go mismo, lo que se podría denominarla individuación de la identidad, perotambién en contacto con el grupo deedad y el social. Esta tensión debería seradministrada para que no vaya en des-medro de dinámicas socializantes.

• El ámbito de los “productores” estámarcado sobre todo por una polaridadentre espacios académicos formales y losautodidactas con experiencias empíri-cas. El fortalecimiento del mundo infor-mal debería lograr su perfeccionamientoy reconocimiento por distintas institu-ciones. Ello permitiría ampliar un mo-vimiento creativo y de innovación almundo Internet. Hasta el momento la

dualidad está alentando la competenciaen lugar de sacar provecho de las distin-tas formas de uso y apropiación compar-tida del informacionalismo. Se debebuscar establecer un círculo virtuoso queaproveche esta dualidad para generar unmayor dinamismo y que los distintossectores, fortaleciendo el campo, puedanjugar un rol fundamental en el desarro-llo. En el futuro se deberían construirpuentes que articulen el mundo infor-mal con el formal a fin de conseguir uncampo integrado.

• A pesar del dinamismo del mundo in-formacional, éste sigue siendo una expe-riencia restringida que no representauna base sólida para otro tipo de desa-rrollo. La innovación encuentra dificul-tades de diversa índole para dar pasosimportantes y aportar a la sociedad.Como se afirmaba, el consumo primasobre la creación. El mercado todavía noestá consolidado como para generar unadinámica mayor, y el Estado no apues-ta a fortalecer este ámbito en el marcode una estrategia de desarrollo.

• El vínculo entre lo que aquí se ha deno-minado mundo Internet y otras esferassociales no es sostenido. Parece impor-tante impulsar un matrimonio entre ladinámica cultural local y los actoresInternet (en sus distintos ámbitos) paravincular de manera más estable la capa-cidad informacional instalada con lasnecesidades sociales. Ese vínculo podríaacelerar la lógica del desarrollo informacionalen Bolivia.

Como se ha afirmado, el nuevo enfoquede desarrollo humano requiere de capacida-des informacionales. Sólo a partir de unadeliberación, que utilice las potencialidadestecnológicas, se podrá lograr un desarrollohumano que salde las deudas del desarrollopendiente y avance hacia y desde el desarrollonecesario. Sólo así Bolivia estará en mejorescondiciones para afrontar la globalizacióninsertándose en ella, respetando sus propiasdinámicas culturales, y a la vez, utilizando lasmúltiples oportunidades existentes.

Los maestros frente al cambioCapítulo 6

Introducción

La educación y el conocimiento son fundamentales para el desarrollo de lascapacidades de una sociedad y son claves para que los ciudadanos puedan optarpor tener la vida que desean vivir. El presente capítulo tiene un carácter explora-torio y sólo pretende avanzar algunas ideas sobre las dinámicas educativas. En elcaso boliviano, la educación y el conocimiento son decisivos para el logro de undesarrollo necesario e informacional y para poder enfrentar con éxito el desarro-llo pendiente. La pregunta es cómo se estructuran ambos desde las mismas basesdel interculturalismo y las posibilidades de un desarrollo informacional sosteni-ble e incluyente. Los maestros, el sistema educativo, los gobiernos locales, lospadres de familia y el Estado son claves al respecto. Ellos, junto a la sociedadboliviana, están viviendo los cambios que venimos narrando en este Informe. Sinembargo, si hay un actor estratégico en este dinamismo, son los propios maes-tros y el sistema educativo en el cual se desempeñan. De ahí que el presente ca-pítulo, que sólo plantea algunas pautas de análisis, coloca un énfasis especial eneste actor estratégico del desarrollo boliviano.

La escuela es un espacio fundamental para enfrentar los desafíos del desa-rrollo necesario, esto significa, encarnan la posibilidad y la exigencia de que lasociedad boliviana se articule de manera virtuosa a la globalización. Sin embar-go, esto puede ocurrir sólo si se resuelven al mismo tiempo las tareas del desarro-llo pendiente, es decir, la suma de sus rezagos estructurales, aunque consideran-do siempre, en ambos casos, los valores y aspiraciones de la sociedad.

192

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

La Reforma vista por dos maestros

Recuadro 6.1

Las transformaciones aplicadas ala educación boliviana desde mediadosde los años 90 tuvieron por objetivoponer a la escuela a la altura de lasúltimas necesidades históricas del país.Provistos de un fuerte respaldo inter-nacional, los cambios despegaron enla educación primaria y fueron ascen-diendo gradualmente año con año. Susprincipios fueron la interculturalidad,el bilingüismo y el constructivismocomo método de enseñanza. En 2002,el equipo de difusión del IDH realizóvarias entrevistas con educadores paraconocer su criterio sobre la Reforma.Estas son algunas de sus afirmaciones.

“Hace muchos años, cuando yo eraalumno, si yo le discutía al profesor

sobre algo que había experimentadopor casualidad o por accidente, puesalguna vez encontraba una verdad, yle decía, profesor, pero yo he hecho deesta manera. ‘Y ¿quién eres tú parahacer eso? ¿Qué sabes tú?’, entoncescortaba lo que actualmente se está pro-moviendo, que es la creatividad. Esoha ido en detrimento de los valores queteníamos nosotros aquí en el país.Cuánta gente con esa habilidad creado-ra ha tenido que emigrar a otros paísespara que se le dé lugar, mientras ellosno han podido desarrollarse aquí, pre-cisamente por esa situación del magis-terio. Ahora la reforma sí está bien,puede ser buena, pero hay que seguirlaarreglando”. Pedagogo, Vallegrande.

“En realidad, la Reforma no es unproducto de la necesidad de las bases,es decir, de la gente que realmente vaa recibir educación. La reforma educa-tiva, por necesitar un aparato burocrá-tico muy grande, seguramente requiriómucha inversión económica para apli-carse, pero no se ha mejorado la calidadeducativa en el área rural, los salariosde los profesores no han subido deninguna manera, los estímulos son, enlos hechos, un chantaje. Se estimula aldocente diciéndole: si tú no trabajasno te pago ese bono al cumplimiento.Por lo tanto no es un plan nacional, esun proyecto hecho en una oficina”.Profesora, Sucre.

Fuente: Revista del Futuro, PNUD, 2002

En este espacio, las visiones y percepcio-nes de los actores del proceso educativo sonvitales para comprender el rol de la escuelaen el cambio informacional, así como el pa-pel de la educación en la formación del nue-vo sentido de nación.1 Ambos están vincu-lados a los desafíos del desarrollo humano enun contexto de globalización y fragmenta-ción.

En el país, la escuela está sometida a unareforma desde mediados de los 90 y ha su-frido transformaciones que permiten vislum-brar sus debilidades y capacidades para en-frentar los desafíos del cambio informacionalen una época caracterizada por la incerti-dumbre respecto al porvenir del Estado na-cional, expresada en la ausencia de un pro-yecto de construcción societal y estatal concapacidad hegemónica.

La reforma educativa, aprobada comoley en 1994, modificó los fines y objetivosde la educación boliviana pues estableciócomo principios básicos el reconocimientode la heterogeneidad sociocultural de la so-ciedad y la vigencia de una educación inter-

cultural y bilingüe; otorgando prioridad a laeducación primaria, haciendo énfasis en laparticipación de la comunidad y en la pro-moción de la igualdad de acceso a las muje-res y los sectores de escasos recursos (Con-treras 1998: 320). Estas modificaciones tu-vieron consecuencias obvias en la labor de losmaestros, porque implicaron “el diseño deun nuevo currículo, con un tronco comúnde carácter intercultural, y el énfasis en lamodificación de los roles del maestro y de losalumnos para priorizar el aprendizaje” (ibi-dem:322). Sin embargo, su implementaciónse enfrentó a varios obstáculos, porque noestableció un pacto entre el Estado y las or-ganizaciones sindicales del magisterio quecriticaron su carácter elitista y tecnocrático.Ellas pusieron en evidencia las dificultadesde llevar adelante una reforma sin establecerun mínimo consenso con los actores socia-les involucrados, en este caso, los maestros.

En los últimos años, esta reforma, jun-to a las otras transformaciones político-institucionales puestas en práctica desdemediados de los 80, fue cuestionada por los

1 Para la elaboración de este acápite se realizaron 16 grupos focales (8 en La Paz y 8 en Santa Cruz) amaestros de base de tres tipos de escuela: particular, fiscal (del ámbito urbano y rural) y “de convenio”(vinculados a la Iglesia católica). Se agruparon a maestros y maestras comprendidos entre 20 y 39 añosy mayores de 40 años, así como, a asesores pedagógicos de la Reforma Educativa y a docentes denormales y universidades. Asimismo, se realizaron entrevistas a funcionarios responsables de diseñar eimplementar la reforma educativa (para más detalles, ver el anexo metodológico).

193

Los maestros frente al cambioresultados deficitarios de su implementacióny la pérdida de legitimidad del proyecto dereformas iniciado en la década de los 80.Como señala el anterior Informe de Desarro-llo Humano en Bolivia, a partir del año2000, la sociedad boliviana ingresó en “unmomento de cambio en las tendencias es-tructurales derivadas de la democracia y laeconomía de mercado” (PNUD 2002:38), quetuvo un epílogo con las transformacionesacontecidas en octubre de 2003 que hanabierto una coyuntura caracterizada por lanecesidad de cambio en las relaciones entreEstado y sociedad y en la orientación de laspolíticas públicas.

En este acápite, se analizan dos facetaspresentes en la mirada subjetiva de los maes-tros, vinculadas a los cambios sufridos por elpaís en los últimos años:• Una, en relación al sentido de lo nacio-

nal como comunidad de pertenencia enun momento de inflexión del proyectoliberal-democrático y de emergencia deun multiculturalismo de raigambre in-dígena.

• Otra, en relación a los fines de la edu-cación escolar sometida a la reformaeducativa y a la incidencia de las nuevastecnologías en la consecución de susobjetivos que se debaten entre la trans-misión de conocimiento y la formaciónde un espíritu crítico.

La Nación: unidad y disyunción

La idea de nación ha sufrido cambiossustantivos en la discursividad política, pues-ta de manifiesto en el texto constitucionalreformado en 1994, que reconoce el carác-ter pluriétnico y multicultural de la sociedady, por ende, en las pautas que definen la ela-boración e implementación de las políticaspúblicas. Una de sus expresiones es la orien-tación de la reforma educativa que contem-pla la inclusión de temas “transversales” enel currículo escolar, tales como la intercul-turalidad, la equidad de género y los valoresdemocráticos, como el de la ciudadanía y elreconocimiento de la diversidad étnico-cul-tural a través de la aplicación de programasde educación intercultural y bilingüe. Em-pero, no se trata de una modificación limi-tada al ámbito estatal, sino que se expresa enlas demandas y los discursos de diversos ac-tores sociales que ponen en evidencia la exis-tencia de nuevos referentes identitarios, enclave étnica, regional y de género, que defi-

nen sus aspiraciones y relaciones con la so-ciedad y el Estado.

La idea de nación no se expresa sólo enla caracterización de la sociedad y en el re-conocimiento de su diversidad, sino tambiénen la manera en que los actores sociales per-ciben el papel de las instituciones públicasen las que se materializa el sentido de lo na-cional.

Se advierte en las percepciones de losmaestros, la crisis del paradigma del nacio-nalismo revolucionario que estableció, du-rante varias décadas, un concepto homogé-neo de nación que, en el discurso estatal semanifestó mediante la negación de la diver-sidad social o en su asimilación en clave cla-sista y corporativa.

Se ha producido entonces una transfor-mación de la idea de nación homogénea omestiza, en el sentido de construcción de la“bolivianidad”, que subordinaba otros refe-rentes identitarios en un sujeto supra-clasistaque la representaba: el “pueblo”, entendidocomo alianza de clases cuyas diferencias sedirimían en el seno del Estado, como sínte-sis y expresión de la nación. El fracaso delnacionalismo revolucionario, después de cin-co décadas de predominio discursivo, hadado paso a una visión de nación anclada enel multiculturalismo de raigambre étnica yen las diferencias identitarias regionales. Seformula otro tipo de unidad o unificaciónnacional a partir del reconocimiento de la di-versidad étnica y regional, aunque esta inten-ción convive con una noción de disyunciónexpresada como conflicto. La consigna de las“dos Bolivias”, dominante en el imaginariosocial de los últimos años, está en el sustratode estas percepciones asentadas en la disyun-ción, porque la existencia de “dos Bolivias”(cambas y collas, indios y k’aras) exige su-puestamente una elección entre alternativase implica enfrentamiento.

En el primer caso, en el que prevalecenidentidades étnicas, conviven percepcionesque circunscriben la diversidad a manifesta-ciones culturales e idiomáticas con visionespolíticas propias de un multiculturalismoexcluyente. Esta postura está presente entrelos maestros de La Paz, sobre todo rurales,que critican la historia estatal, porque éstaeliminaría la particularidad histórica indíge-na, en este caso, aymara, y se expresaría, porejemplo, en el valor de los héroes nacionalescomo Simón Bolívar o Eduardo Abaroa endesmedro de personalidades históricas pro-pias como Tupac Katari. Esto es algo eviden-

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

2 Este último aspecto se expresa en la mención constante a actividades de capacitación a maestros y estu-diantes en la norma sobre Derechos del Niño/a y Adolescente.

te en los maestros rurales menores de 40 añosque, según los profesores de las normales, ex-presan la decadencia de la labor docente vistacomo apostolado, porque se han incorpora-do al magisterio debido a su exclusión delmercado laboral y no por vocación propia deservicio, lo cual hace que sus posturas seanuna mera reacción contra la discriminaciónque sufren (“los Mamani y Condori son losque hablan de las ‘dos Bolivias’: k’aras/explo-tadores, indígenas/ explotados”).

En el segundo caso, en el que predomi-nan las identidades regionales, también seconcibe el sentido de la nación como comu-nidad de diversas culturas pero, es el caso delos maestros de Santa Cruz, se enfatiza en lastensiones y conflictos provocados por el pesode las identidades regionales que apelan, porejemplo, al “orgullo” de ser camba. Esto semanifiesta incluso en el uso de símbolospatrios en los actos cívicos, donde se susti-tuye la bandera nacional por los emblemaslocales. Algunos maestros consideran que elregionalismo es inevitable, pero que la inter-culturalidad, propugnada por la reformaeducativa, es un antídoto apropiado, porquepromueve el respeto entre culturas, aunquela tarea concientizadora de los maestros sedebilita, porque es en los hogares donde alfinal se fomenta el regionalismo. Una mani-festación extrema de la exacerbación de lasdiferencias identitarias regionales es el pro-yecto de “nación camba” que coincide conposturas que, entre los maestros de La Paz,enarbolan consignas de “nación aymara” o“naciones indígenas”. Ambas cuestionan oniegan la existencia de una nación bolivianay postulan la coexistencia de varias naciones aser representadas por el Estado boliviano.

En general, la nación es definida por losmaestros como una comunidad pluriétnicay multicultural, aunque la diversidad es pen-sada sobre todo en términos de manifestacio-nes “folklóricas”, invocadas como ingredien-tes de la identidad nacional en peligro porla asimilación de hábitos culturales foráneospor parte de los alumnos. La música y losbailes autóctonos serían la expresión de lonacional frente a lo foráneo y una manifes-tación de la riqueza cultural y, por ende, dela diversidad étnica. El carácter plurilingüede la sociedad boliviana es otro factor subra-yado por los maestros, aunque el uso de idio-mas nativos está sometido a la discrimina-

ción y se manifiesta en la negación del ori-gen étnico por parte de los estudiantes.Otros maestros consideran que el bilingüis-mo refuerza la identidad particular/local y de-bilita la pertenencia a la comunidad nacional.

La nación también está vinculada a lariqueza de recursos naturales, que es utiliza-da como un ejemplo positivo para crear unaconciencia de orgullo nacional, aunque,como en el tema del gas, puede provocarconflictos y desavenencias. El mito del “men-digo sentado en una silla de oro”, constan-temente invocado por los maestros, expresala persistencia del nacionalismo revoluciona-rio cuando se contrapone la nación a lo fo-ráneo, concebido como amenaza.

Los maestros de La Paz y Santa Cruzconciben el sentido de lo nacional asociadoa manifestaciones cívicas de corte decimonó-nico como el canto del himno, la realizaciónde horas cívicas o la iza de la bandera, comovalores de pertenencia y orgullo. Sin embar-go, consideran que esta devaluación de locívico se debe a la influencia de los mediosde comunicación y los valores transnaciona-les que éstos difunden y, sobre todo, al he-cho de que sus propias actitudes no sonejemplo de civismo para los estudiantes.

A pesar de ser recurrente, la asociaciónentre nacionalismo y civismo no oculta unhecho vinculado a la reforma educativa, queparece ser decisivo en la formación de unaidea de nación relacionada con otros valores,más bien característicos de la apelación a unaconciencia ciudadana. Se trata de la incor-poración en el currículo escolar de temáti-cas “transversales” que expresan valores yprincipios de ciudadanía democrática comola interculturalidad, la equidad de género ylos derechos humanos.2 La democracia escontinuamente invocada en el manejo de las“transversales”. Es decir, en el aula se abor-dan estos temas que resultan sustantivos,mientras se deplora la pérdida de valores cí-vicos en las actividades extra-aula, como lashoras cívicas y los desfiles. Para los maestros,el aula no es sólo un espacio en el cual im-parten conocimientos, sino un ámbito detransmisión de experiencias cotidianas diri-gidas a formar en valores (“los diez prime-ros minutos de mi clase son utilizados paratratar temas de actualidad que permitantransmitir valores a mis alumnos”, es una ex-presión constante en los maestros).

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Los maestros frente al cambioA pesar del reclamo por la pérdida de ci-vismo, se puede señalar que la formacióncívica de antaño, vinculada al uso de textosmarcadamente normativos, ha dado paso ala formación de una conciencia ciudadana,aunque esta última está circunscrita a la edu-cación primaria y por ello se critica la con-ducta de los alumnos de secundaria en su re-lación con los símbolos patrios.

Los asesores pedagógicos de la reformaeducativa y los profesores de normales y uni-versidades que forman a los maestros, no sediferencian mucho de los educadores de baserespecto al sentido de nación que prevaleceen el espacio educativo. Sin embargo, hacenénfasis en la formación en valores a través delos temas “transversales”, en los cuales tienenincidencia, y consideran que su tarea es fun-damental para una adecuada labor pedagó-gica.3

Instituciones y nación

En general, aunque con énfasis en losmaestros de La Paz, la crisis de valores y lamengua del sentido de pertenencia a la na-ción son asociadas a la ausencia de una con-ducta imitable por parte de las autoridadesgubernamentales y de la “clase política” engeneral, quienes no proporcionan ejemplosde unidad y provocan enfrentamientos, másaún, promoverían la corrupción a través dela partidización en la asignación de cargos,lo cual se traduce en la ausencia de incenti-vos para el mejoramiento del desempeño do-cente, porque los méritos no son decisivospara ascender en el magisterio. Similar crí-tica se vierte contra el sindicalismo del sec-tor por su oposición a la reforma educativa,lo cual genera una situación de enfrenta-miento frente al gobierno, la que sitúa a losmaestros entre dos fuegos y les exige unaadaptación meramente instrumental. Tam-bién son criticadas las juntas escolares, por-que los padres de familia actuarían de ma-nera negativa, insistiendo en el reclamo delos derechos de sus hijos, desdeñando sus de-beres y contradiciendo los objetivos de la for-mación en valores. En suma, las institucio-nes del Estado y de la sociedad civil no res-paldarían la labor de los maestros y, porende, no tendrían referentes institucionalesque refuercen su tarea formativa. Al contra-rio, estas instituciones y sus miembros aten-

tarían, con sus ejemplos negativos contralos valores que promueven los maestros enel aula.

Las visiones acerca de lo nacional apun-tan a rescatar la diversidad étnica y cultural,pero los maestros no establecen una necesa-ria relación entre nación multicultural yEstado, porque este último es “comprendi-do” sólo como gobierno, que carece de legi-timidad porque, entre otras cosas, no esta-bleció un pacto con el sindicalismo del ma-gisterio y la aplicación de la reforma seprodujo sin el consenso de éste. Así, se ex-presa una idea renovada de nación, pero tam-bién se desconfía de las instituciones y au-toridades estatales.

En suma, no se percibe un cuerpo do-cente homogéneo como en el pasado, cuan-do la labor de “apostolado” adquiría sentido,porque eran los promotores de una idea decomunidad asociada al nacionalismo revolu-cionario (un pueblo, una nación, un Esta-do). En sus filas se percibe la desconfianza ylas discrepancias que caracterizan a la socie-dad en sus diversos estratos, con el agravantede que se trata de los actores sociales respon-sables de transmitir los valores que expresan,o deberían expresar, la unidad o cohesiónnacional. Si bien es rescatable que se adecuena las nuevas condiciones discursivas de lonacional y vinculen esta nueva visión con losvalores ciudadanos, la incertidumbre respec-to al decurso de la reforma educativa exigediscutir cuál será el papel de los maestros, yla escuela, en la construcción de un nuevosentido de lo nacional con base en la inter-culturalidad y no en un multiculturalismoexcluyente.

Cambios en la educación

En los últimos años, los maestros hanenfrentado cambios de diversa índole queafectan su desempeño por la oferta educati-va diseñada por la reforma y por los insumosculturales provenientes de un contexto socialnítidamente influenciado por los medios decomunicación masiva y las nuevas tecnolo-gías como el Internet. Dos aspectos salen arelucir en las percepciones de los maestroscuando se indaga acerca de los cambios a losque se enfrenta su labor:• Una valoración positiva de la reforma

educativa, expresada en el cambio de pa-

3 Paradójicamente, ninguno de los grupos de maestros de base se refirió a la actuación de los asesorespedagógicos.

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

radigma educacional que transita delconductismo al constructivismo.

• Una postura ambigua sobre el impactode las nuevas tecnologías en el procesoformativo.

Los maestros no manifiestan resistenciaal cambio promovido por la reforma educa-tiva, sin embargo se sitúan en medio de unapugna entre el Estado y el sindicalismo res-pecto a la orientación del proceso. Inclusoquienes critican la reforma educativa o no laaplican en su labor docente, consideran quees positivo el cambio del conductismo alconstructivismo como orientación generalde la educación. Esta postura se sustenta másen la crítica al modelo verticalista y repetiti-vo de la enseñanza tradicional, que en unavaloración real del constructivismo comopropuesta específica. Esa mirada que preten-de superar la conducta docente del pasado seexpresa en el reiterado uso de la frase “la le-tra entra con sangre”, una metáfora útil paradenunciar una relación en la cual el maestroera el único depositario del saber y el alum-no un mero receptor pasivo. En la actuali-dad, los maestros se perciben como guías o“facilitadores” y no como “dictadores”, con-sideran que los alumnos construyen su co-nocimiento con la ayuda del profesor y, ade-más, en adecuación al entorno cultural. Esposible que la coincidencia generalizada delos maestros de base de las distintas escuelasen torno al constructivismo como nuevaorientación de su desempeño sea consecuen-cia de un discurso cuasi/oficial imperante enel magisterio y como expresión, además, deun deseo de “estar a tono” con las exigenciasde una modernización promovida por la re-forma educativa. Sea como sea, este discur-so resulta efectivo para criticar las pautas deantaño y se articula, además, con las metasperseguidas por los temas “transversales”que, al invocar o promover la democracia,refuerzan el criterio de horizontalidad en larelación entre profesor y alumno. Estas per-cepciones se combinan con una aceptacióngeneralizada, aunque con fuerte sesgo nor-mativo, de una formación con sentido críticocomo complemento a la mera transmisión deconocimientos, un rasgo de la educación tra-dicional que reforzaba el carácter verticalistay repetitivo de la enseñanza. Este aspecto, adiferencia de la pluralidad de sentidos respectoa lo nacional, que se afincan ya sea en lo ét-nico (La Paz) o en lo regional (Santa Cruz),muestra una visión compartida por los maes-

tros de base que rescatan el constructivismocomo una nueva pauta, que los aleja de laeducación tradicional y jerárquica, aunqueno dejan de manifestar la incongruenciaentre los enunciados de esa corriente peda-gógica y la pervivencia de hábitos y conduc-tas autoritarias suyas en el aula.

Por otra parte, la valoración positiva delcambio en la concepción de la educacióncontrasta con la evaluación de los maestrosacerca de los resultados de su tarea formativa,percibidos de manera negativa por culpa defactores externos a la escuela: la familia y losmedios de comunicación. En el primer caso,cuestionan la escasa o nula intervención delos padres en la tarea educativa o bien criti-can su participación en defensa de los dere-chos de sus hijos, porque agudizan la pérdi-da de autoridad de los educadores, relajan-do la disciplina y, con ello, el cumplimientode deberes. Como dicen algunos, sobre todoquienes trabajan en colegios particulares yson mayores de 40 años, la escuela educa“contra la sociedad y la familia”.

Existe una abierta predisposición en losmaestros a adaptarse a las exigencias de cam-bio y se expresa en la búsqueda de capacita-ción, en la mayoría de los casos, una estra-tegia personal, a pesar de la debilidad deincentivos, porque la consecución, por ejem-plo, de una licenciatura en pedagogía o laproducción intelectual no se traduciría enuna mejora salarial ni en un ascenso de ca-tegoría en el escalafón docente.

A juicio de los asesores pedagógicos, losmaestros rurales y los más jóvenes trabajancon más empeño que los antiguos y del áreaurbana, menos propensos al cambio y a laadaptación a las nuevas condiciones. Aunquees preciso señalar que en relación a otros as-pectos, como la idea de nación, los maestrosde menor antigüedad que trabajan en laszonas rurales, son portadores de visionesexcluyentes y conflictivas con respecto a ladiversidad étnico-cultural. Así, se puedeplantear lo siguiente: quienes ingresan al ma-gisterio como parte de una estrategia de mo-vilidad social y ansia de estabilidad laboraltienden a adaptarse al cambio, aunque asu-men una postura crítica respecto al orden es-tablecido, porque su esfuerzo personal nologra romper las barreras de la discrimina-ción y la exclusión social. Los maestros de co-legios rurales y fiscales urbanos de La Paz es-tán más cerca de esta posición.

En el otro polo se sitúan los profesoresrurales de Santa Cruz que no cuestionan la

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Los maestros frente al cambioreforma educativa y se adaptan al cambio sinconflicto, porque no esgrimen posturas ideo-lógicas y su horizonte de movilidad socialconsiste en conseguir un puesto de trabajoen los centros urbanos. Perciben los proble-mas del regionalismo y valoran la intercul-turalidad como elemento propio de la demo-cracia, que permite superar esos prejuicios.Sus temores no están referidos a su condiciónétnica o social, y más bien se circunscribenal espacio educativo, donde las juntas esco-lares aparecen como elementos que puedenatentar contra su estabilidad laboral. Se tra-ta de dos percepciones que ponen en eviden-cia las tendencias a la fragmentación y a lapolarización que sufre la sociedad boliviana.

En suma, el cambio de paradigma edu-cativo, sumado a la orientación hacia valo-res democráticos, ha modificado de mane-ra nítida las percepciones de los maestrosacerca de su rol, sustentado en una críticaa la educación tradicional y una apelacióna criterios de modernidad, cercanos a los va-lores ciudadanos. Sin embargo, los maes-tros consideran que el principal escollo parasu tarea formativa está en el contexto social,porque ni la familia ni los medios de comu-nicación apuntalan su tarea.

A pesar de estas apreciaciones, es eviden-te que la labor de los maestros es importan-te para socializar a las nuevas generaciones

mediante la difusión de valores democráti-cos. Los recaudos expresados por los educa-dores respecto a la influencia negativa de lafamilia y los medios de comunicación, por-que no coadyuvan a su labor formativa,muestran la importancia de su labor, puestoque la escuela no puede ser reemplazada porotras instituciones o mecanismos de sociali-zación dado que no existen instituciones máseficaces ni con mayor potencialidad demo-crática que la escuela. Esta visión crítica res-pecto a la familia y los medios de comuni-cación permitiría precisamente reencauzar lalabor de la escuela para fortalecer una peda-gogía democrática en la construcción de unacomunidad de ciudadanos y promover unaactitud favorable al informacionalismo,como veremos más adelante.

Incidencia de las nuevastecnologías en la labor docente

Como vimos, los maestros declaran queforman a los alumnos con sentido crítico ybajo valores cívicos, pero no pueden evitarni contrarrestar la influencia negativa de losmedios de comunicación ni la ausencia deapoyo de la familia. Los medios son deplo-rados, porque promoverían valores ajenos alas culturas nativas y provocarían enajena-ción. Esta visión con tono apocalíptico es

La brecha entre la cultura escolar y la virtual

Recuadro 6.2

Si nunca acabó de saldarse la brechaentre socialización televisiva y prácticapedagógica en las escuelas públicas deAmérica Latina, ¿qué ocurre ahora conInternet y el uso de redes informáticas?Tenemos situaciones múltiples: la es-cuela se equipa y promueve el uso deredes tanto en maestros como en alum-nos, angostando las brechas entre cul-tura virtual y cultura escolar, y permi-tiendo un uso cada vez mayor de la reden las dinámicas de aprendizaje en lasescuelas; o bien, los alumnos absorbena mayor velocidad el nuevo lenguajey al poco tiempo compiten con losprofesores en el acceso a conocimientoactualizado, y se aburren todavía más

en las salas de clases; o bien se produceuna tensión inmanejable entre la salade clases y la de redes, dado que lasegunda atrae mucho más que la pri-mera.

Sabemos que el grueso de las es-cuelas en la región aún adolece derezagos agudos en estilos pedagógicosy contenidos curriculares. Sabemosque la familiaridad con las redes vir-tuales es mucho más fácil en niños yadolescentes que en adultos, tal comolo es aprender un nuevo idioma. Sabe-mos que el costo de informatizar laeducación pública permitiría, a lo sumo,una sala especial con terminales de red,pero no un uso intensivo-extensivo en

las aulas. Pero también sabemos queuna vez que comienza a usarse la reddigital, ese uso crece exponencialmentey tiene enorme efecto de contagio, queel mismo produce cierta especializacióny puede socializarse entre alumnos yentre éstos y los profesores; que laincorporación de este “modo digital”del conocimiento permitiría al profesordescansar del estilo expositivo y mo-nologante, obviamente mucho más ago-tador, lo cual tarde o temprano termi-nará apreciando y que el estudio en lared no aniquila la Enciclopedia, sinoque la hace accesible, amigable y adap-table al gusto de los usuarios.

Fuente: Hopenhayn, 2003

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

parcial y transmite una percepción conven-cional acerca de los efectos de la innovacióntecnológica, cuyos efectos, positivos o no,dependen del uso que le asignen los maes-tros. A ello hay que añadir la necesidad deque se imparta un aprendizaje del manejo denuevas tecnologías, a pesar de sus limitacio-nes salariales y la inexistencia de programasespecíficos de equipamiento y capacitaciónen la reforma educativa, pues de lo contra-rio emerge el riesgo de anacronismo en susalumnos.

Los maestros valoran cautelosamente eluso del Internet con apreciaciones que pon-deran su capacidad informativa (“es una bi-blioteca más”, dice un maestro en SantaCruz) y su apoyo a la labor investigadora delos alumnos y maestros. Sin embargo, aten-taría contra el hábito de lectura y escritura,porque los alumnos se limitarían a “bajar” e“imprimir” la información sin realizar pes-quisa alguna. Además coartaría la capacidadde razonamiento y fomentaría el individualis-mo, al eliminar el trabajo de investigación enequipo y poner de manifiesto situaciones dediscriminación debido a la desigual posibi-lidad de acceso al manejo de computadoras,donde resaltan las diferencias entre colegiospúblicos y privados en cuanto a disponibili-dad de infraestructura. La mirada es más ne-gativa aún cuando se evalúa el impacto com-binado de la televisión y el Internet comoaparentes factores de distorsión en la forma-ción educativa, pues consumen el tiempo

libre de los alumnos desprovistos de vigilan-cia familiar.

Los maestros no se resisten al cambioinformacional, aunque perciben que los obs-táculos para su adaptación radican en lascarencias socioeconómicas que limitan suacceso a la tenencia y manejo de computa-doras, y en las deficiencias de infraestructu-ra, en el caso de los colegios fiscales y en lasescuelas rurales, en algunos casos, desprovis-tos de recursos y/o de energía eléctrica, queimpiden un acceso equitativo de maestros yalumnos al uso de estas tecnologías. Mien-tras en los colegios particulares y de conve-nio se apoya la capacitación de los maestrosy el equipamiento de las aulas, en las escue-las fiscales se reclama la ausencia de unapolítica estatal de apoyo, no sólo en este cam-po, sino en la provisión de materiales quepermitan cumplir los objetivos de la refor-ma educativa. En suma, no existen condicio-nes para un acceso equitativo a las nuevastecnologías y esto afecta las percepciones delos maestros sobre su papel en la escuela.

Es frecuente escuchar que el maestrohace su tarea solo, enfrentado a un contextosocial y familiar adverso, a la presión de lasautoridades y los dirigentes sindicales queadoptan posiciones enfrentadas, a condicio-nes laborales desventajosas y a una menguadel prestigio social que, en el pasado, goza-ba la labor docente.

No existen posturas y actitudes nítida-mente contrapuestas respecto a estos temas

Ser moderno en la escuela y en el mundo de hoy

Recuadro 6.3

¿Qué son los códigos de modernidad?El término ha venido siendo usado porlos Informes de Desarrollo Humano deBolivia desde que éstos comenzaron a serproducidos en el país. De acuerdo a JuanCarlos Tedesco (1992), los códigos demodernidad son los conocimientos y des-trezas necesarios para participar en la vidapública y desenvolverse productivamenteen la sociedad moderna. ¿Qué hay quesaber para ello? La lista puede variar mu-cho, pero en ella siempre estarán elementoscomo: aritmética básica, lectura y com-prensión de un texto escrito o de los men-sajes de los medios de comunicación, ca-

pacidad para analizar los hechos del entor-no y la participación en trabajos de grupo.Sin ello, fuera o dentro de la escuela, unindividuo suele estar desamparado.

En ese sentido, los maestros y suscentros de enseñanza son hoy actoresestratégicos para relacionar las tradicionesde la gente con las exigencias de una vidamoderna. Por eso mismo, la escuela mo-derna, dice Tedesco, no es sólo la queenseña a leer, escribir o calcular. Debe irmás allá, por ejemplo inculcando valorescomo el liderazgo, el civismo, la solidari-dad o el dominio de los lenguajes comoel de la computación.

Fuente: Tedesco, 1992

199

Los maestros frente al cambio

entre los maestros de colegios urbanos y ru-rales, y entre los de colegios particulares, fis-cales y de convenio que permitan vislumbrardiferentes capacidades para enfrentar los re-tos del cambio informacional. Empero, losmayores de 40 años subrayan los lados ne-gativos del uso de Internet o consideran quelos maestros no están a la altura de los cam-bios tecnológicos (en Santa Cruz y La Paz,respectivamente), mientras en el caso de San-ta Cruz, matizan su crítica con ejemplossobre la información distorsionada que sepuede recuperar de Internet (“cuando bus-qué monumentos de Santa Cruz me encon-tré con Carla Morón; cuando busqué muje-res célebres cruceñas, me encontré con LasMagníficas”).

Los formadores de maestros (profesoresde normales y universidades) ven las cosas deotra manera, puesto que inquieren acerca delos contenidos de la enseñanza y relativizanla influencia de los medios tecnológicos uti-lizados. Al contrario, los asesores pedagógi-cos consideran que el acceso diferenciado alas nuevas tecnologías, por desigualdadessocioeconómicas, afecta la calidad educativa.Por ello señalan que el conocimiento críticoes más evidente en la educación primaria(donde además trabajan) y no faltan quienesconciben que “a más tecnología, el alumnoqueda con la mente más en blanco”.

En suma, no existe una postura únicarespecto a la influencia de las nuevas tecno-logías y resalta una predisposición generala la actualización permanente y a la adap-

tación a las nuevas condiciones de la laboreducativa transformada por el uso genera-lizado de las nuevas tecnologías. En esa me-dida, los maestros tienen un potencial sub-jetivo favorable al cambio informacional,más aún, si vemos que esa predisposiciónes también evidente en relación a las nue-vas pautas de la enseñanza y a los nuevoscontenidos del currículo escolar, a pesar delas condiciones laborales desfavorables y lacarencia de infraestructura educativa y ma-terial pedagógico. En el caso del uso de nue-vas tecnologías, el desafío es generar con-diciones para que las escuelas y los maestrosdispongan de posibilidades de acceso, dadoel cambio ya ha sido aceptado por la mayo-ría, pero sobre todo que la sociedad de la in-formación exige trabajar en red de manerainteractiva y permanente. Allí anida el prin-cipal desafío del futuro.

Visión de futuro

Los maestros tienen una visión de futu-ro que se bifurca entre expectativas indivi-duales relativamente fatalistas y percepcionespositivas sobre el impacto de la educación,a pesar de su posición cauta respecto al des-tino de la reforma. El fatalismo individual semanifiesta al pensar en la jubilación, el des-empleo a causa de la privatización de la en-señanza, el desplazamiento por los maestrosjóvenes y el estancamiento en la carrera do-cente debido a razones políticas y al desdénpor los méritos profesionales en las entida-

El uso de la sala de informáticadel colegio sigue muy limitado

Recuadro 6.4

Los adolescentes paceños de nivelsocioeconómico medio bajo, entrevistadosen el marco de dos grupos focales, afir-maron contar con alguna sala de compu-tación en sus colegios. Empero, estas salasson usadas sobre todo para aprender len-guajes y paquetes utilitarios. Ninguno delos adolescentes afirmó que se usaran paraemprender juegos interactivos o pedagó-gicos como herramientas didácticas porparte de los profesores.

Es decir, las salas de computación son

usadas casi de manera exclusiva para las“clases de informática”. Los demás do-centes no han integrado esta herramientaen su dinámica pedagógica. Es probableque esto se deba a la escasa disponibilidadde los equipos en estos colegios, y a unafalta de familiaridad con el uso educativode la computadora. Aunque hay un con-tacto relativamente regular con el mundointeractivo, la relación con los juegoseducativos es irregular y hasta excepcional.

Fuente: Diagnosis S.R.L., 2003

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

des públicas. Quienes son optimistas respec-to a su futuro son los asesores pedagógicos ylos formadores de maestros, aunque ellos for-mulan apreciaciones negativas acerca delporvenir de la reforma educativa. Es decir, amenores expectativas personales, mayor pa-rece ser la confianza en el impacto positivode la reforma educativa; y a mayores expec-tativas personales, menor sería el optimis-mo respecto a los avances en la educaciónboliviana.

Con todo, los maestros trasmiten escep-ticismo respecto al futuro cuando evalúansus posibilidades de desarrollo o superaciónpersonal, pese a que manifiestan una clarapredisposición para adaptarse a las exigenciasde la reforma educativa, a las necesidades deuna actualización acorde a los nuevos con-tenidos y a los retos que plantea el uso denuevas tecnologías.

Los maestros en la mirada de lasautoridades4

Las autoridades involucradas en el dise-ño e implementación de políticas en el sec-tor educativo no miran con buenos ojos latarea de los maestros que, según dicen, com-plota contra la implementación de la refor-ma educativa. La principal critica apunta aque ellos separan la teoría de la práctica.Dicen que el discurso de la interculturalidady del constructivismo, asumido por los maes-tros como una nueva manera de concebir sulabor y asignar un nuevo sentido a lo nacio-nal, así como, el discurso de los valores de-mocráticos promovidos por los temas “trans-versales”, no condicen con la calidad de en-

señanza que proporcionan y la persistenciade prácticas autoritarias en el aula, reforza-das por el carácter conservador del discursosindical, que va a contramano de la predis-posición al cambio presente sobre todo en lasnuevas generaciones de maestros.

El corporativismo sindical inmovilizatambién esta predisposición al cambio, por-que su presión tiende a reproducir un siste-ma cerrado, sustentado en la inamovilidadfuncionaria. Es decir, no hay pérdida de car-go cualquiera sea la falta, sino cambio dedestino, que asegura la estabilidad laboral ygarantiza las expectativas de movilidad so-cial. La noción de sistema cerrado no esmetafórica, porque el acceso a los diversoscargos en el sector está mediado por la veniao la censura sindical. Además, la formacióndocente en las normales, vale decir, el títulode maestro, es un requisito para cualquierotro cargo de índole profesional en el sector(abogados/maestros, auditores/maestros,etc.), lo que asegura la lealtad corporativa yotorga a la dirigencia sindical posibilidadesde presión de las autoridades y de un mane-jo clientelar de sus bases.

La estabilidad laboral y la movilidad so-cial motivan la elección de una profesión queantes era considerada un apostolado. El in-cremento del número de maestros puede serexplicada por esta diversificación de razonesde ingreso al magisterio y la existencia demúltiples estrategias basadas en la seguridadde disponer de una fuente de empleo perma-nente y con posibilidades de ascenso.5

Este sistema cerrado posee un sistema derecompensas sin castigos ni sanciones, quesumado a la inexistencia de incentivos sala-

Deserciones

Recuadro 6.5

La televisión, por su fácil acceso, se convierte en una verdadera biblioteca dedibujos animados, cada vez más numerosos y diversos, que los niños siguen en cantidadde horas semejantes a las que invierten en la escuela. Un niño puede desertar de laescuela, pero difícilmente desertará de los dibujos animados. Una infancia modernasabe preferir aquellos flujos de información menos marcados por la disciplinamoralizante.

Fuente: Hopenhayn, 2003

4 Fueron entrevistados profesionales que se desempeñaron como Director General de Servicios Técnico-Pedagógicos, Asesor General y Coordinador de la Comisión de Ética del Ministerio de Educación. Todoscon una experiencia de casi una década en el proceso de reforma educativa.

5 En los últimos años, el número de maestros se ha incrementado de 5.000 a 35.000 maestros.

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Los maestros frente al cambioriales o de posibilidades de ascenso por mé-rito profesional, se ha traducido en unamercantilización de la labor docente acom-pañada por prácticas de corrupción de mí-nima cuantía que ponen en entredicho lasafirmaciones de los maestros acerca de edu-car con el ejemplo. Un aspecto que pone enevidencia la ruptura entre teoría y prácticaen relación al tema de la formación en valo-res democráticos es la dificultad para poneren marcha una comisión de ética que permi-ta sancionar a los maestros en un ámbito li-bre de presiones sindicales y considerando lasfaltas de los maestros, en casos en que sea ne-cesario, como delitos penales y no comomeras faltas administrativas. Las sanciones,hasta la fecha, sólo se traducen en un cam-bio de escuela, porque no existe la posibili-dad de pérdida de cargo, a pesar de la grave-dad de la falta cometida. Es decir, la resisten-cia al funcionamiento de esta comisión, cuyafunción es inhibir más que sancionar, ponede manifiesto el peso de la presión sindicalen términos corporativos y la ausencia demecanismos que velen por la adscripción delos maestros a los valores que transmiten enlas aulas.

Empero, los problemas en el desempe-ño docente no sólo provienen del corpora-tivismo sindical. La otra cara de la medallaes la influencia de la politización partidistaen el acceso a cargos promovida por los go-biernos de turno.

A ello se suman las debilidades forma-tivas en los maestros, puesto que muchosconsideran que su formación ha concluidocon su egreso de la normal y sus expectati-vas se enmarcan en una estrategia instrumen-tal. Por eso, para las autoridades educativas,la adopción del constructivismo como para-digma educativo resulta una mera pose. Asi-mismo la aceptación de los temas “transver-sales” puede percibirse como una adecuaciónpasiva a las exigencias de la reforma, puestoque, en ambos casos, la práctica educativacotidiana no se sustenta en esos elementos(esto explica por qué se produce el distancia-miento entre maestros y asesores pedagógi-cos).

Respecto a las visiones de nación pre-sentes en los maestros, las autoridades sos-tienen que la aceptación de la intercultura-lidad es, en la mayoría de los casos, simple-mente testimonial, porque no se implementaen el aula ni acompaña el ejercicio de la do-cencia. Además, esto se da porque existemucha rotación entre los maestros, alrede-

dor del 60%, lo que atenta contra la posibi-lidad de evaluar la pertinencia en el uso delos nuevos contenidos. En el caso de las“transversales” se percibe un problema adi-cional: su contenido es homogéneo, mien-tras la realidad es heterogénea. A esto se sumael hecho de que hay un descontrol en la ofer-ta de temas vinculados a las “transversales”,porque diversas instituciones que trabajan enaspectos referidos a ecología, derechos hu-manos, salud y sexualidad, o equidad degénero exigen presentar sus programas pro-vocando dispersión y superposición en laoferta educativa.

En relación a la reacción o respuesta delos maestros al uso de nuevas tecnologías, lasautoridades creen que no existe resistencia nitemor entre los maestros y que estos se en-cuentran en una fase inicial de adaptación asu uso. Existen varias experiencias de incor-poración de nuevas tecnologías en unidadeseducativas del ámbito rural, la mayoría conapoyo de la cooperación internacional y deempresas transnacionales, señaladas comoejemplos susceptibles de ser seguidos porotras unidades educativas. Sin embargo es-tos ejemplos ponen en evidencia la ausenciade una política estatal al respecto.

En suma, la mirada de las autoridadesdesconfía y relativiza las percepciones de losmaestros respecto a su disposición al cambio,sin embargo, comparte el criterio de que lareforma educativa ha modificado sus visio-nes y su labor, creando condiciones subjeti-vas favorables a la educación en valores de-mocráticos y al cambio informacional.

Hacia una escuela red

Al influjo de la reforma educativa, laescuela se ha transformado y ha propiciadouna adecuación de la labor docente a lasnuevas pautas pedagógicas afincadas en elconstructivismo. Los cambios en las visionesde los maestros y diversos actores involucra-dos en su formación, se expresan en el pre-dominio de una concepción menos vertica-lista de la relación entre educadores y alum-nos, en una enseñanza que completa latransmisión de valores cívicos asociados acriterios de ciudadanía y en una visión denación sustentada en la interculturalidad yla tolerancia puesto que la nación es conce-bida como una comunidad política asenta-da en la diversidad étnica, cultural y regio-nal. Sin embargo, este reconocimiento devalores democráticos convive con la descon-

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

fianza en las instituciones estatales y al pa-pel de los medios de comunicación masivay la familia que aparecen, ante la mirada delos maestros, como obstáculos para la forma-ción impartida en el aula.

Aunque estas percepciones pueden con-siderarse como expresiones de una adapta-ción funcional a las presiones internas y ex-ternas, son el nuevo sentido común en elsector educativo. Asimismo, los maestros sonproclives al cambio a pesar a su entornosocioeconómico desfavorable y a condicio-nes laborales deficitarias que, empero, no li-mitan su capacidad de adaptación a los de-safíos planteados por los nuevos criteriospedagógicos y por la necesidad del uso de nue-vas tecnologías, percibidas como una amena-za aunque, también, como una posibilidadde desarrollo.

Es posible promover una articulaciónentre la socialización de la escuela a las me-tas del desarrollo humano, puesto que exis-ten condiciones subjetivas en los maestros fa-vorables a la diseminación de un sentido denación afincado en la interculturalidad y lademocracia, así como, para su adaptación alcambio informacional y la posibilidad de lapromoción del informacionalismo median-te el uso de las nuevas tecnologías. Para cum-plir este propósito es necesario que sobre labase de un pacto entre el magisterio y elEstado, la reforma educativa pueda promo-ver la deliberación entre los actores, orien-tados a la capacitación de los maestros en eluso de nuevas tecnologías y establezca espa-cios de intercomunicación de experienciaspara atenuar los prejuicios reduccionistas decarácter étnico y regional, que atentan con-tra la formación de una cultura ciudadana.La escuela y el país mismo requieren demaestros con valores democráticos y habi-lidades informacionales para que su laborformativa sea eficaz. Estos espacios deintercomunicación pueden constituir unared de aprendizaje de experiencias entre losmaestros a través del uso de nuevas tecno-logías en las escuelas, en una perspectiva desu uso con fines auto-formativos, paso pre-vio al despliegue de su labor educativa conlos alumnos. Para ello, es preciso que losmaestros ocupen el centro del aprendizajeinformacional antes que se conviertan en,o actúen como, transmisores de estos valo-res y habilidades.

Siguiendo a Castells (1999: 506), laeducación como red puede concebirse comoun conjunto de escuelas interconectadas que

permita a los maestros la difusión de valoresdemocráticos resultantes de experienciaspedagógicas en el aula para promover la to-lerancia y la equidad, así como, la difusión deexperiencias vitales que transmitan las prácti-cas de ejercicio de interculturalidad en las dis-tintas regiones del país a fin de promover unsentido democrático e inclusivo de nación.

La reforma educativa ha modificado laspercepciones de los maestros en torno a lonacional, aunque estos cambios forman par-te de modificaciones generales que expresanel momento de cambio que vive la sociedaddesde principios de esta década. La escuelacomo espacio de socialización y los maestroscomo actores centrales del proceso formati-vo son el nexo entre el pasado y el futuro, sinembargo, a pesar de responder a los nuevosparámetros identitarios, étnicos y regionales,que caracterizan el sentido de lo nacional enclave de diversidad u heterogeneidad socio-cultural, y pese a mostrar una aptitud pro-clive al cambio informacional, que exigenuevas destrezas y conductas en su labor edu-cativa, se enfrentan a la incertidumbre, por-que la reforma educativa, como las otras re-formas estructurales, es cuestionada y noexisten propuestas alternativas en este ámbi-to. A la desconfianza en las instituciones es-tatales y en las autoridades públicas, se sumala indeterminación respecto al decurso de lareforma y del conjunto de transformacionesinstitucionales promovidas en los últimosaños. Sin embargo, la posibilidad de conti-nuidad y cambio en función del desarrollohumano tiene en la educación uno de susfactores centrales, porque es capaz de gene-rar “espacios públicos deliberativos, en don-de las personas actúen como iguales, con susdiferencias socioculturales, sin duda, pero enfunción del bien común, es decir, del desa-rrollo de todos y muy especialmente, de losmás pobres y excluidos” (PNUD 2002:39). Laescuela-red puede propiciar esta salida.

Como señalamos, un elemento que pue-de apuntalar esta tendencia es su actitud fa-vorable hacia las nuevas tecnologías. Losmaestros cuestionan la reforma educativa envarios aspectos, pero no se muestran hosti-les al uso de nuevas tecnologías, a pesar delas condiciones adversas que deben enfren-tar debido a su situación salarial, a la caren-cia de infraestructura escolar y a la ausenciade una política estatal de apoyo a la actuali-zación docente en este campo y a la carenciade equipamiento apropiado en las escuelas.En la medida en que existe una postura pro-

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Los maestros frente al cambioclive a la adaptación al uso de nuevas tecno-logías, es posible apuntalar un relanzamientode la reforma educativa en este aspecto quepermita establecer el pacto necesario entre elmagisterio y el Estado, considerando las di-versas facetas de su problemática como sec-tor como los incentivos salariales y profesio-nales por la vía de su capacitación en nuevastecnologías y mediante su uso en la escuela.La formulación de una política pública di-rigida al uso de nuevas tecnologías, al mar-gen de su importancia en términos educati-vos y por la necesidad de adaptación al cam-bio informacional, permitiría establecerpautas renovadas para hallar un consensoentre las autoridades educativas y las orga-nizaciones sindicales, habida cuenta de lanula resistencia de las bases del magisterio ala aceptación de esta innovación.

Ahora bien, el manejo de nuevas tecno-logías en las aulas debería considerarse muyvinculado con la labor de transmisión de va-

lores democráticos que promuevan el sentidode pertenencia a una comunidad nacional. Esdecir, los maestros pueden ser actores delcambio en función de dos objetivos básicos:• Promover la unidad nacional a través de

una educación que propicie la conviven-cia democrática mediante la transmisiónde valores ciudadanos en una sociedaddiversa étnica y culturalmente.

• Promover el informacionalismo y el tra-bajo en red a través del uso de nuevastecnologías en las escuelas.

El salto informacional es parte del desa-rrollo necesario, mientras que la cohesión ounificación nacional es parte de las tareas deldesarrollo pendiente. Ambas labores soninexcusables en una perspectiva de desarro-llo humano. Todos los aspectos económicosy socio culturales que hemos estado analizan-do deben contrastarse respecto al Estado ysu rol estratégico en el desarrollo.

Estado, descentralización ygobierno electrónico

Capítulo 7

El Estado: de su descrédito a su rehabilitación

En noviembre de 1989, los primeros escombros del Muro de Berlín pare-cían confirmar una convicción largamente argumentada desde el inicio de laGuerra Fría: el Estado es incapaz de moldear a la sociedad. En efecto, en los paísescomunistas que por entonces se rebelaban contra sus autoridades, ésta había ter-minado triunfando sobre décadas de intervención estatal en los espacios inclusomás íntimos de la vida cotidiana. A partir de ese hecho, se erguía entonces unaola general de desprestigio académico y social sobre el Estado como entidad cen-tral y reguladora del funcionamiento de las naciones y sus pueblos.

Para entonces, en América Latina, el fin de la Guerra Fría también tuvoimportantes consecuencias. La más visible de todas fue la crisis de legitimidaddel llamado “Estado patrimonial-corporativo”, vigorosamente alentado en déca-das pasadas por gobiernos de fuerte respaldo popular e incluso militar. Se cerra-ba una época y comenzaba otra (Calderón-Dos Santos, 1995).

La coyuntura sirvió entonces para que se impusieran con amplitud lasprivatizaciones en todo el planeta. Junto al desmantelamiento del comunismo yde las políticas desarrollistas de matriz estatal, se experimentó entonces el augeplanetario del neoliberalismo y de una nueva época marcada por la subordina-ción de los órdenes políticos a los rendimientos económicos y financieros.

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

El signo dominante de esta última dé-cada ha sido por tanto la creencia generali-zada en que el Estado debe permanecer ne-cesariamente como un actor marginal, dadasu condición de enemigo potencial de la li-bertad económica, requisito al que se le atri-buye el crecimiento y la prosperidad. Lacorrientes en boga promovieron entonces lapremisa de que había que tener sólo “tantoEstado como fuera necesario” y, al mismotiempo, “tanto mercado como fuera posi-ble”. Visto así, el primero era comprendidocomo un complemento discreto del avanceempresarial, mientras el segundo acababacatapultado como el motor dinámico de latransformación de los países. Podría decirseentonces que a lo largo de estos años impe-ró en América Latina una idea meramenteeconómica o mercantil de las funciones es-tatales. Como vemos, fueron excluidas de ladiscusión las variables propiamente políticasen la comprensión del Estado democráticoen tiempos de globalización.

Tal reducción al énfasis meramente eco-nómico no tardó en revelar sus graves falen-cias. Como se pudo evaluar más adelante,varios procesos exitosos de inserción en laglobalización de países en vías de desarrollotuvieron al Estado como un factor central.En ellos, las entidades oficiales tuvieron elacierto de apuntalar a los protagonistas delcrecimiento económico y las exportacionesen ámbitos en los que las debilidades delsector privado resultaban evidentes: la inves-tigación, la diplomacia, la educación, el co-nocimiento de nuevos mercados, el impul-so a la infraestructura pública y la promociónde los servicios. En esos casos, entre los quesobresalen principalmente los del sudesteasiático, el Estado, a pesar de su descréditointernacional, estuvo en condiciones de ocu-par un nuevo rol, ésta vez, insustituible, queconsistía en generar las mejores condicionespara que las empresas locales pudieran com-petir en el mundo, atraigan capitales extran-jeros y generen empleos. A partir de allí, seplanteó un modelo alternativo al neolibera-lismo, consistente en construir una sólidaalianza de actores económicos y estatalesarticulados en la promoción de un creci-miento más integral y eficiente.

A pesar de dicho rescate del rol del Es-tado como vigoroso agente complementariode la economía, las variables propiamentepolíticas siguieron siendo mantenidas almargen del debate. Así, el Estado, una enti-dad surgida para regular las relaciones de

poder entre los individuos y comunidades,quedaba relegada como apéndice suplemen-tario de las ciencias económicas. Este confi-namiento no era casual. Para la doctrina li-beral, el Estado siempre fue una especie demal necesario, es decir, un potencial tiranotentado a confiscar la riqueza privada y so-cial.

Sin embargo, al despuntar el siglo, elesquema neoliberal fue perdiendo vigor enconsonancia con una serie de crisis econó-micas globales y publicitadas quiebras degrandes empresas transnacionales. De mane-ra simultánea en varios países del mundo seempezaron a sufrir las consecuencias de unmodelo de acumulación de riqueza que de-jaba en el camino intolerables brechas deinequidad y exclusión (Calderón-Dos San-tos 1995, Vega 2004, Calderón, 2002). Enese contexto de nuevas incertidumbres, sefue abriendo paso la idea de que el Estadotiene que ser algo más que un complementoa la producción o a las exportaciones (paraentonces el Estado patrimonialista estaba ob-soleto).

En virtud de las explosivas desigualda-des, cuyo agravamiento fue atribuido alneoliberalismo, empezó a discutirse sobre losnuevos roles del Estado, convocado reitera-das veces a salir de su marginalidad. La situa-ción exigía una recuperación de la política afin de ponerle freno a la ya desbordada eco-nomía. Apareció entonces la idea de que elEstado puede ser un “reconstructor de co-munidades políticas y sociales” (Berthin,2003), es decir, un espacio abierto desdedonde pueden administrarse fuerzas econó-mico-sociales en disposición de apuntalar lademocracia y la prosperidad económica almismo tiempo. De modo que el acento vol-vía a ser puesto en las funciones propiamentepolíticas del Estado, es decir, en aquellasorientadas a construir y fortalecer sistemashumanos de acción. Se trataba de que la so-ciedad fuera capaz entonces de beneficiarse,pero también de enriquecer, extender y re-gular las metas económicas de cada país.

Como vemos, a las clásicas definicionesburocráticas o meramente reguladoras delEstado, se le añadía ahora una de caráctersocio-político. En ella, el Estado asumíacomo garante no sólo del libre actuar de lasempresas, sino también de los derechos delos ciudadanos, que, por norma, constituyenel poder político. De esta manera, la formaestatal resultaba comisionada a promoverque los rendimientos económicos contribu-

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Estado, descentralización ygobierno electrónico

yeran a generar similares condiciones de viday mayor inclusión social. En este marco, sehizo fuerte la concepción de “gobernabilidadsostenible” (Berthin, 2003) entendida comoun incremento permanente de la participa-ción ciudadana, una expansión de la delibe-ración como mecanismo para la toma dedecisiones y un respeto escrupuloso de losderechos humanos.

De esa manera, la concepción de unEstado que asume como su principal tarea labúsqueda y consagración del bien común,permitió que las reformas económicas mun-diales, aceleradas desde 1989, intentaran serconciliadas con una nueva ola de participa-ción y demandas surgidas desde la sociedad.El paulatino desgaste del neoliberalismo y desus recomendaciones, junto a una crecientecorriente de movimientos sociales contrariosa la globalización pensada desde y para lasélites, permitieron que el desprestigio previode lo estatal fuera reemplazado por una ne-cesidad cada vez más amplia de ejercer inter-venciones públicas justificadas y puntuales,aunque esta vez se trataba de edificar un nue-vo tipo de Estado.

Del mismo modo y en el marco de lapérdida evidente de soberanía de las nacio-nes ante el empuje sostenido de la globali-zación, adquirió capacidad explicativa elconcepto de Estado-red (Castells, 1998). Deacuerdo a esta mirada, los llamados Estados-nación ya son insostenibles tal como fueronconcebidos en el siglo pasado. En esta era dela sociedad de la información; la soberanía,concebida como la capacidad de acción ydecisión de cada Estado, ha perdido valor.Los nuevos fenómenos mundiales contem-poráneos que trascienden las fronteras y lasdefiniciones tomadas en su interior, han re-configurado radicalmente las relacionesmundiales de poder. Sin embargo, si bien losEstados-nación salen de esta coyuntura fuer-temente debilitados, se vislumbra la conti-nuidad de su poder, pero mediante nuevosmecanismos. Castells señala con claridad queel Estado actual “ha perdido soberanía, perono capacidad de acción” en la medida enque aprenda a actuar en red. Se habla en-tonces de la nueva potencia del Estado paraactuar en un mundo más complejo.

De modo que la nueva capacidad deacción de los Estados en el mundo emergeahora gracias a su articulación con otros po-deres internos y externos, con los cuales ge-nera acuerdos y trayectorias comunes en fun-ción de metas concretas y modificables. En

esa medida, a pesar de su pérdida de poderen los últimos años, Castells (1998) sigueconsiderando al Estado como un actor vitalde intervención estratégica, siempre y cuan-do conecte sus mermadas capacidades con lasde otros actores concomitantes. Es el tiem-po del poli-centrismo, y por ello mismo, delsurgimiento de redes de poder flexibles ycompuestas. En tal sentido, el Estado no esmás “el” actor, sino uno de varios, dentrode un esquema de soberanía compartida.Por ello, justamente en condiciones como lasque se viven en la globalización, hoy más quenunca, el Estado requiere ser reforzado en sucapacidad para intervenir en la sociedad-redy en la sociedad de la información, pero so-bre todo alimentar y alimentarse de la comu-nidad de ciudadanos (Touraine, 1973).

La condición principal para el Estado-red es, sin duda, una descentralización pro-funda en los diferentes planos de decisión.En cierto sentido, los distintos niveles dedeliberación y gestión terminan articuladosprecisamente en una red, en la que cadanodo tiene autonomía para decidir, pero enla que, a su vez, todos se hacen responsablesde los efectos finales de su conducta. Castellsseñala que este proceso transfiere poder delos centros a las redes. Este cambio no liquidaal Estado-nación, simplemente lo redefine ylo conmina a compartir autoridad con otrasinstituciones menores o mayores que él. Así,la red procesa información y la distribuye afin de que las decisiones del conjunto seancompartidas por todos los miembros. En elcamino se descentraliza hacia las partes, perotambién se coordina en el conjunto.

¿Cuál es el resultado de esta profundatransformación estatal? El Estado, configu-rado en red, es hoy el principal instrumentodel que disponen los ciudadanos para con-trolar e influir en la globalización en funciónde sus intereses y valores. He ahí la pertinen-cia de lo aquí discutido con el tema centralde este Informe: la vía boliviana hacia elinformacionalismo.

Como ya se habrá advertido, la nociónde Estado-red armoniza plenamente con laya enunciada antes como construcción po-lítica pública, basada en la deliberación y enel acatamiento activo de la sociedad. Ambosconceptos son tributarios de una democra-cia entendida como patrimonio común nun-ca acabado y siempre perfectible. Un Esta-do capaz de procesar las discrepancias de lasociedad y convertirla, a su vez, en un actorreforzado en el mundo es justamente el equi-

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

valente a uno que actúa en red, acumulan-do fuerzas ajenas y contribuyendo con laspropias a la consecución de metas colectivasrelevantes. En palabras de Lechner (1996),se trata de pasar de una democracia pura-mente electoral a una considerada comoprincipio de organización de toda la socie-dad y ámbito privilegiado de coordinaciónsocial. En el mismo sentido, como señala elInforme sobre el Desarrollo de la Democra-cia en América Latina (2003), dentro de susnuevas funciones, el Estado debe ser el en-cargado de democratizar, es decir, de lograrque los procedimientos democráticos alcan-cen a todo el territorio y a todas las clases so-ciales. Hasta ahí, el desarrollo conceptual delo que fue y podría ser el Estado en tiemposde informacionalismo.

¿Qué ocurrió sin embargo en AméricaLatina y en Bolivia? Según Calderón (1998),las ideas de reforma del Estado, en el senti-do de modernizarlo, reducirlo “a lo que sabehacer” y desde ahí fortalecerlo en sus nuevasfunciones, tropezaron con la inercia del pa-trimonialismo imperante en la etapa previa.Se habla aquí de una especie de “populismoneoliberal”. Este concepto pone en eviden-cia una modernización adaptativa (efecto defusión, según Germani, 1962), por la cual,ciertos sectores estatales fueron transforma-dos, mientras otros preservaban sus viejosrasgos y hasta los robustecían. Calderón(1998) afirma en ello que “mucho ha cam-biado para mantenerse igual” (asincroníaestructural). En efecto, los Estados en Amé-rica Latina habrían ido reemplazando suspactos con los sectores sociales por otros conempresas transnacionales y agentes externosimplicados en la liberalización de los merca-dos planetarios. Esa distancia interna entreciudadanos y autoridades habría sido la causade una erosión creciente de la legitimidaddemocrática en el continente. El resultadofue una inserción pasiva y dependiente de lasdinámicas globalizadoras, con consecuenciasnocivas para la fortaleza de la democracia. Laconsecuencia de esta articulación elitista hasido además la formación de grandes movi-mientos que impugnan hoy sus rasgos exclu-yentes.

Por otra parte, como ya se dijo, esta mo-dernización incompleta mantuvo intactasvarias redes prebendales y patrimoniales a finde favorecer a ciertos sectores de la sociedad,cuyo respaldo aparecía como indispensablepara la reproducción político-electoral de losejecutores del proceso. En ese sentido, la co-

rrupción y la ineficiencia siguieron signandoel caminar de los Estados latinoamericanos,cuyos aparatos burocráticos mantuvieron sulealtad a grupos exclusivos de poder. Comose observa, las grandes reformas estatales dela década pasada, no alcanzaron los propó-sitos para los que fueran invocadas, lo cual,al final, se convirtió en un obstáculo real parauna inserción pro activa en el mundo.

Como ya se deduce de este apretadoanálisis, el Estado sigue siendo un factorcentral del desarrollo humano, la democra-cia y el desarrollo informacional y necesa-rio. No puede hablarse de estos últimosconceptos, mientras no se proceda a unareforma integral y completa de las estruc-turas estatales. Sólo removiendo las causasque alientan el patrimonialismo, es decir, laprivatización abusiva del espacio público, esposible pensar en contar con un capitalinstitucional digno de una sociedad activay autorregulada. Y sólo mediante esos pro-fundos cambios institucionales es posibleimaginar un Estado-red boliviano, descen-tralizado, flexible, transparente, participa-tivo y profesional.

En el presente capítulo, se indagan pre-cisamente las posibilidades de reforma delEstado a partir del uso de las herramientasdel informacionalismo. En su planteamien-to, Castells (1998) adelanta algunas pautaspara ello. Entre los principales principios delEstado-red, el autor registra la subsidiaridad,la flexibilidad, la capacidad de coordinación,la apertura a la participación ciudadana, latransparencia, la modernización tecnológicade la administración y la profesionalizaciónde sus funcionarios. Su aplicación en lapráctica debiera dar como resultado unEstado capaz de moverse con habilidad yrapidez en distintos ámbitos con la ayudade las nuevas tecnologías de la informacióny la comunicación. Bajo esta idea, el Internetdebiera ser empleado en este contexto comouna herramienta para extender formas deconsulta y de co-decisión hacia la mayorparte de la población. Un Estado que empleaestos recursos interactivos puede hacerse másaccesible a la mirada vigilante de sus ciuda-danos y por tanto, revestirse de vigorosos im-pulsos participativos.

Una propuesta interesante de esta fusiónteórico-práctica y las realidades del mundose la ha denominado “gobierno electrónico”.Su funcionamiento en diversas sociedadesdel mundo muestra una manera concreta deaproximar a los ciudadanos al Estado y, a

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partir de ello, construir nuevos pactos de efi-ciencia y avance conjunto. Al incorporar estetema en el IDH 2004, se considera a la tec-nología como un complemento de procesossociales más complejos y decisivos. En esesentido, las virtudes de un gobierno mejorconectado con la vida cotidiana de sus ha-bitantes no tendrían ningún valor si no seencara antes la ya aludida reforma del Esta-do, cuyos componentes son, por supuesto,más institucionales y sociales, que meramen-te técnicos. De modo que no es la tecnolo-gía la que va a resolver los problemas de ges-tión, sino una nueva administración ágil,flexible, descentralizada y participativa.

La importancia de la capacidadtecnológica

Pese a que la tecnología no es el ingre-diente decisivo de las reformas estatales pen-dientes, es indudable que los nuevos desafíos

de la era del conocimiento vienen convir-tiendo a la capacidad tecnológica en un fac-tor importante para todas las sociedades,sobre todo para aquellas como la boliviana,que viven coyunturas de transformación.Existe suficiente evidencia empírica paraconstatar que las naciones que incrementansu capacidad tecnológica, adquieren nuevascapacidades gubernamentales y cuando losrecursos son limitados y las demandas so-ciales son crecientes, los gobiernos tienenque funcionar con más eficiencia.

Varios gobiernos han empezado a usary aplicar nuevas tecnologías, no sólo parafomentar nuevos productos, procesos y for-mas de organización productiva, sino tam-bién para expandir la creación de riqueza,difundir beneficios con más eficiencia, pro-mover sistemas de conocimientos, insertar-se en el mundo globalizado y maximizar susbeneficios. Aquellos países son justamentelos que tienen más posibilidad de incremen-

La democracia como coartada

Recuadro 7.1

En octubre de 2002, Carlos Mesa,el entonces vicepresidente de Bolivia,clausuró la Conferencia Internacional“Revoluciones del Siglo XX. La Naciónen la Globalización”, organizada porel Programa de las Naciones Unidaspara el Desarrollo (PNUD) y el InstitutoLatinoamericano de InvestigacionesSociales (ILDIS). En esa ocasión, elperiodista e historiador advertía quegracias a las profundas reformas enca-radas en el país desde 1952, quedaronsentadas las bases para una prácticademocrática e institucional, que empe-zaría a desarrollarse plenamente tresdécadas más tarde.

Sin embargo, en aquellos días insu-rreccionales, faltaba aún mucho porhacer en esa perspectiva. Mesa afirma-ba para ese periodo: “La sociedad bo-liviana no concibió la resolución de sufuturo a través del diálogo ni sobre labase del orden constitucional”. Pero,¿por qué los bolivianos no decidieron,sino mucho más tarde, que sus conflic-tos debían ser resueltos por procedi-mientos institucionales? Mesa respon-

día que aquel orden legal instituidocarece incluso hoy de plena legitimidad,pues ha sido capturado por las élites yno representa a las mayorías. Por ello,el Vicepresidente de aquel 2002 con-flictivo, imaginaba que sólo la demo-cracia y su continuidad institucionalpodían permitir reformas de consenso,capaces de administrar el cambio conestabilidad. Y es a partir de 1985, desdecuando comienzan a sucederse perió-dicamente las elecciones nacionales ymunicipales, que la democracia, segúnMesa, deja de ser una coartada “paraocultar cartas bajo la manga”, y setransforma en un espacio capaz decobijar a todos los sectores sociales ypolíticos.

Como prueba de esa marcha haciauna continuidad institucional impeca-ble, Mesa miraba con optimismo elgran viraje sucedido en las eleccionesde 2002. Estas eran palabras al respec-to: “Son ilustrativos la ejecución con-creta del proyecto integrador democrá-tico que representaron la reformaagraria y el voto universal, el poder

para el pueblo a través del voto, expre-sado, por primera vez después de de-cenas de intentos, en la elección desenadores y diputados que representande manera coherente la idea de la plu-riculturalidad del artículo primero dela Constitución. Es una representaciónque hace transversal el retrato de Boli-via en lo étnico, social, cultural, eco-nómico y político; el Otro aparece aho-ra con peso propio, no es un espectador,sino un protagonista, no está en lamarginalidad de la política, sino en sucentro (…) Los resultados de la elec-ción que colocaron a Evo Morales atiro de piedra de la Presidencia marcanun giro, una posibilidad real para quie-nes pensaron que el poder era un platoreservado para las élites; la ruptura deun nuevo camino histórico, que todosestamos recorriendo juntos”. Comovalidación de aquella ansiada continui-dad constitucional, Mesa accedió almando de la Nación en octubre de2003, un año después de haber clausu-rado la Conferencia citada.

Fuente: PNUD-ILDIS, 2003

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tar su productividad y competitividad, ysobre esa base mejorar las condiciones devida de sus habitantes y la calidad de sugobernabilidad democrática.

Al contrario de lo que generalmente sepiensa, el uso y la aplicación de tecnologíasno implican menos intervención del Esta-do, cuyo rol en temas como éste no sólo esesencial, sino imprescindible en cada una delas etapas de una buena estrategia tecnoló-gica. Por ejemplo en, la conceptualización,implementación y evaluación de estrategias;en determinar las políticas y estructuras deregulación; en la entrega de programas y ser-vicios a la ciudadanía; en el uso de la infra-estructura de información para mejorar lasprácticas administrativas y en fomentar laparticipación e interacción de la ciudadanía.

Los caminos hacia la sociedad de la in-formación pueden ser múltiples, dependien-do de los objetivos y la estrategia. Sin embar-go, la inserción de una sociedad en la era dela información tiene algunos requisitos bá-sicos. Por ejemplo, la infraestructura física.Es decir, desde computadoras, televisores, te-léfonos fijos y celulares y uso y aplicación delInternet, hasta redes de fibra óptica, redesinalámbricas, electricidad e Intranet. Otrorequisito básico son los medios que permi-ten que esta infraestructura pueda ser usadaapropiadamente. Aquí nos referimos a lasaplicaciones de software, los servicios de al-macenamiento remoto en línea, programasmultimedia y páginas web, además de inicia-tivas de gobierno-electrónico (gobierno-e).

La construcción de una sociedad de lainformación no se puede hacer en un vacío,ni mucho menos genera resultados automá-ticamente. El alcance y resultados de estaspolíticas públicas dependen de las caracterís-ticas y condiciones sobre las que se constru-yen. La construcción de la sociedad de lainformación es también un proceso evoluti-vo, por lo tanto, la adaptación en cada so-

ciedad dependerá de sus rasgos peculiares ydel tipo y nivel de desarrollo.

Gobernabilidad, tecnología yDesarrollo Humano

El uso de las nuevas tecnologías produ-ce profundos cambios y ajustes en la vidacotidiana, aunque el impacto real es difícilde medir. Por ejemplo, pueden modificar lapercepción del tiempo y el espacio, las rela-ciones de pertenencia, los vínculos de soli-daridad, las ideas de proximidad y perma-nencia, la prevalencia de la escritura frentea la imagen y la oralidad en el desarrollocultural. Se puede establecer además una re-lación más lineal entre uso y aplicación detecnologías y el desarrollo humano. Porejemplo, éstas pueden mejorar la entrega deservicios de salud y educación y la eficienciaeconómica, pueden facilitar el intercambiode información, aumentar la participaciónciudadana y fomentar la creación de redesglobales y nacionales de conocimiento.

Existen hoy dos ejes clave que marcan larelación entre desarrollo humano y las nue-vas tecnologías (ver gráfico 7.1).

Primero, el creciente flujo de informa-ción y la transferencia de conocimiento. Estosupone una reducción de la brecha informa-tiva a través de una ampliación del accesomediante una red integrada. El desafío fun-damental en este eje está vinculado al cre-ciente número de personas que quedan ex-cluidas de la información, a pesar de que elcosto de producción de información es cadavez menor. El uso de información entonces,puede llegar a coadyuvar a crear conoci-mientos relacionados con los diferentes as-pectos del desarrollo humano como el di-seño y la agenda e implementación de po-líticas. Después a cerrar la creciente brechade conocimiento entre países en desarrolloy desarrollados, además de la interior de cadapaís, estos conocimientos pueden contribuiren áreas claves como educación, salud, mo-delos empresariales, emprendimiento y ges-tión administrativa en el sector público. Elincremento del flujo informativo en los ám-bitos nacional y mundial se convierte en-tonces en una oportunidad para integrarsemejor al intercambio global de las ideas.

Un segundo eje tiene que ver con nue-vas formas de organización política y econó-mica que incorporan el uso y la aplicaciónde las nuevas tecnologías. Es decir, su uso yaplicación pueden coadyuvar al desarrollo y

Gráfico 7.1

Relación Desarrollo Humano y nuevas tecnologías

Formas de organización políticay económica

Flujos de información y transferenciade conocimientos

Desarrollo Humano

Nuevas tecnologías

211

Estado, descentralización ygobierno electrónico

fortalecimiento de la estructura institucionalpolítica y productiva. Las instituciones ha-cen posible una interacción efectiva entre Es-tado y sociedad, combinando reglas forma-les e informales, códigos y normas de cum-plimiento. La reconfiguración institucionalque incorpora a la tecnología como factor dedesarrollo puede tener también una inciden-cia positiva en la forma y el comportamientode la organización y en las reglas del juego.A su vez, esto puede reducir la incertidum-bre y desconfianza hacia las instituciones,porque el uso de nuevas tecnologías puedegenerar resultados más eficientes.

De este modo, vincular hoy el desarro-llo humano con la tecnología implica nosólo medios, herramientas, instituciones einfraestructura, sino también políticas con-certadas que permitan fomentar y/o conso-lidar la interacción de actores locales, na-cionales y globales y facilitar la conexiónindividualizada y/o colectiva con los gran-des centros de información, producción deconocimientos y del debate político. Enotras palabras, se trata de desarrollar las ca-pacidades informacionales de una sociedad.En la coyuntura actual de Bolivia, la amplia-ción y mejora de los flujos de información ycomunicación podría promover, por ejem-plo, una reforma del Estado patrimonial ycambiar la dependencia económica de losrecursos naturales.

Hacia la transformación delEstado y la política

El primer paso hacia el cambio requeri-do consiste en definir los principios que de-bieran orientar la reflexión sobre la transi-ción hacia una sociedad de la información.El segundo paso consiste en formular una es-trategia. Es decir, se trata de diseñar unaacción simultánea en varios campos (integra-da) con un enfoque armonioso y secuencial.A medida que la sociedad global de la infor-mación evoluciona, se ha hecho evidente quela cuestión para países en desarrollo comoBolivia no es si implementar o no políticase iniciativas tecnológicas, sino más biencuándo y cómo. Por ello, es vital contar conuna estrategia sólida, vinculada a aspectosnacionales y globales e incorporando unagama de actores.

En muchos países del mundo se estánaplicando ya estrategias nacionales de inser-ción a la sociedad mundial de la información(ver casos de otros países en los recuadros

7.2, 7.3 y 7.4). Si bien no todas son iguales,comparten algunos elementos clave. Porejemplo,• El enfoque holístico liderado por el Es-

tado.• La definición clara del papel de las ini-

ciativas tecnológicas para el desarrollo.• La institucionalización de la participa-

ción del sector privado y la sociedad ci-vil.

• La definición de metas precisas en co-operación con una gama de actores.

• La deliberación sobre políticas tecnológi-cas en temas que van más allá del campode tecnología como la eficiencia adminis-trativa, la transparencia, la gobernabilidady los nuevos enfoques de aprendizaje.

Gobierno-e como medio para ladeliberación

Es un hecho que los gobiernos en todoel mundo se han visto y se verán enfrenta-dos al reto de incorporar nuevas formas deorganización y trabajo, para lo cual las nue-vas tecnologías son posibilidades abiertaspara avanzar en una nueva manera de hacergestión y políticas públicas y de promover eldesarrollo humano. Una de las principalesiniciativas al respecto es la del gobierno elec-trónico (gobierno-e), que se adhiere a unanueva forma de organización económica ysocial. Al respecto, podría decirse que la in-corporación de nuevas tecnologías a la ges-tión pública es la principal innovación en elfuncionamiento del Estado desde las refor-mas administrativas de fines del siglo XIX.Cuando las tecnologías se incorporan a lagestión gubernamental permiten una nuevaforma de gestión pública, más transparentee innovadora con capacidad de reducir labrecha entre Estado y sociedad.

El concepto de gobierno-e evolucionóhace más de una década como un instrumen-to, que, apoyado por las tecnologías y conorigen en las sociedades industrializadas, seexpande cada vez más en las llamadas socie-dades en desarrollo y transición. El progre-so del gobierno-e en América Latina es aúnlento, aunque México, la Argentina, Chile,Brasil, Perú y Colombia han apostando ya aestrategias de mediano y largo plazo en estesentido. Sin embargo, la mayoría de los paí-ses en la región, como Bolivia, carece aún deuna visión estratégica, de coordinaciónprogramática y de un enfoque equilibradoentre el uso y la aplicación de nuevas tecno-

212

Singapur: líder de políticas y Gobierno-e en Asia

Recuadro 7.2

Con todo lo logrado en la últimadécada en materia de gobierno-e, Ma-lasia no es el caso más exitoso de Asia.Es Singapur (http://www.egov.gov.sg/).Desde la década de 1990, Singapur hasido reconocida y premiada por suspolíticas innovadoras en esta materia.En junio del 2000, Singapur lanzó ofi-cialmente la primera parte de su estra-tegia de gobierno-e, cuyo principalobjetivo era utilizar estas nuevas tec-nologías en el sector público en bene-ficio del desarrollo, conocimiento y elbuen gobierno. Esta primera estrategia,se concentró en trabajar y fortalecerlas tres dimensiones del gobierno-e:gobierno a gobierno, gobierno a em-presa y gobierno a ciudadano.

Los logros de esta primera iniciativahan sido impresionantes. Por ejemplo,en el portal gobierno a ciudadano(http://www.ecitizen.gov.sg/), se puedeinteractuar con el sector público enlínea las 24 horas del día, siete días ala semana ya sea para obtener informa-

ción como para hacer trámites. En oc-tubre 2001, este portal recibía en pro-medio 240.00 visitantes al mes; paramayo de 2003, eran cerca de 9 millonesde visitas mensuales. Otro logro repor-tado fue el SingPass o el Acceso Per-sonal de Singapur, que permite estable-cer un sistema de autenticaciónpersonal para servicios electrónicos(una identificación electrónica).

En el portal gobierno a empresa(http://www.business.gov.sg/) se dieronotros logros importantes. Por ejemplo,las licitaciones y compras en línea enun solo portal. Para fines del 2002, sereportó que el valor de compras y lici-taciones ascendía a más de 260 millo-nes de dólares. Se empezó a ofrecer enlínea el trámite de obtener licenciaspara construir y abrir negocios. Tam-bién puso en línea un servicio de regis-tro empresarial donde nuevas empresaspodían registrarse y las actuales podíanreportar cambios. Fue una gama demejoras en costo, tiempo y eficiencia.

Por ejemplo, con la aplicación del go-bierno-e el costo y tiempo promediode incorporar una empresa se redujoen más del 100% y para obtener permi-sos de construcción, se redujo 10 veces.

Entre el 2000-2003, el gobierno deSingapur invirtió más de 1.500 millonesde dólares en su estrategia de gobierno-e y habilitó en línea más de 1.600 ser-vicios gubernamentales. Es sobre esabase que el 15 de julio del 2003, elgobierno de Singapur lanzó oficialmen-te una segunda estrategia multibillona-ria de gobierno-e (2003-2006), quetiene tres objetivos concretos:

1. Consumidores satisfechos plena-mente.

2. Ciudadanos conectados.3. Gobierno en red (varias agencias

un solo gobierno).Finalmente, al igual que Chile, en

Singapur la clave ha sido la sincroni-zación estratégica de las políticas conlas iniciativas de gobierno-e.(http://www.egov.gov.sg/g2b.htm).

Fuente: elaboración propia

Vietnam: pensando gobierno-e en grande

Recuadro 7.3

El caso de Vietnam es muy diferen-te a todos los otros, no sólo porque suestrategia de gobierno-e está en unaetapa inicial, sino por el rígido régimenpolítico vigente y su nivel medio dedesarrollo humano. Vietnam tiene unahistoria de ocupación, de guerra conlos Estados Unidos, de partición, dereunificación, de reconstrucción eco-nómica profunda y de implantación deuno de los regímenes comunistas másortodoxos. Además, Vietnam siguesiendo un país rural.

Lo que convierte al caso de Vietnamen único es que a pesar de tener varioscondicionantes adversos, el gobiernoha apostado a una estrategia de gobier-no-e como palanca de cambio hacia laera de la información. El proyecto fuede reforma fue lanzado al estilo de la

Perestroika (“Doi Moi” o renovación,en idioma vietnamita) que desde 1986se implementó con resultados positivos.Por ejemplo, entre 1993-1997, Vietnamregistró un crecimiento económicoanual promedio del 9%. A partir de2000, el país dinamizó el intercambiocomercial y se abrió hacia el escenariointernacional con dos iniciativas clave:su incorporación oficial como miembrode ASEAN (el pacto regional de librecomercio) y un tratado de libre comer-cio con los Estados Unidos conocidocomo BTA. Ambas iniciativas apuntarona incrementar la competitividad, lainversión extranjera y el uso de nuevastecnologías.

En esta área, la visión estratégicade mediano plazo para Vietnam tomacomo modelos a India y China. El go-

bierno está implementando un planmaestro de políticas tecnológicas(1996-2005), y ha asignado la respon-sabilidad única de coordinación e im-plementación Ministerio de Ciencia,Tecnología y Medio Ambiente--MOSTE

(http://www.moste.gov.vn/). MOSTE esa su vez la principal agencia reguladora.En lo que respecta a gobierno-e, unaprimera iniciativa ha sido la creaciónde una Intranet gubernamental (CP-NET), la cual vincula a 40 entidades enel ámbito central y a 61 gobiernosprovinciales. Sin embargo el uso yacceso al Intranet, al igual que el Inter-net es todavía limitado y restringido.El uso de Internet en Vietnam es másregular en el sector empresarial que enel mismo gobierno y está altamenteconcentrado en los centros urbanos,

213

Fuente: elaboración propia

particularmente Hanoi y ciudad Ho ChiMinh (86% del total). Los programasde cooperación internacional han apo-yado al sector empresarial. El proyectoENTERWEB apoyado por Canadá(www.enterweb.org) y SMEnet apoyadopor Alemania (www.smenet.com.vn)son los ejemplos más destacados.

El gobierno ha priorizado dos áreasimportantes que en los próximos añosservirán de base para seguir fortalecien-do el desarrollo tecnológico y la estra-tegia de gobierno-e: la infraestructuratele-comunicacional y la emergenteindustria de hardware y software. Hastamediados de los 90, Vietnam tenía unsistema de telecomunicaciones obsole-to, limitado e inadecuado. Sin embargo,en la última década, el gobierno prio-rizó una inversión masiva en el sectorde telecomunicaciones y hoy Vietnames considerado uno de los pocos paísesen el mundo con el crecimiento másdinámico en este sector. Proyectos co-mo el TVH (Tailandia-Vietnam-HongKong) de fibra óptica submarina ydigitalizada y el sistema nacional desatélite (VINASAT) ilustran la magnituddel esfuerzo. El desafío principal es laalta tasa de ruralidad, que acompañadade un débil sistema de carreteras y la

topografía difícil, han creado una ba-rrera para la expansión de la tele-comunicación. De cualquier manera,para el 2002 más de 7.600 de las 9.000villas rurales (85% de cobertura) esta-ban ya conectadas a la red de tele-comunicaciones nacional.

La emergente industria de hardwarey software en Vietnam tiene ya casicinco años de vida. El proyecto invo-lucra la creación de parques para eldesarrollo y exportación de recursostecnológicos, atraer a compañías extra-jeras en el área electrónica, para queestablezcan operaciones y plantas enestos parques, ofrecer una serie deincentivos, incluyendo mano de obray generar ingresos para el Estado através de la exportación. Para fines de2002, más de 300 compañías participa-ban de este programa, de las cuales el66% eran extranjeras y el 33% nacio-nales. Un tercio de estas compañíasofrecían servicios de software, más dela mitad servicios de ensamblaje decomputadoras, y el resto lo que se co-noce como servicios de Outsourcing(contratación externa). En total, estaindustria produce actividad económicacon un valor estimado de 690 millonesde dólares anuales.1

Por el momento, el crecimiento dela industria de hardware y software enVietnam está siendo dinamizada porel mercado doméstico. La inversióndel gobierno en el sector industrial yde telecomunicaciones (entre ambosmás del 65% de la inversión total) y laalta demanda por computadoras y porsus repuestos han facilitado la emer-gente industria en Vietnam. Más del70% de las computadoras que se ven-dieron en Vietnam en 2002, fueronensambladas allí. La exportación deestos productos es mínima, pero cre-ciente.

El plan maestro de políticas tecno-lógicas (1996-2005) ha puesto objetivosconcretos para este sector, los cualesdeben ser logrados para 2005. Porejemplo, son logros fundamentales queel 4% del PIB provenga de este sector;que la industria de hardware genereactividades valoradas en más de 1.000millones de dólares anuales; que la desoftware genere actividades valoradasen más de 500 millones al año; que lapenetración del Internet en el país seincremente siete veces; y contar conmás de 50 mil profesionales en el sec-tor, de los cuales la mitad sean progra-madores.

1 Para ilustrar, la misma industria en la India genera actividades con un valor agregado de mas de US$6,000millones anuales. Esta es la misma visión que Mahbub Ul Haq elaboró para Bolivia, cuando este visitóBolivia en 1994. Ver Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)-Bolivia. Desarrollo Huma-no Sostenible: Seminario Organizado por el PNUD para Altos Funcionarios del Gobierno Nacional deBolivia. La Paz: PNUD, 1995.

Malasia: apuntando más allá del Gobierno-e

Recuadro 7.4

Durante los últimos 22 años, Mala-sia ha estado gobernada por un régimenpolítico rígido y autocrático. El princi-pal desafío político en Malasia ha sidoimplementar un proyecto nacional dedesarrollo, equilibrando una sociedadmulti-étnica con un proyecto de trans-formación productiva. La visión de laestrategia nacional de desarrollo enMalasia tenía dos objetivos claros: nodepender de exportaciones de produc-

tos tradicionales como la goma, el es-taño y el gas y competir en el escenarioglobal exportando alta tecnología.

A primera vista es difícil rescatarel contenido de la estrategia de gobier-no-e en Malasia. Después de todo, elproyecto nacional de desarrollo de Ma-lasia requería poca transparencia, par-ticipación e interacción ciudadana,debido a la naturaleza autocrática delgobierno. Sin embargo, detrás de estos

antecedentes y dilemas yace uno delos proyectos de gobierno-e más ambi-ciosos del planeta. Al igual que CostaRica, la experiencia malaya es más unaconsecuencia que una iniciativa explí-cita, pero de cualquier manera estáligada estratégicamente a un proyectotecnológico de nación amplio y ambi-cioso, cuyo objetivo principal es eldesarrollo de una sociedad del conoci-miento que quiebre la dependencia

214

Fuente: elaboración propia

histórica en productos tradicionales deexportación.

Las raíces de la estrategia tecnoló-gica en Malasia se remontan a 1988cuando el Instituto Malayo de SistemasMicroelectrónicos (MIMOS) establecióuna red computarizada universitariaconocida como Rangkaian KomputerNetwork. Más adelante, en 1994, elgobierno encargó una estrategia a ungrupo de expertos, (Visión Malasia2020). Inmediatamente se creó el Con-sejo Nacional de Información y Tecno-logía (NITC, www.nitc.org.my) comouna instancia de diálogo, bajo el lide-razgo del Primer Ministro, acompañadopor MIMOS y asesorado por líderes delsector público y privado. En 1996, NITC

lanzó la Agenda Nacional de Informa-ción y Tecnología (NITA), cuyo objetivoprincipal era convertir a Malasia enuna sociedad del conocimiento. NITA

se enfoca en tres áreas clave: recursoshumanos, info-estructura y aplicaciones.

Entre 1996-2003, la implementa-ción de NITA se intensificó con una seriede proyectos en el área legal, institu-cional, tecnológica y de gobierno-e.Por ejemplo, en el ámbito legal se di-señaron e implementaron un paquetede cinco leyes:

1. Ley de Firma Digital (1997).2. Ley en Contra del uso de Com-

putadoras para Actos Criminales(1997).

3. Ley Legalizando el Uso del In-ternet para Consultas Medicas(1997).

4. Ley de Propiedad Intelectual(1997).

5. Ley de Comunicaciones (1998).En el área institucional, se reforzó

al NITC y a MIMOS, y se crearon entida-des gubernamentales complementarias,por ejemplo: el Comité Gubernamentalde Información, Tecnología e Internet;el Comité para la Implementación delGobierno Electrónico, y el Consejopara Implementar el Súper CorredorMulti-media (MSC). De igual manera,dentro de la estructura organizacionalde la Oficina del Primer Ministro, en1997, se creó la Unidad de Planifica-ción para la Modernización del SectorPúblico (MAMPU, www.mampu.gov.my)como cabeza de la política global, queincluye el gobierno-e. En ese contexto,MAMPU diseñó e implementó varias ini-ciat ivas de gobierno-e, comowww.mcls.mampu.gov.my que permitea cualquier visitante hacer un paseovirtual por el gobierno de Malasia,incluyendo el nivel federal, estatal ymunicipal; www.mySPEED.com yhttp://www.myeg.com.my/ que permi-ten hacer trámites en línea; el proyectoGerakan Desa Wawasan que desde1996 permite a pequeñas comunidadesrurales recibir computadoras gratis ya acceder al Internet; y “Perolehan”,el principal portal para compras estata-les. Otra iniciativa innovadora de go-bierno-e es la ciudad-e o ProyectoSJ2005 (www.mpsj .gov.my ywww.usj.com.my).

Quizás la iniciativa más ambiciosarelacionada al gobierno-e en Malasiaes el Súper Corredor Multi-media(MSC), administrada por la Corpora-ción de Desarrollo Multi-Media

(www.mdc.com.my). Es un mega-proyecto diseñado para apoyar la in-dustria, los productos tecnológicos yatraer compañías en el área de altatecnología. Es una iniciativa guberna-mental que pretende recrear un nuevo“Valle de Silicona” en Malasia. El MSC

tiene lo último en tecnología instaladapara uso comercial e individual, y lainfraestructura no tiene nada que envi-diar a los que se puede encontrar enCalifornia.

En 1997, el gobierno estableció laUniversidad Multi-Media (UMM) enCyberjaya, la primera en el mundo ensu clase. El currículo de UMM está ex-clusivamente enfocado a materias yprogramas de alta tecnología. Cuentacon más de 12.000 alumnos de más de30 países. En sus pocos años de exis-tencia, UMM se ha convertido en uncentro formador de líderes y expertosy se espera que a mediano plazo, tengael mismo efecto que tuvo la Universi-dad de Stanford en los Estados Unidos(www.mmu.edu.my).

Entre 1996 y fines del 2002, Mala-sia había invertido más de 30.000 mi-llones de dólares en el sector, estoequivale a un promedio anual de másdel 6% del Producto Interno Bruto (PIB)y a más de 260 dólares de gasto porhabitante. Hoy, cerca a 4 millones demalayos usan el Internet regularmente,y el número de computadoras persona-les ha incrementado de 850 mil en 1995a cerca de 2.5 millones. La ruta haciala sociedad del conocimiento en Mala-sia ya está marcada y parece estar avan-zando adecuadamente.

Fuente: elaboración propia

Siete rasgos básicos del Gobierno-e

Recuadro 7.5

1.Fácil de usar, conectando a la gente a los distintos nivelesde gobierno nacional e internacional, de acuerdo a suspreferencias y necesidades.

2.Disponible y de acceso universal, en la casa, el trabajo,los centros educativos, las bibliotecas y otras localidadesapropiadas a cada comunidad.

3.Privacidad y seguridad, además de autenticación, quegeneren confianza.

4. Innovador y enfocado a resultados, enfatizando velocidady capacidad de absorber y/o adaptar avances tecnológicos.

5.Colaboración, con soluciones desarrolladas entre aliadospúblicos, privados, no-gubernamentales y centros deinvestigación.

6.Optimo en costos y beneficios, a través de una estrategiade inversión que produzca ahorros, ganancias, y beneficiosa largo plazo.

7.Transformacional, fomentando tecnología a través deliderazgo personal y organizacional para cambiar la formade hacer gobierno, y no solo automatizando las prácticasy procesos existentes.

215

Estado, descentralización ygobierno electrónico

logías, reforma política y transformaciónproductiva.2 Cualquier estrategia política dedesarrollo o cualquier diseño institucionaltendrán que tomar en cuenta una visión delargo plazo en sentido renovado.

La experiencia de Bolivia

Desde la década del 90, en Bolivia se havenido dando (más indirectamente) ciertapromoción de iniciativas de gobierno-e,como inversiones en el sector telecomunica-ciones, iniciativas en el campo legal y el de-sarrollo de mecanismos de cooperación pú-blico-privada. Sin embargo es muy débil laarticulación de las diferentes iniciativas.Adicionalmente, las actuales condicioneseconómicas, políticas y sociales vigentes enBolivia y un serio vacío institucional handesfavorecido el diseño de una política ins-titucional, deliberada y concertada en estetema, la que antes que nada debe ser el re-sultado de una decisión política, enmarcadaen una estrategia general de desarrollo.

Recién en marzo del 2002 se oficializóen Bolivia un marco para una eventual estra-tegia de gobierno-e, cuando se promulgó eldecreto 26.553 y estableció el marco legal einstitucional básico para la implementaciónde nuevas tecnologías.3 Este mismo decretocreó la Agencia para el Desarrollo de la So-ciedad de la Información en Bolivia (ADSIB),entidad descentralizada, bajo tuición de laVicepresidencia de la República, que es laresponsable de proponer establecer e imple-mentar la estrategia de políticas informacio-nales en Bolivia, incluyendo la de gobierno-e (http://www.bolnet.bo/).

A pesar de ese importante avance, noexiste todavía en Bolivia una estrategia inte-grada de gobierno-e debido a la falta deliderazgo político y la ausencia de políticas.En el último año, las actividades hacia elgobierno-e en Bolivia han estado impulsadas

principalmente por asistencia técnica dedonantes como el Banco Interamericano deDesarrollo (BID) y el Programa de las Nacio-nes Unidas para el Desarrollo (PNUD) y cor-poraciones como Microsoft, y se han concen-trado en actividades que servirán de insumospara una eventual estrategia de gobiernodigital.

Por ejemplo, se han elaborado los “Li-neamientos para la Estrategia de Bolivia enla Era Digital”. Se aprobó también el decre-to 26.624, que dispone que todas las redesy portales gubernamentales deban registrar-se bajo el dominio “gov.bo.” Además, seaprobó la creación oficial del Registrador deDominio Internet en Bolivia bajo la respon-sabilidad de la Red Boliviana de Comunica-ción de Datos (BOLNET), responsable de regla-mentar y ordenar el registro de los nombresde dominio Internet en el país. Complemen-tario a esto, bajo resolución suprema 22.116de mayo de 2002, se dispuso que todos losfuncionarios públicos dependientes del Po-der Ejecutivo cuenten con una direcciónpersonal de correo electrónico.

En septiembre del 2003, las autoridadesbolivianas firmaron un acuerdo con Micro-soft para iniciar un programa de gobiernodigital. El objetivo del plan es contar con unsistema para atender solicitudes, quejas ydemandas de los ciudadanos hacia las dife-rentes entidades gubernamentales, a travésdel Internet como canal de comunicaciónhacia el gobierno. El ciudadano recibiría unnúmero único de su solicitud o queja, al cualpodrá dar seguimiento. Se producirán y ha-rán públicos reportes estadísticos para iden-tificar el tiempo promedio de atención a cadapersona y por funcionario, además del nú-mero de casos resueltos por empleado. Comoparte del acuerdo principal, Microsoft haotorgado un descuento para adquisicionesrelacionadas con el proyecto, invertirá enprogramas de educación y donará licencias

2 Varias experiencias de gobierno-e en América Latina han sido consideradas como exitosas en sus fasesiniciales. Si bien son diversas, comparten algunos rasgos de éxito. Por ejemplo, los proyectos de gobier-no-e son parte integral de una modernización del Estado, de una transformación productiva e incluyentodos los niveles de gobierno, desde la municipalidad hasta la Presidencia. La introducción del gobierno-e es también continua y progresiva, porque la naturaleza del sector público no permite que se hagancambios orgánicos radicales de manera súbita. De igual manera, el gobierno-e sirve de catalizadoreficaz para instar a las empresas privadas y a la ciudadanía a usar servicios en línea, tales como el pagode impuestos, adquisiciones y compras estatales.

3 Como se vio en el capítulo 5, después de la capitalización de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones(ENTEL) en 1995, el mercado e infraestructura experimentaron una expansión. Por ejemplo, entre 1996-2002, la telefonía fija en Bolivia creció 50%, pero más significativo fue el crecimiento exponencial en elmismo periodo de la telefonía celular que sobrepasó los 2,230%. A partir del año 1999 la densidadtelefónica incrementó mucho más que en los años anteriores. Esto se explica principalmente al masivoingreso de la telefonía celular y el abaratamiento de los aparatos celulares. La telefonía celular alcanzólos niveles de la telefonía fija en el año 1999, y a partir del año 2001 la superó.

216

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

educativas de software en convenio con elMinisterio de Educación.

Factores que condicionan elvínculo entre lo necesario y lopendiente

Pese a estos avances, existen varios fac-tores en Bolivia que están limitando el usoy la aplicación de estas tecnologías. Por ejem-plo, al igual que Vietnam, la infraestructurapara apoyar su desarrollo y expansión es to-davía poco empleada, aunque en los últimosaños hubo progresos en la zona urbana de lared central (La Paz, Cochabamba, SantaCruz). La apertura del mercado de telecomu-nicaciones ha generado inversiones, aunquela mayoría han abarcado sólo las capitalesdepartamentales de la red troncal ya mencio-nada. De acuerdo a la Superintendencia deTelecomunicaciones (SITTEL), la densidadtelefónica representaba para fines del 2002poco menos del 20%, y de este total existeuna alta concentración de líneas telefónicasen la red troncal. Por ejemplo, las ciudadesde La Paz, Cochabamba y Santa Cruz con-centran al 90% de la telefonía celular, lo quesignifica que el resto de Bolivia tiene menoracceso. De acuerdo a SITTEL en el 2002, lapenetración telefónica en el sector rural enBolivia apenas alcanzaba a 3.85 por cada milhabitantes. Por último, pese a una inversiónen el sector de telecomunicaciones, que des-de 1995 superó más de dos billones de dó-lares, el impacto ha sido limitado.

Por otro lado, en Bolivia el acceso a lainformación no es masivo, aunque de acuer-do a ADSIB, el uso y difusión de estos recursosse están expandiendo paulatinamente. Haygrandes planes de expansión, particularmen-te en el área rural. Por ejemplo, existe la ideade instalar tele-centros multipropósito, conacceso a Internet en el área rural y hay algu-nos proyectos de pequeña escala patrocina-dos por la cooperación internacional. Deigual manera, el Proyecto de Sistema Integra-do de Gestión y Modernización Administra-tiva (SIGMA) contempla instalar un sistema desatélite y fibra óptica para conectar a más de100 municipios. Aunque estas iniciativas sonpropicias, su impacto se ve aún limitadodebido a otros condicionantes como la ener-gía eléctrica. Las diferencias entre el sectorurbano y rural son muy significativas. El97% del sector urbano cuenta con este ser-vicio mientras que en el sector rural sólo sebeneficia un 26%.

De igual manera, no se cuenta todavíaen Bolivia con ningún reglamento expreso oley para el comercio electrónico. Sin embar-go, existen seis disposiciones legales relacio-nadas con el tema:1. La ley SIRESE.2. La ley de telecomunicaciones.3. La ley de derechos de autor.4. El código penal.5. Las modificaciones al código penal.6. Los decretos 25.704 y 25.870 sobre el

gravamen arancelario a las importacio-nes.

Por otro lado, el decreto 26.455, relacio-nado al proyecto SIGMA, es lo más cercanoque Bolivia tiene a una ley de firma digital.Se tiene un proyecto sobre un capítulo de“Disposiciones Generales en Comercio Elec-trónico,” el mismo que será incorporado alCódigo de Comercio. Sin embargo no exis-te un marco legal adecuado para la protec-ción intelectual y contra la piratería, la cualha crecido mucho en los últimos años.

El tener uno de los ingresos per cápitamás bajos y de los índices de pobreza másaltos de la región latinoamericana, es unlímite duro, pues son pocos los ciudadanosbolivianos que hoy pueden tener acceso alos servicios telefónicos, adquirir computa-doras, subscribirse a un operador de Inter-net y realizar compras o trámites en línea.Adicionalmente, como ya se dijo en anterio-res capítulos, el stock de recursos humanosen el campo tecnológico en Bolivia es tam-bién limitado. Gran parte de la poblaciónestá marginada de poder acceder a una edu-cación formal de alta calidad, y muchos másno pueden acceder a una educación con con-tenidos de ciencia y tecnología. Aún más, laadquisición de destrezas para el campo tec-nológico es precaria, no sólo por la baja ca-lidad de la oferta universitaria y vocacional,sino también por las escasas oportunidadesde empleo y los bajos sueldos a los cualesacceden los pocos especialistas que eligen esacarrera.

El bajo poder adquisitivo se refleja ade-más en las empresas que no pueden dedicarpresupuestos ni esfuerzos significativos parainvertir en soportes logísticos ni físicos queles permitan hacer publicidad y vender a tra-vés de Internet (comercio-e/negocio-e). Deacuerdo a estudios hechos por la Unión In-ternacional de Telecomunicaciones (UIT),poco más del cinco por ciento de los sitiosweb comerciales bolivianos realiza transac-

217

Estado, descentralización ygobierno electrónico

ciones comerciales básicas. A esto hay queañadir el bajo nivel de propiedad de tarjetasde crédito, pues se estima que en Bolivia nohay más de 200 mil en circulación.

Finalmente las nuevas tecnologías nosiempre se definen sólo por su existencia (in-fraestructura y computadoras), sino por suacceso y uso. En el caso de Bolivia, el uso deInternet, como se vio en detalle en el capí-tulo 5 de este Informe, no se está difundien-do tanto a través de computadoras que es-tán físicamente en el hogar o en la escuela,sino más bien mediante cafés y medios pú-blicos. Si bien estos medios garantizan unmínimo acceso, la calidad y el potencial deaplicación se ven limitados. De igual mane-ra, iniciativas como el gobierno-e, no sólorequieren uso, sino también familiaridad conel lenguaje, los programas y destrezas respec-tivas. La participación y uso de estos recur-sos en países como Bolivia reflejan las carac-terísticas de una sociedad desigual. Es decir,se reproduce la misma segmentación que seda en la educación, el trabajo y la conexióncon el mundo. Existe un sector pequeñomuy articulado a la dimensión global, otrosector pequeño de articulación infrecuentey un tercer sector mayoritario que está ex-cluido. Resulta pues indispensable para im-pulsar la gobernabilidad electrónica desarro-llar un campo integrado de Internet como sepropone en el capítulo 5 de este Informe.

Hacia una estrategia deGobierno-e para apoyar lagobernabilidad

En el marco de una intensa búsqueda desoluciones y cambios para expandir el Desa-rrollo Humano, desde hace más de una dé-cada Bolivia ha venido emprendiendo variastransformaciones estructurales con diversosresultados. Sin embargo, pese a esos esfuer-zos, no se pudo reformar adecuadamente elsistema político y su principal núcleo proble-mático; los privilegios patrimoniales. Es de-cir, la modernización de la política en Boli-via ha sido lenta y poco estratégica. Por ello,el desafío principal sigue siendo reorientarreformas hacia la construcción de un nuevoorden estatal que amplíe y promueva nuevosespacios de representatividad, participacióny deliberación ciudadana y que sirvan parareconciliar el desarrollo democrático con eldesarrollo humano (IDH, 2002). El uso yaplicación de recursos tecnológicos y el di-seño e implementación de una estrategia de

gobierno-e, podrían permitir explorar víasnovedosas para reorganizar la estructura gu-bernamental y las formas de interacción en-tre Estado y sociedad.

Desde 1998, los Informes de Desarro-llo Humano (IDH) en Bolivia han intentadocolocar temas estratégicos que sirvan comoinsumos para el arduo trabajo de reorientarlas políticas públicas a favor del DesarrolloHumano. Los IDH han tratado de ir más alláde la coyuntura, resaltando cuestiones cen-trales sobre la gobernabilidad democrática yde largo plazo para el Desarrollo Humano deBolivia. Por ejemplo, el IDH 1998 resaltó laimportancia de expandir una cultura cívicabasándose en el manejo de nuevos códigosde la era de la información para que existanmayores y crecientes aptitudes para mover-se en un mundo altamente competitivo ycambiante. Para ello, subrayó que era impor-tante fortalecer los mecanismos de participa-ción.

El IDH 2000 resaltó que cuando el Esta-do ha adecuado su estructura institucionala potencialidades, como fue el caso de la Leyde Participación Popular (LPP), no sólo pue-de haber una implementación más eficientede políticas públicas, sino que también sefortalece la posibilidad de contar con políti-cas de desarrollo humano más incluyentes.De ahí que se hacía imprescindible el forta-lecimiento y/o creación de espacios para ladeliberación y participación. Por su parte, elIDH 2002 planteó acertadamente que Bolivianecesitaba transitar de una forma de Estadopatrimonial a un nuevo tipo de ordenamien-to estatal, capaz de articular pro-activamen-te la inserción del país en la globalización, deampliar el espacio de lo público en que sedebatan y deliberen las opciones de desarro-llo y de incorporarse en la lógica de redes quedemanda la sociedad de la información y elconocimiento.

Lamentablemente durante la últimadécada, la dinámica patrimonial ha seguidodominando el comportamiento del sistemapolítico y de la economía política en Bolivia.Los eventos de octubre de 2003 demostra-ron que la falta de modernización en el sis-tema político puede implicar costos muyaltos, no sólo para la sociedad y sus distin-tos ámbitos, sino también para la viabilidadde la gobernabilidad democrática. Si bien, ladinámica patrimonial es una característicamás o menos generalizada en todos los sis-temas políticos del mundo, en el caso deBolivia se puede sostener que el Estado pa-

218

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

trimonial ha experimentado reformas queademás de ser parciales e inconclusas, no hanrespondido bien a la realidad altamente cam-biante y competitiva (Calderón-Gamarra,2002).

El proceso democrático en Bolivia no seha interrumpido. Sin embargo, la falta de re-formas apropiadas ha debilitado la capacidaddel Estado y la credibilidad de los gobiernosdemocráticos. A su vez, la desconfianza se haincrementado. Por ello, la manera de articu-lar, en sinergia, lo institucional, lo represen-tativo y lo ciudadano, se ha convertido en lacuestión estratégica para Bolivia en esta co-yuntura, donde la desconfianza de y, al mis-mo tiempo, la demanda hacia la política con-tinúa incrementándose sin que ésta tenga lacapacidad de responder adecuadamente.

Una de las reformas centrales de la últi-ma década ha sido la Participación Popular,que desconcentró un nivel significativo depoder hacia los municipios, se sustentó en laparticipación ciudadana, y pretendió acor-tar la brecha entre lo rural y lo urbano yredistribuir en forma más equitativa los re-cursos públicos. Desde que la LPP fue pro-mulgada en 1994, ha generado un nuevo es-cenario donde nuevos sujetos sociales y po-líticos, marginados hasta entonces, tienen unnuevo espacio para incorporarse a la vida na-cional. Existe ya un marco institucional quedefine funciones, atribuciones y espacios devinculación entre los distintos niveles delEstado (gobierno central, prefecturas y mu-nicipios).

Efectivamente, la LPP ha ampliado laescena pública en Bolivia y ha generado laoportunidad de expandir y fortalecer la par-ticipación ciudadana. Sin embargo, al mar-co general de la LPP no se le ha asignado unvalor transformador. Es decir, la nueva arqui-tectura gubernamental creada por la LPP noha roto la jerarquía y fragmentación del Es-tado patrimonial. Una estrategia de gobier-no-e en el marco de la LPP podría darle unnuevo valor a lo público. Por ejemplo, fo-mentaría redes conversacionales verticales yhorizontales; promovería y fortalecería for-mas de cooperación entre actores; recrearíaun nuevo lenguaje de complicidad entre losdistintos niveles del Estado y entre éste y laciudadanía y permitiría escenarios compar-tidos de información y una mejor gestión delconocimiento para evitar la dispersión de lainformación. Si no se dinamiza la partici-pación popular en Bolivia, persistirán losobstáculos y desempeños diferenciados en-

tre municipios, gobiernos regionales y lasdiferentes instancias del gobierno central.Por ello, es una tarea imprescindible forta-lecer las capacidades y fuentes de informa-ción de los distintos actores que formanparte de la LPP (comités de vigilancia, orga-nizaciones territoriales de base e instanciaslocales de gestión).

Instituciones débiles y organizacionesineficientes tienden a convertirse en obstá-culos para el desarrollo humano. Sin embar-go, las instituciones y las estructuras organi-zativas también pueden ser reformadas.Apostar a una política de desarrollo informa-cional para la inserción de Bolivia en la eco-nomía global, y a iniciativas como el gobier-no-e son una oportunidad de reorganizacióninstitucional que mejore el rendimiento y laeficiencia de la gestión pública en el ámbitonacional y municipal a través de la LPP. Ensí, de lo que se trata no es sólo de dar unsalto institucional cualitativo con el uso yla aplicación de nuevas tecnologías, sinotambién de orientarlo con el uso y aplica-ción de las mismas a fin de fortalecer lacompetitividad y acelerar la transformaciónproductiva. Es decir, el uso y la aplicaciónde recursos tecnológicos (por ejemplo, através de una iniciativa de gobierno-e) enlos distintos niveles del gobierno puedenconformar una nueva plataforma institucio-nal para la expansión del desarrollo humano.

Nueva gobernabilidad para laera del desarrollo informacionalnecesario

La construcción de una sociedad de lainformación no se puede hacer en un vacío,ni es un proceso que genera resultados au-tomáticos. El alcance y resultados de polí-ticas tecnológicas dependen mucho de lascondiciones sobre las que se construyen.Son considerables las orientaciones políti-cas de los actores sociales, su capacidad parallegar a acuerdos y traducirlos en resultados,además de los desafíos del proceso de dise-ñar e implementar una estrategia de uso yaplicación de nuevas tecnologías en las fun-ciones del gobierno (gobierno-e). La tran-sición de una forma de gobierno tradicionalhacia una donde procesos gubernamentalesinternos y externos utilicen medios electró-nicos para facilitar una gestión más eficien-te, eficaz y de alto impacto, requiere de co-ordinación interinstitucional. Bolivia tendráque tomar en cuenta una serie de desafíos en

219

Estado, descentralización ygobierno electrónico

su tránsito hacia la sociedad de la informa-ción.

Requisitos necesarios para unaestrategia de gobierno-e

Un tema crucial para cualquier estrate-gia de gobierno-e es la expansión de la in-fraestructura y los servicios, al igual que laexpansión del acceso, lo cual puede darse envarias dimensiones. Se puede dar, por ejem-plo, si se promueve el acceso y el uso univer-sal de la tecnología, proporcionando unmínimo básico de conectividad para toda lasociedad, y diseñando e implementando ini-ciativas y políticas públicas que reduzcan loscostos de acceso. De igual manera, no es sóloacceso, sino también mejorar la calidad delacceso. Los beneficios de cualquier iniciati-va serán limitados y la brecha y disparidadesse profundizarán si la frontera tecnológica semantiene estática. Por ejemplo, tener capa-cidad de banda ancha, pero poca posibilidadde adaptarla; uso y aplicación limitada deprogramas informáticos entre las pequeñasy medianas empresas y dependencia de pro-gramas informáticos comerciales (e.g., Micro-soft, Oracle) con poca capacidad para llenar losnichos de mercado y proporcionar solucio-nes adecuadas y sostenibles para los peque-ños actores, como las municipalidades, lospequeños hospitales y clínicas y las escuelas.

Otro tema clave para el gobierno-e escontar con un marco regulador adecuado,no sólo para ampliar y fortalecer los derechoshumanos fundamentales y el derecho a la in-formación, la comunicación y la libertad deexpresión, sino también para la ampliacióny renovación de los fundamentos tecnológi-cos de la sociedad de la información. La re-gulación del sector de las telecomunicacio-nes y el fortalecimiento de los mercados dehardware y software son también temas clave.

El financiamiento de iniciativas de go-bierno-e es también estratégico. En estrechacolaboración con el sector privado y los do-nantes, el gobierno debe buscar fuentes definanciamiento. La Inversión ExtranjeraDirecta (IED), la cooperación internacionaly las empresas transnacionales podrían serimportantes fuentes, para lo cual es funda-mental definir objetivos nacionales. El Esta-do debe cumplir un papel más importanteen el financiamiento de la investigación ypromover mayor interacción entre los agen-tes que participan en los sistemas de inno-vación.

Las destrezas y la calidad de los recur-sos humanos son también elementos clavepara cualquier estrategia de gobierno-e. Esindispensable capacitar a los usuarios y ope-radores, además de la formación y manteni-miento de una fuerza de trabajo que puedasostener a la sociedad de la información. Latransformación de la educación, en todos susniveles, es una prioridad. Las universidadestienen que formar perfiles profesionales másadecuados. Las demandas y currículos cam-bian rápidamente, de manera que hay queajustar constantemente programas y forma-dores (profesores) a fin de minimizar losdesajustes en materia de capacitación profe-sional.

La aplicación y el uso de nuevas tecno-logías en la vida cotidiana, requieren unanueva forma de aprendizaje que debe estarinstitucionalizada como proyecto de Estadode largo alcance, y concentrarse en los maes-tros y educadores. Por ejemplo, se puedenestablecer incentivos para alentar a los maes-tros a integrar estos recursos en sus activida-des docentes cotidianas. Para complementarel esfuerzo, deben establecerse redes institu-cionalizadas de desarrollo de recursos huma-nos en el sector público y privado, incluyen-do las universidades y otras institucionespara contar con un grupo amplio de “forma-dores-maestros-instructores,” que sirvancomo base para impulsar la innovación y elconocimiento. Para fortalecer las actividadesacadémicas y docentes en temas como go-bierno-e y la sociedad de la información, sepuede promover también actividades inves-tigación y desarrollo a través de una red elec-trónica inter-universitaria.

Estrategias de gobierno-e

Existen diferentes enfoques de gobier-no-e. Algunos países han intentado estrate-gias de gobernabilidad y de nuevas tecnolo-gías, sin que ambas estén conectadas. Otroshan enfocado sus estrategias de gobiernoelectrónico desde una perspectiva más am-plia que implica dos ámbitos, gobernabili-dad y nuevas tecnologías, que son mutua-mente incluyentes. Los más exitosos hanapuntado a utilizar el manejo de la informa-ción como un medio no sólo para vincularreformas de gobernabilidad con iniciativastecnológicas, sino también para tener unaestrategia de desarrollo más integrada.

De igual manera, se han dado diferen-tes enfoques de políticas dentro de las cua-

220

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

les puede estar una estrategia de gobierno-e. El mapa de una estrategia nacional puedetomar distintas direcciones y enfoques. Enalgunos casos, la estrategia implica tratarestos asuntos de forma sectorial para forta-lecer la exportación y/o el mercado nacional.En otros, se enfatiza el papel de estos recur-sos como un medio facilitador para posicio-narse competitivamente en el ámbito econó-mico global y/o promover desarrollo. En lapráctica, los países más exitosos han combi-nado diferentes enfoques o han empezadoenfatizando un nicho de políticas para lue-go moverse a otro. Indistintamente de la se-lección o combinación de enfoque, los casosexitosos demuestran que el objetivo princi-pal es alimentar de arriba-para-abajo o vice-versa una estrategia nacional integrada yconcertada (grafico 7.4).

El gobierno-e puede ser parte de cual-quiera de estos enfoques. Por ello, las estra-tegias de gobierno-e son multidimensiona-les, porque cubren políticas e iniciativas envarios sectores como el desarrollo tecnológi-co, la industria, la competitividad, las tele-comunicaciones y el manejo de la informa-ción. Las estrategias de gobierno-e involu-cran también una amplia gama de actores. ElEstado, el empresariado, la sociedad civil yel mundo académico tienen que estar invo-lucrados en un proceso sinérgico.

Cualquier estrategia de gobierno-e tie-ne que tener también la capacidad de trans-formar la manera tradicional en la que el go-bierno interacciona con los gobernados. Esdecir, un país como Bolivia puede tener enteoría una estrategia de gobierno-e, pero siésta no está anclada a una visión de trans-

formación más amplia de la sociedad, lo másprobable es que tenga poco impacto. Deigual manera, cualquier estrategia de gobier-no-e, tiene que reflejar el nivel verdadero devoluntad política, y tomar en cuenta los re-cursos disponibles, el ambiente regulador yla capacidad de la población para utilizar lasnuevas herramientas.

La principal motivación de una estrate-gia de gobierno-e debe ser mejorar la entre-ga de servicios, el acceso y la disponibilidadde información. Por ello, la implantación deestrategias de gobierno-e tiene que ser partede un proceso más amplio de reforma de mo-dernización del Estado, y el ritmo de su im-plantación debe ser gradual, pero consistentey constructivo. La aplicación y/o adaptaciónde estos nuevos recursos es costosa y tieneque estar vinculada también a un cambioproductivo. De otra manera, ninguna estra-tegia de gobierno-e será sostenible.

Riesgos y desafíos

Como cualquier otra iniciativa, el go-bierno-e tiene riesgos. No se trata de acep-tar a ciencia cierta el riesgo y esperar quecualquier iniciativa de gobierno-e tenga re-sultados favorables. Se trata más bien deidentificar el riesgo que está dispuesto a asu-mir el gobierno, y de comprometerse a ma-nejar dicha estrategia de acuerdo a la infra-estructura y capacidad financiera, guberna-mental, tecnológica y de destrezas humanavigente. Como se planteó antes (grafico 7.1),puede haber una relación causal entre tecno-logía y desarrollo humano, pero ésta no es di-recta ni automática. En sí, varios factores

Gráfico 7.2

Mapa de enfoques para políticas tecnológicas

México, Costa Rica,Chile, Singapur,Malasia, Vietnam

México,Vietnam,Singapur,Chile

Costa Rica,Malasia

MéxicoMalasia, ChileVietnam, Singapur

BrasilCosta Rica, Malasia

Nuevas tecnologíascomo sector

Estrategia Nacional denuevas Tecnologías

2. Capacidad nacional ymercado doméstico 4. Enfoque de desarrollo

Nuevas tecnologíascomo facilitadoras

1.Enfoque de exportación 3. Posicionamiento global

221

Estado, descentralización ygobierno electrónico

inciden en que el gobierno-e sea o no palancade cambio y que incida o no incida en el de-sarrollo humano (grafico 7.3). Bolivia es unclaro ejemplo para ilustrar el hecho de queno es suficiente contar con un plan de go-bierno-e y una visión básica para, por y conla sociedad de la información. Si no haygente con suficientes destrezas, disponibi-lidades subjetivas, procesos estratégicos enmarcha y capacidad administrativa para lle-var a cabo reformas necesarias, cualquierplan de gobierno-e puede quedar trunco.

Para lograr transformaciones exitosas degobierno-e, el liderazgo político y gerencialson esenciales. Tiene que haber líderes queno sólo entiendan el valor del recurso tec-nológico, pero que también estén dispues-tos a utilizar su voluntad política para em-pujar este tipo de reformas. El gobiernodebe priorizar explícitamente programas einiciativas de gobierno-e, siempre maximi-zando los recursos disponibles.4

El manejo del cambio tecnológico im-plica también una cierta secuencia de ele-mentos, que además involucra distintos sec-tores de una sociedad (grafico 7.4). Requie-re objetivos claros y una ruta para lograrlos.Esto por su parte implica diseñar nuevasformas de organización (redes burocráticas),implementar nuevos arreglos institucionalesque puedan mediar la orientación de políti-cas y permitir su implementación. Claro estáque el éxito de las iniciativas de gobierno-edepende también de una activa participaciónciudadana, al igual que de la calidad de losrecursos humanos, y el manejo y administra-ción de políticas. El gobierno necesita for-

jar nuevas relaciones inter-gubernamentalesy alianzas estratégicas con la sociedad civil yel sector privado para asegurar calidad de, yaccesibilidad al gobierno-e.

El gobierno-e puede ser un novedosomedio, recurso y/o herramienta para el de-sarrollo humano, pero no es una soluciónmágica a los complejos desafíos del desarro-llo humano y la gobernabilidad democrá-tica. La ampliación del desarrollo humanopuede darse no sólo asegurándole a la ciu-dadanía acceso a información, sino tambiénfortaleciendo el marco institucional mediantereformas normativas y legales (hardware) ya través del uso y aplicación (software). Esdecir, el gobierno-e no sólo puede tener unaincidencia positiva en el desarrollo econó-mico (e.g., incremento en la productividad)y democrático (e.g., incremento de la trans-parencia gubernamental y difusión de la

Gráfico 7.4

La secuencia de un circulo virtuoso de política tecnológica para elDesarrollo Humano

4) D

estre

zas

5) Uso y aplicaciónde nuevas tecnologías 6) Resultados

3) Arreglos institucionales

1) ObjetivosGobierno-e, sociedad de la

información

2) Formas de organización,redes burocraticas

4 Debe manejar estratégicamente también la oferta de paquetes comerciales de software (Microsoft, Oracle,Visa, Master Card, Linux), de manera que el ritmo y orientación de sus políticas no sean dictados porpresiones comerciales (software gratuito), sino más bien por un plan y visión gubernamental coherente.

Gobierno-e/Sociedad del conocimiento e Información

Tecnología

Gráfico 7.3

De la tecnología hacia el Desarrollo Humano

Des

treza

s

Estra

tegi

as

Gente

Administración

Procesos

222

información), sino que también puede serparte de un diseño más amplio de políticasde reforma y modernización del Estado.

En la última década, la implementaciónde iniciativas de gobierno-e fue intensa envarias sociedades desarrolladas y en desarro-llo, particularmente debido a su aspectonovedoso. Sin embargo, hoy se conoce mu-cho más sobre estrategias de gobierno-e quehace una década, y su implementación de-pende menos de la tecnología promociona-da por firmas comerciales, y más de cambiossociales, culturales, políticos e instituciona-les al interior de cada sociedad. El gobierno-e generará resultados positivos si es parte deuna estrategia de modernización estatal in-tegrada, con objetivos claros y un plan deimplementación de mediano plazo, sistémi-co y consistente. La tecnología y su imple-mentación son meras herramientas para al-canzar objetivos, tales como el bienestar dela gente y su comunidad. Las prioridades que

se establezcan para alcanzar esos objetivosinfluirán de forma evidente en cualquieragenda o estrategia de gobierno-e.

Si Bolivia apuesta a una política de re-cursos tecnológicos y de gobierno-e, deberátomar en cuenta las oportunidades y amena-zas (cuadro 7.1) y los desafíos respectivos(recuadro 7.6). No se trata sólo de lograrconectividad y expandir el acceso. La adop-ción, integración exitosa y el impacto de es-tas nuevas tecnologías en las estructuras deuna sociedad también depende de otros ele-mentos. Entre ellos está el marco reguladory su capacidad conjunta para permitir y fa-vorecer la interacción de los procesos electró-nicos. De igual manera, son imprescindibleslos mecanismos y recursos financieros, quepuedan garantizar la sostenibilidad y man-tenimiento. Asimismo, las destrezas y los re-cursos humanos representan la fuerza motrizque hace posible el uso de la tecnología. Losesfuerzos en estas tres áreas deben ser parte

Cuadro 7.1

Estrategia de gobierno-e, oportunidades y amenazas en distintas dimensiones

Puede ser parte integral de una reforma y modernización del estado.

Reinventar la gobernabilidad, optimizar recursos, apostar a lacompetitividad y a la transparencia.

Amenazas

Dimensión política

Oportunidades

Limitación presupuestaria, falta de un marco legal adecuado (encontra de piratería), falta de apropiación (ownership), procesodecisorio lento, estructuras jerárquicas, falta de visión integrada yconsensuada y ausencia de voluntad política.

Burocracia pesada y patrimonial, piratería, corrupción, inestabilidadpolítica y resistencia al cambio.

Dimensión social

Predisposición de la gente a aprender y usar los nuevos recursos.

Incremento laboral, mejoramiento al sistema educativo, mejor cos-to/beneficio laboral y fomento del uso del Internet.

Educación básica deficiente, analfabetismo (incluyendo tecnológico),poca aceptación social de servicios automáticos y déficit de destrezas.

Fuga de cerebros, resistencia al cambio, brecha digital y privacidad.

Dimensión económica

Optimización de recursos y transparencia para negocios (licitaciones)y trámites.

Mejoramiento en la relación costo/eficiencia, y nuevos negocios.

Falta de inversión y control presupuestario, y desproporción entregasto e inversión.

Alta percepción de corrupción.

Dimensión tecnológica

Posibilidad de un salto cualitativo, tecnología como factor de empujey arranque.

Disponibilidad de tecnología de segunda mano, fomento de lainvención y creatividad.

Falta de destrezas necesarias, alto costo del Internet, débil infraestructuratecnológica, alcance limitado e inexistencia de licencias de softwarenacionales.

Dependencia de tecnología comercial y adaptación constante.

223

Estado, descentralización ygobierno electrónico

Desafíos en la implementación de estrategias de Gobierno-e

Recuadro 7.6

• Desarrollo y mantenimiento de la infra-estructura tecnológica

• Marco legal adecuado• Brecha digital (accesibilidad y alfabe-

tismo tecnológico)• Confianza (asegurar la privacidad y

seguridad)• Transparencia• Infraestructura tecnológica adecuada y

compatible• Gestión de datos, información y cono-

cimiento

• Colaboración con el sector privado yacadémico

• Diseño de aplicaciones de acuerdo anecesidad

• Campaña de comunicación y educación• Administración de personal con miras

al cumplimiento de los objetivos de laestrategia de gobierno-e

• Inversión en programas sostenibles quegeneren ahorros

• Evaluación periódica y regular del pro-greso y la inversión

de una política integrada y estratégica, en-focada en la constante necesidad de mejorarla infraestructura y los servicios respectivos.Este resultado habrá de surgir, finalmente,del juego político de toma de decisiones,donde los mecanismos del Estado y la vo-luntad política son preponderantes.

En la perspectiva del Desarrollo Huma-no, desde la que trabajan estos Informeshace ocho años, el gobierno electrónico sólopuede ser entendido como parte de unareforma del Estado, y ésta como parte de unproyecto de Nación. En este y en anterio-res informes se ha sostenido que ello supo-

ne antes que nada valores compartidos deunidad, diversidad y equidad. Supone tam-bién una visión de entrada activa en laglobalización con informacionalismo, unaeconomía basada en recursos naturales,pero en uso de la informatización y la in-clusión productiva, una inter-alteridad asu-mida, un nosotros compartido que afirmelas raíces y busque el futuro. Supone tam-bién un campo de Internet más integradoy una red activa de deliberación y educaciónentre maestros, escuelas y localidades. Su-pone finalmente una sociedad con actoresactivos con sueños renovados de nación.

224

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Gráfico 1

Actividades del Gobierno-e y sus posibles efectos en la gobernabilidad

Automatización

Transformación

Informatización

Eficiencia

Efectividad

+ Confianza

+ Confianza

Buen gobierno

✓ Gobierno que es menos costoso✓ Gobierno que hace más✓ Gobierno que es más ágil

✓ Gobierno con mejor desempeño✓ Gobierno innovador

Anexo del capítulo 7

¿Cuáles son las característicasprincipales del Gobierno-e?

El gobierno-e involucra una ampliagama de actores, actividades, y sectores. Encuanto a los actores, el principal es el Esta-do, que lidera el proceso. Dentro de éste ob-viamente se debe destacar a los líderes gu-bernamentales de turno, quienes a través desu capacidad y voluntad política puedenconstruir una visión integrada de gobierno-e, consensuarla e implementarla. De igualmanera, está el funcionario público quiencon su capacidad de adaptación y aprendi-zaje puede convertirse en el principal opera-dor de las iniciativas. Otro actor principal esel empresario e industrial, especialmenteaquel que cree en la innovación, al igual queaquel que enfrenta al riesgo con visión y hol-gura. No hay duda, que unos de los princi-pales actores es además la ciudadanía engeneral, en particular aquella que no sólo de-manda más eficiencia y transparencia guber-namental, sino la que está interesada eninvolucrase en los asuntos públicos. Final-mente, pero no menos importante, son losinvestigadores, técnicos y científicos, quie-nes apoyados por una infraestructura ade-cuada, pueden convertirse en agentes de co-nocimiento y cambio.

El gobierno-e implica también innova-ciones en otras áreas claves como el lideraz-go, la deliberación, la inversión productiva,la educación y la ciudadanía. Además pue-de fomentar la automatización, la informa-tización y la transformación, lo cual puedetraducirse en una mejora en el buen gobier-no, y por ende en más confianza. Por ejem-plo, esto último puede incidir en la eficien-cia gubernamental, produciendo lo mismo

a menor costo; en la productividad, generan-do más al mismo costo; y en la velocidad,produciendo más, de manera más rápida yal mismo costo. También puede incidir en laefectividad, en cuanto el gobierno no sólopuede producir más, más rápido y al mismocosto, sino también producir algo de mayorcalidad, novedoso e innovador (gráfico 1).

Finalmente, aunque el gobierno-e invo-lucra una gama amplia de actividades y deactores que interaccionan vertical y horizon-talmente en dimensiones políticas, económi-cas, y sociales, tiene una vinculación estra-tégica de tres dimensiones:• Dimensión 1: Gobierno a gobierno- En

muchos aspectos la vinculación intra-gubernamental representa la columnavertebral del gobierno-e. Antes de inte-ractuar y ofrecer servicios más eficien-tes a la ciudadanía y al empresariado, elgobierno debe mejorar y actualizar supropio sistema interno (back office).Usando nuevas tecnologías, el funciona-miento cotidiano del gobierno puedemejorar el acceso a la información, losprocedimientos e incrementar la trans-parencia, eficiencia y responsabilidad.

• Dimensión 2: Gobierno a empresa -Esta dimensión implica tanto la venta deproductos y servicios gubernamentalesal público (front office), como tambiénla compra de productos y servicios delsector privado (licitación y compras,enfatizando la comodidad, la transpa-rencia y la competencia). Es decir, tie-ne que ver con la interacción entre elsector gubernamental y empresarial, ycon reducir prácticas clientelares y el usode medios corruptos para acelerar tran-sacciones.

• Gobierno a ciudadano- Se trata de ha-cer de las transacciones gubernamenta-les lo menos burocráticas, ganando enrapidez y facilidad. Implica tambiénmejoras en el acceso a la informaciónpública, a través del uso de herramien-tas de diseminación, como sitios web y/o kioscos informativos. El principalobjetivo del gobierno-e es facilitar la in-teracción entre el ciudadano y el gobier-no. Es decir, puede ayudar a atenuar elcentralismo burocrático a través de lacreación de ventanillas únicas, donde elciudadano pueda obtener soluciones einformación en varios temas, en un sólolugar, sin necesidad de interacciones fí-sicas con un representante de cada una

225

Anexo del capítulo 7

Fuente: elaboración propia

Las distintas fases de una estrategia de Gobierno-e

Recuadro 1

El gobierno-e no es sólo un asuntode dar computadoras a las autoridadesde gobierno, de contar con un portalgubernamental electrónico o de auto-matizar prácticas tradicionales. En úl-tima instancia, ninguno de estos recur-sos puede incrementar por sí mismo laefectividad gubernamental, ni la pro-moción de la participación cívica. Elénfasis exclusivo en soluciones tecno-lógicas tampoco puede cambiar la men-talidad de la gente o de los servidorespúblicos. Sólo una estrategia biendiseñada e implementada puede con-tribuir a expandir el desarrollo hu-mano.

Por lo general, las estrategias degobierno-e están divididas en tres fases:

Fase inicial: inicio del uso de re-cursos tecnológicos y expansión delacceso a la información gubernamen-tal

Los gobiernos generan una cantidadsustantiva de información, mucha dela cual puede ser útil para los ciudada-nos y los negocios. El Internet puedeservir no sólo para hacer accesible estainformación, sino para hacerlo eficien-temente. Se puede iniciar un proyectoproveyendo en línea o en una pági-na/portal web información sobre regu-laciones, documentos y solicitudes.También facilitar a los ciudadanos yempresas el acceso a información gu-bernamental, sin necesidad de que éstosvayan físicamente a las oficinas de

gobierno, hagan colas o paguen sobor-nos. Este puede ser un avance revolu-cionario de la gobernabilidad democrá-tica que a su vez puede alimentar elconocimiento para diseñar e implemen-tar políticas de desarrollo humano yhacerle el seguimiento respectivo.

Fase 2: Interacción para ampliarla participación ciudadana en el go-bierno

Hacer pública la información a tra-vés del Internet es sólo un primer paso.El gobierno-e tiene el potencial deinvolucrar a los ciudadanos y de hacer-los interactuar con los servidores pú-blicos. El fortalecimiento de la partici-pación ciudadana en los asuntosgubernamentales puede contribuir aregenerar confianza en las institucionespúblicas. El gobierno-e interactivo tienedos vías, que pueden involucrar fun-ciones básicas como contacto y comu-nicación a través del correo electrónico.Los usuarios pueden retroalimentar,comentar y sugerir. Esta fase del go-bierno-e puede también involucrar lacreación de foros temáticos electrónicosdonde los ciudadanos y gobernantesdeliberen, intercambien ideas y expan-dan su conocimiento sobre distintostemas.

El objetivo en esta fase es promoveruna interacción electrónica fecundaentre Estado y sociedad. Para el desa-rrollo humano esto significaría crearun espacio publico, donde no sólo Es-

tado y ciudadanía puedan dialogar ydeliberar, sino también donde se fo-mente una comunicación más ampliaentre diversos sectores de la sociedadcomo empresarios, educadores y socie-dad civil.

Fase 3: activar servicios guberna-mentales y trámites en línea (tran-sacción y transformación)

Se puede llevar este proyecto mu-cho más allá de la información e inte-racción, creando sitios web que permi-tan a los usuarios hacer trámites ycompletar transacciones en línea. Losahorros en costos, la responsabilidady transparencia a través de registroselectrónicos y el incremento en la pro-ductividad pueden ser resultados ópti-mos de esta fase.

Las fases 2 y 3 permiten una evo-lución de la comunicación e interacciónunidireccional hacia una de dos víasentre el gobierno, la ciudadanía y susdiferentes sectores, al igual que dentrodel gobierno. La interacción electrónicase convierte entonces en una alternativaa la atención presencial, incluyendo elprocesamiento de formularios, el pagode transacciones y la eventual entregadel servicio. Las fases 2 y 3 permitenuna integración vertical y horizontaldel gobierno-e que puede llevar a unainterconectividad total (gobierno digi-tal) y empezar a incidir más directa-mente en temas clave como la transpa-rencia, el ahorro y el desarrollo humano.

de las agencias gubernamentales involu-cradas.

Hacia el gobierno-e: enfoque

Un elemento esencial de la estrategia gu-bernamental de gobierno-e es el enfoqueholístico, que entable un diálogo abierto contoda la sociedad. Cualquier estrategia debepartir de una iniciativa en pequeña escala,pero con un objetivo más amplio, el de in-tegrar eventualmente a todo el sector públi-co, las instituciones nacionales, regionales,

locales e internacionales, las autoridadesreguladoras y técnicas, el ámbito académico,los proveedores de servicios del sector priva-do y la industria de la alta tecnología, las ins-tituciones intermediarias y la sociedad civil.

Por lo general, en lo que se refiere a lapolítica de gobierno-e, una de las primerasmedidas del Estado es establecer una auto-ridad nacional que actúe como organismocoordinador. Se trata de una instancia conrango de ministerio o una subsecretaría, quetenga una estrecha relación con el tema (i.e.,ciencia y tecnología, comunicaciones, indus-

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Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tria y comercio). En otros casos se han crea-do comités interministeriales especiales, oinstancias ligadas directamente a la Presiden-cia. En otras instancias, la agenda de gobier-no-e está ligada al Ministerio de Finanzas, envista de su carácter intersectorial.5

El Estado tiene que definir las metas yobjetivos precisos del gobierno-e, que ade-más estén en línea con las necesidades exis-tentes. Las iniciativas nacionales para el go-bierno-e también deben concentrarse en laidentificación y evaluación de la adopción detecnologías adecuadas.6

Hay dos líneas adicionales de políticapública donde el rol del Estado es estratégi-co. La primera es reemplazar los canalesobsoletos de comunicación o los mecanis-mos incompletos de coordinación y traerincrementos de eficiencia y participación de-mocrática. La segunda es la construcción deun marco legal adecuado para el uso y apli-cación de nuevas tecnologías. Al mismotiempo, los elementos esenciales en el uso yaplicación de gobierno-e son sin duda:1. Encontrar un equilibrio estratégico en-

tre conveniencia, rapidez, seguridad yprivacidad.

2. Mantener a la ciudadanía plena y con-tinuamente informada sobre la dinámi-ca del gobierno-e, incluyendo sus ven-tajas y limitaciones.

¿Por qué Gobierno-e?

Las nuevas tecnologías se definen comosistemas mediante los que se recibe, manipu-la y procesa información, y que facilitan lacomunicación entre dos o más interlocuto-res. Por lo tanto, su uso y aplicación son algomás que informática y computadoras, pues-to que no funcionan como sistemas aislados,sino en conexión con otros a través de unared. Por un lado, la red hace que se abra elespacio comunicativo de la política a unamayor cantidad de actores para que sean es-cuchados y ejerzan su representatividad. Porotro lado, presupone una ciudadanía descen-

tralizada, canales inmediatos de comunica-ción, sin fronteras, con la capacidad de mul-tiplicar exponencialmente los interlocutoresen el diálogo público.

En el nuevo escenario global, tener vozy estar presente en el diálogo a distancia noes sólo una reivindicación expresiva, sinotambién una conquista cultural y política delciudadano. Ser emisores de mensajes y pro-puestas significa, entre otras cosas, partici-par en igualdad de condiciones en el inter-cambio simbólico y tener presencia en espa-cios que pueden afectar a distintos grupossociales. Las redes de comunicación electró-nica se están constituyendo en vías cada vezmás potenciales de acceso al ámbito públi-co para amplios sectores sociales y cultura-les tradicionalmente privados de expresiónmás allá de sus entornos restringidos.

El gobierno-e puede servir a una varie-dad de propósitos. Por ejemplo, a mejorarla entrega de servicios públicos, a la interac-ción con el sector privado, al acceso de in-formación, o a tener un impacto cualitativoen la eficiencia de la gestión pública. Losbeneficios se pueden traducir logros comouna menor corrupción y mayor transparen-cia, menos discrecionalidad, menor mono-polio en la toma de decisiones, un crecimien-to de los ingresos y una reducción de costosde operación.

El gobierno-e puede tener también con-secuencias significativas en el modo de pro-cesar y distribuir información, y esto tieneimplicaciones para el desarrollo humano.Los flujos de información, las comunicacio-nes y los mecanismos de coordinación seestán digitalizando en muchos sectores de lasociedad, lo que se traduce en la apariciónprogresiva de nuevas formas de organizaciónsocio-política y productiva. Desde el puntode vista del desarrollo humano es importantedeterminar cómo medios como el gobierno-e pueden coadyuvar al logro de objetivoseconómicos y políticos más amplios y a laintegración de las diversas sociedades a ladimensión global de la información.

5 En todos los casos exitosos de gobierno-e, se ha definido claramente el papel de esta instancia, a fin deevitar la superposición de responsabilidades. La cooperación armoniosa, por un lado, o las luchas depoder, por el otro, entre las distintas autoridades que participan en la iniciativa nacional de gobierno-epueden ser decisivas en el éxito o el fracaso del programa. Independientemente de qué órgano públicoesté encargado de llevar a cabo la iniciativa nacional de gobierno-e, la estrecha colaboración con unaserie de otros organismos del sector público (i.e., el regulador en el ámbito de las telecomunicaciones) esfundamental.

6 Si bien el liderazgo del Estado es una condición sine qua non en este proceso, el sector privado debeesforzarse por complementar su labor. El principal reto en este proceso es la provisión de aplicaciones. Amenudo la tecnología comercial no es flexible, y si bien hay programas y aplicaciones genéricas, nonecesariamente se garantiza poder satisfacer las necesidades locales en los ámbitos de los serviciospúblicos y desarrollo humano. Se trata de un ejemplo clásico que justifica la intervención estatal.

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Fuente: elaboración propia

Costa Rica: Gobierno-e como corolario estratégico de la política de desarrollo

Recuadro 2

En lo que respecta a gobierno-e, laexperiencia de Costa Rica es muy par-ticular, y a su vez distinta de la de Chiley México. Chile enmarcó su iniciativade gobierno-e en un proceso sistémico,ordenado y ligado a la modernizacióndel Estado. En cambio, la estrategia deMéxico parte de una iniciativa de go-bierno-e, y desde allí crea una políticade Estado para cerrar la brecha digitaly promover un desarrollo integral. Asíla iniciativa de gobierno-e en Méxicosirve como plataforma para implemen-tar y lanzar políticas estratégicas verti-cales y horizontales de reforma delEstado. En contraste, hasta hace poco,la estrategia de gobierno-e en CostaRica no fue implementada desde unobjetivo explícito; más bien, fue unaampliación lógica o el resultado de unaestrategia nacional de desarrollo, cuyoeje principal era la exportación de tec-nologías.

La historia de gobierno-e en CostaRica viene acompañada por varios fac-tores facilitadotes como:- Su histórica inversión en desarrollo

humano, particularmente en educa-ción y capacidad.

- La política de promoción de expor-taciones, particularmente la ley dezonas francas bajo un régimen deincentivos.

- La activa participación de la Coali-ción Costarricense de Iniciativas parael Desarrollo (CINDE), institución nogubernamental sin fines de lucro ydeclarada de interés público, fundadaen 1983 por líderes empresariales

con fondos de la Agencia Norte Ame-ricana para el Desarrollo Internacio-nal (USAID) con el propósito de di-señar y promover una estrategia deinversión en sectores de alta tecno-logía.

- Las políticas e iniciativas guberna-mentales en varias áreas clave comoeducación, infraestructura y comercioexterior.

- La llegada de INTEL a Costa Rica en1997, la cual desde 1999 ha contri-buido al crecimiento económico y alincremento de exportaciones concontenido tecnológico.

Los resultados agregados de esosfactores han permitido que Costa Ricainicie recién en 2001 un proyecto na-cional e integrado de gobierno-e, quese conoce como gobierno digital. Hastael 2002, más del 90% de las entidadesde la administración pública tenían suspropios portales, y cerca del 10% delos municipios. Recién en el 2003, seinauguró el portal único de gobierno(www.gr.co), a través del cual se pre-tende integrar a las distintas iniciativasde gobierno-e.

El proyecto de gobierno digital enCosta Rica tiene cinco áreas de trabajo:1.Mejorar la infraestructura digital,

expandiendo y mejorando el accesoal Internet, lo que implica la actuali-zación o reemplazo de infraestructurapara mejorar la conectividad, telefo-nía y cableado de red.

2.Acceso universal a Internet, que esel componente más novedoso del

proyecto de gobierno-e costarricense,porque el gobierno ofrece direccionesde correo electrónico gratis a cualquiercostarricense que lo pida, a través deun portal único “Comunicación sinFronteras (www.costarricense.cr)”.A la fecha más de 212 mil costarri-censes tienen correo electrónico gra-tuito. Esa iniciativa t permite quecomunidades alejadas y rurales ac-cedan al Internet a través de unidadesmóviles. Esta iniciativa está siendoimplementada por una alianza estra-tégica entre el ITCR y el InstitutoTecnológico de Massachusetts (MIT).

3.El fortalecimiento y la integraciónde la empresa privada en la economíaglobal. Para ello, se han dado unaserie de iniciativas como el sistemade información del sector agropecuariocostarricense (www.infoagro.go.cr),el de información empresarial(www.siec.go.cr), una base de datoscompleta de los productos costarricen-ses (www.marketplacecostarica.com)y un portal dedicado a la mediana ypequeña empresa (www.mipyme.com).

4. La estrategia de gobierno-e con trá-mites, declaración y retorno de im-puestos y registro nacional, que per-miten una interacción más fluida conla ciudadanía a través del uso y apli-cación de estas nuevas tecnologías.

5.El marco legal, en particular con lameta de seguir fortaleciendo la vali-dez y el uso de firmas y documentoselectrónicos, al igual que derechosintelectuales y de propiedad.

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Fuente: elaboración propia

México: Gobierno-e como instrumento para cerrar la brecha digital

Recuadro 3

La estrategia de gobierno-e deMéxico es distinta a la de Chile, aunquetiene objetivos similares. El proyectode gobierno-e de México, conocidocomo Sistema Nacional e-México, seinició oficialmente en el año 2000,como uno de seis estrategias de laAgenda para el Buen Gobierno.7 Elproyecto mexicano de gobierno-e esambicioso, ya que apunta a cerrar unaenorme brecha digital. México esmiembro del Tratado de Libre Comer-cio (TLC) ya desde casi una década. Susdos contrapartes al norte (EE.UU. y Ca-nadá) han dejado a México atrás en elcampo tecnológico y gobierno-e. Porejemplo, el gobierno de México estimaque en la actualidad hay mas de 5 mi-llones de usuarios de Internet, es decirsólo el 5% de la población. En contras-te, los Estados Unidos y Canadá, enpromedio tienen 20 veces más usuariosde Internet que corresponde a cerca del60% de sus respectivas poblaciones.En cuanto al número de computadorasse estima que México tiene sólo alre-dedor de seis millones, un número hasta20 veces menor que en los EstadosUnidos y Canadá.

La brecha digital en México no essólo un problema externo, es uno quese profundiza al interior del país. Porejemplo, mientras que en la regiónnoroeste el 34% de sus cabeceras mu-nicipales tienen la posibilidad de accesoa Internet vía dial-up, a costo de unallamada local, en el sureste este indica-

dor es sólo de alrededor del 4%. En laactualidad, de las más de 26 mil cabe-ceras municipales, no más de 3.400tienen conectividad.

La administración pública mexica-na muestra un importante avance en elempleo de nuevas tecnologías para suoperación cotidiana, sin embargo, existetodavía un amplio espacio para mejorarsu uso en beneficio del país. En diciem-bre del 2000, el Presidente Vicente Foxencomendó al secretario de comunica-ciones y transportes, encabezar el Sis-tema Nacional e-México. Después, enagosto del 2001, se conformó un Con-sejo del Sistema Nacional e-México,en el que participan diversas dependen-cias del gobierno federal, con el cualquedaron integradas bajo un mismoenfoque las políticas y proyectos decada dependencia. Más adelante, enjulio del 2002, se firmó un Conveniode Conectividad e-México, el primerpaso hacia la intercomunicación entrelas grandes micro-regiones del país.

El Sistema Nacional e-México tienetanto componentes sociales como tec-nológicos, a través de los cuales sepretende ofrecer a la ciudadanía servi-cios básicos como aprendizaje, salud,intercambio comercial, y trámites degobierno. Son al mismo tiempo puntade lanza del desarrollo tecnológico. Lainiciativa tiene tres grandes ejes:

1) Conectividad, a través de la cualse pretende incrementar la infraestruc-tura y cobertura del servicio telefónico

en los hogares mexicanos y se prevépasar de las 12 líneas por cada 100habitantes en el año 2000 a alrededorde 25 líneas por cada 100 habitantesen el 2006.

2) Contenidos, el proyecto pretendetrabajar en cinco áreas transversalescomo e-Aprendizaje (acceso a la edu-cación y capacitación), e-salud, e-economía, e-ciencia, tecnología e in-dustria, y e-gobierno.

3) Sistemas, enfocado en tres ini-ciativas innovadoras:- El “Portal de Portales,” cuya meta

principal será el ciudadano. Estaráorganizado en función de los ejesprincipales de vida: hogar, auto, fa-milia, impuestos, educación, salud,negocio.

- El Punto Neutral de Acceso a Red(NAP), o el centro neurálgico dondese intercambiará el tráfico de lasredes de datos de todos los operado-res de redes públicas y privadas.

- El Centro de Cómputo de Gobierno.Cuando esté funcionando en su to-

talidad, el portal de e-México llegaráal 80% de los mexicanos y se convertiráen un vehículo para fomentar la parti-cipación ciudadana, además de ser uninstrumento para democratizar el acce-so a la información. El proyecto degobierno-e de México está pasado deser una fase básica de publicación ydiseminación de información guberna-mental, a ser un sistema interactivo yeducacional para la ciudadanía.

7 Los seis objetivos de la agenda de buen gobierno en México son: un gobierno que cueste menos, uno conestrategias de calidad, profesional, digital, desregulado, y transparente.

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Fuente: elaboración propia

Chile: Gobierno-e como parte de un proceso de ingeniería política

Recuadro 4

Desde 1990 y de forma sistemáticay consistente, se han dado en Chileiniciativas orientadas a modernizar elEstado, las cuales a partir del 2001incorporan la implementación de unaestrategia de gobierno-e. El aspectoclave de la experiencia chilena ha sidola creación de instancias amplias dediálogo que han permitido el diseño yla implementaron de una política insti-tucional deliberada y concertada, endistintas etapas del proceso.

El Proyecto de Reforma y Moder-nización del Estado (PRYME) iniciadoel año 2000, es uno de los pilares prin-cipales de la estrategia de gobierno-een Chile. El PRYME surge de la necesi-dad de adecuar la organización y lasprácticas del sector público a los reque-rimientos del desarrollo económico ysocial del país en el siglo XXI.

Es en si un esfuerzo real que sevincula al rediseño y reorganizacióndel aparato estatal, a la gestión públicaintegral, a una nueva institucionalidady a contar con un Estado que esté alservicio de la ciudadanía.

La Agenda Tecnológica es el otropilar de la estrategia de gobierno-e enChile, que a partir del año 2000 seinstitucionalizan iniciativas importantescomo la creación de la Intranet guber-namental, que es una red de comunica-

ciones de cobertura nacional para todoslos servicios públicos, administrada ynegociada por el nivel central; el portalIn ternet de l Estado ch i leno(www.estado.cl) que representa un es-fuerzo de sistematización y actualiza-ción permanente de datos de interéspara los funcionarios públicos y losusuarios, el cual también presenta múl-tiples formas de búsqueda de informa-ción, más de 350 referencias a sitiosweb y más de 20 mil documentos dis-ponibles; el Portal de Trámites delEstado (www.tramitesfacil.gob.cl) quepretende facilitar y optimizar los pro-cesos de vinculación de los ciudadanoscon los organismos del Estado; licita-ciones y compras electrónicas transpa-rentes (www.chilecompra.cl); y final-mente pero no menos importante seaprobó la firma electrónica para elsector publico.

Durante el gobierno del presidenteRicardo Lagos (2000-2005), se da unénfasis especial a la modernizacióntecnológica como una condición deldesarrollo, por ser una herramientafundamental para favorecer el manejoeficiente de la gestión pública y mejorarla relación de los ciudadanos con elestado. La estrategia de gobierno-e sevincula estrechamente con el PRYME,y a su vez estas iniciativas están estra-

tégicamente vinculadas a la parte ope-rativa de los tratados de libre comerciocon los Estados Unidos, con la UniónEuropea y Corea del Sur.

El concepto de gobierno-e se con-vierte entonces en una visión del usode las nuevas tecnologías, al ser reco-nocido y valorado como un recursoapropiado para gobernar de una manerasignificativamente distinta y para faci-litar los cambios que requiere el procesode modernización del estado. Así, elgobierno-e se convierte en un eje yobjetivo fundamental de un proyectointegrado de modernización del estado. Es parte de una política de Estadoamplia, coherente, de mediano y largoplazo, y con indicadores de progresoque pueden ser medidos y monitorea-dos sistemáticamente. El proyecto seencuentra evolucionando entre la inte-racción y completar la integración delgobierno-e. Por ejemplo, en mayo del2000, se podían realizar 13 trámites enlínea; mientras que para mediados del2003, se pueden realizar más de 120trámites. Para mediados del 2003, 95%de las reparticiones públicas contabancon un sitio de Internet orientados alos usuarios. De igual manera para el2003, el 55% de personas y empresasque pagan impuestos a la renta lo hacenpor Internet.

231

Glosario

Altermundialización

Los movimientos de crítica a la globali-zación han crecido considerablemente en losúltimos años. Este movimiento ha tenidovarias manifestaciones y encuentros a nivelinternacional con múltiples participantes dedistintos lados del planeta. El término alter-mundialización señala que este movimientono se opone a la globalización en sí, sino quemás bien propone otro tipo de globalización,otro mundo posible, donde la relación en-tre países sea diferente, justa y equitativa.

Campo informacional o campoInternet

La noción de campo es tomada de PierreBourdieu (1997), cuando al leer la realidadidentifica espacios sociales con dinámicassemi autónomas, donde los agentes que es-tán en su interior luchan, se enfrentan ycompiten de acuerdo a la posición que ocu-pan en la estructura. Es en este campo defuerzas que los actores se deben posesionarcon respecto a los demás, y para ello utilizansus distintos capitales. En el caso del estudio,el campo informacional es aquel espacio so-cial de poder donde interactúan aquellosagentes que tienen algún interés. Por eso fuedividido en el ámbito laboral, el estudiantily el manual.

Comunitarismo cerrado

Comunitarismo cerrado se refiere a ungrupo que se edifica en torno a una base re-ligiosa y étnica, donde no existe referencia nirelación con el otro. Al contrario, dicha iden-tidad se edifica negando al otro, que es iden-tificado claramente como un enemigo irre-ductible. Por lo tanto, el rasgo central de estetipo de identidad es su esencialismo. ParaWieviorka (2001), se trata de una lógica en

la que identidad y acción se confunden: “Elactor es en sí mismo el sentido de su acción,él no se distancia de la historicidad que loorienta. Es por ello que da a veces, en loscasos extremos, la imagen de integrismo, dela referencia obstinada, sin concesión posi-ble, a la tradición, a los valores, a los funda-mentos que él reclama”.

Confianza y desconfianza

La confianza es el contacto que estable-ce una persona o un actor social con otropara aumentar con ello sus propias capaci-dades de acción. En ese sentido, la confian-za se definiría como una “apuesta sobre lasacciones futuras de los otros” (Farro, 2001).A su vez, la desconfianza implica relacionesdesiguales de poder. Así, mientras eldesbalance de poder no es extremo, se pue-de mantener la confianza entre las partes,pero cuando éste es muy grande, surge ladesconfianza que puede llegar al extremo deinvalidar la posibilidad de que el actor conmayor poder pueda entablar algún compro-miso creíble con la otra parte (Ibidem). Sinembargo la desconfianza, además de relacio-narse con una carencia de poder, es tambiénobra de una carencia de información y detransparencia. Así, no habría necesidad dedesconfiar de alguien si sus actividades fue-ran constantemente visibles y cuyos proce-sos mentales fueran siempre transparentes(Giddens, 1977).

En este sentido, la desconfianza denotaescepticismo, es decir, una actitud negativarespecto a la integridad de los interlocutores,pero también respecto a las pretensiones devalidez de determinados sistemas nuevos odesconocidos para la gente. La noción de des-confianza hace referencia también a expecta-tivas que se piensa podrían ser defraudadas.

Para Giddens (1977), la noción de con-fianza está estrechamente ligada a la de ries-

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

232

go. Una persona que tiene la posibilidad deescoger, porque tiene claridad respecto a lasalternativas a las que se enfrenta, tendrá tam-bién mejores chances para asumir riesgos.

Conflicto

Touraine (1973) entiende el conflictocomo la relación de oposición entre los prin-cipales actores sociales de la que participanen un mismo conjunto, sea un sistema de ac-ción histórica, una institución o una orga-nización.

Crisis

En el sistema conceptual planteado porTouraine (1973), crisis es la ruptura de unode los ejes de un sistema. Por ejemplo, en elcaso del sistema de acción histórica, se ha-bla de crisis de historicidad, de racionalidado de representitividad.

Cultura informacional o culturaInternet

Para Manuel Castells, “la cultura deInternet es la cultura de los creadores deInternet. Por cultura entiende un conjuntode valores y creencias que forman el compor-tamiento. Los esquemas de comportamien-to repetitivos generan costumbres que se im-ponen mediante las instituciones así comopor las organizaciones sociales informales(Castells, 2001:51).

Desarrollo Humano

Los Informes de Desarrollo Humanofueron impulsados por el PNUD bajo el im-pulso fundamental de Mahbub Ul Haqcomo uno de sus principales arquitectos. “Laesencia de la filosofía del desarrollo huma-no, dirá Ul Haq, consiste precisamente enenfocarlo desde los objetivos últimos deldesarrollo mismo, vale decir desde el cum-plimiento de las aspiraciones de la gente,desde el progreso que busca, desde lo quenecesita y quiere hacer”.

Conceptualmente, el “desarrollo huma-no” está asociado a las naciones de “libertadreal” e “igualdad compleja”. Libertad real seentiende como el desarrollo de las diversascapacidades humanas para que las personasy las comunidades, de acuerdo a sus valores,

decidan el tipo de vida que desean llevar.Igualdad compleja se entiende como la par-ticipación que realizan unos y otros ciuda-danos en el ámbito político con vistas a pre-servar o a cambiar el sistema de interesesdominantes, construyendo así el vínculo dela comunidad de ciudadanos. Este enfoqueno supone una noción lineal del progreso,sino una redefinición de lo que se puede yse desea hacer, en función de la complejidaddel mundo moderno y de los valores cultu-rales de la sociedad de la que se habla (IDHBolivia 2002).

Economía global o economíainformacional

La economía global no es, en términosde empleo, sino una pequeña parte de laeconomía mundial, pero es la parte decisi-va. La globalización de la economía implicatambién el comercio internacional comofactor del crecimiento económico, el aumen-to considerable de la inversión extranjeradirecta, la globalización de una parte esen-cial de la producción de bienes y servicios entorno a empresas multinacionales y a susredes auxiliares, la interpenetración interna-cional de mercados de bienes y servicios, laformación de un mercado global de trabaja-dores de alta calidad (desde los ingenieros desoftware hasta los futbolistas) y la importan-cia de las migraciones internacionales demano de obra desplazada por las crisis eco-nómicas hacia zonas con mayores oportuni-dades de empleo y progreso.

Las fuentes de productividad ycompetitividad en la nueva economía globaldependen de la capacidad de generación deconocimiento y procesamiento eficaz de lainformación. Ésta depende, a su vez, de lacapacidad cultural y tecnológica de las per-sonas, empresas y territorios. En la economíainformacional, la educación y la innovaciónson fuerzas productivas directas, pero a pe-sar de ser condiciones necesarias para el nue-vo modelo de desarrollo, no son suficientes,porque, en la medida en que el excedente setransfiere al mercado financiero, el compor-tamiento de este mercado, sometido a per-cepciones de psicología colectiva y a turbu-lencias informativas de todo origen, influyedecisivamente en el tamaño de la riqueza opobreza de las naciones (Castells, 1997 y2003).

Glosario

233

Era de la información

Castells (2003:19) entiende la era de lainformación como “la transformación histó-rica multidimensional definida por la trans-formación del sistema productivo, del siste-ma organizativo, del sistema cultural y delsistema institucional sobre la base de unarevolución tecnológica que no es la causa,pero sí el soporte indispensable”.

Estado de lo público

Estado de lo público es un “estado quegenere transparentemente condiciones paraque la sociedad se desarrolle y busque la de-liberación y la integración de los ciudadanos,independientemente de sus condiciones so-cioculturales, en una sola comunidad polí-tica, pero que a la vez tenga por meta queéstos puedan convivir con una responsabili-dad nacional compartida (...). El Estado enfunción de lo público no es privado ni esta-tal; es un Estado que potencia la capacidadde la acción de los actores del desarrollo yque busca participar y satisfacer los acuerdosque emergen de las experiencias deliberati-vas” (Calderón, 2002:86)

Estado Red

De acuerdo a la mirada de Castells(1998), los llamados Estados-nación ya soninsostenibles tal como fueron concebidos enel siglo pasado. En esta era de la sociedad dela información; la soberanía, concebidacomo la capacidad de acción y decisión decada Estado, ha perdido valor. Los nuevosfenómenos mundiales contemporáneos quetrascienden las fronteras y las definicionestomadas en su interior, han reconfiguradoradicalmente las relaciones mundiales de po-der

El Estado actual “ha perdido soberanía,pero no capacidad de acción” en la medidaen que aprenda a actuar en red. Se hablaentonces de la nueva potencia del Estadopara actuar en un mundo más complejo.

La condición principal para el Estado-red es, sin duda, una descentralización pro-funda en los diferentes planos de decisión.En cierto sentido, los distintos niveles dedeliberación y gestión terminan articuladosprecisamente en una red, en la que cadanodo tiene autonomía para decidir, pero enla que, a su vez, todos se hacen responsablesde los efectos finales de su conducta. Caste-

lls señala que este proceso transfiere poder delos centros a las redes. Este cambio no liqui-da al Estado-nación, simplemente lo redefi-ne y lo conmina a compartir autoridad conotras instituciones menores o mayores que él.Así, la red procesa información y la distribu-ye a fin de que las decisiones del conjuntosean compartidas por todos los miembros.En el camino se descentraliza hacia las par-tes, pero también se coordina en el conjunto.

GSM

Es la sigla de “Groupe de travail Spécialepour les services Mobiles” Es un estándarpara comunicaciones celulares digitales ori-ginado en Europa, con mayor variedad deservicios de datos que TDMA.

Globalización tecno-económica

Cuando se habla de globalización tecno-económica se hace referencia a profundastransformaciones en la estructura de la pro-ducción, el comercio y el financiamientomundial, aceleradas por las innovacionestecnológicas de la información y comunica-ción, pero también por cambios normativosencaminados a promover la liberalización ydesregulación de los mercados nacionales.Estos cambios se hacen evidentes, por ejem-plo, en la transnacionalización del mercadode bienes y servicios, la mundialización fi-nanciera y una nueva división del trabajo.

Gobierno electrónico

Por gobierno electrónico se entiende unanueva forma de organización de la burocra-cia estatal y del ejercicio de la política que seacapaz de responder a los desafíos de la glo-balización, la economía informacional y lastransformaciones socio-culturales. En estadirección, la tecnología juega un rol decisi-vo en la aproximación entre ciudadanos yEstado. No se trata sólo de implementarpolíticas de tecnología, si no de la capacidadde vinculación con la gente y capacidad deresolver problemas concretos. El gobierno-e es mucho más que contar con un portalweb gubernamental para obtener informa-ción, registrarse o tener acceso a una base dedatos. Si bien implica el uso gubernamentaldel Internet, tampoco es sólo la automatiza-ción de los servicios públicos. El gobierno-eestá vinculado más bien a distintas esferas dela vida cotidiana (negocios, política o apren-

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

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dizaje). En sí, es un componente de un sis-tema moderno de gobernabilidad y, como tales un medio y no un fin.

El gobierno-e permite crear dos palan-cas de cambio. Primero, la de la parte inte-rior del funcionamiento gubernamental(back office), que implica recursos humanos,sistemas y procesos. Y segundo, la palanca delos procesos externos de entrega de serviciosgubernamentales (front office), que implicaparticipación ciudadana, coordinación intra-y inter-gubernamental, además de concertarcon actores sociales. El objetivo interno delgobierno-e se centra en facilitar las activida-des gubernamentales y mejorar el desempe-ño. Implica más rapidez, transparencia, res-ponsabilidad, efectividad y eficiencia. Porotro lado, el objetivo externo del gobierno-e es cumplir las expectativas de la poblacióna través de una interacción más simplifica-da y eficaz. Se asume que el uso de estas tec-nologías incrementa cualitativamente la in-teracción entre la población y el gobierno yda mejores resultados.

IP

Viene de “Internet Protocol”, es un pro-tocolo de comunicaciones sobre el cual fun-ciona Internet.

Identidad

Castells define Identidad como “el pro-ceso por el cual los actores sociales constru-yen el sentido de su acción atendiendo a unatributo cultural (o conjunto articulado deatributos culturales) al que se da prioridadsobre otras fuentes posibles de sentido de laacción” (Castells, 2003:22).

No hay nada más colectivo (más social)que la construcción de la identidad (DeLucas, 2003). Lo decisivo no es quién/quésoy, sino qué soy en relación los demás, quiény cómo llegamos a ser en/por/como conse-cuencia de nuestra relación. La identidadsurge de una “operación” basada en el juegode las semejanzas y las diferencias, un pro-ceso continuo de formación, transformacióny conservación. Como individuo soy enotros, como nosotros ante los otros. No exis-ten esencias identitarias totales, estáticas,excluyentes, esenciales, mediante la identi-ficación de atributos constantes, estables,constitutivos de entidades inmutables. Laidentidad responde a las necesidades y deseos

concretos, no a la fatalidad de la esencia cul-tural. Por eso son dinámicas y múltiples(Vega, 2004).

Informacionalismo y globalización

Informacionalismo se refiere a la “pro-ductividad, competitividad, eficiencia, co-municación y poder a partir de la capacidadtecnológica de procesar información y gene-rar conocimiento (...). Las tecnologías baseno determinan pero son indispensables parael nuevo sistema. Globalización no es sinó-nimo de internacionalización. En sentidoestricto, es el proceso resultante de la capa-cidad de ciertas actividades de funcionarcomo unidad en tiempo real a escala plane-taria. Es un fenómeno nuevo, porque sólo enlas dos últimas décadas del siglo XX se haconstituido un sistema tecnológico de siste-mas de información, telecomunicaciones ytransporte que ha articulado todo el planetaen una red de flujos en los que confluyen lasfunciones y unidades estratégicamente do-minantes de todos los ámbitos de la activi-dad humana” (Castells 2003:19-20).

Interculturalismo

Es la cara opuesta del multiculturalismo;es la política que erige una sociedad plura-lista a fin de resolver sus conflictos cultura-les internos. El interculturalismo instala enel centro de sus valores a la diversidad, perono premia lo diverso per se, sino que lo ate-sora a fin de resolver los conflictos, transfor-mándolos en disensos. En ese sentido, pro-picia la conformación de una comunidadincluyente que administre las diferencias ylas armonice bajo mecanismos democráticos(IDH 2004).

Multiculturalismo

El multiculturalismo es “una políticaque promueve las diferencias étnicas y cul-turales”, es decir, una acción pública que nosólo acepta las distinciones entre los gruposhumanos, sino que además las ensalza. Esentonces lo contrario de una sociedad plu-ralista o abierta, a la que Sartori define comoaquella que “acoge incluso a quienes la recha-zan”, que pese a ello, pelea por su integracióny, en tal sentido, no renuncia nunca a con-formar una sola comunidad entre diferentes(Sartori, 2001).

Glosario

235

Riesgo y sociedad del riesgo

El riesgo puede ser definido como unestado que hace época, un atributo de lasociedad actual, vale decir que cada vez más,cuando las personas lo enfrentan, lo estánhaciendo con la incertidumbre en un senti-do general, abarcador y abstracto con pro-fundas repercusiones sobre su capacidad deacción. Es ese el marco de experiencia de lahumanidad hoy día, una en la que el pasadoaún predomina, mientras el futuro empiezaa perfilarse y a introducirse por todas partesen el horizonte del presente (Beck, 1997). Eneste nuevo contexto, la noción de riesgo tie-ne una connotación fundamental. En suacepción clásica, los riesgos eran personales,implicaban amenazas concretas, ligadas a laexperiencia y coraje de cada uno. Ahora lasamenazas ya no están ligadas solamente a laexperiencia particular de personas o grupossociales ni al lugar concreto de su surgimien-to, sino que alteran la seguridad de las per-sonas a escala global (Beck, 1998). Lo quepasa en un lugar determinado del globopuede afectar prácticamente la vida de lagente en cualquier otro sitio. Otro rasgo quedistingue el riesgo actual es que no se agotaen la incertidumbre respecto al presente, sinoque contiene esencialmente un componen-te de futuro. Vale decir que el riesgo se basaen la incertidumbre por los daños visiblesahora y lo que estos entrañan respecto alfuturo. El riesgo es real en tanto es amenazaperceptible en el presente, pero al mismotiempo, irreal, porque es simbólico o subje-tivo como proyección de las amenazas delfuturo. Esto incide en cómo actúa la gentehoy en función de las amenazas que suponetendrá que enfrentar más adelante. En esesentido, se actúa o se deja de hacerlo en fun-ción de lo que se prevé que pueda sucedermañana. Por ejemplo, la anticipación deldesempleo como angustia actual, pero pro-yectada como una amenaza mayor en el fu-turo, repercute en la vida, las decisiones y elestado de ánimo del presente (Beck, 1998).

Sociedad red o sociedad de lainformación

La sociedad red la forma actual de lasociedad luego de las profundas transforma-ciones tecnoeconómicas de las últimas déca-das. El rasgo fundamental de este cambio esque en el núcleo mismo de la lógica capita-lista se ha instalado la tecnología de la infor-

mación. La sociedad informacional se distin-gue por las siguientes características:- Su capacidad para producir y usar tec-

nologías de información como instru-mento fundamental para el desarrollo.

- La intensificación de los flujos de infor-mación y comunicación convertidos enel eje de la globalización económica. Elacceso que se tenga a dichos flujos esvital para las sociedades.

- La selectividad de estos flujos de infor-mación, dependiendo de la productivi-dad y competitividad y del poder que setenga en ellas. Estas redes inciden ade-más en la sociedad sobre todo porque:o Determinan la posición de los acto-

res, organizaciones, instituciones yeconomías. Éstos se distinguen en-tre sí según sea su posición en la red.

o Definen las diferencias dentro de lasredes como entre ellas, según sea laimportancia estructural de los flu-jos de información creados porellas. (Castells, 1997)

Sociedad pluralista

Sociedad pluralista es aquella que “aco-ge incluso a quienes la rechazan”. No es sim-plemente tolerante, sino mucho más que eso,porque la tolerancia se limita al mero respe-to de los valores ajenos. Tolerar es pues“aguantar” al diferente, dejarlo estar, pero sincompartir nada con él; algo mínimo y redu-cido. En cambio, una sociedad pluralista vamás allá, afirma como su valor propio que ladiversidad y el disenso la enriquecen. En esamedida, no sólo admite en su seno a los dis-tintos, sino que reconoce que lo diverso le esvalioso y que el disenso es la base de una de-mocracia digna de tal nombre. (Sartori, 2001).

TDMA

Viene de “Time Division Multiple Acce-ss” Es un estándar para comunicaciones celu-lares digitales originado en Estados Unidos.

Técnicos populares

Los técnicos populares es otro eslabóndel campo informacional. Esta vez, a diferen-cia de la tecnoélite, es un sector provenientede la clase media baja cuya formación se larealizó en institutos o centros no universita-rios (en algunos casos sólo tienen un cono-cimiento empírico), pero compiten con

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

236

muchas capacidades en el mercado laboralinformacional.

Tecnoélite

La tecnoélite es uno de los productoresque actúan en el campo informacional. Se

trata de un grupo profesionalmente capaci-tado en universidades y que trabaja en unlugar importante de la producción del Inter-net. Su procedencia social suele ser de la clasemedia o media alta y poseen un capital edu-cativo, económico, simbólico y social eleva-do.

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263

Anexo estadísticoAnexo estadístico

Parte A

Índices y estadísticas

Del capítulo 2

Índice de especialización de las expor-taciones de Herfindahl:

Este índice es una medida absoluta deespecialización. Su valor varia de 0 a 1, mien-tras más se acerca a este último valor mayores el nivel de concentración de exportacio-nes en una determinada región. Se lo calcu-la de la siguiente manera:

Supongamos que la estructura exporta-dora de una región medida por algún indi-cador (valor bruto de producción y valor delas exportaciones) está conformada porj=1,…,n sectores (INj). El total de las expor-taciones es igual a un valor INtot:

Índice de progreso (avance) social

La base para la elaboración de este ín-dice son los índices individuales estimadospara cada una de las variables sociales quecomponen el IDH.

Índice de Desarrollo HumanoMunicipal

Para el cálculo de este índice se utilizóuna metodología similar a la detallada en elInforme de Desarrollo Humano Mundial2003 (PNUD, 2003: 341) pero con varia-ciones en los indicadores que componen elíndice a fin de hacerlo más sensible a la rea-

lidad del desarrollo del país y sus 314 mu-nicipios.

Antes de calcular el propio IDH, es ne-cesario crear un índice para cada uno de sus

HI =INj

INtot∑

n

j=1 ( )2

Índice deavance social =

Índice de esperanza de vida + Índice de educación

2

Componente Variable Definición

Esperanza de vida alnacer

Alfabetización deadultos

Tasa neta combinadade matriculación delnivel inicial, primariay secundaria

Años promedio deescolaridad

Consumo per cápita($PPA/año)

Es el número de años que viviría un reciénnacido vivo si las pautas de mortalidadexistentes en el momento de su nacimientosiguieran siendo las mismas a lo largo detoda su vida, periodo 2001. Fuente: INE.

Es la proporción de personas de 15 años omás que saben leer y escribir, periodo 2001.Fuente: INE.

La cobertura neta inicial, primaria ysecundaria se define como el número dealumnos inscritos en el nivel (inicial, primariay secundaria) que tienen la edad para asistira ese nivel como porcentaje de la poblacióntotal en edad correspondiente, periodo 2001.Fuente: Ministerio de Educación.

Número de años en promedio deescolarización de la población igual o mayora 19 años, periodo 2001. Fuente: INE.

Consumo ajustado al PIB per cápita (PPA en$us/Año) periodo 2001. Fuente: UDAPE.

Una larga viday saludable

Conocimientos

Un nivel de vidadecoroso

Indicador

Valores de referencia para el cálculo del IDH

Esperanza de vida al nacer (años)

Tasa de alfabetismo (%)

Tasa neta combinada de matriculación(inicial, primaria y secundaria)

Años promedio de escolaridad (años)

Consumo per cápita (PPA, dólares EEUU)

Valor máximo Valor mínimo

85

100

100

15

40.000

25

0

0

0

100

264

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

tres componentes. A fin de calcular los ín-dices de esos componentes – esperanza devida, educación y consumo ajustado al PIBper-cápita- se escogen los valores mínimos ymáximos (valores de referencia)- para cadauno de los tres indicadores (ver cuadro pag.anterior, valores de referencia).

Respecto de cualquier componente delIDH se computan índices individuales apli-cando la fórmula siguiente:

En el caso del índice de consumo percapita:

Previamente se calcula un índice de niveleducacional a partir de la siguiente formula:

Finalmente se calcula el IDH de la si-guiente manera:

Para un análisis más preciso sobre elcálculo del Índice Municipal de DesarrolloHumano referirse al documento RankingMunicipal de Desarrollo Humano.

Indice =Valor.efectivo-Valor.minimo

Valor.maximo-Valor.minimo

Indice.consumo =log(valor.observado) - log(100)

log(40.000) - log(100)

Indice.de.educ =

2

4

ÍndiceMatriculación netacombinada +

ÍndiceTasa.de.alfabet +

1

4

ÍndiceAños.promedio.de.escolaridad

1

4

IDH =

Indice.consumoIndice.esperanza.de.vida +

Indice.nivel.educacional +

3

Categoría ProductosA. Bienes primarios

Fruta fresca, carne, arroz, cocoa, te, café, madera,carbón, petróleo crudo, gas, minerales concentradosy chatarra

B. Bienes industrializados

- Manufacturas basadas en recursos naturales

- Manufacturas de baja tecnología

- Manufacturas de tecnología media

- Manufacturas de alta tecnología

- Preparados de fruta fresca y carnes, bebidas,productos de madera, aceites vegetales.Metales básicos (excepto acero), derivados delpetróleo, cemento, piedra preciosas, vidrio.

- Textiles, ropa, calzado, manufacturas de cuero,bolsos de viaje.Cerámica, estructuras simples de metal, muebles,joyería, juguetes, productos plásticos.

- Vehículos de pasajeros y sus partes, vehículoscomerciales, motocicletas y sus partes.Fibras sintéticas, químicos y pinturas, fertilizantes,plásticos, hierro y acero, cañerías y tubos.Maquinaria y motores, máquinas industriales, bom-bas, barcos y relojes.

- Maquinas para procesamiento de datos, de tele-comunicaciones, equipos de televisión y transistores,turbinas, equipos generadores de energía. Artículosfarmacéuticos, aviones, instrumentos ópticos y deprecisión, cámaras fotográficas

B. Bienes industrializados

- Electricidad, películas cinematográficas, impresos,transacciones especiales, oro, monedas, animales(mascotas), obras de arte.

265

Anexo estadísticoClasificación de la estructura delas Exportaciones de Bolivia

La clasificación adoptada para las ex-portaciones bolivianas se basa en el docu-mento de la CEPAL “Panorama de la inserciónInternacional de América Latina y el Caribe2001-2002). Esta clasificación agrupa losbienes según las características tecnológicasde su proceso productivo (DCII/II) y utiliza losdatos del comercio organizados según laClasificación Uniforme para el ComercioInternacional, versión 2 (CUCI Rev 2).

El detalle de las categorías y ejemplos deproductos se encuentran en el cuadro de lapágina anterior.

Matriz de competitividad

Las matrices de competitividad analiza-das en el documento son extraídas del TradeCAN que es una base de datos de comercioglobal. La fuente de datos del Trade CAN esCOMTRADE, base oficial de datos de comer-cio mantenida por la Oficina de Estadísticade las Naciones Unidas.

Los datos brutos son los valores en dó-lares corrientes de las importaciones anuales,por rubro y país de origen en la ClasificaciónUniforme para el Comercio Internacional,versión 2 (CUCI Rev2).

Del capítulo 3

Estos índices están calculados en base apreguntas de la Encuesta de CapacidadesInformacionales 2003 (ver cuadro de la parteinferior de esta página).

Índice de tolerancia

El Índice de Tolerancia mide el grado enque las personas se sienten o sentirían có-modas teniendo como socio a alguien queconsideren racial o culturalmente distinta yque en caso de conflicto tratarían de com-prender sus razones.

Del capítulo 4

Índice de confianza interpersonal

Componentes Metodología

Se utiliza el método de análisis factorial con elobjetivo de seleccionar la variable más represen-tativa que resuma y no duplique la informacióncontenida en las 6 preguntas iniciales sobre tole-rancia. Esa variable es la de "socio".A partir de esa variable y la suma de sus combi-naciones (aymara, quechua, blanco, cholo y gringo)se construye el índice de convivencia asignándoleel siguiente puntaje: 0 para los valores de 0 - 5(alta tolerancia a la convivencia) y 1 para losvalores de 6 - 10 (baja tolerancia a la convivencia)Luego se combina el índice de convivencia (IC)con la pregunta 2 de la siguiente manera:(a)cuando IC=0 y P2= 1, el puntaje es 1 (b) cuandoIC=0 y P2=2, el puntaje es 0, (c) cuando IC= 1y P2=1 el puntaje es 0 y (d) cuando IC=1 y P2=2,el puntaje es 0.

1a.¿Se sentiría a gusto (cómodo) con un aymaracomo … vecino/a, amigo/a, socio de negocios,miembro de su familia?1b.¿Se sentiría a gusto (cómodo) con un quechuacomo … vecino/a, amigo/a, socio de negocios,miembro de su familia?1c. ¿Se sentiría a gusto (cómodo) con un blanco(kara) como … vecino/a, amigo/a, socio denegocios, miembro de su familia?1d. ¿Se sentiría a gusto (cómodo) con un cholo ochola como … vecino/a, amigo/a, socio denegocios, miembro de su familia?1e. ¿Se sentiría a gusto (cómodo) con un gringoo gringa como … vecino/a, amigo/a, socio denegocios, miembro de su familia?1f. ¿Se sentiría a gusto (cómodo) con un homosexual(lesbiana gay) como … vecino/a, amigo/a, sociode negocios, miembro de su familia?

2. Cuando se trata de resolver un conflicto ¿quéconsidera Ud. que es más importante? ¿Tratar decomprender las razones de los demás o conven-cerlos de lo equivocados que están?

Valores o categorías

Se construye una variable dicotómica:• 0 puntos: "Baja tolerancia"• 1 punto: "Alta tolerancia"

Componentes Metodología

Se asigna el puntaje es-tablecido entre parénte-sis a cada respuesta

¿Con cuál de las siguientesfrases está Ud. más deacuerdo? Tal como estamoshoy día en Bolivia…a. No se puede confiar en

los demás porque la gen-te no es honesta (0)

b. Se puede confiar en losdemás porque la gentees honesta (1)

Valores o categorías

Se construye una variabledicotómica:• 0 puntos: "Baja confian-za"• 1 punto: "Alta confianza"

266

Índice de actitud de riesgo

Este índice mide la capacidad de acción de una persona frente a situaciones de incertidumbre sobre su presente y/o futuro

Componentes Metodología

Para la pregunta 1:Paso 1 Se asigna valores de la siguiente manera:si la respuesta a la pregunta 1a. es afirmativa sele asigna el valor1, si la respuesta a la pregunta1b es afirmativa se le asigna el valor 2 , si larespuesta a la pregunta 1c es afirmativa se leasigna el valor 3, si la respuesta a la pregunta 1ces afirmativa se le asigna el valor 4, si la respuestaa la pregunta 1d es afirmativa se le asigna el valor5.Si una persona tiene el valor de 5 en la pregunta1e se le atribuye un índice de riesgo alto indepen-dientemente de las respuestas que tuvo en las otraspreguntas y así sucesivamente considerando queel valor mayor incluía a los valores menores (índicede Guttman)

Paso 2: Las personas que obtienen el valor ceroen todas las preguntas se les asigna un valor decero, las personas que obtienen un máximo valorde 1 o 2 se les asigna un valor de 1 (actitud deriesgo baja), las personas que obtienen un máximovalor de 3 o 4 se les asigna el valor de 2 (actitudde riesgo medio) y a las personas que obtienenel valor máximo de 5 se les asigna un valor de 3(actitud de riesgo alto)

Paso 3: a partir del paso 2 se le asigna cero atodas las personas que tienen el valor de 0 y 1 yse le asigna un valor de 3 a las personas quetienen un valor de 3.

Para la pregunta 2: Se le asigna un valor de 0 ala respuesta no se cambiaría y 3 a si se cambiaría.Si responde a la 2a que si se cambiaría es actitudde riesgo alto, si responde a la 2b que si secambiaría es actitud de riesgo medio. Cuando elvalor es 0 y 2 es una actitud de riesgo medio ycuando responde 3 es riesgo alto

Luego de asignados los puntajes en las preguntas1 y 2 se suman a las preguntas 3 y 4 que tienenasignados los puntajes entre paréntesis.

1. Supongamos que le han ofrecido irse a otropaís donde le ofrecen un mejor trabajo y doblarlesus ingresos, pero Ud. está conciente que yéndosea otro país Ud. tendría que enfrentarse a:1a. La nostalgia de su país , usted ¿Se iría o nose iría?1b. La lejanía de sus eres queridos, usted: ¿se iríao no se iría?1c.Que sus hijos se desarraiguen de su país, usted¿Se iría o no se iría?1d. La discriminación hacia los bolivianos, usted¿Se iría o no se iría?1e. La violencia física que puede atentar contrasu vida o la de sus hijos ¿Se iría o no se iría?

2. Supongamos que Ud. tiene un trabajo aceptabley aunque no gana a la altura de sus expectativas,goza de un cierta seguridad laboral. Supongamosque sucediera que:2a. Le ofrezcan doblarse el sueldo y con un contratode solo un año. ¿Se cambiaría o no se cambiaría?2b. Le ofrezcan doblarle el sueldo y un contratopor cinco años. ¿Se cambiaría o no se cambiaría?

3. Imaginemos que usted es un comerciante y tieneun pequeño capital que quiere hacer trabaja. Porun pariente se ha enterado que puede comprarmercadería en la frontera y venderla en la ciudadlo que en un mes significaría que su capital seduplique o triplique. Pero la frontera es muypeligrosa, hay muchos asaltos, robos y hastaasesinatos. Ud. puede perder todo su dinero yhasta la vida ¿Ud . qué haría?a. Quedarse con su pequeño capital y no correr

riesgos? (0)b. Hacer el viaje y el negocio con la posibilidad

de duplicar y triplicar su capital? (3)

4. Suponga que Ud. ha heredado una casa desus padres quienes, a su vez, la heredaron de susabuelos. Ud. Está muy contento con la casa. Almismo tiempo tiene la posibilidad de emprenderun negocio que promete ser muy próspero, perorequiere un buen capital de arranque. ¿Ud. Quéharía?a. Vender la casa y hacer el negocio? (3)b. Quedarse con la casa y renunciar al negocio?

(0)

Valores o categorías

El puntaje original va de 0 a 12puntos. Se trabaja con una variabledicotómica bajo el siguiente criterio:

• 0 - 5 puntos="Baja disposición alriesgo"

• 6 - 12 puntos="Alta disposición alriesgo"

267

Componentes Metodología

A cada pregunta se le asignael puntaje establecido entreparéntesis y luego se suman.

1. Supongamos que hasta ahora Ud. había trabajado relativamente tranquilo,pero resulta que hace dos semanas se han instalado al lado suyo personasque le están haciendo una fuerte competencia. ¿Ud. que hace?a. Hace todo lo posible para que se vayan. (0)b. Trata de imitarlos. (1)c. Se asocia con ellos. (2)d. Trata de mejorar su trabajo y ganarles. (3)

2. Si Ud. s e viera enfrentado a una nueva situación de trabajo donde noconoce a nadie y tiene que aprender nuevas habilidad es porque lo quesabía hacer no le sirve. ¿cómo se sentiría..?a. Motivado – Entusiasmado (3)b. Preocupado (0)

3. Imaginemos que Ud. está caminando un día por la calle y se encuentracon una antiguo amigo que le cuenta que ha perdido todo lo que tenía yle confiesa que "está en la calle" ¿qué es lo primero que a Ud. se le vienea la mente..?a. Ud. piensa "está fregado, solo podrá salir adelante si alguien lo ayuda" (0)b. Ud. piensa "siempre se puede salir adelante y empezar de nuevo" (3)c. Ud piensa "son cosas del destino, no hay nada que hacer" (0)

4. Según Ud ¿En qué momento histórico el país ha estado mejor?a. Antes (0)b. Ahora (3)c. Lo mejor está por venir (3)

Valores o categorías

El puntaje original va de 0 a 12puntos. Se construye una variabledicotómica:• 0 - 5 puntos: "Baja disposición

al cambio"• 6 - 12 puntos: "Alta disposi-

ción al cambio"

Componentes Metodología

1. Para el subíndice de inversión: se asignanpuntajes de la siguiente manera: (a) Cuando laP1=1 y P2=1, el puntaje es 3, (b) Cuando laP1=1 y P2=0, el puntaje es 1, (c ) Cuando laP1=0 y P2=1, el puntaje es 1, (d) Cuando laP1=0 y P2=0, el puntaje es 0.

2. Para el subíndice de empresas transnacionalesse asignan puntajes de la siguiente manera: (a)Cuando la P1=1 y P2=1, el puntaje es 3, (b)Cuando la P1=1 y P2=0, el puntaje es 1, (c )Cuando la P1=0 y P2=1, el puntaje es 1, (d)Cuando la P1=0 y P2=0, el puntaje es 0.

3. El índice de industria nacional se le asignael puntaje establecido dado que es una solapregunta

Luego de asignado el puntaje se suman los tressubíndices

Subíndice de inversión:1. Dígame por favor si Ud. está de acuerdo o endesacuerdo con que “Bolivia debe recibir más inversionesextranjeras”

2. Dígame por favor si Ud. está de acuerdo o endesacuerdo con que “Las inversiones extranjeras quellegan al país siempre son buenas, no importa de dóndevengan”.De acuerdo (1) En desacuerdo (0)

Subíndice de empresas transnacionales :1. Dígame por favor si Ud. está de acuerdo o endesacuerdo con que “Se deben establecer más transna-cionales en el país”: De acuerdo (1) En desacuerdo (0)2. Dígame por favor si Ud. está de acuerdo o endesacuerdo con que “Las empresas transnacionales solobuscan llevarse la riqueza de Bolivia para afuera”: Deacuerdo (0) En desacuerdo (1)

Subíndice de industria nacional1. Dígame por favor si Ud. está de acuerdo o endesacuerdo con que “Para proteger la industria nacionalhay que impedir que entren productos extranjeros alpaís, aunque sean mejores y más baratos”De acuerdo (0) En desacuerdo (3)

Valores o categorías

El puntaje original va de 0 a 9puntos. Se construye una varia-ble dicotómica:

• 0 - 5 puntos: "Baja disposicióna la apertura de la economíaal mercado externo mercado"

• 6 - 9 puntos: "Alta disposicióna la apertura de la economíaal mercado externo"

Índice de Apertura al cambio

Índice de Disposición de Apertura de la economía al mercado externo

268

Índice de Apertura Tecnológica

Componentes Metodología

Se asigna el puntaje establecido entre paréntesis y se suman todas las respuestas

1. Las computadoras y el Internet están cada vezmás presentes en la vida de la gente en nuestropaís. Dígame por favor ¿Con cuál de las siguientesfrases está usted más de acuerdo?1a. Hoy en día no se puede vivir sin computadorasy sin Internet (1)o Hoy en día se puede vivir sin computadoras ysin Internet (0)1b. Las computadoras y el Internet no aportan aldesarrollo del país (0)o Las computadoras y el Internet aportan al desa-rrollo del país (1)1c. Las computadoras y el Internet atentan contranuestra cultura (0)o Las computadoras y el Internet enriquecen nuestracultura. (1)1d. Las computadoras y el Internet no sirven a lagante pobre (0) o Las computadoras y el Intenet también sirven ala gente pobre (1)1e. Las computadoras y el Internet están mejorandonuestra vida (1)o Las computadora y el Internet testan empeorandonuestra vida. (0)

Valores o categorías

El puntaje original va de 0 - 5, seconstruye una variable dicotómica:• 0 - 3 puntos = “Baja disposición

a la apertura tecnológica”• 4 - 5 puntos = “Alta disposición a

la apertura tecnológica”

Indicador

TotalNivel SocioeconómicoAlto/Medio AltoMedioPobrePobre ExtremoEdad15-1920-2930-3940-4950 y másRegiónAmazonía urbanaAmazonía ruralSanta Cruz - Tarija urbanaSanta Cruz - Tarija ruralOruro - Chuquisaca - Potosí urbanoOruro - Chuquisaca - Potosí ruralLa Paz urbanaLa Paz ruralCochabamba urbanaCochabamba ruralAutoidentificación étnicaMestizo - indígenaMestizoIndígenaCriollo y otros(1)

Apertura de la economía al mercado externo

21.70%

24.2%22.9%21.8%18.8%

16.5%22.6%21.1%24.3%23.9%

27.6%17.1%25.4%34.6%15.3%16.7%15.1%27.2%24.5%21.7%

21.9%23.4%20.8%19.0%

Fuente: ECADI-03(1) Otros corresponden a las personas que no se consideran pertenecientes a ningún pueblo indígena ni tampocose considera mestizoLos que están por encima de la media tienen alta disposición a la apertura de mercadosLos que están por debajo de la media tienen baja disposición a la apertura de mercados

Disposición de apertura de la economía al mercado externo

269

Anexo estadísticoReferencias Estadísticas

Tipo de Grupo Adaptaciónpragmática

Inseguridadsimbólica

Tipología de grupos de población según su disposición al cambio y al riesgo

Total

Edad

15-19

20-29

30-39

40-49

50 y más

Nivel socioeconómico

Alto/Medio Alto

Medio

Pobre

Pobre Extremo

Región

Amazonía urbana

Amazonía rural

Santa Cruz - Tarija urbana

Santa Cruz - Tarija rural

Oruro - Chuquisaca - Potosí urbano

Oruro - Chuquisaca - Potosí rural

La Paz urbana

La Paz rural

Cochabamba urbana

Cochabamba rural

Grupo étnico

Mestizo - indígena

Mestizo

Indígena

Criollo y otros

Uso de Internet

No

Visión de futuro

El país estaba mejor antes

El país esta mejor ahora

Lo mejor para el país está recién por venir

27.3

31.9%

28.0%

29.1%

27.9%

20.6%

32.2%

34.6%

23.8%

23.3%

16.9%

21.1%

31.6%

17.1%

26.8%

20.4%

28.3%

25.8%

31.3%

35.0%

29.5%

26.7%

21.3%

24.3%

38.0%

23.7%

27.3%

37.4%

33.1%

47

48.4%

45.9%

46.0%

42.9%

51.3%

55.7%

45.2%

50.4%

37.6%

46.5%

36.8%

46.3%

49.7%

50.7%

41.0%

48.9%

48.7%

49.7%

43.5%

46.5%

46.2%

49.4%

47.8%

48.0%

46.7%

40.3%

49.0%

61.9%

Inseguridadmaterial

17.7

12.5%

17.4%

17.7%

20.2%

20.6%

9.9%

12.6%

18.1%

27.3%

23.9%

28.9%

12.6%

24.9%

15.5%

30.6%

16.7%

15.5%

11.1%

18.1%

17.7%

16.8%

18.7%

17.3%

8.0%

21.0%

24.5%

9.9%

4.1%

Oposicióny/o rechazo

7.9

7.3%

8.7%

7.2%

9.0%

7.5%

2.1%

7.6%

7.8%

11.8%

12.7%

13.2%

9.5%

8.3%

7.0%

8.0%

6.2%

10.1%

7.8%

3.5%

6.3%

10.3%

10.6%

10.6%

6.0%

8.6%

11.5%

3.7%

0.9%

Descripción Riesgo yCambio Solo Cambio Ninguno Solo Riesgo

270

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

Del capítulo 5

Grupo de control para análisis dedatos

Para analizar las diferencias de percep-ción entre las personas que alguna vez hanusado Internet con relación a las que nuncalo han hecho y que esta comparación no estesesgado por las diferencias socio-económicasque podrían existir entre ambos grupos, seconstruyó un grupo de población para esteanálisis con características socio-demográfi-cas y de edad muy similares y que divergensolamente en cuanto a su utilización de

Tipo de Grupo Confianza Desconfianza

Tipología de grupos de población según su disposición al cambio y al mercado

TOTALEdad15-1920-2930-3940-4950 y másNivel SocioeconómicoAlto/Medio AltoMedioPobrePobre ExtremoRegiónAmazonía urbanaAmazonía ruralSanta Cruz - Tarija urbanaSanta Cruz - Tarija ruralOruro - Chuquisaca - Potosí urbanoOruro - Chuquisaca - Potosí ruralLa Paz urbanaLa Paz ruralCochabamba urbanaCochabamba ruralGrupo étnicoMestizo - indígenaMestizoIndígenaCriollo y otros(1)

Visión de futuroEl país estaba mejor antesEl país esta mejor ahoraLo mejor para el país está reciénpor venir

16.9%

12.8%17.4%17.2%19.7%18.0%

21.5%17.8%17.9%11.3%

17.1%9.5%

21.7%25.5%12.8%12.2%12.6%20.2%18.7%14.9%

17.6%18.8%14.7%12.9%

14.1%18.5%22.9%

59.4%

67.8%58.0%60.3%54.5%56.0%

65.5%62.8%59.0%52.6%

47.4%47.6%54.9%40.4%64.9%57.2%67.3%55.9%63.5%65.5%

60.9%53.9%59.7%58.5%

51.8%70.2%73.2%

Desaliento

18.9%

15.6%19.4%18.5%21.1%20.1%

10.2%14.2%19.2%28.7%

25.0%35.7%19.7%25.0%19.9%26.3%17.5%17.1%12.0%12.9%

17.2%22.7%19.3%22.6%

27.2%9.4%2.8%

Pasividad yconservadurismo

4.8%

3.8%5.2%4.0%4.6%5.9%

2.8%5.2%3.8%7.5%

10.5%7.1%3.8%9.0%2.4%4.2%2.6%6.7%5.8%6.7%

4.2%4.6%6.4%6.0%

6.9%1.9%1.0%

Descripción Cambio ymercado Solo cambio Ninguno Solo mercado

Fuente: ECADI-03(1) Otros corresponden a las personas que no se consideran pertenecientes a ningún pueblo indígena ni tampocose considera mestizo

Internet. Este grupo llamado de “control”tiene las siguientes características:1. Personas que viven en zonas urbanas,2. Personas de nivel socioeconómico me-

dio-alto (A/B – C)3. Personas de 15 a 29 años de edad.

Del grupo de personas que cumplen contodos estos requisitos (520 personas – 14.4%del total de encuestados) el 75% (389 per-sonas) alguna vez utilizaron Internet, mien-tras que el 25% (131 personas) nunca lohicieron. Los gráficos sobre “percepcionesgenerales”, “sociabilidad y confianza” e“identificación”, deben ser leídos con estaaclaración metodológica.

271

Tabl

a 1

Indi

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sarr

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mpo

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01

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20

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20

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2001

Bolivia enel mundo Bolivia en América Latina Grupos de

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0.72

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777

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0.83

40.

832

0.83

10.

806

0.80

00.

788

0.77

90.

777

0.77

50.

752

0.75

10.

737

0.73

10.

719

0.6

72

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70.

652

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30.

467

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684

0.44

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927

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561

0.70

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0.66

0.6

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810.

830.

880.

850.

860.

800.

820.

780.

710.

810.

740.

760.

700.

760.

760

.64

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0.67

0.73

0.40

0.87

0.70

0.41

0.89

0.75

0.57

0.75

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0.70

0.8

50.

940.

930.

860.

890.

900.

860.

860.

850.

900.

840.

880.

840.

810.

850.

740

.85

0.71

0.65

0.66

0.51

0.95

0.74

0.50

0.96

0.82

0.59

0.72

0.71

0.61

0.5

20.

790.

740.

760.

750.

660.

740.

680.

710.

720.

670.

640.

660.

710.

580.

660

.52

0.56

0.63

0.53

0.49

0.91

0.62

0.41

0.93

0.67

0.52

66.7

70.3

64.4

63

.373

.975

.077

.975

.876

.573

.174

.471

.867

.873

.569

.470

.566

.770

.570

.46

3.3

68.8

65.3

69.1

49.1

77.1

67.0

49.4

78.1

69.8

59.1

..89

.274

.58

6.0

96.9

97.6

95.7

95.9

96.8

91.4

92.1

91.9

87.3

92.8

90.2

93.5

84.0

91.8

79.2

86

.075

.669

.266

.850

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.155

.0 ..86

.663

.0

64.0

81.0

60.0

84.0

89.0

c,d

84.0

c

66.0

76.0

c

76.0

74.0

c

75.0

d

71.0

95.0

c

68.0

83.0

c,d

64.0

c,e

74.0

c

72.0

c

64.0

84.0

c

62.0

c

57.0

c

65.0

c,d

52.0

e

89.0

64.0

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92.0

70.0

51.0

7.37

67.

050

3.85

02.3

00

11.3

208.

400

9.46

09.

190

5,25

9 d,

g

8,43

0 f

5.75

07.

040

7.36

05.

670

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05.

210

7.02

03.

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f

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23.1

354.

053

1.18

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230

.. .. ..114 34 40 42 43 52 55 59 64 65 69 82 84 94 97 105

114

115

119

121

150 .. .. .. .. .. ..

Parte

B: I

ndic

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ollo

hum

ano

272

Tabl

a 2

Evol

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hum

ano

(197

5-20

01)

Cla

sifi

caci

ón

1975

1980

1985

1990

Pues

to e

n e

lra

nk

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l

2001

Bolivia en América Latina

Grupos de países

Fuen

te: I

nfor

me

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rollo

Hum

ano

Mun

dial

200

3.

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guay

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Méx

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Para

guay

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Zim

babw

e

Con

go, R

ep. D

em. d

el

Zam

bia

0.78

4

0.75

6

0.74

9

0.70

0

.. 0.68

4

0.71

0

0.66

7

0.64

3

0.71

5

0.63

9

0.67

4

0.62

5

0.62

7

0.59

5

0.5

11

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2

0.51

4

.. .. 0.28

7

0.33

6

0.26

5

0.26

3

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3

.. 0.38

0

0.54

4

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9

0.46

2

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7

0.77

5

0.77

4

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5

.. 0.72

9

0.72

9

0.69

6

0.67

8

0.72

9

0.66

8

0.70

8

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4

0.67

2

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5

0.5

46

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1

0.55

1

.. 0.44

6

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6

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2

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5

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7

0.48

0

0.71

8

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3

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0

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6

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4

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9

0.77

6

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2

.. 0.74

8

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4

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1

0.69

1

0.73

7

0.69

1

0.71

4

0.67

5

0.69

4

0.61

4

0.5

73

0.60

3

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3

.. 0.46

1

0.36

8

0.38

4

0.30

5

0.29

7

0.53

0

0.73

9

0.42

2

0.62

6

0.42

9

0.47

8

0.80

7

0.79

9

0.79

4

0.78

0

.. 0.75

7

0.75

0

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1

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2

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5

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2

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0.68

3

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4

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3

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.. 0.45

7

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3

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4

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0

0.31

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0

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4

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7

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1

34 40 42 43 52 55 59 64 65 69 82 84 94 97 105

114

115

119

121

150

143

139

165

166

120

108

161

145

167

163

1995

2001

De mejordesempeño

(1975-2001)

De menordesempeño

(1975-2001)

0.82

9

0.81

4

0.81

5

0.81

1

.. 0.77

1

0.76

8

0.75

8

0.73

8

0.76

5

0.72

9

0.74

4

0.70

3

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0

0.69

2

0.6

31

0.64

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0.61

7

.. 0.45

6

0.45

1

0.44

3

0.34

2

0.34

7

0.60

5

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4

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5

0.56

7

0.38

0

0.41

4

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9

0.83

4

0.83

2

0.83

1

0.80

6

0.80

0

0.78

8

0.77

9

0.77

7

0.77

5

0.75

2

0.75

1

0.73

7

0.73

1

0.71

9

0.6

72

0.66

7

0.65

2

0.64

3

0.46

7

0.49

9

0.50

2

0.37

6

0.37

3

0.64

8

0.70

0

0.39

6

0.49

6

0.36

3

0.38

6

273

Tabl

a 3

Salu

d

Cla

sifi

caci

ón

Esper

anz

a d

e vi

da a

l nace

r

(años)

Prob

abili

dad

al n

acer

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sobr

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ir h

asta

los

65 a

ñosa

Bolivia enel mundo Bolivia en América Latina Grupos de

países

Not

a: a

. Los

dat

os s

e re

fiere

n a

la p

roba

bilid

ad, a

l nac

er, d

e so

brev

ivir

hasta

los

65 a

ños

de e

dad,

mul

tiplic

ada

por 1

00. b

. Los

dat

os s

e re

fiere

n a

estim

acio

nes

o pr

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cion

es c

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spon

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tes

al p

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do e

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s da

tos

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por

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do d

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ión

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alud

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para

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licar

los

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as m

anifi

esto

s de

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ficie

ntes

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s en

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ión

de la

mor

talid

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sí c

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para

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bora

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mac

ione

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bre

los

país

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tos.

Los

dat

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fiere

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se

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ren

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do d

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inic

ión

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refie

ren

sólo

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paí

s.

Fuen

te: I

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Mun

dial

200

3.

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y el

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ibe

País

es e

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sarr

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Uru

guay

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ta R

ica

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Méx

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Pana

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Vene

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ayRe

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omin

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Sal

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ondu

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llo h

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o al

toD

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rollo

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med

ioD

esar

rollo

hum

ano

bajo

Ingr

esos

alto

sIn

gres

os m

edio

sIn

gres

os b

ajos

58.4

61.0

55.8

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.767

.168

.767

.863

.470

.762

.466

.261

.659

.565

.755

.465

.959

.758

.858

.24

6.7

53.8

53.7

55.1

48.5

70.2

56.9

43.5

71.5

62.3

48.7

72.9

78.7

69.2

68

.085

.385

.888

.386

.385

.182

.185

.180

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.583

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.078

.677

.66

8.0

73.4

70.5

75.2

36.1

88.3

74.4

41.7

89.5

79.5

59.6

Muje

res

20

00

-05

bH

om

bre

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00

0-0

5b

19

70

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5b

66.6

70.4

65.1

63

.974

.275

.378

.176

.176

.773

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.268

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.763

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.965

.869

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.5 ..67

.4 .. ..70

.759

.6

64.4

66.5

62.0

60

.072

.373

.281

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.959

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.36

0.0

65.4

59.0

66.5

34.5

78.8

65.3

39.1

80.9

68.6

54.2

Tasa

de

mor

talid

ad in

fant

il

(por

1.0

00 n

aci

dos

vivo

s)

96 86 109

14

4 59 48 62 78 34 79 46 69 95 47 115 57 91 87 111

14

411

611

511

314

8 32 102

139 22 86 127

19

70

20

01

56 28 61 60 16 14 9 10 17 24 19 19 31 19 30 26 41 24 33 60 31 43 36 79 9 45 104 5 31 80

Tasa

de

mort

alid

ad d

eni

ños

men

ores

de

5 a

ños

(por

1.0

00 n

aci

dos

viv

os)

147

123

167

243 71 57 83 98 43 110 68 108

135 61 178 76 128

140

162

243

170

168

165

221 42 155

226 28 122

203

1970

2001

81 34 89 77 19 16 11 12 9 29 25 23 36 22 39 30 47 30 39 77 38 58 43 123 11 61 162 7 38 119

Tasa

s de

mort

alid

ad

mate

rna n

otifi

cadas

(por

1.0

00 n

acid

os v

ivos

)

1985

-2001

c

.. .. ..390 41 26 29 23 33 55 70 80 160 60 190

190

230d

160

120

390

110

190

150

520 .. .. .. .. .. ..

274

Tabl

a 4

Serv

icio

s bá

sico

s y

de s

alud

Cla

sifi

caci

ón

Pobla

ción c

on a

cces

o…

Bolivia enel mundo Bolivia en América Latina Grupos de

países

Not

a: a

. Los

dat

os s

obre

el a

cces

o a

med

icam

ento

s es

enci

ales

se

basa

n en

esti

mac

ione

s es

tadí

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s re

cibi

das

de la

s of

icin

as r

egio

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s y

naci

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los

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ores

reg

iona

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de la

Org

aniz

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undi

al d

e la

Sal

ud(O

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o e

xtra

ídas

de

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ncue

sta M

undi

al s

obre

la S

ituac

ión

en m

ater

ia d

e M

edic

amen

tos

real

izad

a en

199

8-99

. El d

epar

tam

eno

divi

de la

s es

timac

ione

s en

cua

tro g

rupo

s, a

sab

er: a

cces

o m

uy re

duci

do (0

a 4

9%),

acce

sore

duci

do (5

0 a

79%

), ac

ceso

med

io (8

0 a

94%

) y a

cces

o óp

timo

(95

a 10

0%).

La O

MS

suel

e ut

iliza

r es

tos

grup

os, r

ecog

idos

aqu

í par

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terp

reta

r lo

s da

tos,

ya

que

las

estim

acio

nes

real

es p

uede

n ar

roja

r re

sulta

dos

más

prec

isos

que

los

que

podr

ían

gene

rar

los

mis

mos

. b. L

os d

atos

se

refie

ren

al a

ño m

ás r

ecie

nte

disp

onib

le e

n el

per

íodo

indi

cado

. c. L

os d

atos

se

refie

ren

al p

rom

edio

de

los

años

esp

ecifi

cado

s. d

. Los

dat

os s

e re

fiere

n a

lain

cide

ncia

de

los

caso

s de

tube

rcul

osos

con

fron

tis p

ositi

vo. e

. Es

posi

ble

que

los

dato

s de

alg

unos

paí

ses

difie

ran

liger

amen

te d

e lo

s fa

cilit

ados

en

el c

uadr

o 6

(de

la O

MS

2003

b, In

form

e de

Des

arro

llo H

uman

o 20

03).

f.Lo

s da

tos

se re

fiere

n a

las

cifra

s to

tale

s se

gún

UN

ICEF

200

3b.

Fuen

te: I

nfor

me

de D

esar

rollo

Hum

ano

Mun

dial

200

3.

Mun

doAm

éric

a La

tina

y el

Car

ibe

País

es e

n de

sarr

ollo

Boliv

iaA

rgen

tina

Uru

guay

Cos

ta R

ica

Chi

leC

uba

Méx

ico

Pana

Col

ombi

aBr

asil

Vene

zuel

aPe

rúPa

ragu

ayRe

p. D

omin

ican

aEc

uado

rEl

Sal

vado

rBoliv

iaH

ondu

ras

Gua

tem

ala

Nic

arag

uaH

aití

Des

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llo h

uman

o al

toD

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hum

ano

med

ioD

esar

rollo

hum

ano

bajo

Ingr

esos

alto

sIn

gres

os m

edio

sIn

gres

os b

ajos

61f

77 51 70 .. 94 93 96 98 74 92 86 76 68 71 94 67 86 82 70 75 81 85 28 .. 51 51 .. 60 44

82f

86 78 83 .. 98 95 93 91 88 90 91 87 83 80 78 86 85 77 83 88 92 77 46 .. 82 62 .. 82 76

a s

ervi

cios

de

sanea

mie

nto

adec

uados

(%)

20

00

sost

enib

le a

fuen

tes

de a

gua

mej

ora

das

(%)

20

00

sost

enib

le a

med

icam

ento

ses

enci

ales

ase

quib

les

(%)a

19

99 .. .. ..

50

-79

50-7

950

-79

95-1

0080

-94

95-1

0080

-94

80-9

480

-94

0-49

80-9

450

-79

0-49

50-7

90-

4980

-94

50

-79

0-49

50-7

90-

490-

49 .. .. .. .. .. ..

Méd

icos

(por

10

0.0

00

habitante

s)

19

90

-20

02

b

.. .. ..1

30

294

375

178

115

590

130

117

109

158

203

117

117

216

138

121

13

0 83 90 61 25 .. .. .. .. .. ..

Per

sonas

des

nutr

idas

(% d

e la

pob

laci

ón to

tal)

19

98

/20

00

c

.. 12 18 23 .. 3 5 4 13 5 18 13 10 21 11 14 26 5 14 23 21 25 29 50 .. 15 31 .. 10 25

Caso

s de

tuber

culo

sis

(por

10

0.0

00

habitante

s)

20

01

d

119 41 144

11

6 30 15 7 10 6 19 28 29 44 22 94 43 88 94 361

16 46 48 35 190 12 137

188 9 85 197

Niñ

os

de

un a

ño

tota

lmen

te in

muniz

ados

79 95 78 94 99 99 92 97 99 99 99 86 99 94 88 51 96 99 99 94 99 92 98 71 .. 80 73 .. 85 75

Contr

a la

tuber

culo

sis

(%)

20

01

72 91 69 79 94 94 82 97 99 97 97 75 99 49 97 77 98 99 97 79 95 90 99 53 91 74 57 89 86 60

Contr

a e

lsa

ram

pió

n(%

)2

00

1

Gast

o p

úblic

o e

n s

alu

d

(% d

el P

IB)e

.. .. ..2.1 4.2

2.0

6.7

2.2

4.9

1.8

4.6

1.2

3.0

2.5

1.3

0.7

1.6

1.5

1.4

2.1 3.3

1.8

7.0

1.2 .. .. .. .. .. ..

19

90

.. .. ..4.9 4.7

5.1

4.4

3.1

6.1

2.5

5.3

5.4

3.4

2.7

2.8

3.0

1.8

1.2

3.8

4.9 4.3

2.3

2.3

2.4 .. .. .. .. .. ..

19

98

-20

00

275

Tabl

a 5

Educ

ació

n

Cla

sifi

caci

ón

Tasa

de

alf

abet

izaci

ón

de

adultos

(% 1

5 a

ños

y m

ás)

Tasa

de

alf

abet

izaci

ón

de

jóve

nes

(% 1

5 a

24

años)

Bolivia enel mundo Bolivia en América Latina Grupos de

países

Not

a: a

. Lo

s da

tos

se r

efie

ren

al a

ño e

scol

ar 1

990/

91 ó

200

0/01

. La

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net

a de

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ricul

ació

n es

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e ni

ños

mat

ricul

ados

con

la e

dad

ofic

ial e

n el

niv

el d

e ed

ucac

ion

indi

cado

y c

on r

espe

cto

a la

pob

laci

ón e

ned

ad e

scol

ar. L

as ta

sas

de m

atric

ulac

ión

supe

riore

s a

100

refle

jan

una

disc

repa

ncia

ent

re e

sos

dos

conj

unto

s de

dat

os. b

. Los

dat

os d

e al

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s pa

íses

pued

en c

orre

spon

der a

esti

mac

ione

s na

cion

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e Es

tadí

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UN

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ara

más

det

alle

s, v

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ww

.uis

.une

sco.

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. Com

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s da

tos

prov

iene

n de

dis

tinta

s fu

ente

s, la

com

para

ción

ent

re p

aíse

s de

be r

ealiz

arse

con

cau

tela

. c. L

os d

atos

se

refie

ren

al a

ño m

ás r

ecie

nte

disp

onib

le d

uran

te e

l per

íodo

esp

ecifi

cado

. d. L

os d

atos

se

refie

ren

al g

asto

púb

lico

tota

l en

educ

ació

n, in

clui

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orrie

nte

y de

cap

ital.

e. L

os d

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pue

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no s

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es e

ntre

paí

ses

debi

do a

las

dife

renc

ias

en lo

s m

étod

os d

e re

copi

laci

ón d

e da

tos.

f. L

os d

atos

se

refie

ren

al a

ño e

scol

ar 1

991/

92. g

. Los

dat

os s

e re

fiere

n al

año

esc

olar

199

2/93

. h. E

stim

acio

nes

prel

imin

ares

del

Insti

tuo

de E

stadí

stica

de

la U

NES

CO

, suj

etas

aul

terio

r re

visi

ón.

i. Lo

s da

tos

se r

efie

ren

al a

ño e

scol

ar 1

999/

2000

. j.

Cua

ndo

no s

e di

spon

e de

est

imac

ione

s na

cion

ales

, lo

s da

tos

corr

espo

nden

a l

a es

timac

ión

del

Inst

ituto

de

Esta

díst

ica

de l

a U

NES

CO

.

Fuen

te: I

nfor

me

de D

esar

rollo

Hum

ano

Mun

dial

200

3.

Mun

doAm

éric

a La

tina

y el

Car

ibe

País

es e

n de

sarr

ollo

Boliv

iaA

rgen

tina

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Méx

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Col

ombi

aBr

asil

Vene

zuel

aPe

rúPa

ragu

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p. D

omin

ican

aEc

uado

rEl

Sal

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rBoliv

iaH

ondu

ras

Gua

tem

ala

Nic

arag

uaH

aití

Des

arro

llo h

uman

o al

toD

esar

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hum

ano

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hum

ano

bajo

Ingr

esos

alto

sIn

gres

os m

edio

sIn

gres

os b

ajos

..85

.067

.27

8.1

95.7

96.5

93.9

94.0

95.1

87.3

89.0

88.4

82.0

88.9

85.5

90.3

79.4

87.6

72.4

78

.168

.161

.062

.739

.7 ..71

.842

.8 ..80

.954

.8

..92

.781

.19

2.6

98.2

98.7

97.4

98.1

99.3

95.2

95.3

94.9

91.8

96.0

94.5

95.6

87.5

95.5

83.8

92

.679

.773

.468

.254

.8 ..84

.559

.8 ..93

.168

.0

19

90

20

01 ..

89.2

74.5

86

.096

.997

.695

.795

.996

.891

.492

.191

.987

.392

.890

.293

.584

.091

.879

.28

6.0

75.6

69.2

66.8

50.8 ..

78.1

55.0 ..

86.6

63.0

..95

.284

.89

6.1

98.6

99.1

98.3

98.9

99.8

97.2

96.9

97.0

95.5

98.1

96.9

97.2

91.4

97.3

88.5

96

.185

.579

.672

.065

.3 ..87

.871

.5 ..95

.475

.9

Tasa

net

a d

e m

atr

icul

aci

ónen

pri

mari

a

(%)a

82 87 80 91 .. 91

f

86 88 92 100 91 .. 86 88 .. 93 .. .. 75

g

91 89

f

.. 72 22 97 86 50 97 92 69

19

90

-91

20

00

-01

b

84 97 82 97

107h

90h

91 89h

97 103h

100 89 97

h

88 104h,

i

92h

93 99 81i

97 88 84 81 .. 98 88 59 97 93 74

Estu

dia

nte

s de

terc

iari

a e

nci

enci

as,

mate

mática

s e

ingen

ierí

a(%

de

todos

los

estu

dia

nte

sde

terc

iari

a)

1994-9

7c

.. .. .. .. 30 24 18 43 21 31 27 31 23 .. .. 22 25 .. 20 .. 26 .. 31 .. .. .. .. .. .. ..

Gast

o p

úblic

o e

ned

uca

ción

% d

el P

IBd

19

90

20

01

1990

e1998-2

000

c

.. .. ..2.3 1.1

3.0

4.4

2.5 ..

3.6

4.7

2.5 ..

3.0

2.2

1.1 ..

2.8

1.9

2.3 ..

1.4

3.4

1.4 .. .. .. .. .. ..

.. .. ..5

.5 4.0h

2.8h

4.4

4.2h

8.5

4.4h

5.9 ..

4.7 ..

3.3h

5.0

2.5

1.6

2.3j

5.5 4.0j

1.7

5.0

1.1j

.. .. .. .. .. ..

276

Tabl

a 6

Econ

omía

y d

esig

uald

ad.

Cla

sifi

caci

ón

PIB

PIB

per

cápita

Bolivia enel mundo Bolivia en América Latina Grupos de

países

Not

a: D

ado

que

las

encu

esta

s su

byac

ente

s so

bre

los

hoga

res

difie

ren

tant

o en

la m

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olog

ía c

omo

en e

l tip

o de

dat

os re

cogi

dos,

los

dato

s de

dis

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ción

no

son

estrí

ctam

ente

com

para

bles

ent

re p

aíse

s. a

. Los

dat

os m

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anla

rela

ción

ent

re la

par

ticip

ació

n en

los

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o c

onsu

mo

del g

rupo

más

rico

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del

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. b. E

l coe

ficie

nte

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ide

la d

esig

uald

ad a

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rgo

de to

da la

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tribu

ción

de

los

ingr

esos

o c

onsu

mo.

Un

valo

rde

0 r

epre

sent

a la

igua

ldad

per

fect

a y

un v

alor

de

100,

la d

esig

uald

ad p

erfe

cta.

c. E

stim

ació

n ba

sada

en

una

regr

esió

n. d

. Los

dat

os s

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fiere

n a

un p

erío

do m

ás c

orto

que

el e

spec

ifica

do. e

. Las

cifr

as d

e pa

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, gru

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de p

aíse

s, re

gion

es y

mun

dial

es e

stán

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esad

as e

n to

tale

s.

Fuen

te: I

nfor

me

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Hum

ano

Mun

dial

200

3

Mun

doAm

éric

a La

tina

y el

Car

ibe

País

es e

n de

sarr

ollo

Boliv

iaA

rgen

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Uru

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med

ioD

esar

rollo

hum

ano

bajo

Ingr

esos

alto

sIn

gres

os m

edio

sIn

gres

os b

ajos

30.7

21.0

1.90

5.2

6.11

0.3

8.0

268.

618

.716

.166

.5 ..61

7.8

10.2

82.4

502.

512

4.9

54.0 7.2

21.2

18.0

13.7

8.0 6.4

20.5 ..

3.7

25.9

35.7

4.44

3.6

233.

124

.583

.95.

155.

71.

082.

1

5.13

33.

752

1.27

09

36

7.16

65.

554

4.15

94.

314 ..

6.21

43.

511

1.91

52.

915

5.07

32.

051

1.27

92.

494

1.39

62.

147

93

697

01.

754 ..

460

22.0

051.

102

315

26.3

951.

928

432

Mile

s de

mill

ones

de

USD

20

01

e

44.9

95.0

3.66

6.7

18.5

79.4

19

.642

4.4

28.2

36.7

141.

6 ..83

8.2c

16.7

302.

81.

268.

613

9.5

120.

429

.459

.742

.333

.719

.618

.651

.4 ..15

.1c

27.5

30.2

16.5

05.9

878.

025

.180

.814

.720

.05.

587.

4

7.37

67.

050

3.85

02

.30

011

.320

8.40

09.

460

9.19

0 ..84

30c

5.75

07.

040

7.36

05.

670

4.57

05.

210

7.02

03.

280

5.26

02

.30

02.

830

4.40

0 ..18

60c

23.1

354.

053

1.18

626

.989

5.51

92.

230

Tasa

de

crec

imie

nto

anu

al

del

PIB

per

cápita (

%)

1.2

0.7

2.3

-0.4 0.4

1.4

1.2

4.1 ..

0.9

0.8

1.5

0.8

-0.9

-0.7 0.6

1.8

0.2

0.1

-0.4 0.1

0.1 -4

d

-2.0 2.0

1.7

0.1

2.1

1.6

1.6

19

75

-20

01

19

90

-20

01

1.2

1.5

2.9

1.4 2.3

2.1

2.8

4.7

3.7d

1.5

2.1

0.8

1.4

-0.6 2.4

-0.6 4.2

-0.3 2.4

1.4 0.3

1.4

-0.1

d

-2.5 1.7

2.1

0.3

1.7

2.2

1.4

Indic

e de

des

iguald

ad

.. .. ..12.3 ..

11.2

11.5

19.3 ..

17.0

14.7

20.3

29.7

17.7

11.7

31.8

10.5 9.2

17.3

12.3

30.3

15.8

27.9 .. .. .. .. .. .. ..

.. .. ..44.7 ..

44.8

45.9

57.5 ..

51.9

48.5

57.1

60.7

49.5

46.2

57.7

47.4

43.7

50.8

44.7

59.0

55.8

60.3 .. .. .. .. .. .. ..

PPA

en

mile

sde

mill

ones

de

USD

20

01

e

USD

20

01

PPA

en U

SD

20

01

.. .. ..24.6 ..

21.6

20.7

43.2 ..

34.6

29.8

42.7

65.8

44.0

22.3

91.1

17.7

15.4

33.6

24.6

91.8

29.1

70.7 .. .. .. .. .. .. ..

10%

más

rico

resp

ecto

del

10%

más

pobre

a

20%

más

rico

resp

ecto

del

20%

más

pob

rea

Coef

icie

nte

de

Gin

ib

(Encu

esta

s en

tre

1995

y 1

999)

277

Tabl

a 7

Com

erci

o

Cla

sifi

caci

ón

Import

aci

ones

de

bie

nes

y s

ervi

cios

(% d

el P

IB)

Bolivia enel mundo Bolivia en América Latina Grupos de

países

Not

a: a

. Los

dat

os s

e re

fiere

n al

año

200

0. b

. Los

dat

os s

e re

fiere

n a

1999

.

Fuen

te: I

nfor

me

de D

esar

rollo

Hum

ano

Mun

dial

200

3.

Mun

doAm

éric

a La

tina

y el

Car

ibe

País

es e

n de

sarr

ollo

Boliv

iaA

rgen

tina

Uru

guay

Cos

ta R

ica

Chi

leC

uba

Méx

ico

Pana

Col

ombi

aBr

asil

Vene

zuel

aPe

rúPa

ragu

ayRe

p. D

omin

ican

aEc

uado

rEl

Sal

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rBoliv

iaH

ondu

ras

Gua

tem

ala

Nic

arag

uaH

aití

Des

arro

llo h

uman

o al

toD

esar

rollo

hum

ano

med

ioD

esar

rollo

hum

ano

bajo

Ingr

esos

alto

sIn

gres

os m

edio

sIn

gres

os b

ajos

20 12 25 24 5 18 41 31 .. 20 34 15 7 20 14 39 44 27 31 24 40 25 46 20 19 19 26 20 19 21

20 14 26 23 10 24 35 35 .. 19 38 21 8 39 16 33 34 33 19 23 36 21 25 18 20 20 22 20 21 18

29 18 34 18 11 19 43 35 16a

28 33 19 13 23 16 23 24 31 29 18 38 19 .. 13 24a

29 26 24a

30 28

.. 65 .. 95 71 61 66 87 .. 56 78 74 47 90 82 .. .. 98 62 95 91 76 92 15 20 .. .. 19 .. ..

.. 40 .. 78 66 58 38 80 .. 15 87 61 44 89 78 84 .. 88 44 78 72 62 87 .. 17 .. .. 16 .. ..Export

aci

ones

19

90

19

90

20

01

De

bie

nes

yse

rvic

ios

(% d

el P

IB)

19

90

20

01

De

pro

duct

os

pri

mari

os

(% d

e ex

por

taci

ones

de

mer

cancí

as)

73 34 60 5 29 39 27 11 .. 43 21 25 52 10 18 10 .. 2 38 5 9 24 8 85 78 48 .. 79 47 ..

78 49 73 22 33 42 62 18 .. 85 13 39 54 11 22 16 .. 12 55 22 27 38 13 .. 81 58 29a

82 61 52a

19

90

2001

De

pro

duct

os

manufa

ctura

dos

(% d

e ex

port

aci

ones

de

mer

cancí

as)

De

pro

duc

tos

de

alta

tecn

olog

ía(%

de

export

aci

ones

de

manufa

ctura

dos)

16 4 8 0 0 0 0 1 .. 7 0 0 6 2 0 (.) .. (.) 0 0 0 0 0 14 17 5 .. 18 5 ..

23 15 27 10 9 2 36 1 .. 22 1a 7 18 2 2 4 .. 4 7 10 1 a 8 3 .. 23

19 a 1 a

24 22 7b

28 19 32 24 10 20 45 33 18a

30 35 19 14 18 17 38 32 34 43 24 55 28 .. 33 25a

27 30 24a

28 28

20

01

1990

2001

278

Tabl

a 8

Ayu

da p

ara

el d

esar

rollo

y o

tros

recu

rsos

Cla

sifi

caci

ón s

egún e

l ID

H

Bolivia enel mundo Bolivia en América Latina Grupos de

países

Not

a: a

. La

AO

D re

cibi

da e

s el

tota

l de

las

corr

ient

es n

etas

de

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D p

roce

dent

es d

e lo

s pa

íses

del

CA

D, o

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país

es d

e la

OC

DE,

org

aniz

acio

nes

mul

tilat

eral

es y

los

país

es á

rabe

s, a

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omo

Esto

nia

e Isr

ael.

Un

valo

r neg

ativ

oin

dica

que

la a

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tizac

ión

de lo

s pr

ésta

mos

de

AO

D s

uper

a la

sum

a de

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D r

ecib

ida.

En

las

cifra

s to

tale

s no

se

incl

uye

la a

yuda

ofic

ial n

eta.

b. U

n va

lor

nega

tivo

indi

ca q

ue la

cor

rient

e de

cap

ital h

acia

el e

xter

ior

del

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supe

ra la

cor

rient

e de

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ue e

ntra

en

el p

aís.

c. O

tras

corr

ient

es d

e ca

pita

l priv

ado

com

bina

n co

rrie

ntes

de

inve

rsió

n de

car

tera

no

gene

rado

ras

de d

euda

, cor

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es re

laci

onad

as c

on la

deu

da y

pré

stam

os b

anca

rios

y co

mer

cial

es. d

. Las

cifr

as d

e pa

íses

, gru

pos

de p

aíse

s, re

gion

es y

mun

dial

es e

stán

expr

esad

as e

n to

tale

s.

Fuen

te: I

nfor

me

de D

esar

rollo

Hum

ano

Mun

dial

200

3.

Mun

doAm

éric

a La

tina

y el

Car

ibe

País

es e

n de

sarr

ollo

Boliv

iaA

rgen

tina

Uru

guay

Cos

ta R

ica

Chi

leC

uba

Méx

ico

Pana

Col

ombi

aBr

asil

Vene

zuel

aPe

rúPa

ragu

ayRe

p. D

omin

ican

aEc

uado

rEl

Sal

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rBoliv

iaH

ondu

ras

Gua

tem

ala

Nic

arag

uaH

aití

Des

arro

llo h

uman

o al

toD

esar

rollo

hum

ano

med

ioD

esar

rollo

hum

ano

bajo

Ingr

esos

alto

sIn

gres

os m

edio

sIn

gres

os b

ajos

51.4

405.

934

46.8

11 729

151 16 2 58 51 75 28 380

349 45 451 61 105

171

235

729

678

225

928

166

631

23.2

6313

.646 144

15.1

8124

.823

Ayuda o

fici

al p

ara

el d

esarr

ollo

(A

OD

) re

cibid

a(d

esem

bols

o n

eto)a

Tota

l (m

illones

de

USD

)

20

01

d

(% d

el P

IB)

19

90

20

01

..0.

41.

611

.2 0.1

0.6

4.0

0.3 ..

0.1

1.9

0.2 (.)

0.2

1.5

1.1

1.4

1.5

7.2

11.2

14.7 2.6

32.9 5.9 ..

1.3

8.3 ..

1.0

3.5

..0.

20.

69.

10.

10.

1 (.)0.

1 .. (.)0.

30.

50.

1 (.)0.

80.

90.

51.

01.

79.

110

.6 1.1 ..

4.4 ..

0.5

5.7 ..

0.3

2.2

19

90

2001

1.0

0.7

0.9

0.6

1.3

0.0

2.8

2.2 ..

1.0

2.6

1.2

0.2

0.9

0.2

1.5

1.9

1.2 (.)

0.6

1.4

0.6

0.0

0.0

1.0

0.6

0.4

1.0

0.7

0.4

2.5

3.7

3.0

8.3

1.2

1.7

2.8

6.7 ..

4.0

5.0

2.8

4.5

2.8

2.0

1.1

5.6

7.4

1.9

8.3

3.1

2.2 ..

0.1

2.4

2.6

1.9

2.4

3.3

0.8

Entr

adas

net

as

de

inve

rsio

nes

extr

anje

ras

dir

ecta

s

(% d

el P

IB)b

1990

2001

..0.

50.

5-0

.5-1

.4-2

.1-2

.5 5.1 ..

2.7

-0.1

-0.4

-0.1

-1.2 0.1

-0.2 (.)

0.5

0.1

-0.5 1.0

-0.1 2.0

0.0 ..

0.5

0.3 ..

0.6

0.7

..0.

1 (.)-0

.3-2

.6 2.6

1.1

1.9 ..

0.5

12.7 1.5

0.1

-0.6 0.6

-1.3 2.5

0.6

3.0

-0.3

-1.1

-0.3 ..

0.0 ..

-0.1

-0.6 ..

0.1

-0.6

Otr

as

corr

ient

es p

riva

das

(% d

el P

IB)b

,c

279

Tabl

a 9

Pobr

eza

Hum

ana

Cla

sifi

caci

ón

Bolivia en América LatinaGrupos de países

Not

a: E

l IPH

-1 p

ara

país

es e

n de

sarr

ollo

mid

e la

s pr

ivac

ione

s en

los

tres

aspe

ctos

bás

icos

del

des

arro

llo h

uman

o qu

e re

fleja

el í

ndic

e de

des

arro

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uman

o. S

e m

ide

segú

n la

pro

babi

lidad

al n

acer

de

no s

obre

vivi

r has

ta lo

s40

año

s, la

tasa

de

anal

fabe

tism

o de

adu

ltos

y se

gún

el p

rom

edio

no

pond

erad

o de

el p

orce

ntaj

e de

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obla

ción

sin

acc

eso

soste

nibl

e a

un fu

ente

de

agua

mej

orad

a y

el p

orce

ntaj

e de

niñ

os c

on p

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insu

ficie

nte

para

su

edad

. * S

eñal

a lo

s in

dica

dore

s ut

iliza

dos

para

cal

cula

r el

índi

ce d

e po

brez

a hu

man

a (IH

P-1)

. a. L

os d

atos

se

refie

ren

a la

pro

babi

lidad

, al n

acer

, de

no s

obre

vivi

r ha

sta lo

s 40

año

s de

eda

d, m

ultip

licad

a po

r 10

0. S

e tra

tade

pro

yecc

ione

s se

gún

la v

aria

nte

med

ia c

orre

spon

dien

tes

al p

erío

do e

spec

ifica

do. b

. Los

dat

os s

e re

fiere

n al

año

más

reci

ente

dis

poni

ble

dura

nte

el p

erío

do in

dica

do. c

. Los

dat

os s

e re

fiere

n a

un a

ño o

per

íodo

dis

tinto

del

espe

cific

ado,

difi

eren

de

la d

efin

icio

n no

rmal

izad

a o

se re

fiere

n só

lo a

par

te d

el p

aís.

d. C

lasi

ficac

ión

segú

n el

IPH

-1 d

e 94

paí

ses

en d

esar

rollo

.

Fuen

te: I

nfor

me

de D

esar

rollo

Hum

ano

2001

, Inf

orm

e de

Des

arro

llo H

uman

o 20

03.

Arg

entin

aU

rugu

ayC

hile

Cos

ta R

ica

Cub

aPa

nam

áC

olom

bia

Vene

zuel

aM

éxic

oPa

ragu

ayBr

asil

Perú

Ecua

dor

Rep.

Dom

inic

ana

Boliv

iaEl

Sal

vado

rH

ondu

ras

Gua

tem

ala

Nic

arag

uaH

aití

Barb

ados

Uru

guay

Chi

leC

osta

Ric

aC

uba

Zim

babw

eM

alí

Etio

pía

Burk

ina

Faso

Níg

er

..3.

64.

14.

45.

07.

88.

28.

68.

810

.311

.411

.411

.913

.91

4.6

17.2

19.9

22.9

24.3

41.6 2.5

3.6

4.1

4.4

5.0

52.0

55.1

56.0

58.6

61.8

5.1

4.4

4.1

3.7

4.1

6.8

8.4

5.9

7.6

8.0

11.5

10.2

10.3

14.6

16

.0 9.9

13.8

14.1

10.3

37.3 2.6

4.4

4.1

3.7

4.1

74.8

35.3

43.3

43.4

38.7

3.1

2.4

4.1

4.3

3.2

7.9

8.1

7.2

8.6

6.5

12.7 9.8

8.2

16.0

14

.020

.824

.430

.833

.249

.2 0.3

2.4

4.1

4.3

3.2

10.7

73.6

59.7

75.2

83.5

.. 2 7 5 9 10 9 17 12 22 13 20 15 14 17 23 12 8 23 54 0 2 7 5 9 17 35 76 58 41

Cincoprimeros Cinco últimos

5 5 1 5 4 7 7 5 8 5 6 7 15 510 12 25 24 12 17 6 c 5 1 5 4 13 43 47 34 40

.. 2 3 4 5 9 10 11 13 16 18 19 21 25 27 32 38 43 44 68 1 2 3 4 5 90 91 92 93 94

Indic

e de

pobre

zahum

ana (

IPH

-1)

Valo

r (%

)

Pro

babili

dad a

l nace

r de

no

sobre

vivi

r ha

sta lo

s 40 a

ños

de

edad*

(% d

e la

cohort

e)

20

00

-05

a

Tasa

de

analf

abet

ism

oadulto*

(% d

e 1

5 a

ños

de

edad y

mayore

s)

20

01

Pobla

ción s

in a

cces

oso

sten

ible

a f

uen

tes

de

agua m

ejora

das

(%)*

20

00

Niñ

os d

e pes

o in

feri

oral n

orm

al*

(% m

enor

es d

e 5 a

ños)

19

95

-20

01

b

Pues

to e

n el

ran

kin

gm

undia

l (IP

H-1

)d

Cla

sifi

caci

ón

280

Tabl

a 10

Salu

d

Cla

sifi

caci

ón

Valo

r del

índic

ede

adel

anto

tecn

oló

gic

o(IA

T)

20

01

Línea

ste

lefó

nic

as

( por

1.0

00

habitante

s)

Bolivia enel mundo Bolivia en América Latina Grupos de

países

Not

a. E

l índ

ice

de a

dela

nto

tecn

ológ

ico

(IAT)

refe

ja e

n qu

é m

edid

a un

paí

s es

tá c

rean

do y

difu

ndie

ndo

la te

cnol

ogía

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onstr

uyen

do u

na b

ase

de c

onoc

imie

nto

hum

anos

, éste

se

conc

entra

en

cuat

ro d

imen

sion

es: C

reac

ión

de te

cnol

ogía

, difu

sión

de in

nova

cion

es re

cien

tes,

difu

sión

de v

ieja

s in

venc

ione

s y

cono

cim

ient

os e

spec

ializ

ados

. El c

álcu

lo s

e re

aliz

ó pa

ra 7

2 pa

íses.

La

tabl

a se

cla

sific

a de

acu

erdo

al I

AT s

egún

líde

res

pote

ncia

les,

seg

uido

res

diná

mic

os y

mar

gina

dos.

a. L

os d

atos

se

refie

ren

al a

ño m

ás re

cien

te d

ispo

nibl

e du

rant

e el

per

íodo

esp

ecifi

cado

. b. L

os d

atos

se

refie

ren

al a

ño 1

991.

c. L

os d

atos

se

refie

ren

al a

ño 1

992.

d. L

os d

atos

se

refie

ren

al a

ño20

00. e

. Los

dat

os s

e re

fiere

n a

un a

ño a

nter

ior a

199

6. f.

Los

dat

os s

e re

fiere

n al

año

199

8. g

. Los

dat

os s

e re

fiere

n al

año

199

6. h

. Los

dat

os s

e re

fiere

n al

año

199

7.

Fuen

te: I

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1980

1999

245

Anexo metodológico

Visión general del Informe

Desde hace más de diez años, el Progra-ma de las Naciones Unidas para el Desarro-llo (PNUD) viene promoviendo el desarrollohumano como parámetro de pensamiento yacción en torno a los problemas críticos dela sociedad, el Estado y la economía. Para elloproduce Informes de Desarrollo Humano entres planos: mundial, regional, y nacional.

El desarrollo humano postula concep-tualmente el incremento de las capacidadesde la sociedad y las personas, propone unaaproximación integral a los problemas deldesarrollo, enfatiza la necesidad de articularacciones y políticas de integración, reduc-ción de la pobreza, fortalecimiento de lacompetitividad económica, construcción deinstituciones democráticas legítimas y decapacidades políticas democráticas.

Los informes de desarrollo humano sonun instrumento de medición del progreso

humano, aunque no sólo eso, sino que ade-más buscan promover alianzas regionales,situar el desarrollo humano entre las priori-dades de la agenda de los países y analizar yproponer políticas públicas que reflejen lasprioridades de la gente y contribuyan a for-talecer sus capacidades.

Hasta el momento, se han producidomás de 500 informes de desarrollo humanoen el mundo y su paradigma ha inspirado unmovimiento intelectual en todas las regionesy países en favor de una acción pública cen-trada en la gente y, por lo tanto, a favor delos Objetivos del Milenio, que la organiza-ción de las Naciones Unidas se ha propues-to alcanzar hasta el año 2015.

Bolivia cuenta a la fecha con cuatro in-formes nacionales (incluyendo éste), sieteregionales, uno sobre seguridad humana yotro planteado desde la perspectiva de géne-ro (cuadro 1).

Año

Informe de Desarrollo Humano en Bolivia 1998: "Equidad, Competitividad e Institucionalidad"Informe de Desarrollo Humano en Bolivia 2000: "Valores y Aspiraciones de la Sociedad boliviana"Informe de Desarrollo Humano en Bolivia 2002: "La Política y su vinculación con los Procesos de Desarrollo"

Informe de Desarrollo Humano de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra: "Elay Santa Cruz".Sostenibilidad y Desarrollo Humano : "La Calidad de Vida en Cochabamba"Informe de Desarrollo Humano en la ciudad de La Paz: "Desarrollo Humano en las Montañas".Informe de Desarrollo Humano en el Norte AmazónicoInforme de Desarrollo Humano en TarijaInforme de Desarrollo Humano en La Paz y Oruro: El Altiplano Marítimo y la Integración RegionalInforme de Desarrollo Humano en Santa Cruz

Informe de "Seguridad Humana en Bolivia"Informe de Desarrollo Humano de Género en Bolivia

Informes nacionales199820002002Informes regionales1995199519952003200320032004Informes temáticos19952003

Informes de Desarrollo Humano en Bolivia

Cuadro 1

246

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

El IDH 2004: “Interculturalismo yGlobalización: La Bolivia Posible”

Este informe se preguntó en inicio cómoafectan la economía de la información y lasociedad-red al proceso de desarrollo huma-no boliviano y qué políticas serían deseablesy viables para ampliarlo y, así, disminuir ace-leradamente la pobreza.

No obstante, el informe se planteó tam-bién la necesidad de elaborar una estrategiainformacional que encare la tensión preva-leciente entre una economía bloqueada (IDH

2002) y una intersubjetividad en crisis (IDH

2000 y 2002). Dicho de otro modo, se viola necesidad de comprender las condicionessocio-culturales y económicas desde dondese podría provocar un salto informacional.

En consecuencia se planteó retomar dostemas centrales: por un lado, la estabilizacióno transformación económica, y por otro, la

crisis de la construcción de la nación, rela-cionada con asuntos diversos como la des-confianza, la falta de unidad y de equidad enla diversidad y en definitiva, la crisis de lavinculación intersubjetiva entre diferentes.En otras palabras, este documento enfatizala necesidad de que en Bolivia se asuma la in-certidumbre como un tema común, y, sobreesa base se desarrolle el capital subjetivocomo motor fundamental para construir unfuturo compartido.

Este informe se sustenta en un extensocuerpo de información primaria recabadapor medios propios durante un año de inves-tigación en colaboración con instituciones ypersonas especializadas. Además se cuentacon información secundaria, producidaprincipalmente por el Instituto Nacional deEstadística (INE), así como por centros espe-cializados en análisis sociales y económicos(ver cuadro 2).

• Una encuesta de opinión pública (ECADI-2003) de representatividad nacional, departamental

y urbano - rural.

• Grupos de discusión en ámbitos urbanos y rurales de todo el país.

• Entrevistas en profundidad con actores estratégicos.

• Estudios de caso

• Información estadística de fuente secundaria

Principales herramientas metodológicas del idh- 2004

Cuadro 2

“Situación y perspectivas de América Latina en laSociedad de Información: Reflexiones con ManuelCastells”

Ruth Cardoso BrasilManuel Castells EspañaManuel Chiriborga EcuadorEmilio De Ipola ArgentinaIvan De Rementería ChileVictor Fajnzylber FranciaSonia Fleury BrasilMartín Hopenhayn ChileEmma Kiselyova EspañaRoberto Laserna BoliviaAlejandra Moreno Toscano MéxicoErnesto Ottone ChileJorge Schvarzer ArgentinaJudith Sutz UruguayAlicia Szmukler Bolivia

Conferencia Internacional:Santa Cruz de la Sierra - Bolivia

Marzo, 2002

Talleres temáticos que precedieron la preparación del informe

Cuadro 3

247

Anexo metodológicoFernando Calderón BoliviaArmando Ortuño BoliviaNatasha Loayza BoliviaChristopher Pinc BoliviaHugo José Suarez Bolivia“La Nación en la Globalización: Homenaje a los50 años de Revolución Nacional de 1952”Alain Touraine FranciaZhang Lun ChinaMohamed Abdel Aleem EgiptoRolando Cordera Campos MéxicoHaroldo Dilla Alfonso CubaGuillermo Justiniano BoliviaFernando Mayorga BoliviaJuan Antonio Morales BoliviaEsteban Ticona Alejo BoliviaGustavo Fernandez BoliviaJosé Ortiz Mercado BoliviaCarlos Toranzo BoliviaCarlos Mesa BoliviaJosé Gordillo Bolivia

Conferencia Internacional:Cochabamba - BoliviaOctubre, 2002

• ¿Es sostenible la globalización en América Latina? Debates con Manuel Castells Fernando Calderón (coordinador)• Tenemos pechos de bronce, pero no sabemos nada. Revoluciones del Siglo XX. Homenaje a

los 50 años de la Revolución boliviana PNUD - ILDIS

Libros y estudios de caso (monografías) sobre actores, temas y regiones queacompañaron la preparación del informe

Cuadro 4

Informes de Desarrollo Humano

Informe de Desarrollo Humano en Tarija - 2003Equipo Informe de Desarrollo HumanoInforme de Desarrollo Humano del Norte Amazónico 2003Equipo Informe de Desarrollo HumanoInforme de Desarrollo Humano en La Paz y Oruro - 2003Equipo Informe de Desarrollo HumanoInforme de Desarrollo Humano en Santa Cruz - 2004Equipo Informe de Desarrollo HumanoInforme de Desarrollo Humano de Género en Bolivia - 2003Equipo Informe de Desarrollo HumanoTransformaciones Regionales en Bolivia en un momento de crisis, Inflexión y cambioEquipo Informe de Desarrollo Humano

Serie Cuadernos de Futuro

• Nuevos Actores Sociales Vol. INotas sobre el Desarrollo Humano y la sociología del actorFernando Calderón y Natasha LoayzaÉlites en la globalizaciónFernando Calderón y Christian JettéLos Indígenas en el BeniHugo José SuárezLa región chaqueña: Conflictos y GobernabilidadMiguel Castro

Libros

248

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

El procesamiento y análisis de esta infor-mación, así como la construcción de los di-ferentes indicadores e índices de desarrollohumano estuvo a cargo del Equipo de De-sarrollo Humano Aplicado (EDHA) del PNUD.

Acompañaron a la elaboración de esteinforme talleres, conferencias y una selecciónde estudios de caso, sobre temas y regionesrelevantes para este estudio.

Ficha técnica 1: Encuesta deOpinión Pública ECADI-03

La Oficina del Informe de DesarrolloHumano – PNUD contrató a la empresa Apo-yo Opinión y Mercado Bolivia S.A. para querealice una encuesta, cuya finalidad princi-pal fue obtener información socio-demográ-fica, de acceso y uso de Internet, educación einserción laboral, disposiciones subjetivas alcambio, al riesgo, a las nuevas tecnologías deinformación y a la apertura de la economía

al mercado. Además se indagó sobre las ca-pacidades para la tolerancia intercultural dela población objetivo.

Universo y ámbito de la investiga-ción

De acuerdo a los requerimientos de lainvestigación, el universo del estudio estuvocompuesto por hombres y mujeres mayoresde 16 años de edad, residentes en zonas ur-banas y rurales de los 9 departamentos delpaís, pertenecientes a todos los niveles so-cioeconómicos (ver cuadro 6). La metodo-logía del estudio fue la aplicación de encues-tas en hogares.1

Diseño de la muestra

El diseño muestral proporcionó unamuestra probabilística nacional, la cual esestratificada y polietápica. Se definió un es-

Capacidades políticas del movimiento evangélico bolivianoJulio Córdova

• Nuevos Actores Sociales Vol.IIUn análisis de la planificación participativa en SucreJames BlackburnEl caso del Diálogo Nacional 2000: Procesos participativos y políticas de pobrezaChristopher PincParaíso o Infierno, un país soñado desde los extremos:La Bolivia deseada por sus jóvenes escritoresRafael Archondo

• La Revolución NacionalJosé Medina Echavarría

• Tras las huellas del Poder: Una mirada histórica al problema de las conspiraciones en BoliviaXimena Medinacelli y María Luisa Soux

• Formación y Evolución del Espacio NacionalAlberto Rivera (editor)

• Crisis Inflexión y Reforma del sistema de partidos en BoliviaEduardo Gamarra y Fernando Calderón

• La muestra abarcó a 3.617 personas

• El universo de estudio estuvo compuesto por hombres y mujeres mayores de 16 años de edad.

• La muestra fue diseñada para ser representativa en los 9 departamentos a nivel urbano y rural.

• La muestra fue probabilística, estratificada y polietápica.

• La tasa de no repuesta global fue de 12%

• El trabajo de campo se realizó entre el 29 de julio y el 29 de agosto de 2003.

Encuesta de opinión pública: resumen de la ficha técnica

Cuadro 5

1 Un hogar se define como un grupo de individuos que comúnmente viven dentro del mismo espacio físico yque comparte la misma olla de comida. Instituto Nacional de Estadística. Bolivia.

249

Anexo metodológico

trato separado por cada uno de los tipos deciudad2 (ver cuadro 8).

A continuación se presenta un detalle decada una de las etapas de la selección muestral.

Distribución de la muestra entre los es-tratos

Dado que se deseaba conocer estimacio-nes específicas para los diferentes tipos deciudades, se tomaron muestras de acuerdo alpeso de cada una de ellas.

El número total de entrevistas para cadaestrato se obtuvo:- Estimando la proporción de la pobla-

ción elegible en el estrato (tipo de ciu-dad) en relación al total de la poblaciónelegible en todo el dominio.

- Multiplicando dicha proporción por eltamaño de la muestra para el dominio.

Por tanto, el tamaño de muestra, calcu-lado en 3.617 personas, quedó distribuidode la siguiente manera (ver cuadro 7):

Poblaciones seleccionadas

El detalle de las poblaciones selecciona-das se muestra en el cuadro 9.

Segunda etapa de muestreo

La segunda etapa del muestreo fue laselección aleatoria de manzanos dentro decada una de las poblaciones seleccionadas.Para tal efecto, se utilizó un registro compu-tarizado de todas las zonas que comprendenlas ciudades y un registro numerado desde“1” hasta “n” de los manzanos que las com-ponen.

El sistema computarizado trabaja conuna base de datos que contiene informaciónde todo el país compuesta por los siguientescampos: departamento, provincia, munici-pio, sección municipal, zonas censales, man-zanos y nivel socioeconómico (para las ciu-dades capitales).

Cuadro 6

Fuente: Instituto Nacional de Estadística en base a información del CNPV 2001

Bolivia, Población total según área geográfica

Ciudades capitales eje

Resto ciudades capitales

Ciudades intermedias (Más de 20.000 hab.)

Entre 2.000 y 20.000 hab.

Rurales compactas (500 a 1.999 hab.)

Rural disperso (menos de 500)

Población Total

Población

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100

2 Se definieron cuatro tipos de ciudad: ciudad capital (más de 100.000 habitantes), ciudades medianas(entre 10.001 y 100.000 habitantes), ciudades pequeñas (entre 2.001 y 10.000 habitantes) y poblaciónrural (hasta 2.000 habitantes).

Ciudades capitales eje

Resto ciudades capitales

Ciudades intermedias (más de 20.000 hab.)

Entre 2.000 y 20.0000 hab.

Rurales compactas (entre 500 y 2.000 hab.)

Total

Cuadro 7

888 cuestionarios

697 cuestionarios

1.028 cuestionarios

974 cuestionarios

30 cuestionarios

3.617 cuestionarios

250

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341

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610

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17.6

747.

251

18.6

2312

.331

252

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

El sistema filtra la información paracada una de las ciudades y genera númerosaleatorios entre 1 y el número total de man-zanos, respetando el peso de cada nivelsocioeconómico.3

Además, la selección de los manzanos deinicio, respeta el peso de las diferentes zonascensales. Este proceso fue realizado para cadauna de las ciudades o poblaciones seleccio-nadas en la primera etapa.

La fase siguiente consistió en la selecciónde los hogares al interior de los manzanosseleccionados de inicio. Esta selección se rea-lizó de manera automática, generando hojasde ruta en la que se detallan cuatro puntos,a saber:˛ Esquina de inicio. El sistema selecciona

de forma aleatoria una de las cuatro es-quinas para el inicio del recorrido.

˛ Sentido del recorrido. Selecciona aleato-riamente el sentido (horario o anti-ho-rario) que debe seguir el encuestadoruna vez que está ubicado en la esquinade inicio.

˛ Hogar de inicio. El hogar en que se de-ben iniciar las entrevistas es obtenido deforma aleatoria entre los primeros cin-co hogares del manzano.

˛ Salto sistemático. El salto a partir del ho-gar de inicio es cada tres hogares.

Por otra parte, los recorridos de “zona”deben ser detallados en el formulario deno-minado resumen de ruta que nos proporcio-na información de lo sucedido en la realiza-ción del trabajo de campo.

La identificación de los manzanos serealizó con el uso de mapas cartográficos delas zonas censales seleccionadas, lo cualesfueron diseñados por el INE y actualizadospor Apoyo Bolivia. Después las personas aser entrevistadas (hombres y mujeres mayo-res de 16 años) fueron elegidas de acuerdoal método del siguiente cumpleaños (se debeentrevistar a la persona próxima a cumpliraños). Mediante el cuestionario se recababala diversa información (ver cuadro 11).

En el cuadro 10 se describen todas lasetapas del muestreo:

Factores de ponderación

La información recopilada se ponderóde acuerdo a las variables de población de-partamental y zona (urbana/rural), disponi-bles a partir del último Censo de Poblacióny Vivienda 2001 llevado a cabo por el INE.Adicionalmente se controlaron en la mues-tra la presencia de algunos bienes claves enel hogar (radio, TV) y a partir de ello se rea-lizaron ajustes para que la muestra también

3 La selección, en el caso de las ciudades menores (medianas, pequeñas y población rural), fue absoluta-mente aleatoria, debido a que no existe información diferenciada por nivel socioeconómico.

Etapa Método de selección

1

2

3

4

Etapas del muestreo

Cuadro 10

Unidad de Muestreo

Zona o ciudad

Manzano

Vivienda / hogar

Persona

Muestreo proporcional al tamañoPoblación 2001 en base al Censo Nacional de Población yVivienda de ese año. Instituto Nacional de Estadística.

Muestreo proporcional al tamañoNúmero de viviendas ocupadas en el manzano de acuerdo alcenso 2001. INE

Muestreo sistemático• Selección aleatoria de una de las cuatro esquinas (1, 2, 3 ó 4)• Selección aleatoria del sentido de recorrido (‡ o fl)• Selección aleatoria de la primera vivienda a visitar (1, 2, 3,

4 ó 5)Departamento de muestreo de Apoyo Bolivia.

Recuento de todas las personas que viven en el hogarSelección de la próxima a cumplir años, mayor de 16 años.Equipo de campo Apoyo Bolivia.

253

Núm

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11

254

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

sea representativa en los sectores rurales másempobrecidos.

La ponderación permitió desproporcio-nar la muestra a fin de tener adecuada repre-sentatividad en cuanto a su tamaño. Porejemplo, para los 3.617 casos que componenla muestra, el realizar un muestreo comple-tamente proporcionado al tamaño departa-mental hubiera obligado a seleccionar el0,63% de la muestra en el departamento dePando (la población pandina es de 52.525habitantes, el 0,63% del conjunto demográ-fico del país). Es decir, hubiera correspondi-do seleccionar el 0,63% de la muestra en estedepartamento. Sin embargo el 0,63% de los3.617 casos que componen la muestra son23 casos, que no hubieran permitido reali-zar un análisis detallado en este departamen-to. Entonces se procedió a “desproporcionar”la muestra, tomando una cantidad que entérminos estadísticos sea significativa y quepermita el trabajo con los datos, para luego“ponderarla” de acuerdo a sus factores realesy tener así una lectura adecuadamente pro-porcionada para el total del país.

En el caso de nuestro ejemplo (Pando)se realizaron 300 encuestas en este departa-mento, lo que permite un análisis eficientey seguro. Estos 300 casos representan el8,3% de la muestra y se les debe aplicar unfactor de corrección (ponderación) a efectosde que no participen de forma sobredimen-sionada en el resultado total. Este factor, parael caso de Pando, se obtiene del cocienteentre 23 y 300. En términos generales a losresultados de Pando se les aplicó un factorque bordeaba el 0,076.

El caso inverso sucede en las poblacio-nes grandes. En Santa Cruz hubiera corres-pondido hacer el 24,53% de la muestra. Estoequivale a 887 casos, que claramente se en-tiende como un tamaño de muestra dema-siado grande para los fines de la investiga-ción. Al final se hicieron 634 encuestas en

Santa Cruz y a las mismas se les aplicó unfactor de ponderación que, dependiendo dela zona y la tenencia de bienes claves, podíavariar entre 0,64 y 3,36.

Ciertamente el escenario ideal puede serel de tener factores de ponderación tendien-tes a 1,00 que no expandan demasiado loscasos de observación. Bajo este criterio pue-de ser recomendable un factor de pondera-ción que no supere el valor 2,0 y aceptable,los mayores a 2,0 siempre y cuando no sepresenten en cantidades significativas al in-terior de la muestra.

Los rangos aplicados se ven en el cuadro12.

Asimismo, el coeficiente de asimetría(caracterización del grado de asimetría deuna distribución alrededor de su media) seubica en un adecuado 1,44.

Diseño del cuestionario

El cuestionario y todos los instrumen-tos fueron desarrollados por la Oficina delInforme de Desarrollo Humano – PNUD, encoordinación con la empresa Apoyo Bolivia,y luego fueron adecuados a su aplicación enel campo.

El primer borrador del cuestionario, ensu mayoría compuesto por preguntas cerra-das (simples y de opción múltiple), fue re-estructurado a partir de la información re-cabada en una prueba piloto y de las pautasproporcionadas por el cliente.

Equipo de encuestadores

Un equipo de encuestadores4 con expe-riencia, en su mayoría estudiantes universi-tarios de los últimos semestres o de institu-tos de educación superior, fue seleccionadoy luego capacitado en el manejo del cuestio-nario, así como en el seguimiento de las ins-trucciones para la selección muestral.

Casos en los que se presenta

Cuadro 12

Rango del factor de ponderación

Menor a 2,0

Entre 2,0 y 3,6

Superior a 3,6

3.327

165

125

%

92.0

4,6

3,5

4 El equipo de encuestadores estuvo conformado por más de 120 encuestadores, 30 supervisores y 9 coor-dinadores regionales.

255

Anexo metodológicoEl trabajo de campo

El trabajo de campo se inicio el 29 dejulio de 2003.

La tarea fue dividida en dos etapas. Laprimera comprendió las ciudades más gran-des y la segunda a las ciudades medianas,pequeñas y a la población rural.

En la segunda etapa se determinaronrutas de trabajo de acuerdo a la distancia yal tiempo de viaje a las ciudades (localidades)seleccionadas en la primera etapa muestral(ver cuadro 13).

La fase de campo concluyó el 29 deagosto de 2003.

Tasa de respuesta

Durante la fase de campo se tuvo querealizar hasta cinco visitas. Se habían progra-mado un máximo de tres, para lograr encon-trar a las personas seleccionadas.

Si luego de tres oportunidades (en dife-rentes horas y días), la persona seleccionadano era encontrada, debía reemplazarse porotra en el siguiente hogar seleccionado. Encaso de que el seleccionado se negara a res-ponder a la entrevista, se procedía de la mis-ma forma.

La tasa de no-respuesta global fue de12%.

Supervisión

Con el fin de verificar la validez de lainformación recopilada se supervisó al me-nos el 30% de la producción de cada encues-tador. La misma fue aplicada al día siguien-te de la aplicación del cuestionario y estuvoa cargo de supervisores capacitados, quienesestablecieron después la consistencia y vera-cidad de la información.

Para cumplir esta tarea, se utilizó unahoja de supervisión donde se detallan el

Cuadro 13

Departamento

Trabajo de campoRuta

1

2

3

4

5

6

Tarija

Cochabamba

La Paz

Pando

Santa Cruz

Potosí

Provincia

CercadoAniceto ArceEustaquio MéndezJosé María AvilesCercadoQuillacolloMizquePunataCapinotaArquePedro Domingo MurilloPedro Domingo MurilloOmasuyosCaranaviIngaviSud YungasLos AndesNicolas SuarezNicolas SuarezNicolas SuarezManuripiAndrés IbañezIgnacio WarnesChiquitosSaraSaraVallegrandeTomás FriasRafael BustillosCornelio SaavedraChayanta

Municipio

TarijaBermejoVilla San LorenzoUriondoCochabambaQuillacolloMizquePunataCapinotaArqueLa Paz (capital)El AltoAchacachiCaranaviTiahuanacuChulumaniPuerto PerezCobijaPorvenirBolpebraPuerto RicoSanta Cruz de la SierraWarnesPailonPortachueloSanta Rosa del SaraVallegrandePotosí (capital)LlallaguaBetanzosColquechaca

256

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

número de encuesta, el nombre de la entre-vistada, la dirección donde se realizó la en-trevista y el manzano. Además, se hicieronpreguntas de control para verificar la calidadde la información proporcionada.

En el caso de las ciudades menores, lasupervisión fue coincidental.

En la supervisión fueron rechazadas 23entrevistas, 12 de ellas se lograron recuperarcon los mismos entrevistados. Las restantesse reemplazaron.

Se previó una sobre-muestra de 150 ca-sos.

Adicionalmente, un equipo de apoyo dela Oficina del Informe de Desarrollo Huma-no se sumó a la empresa para el seguimien-to y supervisión del trabajo de campo.

Edición y codificación de loscuestionarios

Un segundo control de calidad fue rea-lizado mediante la revisión de todos los cues-tionarios, lo que permitió detectar erroressistemáticos que pudieran haberse presenta-do durante el relevamiento de información.En detalle se trató de identificar:- Consistencia de rango- Control de flujos

Relaciones lógicas entre las variablesEn esta fase de la investigación se recha-

zaron 18 entrevistas que debieron ser susti-tuidas.

Así también, en la fase de edición, seelaboró una tabla de códigos a partir de la

trascripción del 30% de las preguntas abier-tas, para luego pasar a una codificación.

Para este proceso se utilizaron boletasguía, que permitieron una identificaciónrápida y efectiva de las preguntas que debe-rían ser codificadas. En esta tarea se involu-craron 12 personas debidamente capacita-das.

La rigurosidad del control de calidad deltrabajo de campo permitió reunir las condi-ciones óptimas para el posterior procesa-miento.

Generación de la base de datos

El vaciado de la información se efectuómediante un programa automatizado5 deentrada de datos que controla también con-sistencia de rangos, control de flujos y sal-tos y las relaciones lógicas entre las variables.

Esta tarea fue realizada en coordinacióndirecta con el equipo de edición y codifica-ción.

Sistematización de los datos

El procesamiento de la información es-tuvo a cargo del equipo del IDH.

Ficha técnica 2: Grupos dediscusión

Ser un etnógrafo, aparte de importunara personas sutiles con preguntas obtusas sig-nifica aportar menos al perfeccionamientodel consenso que al refinamiento del debatey su vocación esencial no es dar respuestas a

7

8

9

Oruro

Chuquisaca

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Tomás FriasAntonio QuijarroJosé María LinaresCercadoEduardo AvaroaCercadoSebastian PagadorTomas BarronOropezaHernando SilesYamparáezTominaCercadoVaca DíezVaca DíezCercado

TinguipayaUyuniCaiza "D"Oruro (capital)ChallapataCaracolloSantiago de HuariEucaliptusSucre (capital)MonteagudoTarabucoVilla AlcaláTrinidadRiberaltaGuayaramerínSan Javier

5 El programa fue diseñado en Fox Pro.

257

Anexo metodológiconuestras preguntas más profundas, sino dar-nos acceso a respuestas dadas por otros.(Clifort Geertz)

El grupo de discusión es un métodoapropiado cuando se busca aproximarse a lamanera cómo la gente percibe o valora cier-tos temas o cómo se siente respecto a ellos,cuando lo que interesa investigar es la inten-sidad de las opiniones y la complejidad de lasconductas y motivaciones de las personas.

Este fue un recurso central en la inves-tigación de este Informe. Se organizaron 45grupos focales en todo el país con la partici-pación de 373 personas.

Los grupos de discusión se organizaronen cuatro bloques, utilizados en distintoscapítulos del Informe:- Comunitarismos de base social, religiosa

y étnica (en el capítulo 3)- Protagonistas de las protestas sociales del

12 y 13 de febrero (en el capítulo 3)- Actores centrales de la educación –

maestros (en el capítulo 6)- Campo informacional e Internet (en el

capítulo 5)

Veamos en detalle cada uno de ellos.

Comunitarismos de base social,religiosa y étnica

La pregunta central de investigación eneste bloque partió de la necesidad de traba-jar la noción de sociedad nacional, diversi-dad de actores y proyectos articulados poruna idea de nación. Vale decir, la reconstruc-ción de la idea del nosotros.

La hipótesis de partida fue que en Boli-via la idea del nosotros está en crisis, es decir,la sociedad boliviana no es capaz de dar

cuenta plena de sí misma, ni a través de re-presentaciones políticas y mucho menosmediante el mercado. Los límites de este re-ferente auto-interpretativo generan la crisisdel nosotros, la cual explica también la crisisde futuro que vive hoy el país. La re-defini-ción del sentido del nosotros es un factor deprimer orden en las perspectivas de Boliviapara integrarse en la sociedad-red y la eco-nomía de la información y el conocimiento.

Si un Estado debilitado y cada vez másalejado de la sociedad no da cuenta del no-sotros, la pregunta es: ¿cómo se reconstruyeéste en una situación de diversidad comple-ja (étnica, religiosa, social, regional, etc.)?

Al mismo tiempo, ¿cuáles son los “pro-tocolos de comunicación”, es decir, las for-mas concretas para establecer estos vínculos?,es decir, ¿cómo se ve la gente a sí misma,como ven a otros distintos y cómo percibenla nación? y ¿qué papel cumpliría una comu-nidad de ciudadanos?

El diseño de los grupos de discusióncontempló la determinación de los quiebrescríticos para la conformación de los gruposy la selección de participantes acordes con laspreguntas centrales de la investigación.

Se establecieron como variables críticas,el grupo de pertenencia y el estrato socio-económico, las variables secundarias fueronla región y el género.

Adicionalmente se convocaron a dosgrupos de discusión con inmigrantes bolivia-nos en la ciudad de Buenos Aires.

En este caso las variables discriminato-rias críticas fueron ocupación y la región olugar de procedencia.

El protocolo de discusión estuvo centra-do en tres ejes:- La identidad

Cuadro 14

Grupo o comunidad

Nivel socio-económico

Plano de grupos focales 1

ÉlitesEstratos medios y bajos

Grupo socio-económico

(1) Empresarios de transnacionales(La Paz y Santa Cruz)6

(2) Campesinos del Valle Alto (Clizay Punata- Cochabamba)(3) Trabajadoras de la Castaña(Riberalta – Beni)(4) cooperativistas mineros (Potosí)

Grupo étnico

(5) Q’aqachacas (Challapata – Oruro)(6) Chiquitanos (Lomerío – Santa Cruz)(7) Jalq’as (Irupampa y Masaya –Chuquisaca)

Grupo religioso

(8) Opus Dei (La Paz)(9) Carismáticos (La Paz)(10) Asamblea de Dios (La Paz)

6 Participaron Repsol/YPFB, Soft Drink Services, Gas Transboliviano, Petrobras y AES.

258

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

- El “otro distinto de uno”- La Nación.

Protagonistas de las protestas de12 y 13 de febrero

Las cicatrices de la crisis política y socialprevia al proceso electoral de 2002, la emer-gencia de nuevas organizaciones políticas deorientación crítica, la dispersión del voto, elescaso margen de diferencia entre las tresfuerzas más votadas y el virtual agotamien-to del sistema de pactos entorpecieron laconformación de un gobierno sólido y du-radero.

En este nuevo contexto, la viabilidad dela administración de gobierno, e incluso delsistema político en su conjunto, estaba estre-chamente vinculada a su capacidad de ges-tión de la crisis económica. Por lo mismo, eldesafío de consolidar a Bolivia como centroenergético del cono sur, y más específica-mente, el reto de viabilizar el contrato deventa de gas a California, adquirieron un ca-rácter estratégico.

Los hechos del 12 y 13 de febrero de2003 pusieron al descubierto los rasgos es-tructurales de la crisis política, económica ysocial de Bolivia y configuraron una nuevacoyuntura política de crisis, degradación einestabilidad que alcanzó su punto más críti-co en octubre colocando en riesgo el mismoproceso democrático. La corriente de cam-bio se fortaleció, pero el lazo y la cohesiónsocial quedaron fuertemente debilitados.Estos hechos incrementaron la desconfian-za, el miedo al desorden y un sentimiento ge-neralizado de orfandad en el conjunto de lasociedad boliviana, especialmente en La Paz.

A principios de marzo de 2003, se en-cargó a la Empresa Diagnosis la realizaciónde nueve grupos de discusión conformadospor algunos de los principales protagonistasde los hechos de febrero, buscando indagarsus percepciones sobre la crisis de febrero. Laconcepción y contenidos de estos grupos dediscusión estuvieron a cargo del Equipo deDesarrollo Humano Aplicado (EDHA).

Composición de los gruposfocales

El protocolo de discusión en estos gru-pos se centró en:- Sentimientos respecto al país y a su fu-

turo- Visión de la crisis política- Nivel de tolerancia del otro “diferente”- Credibilidad en las acciones del gobier-

no y de los partidos después de la crisisActores centrales de la educación

Actores centrales de la educación

La escuela es un espacio fundamentalpara encarar los desafíos de una articulaciónvirtuosa de la sociedad boliviana a la econo-mía y la sociedad del conocimiento.

Desde esta perspectiva, las visiones ypercepciones de los diferentes actores delsistema educativo resultan fundamentalespara comprender el rol que está jugando ypuede jugar la escuela en el futuro.

En Bolivia, a partir de los años 90, laeducación ha iniciado una reforma en la quese privilegiaron el reconocimiento del carác-ter pluricultural y multilingüe de la sociedady una educación intercultural. La reforma

Cuadro 15

Composición de los grupos

123456

Edad

25-4525-4525-4525-4517-1824-45

Sexo Residencia

Villa CocapabanaZona San PedroMercado RodríguezDiversas zonasDiversas zonasZona sur

Hombres y Mujeres.Hombres. y Mujeres.MujeresHombresHombresHombres y Mujeres.

La Paz

Nivel Socio Económico

Medio bajoMedia empobrecidaBajo, popularMedio bajo, bajoMedio bajo, bajoMedia alto y alto

DiversaDiversaVendedorasObreros de la CerveceríaEst. 4to Sec. colegio AyacuchoEmpresarios, ejecutivos

Ocupación

El Alto

123

19-2225-4525-45

Diversas zonasZonas alejadasCeja

Hombres y MujeresHombres y Mujeres.Hombres y Mujeres.

Medio bajoPopular / pobrezaAlto aymara / mestizo

Estudiantes de la Universidad Pública de El Alto (UPEA)Oficios, desocupadosEmpresarios Feria de la 16 de Julio

259

Anexo metodológico

implicó importantes modificaciones en lalabor práctica dentro del aula, cambios de lacurrícula, y en los roles del maestro, de losalumnos y de la comunidad educativa en suconjunto. Sin embargo la implementaciónde esta reforma ha tenido altibajos origina-dos en la falta de consenso entre el Estado,las instancias corporativas y sindicales delmagisterio y los maestros.

En este marco, interesó acercarse a lamirada subjetiva de los maestros vinculadaa las transformaciones que ha vivido el paísen los últimos años y particularmente respec-to al sentido de lo nacional, a los fines de laeducación escolar y a la relación entre edu-cación y formación de un espíritu crítico enun contexto de profundos cambios.

El estudio partió de la hipótesis de queel papel estratégico que cumplió la escuelacomo agente socializador respecto al senti-do de nación y civismo se ha venido desdi-bujando, predominando hoy día una visióncorporativa en la que el sentido de lo nacio-nal ha ido perdiendo fuerza, lo que alimen-taría una desconfianza respecto al cambio ydificultaría el papel estratégico de los maestroscomo actores fundamentales de desarrollo.

Se encargó la realización de 16 gruposfocales con maestros de base (8 en La Paz y8 en Santa Cruz) a la Empresa MarketingSRL. La concepción, diseño y elaboración decontenidos estuvo a cargo del EDHA. Se rea-lizaron 12 grupos focales con maestros debase. En este caso, las variables discrimina-torias críticas fueron el tipo de administra-ción de la escuela: particular, fiscal (urbanay rural) y “de convenio” (escuelas vinculadasa la Iglesia Católica) y la edad (20 a 39 añosy 40 y más). Se consideró como variable

secundaria el nivel socio-económico estable-cido a partir del ingreso familiar y estrecha-mente correlacionado con el tipo de admi-nistración de la escuela (pública o privada).Además se organizaron dos grupos focalescon asesores pedagógicos y dos con forma-dores de maestros.• Asesores pedagógicos La Paz (grupo 13)• Asesores pedagógicos Santa Cruz (gru-

po 14)• Formadores de maestros La Paz (grupo

15)• Formadores de maestros Santa Cruz

(grupo 16)

El protocolo de discusión en estos gru-pos giró en torno al tema de si los maestrosson formadores de ciudadanía y sentido delo nacional como comunidad de pertenen-cia.

Los grupos focales fueron complemen-tados con entrevistas a funcionarios respon-sables de diseñar e implementar la ReformaEducativa.

Campo informacional e Internet

Para la elaboración del capítulo 5 se rea-lizó una estrategia metodológica variada queincluyó la realización de seis grupos focales.- Ensambladores populares (La Paz)- Estudiantes de informática (La Paz)- Estudiantes de instituto de informática

(Cochabamba)- Estudiantes de instituto de informática

(Santa Cruz)- Estudiantes de Unikuljis (Santa Cruz)- Estudiantes de universidades (Cocha-

bamba)

Cuadro 16

Plano de los grupos según variables de corte

La PazEdades

20 a 39

40 y más

Santa Cruz20 A 39

40 y más

Maestros de base

Privada

Grupo 1

Grupo 2

Grupo 7

Grupo 8

Fiscal

Urbana

Grupo 3

Grupo 4

Grupo 9

Grupo 10

Rural

Grupo 57

Grupo 11

De convenio

Grupo 6

Grupo 12

7 Los grupos 5 y 6, 13 y 14 estuvieron compuestos por maestros de base comprendidos de manera equita-tiva entre los 20 y 39 años y 40 y más

260

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Lugar

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Edad

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Part

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261

Anexo metodológicoLos ejes conceptuales en estos gruposfueron:- Identidad y cultura- Usos y relaciones sociales en la red- El concepto de Nación- Desarrollo e Internet

Adicionalmente se realizaron dos gruposfocales con estudiantes de colegios de La Pazy El Alto con el propósito de validar el “jue-go interactivo del Milenio” (usos de Internetpor los más jóvenes).

Ficha técnica 3: Entrevistas enprofundidad

La estrategia metodológica de la entre-vista en profundidad responde a investiga-ciones donde el objetivo es indagar sobre losvalores, sistemas de sentido o modelos cul-turales de los entrevistados. El objetivo es, enunas pocas horas de diálogo, lograr la emer-gencia de la forma de ver el mundo, las in-

tenciones y creencias de la gente. El supuestoteórico es que la palabra es capaz de canali-zar, en su enunciación, una serie de estruc-turas de sentido que organizan el pensamien-to del entrevistado, y que le permiten teneruna visión de coherencia y actuar con natu-ralidad en determinado contexto.

En el Informe se utilizó la entrevista paracomprender la “cultura Internet”. Por ello, encada encuentro se buscó que el entrevistadoreconstruya su mundo, particularmente a par-tir de su experiencia profesional, y que sitúeen él sus valores, jerarquías y legitimidades. Serealizaron entrevistas semi-estructuradas si-guiendo una matriz conceptual similar aaquella que serviría para la elaboración de losgrupos focales, pero se adecuó el instrumen-to a las necesidades propias de la entrevista.

La elección de los entrevistados surgióluego de varias indagaciones, a través deentrevistas exploratorias, intentando llegar ala persona más adecuada cuya experiencia devida y profesional permita, luego del análi-

Cuadro 18

Entrevistas a profundidadActores

• Renato Ampuero• Wálter Espinoza• Camilo Eid• Cliford Paravicini• Jimmy Camacho• Ana María Galindo• Elizabeth Scott• Ing. Saavedra

Sector

Tecnoélites

Total Tecnoélites 8

Tesoro General de la NaciónColegio InformáticosImpuestos Internos

Sisteco CochabambaEncargada de Sistemas de Petrobras, Santa CruzLicenciada en informática, ContraloríaUniversidad Cumbre Santa Cruz

• Marcel Guzmán de Rojas• Iván Guzmán de Rojas• Sergio Prudencio• Nidia Bustillos Rodríguez

Experiencias Particulares

Cajeros automáticos de ProdemProyecto Infotambos

Total Experiencias Particulares 4

• Angel ChambIi• Iván Peña

Técnicos Populares Técnico informáticoTécnico Informático

Total Técnicos Populares 2

• Jaquelín Sandoval• Gabriel Mariaca

Especialistas Socióloga, especialista en el chat en La PazFondo Indígena

Total especialistasTotal entrevistas

216

262

Informe Nacional deDesarrollo Humano 2004

sis, sacar conclusiones más abarcadoras. Unavez terminadas las entrevistas, se procedió ala construcción de modelos culturales, bus-cando mayores grados de abstracción, y com-parando cómo estos modelos interactúandentro de un mismo campo, en este caso elcampo Internet.

Para el trabajo cualitativo, primero seelaboró una matriz teórica con cinco áreasconceptuales: Identidad y cultura grupal,conformación social de la comunidad, usosy relaciones sociales en red, el concepto denación, desarrollo e Internet.

El acercamiento a estos temas se lo hizoa partir de la selección de cinco unidades deanálisis:- La tecnoélite. Profesionales con título

universitario que actualmente trabajanen el medio.

- Experiencias particulares innovadoras.Personas que en ese ámbito tuvieron undesempeño destacado o alguna expe-riencia especial.

- Los técnicos populares. Técnicos quetrabajan cotidianamente con la compu-tación sin que tengan un respaldo edu-cativo universitario.

- Los estudiantes (universitarios y de ins-titutos).

La tecnoélite, las experiencias particula-res innovadoras y los técnicos populares fue-ron estudiadas a través de entrevistas en pro-fundidad

Una vez realizada la recolección empí-rica de información, se procedió a la trascrip-ción respectiva. Los materiales fueron some-tidos al análisis estructural de contenido.