UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL FRANCISCO DE MIRANDA

ÁREA: CIENCIA DE LA EDUCACIÓNPROGRAMA DE EDUCACIÖN

MENCIÓN: EDUCACIÓN LENGUA LITERATURA Y LATÍNINTELIGENCIA SOCIAL

INTELIGENCIA SOCIAL PARA EMPRENDEDORES

PROFESORA AUTORA:

Mgs. Beatriz Sierraalta Marianny Acosta

SANTA ANA DE CORO, AGOSTO 2012

El ser humano posee una serie de capacidades y destrezas cognitivas, motrices

que se van desarrollando en diversas etapas de su vida y cuyas habilidades se

evidencian a través de la percepción, los pensamientos, las emociones, lo gustos, las

intenciones, entre otros. Pues bien, la inteligencia social implica estudio del

razonamiento social en personas con altas capacidades cognitivas. En otro sentido “es

el capital intangible más importante que el hombre puede tener, ya que representa el

valor de todas las relaciones que posee, su capital social” (Horacio, 2006). Cuando el

autor hace énfasis al capital social, se refiere a la capacidad racional y la cantidad de

experiencias que involucran la comprensión y definición de realidades sociales. Para

Oñates (2009) la inteligencia social “es la capacidad humana para relacionarse dada la

habilidad de imitar o adaptarse a lo que se observa en otra persona, la preparación

para dar respuestas apropiadas y rápidas”. Entonces, surge la interrogante, ¿Qué

inherencia tiene la inteligencia social con las personas emprendedoras? Muy sencillo,

según lo planteado anteriormente de las capacidades, habilidades y destrezas que

adquiere la persona para su desarrollo cognitivo y motriz y el aprendizaje que hacen

que las emociones sean contagiosas, permiten que los sentimientos, ideales, metas,

creencias fluyan ayudando a entrar en sincronía con el contexto (educativo o laboral)

y los demás (compañeros o amigos). Así mismo, Oñates (2008) señala los

ingredientes de la inteligencia social para emprendedores y son: la conciencia social y

aptitud social. La primera refiere a la capacidad para ser sensible al estado interno de

otra persona, para percibir las señales emocionales no verbales y para comprender sus

sentimientos, pensamientos e intenciones. La segunda permite establecer

interacciones efectivas, tomar en cuenta las necesidades de los demás y actuar en

consecuencia. No es suficiente tener conciencia social, es decir percibir cómo se

sienta otra persona o saber lo que piensa o cuál es su intención sino que es necesario

aprender a construir interacciones fluidas y eficaces. En conclusión, no podría estar

más de acuerdo que la inteligencia social para emprendedores se apliquen los dos

ingredientes la conciencia y la aptitud como estímulo y criterio personal para

desenvolverse en el contexto social establecer contacto con los demás.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

Horacio, K. (2006) Inteligencia Social y la Gestión del Capital Humano. I Seminario de Gestión del Talento Humano

Oñates, C. (2009) Inteligencia Social y Emocional. Ed. Alianza: México