INSURRECCIÓN ANIMAL - Difusión Antiespecista Animalistas...de menos y del enfado conmigo misma,...

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nº6 Zenigata jamás pillará a Lupén INSURRECCIÓN ANIMAL

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nº6

Zenigata jamás pillará a Lupén

INSURRECCIÓN ANIMAL

A veces miramos atrás, a nuestrxs recuer-dos, a la gente que nos acompañó en nues-tra lucha. Siempre sentíamos su hombrojunto al nuestro, siempre estaban allí, nuncanos fallaron. Ahora ya no están. Cuando miro atrás me doy cuenta de quesólo unxs pocos siguen donde estoy yo, yseguramente esos pocos serán lxs que meacompañen hasta el final. Muchxs en lxsque confié se fueron con la misma rapidezcon la que llega-ron. Ahora poco sé deellxs. Con algunxscoincido en algúnconcierto, quizásincluso en algunamani. Pero lo cier-to es que, dondeestaban antes ydonde a mi megustaba compartirexperiencias ysentimientos conellxs, ahora ya noestán. Y cuando piensoen ellxs me pongotriste, triste pensando que esos buenosmomentos no se repetirán. Esos momentosen los que nos juntábamos para conspirar.Esos momentos en los que compartimosmiedos e inseguridades, pero sabíamosque si pasase algo lo daríamos todo lxsunxs por lxs otrxs. No estaríamos solxs. Yahora ya no están.A veces me enfado conmigo misma, ¿Cómono pude darme cunta?; ¿Cómo fui tan inge-nua? ¿cómo pude confiar en ellxs? Me pro-meto que no me volverá a pasar, pero mepasa. Me sigue pasando una y otra vez.¿Quizás por la ilusión que sigo teniendo? Niidea. Pero además de tristeza por echarlesde menos y del enfado conmigo misma,siento rencor en mi interior. Cuando meacuerdo de ellxs y pienso que me mintieron,

que utilizaron mi lucha en su propio benefi-cio. Que para ellxs tan sólo fue una fase desus vidas en la que se sintieron rebeldespero que ya quedó atrás y que ahora hablande ella como “cosas de jóvenes”. Entoncessiento rencor y rabia. Cuando me losencuentro por casualidad y me preguntanextrañadxs “¿aun sigues metida en lo de laLiberación Animal?” Siento rencor y mucha,mucha rabia. Dicen que soy dogmática o

una fanáticacuando digo lasmismas verda-des que ellxsdecían haceunos años, y esohace que com-prenda que ellxssiempre supie-ron que seríauna fase en suvida, que emple-aron mi luchacomo una vía deescape, y queme mintieron.Pero a veces,pocas veces

debo reconocer, pienso que les estoy juz-gando y que quizás no sea así para todxs.De hecho me consta que para algunxs nofue así realmente. Unxs cuantxs lucharonhasta el final. Entraron al talego, les separa-ron de sus familias, de sus amigxs, de lalibertad, algunxs fueron tiroteadxs, y otrxsincluso vieron morir a compañerxs y lucha-ron hasta no poder más. A esa gente nopuedo recriminarle nada. Unxs aguantanmás que otrxs, pero para mí lo importantees ver que lo han dado todo hasta que darexhaustxs. A toda esa gente, a lxs que des-fallecieron en la lucha os sigo llevando den-tro, os quiero, sé que fuisteis sincerxs ycomprendo que ya no estéis aquí; no obs-tante os sigo echando de menos.

YA NO ESTÁN

ADEMÁS DE CHARLATANESINÚTILES

La lucha por la Liberación Animal secaracteriza por las grandes esperanzasque tenemos. Por una visión positiva, por-que nos damos cuenta de que nuestrosactos tienen consecuencias que influyende forma directa sobre la libertad de losanimales. Porque somos conscientes deque cada animal rescatado es una victo-ria. Este optimismo, esta satisfacción quesentimos cuando vemos un animal que harecuperado su libertad, nos lleva a estarcontinuamente pensando qué es lo próxi-mo que debemos hacer para avanzar ennuestra lucha. Nos lleva a reflexionarsobre estrategia y es aquí donde comien-za para muchxs el problema.Aquellxs que realmente sienten esta luchadentro de sus corazones están continua-mente pensando en estrategias y transfor-mando esos pensamientos en acciones, y,a su vez, estas acciones dejan a la vistalos pensamientos que las han empujado.Pero hay gente que se dedica básicamen-te a analizar las acciones (no me refierosólo a las ilegales) que llevan a cabo losdemás y a sacarles defectos. Me refiero a esos humanos que un día tedicen que tienen un proyecto entre manos,que la van a liar parda, y cuando te los

vuelves a encontrar y les preguntas teponen la más cutre de las excusas. Y tantranquilos luego te dicen que han visto unlaboratorio no sé donde que… y sabesperfectamente que jamás van a hacernada. En todo ese tiempo hacen algúncomedor, pegan unos pocos carteles eincluso sellan un par de peleterías. Perohay algo que se les da muy bien; criticar. Estudian todo lo que la gente hace y lomal que lo hace y cómo ellxs lo hubiesenhecho de otra manera que, claro está, erala mejor. Pero lo cierto es que ellxs nohacen “nada”. A veces tienen razón, de hecho bastantesveces estoy de acuerdo con ellxs, pero meda rabia que si ellxs no hacen nada, si sepegan 3 meses para organizar una mani-festación de mierda, una manifestación enla que no hay nada que organizar, unamanifestación en la que lo único que hacefalta es enterarse de donde están las ofici-nas de una compañía relacionada conHLS, juntarse 4 ó 5 personas y metersedentro gritando con megáfonos y tirandohojas informativas. Repito, si alguiennecesita tres meses para hacer algo asíde sencillo me parece perfecto, cada cualdecide hasta qué punto está dispuestx allegar, pero si es ese tu caso ¿qué tienes

que criticar tú –inútil- a PeTA porque no sedeclaren anarquistas?.No digo que no haya veces que tenganrazón. Sólo faltaría eso, que su actividadbásica dentro del movimiento sea la deanalizar lo que hacen los demás y aún asílo hagan mal. Pero para mí la mejor críticaque se puede hacer a un compañero queestá haciendo algo que tu crees que sepuede mejorar es hacerlo TÚ a tu maneray que el/ella -tras ver tu forma de trabajar-decida por sí mismx. Yo personalmente ya he escuchadodemasiado a estxs charlatanes y estoyaburrida de ellxs. Sugeriría que nadie lesescuchase, fijémonos en lo que ellxshacen y, si por casualidad algún día les dapor hacer algo verdaderamente producti-vo, comparémoslo con lo que nosotrxs

hacemos todos y cada uno de los días denuestra vida y decidamos. Pero hasta queno se molesten en hacer “nada”. Mientrassu actividad básica sea escribir artículos ycolgarlos en Internet. Mientras sus activi-dades diarias se basen en actualizar sublog y fotologs con fotos y textos “guays”.Mientras sigan siendo durante 364 días alaño activistas de boca y un solo día al añosalgan a la calle, debemos dejarlos delado porque todo lo que aportan a nuestralucha -una lucha que se basa en la accióny no en la charlatanería- es su absolutafalta de sinceridad y una enfermiza conta-minación interna que no puede hacer sinopudrir el movimiento.

SE NOS ESTÁN COLANDO(y les dejamos)

Llega un momento en la vida de muchxs enel que quieren sentirse especiales. En reali-dad eso nos pasa a todxs, y constantemen-te. Pero me refiero a diferentes. Por su edad(?) o por lo que sea pasaron por una etapaen la que quisieron desmarcarse del ríoprincipal. Desgraciadamente, en lugar deautodefinirse como gotas de agua particula-res -como individuos- optan por meterse enun riachuelo alternativo y seguir dejándosellevar por la corriente. Por otra corriente“distinta” aunque la esencia es la misma.Continúan rechazándose a sí mismxs paraseguir encajando en la corriente. Es más, sellegan incluso a moldear a sí mismxs paraser como se supone que deben ser y así seraceptadxs.Cualquier tipo de movimiento en el que loque importa es lo externo, la apariencia, laestética (el okupi, el punk, el skin, y otrasmierdas varias) está formada por esasgotas de agua; esos animales humanoscarentes de una personalidad fuerte, sinautoestima. Animales humanos que no sequieren a sí mismxs y que sus vidas giranen torno a ser aceptadxs por los demás yaque ellxs no se aceptan a sí mismxs. En las luchas (perdón por ponerlo en plural)se nos cuelan demasiadxs y es esto lo pre-ocupante. La culpa de que los centros anar-quistas estén en muy alta proporción forma-dos por animales humanos que acuden alos mismos porque les parece que quedaguay y concuerda con la imagen que ellxsquieren dar es culpa nuestra. Culpa nuestra por varios motivos entre ellosel que muchas de las actividades que se lle-van a cabo en los CC.SS. están dirigidas aellxs; claro ejemplo: los conciertos. Dehecho hay, en muchas ciudades, lugares lla-mados CC.SS. que realmente son salas deconciertos, pero que, por estética quedamejor llamarles CC.SS. aunque jamás lohayan sido ni lo serán. Pero dejo de irmepor las ramas…

Hay muchxs tipos de modernxs en los sitiosque frecuentamos y entre ellxs están losque les parece que queda guay implicarseen una lucha. Ven la implicación en unalucha como medio ideal de subir su bajaautoestima, hacer amigxs y, si hay suerte,follar. Lo cual comprendo, pero molestan.Estorban. Es así, siento que haya gente queno se quiera a sí misma y que no se acep-te, si puedo -y me apetece- les ayudaré enla medida de mis posibilidades, pero nodeben confundir una asamblea con unaterapia de grupo.Lo externo, lo superficial invade nuestrosCentros Sociales. Lo superficial se plasmaen nuestrxs textos, en nuestrxs fanzines. Lamera estética. Somos capaces de prostituirnuestras ideas por las apariencias. Somoscapaces de escribir páginas y páginas sus-tituyendo la letra “Q” por la “K” para ke kedeklaro k la persona k lo ha eskrito es muyradikal. Aunke luego no se entienda nada.Me da vergüenza ajena leer este tipo decosas. Ya no estoy para esto.No voy a lanzar una campaña ni a gastarmucha energía en “limpiar” la mierda quehay en los CC.SS. por varias razones. Laprimera es que dudo que merezca la pena.Poca gente he concocido en un CC.SS queme haya demostrado que realmente vale.Así que, sinceramente, no me causa ningúnquebradero de cabeza lo que en ellos ocu-rre.Es tan solo una mera reflexión que puede

estar equivocada pero que me apetecepublicar. Cada uno que llegue a sus propiasconclusiones. Pero que quede claro quecuando hablo con una persona con cresta yultra maqueada, una perso cuya principalpreocupación es llamar la atención, pocasveces dicen algo diferente a lo que me diceun tunnero. Porque son la misma gente.Cuando veo un texto con más de una K enuna frase pocas veces sigo leyendo.

MEJOR MUERTXS QUEESCLAVIZADXS

Cuando el tema de la Liberación Animal teobsesiona acabas dándole vueltas a todo.Antes de dormir empiezas a imaginartecosas; animales libres, laboratorios vacíos,“vivisectorxs jodidxs”, etc. Le das tantasvueltas a las cosas que acabas llegando aconclusiones que te hacen sospechar quenecesitas buscarte novio (o marido) y com-prar un piso, y dejarte de gilipolleces comoquerría tu madre que hicieses. Pero estasgilipolleces son mi vida, y ahí va una…Una de las tres normas que tienen lxsmiembros del ALF, quizás la más básica, esla de no hacer daño a ningún animal (de

cualquier especie) y mucho menos matarlo.Es curioso porque en sus comunicadosmuchas veces dicen alegrarse por los ani-males que han conseguido rescatar peroque sentían enormemente haber dejadotantos otros atrás, que por problema deespacio no podían realojar. ¿Qué consideramos peor que mueran deuna forma poco dolorosa o que un vivisec-tor (si es el caso de un laboratorio) les tor-ture hasta morir quién sabe durante cuantotiempo?Para mí la respuesta está muy clara, perohay algo que es mucho más importante que

la respuesta en sí, y esel asco que me da lapeña que opina y criti-ca a lxs que se la jue-gan y yo no soy de esaíndole. Lo mio es unamera reflexión quetengo y no llevo lamenor intención deconvencer a nadie, ymenos por medio deeste panfletillo. Sialguna vez quisieseconvencer a alguiende algo así lo haría pormedios distintos a pan-fletos. Este fanzine lohago para pasarmelobien, porque me entre-tiene. Soy perfecta-mente consciente deque la gente que tieneganas de hacer quelas cosas cambien noles hace falta leer esto.Y lxs que llevan añoscuya proeza máximaes poner pegamentitoen cerraduras nunca

cambiaran por mucho que lean.Al grano, yo lo veo así; mejor que mue-ran rápido los animales de un laborato-rio a dejarles encarcelados el resto desu vida y darles el placer a lxs vivisec-tores de envenenarlos hasta su muerte.Creo que sería mejor que ardiese unlaboratorio con animales dentro a quesiga en pie. Si los animales pueden serrescatados y luego destrozarlo perfec-to, pero si no… yo no le veo “ningúnproblema”. Y lo digo porque me pongo en el lugardel animal e imagino lo que a mí megustaría que pasase. Si yo fuese una anarquista de las de loscampos de exterminio nazis y tengodos opciones. La primera que lxs car-celerxs nos usen a todxs para hacerexperimetos hasta morir y la otra quese destruya el centro de exterminio contodxs dentro. Me quedo con la segun-da.

La pijada esta del “punk” me tiene negra.Cada vez estoy más harta de las tontadasestas de las crestitas y los tintes de pelo.Que hagan lo que les dé la gana, pero queno se crean mejores que yo por no ser unapija de mierda. Es que..., sinceramente,me dan asco. Son gente tremendamente triste, su auto-estima está por los putos suelos; ¿quiénconoce a alguien con una buena autoesti-ma que esté durante años cambiando sumanera natural de comportarse parademostrar a los demás lo guay que es?¡Pero si hasta cambian su manera dehablar! Ya no digo sólo la de expresarse,sino la de hablar. Ese tono así comomedio apagado -rollo yonki, o borrachocalimochero que me da tanta grima ydicen eso de “¿no tendrás un cigarrito?”. A mi esta gente me da “pena”. Un chava-lín que utiliza esta estética durante una

temporada para expresarse a sí mismo (ya su entorno) que ya está hartx de com-portarse como le han enseñado en laescuela y en la familia pase. Pero alguienque ya dejó su adolescencia muy atrásque adopte una estética sagrada y queesté siempre compitiendo por demostrarque el/ella es el/la más punk, la másnotas, el/la más borrachx, el que mássucio va y el/la que más discos de vinilotiene en su casa… es penoso.Pues soy benevolente y me limito a igno-rarles. Sólo expreso mis náuseas cuandome tocan demasiado los ovarios. No lesinsulto, no les digo nada. Ellxs por un lado,yo por el otro. Lejos.A mí su obsesión por las apariencias, porlo superficial, por el “qué dirán de mí”, sino afectan a nadie más que a ellxs mehace sentir incluso cierta empatía haciaellos; podría llamarse “pena”, pero una

COSTRAS

pena… llamémosla sana. No lástima en elsentido de que yo soy superior a ellxs sinoque veo que son gente triste, con vidas tis-tes, que se quieren muy poco a sí mismxs yeso me da “pena”/tristeza. Pero esa penano es una pena que no me deje dormir,todxs tenemos nuestros problemas y cadauno tiene que saberse buscar la vida.Además yo no soy Cáritas y no voy a perderel tiempo con cada desgraciadx que se mecruce en el camino. Pero es que hacen cosas que no puedopasarlas por alto. Como decía, si su fanatis-mo por las apariencias sólo les afecta aellxs, entonces les ignoro, pero da la casua-lidad de que implican a otros individuos quequieren ser libres. La estética que llevan fueen sus orígenes una estética provocativa.Eso quedó muy atrás ya, está claro, peroalgo les queda. Obviamente las chapitasesas con los pinchitos y los clavitos ya noimpresionan a nadie. Así que, en su obse-sión por llamar la atención he conocido amás de un/a desgraciadx que le ha dado

por comprar una rata para usarla comocomplemento de su uniforme. Para ellxs eso es una rata, un complemen-to, algo que les hace quedar guay, un instru-mento con el que van a lograr que aquellxsque les rodean se fijen en ellxs. La pana-cea. Bien, pues es por esto por lo que estagente debe morir; al menos lxs de las ratas.Esta gente es la escoria más asquerosa quepuede existir. No veo la más mínima dife-rencia entre ellxs y un vivisector (o un car-celero). Tanto el/la una como el/la otra utili-zan y esclavizan individuos que desean serlibres en su propio beneficio.Me jode que no se les diga nada, al menosyo pediría que se les pusiese una simplecarita de asco; es lo mínimo. Pero aquellxsque les sonríen rollo “¿tronco llevas unarata? Que guapa; ¿me la dejas coger?” esachusma es cómplice y unos explotadores enpotencia. Deben morir igualmente. Y es eneste tipo de situaciones es en las que pode-mos descubrir a aquellxs vegetas que lohacen por ir de guays, porque ven a un ani-

mal dominado enfrente suyo y si el explo-tador es un punk muy guay entonces vana hacerle la rosca. ¡A la hoguera!Quiero dejar claro que para mí no es lomismo alguien que anda por la calle conun perro que alguien que lo hace con unarata. Los animales perros son animalesque han sido domesticados por los anima-les humanos en su absurdo afán porrechazar lo salvaje, lo natural. Los anima-les humanos han arrastrado a los perros,al igual que a sí mismxs, hasta ser casitotalmente ineptos para sobrevivir en unestado salvaje, sin una civilización huma-na que les ampare. A un perro lo sueltasen un monte y no le estás liberando sinoque le estás haciendo una putada y lo másseguro es que muera pronto por inanición.Sencillamente porque él, al igual que tú,no sabe como buscarse la vida sin la civi-lización construida por los animales huma-nos. (y aquí no veo contradicción con eltexto de “Mejor muertos que esclavi-zadxs”).Pero las ratas son la hostia, las ratas, enla naturaleza, son más espabiladas en unmonte que un humano oque un perro y lo másseguro es que sobrevi-van y disfruten de lalibertad.Pero la diferencia funda-mental es la diferenciaque suele haber entrealguien que sale a pase-ar a un animal y el quesale a lucirlo. A utilizarlo.Con un perro no pasacasi nunca, pero un cos-troso con una rata esseguro que la está escla-vizando en su propiointerés.Por ello no quiero olvi-darme de los modernosque van siempre rodea-dos de mil perros y van atodas partes con ellxs.

Pero vamos a ver, ¿alguien me puedeexplicar que coño hace un perro en unconcierto? Es que ese no es el sitio de unperro. El sitio de un perro es: a) el campoo en su defecto un buen parque dondejugar, y b) su casa. No hay opción c), y sila hay desde luego un concierto lleno degente chillando como gilipollas no la es. Los perrxs tienen el oído muchísimo mássensible que nosotrxs y además se asus-tan con la gente haciendo el cafre comoenergúmenos. Pero eso es algo que a susdueños (eso es lo que son) no les importaen absoluto. Prefieren hacerse los guays yutilizarlos como parte de su indumentaria.Los utilizan como lxs explotadores queson. En una ocasión en un amago de pelea enel que yo estaba implicada los costrosxsme azuzaron a los perros y eso es muysignificativo. Un animal humano que creeque un perro no es un amigo sino unacosa que sirve para que haga lo queél/ella le ordena y le viene en gana estáclaro lo que debe hacer (suicidarse).

¿MASCOTISMO?; NO SABESNI LO QUE DICES

Las personas que tienen unas creencias fir-mes y que las sienten con sinceridad. Lxsque les damos vueltas a una misma histo-ria, a un mismo tema, podemos llegar a unaconclusión que sea una absoluta estupidezy parecernos lo más lógico y consecuentedel mundo. Nos parece que hemos visto laluz y nos convertimos en unxs iluminadxs.En primer lugar, quiero diferenciar los dosprincipales tipos de personas que yo puedollegar a considerar anarquistas, para que, acontinuación, pueda empezar a hablar deuna usual estupidez que dicen muchxs delxs que se encuentran en uno de los tipos(nosotrxs tenemos las nuestras).Como ya he dicho en otras ocasiones unapersona que no cree en la destrucción detodas formas de dominación no es anar-quista, por lo tanto, automáticamente, unapersona que come carne queda al margende mi “clasificación de los distintos tipos deanarquistas”. Sé que es un poco ridículoponerse a clasificar los tipos de anarquistaspero es lo que hay. Yo lo hago así, si no tegusta pasa. Con esto dicho, hay dos tipos. El primeroestá compuesto de anarquistas a ultranza,son los más, los que han leído más libros,lxs que están en contra de todo. Cada vezque alguien abre la boca ellxs le tachan dereformista. Dicen que no están en la mismalucha porque ellxs son la hostia y los demásno son tan anarquistas como ellxs. Estagente es asidua a los CC.SS. Llevan elanarcómetro siempre preparado para verquien es el “más”. Quien escribe a máspresxs, quien pone más carteles, quienorganiza más charlas. Quién critica máscosas en una frase en la que no hay nadaque criticar. Es una competición bastantecansina y terminan agotadxs ellxs mismxs.No digo que sean mala gente, y muchasveces comparto lo que dicen. Pero este tipode anarquistas dicen gilipolleces igual queel mío.

Sigo describiéndoles. Este grupo de anar-quistas perfectxs buscan siempre ser con-secuentes. Buscan que lxs demás sean100% consecuentes y a ellxs mismxs se loexigen. Aunque hay veces que lo hacenfrancamente mal. He conocido a algunx deestxs que ha llegado a especular conviviendas y luego montan la de dios porauténticas tontadas. A lo que voy. Estegrupo de super-anarquistas cree (o dicecreer) en la Liberación Animal. Son militan-tes del anarquismo. Pero -aunque ellxsdicen lo contrario- para ellxs la liberación delos animales no humanos es menos impor-tante que la de los animales humanos. Y seles ve el plumero si se les escucha conatención. Antes de seguir, resumo el otro tipo de lxsque yo considero anarquistas y que es en elque yo me incluyo. Somos gente más sen-cilla que no vamos de anarquistas perfectxsy que de hecho no vemos esa palabracomo la panacea. La mayoría de lxs quecomponen este grupo les importa un carajola palabra anarquía, de hecho, lo quecaracteriza a este grupo es que gran partede sus componentes son anarquistas y nisiquiera lo saben.Vemos las cosas de una manera mucho

más simple: todos los individuos deben serlibres y punto, no hace falta leer muchopara entender eso. Nos importa una mierdala especie, el sexo o la raza a la que perte-nezca. Y nuestra lucha no hace preferen-cias de unos animales u otros. Sentimos laexplotación de lxs no humanxs tanto comocualquier otra y luchamos contra ella, noporque creamos que debamos hacerlo,sino porque sentimos que queremoshacerlo. Cuando antes de dormir nos viene la ima-gen de una vaca a la que le han separadode su ternero para que un humano le robesu leche no nos limitamos a analizar en unplano teórico la situación de dominación. La

sentimos, nos entran todos los males.Lloramos. Y buscamos la más mínimaoportunidad para hacer que las cosas cam-bien.Sigo. Y advierto de que esta es mi formade ver las cosas y puedo estar confundida,pero lo dudo. Los anarquistas perfectosno sienten afinidad con lxs animales queno pertenecen a su especie. Se sientenmuy distintxs a ellxs. Sí, creen que deberí-an ser libres, pero sin más. No se les parteel corazón viendo un pájaro en una jaula.Creen que no debería estar ahí y ya está.No sienten empatía. Y dentro de la luchapor la liberación animal la razón es tan sólouna parte, los sentimientos son otra, paramí, esencial. Porque la razón te hace verque un pájaro no debe estar en una jaula,pero es la empatía hacia el pájaro, elponerte en su lugar, esa rabia que te entraes lo que te empuja a abrir la jaula y des-trozarla después. Y si esa jaula no terminaabierta, si ese pájaro no termina volandoentonces no hay liberación animal.Entonces tan sólo son pensamientos, o,como mucho palabras, pero no LiberaciónAnimal.El caso es que, como decía, a los militan-tes del anarquismo los animales no huma-nos no les dicen nada, no los comprenden,hasta aquí no hay problema. Es como si yodigo que no me llaman la atención loshombres, que no les entiendo, que megusta más juntarme con mujeres porquesiento mayor afinidad o por lo que sea. Ahíno hay nada de malo. Pero en lugar de asumir que no les gustaconvivir con animales no humanos, comoellxs se sienten ultra militantes de la justi-cia, se escudan en argumentos que sontotalmente absurdos, pero además sonperjudiciales.Les ha dado ahora por decir que convivircon un animal que no sea humano implicadominación. Y es aquí donde yo veo quese esconde un especismo bestial. Es aquídonde realmente se ve lo que sienten. Meexplico.No les entra en la cabeza que un humano

pueda convivir con un no-humano sindominarle. ¿Por qué? ¿Qué pensaríais siyo no entendiese que un blanco se relacio-nase con un negro y que no le dominase?Que no me entrase en la puta cabeza.Pues a ellxs no les entra. Esto es muyimportante.No voy a negar que la mayoría de la genteque se relaciona con animales no huma-nos mantenga una relación de dominación.Lxs que tienen peces para adornar sucuarto, lxs que se compran un gato porquese sienten solxs, o lxs que tienen un perropara que les vigile la casa. Pero ¿dondehay dominación en que vayas andando porla calle, te cruces con un perro que lo hanatropellado –o que por lo que sea necesitaayuda- tú decides dársela porque a ti te dala gana, os hacéis amigxs y convivísjuntxs? Si alguien confunde amistad condominación debemos preguntarnos el porqué. Ellxs dicen que ayudar a un animal esdominación. Yo me pregunto qué harían sise encuentran a un niño perdido en unmonte que les pide ayuda porque está apunto de caerse por un acantilado. Estoysegura de que a él si le ayudarían. Pero aun perro no. A mí me parece muy bien quealguien no quiera ayudar a un individuoque la necesita y más aun que no quieraconvivir con él. Pero que no joda si otroquiere hacerlo. La situación puede ser lacontraria. Puede darse el caso, por ejem-plo, de que voy por la calle, hay 5 gradosbajo cero pero sé que en pocas horascaerá la noche y habrá 12 bajo cero. Veoun perro, es evidente que va a morir.Pueden pasar dos cosas. Una que pase delargo y deje que lo atropellen (como haríanlos mega anarquistas siempre, porque deotro modo sería dominación). Y otra queme dé la gana ayudarle, no porque esteobligada si no porque a mi me apetece. Yosiento empatía hacia este perro por lo quesea y he decidido ayudarle. Los anarquis-tas perfectos a esto le llamarían domina-ción porque lo he metido en mi casa y le hedado de comer lo que yo quería darle. Paramí, cuando alguien dice estas cosas des-

varía. Le han dado tantas vueltas al temade la dominación que ya no tiene nadaque ver con la realidad y se ha quedadoen un mero tema teórico. Se han quijotiza-do, han leído tantos libros que han perdi-do toda noción de la realidad. La dominación se da cuando un individuo,en una situación de poder se aprovechade otro individuo en una situación de debi-lidad. Que un individuo disponga de casay de comida, y lo comparta con otro indivi-duo que carece de ello se llama ayudar, ocompartir y no dominar. La dominación podría darse seguidamen-te tras haber invitado a un individuo a tucasa. Puede haber personas que piensenque por el hecho de que haya un papel enel que ponga que esa casa es suya tienenderecho a hacer lo que les dé la gana conlos individuos que entren en ella. Peroesto es independiente de que quien entresea un animal perro o un animal humano.Puede pasar que yo vaya por la calle y meencuentre a una humana que veo que lava a palmar. Ella lo sabe. Le invito a micasa. Acepta. A partir de ahí empiezo adarle órdenes, le digo que limpie los platosy los derrapes que dejo cuando cago.¿Ves? Esto sí que sería dominación. Peroel que yo invite a una persona a mi casano implica que tenga que limpiar mi mier-da. Lo mismo sucede con los perros. Yome podría hacer amiga de ese perrx. Elladecidiría cuando quiere comer, nos adap-taríamos para salir juntos a pasear y ajugar igual que lo hago con el resto de misamigas. Y yo no tendría la voz cantante. Siun día ella tiene muchas ganas de salir ajugar y yo estoy un poco apalancada meadaptaría, y si otro día estoy en la monta-ña y tengo fiebre y quiero volver a casa, seadaptaría ella. Y esto, señoras y señores,es lo que hacen todos los amigxs delmundo. Y repito que una relación de domi-nación es algo muy diferente. Y los mártires del anarquismo siguen dán-dole vueltas a la cabeza sin saber siquie-ra de lo que están hablando. Dicen;

“bueno pero es que hay gente que se va alparque con su perro, el perro se vacorriendo y ellxs se van a buscarlo”. Loque dan a entender es que no dejan deci-dir al perro por sí mismo. Dan a entenderque el perro ha tomado una decisión algoasí como de emanciparse. Ve que pasa yade los humanos con lxs que vive y selarga. En el hipotético caso de que fueseasí la cosa les doy toda la razón. Yo, siconviviese con un perro, que sé que el/ellalo que quieren es tirar para el monte e irsepara donde les dé la gana lo dejaría mar-char, aunque supiese que tiene un futurobastante oscuro. Pero cuando un perro seva no suele ser porque el perro no quieraconvivir con lxs humanxs más. Y eso suscompañerxs humanxs lo saben. Lo quesuele pasar es que se han asustado porun petardo o por lo que sea y han salidopor patas. O porque se han perdido. Yellxs mismxs en seguida buscan a susamigxs humanxs. Y no hay que buscardominación donde no la hay. Para quequede más claro. Te vas con tu hijo, tu hijotiene el coeficiente intelectual de un perro,piensa como un perro. Un día lxs dxs deci-dís que para variar os apetece dar unpaseo por la montaña. Cae un rallo, tu hijose asusta y se echa a correr por las escar-padas pendientes. Una persona que no es especista no dis-tinguiría entre si es un humano que pien-sa como un perro o un perro que piensacomo tal. Y es esta situación la que a míme permite diferenciar entre un tipo deanarquista y el otro. Entre lxs que no sonespecistas y lxs que dicen que no lo sonpero que lo son. Joder que si lo son. Sonespecistas hasta la médula. Según la teo-ría del militante anarquista, si el padre vaa buscar a un perro que se ha largadocorriendo automáticamente es un domina-dor. Por tanto, si realmente ese megaanarquista no es especista ocurrirá lomismo con el niño que tiene la mentalidadde un perro. El padre debería dejar al niñoque se caiga por el acantilado y volver tan

contento a su casa pensando que su hijoseguramente estará descuartizado peroque al menos él no es un dominador.Nosotrxs, los del otro grupo, tenemos lospies mucho más en el suelo. Ayudaríamosal niño y al perro, por que los dos necesi-tarían ayuda, querríamos a los dos indivi-duos y estaríamos dispuestos a prestarlesesa ayuda. Pero lxs mega anarquistasayudarían al retrasado y olvidarían alperro. ¿Y porqué os digo todo esto?, la explica-ción es sencilla: porque sois jodidamenteespecistas. Iros a la mierda con vuestrosputos rollos de anarquista trasnochadxque no os creéis ni vuestras mentiras. Queestáis siempre diciendo gilipolleces en loque a la Liberación Animal respecta por-que os importa un carajo. Si no os andarí-ais con cuidado con lo que decís. Queesas mismas tontadas no se las aplicáis aun preso anarquista. Que nunca he oídodecir a un mega anarquista que si seencuentran a un anarquista que se ha

fugado del talego que necesita ayudael/ella no le dejaría cobijarse en su casaporque si no sería dominación, pero sí quelo decís de los animales no humanos. Queme dais asco en lo que se refiere a laLiberación Animal porque no creéis en ellani una pizca y la usáis para demostrar quesois consecuentes pero no porque la sin-táis. Joder, que os conozco, muy, muybien. Que os he oído decir que queríaistener un burro para emplearlo en el huer-to y luego me venís con vuestras leccio-nes y vuestras milongas como si acabasede caerme del árbol. En fin. Vosotrxs losabéis mejor que yo. Jamás haréis nadapor la libertad de un animal que no seahumano, pero estaría bien que por lomenos no confundieseis a lxs chavalxsque con toda su ilusión están dispuestxs aayudarles y que no les hicieseis sentir malpor ello. En lo que al tema de la LiberaciónAnimal respecta contáis con todo mi des-precio.

MIEDO EN TU CABEZA; MEN-TIRAS EN TU BOCA

Nos gusta creernos poderosxs; nxs gustacreer que suponemos un problema para elsistema; tan sólo somos una panda decobardes.Llegas por primera vez a un Centro Social,con tus ideas, con tu ilusión, con tusganas de hacer cosas, apareces en elC.S. Magdalena, con los de Oveja Negra,El Besos o el que sea. Escuchas a lagente, debates con ellxs, aprendes, discu-tes, te enriqueces, te animas, te hierve lasangre, tienes ganas de explotar. Cuando oyes a la gente hablar de “estra-tegias para destruir lo que nos oprime”,“causar la mayor destrucción posible”,“sabotear el engranaje” mienten. Mientena los demás y se mienten a sí mismxs. LosCC.SS. son, aunque sea duro decirlo, lossitios más tristes a lxs que se puede acu-

dir. Lo conforman individuos que jamás lle-garán a hacer lo que a ellxs les gustaríahacer. Tienen claro que les gustaría quetodo se derrumbase y saben cual es lamejor estrategia para lograrlo, pero enlugar de llevarla a cabo hacen otras cosasque también les gustan pero que –cuandoponen los pies en la tierra- se dan cuentade que no causan ningún quebradero decabeza al estado. Sin embargo sigo escu-chando y leyendo por todas partes esafrase de “muerte el estado y viva la anar-quía”. Pero ¿qué queremos que muera elestado y que viva la anarquía o queremosmatar al estado y hacer que viva la anar-quía?. Creo que es lo segundo lo que que-remos, y no esperar a que el estado caigapor sí mismo. Pero matar al estado puede llevar una

serie de consecuencias que no nos gustany entonces es cuando decidimos ocultar-nos en una serie de actividades que muypoco contribuyen a que el estado arda.Fijémonos en las actividades que solemosllevar a cabo a diario. Hacemos zines enlos que defendemos que se empleen todotipo de actividades para reventar el siste-ma, los difundimos en distris, publicamosdiscos con letras combativas, organiza-mos charlas y llamamos a gente que en suvida a hecho lo que nosotrxs creemos quese “debe” hacer; hacemos pases de vide-os que dan lugar a debates que, por cier-to, más bien parecen concursos para verquien es más radical. Las actividades que llevamos a cabo ennuestro día a día no son más que unamáscara. Ocultamos en ellas nuestrosmiedos. A mí, y a todo el mundo que heconocido en los CC.SS. nos gustaríahacer mil cosas que no hacemos porquenos da pavor. Nos da miedo perder nues-tra libertad y que nos den un par de hos-tias. Pero debemos entender que eso eslo que tiene ser anarquista: Si eres anar-

quista quieres destruir el estado. Si haceslo posible por destruir al estado es lógicoque el estado responda de alguna mane-ra. Si no asumes que ser anarquistapueda conllevar una serie de consecuen-cias quizás no lo seas.Todos somos muy valientes en los deba-tes, en nuestros zines, componiendo can-ciones, etc. Pero donde se ve quien estárealmente convencido de lo que dice escuando hace lo que dice que cree que hayque hacer. ¿Qué mierda me importa a míque haya 100 personas en Madrid (porejemplo) que apoyen al ALF si sus accio-nes se limitan a sellar cinco peleteríascada mes y hacer sabotajes mínimos endiez furgonetas de UPS en un año? Veo muy claro que la gente (casi toda) queacude a los CC.SS. jamás me va a impre-sionar nunca más. Me engañaron cuandoempezaba a acudir a ellxs pero ya no soynueva. No me engaña la gente que secree muy rebelde aunque consigan enga-ñarse a sí mismxs. Os he visto echaros lasmanos a la cabeza porque en la tele lapolicía decía que iba a abrir una investiga-

ción por algo con lo que no teníais nadaque ver y que la policía sabía perfecta-mente a quién no debía investigar. Os hevisto vender el libro de Severino diGiovanni (Osbaldo Bayer) y tenerlo comoun pequeño diosecillo y no os habéis dadocuenta de que en ese libro os atacaba avosotrxs (y a mí también) cuando critica alos antorchistas por apoyar sus métodospero ser demasiado cobardes como paraemplearlos por sí mismos. Eso es lo que veo día tras día. Severinosy antorchistas. Los Severinos saben quela policía les pisa los talones y que tarde otemprano el estado les hará pagar las con-secuencias de sus efectivos ataques. Loasumen y lo interpretan como el signo deque han logrado lo que querían y que hanobedecido a su corazón, en lugar de a lasamenazas de su asesino enemigo, elestado. Los antorchistas ala-ban a los escasos severinos,y hablan de sus métodos ensus publicaciones, que no sellaman La Antorcha pero quetienen muchos otros nombres(Acción Vegana, Klinamen,Insurrección Animal, Re-Evolución, CNA, etc). Cuandolos severinos actúan y dan unbuen golpe los antorchitastemblamos porque sabemosque la policía quiere que rue-den cabezas y pensamos quecomo hemos sellado cuatropeleterías hace dos mesesquizás vayan a por nosotrxs.

Es la historia de siem-pre, ocurría hace cienaños y ocurrirá dentrode cien. Ojala lo hubie-se sabido antes. Ojalame hubiese dadocuenta de que meestabais mintiendo.Ojala hubiese descu-bierto que todas vues-tras excusas para nodestruir el estado, la

explotación animal y limitaros a hacer gru-pos de música y fanzines eran todo unafarsa; eran eso, excusas. Antorchistasengañasteis al Severino de hace cienaños y seguís engañando al Severino dehoy en día. Pero yo ya no me creo mispropias mentiras y menos me voy a creerlas vuestras. He aprendido a reconocermis miedos y a combatirlos como puedo.Si alguien me vuelve a decir esa mierdade “por aquí las cosas están muy mal” concara de preocupación aludiendo a algoque yo sé que no tiene nada que ver -yque sé a ciencia cierta que está mintiéndo-se a sí mismx para pegarse otros cuatromeses sin hacer nada que no esté con-templado por el estado- me veré obligadoa hacer lo que hago desde hace ya dema-siado; Reirme, llorar ya me cansa.

DIVIDAMOS LAS LUCHASDesde las primeras veces que comenza-mos a acudir a los Centros Sociales (per-dón por mi pesadez) se nos transmitenuna serie de ideas que son incuestiona-bles. Deben ser aceptadas sin analizarlas,como acto de fe. Si alguien osase teneruna actitud crítica sería tachadx de refor-mista, fascista, hardliner o cualquier otracosa que a los chismosos/policías que fre-cuentan los CC.SS. se les ocurra. Una de estas consignas es la de “no divi-dir las luchas”. ¿Qué queremos decir con“no dividir las luchas”? Desde mi punto devista todo anarquista “debe” tener un obje-

tivo general que es el de terminar con todaforma de dominación y toda autoridad. Esdecir; lograr que todos los individuos sea-mos libres. Esto, obviamente, incluye terminar con elestado, con los circos, con la policía, conlas granjas, con las cárceles, con los labo-ratorios, con las fábricas, con los matade-ros, etc. Y aquí viene el problema. Esmaterialmente imposible luchar de unmodo efectivo contra toda forma de explo-tación. Como animales que somos tenemos unaserie de capacidades que nos limitan. Una

de ellas es quenadie es capaz desaber de todo ymucho de cadacosa; aunque hayaquien se crea locontrario. Paracombatir una formade explotación hayque conocerla.Debes saber per-fectamente cualesson sus puntosdébiles y cómo ata-carlos de un modoeficaz. Por esto esnecesario -impres-cindible- que cadaunx se centre en loque más rabia le dépor el motivo quesea siempre y cuan-do no se olvide delmarco general.Desde mi punto devista es positivo quehaya gente que seespecialice en laLiberación Animal yque dedique lamayor parte de su

tiempo en publicar fanzines, dar charlas,liberar animales o lo que sea y yo no heconocido a nadie (anarquista se entiende)que me diga “a mí sólo me importan los ani-males no humanos, los humanos me daigual que se pudran en las cárceles”. No heconocido a nadie implicado de forma activaen la Liberación Animal que divida la luchaen el sentido de despreciar y minusvalorar“el resto” (que al fin y al cabo son todas lamisma). Y aun así siempre se nos acusa alxs que luchamos ferviertemente por la libe-ración de los animales no humanos -losindividuos cuya explotación es más absolu-ta- de dividir las luchas (en el sentido dedespreciar “el resto”). Es un hecho quesucede exactamente lo contrario. Son laspersonas que dicen estas perlitas las queestán separando la lucha por la LiberaciónAnimal como si se tratase de algo aparte,algo diferente. Sigo diciendo que para mí es muy impor-tante que cada unx vaya a por lo que másle llena y se especialice en lo posible, por-que es bastante desesperante conocer agente que se pega toda su vida obedecien-do fielmente la norma de “a todo hay queprestarle la misma atención” y acaban porno hacer nada. Me refiero a aquellxs quecon muy buena intención intentan atacar ladominación en todos los modos en los quese expresa y al final no consiguen nada.

Intentan hacer un poco de todo y alfinal no hacen nada de nada. Te losencuentras un día haciendo un parde pintadas por no se qué preso,luego van a una charla sobre anti-fascismo, al día siguiente organizanun debate sobre sexualidad y dentrode un mes estarán una tarde en lapuerta de una peletería repartiendofolletos. Y dentro de diez años, mira-rán atrás y se preguntarán qué hanconseguido y se darán cuenta deque no han conseguido nada real-mente grande.Sé que la mayoría de la gente que

lea esto no estará para nada deacuerdo, pero yo lo veo así y ade-

más a veces pienso que una de las razo-nes principales para tener esta actitud es lade el miedo a comprometerse con unacampaña concreta y por supuesto el miedoal fracaso.Así que, para mí, la conclusión está clara.Si quieres conseguir algo grande piensagrande. Si quieres conseguir (por ejemplo) que unagranja de visones cierre no te limites a lla-marles una vez por la noche despertándo-les y te olvides durante dos años de ellosporque tienes otras cosas que hacer.Céntrate en ella hasta que logres lo quequieres y cuando lo hayas conseguidopasa a lo siguiente pero deja de ir picotean-do por todos lados. Deja de perder tu tiem-po.

EL SILENCIO DE LOS CORDE-ROS

…Hannibal Lector: ¿Qué necesidad cubre matando?Clarece Starling: La aceptación social y la frustración sexual.H.L.: ¡No!, la codicia; esa es su naturaleza. ¿Cómo empezamos a codiciar Clarice?,¿busca-mos cosas para codiciar?; haga un esfuerzo y conteste.C.L.: Solamente…H.L.: ¡No! Empezamos a codiciar lo que vemos cada día; ¿no siente su cuerpo recorrido porlas miradas Clarice?; ¿Y no busca con su mirada las cosas que desea?C.L.: Sí; de acuerdo, y ahora dígame…H.L.: ¡No! Ahora le toca hablar a usted Clarice. Ya no tiene ningún viaje que ofrecerme. ¿Porqué se fue de aquel rancho?C.L.: Doctor; ahora no queda tiempo para hablar de eso.H.L.: No tenemos la misma noción del tiempo ¿verdad Clarice? Usted sólo dispondrá de estetiempo.C.L.: Luego; ahora escúcheme por favor, sólo disponemos de cinco…H.L.: ¡No!; ahora escucharé yo. Tras la muerte de su padre quedó huérfana tenía diez años,se fue a vivir con unos primos a un rancho de ovejas y caballos ¿y…?C.L.: Una mañana me escapé y ya está.H.L.: Ya está no Clarice; ¿qué le hizo escapar? ¿A qué hora se marchó?C.L.: Aun no había amanecido.H.L.: Entonces algo la despertó. ¿Fue una pesadilla? ¿Qué fue? C.L.: Oí un ruido extraño.H.L.: ¿Qué clase de ruido?C.L.: Eran como chillidos. Algo parecido a los chillidos de un niño.H.L.: ¿Y qué hizo?C.L.: Fui…, fui abajo, salí afuera, me acerqué al establo a escondidas, me daba miedo mirardentro pero tuve que hacerlo.H.L.: ¿Y qué es lo que vio Clarice?; ¿Qué es lo que vio?C.L.: Corderos, todos chillaban.H.L.: Estaban matando a los corderos lechales ¿verdad?C.L.: Todos estaban chillando.H.L.: ¿Y usted huyó de allí?C.L.: No, primero intenté liberarlos, les abrí la puerta del redil pero no salieron se quedaronallí quietos sin querer escapar.H.L.: Pero usted sí que escapó ¿verdad?C.L.: Sí; cogí un cordero y eché a correr muy deprisa.H.L.: ¿Adonde se dirigía Clarice?C.L.: No lo sé, no tenía ni comida ni agua, y hacía frío. Mucho frío. Pensé, pensé que si almenos podía salvar a uno…pero pesaba mucho, pesaba mucho. Había recorrido pocos kiló-metros cuando me encontró el sheriff. El ranchero se enfadó tanto que me envió a vivir alorfanato. No volví a ver el rancho.H.L.:¿Y qué fue de su cordero Clarice?C.L.: Él lo mato.H.L.: Aun se despierta algunas noches ¿verdad? Se despierta en plena noche y oye chillar alos corderos.C.L.: Sí…Extraido de la película El Silencio de los Corderos

(Fotos tomadas en Nueva Orleáns tras las inundaciones); animales domesticados sacándo ala luz su lado más salvaje y libre.

Lo que ocurrió en Nueva Orleans demostróque incluso los animales domesticados segui-mos manteniendo una parte salvaje dispuestaa entrar en acción en los momentos críticos.

Una situación caótica hará despertar ese ladosalvaje. El sufrimiento seguirá vigente ya queseremos libres, y la libertad implica sufri-miento.