insólito: 400 millones de sus compatriotas le mani- …...las huellas de filibusteros, galeotes y...

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El Universal:Pag.A12 Impreso por: rafaelgonzalez el 25/03/2007 a las 09:46:27 p.m. color MÉXICO A12 EL UNIVERSAL Lunes 26 de marzo de 2007 Insiste en defender Pemex AMLO: la violencia no era la salida contra fraude RENÉ ROZÁINZ I EL UNIVERSAL MOVIMIENTO Andrés Manuel López Obrador encabezó la marcha al zócalo La fiesta de la imaginación JACOBO ZABLUDOVSKY G abriel García Márquez recibe hoy un homenaje insólito: 400 millones de sus compatriotas le mani- fiestan su admiración, su cariño, su respeto, su gratitud “La sangre del espíritu es mi len- gua y mi patria es allí donde resue- ne soberano mi verbo” . La frase es de Miguel de Unamuno y la patria a la que se refiere es la de todos los que hablamos español, represen- tados en esta fiesta por personajes del más alto nivel. Reyes, presidentes, dirigen- tes y miembros de las 22 academias de la lengua, escritores, periodistas y estudiantes. El sitio es Cartagena de Indias, frente al mar de los caribes que conserva la plaza de compra- venta de esclavos y las fortalezas de los piratas y las huellas de filibusteros, galeotes y libertarios. Ningún lugar más acertado para recoger duran- te las próximas horas todo el misterio de la creación literaria de un escritor que sólo pudo haberse dado ahí, en nuestro mediterráneo de reunión y mestizaje, donde la sangre de indios, blancos y negros produjo otra cosa, esa magia del universo creado para nacer, vivir y morir en las páginas de los libros. Lugar de privilegio y día para la historia. La fiesta de la inteligencia y de la imaginación. Nunca un escritor había merecido una prueba tan unánime de cariño y respeto. Es la retribución por su entrega absolu- ta a un oficio ejercido de manera excepcional. En 1971 Pablo Neruda, embajador de Chile en Francia, obtuvo el premio Nobel y nos dio cita para participar en una rueda de prensa. Esa mañana del otoño parisino Sara y yo entramos a una zapatería cualquiera del barrio latino y en- contramos a Mercedes y Gabriel García Már- quez. Nuestra amistad había comenzado cuatro años antes cuando Cien años de soledad fue como un relámpago permanente en todos los rincones del mundo. El encuentro nos llenó de tanta alegría que no sentimos la distancia del más próximo café. Ellos cenarían esa noche con Neruda. Antes de terminar el primer tinto hice un pronóstico: “El próximo Premio Nobel de Literatura para un escritor en español serás tú, Gabriel” . Once años después llegué a la casa de García Márquez en el Pedregal de San Ángel. Como a las cuatro de la mañana me habían avisado de la redacción que García Márquez era Premio No- bel. Después de más de una hora de marcar su teléfono, ocupado, decidí felicitarlos en perso- na. Mercedes me abrió la puerta, nos abrazamos, nos reímos y compartimos el jú- bilo de la noticia. “Tú nos lo dijiste en París, ¿te acuerdas? Y yo estaba tan segura de que lo iba a ganar algún día, que les dije sí, y cuando lo gane ustedes nos acompañarán a Estocolmo” . Eso último no lo recordaba. Pensé que el vino pudo ha- berme causado cierta amne- sia, pero el trato quedó sella- do: “Por supuesto, iremos con ustedes” . Una helada mañana de di- ciembre del 82 desayunábamos en el hotel de Estocolmo cuyo nombre no recuerdo. Ya estaba con nosotros mi hija Diana. “Acompáñennos” dijeron los García Márquez. La noche anterior tuvimos asientos celestiales en el teatro rectan- gular donde el rey le entregó los testimonios de su galardón al colombiano, elegantísimo en su liqui liqui. Lo que no sabíamos era que detrás del decorado teatral, oficiales y funcionarios despo- jaron a Gabriel de lo que el rey había puesto en sus manos. Lo de la víspera era la realidad ficticia y ahora era la realidad real. “Vamos a la Fundación del Nobel” , dijo Gabriel. Ahí, en un cuarto cerrado, el presidente de la Fundación, ante notario y mediante firmas de recibido, devolvió lo que horas antes sólo le habían dado a probar: el diploma que en el caso de los escritores lleva una cenefa en la que algún artista cada año distinto recrea los personajes de los libros del recipiente. Le preguntaron si el dinero lo quería en dólares (casi un millón) o en otra divisa, en cheque o en un depósito directo en el banco. “Falta esto” , dijo el funcionario. Le entregó a Gabriel un estuche de satín negro. El silencio se hizo denso cuando en su interior de terciopelo y seda apareció la medalla. Apenas siete centíme- tros de diámetro por cinco milímetros de canto. Las miradas coincidieron en el perfil de Alfred Nobel relevado en el disco patinado mate. Pasó de mano en mano. La cara oculta tenía una alegoría mitológica, una musa con arpa y un escribano concentrado en su trabajo, era la escena sobre una inscripción sencilla: bajo el G. García Márquez la fecha MCMLXXXII, entre dos abreviaturas: ACAD. y SUEC. Este era el sueño de todos los sueños de todos los escritores de todo el siglo. “Y esta es la réplica” , dijo el hombre, “y se vende” . “La compro” , dijo Mercedes. El estuche era, es, igual al otro. “Está hecha en el mis- mo troquel” , dijo el funciona- rio. “Es para ustedes, Sarita y Jacobo” , dijo Mercedes. Desde hace 25 años la guar- damos cerca. García Márquez, a dife- rencia de otros premiados que al recibir el honor cance- laron su producción o dismi- nuyeron cantidad y calidad, nos viene dando desde 1982 otra obra tan valiosa como la anterior, incluida la primera parte de sus memorias y pronto la segunda. Hoy, cuando se le rinde el más grande homenaje desde el 82, con la autoridad que me da el acierto probado de mis pronósticos, me aventu- ro a hacer uno nuevo: Gabriel García Márquez puede ser el primer Nobel de Literatura que lo obtenga por segunda vez. Las reglas no lo prohíben. Sería una magnífica oportunidad de acompañarlos otra vez a Estocolmo para dupli- car mi colección de réplicas del Nobel. Antes de terminar el primer tinto hi- ce un pronóstico: “El próximo Premio Nobel de Literatura para un escritor en es- pañol serás tú, Gabriel” II Caer en la “trampa” hubiera dado paso a la represión, señala Jorge Octavio Ochoa Andrés Manuel López Obrador se- ñaló que la violencia nunca habría sido la salida para protestar por el fraude electoral del 2 de julio. Haber caído en esa “trampa” de la violen- cia, hubiera sido el pretexto para la represión, la intimidación y para “desatar el miedo” , subrayó. “Estaríamos en todo ese vía cru- cis que significa la pérdida de vidas, las desapariciones, las cárceles, el ultraje a mujeres, la tortura y la vio- lación a los derechos humanos y posiblemente tampoco estaríamos aquí” , aclaró ante sus simpatizantes, que llenaron ayer el zócalo. Sin embargo llamó a sus segui- dores a estar listos para congregar- se ahí nuevamente, “con carácter extraordinario” , en el momento que se presente en el Congreso alguna iniciativa para reformar la Consti- tución con el fin de privatizar Pe- mex en cualquiera de sus modalida- des, con el fin de tomar las medidas que sean “necesarias” . Igualmente los llamó a oponer- se a todo intento de reforma fiscal que pretenda mantener los regíme- nes fiscales especiales para las em- presas a cambio de gravar con IVA alimentos y medicinas. “Sería una insolencia que permitiéramos una reforma fiscal que, para mantener estos privilegios, exprima aún más a las mayorías” . En esta segunda concentración se dieron cita algunos miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PRD como Leonel Cota y Gerardo Fernández Noroña, así como Dolo- res Padierna, lideresa también de la Corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) y Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, único fun- cionario de su rango que acudió. Jesús Ortega, líder de la corrien- te Nueva Izquierda —una de las más críticas con Andrés Manuel López Obrador—, permaneció todo el evento al fondo del templete y al tér- mino del acto recibió gritos de sim- patizantes de Padierna: “¡Chuchos, rateros, traidores, corruptos; se van a la fregada, se van a quedar solos!” Durante su discurso, de aproxi- madamente 45 minutos, López Obrador arremetió nuevamente contra el gobierno de Felipe Calde- rón, y aseguró que éste prepara “otro golpe a la economía popular” , con impuestos en medicinas y ali- mentos. “Este es un asunto que po- ne al descubierto el carácter perver- so del actual regimen” . De esta forma, dijo que en 2004 las empresas pagaron de Impuesto Sobre la Renta 118 mil millones de pesos, mientras los asalariados contribuyeron con 182 mil millo- nes; es decir, los trabajadores paga- ron 64 mil millones más que todo el sector empresarial. “Esto a pesar de que en ese mis- mo año, según cifras oficiales, las empresas recibieron 60% del in- greso nacional y los trabajadores apenas 30%. Los privilegios fisca- les que se otorgan a los grandes mo- nopolios, mediante regímenes es- peciales, les reducen al mínimo el Impuesto Sobre la Renta” . Así, ejemplificó que Cemex —una de las principales empresas cementeras de México y América Latina— tiene un margen de utili- dad de 40%, pero sólo pagó 2.3% de impuestos sobre sus ventas en el 2004. Telmex, con un margen de utilidades de 50%, pagó de im- puestos 8.9%. También fustigó la reforma a la ley del ISSSTE; dijo que es “grotes- co” que a Elba Esther Gordillo le ha- ya entregado la SEP, la Lotería Na- cional, parte de la seguridad pública federal y ahora el manejo de las pen- siones de los trabajadores. En su discurso justificó su movi- miento y dijo que también hubiera sido “un error garrafal” quedarse sólo en el hecho de no aceptar el fraude y protestar pacíficamente. “Hubiera sido un error retirarnos a nuestras casas y dejar tirado el mo- vimiento” .

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El Universal:Pag.A12 Impreso por: rafaelgonzalez el 25/03/2007 a las 09:46:27 p.m. color

M É X I COA12 EL UNIVERSAL Lunes 26 de marzo de 2 0 07

Insiste en defender Pemex

AMLO: laviolencia noera la salidacontra fraude

RE

RO

INZ

IEL

UN

IVER

SA

L

MOVIMIENTO Andrés Manuel López Obrador encabezó la marcha al zócalo

La fiesta de la imaginación

JACOBO ZABLUDOVSKY

Gabriel García Márquez recibe hoy un homenajeinsólito: 400 millones de sus compatriotas le mani-

fiestan su admiración, su cariño, su respeto, su gratitud

“La sangre del espíritu es mi len-gua y mi patria es allí donde resue-ne soberano mi verbo”. La frase esde Miguel de Unamuno y la patriaa la que se refiere es la de todos losque hablamos español, represen-tados en esta fiesta por personajes

del más alto nivel. Reyes, presidentes, dirigen-tes y miembros de las 22 academias de lalengua, escritores, periodistas y estudiantes.

El sitio es Cartagena de Indias, frente al marde los caribes que conserva la plaza de compra-venta de esclavos y las fortalezas de los piratas ylas huellas de filibusteros, galeotes y libertarios.Ningún lugar más acertado para recoger duran-te las próximas horas todo el misterio de lacreación literaria de un escritor que sólo pudohaberse dado ahí, en nuestro mediterráneo dereunión y mestizaje, donde la sangre de indios,blancos y negros produjo otra cosa, esa magiadel universo creado para nacer, vivir y morir enlas páginas de los libros. Lugar de privilegio ydía para la historia. La fiesta de la inteligenciay de la imaginación. Nunca un escritor habíamerecido una prueba tan unánime de cariño yrespeto. Es la retribución por su entrega absolu-ta a un oficio ejercido de manera excepcional.

En 1971 Pablo Neruda, embajador de Chile enFrancia, obtuvo el premio Nobel y nos dio citapara participar en una rueda de prensa. Esamañana del otoño parisino Sara y yo entramos auna zapatería cualquiera del barrio latino y en-contramos a Mercedes y Gabriel García Már-quez. Nuestra amistad había comenzado cuatroaños antes cuando Cien años de soledad fue comoun relámpago permanente en todos los rinconesdel mundo. El encuentro nos llenó de tantaalegría que no sentimos la distancia del máspróximo café.

Ellos cenarían esa noche con Neruda. Antesde terminar el primer tinto hice un pronóstico:“El próximo Premio Nobel de Literatura paraun escritor en español serás tú, Gabriel”.

Once años después llegué a la casa de GarcíaMárquez en el Pedregal de San Ángel. Como alas cuatro de la mañana me habían avisado de laredacción que García Márquez era Premio No-bel. Después de más de una hora de marcar suteléfono, ocupado, decidí felicitarlos en perso-na. Mercedes me abrió lapuerta, nos abrazamos, nosreímos y compartimos el jú-bilo de la noticia.

“Tú nos lo dijiste en París,¿te acuerdas? Y yo estaba tansegura de que lo iba a ganaralgún día, que les dije sí, ycuando lo gane ustedes nosacompañarán a Estocolmo”.Eso último no lo recordaba.Pensé que el vino pudo ha-berme causado cierta amne-sia, pero el trato quedó sella-do: “Por supuesto, iremoscon ustedes”.

Una helada mañana de di-ciembre del 82 desayunábamos en el hotel deEstocolmo cuyo nombre no recuerdo. Ya estabacon nosotros mi hija Diana. “Acompáñennos”dijeron los García Márquez. La noche anteriortuvimos asientos celestiales en el teatro rectan-gular donde el rey le entregó los testimonios desu galardón al colombiano, elegantísimo en suliqui liqui. Lo que no sabíamos era que detrás deldecorado teatral, oficiales y funcionarios despo-jaron a Gabriel de lo que el rey había puesto ensus manos. Lo de la víspera era la realidadficticia y ahora era la realidad real. “Vamos a la

Fundación del Nobel”, dijo Gabriel. Ahí, en uncuarto cerrado, el presidente de la Fundación,ante notario y mediante firmas de recibido,devolvió lo que horas antes sólo le habían dadoa probar: el diploma que en el caso de losescritores lleva una cenefa en la que algúnartista cada año distinto recrea los personajesde los libros del recipiente. Le preguntaron si eldinero lo quería en dólares (casi un millón) o enotra divisa, en cheque o en un depósito directoen el banco.

“Falta esto”, dijo el funcionario. Le entregó aGabriel un estuche de satín negro. El silencio sehizo denso cuando en su interior de terciopelo yseda apareció la medalla. Apenas siete centíme-tros de diámetro por cinco milímetros de canto.Las miradas coincidieron en el perfil de AlfredNobel relevado en el disco patinado mate. Pasóde mano en mano. La cara oculta tenía unaalegoría mitológica, una musa con arpa y unescribano concentrado en su trabajo, era laescena sobre una inscripción sencilla: bajo el G.García Márquez la fecha MCMLXXXII, entredos abreviaturas: ACAD. y SUEC. Este era el

sueño de todos los sueños detodos los escritores de todoel siglo. “Y esta es la réplica”,dijo el hombre, “y se vende”.“La compro”, dijo Mercedes.El estuche era, es, igual alotro. “Está hecha en el mis-mo troquel”, dijo el funciona-rio. “Es para ustedes, Saritay Jacobo”, dijo Mercedes.Desde hace 25 años la guar-damos cerca.

García Márquez, a dife-rencia de otros premiadosque al recibir el honor cance-laron su producción o dismi-nuyeron cantidad y calidad,

nos viene dando desde 1982 otra obra tanvaliosa como la anterior, incluida la primeraparte de sus memorias y pronto la segunda.Hoy, cuando se le rinde el más grande homenajedesde el 82, con la autoridad que me da elacierto probado de mis pronósticos, me aventu-ro a hacer uno nuevo: Gabriel García Márquezpuede ser el primer Nobel de Literatura que loobtenga por segunda vez. Las reglas no loprohíben. Sería una magnífica oportunidad deacompañarlos otra vez a Estocolmo para dupli-car mi colección de réplicas del Nobel.

Antes de terminarel primer tinto hi-ce un pronóstico:“El próximoPremio Nobel deLiteratura paraun escritor en es-pañol serás tú,Gabriel”

II Caer en la “trampa” hubiera dadopaso a la represión, señala

Jorge Octavio Ochoa

Andrés Manuel López Obrador se-ñaló que la violencia nunca habríasido la salida para protestar por elfraude electoral del 2 de julio. Habercaído en esa “trampa” de la violen-cia, hubiera sido el pretexto para larepresión, la intimidación y para“desatar el miedo”, subrayó.

“Estaríamos en todo ese vía cru-cis que significa la pérdida de vidas,las desapariciones, las cárceles, elultraje a mujeres, la tortura y la vio-lación a los derechos humanos yposiblemente tampoco estaríamosaquí”, aclaró ante sus simpatizantes,que llenaron ayer el zócalo.

Sin embargo llamó a sus segui-dores a estar listos para congregar-se ahí nuevamente, “con carácterextraordinario”, en el momento quese presente en el Congreso algunainiciativa para reformar la Consti-tución con el fin de privatizar Pe-mex en cualquiera de sus modalida-des, con el finde tomar las medidasque sean “necesarias”.

Igualmente los llamó a oponer-se a todo intento de reforma fiscalque pretenda mantener los regíme-nes fiscales especiales para las em-presas a cambio de gravar con IVAalimentos y medicinas. “Sería unainsolencia que permitiéramos unareforma fiscal que, para mantenerestos privilegios, exprima aún mása las mayorías”.

En esta segunda concentraciónse dieron cita algunos miembrosdel Comité Ejecutivo Nacional delPRD como Leonel Cota y GerardoFernándezNoroña, asícomoDolo-res Padierna, lideresa también de laCorriente Izquierda DemocráticaNacional (IDN) y Marcelo Ebrard,jefe de Gobierno del DF, único fun-cionario de su rango que acudió.

Jesús Ortega, líderde la corrien-te Nueva Izquierda —una de las máscríticas con Andrés Manuel LópezObrador—, permaneció todo elevento al fondo del templete y al tér-mino del acto recibió gritos de sim-

patizantes de Padierna: “¡ C h u ch os ,rateros, traidores, corruptos; se vana la fregada, se van a quedar solos!”

Durante su discurso, de aproxi-madamente 45 minutos, LópezObrador arremetió nuevamentecontra el gobiernode Felipe Calde-rón, y aseguró que éste prepara“otro golpe a la economía popular”,con impuestos en medicinas y ali-mentos. “Estees un asuntoque po-ne al descubierto el carácter perver-so del actual regimen”.

De esta forma, dijoque en 2004las empresas pagaronde ImpuestoSobre la Renta 118 mil millones depesos, mientras los asalariadoscontribuyeron con 182 mil millo-nes;esdecir, lostrabajadorespaga-ron 64 mil millones más que todo elsector empresarial.

“Estoa pesarde queen esemis-mo año, según cifras oficiales, lasempresas recibieron 60% del in-greso nacional y los trabajadoresapenas 30%. Los privilegios fisca-les que se otorgan a los grandes mo-nopolios, mediante regímenes es-peciales, les reducen al mínimo elImpuesto Sobre la Renta”.

Así, ejemplificó que Cemex—una de las principales empresascementeras de México y AméricaLatina— tiene un margen de utili-dad de 40%, pero sólo pagó 2.3%de impuestos sobre sus ventas en el2004. Telmex, con un margen deutilidades de 50%, pagó de im-puestos 8.9%.

También fustigó la reforma a laleydel ISSSTE;dijoque es“grotes-co” que a Elba Esther Gordillo le ha-ya entregado la SEP, la Lotería Na-cional, parte de la seguridad públicafederal y ahora el manejo de las pen-siones de los trabajadores.

En su discurso justificó su movi-miento y dijo que también hubierasido “un error garrafal” quedarsesólo en el hecho de no aceptar elfraude y protestar pacíficamente.“Hubiera sido un error retirarnos anuestras casasy dejar tiradoel mo-v i m i e n to ”.