Insignia

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Considero el cuento La Insignia, de Julio Ramón Ribeyro, el más representativo y popular de toda su producción. Haciendo un símil podemos decir que La Insignia es a Ribeyro lo que Casa Tomada a Julio Cortázar. Con esto no he querido decir que La Insignia sea el mejor cuento de Ribeyro, pero sí el que más disfruta la mayor cantidad de gente. Creo además a Ribeyro el mejor cuentista peruano de todos los tiempos y esto no porque no hayan otros magníficos exponentes de cuento en la narrativa peruana (Clemente Palma escribió magníficas narraciones), sino porque nadie como quién nos ocupa ha tenido tamaña producción y de tan buena calidad argumental. Me confieso abiertamente admirador de Julio Ramón Ribeyro, y en particular del cuento del cual vamos a opinar en blanco y negro... Pues bien, sin mayores preámbulos seamos redundantes e iniciemos por el principio: 1-"Hasta ahora recuerdo aquella tarde en que al pasar por el malecón divisé en un pequeño basural un objeto brillante. Con una curiosidad muy explicable en mi temperamento de coleccionista, me agaché y después de recogerlo lo froté contra la manga de mi saco. Así pude observar que se trataba de una menuda insignia de plata, atravesada por unos signos que en ese momento me parecieron incomprensibles". (1)- Sabemos que el inicio de un cuento debe generar desde la primera línea la curiosidad del lector. En este caso no se trata del mejor de los inicios; pero sin duda tampoco es deficiente. Genera relativa curiosidad por conocer la procedencia de la insignia de plata y los incomprensibles signos que la acompañan. No obstante Ribeyro posee otros inicios mucho mejor logrados como es el caso de "Los Gallinazos sin plumas". Veamos como inicia este otro cuento sobresaliente: "A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera encantada. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que están hechas de otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal. Las beatas se arrastran penosamente hasta desaparecer en los pórticos de las iglesias. Los noctámbulos, macerados por la noche, regresan a sus casas envueltos en sus bufandas y en su melancolía". 2-"Me la eché al bolsillo y, sin darle mayor importancia al asunto, regresé a mi casa. No puedo precisar cuánto tiempo estuvo guardada en aquel traje que usaba poco. Sólo recuerdo que en una oportunidad lo mandé a lavar y, con gran sorpresa mía, cuando el dependiente me lo devolvió limpio, me entregó una cajita, diciéndome: "Esto debe ser suyo, pues lo he encontrado en su bolsillo". Era, naturalmente, la insignia y este rescate inesperado me conmovió a tal extremo que decidí usarla". (2)- Esta segunda parte del cuento sin duda genera un poco más de expectativa; pero no termina aún por atrapar del todo al lector. 3-"Aquí empieza realmente el encadenamiento de sucesos extraños que me acontecieron. Lo primero fue un incidente que tuve en una librería de viejo. Me hallaba repasando añejas encuadernaciones cuando el patrón, que desde hacía rato e observaba desde el ángulo más oscuro de su librería, se me acercó y, con un tono de complicidad, entre guiños y muecas convencionales, me dijo: "Aquí tenemos libros de Feifer". Yo lo quedé mirando intrigado porque no había preguntado por dicho autor…" (3) a-Es en esta parte del cuento que verdaderamente el lector queda atrapado. El narrador anticipa sucesos extraños (*) (técnica del dato escondido) que por supuesto el lector quiere ahora develar. b- Pero que es eso de: "en una librería de viejo" Al parecer quiso decir: "en una librería del viejo". O en su defecto: "en una librería vieja". c- Ribeyro nos sumerge en el mundo de los libros, libreros misteriosos, y librerías. Como es lógico pensar el lector gusta de estos temas y el autor lo sabe; sino el cuento probablemente no sería leído; salvo por obligación o como tarea. Hablar de libros siempre nos sumerge en el mundo preferencial de los lectores. d- El personaje –librero- le revela una sucesión de datos al protagonista que le generan intriga y que el lector, por supuesto, comparte (nuevamente el dato escondido).

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Obra de Julio Ramon Ribeyro

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Considero el cuento La Insignia, de Julio Ramón Ribeyro, el más representativo y popular de toda su producción. Haciendo un símil podemos decir que La Insignia es a Ribeyro lo que Casa Tomada a Julio Cortázar.Con esto no he querido decir que La Insignia sea el mejor cuento de Ribeyro, pero sí el que más disfruta la mayor cantidad de gente.Creo además a Ribeyro el mejor cuentista peruano de todos los tiempos y esto no porque no hayan otros magníficos exponentes de cuento en la narrativa peruana (Clemente Palma escribió magníficas narraciones), sino porque nadie como quién nos ocupa ha tenido tamaña producción y de tan buena calidad argumental.Me confieso abiertamente admirador de Julio Ramón Ribeyro, y en particular del cuento del cual vamos a opinar en blanco y negro...Pues bien, sin mayores preámbulos seamos redundantes e iniciemos por el principio:1-"Hasta ahora recuerdo aquella tarde en que al pasar por el malecón divisé en un pequeño basural un objeto brillante. Con una curiosidad muy explicable en mi temperamento de coleccionista, me agaché y después de recogerlo lo froté contra la manga de mi saco. Así pude observar que se trataba de una menuda insignia de plata, atravesada por unos signos que en ese momento me parecieron incomprensibles".(1)- Sabemos que el inicio de un cuento debe generar desde la primera línea la curiosidad del lector. En este caso no se trata del mejor de los inicios; pero sin duda tampoco es deficiente. Genera relativa curiosidad por conocer la procedencia de la insignia de plata y los incomprensibles signos que la acompañan. No obstante Ribeyro posee otros inicios mucho mejor logrados como es el caso de "Los Gallinazos sin plumas". Veamos como inicia este otro cuento sobresaliente:"A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera encantada. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que están hechas de otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal. Las beatas se arrastran penosamente hasta desaparecer en los pórticos de las iglesias. Los noctámbulos, macerados por la noche, regresan a sus casas envueltos en sus bufandas y en su melancolía".2-"Me la eché al bolsillo y, sin darle mayor importancia al asunto, regresé a mi casa. No puedo precisar cuánto tiempo estuvo guardada en aquel traje que usaba poco. Sólo recuerdo que en una oportunidad lo mandé a lavar y, con gran sorpresa mía, cuando el dependiente me lo devolvió limpio, me entregó una cajita, diciéndome: "Esto debe ser suyo, pues lo he encontrado en su bolsillo". Era, naturalmente, la insignia y este rescate inesperado me conmovió a tal extremo que decidí usarla".(2)- Esta segunda parte del cuento sin duda genera un poco más de expectativa; pero no termina aún por atrapar del todo al lector.3-"Aquí empieza realmente el encadenamiento de sucesos extraños que me acontecieron. Lo primero fue un incidente que tuve en una librería de viejo. Me hallaba repasando añejas encuadernaciones cuando el patrón, que desde hacía rato e observaba desde el ángulo más oscuro de su librería, se me acercó y, con un tono de complicidad, entre guiños y muecas convencionales, me dijo: "Aquí tenemos libros de Feifer". Yo lo quedé mirando intrigado porque no había preguntado por dicho autor…"(3) a-Es en esta parte del cuento que verdaderamente el lector queda atrapado. El narrador anticipa sucesos extraños (*) (técnica del dato escondido) que por supuesto el lector quiere ahora develar.b- Pero que es eso de: "en una librería de viejo" Al parecer quiso decir: "en una librería del viejo". O en su defecto: "en una librería vieja".c- Ribeyro nos sumerge en el mundo de los libros, libreros misteriosos, y librerías. Como es lógico pensar el lector gusta de estos temas y el autor lo sabe; sino el cuento probablemente no sería leído; salvo por obligación o como tarea. Hablar de libros siempre nos sumerge en el mundo preferencial de los lectores.d- El personaje –librero- le revela una sucesión de datos al protagonista que le generan intriga y que el lector, por supuesto, comparte (nuevamente el dato escondido).e- Ribeyro en entrevista concedida a Tomás Escajadillo (1994), al hablar del cuento La insignia, nos dice: "Tiene algo de Kafka, pero adaptado a la neblina de Lima". No obstante el autor le pone ciertos nombres a sus personajes (no al protagonista que podríamos intuir es el mismo Ribeyro como narrador): Martín (nombre latino y posible apellido inglés), pero "Feifer" (parece europeo) y alude además a dos lugares "Pilsen" y "Praga" sigue siendo un contexto más próximo a lo europeo, que a lo peruano. Entonces, ¿de dónde eso de?: "…,pero adaptado a la neblina de Lima". Quizás sólo en la mente o intensión del autor, pero no en el contexto del cuento.4- "Durante algún tiempo estuve razonando sobre el significado de dicho incidente, pero como no pude solucionarlo acabé por olvidarme de él. Mas, pronto, un nuevo acontecimiento me alarmó sobremanera.

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Caminaba por una plaza de los suburbios cuando un hombre menudo, de faz hepática y angulosa, me abordó intempestivamente y antes de que yo pudiera reaccionar, me dejó una tarjeta entre las manos, desapareciendo sin pronunciar palabra. La tarjeta, en cartulina blanca, sólo tenía una dirección y una cita que rezaba: SEGUNDA SESION: MARTES 4".(4) Aquí llegamos al clímax de la técnica de la que hacíamos mención. El protagonista ya no soporta tanta intriga –tampoco el lector- y decidí acudir a la cita y salir de dudas. ¿Pero saldrá de ellas?5- "Como es de suponer, el martes 4 me dirigí a la numeración indicada. Ya por los alrededores me encontré con varios sujetos extraños que merodeaban y que, por una coincidencia que me sorprendió, tenían una insignia igual a la mía. Me introduje en el círculo y noté que todos me estrechaban la mano con gran familiaridad. En seguida ingresamos a la casa señalada y en una habitación grande tomamos asiento. Un señor de aspecto grave emergió tras un cortinaje y, desde un estrado, después de saludarnos, empezó a hablar interminablemente. No sé precisamente sobre qué versó la conferencia ni si aquello era efectivamente una conferencia. Los recuerdos de niñez anduvieron hilvanados con las más agudas especulaciones filosóficas…"(5) La duda persiste pese a que el protagonista asistió a la ceremonia, aún sigue confuso y no halla respuestas. Nos encontramos ante un hecho sorprendente y anecdótico.6- "Cuando hubo terminado, todos se levantaron y comenzaron a retirarse, comentando entusiasmados el buen éxito de la charla. Yo, por condescendencia, sumé mis elogios a los suyos, mas, en el momento en que me disponía a cruzar el umbral, el disertante me pasó la voz con una interjección, y al volverme me hizo una seña para que me acercara…Mantuvimos una charla ambigua y ocasional, llena de confidencias imprevistas y de alusiones superficiales… Por fin, antes de retirarme, me dio un encargo que no dejó de llamarme la atención. -Tráigame en la próxima semana -dijo- una lista de todos los teléfonos que empiecen con 38.Prometí cumplir lo ordenado y, antes del plazo concedido, concurrí con la lista.-¡Admirable! -exclamó-. Trabaja usted con rapidez ejemplar".(6)- Al parecer el protagonista ha perdido su curiosidad inicial; ya no le interesa mucho explicar en que tipo de organización se encuentra. Lo importante para él, ahora, es cumplir con los encargos solicitados y demostrar su valía como miembro.7- "De este modo, poco a poco, fui ganando cierta consideración. Al cabo de un año, en una ceremonia emocionante, fui elevado de rango. "Ha ascendido usted un grado", me dijo el superior de nuestro círculo, abrazándome efusivamente. Tuve, entonces, que pronunciar una breve alocución, en la que me referí en términos vagos a nuestra tarea común, no obstante lo cual, fui aclamado con estrépito".(7)- Entre otras cosas la vergüenza que le generaría que los demás se enteraran de su ignorancia con respecto a la organización lo hacen desistir del conocimiento de la misma. Además el protagonista cede en su intento de develar los secretos de la organización a la que pertenece: pues si lo descubren en el acto, podría perder la posición privilegiada que va paulatinamente ganando.8- "Esta beligerancia doméstica no impidió que yo siguiera dedicándome, con una energía que ni yo mismo podría explicarme, a las labores de nuestra sociedad. Pronto fui relator, tesorero, adjunto de conferencias, asesor administrativo, y conforme me iba sumiendo en el seno de la organización aumentaba mi desconcierto…A los tres años me enviaron al extranjero. Fue un viaje de lo más intrigante. No tenía yo un céntimo; sin embargo, los barcos me brindaban sus camarotes, en los puertos había siempre alguien que me recibía y me prodigaba atenciones, y en los hoteles me obsequiaban sus comodidades sin exigirme nada…Han pasado diez años. Por mis propios méritos he sido designado presidente…"(8)- ¿Se trata acaso de que es vital preservar en anonimato los fines de la organización? ¿Es una sociedad masónica u ocultista? Citemos algunos puntos que parecen confirmar esto último.a- "Ha ascendido usted un grado", me dijo el superior de nuestro círculo, abrazándome efusivamente".b- "A los tres años me enviaron al extranjero. Fue un viaje de lo más intrigante. No tenía yo un céntimo; sin embargo, los barcos me brindaban sus camarotes, en los puertos había siempre alguien que me recibía y me prodigaba atenciones, y en los hoteles me obsequiaban sus comodidades sin exigirme nada".c- "… esperando confiado los resultados que produce en la mente humana toda explicación que se funda inexorablemente en la cábala (**)".9- "Y a pesar de todo esto, ahora, como el primer día y como siempre, vivo en la más absoluta ignorancia, y si alguien me preguntara cuál es el sentido de nuestra organización, yo no sabría qué responderle. A lo más, me limitaría a pintar rayas rojas en una pizarra negra, esperando confiado los resultados que produce en la mente humana toda explicación que se funda inexorablemente en la cábala".

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(9)- El final es abierto y persisten dos preguntas en el lector: ¿Cómo es que el protagonista llevó su ignorancia, de la sociedad a la que pertenecía, incluso siendo presidente de ésta? Y ¿Realmente que tipo de organización era la del cuento?Responder a estas dos interrogantes hubiera matado la esencia de la narración, y es que queda perfecto de esta manera, de forma que el lector imaginará lo que más le apetezca.CONSIDERACIONES FINALES:¿Por qué La Insignia es el cuento más popular de Ribeyro y el que, seguramente, más veces se ha publicado en distintas antologías? Quizás porqué a diferencia de la gran mayoría de narraciones del autor –personajes marginados o marginales-, no se trata de un cuento pesimista. Al contrario, el protagonista accede, casi sin darse cuenta, a un tipo de vida y condición que muchos ya desearían y, uno como lector tiende a identificarse con un ganador así.El cuento está escrito en primera persona, lo que hace mucho más cercano y creíble, a ojos del lector, lo que se narra.En cuanto al lenguaje el estilo de Ribeyro, tanto en este cuento como en la mayor parte de su producción, es sencillo y directo; lo cual es una de sus mayores virtudes. Otra virtud por excelencia es la del argumento; Ribeyro se preocupa mucho por que la trama funcione, trama además que muchas veces raya con la anécdota.La oralidad del cuento también es evidente. Resuma usted la historia que se cuenta en La Insignia y cuéntesela a un amigo; notará que de por sí el argumento captura, aunque sea uno mismo quien lo narre. Eso no sucede con todos los cuentos.Ribeyro, como ya dijimos, afirmó alguna vez en entrevista que La Insignia era un cuento como que Kafkiano; pero no explicó cual era la verdadera aproximación. Después de haber leído la obra de Kafka encontramos una ligera relación la narración que nos ocupa con dos cuentos del autor de la Metamorfosis: "Un golpe a la puerta del Cortijo" (por el misterio implícito de los personajes de la casa), y "Ante la ley" (por la idea del conocimiento de algo ignorado). Tenemos una ligera sospecha de que ambos argumentos unidos y, por supuesto, sumados a la gran imaginación de Ribeyro, hayan dado como resultado una pequeña gran obra como: La Insignia; no obstante esto es sólo especulación.Finalmente vamos a aclarar una cosa importante; porque reiteradamente hemos encontrado un error de apreciación con respecto al género de éste cuento, tanto en notas periodísticas, revistas e Internet. Por lo tanto vamos a afirmar categóricamente que: La Insignia no es un cuento fantástico.Definamos el género: En lo fantástico la realidad se ve atacada, modificada por lo imposible, al punto de no reconocerla y siempre es inexplicable.Pongamos un ejemplo: En el inicio del cuento de Kafka, La metamorfosis, el personaje se ve de pronto convertido en un monstruoso insecto. ¿Sabemos cómo sucedió esto? Nunca se explica en el cuento, pero aconteció y así prosigue el argumento aceptando lo inexplicable. La metamorfosis es sin duda un cuento fantástico.Ahora veamos otro caso: ¿Los eventos asombrosos alrededor de Harry Potter o del Señor de los Anillos, pueden explicarse? Por supuesto, es producto de la magia. Y en otros casos y otras narraciones, será producto del milagro, o de lo maravilloso etc. Puesto que estos argumentos pueden explicar su propio origen dentro de la ficción, entonces no son fantásticos.Otro punto interesante en La Insignia, es que el propio protagonista califica y nos dice al inicio del cuento: -"Aquí empieza realmente el encadenamiento de sucesos extraños que me acontecieron". El cuento que nos ocupa puede considerarse dentro del género realista (ya dijimos: es anecdótico lo que le sucede al protagonista, pero posible) aunque con la categoría de extraño; pero no es inexplicable y no hay quiebre de la realidad; si bien el final no resuelve las dudas primarias: qué organización era aquella, y cómo es que el protagonista lo ignora ¿que puede tener esto de fantástico o imposible? Como hemos dicho se trata de un final abierto; pero puede explicarse de muchas formas, una simple sería que se trata del secreto que conlleva ser masónico, por ejemplo.Para entender mejor el concepto de fantástico y realista pondremos otro modelo:-Una persona escucha un sonido proveniente de una tumba de su familiar que murió de forma certificada y que está bajo tierra hace un año.Si dejáramos allí el cuento sería fantástico; pues esto se torna inexplicable y sobrenatural.Pero si siguiéramos desarrollando el argumento y dijéramos que el personaje desenterró la tumba, abrió el féretro y encontró dentro una rata que hizo un forado en la madera del cajón, entonces el cuento se convertiría en realista, puesto que hemos encontrado la explicación natural al sonido.Queda claro ¿verdad?Pues bien, esperamos haber dado algunos alcances interesantes a tan magnífico cuento del autor que nos ocupó en esta oportunidad.

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(*) El dato escondido: Consiste en soltar dentro del cuento algunas preguntas aún sin responder, dudas, expectativas, lo que supone que el lector quede atrapado hasta el final del cuento; pues desea le respondan a su lógica curiosidad. Otros le llaman la carnada.(**) Conjunto de doctrinas teosóficas basadas en la Sagrada Escritura, que a través de un método esotérico de interpretación y transmitidas por vía de iniciación, pretendía revelar a los iniciados doctrinas ocultas acerca de Dios y del mundo.