Inmortalidad Tarea Humberto Cacho...

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SAltA, DoMiNGo 25 DE NoViEMBrE DE 2012 / E-MAil: [email protected] Una idea, un libro y toda la poesía ViCENtE MulEiro El escritor invitado Humberto Cacho Constantini Poesía y teatro completo de Humberto Costtantini Por jorGE BoCCANErA Buenos Aires, 8 de abril de 1924 – Buenos Aires, 7 de junio de 1987. Hijo único de inmigrantes ju- díos italianos, residió en el barrio de Villa Puey- rredón. Cuentista, novelista y autor teatral, parti- cipó desde joven en revistas de tono polémico. Entre 1963 y 1975 publicó Un señor alto, rubio, de bigotes, Tres monólogos, Más cuestiones con la vida, Una vieja historia de caminantes, Há- blenme de Funes, Los héroes de Trelew, y Bandeo. En 1976 se exilia en México. Regresa al país en enero de 1984. Su novela "De dioses, hombrecitos y policías" (Premio Casa de las Américas 1979), fue traducida al inglés, alemán, hebreo y búlgaro. Dejó inconclusa su novela Rapsodia de Raquel Liberman. Ediciones R R acaba de publicar su obra completa. Inmortalidad Ocurre simplemente que me he vuelto inmortal. Los colectivos me respetan, Se inclinan ante mí, Me lamen los zapatos como perros falderos. Ocurre simplemente que no me muero más. No hay angina que valga, No hay tifus, ni cornisa, ni guerra, ni espingarda, Ni cáncer, ni cuchillo, ni diluvio, Ni fiebre de Junín, ni vigilantes. Estoy del otro lado. Simplemente, estoy del otro lado, De este lado, Totalmente inmortal. Ando entre olimpos, dioses, ambrosías, Me río, o estornudo, o digo un chiste Y el tiempo crece, crece como una espuma loca. Qué bárbaro este asunto De ser así, inmortal, Festejar nacimiento cada cinco minutos, Ser un millón de pájaros, Una atroz levadura. Qué escándalo caramba Este enjambre de vida, Esta plaga llamada con mi nombre, Desmedida, creciente, Totalmente inmortal. Yo tuve, es claro, gripes, miedos, Presupuestos, Jefes idiotas, pesadez de estómago, Nostalgias, soledades, Mala suerte… Pero eso fue hace un siglo, veinte siglos, cuando yo era mortal. Cuando era Tan mortal, Tan boludo y mortal, Que ni siquiera te quería, Date cuenta. Tarea Han de saber que cuando en la oficina no hay trabajo, yo trabajo, trabajo como un negro, sudo tinta, ando detrás de pájaros azules, me meto en grandes líos con los sueños, me desangro en palabras, salgo a cazar ballenas y crepúsculos, domestico elefantes (hay que ver qué furor el de la selva) le explico al faraón cosas del tiempo, hago el amor a veces, lucho con los zulúes cuerpo a cuerpo, tengo que abrirme paso en un perfume, volver para las doce, morirme, andar recuerdos. Tengo que hablar con Dios, volverme loco, lanzar varias proclamas de justicia, escapar de la hoguera, vestirme de jamás para un entierro. No descanso ni un minuto, me doy ung ran trajín con las cigarras, me cito con Lenin y arreglo el mundo, llamo a larga distancia, digo anote en mi agenda: Nazareno, trato cosas del aire con gaviotas, compro verdes, azules, amarillos y los despacho por expreso al cielo. Hago arreglo con nubes, firmo tardes de otoño con llovizna, corro a cambiar estrellas que andan flojas, promuevo madreselvas, dicto inviernos... cuando el jefe me mira y dice ejem, ya que usted no hace nada y tiene tiempo... ME GUSTA Cine: Los libros de Próspero Música: Jorane Libros: Mujeres que inspiran

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SAltA, DoMiNGo 25 DE NoViEMBrE DE 2012 / E-MAil: [email protected]

Una idea, un libroy toda la poesía

ViCENtE MulEiro

El escritor invitado

Humberto CachoConstantini

Poesía y teatro completo de

Humberto Costtantini

Por jorGE BoCCANErA

Buenos Aires, 8 de abril de 1924 – Buenos Aires,

7 de junio de 1987. Hijo único de inmigrantes ju-

díos italianos, residió en el barrio de Villa Puey-

rredón. Cuentista, novelista y autor teatral, parti-

cipó desde joven en revistas de tono polémico.

Entre 1963 y 1975 publicó Un señor alto, rubio,

de bigotes, Tres monólogos, Más cuestiones con

la vida, Una vieja historia de caminantes, Há-

blenme de Funes, Los héroes de Trelew, y Bandeo.

En 1976 se exilia en México. Regresa al país en

enero de 1984. Su novela "De dioses, hombrecitos

y policías" (Premio Casa de las Américas 1979),

fue traducida al inglés, alemán, hebreo y búlgaro.

Dejó inconclusa su novela Rapsodia de Raquel

Liberman. Ediciones R R acaba de publicar su

obra completa.

Inmortalidad

Ocurre simplemente que me he vuelto inmortal.

Los colectivos me respetan,

Se inclinan ante mí,

Me lamen los zapatos como perros falderos.

Ocurre simplemente que no me muero más.

No hay angina que valga,

No hay tifus, ni cornisa, ni guerra, ni espingarda,

Ni cáncer, ni cuchillo, ni diluvio,

Ni fiebre de Junín, ni vigilantes.

Estoy del otro lado.

Simplemente, estoy del otro lado,

De este lado,

Totalmente inmortal.

Ando entre olimpos, dioses, ambrosías,

Me río, o estornudo, o digo un chiste

Y el tiempo crece, crece como una espuma loca.

Qué bárbaro este asunto

De ser así, inmortal,

Festejar nacimiento cada cinco minutos,

Ser un millón de pájaros,

Una atroz levadura.

Qué escándalo caramba

Este enjambre de vida,

Esta plaga llamada con mi nombre,

Desmedida, creciente,

Totalmente inmortal.

Yo tuve, es claro, gripes, miedos,

Presupuestos,

Jefes idiotas, pesadez de estómago,

Nostalgias, soledades,

Mala suerte…

Pero eso fue hace un siglo,

veinte siglos,

cuando yo era mortal.

Cuando era

Tan mortal,

Tan boludo y mortal,

Que ni siquiera te quería,

Date cuenta.

Tarea

Han de saber

que cuando en la oficina no hay trabajo,

yo trabajo,

trabajo como un negro,

sudo tinta,

ando detrás de pájaros azules,

me meto en grandes líos con los sueños,

me desangro en palabras,

salgo a cazar ballenas y crepúsculos,

domestico elefantes

(hay que ver qué furor el de la selva)

le explico al faraón cosas del tiempo,

hago el amor a veces,

lucho con los zulúes cuerpo a cuerpo,

tengo que abrirme paso en un perfume,

volver para las doce,

morirme,

andar recuerdos.

Tengo que hablar con Dios,

volverme loco,

lanzar varias proclamas de justicia,

escapar de la hoguera,

vestirme de jamás para un entierro.

No descanso ni un minuto,

me doy ung ran trajín con las cigarras,

me cito con Lenin y arreglo el mundo,

llamo a larga distancia,

digo anote en mi agenda: Nazareno,

trato cosas del aire con gaviotas,

compro verdes, azules, amarillos

y los despacho por expreso al cielo.

Hago arreglo con nubes,

firmo tardes de otoño con llovizna,

corro a cambiar estrellas que andan flojas,

promuevo madreselvas,

dicto inviernos...

cuando el jefe me mira y dice ejem,

ya que usted no hace nada y tiene tiempo...

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2SALTA, DOMINGO 25 De NOVIeMBRe De 2012

Los Goliardos me interesaron siem-

pre. Desde las lecturas del Arcipestre

de Hita, me interesaron figuras de

la Edad Media -época tan regimen-

tada- que tuvieran esas aperturas vi-

tales, tan diferentes a los aires de la

época. Finalmente me interesaron

para concretar algo que venía pen-

sando: hacer una propuesta lúdica

con la poesía. No manejar sólo la

cuerda de la melancolía. Sé que no

soy el primero que lo hace. Hay una

larga tradición. François Villon, por

ejemplo. Entre los argentinos, hay

un Tuñón que sigue a Villon y que

festeja a los ladrones, a las prostitu-

tas. Me interesaron esas figuras para

revertir este predominio de lo grave

en que nos mete la sociedad, de la

seriedad, del mundo de la respon-

sabilidad y este ignorar la dimensión

corporal. Y dentro de la dimensión

corporal, los goces del cuerpo, y el

disfrute de la risa. Eso es muy im-

portante. No sé si cuando pensé la

propuesta, pero leyendo y ajustando

las versiones, hay en los poemas una

idea de poesía ligada a lo corporal,

ya no separada del cuerpo. No abs-

tracta.

Como propuesta ideológica hay que

tener en cuenta que se dice que Aris-

tóteles escribió una sátira, la Sátira

Menipea, que fue ocultada porque

daba vuelta la severidad de su dis-

curso, y apostaba a un mundo

donde predominase el humor. De

eso trata, de hecho, la novela de

Humberto Eco El nombre de la

rosa. Es el libro que están buscando,

y que no se debe conocer. Porque si

existe en el hombre la idea de to-

marse las cosas a risa eso sería trans-

gresor. Llevaría al irrespeto a los po-

deres constituidos. Entonces como

propuesta ideológica, como una pro-

puesta ligada al mundo de las ideas,

la alternativa de celebrar el presente

como una cosa transgresiva, como

algo que no se busca. La civilización

occidental judeo- cristiana pide que

pensemos demasiado en el futuro,

y no en el hoy o en nuestra única

sede en este mundo, el cuerpo.

Hay una idea de adulto, aquí. La

adultez como dejar atrás los rastros

del juego. El hombre es un animal

que juega y si no juega no puede vi-

vir, está como un poco muerto. La-

can regalaba juguetes a sus amigos

para que recordaran que había una

dimensión de jugar con los elemen-

tos de la realidad y no sólo la de te-

ner una relación de utilidad y de efi-

cacia. Con lo existente, con los vín-

culos y con la materia se pueden

tener otras relaciones que no tienen

por qué pasar nada más que por una

especie de rendimiento, sino por otra

dimensión. Una dimensión en

donde entra la

joda. Entra la joda

como elemento

de la vida.

Esto va a apare-

ciendo en el libro

de distintas mane-

ras. Por ejemplo

hay un poema

que es el que en-

cabeza la serie de

“Los Goliardos”

que discute el

mito de Sísifo. Sí-

sifo con su roca,

subiendo la mon-

taña y que, al lle-

gar a la cumbre, se

le cae y tiene que volver a subir. Esa

especie de castigo como destino. A

mí me quedó siempre muy presente

el prólogo de un libro del poeta es-

pañol Félix Grande Lara donde se

pregunta “y, ¿si en lugar de este mito

donde hay que volver a cargar la

roca otra vez, la suelta y sube a la

cima de la montaña?”. Y que la roca

se vaya a cagar. Me pareció muy in-

teresante para dar vuelta esa idea de

la vida solamente como valle de lá-

grimas. La vida tiene sus tonalida-

des oscuras, melancólicas, y el mis-

terio nunca develado de la muerte;

eso está en la poesía, está en todos

los poetas. Pero no al punto de ha-

cernos olvidar otra dimensión según

la cual el mundo de los vínculos

puede tener sus placeres, el mundo

del contacto del cuerpo, con la

buena mesa, con la buena bebida

puede tener sus placeres. A los go-

liardos les interesaban estas cosas:

la poesía, la música, la buena mesa

y el amor no platónico precisa-

mente.

Esto implica una dimensión política.

Por ejemplo, una sociedad “go-

liarda” implicaría una sociedad que

rompe permanentemente los límites

de su emancipación y los va po-

niendo siempre un poco más allá.

En este sentido, una sociedad más

feliz, digamos, donde haya una di-

mensión individual y una dimen-

sión social más armónica, divertida

y más placentera implica derrotar a

aquellos que quieren todo para ellos

y tienen una manera, un estilo, que

pasa por el autoconsumo y creer que

la vida es solamente eso. Así que,

sin duda, una idea festiva implica

necesariamente una dimensión po-

lítica.

Sobre El Dictador- la historia secreta

y pública de Jorge Rafael Videla y

la literatura in-

fantil

Están los dis-

tintos tonos

porque de re-

pente a mí el

golpe me

agarra a

los veinti-

c i n c o

años, en un

momento

donde uno

tiene que des-

plegarse y nos

tuvimos que

encerrar. Y si

no hubiese sido

por la poesía y los amigos poetas

todo hubiese sido más difícil de lo

que ya de por si fue. Así que la vida

está llena de esa presión del poder

que te quiere arrinconar para que

vos no te despliegues y hay que de-

nunciar. En mi tarea de periodista,

con ese libro y en otras cosas, he tra-

tado de dar cuenta de que esas son

murallas contra la posibilidad de

desplegar la vida, de desplegar el

cuerpo. Una sociabilidad mejor en-

tendida.

Y en la literatura para chicos entra

esa dimensión de la cual venimos

charlando: la lúdica. A mí me di-

vierte mucho escribir para los chicos,

y lo que hago es mezclar el humor

con la historia. En la literatura para

chicos cruzo la historia argentina y

el humor. Sin duda que para escribir

para los chicos hay que tener en

cuenta el registro. Obviamente no

vas a hablar con cualquier tipo de

lenguaje, puesto que hay registros

del lenguaje que tienen una relación

con la edad. Pero también se los

puede transgredir. Entonces se trata

de hacer rebotar la piedra un poco

más allá. Que la piedra una vez que

la tiraste pique otra vez más, con

una palabra que no es del código,

con una situación que aparente-

mente es transgresiva para la edad.

Hay novelas para chicos excelentes,

como una de Roald Dahl que co-

mienza algo así como “mi abuelo

era un gran cojedor”. Y Dahl es uno

de los grandes escritores del siglo

XX. Siempre se puede intentar dar

un paso más allá, aun cuando estés

escribiendo algo tan de género. De

todas formas, yo no voy a poner en

una novela para chicos figuras de

corte epistemológico. Sé que no le

hago bien ni al cuento, ni al pibe

que va a leer, si acaso a mí mismo.

De esos hablamos cuando habla-

mos de registro del lenguaje. No vas

a hablar con registros académicos,

pero bueno, también respetar al lec-

tor de menos edad es ponerlo a bus-

car palabras en el diccionario, ¿por

qué no? O en Google. Que lo bus-

que en Wikipedia, ¿por qué no?

Así que todo tiene que ver con una

raíz de buscar siempre expandir los

límites de lo presente y de denunciar

aquello que no nos permite ser más

solares. Una vida más solar. El hom-

bre solar es una categoría de un fi-

lósofo anarquista, Michel Onfray.

La expone en varios libros. El hom-

bre que no se niega a los desafíos y

a los placeres del cuerpo, a una es-

tética sobre si mismo, y a una vin-

culación con los demás. En este sen-

tido también le da una dimensión

política, como veníamos hablando.

A mí me interesa eso, lo que no

quiere decir que me tome la vida

como un reparto de globos. ¡Sería

fantástico! Pero me interesa mucho

trabajar esa cuerda. Entre otras, por-

que hay distintos momentos en la

poesía. Sin duda repasando mis li-

bros de poesía, tengo momentos me-

lancólicos también. Más aún, en el

mismo libro pueden aparecer.

Sobre la poesía actual

A mí me interesan unos cuantos po-

etas de la poesía argentina. Me in-

teresa mucho su variedad de tonos.

Porque yo comienzo a escribir en

mi adolescencia frente a una varie-

dad de tonos. Hay un error, reduc-

cionista, según el cual la poesía ar-

gentina es coloquial y política-

panfletaria.

Y yo tengo que recordar siempre

que en los sesenta estaba Alejandra

Pizarnik, Juan Gelman, Eduardo

Romano, pero también Enrique

Molina, Joaquín Gianuzzi, pero

también Francisco Madariaga, Olga

Orozco. Y te estoy nombrando nada

más que algunos. Y algunas. Enton-

ces de ninguna manera, ese mundo,

muy variado, se lo puede reducir.

Yo salgo de esos cruces. De esos dis-

cursos diferentes, que me llevan, en

un mismo poemario, a variar la to-

nalidad porque tengo incorporado,

en mi historia de lector, todo ese

mundo variado. Hay poetas argen-

tinos que me interesan más que

otros. Me interesa mucho Jorge Boc-

canera, Laura Yasan, María del Car-

men Colombo. Entre los poetas jó-

venes: Anahí Mallol. Y pienso que,

por más que en los noventas haya

habido una suerte de recorte de esa

voz poética, que para mí siempre es

una voz en despliegue, que se en-

sancha, como un mar, que crece,

que toma al lenguaje como a un

gran cuerpo, pienso que en los no-

ventas hubo un repliegue hacia una

poesía con menos juego con el len-

guaje. Más sustantiva. Pienso que,

a pesar de eso, la tradición poética

variada hace que eso sólo sea un

momento y que después se rescata

la multiplicidad de voces. Eso es im-

portante. Este es un país que tiene

un poeta como Manuel J. Castilla,

como Juan L. Ortiz, como Bus-

triazo, como Leónidas Escudero,

como Gelman, como Luis Tedesco.

No se puede pensar que eso se va a

reducir a una especia de balbuceo

con un pequeño registro del len-

guaje. No. Pienso que son momen-

tos donde hay suficiente fuerza

como para salir. Yo no le pido a la

poesía que se plante con un discurso

programático. No creo que la poesía

deba cumplir deberes. Sino que debe

soltarse y jugar.

Hay casos muy interesantes también

en narrativa. Hay mucha eferves-

cencia. Hernán Ronsino me interesa

mucho. Pablo Ramos. Negar esas

vertientes diferentes es una ceguera.

No quiero ser tampoco falsamente

optimista, pero la verdad es que pro-

Punto Cultural reproduce esta entrevista por la amplia zona de lapoesía universal y argentina que Muleiro abarca.

Entrevista a Vicente Muleiro

El periodista y escritorVicente Muleiro, conversócon la revista LamásMédula acerca de su nuevolibro, Los Goliardos, y loque lo rodea. De cómo losgoliardos, clérigosvagabundos que durante laEdad Media celebraban losplaceres terrenales, lepermitieron desplegar yexpandir una poesíafestejante. Porque la vidatambién era eso:celebración y trasgresión.

Una idea, un libro y toda la poesía

CMAN

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3SALTA, DOMINGO 25 De NOVIeMBRe De 2012

ductividad hay. Hay un renaci-

miento de la novela negra, con es-

critores como Daniel Sorín, Leo-

nardo Oyola, que tienen novelas

muy interesantes. Me parece que no

corresponde mucho la queja para la

productividad de la escritura en la

Argentina comenzado el siglo XXI.

Los Goliardos

La idea del goliardo en el libro es

central. Ocupa toda una primera

parte. Son veinticinco poemas y

luego aparece la otra parte “Juntu-

ras” que se refiere al mundo vincu-

lar, por eso tiene ese título. Yo creo

que tiene un puente con Los Go-

liardos, pero es otro tono. Muy po-

cas veces me ha pasado escribir po-

esía con una idea de libro previa. Y

acá sí me pasó. Una vez que tuve la

figura de los goliardos, dije “acá

voy”. Me dio para veinticinco poe-

mas, luego me

empezó a pare-

cer que se repe-

tían algunas fi-

guras. Y la

segunda parte,

“Junturas”,

tiene que ver

con un clima

de querer salir

del mal augu-

rio que te tira

permanente-

mente el sis-

tema. Abrirse

sobre el mal augurio, la índole reac-

cionaria de la ley de Murphy. Salir

de eso. Avanzar hacia el despliegue

del cuerpo, de los horizontes políti-

cos, de las ideas. De todas maneras,

como dice Pavese, “vendrá la

muerte y tendrá tus ojos”. O Miguel

Hernández: “muchos tragos son la

vida, un solo trago, la muerte”. Per-

mitirse, de vez en cuando, otro tono

en la vida cotidiana y en la relación

con la escritura. Además yo tengo

un precepto fundamental sobre el

cual, no soy el único que lo tiene, la

palabra poética, la palabra no repre-

siva está ligada a los humores cor-

porales, a mejores relaciones de con-

tacto con el otro.

Freud dice que el bebé y la madre

están embelesados entre sí. Viene el

padre y los separa para que se pue-

dan volver adultos y cada uno obte-

ner su sexualidad. Hay algunos fi-

lósofos entre nosotros, León

Rozitchner, pero también hay un

par de libros muy interesantes, el

que escribió Eugenio Zaffaroni so-

bre la pachamama y el que escribió

Ivonne Bordelois, Una etimología

de las pasiones que, más o menos,

apuntan a otra teoría. Ese romance

es un romance poé-

tico que no se tiene

por qué cortar de

una manera auto-

ritaria. Ya que el

Edipo es una mi-

tología, ¿por

qué no puede

ser una mitolo-

gía ese romance

con los otros? Y

el lenguaje que sal-

dría de esa otra pos-

tura sería el lenguaje

poético. Por eso ha-

blo de la cercanía de la poesía con

el cuerpo. Ese precepto es funda-

mental en tanto post psicoanalítico

y se opone a los discursos de la ley

y a aceptar al mundo sesgado. Los

goliardos. Hemos estado hablando

todo el tiempo de lo mismo. Los go-

liardos.

Este es un país que tiene unpoeta como Manuel J.Castilla, como Juan L.Ortiz, como Bustriazo,como Leónidas Escudero,como Gelman, como LuisTedesco. No se puedepensar que eso se va areducir a una especia debalbuceo con un pequeñoregistro del lenguaje.

A partir de la última obra de Shaskespeare, el cineastaPeter Greenaway, concibió una obra desbordante enimagen, imaginación. Una joya estética, que hace del séptimo arte unacompendio de todas las artes. Con este filme estenado en 1991, el también realizador de El libro decabecera, consiguió el favor de la crítica especializada con esta poco convencional reelaboración de La Tem-pestad, de William Shakespeare. La película, como la pieza del inglés, ubica la escena entre 1599 y 1611,cuando Próspero, ex duque de Milán, es desterrado con su hija Miranda a una isla muy alejada de Europa porsu hermano Antonio y el aliado de éste, Alonso, actual Rey de Nápoles. Pero, cuando Miranda y el hijo de suprincipal adversario se enamoran, se le presenta la oportunidad de vengarse de todos sus enemigos. Greena-way, (5 de abril de 1942, Newport, Gales), es un director de cine galés. En 1980 Greenaway producirá su másambicioso trabajo hasta ese momento, titulado The Falls: un monstruo fantástico, una enciclopedia de lo ab-surdo de material asociable con el vuelo, con la ley de la gravedad, 92 víctimas de algo que denominó (VUE),por sus siglas en inglés, Evento Violento Desconocido. Los años 80 vieron las mejores películas de Greenaway:El contrato del dibujante en 1982, A Zed & Two Noughts en 1985, El vientre del arquitecto en 1987, Drowningby Numbers (también traducida como Conspiración de mujeres) en 1988 y El cocinero, el ladrón, su mujer ysu amante en 1989, su película más conocida por el público. Los noventa, las más atractivas a nivel visual Loslibros de Próspero en 1991, la controvertida El niño de Mâcon en 1993, El libro de cabecera en 1996, y 81/2Women en 1999. Un cineasta original, con obras que abren un universo escondido del hombre y que estáen la historia del arte, que es la historia de la humanidad. Eso me gusta.

Cine

A esta hermosa chelista y cantante la descubrí hace poco enYouTube, viendo el recital que Bobby McFerrin, en el recitalque realizó en el 2005 en Canadá. Allí invitó a canta a la se-ductora Jorane. Bajo este nombre se esconde Johanne Pe-lletier, muchacha franco canadiense nacida en Quebec en1975. A los 19 años cuando estaba estudiando en el con-servatorio se enamoró del violonchello y aprovechandoque tenía una potente voz se lanzó de lleno a la música.Pero no se conforma con ser una más, realiza una personalmezcla de música clásica, rock alternativo, folk y ambient.Según alguno especialistas, se la podría comparar conartistas de la talla de Bjork, Kate Bush, Tori Amos, Lore-ena Mckennit... Ha trabajado entre otros artistas conSarah McLachlan y a pesar de llevar editados una decena

de discos no es muy conocida en nuestro país. La mejor definiciónde Jorane es la que la se describe como un cruce entre Yo Yo Ma y Lisa Gerrard. La artista aúna dos

talentos opuestos, el chelo y la voz. Y esto hace recordar a otra vocalista y chelista, joven extraordinaria, Spe-ranza Spalding. Una combinación que me gusta.

En el libro coral Mujeres que inspiran, la diseñadora María Cherñajovsky y la periodista Carla Czudnowskyentrevistan a 18 mujeres argentinas que, enfocadas y lanzadas a la defensa de una causa, reflexionan sobreel compromiso, los cambios, los mandatos y la posibilidad de abrir nuevos caminos para los que vienendespués. Las diferentes realidades e historias de vida de mujeres con estilos definidos y que con sus trabajosinspiran a otras son parte de este libro, que nació como corolario de los encuentros "Mujeres que inspiran"que la diseñadora, creadora de la marca María Cher, organiza anualmente desde 2009, con la misión de"construir un mundo mejor". Por sus búsquedas, trabajos o luchas, Estela De Carlotto, Adriana Varela, DianaMaffía, Malena Pichot, la nadadora María Inés Mato, la travesti Lohana Berkins y Marta Dillon, entre otras,dan testimonios de sus vidas y del impacto positivo de sus trabajos, pero también reflexionan sobre el arte,la maternidad, el trabajo, la discriminación y el placer. "Junto a ellas hemos revisado nuestros mandatos yderechos, los lujos, placeres y las características del género femenino en general, del que nos reímos, peroque también reflexionamos", cuentan las autoras y agregan: "Luchar contra los mandatos y vencerlos paraencontrarse y ser feliz sigue siendo una constante dentro del género femenino". El primer tópico del libroeditado por Planeta, que mecha con las historias personales de cada una, es el arte como transformador.

LibrosMujeres que inspiran

ME GUSTA

Los libros de Próspero

JoraneMúsica

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4SALTA, DOMINGO 25 De NOVIeMBRe De 2012

Poesía y teatro completo de Humberto Costantini

Como un modo de interpelar a

la vida desde la oralidad de un

Whitman canyengue y con una

conciencia a la altura de su

tiempo, podría caracterizarse a

la producción literaria del poeta,

dramaturgo y narrador Hum-

berto “Cacho” Costantini (1924-

1987), de quien acaba de apare-

cer la antología Poesía y Teatro.

Obra Completa.

El libro que compendia su poe-

sía -las varias ediciones aumen-

tadas bajo un mismo título de

“Cuestiones con la vida” desde

1966- y siete piezas de teatro,

lleva el sello R y R (Razón y Re-

volución).

La reedición de los libros de

Costantini evidencian la popu-

laridad que gozaron con textos

convertidos en clásicos; como

los poemas “Porteño y de Estu-

diantes”, “Che” y “Gardel” -

éste último grabado en placa de

bronce al frente de la Casa Car-

los Gardel, en Medellín.

Para Rosana López Rodríguez,

autora del prólogo de esta anto-

logía, “Costantini no escribe

como una concesión a lo popu-

lar, sino como una expre-

sión genuina de su espí-

ritu involucrado con todo

lo que tiene de vital la ex-

periencia humana”; ex-

presión en la que late:

“una sed de vida colec-

tiva, de comunión, en los

que suele estar presente

la apelación al receptor

para una actividad con-

junta”.

Un amigo de Costantini,

el poeta Horacio Salas,

rememora con sabor de

anécdota cómo y cuándo

lo conoció: “Nos pre-

sentó en 1959 Ernesto

Sabato en el bar Que-

randí; allí se reunían los

escritores que acababan

de fundar la revista El

Grillo de papel”.

“De repente Sabato dijo con

tono sentencioso: ‘La guerra

saca a la superficie lo peor y lo

mejor de los seres humanos`;

Cacho replicó’: ̀ La guerra siem-

pre es una mierda, todo lo de-

más es retórica`; yo con mis die-

ciocho años creía que todos los

dichos de Sabato eran irrefuta-

bles; que alguien argumentara

con esos términos contra el ma-

yor escritor mediático me dejó

anonadado”.

Desde allí, Salas se integraría a

la revista y ensancharía una fé-

rrea amistad con Costantini:

“Por esos días le mostré un po-

ema y me dijo que eso no era lo

mejor que yo podía escribir, que

lo tirase; esa contundencia me

condujo a repensar mis creen-

cias y gustos poéticos”.

Entre el tono epistolar, el pasaje

narrativo, la letra de canción y

la oralidad del coloquio, la poe-

sía de Costantini es, según Salas,

heredera directa de Mario Jorge

de Lellis, poeta de quien fue ín-

timo amigo” y con quien coin-

ciden en un interlocutor a la

mano con frases que apelan a la

cercanía del gesto confidencial:

“te lo digo sin vueltas…”.

Salas ubica a Costantini en el

marco de la generación del 60;

por un lado un fra-

seo conversacional,

pleno de ironía y

locuciones popula-

res; por el otro: “Re-

pensar la Argentina,

su historia, su litera-

tura, el reflejo de su

cotidianeidad, sus

mitos y sus ídolos”.

Resaltan, además, po-

emas a sus amigos -

como el dedicado al

poeta Roberto Santoro,

desaparecido en plena

dictadura- y el destie-

rro, que le arranca ver-

sos como éstos: “…

.quiere decir exilio/ y

dice arena lenta,/ o dice

sombra, esa ceniza/ que

lo va sepultando poco a

poco”.

De su lado, la sección “Te-

atro” compendia un des-

empeño iniciado en 1964

con la publicación de los

monólogos: “Estimado pró-

cer”, “La llave”, “Un señor

alto, rubio, de bigotes”; a los

que siguió otro monólogo,

“¿De qué te reís?”, y tres

obras escritas en el exilio:

“La traición de Viborg”, la

pieza para niños “Una pipa

larga, larga, con cabeza de

jabalí” y “¡Chau Pericles!”.

El crítico de teatro Jorge Du-

batti sostiene que persiste:

“Una deuda con la drama-

turgia de este autor: “Au-

sente en las historias y los

estudios sobre el teatro

argentino de los 60 a

hoy”.

“Falta aún escribir un

libro sobre el Costan-

tini dramaturgo

-opina-, así como sobre

sus relaciones con otros

narradores que practica-

ron la dramaturgia en

esas décadas, entre ellos

David Viñas, Pedro Or-

gambide, Rodolfo Walsh,

Francisco Urondo, Manuel

Puig, Haroldo Conti y Abe-

lardo Castillo”.

Analizando las primeras obras

citadas, destaca Dubatti: “La

complementariedad natural en-

tre el monólogo y el cuento en

primera persona. Además, el

monólogo es uno de los géneros

más `literarios` del teatro, se

aparta por su convención del re-

alismo escénico y, al dar cuenta

de la palabra interna del perso-

naje, permite aproximaciones a

la representación de la subjeti-

vidad, al expresionismo”.

Coloca como ejemplo a “Un se-

ñor alto, rubio, de bigotes” y

“¿De qué te reís?, ambos textos

presentados por el autor como

piezas dramáticas, pero que

también integran sus libros de

relatos.

Dubatti ubica la concepción te-

atral de Costantini en el marco

del movimiento fundado por Lé-

onidas Barletta en 1930: “Que

con cambios internos, se pro-

longa a lo largo de las décadas

y sigue viva; una dramaturgia

de alto valor literario, de moder-

nización y búsqueda con el ob-

jetivo de crear conciencia so-

cial”.

Sobre “¡Chau Pericles!” -pieza

notable que se mueve entre la

denuncia, el absurdo y una sin-

gular metafísica-, señala Du-

batti: “Empieza como comedia

y termina como tragedia”.

“¡Chau Pericles!”, basada en la

profecía de un jubilado ferrovia-

rio que viaja por pueblos del in-

terior dando conferencias cen-

tradas en un único mensaje

(“Que tras el quiebre de la dic-

tadura, la Argentina se acabó”),

es un texto clave para pensar la

postdictadura como trauma y

consecuencia del horror histó-

rico”, concluye Dubatti.

“De repente Sabato dijocon tono sentencioso: ‘Laguerra saca a la superficielo peor y lo mejor de losseres humanos`; Cachoreplicó’: `La guerrasiempre es una mierda,todo lo demás es retórica`;yo con mis dieciocho añoscreía que todos los dichosde Sabato eran irrefutables;que alguien argumentaracon esos términos contra elmayor escritor mediáticome dejó anonadado”.

Por Jorge Boccanera