Inmerso en el Multiverso

Muchos me han preguntado la razón de porque para mí el mundo se conduce hacia su

propia destrucción, una vez intente explicarlo pero nadie dio crédito a mis palabras. Tal

vez tengan cierto grado de credibilidad si el lector no pone atención a las voces de

pseudoconocedores que plagan con sus mentiras nuestro mundo, sus conspiraciones e

historias, casi científicas para que a través de palabras refinadas , tú cierres tus ojos y así

ellos puedan dominar de mejor manera tu camino.

Pero basta de preludio, procederé a contaros como fue que comenzó mi sombría mirada

hacia el futuro de la humanidad.

Era un jueves por la tarde me encontraba leyendo algunos libros de mecánica automotriz

pues se acercaba rauda una evaluación de aquellas que definen tu futuro como persona y

profesional, el material me parecía entretenido pero al no poder llevarlo a casa, decidí

leer en la biblioteca que se encontraba convenientemente en el subterráneo del lugar,

convenientemente digo ya que de este modo el ruido molesto de las calles transitadas de

la ciudad no afecta al entendimiento de lo que se estudia.

Eran alrededor de las catorce horas cuando un ruido espantos hizo que saliese de mi

estado de concentración. Al principio pensé que solo era un petardo cercano de aquellos

qué acostumbras oír en celebraciones como la de año nuevo o el aniversario de tu ciudad,

pero al sentir las repeticiones olvide aquello que estaba haciendo y me escondí debajo de

la mesa que en otro momento apoyaba el libro, su pobre protección fue suficiente para

soportar parte de los escombros que cayeron, sin saber cómo o porqué me desvanecí.

Desperté adolorido y un poco asustado, pensé que solo había sido mi imaginación y que

estaba en mi casa, eso hasta sentir el olor a humo y comenzar a oír los gritos que venían

de la zona cercana. Creo que el salir casi ileso era un milagro, me levante lentamente

mientras movía un poco de material de sobre mí, la imagen que se dibujaba era grotesca

brazos sin cuerpos, cabezas y pedazos de lo que hasta solo minutos atrás eran

compañeros y amigos desperdigados por todo el lugar, intente salir y ver qué es lo que

había ocurrido pero una mano me atajo, me hizo retroceder y me dijo que mantuviera el

silencio.

La mano le pertenecía a una chica, por su uniforme me di cuenta de que era enfermera, su

voz serena pero a la vez preocupada me explicaba que minutos antes había visto algo

parecido a un avión de pasajeros pero más pequeño y demasiado cerca para ser un avión

convencional, este se hallaba sobrevolando la ciudad. Mi mente comenzó a imaginar las

posibilidades, ¿se habría declarado la guerra con algunos de nuestros países vecinos?,

¿era acaso el principio de la tercera guerra mundial? Mis preocupaciones casi infantiles

fueron detenidas por ella, me dijo que debíamos buscar a los que estuvieran aptos para

ayudar a los supervivientes, habían algunos que como nosotros habían salido ilesos o casi,

sin más que un rasguño o una herida superficial, nos unimos y comenzamos a sacar a

aquellos que aun respiraban había olor a orina, sangre, eses y un sinfín de olores que no

lograba identificar.

Éramos veinticuatro en total diez de ellos estaban heridos nosotros catorce éramos

responsables por ellos, hicimos grupos de cuatro para vigilar y hacer guardias tres grupos,

la enfermera encontró a una de sus compañeras por lo que ellas decidieron cuidar a los

heridos.

Pregunte el nombre de la primera chica que había encontrado, respondió que se llamaba

Nathaly, no sé porque esperamos el anochecer para movernos pero decidimos que era

necesario el salir en búsqueda de provisiones y materiales para limpiar las heridas y

vendarlas. Nathaly me dio una lista y junto a otros tres salimos en búsqueda de aquéllos

materiales para curación. Fue realmente una suerte encontrar aquel libro de medicina.

Subimos con mucho cuidado, tal vez pensando que podría haber alguien allí afuera

esperando ver movimiento para disparar, nada, silencio. Quiero que imagines la escena

cuatro personas saliendo de entre escombros, donde alguna vez hubo una edificación de

cuatro pisos solo tierra y fierros torcidos, una de las chicas que salió con el equipo de

búsqueda no soporto ver esto y lanzo un sollozo, yo hubiese deseado hacer lo mismo,

aquel sitio que me educo no solo a mi sino también a mi hermano… Lo recordé, mi

hermano, donde estaba, entraba a clases a las dos de la tarde, creo que me daba

tranquilidad pensar que nunca llegaba a la hora. Aun así no pude contener las lágrimas

que brotaron, decidí ser fuerte abrase a la chica para tapar su boca y evitar que soltara el

llanto.

Las calles estaban en un completo pero a la vez doloroso silencio, no habían bomberos

aunque habían incendios de cuadras completas, avanzábamos rápido, el otro varón que

venía conmigo se acercó a una casa completamente destruida, sus ojos vidriosos lo decían

todo, aquel lugar era donde hasta esa tarde había estado su casa, yo aún mantenía sujeta

a la chica del sollozo; Martina, la otra chica, se le acerco, lo abrazo y solo dijo: tranquilo.

Caminamos por las calles oscuras solo iluminadas por los focos de incendio que por

nuestros costados ardían. Francamente no sabía qué hacer, fuimos a varias farmacia pero

no quedaba nada, entramos a un supermercado, compras a medio camino, cadáveres que

aun sujetaban carros, cajas con objetos encima, una visión espectral solo reconocible por

algunas parpadeantes luces de seguridad. Caminos por los pasillos, era bastante extraño

recorrerlos sin el incesante ruido de la musiquita, tomamos lo que necesitábamos lo

echamos en varios carros de transporte, pero no los carros típicos de supermercados si no

esos que utilizan los reponedores para palés de mercadería.

Salimos en silencio, llevábamos alimentos no perecibles pero que no necesitaran cocción,

no queríamos iniciar otro incendio y no había electricidad para hacer funcionar nada.

Caminamos por otras calles evitando siempre las con “iluminación” de pronto oímos un

ruido en una casa, nos acercamos a ver qué es lo que ocurría, tal vez hubiese alguien que

pudiese decirnos que pasaba un hombre ancianos nos vio y comenzó entre risillas

nerviosas y enojo a insultarnos y a increparnos diciendo:

- Sabía que se aparecerían pequeñas mierdas, ratas asquerosas, saqueadores culi…

- Detenga su tren viejo roñoso, que huea le pasa – interrumpí – que nos quiere decir.

- No se hagan los hueones –dijo – viene a robar y a puro hacer destrozo ustedes cuatro,

¿de a ’onde sacaron esa huea que llevan hay?

- Señor por favor cálmese –era la primera vez que hablaba Karina, la chica del sollozo –

No sabemos que pasa, estamos solos y tenemos amigos heridos que necesitan ayuda

médica urgente, necesitamos saber que ocurrió aquí.

Al viejo le cambio la cara, nos hizo entrar su casa y nos dio un par de mates con agüita que

tenía en un bracero, un tarrito con un alambre así la función de tetera, y una latita de

leche condensada hacía la función de mate, era la mejor bebida que había probado nunca,

tal vez por qué no comía nada desde la mañana pues me había saltado el almuerzo por

estar leyendo, o tal vez porque sin saber qué hora era mi estómago estaba feliz de recibir

algo caliente, el viejito comenzó a contar:

“Todo empezó con un apagón muy raro, la luz de toda la ciudad se vino abajo, algunos

lugares que tenían luz de respaldo pudieron seguir funcionando pero las señales de radio,

telefonía y televisión se cayeron al mismo tiempo, yo saque una radio a pila bien viejita

que tengo pa’ escuchar las noticias en A.M. así que la prendí y como toy medio sordo de

una oreja me la puse en el oído “weno” y empecé a buscar, había una pura emisora

funcionando, pero tenía pura música numas…” se detuvo y tomo de un sorbo el mate que

tenía en su mano “… ni una noticia de lo que pasaba acá…” me miró fijamente y me dijo:

“sabis que cabro, me hacis recordar a alguien que conocí, pero no se quien…” le

preguntamos qué paso entonces, el respondió: “miré la calle y habían tanques, jeeps y

unos aviones disparando y lanzando bombas por toos laos, me asuste pero como mi casita

se ve viejita ni la miaron, menos mal, yo estaba más asustao, pensé que me iban a matar.

Pero no pasaron de largo, asi que me quede callaíto y mire por la ventana bien disimulao

de nueo pa que no me pillaran, un soldao me vio…” hizo una pausa larga me quedo

mirando de nuevo y me dijo: “hay taba la madre del cordero, el soldao era igual a voo

pero con el pelo más corto, me vio pero lo escuche cuando dijo: pasemos a otra casa está

esta se ve deshabitada, ven pa’ca mierda…” dijo eso mientras saltaba y me tomaba del

pelo jalando firmemente, me debe haber arrancado un par de mechones pero su rostro de

ira cambio al ver que mi pelo largo era cien por ciento natural, lo redujimos junto a

Esteban, el joven que venía con nosotros, no sabía sí creerle o sí simplemente, era un viejo

demente más con demencia senil.

Decidimos irnos, el viejito se disculpó y nos dijo que todo era cierto. Nos pasó su radio

A.M. marca Sanyo, “…puede que ustedes la necesiten más que yo…” fue lo último que nos

dijo antes de mirar hacia ambos lados como quien va a cruzar una calle concurrida y luego

cerro su puerta en silencio y evitando mirarnos.

Seguimos caminando ya era bastante tarde había mucho humo por las calles, algunos

incendio se habían apagado por las mismas tuberías de las casas que, por el exceso de

temperatura hacia aumentar la presión en ellas hasta el punto de explosar y regar ríos que

frenaban el avance del fuego. Otros seguían vivos, la luna ilumino nuestra lenta y

arriesgada travesía para volver a la biblioteca del instituto que nos mantenía a salvo de los

peligros, un ruido de motor rompió el silencio de la noche en este desértico paisaje.

Corrimos a ocultarnos en los restos de una casa cercana.

Mire disimuladamente el vehículo que pasaba frente a la casa me extraño ver la bandera

chilena con sus colores fuera de lugar, el cuadro blanco era rojo tal como la estrella, el

azul en nuestra bandera era blanco y el rectángulo que debía ser rojo era azul. Mire a

Esteban y le dije que se fijara en la bandera del jeep, tal cual como yo lo había visto dijo lo

mismo, los colores están cambiados. Uno de los soldados se bajó, a mitad de la cuadra, el

jefe le dio una orden que no alcanzamos a oír, se saludaron con la mano en la frente y el

jeep partió dejando atrás al soldado que ahora iba a pie. Comenzó a revisar casa por casa,

cuando entro en la que estábamos nosotros oculto le dimos con un palo en la cabeza,

pensamos que lo habíamos matado pero seguía respirando, lo amarramos y lo subimos al

carro de víveres, y lo amarramos firmemente, la luz no nos permitió verlo bien pero aun

así lo arrastramos hasta nuestro refugio.

Despertó y me acerque a él su cara no hizo ni un solo gesto, yo aún no salía de mi

asombro, ¿Cómo podía ser posible? ¿Es que acaso el viejo tenía razón?, el hombre

amarrado era idéntico a mi hermano, casi como un clon, revise un cabeza ya que mi

hermano tenía un lunar de carne bastante asqueroso cerca de la oreja izquierda y hay

estaba, la única diferencia eran sus ojos, lo que en nosotros es blanco en él era rojo, y su

iris era totalmente blanco. Trate de dejar fuera mi sorpresa y le dije:

- ¿Quién eres?

- ¿Acaso no me reconoces hermanito? – respondió.

- Yo no soy tu hermano – dije golpeando la mesa que nos separaba- ¡¿Quién eres?! ¡¿De

dónde vienes?!

- Quiero a mi abogado presente –dijo burlonamente

Tomé un alicate y procedí a apretar una de sus uñas, no parecía dolerle, su dedo comenzó

a sangrar pero no hubo respuesta de dolor. Nathaly me quito de allí y me dijo que ella

intentaría ver si podía sacarle información.

Puso las manos del joven sobre la mesa y procedió a curar su herida, él la miraba

embelesado como un niño mira un caramelo o un juguete nuevo e inalcanzable, habíamos

usados sus propias esposas para atarlo, él tenía una ira interna casi destructiva que se veía

reflejada en su mirada hacia mí, o tal vez y solo tal vez sus ojos rojos me daban esa

impresión.

Había acabado la curación, hora del interrogatorio, iba a entrar, pero estaba tan furioso,

no sabía de mi hermano o mi familia, y ya llevábamos una semana sin saber nada de nadie,

nuevamente ella calmaba mi corazón enfurecido, sus ojos me podían detener y

tranquilizar con una velocidad impresionante, nunca nadie había logrado que me sintiese

tan vulnerable y a la vez tan protegido y relajado, ella entro sola.

Le pregunto muchas cosas, yo no podía saber qué. Espere afuera, de pronto salió pálida y

su expresión me dejo perplejo. Ahora no pudo detenerme, ingrese de un salto y me

abalance sobre él, su mirada de enojo no se había modificado, me acerque y le pedí que

me contara esta vez tratando de mantener la calma, grave error lo que me revelo podría

ser una de esas cosas que cambian tu forma de ver el mundo y el universo.

*Hago una pausa aquí, pues tal vez lo que vas a leer te parezca mentira o simple

imaginación del escritor pero no es así, hace un tiempo un famoso científico hablo acerca

de lo que te contare y de hecho, sus conocimientos más optimistas no son lo

suficientemente grandes para la realidad.*

- Tu mundo es solo uno en un universo tan gigante, piensa en los millones de soles que

para ti solo son estrellas – comenzó diciendo – así es igual en miles de universos paralelos,

pero aquellos no existían cuando todo fue creado, solo existía un universo, con millones

de planetas y cada uno con posibilidades limitadas dependiendo de su posición especifica

en el universo, cada uno de estos planetas tal como posibilidades tiene limitaciones, así un

planeta más cercano al centro de la galaxia en la que está ubicado puede viajar a otros

universos, mientras que uno más alejado del centro de la misma puede viajar al pasado,

pero cuando un planeta está al medio de las distancias entre el centro y el “brazo” de la

galaxia no puede realizar ninguno de estos actos. Ustedes habitan un punto lejano del

centro de lo que llaman “vía láctea” es por eso que crearan maquinas capaces de volver

en el tiempo.

Mi cara de incredulidad debió notarse pues me miro y asintiendo me dijo que esa era la

razón del color de sus ojos.

- ¿Te sientes seguro? – decía esto mientras con sus pulgares abría sus esposas – lector de

huellas, hermanito.

Me tomo del cuello y me arrastro mientras con un pedazo de fierro me amenazo el cuello,,

Nathaly me miró y le pidió no me hiciese daño, yo solo camine. Caminamos un largo

trecho hasta que me entregó a su “jefe” al parecer un soldado un poco mayor, su rostro

era parecido al mío pero su Esclerótica no era blanca, era totalmente negra, su iris

totalmente blanco su pupila también, me pregunto el porqué de mis actos, respondí que

haría el por su hermano, sus ojos y su mirada se volvieron compasivas y luego en un

cambio tan repentino me dio un puñetazo que casi me rompió la nariz, y luego me dijo:

- Si yo le hubiese quebrado un dedo a tu hermano ¿Qué harías?.

No respondí, supuse que era retórica.

- Ha llegado la hora de nuestra partida – dijo.

- Espera no me ha terminado de contar acerca de los múltiples universos.

- Pues entonces escucha con atención porque lo que diré, lo diré solo una vez pues el

tiempo apremia:

Como mi hermano te conto existen diversos universo, estos están conectados, pero el

tuyo es el mundo primigenio, tu mundo creo los otros universo ¿Cómo? Fácil, al volver al

pasado ustedes no modifican lo que ya paso si no que crean un mundo totalmente

distinto, en el caso de nosotros alguien viajo al pasado he industrializo américa dándoles

ametralladoras y las herramientas para producirlas, esto produjo que nuestro mundo se

invirtiese y nuestro continente simbolizado por esta bandera muestra de forma poética lo

que ocurre, nuestro cielo se contamino por más tiempo y eso causo que el cielo solo sea

una nube blanca de humo toxico, lo que hizo que nuestros ojos sean rojos o negros

dependiendo de nuestra edad, nuestros iris y pupilas son blanco debido a que por

problemas con las luz del sol que provoca la condensación de las nubes antes

mencionadas lo que lleva a unas lluvias acidas de niveles altamente destructivas y

corrosivas, nos obligó a que solo salgamos de noche, para ello creamos un tipo de luz que

fuese capaz de romper la oscuridad cerrada ya que ni la luna es visible en cielo nocturno,

por eso nuestros ojos luego de años de adaptación se pusieron de este color.

Te debes estar preguntando ¿Por qué dicen que, mí mundo es el primigenio? Pues es

porque el ataque a esta ciudad modificó el nuestro en gran manera, para reparar mi

planeta debo hacer que todo esto parezca no haber pasado, para ello hicimos una

máquina que es capaz de cambiar los recuerdos de ustedes pensaran que todo solo fue un

terremoto que sobrevivieron y que estaban a salvo después de todo, pero sabes algo te

daré una bendición y una maldición, no borrare tu memoria, te dejare que recuerdes todo

lo que has aprendido pero Nathaly no sabrá de ti, nadie más en este mundo sabrá lo que

ha pasado aquí, todos te dirán loco y no podrás comprobar tu historia pues nuestras

armas no provocan explosiones, son armas de ultrasonido capaces de crear el mismo caos

que produciría un terremoto.

Le suplique que no hiciera eso pero salto el portal. Viajo hacia su tierra y me condeno,

atrapado en una verdad que nadie cree, solo, y con el recuerdo de aquellos que me

acompañaron, aún tengo la pequeña radio Sanyo del viejo y un cintillo de Nathaly, a veces

la he intentado saludar pero me desprecia y se va.

Recuerdas que al principio dije que no confiaba en la humanidad y que estábamos

empujando el mundo a su destrucción nosotros mismos pues es porque nosotros

crearemos la máquina del tiempo y en la búsqueda de “solucionar” los grandes errores del

pasado crearemos mundos distintos que arruinaran nuestro propio futuro, tal vez algún

día ellos (¿o debería decir nosotros?) volveremos para terminar con este mundo y llevarlo

a su fin. Lamento informarles que el solo hecho que yo los recuerde quiere decir que aun

alguien creo una máquina y volvió, no me creyó y destruyo nuestro futuro, o tal vez el

acto de escribir acerca de ellos creo una paradoja que ocasiona un círculo vicioso donde

yo escribo, ellos no existen por lo que yo no puedo narrar acerca de ellos, si yo no cuento

alguien vuelve atrás y crea los diversos universos y yo debo volver a hablar, o quizás yo

pertenezco a un universo nuevo y mi mente piensa que somos lo primogénitos cuando

solo somos un planeta más inmerso en el Multiverso.

Briant Tabilo Bugueño

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