MISA DE INAUGURACIÓN DEL QUINTO CENTENARIO DEL

NACIMIENTO DE LA SANTA MADRE, TERESA DE JESÚS

Monasterio de Carmelitas Descalzas de San José Providencia, Santiago de Chile.

15 de octubre de 2014_______________________________________________________________________

Hoy, 15 de octubre de 2014, celebramos solemnemente a nuestra fundadora, santa Teresa de Jesús, virgen, doctora de la Iglesia y madre nuestra.

Doña Teresa de Ahumada, nació en la ciudad de Ávila de los Caballeros, el 28 de marzo de 1515. Hija de don Alonso Sánchez de Cepeda, y de doña Beatriz Dávila Ahumada, padres cristianos que la formaron desde la más tierna infancia en la escuela de las virtudes1, convivió con sus hermanos y hermanas2, sufriendo la muerte de su madre3, y la partida de algunos hermanos a América4, así como el matrimonio de su hermana mayor5, todo como ella misma lo relata en el Libro de la Vida.

Ingresó al Monasterio de La Encarnación de monjas carmelitas en las afueras de su ciudad en 1535, y tras vivir un largo proceso de conversión, encuentro personal con Jesucristo, y de una gran capacidad receptiva de la realidad social, religiosa y política de su patria, es inspirada por Dios, para reformar la orden del Carmen. Buscaba ir a las fuentes, a recuperar la vida de nuestros primeros padres eremitas del Monte Carmelo, y así funda el monasterio de San José de Ávila, el 24 de agosto de 1562, día de San Bartolomé, pasando desde entonces a llamarse “Teresa de Jesús”6.

Pasó unos años en esa comunidad, “los más descansados”7 de su vida; y reorienta el deseo fervoroso de una vuelta a los orígenes, pero ahora, en clave de servicio al mundo8, convencida de que en la vida de mortificación y clausura, que permiten el recogerse al trato de amistad con Dios9, está la fuente de agua viva, con la cual el hortelano riega el huerto de todas las almas10, avivando una fuente de luz inextinguible que ilumina a la Iglesia Universal.

Teresa, se lanzó a la enorme obra de fundación de nuevas comunidades de monjas, la fundación del primer convento de frailes11, y en suma la creación de algo nuevo, la Orden del Carmelo Descalzo. Paralelamente, enriqueció la vida mística de la Iglesia Católica, por medio de sus escritos espirituales: Vida, Camino, Fundaciones y Moradas,

1 Vida 1, 1–2.8; 2, 7.2 Vida 1, 3–6.3 Vida 1, 7.4 Fundaciones 25, 3.5 Vida 2, 6.6 Vida 36, 5. Fundaciones Pról. 2.7 Fundaciones 1, 1.8 Fundaciones 1, 7–8.9 Vida 8, 5.19, 15. VII Moradas 4, 13.10 Vida 11, 6–7.11 Fundaciones 9, 13.

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entre otros; poesías y además un rico epistolario, obras que en su conjunto nos presentan a la mujer y a la santa, y digo “mujer”, que busca comprometerse con su entorno y realidad.

Luego de fundar directamente 16 comunidades, y tras un viaje doloroso, terminó su camino terrenal en el monasterio de Nuestra Señora de la Anunciación de Alba de Tormes, el jueves, 4 de octubre de 1582, feliz de repetir a sus hermanas que moría fiel y obediente “hija de la Iglesia”, coincidiendo con la fecha de corrección de nuestra calendario Juliano al Gregoriano, por mandato del Papa Gregorio XIII. Por ello, fue enterrada al día siguiente: viernes, 15 de octubre, en Alba de Tormes.

Queridos hermanos, Teresa de Jesús ¡está viva!, en sus cartas y libros, en sus hijos e hijas. ¡Ésa es la responsabilidad que tenemos hoy!, de hacer viva a Santa Teresa, a la mujer enamorada de Jesucristo y de la Iglesia. Y contamos con la gran ayuda que nos otorga nuestra Santa Madre, de hacer realidad el sueño de vivir en “Obsequio de Jesucristo”12.

Por todo ello, hermanos, está en nuestras manos la posibilidad de que “volemos alto a pedir al Señor, que pues en alguna manera podemos gozar del cielo en la tierra, que nos dé su favor, y nos muestre el camino, y dé fuerzas al alma para cavar hasta hallar, ese tesoro escondido, que está dentro de nosotros mismos”13.

De esa manera, las actividades de este Quinto Centenario no serán un simple recuerdo histórico, o el huir a un pasado glorioso, romántico y añorado por algunos con nostalgia y devoción; sino, más bien, la oportunidad de nuestras vidas, de vivir un tiempo de conversión y renovación, en el cual podremos revisar nuestro andar, clarificar qué es lo que somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, y queremos ir.

Caminando con la luz que nos otorga Teresa, caminando junto a Jesucristo, haciendo vida el “juntos andemos Señor”14, y especialmente en los tiempos recios que vivimos, cuando más se necesitan “amigos fuertes de Dios”; pidamos que Teresa mire “desde el cielo a ésta su familia, y cuide de ella con amor”, y “que corone la obra que un día emprendió aquí en la tierra”.

Queridos hermanos y hermanas, demos inicio oficialmente, a las celebraciones de los 500 años del nacimiento de nuestra Santa Madre, comenzando aquí, desde este querido y venerado monasterio de San José del Carmen Alto, la primera comunidad de la orden establecida en Chile.

Les invito a colocarse de pie, para recibir a quien presidirá esta celebración, el Nuncio apostólico de Su Santidad, Monseñor Ivo Scapolo.

12 Regla de la Orden del Carmen, 2.13 V Moradas 1, 2.14 Camino 21, 6.

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