Un mundo con exceso de habitantes solamente nos puede encaminar a la extinción o a degradar las condiciones básicas de vida.

Si cogemos una hoja de papel y la rompemos por la mitad, y luego cogemos las dos mitades juntas y repetimos el proceso, obtendremos una pila de papel cuatro veces más gruesa que la original; hablando hipotéticamente, si el grosor de la hoja de papel original fuera de tan solo una décima de milímetro y se repitiera el proceso, digamos, cincuenta veces, ¿sabe qué altura alcanzaría?, sería una décima de milímetro multiplicada por dos a la quincuagésima potencia. ¿Pueden imaginar qué aspecto tendría ese valor? ¿Una décima de milímetro multiplicada por dos elevada a la quincuagésima potencia? ¿Sabe lo alta que sería nuestra pila de papel?, tras realizar esa operación tan sólo cincuenta veces, esa pila llegaría casi hasta el sol. A eso se le llama progresión geométrica, el asombroso poder de la progresión geométrica.

Los párrafos anteriores son pequeños fragmentos de «Inferno», el último libro del escritor Dan Brown que se ha convertido en uno de los más vendidos del año y también, como era de esperar, uno de los más criticados, tal y cómo lo publicó el diario ABC de España (2013), en su sección cultura “La crítica manda al «infierno» la nueva novela de Dan Brown”. En dicha edición del diario hace hincapié a la Autoparodia, crítica publicada sobre la nueva novela que hace Janet Maslin en The New York Times, quien se enmarca en esas filas de incompasivos con Brown. «Las primeras partes de “Inferno” se acercan tanto a la autoparodia que Brown parece haber perdido el sentido, como Langd (personaje famoso que nació en Angeles y Demonios y se consagró en el Código Davinci), que empieza el libro en la cama de un hospital con un caso de amnesia que entorpece su espectacular ingenio».

El diario la república también se aunó a este grupo de críticos incompasivos, en su Revista Domindo, sección Ficción“Maldición eterna para quien lea a Dan Brown”, en este artículo Ángel Páez resalta que los críticos destrozan al autor de Inferno por sus errores históricos, afirmaciones inverosímiles y prosa desprolija, y que al escritor estadounidense, solo le importan los millones de ejemplares que venden sus novelas.

Más allá de lo bueno o pésimo que puede ser «infierno» como novela, Dan Brown trae al frente temas muy controversiales cómo es la SOBREPOBLACIÓN MUNDIAL y el TRANSHUMANISMO

La historia del crecimiento de la población mundial es cada vez más dramática. Igual que la pila de papel, la población de la Tierra comenzó siendo muy escasa, pero su potencial es alarmante. La población de la Tierra tardó miles de años en llegar a los mil millones de personas, desde los inicios de la humanidad hasta principios del siglo XIX. Luego, sólo le llevó unos sorprendentes cien años doblar la población hasta los dos mil millones, cifra a la que llegó en la década de 1920. Después de eso, tardó apenas 55 años en volver a doblarla hasta los cuatro mil millones, esto es en el año 1975.

El 1 de enero del año 2014 la población humana de la Tierra alcanzó los siete mil doscientos millones de personas, según en el informe del Fondo Alemán de la Población de la Tierra. Los analistas señalan que en el curso del año pasado, la cantidad de personas que viven en el planeta aumentó en ochenta millones. Los autores del informe

expresan sus temores sobre el desproporcionado crecimiento de la población en los países menos desarrollados. En su opinión, esto implicará el aumento de la pobreza en todo el mundo.

Muy pronto alcanzaremos los nueve mil millones, incluso llegaríamos a ser 11.000 millones de personas sobre la tierra a finales de siglo, según una reciente publicación de El País, en la que se afirma que la población mundial crece a un ritmo desenfrenado y el aumento se generará, sobre todo, en África subsahariana, que habrá multiplicado por cuatro sus habitantes hacia 2100. La causa fundamental del crecimiento de población en esa región de África, es que las mujeres allí siguen teniendo muchos hijos (4,6 de media) debido, en parte, al acceso muy insuficiente a los anticonceptivos. Además, la mortalidad por VIH se ha reducido, lo que contribuye al aumento de la población.

Puede ser que «infierno» sea la peor novela que Dan Brow ha escrito, en palabras de Jake Kerridge, en su crítica para el diario Daily Telegraph, donde apunta a que la ambición de Brown ha excedido su capacidad. «Su prosa se caracteriza por la imprecisión. Parece que busca evitar que el lector se enganche con la historia. Este es su peor libro, aunque por una noble razón; su ambición supera ampliamente su capacidad». Pero pensemos en el tema central de la historia, que es la sobre población mundial, lo que implica esto y el autor lo menciona en su obra: las especies animales se están extinguiendo a un ritmo vertiginoso. La demanda de nuestros menguantes recursos naturales se ha disparado. El agua potable es cada vez más escasa. Desde cualquier perspectiva biológica, nuestra especie ha superado la cantidad sostenible. Y ante este desastre tiene las agallas de afrontar este problema sin miramientos.

la OMS se toma la superpoblación muy en serio. Hace poco, hemos gastado millones de dólares en enviar médicos a África para que repartan preservativos de manera gratuita y eduquen a la gente sobre la importancia del control de la natalidad.

Y un ejército todavía más grande de misioneros católicos ha ido detrás para decirles a los africanos que si usan condones irán al infierno. Ahora África tiene un nuevo problema medioambiental: vertederos llenos de condones sin usar.

Elizabeth tuvo que hacer un esfuerzo para morderse la lengua. En ese punto tenía razón, aunque también había católicos modernos a los que no les parecía bien que el Vaticano se inmiscuyera en cuestiones reproductivas. Era destacable el caso de Melinda Gates, una devota católica que había tenido la valentía de enfrentarse a su propia iglesia e invertir 560 millones de dólares en la mejora del acceso al control de natalidad en todo el mundo. Elizabeth Sinskey había declarado muchas veces públicamente que Bill y Melinda Gates merecían ser canonizados por todo lo que habían hecho con la fundación por la mejora de la salud mundial. Por desgracia, la única institución con potestad para conferir la santidad no apreciaba la naturaleza cristiana de sus esfuerzos.

Hay un pasaje de Maquiavelo que dice: «Cuando todas las provincias del mundo estén tan repletas de habitantes que no puedan vivir donde están ni trasladarse a otro sitio…, el mundo se purgará a sí mismo

Maquiavelo consideraba las plagas la forma natural que tenía el mundo de purgarse a sí mismo.

Una visión de un futuro sostenible, ¿cuál es la población ideal de la Tierra? ¿Cuál es el número mágico que permitiría a la humanidad sostenerse indefinidamente…., y en un relativo bienestar?

Cualquier biólogo o estadista medioambiental le dirá que el límite de la posibilidad de supervivencia a largo plazo se encuentra en una población de unos cuatro mil millones.

¡Cuatro mil millones! Ahora somos siete mil millones, creo que ya es un poco tarde.

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gráfico que había publicado la Organización Mundial de la Salud el año anterior sobre los problemas medioambientales que, según la organización, en el futuro tendrían un mayor impacto en la salud global.

Entre otros, la lista incluía:

La demanda de agua potable, el aumento de la temperatura global de la Tierra, la disminución de la capa de ozono, el descenso de los recursos de los océanos, la extinción de especies, la concentración de CO2, la deforestación y el aumento del nivel de los mares.

Todos estos indicadores negativos habían ido en aumento durante el último siglo. En ese momento, sin embargo, se estaban acelerando a un ritmo aterrador.