PERFILES

12 MEMORIA / FEBRERO DE 2011

Ing. César LazoHinojosa

En ocasión de cumplir 80 años de edad, este distinguido egresado de la Facultad de Ingeniería Civil –donde fue secretario y docente– participó en la oficina técnica de Ciudad Universitaria, fungió como secretario de Obras Públicas del Estado y es recordado como un exitoso alcalde de Monterrey, incluso considerado uno de los mejores que la ciudad ha tenido.

DESTACADO UNIVERSITARIO Y SERVIDOR PÚBLICO

Por Paula martínEz chaPa y maGda hErnándEz Garza

Dónde nació?Nací el 2 de febrero de 1931 en Monterrey, Nuevo León.

¿Dónde realizó sus estudios de bachillerato?En el Colegio Civil, actualmente la Preparatoria No. 1.¿Cómo fue esa época de estudiante? Cuando yo entré en el año de 1945 se inició el Plan Livas que implantó el rector Enrique C. Livas. Nosotros somos los únicos que la hicimos de tres años: dos años truncales para todos y el tercero ya era vocacional. El tercer año era donde escogía uno la carrera. La que yo escogí fue la ingeniería civil. ¿Cómo eran sus maestros? ¿Recuerda alguno?

Tuvimos muy buenos maestros. El de física fue San Juan, maestro que emigró de España después de la Guerra Civil; el maestro Eligio Quiroga que era un magnifico maestro, el ingeniero Carlos Caballero Lazo, ingeniero Antonio Santos Muraira, recuerdo muchos de ellos muy prestigiados.¿Cómo era el ambiente estudiantil?Precisamente cuando estuvimos en el tercer año recuerdo una época muy tormentosa en la vida estudiantil: cuando fue la huelga universitaria que inició en Medicina donde estaba de director Eduardo Aguirre Pequeño. Fue una mezcla de política interna universitaria ligada con política del Estado: como el rector era Enrique C. Livas, un magnífico rector, el hermano era el licenciado

¿

13MEMORIA / FEBRERO DE 2011

PERFILES

14 MEMORIA / FEBRERO DE 2011

Ing. Cesar Lazo Hinojosa

Nació el 2 de febrero de 1931 en Monterrey, Nuevo León.

Realizó sus estudios primarios en la escuela León Guzmán, secundarios en la Secundaria No. 1 y preparatorios en la Escuela Diurna de Bachilleres.

Cursó la carrera de ingeniero civil en la Facultad de Ingeniería Civil (1948-1953), recibiendo su título el 30 de marzo de 1955.

Realizó estudios de posgrado en Estructuras en la Universidad de Purdue en Lafayette, Indiana.

Profesor (1952-1966), consejero maestro y secretario (1957-1960) de la Facultad de Ingeniería Civil y profesor de los cursos de verano de orientación para bachilleres.

Jefe del Departamento de Ingeniería en las obras de construcción de Ciudad Universitaria (1957-1959) y jefe del Departamento de Diseño de la Oficina Técnica del ingeniero José Enrique Arriaga.

Miembro del Colegio de Ingenieros Civiles de México, Sección Monterrey, y de la Sociedad de ex Alumnos de la Universidad de Purdue.

Alcalde de Monterrey (1967-1969).

Titular de la Dirección de Promoción de la Habitación Popular (1970-1973).

Director de Obras Públicas del municipio de Monterrey (1992-1994).

Secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas durante la administración estatal de Benjamín Clariond (1996-1997).

Diputado local por el Segundo Distrito Electoral en LVII Legislatura del Estado de Nuevo León y senador suplente.

Integrante de la H. Junta de Gobierno de la Universidad Autónoma de Nuevo León (1987-1998).

Recibió la Medalla al Mérito Cívico Presea Estado de Nuevo León (1997)y la Medalla al Mérito Liberal “Ricardo Covarrubias” (2002).

Hubo muchos que se inscribieron en Ingeniería y terminaron en Medicina o a la inversa. Yo desde el principio tenía esa formación, yo tenía esa idea.¿Por qué se interesó por la carrera de ingeniería civil?Yo entré a la carrera de ingeniería civil en 1948 que estaba ubicada en la planta baja del Colegio Civil, en ese entonces la escuela nocturna operaba en unas aulas ahí y la Facultad de Arquitectura, que empieza en ese año, estaba en unas aulas en

la planta alta: en un espacio tan pequeño pero funcionaba todo bien. En un ocasión

cuando ya estaba en construcción Ciudad Universitaria y ya siendo maestro de Ingeniería se rentó una casa enfrente de [Farmacias] Benavides por 5 de Mayo y Juárez porque faltaban aulas. Cuando nosotros entramos a primer

año confluyeron dos generaciones: la que estudió el bachillerato en dos años y

la que lo estudiamos en tres años. Además, aumentó mucho en ese entonces porque no había tantas disciplinas como ahora: no había muchas opciones.¿Cómo fue esa época de estudiante?Nosotros no veíamos la limitación del espacio aunque había limitaciones físicas. Los maestros ponían lo mejor de su parte por enseñar y nosotros por aprender. La educación que se nos dio fue bastante buena. Por ejemplo: el maestro ingeniero Manuel Martínez Carranza prácticamente daba 30 por ciento de las clases, en lo personal a mí me dio en primer año tres de las clases principales, en segundo: Resistencia de materiales y en ter-cero: Concreto.

La Facultad de Ingeniería siempre fue una facultad que no participaba en la huelgas, en ese entonces fue tranquilizarnos porque antes los universitarios participaban en los problemas sociales –que si aumentaban las tarifas de los camiones– porque los estudiantes tenían mucha afinidad con la sociedad misma, parte por las inquietudes naturales y por otra era bien enfo-cada porque en ese entonces había grupos muy liberales que trataban que hubiera una confluencia más activa entre los grupos sociales y los univer-sitarios.¿Cuáles fueron sus compañeros de estudio?Aunque fueron dos generaciones éramos muy unidos, prácticamente recuerdo a todos ellos,

Eduardo Livas que sonaba –más bien se advertía– como un precandidato a la gubernatura. Fue una mezcla de intereses tanto universitarios como políticos, se trataba de desacreditar el apellido Livas.¿A ustedes cómo les afectó como estudiantes?Realmente fue un lapso corto. Realmente no nos afectó que pudiera entorpecer la graduación que ya teníamos.Cuando usted termina la preparatoria, ¿ya tenía conocimientos de ingeniería?Claro, porque el último año de preparatoria fue enfocado a la carrera, eso nos sirvió mucho para fortalecer o para cambiar otros la que pensaban era su vocación.

15MEMORIA / FEBRERO DE 2011

era una generación muy unida. Antes había la costumbre de que los de primer año, en vez de hacer el paseo que hacían los de Medicina de ‘pelar’ y hacer el desfile de los de primer ingreso, en Ingeniería se acostumbraba que los que entrábamos a primer año pagábamos un festejo a los de quinto año, se hacía en un racho del ingeniero José María Siller –ya fallecido– y esa costumbre siguió. También había una concesión para que los de quinto año organizaran los bailes [para recaudar fondos] para su viaje de estudios. Ahí fue donde más nos unimos porque los de quinto año que nos precedieron no quisieron hacer sus bailes y nosotros desde cuarto año nos organizamos, por dos años organizamos bailes para tener fondos para el viaje de estudios. Originalmente se tenía planeado ir a Sudamérica, por ciertas razones tuvimos que abatir el programa que teníamos. ¿A dónde pensaban ir? La idea era ir hasta Argentina pero el viaje que hicimos fue un viaje muy completo porque fueron casi 25 días por toda la república mexicana: nos trasportamos en autobús, fuimos 35, éramos puros alumnos.¿Cómo comienza a dar clases?Yo ya daba la clase de Práctica de topografía desde que estaba en tercer año pero realmente para una clase formal el ingeniero Leobardo Elizondo nos invitó al ingeniero Domingo Treviño y a mí. Él a dar la clase de Topografía y yo la de Geometría descriptiva, después, ya cuando terminé la carrera, ya empecé a dar clases de Estabilidad de las construcciones y Cálculo práctico y estuve impartiendo esa última clase por espacio de siete años. Yo empecé a dar clases en 1952 hasta el año de 1965, nada más lo interrumpí un año que me dieron una beca.

Yo en ese entonces era secretario de la facultad cuando era director Federico Garza Tamez y estando de secretario se me dio la beca. El Departamento de Estado de Estados Unidos, en un plan de intercambio con México, nos dio una beca a un ingeniero y a mí: él fue un año antes que yo. Yo fui a la Universidad de Purdue. Nos permitían seleccionar la especialidad que queríamos y esa universidad estaba entre las mejores diez de ingeniería civil: yo fui ese año completamente a estudiar estructuras. Fue una beca muy completa: primero fuimos a un centro de orientación en la

“Los maestros ponían lo mejor de

su parte por enseñar y nosotros por

aprender. La educación que se nos

dio fue bastante buena.”

Universidad de Kansas para perfeccionar el inglés. Ahí nos daban cinco horas diarias de inglés y los fines de semana íbamos a convivir con familias de la ciudad, fueron seis familias distintas. Muy bonita experiencia porque por mes y medio entramos de lleno en las entrañas de Estados Unidos. Ahí nos tocó visitar en una ocasión al presidente Harry S. Truman. Al final cada quien se fue a la universidad que le correspondía: a mí me tocó ir a la Universidad en Indiana, en un pueblito: Lafayette.

Para Lazo Hinojosa, la vocación por la ingeniería resultó muy sólida desde el inicio de sus estudios.

16 MEMORIA / FEBRERO DE 2011

PERFILES

La beca fue de 1956 a 1957, cuando regreso en 1957 sigo dando la clase de Estabilidad, después me agregaron la clase de Estructuras indetermi-nadas, daba clase en tercero y quinto año, incluso un tiempo estaba dando clases y trabajaba en Ciudad Universitaria o en Fundidora.¿Cuál sería su primer trabajo?En Ingeniería la gran ventaja era que todos teníamos trabajo. Cuando entramos a primer año se estaban haciendo los estudios para el drenaje pluvial [de la ciudad de Monterrey]. El alcalde Félix González Salinas le dio a la Facultad de Ingeniería el encargo de realizar los estudios. Nosotros lo que hacíamos era ayudar en la topografía porque los planos todavía no estaban completos. El proyecto lo encabezó el ingeniero Virgilio Rodríguez que era maestro nuestro, era muy capaz. ¿Quién iba a decir que ese proyecto nos tocó utilizarlo cuando yo estuve en la alcaldía 19 años después. Ahí trabajamos un lapso muy

corto, después, en el segundo año, se hizo la recatastración de Monterrey y ahí trabajamos todos, había trabajo para todos, pero yo nada más trabajé un año porque fue cuando vino el gobernador Ignacio Morones Prieto e inicia la canalización del río Santa Catarina. El ingeniero Ernesto Romero Jasso, que estaba como director técnico de la Junta de Administración de las obras del río Santa Catarina, nos invitó a trabajar a un grupo de tercer año: estaban el ingeniero Fernando González y el ingeniero Lankenau, entre otros. Ahí estuve trabajando hasta quinto año pero en quinto me invitaron al Puente Zaragoza, el primer puente de concreto presforzado que se iba a hacer en México. Hubo esa oportunidad de trabajar en la compañía que encabezaba el ingeniero De Rienzo, ahí trabajamos junto al ingeniero Posadas y al ingeniero Lomelí: fue muy interesante porque con el ingeniero De Rienzo se aprendía mucho, a mí me sirvió mucho trabajar ahí. El ingeniero De

En el año de 1969, siendo el alcalde de Monterrey, el ingeniero César Lazo Hinojosa, tras ser el orador en un acto cívico con la pre-sencia de autoridades civiles y militares, recibió un obsequio de forma espontánea de parte de una asistente. Aparece acompañado del gobernador Eduardo A. Elizondo y el general Tiburcio Garza Zamora. Foto de El Regio.

“Con el material que sacamos de la cancha íbamos rellenando, pusimos el perfil de las graderías y calculamos cuánto deberíamos

sumirlas para ir haciendo el famoso Volcán.”

17MEMORIA / FEBRERO DE 2011

Rienzo desde cinco años antes había empezado a trabajar ese tipo de puentes con el concreto presforzado en Italia. Yo hice mi tesis sobre el cálculo de un puente del río Santa Catarina: en vez de cinco claros, lo hice de tres, muy distinto a los actuales. Ahí daba clase al mismo tiempo cuando empezaron las medias plantas, esa modalidad la implantó el ingeniero Roberto Treviño González ya cuando fue rector. A los que dábamos 15 horas a la semana ya nos daban una media planta, lo que quiero decir es que, más que por el ingreso, lo hacía uno por cariño a la facultad.¿Cómo se involucra en la gerencia de Ciudad Universitaria?Cuando yo llego de Estados Unidos –no me quedé más tiempo porque me daban oportunidad de quedarme otro año para seguir con la maestría y el doctorado– ya tenía la invitación del ingeniero José Enrique Arriaga para venir a Ciudad Universitaria. El ingeniero Arriaga fue el primer gerente de Ciudad Universitaria tan sólo para iniciar la organización.

Entonces empezamos en diseño estructural el ingeniero Domingo Treviño y su servidor en el mismo rango nada más y en la parte de proyecto estaban el arquitecto José Garza González, el arquitecto José Sánchez y el arquitecto Eduardo Romero Jasso y el ingeniero Torres iba en las tardes a hacer los proyectos de vialidad. Los términos nada más se fueron adaptando cuando iba surgiendo algo. En gerencia éramos poca gente y algunos dibujantes, pasantes de arquitectura.¿Cuáles eran sus funciones?Bueno, a mí me tocó originalmente la Facultad de Leyes, estuve un año, prácticamente el año 1957 y me fui a Fundidora, estuve por espacio de dos años, se termina lo de Fundidora y regreso a Ciudad Universitaria de lleno con el Estadio Universitario que apenas se iba a iniciar, en ese entonces el único estadio específicamente que había para futbol soccer porque el de México era olímpico, junto a la cancha estaban las pistas de carreras que alejaban mucho al espectador de la cancha de juego. Entonces se pensó hacer uno moderno como de Europa y así lo hicimos pero al ingeniero Marroquín Toba se le ocurrió una feliz idea. Dijo: “Vamos a checar el suelo, en vez de hacer una estructura tan cara, vamos a sacar un relleno”. Vimos que era un suelo excelente. Con el material que sacamos de la cancha íbamos relle-nando, entonces calculamos, pusimos el perfil

de las graderías y cuánto deberíamos sumirlas para que la tierra que sacábamos nos sirviera para ir haciendo el famoso Volcán. Lo que se ve exterior es la mitad que está afuera y la otra mitad está adentro. Salió muy barato, prácticamente la estructura es la propia tierra. Compactábamos y rasuramos la orilla, prácticamente la piedra no son muros de retención, son nada más 30 centímetros de piedra que se ve muy bonita: es la piedra al estilo de los puentes de las carreteras que le llamaban obras de arte pues le hacen un acabado gusaneado en el concreto.

El estadio se financió en gran parte con la venta de palcos. Cuando se hizo el cambio de gobierno estaba terminada la estructura hasta el primer nivel de palcos. Cuando llega el licenciado Eduardo Livas había un requerimiento del Hospital Universitario, optó el licenciado por suspender las obras del Estadio Universitario. A principios de 1966 dice: “Vamos a terminarlo, que no quede trunca esa obra”. El tiempo encarece mucho, había que replantear, reprogramar financieramente, cómo terminarlo. Pasa a un comité donde estaba don Manuel L. Barragán, ya se financía con la

segunda hilera de palcos y se le hace una pequeña gradería que aumentó a cinco mil espectadores más.¿En cuánto tiempo se terminó el estadio?Fue muy rápido, nos asombramos cómo se avan-zaba. El ingeniero Manuel Ghío Barajas era el topógrafo, en diseño estábamos Domingo Treviño y yo. En un año fue cuando se avanzó todo eso. ¿Qué era lo más importante de su cons-trucción?Lo más importante fue su estructura, incluso yo

18 MEMORIA / FEBRERO DE 2011

PERFILES

19MEMORIA / FEBRERO DE 2011

no sé de otro en la República. Creo que si se le echara números muchos tipos de constructoras de esa índole pudieran seguir utilizando este tipo de estructura. Claro ahora se busca la modernidad, el futbol es un deporte que tiene mucha afición, mueve mucho dinero. Para hacer estructuras no es una limitante como antes, siempre lo económico es muy importante pero ahora puede proyectarse un poco más el gasto con tal de dar estructuras más cómodas y más adecuadas. ¿En qué otros edificios participó?En la construcción de la Facultad de Leyes yo empecé y terminé, regresé al estadio, me tocó participar en el diseño de la Facultad de Comercio y Administración y la Facultad de Arquitectura que estaban iniciando. Cabe mencionar la Rectoría: a mi me tocó supervisar la cimentación.¿Cómo eran las jornadas de trabajo?Cuando entró el ingeniero Marroquín Toba para el edificio de Leyes había veces que era trabajar toda la noche. El plano de Leyes incluso se lo llevamos al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez a México y dijo: “excelente, estamos de acuerdo”. Ya aprobado nos pusimos hacer los planes de trabajo, a completar el diseño. Por primera vez se hizo con el sistema reticular celulado, el primer edificio que se hizo en Monterrey con ese sistema fue el de Leyes, eso quiere decir con cajones huecos para que fueran lozas más livianas y sin vigas. Si usted observa en todos los edificios de Ciudad Universitaria no ahí vigas, es loza plana, antes se tenía mucho temor a ese tipo de loza. Se había avanzado mucho en la ingeniería, en el diseño, le teníamos ya menos miedo al esfuerzo cortante porque antes se tenía pánico para hacer el esfuerzo de corte, por eso queríamos hacer el primer edifico con ese sistema. Hicimos la sala de conferencia de Leyes de 14 metros sin viga, ahí sí le aumentamos un poquito más al factor seguridad, no por el temor sino para tener la certeza de que el primer edificio fuera hecho sin ningún riesgo.

Eran jornadas muy largas y éramos pocos pero era una comunidad muy bonita, se trabajaba con mucho entusiasmo. El ingeniero Marroquín Toba le inyectaba mucha vida.¿Cuándo empieza a participar en política?Tocó que en una ocasión se hizo una reunión de ingenieros, de todos: ingenieros mecánicos, ingenieros químicos, era un contingente bastante amplio en apoyo al licenciado Livas en la campaña que fue muy corta, nada más de mayo a julio. Se

hizo ese evento y me tocó ofrecerlo a mí. Luego me invitó a trabajar con él. Cuando se termina el estadio me invita el licenciado Livas a la Dirección de Promoción de Obras Públicas.

Luego, a los tres años, en 1964 ya participo en la política, fui diputado local por el Segundo Distrito y me gustó porque ligarse a los problemas de la gente me impactó mucho. Siendo diputado me nombran dirigente de la CNOP: me tocó a mi construir el edificio, desde que tomé posesión prometí construirlo. Cuando lo iniciamos era el segundo edificio que estaba ubicado por la avenida Morones Prieto, en ese entonces se llamaba avenida Independencia, nada más estaba el edificio Manchester y el edificio de la CNOP, ese lo terminamos en un año y al terminar al siguiente año de 1966 empiezo la campaña por la alcaldía. Me proponen como candidato, empiezo la administración de 1967 a 1969 y, por primera vez, se inició un plan de repavimentación de la ciudad.

La ley de ingresos y la estructura financiera era muy débil, realmente no había más que el impuesto de traslación de dominio: la compra y venta de los bienes inmuebles, pero era un ingreso muy bajo. Mientras se arreglaba la ley de ingresos por común acuerdo con los vecinos empezamos por primera vez a hacer un plan de repavimentación de la ciudad. La propuesta fue bachear un millón de metros cuadros del primer cuadro, las personas pagaban nada más la mitad del costo de la carpeta, era por un acuerdo y con ese sistema logramos incorporar 51 colonias: se beneficiaron más de 250 mil gentes con todos los servicios desde agua, drenaje, pavimento y luz mercurial. Quedamos muy satisfechos con esa labor.

Después me invitaron de México a dirigir la Dirección de Promoción de la Habitación Popular, no era jefatura de gobierno, era un departamento y yo empecé en 1970 hasta 1973 y cuando regreso me dedico a cosas privadas, a una fábrica de tubos, tuve una laminadora para hacer varilla corrugada.

En 1990 me tocó participar en la Asamblea Nacional del Partido y dirijo la Comisión para el Estudio de Declaración de Principio, luego me invitaron para secretario de Obras Públicas en el municipio de 1992 a 1994; luego cuando estaba el gobernador Benjamín Clariond me invitó de secretario de Desarrollo Urbano hasta 1997.