Informe reach 1º semestre 2013

Volumen 13 Número 2 1º Semestre 2013

Sopa de letras

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I n f o r m e R e a c h

Datos oficinas Reach

Oficina CentralREACH INTERNATIONAL INC.P.O. Box 34Berrien Spring, MI 49103Tel.: 1-800-869-1412Mail: [email protected]: www.reach.org

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REACH ENGLAND67 Manor Lane Charfield

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REACH AUSTRIAAustrian Union of SDA

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REACH FRANCE22 Rue des Reservoirs

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CH-2000 Neuchâtel - Suissewww.reach.ch

REACH CANADAP.O. Box 10529

1801 Dundas St. EastWhitby, Ont. L1N 9GE Canada

Tel.: 1 (905) 720 1624

REACH BELGIUM Rue Portiau, 17

5170, Sombreffe - BelgiumMail: [email protected]

REACH ITALIA ONLUSViale Molise, 1

20092 Cisinello B.-Milano - ItalyTel. +39 – 02660 400 62

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Sumario y contactos ........................................... 2

Sopa de letras - Editorial .................................. 3

La tormenta “La Sierra” golpea Nicaragua.... 4

La educación al alcance de todos ................. 7

Un día normal ....................................................... 8

Clausura del año escolar Paraguay ............10

La historia de Silvia Vázquez .......................13

El testimonio de Samuel .................................15

Villa de Esperanza .............................................17

Viaje a Honduras ...............................................22

Carta de los niños ..............................................24

Noticias y actividades ....................................25

SUMARIO

Maquetación: Lola Fernández

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Sopa de Letras - Editorial

“Sopa de letras” se llama a uno de los 125 tipos de pasatiempos inventados por el español Pedro Ocón de Oro hace medio siglo. El juego consiste en una cuadrícula u otra forma geométrica rellena con diferentes letras y sin sentido aparente. El asunto es descubrir en ellas un número determinado de palabras que realmente están allí escondidas y que se leen de forma horizontal, vertical o diagonal, y en cualquier sentido.

Sin embargo, la expresión “sopa de letras” es más antigua que el pasatiempo. Recuerdo, cuando era un niño, que mi madre hacía de vez en cuando una sopa hecha con pasta cortada en forma de pequeñas letras y también números. Esta era la verdadera y nutritiva “sopa de letras”. Siempre era divertido comerla. Formar palabras con la pasta “letrada” y encontrar con mis hermanos todo el abecedario, era nuestra diversión cada vez que comíamos esta sopa.

En cierto sentido, una escuela es como una sopa de letras, donde en la mente de los niños, han de “ordenarse” las letras al enseñarles a conocerlas, a leer y a descubrir un mundo de palabras con su significado y aplicación. En algunas ocasiones, la sopa de letras es un recurso educativo para las escuelas infantiles, divertido y ameno, que les ayuda a aprender y a desarrollar su atención.

En la Escuela Reach de Río Verde, Paraguay, muchos niños tienen la única oportunidad de sus vidas de obtener una educación escolar y también de tener un plato de comida caliente, tres veces al día. Por esa razón esta pasada Navidad iniciamos una campaña que durará todo el año 2013 y que lleva por título “Sopa de letras”. Se realiza en favor del comedor de aquella escuela, para obtener los recursos necesarios para garantizar su funcionamiento. Esa financiación es nuestro objetivo lograrla a través de donaciones ocasionales y con las cuotas regulares de colaboradores permanentes. Con 1 € al día, un niño puede comer las tres comidas de un día. Con un 1 € al día ese niño tendrá la sopa y las letras. Infinitas gracias por su colaboración.

Presidente Reach Internacional España

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La tormenta “La Sierra” golpea Nicaragua

Diecisiete estudiantes y dos profesores res-ponsables llegaron como una tormenta a nues-tro Hogar de Nicaragua durante las vacaciones de Semana Santa, del 25 de marzo al 1 de abril de 2012. STORM (significa tormenta y es acró-nimo de Short Term Out Reach Missions, algo así como misiones en el exterior de corta du-ración) es un programa de la Universidad de la Sierra, en Riverside, California, cuyo objetivo es ayudar a los estudiantes a servir a otros dentro de sus comunidades locales y globales.

Jaylene Chung, una de las organizadoras de este viaje, comentaba ilusionada, “Hubo algo reconfortante en bajar desde el aire acondi-cionado del avión y sentirse instantáneamente inundada por ese particular olor de un país ex-tranjero. La humedad, el aire libre, las hogueras, los animales de granja, los árboles aromáticos y el humo de los tubos de escape de los vehí-culos componían un perfume que me resultaba familiar por recuerdos de viajes pasados y sue-ños de otros por venir. El aire fresco de la tarde me soplaba en la cara a través de la ventana del autobús, las estrellas colgaban allí arriba, y las sombras del campo reforzaban la sensación de que se estaba fraguando una aventura. No pude evitar sonreír.”

El grupo llegó al Hogar sobre las 22 horas, y después de una breve noche de sueño estába-mos listos para el devocional matutino con los niños. Después del desayuno el grupo cruzó la calle hasta la escuela para construir una valla de protección del patio del colegio. “Los niños de la escuela hicieron una ceremonia de bienve-

nida muy bonita”, dijo Jaylene.

En el lugar de trabajo, la primera tarea fue distri-buir los enormes bloques, cada uno de un peso de alrededor de 45 kilogramos, a lo largo de la línea de la valla. Parte del grupo tenía que mez-clar el cemento con palas ya que no teníamos hormigonera. Mezclar el cemento es un trabajo difícil, al igual que no dejar que el agua se escape por un agujero con forma de volcán en el centro del espacio para mezclar, al tiempo que no hay que permitir que el cemento del fondo se endu-rezca. Esta argamasa se distribuyó a lo largo de los cimientos para ir colocando sobre ella unos bloques enormes encima, y luego hubo que re-llenar los espacios con más hormigón. Durante todo el día, los alumnos de la escuela salían y vi-sitaban el lugar de trabajo cuando tenían tiempo libre. El método de trabajo primitivo, el sofo-cante sol y la falta de herramientas apropiadas

Rúbrica de los voluntarios de la Sierra.

AB

C12

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hicieron que el progreso de la construcción del muro fuera lento y agotador.

Cuando la hora de la comida rondaba por la mente de todos nos alegró acudir al Hogar a co-mer, echar una siesta y descansar un rato. Por la tarde los estudiantes jugaron a fútbol con los niños del Hogar. Cuando se cansaron entraron dentro a por refrescos y luego se entretuvieron con juegos de mesa que habían traído. Los niños enseñaron a sus invitados algunos de los juegos.

Después de la cena, el decano Obed les habló en el devocional de la tarde. Los huérfanos y su profesor de música se acomodaron a nues-tro alrededor y tocaron con sus instrumentos; después nosotros tocamos para ellos. Querían que yo les tocase algo. Elegían canciones y yo las tocaba. Estaban muy emocionados. Finalmen-te, la niña pequeña que me prestó su violín me

preguntó si podía darle algunos consejos sobre como tocarlo. Acepté darle una lección al día si-guiente cuando hubiéramos terminado la cons-trucción. Entonces volví a mi habitación y es-peré mi turno para ducharme. Aunque la ducha era simplemente un chorro de agua que sale de un pequeño agujero, y aunque sólo había agua fría, ¡la ducha fue divina! ¡Oh, qué bien me sentí al quitarme todo el sudor y la mugre! Entonces salté a la cama y estaba molida... “anticipando lo que nos traería el día siguiente”– dijo Richard.

Según Sheldon, el sexto día fue el mejor del via-je. “Nos levantamos a las 4:30 de la mañana para pasar un día divertido.” Ya no había que trabajar en el muro. Desayunamos fruta y sandwiches y cogimos el autobús a las 5:30 de la mañana. En el autobús me senté junto a mi amigo Saul. El niño me habló de cuando en cuando, pero más que nada miraba por la ventana. Viajamos tres horas hasta un volcán llamado Mombacho donde nos aventuramos con la tirolina. Había unas siete tirolinas y cada una era diferente en longitud y tipo. Algunas nos hacían girar alrededor y otras botar; para bajar del árbol en la última tuvimos que dejarnos caer por una cuerda. Siempre ha-bía alguien al principio y al final para que la lle-gada fuera segura. Todos nos divertimos mucho.

“Comimos en lo alto del volcán, e hicimos una caminata corta para observar y tomar fotos de vistas absolutamente maravillosas. Después llegó la hora de regresar y en el camino para-mos en un par de sitios a comprar souvenirs. En una parada los profesores decidieron comprar-nos a todos batidos de mangos frescos, fresas y

Preparando el cemento para el muro.

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naranjas que estaban buenísimos. Hicimos una breve oración en el autobús y comimos tacos de cena. Saqué muchas fotos y me lo pasé muy bien charlando sin cesar con todos. El tiempo fue estupendo y nos divertimos mucho.”

El resto del tiempo el trabajo fue mucho más suave. Todos dormimos mejor y fuimos capa-ces de levantarnos para el desayuno. El último día nos sentimos satisfechos de poder comple-tar otras nueve partes del muro. Los profesores y los alumnos nos prepararon una despedida y nos dieron a cada uno un pequeño regalo como muestra de agradecimiento. Finalmente terminamos el trabajo y devolvimos por última vez, las herramientas y los suministros. Nos sen-timos muy bien al acabar. El trabajo había sido duro, pero estuvo muy bien haberlo terminado.

Regresamos al orfanato y descansamos. Ese día la cena fue realmente especial. Cantamos can-

ciones e hicimos un devocional como siempre. Después los niños del Hogar nos dieron una sorpresa: nos regalaron un animal de peluche y una carta escrita por el niño con el cual estába-mos emparejados cada uno. Mi amigo o “pareja” era Saul; me dio un león porque yo le recordaba a un león. La carta que me dio era muy bonita. Luego nos rodearon y dijeron algo sobre la per-sona que tenían como pareja. “Todas las misio-nes tienen unos de esos momentos en que uno siente que el grupo se encuentra más cerca de Dios y se da cuenta de que aquello por lo que se sacrifican es especial”- dijo Sheldon.

Jaylene agradeció a todos los que habían parti-cipado en el viaje o ayudado con su apoyo eco-nómicamente, emocionalmente o mediante la oración. “Agradecemos a nuestra nueva familia en Nicaragua” -dijo.

En conjunto, creo que el viaje fue muy bien. Ayu-dó mucho el que algunos de nosotros hablára-mos algo de español. Ana María y Suzy fueron de mucha ayuda en nuestros dormitorios, que estaban limpios y bien cuidados. La comida también fue muy buena; ninguno de nosotros se puso enfermo por ese motivo. Los niños eran muy dulces. Estaban emocionados por tener un grupo de gente joven visitándoles. Tienen un buen grupo de niños. Todos disfrutamos del viaje. A los patrocinadores les gustó también. Me encantaría seguir realizando este tipo de viaje en el futuro, quizá cada año.

Artículo extraído deReach Report (Spring 2012)

Voluntarios de la Sierra con los Niños del Hogar.

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El silencio de las aulas del Colegio Reach La Tri-nidad en Nicaragua se vio interrumpido por la algarabía de los estudiantes. Muy temprano los estudiantes inauguraron el año escolar entonan-do las notas del Himno Nacional.

Era notorio el nerviosismo de los alumnos de nuevo ingreso quienes hacían numerosas pre-guntas sobre los horarios, las materias y los nombres de los maestros. Otros intercambiaban saludos y abrazos efusivos por reencontrarse luego de unas merecidas vacaciones.

Quizá piensen que esto se repite a inicio de cada año escolar, sin embargo podemos decir que a lo largo de nuestra carrera magisterial, cada año escolar es como una página nueva en un álbum donde pones los rostros, experiencias que vives a lo largo de la jornada. Contemplas extasiado los ojitos ávidos por aprender. Pero lo que más disfrutamos es cuando les presentamos a Jesús como su salvador y que puede hacer una notable diferencia si le permiten entrar en sus vidas.

Cada mañana, antes de las clases, el personal do-cente ora por estos jóvenes a quienes Dios colo-có en nuestras manos como valiosas joyas.

Es notorio la satisfacción y agradecimiento de muchos alumnos de origen humilde, ya que gra-cias a nuestros queridos padrinos y el deseo de obtener una educación integral ya no es más un sueño sino una bella realidad.

Algunos estudiantes caminan grandes distan-cias para asistir al colegio, otros no tienen casi recursos para estudiar; ni siquiera uniforme es-colar. Por eso el apoyo de padrinos y madrinas es una bendición para estos jóvenes pues les ayudan a completar su educación y a cambiar su

vida, la de su familia y la de su comunidad.

Dios bendiga a tan nobles corazones quien bon-dadosamente están colaborando para que estos jóvenes y niños hagan sus sueños realidad.

La educación al alcance de todos

Mis vacaciones fueron bonitas y bien acom-pañado, pero al venir al colegio nuevamente me sentí más seguro y con muchas ganas de superación.

En este día importante para mí, conocí a nue-vos amigos y los maestros nos recibieron con mucha alegría, abrazos y palabras de instruc-ción que bien nos han servido a lo largo de los años pasados y nos servirán a partir de ahora para esforzarnos en nuestros estudios.

La bienvenida fue muy acogedora aunque algunos compañeros estaban tristes porque no tenían todo lo necesario para sus estudios. Entonces les dije que Dios tarda pero no olvi-da y que no se salieran del colegio porque los maestros y alumnos les íbamos a ayudar con una campaña solidaria de recolecta de útiles escolares y hoy le doy las gracias a Dios por-que han perseverado y aquí estamos apren-diendo la instrucción científica y divina que nuestros maestros nos enseñan.

Testimonio alumno¡Hola! Soy Gerson Ro-dríguez. Tengo 17 años de edad. Con estas pa-labras sencillas explico la emoción y tranquili-dad que experimenté mi primer día de clase en este año lectivo.

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Las actividades en la Escuela Reach en Río Verde, Paraguay, se iniciaron como siempre. Antes del amanecer, Doña Isa, la cocinera, se dispuso a encender el fuego con la leña para preparar los desayunos. Sólo se escucha el can-to de los pájaros, mientras la luz de la aurora va asomando en el horizonte.

En los hogares, los ojitos se van abriendo al es-cuchar la voz de los preceptores que les instan a levantarse. Procurando abandonar el letargo, niños y niñas se van preparando, con higiene y peinados, para participar del culto matutino. Pocos minutos después, cuando aún el sol no se alcanza a ver, se oyen los cantos de alabanza a Dios que se unen a las tonadas pajariles. Tam-bién las plegarias son elevadas hasta los cielos, pidiendo amparo y dirección para el día que co-mienza. A todas luces es otro día normal.

Después del desayuno los niños se dirigen a los hogares a fin de prepararse para la escuela o bien para sus labores diarias. Algunos colabo-ran en la cocina, otros en los mismos hogares, otros más en la escuela. El trabajo con las manos enriquece y hace ver lo útil que se puede ser. Desde los más tiernos años los niños deben ocu-parse en actividades productivas, así como el Creador, que ni por un instante deja de ocuparse de sus hijos. Sí, hoy es un día normal.

Hace pocos días, apenas cinco, que la mayoría de los niños se hicieron presentes en la escuela. Los meses de vacaciones estivales, con sus habituales lluvias, dejaron el terreno pintado de verdes presencias, algunas ganando ya buena altura. Como todos los años, la quita de pastos

no se puede hacer esperar más. Alrededor de los hogares, en los canteros, en los improvisados jardines y macetas, los pastos comunes tienen que ceder su espacio para que las otras plantas puedan aprovechar más la riqueza del suelo y la escasez del agua, típica de la región.

La preceptora, Elena, siempre consciente de encontrar animales peligrosos en el terreno, re-visa entre los arbustos frente al hogar de niñas antes de que juntas se dispongan a hermosear-los. Una mirada entre las matas la deja tranquila. Parece que nada dañino va a interrumpir el tra-bajo. Muy pronto las herramientas, en manos de las niñas y de su mentora, comienzan a herir la tierra y las hierbas inservibles son arrancadas de raíz rápidamente. El diálogo característico de niñas y jovencitas, en guaraní o en castellano, y sus risas frescas, se mezclan con el aroma de la tierra recién rasgada.

Un día normal

Tania, Jorgelina y Doralis.

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Sin dudas que hoy será un día común. Nada al-tera la marcha del reloj en esta cálida región del mundo, donde el bien más deseado es el agua y donde sólo los aguerridos, los valientes y hasta algunos prófugos de la justicia, se animan a vivir.

Conforme los minutos pasan, el orden entre las malezas empieza a surgir. De pronto, allí, entre los inspeccionados arbustos, una larga y enros-cada presencia es encontrada en placentero sueño. El bullicio de las niñas no fue obstácu-lo que impidiera su descanso. El miedo, ante la certeza del peligro que representa el animal, una serpiente de cascabel de 67 centímetros de largo y una cola con siete anillos, da paso a la valentía de la profesora quien, cuando la des-cubrió, no dudó en proceder con la muerte del infortunado ofidio. Y eso a pesar de su propio sobresalto y del profundo terror que le tiene a estos reptiles. Se tiene que cumplir como reza la Sagrada Escritura: “el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4.18).

Luego de un certero golpe, el destino final de la culebra es formar parte de la colección de ani-

males de la zona que son observados en fras-cos, por los alumnos en el sencillo muestrario que ocupa un rincón de la biblioteca escolar.

El espanto fue mayúsculo. La certeza de la pro-tección divina también. Las promesas de páginas sagradas de la Biblia se vuelven más patentes en situaciones así: “El que habita al abrigo del Altí-simo morará bajo la sombra del Omnipotente”; “Podrás andar entre leones, monstruos y ser-pientes” (Salmo 91.1,13).

Gracias al cielo por su protección constante, aún de aquellos peligros que no alcanzamos a ver y que sólo la eternidad nos revelará. ¿Quién puede dudar de un Dios amoroso, cuando tan-tas veces sostuvo esta obra en medio de sequía, falta de dinero e insuficiente personal? ¿Cómo permitir que la razón humana deje fuera la fe en el Maestro, cuando Él nos sigue mostrando que es su mano la que está al timón?

Finalmente, sólo fue un viernes más. Nada malo pasó. Después de todo, sólo fue un día normal.

Miguel Gutiérrez RamasCapellán - Esc. Adventista Reach (Paraguay)

Profesora Elena y su “amiga”.

Culebra.

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Aunque sea noviembre y para muchos en otras partes del mundo sea invierno, en Paraguay la fiebre de la llegada de las vacaciones de verano se empieza a notar en el ambiente. En Asunción, en la sede de Reach Paraguay, estamos ultimando los preparativos para el viaje organizado para celebrar la clausura del año escolar en la Escuela Reach Río Verde. Llevamos algo de tiempo preparando este viaje, ya que no es sólo para celebrar sino también para ayudar.

Así que el día 25 de noviembre, a las 4 de la mañana, salimos rumbo a Río Verde, y pasa lo de siempre en estos viajes, nos encontramos a algunos “viejos amigos de Reach” entre abrazos y saludos, con expectativas… otros “nuevos integrantes de esta aventura” también con “ansiedad de conocer el lugar”. En el viaje algunos conversan, otros prefieren dormir un par de horas más hasta llegar. Son 325 kilómetros los que separan Asunción de Río Verde; de 4 a 5 horas durará el viaje, según esté el camino.

Gracias al Dr. Gustavo Piñeiro, responsable de la Iglesia Nueva Esperanza (Asunción) y fiel colaborador de Reach, contaremos con la presencia de varios médicos del Sanatorio Adventista y de otros lugares, que colaborarán con nosotros en esta jornada. Nos ayudará un grupo médico, compuesto por 2 clínicos, 1 cardiólogo, 1 pediatra, 2 odontólogos, 2 docentes de enfermería, 8 alumnos de Enfermería de la Universidad Adventista de Asunción, y 1 asistente de Farmacia. Todos ellos unidos para ayudar y aportar sus conocimientos a la hora de atender a la gente de Río Verde. Junto al equipo y una servidora, viajan integrantes de la Junta Directiva de Reach Paraguay, colaboradores de Reach Paraguay, el Pastor Anastasio y su esposa, Pastor Claudio Leal, Pastor Hugo González, personas que desean conocer el proyecto y la labor que se está realizando.

Sentimos la ausencia del Dr. Gustavo Piñeiro y su esposa que colaboraron en la realización de este viaje. Gracias a ellos y a su labor

Clausura del año escolar Paraguay

Presidente Reach Internacional Paraguay y voluntarios.

Acto académico de clausura.

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desinteresada, hemos logrado ayudas para la Escuela, tanto económicas como en especie: libros, ropa, medicamentos y como no mencionar el apoyo de personas que una vez informadas de este proyecto, deciden participar aportando sus conocimientos. Gracias a la ayuda económica de Javier Marisevich y la iglesia Nueva Esperanza, se pudo pagar parte del alquiler del autobús que nos llevó hasta Río Verde.

Llegamos a las 9 de la mañana y enseguida nos incorporamos al Acto Académico de Clausura que la Directora, Zoraida Santacruz inicia. Padres, alumnos, profesores y visitas nos sentamos, y durante dos horas disfrutamos del desfile de los nueve grados de la Escuela. Desde los más pequeños, que entran con pasos tímidos, a los más mayores, que pisan orgullosos de sus logros durante todos los años que han estado estudiando en la Escuela. Las entregas de los diplomas de los alumnos de noveno grado es uno de los actos más emotivos, porque ellos se despiden de la Escuela para emprender sus

estudios en otros sitios y eso genera muchos sentimientos entre alumnos y profesores.

Una vez finalizado el Acto Académico de Clausura, nos distribuimos según las tareas que venimos a realizar. En la escuela se han improvisado unos pequeños consultorios en las aulas donde los médicos se ubican por especialidades, y, además, una de las aulas se dispone para entregar medicinas según las recetas que los médicos van dando.

En paralelo con estas actividades, se disponen otras dos aulas para realizar dos charlas dirigidas a los padres y a las visitas. Las charlas fueron impartidas por los Pastores Claudio Leal y Hugo González, respectivamente, que hablaron sobre la importancia de la familia y el papel de la educación cristiana.

Otro grupo se dedica a preparar la comida, para que, después de tan arduo trabajo,

Atención médica básica.

Reparto de medicinas.

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podamos comer todos juntos alrededor de la mesa y finalizar la jornada compartiendo, además de una rica comida, impresiones y vivencias. Llega por fin la hora del “Tembiú” (comida en guaraní, idioma autóctono). Todos se acercan al comedor a compartir una rica comida en la cual todos colaboramos con un aporte económico. Ahí, distribuidos por mesas, todos conversan de sus experiencias de esas horas, “pocas”, pero con gran significado. Para algunos una experiencia que se da por primera vez, aunque ya están un poco cansados debido al calor chaqueño (45º), el agua es insuficiente… la “mala noche” se va sumando a quitar parte de la energía. Pero ahí estamos…Y el día sigue, algunos médicos se reincorporan a sus tareas y siguen atendiendo a la gente que llega para ser atendidos, otros siguen conversando, jugando con los niños o simplemente mirándolos. Todos están contentos, es un día especial para todos.

Pero sin notarlo, el tiempo pasa y llega el momento de regresar a Asunción. La despedida se alarga y nos cuesta subir al autobús… Los

abrazos se confunden, los docentes, padres y alumnos nos despiden… y ahora quedan para seguir en su lucha diaria… y los demás regresamos también a nuestra realidad.

De camino a Asunción, mientras nos vamos acomodando, algunos se duermen vencidos por el cansancio, pero hay otros que siguen emocionados y no paran de hablar y compartir sus impresiones. Es tanta la emoción, que nos ponemos a cantar al son del arpa que toca con mucho sentimiento Idualbert Romero, profesor de música y estudiante de enfermería, quién declaró que fue una experiencia novedosa tocar el arpa dentro del autobús.

Es así que, entre cantos y música, el tiempo de volver pasa muy rápido… el grupo que está dormido, al pasar unas horas, se despierta y se une a los cantos… se observa que hay alegría en el corazón después de servir… todos los “viejos” amigos de Reach, y ahora los “nuevos” ya nos conocemos… todos somos “amigos de Reach” amigos de un servicio con amor, alegría y esperanza de ver esos niños crecer con nuevas oportunidades en su vida. Esa es nuestra motivación para cada nuevo viaje. Y aunque al volver terminemos todos “muertos de cansancio”… el corazón vuelve saturado de amor. “Hasta el próximo viaje” es la decisión unánime al bajar del autobús y todos nos despedimos con una sonrisa en el rostro, que es apenas un esbozo de todo el amor que inunda nuestros corazones.

Margarita SalazarApadrinamiento REACH ParaguayComida.

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La historia de Silvia Vázquez

En primer lugar doy gracias a Dios y a la perso-na que me dio la oportunidad de poder escribir realmente una de las cosas más importantes que puedo comentar de mi vida.

Cuando tenía 11 años quería seguir estudiando pero no podía, mis padres contaban con muy bajos recursos económicos y no podían costear los gastos de estudios, así que tenía que salir del 7º grado y no podía seguir estudiando. Aunque mi sueño era el de continuar con mis estudios no podía pedirle eso a mis padres, entonces me acerqué al pastor de mi iglesia en ese tiempo (Hugo Crocce) para que me ayudara a buscar trabajo en un lugar adventista. El pastor se comprometió, pero me dijo que lo dejara en las

manos de Dios y empecé a orar pidiendo una la manera de trabajar y estudiar… así pasaron como 2 años y no conseguía nada, después lla-maron al pastor preguntándole si no había algu-na chica para que cuidara a su hija. Cuando me estaba por ir en la casa de la señora ocurrió un inconveniente, me tranquilicé en mi casa, y así pasó como 3 veces y ante tantos problemas qui-se desistir de clamar a Dios pero el pastor seguía animándome para seguir orando… y aunque el desánimo cabía en mí, no me rendí y seguí oran-do al Señor para que me abriera las puertas si realmente tenía algún propósito para mi vida.

Luego de 3 meses me llamaron para ir al Chaco de voluntaria, en la escuela Reach. Me llama-ron y preguntaron cuantos años tenía, y no me aceptaron porque en ese momento era menor de edad, el perfil que necesitaban era la de una persona mayor que pudiera encarar con respon-sabilidad las exigencias requeridas, al no contar con eso no fui solicitada para ir de voluntaria, y bueno dije que seguiría esperando de otro lado, pasaron así como 3 meses y me volvieron a lla-

Silvia abrazando a su madrina en la despedida.

Silvia, estudiante de enfermería en la actualidad.

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mar… diciéndome que me llevarían para estar de prueba… Decidí irme, aunque a mi familia no le agradó en ninguna manera ya que el lugar era muy lejos. Yo no quería saber nada, lo único que quería era trabajar y esforzarme para salir adelante aunque eso implicaba estar a kilóme-tros de mi familia, y en el lugar poco deseable para estar y trabajar: el Chaco.

Había sido Dios, tenía un plan para mi vida… en ese lugar…. conocí a la Sra. Bienvenida Ji-ménez, que vino a Reach de visita. Allí me pre-guntó porqué no estaba estudiando, le expliqué que mis padres no tenían la posibilidad de pagar mis estudios, me preguntó si en verdad quería seguir estudiando, le dije que sí, a lo que ella ac-cedió a ofrecerse a pagar mis estudios si tenía las ganas de seguir estudiando. Hoy por hoy ya han transcurrido 8 años de que Dios puso a esta persona de buen corazón para que pueda solventar los gastos de mis estudios, y entré en ese aprendizaje de preparación para la vida

y pude culminar mi secundaria en el mejor co-legio CADEP. Gracias a ella ahora ya estoy en 2º año de Licenciatura de Enfermería, en la 1ª universidad Adventista del Paraguay UNAPY, pudiendo ser parte de la primera futura promo-ción de la misma.

Gracias a Dios, a Reach y a la Sra. Bienvenida Jiménez estoy cumpliendo mi sueño hecho rea-lidad. El secreto de todo fue el fruto de una ora-ción sincera y perseverante donde Dios veía en mi persona que seguramente lo iba poder ser-vir como lo hago ahora para su honra y gloria.

Recuerda: Dios siempre contesta las oraciones en el momento oportuno, y aunque parezca que las puertas estén cerradas, y te sientes incapaz Dios te dice: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3).

Silvia VázquezVoluntaria Reach Internacional Paraguay

Silvia con los voluntarios.Silvia: jefa de cocina y comedor.

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De las muchas amistades que dejé en mi voluntariado en Paraguay, conservo aun el recuerdo, el contacto y la amistad, palpitante hoy día tanto como en aquel dorado pasado, con mi “hermanita adoptiva”1 Silvia Vázquez. Silvia es todo un testimonio vivo de trabajo, esfuerzo y superación.

Recuerdo la primera vez que la vi, llegando de noche a Río Verde, con la tía Áurea en su ranchera repleta de provisiones, casi como si fuera parte de ellas. Llegaba como ayudante de cocina de Doña Cirila, la cocinera y “madre adoptiva” de todos los niños y de los voluntarios por extensión. Llegaba Silvia, procedente de un entorno rural muy humilde, también muy humilde como tal. Y muy tímida y muy callada, también porque apenas hablaba castellano, por ser lengua anecdótica frente al guaraní en los entornos más humildes del Paraguay.

Poco tardó Silvia en empezar a sacar a relucir otras cualidades, empezando por la de su gran capacidad de trabajo, diligencia y esfuerzo al desempeñar la valiosa, aunque muchas veces desestimada tarea que le fue encomendada. Con el paso de los meses vimos su proceso de crecimiento y de superación personal, en el que, sin dejar a un lado su humildad y valía humana como persona, se fue abriendo a todos nosotros, ganándose nuestro cariño y respeto. Vino a demostrar además todo su gran potencial cuando llegado el momento y sin ser merma para ello su joven edad, la partida de Doña Cirila llevaron a relegarle el mando y responsabilidad de la cocina-comedor, todo meritorio teniendo

1 Hermanito/a adoptivo/a: Apelativo que llegamos a darnos entre nosotros varios voluntarios, en el que queríamos reflejar nuestros lazos de amor, más allá de nuestros diversos orígenes, pero igualmente fuertes e incondicionales como si de sangre se trataran.

en cuenta la gran cantidad de bocas que alimentar.

Fue en ese año de mi voluntariado cuando Silvia conoció a Bienvenida Jiménez, fugaz voluntaria, maestra “maña” recién jubilada, y que antes de su regreso a España quiso comprometerse con Silvia para ser su madrina.

Bienvenida ya vio en Silvia ese diamante en bruto por el que quiso “apostar”, por el que ha estado “apostando” durante muchos años y que, si Dios quiere, en breve verá ganada esa “apuesta”. Bienvenida vio en Silvia su gran valía latente y sabía que habría sido un desperdicio que ya tan joven tuviera que estar relegada a unas tareas nada despreciables, pero demasiado limitadas para el potencial latente en Silvia por aprovechar.

Y Bienvenida habló con Silvia. Y las dos llegaron a un acuerdo. Bienvenida le propuso

Testimonio de Samuel

Doña Cirila y Silvia.

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el desafío a Silvia para que siguiera estudiando con tal de poder aspirar a un futuro profesional mejor al que su realidad social le deparaba. Bienvenida se comprometió para ello mandarle mensualmente dinero para que Silvia pudiera dejar de trabajar y retomar así de manera exclusiva sus estudios. Y Silvia se comprometió a retomar sus estudios desde donde los dejó empujada por sus circunstancias personales, allá en los últimos años de la Educación Primaria.

A medida que Silvia iba estudiando, volcándose de lleno en sus estudios, Bienvenida iba renovando su compromiso. Silvia concluyó así Primaria e ingresó en Secundaria. Años después, con más tesón aún, concluyó sus estudios de Secundaria. Y como acordó con Bienvenida años atrás, inició una carrera universitaria de su elección: Enfermería. Hoy día se encuentra en la recta final de una carrera que se ha convertido en su vocación y que, con el carácter de Silvia, le abrirá una puerta hacia un nuevo futuro donde podrá brillar dando lo mejor de sí a otros.

En el 2012 regresó Silvia al Chaco, a Río Verde, donde toda esta bella historia comenzó, gracias en buena parte a la confianza y ayuda depositada por su madrina Bienvenida, que creyó en ella. Esta vez lo hizo no cómo cocinera, sino como estudiante de enfermería con un grupo de compañeros de su facultad, para pasar el fin de semana repartiendo medicamentos previamente recaudados y atendiendo a la población local.

Y por supuesto, dando Silvia su testimonio vivo a todo el mundo, especialmente a todo el alumnado de Río Verde, de que el mundo puede ofrecer muchas más posibilidades y oportunidades a las que conforman sus realidades, por medio del estudio, el trabajo y el tesón. Y que los sueños por aspirar a un futuro mejor, aunque están ahí, con fuerza de voluntad se pueden alcanzar. Testimonio vivo de ello es Silvia y su historia.

Samuel Pérez MartínezVoluntario Reach Internacional Paraguay

Silvia preparando el desayuno. Silvia con profesores y monitores tras una acampada.

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Hace quince años, llegó una solicitud a Reach para iniciar un orfanato en Tanzania. En ese momento yo no estaba preparada para irme a África, todavía estaba recuperándome de mis vivencias durante la masacre ruandesa. Pero la continua presión de la gente y mi propia conciencia me obligaron a visitar Tanzania en la primavera de 2007. Me prometieron 50 hectáreas de tierra cerca de Dar es Salaam pero, cuando finalmente llegué allí, me enteré de que la mayoría de las organizaciones no gubernamentales (ONG) ya estaban trabajando en Dar es Salaam y Arusha; sin embargo, no se había hecho mucho por los niños en las zonas más remotas del país.

Visitamos a la Unión Tanzana de los Adventistas del Séptimo Día en Arusha para explicarles nuestros planes de abrir un orfanato para niños huérfanos de sida. De allí nos fuimos a la Conferencia de la sede central en Musoma. Mientras hablábamos con la gente local nos dimos cuenta de que se había hecho

poco, o casi nada, por los huérfanos en todos los pueblos de pescadores alrededor del lago Victoria, el lugar del nacimiento del sida (el sida tuvo su origen y su extensión a lo largo del Lago Victoria.) Por lo tanto, escogimos esas zonas más desfavorecidas y abandonadas repletas de niños huérfanos.

El estilo de vida y las costumbres de los pescadores contribuyen a la propagación de sida. La pesca es un trabajo de hombres y las mujeres se encargan de vender el pescado en el pueblo. Cuándo el marido muere, la mujer pierde su sustento, el suministro del pescado y su medio de vida. Si ella tiene que cuidar de la familia, tiene entonces que depender de otros pescadores para el pescado y también de los hombres que tienen coche para ayudarla a llevar el pescado a la ciudad y venderlos antes de que se estropeen. Con el fin de sobrevivir y cuidar de sus hijos huérfanos, se ven obligadas a proporcionar favores sexuales a estos hombres. Así funciona el ciclo de esta enfermedad mortal.

Villa de Esperanza

Niña a la hora de la comida. Niños acarreando agua en Villa de Esperanza.

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El pueblo pesquero de Bunera fue elegido por varias razones: en primer lugar, estaba en la carretera principal (sin asfaltar) alrededor del lago Victoria. Ya se había construido una pequeña Iglesia Adventista en Bunera y el hospital en Kibara estaba a tan sólo 10 Km. de distancia. La ubicación ya poseía cuatro hectáreas de terrenos baldíos y había mucha tierra disponible hasta el lago. El único inconveniente fueron los sesenta kilómetros de camino de tierra desde Arusha hasta Bunera. Las carreteras pavimentadas no son frecuentes en África, por lo tanto, la necesidad obliga a superar estos inconvenientes.

Visitamos seis de los pueblos de los alrededores para evaluar el número de niños con mayor riesgo social. Se identificaron más de 600 niños. Nos reunimos con los representantes del pueblo y les explicamos nuestros planes para construir una aldea infantil para los niños huérfanos. A continuación hablamos con los

niños y sus cuidadores, la mayoría abuelos de edad avanzada. Estaban muy contentos y se sintieron aliviados de algún modo por el peso de la responsabilidad del cuidado de los niños.

Sí, la tierra estaba disponible, pero fue una tarea ardua evitar todos los obstáculos en el camino. Nos costó mucha paciencia y muchas oraciones y casi tres años. Cuando pensamos que la tierra era nuestra, comenzamos a construir. Pero tan pronto como pusimos las primeras señales que indicaban el inicio de las obras de construcción alguien aparecía y nos decía: “No se puede construir allí porque mi abuela está enterrada allí.” Esto se prolongó durante meses. Desesperados, pensamos que tendríamos que trasladarnos a otra ubicación, pero Dios no nos dejó darnos por vencidos. El DC (Comisionado del distrito) oyó hablar de nuestros problemas y vino a Bunera y habló con los aldeanos acerca del privilegio de contar con este hogar en su comunidad. Les ordenó que cooperaran.

Lo que no sabíamos era que un terrateniente de la zona había recibido una gran suma de dinero por su tierra de parte de la Conferencia de Mara. Como resultado, todos los propietarios esperaron más beneficios de lo que realmente costaban sus tierras. El comisionado decidió enviar al tasador para evaluar todas las propiedades y nos pusimos de acuerdo para pagar el valor auténtico de la tierra.

Finalmente, las disputas por las tierras se resolvieron. De nuevo el poder de la oración prevaleció y tuvimos acceso absoluto a las

Comedor en Villa de Esperanza.

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tierras. El comisionado incluso nos permitió poner la valla a cinco metros del lago, algo muy inusual, pero que contribuye a aumentar nuestra seguridad.

Beryl y Darrell Hagen de British Columbia habían estado en contacto con REACH durante unos años, con ganas de hacer un proyecto con nosotros. Cuando el proyecto de Tanzania se propuso, estaban interesados y disponibles. Sus conocimientos, su talento, sus experiencias, sus habilidades y la capacidad de soportar el rigor del trabajo en África, hizo de ellos la pareja ideal para el proyecto.

Por encima de todo, ellos son valientes, persistentes, pacientes, personas creyentes. Dios los preparó especialmente para realizar esta tarea. Sin ellos no podría haber logrado lo que se ha hecho hasta este día.

Este mes de enero durante los primeros diez días de oración oré por Tanzania. Teníamos los inmuebles pero necesitábamos camas, colchones, sábanas y el material suficiente para poder llevar a los niños.

El domingo iniciamos las reuniones de oración y el martes uno de nuestros patrocinadores me llamó para saber si me encontraba en la oficina. La familia estaba visitando a familiares en la zona y quería visitar REACH. Durante su visita nos preguntaron acerca del proyecto en el que estábamos trabajando. Les hablé del orfanato en Tanzania y de nuestra necesidad de conseguir camas y material suficiente antes de traer a los niños. Ellos querían ayudar pero primero

volverían a casa, se lo pensarían, orarían por los niños y volverían. El miércoles vinieron con un cheque de 25.000 $ y la hermana a la que estaban visitando nos ofreció un cheque de 5.000 $. Esos 30.000 $ fueron una clara respuesta rápida después de nuestras oraciones.

En marzo, estábamos listos para abrir el orfanato. Cuando le pedimos al gobierno el permiso, inspeccionaron el lugar y dijeron: “No les vamos a permitir operar hasta que coloquen una cadena del tipo como el de una valla alrededor de las casas de los niños y de la zona del ocio para protegerlos en el caso de guerra o disturbios sociales.” El costo estimado de esta valla era de 12.500 $, un dinero que no teníamos.

Una vez más, tuvimos que pedirle a Dios en la oración del jueves. Ese fin de semana yo estaba fuera. El martes, cuando llegué a la oficina y abrí el mail, me encontré la agradable sorpresa

Los voluntarios Chris y Cameron jugando con los niños.

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de un cheque por valor de 10.000 $, de uno de nuestros donantes que acababa de enviar 2.500 $ para los más necesitados. Por lo tanto ya teníamos la cantidad exacta, 12.500 $ para la valla, nuestra mayor necesidad. Dios ha intervenido una y otra vez en todo este tipo de problemas, financieros y de otro tipo, para hacer de este orfanato una realidad. ¡NUESTRO DIOS ES PODEROSO!

Finalmente el 25 de abril, exactamente cinco años desde el día que visitamos este terreno, inauguramos el “Pueblo de la Esperanza” para los niños de Tanzania. El comisionado, que jugó un papel clave en la cesión de los terrenos para nuestro uso, fue el invitado de honor.

Se han completado 12 viviendas. Cada hogar puede albergar a 20 niños. Ya hay siete casas ocupadas con más de 87 niños. La cocina tiene dos enormes ollas especiales y un horno solar capaz de hacer hasta 45 hogazas de pan a la vez. El comedor tiene una capacidad para más de 400 niños. Después de que la escuela acabe de construirse en febrero de 2013, por un grupo de la reunión de Missouri, se nos permitirá llevar a niños mayores. Para entonces todas las casas estarán llenas del todo.

Aún tenemos que construir la planta para la Administración, una casa para el administrador, y un molino para nuestro uso, así como ayudar a los habitantes del pueblo. Vamos a construir una clínica, y a ampliar la iglesia. Tenemos dinero ya para perforar un pozo para limpiar el agua a los habitantes del pueblo. Todo esto se generará en orden de necesidad, y según los recursos.

Dos semanas antes del día de la apertura todos los representantes del pueblo trajeron a los niños más vulnerables. Cada niño fue registrado y se le asignó una casa y una madre, el niño recibió una mochila con una manta nueva, toalla, cepillo de dientes, pasta de dientes, jabón y un juguete. Cada niño tuvo entonces la posibilidad de elegir un juguete de peluche de su gusto. Los niños estaban encantados con lo que tenían. No podían creer lo que veían. Había alegría no sólo en sus rostros, sino también en su alma.

Permítanme que les presente a algunos de nuestros niños acogidos:

Joel, un delgado niño huérfano de cinco años con un continuo goteo nasal. Puede oír, pero no es capaz de hablar. Hace sonidos guturales y siempre está metido en problemas pegándose

Dormitorios en Villa de Esperanza.

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con otros niños. Vivía con un amable vecino al otro lado de la carretera de nuestro terreno. Se trata de un gran desafío enseñarle a obedecer y a seguir algunas reglas, como ir al baño y no pegarse con los demás niños.

Grace es un bebé de cinco meses de edad nacido de una niña que ahora tiene 15 años, a quién se le seleccionó para vivir en el pueblo. Ella quería llevar a su bebé a nuestro lugar.

Lovenes es una niña albina de cinco años. Les había prometido a las madres de los niños albinos que a sus hijos les daría prioridad. Las madres son conscientes de la inseguridad de sus hijos. En Tanzania, los hechiceros pagan grandes cantidades de dinero por las partes del cuerpo de un albino, ya que las utilizan en medicina.

Sevelina es una niña de siete años de edad, tiene

las piernas tan encorvadas que parece que está atrofiada y no puede caminar adecuadamente.

Akida es una niña de seis años, que ha sufrido abusos sexuales y tiene que soportar las cicatrices tanto física como emocionalmente. En África existe la creencia de que si un hombre con sida tiene relaciones sexuales con una virgen será curado. Las niñas huérfanas se convierten en víctimas debido a esta idea.

Estos son los niños que no sólo han quedado huérfanos, sino que también tienen una multitud de necesidades: clínicas, educativas, emocionales, espirituales y sociales. Solo el amor incondicional y la gracia de Dios pueden ayudarles. Por favor oren por estos niños para que puedan superar estas complejas adversidades y refugiarse en Cristo y convertirse en Sus Hijos.

La tarea de ayudar a cada niño a desarrollar plenamente su potencial humano resulta formidable bajo estas circunstancias, pero es lo mínimo que podemos hacer por estos niños sufridores, Niños creados a Su imagen y semejanza. Ellos están marcados, o golpeados por la pobreza, el pecado y circunstancias que están fuera de su control. Lo mínimo que se puede hacer es amar, educar y devolverlos al potencial que Dios les ha dado. Necesitamos sus oraciones afectuosas y su continuo apoyo en esta misión de misericordia para estos niños huérfanos. ¡DIOS ES PODEROSO!

Artículo extraído deReach Report (Spring 2012)

Voluntarios y niños juntos en Villa de Esperanza.

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Viaje a Honduras

Adán es un joven de 18 años que vive en Zaragoza. Después de terminar el Bachiller y antes de empezar la Universidad decidió tener una experiencia de voluntariado. Desde Enero hasta Junio compartió su tiempo con los 60 niños del Hogar de Niños de Reach en Honduras. Aquí está su testimonio, esperamos que anime a otros jóvenes a vivir también este tipo de experiencia.

“Nunca había pensado seriamente en hacer voluntariado, y menos en otro país. Como todo el mundo, estaba muy ocupado con mis estudios, mis amigos, etc. Pero surgió, gracias a Dios, la posibilidad de marcharme a Honduras. Aunque sabía que al principio no iba a ser fácil, decidí ponerme en las manos de Dios y aceptar este gran reto.

Al principio, tenía miedo; miedo de dejar mi casa, mi gente, mi mundo, para adentrarme en otro completamente nuevo para mí. Me acuerdo

perfectamente del día en que comenzó mi gran viaje, con destino al Hogar de Niños de Reach en Santa Bárbara, Honduras.

Desde el momento en que llegué, me invadió una sensación de seguridad y amor que transmitía el hogar. Me sentí como en casa desde el primer día. Compartí la habitación con un voluntario americano que me ayudó a integrarme en el Hogar, aunque fue fácil, porque los niños me aceptaron desde el primer momento. Fueron muy cariñosos conmigo. Me sorprendió muchísimo lo felices que son con tan pocas cosas, comparados con nosotros.

Poco después de llegar, ya tenía establecidas mis responsabilidades en el Hogar, como el resto de voluntarios; entre ellas, me encantaba hacer todas las mañanas la matutina para todos los niños, y ayudarles a hacer sus deberes. Conviviendo con los niños, se me pasaba el tiempo volando. Recuerdo con mucho cariño las Una de las niñas pequeñas del Hogar.

Adán con algunos niños del Hogar.

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conversaciones que tenía con muchos de ellos, o las excursiones que hacíamos a la montaña. Me encantaba pasar tiempo con ellos, porque nos divertíamos con cualquier cosa. Con tantas actividades, y los días tan completos, se me pasaron los meses muy rápido.

Por supuesto, recuerdo con tristeza el último día en el Hogar. Sé que les volveré a ver, como siempre con esas sonrisas de oreja a oreja. Estoy deseando volver, y aunque ayudé en todo lo que pude, sé que ellos me dieron a mí, mucho más de lo que yo les di a ellos. Fue una experiencia única.

Sé que puedes pensar que eres muy joven o muy mayor para hacer voluntariado, pero te puedo asegurar que es para cualquiera la experiencia más grande de su vida, como lo ha sido para mí.”

Adán Lorente JunquerasVoluntario Reach International España

En Reach Internacional España se necesitan voluntarios y voluntarias de cualquier edad para colaborar en los proyectos que se están llevando a cabo en Nicaragua y Paraguay. Si estas interesado o interesada puedes ponerte en contacto con nosotros en:


Teléfono: 34 - 976 41 27 37

o visitándonos en:

C/ Mariano Royo Urieta, 19Principal C, oficina 450006 ZARAGOZA

Adán con uno de los chicos del Hogar. Disfrutando de un baño en el rio con los niños del Hogar.

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Carta de los niños

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La juventud Adventista de Zaragoza se mueve, y los zaragozanos lo notan. El pasado sábado 31 de marzo, la Juventud Adventista de Zaragoza (JAZ) a través de la Asociación de Jóvenes Adventistas de Aragón (AJADA) con la ayuda de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI) organizaron un concierto benéfico para la Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), Reach Internacional España e International Children´s Care (ICC).

El diario Entérate Zaragoza Centro se hizo eco previo del concierto, publicándolo así en sus plataformas. Éste es un recorte del artículo:

“Los grupos protagonistas de la gala son: “Maranatha”, de la iglesia adventista gitana que expone sus melodías al son del flamenco; la música clásica del coro eclesiástico de Las Fuentes; “Ixsus” que con un aire juvenil impregnarán el ambiente con sonido acústico; el coro de la iglesia de Torrero también con melodías clásicas; el grupo “Shekinah” con música whorship; y el Coro “Jaz” que empapará el auditorio con frescor y modernidad, ya que su música desenfadada, casual y divertida refrescará el ambiente.

Tanto ADRA como Reach o ICC tienen como prin-cipios solventar la situación de pobreza, injusticia y desigualdad en la que viven millones de personas en el mundo, en especial centrándose en los niños que viven en el abandono.”

Noticias y actividades

Haz sonar la esperanza

Flyer anunciador del concierto solidario.

Cartel anunciador del concierto solidario.

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“Volvemos” con el Informe Reach en formato pdf. Si no lo han recibido todavía por correo electróni-co pueden leerlo o descargarlo desde nuestra página web www.reachspain.org

Informe Reach 2011

Portada del Informe Reach 2011.

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Nueva oficina Reach

C/ Mariano Royo Urieta, 19Principal C, oficina 450006 ZARAGOZA

Tfno. y fax: 976 41 27 37Mail: [email protected]: www.reachspain.org

Después de 15 años en el mismo sitio, hemos cambiado nuestra sede impulsados sobre todo por el ahorro. Ha sido un cambio positivo tanto económico como de ubicación y funcionalidad. Además, hemos suprimido una de las líneas de teléfono que usábamos para el fax. Nuestros nuevos datos son:

Exterior de la nueva sede de Reach España en Zaragoza.

Interior de la nueva sede de Reach España en Zaragoza. Interior de la nueva sede de Reach España en Zaragoza.

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Proyecto abastecimiento de alimentos

La Diputación Provincial de Huesca, el Ayunta-miento de Fraga y la Comarca Hoya de Hues-ca han concedido varias subvenciones a Reach Internacional España. Gracias a esa financiación hemos podido cubrir los gastos de una parte del abastecimiento de comida para el Hogar de ni-ños Reach (La Trinidad, Nicaragua) durante el año 2012.

La cuantía de las subvenciones concedidas por el Ayuntamiento de Fraga fue de 1.187,30 € en el año 2011 y 930,70 € en el año 2012. Por su parte, la Diputación Provincial de Huesca ha concedido a Reach Internacional España 2.000 € en el año 2012 y la Comarca Hoya de Huesca aportó 720 € en el año 2011.

También hay que señalar que el Hogar de niños Reach (La Trinidad, Nicaragua) funciona con 17 niños y 4 cuidadores y el gasto de comida men-sual varia entre 1200 y 1500 € mensuales.

Niña pequeña comiendo en el Hogar de niños Reach.

Niños en el comedor del Hogar de niños Reach.

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Proyectos Ayuntamiento de Fraga

Gracias a la subvención de 1.843,32 € que ha concedido el Ayuntamiento de Fraga a Reach In-ternacional España hemos podido comprar dos frigoríficos para el Hogar de niños Reach (La Tri-nidad, Nicaragua).

Con otra subvención de 1329,75 € del Ayunta-miento de Fraga hemos construido un portón para el Colegio de Secundaría Reach (La Trini-dad, Nicaragua)..

Proyecto Ayuntamiento de Monzón

Gracias a la subvención concedida por el Ayun-tamiento de Monzón a Reach Internacional Es-paña, hemos conseguido ampliar la biblioteca que tenemos en la Escuela Reach Río Verde (Paraguay), donde estudian 180 niños.

Para este proyecto, la cuantía de la subvención del Ayuntamiento de Monzón fue de 1.120,60 €.

Frigoríficos para el Hogar de niños Reach (La Trinidad, Nicaragua).

Nuevos libros para la Escuela Reach Río Verde (Paraguay).

Proyecto Ayuntamiento de Huesca

Gracias a la subvención concedida por el Ayun-tamiento de Huesca a Reach Internacional Es-paña, tenemos la financiación necesaria para el pago del sueldo del profesor de informática durante el año 2013 .

El importe de la subvención del Ayuntamiento de Huesca fue de 2.135,52 €.

Proyecto Ayuntamiento de Teruel

El sueño de poder contar con un aula de infor-mática en el Colegio de secundaria Reach (La Trinidad, Nicaragua) ha sido posible gracias a la subvención concedida por el Ayuntamiento de Teruel a Reach Internacional España.

La cuantía de la subvención que ha c¡hecho posi-ble este proyecto alcanzó los 5000 €.

Nueva aula de informática en La Trinidad, Nicaragua.

Profesor en el aula de informática.

Apaga el gris de tu vida y enciende los colores que llevas adentro.

Pablo Ruiz Picasso

Informe reach 1º semestre 2013

Education

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