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PROSAP ESTUDIO DE SUELOS DE LAS AREAS EL HOYO DE EPUYEN Y LAS GOLONDRINAS EN LA PROVINCIA DE CHUBUT REALIZADO POR EL INGENIERO AGRONOMO ALBERTO R. ONGARO - 1999 -

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PROSAP

ESTUDIO DE SUELOS DE LAS AREAS EL HOYO DE EPUYEN Y

LAS GOLONDRINAS EN LA PROVINCIA DE CHUBUT

REALIZADO POR EL INGENIERO AGRONOMO ALBERTO R. ONGARO - 1999 -

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ADVERTENCIA INICIAL

El presente estudio incluye el relevamiento, cartografía y clasificación de los suelos de las áreas El Hoyo de Epuyén y Las Golondrinas, Departamento de Cushamen, Provincia de Chubut.

Fue encomendado por el PROSAP, bajo la supervisión del Ing. Agr. Adrián Zappi, para el Programa de Gestión de los Recursos Hídricos y de la Transformación Productiva en la Provincia de Chubut, cuyo coordinador es el Dr. Ing. Agr. Raúl Fiorentino.

Está dividido en dos partes, siendo la primera descriptiva, detallándose las características fisiográficas, climáticas y edáficas.

La segunda parte es interpretativa, abarcando la clasificación por aptitud para riego y el inventario de las tierras.

Fue realizado por los siguientes profesionales:

-Trabajo de fotointerpretación y gabinete: Ing. Agr. Alberto R. Ongaro

-Trabajo de campo: Ing. Agr. Alberto R. Ongaro Ing. Agr. Juan Pablo Berasategui

-Trabajo de laboratorio: Técnicos del Laboratorio INAGRO.

-Dibujo: Arq. Liliana M. Bonzo

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I N D I C E

PARTE PRIMERA – MAPA DE SUELOS I. INTRODUCCION 45

I.1. Objetivo del estudio 45 I.2. Metodología 45 I.3. Trabajo de laboratorio 47

II. NATURALEZA DEL AREA 47 II.1. Ubicación 47 II.2. Rasgos fisiográficos 48 II.3. Caracterización climática 48

III. SUELOS ENCONTRADOS EN EL AREA 49

IV. DISTRIBUCION DE LOS SUELOS 57 IV.1. Unidades cartográficas 57 IV.2. Descripción de las unidades cartográficas 58

V. CARACTERISTICAS QUIMICAS DEL AGUA DE RIEGO 60

PARTE SEGUNDA – INTERPRETACION AGRONOMICA VI. CLASIFICACION POR CAPACIDAD DE USO 62

VII. INVENTARIO DE LAS TIERRAS DEL AREA 64

VIII. POSIBILIDADES DE USO DE LAS TIERRAS 66

IX. NECESIDADES Y PRACTICAS PARA EL MANEJO DE LAS TIERRAS 66

APENDICES APENDICE 3. Descripción completa de las unidades taxonómicas 68

APENDICE 4. Resumen de las clasificaciones de escurrimiento, permeabilidad, drenaje natural y peligro de inundación de los suelos (Extraído de las Normas de Reconocimiento de Suelos del Dr. Pedro H. Etchevehere, INTA, 1976)

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PARTE PRIMERA - MAPA DE SUELOS

I. INTRODUCCION

I.1. Objetivo del estudio

El objetivo de este trabajo ha sido el reconocimiento de los suelos del área El Hoyo – Las Golondrinas.

Podemos definir al mapa de suelos como un inventario gráfico del recurso natural suelo, consistiendo sintéticamente en la identificación de los diferentes suelos, la determinación de sus límites y el delineamiento de éstos en un mapa base.

Esto permite obtener un panorama claro de las características y distribución de este recurso natural, teniendo en cuenta sus limitaciones de uso bajo riego y la sustentabilidad de su explotación, brindando la información de base en suelos necesaria para formular, a nivel de factibilidad, los proyectos de riego de las áreas a estudiar.

Dada su importancia para el manejo futuro de los suelos del área, también se evaluaron las aguas para riego, tomándose muestras de las mismas y determinando su calidad y clasificación por peligrosidad de salinización y/o sodificación.

I.2. Metodología

Para alcanzar el objetivo descripto, se escalonaron una serie de etapas en gabinete y a campo, comenzando por la reunión de los antecedentes existentes referentes a las características ecológicas y productivas del área. Asimismo se recopiló el material cartográfico y aerofotográfico. Si bien éste debía proveerlo la Provincia (según el contrato), en la práctica debió el consultor ocuparse de esta tarea. Se adquirieron las Hojas planialtimétricas escala 1:100.000 del Instituto Geográfico Militar (IGM), y en materia de fotografías aéreas se utilizaron las ampliaciones a escala 1:25.000 de las fotografías tomadas por el IGM en 1981.

Como complemento se utilizaron las digitalizaciones de las fotos 1:10.000 tomadas por la firma ESTEIO SA entre los años 95 y 98.

Mediante el uso de un estereoscopio de espejos, que permite observar el relieve del terreno, se procedió a fotointerpretar los pares fotográficos de las áreas a estudiar, procediendo al reconocimiento, descripción y definición de los paisajes fisiográficos ó ambientes y de sus geoformas. Para ello se utilizaron como apoyo los denominados elementos patrón ó elementos guía: relieve (tipo, forma, intensidad), red de drenaje (diseño, intensidad, tipo de integración, rasgos de los cauces, forma de los valles, longitud, etc.), sistemas de erosión (tipo, formas, extensión, ubicación), grados de anegamiento o hidromorfismo (tono, textura, posición topográfica), material parental (geología), vegetación natural visible (tipo, diseño de distribución, tono, textura, altura, densidad) y uso actual de la tierra (tipo, diseño cultural).

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Como resultado de la fotointerpretación se obtuvo un mapa fisiográfico, en donde se separaron las áreas a estudiar en distintos sectores homogéneos, que sirvieron de base para el trabajo de campo. Además se volcaron en el mismo los elementos visibles en las fotografías aéreas (alambrados, picadas, caminos, poblaciones, etc.).

La etapa de campo se realizó entre los días 14 y 25 de octubre, en un único viaje, y consistió en el estudio morfológico de los suelos y recolección de muestras representativas, controlando los límites del mapa de fotointerpretación.

Como complemento, para ubicar correctamente las áreas a estudiar, se contó con un GPS (sistema de posicionamiento satelital).

Las observaciones se efectuaron en pozos abiertos a pala y barreno de hasta 1,20 metros de profundidad, prestando especial atención a las características externas e internas de los suelos, relacionadas con sus posibilidades de uso y manejo. Para uniformar la descripción de estas características, se siguieron las "Normas de reconocimiento de suelos", del Dr. Pedro H. Etchevehere, publicadas y utilizadas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Se realizaron en total en le área El Hoyo – Las Golondrinas 105 observaciones, que se distribuyeron de acuerdo con la mayor o menor heterogeneidad que presentaban los suelos, intensificándose la densidad en los más aptos.

Además de los pozos comunes de observación, se abrió para cada serie de suelos encontrada una calicata, que consiste en un pozo representativo de mayores dimensiones, en donde fueron descriptos en forma completa todos los horizontes y extraídas muestras de cada uno de ellos para su análisis en el laboratorio.

En esta etapa también se obtuvieron muestras de las aguas utilizadas para riego.

Una vez caracterizados los suelos y analizadas sus muestras, mediante la comparación entre si, se formaron grupos homogéneos de acuerdo a sus principales rasgos, constituyendo las unidades taxonómicas o series de suelo.

Con la información obtenida en las etapas anteriores, se procedió a elaborar el mapa de suelos de cada una de las áreas estudiadas, definiendo las "unidades taxonómicas" ya mencionadas y las "unidades cartográficas", que son los sectores en que queda dividido el mapa y que pueden estar integrados por una o más unidades taxonómicas, indicándose los porcentajes en este último caso.

Una vez finalizado el mapa básico de suelos, se interpretó la información que él contiene en relación a la aptitud de uso para riego, para lo cual se utilizó el sistema del Bureau of Reclamation USA. Como este sistema está orientado al riego gravitacional, se introdujo una modificación que contemplara la posibilidad de riego presurizado.

Las aguas fueron clasificadas por su peligrosidad de salinización y/o sodificación, utilizando el sistema propuesto por Riverside, California.

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Para el área estudiada se realizó un inventario de los suelos, expresándolo en porcentaje y en hectáreas.

Los mapas que se acompañan son en escala 1:25.000 aproximadamente.

I.3. Trabajo de laboratorio

Sobre las muestras de suelo extraídas se efectuaron las siguientes determinaciones:

• Análisis mecánico (textura): método de Bouyoucus. • pH actual: relación suelo/agua de 1:2,5 y determinación potenciométrica. • Carbono orgánico: método colorimétrico por reducción del dicromato de

potasio. • Nitrógeno total: método de Kjeldahl. • Cationes de cambio: Extracción en equilibrio con acetato de amonio 1 N a pH 7.

Calcio y magnesio por absorción atómica, y potasio y sodio por fotometría en llama.

• Conductividad eléctrica: determinación conductimétrica en pasta. • Fósforo: Kurtz y Bray No.1.

Sobre las muestras de agua se realizaron las siguientes determinaciones: • pH: determinación potenciométrica. • Conductividad eléctrica: determinación conductimétrica. • Aniones: • Carbonatos: titulación. • Bicarbonatos: titulación. • Cloruros: titulación. • Sulfatos: turbidimetría. • Cationes: • Calcio: por absorción atómica. • Magnesio: por absorción atómica. • Potasio: por fotometría en llama. • Sodio: por fotometría en llama. • Dureza y RAS: cálculo directo.

II. NATURALEZA DEL AREA

II.1. Ubicación

El Hoyo de Epuyén y Las Golondrinas se encuentran ubicados en Departamento de Cushamen, Provincia de Chubut.

Los límites aproximados de las áreas estudiadas fueron los siguientes:

• Area El Hoyo: sector del valle del río Epuyén que limita al sur en las cercanías del arroyo Pedregoso, corriendo entre la falda del cerro Pirque al sudoeste, falda de los cerros Coihue, El Maitén y Piltriquitrón al noreste, falda del cerro Churrumahuida al

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oeste. Al norte el límite es el fuerte desnivel del terreno, ya en las proximidades de Las Golondrinas.

• Area Las Golondrinas: sector reducido ubicado al norte del Hoyo, entre la ruta 258 y la falda del cordón oriental del Piltriquitrón.

II.2. Rasgos fisiográficos

Podemos decir que las dos subzonas se diferencian notablemente entre si.

• Area El Hoyo: se trata de un sector angosto del valle del río Epuyén, que comienza a ensancharse poco antes de la desembocadura en el mismo del arroyo Pedregoso. Se caracteriza por terrazas fluviales, una reciente en donde el río divaga actualmente y otra alta que es donde se desarrolla la actividad agrícola. El mencionado arroyo Pedregoso vuelca su derrame hacia ambas márgenes provocando un abanico (se evidencian rasgos de haber variado su cauce). El resultado es un sector con suelos coluviales en donde dominan rodados gruesos. En el sector medio del área estudiada se presenta un área mallinosa que reduce la terraza alta a formas alargadas contra la terraza baja (albardones). Siguiendo hacia el norte, nos encontramos con que el río dobla hacia el oeste dejando hacia el norte un mallín extenso (Pastos Comunes) y hacia el sur un corto valle que se va cerrando. En el sector norte, el arroyo Cataratas produjo un abanico amplio que llega hasta la zona de los mallines, y que tiene una presencia de rodados importante.

• Area Las Golondrinas: ocupa un pequeño valle dentro de la falda del cordón oriental del Piltriquitrón. Se caracteriza por presentar un cañadón central con cauce excavado, extendiéndose a ambos lados planicies con suelos de buena calidad, que al ir alejándose van subiendo y acentuando su pendiente hasta llegar al límite de la zona con rasgos serranos (presencia de grandes rocas).

II.3. Caracterización climática

La información climática del las áreas estudiadas no es muy abundante.

Desde el punto de vista de nuestro interés, lo más importante es destacar que se trata de un clima semiárido (con una precipitación del orden de los 600 mm), con una marcada concentración de las lluvias en otoño-invierno (alrededor del 70% de la precipitación se produce entre abril y setiembre). Esta distribución es prácticamente inversa a los requerimientos de cultivos y pasturas, por lo que el riego se convierte en una necesidad indiscutible.

Si bien escapa a la naturaleza de este estudio, se recogieron indicios de que Trevelin es mucho más frío que las otras dos áreas, siendo el período libre de heladas muy corto, lo que hace muy problemática la fruticultura en general y complica el manejo de los cultivos hortícolas. Esto tendrá que tenerse en cuenta a la hora de planificar las futuras actividades a encarar bajo riego.

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III. SUELOS ENCONTRADOS EN EL AREA

Se describen aquí, en forma general, los suelos reconocidos en el área estudiada, comentando sus principales características y sus limitaciones más importantes.

Los nombres de las series hacen referencia al paisaje en donde se encuentran, siendo las siguientes (en orden desde la que ocupa las posiciones más elevadas hasta la que se encuentra en los sectores más deprimidos):

• Pedemonte (El Hoyo) • Pedemonte Somero • Pedemonte Hidromórfico (El Hoyo) • Ripio • Terraza Alta (El Hoyo) • Mallinoso • Arenal

Si bien los suelos de una misma serie son prácticamente similares en todas sus propiedades y caracteres, pueden encontrarse sectores en los que los mismos presenten diferencias menores, pero que afecten su uso y determinen cambios en su manejo. Estos sectores se separan como fases de la serie respectiva, describiéndose las características que las diferencian de ésta.

En el Anexo 1, se acompañan las descripciones completas de los perfiles modales correspondientes para cada una de las unidades taxonómicas, abarcando características externas, morfológicas y analíticas.

A continuación, se presenta la descripción general de cada unidad taxonómica encontrada:

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SERIE Pedemonte (El Hoyo) Símbolo: PH

Se encuentra en áreas de relieve normal, ocupando sectores de pedemonte planos a suavemente ondulados. Es un suelo profundo, moderadamente desarrollado, con una discontinuidad de materiales en profundidad, bien a moderadamente bien drenado, no alcalino ni salino. No presenta peligro de sufrir erosión, ni inundación.

El horizonte superficial es oscuro, muy bien provisto materia orgánica, de textura franco-limosa y bien estructurado, con favorables características para la labranza e implantación de cultivos. Le sigue un horizonte de transición AC que puede dividirse en dos partes (AC1 y AC2), de similar textura y moderada estructura. Luego aparece el horizonte IIC1 (discontinuidad mencionada), de textura franco-limosa fina, estructura masiva, y síntomas de hidromorfismo (moteados de hierro-manganeso).

Rango de variabilidad: el espesor del horizonte A1 oscila entre 22 y 28 cm, y la discontinuidad aparece entre los 0,60 y 1 m de profundidad, pudiendo en algunos casos no presentarse. Limitaciones para su uso: drenaje moderadamente impedido. Fases que presenta: • Imperfectamente drenada (Símbolo: PH f d2): se diferencia de la serie por encontrarse

en sectores deprimidos, ligeramente plano-cóncavos y por ello con el drenaje más impedido, lo que se manifiesta por la aparición de los rasgos de hidromorfismo a menor profundidad y con una mayor expresión.

• Fuertemente inclinada (Símbolo: PH f p3): se encuentra en sectores con pendiente pronunciada, que ocupan el pedemonte entre la falda de los cerros circundantes y las planicies. Si bien las características edáficas son similares a las de la serie, su pendiente pronunciada hace que el agua escurra con rapidez, creando peligro de sufrir erosión hídrica, disminuyendo la infiltración y complicando la práctica del riego.

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SERIE Pedemonte Somero (El Hoyo) Símbolo: PS

Se encuentra en áreas de relieve normal, ocupando un amplio sector del pedemonte vecino al arroyo Catarata, constituido por planicies ligeramente inclinadas y suavemente onduladas. Es un suelo somero, con ripio a profundidad media, moderadamente desarrollado, bien drenado, no alcalino ni salino. No presenta peligro de sufrir erosión, ni inundación.

El horizonte superficial es oscuro, muy bien provisto materia orgánica, de textura franco-limosa y bien estructurado, con favorables características para la labranza e implantación de cultivos. Le sigue un horizonte de transición AC, de similar textura y débil estructura. En algunos casos, puede encontrarse un horizonte C, de la misma textura y estructura masiva y finalmente aparece el ripio, consistente en una capa profunda de rodados pequeños y medios.

Rango de variabilidad: el espesor del horizonte A1 oscila entre 20 y 26 cm, la textura dominante es la franco-limosa, pero en algunos casos llega a franca. El ripio puede aparecer entre los 40 y los 80 cm de profundidad. Limitaciones para su uso: la presencia de ripio limita la profundidad útil del suelo, disminuyendo la capacidad de almacenaje de agua. Fases que presenta: • Moderadamente inclinada (Símbolo: PS f p2): se encuentra en sectores con pendiente

moderada (2-3%), que ocupan el pedemonte entre la falda de los cerros circundantes y las planicies. Si bien las características edáficas son similares a las de la serie, su pendiente hace que por un lado el agua escurra con mayor facilidad, lo que mejora su drenaje pero por otro crea peligro moderado de sufrir erosión hídrica, complicando la operación del riego gravitacional.

• Fuertemente inclinada (Símbolo: PS f p3): se encuentra en sectores con pendiente pronunciada (5%), que ocupan el pedemonte entre la falda de los cerros circundantes y las planicies. Si bien las características edáficas son similares a las de la serie, su pendiente pronunciada hace que el agua escurra con rapidez, creando peligro severo de sufrir erosión hídrica, disminuyendo la infiltración y complicando la práctica del riego.

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SERIE Pedemonte Hidromórfico (El Hoyo) Símbolo: PHH

Se encuentra en áreas de relieve normal, ocupando un amplio sector del pedemonte vecino al arroyo Catarata, constituido por planicies ligeramente inclinadas y suavemente onduladas. Es un suelo somero, poco desarrollado, de origen aluvial, lo que se manifiesta como una sucesión de capas (discontinuidad de materiales), con profundidades y texturas variables, moderada a imperfectamente drenado, no alcalino ni salino. No presenta peligro de sufrir erosión, ni inundación.

El horizonte superficial es oscuro, bien provisto materia orgánica (en algunos perfiles se observó un color más pálido, indicativo de menor desarrollo y contenido de materia orgánica, pero suficiente para ser llamado A1), de textura franco-limosa y bien estructurado. En forma abrupta aparece un horizonte de origen aluvial IIC1, de textura franco-arcillo-limosa y estructura masiva, con síntomas de hidromorfismo (moteados de hierro-manganeso), que acentúan en profundidad. Luego aparece el horizonte IIIC2, también de origen aluvial, de textura franco-arenosa, estructura masiva, brotando finalmente agua a profundidad media.

Rango de variabilidad: los suelos de origen aluvial, como este, presentan una gran variabilidad, tanto en el espesor y número de capas, como en sus texturas. En el presente caso dominan las texturas medias y finas. El espesor del horizonte A1 oscila entre 22 y 28 cm, y en algunos casos se presenta con poco desarrollo y moderado contenido de materia orgánica. La profundidad a que brota el agua es muy variable, dependiendo fundamentalmente de la época del año (en invierno y primavera está cercana a la superficie, mientras que en verano se profundiza mucho). Limitaciones para su uso: dentro de la secuencia de capas, encontramos algunas de materiales finos que hacen que el paso del agua y la profundización de las raíces se dificulte, siendo el drenaje moderado a imperfecto. Fases que presenta: • Imperfectamente drenada (Símbolo: PHH f d2): se diferencia de la serie por

encontrarse en sectores deprimidos, ligeramente plano-cóncavos y por ello con el drenaje más impedido, lo que se manifiesta por la aparición de los rasgos de hidromorfismo a menor profundidad y con una mayor expresión.

• Moderadamente inclinada (Símbolo: PHH f p2): se encuentra en sectores con pendiente moderada, que ocupan el pedemonte entre la falda de los cerros circundantes y las planicies. Si bien las características edáficas son similares a las de la serie, su pendiente hace que por un lado el agua escurra con mayor facilidad, lo que mejora su drenaje pero por otro crea peligro de sufrir erosión hídrica, complicando la operación del riego gravitacional.

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SERIE Ripio (El Hoyo) Símbolo: Ri

Se encuentra en áreas de relieve normal, ocupando cordones dentro de un amplio sector del pedemonte vecino al arroyo Catarata. Es un suelo muy somero, con ripio a escasa profundidad, poco desarrollado, excesivamente drenado, no alcalino ni salino. No presenta peligro de sufrir erosión, ni inundación.

El horizonte superficial es oscuro, moderadamente bien provisto materia orgánica, de textura franco-limosa y moderadamente bien estructurado. Luego, en forma abrupta, aparece el ripio, consistente en una capa profunda de rodados pequeños y medios.

Rango de variabilidad: el espesor del horizonte A1 oscila entre 15 y 25 cm, llegando en casos extremos a prácticamente no existir (manchones en donde el ripio aflora, siendo labrado en algunos casos). Limitaciones para su uso: la presencia de ripio limita la profundidad útil del suelo, haciendo su capacidad de almacenaje de agua muy pobre. Fases que presenta: ninguna.

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SERIE Terraza Alta (El Hoyo) Símbolo: TAH

Se encuentra en áreas de relieve normal, ocupando las terrazas altas del río Epuyén. Es un suelo profundo, poco desarrollado, de origen aluvial, lo que se manifiesta como una sucesión de capas (discontinuidad de materiales), con profundidades y texturas variables, moderadamente bien drenado, no alcalino ni salino. No presenta peligro de sufrir erosión, y poco de inundación (periódicamente el río Epuyén desborda, en los meses de invierno, invadiendo estos suelos, que por la geografía plana que ocupan no ofrecen resistencia a su paso, sufriendo ocasionalmente algo de erosión, sobre todo localizada, y también en algunos casos sedimentación de capas de nuevos materiales traídos por el río).

El horizonte superficial es pardo, en general moderaderadamente bien a bien provisto de materia orgánica (en algunos perfiles se observa un color más pálido, indicativo de menor contenido de materia orgánica y escaso desarrollo), de textura franco-limosa y bien estructurado. En forma abrupta aparece un horizonte de origen aluvial IIC1, de igual textura (pero diferente composición granulométrica) y estructura masiva. Luego aparece el horizonte IIIC2, también de origen aluvial, de textura franca, estructura masiva, con síntomas de hidromorfismo (moteados de hierro-manganeso), que acentúan en profundidad. Lo sigue el horizonte IVC3, de textura franco-limosa fina. En algunos casos, en especial cuando nos alejamos del río, brota agua en profundidad.

Rango de variabilidad: estos suelos de origen aluvial presentan una gran variabilidad en el espesor y número de horizontes, como así también en sus texturas. El perfil que se adjunta en el anexo, representa la idea central, en donde dominan las texturas medias a finas. El espesor del horizonte A1 oscila entre 22 y 28 cm, y en algunos casos se presenta con poco desarrollo y moderado contenido de materia orgánica. También se han observado algunos casos en que por sedimentación, se ha agregado un nuevo horizonte sobre el antiguo A1. La profundidad a que brota el agua es muy variable, dependiendo fundamentalmente de la época del año (en invierno y primavera está cercana a la superficie, mientras que en verano se profundiza mucho), y de la distancia a que se encuentra el lugar del río. Limitaciones para su uso: la secuencia de capas en la gama de materiales medios y finos dificulta el paso del agua, haciendo que el drenaje sea moderadamente impedido. También se agrega el peligro de sufrir inundaciones ocasionales. Fases que presenta: • Imperfectamente drenada (Símbolo: TAH f d2): se diferencia de la serie por

encontrarse en sectores deprimidos, ligeramente plano-cóncavos y por ello con el drenaje más impedido, lo que se manifiesta por la aparición de los rasgos de hidromorfismo a menor profundidad y con una mayor expresión.

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SERIE Mallinoso (El Hoyo) Símbolo: MH

Areas mallinosas que se encuentran en sectores de relieve subnormal, que permanecen húmedos la mayor parte del año y relativamente cercanos al río. Es un suelo muy oscuro e imperfecta a pobremente drenado, con una fuerte acumulación de materia orgánica debido a que la misma no se descompone con facilidad (por la temperatura fría y por permanecer saturado de agua gran parte del año). Es no alcalino ni salino. No presenta peligro de sufrir erosión, y es inundable.

El horizonte superficial es negro, con alto contenido de materia orgánica y raíces muy abundantes que forman una trama, de textura franco-limosa. En forma abrupta aparece un horizonte IIC1g, de igual textura, de colores gleizados (indicador de condiciones de reducción, debidas a permanecer el suelo saturado con agua gran parte del año) y estructura masiva. Luego comienza a brotar agua a profundidad muy variable, dependiendo la misma de la época del año, (en invierno y primavera está cercana a la superficie, mientras que en verano se profundiza mucho), y de la distancia a que se encuentra el lugar del río. En profundidad debe haber material orgánico (turba), ya que al golpear la pala se produce un efecto típico de temblor del suelo.

Rango de variabilidad: estos suelos orgánicos presentan gran variabilidad en el número y espesor de los horizonte superiores, en el grado de descomposición de la materia orgánica de todos sus horizontes, y como ya se dijo en la profundidad a que brota el agua. Limitaciones para su uso: Su aptitud para riego es poca. Son suelos complejos, ya que al ser pobremente drenados e inundables, el riego es problemático. Si se drenan y logran secarse, en verano se resquebrajan de tal forma que se vuelven intransitables. No obstante, su riego en verano permitiría algunos cultivos, o mantener el crecimiento del tapiz natural, lo que mejoraría la producción de forraje. Fases que presenta: • Pobre a muy pobremente drenada (Símbolo: MH f d 0-1): Se diferencia de la serie por

aparecer la turba más cercana a la superficie y por tener el drenaje aún más impedido. Se ubica en posiciones más alejadas del río, al pie de la falda de los cerros circundantes. Su humedad casi permanente se alimenta en parte por “ojos de agua” que bajan de las serranías en forma casi continua. Las limitaciones para su uso en definitiva son similares que las de la serie, pero al ser más profunda la capa de turba subyacente, en general presentan más problemas de “piso”, siendo más difícil el tránsito de maquinarias agrícolas.

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SERIE Arenal (El Hoyo) Símbolo: AH

Se encuentra en áreas de relieve normal, ocupando las terrazas altas del arroyo Pedregoso. Es un suelo profundo, poco desarrollado, de origen aluvial, lo que se manifiesta como una sucesión de capas (discontinuidad de materiales), con profundidades y texturas variables pero predominantemente gruesas, algo excesivamente drenado, no alcalino ni salino. No presenta peligro de sufrir erosión, y muy poco de inundación.

El horizonte superficial es pardo, moderadamente bien provisto materia orgánica (en algunos perfiles se observa un color más pálido, indicativo de menor contenido de materia orgánica y escaso desarrollo), de textura franco-arenosa y moderadamente estructurado. Lo sigue un horizonte de origen aluvial IIC1, de textura arenosa-franca y estructura masiva. Luego aparece el horizonte IIIC2, también de origen aluvial, de textura arenosa y estructura masiva. Suele presentarse grava suelta en la masa dentro de los distintos horizontes.

Rango de variabilidad: estos suelos de origen aluvial presentan una gran variabilidad en el espesor y número de horizontes, como así también en sus texturas, aunque dominan las gruesas. El horizonte A1 oscila entre 20 y 25 cm, y en algunos casos se presenta con poco desarrollo y moderado a pobre contenido de materia orgánica. Limitaciones para su uso: la secuencia de capas en la gama de materiales gruesos, hacen que el drenaje resulte algo excesivo, con baja capacidad de retención hídrica. Fases que presenta: • somera (Símbolo: AH f so): se diferencia de la serie por presentar a profundidad

media rodados que limitan su profundidad, disminuyendo más aún su capacidad de retención hídrica.

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IV. DISTRIBUCION DE LOS SUELOS

IV.1. Unidades cartográficas

La distribución de los suelos queda reflejada en el mapa de suelos que se adjunta al presente estudio. En el mismo, el área de estudio queda dividida en sectores con características edáficas similares, que denominamos Unidades Cartográficas y que están compuestas por un suelo o una agrupación de suelos y están representadas mediante un símbolo que sirve de identificación en el mapa de suelos.

En el siguiente cuadro se enumeran las unidades cartográficas presentes en el área de estudio, indicándose su composición y porcentaje de participación de las series.

Las unidades cartográficas se identifican con el símbolo de la unidad taxonómica dominante (series de suelos encontradas), más un número arábigo.

Bajo la denominación de Complejo Indiferenciado se agruparon algunos sectores, en general no aptos para agricultura bajo riego, con suelos heterogéneos y en muchos casos inaccesibles (inundados), que al carecer de importancia productiva no justificaban profundizar su estudio.

SUELOS Dominantes Acompañantes U.C.

U.T. % U.T. % U.T. % PH1 PH 70 PH fd2 30 PH2 PH fd2 60 PH 40 PH3 PH fp3 70 PS fp3 30 PS1 PS 50 Ri 30 PHH 20

PHH1 PHH 70 PHH fd2 30 PHH2 PHH 50 PS 35 Ri 15 PHH3 PHH f p2 50 PS fp2 30 Ri 20

Ri1 Ri 70 AH f so 30 AH1 AH f so 40 AH 30 Ri 30 TAH1 TAH 80 TAH f d2 20 MH1 Ma 80 TAH f d2 20 MH2 Ma f d0-1 60 Ma 40

CoITAE Complejo indiferenciado terrazas actuales río Epuyén CoIS Complejo indiferenciado sauzal

CoIMPC Complejo indiferenciado Mallín Pastos Comunes CoIVA Complejo indiferenciado vías de agua

CoIVAP Complejo Indiferenciado vías de agua pedregosas L Laguna Mi Miscelánea

IV.2. Descripción de las Unidades cartográficas

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a) Area pedemontana. El material originario proviene de las serranías vecinas, transportado por el agua en su descenso. En general tienen pendiente en distinto grado hacía el valle.

PH1 Planicie pedemontana en donde domina un suelo profundo bien desarrollado, bien a moderadamente bien drenado, siendo la secuencia de horizontes A1-AC1-AC2-IIC1. Lo acompaña la fase imperfectamente drenada del mismo suelo, que presenta rasgos de hidromorfismo (moteados de hierro manganeso) a profundidad media.

PH2 Planicies pedemontanas que ocupan sectores deprimidos vecinos a la unidad anterior. El suelo que domina es la fase imperfectamente drenada descripta como acompañante en PH1.

PH3 Sectores con pendiente pronunciada (mayor del 5%), que ocupan el pedemonte entre la unidad PH1 y la falda de los cerros circundantes. El suelo dominante es profundo como el que domina en la unidad PH1, constituyendo una fase por pendiente del mismo, acompañado por un suelo más somero, con una secuencia de horizontes A1-AC-C-Ripio, también con pendiente pronunciada. Si bien las limitaciones edáficas no son importantes, si lo son su peligro de sufrir erosión hídrica y el impedimento que constituye su pendiente para el riego.

PS1 Amplio sector del pedemonte vecino al arroyo Catarata. El suelo dominante es somero, con una secuencia de horizontes A1-AC-C-Ripio, acompañado por un suelo discontinuo (horizontes con distintos materiales originarios), con características hidromórficas que ocupa los sectores más deprimidos y con una secuencia de horizontes A1-IIC1-IIC2-Agua, con marcados rasgos de hidromorfismo en su subsuelo (moteados de hierro-manganeso). Otro suelo acompañante es muy somero, con una secuencia de horizontes A1-Ripio, pudiendo aparecer el ripio directamente en superficie, y que ocupa cordones distribuidos por toda la unidad. Como se aprecia se trata de una unidad muy heterogénea, originada en el divagar del arroyo Catarata, el que ha dejado los cordones de ripio característicos ya mencionados.

PHH1 Planicies pedemontanas ligeramente hidromórficas vecinas al arroyo Catarata, en donde domina un suelo discontinuo profundo con drenaje moderado a imperfecto, y con una secuencia de horizontes A1-IIC1-IIC2-Agua, con marcados rasgos de hidromorfismo en su subsuelo (moteados de hierro-manganeso). Lo acompaña una fase menos drenada que se diferencia por tener los rasgos de hidromorfismo más expresados y por brotar agua a escasa profundidad. Considerando que en verano, momento que necesitará el riego, el agua del subsuelo se habrá profundizado, su drenaje deficiente no constituirá un impedimento grave.

PHH2 Planicie pedemontana vecina al arroyo Catarata, en donde domina un suelo profundo, poco desarrollado y con drenaje moderado a imperfecto, con una secuencia de horizontes A1-IIC1-IIIC2. Lo acompañan por un lado un suelo

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somero, con una secuencia de horizontes A1-AC-C-Ripio, y por otro lado un suelo muy somero, con una secuencia de horizontes A1-Ripio, pudiendo aparecer el ripio directamente en superficie, y que ocupa cordones distribuidos por toda la unidad. Se trata de una unidad heterogénea, originada en el divagar del arroyo Catarata, el que ha dejado los cordones de ripio.

PHH3 Sectores de pedemonte inclinados (pendiente superior al 3%), en donde domina un suelo profundo, poco desarrollado y con drenaje moderado a imperfecto, con una secuencia de horizontes A1-IIC1-IIIC2 Lo acompañan por un lado un suelo somero, con una secuencia de horizontes A1-AC-C-Ripio, y por otro lado un suelo muy somero, con una secuencia de horizontes A1-Ripio, pudiendo aparecer el ripio directamente en superficie. A su impedimento por profundidad limitada, suma el peligro de sufrir erosión hídrica y la complicación que la pendiente significa para el riego.

Ri1 Sectores pedemontanos correspondientes al derrame del arroyo Pedregoso. Dominan pedregales con escasa o nula cobertura arenosa y arenales someros por la presencia de ripio a poca profundidad.

AH1 Como la unidad anterior corresponde a derrames del arroyo Pedregoso. Dominan arenales generalmente someros, con ripio a profundidad media y pedregales con poca cobertura arenosa.

CoIVA Complejo indiferenciado de vías de agua. Se trata de los ejes de avenamiento, con microrrelieve irregular, suelos muy heterogéneos y en general fuertemente invadidos por sauces.

CoIVAP Complejo indiferenciado de vías de agua pedregosas. Cursos actuales o abandonados por arroyos que bajan de los faldeos vecinos, transportando gran cantidad de rodados, en donde dominan los pedregales.

b) Area aluvial del valle del río Epuyén.

TAH1 Terrazas altas del río Epuyén. Domina un suelo discontinuo de origen fluvial, moderadamente bien drenado, sufriendo ocasionalmente desbordes del río. La secuencia de horizontes es A1-IIC2-IIIC3-Agua, siendo las texturas dominantes medias y en menor grado finas.

CoITAE Complejo indiferenciado terrazas actuales río Epuyén. Area por la cual el río divaga cambiando su curso frecuentemente. Se trata de un complejo indiferenciado de suelos inundables en donde se combinan pedregales y arenales con marcados rasgos fluviales.

CoIS Complejo Indiferenciado Sauzal. Terraza baja y dilatada del río Epuyén, vecina al Mallín de pastos comunes, ocupado por un denso sauzal. Se trata de un complejo indiferenciado de suelos inundables.

c) Areas mallinosas.

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MH1 Areas mallinosas, que ocupan sectores deprimidos dentro del paisaje. El suelo dominante es muy oscuro y pobremente drenado, con una secuencia de horizontes A1-IICg-Agua. En profundidad debe haber material orgánico (turba), ya que al golpear la pala se produce un efecto típico de temblor del suelo. Son suelos complejos, ya que al ser pobremente drenados, el riego es problemático. Si se drenan y logran secarse, en verano se resquebrajan de tal forma que se vuelven intransitables. No obstante, su riego en verano permitiría algunos cultivos, o mantener el crecimiento del tapiz natural, lo que mejoraría la producción de forraje.

MH2 Areas mallinosas más expresadas que en la unidad anterior. El drenaje sigue siendo pobre. El suelo dominante es similar a la unidad anterior, peor drenado y algo más orgánico.

CoIMPC Complejo indiferenciado Mallín de Pastos Comunes. Constituye un mallín propiamente dicho, en donde la turba representa una capa de varios metros de espesor (funciona una “turbera”, planta industrial que extrae turba de este mallín y la procesa).

d) Otras áreas no agrícolas.

L Laguna semipermanente.

Mi Miscelánea. Areas que por su uso actual no se integran a la producción agrícola (poblaciones, parques industriales, etc.).

V. CARACTERISTICAS QUIMICAS DEL AGUA DE RIEGO

Dada la importancia que tienen las características químicas del agua de riego, tanto en lo que hace a aspectos productivos, como a la sustentabilidad del sistema, se tomaron dos muestras del agua utilizada que fue analizadas en el laboratorio. En el cuadro siguiente se muestran los resultados.

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Río Epuyén Análisis Unidad Valor

Acidez o alcalinidad PH 5,5 Carbonatos (CO3

=) mg/l = ppm no contiene Bicarbonatos (CO3H

-) mg/l = ppm 42,7 Cloruros (Cl-) mg/l = ppm 1,8 Sulfatos (SO4

=) mg/l = ppm 14,4 Calcio (Ca+2) mg/l = ppm 10,0 Magnesio (Mg+2) mg/l = ppm 1,2 Potasio (K+) mg/l = ppm 1,2 Sodio (Na+) mg/l = ppm 2,3 Sales totales mg/l = ppm 74 Conductividad eléctrica dS/m 91 Dureza ppm de CO3Ca 30 Dureza cálcica ppm de CO3Ca 25 Alcalinidad total ppm de CO3Ca 35 Valor RAS 0,2

Según el sistema de clasificación de aguas de Riverside, ésta agua presenta peligro de salinización y de sodificación bajo (C1-S1).

Arroyo Catarata

Análisis Unidad Valor Acidez o alcalinidad pH 7,0 Carbonatos (CO3

=) mg/l = ppm no contiene Bicarbonatos (CO3H

-) mg/l = ppm 30,5 Cloruros (Cl-) mg/l = ppm 3,5 Sulfatos (SO4

=) mg/l = ppm 14,4 Calcio (Ca+2) mg/l = ppm 10,0 Magnesio (Mg+2) mg/l = ppm 0,5 Potasio (K+) mg/l = ppm 1,2 Sodio (Na+) mg/l = ppm 2,3 Sales totales mg/l = ppm 62 Conductividad eléctrica dS/m 68 Dureza ppm de CO3Ca 27 Dureza cálcica ppm de CO3Ca 25 Alcalinidad total ppm de CO3Ca 25 Valor RAS 0,2

Según el sistema de clasificación de aguas de Riverside, ésta agua presenta peligro de salinización y de sodificación bajo (C1-S1).

El agua de riego es de muy buena calidad, no habiendo prácticamente riesgo de salinización y/o sodificación con su uso.

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PARTE SEGUNDA INTERPRETACION AGRONOMICA

En los capítulos anteriores se presentó la información técnica sobre los suelos (su caracterización externa, interna y analítica) y su distribución en el área (mapa de suelos).

La aplicación práctica de esta información requiere una interpretación agronómica, que basándose en las limitaciones que presentan los suelos, permita clasificarlos por su aptitud para riego. Para ello se aplicarán la Clasificación de tierras con fines de riego (Bureau of Reclamation, Department o Interior, United States), sistema de uso muy difundido. Como el mismo está orientado en general al riego gravitacional y a la habilitación de zonas nuevas, se introducirán algunas variantes destinadas a no castigar en exceso a las zonas con pendientes fuertes o topografía irregular, ya que con riego presurizado no constituyen limitaciones graves. Para ello, se hará la clasificación aplicando la forma de riego que mejor se adapte, agregándose entre paréntesis la clasificación que correspondería para riego gravitacional específicamente.

VI. CLASIFICACION DE LAS TIERRAS CON FINES DE RIEGO

El sistema divide a las tierras en seis clases, tomando como base los aspectos económicos de la producción y del desarrollo de la tierra. Las cuatro primeras clases agrupan a las tierras regables, luego se agrega una clase provisional y una no regable.

Las tres primeras clases representan aquellas tierras con una capacidad progresivamente menor para reintegrar los costos de construcción del proyecto. La clase 4 tiene excesivas deficiencias y por lo tanto restringida utilidad, pudiendo dar un margen variable de beneficios dependiendo de la utilización particular que se haga de ellas. Las tierras de la clase 5 no son arables bajo las condiciones naturales actuales, pero pueden ser incluidas en las arables, requiriendo para ello trabajos previos de construcción o mejoramiento. Finalmente, las tierras de la clase 6 no son arables.

A continuación se explican las características de las distintas clases.

Clase 1 Comprende las tierras de mayor aptitud para la agricultura bajo riego, porque pueden producir rendimientos sostenidos y relativamente altos, a un costo razonable. Son tierras con poca pendiente, profundas y de textura media. Están bien estructuradas, tienen buen drenaje y buena capacidad de retención hídrica.

Clase 2 Comprende las tierras de moderada aptitud para la agricultura bajo riego. Su capacidad productiva es menor que la de la clase 1 y su puesta en producción es más costosa. Tienen menos capacidad de retención hídrica, capas arcillosas, o pueden ser moderadamente salinas. Pueden tener limitaciones topográficas que requieran gastos moderados para su nivelación

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Clase 3 Comprende aquellas tierras que son menos aptas para la agricultura bajo riego, porque presentan deficiencias de suelo, topografía o drenaje, más serias que las clases precedentes. Pueden tener topografía accidentada, de moderada a alta concentración de sales o drenaje restringido, susceptible de corrección pero a un costo relativamente alto.

Clase 4 Las tierras de esta clase tienen deficiencias mayores, corregibles a un alto costo. Las mismas pueden ser: drenaje inadecuado, excesiva cantidad de sales que requiera lavados intensivos, posición desfavorable que determina inundaciones periódicas, topografía muy irregular, excesiva cantidad de piedras sueltas en superficie o cobertura de bosques maderables.

Clase 5 No son arables bajo condiciones naturales, pero tienen un valor potencial suficiente para justificar su segregación tentativa antes de completar su clasificación definitiva. Las deficiencias de la tierra son de tal magnitud que requieren estudios agronómicas, económicos y de ingeniería para obtener una adecuada información a fin de completar la clasificación de la misma. Pueden tener excesiva salinidad, topografía muy irregular, inadecuado drenaje o excesivo contenido de rocas o cobertura de árboles.

Clase 6 Son las consideradas como no arables bajo las condiciones existentes debido a que no cumplen con el mínimo de requisitos para ser incluidas en las otras clases. También incluye las áreas arables cuando no es posible disponer de agua para regarlas o no se les puede dotar de drenaje. Generalmente comprende tierras quebradas, irregulares, escarpadas o muy erosionadas; suelos de textura muy fina o muy gruesa, suelos muy delgados sobre grava y tierras que tienen drenaje inadecuado y alto contenido de sales solubles o sodio.

Las clases descriptas se caracterizan a su vez a través de una subclase que señala el origen del problema. Se mencionan tres subclases en relación a suelo “s”, topografía “t” y drenaje “d”.

La subclase “s” se refiere a las limitaciones del suelo dentro de la zona de actividad radical. Incluye características de orden físico y químico tales como: profundidad efectiva, textura, estructura, permeabilidad, infiltración, susceptibilidad a la erosión, retención de humedad, capacidad de cambio, salinidad, carbonatos, yeso y boro.

La subclase “t” toma en cuenta el relieve, la pendiente, la posición y cobertura vegetal arbustiva o arbórea.

En la subclase “d” se mencionan los problemas relativos al exceso de agua tales como profundidad de la napa freática o frecuencia de inundaciones.

En aquellos casos en que los suelos presentan limitaciones correspondientes a 2 o 3 subclases, esta interacción de deficiencias se indica con las letras de las subclases respectiva.

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Se aclara que para esta clasificación no se tuvo en cuenta si se dominarán o no los distintos sectores y si el agua alcanzará, lo cual surgirá del proyecto de riego definitivo.

Suelos

Dominante Acompañantes Símbolo

U.C. U.T. % U.T. % U.T. %

Aptitud riego

Bureau

PH1 PH 70 PH fd2 30 1 PH2 PH fd2 60 PH 40 2sd PH3 PH fp3 70 PS fp3 30 2st (3st) PS1 PS 50 Ri 30 PHH 20 2s (3st)

PHH1 PHH 70 PHH fd2 30 2sd PHH2 PHH 50 PS 35 Ri 15 3s PHH3 PHH f p2 50 PS fp2 30 Ri 20 2s (3st)

Ri1 Ri 70 AH f so 30 6st AH1 AH f so 40 AH 30 Ri 30 4st

TAH1 TAH 80 TAH f d2 20 2sd MH1 MH 80 TAH f d2 20 4sd MH2 MH f d0-1 60 MH 40 4sd

CoITAE Complejo indiferenciado terrazas actuales río Epuyén 6std CoIS Complejo indiferenciado sauzal 6d

CoIMPC Complejo indiferenciado Mallín Pastos Comunes 6d CoIVA Complejo indiferenciado vías de agua 6s

CoIVAP Complejo Indiferenciado vías de agua pedregosas 6st L Laguna 6d Mi Miscelánea 6

( ) Las aptitudes de riego entre paréntesis corresponderían a riego gravitacional.

VII. INVENTARIO DE LAS TIERRAS DEL AREA

Mediante la digitalización del mapa, se procedió a inventariar las distintas unidades del mismo. En el cuadro siguiente se presenta la cuantificación de las distintas unidades cartográficas, expresándose la superficie en hectáreas y en porcentaje y luego el resumen por clase de aptitud para riego.

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Superficie en hectáreas en porcentaje Símbolo

U.C.

Aptitud riego

Bureau El Hoyo Las Golondrinas

Total El Hoyo Las Golondrinas

Total

PH1 1 235 235 63,5 8,1 PH2 2sd 13 24 37 0,5 6,5 1,3 PH3 2st 14 52 66 0,6 14,1 2,3 PS1 2s 302 302 12,0 10,5

PHH1 2sd 150 150 6,0 5,2 PHH2 3s 92 92 3,7 3,2 PHH3 2s 119 119 4,7 4,1

Ri1 6st 122 122 4,8 4,2 AH1 4st 23 23 0,9 0,8

TAH1 2sd 360 360 14,3 12,5 MH1 4sd 272 272 10,8 9,4 MH2 4sd 74 74 2,9 2,6

CoITAE 6std 315 315 12,5 10,9 CoIS 6d 222 222 8,8 7,7

CoIMPC 6d 275 275 10,9 9,5 CoIVA 6s 26 60 86 1,0 16,2 3,0

CoIVAP 6st 83 83 3,3 2,9 L 6d 8 8 0,3 0,3 Mi 6 49 49 1,9 1,7

Total 2519 371 2890 100,0 100,0 100,0

Superficie en hectáreas en porcentaje Clase

Aptitud El Hoyo

Las Golondrinas

Total El Hoyo

Las Golondrinas

Total

1 235 235 63,3 8,12 958 76 1034 38,0 20,5 35,83 92 92 3,7 3,24 369 369 14,6 12,86 1100 60 1160 43,7 16,2 40,1

Total 2519 371 2890 100,0 100,0 100,0

Como puede observarse, del total del área estudiada sólo un 8,1% corresponde a las tierras de mayor aptitud (Clase 1). Si tomamos las 3 mejores clases (1,2 y 3), el porcentaje alcanza un 47,1%. Puede apreciarse también que Las Golondrinas, en aptitud de las tierras para riego, aventaja a El Hoyo, ya que tiene un 63,3%, de tierras aptas, a las que se suman un 20,5% de tierras moderadamente aptas, alcanzando así un 83,8% de tierras cultivables bajo riego. En superficie absoluta, El Hoyo alcanza entre las tres primeras clases las 1.050 ha, mientras que Las Golondrinas sólo 311 ha.

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VIII. POSIBILIDADES DE USO DE LAS TIERRAS

En este capítulo se comentan, en forma orientativa, las posibilidades de uso que admiten las tierras sin deteriorarse, aplicando las prácticas de manejo adecuadas. La amplia gama de usos posibles se restringe al aumentar el grado de las limitaciones de la unidad del mapa de capacidad de uso. En el cuadro que se acompaña, se consideran las posibilidades de uso para cada clase y subclase de aptitud para riego y por grupos de cultivos, indicándose la factibilidad de su desarrollo en relación a las limitaciones y riesgos que presentan los suelos, estableciéndose las siguientes categorías:

A (APTO): Tierras sin mayores limitaciones para la labranza, implantación, crecimiento, desarrollo y cosecha de los cultivos. Es factible obtener en ellas y con relativa seguridad, rendimientos elevados.

MA (MODERADAMENTE APTO): Las limitaciones de las tierras son moderadas y dificultan la labranza y/o implantación y/o crecimiento y/o desarrollo y/o cosecha de los cultivos. Los rendimientos a esperar son algo menores y existe un cierto riesgo productivo.

PA (POCO APTO): Las limitaciones de las tierras son severas y dificultan seriamente la labranza y/o implantación y/o crecimiento y/o desarrollo y/o cosecha de los cultivos. Los rendimientos a esperar son pobres y/o existe un alto riesgo productivo.

I (INEPTO): El carácter de las limitaciones es tal que impiden la labranza y/o perjudican en grado extremo la implantación y/o crecimiento y/o desarrollo de los cultivos. El riesgo de producción es elevado y los rendimientos no son compensatorios.

Cultivos Aptitud

Riego Frutícolas Hortícolas Anuales Forrajeros Forestales 1 A A A A A 2s MA A A A A

2sd MA A A A A 2st A-MA A A A A 3s MA-PA MA MA A-MA A-MA

4sd I PA-I PA-I PA I 4st I PA PA PA MA-PA 6 I I I I I

IX. NECESIDADES Y PRACTICAS PARA EL MANEJO DE LAS TIERRAS

Con el fin de mantener o incrementar los rendimientos de la tierra a través del tiempo, es preciso detectar y atender adecuadamente a las particulares necesidades de manejo, conservación y recuperación que las mismas presentan.

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Dichas necesidades surgen del análisis del mapa básico de suelos y su interpretación. Así mencionamos las principales:

• En sectores inclinados, prevenir la erosión hídrica. • En las áreas más deprimidas se destaca la necesidad de mejorar las condiciones de

drenaje. • En suelos agrícolas en general, mantener buenas condiciones de estructura y manejar

convenientemente la dotación de nutrientes.

Para atender estas necesidades habrá que implementar algunas prácticas de manejo especiales (conjunto de técnicas que, ordenadas en diversas combinaciones, satisfacen las necesidades de manejo, conservación y recuperación de las tierras en relación a las distintas alternativas de uso posible). Si bien las mismas deben surgir del conocimiento de los productores y técnicos de la zona y de la investigación y experimentación que puedan realizarse, a continuación se indican en forma general algunas que se consideran importantes.

Para prevenir la erosión hídrica, habrá que evitar que el agua que escurre alcance velocidades erosivas. Para ello se tratará de que se infiltre en los lugares donde cae, penetrando en el suelo. La forestación de los faldeos aledaños al valle ayudaría a este propósito. En el caso de los cultivos agrícolas, se tratará de trabajar en forma perpendicular a la pendiente principal, o mejor aún, siguiendo las curvas de nivel.

En casos extremos habrá que contemplar la implementación de terrazas. Estas consisten en montículos de tierra construidos cortando las pendientes, cuyo objetivo es interceptar los escurrimientos del agua de lluvia a fin de evitar las pérdidas de suelo y agua. Estos siguen curvas de nivel con gradiente, con una altura entre el lomo y el cauce de la terraza de 40 cm y un ancho que puede ser desde 3 m (empastadas), hasta 14 m (en este caso se siembran con el mismo cultivo del lote). Para facilitar el laboreo de los lotes, estas terrazas se construyen actualmente en forma paralela unas a otras. De esta forma el distanciamiento entre terrazas es constante, manteniéndose el número de pasadas de la maquinaria desde un extremo hasta el otro, no perturbando el laboreo y siembra de los suelos.

Los volúmenes de agua que no puedan ser retenidos habrá que manejarlos adecuadamente. Los que pudieran provenir de aguas arriba de los sectores cultivados, podrán captarse con canales de guardia y luego ser conducidos adecuadamente.

El mejoramiento de las condiciones de drenaje deberá encararse a distinto nivel. Zonalmente, la conducción de los excedentes de agua de los sectores más altos, como se explicó recién, deberá permitir que alcancen los cauces principales (ríos), evitando que se derramen descontroladamente sobre sectores planos del valle, como las terrazas, o plano-cóncavos como los mallines.

La racionalización del riego deberá contemplar también la posibilidad de construir algunos drenajes que evacuen los eventuales excedentes. El proyecto de estas obras y su eventual construcción dependerá fundamentalmente del análisis económico que de toda la información disponible y del proyecto en si se haga oportunamente.

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Al respecto, se reitera lo ya indicado para las áreas mallinosas, la que si se drenan y logran secarse, en verano se resquebrajan de tal forma que se vuelven intransitables. No obstante, su riego en verano podría evitar este inconveniente y permitiría algunos cultivos, o mantener el crecimiento del tapiz natural, lo que mejoraría la producción de forraje.

Mantener las buenas condiciones de estructura implicará la adopción de sistemas de labranza conservacionista, como la labranza mínima o reducida, que consiste en reducir el número de labores y pasadas con el tractor a las indispensables para la implantación de un cultivo. El propósito de la misma es disminuir la agresión producida al suelo con cada labor. De esta forma se reduce el deterioro de la estructura del suelo, disminuyendo la posibilidad de formación de una costra superficial (planchado) y la formación de panes endurecidos, lo cual tiene influencia directa en la velocidad de infiltración del agua y también sobre la estabilidad de los agregados frente a la erosión hídrica.

La labranza vertical, práctica en que se remueve el suelo sin invertir el pan de tierra, con una mezcla mínima de horizontes, también resulta recomendable para las tierras con buena aptitud del área. El cincel, como herramienta de laboreo, altera menos el suelo y deja mayor cantidad de rastrojo en superficie, rompiendo capas compactadas que inhiben el movimiento del agua y del aire y dificultan el desarrollo de las raíces. Si las capas compactas se encuentran por debajo de 35-45 cm, deberá utilizarse eventualmente un subsolador.

Resultará interesante ensayar la siembra directa, consiste en sembrar el cultivo sin hacer ningún tipo de laboreo previo. Se implanta con una sembradora adecuada, usando herbicidas que controlen las malezas presentes y fertilizantes en dosis generalmente mayores que con las labores convencionales. Se puede utilizar en combinación con labores, o sea dentro de un esquema de rotación en un lote, realizando algunos cultivos en directa, y otros con labranza convencional o mínima. La gran ventaja de éste sistema es que deja la totalidad de los rastrojos en superficie, estableciéndose, a través de los años, una verdadera protección del suelo. Existiendo una buena cobertura, se producen menores pérdidas por evaporación. De esta manera se tendrá durante más tiempo el perfil húmedo, lo que puede facilitar la siembra en fecha adecuada y también tener más agua disponible para el cultivo. Otra ventaja importante se presenta en suelos con drenaje impedido, mejorando las condiciones de “piso”.

APENDICES

APENDICE 3. Descripción completa de las unidades taxonómicas

Se describen aquí los perfiles modales de las Unidades Taxonómicas, indicando sus características externas, morfológicas y analíticas.

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SERIE Pedemonte (El Hoyo) – Símbolo: PH

Descripción del perfil modal Características externas Relieve: normal Posición: planicies del pedemonte Escurrimiento: medio (grado 3) Permeabilidad: moderada (grado 4) Drenaje natural: moderado a bueno (clase 3-4)

Peligro de inundación: sin peligro (clase 5) Peligro de erosión: no tiene (clase 0) Alcalinidad: no alcalino (grado 0-0) Salinidad: no salino (clase 0)

Características morfológicas

A1 0-25 cm Pardo a pardo oscuro (10YR 4/3) en seco y pardo muy oscuro (10YR 2/2) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados, que rompen a granular; friable en húmedo; ligeramente plástico y no adhesivo; raíces abundantes; límite inferior claro y suave.

AC1 25-45 cm Pardo amarillento (10YR 5/4) en seco y pardo a pardo oscuro (10YR 4/3) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados, que rompen a bloques menores; friable en húmedo; ligeramente plástico y ligeramente adhesivo; raíces comunes; límite inferior claro y suave.

AC2 45-70 cm Pardo amarillento claro (10YR 6/4) en seco y pardo amarillento (10YR 5/8) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares medios, débiles, que rompen a masivo; friable en húmedo; ligeramente plástico y ligeramente adhesivo; raíces moderadas; límite inferior abrupto y suave.

IIC 70 a + cm Pardo muy pálido (10YR 7/3) en seco y pardo amarillento claro (10YR 6/4) en húmedo; franco-limoso fino; estructura masiva; friable a firme en húmedo; plástico y adhesivo; moteados de hierro-manganeso comunes, medios y precisos; raíces escasas.

DATOS ANALITICOS

HORIZONTE A1 AC1 AC2 IIC

PROFUNDIDAD (cm) 0-25 25-45 45-70 70 a + ARENA (%) 40,0 44,0 43,5 23,5 LIMO (%) 57,5 53,5 54,0 51,5 ARCILLA (%) 2,5 2,5 2,5 25,0 TEXTURA FL FL FL FL pH 5,9 6,0 6,1 6,1 C.E. (dS/m) 0,2 0,1 0,1 0,1 CARBONO (%) 4,53 --- --- --- MAT. ORGANICA (%) 9,06 --- --- --- N TOTAL (%) 0,394 --- --- --- CATIONES Ca 11,9 7,5 6,1 6,0 DE Mg 3,6 5,2 7,2 7,0 CAMBIO K 0,3 0,2 0,1 0,1 meq/100g Na 0,3 0,3 0,4 0,4

P (ppm) 2,5 --- --- ---

F= franco A= arena L= limo a= arcilla

70

SERIE Pedemonte Somero (El Hoyo) – Símbolo: PS

Descripción del perfil modal Características externas Relieve: normal Posición: planicies del pedemonte Escurrimiento: medio (grado 3) Permeabilidad: moderada (grado 4) Drenaje natural: bueno (clase 4)

Peligro de inundación: sin peligro (clase 5) Peligro de erosión: no tiene (clase 0) Alcalinidad: no alcalino (grado 0-0) Salinidad: no salino (clase 0)

Características morfológicas

A1 0-24 cm Pardo a pardo oscuro (10YR 4/3) en seco y pardo muy oscuro (10YR 2/2) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados, que rompen a granular; friable en húmedo; ligeramente plástico y no adhesivo; raíces abundantes; límite inferior claro y suave.

AC 24-50 cm Pardo amarillento (10YR 5/4) en seco y pardo a pardo oscuro (10YR 4/3) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados, que rompen a bloques menores; friable en húmedo; ligeramente plástico y ligeramente adhesivo; raíces comunes; límite inferior abrupto y ondulado.

Ripio 50 a + cm.

DATOS ANALITICOS

HORIZONTE A1 AC

PROFUNDIDAD (cm) 0-24 24-50 ARENA (%) 40,1 44,4 LIMO (%) 51,4 52,1 ARCILLA (%) 8,5 3,5 TEXTURA FL FL pH 5,8 6,0 C.E. (dS/m) 0,2 0,1 CARBONO (%) 3,99 --- MAT. ORGANICA (%) 7,98 --- N TOTAL (%) 0,343 --- CATIONES Ca 13,3 9,5 DE Mg 3,0 5,8 CAMBIO K 0,2 0,3 meq/100g Na 0,2 0,2

P (ppm) 4,5 ---

F= franco A= arena L= limo a= arcilla

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SERIE Pedemonte Hidromórfico (El Hoyo) – Símbolo: PHH

Descripción del perfil modal Características externas Relieve: normal Posición: planicies del pedemonte Escurrimiento: lento a medio (grado 2-3) Permeabilidad: lenta a moderada (grado 2-3) Drenaje natural: moderado a imperfecto (clase 2-3)

Peligro de inundación: sin peligro (clase 5) Peligro de erosión: no tiene (clase 0) Alcalinidad: no alcalino (grado 0-0) Salinidad: no salino (clase 0)

Características morfológicas

A1 0-25 cm Pardo grisáceo oscuro (10YR 4/2) en seco y pardo grisáceo muy oscuro (10YR 3/2) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados, que rompen a granular; friable en húmedo; ligeramente plástico y ligeramente adhesivo; raíces abundantes; límite inferior abrupto y suave.

IIC1 25-45 cm Pardo grisáceo (10YR 5/2) en seco y pardo grisáceo oscuro (10YR 4/2) en húmedo; franco-arcillo-limoso; estructura masiva; firme en húmedo; plástico y adhesivo; moteados de hierro-manganeso escasos, finos y precisos; raíces moderadas; límite inferior abrupto y suave.

IIIC2 45 a 90 cm Gris pardusco claro (10YR 7/3) en seco y pardo oscuro (10YR 3/3) en húmedo; franco-arenoso; estructura masiva; friable en húmedo; no plástico y no adhesivo; moteados de hierro-manganeso comunes, medios y precisos; raíces escasas.

Brota agua

DATOS ANALITICOS HORIZONTE A1 IIC1 IIIC2

PROFUNDIDAD (cm) 0-25 25-45 45-90 ARENA (%) 30,0 7,0 70,5 LIMO (%) 57,5 65,5 22,0 ARCILLA (%) 12,5 27,5 7,5 TEXTURA FL FaL FA pH 5,0 5,1 5,1 C.E. (dS/m) 0,1 0,1 0,1 CARBONO (%) 3,81 --- --- MAT. ORGANICA (%) 7,62 --- --- N TOTAL (%) 0,320 --- --- CATIONES Ca 7,5 9,0 6,6 DE Mg 1,7 2,1 1,6 CAMBIO K 0,1 0,1 0,1 meq/100g Na 0,2 0,2 0,2

P (ppm) 8,4 --- ---

F= franco A= arena L= limo a= arcilla

72

SERIE Ripio (El Hoyo) – Símbolo: Ri

Descripción del perfil modal Características externas Relieve: normal Posición: cordones dentro de pedemonte Escurrimiento: medio (grado 3) Permeabilidad: moderadamente rápida (grado 5) Drenaje natural: excesivo (clase 5)

Peligro de inundación: sin peligro (clase 5) Peligro de erosión: no tiene (clase 0) Alcalinidad: no alcalino (grado 0-0) Salinidad: no salino (clase 0)

Características morfológicas

A1 0-20 cm Pardo a pardo oscuro (10YR 4/3) en seco y pardo muy oscuro (10YR 2/2) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados, que rompen a granular; friable en húmedo; ligeramente plástico y no adhesivo; raíces abundantes; límite inferior abrupto y ondulado.

Ripio 20 a + cm.

DATOS ANALITICOS HORIZONTE A1

PROFUNDIDAD (cm) 0-20 ARENA (%) 42,3 LIMO (%) 52,2 ARCILLA (%) 5,5 TEXTURA FL pH 5,9 C.E. (dS/m) 0,1 CARBONO (%) 1,98 MAT. ORGANICA (%) 3,96 N TOTAL (%) 0,171 CATIONES Ca 11,3 DE Mg 3,1 CAMBIO K 0,3 meq/100g Na 0,1

P (ppm) 3,2

F= franco A= arena L= limo a= arcilla

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SERIE Terraza Alta (El Hoyo) – Símbolo: TAH

Descripción del perfil modal Características externas Relieve: normal Posición: terraza altas del río Epuyén Escurrimiento: medio (grado 3) Permeabilidad: moderadamente lenta (grado 3) Drenaje natural: moderadamente bueno (clase 3)

Peligro de inundación: poco (clase 3) Peligro de erosión: no tiene (clase 0) Alcalinidad: no alcalino (grado 0-0) Salinidad: no salino (clase 0)

Características morfológicas

A1 0-28 cm Pardo pálido (10YR 6/3) en seco y pardo oscuro (10YR 3/3) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados a débiles, que rompen a masivo; friable a firme en húmedo; ligeramente plástico y ligeramente adhesivo; raíces abundantes; límite inferior abrupto y suave.

IIC1 28-42 cm Pardo grisáceo (10YR 5/2) en seco y pardo muy oscuro (10YR 2/2) en húmedo; franco-limoso; estructura masiva; friable a firme en húmedo; ligeramente plástico y ligeramente adhesivo; raíces comunes; límite inferior abrupto y suave.

IIIC2 42-68 cm Pardo amarillento claro (10YR 6/4) en seco y pardo amarillento oscuro (10YR 4/4) en húmedo; franco; estructura masiva; friable en húmedo; ligeramente plástico y no adhesivo; moteados de hierro-manganeso abundantes, medios y precisos; raíces escasas; límite inferior abrupto y suave.

IVC3 68 a + cm Amarillo pardusco (10YR 6/6) en seco y pardo amarillento (10YR 5/8) en húmedo; franco-limoso fino; estructura masiva; firme en húmedo; plástico y adhesivo; moteados de hierro-manganeso abundantes, gruesos y sobresalientes; raíces escasas.

DATOS ANALITICOS

HORIZONTE A1 IIC1 IIIC2 IVC3

PROFUNDIDAD (cm) 0-28 28-42 42-68 68 a + ARENA (%) 23,0 15,0 48,0 8,5 LIMO (%) 62,0 70,0 42,0 66,5 ARCILLA (%) 15,0 15,0 10,0 25,0 TEXTURA FL FL F FL pH 6 5,9 5,9 6,0 C.E. (dS/m) 0,1 0,1 0,1 0,2 CARBONO (%) 2,61 --- --- --- MAT. ORGANICA (%) 5,22 --- --- --- N TOTAL (%) 0,244 --- --- --- CATIONES Ca 12,0 11,9 11,8 11,6 DE Mg 3,3 3,1 3,0 3,4 CAMBIO K 0,4 0,1 0,1 0,1 meq/100g Na 0,3 0,3 0,3 0,3

P (ppm) 8,8 --- --- ---

F= franco A= arena L= limo a= arcilla

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SERIE Mallinoso (El Hoyo) – Símbolo: MH

Descripción del perfil modal Características externas Relieve: normal Posición: sectores deprimidos plano-cóncavos Escurrimiento: muy lento (grado 1) Permeabilidad: muy lenta a lenta (grado 1-2) Drenaje natural: imperfecto a pobre (clase 1-2)

Peligro de inundación: inundable (clase 2) Peligro de erosión: no tiene (clase 0) Alcalinidad: no alcalino (grado 0-0) Salinidad: no salino (clase 0)

Características morfológicas

A1 0-20 cm Amarillo oliváceo (7,5Y 6/3) en seco y negro oliváceo (7,5Y 3/2) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados, que rompen a granular; friable en húmedo; ligeramente plástico y no adhesivo; raíces muy abundantes; límite inferior abrupto y suave.

IICg 20-50 cm Oliva grisáceo (7,5Y 6/2) en seco y oliva grisáceo (7,5Y 4/2) en húmedo; franco-limoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados, que rompen a bloques menores; friable en húmedo; ligeramente plástico y ligeramente adhesivo; raíces abundantes.

Agua 50 a + cm.

DATOS ANALITICOS

HORIZONTE A1 IICg

PROFUNDIDAD (cm) 0-20 20-50 ARENA (%) 7,0 14,0 LIMO (%) 78,0 61,0 ARCILLA (%) 15,0 25,0 TEXTURA FL FL pH 5,3 4,9 C.E. (dS/m) 0,2 0,2 CARBONO (%) 5,96 --- MAT. ORGANICA (%) 11,92 --- N TOTAL (%) 0,525 --- CATIONES Ca 10,1 9,2 DE Mg 1,0 1,6 CAMBIO K 0,1 0,1 meq/100g Na 0,3 0,5

P (ppm) 5,1 ---

F= franco A= arena L= limo a= arcilla

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SERIE Arenal (El Hoyo) – Símbolo: AH

Descripción del perfil modal Características externas Relieve: normal Posición: derrames del arroyo Pedregoso Escurrimiento: medio (grado 3) Permeabilidad: rápida (grado 6) Drenaje natural: algo excesivo (clase 5)

Peligro de inundación: muy poco (clase 4) Peligro de erosión: no tiene (clase 0) Alcalinidad: no alcalino (grado 0-0) Salinidad: no salino (clase 0)

Características morfológicas

A1 0-24 cm Pardo grisáceo oscuro (10YR 4/2) en seco y pardo grisáceo muy oscuro (10YR 3/2) en húmedo; franco-arenoso; estructura en bloques subangulares, medios, moderados a débiles, que rompen a masivo; friable húmedo; no plástico y no adhesivo; raíces abundantes; límite inferior abrupto y suave.

IIC1 24-80 cm Pardo pálido (10YR 6/3) en seco y pardo (10YR 5/3) en húmedo; arenoso-franco; grava escasa en la masa; estructura masiva; friable a suelto en húmedo; no plástico y no adhesivo; raíces moderadas; limite inferior abrupto y suave.

IIIC2 80 a + cm Pardo pálido (10YR 6/3) en seco y pardo (10YR 5/3) en húmedo; arenoso; grava escasa a moderada en la masa; estructura masiva; suelto en húmedo; no plástico y no adhesivo; raíces escasas.

DATOS ANALITICOS HORIZONTE A1 IIC1 IIIC2

PROFUNDIDAD (cm) 0-24 24-80 80 a + ARENA (%) 62,5 86,0 89,0 LIMO (%) 30,0 10,0 7,5 ARCILLA (%) 7,5 4,0 3,5 TEXTURA FA AF A pH 5,8 5,9 5,9 C.E. (dS/m) 0,1 0,1 0,1 CARBONO (%) 3,45 --- --- MAT. ORGANICA (%) 6,9 --- --- N TOTAL (%) 0,333 --- --- CATIONES Ca 10,8 3,7 3,8 DE Mg 3,1 0,4 0,5 CAMBIO K 0,2 0,1 0,1 meq/100g Na 0,1 0,1 0,1

P (ppm) 14,1 --- ---

F= franco A= arena L= limo a= arcilla

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APENDICE 4. Resumen de las clasificaciones de escurrimiento, permeabilidad, drenaje natural y peligro de inundación de los suelos (Extraído de las Normas de Reconocimiento de Suelos del Dr. Pedro H. Etchevehere, INTA, 1976)

En un sentido general, el drenaje se refiere a la rapidez y facilidad con que el agua se elimina del suelo, tanto por escurrimiento o avenamiento, como por pasaje a través del suelo mismo hacia las capas subterráneas. La evaporación y la transpiración contribuyen también a la eliminación del agua. Por ejemplo, un suelo de desierto con muy lento escurrimiento y poca percolación, puede ser bien drenado, porque la evaporación y la transpiración no permiten que se reduzca demasiado el aire del suelo.

Considerado como una condición propia del suelo, el drenaje se refiere a la frecuencia y duración de los períodos durante los cuales el suelo se ve libre de saturación con agua. Los moteados de suelo son un carácter para inferirlo. El drenaje condiciona además el régimen de humedad del suelo, rasgo de gran valor taxonómico y utilitario.

El concepto de drenaje del suelo es bastante amplio, es necesario definirlo de acuerdo al escurrimiento y a la permeabilidad y se refiere a condiciones generales del área y del suelo mismo, pero especialmente a las primera. Al final se dan las definiciones de las clases de drenaje que sirven para caracterizar las series desde el punto de vista del drenaje natural de cada suelos.

ESCURRIMIENTO

También es llamado escurrimiento superficial, drenaje externo del suelo o escorrentía. Incluye el avenamiento debido a obras artificiales (desagües). Según la facilidad con que se elimina el agua por derrame sobre la superficie del suelo, se establecen los siguientes grados de escurrimiento.

Grado 0: Escurrimiento nulo.

El agua no se elimina por escurrimiento superficial. Corresponde a los relieves cóncavos. Cuando el suelo tiene baja permeabilidad el encharcamiento es permanente.

Grado 1: Escurrimiento muy lento.

Areas que se anegan o encharcan frecuentemente, o cada vez que llueve. El agua superficial fluye tan lentamente que permanece buena parte del año sobre el suelo si no se infiltra o evapora. Cuando el suelo tiene baja permeabilidad el encharcamiento es casi permanente.

Grado 2: Escurrimiento lento.

Areas donde el agua escurre lentamente por lo que pueden sufrir algún encharcamiento periódico todos los años y en las cuales el suelo puede permanecer cierto lapso cubierto de agua, salvo que se infiltre.

Grado 3: Escurrimiento medio.

Areas donde el agua escurre en cierto grado, de modo que sólo puede permanecer sobre el suelo por cortos períodos (pocos días en épocas de fuertes lluvias). Ligero peligro de anegamiento

Grado 4: Escurrimiento rápido.

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Areas que no sufren encharcamiento ni anegamiento sino muy excepcionalmente. El agua de precipitación corre rápidamente sobre la superficie. El peligro de erosión puede ser moderado o alto.

Grado 5: Escurrimiento muy rápido.

Areas donde el agua escurre rápidamente y muy pequeña proporción puede penetrar en el suelo. No hay ningún peligro de sufrir anegamiento pero la posibilidad de erosión puede ser grande, especialmente si el suelo tiene poca capacidad de infiltración.

PERMEABILIDAD

La permeabilidad de un suelo es esa cualidad que le permite transmitir, a través de él, agua o aire. Se puede apreciar mediante el estudio de la estructura, textura, porosidad, agrietamiento, etc. de los horizontes del perfil. No siempre la permeabilidad se correlaciona con la velocidad de infiltración, porque ésta puede ser influida de tiempo en tiempo por las prácticas de manejo, clases de cultivos, etc.

Se establecen siete grados de permeabilidad definidos de acuerdo con la velocidad de percolación del agua; ellos son los que se detallan a continuación.

Grado 1: Permeabilidad muy lenta a nula (suelo impermeable o muy poco permeable).

Casi no pasa agua a través de la masa del suelo.

Grado 2: Permeabilidad lenta (suelo poco permeable).

Estos suelos están saturados con agua por un lapso muy prolongado y aparecen manchados o moteados en casi todo el perfil.

Grado 3: Permeabilidad moderadamente lenta.

Estos suelos están saturados con agua por un lapso prolongado y presentan moteados en alguna parte del perfil.

Grado 4: Permeabilidad moderada (suelo moderadamente permeable).

La saturación con agua se limita a pocos días, siendo por ello óptimo el crecimiento para la mayoría de los cultivos. La mayor parte de los suelos están libres de moteados en el solum.

Grado 5: Permeabilidad moderadamente rápida.

El suelo presenta porosidad no capilar relativamente alta. Porosidad no capilar relativamente alta. No hay moteados.

Grado 6: Permeabilidad rápida (suelo muy permeable).

El suelo presenta alta porosidad no capilar.

Grado 7: Permeabilidad muy rápida (suelo excesivamente permeable).

Estos suelos tienen muy alta porosidad no capilar.

PELIGRO DE INUNDACIONES

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El riesgo que puede tener un suelo de permanecer bajo agua cierto lapso, en áreas relativamente planas o cóncavas, o situadas al pie de pendientes o torrenteras, se expresará mediante clases definidas en función de la frecuencia e intensidad de las avenidas de agua provocadas por desbordes de ríos, arroyos, canales, lagunas, etc.

Clase 1: Areas muy inundables.

Inundaciones frecuentes y de larga duración, que hagan impracticable el uso del suelo para cultivos o pasturas implantadas.

Clase 2: Areas inundables.

Inundaciones frecuentes en épocas de grandes crecientes, durante las cuales pueden destruir cultivos o impedir el uso del suelo en determinados años .

Clase 3: Areas poco inundables

Inundaciones moderadamente frecuentes pero de poca profundidad (menos de 30 cm), y de duración relativamente corta, que no impida el uso del suelo sino en años excepcionales.

Clase 4: Areas muy poco o excepcionalmente inundables

Inundaciones sólo durante las crecientes más grandes.

Clase 5: Areas sin ningún peligro de sufrir inundaciones.

Nunca sufren inundaciones.

CLASES DE SUELOS POR SU DRENAJE NATURAL

Sobre la base de las observaciones y deducciones logradas con el estudio de la permeabilidad, escurrimiento, peligro de anegamiento y también por consideraciones ambientales (evapotranspiración, microrrelieve, pendiente, etc.), se pueden establecer distintas condiciones de drenaje natural de cada suelo. En base a ello, se han establecido varias clases que son útiles para caracterizar cada serie de suelos desde el punto de vista del drenaje natural y establecer fases por drenaje.

Las definiciones que se usan para establecer las clases de suelos por su drenaje natural, son las siguientes:

Clase 0: Suelo muy pobremente drenado o mal drenado.

Es el suelo en el cual el agua se elimina tan lentamente que la capa freática permanece sobre o muy cerca de su superficie la mayor parte del tiempo. Estos suelos suelen ocupar las depresiones bajos y planos aluviales semipantanosos y las charcas o manchones y lagunas temporarias. Presentan evidencias de gleización en casi todo el perfil. Estos suelos son tan húmedos en su estado natural, que imposibilitan realizar cultivos.

Clase 1: Suelo pobremente drenado.

Es aquel del cual el agua sale tan lentamente que lo mantiene mojado gran parte del tiempo. Esto puede ser debido a un nivel freático alto y/o a un horizonte o capa de permeabilidad lenta a muy lenta y/o a infiltraciones. En áreas de praderas, los suelos de esta clase suelen tener enlames superficiales grises y/u horizontes superficiales engrosados con evidencias de gleización debajo de ellos. La cantidad de agua que

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permanece dentro y sobre estos suelos imposibilita el crecimiento de cultivos importantes en la mayoría de los años bajo condiciones naturales.

Clase 2: Suelo imperfectamente drenado.

Es el suelo del cual el agua se elimina algo lentamente, lo que lo mantiene mojado por lapsos importantes pero no siempre. Este suelo tiene por lo general algún horizonte de permeabilidad lenta y/o una capa freática alta, y/o sufre infiltraciones. En áreas de praderas, los suelos de esta clase suelen tener horizontes A oscuros y espesos, con leves a moderados síntomas de hidromorfismo inmediatamente por debajo del horizonte A. Por lo general, el crecimiento de varios cultivos de importancia se ve restringido si no se aplica drenaje artificial.

Clase 3: Suelo moderadamente bien drenado.

Es aquel del cual el agua sale con alguna lentitud, lo cual puede mantenerlo mojado por pequeños pero significativos lapsos. Suelen tener algún horizonte o capa de permeabilidad moderadamente lenta, y/o un nivel freático relativamente alto, y/o cierta infiltración. Los cultivos perennes y con raíces profundas pueden sufrir algo con el exceso temporario de humedad, pero los anuales, de enrraizamiento poco profundo, por lo común no se ven afectados significativamente.

Clase 4: Suelo bien drenado.

Es el suelo que presenta las condiciones óptimas de drenaje natural: por una parte retiene, después de las lluvias o del riego, una cantidad óptima de agua para el crecimiento de los cultivos y, por otra parte, el exceso de agua se retira con facilidad, pero no con rapidez. Son suelos de texturas no extremas, con algún horizonte de permeabilidad moderada; están libres de moteados u otros síntomas de hidromorfismo dentro del solum.

Clase 5: Suelo algo excesivamente drenado.

Es el suelo en el cual el agua se retira con rapidez y que tiene una capacidad de retención de humedad algo deficiente como para asegurar un buen crecimiento de los cultivos importantes sin riego adicional. Por lo general son suelos arenosos, con poca diferenciación de horizontes y permeabilidad rápida o moderadamente rápida; algunos litosoles poseen drenaje de esta clase. El suelo no muestra ni moteados ni nivel freático cercano a la superficie. Sólo determinados cultivos resistentes soportan un suelo algo excesivamente drenado, siendo por lo general los rendimientos bajos en la mayoría de los años si no se aplica riego suplementario.

Clase 6: Suelo excesivamente drenado.

Es el suelo en el cual el agua se retira con demasiada rapidez debido a su alta porosidad, y/o por ser escarpados (o sea que presentan permeabilidad rápida o muy rápida y/o escurrimiento muy rápido). Estos suelos prácticamente no retienen humedad y la mayor parte de las precipitaciones se pierden en tal proporción, que estos resultan ineptos para los cultivos comunes, si no se aplica riego.