Universidad Austral de ChileEmilio ChiguayHistoria de la Historiografa08 de septiembre del 2015I.- Introduccin

Antes era vlido acusar a quienes historiaban el pasado, de consignar nicamente las gestas de los reyes. Hoy da ya no lo es, pues cada vez se investiga ms sobre lo que ellos callaron, expurgaron o simplemente ignoraron.[footnoteRef:1] [1: Ginzburg, Carlo, el queso y los gusanos, el cosmos segn un molinero del siglo XVI, Barcelona, Ediciones Pennsula, 2001, p, 9]

As comienza el libro ms trascendental para la corriente historiogrfica conocida como microhistoria, es en este pequeo anuncio introductorio donde el autor proclama su enfoque. Ginzburg toma sobre sus hombros la gran crtica que arrastraba la historiografa hasta aquella poca y siguiendo la lnea que comenzaran Bloch y Febvre en su escuela de los Annales a comienzo de siglo, pasando por la escuela marxista britnica (especialmente influenciado por la historia social desarrollada por E.P Thompson en su marxismo cultural). Ambas corrientes historiogrficas diferentes en sus enfoques pero similares en su esencia, el hacer historia de lo que no se haba hecho, dejando atrs la vieja y rgida historiografa enfocada en los hechos y personajes relevantes, para dar nacimiento a una nueva historia, ms amplia en sus horizontes, ms rica en su contenido, ms cercana a los otros sujetos histricos que antao hubiesen quedado en el olvido. Esta idea queda de manifiesto demostrada en el libro ms importante de Thompson La formacin de la clase obrera en Inglaterra.

Trato de rescatar al pobre tejedor de medias, al tundidor ludita, al obsoleto tejedor de telar manual, al artesano utpico e incluso al iluso seguidor de Joanna Southcott, de la enorme prepotencia de la posteridad.[footnoteRef:2] [2: E.P. Thompson, la formacin de la clase obrera en Inglaterra, en Edward Palmer Thompson, obra esencial, Barcelona, Crtica, p,16]

Es en este afn de reivindicar a aquellos otros sujetos histricos que no existen para la historia de carcter ms ortodoxo que Ginzburg lleva este enfoque a un nuevo nivel, uno ms humano, individualizador o micro, la historia de un hombre, un simple molinero del siglo XVI Menocchio, quien pese a pertenecer a las llamadas clases subalternas manifest ideas propias y por tal motivo fue castigado al ir en contra del paradigma religioso de la poca. Pero lo relevante no es la rebelin de Menocchio aunque sin duda es singular para su poca, lo ms trascendental es la idea implcita de Ginzburg, el poder reconstruir la cultura, sociedad, religin y tradiciones de la poca a travs de la vida de un hombre, es esta nueva perspectiva histrica hecha desde lo micro para entender lo macro lo que vuelve este libro tan significativo para la historiografa moderna.

II.- Escuela o enfoque historiogrficoEl queso y los gusanos, el cosmos segn un molinero del siglo XVI es el libro epitome de la corriente historiogrfica llamada microhistoria, dicha corriente es impulsada por historiadores prximos a la revista italiana Quaderni Storici, entre los que destacan Giovanni Levi, Carlo Mara Cipolla y el propio Ginzburg. La corriente historiogrfica de la microhistoria surge como reaccin a la crisis de los principales paradigmas hegemnicos en las ciencias sociales de la poca el estructuralismo y el materialismo marxista. Frente a esta crisis es cuando

III.- Tema y periodo tratado en el textoEn su obra El Mediterrneo y el mundo mediterrneo en la poca de Felipe II, el autor reconoce que su obra en un comienzo iba a tener un estilo acorde a la historiografa ms clsica, enfocado ms que nada en la poltica exterior de Felipe IIPuede servirme de escusa la historia misma de este libro. Cuando lo emprend en 1923 fue bajo la forma clsica, indudablemente ms prudente, de un estudio consagrado a la historia mediterrnea de Felipe II[footnoteRef:3] [3: Fernand Braudel, El mediterrneo y el mundo mediterrneo en la poca de Felipe II, Paris, Fondo de la Cultura Econmica Argentina, 1953, p. XIV]

Pero debido a su larga gestacin, dicho proyecto se fue volviendo ms extenso y amplio de lo que originalmente tena planeado, es as como Braudel poco a poco va desarrollando su nueva concepcin de la historia, debido a esto es que abandona a idea inicial de establecer como hilo central nicamente a un individuo histrico como Felipe II ,y a su tomando el consejo de su amigo y mentor Lucien Febvre reemplaza al rey como sujeto de estudio, sustituyndolo por el espacio geogrfico donde se desarroll su reinado. Constituyendo al Mediterrneo como un actor determinante e incidente en los eventos que condicionaron a las civilizaciones, culturas, religiones y economas a travs del periodo abarcado entre los siglos XV al XVII.De esta manera Braudel liga el espacio geogrfico al comportamiento de las naciones, las culturas y los hombres a travs del tiempo. Aparecen as en su obra los trminos Geohistoria y Determinismo. Los cuales abogan a una interdisciplinaridad entre las ciencias sociales para obtener un conocimiento amplio y pleno de la historia a lo largo del tiempo.IV.- Caractersticas formales del textoEl texto es presentado en el prlogo como un manifiesto acerca de la existencia de un tiempo histrico que se mueve en tres ritmos diferentes a partir de los cuales estructurara su obra, la primera parte enfocada en la geografa histrica o Geohistoria como l prefiere llamarla, centrada en el entorno y analizando deterministamente como afecta a las personas, la segunda parte presenta la cambiante situacin de las estructuras polticas, sociales y econmicas a travs del tiempo, para concluir con una visin de los eventos los cuales se enmarcan en el individuo, en este caso Felipe II.La mayor parte del texto se presenta como un relato descriptivo pero tambin explicativo por ejemplo en la siguiente cita se puede notar esta caracterstica.He aqu un pas, Georgia, que no podemos decir que sea tpicamente mediterrneo. Cae, sin embargo, dentro del mbito del mar interior, como cae Lombarda. Al igual que esta regin, se halla abrigada y a la par enfriada por las altas montaas que parecen cerrarla al mundo exterior. Pero no pasa de ser una apariencia, pues estas montaas tienen sus rutas y las rutas sus puertos, y la planicie georgiana conduce al mar.[footnoteRef:4] [4: Braudel, op.cit.,p. 321]

El tipo de narracin utilizado corresponde a una tercera persona singular. Aunque tambin recurre a una de tipo plural cuando realiza sus interrogantes, buscando involucrar al lector.Por qu no hemos de aprovecharnos de su trabajo para armonizar los colores de nuestra trama, para orientar y contrastar nuestras conclusiones mediante los desplazamientos que se imponen a travs del tiempo y del espacio?[footnoteRef:5] [5: Braudel, op.cit.,p. 319]

En cuanto a las citas Braudel ocupa referencias pero casi ninguna cita textual.V.- Propsitos del autor. Para qu escribe?En su estada en Argelia, Braudel se maravilla con el mediterrneo, posteriormente en su libro, resultado directo de su proyecto de tesis, sin reparo admite su amor y fascinacin por dicho espacio geogrfico.Amo apasionadamente el Mediterrneo, tal vez porque, como tantos otros, y despus de tantos otros, he llegado a l desde las tierras del norte. Le he dedicado largos y gozosos aos que han sido para m bastantes ms que toda mi juventud.[footnoteRef:6] [6: Braudel, op.cit.,p. XIII]

Es a mi entender en una primera instancia como propsito del autor dar a conocer su fascinacin por ese mar tan cargado de historia, no solo para occidente si no que para toda la humanidad, de lo que representa dicho espacio geohistrico, no solo observndolo como un mar, si no que una red mares e historias en torno a l, por donde las civilizaciones de la antigedad no solo transitaron si no, como un ente que modifica y condiciona a sus habitantes a lo largo de la historia.Como segundo propsito he de suponer que gracias a la influencia que tuvieron en el tanto Febvre como Bloch, y como discpulo suyo, su objetivo fue contribuir a una disciplina histrica ms completa, alejada de los viejos cnones de escritura tradicionalista, desligndose de las figuras, acontecimientos y utilizando a otros agentes o sujetos como fuentes para el estudio y la realizacin historiogrfica. Entendiendo a toda actividad humana como historia, privilegiando una visin estructuralista por sobre una nicamente enfocada en los acontecimientos.

VI.- Planteamiento y tesis

El mediterrneo y el mundo mediterrneo en la poca de Felipe II, obra de especial importancia para la historiografa moderna, dado que postula la idea de un tiempo histrico, pero constituido por tres ritmos, velocidades o niveles diferentes, haciendo una escala desde los procesos estructurales que denomin como historia lenta la cual est directamente relacionada con el entorno geogrfico y la incidencia de este.() La primera trata de una historia casi inmvil, la historia del hombre en sus relaciones con el medio que le rodea; historia lenta en fluir y en transformarse, hecha no pocas veces de insistentes reiteraciones y de ciclos incesantemente reiniciados[footnoteRef:7] [7: Braudel, op.cit.,p. XVII - XVIII]

El segundo nivel correspondera a la coyuntura o una historia de mediana duracin, la que involucra los procesos polticos, econmicos y sociales que ataan a los individuos de una poca.()Por encima de la historia inmvil se alza una historia de ritmo lento: la historia estructural de Gaston Roupnel, que llamaramos de buena gana, si esta expresin no hubiese sido desviada de su verdadero sentido, una historia social, la historia de los grupos y las agrupaciones[footnoteRef:8] [8: Braudel, op.cit.,p. XVIII]

En el ltimo nivel se encontraran los acontecimientos, la poltica, las figuras, los hombres en s.

()Finalmente, la tercera parte, la de la historia tradicional o, si queremos, la de la historia cortada, no a la medida del hombre, sino a la medida del individuo, la historia de los acontecimientos, de Franois Simiand: la agitacin de la superficie, las olas de que alzan las mareas en su potente movimiento. Una historia de oscilaciones breves, rpidas y nerviosas. Ultrasensible por definicin el menor paso queda marcado en sus instrumentos de medida. Historia que, tal y como es, es la ms apasionante, la ms rica en humanidad, y tambin la ms peligrosa[footnoteRef:9] [9: Braudel, op.cit.,p. XVIII]

De esta magistral manera es como Braudel organiza su obra yendo desde lo macro como es el entorno geogrfico y su incidencia en desarrollo de las civilizaciones, pasando por los procesos humanos que en base a lo anterior se gestaron, y desencadenando lo micro como sera interpretado los eventos que rodean la vida del individuo, en este caso Felipe II.

Hemos llegado, as, a una descomposicin de la historia por pisos. O, si se quiere, a la distincin, dentro del tiempo de la historia, de un tiempo geogrfico, un tiempo social, y un tiempo individual[footnoteRef:10] [10: Braudel, op.cit.,p. XIX]

Queda implcita la idea de una causalidad histrica y un determinismo geogrfico, a su vez generando una suerte de estructura para organizar la historia de mejor manera y comprenderla a cabalidad, todo esto en la lnea de la escuela de los Annales que buscaba un enmarcar a la historia como la madre de las ciencias sociales.

VII.- Argumentos de demostracinBraudel reconoce que no puede ofrecer una visin total de la historia pues que l es solo un individuo, por lo que se conforma por con tratar de presentar una visin ms amplia y profunda de la historia que la que ya se tiene.

Huelga decir que, por muy amplio que mi esfuerzo haya sido en este punto, no he podido consultar, ni mucho menos, todos los documentos de los archivos que he tenido a mano; que mi libro se basa en una investigacin forzosamente parcial; que s de antemano que sus conclusiones sern revisadas, discutidas, desplazadas por otras, y deseo que as sea. As progresa, y tiene que progresar la historia.[footnoteRef:11] [11: Braudel, op.cit., p. XV ]

Se inscribe en la lnea de historiadores de la escuela de los Annales que propusieron revisar el espacio tiempo de la historia. Junto con La sociedad feudal de Marc Bloch, La religin de Rabelais de Lucien Febvre y El Mahoma y Carlomagno de Henri Pirenne, son todas ellas tentativas de sacar la historia del breve marco del tiempo corto. Para esto recorre las costas del mediterrneo en un larga investigacin por los archivos de muchas ciudades, a su vez tambin complementa su trabajo con investigaciones de otros, es as como al final de su prlogo agradece a un vasto nmero de colaboradores, archiveros, amigos, alumnos y maestros quienes lo guiaron y ayudaron para que despus de su maratnica realizacin dicha obra viera la luz[footnoteRef:12] [12: Braudel, op.cit., p.XX - XXI]

VIII.- Comentario finalIntegrando diversas fuentes de conocimiento y saber, abogando a una reconstruccin interdisciplinaria de esta, apelando a la creacin de un historia que contextualice al lector no solo en base a los eventos, o las acciones de los personajes, sino que tambin por medio del estudio econmico, el roce cultural, las invasiones, migraciones, polticas y religiones, todo abordado como un total unificado que permita generar una real concepcin de la historia, es as como la obra de Fernand Braudel puede ser considerada una pieza maestra de la historiografa del siglo XX, El mediterrneo y el mundo mediterrneo en la poca de Felipe II, no solo le trajo fama a su autor, sino que tambin revoluciono la forma de percibirla, yendo desde la macro (larga duracin) a una historia individual (los acontecimientos). En mi humilde opinin personal me parece no solo una apasionante obra historiogrfica, sino que tambin la historia del autor habla de un hombre entregado a su disciplina, que demostr que independiente de lo que se tarde si se quieren hacer las cosas se pueden lograr.

Bibliografa

Fernand Braudel, El mediterrneo y el mundo mediterrneo en la poca de Felipe II, Paris, Fondo de la Cultura Econmica Argentina, 1953 Biografa de Fernand Braudel obtenida de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/braudel.htm Revista de Historia Econmica - Journal of Iberian and Latin American Economic History, ISSN 0212-6109, Ao n 4, N 1, 1986 Peter Burke, Jaume Aurell, Catalina Soza, Felipe Balmaceda. (2013). Comprender el pasado: Una historia de la escritura y el pensamiento histrico. Madrid: Akal Burke, Peter, La revolucin historiogrfica francesa: La escuela de los Annales, 1929-1989, Barcelona, Editorial Gedisa, 2010