Informe del Banco Mundial sept. 2011

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Crecimiento a largo plazo América Latina y el Caribe DE ¿Hecho en China?

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Informe del Banco Mundial, septiembre 2011. Crecimiento a largo plazo de América Latina y el Caribe. ¿Hecho en China?

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1818 H Street, N.W.Washington, D.C. 20433United States of Americawww.worldbank.org/alc

Crecimiento a largo plazo América Latina y el Caribe

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Crecimiento a largo plazo América Latina y el Caribe

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Prefacio

Este reporte semestral—un producto de la Oficina del Economista Jefe para la región de América Latina y el Caribe de Banco Mundial—explora los desafíos de corto y largo plazo para el crecimiento económico que América Latina y el Caribe (LAC) enfrentan después de superar con éxito la crisis financiera del 2008-09. La primera parte de este reporte analiza de manera global la situación económica reciente, prestando atención a las distintas fuentes de riesgos exteriores para el crecimiento de corto plazo de la región, así como un estudio profundo sobre la posibilidad de que la región aproveche la creciente conexión con China y la transforme en una fuente importante (pero no única) de crecimiento económico en el largo plazo, sugiriendo además posibles respuestas de las políticas económicas ante los desafíos de corto y largo plazo. La elaboración de esta parte del reporte fue liderada por Augusto de la Torre, Economista Jefe de la región, en colaboración cercana con Tatiana Didier, César Calderón, Tito Cordella y Samuel Pienknagura. Andrés Schneider y Magali Pinat proporcionaron excelente asistencia en la preparación de este reporte. Se agradece además a Laura Chioda, Daniel Lederman, Bill Maloney, Sergio Schmukler, Sergio Jellinek, and Marcela Sanchez-Bender por sus valiosos comentarios. La segunda parte de este reporte documenta y analiza el surgimiento en la última década de una tendencia negativa en la prima por conocimiento (los ingresos adicionales asociados a mayores niveles educativos), la cual se cree que refleja un reajuste entre una mayor oferta y una menor demanda por mano de obra calificada. La elaboración de esta parte del reporte fue liderada por Cristian Aedo e Ian Walker, y está basada en el Estudio Regional "Skills for the 21st Century in LCR." que ellos lideraron. Artículos de soporte para este estudio fueron preparados por Tim Gindling con Camilo Bohórquez, Sergio Rodriguez con Romero Barreto Rocha; Ana Maria Oviedo con Gregory Veramendi; Cristian Aedo con Javier Luque; Pablo Acosta, Guillermo Cruces con Leonardo Gaspirini; Rita Almeida con Jaime Jesus; Ken Dodge, Nancy Guerra con Ian Walker; y Cristian Aedo con John Middleton. Mary Downing, Lerick Kebeck, and Francisco Ochoa proporcionaron ayuda logística, administrativa y editorial invalorable. Los autores quisieran agradecer la ayuda prestada por las unidades de Educación y de Protección Social en la región de LAC del Banco Mundial así como a la Oficina del Economista Jefe para LAC por sus sugerencias y comentarios. Barbara Bruns, Michael Crawford, Amit Dar, Emanuela di Gropello, Margaret Grosh, John Giles, Jesko Hentschel, Francisco Ferreira, Jamele Rigolini, y Carolina Sanchez contribuyeron con sus comentarios constructivos.

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RReessuummeenn EEjjeeccuuttiivvoo América Latina y el Caribe (LAC) tuvo un desempeño exitoso en los últimos diez años. Este periodo fue testigo de la consolidación de una estructura macro-financiera estable y resistente, tasas de crecimiento relativamente altas, así como avances en materia de equidad en la distribución del ingreso. Esta nueva imagen pudo mostrarse de manera más clara en el desempeño sobresaliente de la región, especialmente los países de Sudamérica, en el contexto de la crisis global reciente. La recuperación de la actividad económica está dando paso a una etapa de maduración de la dinámica del crecimiento a lo largo del ciclo aunque a tasas inferiores. Después de crecer a tasas de aproximadamente 6 por ciento en la fase de recuperación del 2010, se estima que el crecimiento del PIB para el 2011 se desacelere a tasas de entre 3.5 y el 4.5 por ciento, dado que la demanda doméstica, empujada por los fuertes “vientos de cola” impulsados por los influjos de capitales así como los altos precios de los materias primas, empieza a topar con las restricciones de capacidad de las economías. La coyuntura actual, sin embargo, está llena de incertidumbre, y la mayoría de los riesgos para LAC provienen del exterior. Dichos riesgos externos emanan de una combinación de tasas de crecimiento pobres y por debajo de su potencial en los países desarrollados así como de las dudas sobre la sostenibilidad de las políticas fiscales y de la deuda pública, particularmente en Europa. A medida que el margen de maniobra de política para evitar una crisis mas profunda en los países desarrollados se reduce, tanto la aversión a la incertidumbre como la probabilidad de eventos extremos (riesgos de cola) se han elevado. La resolución de estos problemas es aún incierta y el alcance que las mismas pueden tener en LAC dependerá del escenario que eventualmente se materialice. Los problemas en Europa y en Estados Unidos han llevado a un incremento sostenido en el co-movimiento de los mercados bursátiles del mundo, incluyendo a LAC, especialmente a partir de la disminución en la calificación del riesgo de la deuda pública de los Estados Unidos. Los spreads de la deuda soberana en los países de LAC también han aumentado, aunque a un ritmo menor al observado en los países de Europa, incluyendo a Francia. En este contexto, la mayoría de los banqueros centrales de los países de la región han suspendido el ciclo de incrementos de la tasa de interés (con Brazil incluso reduciendo su tasa de interés) como medida de precaución ante la posibilidad de que el complejo panorama político y económico que enfrentan Europa y los Estados Unidos y la volatilidad de los mercados financieros lleven a una nueva recesión mundial. A pesar que la mayoría de los escenarios se presentan relativamente benignos para la región, las autoridades macroeconómicas de la región están actuando con prudencia y no descartan escenarios menos favorables, motivo por el cual se están preparando para enfrentarlos. El aumento de las tasas de política monetaria en los países de LAC con metas de inflación en los últimos 15 meses (en mayor medida que muchos países emergentes) le brinda a sus autoridades monetarias la habilidad de implementar políticas monetarias contra-cíclicas en caso de ser necesario. Ante una posible materialización de un escenario desfavorable para la región, estos países podrían recurrir a una reducción de las tasas de interés, la flexibilidad del tipo de cambio y a los elevados niveles de reservas internacionales como primera línea de defensa. Además, LAC debe continuar reconstruyendo los amortiguadores fiscales en el corto plazo para mejorar su capacidad de implementar políticas fiscales contra-cíclicas en caso de ser inmediatamente requerido. Desafortunadamente la capacidad de absorber los choques externos varía considerablemente entre los diferentes países de la región, lo cual implica que un escenario global negativo puede tener efectos perniciosos sobre algunos países de la región, especialmente aquellos en Centroamérica y el Caribe que además carecen de capacidad para implementar políticas macroeconómicas contra-cíclicas y no poseen buenas redes de protección social. Por otra parte, los países del Caribe enfrentan restricciones más severas provenientes de los altos niveles de endeudamiento público así como de la vulnerabilidad de sus sistemas financieros. No obstante existe la posibilidad de un escenario menos sombrío ocurra aún si EE.UU. y Europa continúan experimentando una trayectoria de crecimiento débil. Este escenario benigno es posible siempre y cuando los riesgos extremos no se materialicen y los mercados financieros no entren en espirales de pánico. En este escenario benigno, el crecimiento de China se mantendría a tasas elevadas aunque ligeramente inferiores mientras que los precios de las materias primas experimentarían una leve reducción. En consecuencia, los países de LAC con un marco de política macroeconómica más sólido y mayores vínculos con China podrían mantener el desacoplamiento de su actividad económica con respecto a la de los países desarrollados.

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LAC no tiene poder de influencia sobre los eventos que se vienen desarrollando en el frente externo. Más aún, la capacidad de predecir el futuro es limitada dada la incertidumbre que existe en el contexto actual. Es por ello que, en lugar de especular sobre lo incierto, este reporte se enfoca primordialmente en un asunto importante y conocido cuya respuesta está bajo el control de los países de LAC: ¿Pueden los países de alto crecimiento de LAC evitar un patrón de grandes altibajos (boom-bust) autoimpuesto y transformar lo que hasta ahora ha sido una recuperación robusta en un crecimiento de tendencia más alto? Precisamente, el hecho de que las economías de LAC que mejor desempeño han tenido estén sufriendo de señales de sobrecalentamiento es un recordatorio de una triste realidad—la región tiende a chocar contra “límites estructurales al crecimiento” a tasas de crecimiento relativamente bajas. Mientras las economías emergentes de Asia pueden mantener tasas de crecimiento anuales no inflacionarias de entre el 6 y el 9 por ciento, la mayoría de los países de LAC tienen tasas de crecimiento no inflacionario de alrededor del 5 por ciento. El desempeño de los países de LAC antes, durante y después de la recesión ha sido heterogéneo. En particular el desempeño de México y de los países de Centroamérica y el Caribe ha estado por debajo del alcanzado por otros países de la región. Esta heterogeneidad está vinculada a la profundidad de las relaciones económicas con China. Este reporte explora si la conexión con China, altamente dependiente de la abundancia de recursos naturales de LAC, puede ser capitalizada de modo tal que permita a la región ingresar a un proceso sostenido de convergencia hacia los estándares de vida de los países desarrollados, un proceso que ha sido esquivo para la región durante más de un siglo. El creciente rol de China como influencia económica independiente en las economías de LAC amerita un análisis detallado. El robusto crecimiento observado en LAC los últimos diez años es un reflejo importante de la conexión con China. El impacto de China sobre la actividad económica de LAC, ya sea de manera directa (a través del comercio internacional así como la inversión directa extranjera (IED)) e indirecta (a través del efecto de China en los precios de las materias primas) no es para nada trivial. Asimismo, la productividad en LAC ha aumentado a medida que los vínculos económicos con China se han ido fortaleciendo. Es por esto que la pregunta que debe plantearse LAC es si puede generar un círculo virtuoso de crecimiento a partir de la conexión con China. La intensificación de las relaciones comerciales y económicas con China podría tener repercusiones en el crecimiento sostenido de la región a medida que dicho crecimiento se traduzca en una mayor acumulación de factores (capital físico y humano) y mejoras en la productividad asociadas particularmente a efectos de derrame tecnológico y de aprendizaje. En este sentido, procedemos a contrastar la naturaleza de la conexión de LAC con China en la última década con la observada entre Japón y las economías del Este Asiático desde los años setenta a 1990. En ese entonces Japón era una economía dinámica que presentaba un desarrollo tecnológico impresionante durante el periodo de post-guerra y que actuo como un polo importante de crecimiento para sus países vecinos del Este Asiático, cimentando así un largo periodo de gran crecimiento en estas economías. Hasta ahora la conexión de LAC con China se ha basado primordialmente en la complementariedad de la abundancia de recursos naturales de la región con la producción de bienes intensivos en mano de obra no calificada de China que poseen un bajo contenido de tecnología avanzada. Aún no hay evidencia concreta de que esta conexión haya traído consigo difusión tecnológica y un efecto derrame (spillovers) de conocimiento. Tampoco parece haber evidencia de que la IED proveniente de China traiga consigo spillovers de crecimiento. Esto puede atribuirse no solo a que el monto de inversiones ha sido limitado sino también a que están altamente concentrados en la adquisición de empresas en sectores de explotación y procesamiento de recursos naturales, reforzando así las fuerzas de ventaja comparativa subyacentes a este vinculo. Por otra parte, los años dorados de crecimiento de los países del Este Asiático estuvieron caracterizados por un gran volumen de intercambio comercial intra-industrial y de IED proveniente de Japón, estableciendo conexiones de redes entre Japón y los países del Este Asiático así como una gran difusión tecnológica y de conocimiento. En resumen, China no estaría generando un crecimiento en la productividad de LAC de la manera que Japón lo hizo con las economías del Este Asiático. El meollo del asunto es que los vínculos comerciales existentes con China por sí solos (que no vienen acompañados por, o conllevan a, la formación de capital humano, inversiones en innovación, adopción y adaptación de tecnologías, y aprendizaje acumulado) probablemente no generen crecimiento sostenido en la productividad, y más aún cuando la expansión en los ingresos por exportaciones recae solamente en los precios altos de las materias primas. A pesar de la desalentadora imagen de la actual conexión de LAC con China, existen algunas señales esperanzadoras en LAC. Las mejoras institucionales y en los marcos de políticas económicas de LAC aumentan las chances de evitar la maldición de los recursos naturales y aumenta las esperanzas de que se convierta en bendición. Además existe creciente evidencia de casos específicos en la producción de productos agrícolas de la región de amplia

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modernización tecnológica, efectos de agrupación y vínculos con otros sectores (por ejemplo, Argentina, Brasil, Chile y Uruguay). También hay evidencia fuerte de movimientos significativos hacia arriba en la cadena de valor para la producción de productos minerales, en donde la participación de LAC en las exportaciones globales de metales de mayor valor agregado (“trabajados”) se incrementó en ocho veces su tamaño durante los últimos 30 años. Se podría argumentar que mientras China es lo suficientemente grande y crece lo suficientemente rápido para ejercer una influencia importante sobre la región, todavía sigue siendo menos desarrollada que LAC y que por lo tanto no puede ser una fuente significativa de aprendizaje para la región. Sin embargo, el aprendizaje (producir más y mejor de lo mismo, y producir cosas nuevas) en una economía globalizada puede provenir de cualquier lado, no sólo del país al cual se exporta, siempre y cuando se tengan las instituciones y políticas adecuadas. La ausencia de estas últimas explica en parte porque LAC no pudo capitalizar la estrecha relación que mantenía con los EE.UU. (una economía rica e innovadora operando en la frontera tecnología) durante la mayor parte del período posterior a la Segunda Guerra Mundial. El pobre desempeño de la productividad de LAC durante los últimos 50 años, a pesar de los estrechos vínculos comerciales y de inversión con los EE.UU., sugiere que hay razones institucionales y estructurales más profundas que hacen a las economías de LAC menos capaces de aprender y absorber tecnología. En gran parte esta debilidad está relacionada con deficientes niveles de capital humano, habilidades, infraestructura y capacidad innovadora. La nueva conexión con China por sí sola no va a satisfacer estas deficiencias. Este debería ser el trabajo de una agenda de política pro-crecimiento bien diseñada e implementada, algo que hasta ahora no se ha observado en la región. A la hora de diseñar políticas de crecimiento es importante considerar algunas características estructurales del frente macro-financiero que necesitan ser tomadas en cuenta. A diferencia de los países del Este Asiático, LAC enfrenta aún el gran desafío de encontrar el equilibrio correcto entre políticas que por un lado eleven la competitividad y que, por otro lado, velen por la estabilidad macro-financiera. El manejo económico de las economías de Asia del Este fue claramente orientado hacia un balance entre estabilidad y competitividad, esto es: un ambiente de negocios estable, baja inflación, políticas fiscales sostenibles y políticas de tasas de cambio diseñadas para promover la competitividad de las exportaciones. Las altas tasas de ahorro y una cuenta de capitales relativamente cerrada en los años setenta y ochenta fueron factores fundamentales que le permitieron sostener un modelo de crecimiento basado en las exportaciones y en las tipos de cambio competitivas a estas economías. Por lo contrario, LAC ha optado históricamente por una combinación diferente de apertura comercial y financiera. El mayor grado de integración financiera de la región, con respecto a la apertura comercial, llevó a los planificadores de políticas públicas a apuntar en los años dos mil hacia la independencia de la política monetaria y flexibilidad en la tasa de cambio con monedas sobrevaluadas, lo que se trasladó a su vez en bajas tasas de ahorro domésticas. Para que esta combinación de políticas traiga a su vez crecimiento, deberá ser complementada con una agenda inusitadamente vigorosa que reduzca las restricciones a la inversión, disminuya las barreras empresariales y de este modo se puede elevar la productividad. En general LAC enfrenta un desafío grande en este área. El principal problema en materia de crecimiento que enfrentan los diseñadores de políticas en LAC es por lo tanto aprovechar las oportunidades que ofrecen vínculos más profundos y amplios con la economía global en general, y con China en particular. Esto es esencialmente un problema de cómo aprovechar los beneficios del sostenido crecimiento Chino a través del comercio internacional, la IED y la integración financiera. Para esto será fundamental el manejo que LAC tenga en el corto plazo de cara a la fase de maduración del ciclo de recuperación, dado que ello determinará la base para la implementación de una agenda de crecimiento de largo plazo más robusta. Más allá del corto plazo, el premio a las políticas que eleven la productividad debe aumentar. Algunas de las condiciones externas necesarias para que LAC aumente su tasa de crecimiento sobre el promedio global aun se mantendrían vigentes: países grandes y crecientes con una fuerte demanda por las exportaciones de LAC, altos precios de las materias primas y bajas tasas de interés globales. Aprovechar la oportunidad de este ambiente externo favorable requerirá políticas para impulsar el crecimiento bien diseñadas, pero no necesariamente numerosas o complejas, hechas a la medida y circunstancias de cada país.

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Introducción En contraste con la “década perdida” de los ochentas y la siguiente estabilización y bajo crecimiento en los noventa, Latinoamérica y el Caribe (LAC) en su conjunto abrieron el siglo veintiuno con una gran década, una que vio la consolidación de la estabilización macro-financiera, tasas de crecimiento relativamente altas y pasos significativos en la agenda de equidad. Como se discutió en nuestro reporte de Octubre 2010 “Globalizada, Resistente y Dinámica: La Nueva Cara de LAC”, el crecimiento en muchos países en LAC aumentó muy por encima del de los países del G7 en la primera década del nuevo siglo en parte ayudado por los altos precios en las materias primas y por los flujos de capital. Un logro aún más notable es que este crecimiento ha sido pro-pobre. Las tasas de pobreza cayeron abruptamente, con más de 50 millones de latinoamericanos sacados de la pobreza moderada entre los años 2002 y 2008 y otros 5 millones que se espera salgan de la pobreza entre los años 2009 y 2010, de acuerdo al Banco Mundial (2010). De la misma forma, la clase media se expandió en línea con una disminución en la desigualdad de ingresos (aunque a partir de niveles altos) a través de gran parte de la región.1 El nuevo y más brillante rostro de LAC se delineó tal vez de forma más clara en el contexto de la reciente crisis global–el mayor golpe a la economía mundial desde la Gran Depresión–donde los países de LAC, en especial los de América del Sur, tuvieron un desempeño estelar. En efecto, comparado con el promedio de países de ingreso medio, la recesión en la región en el año 2009 tuvo una duración relativamente más corta, más suave, con la notable excepción de México, y su recuperación en los años 2010-2011 fue más fuerte. Este resultado no fue independiente del perfeccionamiento del “sistema inmunológico” de LAC, el cual ha hecho a la región mucho más resistente a los shocks externos que en el pasado. Esto fue el legado de una silenciosa revolución en las políticas macro-financieras (particularmente en la política monetaria, pero también en las políticas de supervisión financiera y fiscal) que convirtieron a los factores tradicionales de amplificación de shocks externos (monedas y procesos fiscales débiles, así como un sistema bancario frágil) en absorbentes de shocks (monedas flexibles y creíbles, finanzas públicas sólidas, y un sistema bancario capitalizado y con liquidez). Esto, en conjunto con la disminución en los desajustes en las monedas y gracias a una integración a los mercados financieros internacionales más segura, ha permitido a la región llevar a cabo políticas monetarias, fiscales y de crédito contra-cíclicas durante la crisis global, para salir de esta sin deteriorar las hojas de balance, y rebotar de forma rápida y fuerte a partir de entonces. Para estar seguros, el desempeño económico dentro de LAC ha sido heterogéneo no sólo en el período durante y después de la crisis subprime sino que también lo fue durante la década anterior, con México y la mayor parte de los países en América Central y el Caribe desempeñándose por debajo del promedio de la región. Sin embargo, para los países de LAC con un desempeño relativamente alto (que contabiliza cerca del 69 por ciento del PIB en la región) las dos preguntas claves que nacen a medida que alcanzan la fase madura en su ciclo de recuperación son: (i) ¿pueden estos países evitar el patrón de auge-caída que frecuentemente ha marcado la historia de bonanza en los precios de las materias primas e ingresos de capital en la región?, y (ii) ¿pueden este grupo de países usar creciente conexión con China basada en recursos naturales para alcanzar tasas de crecimiento no inflacionario más altas en el mediano plazo? Estas son las preguntas sobre

1 La Pobreza Moderada se define como vivir con menos de US$ 4 por día una base de paridad de poder de compra. Lustig y Lopez-Calva (2011) y estimaciones recientes por la Oficina del Economista Jefe para Latinoamérica y el Caribe del Banco Mundial muestran que la desigualdad en ingresos, medida por el coeficiente de Gini, disminuyó entre los años 2000 y 2009 en 13 de 18 países en LAC para los cuales se cuenta con información. En efecto, la clase media en la región en su conjunto aumentó de un 20% de la población en el año 2002 a cerca de un 30% para el año 2010. Para estas estimaciones, la clase media se mide como los hogares con un ingreso per cápita entre $10 y $50 dólares por día, ajustados por paridad de poder de compra.

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las cuales este informe trata de dar algo de luz. Son preguntas inherentemente difíciles que requieren un profundo análisis país-específico. Por lo tanto, el informe establece el modesto objetivo de ilustrar y discutir sólo algunas de las cuestiones pertinentes. Antes de ahondar en el tema principal (problemas en el crecimiento de largo plazo asociados al aumento en la conexión entre LAC y China), sin embargo, este reporte caracteriza brevemente la fase madura del ciclo de recuperación que muchos países en LAC están siendo sometidos y discute los riesgos en la demanda global y estabilidad financiera que provienen principalmente desde Europa y EE.UU. El Éxito de LAC y la Maduración del Ciclo Económico Como se destacó en nuestro previo reporte para las Reuniones de Primavera 2011 del FMI y el Banco Mundial, “El Éxito de LAC Puesto a Prueba”, la región está en una senda de fuerte recuperación de la crisis global, no sólo cuando es comparada con su propio pasado, sino que también cuando se la compara con el resto del mundo. En efecto, un conjunto de países en LAC se ha unido al grupo más dinámico de las economías emergentes (EMs) en la recuperación, grupo que incluye China, India, República de Corea, Malasia, Filipinas, y Tailandia. Estos fueron los países con mayor crecimiento en el mundo, liderando la recuperación económica, y jugando un importante rol en la actividad económica mundial. Si bien contabilizan menos del 29 por ciento del PIB mundial en el año 2011, las top 20 economías emergentes fueron responsables de más de un 46 por ciento en el crecimiento del PIB mundial para el mismo año. El ciclo de recuperación está dando lugar ahora a una dinámica de crecimiento más madura, aunque menor, en los mercados emergentes en general y en LAC en particular, consistente con el cierre en la brecha entre el crecimiento actual y potencial (Figura 1.1A). En efecto, después de haberse expandido alrededor de un 6 por ciento durante el rebote del 2010, se estima que el PIB de LAC crezca dentro del un rango de 3,5-4,5 en el año 2011. Las es economías de LAC empiezan a dar señales de sobrecalentamiento a medida que la gran demanda interna, empujada por los influjos de capitales y los altos precios de las materias primas, empiezan a chocar contra las restricciones de capacidad. Las proyecciones actuales para el 2012 sugieren una desaceleración, con predicciones de alrededor del 4 por ciento, y la posibilidad latente de futuras revisiones a la baja en los próximos meses. Aún más, la varianza en el crecimiento dentro de LAC, la cual fue muy alta en el año 2010, se ha reducido en el año 2011 y se espera se reduzca incluso más después del año 2012 (Figura 1.1B). Es importante destacar, sin embargo, que el pronóstico de crecimiento para LAC para el período 2011-2012 es similar al de los países del Este Asiático (alrededor de un 5 por ciento) y al de Europa del Este y Asia Central (alrededor de un 4,2%). China e India encabezan este grupo con un crecimiento proyectado del PIB para el 2011 de al menos un 9.4 y 7.5 por ciento y un crecimiento del 8.5 y 8 por ciento para el 2012 respectivamente. En contraste, la actividad económica en las economías avanzadas se mantiene muy por debajo de su nivel potencial (pleno empleo) mientras la amenaza de una doble recesión acecha en las sombras. Para las economías avanzadas, en efecto, se proyecta un crecimiento anémico en todos los escenarios por lo menos hasta el año 2013. EE.UU. y los países de la zona Euro, por ejemplo, se espera crezcan 1.5 y 2 por ciento respectivamente en el año 2011. Dada la gran incertidumbre que hay en este momento, las predicciones para EE.UU. y Europa para el 2012 varían mucho, con números de entre el 0 y 3 por ciento. Este desacomplamiento en el crecimiento cíclico del PIB entre las economías emergentes y avanzadas desde el año 2009 ha sido una notable característica en el panorama mundial. En el futuro, y excluyendo un mayor colapso mundial en la demanda agregada, se espera que las EMs continúen liderando el crecimiento global. Mientras la mayor parte de la evidencia hasta ahora señala hacia un menor crecimiento en el corto plazo, la

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FIGURA 1.1. Pronósticos de Crecimiento

PANEL A. Entre Regiones PANEL B. Entre Países de LAC

Notas: Los promedios regionales usan PIB nominal del 2007 en las ponderaciones. Usamos los últimos datos disponibles. Fuentes: Consensus Forecasts (Septiembre 2011, si se dispone, o Agosto 2011), Economist Intelligent Units (predicciones de Septiembre 2011), Bloomberg, y el World Economic Outlook del FMI (Abril 2011).

pregunta de si el crecimiento económico en los mercados emergentes se mantendrá desacoplado del de los países ricos dependerá del contexto mundial (ver más abajo). LAC enfrenta el futuro y su incertidumbre después de una década de fuerte crecimiento, con un PIB per cápita promedio en la región que aumentó al menos un 25 por ciento entre los años 2002 y 2011. El brillo de los últimos 10 años, sin embargo, no ha iluminado de forma equitativa dentro de LAC (Figura 1.1B). La heterogeneidad dentro de LAC no sólo se ha pronunciado, sino que también ha mutado como resultado de crecientes diferencias en numerosos factores, incluyendo la calidad de las políticas macroeconómicas, el grado de integración comercial y financiera, la abundancia de recursos naturales, y el alcance de los vínculos económicos con China. Para ilustrar este punto, clasificamos los países de LAC en tres grupos, dependiendo de su nivel de crecimiento (alto, intermedio y bajo) (Figura 1.2 y Tabla 1.1).2

Para las economías de crecimiento alto, el PIB aumentó considerablemente durante el período pre-crisis (2003-2007), y a pesar que el crecimiento cayó aproximadamente 6 puntos porcentuales durante la crisis (2007 vis-à-vis 2009), el crecimiento del PIB levanto fuertemente después de la crisis volviendo a la tendencia mostrada antes de la crisis en el 2011. El conjunto de países con alto crecimiento contabiliza cerca de un 71 por ciento del PIB en la región e incluye en su mayoría países de América del Sur (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay), pero también a Panamá y República Dominicana. Curiosamente, Guyana y Surinam son parte también de este grupo, tal vez aprovechando su proximidad con Brasil.

Para los países de crecimiento bajo, el crecimiento del PIB creció modestamente en el período pre-crisis, cayó un 9 por ciento en el año 2009 vis-à-vis 2007, y su desempeño se ha mantenido en niveles bajos después de la crisis del 2009. Para el 2011 este grupo de países presenta niveles de ingreso 18 por ciento más bajos que los de su tendencia pre crisis. El grupo de bajo crecimiento contabiliza en su conjunto cerca del 22 por ciento del PIB de la región e incluye en su mayoría países del Caribe, pero también El Salvador, México y Venezuela.

2 Los niveles de crecimiento alto, intermedio y bajo en los países de LAC se definen como el crecimiento del PIB esperado para el período 2008 y 2011 mayor a un 10 por ciento, entre 4 y 10 por ciento, y menos de 4 por ciento, respectivamente.

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Tasa de Crecimiento Anual del PBI Real

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TABLA 1.1. Heterogeneidad dentro de LAC

Notas: Los países son clasificados de la siguiente manera: los de crecimiento bajo son aquellos con un crecimiento acumulado del PIB real entre 2008 y 2011 menor al 4 por ciento. Los de crecimiento intermedio son aquellos países con un crecimiento acumulado del PIB real entre 4 y 10 por ciento (mismo período). Los de crecimiento alto son aquellos con un crecimiento acumulado del PIB real mayor al 10 por ciento (mismo período). Fuentes: Consensus Forecasts (Agosto 2011) y el World Economic Outlook del FMI (Abril 2011).

El resto de LAC pertenece al grupo de crecimiento intermedio, que reúne mayormente países

Centro Americanos, incluyendo además Ecuador. El crecimiento pre-crisis fue más moderado que en los países de crecimiento alto, y a pesar de una caída de tan solo 4.5 por ciento en el 2009 vis-à-vis 2007, el crecimiento es aún moderado y para el 2011 el PIB está un 7 por ciento por debajo de su tendencia pre-crisis.

En la medida en que China continúe aumentando como polo de crecimiento, este cambio en la heterogeneidad en LAC podría profundizar en un futuro las grietas en los estándares de vida dentro de la región, destacando que, para un determinado nivel de calidad de las políticas económicas, la ubicación de un país en la masa continental podría importar cada vez menos respecto a las partes del mundo (EE.UU., Zona Euro, Europa Emergente, Asia Emergente) con las cuales el país está conectado y a la naturaleza de esta conexión. Los países de crecimiento alto, que están cada vez más conectados con China, se encuentran actualmente chocando contra las restricciones de capacidad para un crecimiento no inflacionario (Figura 1.2). Señales de sobrecalentamiento aparecen de forma más clara en Brasil, República Dominicana, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, donde la inflación se ha acelerado principalmente por el exceso en la demanda doméstica por sobre el producto potencial. Chile y Colombia podrían estar entrando a esta fase. A medida que los países en LAC alcanzan la fase madura del ciclo de recuperación, el premio a las políticas macroeconómicas hábiles ha aumentado, como se expuso en nuestro reporte de Abril 2011 “El Éxito de LAC Puesto a Prueba”. Uno de los principales retos en este sentido ha sido la reconciliación entre los objetivos de, por un lado, mantener las expectativas de inflación ancladas de cara al sobrecalentamiento económico y al aumento en los precios de los alimentos y combustibles y, por otro lado, evitar una “excesiva

Crecimiento Promedio 2003-2007

Promedio Simple

Crecimiento Promedio 2003-2011

Promedio Simple

Crecimiento Promedio 2008-2012

Promedio Simple

Máx. 2008-2011

Mín. 2008-2011

Crecimiento Bajo (13)(Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Dominica, El Salvador, Granada, Jamaica, México, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, y Venezuela)

4.4% 2.3% 0.3% 2.9% -8.3%

Crecimiento Intermedio (7)(Belice, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, y Nicaragua)

4.4% 3.5% 2.8% 10.2% 4.9%

Crecimiento Alto (12)(Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, y Uruguay)

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LAC (Todos los países) 4.8% 3.7% 2.7% 27.8% -8.3%

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FIGURA 1.2. Heterogeneidad dentro de LAC PANEL A. Países de Crecimiento Lento PANEL B. Países de Crecimiento Intermedio

PANEL C. Países de Crecimiento Rápido

PANEL D. Brecha del Producto e Inflación

Notas: La tendencia del 2003-2007 se calcula usando la tasa de crecimiento del PIB real promedio para el 2003-2007. En el Panel D se computa la brecha en el producto usando el filtro de HP y tomando datos anuales desde 1980 hasta 2012 (pronóstico). El área marcada en el Panel D captura los países con una brecha en el producto mayor a 1 por ciento e inflación acelerándose 20 por ciento o más en los últimos tres meses hasta Julio 2011, frente al mismo período un año atrás. “Argentina v2” representa el promedio de la tasa de inflación en las Provincias de Santa Fe, Mendoza y San Luis. Fuentes: Consensus Forecasts (Agosto 2011) y el World Economic Outlook del FMI (Abril 2011).

apreciación” de las monedas locales de cara al aumento y alta volatilidad en los precios de las materias primas e ingresos de capital. El margen de maniobra para las políticas macro-financiera se redujo en los meses recientes. Si este tipo de restricciones continuara dominando el actuar de las políticas macro-financieras en el futuro se ha convertido en una pregunta abierta, sin embargo, considerando el actual deterioro del entorno externo. En el mejor de los casos, si tal deterioro se mantiene contenido, podría proveer alivio al proceso de apreciación en la región (debido al aumento en la aversión al riesgo global) y podría permitir a los países de crecimiento alto en LAC mantener su senda de crecimiento desacoplada. En el peor de los casos, si el deterioro excediese alguna brecha que re-acoplara la actividad mundial en su conjunto, un mayor cambio de política sería necesario en la región, para así activar todos los mecanismos de absorción de shocks en los frentes de política macro-financiera y social.

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Países de Crecimiento IntermedioIndice PBI 2002=100

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Países de Crecimiento RápidoIndice PBI 2002=100

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Tendencia 2003-2007

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Brecha en el ProductoPronóstico 2011

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Aumento de los Riesgos Globales Mientras los fundamentos de LAC se han mantenido robustos y la dinámica de crecimiento ha sido saludable hasta la fecha, la región a puesto mucha atención a los riesgos globales. A medida que se reduce la posibilidad de implementar políticas que eviten una crisis de mayor profundidad en el mundo desarrollado, la aversión al riesgo y la posibilidad de eventos extremos ha ido aumentado en los centros financieros mundiales. Existen básicamente dos epicentros de incertidumbre: el primero y más serio es Europa, el segundo es Estados Unidos. La dinámica proveniente de estos epicentros no opera de forma independiente, sino que interactúa de forma compleja, y a pesar de la dificultad en predecir el desenlace de estos riesgos, podría llevar a círculos viciosos en la economía mundial. Consideremos primero el caso de la Unión Europea (UE). La UE está lidiando con una crisis de confianza de proporciones impredecibles. Las tensiones en la deuda soberana de muchos países europeos se han intensificado desde el pasado verano y se han contagiado lentamente hacia el centro de la UE. Esta situación se ve magnificada por la desaceleración en la actividad económica global y exacerbada a su vez por un Euro muy fuerte relativo a sus fundamentos—las condiciones de baja productividad y la estagnación en Europa del Sur y por los ajustes fiscales pro-cíclicos que la mayoría de los países con deuda han perseguido para calmar los mercados. A medida que los países europeos pierden la habilidad de crecer para salir de sus problemas de deuda soberana y la necesidad de ajustes fiscales es mayor, la región empieza a verse atrapada en un espiral de alta deuda y bajo crecimiento. La articulación de una respuesta de política extensa y coordinada ha sido difícil, comprensiblemente, en este contexto, especialmente debido a la asimetría institucional entre una sola autoridad monetaria (la del BCE) que coexiste con tantas autoridades fiscales independientes como miembros de la UE. Este arreglo que se estableció veinte años atrás refleja un compromiso que se hizo para atraer a la unión monetaria a aquellos países con situaciones fiscales solidas, y que en este momento parece difícil de deshacer sin un liderazgo político decidido. El sentimiento del mercado se ha convertido por lo tanto en negativo y nervioso, poniendo en primer plano del debate la viabilidad misma del euro como moneda única, dando lugar a evaluaciones sin precedentes en la percepción riesgos soberanos de los países europeos. La comparación de los riesgos soberanos CDS a finales del 2007 con aquellos de Agosto del 2011, (Figura 1.3), caracteriza el cambio en la suerte Europea. En el 2007 no habían países Europeos de ingreso alto entre el top 20 de países con mayores diferenciales CDS. Actualmente, además de Grecia y Portugal, Italia y España se han unido a los top 10 países con mayor diferencial CDS en el planeta, y Bélgica y Francia están dentro de los top 20. En este momento, marcando un momento sin precedentes en la historia, los mercados perciben que el riesgo de no-pago de la deuda soberana de varios países en LAC—incluyendo Chile, Colombia, y Perú—es menor que el de Francia! La atención se centra por lo tanto en los políticos de Europa. No existe una salida fácil y el trade-off económico-político se acentúa. Por un lado, los políticos (por lo tanto, autoridades fiscales), particularmente en Alemania, se ven presionadas desde dentro a no rescatar la turbulentas economías de la UE. Por otro lado, la sobrevivencia del Euro como moneda única se mantendrá bajo amenaza mientras siga ausente un acuerdo creíble y veloz que combine de forma adecuada inyección de liquidez a las economías europeas que se encuentran con problemas así como la asignación de las pérdidas y la distribución de la carga de acuerdo a las deudas soberanas. Encontrar el camino a seguir está ahora en las manos de los líderes políticos de la UE, y las acciones que estos tomen serán determinantes del entorno en el cual las economías emergentes, incluyendo LAC, vivirán. En medio de la alta incertidumbre actual, existe aún la posibilidad de buenas

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FIGURA 1.3. El Epicentro Europeo PANEL A. Diferenciales de CDS en 2007 PANEL B. Diferenciales de CDS en 2011

Notas: En el Panel A usamos para Irlanda los primeros datos disponibles para CDS (Agosto 2008). Fuente: Bloomberg.

noticias: llegado el caso de un acuerdo decidido y creíble entre los líderes europeos el ánimo de los mercados financieros podrían cambiar rápidamente, cambiando el pesimismo reciente por optimismo. En EE.UU. el panorama tampoco es fácil, aunque menos problemático que en Europa. La desaceleración en la actividad económica en los EE.UU. ha persistido y las previsiones de crecimiento se mantienen débiles. A pesar del estímulo fiscal y monetario, la economía presentó un crecimiento bajo en el primer semestre del año 2011. El mercado laboral no ha mostrado signos de mejoras y hasta el momento no existe evidencia de que la reducción del apalancamiento en el sector privado haya terminado. Esto ha suscitado interrogantes acerca de si la crisis financiera ha tenido efectos adversos duraderos en el crecimiento potencial de la economía de EE.UU (Figura 1.4A). Tal posibilidad ha sido acompañada por un incremento en la incertidumbre y por una caída en los niveles de confianza (Figura 1.4B). Esto también ha aumentado el temor de una doble recesión. A pesar de esta problemática económica, sin embargo, el dólar Americano se mantiene de forma indiscutida como una moneda de reserva internacional—es el paraíso de seguridad donde los inversores encuentran refugio en tiempos de alto riesgo e incertidumbre. Esto quedó confirmado luego de la reducción en calificación de la deuda de EE.UU., la cual conllevó a una masiva venta de acciones a nivel mundial y a un simultáneo cambio a favor en el dólar Americano y en los bonos del tesoro de EE.UU. como también en otros activos (por ejemplo, el oro), los cuales son percibidos como activos que conservarían su valor en tiempos de riesgo sistémico. El “privilegio exorbitante”, término acuñado en los años sesenta por Valéry Giscard d'Estaing (en ese entonces Ministro de Finanzas francés), derivado de la seguridad que proporciona el dólar Americano da a los EE.UU. una ventaja considerable para lidiar con los problemas actuales, y le permite endeudarse a un bajo costo incluso en circunstancias de alta incertidumbre.3 Esto podría, en principio, ayudar a la toma de políticas, pero pareciera que no lo ha hecho en dosis suficientes.

3 Puede haber un lado oscuro en el “privilegio exorbitante” desde una perspectiva cíclica sin embargo. La condición de refugio-seguro puede limitar la efectividad de los estímulos macroeconómicos restringiendo la necesidad de ajuste en los precios relativos. Por ejemplo, la expansión monetaria en condiciones de un severo subempleo (donde las presiones inflacionarias no existen) pueden inducir a una insuficiente depreciación real de la moneda, dado que su atractivo induce un sesgo hacia la apreciación.

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SueciaAlemania

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FIGURA 1.4. El Epicentro Norteamericano PANEL A. Actividad Económica PANEL B. Volatilidad de los Mercados

Fuentes: Consensus Forecasts (Agosto 2011) y Bloomberg.

En efecto, el impase político en torno al tope de endeudamiento durante el pasado verano, que desencadeno la reducción en la calificación de la deuda en EE.UU. por Standard & Poor’s, desató una gran preocupación sobre la habilidad del sistema político para organizar el tipo de acción colectiva apropiado en momentos de turbulencia. Por supuesto que la complejidad de política no es trivial, dado que necesita un balance sensible entre la necesidad de apoyar la recuperación económica en el corto plazo (posiblemente a través de estímulos apropiados y reestructuración de la deuda en el mercado hipotecario), por un lado, y asegurar la viabilidad a largo plazo de las finanzas públicas a través de medidas adecuadas en el lado de los gastos e ingresos presupuestarios, por el otro. En principio y por comparación histórica e internacional, esto pareciera ser un problema abordable desde un punto de vista técnico, especialmente para un país dotado con el anteriormente mencionado “privilegio exorbitante”. Por lo tanto, como en Europa, la responsabilidad recae principalmente en el proceso político. En resumen, el mundo en general y LAC en particular están enfrentados con escenarios globales que contrastan, que van desde la difícil pero tolerable desaceleración hasta una verdadera catástrofe económica. Qué escenario se materializa, y por lo tanto cuán severamente se verá afectada LAC por los desarrollos externos, dependerá fuertemente de las políticas en Europa y en EE.UU. El desenlace de estos escenarios tiene por lo tanto probabilidades que son difíciles de determinar. En este contexto, dos escenarios tipológicos pueden construirse para la región. Vale la pena enfatizar que estos escenarios dependen no sólo de lo que ocurra en el mundo desarrollado, sino que también de China. Si bien existe un debate sobre la sostenibilidad de largo plazo en la dinámica de la economía interna en China (aumento en la desigualdad y las presiones salariales, la necesidad de modernización del sistema de seguridad social, preocupaciones sobre la calidad del sistema bancario, problemas de sobre-inversión, etc.), es posible argumentar que la mayoría de los riesgos al crecimiento de China provienen de afuera, especialmente del comportamiento en la demanda global por las exportaciones China. Por lo tanto, la desaceleración prevista de la demanda agregada proveniente de los países desarrollados suscita una pregunta obvia, ¿podrá China evitar un brusco ajuste a la baja en su tasa de crecimiento compensando la caída de la demanda de sus exportaciones con un mayor incremento de la inversión interna? Desde un punto de vista de LAC, un punto clave es que un gran ajuste a la baja en China podría afectar el precio de las materias primas, como sugiere la alta correlación entre las importaciones de China y el precio de las materias primas (Figura 1.5).

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Tendencias del Mercado y VolatilidadIndices VIX y S&P 500

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FIGURA 1.5. China y los Precios de las Materias Primas

Fuentes: Bloomberg y las Penn World Tables.

Por lo tanto, a un extremo, se puede prever un escenario benigno para LAC. En este escenario, aunque el mundo desarrollado entrara en una senda de crecimiento bajo, los riesgos más severos no se materializan. Como resultado, China se las arregla para mantener un crecimiento relativamente alto y la liquidez global y los precios de las materias primas no se van en picada. LAC continuaría entonces experimentando vientos de cola positivos pero disminuidos. Bajo este escenario, por lo tanto, LAC tendría que centrarse de manera decidida en el mantenimiento y aumento del crecimiento a largo plazo a través de políticas de inversión y mejoras de la productividad. Países como México, los países centroamericanos y del Caribe, sin embargo, podrían sufrir más en este escenario dado su estrecho vínculo con EE.UU. En el otro extremo es posible imaginar un escenario catastrófico, en el cual se materializan los riesgos de cola. Como resultado, se obtendría un importante descenso real y re-acoplamiento financiero, la alta aversión al riesgo congelaría el crédito a nivel mundial, los flujos de capital hacia los mercados emergentes se estancarían o revertirían bruscamente, China no compensaría a través de la inversión nacional la disminución en la demanda de sus exportaciones, y los precios de las materias primas se reducirían considerablemente. En circunstancias tan terribles, LAC tendría que activar todos los amortiguadores disponibles mientras las instituciones financieras internacionales tratan de coordinar acciones globales y ampliar así su ayuda en la medida de lo posible. Desafortunadamente la capacidad de amortiguación de shocks en LAC varia considerablemente, lo cual implica que para ciertos países un escenario global malo podría significar un debilitamiento extremo. Este riesgo está presente principalmente para los países de Centroamérica y el Caribe que en este momento carecen de suficiente capacidad de activar medidas contra-cíclicas y redes de protección social. Los países del Caribe, además, presentan un nivel de deuda pública alto y un sistema financiero débil, lo cual los debilita más. La información disponible en la actualidad hace que sea prácticamente imposible asignar probabilidades a este tipo de escenarios. Mientras la actividad económica real en LAC no parece verse afectada por la reciente turbulencia en el mundo desarrollado, revisiones a la baja en las previsiones de crecimiento para la región son probables que sucedan en las próximas semanas, en línea con las proyecciones de crecimiento más pesimista que se están produciendo en EE.UU. y Europa. El fuerte acoplamiento de los mercados bursátiles en todo el mundo, que comentamos en nuestros informes anteriores, se ha reforzado aún más en los últimos meses, con los mercados bursátiles en LAC y en otros lugares moviéndose en estrecha consonancia con los movimientos de las bolsas mundiales. Los diferenciales soberanos de LAC recientemente han

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aumentado, pero en general se han mantenido en niveles bajos y estables en comparación con los de varios países europeos. Considerando todo lo anterior, las autoridades de los países de LAC han pasado a una actitud mucho más cauta, centrándose en la elaboración de planes para actuar con rapidez para el caso escenarios adversos. Después de haber aumentado constantemente las tasas de interés en los últimos 15 meses, e incluso mucho más que otras economías emergentes, los países de LAC han adquirido la capacidad de cambiar a una agresiva política monetaria contra-cíclica si esto fuese necesario. Dado que los niveles de inflación hoy siguen bajo control, estando en niveles más bajos que en los meses previos a la caída de Lehman Brothers, menores tasas de interés y tipos de cambio flexibles, junto con una fuerte posición de reservas internacionales, servirían de amortiguación en la región en el caso de un escenario adverso. Las autoridades de LAC parecen estar conscientes de la necesidad de construir nuevos amortiguadores fiscales en el corto plazo, para mejorar su capacidad de implementar políticas anti-cíclicas fiscales si es necesario, aunque puede haber una resistencia política significativa para hacerlo y un agitado debate sobre la cantidad necesaria. Está claro que el endurecimiento fiscal y monetario en LAC necesita mantenerse en sintonía con los ciclos económicos de cada una de las economías. Las autoridades por lo tanto deben moverse con cautela para no poner en peligro la credibilidad de los bancos centrales con respecto a su capacidad para mantener las expectativas de inflación ancladas. Amortiguadores en el sector financiero (capital, suministro y liquidez) parecen ser fuertes en la mayor parte de LAC, aunque las autoridades harían bien en controlarlos nuevamente. Preparativos para ampliar las redes de protección social (incluyendo las transferencias condicionales) deben ser puestos en marcha, según corresponda. La capacidad para hacerlo, sin embargo, varía considerablemente en toda la región, poniendo a México y los países de Centroamérica y el Caribe en una posición frágil. Mientras que podrían ocurrir interrupciones significativas a la actividad económica de LAC en el corto plazo, y de hacerlo ocuparían sustancialmente la atención de las autoridades, el desafío de aumentar el crecimiento para LAC en el largo plazo va a permanecer tan fundamental como siempre. En efecto, giros cíclicos en el crecimiento, aún cuando sean localmente grandes, palidecen en comparación con el efecto que tiene el crecimiento de largo plazo sobre los estándares de vida de los países (Lucas, 1987). Más aún, el desacoplamiento en la tendencia de crecimiento entre las economías avanzas y las emergentes es probable que se mantenga en el futuro. La pregunta para LAC es si participará del mayor crecimiento de tendencia que les espera a los mercados emergentes o si volverá a la tendencia de crecimiento relativamente baja que caracterizó su historia. En cualquier caso, la resolución de las graves e inmediatas incertidumbres globales no está en las manos de los países de LAC. Es por esto que, en vez de lamentarse sobre especulaciones acerca de las dinámicas del corto plazo, este reporte se vuelca hacia un horizonte más largo y discute problemáticas que van a seguir siendo relevantes para los planificadores de políticas en la región sin importar lo que ocurra en Europa o los EE.UU. en las próximas semanas o meses. De hecho, el desempeño estelar de LAC durante la crisis financiera global de 2008-2009 ya trajo al frente del debate sobre sus ya conocidos problemas estructurales. Varios países en la región ya están enfrentando cuellos de botella en el medio de una recuperación cíclica en la fase de madurez. Una demanda doméstica pujante se está chocando contra las restricciones de capacidad y generando por lo tanto tasas de inflación que alcanzaron o superaron sus objetivos. El solo hecho de que LAC se esté enfrentando en esta etapa con presiones inflacionarias, provenientes de economías fuertes, es un recordatorio de una triste realidad: la región tiende a chocarse contra “límites de velocidad estructurales” a

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tasas de crecimiento comparativamente bajas.4 Mientras que las economías de alto desempeño del Asia emergente pueden sostener tasas de crecimiento anuales en el orden del 6-9 por ciento sin presiones inflacionarias, en la mayoría de LAC las tasas de crecimiento no inflacionarias que pueden sostenerse por períodos largos de tiempo tienden a estar por debajo del 5 por ciento. Esto es una razón por la cual el crecimiento alto y sostenido ha eludido a LAC por más de siglo. En la próxima sección revisamos este asunto desde la óptica de la conexión de LAC con China.

La Conexión China: ¿Está LAC Aprovechándola al Máximo? China emergió en la última década como una importante fuente directa de demanda externa para las exportaciones de LAC y como un factor estructural detrás de los altos precios de las materias primas que LAC exporta de forma global. De hecho, como argumentamos en el Reporte de las Reuniones Anuales 2010, “Globalizada, Resistente, Dinámica: La Nueva Cara de Latinoamérica y el Caribe”, el crecimiento en los países de LAC parece estar cada vez mas atado a los desarrollos en China y menos al de los países desarrollados. Antes del inicio del siglo veintiuno prácticamente no existía relación entre la actividad económica de LAC y la de China. Sin embargo, a lo largo de la última década este movimiento conjunto entre los países ha estado en alza, especialmente para los países en Sudamérica (Figura 1.6A).5 La estrecha relación entre el desempeño económico de los países de la región y el de China está ligado en gran medida al comercio (para un análisis más amplio de las tendencias, ver Calderón, Chong and Stein, 2007). En 1990 prácticamente no existía comercio alguno entre estos socios. Desde ese entonces y a lo largo FIGURA 1.6. La Conexión entre LAC y China

PANEL A. Correlación del Producto PANEL B. Principales Socios Comerciales

Notas: Para el Panel B, la muestra de UE15 incluye a Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal, España, Suecia y el Reino Unido; la muestra de países LAC incluye a la Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. Fuentes: WITS y los World Bank World Development Indicators (WDI).

4 El término “límites de velocidad estructurales” lo tomamos de Alberto Ramos, Vicepresidente en el Emerging Markets Economic Research Group en Goldman Sachs.

5 Los resultados aquí presentados sobre la correlación de los productos solamente sugieren sincronización de los ciclos, dado que solo presentamos coeficientes de correlación. Hay otros factores que pueden guiar estas correlaciones, tales como condiciones externas o actividad económica en los países desarrollados.

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de la última década, China ha ganado un espacio considerable como uno de los mayores socios comerciales para un número de países en la región, particularmente aquellos en Sudamérica. Por ejemplo, China se ha convertido en el mayor socio comercial para algunos países latinoamericanos (como Brasil, Chile y Perú), con flujos desde y hacia China que representaron entre un 10 y un 20 por ciento del total en el año 2009 (Figura 1.6B). El creciente rol de China como una fuente independiente de influencia sobre las economías latinoamericanas no es trivial. Por un lado en los últimos 10 años se ha debilitado la fuerte sincronización histórica entre los ciclos económicos en Latinoamérica y los países desarrollados. Más aún, el componente no cíclico del crecimiento económico de LAC (una medida aproximada de la tendencia de crecimiento) en el período 2002-2007 aumentó significativamente por sobre el de las economías desarrolladas, al mismo tiempo que el movimiento conjunto entre la actividad económica de LAC y la de China se empezó a intensificar (Figuras 1.7A y 1.6A). Esto sugiere que el crecimiento robusto observado en LAC en la década pasada es un reflejo de las conexiones de la región con China, tanto de forma directa (a través del comercio FIGURA 1.7. Perspectivas de Crecimiento en Períodos Largos de Tiempo

PANEL A. Crecimiento Ajustado Cíclicamente

PANEL B. 100 Años de Soledad

PANEL C. Trampa del Ingreso Medio

Notas: En el Panel B, los países de AEP de Alto Desempeño incluyen República de Corea, Taiwán, Hong Kong y Singapur; los de AEP de Bajo Desempeño incluyen a Indonesia, Filipinas, Tailandia y Malasia; los países de LAC incluyen a la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Los pesos se calculan usando el PIB nominal del 2007. Fuentes: Penn World Tables.

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y, cada vez más, a través de la IED) como de forma indirecta (principalmente a través del impacto que tiene China sobre los precios de los bienes primarios en los mercados internacionales). De hecho, esto ha conducido a varios, incluyéndonos a nosotros, en reportes previos, a sugerir que el desacoplamiento real observado entre las economías emergentes y las avanzadas se debe principalmente al ascenso de China e India en el panorama económico mundial. La pregunta es, por lo tanto, si puede Latinoamérica aprovechar sus, cada vez más, estrechas conexiones con China para convertirlas en una fuente importante (pero no la única) de crecimiento de largo plazo. Al observar con esperanza y cierto grado de optimismo las perspectivas de crecimiento de la región hay que tener en cuenta que los países de LAC no han podido en general, y por un largo tiempo, ser capaces de cerrar la brecha con los estándares de vida del mundo desarrollado. En efecto, la región tomada en su conjunto ha estado atrapada en “100 años de crecimiento solitario”, a la vez que el proceso de convergencia económica resultaba esquivo (Figura 1.7B). Por más de un siglo, el ingreso per cápita promedio se ha fluctuado alrededor de un 30 por ciento del ingreso per cápita de los Estados Unidos. Más aún, el crecimiento de la región en la década pasada, aunque fuerte, no ha revertido del todo aún el terreno que perdió especialmente durante los ochenta, pero también en los noventa. Esto contrasta fuertemente con la experiencia de los países de alto rendimiento de Asia del Este (los denominados “Tigres”): su ingreso per cápita, que solo llegaba al 15 por ciento del de Estados Unidos en los sesenta, creció rápida y sostenidamente hasta alcanzar más del 70 por ciento para 2010. Los desempeños de las economías menos dinámicas de Asia del Este y China desde los ochenta ponen en aún mayor evidencia los distintos procesos de convergencia entre las dos regiones.6 El poco auspicioso crecimiento de largo plazo evidenciado por LAC oculta, sin embargo, una varianza considerable dentro de la región. Pero incluso cuando consideramos los senderos de crecimiento de países individuales en LAC, la sensación de desencanto no desaparece. Para ilustrar este argumento clasificamos los países de LAC en cuatro grupos de acuerdo a la forma estilizada de su patrón de crecimiento (divergente, no convergente, fluctuante y convergente) en los últimos 50 años (Figura 1.8). Hay unos pocos países divergentes en la región, en el sentido de que su ingreso per cápita fue cayendo

sostenidamente detrás del de Estados Unidos durante la mayor parte del período. Este grupo incluye Argentina, Uruguay y Venezuela, aunque Argentina y Venezuela entraron en una frase convergente durante la última década.

La mayoría de los países de LAC pertenecen al grupo de no convergentes, por lo que el ingreso per cápita ha permanecido como una fracción pequeña y estable del de Estados Unidos por la mayor parte del período. Este grupo incluye Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala y Paraguay. Sin embargo, Colombia parece estar moviéndose en un camino de convergencia desde el 2003.

Brasil y México son los países más destacados en el tercer grupo, donde una gran convergencia en los sesenta y los setenta fue seguida de una divergencia igualmente significativa en los ochenta y los noventa. Brasil, de todos modos, ha seguido desde el 2003 un camino claro de convergencia.

En LAC no existen casos de convergencia a lo largo del periodo posterior al año 1950. Lo que si existe son ejemplos de semi-convergencia. Claramente Chile merece estar dentro de este grupo ya que experimentó un proceso de convergencia sostenido durante los últimos 25 años, más que recuperando el terreno que perdió frente a los Estados Unidos desde los sesenta hasta los ochenta. República Dominicana puede considerarse también dentro del mismo grupo dado que también ha sido capaz de seguir un sendero de modesta convergencia desde principio de los noventa hasta el presente.

6 En este reporte incluimos entre los Tigres del Este Asiático a los siguientes países: Hong Kong, Singapur, Republica de Corea y Taiwán. Las economías del Este Asiático menos dinámicas comprenden a Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia.

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FIGURA 1.8. Crecimiento Post- Segunda Guerra Mundial en LAC PANEL A. Divergentes PANEL B. Semi-Convergentes

PANEL C. No-Convergentes PANEL D. Fluctuantes

Notas: Del 1900 al 2006 se usaron datos de Maddison (2007-2009), y para 2006-2010 se usó el crecimiento del PIB Real per Cápita de WDI. Fuente: Cálculos de personal de LCRCE basados en Maddison (2007, 2009) y WDI.

Aunque no sea consuelo alguno, la historia de LAC no es única. De hecho, la gran mayoría de países en vías de desarrollo no muestran señales de convergencia hacia los estándares de vida de los países desarrollados (Figura 1.7C). En promedio, durante los últimos 50 años un país con un nivel de ingresos inicial entre 20 y 40 por ciento del estadounidense solo tuvo una probabilidad de 10 por ciento de elevarse a niveles de ingreso de un 60 o más por ciento del los Estados Unidos, lo cual sugiere que LAC tiene un ardua tarea por delante. Como enfatizamos en el Reporte de las Reuniones de Primavera 2011, “El Éxito de LAC se Somete a Prueba”, en la actual coyuntura son necesarias, aunque lejos de ser suficientes, políticas macro financieras inteligentes para revertir lo que hasta ahora ha sido una recuperación cíclica y convertirlo en una mayor tasa de crecimiento de largo plazo mientras se dan pasos hacia adelante en lo a la agenda de equidad se refiere. Sin embargo, la pregunta para LAC sigue siendo: ¿Puede la región sostener durante un período prolongado las altas tasas de crecimiento observadas durante esta última recuperación cíclica? Más específicamente, ¿Pueden los países de LAC confiar en la conexión con China para generar tasas altas de crecimiento económico de forma sostenida durante un horizonte de tiempo prolongado?

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México Brasil

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FIGURA 1.9. La Conexión de Japón con los Países del Este Asiático PANEL A. Correlación del Producto PANEL B. Principales Socios Comerciales

Notas: Para el Panel B la muestra de UE15 incluye a Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal, España, Suecia y el Reino Unido; para AEP la muestra incluye a Hong Kong, Indonesia, República de Corea, Malasia, Filipinas, Singapur, Taiwán y Tailandia. Fuentes: WITS y WDI.

Siempre hay una excepción a la regla, y en este caso puede que arroje respuestas interesantes sobre el problema de crecimiento de LAC. Este es el caso de los Tigres del Este Asiático que han, como dijimos, escapado de la “Trampa del Ingreso Medio” y han estado convergiendo hacia niveles de ingresos altos a un rápido ritmo desde los setenta. El “milagro del crecimiento” en estos países se basó en una combinación de acumulación de factores y progreso tecnológico: altas tasas de inversión respaldadas por altas tasas de ahorro doméstico interactuaron con altos niveles de acumulación de capital humano en un ambiente estable y una economía de mercado que fue conducente para la transferencia de tecnología, y por lo tanto para el crecimiento en la productividad (ver Stiglitz and Yusuf, 2001; Banco Mundial 1993). Lo que quizá sea más relevante para LAC es el hecho de que el milagro de crecimiento de los Tigres estuvo ligado en parte a las fuertes conexiones que forjaron con Japón y entre ellos mismos desde los sesenta. Japón fue un vecino cercano de rápido crecimiento, con mejoras tecnológicas impresionantes en la era de postguerra, y que actuó como un gran polo de crecimiento fomentando el crecimiento en estos países por un período largo de tiempo. Como observamos en la Figura 1.9A, en el pico de crecimiento de los países del Este Asiático, Japón era su principal socio comercial, representando por ejemplo más del 20 por ciento del comercio para la República de Corea. El papel como polo de crecimiento que Japón jugo en el crecimiento de los países del Este Asiático se ve reflejado en la alta correlación entre el producto Japonés y el de los Tigres gran parte de los ochenta (Figura 1.9B). E posible que hayan más diferencias que similitudes entre las conexiones LAC-China y las conexiones Tigres-Japón, siendo una de las principales el hecho de que el ingreso per cápita actual de China está por debajo del de LAC, mientras que el ingreso per cápita de los Tigres en 1960 era solo una fracción del de Japón. Sin embargo un ejercicio de comparación y contraste puede ser útil para identificar los problemas sobre los cuales LAC debe enfocarse y las preguntas que deberá hacerse mientras trata de capitalizar sus conexiones con China, conexiones que seguramente se expandirán y profundizarán en el futuro. Para examinar el rol potencial que puede jugar China en aumentar el crecimiento de largo plazo de la región, comparamos la relación de las conexiones entre LAC y China en los años dos mil con aquellas que se

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observaron entre las economías del Este Asiático y Japón entre 1970s y 1990s.7 Está claro que un intercambio comercial significativo y otras conexiones no necesariamente garantizan altas tasas de crecimiento de largo plazo. De hecho, LAC tuvo fuertes conexiones comerciales con los Estados Unidos, una economía avanzada que en principio ofrecía aprendizaje ilimitado para los países de LAC, durante la mayor parte del período posterior a la Segunda Guerra, y sin embargo falló en converger. Al final, el comercio y otras conexiones económicas importan para el crecimiento sostenible solo en el grado en que estos impulsen la acumulación de factores y generen incrementos en la productividad, especialmente aquellos aumentos que generen spillovers positivos hacia la acumulación de capital humano. Por lo tanto, la pregunta para LAC es si semejante proceso virtuoso puede ser fomentado en el contexto de crecientes conexiones con China. Mientras que en el Box 1 examinamos tendencias en la acumulación de factores entre países de LAC y el Este Asiático, las siguientes secciones se enfocan en el incremento de la productividad y el proceso de difusión de la tecnología y el conocimiento.

Box 1. Acumulación de Factores: LAC vs. Economías del Este Asiático

Ejercicios estándar en contabilidad de crecimiento descomponen la tasa de crecimiento del PIB real en dos partes: acumulación de factores (capital humano y físico) y progreso tecnológico. El primero implica poseer una mayor participación activa en el mercado laboral de la población, poseer trabajadores con mayores niveles de educación y con mayores habilidades, poseer gente trabajando más horas, o poseer un mayor stock de capital físico (maquinaria y equipos). Muchos han destacado que la historia exitosa de los tigres del Este Asiático está vincula fuertemente a la acumulación de capital físico y humano. Las tasas de inversión en los tigres del Este Asiático han estado por sobre el 25 por ciento del PIB desde los setenta y su promedio ha estado por sobre el 35 por ciento del PIB desde los noventa (Figura B1.1A). Las altas tasas de inversión en Asia fueron apoyadas por altas tasas de ahorro doméstico (Figura B1.1B). Por el contrario, el ahorro y la inversión a través de los países de LAC7 han sido históricamente bajos. La inversión se ha mantenido relativamente estable en un bajo nivel, que alcanza un 20 por ciento del PIB en las últimas tres décadas. Las tasas de ahorro han sido también particularmente bajas en LAC7, aunque en la última década se rompió la tendencia decreciente que persistió durante 40 años. Las bajas tasas de inversión en LAC han conducido no sólo a un menor producto marginal del trabajo, sino que también a problemas de sub-producción en la infraestructura del sector servicios. En efecto, las mayores economías de LAC no alcanzan los niveles de provisión de electricidad y cobertura vial presentes en los tigres del Este Asiático (Figuras B1.1C y B1.1D). El deterioro de la infraestructura en LAC en los años ochenta se atribuye mayormente a la fuerte caída en la inversión pública en infraestructura producto de los grandes y abruptos ajustes fiscales para hacer frente a los desequilibrios macroeconómicos. En los noventa, el stock en infraestructura eléctrica y de transporte no alcanzó a poseer un impulso significativo. A pesar de la reducción del sector público y a la apertura hacia el sector privado en el sector infraestructura, estos últimos no supieron tomar el relevo, provocando que la brecha en infraestructura entre LAC y AEP se ampliara considerablemente.

7 China ha sido sometida a una transformación estructural de su comercio digna de mención en las últimas tres décadas, de forma tal que ahora es en cierta manera comparable al de Japón en la era de posguerra. A principios de los ochenta el comercio de materias primas de China mostraba las características de un típico país en vías de desarrollo: las exportaciones eran mayoritariamente productos agrícolas, materias primas y manufacturas básicas, mientras que las importaciones estaban dominadas por manufacturas sofisticadas como maquinaria y equipo de transporte. Desde el 2000, las exportaciones chinas han sido principalmente manufacturas (70% de las exportaciones contra el 20% anterior). Mientras tanto las importaciones cambiaron en la dirección contraria, con incrementos relativos en la participación de los productos agrícolas y otras materias primas. Es en este contexto que evaluamos el rol potencial que puede jugar China como un polo de crecimiento para LAC como región.

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Durante los años de alto crecimiento, los tigres del Este Asiático acumularon de forma rápida capital humano y físico –y de forma notable si se le compara con los países de LAC. En 1960, las diferencias entre ambas regiones eran llamativas (Figura B1.2). De acuerdo al Banco Mundial (1993), los gobiernos en AEP se enfocaron inicialmente en el gasto en educación en los primeros niveles proveyendo educación primaria universal. Los logros educativos mejoraron notablemente y para los noventa poseía una composición similar a la de los países de LAC7. En una segunda etapa, las políticas se enfocaron en la expansión de la cobertura en la educación secundaria. Para el 2010, los países de EAP poseen una mayor proporción de su población con educación terciaria respecto a los países de LAC7. El resultado de estas políticas ha sido amplio, la posesión de capital humano altamente calificado es la base para el desarrollo económico. En resumen, los países en LAC se quedan atrás de los tigres del Este Asiático en términos de acumulación de factores. Se debe enfatizar que el capital humano y el físico no solo afectan directamente el crecimiento, sino que también lo afectan de forma indirecta a través de sus efectos en el progreso tecnológico, aumentando aún más las diferencias en crecimiento entre países de ambas regiones. Los ejercicios de contabilidad del crecimiento no resuelven de forma adecuada la endogeneidad en la acumulación de factores y las mejoras en tecnología. Por ejemplo, Lach y Schankerman (1989) muestran evidencia que la investigación industrial (acumulación y desarrollo del conocimiento) puede ser la fuerza primitiva detrás del crecimiento y en la inversión en bienes de capital. Por lo tanto, las metodologías como las adoptadas aquí para calcular la PTF subestiman el efecto de la tecnología en el crecimiento. El

FIGURA B1.1. Acumulación de Capital Físico PANEL A. Ahorro Doméstico Bruto PANEL B. Inversión

PANEL C. Capacidad Eléctrica Instalada

PANEL D. Cobertura Vial

Notas: En el Panel A, los países de AEP incluyen a Hong Kong, Indonesia, República de Corea, Malasia, Singapur y Tailandia. En el Panel B, EAP incluye a Hong Kong, Indonesia, República de Corea, Malasia, Singapur, Taiwán, y Tailandia En ambos Paneles LAC-7 incluye Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela. Fuentes: WDI, Penn World Tables, y la Agencia Internacional de Energía (IEA).

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problema de endogeneidad es importante también cuando se evalúan los efectos de política en el crecimiento económico. Por ejemplo, Klenow y Rodriguez-Clare (1997) sugieren que las políticas en educación que promueven la acumulación de capital humano también poseen un efecto en el progreso tecnológico. No obstante, ya sea la acumulación de factores o la tecnología y el conocimiento los capturados en las estimaciones de la PTF, los resultados expuestos en el texto muestran que LAC pareciera seguir patrones diferentes a los presentes en las economías del Este Asiático. Aunque en los últimos 10 años ha habido un aumento en el optimismo, con aumentos en las tasas de ahorro para ciertos países y con una mayor fracción de la población con educación secundaria y terciaria, estas mejores aún son pálido reflejo en comparación a la tendencia del Este Asiático, sugiriendo que existe un espacio considerable para acciones de política.

FIGURA B1.2. Capital Humano Mayor Nivel Obtenido

Como % del total de la población con 25 años o mas de edad

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Notas: LAC-7 incluye Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, y Venezuela. AEP incluye a Hong Kong, Indonesia, República de Corea, Malasia, Singapur, Taiwán, y Tailandia. Fuente: Barro-Lee (2010).

¿Puede ser China el Japón de LAC? El Crecimiento Internacional y Los Canales de Spillovers Para entender si China puede de hecho tener un efecto sobre el crecimiento del ingreso de los países de LAC en el largo plazo, primero tenemos que preguntarnos si, y cómo, puede el producto difundirse de una economía a otra. Hay varios canales a través de los cuáles el crecimiento en un país puede afectar la actividad económica en otro, los cuáles se discuten en Adams, Kane y Lim (2011). Un polo de crecimiento (es decir, el país de origen) puede estimular la actividad económica en una economía periférica simplemente absorbiendo las exportaciones de la misma y fomentando la expansión de sus industrias exportadores, como hemos visto en el caso de China y los países de LAC. Más aún, pueden llegar a ocurrir una cantidad de reasignaciones que promuevan el crecimiento debido a las conexiones con el polo. Por ejemplo, sectores intensivos en la exportación pueden a su vez estar asociados con una reasignación de la producción desde firmas poco productivas a firmas más productivas (Melitz, 2003), y en algunas industrias puede haber efectos de tamaños de mercado derivados de retornos crecientes de escala (Krugman, 1979). Los flujos de

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capital, y en particular los flujos de IED, pueden conducir a la reasignación de la producción hacia sectores más productivos, y dentro de los sectores hacia firmas más productivas, activando así la transmisión del crecimiento entre fronteras. Sin embargo, el foco más importante de nuestra discusión en las próximas secciones, y típicamente el centro de atención de la literatura sobre polos de crecimiento, es el canal de spillovers tecnológicos. Mientras la tecnología para la mejora de la productividad se transmite de un país a otro, el crecimiento económico también se transmite de forma indirecta de un país a otro. Estos spillovers tienen efectos multiplicativos mayores y de más largo plazo, y por lo tanto es más probable que estimulen el crecimiento en las economías beneficiarias durante períodos de tiempo más prolongados. Hay diferentes formas a través de las cuales la tecnología se transmite de una economía a la otra: Directamente, a través de la tecnología presente en el capital físico o humano, o indirectamente a través de la difusión del conocimiento entre países mediante comercio, migraciones y flujos de capital. Mediante el canal del comercio las importaciones pueden contener bienes intermedios y tecnologías que no están disponibles para el país beneficiario. A mayores importaciones, mayor serán los potenciales spillovers del comercio. El Crecimiento Reciente de la Productividad Sugiere Signos Esperanzadores La intensificación de los efectos derrame del crecimiento desde Japón hacia las economías de Asia del Este, que empezó a finales de los sesenta y principios de los setenta, se puede atribuir en parte a la transmisión de tecnología y, en un sentido más amplio, del conocimiento. Un simple ejercicio de contabilidad del crecimiento es capaz de capturar tal efecto en el término de la productividad total de los factores (PTF), la cual mide cuanto de la misma dotación de factores de producción es capaz de generar un mayor producto. Por lo tanto, la PTF comprende no solo la creación de nuevas tecnologías sino también la adquisición, asimilación y adaptación de tecnologías existentes a nuevos contextos. También refleja el acercamiento, o alejamiento, de la frontera tecnológica. Estimaciones para economías de Asia del Este (se muestran en la Tabla1.2) muestran tasas de crecimiento de la PTF por arriba de 2 por ciento anual de forma consistente a lo largo de los últimos 50 años, sugiriendo así progreso tecnológico significativo en este período.8 Las tasas de crecimiento significativamente más chicas observadas para los Estados Unidos sugieren un proceso de acercamiento a la frontera tecnológica por parte de los Tigres. El crecimiento de la PTF para la región LAC ha sido menos que estelar cuando observamos un horizonte más largo. Sin embargo, luego de tres décadas de magros crecimientos de la PTF, estimaciones recientes sugieren que varios países de LAC han experimentado finalmente cierto progreso tecnológico desde el año 2000 (Tabla 1.2), precisamente al mismo tiempo en que se empezaron a intensificar las conexiones con China. Esto es claramente una simple correlación que por sí sola no dice nada sobre causalidad, pero si nos lleva a preguntarnos si los vínculos de LAC con China ya son, o pueden llegar a ser, un factor en el crecimiento de la productividad. Para los optimistas, por consiguiente, puede ser que el apetito gigante de China por las exportaciones de materias primas (minerales y agrícolas) de LAC este desatando un proceso de acumulación de capital y de mejoras en la productividad en la región. Para los pesimistas, sin embargo, estas conexiones basadas en materias primas, como lo son ahora, no auguran nada bueno para LAC: expone

8 La Productividad Total de los Factores (PTF) se construye como un residuo: la parte del crecimiento del producto que no se puede adjudicar a la acumulación de ningún factor. Ver el Apéndice para una explicación más detallada de como construimos nuestra medida de PTF. Hay sin embargo muchas objeciones a esta medida de crecimiento de la productividad. Para una discusión más detallada ver Grossman y Helpman (2001) y sus referencias.

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fuertemente a la región al riesgo de quedar atrapado en la “maldición de los recursos naturales”.9 De hecho, podrían argumentar que las medidas de crecimiento positivo de la productividad para la década del dos mil podrían estar reflejando principalmente los efectos de ganancias en los términos de intercambio.10 Lo que es indiscutible es que varios países de LAC entraron en la última década en un camino de alto crecimiento, llevándonos a preguntarnos si este desempeño en el crecimiento se puede extender en el tiempo, dado que los vínculos con China solo se pueden intensificar de aquí en adelante. ¿Acaso estamos viendo las primeras etapas de un “crecimiento milagroso”, quizá menos espectacular que el de los Tigres pero igualmente impresionante, en LAC, como podría sugerir una extrapolación ingenua basada en la Figura 1.10? TABLA 1.2. Crecimiento de la PTF alrededor del Mundo

Fuentes: Cálculos de personal de LCRCE basados en Penn World Tables.

9 El término “maldición de los recursos naturales” fue popularizada por Sachs y Wagner (1997), donde documentaron una fuerte relación entre la abundancia de recursos naturales y un bajo crecimiento económico. Hay sin embargo obstáculos econométricos, los cuales son discutidos en mayor detalle, por ejemplo, en Sinnot, Nash y de la Torre (2010).

10 Dado que la PTF es construida como un residuo, captura la tasa de crecimiento del ingreso per cápita explicado por elementos distintos a la acumulación de factores, incluyendo los términos de intercambio. El Reporte 2010 del Banco Mundial para LAC, “Los Recursos Naturales en América Latina y el Caribe: Mas allá de Bonanzas y Crisis?” analiza los distintos canales a través de los cuales “se puede materializar la maldición de los recursos naturales”. Al mismo tiempo enfatiza que la “maldición” no es un destino y que el resultado final del crecimiento con abundancia de recursos naturales depende crucialmente de la calidad de las políticas y las instituciones. Ver Sinnott, Nash y de la Torre (2010).

Prom 61-70 Prom 71-80 Prom 81-90 Prom 91-00 Prom 01-08 Prom 61-08

LAC 7 1.9% 0.4% -2.0% 0.2% 1.0% 0.3%No - LAC 7 1.1% 0.5% -2.0% 0.1% 1.2% 0.2%

Argentina 1.3% -0.2% -2.5% 2.0% 1.4% 0.4%Brasil 2.9% 3.2% -3.3% -1.7% 0.5% 0.3%Chile 1.5% 0.5% -0.5% 2.9% 0.5% 1.0%Colombia 1.4% 1.0% -1.3% 0.0% 1.3% 0.5%México 2.0% 0.3% -0.9% -1.6% 0.3% 0.0%Perú 2.4% -0.2% -3.8% 0.5% 2.9% 0.4%Venezuela 2.1% -2.1% -1.6% -0.5% 0.2% -0.4%Bolivia -0.3% 0.4% -2.6% 0.3% 0.5% -0.4%Costa Rica 2.2% -1.3% -2.6% 0.2% 0.2% -0.3%República Dominicana 0.1% 0.2% -0.8% 2.3% 1.7% 0.7%Ecuador 0.3% 3.5% -2.4% -0.5% 1.7% 0.5%El Salvador 0.9% -1.6% -1.9% 0.5% 0.0% -0.4%Guatemala 2.1% 1.2% -1.7% 0.4% -0.6% 0.3%Honduras 0.3% 1.0% -1.3% -2.7% 1.2% -0.3%Nicaragua 2.2% -1.4% -3.8% -1.4% -1.3% -1.1%Panamá 3.1% 1.8% -0.6% -0.7% 2.5% 1.2%Paraguay 0.3% 2.3% -1.8% -1.9% -0.8% -0.4%Trinidad yTobago 3.0% -1.3% -3.0% 3.3% 8.1% 2.0%Uruguay -0.5% 1.1% -1.2% 2.0% 1.3% 0.5%

AEP 3.1% 2.1% 2.3% 1.3% 2.0% 2.2%Hong Kong 4.9% 2.9% 2.3% 0.9% 2.4% 2.7%Indonesia 0.8% 2.0% 0.8% -0.3% 2.3% 1.1%República de Corea 2.2% 0.0% 3.6% 1.4% 1.9% 1.8%Singapur 2.3% 3.3% 1.7% 2.9% 2.6% 2.6%Taiwán 4.1% 2.8% 3.0% 1.9% 0.8% 2.5%Tailandia 4.6% 1.8% 2.7% 0.7% 2.0% 2.4%

China -0.5% 0.9% 1.6% 3.4% 6.2% 2.3%Estados Unidos 0.9% -0.4% 1.1% 1.0% 0.6% 0.6%Japón 6.7% 1.1% 1.4% -0.7% 0.9% 1.9%

Crecimiento Promedio de la PTF por año

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FIGURA 1.10. Crecimiento de la PTF: ¿La Historia se Repetirá a sí Misma?

Notas: LAC-7 incluye Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, y Venezuela. EAP incluye a Hong Kong, Indonesia, República de Corea, Singapur, Taiwán, y Tailandia. Fuentes: Cálculos de personal de LCRCE basados en las Penn World Tables.

Pero la Difusión Tecnológica a través del Comercio es Desalentadora Yendo un paso hacia adelante y concentrándonos en los efectos más permanentes de la conexión de China con los países de LAC, pasamos a examinar el rol de China en la transmisión de tecnología a través del canal del comercio. Una discusión más amplia de este tema se da en el Box 2. En general, las ganancias en productividad a través del canal del comercio, y las asociadas con la adopción, adaptación y dominio de tecnologías, pueden ser efectivamente substanciales. Como discutíamos antes, la tecnología puede transmitirse entre países no solo a través de importaciones sino también mediante las exportaciones. Al respecto Di Giovanni y Levchenko (2010) proveen evidencia de que el impacto de la intensidad del comercio en la sincronización del producto a nivel sectorial es mayor cuanto mayores las simetrías en la estructura de producción entre países. De hecho, los sectores en distintos países que se usan entre ellos como bienes intermedios tienden a tener una mayor elasticidad de co-movimiento relativo al comercio que otros sectores. Estos hallazgos sugieren que la extensión del comercio intra-industrial (comercio dentro de un mismo sector) es más importante que el comercio bilateral per se. Por lo tanto, el grado de comercio intra-industrial entre dos países puede ser usado como una medida de la transmisión de tecnología, y de forma más amplia de los spillovers de conocimiento. Parecería que el comercio intra-industrial no ha jugado un papel pro-crecimiento en LAC. Esto se muestra claramente cuando medimos el comercio intra-industrial usando el índice ajustado de Grubel-Lloyd, el cual va de cero (puro comercio inter-industrial) a uno (puro comercio intra-industrial).11 En efecto, los países en LAC que exhiben un alto grado de comercio intra-industrial, de acuerdo al índice, no son necesariamente los que tienen mejores desempeños en cuanto a crecimiento, y son en cambio aquellos que tienen comercio relativamente menos intensivo con China (principalmente países de América Central y del Caribe). Los países de LAC7, que en general tienen relaciones comerciales más estrechas con China, tienen muy poco comercio intra-industrial (Figura 1.11A). En un marcado contraste, la extensión del comercio intra-industrial entre Japón y los Tigres de Asia del Este de mejor desempeño en crecimiento fue particularmente alta en 1990, durante los años dorados de su desempeño económico (Figura 1.11B). De hecho, Urata (1993)

11 Esta medida está ajustada por eventuales desbalances de la balanza comercial total si consideramos el comercia intra-industrial total, o la balanza comercial entre países si solo tomamos el comercio bilateral para análisis. Para mayores detalles, ver Grubel-Lloyd (1975).

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t+20

PTF: LAC-7 vs. Tigres de Asia del EstePromedio simple, Indice base 100 =1970 AEP, 2000 LAC

LAC-7

AEP

PBI per Cápita ajustado por PPPDólares Internacionales 2005 por persona LAC - 7 (1990): $6175.4AEP (1960): $2149.9

|| 3333

FIGURA 1.11. Comercio con los Polos de Crecimiento El Grado de Comercio Intra-Industrial con los Polos de Crecimiento

PANEL A. LAC y China PANEL B. AEP y Japón

Composición de las Exportaciones a los Polos de Crecimiento PANEL C. LAC y China PANEL D. AEP y Japón

Composición de las Importaciones desde los Polos de Crecimiento

PANEL E. LAC y China PANEL F. AEP y Japón

Notas: En los Paneles E y F solo se reportan los países con más de un 5 por ciento en comercio total con China. Usamos la clasificación de productos por intensidad de los factores Hinloopen y Van Marrewijk. Fuente: WITS.

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1990

Productos Intensivos en Tecnología

Productos Intensivos en Capital Humano

Productos Intensivos en Trabajo no-cualificado

Productos Intensivos en Recursos Naturales

Productos Primarios

3344 || CCrreecciimmiieennttoo aa LLaarrggoo PPllaazzoo ddee LLAACC:: ¿¿HHeecchhoo eenn CChhiinnaa??

hace énfasis en que el comercio intra-industrial vertical en particular fue lo que caracterizo en gran parte la dinámica del comercio en ciertos sectores, especialmente en maquinaria. Más aún, la composición de las exportaciones e importaciones entre las conexiones LAC-China, comparadas con las que se presentaron entre los Tigres y Japón, sugiere una naturaleza diferente de las relaciones comerciales, y por lo tanto la posibilidad de diferentes spillovers. Los países en LAC con un nivel de comercio más intensivo con China, como Brasil, Chile y Perú, exportan típicamente productos primarios, o bienes intensivos en recursos naturales, e importan manufacturas, generalmente no intensivas en recursos naturales (Figuras 1.11C and 1.11E).12 La mayoría de las economías del Este Asiático, en el apogeo de su conexión con Japón, no sólo importaban maquinaria, equipos y bienes manufacturados, sino que también los exportaban al Japón (Figuras 1.11D and 1.11F). Finalmente, los países de LAC importan una cuota significativa de bienes intensivos en trabajo lo cual contrasta con la gran proporción de bienes intensivos en tecnología, capital y habilidades, que los Tigres importaban de Japón en los años noventa. Aunque la sofisticación tecnológica de China sigue creciendo (Subramanian, 2011), la baja intensidad en tecnologías avanzadas de las importaciones desde China sugiere que el contenido de tecnología nueva y avanzada integrada en las importaciones desde China puede ser menor que el de un producto similar proveniente de un país desarrollado, y por lo tanto tener un potencial más limitado para derrame tecnológico. En resumen, a pesar de los crecientes vínculos comerciales entre China y LAC y algunos puntos positivos que discutiremos abajo, la naturaleza de esta relación no es muy alentadora, hasta ahora, para la promoción del crecimiento de largo plazo de la productividad en la región, y más aún en comparación con la relación entre Japón y los Tigres del Este Asiático. Mientras que China puede estar promoviendo el crecimiento en la región simplemente mediante la absorción de las exportaciones de materias primas de LAC, sosteniendo los precios de las mismas e impulsando la expansión de industrias intensivas en recursos naturales, juega sin embargo un rol mucho más limitado en la difusión de derrames tecnológicos y de conocimiento a través del canal del comercio. El lado positivo es que existe la posibilidad de que exista un grado de complementariedad en la relación comercial entre los países de LAC y China, donde bienes intermedios importados desde China pueden conducir a una mayor competitividad del lado de los productores locales en LAC. Sin embargo, se necesita seguir investigando para entender si los bienes manufacturados importados desde China están compuestos de bienes intermedios o son directamente bienes finales. Además, como muchos señalan, la distancia geográfica entre LAC y China puede afectar negativamente la magnitud de los spillovers tecnológicos inducidos por el comercio. Por ejemplo, Keller (2002) y Schiff y Yang (2009) sugieren que las importaciones de países menos lejanos tienen spillovers mayores sobre la PTF. Una explicación posible para la relación inversa entre distancia y derrames tecnológicos es el efecto de variables culturales e institucionales en el proceso de difusión tecnológica. Este canal es explorado por Keller (2002), quien encuentra que la distancia tiene un menor efecto en los spillovers tecnológicos una vez que controlamos por el idioma, enfatizando que la transferencia tecnológica de un país hacia otro es más efectiva cuando los países tienen características similares. Esto sugiere un rol más limitado para los potenciales spillovers desde China hacia LAC, en comparación con aquellos desde Japón hacia los países del Este Asiático.

12 La CEPAL ha enfatizado repetidamente que LAC se ha unido al polo productivo del siglo 21 (China) con una estructura de producción (basada en materias primas) del siglo 19. En particular CEPAL (2005) resaltaba el rol de LAC como proveedor de productos primarios y manufacturas basadas en recursos naturales y con un bajo grado de transformación.

|| 3355

El Canal de la IED Parece Jugar un Rol Más Limitado Además de los spillovers asociados con el intercambio comercial, Japón actuó como un polo importante de crecimiento para los países del Este Asiático a través de los flujos de inversión extranjera directa (IED), los cuales capturan no solo los efectos directos de relajar las restricciones al financiamiento en las economías destinatarias, sino también proveer los beneficios indirectos de difusión tecnológica y de conocimiento. Durante la mayor parte de los setenta y los ochenta, la IED de Japón en las economías del Este Asiático fue significativa e impulsada por factores de atracción (por ejemplo, bajos costos unitarios del trabajo, liberalización del comercio y políticas pro-IED en las economías destinatarias) como también por los factores de empuje (el decline en la competitividad de Japón en algunas industrias, principalmente intensivas en mano de obra, debido al aumento de los salarios y el fortalecimiento del yen). La composición de los flujos de IED Japonesa hacia Asia del Este evolucionó a lo largo del tiempo. Se ha desplazado desde sectores intensivos en mano de obra, como el sector textil, hacia sectores intensivos en capital y tecnología, como maquinaria y equipos. Los bajos costos de producción en los países destinatarios, y especialmente el trabajo más barato, impulsaron a los empresarios japoneses a desplazar la base de su producción al extranjero (Kawai y Urata, 1998). De hecho, las firmas japoneses siguieron una estrategia de descomponer el proceso productivo en varios sub-procesos y llevaron los que son intensivos en mano de obra a países abundantes en trabajo, llevando a la aparición de sistemas productivos internacionales altamente dependientes en el comercio intra-industrial e intra-firma. Una de las características distintivas de la IED japonesa en Asia que fue de particular importancia para las economías del Este Asiático, de acuerdo a Urata (1993), fue el uso extensivo de pequeñas y medianas empresas, una gran parte de las cuales proveían componentes a grandes empresas de ensamblaje, permitiendo un desarrollo extendido en los países destinatarios. Igual de importante fue el hecho de que estos flujos entrantes de IED transfirieron no solo fondos para inversión fija, sino también tecnología y conocimiento gerencial, los cuales contribuyeron a la expansión y mejora de las capacidades productivas. Además, el flujo entrante de IED permitió a las economías usar la extensiva red de venta desarrollada por las multinacionales japonesas. Una característica particularmente notable en el Este Asiático fue la interacción y simultanea expansión de los flujos entrantes de IED con las exportaciones, los cuales fortalecieron y retroalimentaron los spillovers positivos de ambos. Hasta el momento no observamos que una relación de este tipo este emergiendo entre LAC y China: los flujos de IED están lejos de ser tan significativos como los flujos de intercambio comercial entre ambos. De acuerdo a las estadísticas oficiales chinas, la IED hacia Latinoamérica ha sido relativamente limitada, promediando apenas por arriba de 4 billones USD por año entre 2003 y 2009. Esto asciende al 3-4 por ciento de la IED total hacia la región en el mismo periodo. De acuerdo a estas estadísticas, la IED china hacia Latinoamérica durante dicho periodo fue básicamente a las Islas Caimán y las Islas Vírgenes Británicas, siendo ambos conocidos centros financieros tierra afuera. Sin embargo, estos fondos fueron luego típicamente reinvertidos en algún otro lugar de la región. Gallagher y Porzecanski (2010) estiman que China estuvo buscando principalmente inversiones en industrias primarias (en particular metales) como hierro, cobre y granos de soja, siendo por lo tanto de una naturaleza de búsqueda de recursos. Solo recientemente ocurrieron algunas inversiones nuevas, aunque todavía pequeñas (totalizando menos de 1.5 billones USD), en manufacturas e industrias de transporte en Brasil y México. Claramente, así como Japón con respecto a los Tigres, China tiene los recursos financieros para financiar una IED sustancial en LAC. Sin embargo, China no tiene la ventaja en tecnología y conocimiento sobre LAC que Japón tenia sobre los Tigres. Esta es

3366 || CCrreecciimmiieennttoo aa LLaarrggoo PPllaazzoo ddee LLAACC:: ¿¿HHeecchhoo eenn CChhiinnaa??

de hecho la principal diferencia que limita los beneficios potenciales de la IED china sobre mejoras de la productividad hacia LAC.

Box 2. Difusión Tecnológica a Través del Comercio Internacional

Definida en términos generales, las innovaciones tecnológicas son un importante motor de crecimiento económico, y como argumentan Grossman y Helpman (2001), están relacionadas con el grado de apertura de los países. En efecto, existe una correlación positiva entre el crecimiento de la productividad y la apertura comercial (Figura B2.1). Por un lado, aumentos en la apertura comercial estimulan la transmisión de de información tecnológica, facilitando, por ejemplo, las redes entre los innovadores y la propagación de nuevas ideas. A mayor volumen de comercio internacional, mayor será el número de conexiones entre personas residentes y no-residentes que dan lugar a un intercambio de información, y por lo tanto, de conocimiento. Por otro lado, los cambios rápidos de tecnología intensifican los motivos para el comercio y las consecuencias de integrarse al sistema de comercio mundial. Por lo tanto, lo anterior pone a la difusión tecnológica y al crecimiento en productividad en primer plano de cualquier discusión sobre las experiencias recientes y perspectivas de crecimiento. FIGURA B2.1. Crecimiento de la PTF y Apertura Comercial

Notas: La Apertura Comercial se mide como exportaciones más importaciones, como porcentaje del PIB. Agregamos la línea de regresión y reportamos la ecuación estimada. Las desviaciones estándar se muestran entre paréntesis. Fuente: Cálculos de personal de LCRCE basados en las Penn World Tables.

FIGURA B2.2. El Grado de Comercio Intra-Industrial y el Progreso Económico

PANEL A. CII y la PTF PANEL B. CII y Crecimiento per Cápita

Notas: Agregamos la línea de regresión y reportamos la ecuación estimada. Las desviaciones estándar se muestran entre paréntesis. Fuentes: WITS y las Penn World Tables.

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|| 3377

Para beneficiarse de esta derrames tecnológicos, las economías necesitan aumentar su apertura al comercio, y esto en particular las economías en desarrollo, ya que el efecto de la apertura en los derrames tecnológicos es relativamente más importante para estas últimas (Schiff y Yang, 2004). Sin embargo, incluso después de contabilizar por el grado de apertura comercial, los derrames tecnológicos producto del comercio se profundizan en una serie de otros factores, siendo el grado de comercio intra-industrial (CII) uno de estos. Se espera que los efectos de los derrames tecnológicos sean más pronunciados en un contexto de CII vertical, esto ocurre cuando el comercio involucra productos del mismo sector pero a diferentes etapas del proceso productivo –por ejemplo cuando un país importa insumos para sus industrias. Sin embargo, se puede esperar que el efecto derrame ocurra también con CII horizontal, la cual captura el comercio entre productos diferenciados en la misma etapa productiva, ya que esta podría ayudar a las firmas nacionales a mantenerse en la frontera tecnológica de sus competidores. Por lo tanto, el alcance del CII para un país dado puede ser usado como una medida aproximada de difusión tecnológica y de los derrames de conocimiento. No es sorprendente que el grado de comercio intra-industrial, medido por índice ajustado de Grubel-Lloyd, sea un factor positivamente relacionado no sólo con el crecimiento de la PFT, sino que también con el crecimiento real del producto per-cápita (Figura B2.2). En otras palabras, las diferencias en la estructura comercial a través de los países podrían estar relacionadas con las diferencias existentes en productividad y crecimiento económico.

El Canal de la IED Parece Jugar un Rol Más Limitado Además de los spillovers asociados con el intercambio comercial, Japón actuó como un polo importante de crecimiento para los países del Este Asiático a través de los flujos de inversión extranjera directa (IED), los cuales capturan no solo los efectos directos de relajar las restricciones al financiamiento en las economías destinatarias, sino también proveen los beneficios indirectos de difusión tecnológica y de conocimiento. Durante la mayor parte de los setenta y los ochenta, la IED de Japón en las economías del Este Asiático fue significativa e impulsada por factores de atracción (por ejemplo, bajos costos unitarios del trabajo, liberalización del comercio y políticas pro-IED en las economías destinatarias) como también por los factores de empuje (el decline en la competitividad de Japón en algunas industrias, principalmente intensivas en mano de obra, debido al aumento de los salarios y el fortalecimiento del yen). La composición de los flujos de IED Japonesa hacia Asia del Este evolucionó a lo largo del tiempo. Se ha desplazado desde sectores intensivos en mano de obra, como el sector textil, hacia sectores intensivos en capital y tecnología, como maquinaria y equipos. Los bajos costos de producción en los países destinatarios, y especialmente el trabajo más barato, impulsaron a los empresarios japoneses a desplazar la base de su producción al extranjero (Kawai y Urata, 1998). De hecho, las firmas japoneses siguieron una estrategia de descomponer el proceso productivo en varios sub-procesos y llevaron los que son intensivos en mano de obra a países abundantes en trabajo, llevando a la aparición de sistemas productivos internacionales altamente dependientes en el comercio intra-industrial e intra-firma. Una de las características distintivas de la IED japonesa en Asia que fue de particular importancia para las economías del Este Asiático, de acuerdo a Urata (1993), fue el uso extensivo de pequeñas y medianas empresas, una gran parte de las cuales proveían componentes a grandes empresas de ensamblaje, permitiendo un desarrollo extendido en los países destinatarios. Igual de importante fue el hecho de que estos flujos entrantes de IED transfirieron no solo fondos para inversión fija, sino también tecnología y conocimiento gerencial, los cuales contribuyeron a la expansión y mejora de las capacidades productivas. Además, el flujo entrante de IED permitió a las economías usar la extensiva red de venta desarrollada por las multinacionales japonesas. Una característica particularmente

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notable en el Este Asiático fue la interacción y simultanea expansión de los flujos entrantes de IED con las exportaciones, los cuales fortalecieron y retroalimentaron los spillovers positivos de ambos. Hasta el momento no observamos que una relación de este tipo este emergiendo entre LAC y China: los flujos de IED están lejos de ser tan significativos como los flujos de intercambio comercial entre ambos. De acuerdo a las estadísticas oficiales chinas, la IED hacia Latinoamérica ha sido relativamente limitada, promediando apenas por arriba de 4 billones USD por año entre 2003 y 2009. Esto asciende al 3-4 por ciento de la IED total hacia la región en el mismo periodo. De acuerdo a estas estadísticas, la IED china hacia Latinoamérica durante dicho periodo fue básicamente a las Islas Caimán y las Islas Vírgenes Británicas, siendo ambos conocidos centros financieros tierra afuera. Sin embargo, estos fondos fueron luego típicamente reinvertidos en algún otro lugar de la región. Gallagher y Porzecanski (2010) estiman que China estuvo buscando principalmente inversiones en industrias primarias (en particular metales) como hierro, cobre y granos de soja, siendo por lo tanto de una naturaleza de búsqueda de recursos. Solo recientemente ocurrieron algunas inversiones nuevas, aunque todavía pequeñas (totalizando menos de 1.5 billones USD), en manufacturas e industrias de transporte en Brasil y México. Claramente, así como Japón con respecto a los Tigres, China tiene los recursos financieros para financiar una IED sustancial en LAC. Sin embargo, China no tiene la ventaja en tecnología y conocimiento sobre LAC que Japón tenia sobre los Tigres. Esta es de hecho la principal diferencia que limita los beneficios potenciales de la IED china sobre mejoras de la productividad hacia LAC.

Alcance limitado para círculos virtuosos, por ahora En la intersección entre IED y conexiones en el comercio están las cadenas de valor. El World Investment Report 2011 de la UNCTAD enfatiza que, además de ser un factor importante detrás de la IED y los flujos de comercio a nivel mundial, estas cadenas de valores traen tanto beneficios directos (generación de empleo, valor agregado local directo y exportación de tecnología) como, más importantes aún, beneficios indirectos. Pueden actuar como catalizadores no sólo para mejoras en la tecnología y el conocimiento sino también como constructoras de capacidad y desarrollo económico amplio, conduciendo entonces hacia ciclos virtuosos. Los Tigres prosperaron cuando desarrollaron estas cadenas de valor, aprovechando su conexión con el Japón y entre ellos. Desde sus etapas más tempranas de desarrollo a mediados de los ochenta, los países de Asia del Este fueron muy activos en la creación de vínculos y en la mejora de su producción. En efecto, el World Investment Report 2011 de la UNCTAD resalta un número de ejemplos de dichos ciclos virtuosos entre IED, flujos de comercio y desarrollo doméstico entre países de Asia del Este: desde electrónica y semiconductores en Taiwán hasta autopartes en la República de Corea. La inserción y el desarrollo de estos vínculos ha continuado a lo largo del tiempo, y la participación en las cadenas globales de valor (por ejemplo, fabricación por contrato y tercerización de servicios) se haya hoy plenamente expandida entre las economías asiáticas, cuyas compañías se encuentran entre las líderes en industrias tales como electrónica, semiconductores, vestimenta, calzado, juguetes e información tecnológica. Por el momento LAC se halla considerablemente atrasado con respecto a los Tigres en este aspecto. Hay muy poca evidencia que sugiera una integración substancial de LAC en las cadenas globales de producción. Los países de LAC, por ejemplo, no aparecen normalmente en las listas de centros de producción de la UNCTAD, y sus compañías no son reportadas entre las grandes firmas involucradas en las cadenas globales de valor. Hay dos vistas opuestas sobre las razones detrás de estos patrones. Por un lado, muchos ven la dependencia de las materias primas como una maldición. Las industrias basadas en recursos naturales son

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percibidas como sectores pobres para generar vínculos (permanecen típicamente lejos de los sectores de valor agregado e innovadores), tienen poco potencial para evolucionar hacia productos de mayor calidad, valor agregado y diferenciación, y por último están asocia dadas a una baja generación de empleo.13 Además, las materias primas pueden, a través de una moneda fuerte, desplazar a industrias donde los spillovers potenciales son grandes. Por el otro lado, muchos argumentan que si se tienen las instituciones y políticas adecuadas para promover la difusión de tecnología así como las conexiones y otras externalidades positivas, entonces hay lugar para conexiones hacia arriba y hacia abajo, mejoras en la calidad y spillovers tecnológicos en sectores basados en recursos naturales.14 Muchos de los notables ejemplos más citados son las economías desarrolladas de hoy: Canadá, Australia, Estados Unidos y los países Escandinavos. La abundancia de recursos naturales conjuntamente con una densa red de instituciones y políticas para generar y diseminar el conocimiento, fueron lo que fijaron las bases originales para el crecimiento de estas economías, como argumentan Blomstrom y Meller (1991) y De Ferranti et al. (2002). Nosotros tomamos este segundo enfoque. Como sosteníamos en uno de nuestros Reportes, “Los Recursos Naturales en América Latina y el Caribe: Más Allá de Bonanzas y Crisis”, no hay evidencia convincente de que la producción de materias primas sea, en general, “inferior” en sus conexiones y spillovers a otros tipos de producción. Evidencia econométrica rigurosa, como se presenta en Lederman y Maloney (2006), tiende a contradecir que hayan efectos de una maldición explorados en Sachs y Warner (1997). De esta manera, a pesar de que la abundancia de recursos naturales podría generar riesgos a tomar en cuenta (alta volatilidad de los precios de las materias primas, poca diversificación y productividad y comportamiento predador por parte de los políticos), la abundancia de recursos naturales podría llevar a una senda de crecimiento sostenido si se tienen las instituciones adecuadas. Algunos ejemplos positivos emergen desde LAC en este plano. Las instituciones en muchos de los países más dependientes de materias primas en LAC han mejorado, lo cual significa que el efecto rapaz de los recursos naturales podría mantenerse bajo control. La nota de complicación la pone la descentralización en materia fiscal observada en muchos países en LAC que dificulta la coordinación alrededor de objetivos nacionales estratégicos en cuanto al uso de los ingresos provenientes de recursos naturales. Volviendo a lo positivo, hay evidencia de que los sectores dependientes de las materias primas están experimentando mejoras tecnológicas y generando conexiones, así como mejoras en el empleo. Por ejemplo, hay evidencia de incrementos en valor agregado, efectos de conexión y vínculos intersectoriales en el sector agrícola de Argentina, Chile y Uruguay, y la cría de salmón en Chile.15 Un caso de estudio de la industria del metal también sugiere algunos spillovers positivos y mejoras para la región. La participación de LAC en el comercio global de metales se ha expandido a lo largo del tiempo debido tanto a mejoras inter-producto como a mejoras en la calidad intra-producto (Figura 1.12).16 Un estudio de las minas de oro en Perú encuentra conexiones muy extendidas con áreas locales a través del uso de trabajo local y otros factores.17 Evidencia anecdótica sugiere fuertes efectos de agregación alrededor de Codelco, el gigante en la minería de cobre en Chile. En resumen, hay evidencia esporádica pero robusta de que LAC no solo se ha estado moviendo hacia la producción de productos más sofisticados y de mayor valor agregado dentro de sus industrias basadas en recursos naturales, sino que también se desarrollaron cadenas de valor, conexiones y efectos de agregación.

13 Ver por ejemplo Hausmann, Hwang, y Rodrik (2005). 14 Ver por ejemplo Wright (2006). 15 Ver Valdes y Foster (2003), Regunaga (2010), y O'Ryan et al. (2010). 16 Ver Mandel (2009). 17 Ver Aragon y Rud (2009).

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FIGURA 1.12. La Cuota del Mercado del Metal de LAC a lo Largo de la Cadena de Valor

Fuente: Mandel (2009).

Por lo tanto, la abundancia de recursos naturales no es necesariamente una maldición y plantea cuestiones mucho más complejas de lo que se cree. Como argumentamos antes (ver Lederman y Maloney, 2010), lo que importa no es necesariamente que lo que un país produzca sino como es producido y si genera spillovers positivos al resto de la economía. Mientras que estar conectado con China, y de forma más amplia al resto del Mundo, a través de las materias primas no genera automáticamente mayores vínculos e inserción en las cadenas de valor, hay un lugar importante para que políticas públicas apropiadas determinen un resultado final favorable. Un conjunto apropiado de políticas que apunte a promover la difusión de tecnologías y un aprendizaje más amplio puede conducir eventualmente a considerables spillovers positivos en industrias basadas en recursos naturales, disminuyendo por lo tanto la probabilidad de quedar atrapado en una maldición de los recursos naturales. LAC parece haber tenido un buen comienzo, pero la región todavía está lejos de los desarrollos de las economías de Asia del Este, y por lo tanto tiene un largo camino por recorrer. Pero aún en un contexto de comercio basado en las ventajas comparativas con China, los países de LAC tienen el potencial de aprovechar su conexión con China y convertir dicha conexión en una bendición.

Otras Conexiones de LAC Además de China Nuestro simple análisis sobre los diferentes canales a través de los cuales se propagan los spillovers internacionales sugiere que el alcance que tiene la relación con China en fomentar el crecimiento de la productividad entre países de LAC es, en este momento, bastante limitado. Sin embargo, LAC también está conectado con el resto del mundo a través de la IED y el comercio. ¿Hay por lo tanto otros países jugando un rol prominente en estimular el crecimiento de la productividad en la región? ¿O son las condiciones de LAC menos conducentes que aquellas en las economías del Este Asiático para la absorción de tecnología extranjera independientemente de su procedencia? Quizá LAC esté absorbiendo tecnologías de diferentes fuentes, o quizá los problemas están en las condiciones domesticas en los países mismos de LAC. Vamos a pasar a esos asuntos a continuación. Como resaltamos en la Box 2, hay diferentes canales a través de los cuales la tecnología puede difundirse entre países: directamente, a través de la tecnología incorporada en el capital físico y humano, o indirectamente a través del comercio, las migraciones y los flujos de capital y la diseminación de conocimiento que estos generan. Sin embargo, los países necesitan abrirse y complementar la apertura con

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políticas domésticas apropiadas para adueñarse de los beneficios de estos derrames tecnológicos, y los países asiáticos han sido líderes en esta área. Aunque la mayoría de los países del Este Asiático, excepto por Hong Kong, pasaron por una fase importante de sustitución de las importaciones con alto grado de proteccionismo, estos períodos terminaron antes que en la mayoría de las economías en desarrollo. De acuerdo con Page (1994), Hong Kong, Malasia y Singapur adoptaron rápidamente regímenes comerciales comparables con libre comercio; la República de Corea y Taiwán adoptaron regímenes mixtos que fueron mayoritariamente libres para las industrias exportadoras; y Tailandia e Indonesia empezaron a reducir en los ochenta la protección que tenían. En estos países se implementaron políticas extendidas junto con factores de empuje de las exportaciones. En contraste, la mayoría de los países de LAC solo comenzaron su proceso de liberalización a principios de los noventa y han permanecido relativamente cerrados al comercio desde ese entonces, siendo Chile quizá una de las únicas excepciones (ver Edwards y Lederman, 1998). Por ejemplo, mientras las exportaciones e importaciones representaron alrededor del 60 por ciento del PIB para las economías de Asia del Este durante los años dos mil, estas solo representaron un 20 por ciento en promedio para las economías de LAC7. Como consecuencia, la estructura orientada hacia al exterior de las economías de Asia del Este las posiciona en una mejor situación para tomar ventaja de los spillovers en comparación a las economías relativamente cerradas de LAC. En general los países de LAC no son solo más cerrados sino que también su composición del comercio también parece ser menos conducente a los spillovers tecnológicos que la de los países de Asia del Este. La extensión total de CII también apunta a marcadas diferencias entre las economías de Asia del Este y los países de LAC (Figura 1.13).18 Los países de LAC no solo muestran en promedio un menor grado de CII que los países de Asia del Este, sino que prácticamente no han visto cambio alguno en su estructura en los últimos 20 años, Costa Rica siendo una excepción. Esto contrasta marcadamente con los incrementos observados entre los Tigres del Este Asiático. Hong Kong, la República de Corea, Singapur y Taiwán desarrollaron las industrias altamente desarrolladas e intensivas en capital en etapas tempranas de su crecimiento acelerado, donde el comercio intra-industrial juega típicamente un rol clave. Sin embargo, estos avances llegaron en etapas posteriores para las otras economías de Asia del Este (Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia, por ejemplo). Entre los países de LAC, los de América Central y el Caribe muestran típicamente un grado mayor de CII que los de Sudamérica, incluyendo la mayoría de los LAC7, sin embargo solo hay pequeños incrementos en el tiempo. Ahora pasamos a los flujos totales de IED. Como notamos, la tecnología y el conocimiento pueden difundirse desde la casa matriz hacia las subsidiarias (directa o indirectamente a través de bienes intermedios, las cuales a su vez pueden derramar hacia otras firmas en el país huésped a través de la rotación laboral.19 Hay una vasta literatura empírica, aunque sin conclusiones robustas, que considera a la IED como un canal importante de difusión de la tecnología.20 Una vez más, el nivel de flujos entrantes de IED sugiere que este canal puede ser particularmente débil para los países de LAC en comparación con los países de Asia del Este para la mayor parte de los últimos 40 años (Figura 1.14). Los influjos de IED hacia los países de LAC representan en promedio menos del 2 por ciento del PIB para los países de LAC7 hasta mediados de los

18 Para poder capturar el grado de CII vertical se usó una clasificación estimativa de industrias a nivel de sectores a dos dígitos. Si usamos una clasificación más fina de las industrias (Sectores a 4 dígitos) se obtienen ranking de países y diferencias entre regiones similares. 19 Ver por ejemplo Ethier (1986), Rodriguez-Claire (1996), Fosfuri, Motta y Ronde (2001). 20 Ver Adams-Kane y Kim (2011) y las referencias allí provistas.

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FIGURA 1.13. El Grado de Comercio Intra-Industrial PANEL A. LAC PANEL B. AEP

PANEL C. Cambios en el Grado de CII a través del Tiempo

Notas: En el Panel C, el año inicial para LAC es 1990 y el año final es 2009; para los países de AEP el año inicial es 1970 y el año final es 1990. Fuente: WITS.

noventa, cuando crecieron abruptamente debido a una ola de privatizaciones de las empresas públicas. Sin embargo, en la primera década de los dos mil los flujos de IED hacia LAC crecieron y se estabilizaron alrededor del 3 por ciento del PIB. Esto todavía se queda corto de la importancia cuantitativa que la IED tiene para los países de Asia del Este, relativo al tamaño de sus economías. En efecto, en los últimos 25 años el flujo de IED hacia estas economías, aunque fluctuó significativamente, se mantuvo en general por encima, o en, 5 por ciento del PIB. Un factor importante a la hora de explicar el grado de derrames positivos de la difusión de tecnología, ya sea por comercio o por flujos de IED, es la existencia de trabajo calificado con alto grado de educación y calificación técnica (por ejemplo, ingenieros bien entrenados y gerentes habilidosos) en el país destinatario. Esto permite y fomenta la absorción de nuevas tecnologías y conocimiento. Schiff y Yang (2010) observan de hecho una interacción positiva entre educación y difusión tecnológica. Sin embargo, la calidad del capital humano es tan importante como la cantidad del mismo. Como señalan Acemoglu y Zilibotti (2001), el progreso tecnológico en la frontera está sesgado hacia los trabajadores más calificados, sugiriendo que los países con niveles más bajos de educación enfrentan una barrera importante en el proceso de adopción tecnológica y de acercamiento hacia la frontera tecnológica. Respaldando la teoría de que la tecnología

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FIGURA 1.14. Influjos Netos de IED

Notas: AEP incluye Hong Kong, Indonesia, República de Corea, Malasia, Singapur, y Tailandia. Fuente: WDI.

extranjera y la formación de capital humano se complementan y refuerzan, Borensztein, de Gregorio y Lee (1998) encuentran que para que la IED tenga efectos positivos sobre el crecimiento es necesario un nivel mínimo de capital humano en el país destinatario. La disponibilidad de una provisión abundante de capital humano se refleja en el nivel agregado de educación de la población de un país. En este frente, LAC enfrente dos desafíos importantes: Mejorar los bajos niveles de inscripción en educación superior, así como mejorar la calidad de la educación. Maloney (2011) encuentra evidencia de que, controlando por la etapa de desarrollo económico, los estudiantes de LAC se desempeñan peor en los exámenes estandarizados. Además, muestra que las universidades en los países de LAC son percibidas como de peor calidad que sus contrapartes europeas o asiáticas. Este problema estructural que enfrenta la región se origina en un nivel inapropiado de factores para la educación, los cuales van desde gasto publico ineficiente hasta maestros poco calificados. El último punto es puesto en evidencia por Thorn y Soo (2006), donde muestran que solo el 5 por ciento de los profesores en la educación terciaria de LAC tienen títulos doctorales (en el Reino Unido este número esta por arriba de 40 por ciento, por ejemplo), poniendo a las universidades de LAC muy por detrás de la frontera de conocimiento. Fijando la agenda de cara al futuro, los esfuerzos que se hagan para revertir estos patrones son fundamentales si esperamos que LAC obtenga mayores beneficios por ser parte del mundo globalizado. Como nota positiva, que en el Capítulo 2 de este reporte vamos a discutir en mayor detalle, algunos países de la región pueden haber empezado a cambiar, dado que la calidad de la educación entre los LAC7 ha estado mejorando en la pasada década a paso lento pero uniforme. Las políticas domesticas también pueden jugar un rol crucial en fomentar los spillovers de conocimiento del comercio, aunque no son independientes de los factores que resaltamos antes. Muchos argumentan que, detrás de las altas estimaciones de la productividad para los Tigres del Este Asiático a lo largo de las décadas pasadas, subyace un amplio conjunto de políticas que persiguen activamente la tecnología extranjera a través de una variedad de mecanismos. De acuerdo al Banco Mundial (1993), los países del Este Asiático promovieron y atrajeron transferencias de tecnología en la forma de licencias, importaciones de bienes de capital, entrenamiento extranjero e inversión extranjera directa. Otros han documentado también el proceso de difusión tecnológica, y particularmente el aprendizaje por imitación y adaptación, para Japón y los Tigres del Este Asiático en el sector manufacturero.21 En contraste con la experiencia de Asia del Este, Katz (1987) 21 Ver por ejemplo Lockwood (1954), Rhee, Ross-Larson, y Purcell (1984), entre otros.

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reporta que los esfuerzos realizados por algunas fábricas, en algunas de las economías relativamente cerradas de LAC, para mejorar la productividad de las existencias actuales de capital con innovaciones internas no generaron crecimiento importante de la productividad. Lo más probable es que como consecuencia de todos estos factores, y algunos otros, los países de LAC hayan sido incapaces de absorber y crear tecnología en el momento apropiado. LAC no ha utilizado sus conexiones de comercio e IED para aprender, sobre todo cuando lo comparamos con los países de Asia del Este. De hecho, la brecha de LAC en la producción y adopción de conocimiento se ha expandido con respecto a Asia del Este. Esto es ilustrado en la Figura 1.15, donde se muestra el dramático incremento en el número de patentes que otorga la Oficina de Patentes de los Estados Unidos (USPTO) a ciudadanos de países de Asia del Este el cual contrasta con el bajo número de patentes otorgadas a ciudadanos de LAC entre 1960 y 1990. Además, como muestran Comin y Hobijn (2010) para los últimos 50 años, los países de LAC tardan más en implementar y hacer uso de las nuevas tecnologías (por ejemplo, computadoras, celulares e internet). Este flojo desempeño en la innovación de los países de LAC todavía está presente cuando uno tiene en cuenta los niveles de ingreso (Lederman and Maloney, 2003).

Comercio Internacional y Asimetrías Macro-Financieras Muchos han argumentado que políticas macro-financieras orientadas hacia el equilibrio entre estabilidad y competitividad han contribuido al buen desempeño de los países de Asia del Este. En efecto, las economías de LAC y Asia del Este han seguido caminos muy diferentes para enfrentar la denominada “trinidad imposible” (la inhabilidad para mantener al mismo tiempo un tipo de cambio estable y competitivo, una cuenta capital abierta y política monetaria independiente). De acuerdo a Yusuf (2001), los pilares del manejo macroeconómico en las economías emergentes de Asia del Este incluían no solo un ambiente de negocios estable, con una inflación relativamente baja que promoviera inversiones de largo plazo, y políticas fiscales prudentes y sostenibles, sino también una política cambiaria orientada hacia sostener la competitividad de las exportaciones. Al mismo tiempo, como vemos en la Figura 1.16, las economías de Asia del Este en los setenta y ochenta mantuvieron una cuenta capital relativamente cerrada. Al mantenerse relativamente cerrados al capital no-IED, y generando altas tasas de ahorro interno, las economías de Asia del Este fueron FIGURA 1.15. Creación de Tecnología

Notas: La muestra de países de AEP incluye Hong Kong, República de Corea, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Taiwán, y Tailandia. La muestra de países de LAC Antigua y Barbuda, Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. Fuente: UNIDO.

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capaces de sostener un modelo exportador basado en una tasa de cambio competitiva durante la mayor parte de su “fase milagrosa.” En contraste, LAC optó por una combinación diferente de apertura comercial y financiera, y un enfoque diferente para enfrentar con la “trinidad imposible”. En general, comparados con los países de Asia del Este, los países de LAC han revelado una preferencia por menor apertura comercial mientras avanza más agresivamente, con excepción de la “década perdida” de los ochenta, hacia la apertura a movilidades de capitales no-IED. En términos de la trinidad imposible, dado el alto grado de integración financiera internacional LAC ha tendido tradicionalmente a renunciar a la independencia de la política monetaria a cambio de la estabilidad del tipo de cambio hasta los años dos mil, cuando varios países de LAC lograron recuperar dicha independencia basándose en monedas más fuertes y una mayor flexibilidad en el tipo de cambio. Sin embargo, dadas las tasas de ahorro relativamente bajas de LAC (Figura B1.1), mantener un tipo de cambio real competitivo ha sido difícil para la región. En particular, episodios de apreciación del tipo de cambio real tendieron a acompañar influjos de capital (no-IED) y bonanzas en el precio de las materias primas, los cuales a su vez fueron históricamente seguidos de reversiones en el flujo de capitales, colapsos en el precio de las materias primas y fuertes depreciaciones reales. Sin embargo, como antes notamos, en la última década los regímenes de tipo de cambio flexible en LAC fueron respaldados por marcos de política monetaria más solida, procesos fiscales más viables y menores desbalances cambiarios en los balances de los deudores. Aunque estas condiciones aseguran monedas más sanas y creíbles, no son suficientes para asegurar una competitividad del tipo de cambio real durable. En efecto, en la ausencia de ahorros elevados, los fuertes vientos de cola provenientes de altos, pero potencialmente volátiles, influjos de capital y los precios de las materias primas ya están resultando en monedas más fuertes y planteando serios riesgos de sobrevaluación. Por lo tanto, el desafío que han enfrentado recientemente muchas de las economías de LAC ha sido encontrar la combinación apropiada de políticas para fomentar la competitividad mientras se mantienen bajas tasas de inflación y estabilidad macro-financiera. Probablemente este siga siendo un desafío central en FIGURA 1.16. El Grado de Apertura Comercial

PANEL A. Apertura Financiera PANEL B. Apertura Comercial

Notas: En el Panel A los países de AEP son Hong Kong, Indonesia, República de Corea, Malasia, Filipinas, Taiwán y Tailandia. Fuentes: Kaminsky y Schmukler (2002), Lane y Milesi-Ferretti (2007).

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el futuro mientras LAC intenta capitalizar su riqueza de recursos naturales y profundizar sus conexiones con China. Dadas las condiciones estructurales de ser relativamente menos abiertos al comercio y relativamente más abiertos a influjos de capital no-IED que sus contrapartes de Asia del Este, manejar de forma apropiada tales desafíos es condición necesaria pero no suficiente para que los países de LAC experimenten crecimiento de largo plazo sostenido. Al final, LAC probablemente tenga que aprender a vivir con monedas más fuertes, lo que implica un premio más alto a las políticas que apunten a reducir los costos de hacer negocios e incrementar la productividad económica.

Conclusiones El periodo entre 2002 y 2008 trajo consigo la esperanza que la tendencia de crecimiento en LAC empezaría a cambiar para bien. Durante estos años varios países en la región registraron tasas de crecimiento similares a las de los países asiáticos, las cuales estuvieron sustentadas no solo en condiciones externas favorables (i.e. tasas de interés bajas, liquidez abundante y precios altos de los recursos naturales y la producción agrícola) sino que también estuvieron apoyadas por mejoras en los niveles de productividad. La región además experimentó una reducción en su vulnerabilidad macro-financiera, dio pasos hacia adelante en el tema de equidad (i.e., reducción significativa de la pobreza y una reducción en la desigualdad) y se consolidaron las instituciones democráticas Reforzando y retroalimentando este desempeño, factores que contribuyeron y reforzaron el gran desempeño antes mencionado. La esperanza de un cambio para bien se fortaleció después de la buena respuesta de la región a la crisis financiera global, lo cual deja a LAC en una posición sin precedentes para empezar una vigorosa agenda de crecimiento. China se ha convertido en la última década en un importante polo de crecimiento para LAC. Contrario a las preocupaciones iniciales de que la producción China desplazaría la producción de LAC a mercados terciarios, la conexión con China se ha caracterizado por la gran complementariedad entre la abundancia de recursos naturales de LAC y el modelo de desarrollo Chino, altamente dependiente de los recursos naturales. De esta manera la conexión con China ha despertado la expectativa de que LAC pueda alcanzar altas tasas de crecimiento de largo plazo que han resultado esquivas para la región durante el último siglo. Esta, sin embargo, no es la primera ocasión que LAC ha tenido la oportunidad de crecer empujado por un polo de desarrollo. De hecho, Estados Unidos – el mayor aliado comercial y fuente de inversión directa de la región en el siglo XX—pudo haber desempeñado ese papel. Desafortunadamente, por un conjunto de razones externas e internas, esa conexión no tuvo éxito en fomentar la convergencia de la región hacia los niveles de ingreso de los países desarrollados. Es por esto que la conexión con China no debe tomarse con complacencia. De hecho, la naturaleza de la conexión con China, basada en gran medida en la exportación de recursos naturales y productos agrícolas, plantea la incertidumbre de si esta conexión puede convertirse en una maldición para el crecimiento de largo plazo en lugar de la bendición que representa en el corto plazo. Esta preocupación debe ser tomada en cuenta sobre todo ante la experiencia pasada en la que periodos fructíferos en lo que a recursos naturales se refieren acabaron en episodios de desolación e inestabilidad económica. Sin embargo, la experiencia de algunos países desarrollados con abundancia de recursos naturales (como por ejemplo Canadá y los países Escandinavos) muestra que esta riqueza puede servir como plataforma para el desarrollo económico. Más aún, existen muestras escasas, pero esperanzadores, de que LAC no solo ha dado pasos hacia adelante hacia una producción más sofisticada y de mayor valor agregado en los sectores que están relacionados a las materias primas, sino que además se están creando cadenas de producción y conexiones. Es por esto que la prioridad en la región, con respecto a la conexión con China, es emprender

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de manera decidida en políticas económicas que permitan utilizar la riqueza de recursos naturales de LAC como base para el crecimiento económico sostenido. Como hemos propuesto ampliamente en nuestro reporte (Natural Resources in Latin America and the Caribbean: Beyond Booms and Busts?), las políticas económicas deben estar dirigidas hacia combatir los tres canales a través de los cuales opera la maldición de los recursos. El primer objetivo es reducir la volatilidad en los precios de los recursos naturales y los productos agrícolas a través de una combinación de políticas fiscales y fondos de estabilización. El segundo objetivo es evitar entramparse en una situación de baja diversificación y baja productividad buscando mejorar el valor añadido y el contenido tecnológico de la producción de recursos naturales y sectores afines a esta, fomentar la conectividad entre los grupos de actividades relacionadas, maximizando de esta manera los spillovers de conocimiento, y mejorando de manera continua la seguridad empresarial y las condiciones para la diversificación. Finalmente están las políticas que promulgan la transparencia y la responsabilidad del sector público junto con la incorporación de criterios de equidad inter-generacional en la toma de decisiones con respecto a los ingresos provenientes de los recursos naturales, protegiendo a las instituciones políticas y a los procesos de toma de decisiones contra un comportamiento depredador. La habilidad de los gobiernos de ahorrar una fracción sustancial de los ingresos generados por los recursos naturales, los cuales permitirían un mantener un superávit primario estructural en el futuro, sería una clara muestra de avance en los tres frentes antes mencionados. Aprovechar los nuevos y fuertes vínculos con la economía global, y en especial con China, es el gran desafío que los políticos de LAC enfrentan en este momento. El desafío se encuentra en aprovechar al máximo (aprendiendo, mejorando los modelos empresariales, adoptando nuevas tecnologías, diversificando y mejorando la conectividad) los grandes volúmenes de intercambio comercial y de inversión directa extranjera, así como la mayor integración financiera. En el corto plazo, el manejo óptimo de la maduración del ciclo económico en la región será primordial para poder preparar el terreno a una agenda de crecimiento de largo plazo. Mejorar la respuesta contra-cíclica de la política fiscal así como el empleo de políticas macro-prudenciales es esencial para alcanzar los objetivos de corto plazo antes mencionados. Por otro lado los encargados de la política económica en los países de LAC deberán utilizar todos los amortiguadores contra los shocks en el caso de un deterioro extremo de los factores externos. El hecho de que la mayoría de los países en LAC hayan, de manera prudente, subido las tasas de interés pone a la región en una posición fuerte de cara a una situación adversa –los países pueden empezar a adoptar una política monetaria contra-cíclica dejando que el tipo de cambio absorba los shocks externos en caso de ser necesario. En el frente fiscal, varios países, incluyendo a Brazil, han adoptado una posición de prudencia, construyendo amortiguadores fiscales y esperando a la resolución de la incertidumbre sobre las condiciones de los mercados extranjeros para tomar una dirección clara en las políticas económicas. Finalmente, y relacionado a los amortiguadores fiscales, las redes de protección social deberán ponerse a punto y tenerse listas para actuar en caso de que se necesite actuar rápidamente y de manera agresiva en este frente. Desafortunadamente la capacidad de amortiguación de shocks varia a lo largo de la región, lo cual implica que un escenario negativo podría tener efectos negativos severos en algunos países, especialmente Mexico, los países de Centroamérica y el Caribe, que en este momento no tienen la capacidad de aplicar polticas contra-cíclicas apropiadas y suficientes redes de protección social. Los países del Caribe, además, padecen de altos niveles de deuda pública y sistemas financieros vulnerables. Enfocándose en el largo plazo, se debe aumentar el énfasis en las políticas que mejoren la productividad de la región. Posiblemente este sea el momento idóneo para que LAC aumente su tasa de crecimiento por

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encima del promedio mundial (gran demanda por los productos de la región, altos precios de recursos naturales y tasas de interés bajas en el resto del mundo). La incógnita es si la región podrá aprovechar las condiciones favorables a las que se enfrenta. En este ámbito, este reporte sugiere que la región se enfrenta a un gran desafío. Por un lado, existe poca evidencia de que China pueda tener el papel promotor de crecimiento que tuvo Japón en desempeño de los países del este asiático en pasado reciente. Más aún, en este momento LAC carece de los factores fundamentales observados en los países asiáticos en su etapa de desarrollo acelerado. Bajas tasas de ahorro e inversión y bajos niveles de productividad ponen en duda la habilidad de la región de aprovechar la coyuntura que vive en el presente. En los últimos años se han observado mejoras en los niveles de inversión así como en la productividad de la región; la interrogante ahora es si estos aumentos son duraderos. Sacarle el máximo provecho a las condiciones externas favorables que enfrenta LAC dependerá del diseño apropiado de políticas económicas, no necesariamente numerosas ni complejas pero sí que enciendan el motor del crecimiento y que sean diseñadas de acuerdo a las necesidades de cada país de la región. Una vez que el motor de crecimiento esté encendido, la meta es caminar el camino del crecimiento sostenido para lo cual se requerirá hacer, de manera persistente y vigorosa, reformas que eliminen las ya conocidas barreras que impiden la distribución eficiente de los recursos en las economías—por ejemplo, perfeccionar los mercados y que los precios relativos reflejen la oferta y demanda de los bienes. Además, LAC debe cerrar las grandes brechas que presenta, comparando por ejemplo con los países del este Asiático, en materias como el capital humano, la inversión y la adopción tecnológica. El aumento en los niveles de inversión debe ser alcanzado a través de un aumento en las tasas de ahorro público, particularmente en los países que se benefician de sus ingresos provenientes de los recursos naturales, así como el acceso prudente a las inversiones extranjeras, particularmente inversión extranjera directa. Para que esto suceda, los países en LAC deberán realizar esfuerzos para mejorar la calidad en el clima de inversión, incluyendo mejoras en el ámbito contractual e informacional, reducciones en los niveles de corrupción, una regulación bien pensada, reducción en los niveles de crimen y violencia.

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Apéndice A. La Metodología para Estimar la PTF

La metodología para calcular la productividad total de los factores (PTF) sigue a Easterly y Levine (2001), Daude y Fernández-Arias (2010), y Daude (2011), considerando también las metodologías de Hall y Jones (1999) y Klenow y Rodríguez-Clare (1997). Primero, la serie para el capital se construye utilizando los datos de Penn World Tables 7.0. En particular, siguiendo a Easterly y Levine (2001), se utiliza la metodología de inventario perpetuo para construir el stock de capital. En otras palabras, utilizamos:

1 (1), donde es el stock de capital en el período t para el país i, es la inversión en t para el país i, y es la tasa de depreciación, que se asume de un 0,07 para todos los países. De la ecuación (1), y asumiendo condiciones de estado estacionario, la razón Capital a PIB se calcula como: 22

(2),

donde es el promedio de la razón inversión-producto para los primeros diez años de la muestra para el país i y g es el promedio ponderado entre el crecimiento mundial (peso de 0,75) de 4,23 por ciento y el promedio de crecimiento en el país (peso de 0,25) para los primeros diez años de la muestra.23 Entonces, para obtener el stock de capital inicial multiplicamos la Ecuación (2) por el promedio del producto para los primeros tres años de la muestra. Para el capital humano, se utiliza la metodología de Daude y Fernández-Arias (2010) en conjunto con la metodología estándar de Hall y Jones (1999). Se construye el índice de capital humano h como una función del promedio de años de educación, esta viene dada por:

exp  (3), donde la función es el retorno de Mincer a la educación y cumple con 0 0 y ′ . Se aproxima esta función con una función lineal por tramos. Basado en Psacharopoulos (1994), se asumen las siguientes tasas de retorno para todos los países: 13,4 por ciento para los primeros cuatro años de escolaridad, 10,1 por ciento para los siguientes cuatro años, y 6,8 por ciento para niveles de educación superiores a ocho años. Para cada país de la muestra, se utilizan los datos de Barro-Lee (2010) par el promedio de escolaridad en la población mayor a 15 años de edad.

22 Se asume que la razón capital a PIB es la de estado estacionario. Daude y Fernández-Arias (2010) presentan chequeos de robustez donde desde el año 1970 en adelante las mediciones de PTF no son muy sensibles a los supuestos sobre las condiciones iniciales.

23Para todos los países de nuestra muestra, se utiliza el año 1960 como el punto de partida para así evitar diferencias en el tamaño de la muestra.

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Respecto a los cálculos de la PTF, se sigue la literatura estándar asumiendo una función de producción Cobb-Douglas, que viene dada por:

. , , (4), donde es el PIB por trabajador en el país i en el período t, es el capital físico por trabajador, es la productividad total de los factores, y es el capital humano por trabajador. Finalmente, se asume que el parámetro de la función de producción es el mismo para todos los países e igual a 0,3. La Ecuación (4) puede ser reescrita como:

,.

,    (5).

Se utiliza la Ecuación (5) en vez de (4) para descomponer la brecha del PIB por trabajador en la PTF, la intensidad del capital medida por k/y y capital humano, dado que toma en cuenta que el el capital por trabajador se ve afectado por el nivel de la PTF. 24

24 Existen buenas razones para que la causalidad vaya también de los factores hacia la PTF. Por ejemplo, el capital humano puede ser necesario para adoptar los progresos tecnológicos o este último puede estar incorporado en los nuevos bienes de capital.

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PPaarrttee DDooss DDiissmmiinnuucciióónn eenn llaass PPrriimmaass ddee CCoonnoocciimmiieennttoo:: ¿¿BBuueennaass oo MMaallaass NNoottiicciiaass??

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RReessuummeenn EEjjeeccuuttiivvoo

Potenciar el crecimiento de la productividad así como mejorar la calidad de la fuerza laboral son claves para el crecimiento de largo plazo en la región. Este capítulo está motivado por las tendencias decrecientes en las primas por conocimiento (los ingresos adicionales asociados a niveles educativos más altos) que se observan en la última década en la región, lo cual refleja un reajuste entre una mayor oferta y una menor demanda de habilidades. La tendencia mencionada puede representar buenas y malas noticias para la región. Por un lado, las últimas dos décadas han venido acompañadas de grandes incrementos en la oferta de mano de obra calificada, específicamente la mano de obra con educación secundaria y terciaria. Este aumento en la oferta de mano de obra calificada podría estar reduciendo la escasez relativa, facilitando de esta manera una reducción en la desigualdad salarial. Por otro lado, la evidencia observada podría presentar un gran desafío para la región de cara al futuro. Más concretamente, la reducción en las primas de conocimiento podría reflejar problemas en los sistemas educativos y de entrenamiento profesional de la región, los cuales causarían que el valor de las habilidades que los recién graduados aportan al mercado sean de menor valor. Estos problemas estructurales de la región emergen claramente cuando vemos que un estudiante latinoamericano tiene un rendimiento equivalente al de un estudiante de la OCDE con dos años menos de educación. Más aún, el análisis del contenido de habilidades de los trabajos en la región muestra, en el mejor de los casos, una deficiencia en los esfuerzos por sacar provecho al marcado aumento en la oferta de mano de obra calificada; y en el peor de los casos, una necesidad de las empresas a adaptar su producción a tecnologías subóptimas por causa de los deficientes niveles de habilidades en la mano de obra calificada. Las tendencias descritas sugieren la necesidad de una mayor cantidad de análisis y estudio detallado para poder identificar la naturaleza de las deficiencias y desajustes en las habilidades de la mano de obra calificada, y de esta forma solidificar la competitividad de largo plazo de la región. Introducción El acalorado debate que se centra en las diferentes opciones de manejo macroeconómico no debe distraer la atención respecto a los desafíos que enfrenta la región en el largo plazo. En el corto plazo, los altos precios de las materias primas y los fuertes flujos de ingreso de capital manejados de manera apropiada pueden sostener el crecimiento al menos por un tiempo. Pero, como se ha resaltado en el Capítulo 1 de este reporte, fomentar el crecimiento de la productividad así como mejorar algunas dimensiones de la calidad del trabajo, tales como la estabilidad laboral y la protección social, son cruciales en el largo plazo. El fenómeno que motiva este capítulo es la disminución observada en la última década en las primas de conocimiento –i.e. los ingresos adicionales asociados a un mayor nivel educativo. Este patrón se emerge de manera clara en la Figura 2.1 donde se presentan los resultados de regresiones de Mincer para nueve países en las décadas de los años 1990 y 2000. Un punto a resaltar es que la disminución antes mencionada no es uniforme en los distintos niveles educativos. Por un lado, en la mayoría de los países se presentó una caída de las primas de conocimiento para educación secundaria en las décadas de 1990 y 2000. En contraste, la prima salarial para educación terciaria aumentó en la mayoría de los países en la década de 1990, pero ha estado decayendo a partir del año 2002 (Figura 2.2). Existe poca evidencia de que el cambio en la tendencia de las primas de conocimiento se deba a cambios en la composición de la fuerza de trabajo o a cambios en la composición sectorial del empleo; más bien, parece probable que los menores retornos de la educación reflejen un reajuste entre una mayor oferta y una menor demanda de habilidades.

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FIGURA 2.1. Evolución de la Prima al Conocimiento

Fuente: Cálculos de los autores basados en Encuestas de Hogares.

¿Son estas buenas o malas noticias? Una opción es que los sistemas educativos y de entrenamiento de la región LAC estén poniendo al día en una “carrera de Tinbergen” entre educación y tecnología. Esta reducción de la escasez relativa del trabajo calificado en respuesta a las demandas de habilidad del mercado laboral podría llevar a unos ingresos relativos menores para personas más educadas y facilitar una reducción en la desigualdad de ingresos. Si este fuese el caso, la disminución en la prima por conocimiento es una buena noticia para la región. Una segunda opción es que el patrón observado refleje un deterioro en las habilidades que nuestros graduados llevan al mercado laboral como consecuencia de los problemas en nuestros sistemas educativos y de entrenamiento. En este caso la disminución en la prima de conocimiento es una mala noticia. Las tendencias recientes en las primas de conocimiento contrastan con las observadas en otras regiones del mundo. En el Este de Asia, por ejemplo, las primas de conocimiento han seguido creciendo en muchos países, a pesar que la expansión educativa en esta región se ha mantenido por delante de la de Latinoamérica. Esto plantea la preocupación que los patrones de demanda laboral en la región puedan estar divergiendo de aquellos que se observan en las regiones líderes en materia de crecimiento económico. Esto se puede deber a las limitaciones de calidad en la adquisición de habilidades que están limitando la competitividad en Latinoamérica. Expansión Educativa y la Demanda de Habilidades Durante las últimas dos décadas, la mayoría de los países de Latinoamérica han expandido fuertemente la proporción de su creciente fuerza laboral con niveles de educación secundaria y terciaria (Figura 2.3), y algunos—como Brasil—han reportado aumentos realmente espectaculares. Como resultado, los promedios en años de educación de la población y de la fuerza laboral en edades entre 15-35 han aumentado de manera sustancial (Figura 2.4).

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FIGURA 2.2. Evolución de Primas al Conocimiento en América Latina Brasil

Chile Colombia

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México Nicaragua

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Perú El Salvador

Notas: Estimaciones OLS Básicas de regresiones de Mincer. La prima de ingreso al conocimiento para la primaria es la diferencia logarítmica de ganancias mensuales entre educación primaria completa e incompleta; La prima de ganancias al conocimiento para la secundaria es la diferencia logarítmica de ganancias mensuales entre educación secundaria académica completa y educación primaria completa; y la prima de ganancias al conocimiento para la universidad es la diferencia logarítmica para ganancias mensuales entre universidad completa y educación secundaria académica completa. Las regresiones controlan por experiencia potencial, género y región. Fuente: Cálculos del autor basados en Encuestas de Hogares.

A pesar que los niveles iniciales, las tasas de expansión y las distribuciones de cobertura varían de país en país, los países de la región LAC han dado grandes pasos hacia la generalización de la educación secundaria, e incluso la proporción de la fuerza laboral con educación terciaria ha aumentado más de un 10 por ciento. Esta expansión ha sido particularmente rápida en Brasil, Chile, Colombia y México, y un poco más lenta en Nicaragua, Perú, El Salvador y Costa Rica. Sólo Uruguay (donde la cobertura ya era relativamente alta) reporta una tendencia plana.

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FIGURA 2.3. Logros Educativos

Fuente: Cálculos del autor basados en Encuestas de Hogares.

Sin embargo, estos avances no son el final del camino; Latinoamérica se encuentra retrasada en términos de la expansión de la educación frente a la mayoría de las otras regiones (aparte de África). La fuerte expansión en la cobertura de los Tigres Asiáticos empezó en la década de 1960, y para 1990 el promedio del nivel educativo ya era superior en casi un año frente al promedio Latinoamericano. Desde 1990, las tasas de expansión de los Tigres del Este Asiático fueron mayores a las de Latinoamérica, de tal forma que para el año 2010 la brecha se había ampliado aún más, con los Tigres Asiáticos alcanzando un promedio de 9.5 años de educación (equivalentes a completar la secundaria básica), frente a 8.4 años en promedio para Latinoamérica. (Figura 2.3). Está claro que los niveles educativos en Latinoamérica han incrementado de manera marcada. Pero, ¿hasta qué punto el incremento de la oferta laboral calificada ha estado acompañado de una mayor demanda en el mercado laboral? Para tener una mejor comprensión de las tendencias observadas aplicamos la metodología propuesta por Katz y Murphy (1992) y aislamos los factores de oferta y de demanda de habilidades que interactúan detrás de las primas de conocimiento. Nuestro análisis, que estudia un conjunto de 16 países, calcula las tendencias de la demanda relativa para los diferentes niveles educativos. Este cálculo lo hacemos usando los precios relativos de la mano de obra calificada y no calificada y suponiendo un rango para de la elasticidad de sustitución entre los dos tipos de mano de obra acorde con los valores propuestos en la literatura. Los resultados de este análisis sugieren que las reducciones en las primas de ingreso están relacionadas con una desaceleración del crecimiento de la demanda por trabajo calificado relativo a la demanda por trabajo no calificado, lo cual se ve reflejado en el cambio de signo en el crecimiento de la demanda relativa de positivo a negativo entre la década de 1990 y 2000 en prácticamente todos los países analizados (Figura 2.5). Esta desaceleración, combinada con la expansión educativa antes mencionada, ha contribuido a la reducción en la escasez relativa del trabajo calificado que anteriormente estaba generando altos retornos para educación terciaria y restringiendo la rentabilidad y el crecimiento. Pero, ¿de dónde proviene este cambio en la demanda? Hay muchos factores que afectan la demanda, y a pesar que podemos mostrar alguna evidencia sugerente sobre la importancia de estos factores, sigue siendo difícil identificar con precisión esta importancia. Cambios en la demanda en el interior de los sectores o industrias (a diferencia de los cambios en las demandas entre las industrias) explican la mayor parte de la

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Economías Avanzadas Asia del Este y el PacíficoEuropa y Asia Central América Latina y el Caribe

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FIGURA 2.4. Expansión Educativa en la Emergente Fuerza Laboral de LAC PANEL A. 1998 PANEL B. 2003

PANEL C. 2008

Notas: En la primera fila, la universitaria completa incluye a todos aquellos con educación universitaria completa o terciaria no-universitaria completa. En la segunda fila separamos universidad completa y terciaria no-universitaria completa. En ambas filas, universidad incompleta incluye a todos aquellos con educación universitaria incompleta o terciaria no-universitaria incompleta; secundaria completa incluye tanto educación secundaria académica completa como secundaria técnica completa, y secundaria incompleta incluye tanto educación secundaria académica incompleta como secundaria técnica incompleta. En el panel A, los datos disponibles para Colombia son de 1997 y los disponibles para Perú son de 1999; en el panel B, los datos disponibles para México y Perú son de 2002 y los de Nicaragua de 2001; en el panel C, los datos disponibles para Chile son de 2006 y los de Nicaragua de 2005.

caída en las primas de conocimiento. Esto sería consistente con un alejamiento de los patrones de progreso tecnológico dirigidos hacia la adquisición de habilidades que caracterizaron la década de 1990. Sin embargo, las caídas en las primas de conocimiento también pueden estar relacionadas a otras características del mercado laboral Latinoamericano, tales como problemas en la calidad de la educación y en los programas de entrenamiento (entendidas en el sentido amplio, incluyendo tanto la calidad del entrenamiento como el emparejamiento entre este entrenamiento y las necesidades que demanda el mercado laboral), así como el impacto de cambios institucionales (como el incremento de los salarios mínimos, que tiende a comprimir las distribuciones de ingresos, reduciendo de esta forma el ingreso adicional por mayor educación). A continuación vamos a revisar en mayor detalle algunos de estos factores estructurales.

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Terciaria (no U.) CompletaUniversidad Incompleta

Secundaria Completa

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Primaria Completa

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FIGURA 2.5. Prima Salarial e Indices de Oferta y Demanda P

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Notas: El cómputo de la demanda asume una elasticidad de sustitución de 3. Ver Acosta, Cruces, y Gasparini (2011) para mayores detalles sobre los años de la muestra, las encuestas y la metodología. Fuente: Cálculos del autor basados en Encuestas de Hogares.

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Oferta Relativa Demanda Relativa Prima Salarial

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Calidad de la Educación y Logro Educativo Expandir la cobertura de la educación secundaria y terciaria implica construir nuevas escuelas y universidades; contratar nuevos profesores; e incrementar la participación de niños provenientes de contextos menos favorecidos. Todos estos factores pueden afectar negativamente los resultados cognitivos, especialmente si la expansión es rápida. Pero la evidencia disponible sugiere que a pesar de un ritmo de expansión rápido, no hay señales de erosión en los resultados. Aún así, la región todavía reporta grandes brechas en los resultados cognitivos comparada con la OCDE, sugiriendo la necesidad de avanzar en las mejoras de la calidad.25 La mejor fuente de información respecto a las tendencias de los resultados cognitivos proviene de las evaluaciones de PISA elaboradas por la OCDE. Este es un examen que evalúa el desempeño de niños de 15 años de edad que están asistiendo al colegio. La versión más reciente se aplicó en el año 2009, con la participación de 9 países de Latinoamérica y el Caribe. Los resultados de PISA muestran que en la región, la expansión no ha deteriorado el promedio de los resultados cognitivos (Figura 2.6 y 2.7). De manera consistente con este hallazgo, también hay noticias positivas sobre la educación de los niños provenientes de hogares con características socioeconómicas más bajas. En varios países (incluyendo Brasil, Chile y México), el promedio de años de escolaridad de los niños provenientes de familias con menores ingresos ha mejorado en relación a los menos pobres. Sin embargo, los retos de cara al futuro siguen siendo grandes. Una parte importante de los avances recientes en los niveles educativos se pueden atribuir a una mejora en los indicadores de edad-grado (tener un mayor número de niños de 15 años en el curso adecuado para su edad). Este proceso ha beneficiado de manera específica a los niños provenientes de hogares más pobres, lo cual es muy positivo desde el punto de vista de la igualdad de oportunidades. Pero el mismo análisis también indica que el desempeño cognitivo de aquellos estudiantes que ya están en grado adecuado para su edad no está mejorado de manera sustancial ya que parte de la mejora en los resultados de los exámenes PISA están asociados a la mejora en la relación edad-grado. Esta observación presenta un desafío y preocupación de cara al futuro.

FIGURA 2.6. Comparación de PISA entre Países de LAC y OCDE PANEL A. Matemáticas PANEL B. Lectura

Notas: La línea de LAC representa el desempeño promedio en PISA de Argentina, Brasil, Chile, México y Perú. Fuente: Cálculos del autor basados en exámenes de PISA OCDE, para varios años.

25 Ver, por ejemplo, Aedo y Luque (2011).

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FIGURA 2.7. Desempeño en PISA para Países de LAC PANEL A. Matemáticas PANEL B. Lectura

Fuente: Cálculos del autor basados en OCDE.

Más importante aún es que la brecha de los puntajes de PISA entre la mayoría de los países de Latinoamérica y la OCDE sigue siendo alta—equivalente al resultado de cerca de dos años adicionales de educación. Corregir el bajo desempeño en los programas de educación básica y secundaria que produce esta brecha es una oportunidad creíble de política pública para mejorar el potencial productivo de la región. Otro motivo de preocupación surge cuando uno compara el nivel de gasto público como porcentaje del PIB y los resultados de los test PISA que se observan en la región con el de otros países. La mayoría de los países en Latinoamérica presentan un nivel de inversión por estudiante secundario relativamente bajo así como un deficiente nivel de eficiencia para transformar esas inversiones en mejores resultados cognitivos (reflejados por los puntajes de PISA). Como un ejemplo, la Figura 2.8 muestra la relación entre los resultados de los puntajes de PISA en matemáticas con el correspondiente gasto público por estudiante en educación secundaria. Todos los países de Latinoamérica, con la excepción de Argentina, reportan un menor gasto público por estudiante en secundaria que el promedio de la OCDE. Esto puede reflejar, al menos en parte, el papel más importante que juega la provisión de educación privada secundaria en Latinoamérica. Pero también están todos situados por debajo de la línea de regresión- algunos (e.g. Argentina y Colombia) bastante más abajo- sugiriendo que aún los pocos recursos disponibles no están siendo usados de manera efectiva.

¿Se está acoplando la demanda laboral en Latinoamérica a un menor nivel de habilidad? Los patrones de la demanda laboral no son necesariamente exógenos: pueden estar reflejando una acomodación al tipo de habilidades que están siendo ofrecidas. Si es así, la desaceleración en la demanda por trabajadores más educados puede ser una respuesta de la economía a la calidad de esas habilidades. Nuestro análisis plantea preocupaciones en este sentido.

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FIGURA 2.8. Gasto Público y Resultados en PISA

Fuentes: OCDE, UNESCO y el Banco Mundial.

En un estudio realizado en diversos países Latinoamericanos (e.g. Brasil, Costa Rica, Nicaragua) encontramos que los patrones ocupacionales del empleo en la región se han desarrollado de manera muy diferente a los patrones observados en Estados Unidos en las últimas dos décadas. En Latinoamérica, se ha presentado una mayor expansión en los trabajos que demandan menores habilidades. El análisis aplica una metodología desarrollada originalmente por Levy y Murnane (1996), que utiliza la información sobre los requerimientos de habilidad de diferentes ocupaciones en los Estados Unidos, así como el balance ocupacional del empleo total en los países Latinoamericanos, para imputar las tendencias generales de la demanda por cierto tipo de habilidades. La clasificación del tipo de habilidades usadas en el análisis es ilustrada en la Tabla 2.1. El análisis de Levy y Murnane para los Estados Unidos mostró un incremento marcado en la demanda efectiva por mayores habilidades analíticas y organizacionales, como se muestra en la Figura 2.9. En contraste, las tendencias para Brasil, Costa Rica y Nicaragua sugieren que la mayor expansión reciente es para trabajos que demandan las habilidades cognitivas tradicionales, como aquellas asociadas a manufacturas, mientras que la demanda por trabajos que requieren mayores habilidades tiene una tendencia relativamente plana. Las diferentes trayectorias del contenido de habilidades en Latinoamérica, comparados con los Estados Unidos, puede estar reflejando una característica intrínseca de las economías de la región, relacionadas con las ventajas comparativas que surgen por sus dotaciones de recursos naturales, clima y localización geográfica. Si es así, no debería ser una mayor causa de preocupación. Por otro lado, si este patrón refleja las necesidades de las firmas de adaptarse a las habilidades de la fuerza laboral, debería generar muchas más razones para estar preocupado. A pesar de ciertas limitaciones en la disponibilidad de datos, encuestas empresariales realizadas por el Banco Mundial muestran que las firmas en Latinoamérica enfrentan mayores problemas para contratar trabajadores calificados que las que tienen otras regiones del mundo (Figura 2.10). Un análisis más detallado sugiere que las compañías Latinoamericanas que no están insertadas en la economía global (usando como un aproximando de esta inserción la adopción de tecnologías y la actividad exportadora) son más proclives a tener problemas para emplear trabajadores del nivel de calificación que necesitan. Este resultado apoya la

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Gasto Público por Alumno en Secundario como % de PBI 2007

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hipótesis de que el conjunto de habilidades con las que cuenta la región puede estar restringiendo el desarrollo de algunas áreas con potencial para un mayor crecimiento. TABLA 2.1. Categorías de Habilidades

Fuente: Acemoglu y Autor (2010).

¿Es la caída en la prima de conocimiento una buena o una mala noticia? La respuesta probablemente sea ambas. Por un lado, primas decrecientes están claramente relacionadas con aumentos dramáticos en la oferta de trabajo calificado (en particular al nivel secundario). La región ha invertido grandes esfuerzos en incrementar la matriculación, y el hecho de que lo haya logrado sin afectar la calidad general de los logros educativos es encomiable. Además, la reducción resultante en la prima ha contribuido a mejorar los patrones de distribución del ingreso. Todas estas son buenas noticias. Por el otro lado, nuestro análisis sugiere que la estabilidad de los logros en un sistema educativo regional en expansión se debe mucho a una mejora en los indicadores edad-grado, la cual no tiene mucho espacio para continuar. Mientras tanto, la calidad del aprendizaje en niveles de grados específicos no ha mostrado mejoras. Al mismo tiempo, el análisis de descomposición sugiere que la región ha experimentado una preocupante caída en la demanda relativa por trabajo calificado. Esto contrasta con otras regiones, en particular el Este Asiático, a las que les ha ido mejor absorbiendo nuevos entrantes calificados en la fuerza laboral. Un análisis de las causas subyacentes a estas diferencias genera preguntas preocupantes acerca de las tendencias en la calidad y relevancia de las habilidades que se están produciendo, lo cual podría afectar las

HabilidadesCognitiva No

Rutinaria: Analítica

Cognitiva No Rutinaria:

InterpersonalCognitiva Rutinaria Manual Rutinaria

Físico-Manual No Rutinaria

Análisis de datos/ Información

Establecer y mantener relaciones personales

La importancia de repetir las mismas tareas

Ritmo determinado por la velocidad de los equipos

Operando vehículos, dispositivos mecánicos o equipamiento

Pensar CreativamenteGuiar, dirigir y motivar subordinados

La importancia de ser preciso/ exacto

Controlar maquinas y procesos

Pasar el tiempo usando las manos para controlar o manejar objetos, herramientas o controles

Interpretar información para otros

Entrenar/ Formar a otros

Trabajo Desestructurado vs Trabajo Estructurado (revertir)

Pasar el tiempo repitiendo movimientos

Destreza manual, orientación en el espacio

Ejemplos de ocupaciones demandando altos niveles de habilidad

Operarios telefónicos; Choferes de autobuses; oficinistas contables y de auditoría; trabajadores en empresas de servicios públicos; cajeros

Tareas

Abogados; Profesionales de educación superior; médicos; Gerentes de formación y desarrollo

Operadores de camiones industriales, Instaladores y operadores de maquinaria de corte, calzado y cocina, Trabajadores de la construcción

|| 6633

FIGURA 2.9. Tendencias Dinámicas en la Distribución de las Habilidades

PANEL A. Brasil PANEL B. Costa Rica

PANEL C. Nicaragua PANEL D. EE.UU.

Notas: CANR: Cognitiva Analítica No Rutinaria; CINR: Cognitiva Interpersonal No Rutinaria; CR: Cognitiva Rutinaria; MR: Manual Rutinaria; FMNR: Físico-Manual No Rutinaria.

FIGURA 2.10. Tiempo Promedio para Llenar una Vacante, por Región

Fuente: Cálculos del autor basados en las Encuestas Empresariales del Banco Mundial.

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Cualificado No Cualificado Promedio Ponderado

Asia del Este Africa AEP Europa del Este Medio Oriente LAC

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perspectivas de crecimiento de largo plazo de la región. Habiendo obtenido grandes incrementos en la matriculación secundaria y terciaria, la región debe ahora invertir en mejorar la calidad de sus sistemas educativos y la relevancia de los planes de estudio para el mercado laboral. A la edad de quince, los logros educativos del estudiante promedio Latinoamericano están dos años por detrás de su contemporáneo de la OCDE, una diferencia enorme que, si no se encuentra respuesta, continuará socavando la competitividad de la región. Analizando las tendencias en el contenido de habilidades de los trabajos en Latinoamérica se observa que, a pesar de tener una fuerza laboral cada vez mas calificada en términos de logros educativos, la región no se está expandiendo en sectores que demanden habilidades “de la nueva economía”. Esto sugiere que, cuando se enfrentan a restricciones en la disponibilidad de habilidades relevantes de los trabajadores, las empresas pueden estar restringiendo su elección de productos y tecnologías a las segundas mejores opciones, a expensas del margen competitivo. Nuestro análisis es por ahora preliminar. Mientras que la evidencia en la tendencia de las primas de conocimiento es clara, nuestras conclusiones acerca de las causas y el significado de estas tendencias se basan en evidencia puntual para un número limitado de países, y dadas las limitaciones en los datos, no son definitivas. Sin embargo, las tendencias que observamos apuntan hacia los nuevos desafíos por delante y piden un análisis más detallado sobre la naturaleza de las diferencias en habilidades, de forma tal que se puedan generar políticas que fortalezcan el crecimiento económico futuro de la región mejorando la productividad, el potencial de ganancia de la fuerza laboral, así como su calidad.

|| 6655

RREEFFEERREENNCCIIAASS

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