Informe de Lectura

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Trabajo práctico: Informe de lectura “¿Qué problemáticas enfrenta la enseñanza de la lengua?” Profesora: Analía Rosa Alumno: Devoto, Santiago Nicolás

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Trabajo práctico:

Informe de lectura

“¿Qué problemáticas enfrenta la enseñanza de

la lengua?”

Profesora: Analía Rosa

Alumno: Devoto, Santiago Nicolás

El presente informe de lectura tendrá como propósito principal acercarle al

lector la postura de diversos autores sobre el tratamiento y los conflictos de la

enseñanza de la disciplina Lengua y Literatura en las escuelas secundarias.

Para el desarrollo de la temática del presente informe, se utilizarán los

siguientes textos fuente: “Lenguas propias, lenguas ajenas”, de Paola Iturrioz,

capítulos I y II, editorial Del Zorzal; “La gramática en la escuela”, artículo de

Liliana Pérez y Patricia Rogieri, revista “Anales de la educación común”, año 3,

número 6, julio de 2007, pp. 108-113 y “Sobre la gramática”, de Laiza Otañi y

María del Pilar Gaspar, capítulo del libro “Entre Líneas”.

Si bien los textos utilizados comparten un mismo eje temático, cada uno realiza

un análisis sobre diferentes aspectos que se conjugan para dar cuenta de las

problemáticas que afronta la enseñanza de la disciplina Lengua y Literatura.

En un intento de realizar un primer acercamiento a los textos, los temas

tratados en cada uno son los siguientes: en el texto “Lenguas propias, lenguas

ajenas”, Paola Iturrioz describe, en el capítulo I, los conflictos que el docente

debe afrontar en el aula, haciendo hincapié en las formas de habla de los

estudiantes, las cuáles presentan muchas veces incompatibilidad con las

formas de habla de los docentes. Por otro lado, en el capítulo II, la autora

describe los conflictos en la práctica concreta de la enseñanza de la lengua. En

él se analiza la manera en que inciden las consignas de los manuales de

lengua en las actitudes de los hablantes. Para ello, Iturrioz realiza una reseña

sobre los distintos textos utilizados como manuales para la enseñanza de la

lengua, atravesando distintos períodos históricos.

Finalmente, tanto los textos “La gramática en la escuela” de Liliana Pérez

y Patricia Rogieri, y “Sobre la gramática” de Laiza Otañi y María del Pilar

Gaspar, toman a la gramática como objeto de análisis: en el primero, las

autoras intentan orientar, dando pautas sobre cómo llevar adelante la

enseñanza de la gramática; y el segundo, realiza una reseña de cuáles son las

posturas actuales respecto a la ubicación de la gramática en la enseñanza de

la lengua.

En el caso del capítulo I de “Lenguas propias, lenguas ajenas”, la autora

describe la situación del profesor de lengua y literatura frente a las cada vez

más frecuentes dificultades en el uso de la lengua por parte de los estudiantes,

indicando que generalmente la responsabilidad recae en el profesor de lengua,

desligando del problema a los docentes de otras áreas. En oposición a esta

ideología tradicionalista, la autora explica que es necesario abordar los

problemas del lenguaje de manera conjunta entre los profesores, alegando que

“la tarea de enseñar a leer, escribir, comprender, exponer o resumir, (…)

compete a todas las disciplinas dado el carácter transversal de la lengua y su

presencia en todas las áreas del conocimiento.” A su vez, Iturrioz indica que en

estos tiempos existe una cierta contradicción respecto a la enseñanza del uso

de la lengua: los docentes deben llevar a cabo sus prácticas en ámbitos de

diversidad cultural y lingüística, aceptando esta diversidad, en un marco

prescriptivo (los Contenidos Básicos Comunes) cuyos propósitos son la

adquisición de una lengua estándar, sin desvalorizar a aquellas variedades

lingüísticas particulares. Sin duda, esta situación coloca al docente en una

posición antitética, debido a la evidente contradicción de los objetivos ya

mencionados.

Por otro lado, la autora señala las diferentes posturas adoptadas para

abordar las problemáticas derivadas del uso de la lengua: quienes optan por un

desarrollo gradual del lenguaje, partiendo desde el nivel lingüístico de los

alumnos; quienes optan por amoldarse al lenguaje de los estudiantes; y

aquellos que deciden desarrollar un lenguaje intermedio, en un intento de de

convivencia entre el lenguaje áulico y el lenguaje de los alumnos, sin caer en la

vulgaridad.

A su vez, la autora también describe la situación del alumno frente a esta

problemática. Situándose desde la sociolingüística, indica que existe una fuerte

tendencia por parte de él a sentirse desvalorizado a causa de aquellos

estereotipos negativos que relacionan un “correcto” uso del lenguaje con una

buena posición socio-económica. Es decir que el alumno se siente

desmotivado para instruirse, ya que ha internalizado estos estereotipos,

asumiéndolos como naturales e inmodificables.

Por otra parte, en el capítulo II de “Lenguas propias, lenguas ajenas”, se

analiza en particular las consignas ubicadas en los manuales de texto. Iturrioz

destaca la importancia de este análisis, debido a que en ellas se pueden

observar distintos rasgos que permiten vislumbrar la concepción lingüística, así

como también aspectos relacionados con la didáctica, y demás características

subyacentes en los libros de texto, y permite a su vez demostrar de qué

manera las consignas inciden en el uso de la lengua.

Para llevar a cabo este análisis, se ordenan los diferentes libros de texto

según tres períodos históricos: un primer período entre los años 1980-1987, un

segundo período entre 1987-1993 y un tercer período correspondiente a los

manuales editados luego de la sanción de la Ley Federal de Educación (1993

en adelante).

Los manuales correspondientes al primer período, si bien presentan rasgos

que los diferencian de la antigua corriente estructuralista, debido a un cierto

pasaje del análisis oracional al análisis textual, continúan presentando algunas

características propias de la perspectiva estructuralista tradicional. En ellos se

mantiene una visión estática de la lengua, característico del enfoque

estructuralista, y se pone el acento en lograr una estandarización de la lengua

castellana y evitar aquellos usos “incorrectos” del lenguaje, así como los

particularismos locales que dificultarían el proceso comunicativo.

En segunda instancia, los manuales pertenecientes al período entre 1987-

1993, poseen un mayor porte de contenidos relacionados con el análisis

textual, como por ejemplo la adición de nuevos soportes textuales o la

incorporación de actividades de escritura que involucren la imaginación de un

contexto. A su vez, la concepción de “lengua” deja de ser considerada un

objeto estático y pasa a ser considerado un objeto sujeto a cambios. Por otra

parte, la principal problemática presente en este período es la incorporación de

marcos teóricos de múltiples procedencias, generando confusión entre los

alumnos debido a las diversas formas de nombrar a un concepto.

Por último, los manuales producidos luego de la sanción de la Ley Federal

de Educación logran situarse en un marco jurídico común, logrando mayor

claridad en los objetivos propuestos. Sin embargo, las consignas, si bien

apuntan a establecer una mayor relación entre lengua y sociedad, no explicitan

la forma en que se produce esa relación.

En los textos “Sobre la gramática” de Laiza Otañi y María del Pilar Gaspar y

“La gramática en la escuela” de Liliana Pérez y Patricia Rogieri se abordan el

lugar que ocupa o debería ocupar la gramática en el currículum, a la vez que se

dan pautas para lograr una adecuada selección de contenidos.

En el primer texto mencionado en el párrafo anterior, y como se mencionó

anteriormente, las autoras realizan un recorrido histórico en relación a las

distintas corrientes didácticas y su relación con la gramática en el ámbito

escolar, para finalmente dar paso a las diferentes posturas actuales. En el texto

se reconocen cuatro posturas diferentes: una primera postura indica el total

abandono de la enseñanza de la gramática; la segunda, en oposición, postula

darle a la gramática un papel protagónico; una tercera mirada, ubica a la

gramática en el lugar de herramienta ocasional, y por último, una cuarta

postura que sostiene que la gramática debe ocupar un lugar junto a otros

saberes, y que su aplicación no debe darse en actividades mecánicas o de

repetición.

El segundo texto mencionado con anterioridad, “La gramática en la escuela”,

parte de los recientes cambios vinculados con las nuevas tecnologías de la

comunicación, de qué manera influyen los estudios tradicionales del lenguaje

sobre estos cambios, y cómo deben aplicarse estos estudios en la escuela

actual. Para ello, las autoras proponen una serie de ordenadores, que servirían

para orientar al docente a la hora de tomar una postura sobre cómo enseñar

los aspectos del lenguaje. Estos ordenadores, se encuentran organizados en

términos contrapuestos, que cubren diferentes dimensiones de enseñanza de

la gramática, como por ejemplo, la unidad de análisis oración o enunciado.

Al tomar los diferentes textos analizados, se puede observar que los

problemas relacionados a la enseñanza de la lengua poseen un correlato

histórico, es decir que las problemáticas actuales son el resultado de una serie

de políticas implementadas bajo determinadas circunstancias, y que abarcan

desde los enfoques pedagógicos implementados hasta el uso del lenguaje

dentro del aula. Respecto a las variedades lingüísticas actuales, las cuáles

entran en conflicto con el vocabulario del docente, son producto tanto de

aquellas modificaciones pedagógicas, como de la diversidad sociocultural

existente. A su vez, el tratamiento de la gramática y su posición en la escuela

en las últimas décadas, y al encontrarse ésta en medio de un polémico debate

entre posturas muy diferentes, produjo una visión distorsionada de su objeto de

estudio, ya que tradicionalmente se la ha asociado con aspectos tales como

por ejemplo, el análisis sintáctico, las clases de palabras y su morfología,

abarcando mucho más que esas prácticas.

En conclusión, los textos trabajados nos han planteado una diversidad de

problemáticas, como es el caso del tratamiento de la gramática, que ha sido

abordada desde diferentes perspectivas, o los conflictos ocasionados por las

contradicciones entre la búsqueda de una lengua estándar en contraste al

respeto de las variedades lingüísticas. Asimismo, otra problemática es aquella

vinculada con el uso de manuales, los cuáles no siempre responden a un único

enfoque, sino que pueden presentar rasgos de enfoques diferentes.