Informativo CPAL

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Número 300 CIF de Teología

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Número 300

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Número 300

CIF de Teología

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16 Artículo del mes de Abril de 2014.

Artículo de Espiritualidad

15 Relación entre la pastoral de Francisco y la Teología del Pueblo: conversación con el P. Juan Carlos Scannone, SJ.

Mensaje de la CPAL

4 Nuevo miembro del Equipo de Teólogos CPAL.

6 San José de Anchieta, SJ.

8 “Arrupe. Testigo del siglo XX, profeta del XXI.” Con prólogo de Adolfo Nicolás.

5 Canonización de Anchieta.

10 El Papa al Consorcio Gregoriano de Roma: Las universidades eclesiásticas no son má- quinas de producción de teólogos y filóso- fos.

12 Siria: Asesinado el sacerdote jesuita P. Frans Van der Lugt.

13 Huellas Venezuela: Primer Encuentro Na- cional de Asesores y Acompañantes.

14 Foto CIF de Teología - Santiago, Chile.

3 Edición número 300.

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El boletín informativo de la CPAL cumple tres centenares de ediciones. Trescientas quincenas sembradas de noticias, acontecimientos, reuniones, nombramientos, proyectos y realizaciones… acerca de la misión de los jesuitas latinoamericanos y de la universal Compañía.

El primer número fue editado el 1ero de marzo del 2000, cuando la CPAL tenía asiento en Río de Janeiro. Catorce años después, la sede central se localiza en Lima, Perú, pero la edición se realiza desde la República Dominicana.

Desde entonces el intercambio de mensajes contribuye al acercamiento y reducción de fronteras físicas entre jesuitas, laicos colaboradores, amigos, centros interprovinciales, redes y obras apostólicas. De este modo queremos responder a lo que nos pide la última Congregación General: «Es preciso desarrollar una estrategia profesional e integral para mejorar nuestras comunicaciones internas y externas. Se trataría de facilitar el gobierno, fomentar la colaboración y aumentar el fruto de nuestra misión universal» (CG 35, decreto 5, n° 13).

Edición número 300

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El Presidente de la CPAL, P. Jorge Cela, ha nombrado al P. Guillermo Cabello (PAR) miembro del Equipo de Teólogos jesuitas de la CPAL. El P. Guillermo Cabello ha culminado recientemente su Doctorado en Biblia, título obtenido en nuestra facultad de teología de Innsbruck (Austria).

En su carta de nombramiento le dice: «Me parece muy bueno que te puedas incorporar a ese equipo que tan buen servicio presta a la Compañía de América

Latina, ayudándonos a dar profundidad teológica a nuestro quehacer apostólico. La profundidad es una de las notas características claves de la metodología del Proyecto Apostólico Común (PAC). Y para nuestro trabajo es indispensable tener el apoyo de una buena reflexión teológica. Necesitamos no sólo aumentar esta reflexión, sino también la interacción entre quienes la hacen y el cuerpo de la Compañía y los(as) colaboradores en la misión.»

Nuevo miembro del Equipo de Teólogos CPAL

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Canonización de José de Anchieta, SJ

El Papa ha firmado el 2 de abril el decreto de canonización del Beato José de Anchieta, jesuita. Con San José de Anchieta, los santos de la Compañía de Jesús son cincuenta y tres.

La Iglesia romana de San Ignacio acogerá el jueves 24 de abril la Misa de acción de gracias por la canonización del Padre Anchieta, que será presidida por el Papa Francisco.

La canonización de Anchieta se trata de una “canonización equivalente” o extraordinaria, que no está fundada en un milagro reciente del beato y que acontece cuando el Papa reconoce y ordena el culto público y universal de un siervo de Dios, sin haber pasado por el procedimiento ordinario de la canonización formal, porque la veneración al santo ha sido realizada desde antiguo y de forma continua por la Iglesia.

Con motivo de esta canonización, el P. Adolfo Nicolás, Prepósito General de los jesuitas, ha escrito una carta a toda la Compañía donde dice que… «Una de las críticas que se hicieron de él ante el Visitador fue que “tenía demasiada caridad”. A los ojos de sus críticos su exceso de bondad estaría en el origen de un gobierno que tendía a ser blando. El P. Gouveia, sin embargo, no se forjó la misma opinión. Lo descubre como: “varón fiel, prudente y humilde en Cristo, muy querido por todos, ninguno ha tenido queja de él, ni me es posible hallar palabra o acción en que haya obrado mal”. Sincero amigo de todos, sabía unir la bondad al rigor y a la firmeza, como deseaba San Ignacio en todo buen superior. A pesar de sus enfermedades, bien visibles, el provincialato de Anchieta pudo considerarse uno de los más dinámicos y fructíferos de su tiempo.»

Para leer la carta completa clique aquí.

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San José de Anchieta, SJ

José de Anchieta nació el 19 de marzo de 1534 en San Cristóbal de la Laguna, en la isla de Tenerife (España). Su padre, Juan de Anchieta, era un vasco originario de Urrestilla, Azpeitia, tierra de san Ignacio de Loyola, con cuya familia estaba emparentado. Su madre, Mencía Díaz de Clavijo, era natural de Las Palmas y descendiente de la nobleza canaria.

En 1548 José de Anchieta y su hermano partieron hacia Portugal para estudiar en la Universidad de Coímbra, regentada por la Compañía de Jesús y una de las más prestigiosas de la época. En 1550, el padre Simón Rodrígues SJ, provincial de Portugal y uno de los primeros compañeros de san Ignacio, lo admitió en la Compañía de Jesús. Anchieta, animado por la lectura de las Cartas que enviaba Francisco Javier desde la India, deseaba ser misionero.

Misionero en Brasil

Terminó el noviciado a los 19 años y, a pesar de sus problemas de salud, fue destinado a las misiones de

Brasil. El 13 de julio de 1553 llegó al puerto de Bahía. Así comenzó su vida apostólica, extraordinaria e intensa, que desarrolló en gran parte junto al padre Manuel de Nóbrega SJ, provincial del Brasil, con quien compartió una profunda amistad.

Su primer destino fue la Capitanía de San Vicente, donde vivían la mayor parte de los jesuitas de Brasil. Camino de San Vicente José vivió una de sus primeras aventuras. La embarcación en la que viajaba sufrió daños y tuvo que refugiarse en la costa. Establecieron contacto con los indígenas y, mientras duró la reparación de la nave, el joven jesuita aprovechó para aprender la lengua tupí. Aquellos días de obligada parada, mientras se acostumbraba a comer los productos del lugar, puso todas sus habilidades a disposición del aprendizaje de la lengua y las costumbres de los pobladores indígenas, algo que resultó ser fundamental para toda su labor en Brasil.

El 25 de enero de 1554 formó parte del grupo de portugueses que en Piratininga fundaron la

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actual ciudad metrópoli de Sao Paulo. Allí José de Anchieta construyó una maloca, una casa tradicional comunitaria destinada a ser centro misionero, que se convirtió en lugar de atención y asentamiento para los indígenas. Se les ofrecía instrucción en carpintería y artesanía, y los pequeños aprendían a leer y escribir. Por su parte, Anchieta aprendió de los indígenas técnicas curanderas, botánica y las propiedades de las plantas, que empezó a utilizar tanto para uso medicinal como para obtener fibras para fabricar alpargatas y piezas artesanales. También animó la construcción de casas de barro y ladrillo.

Poeta, escritor y lingüista

Rápidamente llegó a dominar la lengua indígena. Preparó la primera gramática de la lengua tupí, que sirvió para el aprendizaje de la misma por parte de sus compañeros y que constituyó una gran aportación, con la que se convirtió en “misionero de misioneros”. Anchieta fue también poeta y dramaturgo, y escribió en latín, español, portugués y tupí. Se le atribuye también la creación y traducción de tres catecismos y otras obras sobre la realidad del país y de los pueblos indígenas. La Academia Brasileña de Letras y el Instituto Histórico y Geográfico Brasileño le consideran entre las grandes figuras de la cultura de Brasil.

Mediador por la paz

En abril de 1563 emprendió, junto al provincial jesuita Manuel de Nóbrega, una expedición para preservar la paz con la federación de los indios tamoios. Nóbrega y Anchieta se internaron en terreno indio y se presentaron en Iperui, donde vivía el principal cacique tamoio: Caoquira. Lo vivido por los dos compañeros jesuitas en aquel tiempo entre los tamoios supuso toda una historia llena de esfuerzos de diálogo, peligros y amenazas, aprendizaje y santidad. Todos los intentos acabaron fracasando, pero Anchieta se llevó de su tiempo con los tamoios el Poema a la Virgen, escrito sobre la arena de la playa y memorizado por él mismo, y la admiración y amistad de algunos de los más importantes caciques. Fue el propio Cuñanbebe, uno de los más aguerridos jefes indígenas, el que lo

devolvió a San Vicente después de varios meses de cautiverio.

Poco después se desplazó a la bahía de Guanabara donde los franceses, aliados con los tamoios, se hicieron fuertes contra los portugueses. Durante las batallas, Anchieta no paraba de atender a heridos de ambos bandos.

José de Anchieta se convirtió en un defensor de los derechos de los aborígenes y mestizos, y predicó contra las cacerías de indios y el mercado de esclavos. En 1566 fue ordenado sacerdote y volvió a Río donde ya se había fundado la misión de San Sebastián. Allí, junto a Nóbrega, que por entonces era un anciano, Anchieta fundó un colegio.

En 1577 fue nombrado provincial y, a lo largo de ocho años, recorrió repetidas veces el país. La atención y auxilio de enfermos y moribundos fue una de sus grandes preocupaciones. Siendo provincial envió a Paraguay a los primeros misioneros que formaron el núcleo original de la famosas Reducciones.

Murió el 9 de junio de 1597 en Reritinga, hoy ciudad Anchieta en su honor. El pueblo y la Iglesia en Brasil lo han considerado siempre como su gran evangelizador. El 22 de junio de 1980 fue beatificado por Juan Pablo II.

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Este libro reeditado y enriquecido 25 años después, escrito por el jesuita Pedro Miguel Lamet, recupera la figura carismática del hombre que estuvo al frente de la Compañía de Jesús entre 1965-1983 y cuya persona y ejemplo siguen vigentes: “Se adelantó a su tiempo con potente inspiración, intuición y visión profética”.

Vuelve a ser reeditado por el sello Mensajero con novedades importantes a la primera edición. La principal, son las palabras y los recuerdos expresados por el actual superior de los jesuitas, Adolfo Nicolás, en su prólogo ‘El magis del padre Arrupe’. En él traza el perfil de un hombre adelantado a su tiempo y cuya persona y ejemplo siguen vigentes. “Sus convicciones y propuestas, que nacen de la autenticidad de su vida, responden más que nunca a la problemática actual y a los desafíos del siglo XXI”. Adolfo Nicolás, que como él fue provincial de Japón y pasó en Oriente

la mayor parte de su vida apostólica, desgrana sus recuerdos personales, virtudes y convicciones: “Vivía lo que creía, irradiaba lo que predicaba. Estaba convencido de que evangelizar, antes que hablar, es ser”. Su mandato (1965-1983) marcó un hito en la historia de la Compañía de Jesús con “palabras llenas de inspiración, de visión profética y de intuición penetrante”.

El jesuita, poeta, periodista, novelista y biógrafo Pedro Miguel Lamet recobra la biografía que escribió en vida del padre general dedicándosela a “A los refugiados, prófugos y drogadictos de todo el mundo, a quienes Pedro Arrupe dedicó sus últimas energías y proyectos”.

En la introducción recuerda el proceso de elaboración y redacción de la que se convirtió en la primera

“Arrupe. Testigo del siglo XX, profeta del XXI.” Con prólogo de Adolfo Nicolás.

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biografía del prepósito. “Me siento sólo un mediador entre el lector y el padre Arrupe”, dice el escritor que en su día reunió la documentación del protagonista y tras la revisión 25 años después, incorpora un amplio material gráfico y datos complementarios.

Para ello, se sirve de una base documentada en ocasiones inédita, sobre todo en lo que se refiere a los conflictos acaecidos durante las dos congregaciones generales, la dimisión de Arrupe, su espiritualidad y aspectos de su gobierno en los diversos continentes. “Incorporo los mejores fragmentos del diario personal de su hermano enfermero, Rafael Bandera, que le atendió día y noche durante casi diez años de postración y silencio”, añade.

Suma, además, parte de su diario de conversaciones con el padre Arrupe durante el verano de 1983. “En anteriores ediciones los callé para responder como merecía a la delicadeza con que dejó a mi libertad y responsabilidad publicarlos o no: «Decida usted de todo esto lo que conviene publicar».

Lamet se anticipa a dos objeciones. Una hace referencia a si el padre Arrupe carecía de defectos y argumenta que esos posibles defectos constituyen para otros sus grandes virtudes. Y por otro lado, si más que una biografía objetiva, ha escrito una hagiografía. “No niego que fue escrito con pasión, entusiasmo y cercanía casi periodística a los hechos. No se pueden ocultar fácilmente el amor y la admiración. Pero, al mismo tiempo, enseguida podrá apreciar que aquí se cuenta todo: los éxitos y los fracasos de Pedro Arrupe; su optimista visión del mundo y su noche oscura; su amor y su dolor; su fe y su drama; las tesis de sus amigos y las de sus enemigos”.

Con todo aclara que una biografía es sólo una aproximación al misterio de un ser humano, lo es más aún en el caso de un hombre de tan intensa actividad y profunda vida interior como el padre Arrupe. “Solía él decir que ‘la biografía más interesante es la que se escribe sin tinta’. La afirmación sigue siendo verdadera. Porque, como también decía Pedro Arrupe, “lo más decisivo e importante de una vida es incomunicable”.

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Los profesores, estudiantes y personal no docente de la Pontificia Universidad Gregoriana, del Pontificio Instituto Bíblico y del Pontificio Instituto Oriental han sido recibidos la mañana del jueves 10 de abril en audiencia por el Papa Francisco. Todas las instituciones -reunidas en un consorcio por el Papa Pío XI en 1923- están confiadas a la Compañía de Jesús y el Santo Padre les ha recordado la importancia de la colaboración entre ellas, “custodiando la memoria histórica y, al mismo tiempo, haciéndose cargo del presente y mirando al futuro... con creatividad e imaginación”.

He aquí el discurso del Papa:

«Señores cardenales, venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; queridos hermanos y hermanas. Les doy la bienvenida a todos ustedes, profesores, estudiantes y personal no docente de la Pontificia Universidad Gregoriana, del Pontificio Instituto Bíblico y del Pontificio Instituto Oriental.

Agradezco al cardenal Zenon Grocholewski por sus corteses palabras. Saludo al padre Nicolás, y al padre Dumortier y a todos los otros superiores, así como a los cardenales y obispos presentes. ¡Gracias!

Las instituciones a las cuales pertenecen -reunidas en el Consorcio por el Papa Pío XI en 1928- están confiadas a la Compañía de Jesús y comparten el mismo deseo de “militar por Dios bajo el estandarte de la cruz y servir solamente al Señor y su Esposa, a disposición del Romano Pontífice, Vicario de Cristo en la tierra”.

Es importante que entre ellos se desarrolle la colaboración y las sinergias, custodiando la memoria histórica y al mismo tiempo haciéndose cargo del presente y mirando al futuro, con creatividad e imaginación, buscando tener una visión global de la situación y de los desafíos actuales y un modo compartido de afrontarlas, encontrando nuevos caminos.

El Papa al Consorcio Gregoriano de Roma: Las universidades eclesiásticas no son máquinas de

producción de teólogos y filósofos

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El primer aspecto que querría subrayar pensando en vuestra tarea, sea como docentes que como estudiantes, es el de valorizar el lugar en el que se encuentran para trabajar y estudiar, o sea la ciudad, y sobre todo la Iglesia de Roma. Hay un pasado y un presente. Están las raíces de la fe: la memoria de los apóstoles y de los mártires; está el ‘hoy’ eclesial; está el camino actual de esta Iglesia que preside la caridad, al servicio de la unidad y de la universalidad. ¡Todo esto no hay que darlo por descontado! Va vivido y valorizado, con un empeño que en parte es institucional y en parte es personal, dejado a la iniciativa de cada uno.

Al mismo tiempo las personas que vienen aquí traen la variedad de sus Iglesias de procedencia, de sus culturas. Esta es una de las riquezas inestimables de las instituciones romanas. Ésta ofrece una preciosa ocasión de crecimiento en la fe y de apertura de la mente y del corazón al horizonte de la catolicidad. Dentro de este horizonte la dialéctica entre el ‘centro’ y las ‘periferias’ asume una forma propia, la forma evangélica, según la lógica de un Dios que llega al centro partiendo desde la periferia para llegar a la periferia.

Otro aspecto que quiero compartir es el de la relación entre estudio y vida espiritual. Vuestro empeño intelectual, en la enseñanza y en la búsqueda, en el estudio y en una amplia formación, será tanto más fecundo y eficaz cuanto más sea animado por el amor a Cristo y a la Iglesia, cuanto más sea sólida y armoniosa la relación entre estudio y oración.

Éste es uno de los desafíos de nuestro tiempo: transmitir el saber y ofrecer una llave de comprensión vital, y no un cúmulo de nociones no relacionadas entre ellas. Es necesaria una verdadera hermenéutica evangélica para entender mejor la vida, el mundo, los hombres, no de una síntesis sino de una atmósfera espiritual de búsqueda y de certeza basada en las verdades de la razón y la fe.

La filosofía y la teología permiten obtener las convicciones que estructuran y fortifican la inteligencia e iluminan la voluntad... pero todo esto es fecundo si

se realiza con la mente abierta y de rodillas. El teólogo que se complace de su pensamiento completo y concluido es un mediocre. El buen teólogo y filósofo tiene un pensamiento incompleto, siempre abierto al ‘maius’ de Dios y a la verdad, siempre en desarrollo, según aquella ley que San Vicente de Lerins describe así: «Annis consolidetur, dilatetur tempore, sublimetur aetate» (Se consolida con los años, se dilata con el tiempo, se profundiza con la edad). El teólogo que no reza y que no adora a Dios acaba hundido en el más disgustoso narcisismo.

La finalidad de los estudios en cada universidad pontificia y eclesial, la búsqueda y el estudio van integrados con la vida personal y comunitaria, con el empeño misionero, con la caridad fraterna y el compartir con los pobres, con el cuidado de la vida interior en la relación con el Señor. Vuestros Institutos no son máquinas para producir teólogos o filósofos, son comunidades en las que se crece, y el crecimiento tiene lugar en la familia.

En la familia universitaria está el carisma de gobierno, confiado a los superiores, y está la diaconía del personal no docente, que es indispensable para crear el ambiente familiar en la vida cotidiana, y también para crear una actitud de humanidad y de sabiduría concreta, que hará de los estudiantes de hoy personas capaces de construir humanidad, de transmitir la verdad en dimensión humana, de saber que si falta la bondad y la belleza de pertenecer a una familia de trabajo se termina por ser un intelectual sin talento, un eticista sin bondad, un pensador carente del esplendor de la belleza y solo ‘maquillado’ de formalismos. El contacto respetuoso y cotidiano con la laboriosidad y el testimonio de los hombres y de las mujeres que trabajan en vuestras instituciones os dará esa cuota de realismo tan necesaria para que vuestra ciencia sea ciencia humana y no de laboratorio.

Queridos hermanos, confío a cada uno de vosotros, vuestro estudio y cuestor trabajo a la intercesión de María, Sedes Sapientiae, de san Ignacio de Loyola y de los otros vuestros santos patrones. Os bendigo de corazón y rezo por vosotros. ¡También vosotros, por favor, rezad por mí!»

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En Siria fue asesinado el sacerdote jesuita Frans Van der Lugt la mañana del lunes 7. “Dos hombres armados lo golpearon y luego lo mataron con dos disparos de bala en la cabeza”, fue el testimonio de los hermanos que también viven en este país en guerra.

El religioso holandés, de 75 años, que residía en una de las zonas asediadas por la guerra en Siria, había rechazado marcharse cuando se produjo la evacuación de civiles, a comienzos de este año, y había optado por permanecer en el casco antiguo de Homs asediado y bombardeado por las fuerzas del régimen sirio de Bashar al Asad.

“El pueblo sirio me ha dado mucho, mucha amabilidad, mucha inspiración y todo lo que poseo. Ahora que sufre debo compartir su pena y sus dificultades”,

explicó a la AFP en febrero a través de internet. “Soy el único sacerdote y el único extranjero que queda. Pero no me siento como un extranjero, sino como un árabe entre los árabes”, dijo sonriente.

El Padre Federico Lombardi, director de la oficina de prensa vaticana, habló así: «Muere así un hombre de paz, que con gran valentía quiso continuar fiel en una situación extremadamente arriesgada y difícil en el pueblo sirio, al cual había dedicado desde hace mucho tiempo su vida y su servicio espiritual. Allí donde el pueblo muere, mueren también sus fieles pastores. En este momento de gran dolor, expresamos nuestra participación en la oración, y también un gran orgullo y gratitud por haber tenido un hermano tan cerca de los que más sufren en el testimonio del amor de Jesús hasta el final».

Asesinado el sacerdote jesuita P. Frans Van der Lugt

Siria:

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Del 25 al 28 de marzo tuvo lugar en Caracas el Primer Encuentro Nacional de Asesores del Movimiento Juvenil Huellas: la innovación y fraternidad caracterizaron cada uno de los espacios de formación y reflexión de esta reunión.

La actividad comenzó con la presentación teatral del Circo Social Prometeo, quienes lograron un ambiente de alegría que perduraría los cuatro días. Posteriormente, ambientados en un café, los participantes pudieron compartir sus experiencias como asesores y acompañantes, además de sus expectativas de cara esta convocatoria.

Durante el segundo día reflexionaron sobre Educar la afectividad con criterios ignacianos, acompañados por el Director Nacional de Huellas, Rafael Garrido SJ, y conocieron los resultados de Resultados del Estudio Juventud que realizó la UCAB, facilitados por la Dra. Anitza Freites, quien resaltó la problemática del abandono escolar en Venezuela.

Durante el tercer día Pedro Trigo SJ, en una exposición

titulada Evangelización Juvenil hoy, discernió sobre los factores antropológicos y sociológicos que definen al joven cristiano de nuestro tiempo y su experiencia de fe; fue una presentación llena de pistas para revisar nuestra relación con Dios y los demás. Finalmente Juan Carlos Sierra SJ, Coordinador de la Comunidad de Universitarios Padre Alberto Hurtado (CUPAH), conversó sobre el Acompañamiento Vocacional con énfasis en lo profesional; durante este espacio hubo una participación activa de los asistentes quienes aclararon sus dudas y pusieron en común dificultades a la hora de abordar este tema.

Otros espacios, de oración y de fraternidad sirvieron para integrar a los asesores venidos de las cinco Zonas Huellas del país. Además de un programa de televisión en vivo que presentó todos los programas de la A. C. Huellas y cuyo objetivo lo declara su nombre “Somos Huellas”.

¡Que el Primer Caminante los siga impulsando para dar el más a favor de los jóvenes del país!

Huellas Venezuela:

Primer Encuentro Nacional de Asesores y Acompañantes

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De abajo arriba y de izquierda a derecha:

Primera fila: Mauricio Bueno (COL), Carlos Orellana, Vicesuperior y Ministro (CAM), Héctor Álvarez (VEN), Francisco Coste (ANT), Erick Hernández (CAM), Raimundo Salas (CHL), Aníbal Oyola (PER).

Segunda fila: Marcos Muiño (ARU), José Arteaga (CHL), Rodrigo Poblete, Rector (CHL), Juan Miguel Zaldua, Delegado de Formación CPAL (VEN), Pablo Concha (CHL), Juan Ochagavía (CHL), Marcos Gutiérrez (COL).Tercera fila: Gonzalo Contreras, Vice-Rector (CHL), Jaime Hoefken (PER), Cristóbal Fones, Vicesuperior

(CHL), Hernán Rojas (CHL), Juan Pablo Valenzuela (CHL), Franco Raspa (ARU), Daywing Duarte (CAM), Michael Wood (ANT), Víctor Gacitúa (CHL), Gustavo González (PAR), David Samaniego (PER), Daniel Mercado (BOL).

Cuarta fila: Cristian Sotomayor (CHL), Pablo González (CHL), Rafael Stratta (ARU), Matías Yunes (ARU), Martín García (CAM).

Foto CIF de TeologíaSantiago, Chile

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Relación entre la pastoral de Francisco y la Teología del Pueblo: conversación con el P. Juan Carlos

Scannone, SJ

Radio Vaticana recibió al padre Juan Carlos Scannone, jesuita, doctor en filosofía y rector en la Facultad de Filosofía y Teología de San Miguel en Buenos Aires, donde ha compartido muchísimo tiempo e incluso ha dialogado sobre este tema con quien estuvo en San Miguel durante largo tiempo, que fue provincial, rector del Colegio Máximo, y párroco de la parroquia del Patriarca San José, el actual Papa Francisco. El responsable de los programas en Lengua Española de Radio Vaticana, el jesuita Guillermo Ortiz, mantuvo un diálogo con el padre Scannone, que conoce tanto al Papa Francisco, el padre Bergoglio, y empezó

preguntándole ¿cuál es la relación que podemos hacer entre la pastoral del Papa Francisco y la Teología del Pueblo?

Para leer la entrevista completa clique aquí.

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Artículo del mes de Abril 2014

¿Qué ha significado para mí, como laica, la espiritualidad ignaciana?, Conchita Arias y Simarro, CIE – México, Reflexiones Ignacianas, n. 7, febrero 2013.La espiritualidad ignaciana es mi vida actual y no puedo separarla de todo mi hacer cotidiano, ni de mi propia historia. Puedo afirmar que es un modo de relacionarme con la realidad, con las personas, con Dios y conmigo misma; un modo que se ha hecho proceso a lo largo de mi historia personal: cambiando según las vivencias, evolucionando en tanto la he ido aprehendiendo, y profundizando con el estudio.Como laica, no he contado con el apoyo de una infraestructura que me facilite tiempos para la oración o para el estudio; he tenido que hacer grandes esfuerzos para encontrarlos entre las múltiples actividades que he desempeñando a lo largo de los años, pero han valido la pena. Los laicos, por lo general, tampoco contamos con una infraestructura económica que nos permita dedicarnos a hacer el bien, sin preocuparnos de qué comeré, dónde viviré y con qué vestiré (y más, si hay hijos.) Sin embargo, el goce enorme de los encuentros amorosos con Dios, a través de la oración, ha hecho que busque y descubra esos tiempos tan necesarios y enriquecedores.Mirando al pasado, puedo decir con satisfacción que logré un cierto equilibrio, entre muchas tensiones, para integrar y desarrollar mis distintas dimensiones humanas, junto con los variados roles que he jugado a través de los años: mujer, hija, hermana de 6, amiga, madre de 4, esposa de 1, académica (investigadora, maestra de cientos y administradora), abuela de 5, acompañante de Ejercicios Espirituales, facilitadora

de retiros, maestra en temas de espiritualidad, entre otros.Desde adolescente tuve grandes deseos de Dios. Muchas veces me he preguntado ¿de dónde vienen esos deseos? Me explico a mí misma que tengo nostalgia de Dios, es como si en el fondo de mi alma estuviera inscrita la huella de una experiencia de unión total con la divinidad y por ello constantemente busco recuperar esa relación que me hace sentir plena.——————-Ponemos a tu disposición el artículo correspondiente al mes de abril: “¿Qué ha significado para mí, como laica, la espiritualidad ignaciana?”Este servicio -”Espiritualidad: Artículo del Mes“- se quiere situar expresamente en la línea de la 5ª Prioridad del Proyecto Apostólico Común de la CPAL:“Espiritualidad encarnada y apostólica: Compartir la riqueza de nuestra espiritualidad, especialmente por medio de los Ejercicios Espirituales, para alimentar una experiencia encarnada de Dios en las personas y comunidades cristianas, contribuyendo así al proceso de evangelización al que nos llama Aparecida.”Se trata de un aporte de CLACIES (Confederación Latinoamericana de Centros Ignacianos de Espiritualidad) a la formación permanente de quienes tienen interés en la espiritualidad ignaciana.Para ver la lista de los títulos publicados hasta ahora, hacer CLIC.Si deseas recibir estos artículos mensuales en tu buzón electrónico puedes inscribirte en nuestra lista de distribución gratuita enviando un correo a [email protected]

“A medida que cambia el mundo, cambia el contexto de nuestra misión y las nuevas fronteras nos envían

señales que requieren nuestra respuesta”

Equipo de la CPAL

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