Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

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  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

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    Sobre la influencia del

    xam en de ingenios

    en Cervantes Un tema revisitadol

    DAVID F. ARRANZ LAGO

    eQu in diremos, seor, que es este caballero

    que vuesa merced nos ha trado a casa?

    Qu e el no m bre, la figura, y el decir que es caballero andante,

    a m i y a m i m adre nos t iene suspensos

    Q,

    II, 18)

    m e choca m ucho

    a tan esparcida

    cuanto nefanda creencia de que Don Quijote

    no es sino en te ficticio y f antstico,

    com o si fuera bacedero

    a humana fantasa el parir tan estupenda figura

    Miguel de Unamuno,

    Vida de don Quijote y Sancbo)

    Puede parecer una elucu bracin sin sen tido,

    pero la historia, en sus investigaciones

    y e n el acervo popular ha becbo de don Q uijote un personaje v ital y real

    Isaas Moraga Ramos, Salud, enfermedad y muerte en el Quijote2

    El presente estudio slo aspira a desbrozar el cuadro clnico real de Alonso Quijano

    Quijada o Quesada -que en esto hay alguna diferencia en los autores que de este caso escri-

    ben- E...1 Q, 1, 1), a la luz de las doctrinas del admirable mdico navarro Juan Huarte de San

    Juan h. 1529- h. 1591) impresas en su

    Ex am en de Ingen ios para las sciencias

    1575), en un

    intento revisionista de lo hasta ahora publicado, desde una perspectiva sincrtica -como la

    del propio Huarte- que toque de lleno la locura del viejo hidalgo desde el punto de vista de

    la frenopata periclitada de la que se sirvi Cervantes para dar inmortal visaje vesnico a don

    Quijote. Como texto bsico manejamos la edicin de

    El Ingenioso Hidalgo D on Quijote de la

    Mancba

    realizada por Luis Andrs Murillo Madrid Clsicos Castalia 1978.

    2

    A ctas del H C oloquio Internacional de la A sociacin de Cervantistas celebrado en

    A lca-

    La de Henares del 6 al 9 de noviembre de 1989 , Barcelona, Anthropos, 1991, p. 344.

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    AVID F. ARRANZ LAGO

    HUARTE Y EL CONOCIMIENTO PSICOPATOLGICO DE SU TIEMPO

    Fue Huarte de San Juan un hombre que se anticip a su tiempo. Conside-

    rado hoy como el padre de lo que en la poca fueron los primeros estudios psi-

    colgicos del temperamento individual, trat de dar solucin desde una pos-

    tura terico-pragmtica a unas necesidades concretas de la politica de Felipe

    II, al que los arbitristas traan de cabeza con especulaciones mentales y mala-

    barismos estratgicos cuasicmicos3.

    En el um bral del siglo XV II, el afn sistematizador y el panmetodismo enci-

    clopedista han ido sustituyendo subrepticiamente al pensamiento universalista

    surgido de los

    studia humanitaris

    ;

    Hipcrates, Aristteles y Galeno, aunque

    persisten en el fondo, comienzan a dar muestras de cansancio en un panorama

    donde acucian cada vez m s las necesidades de la

    rep

    blica

    y van dando paso

    a la ciencia moderna con V esalio, Huarte y M ontaria de Montserrate.

    El 23 de febrero de 1575 vio la luz el

    Examen de Ingenios para las scien

    cias

    de Huarte de San Juan. Mdico de grandes intuiciones y con una gran for-

    macin a sus espaldas realiz una labor encomiable para su poca: El libro

    constituye no slo un tratado fisio-psicolgico y biolgico-diettico, sino tam-

    bin una

    polyanthea

    que re

    ne casi la totalidad de los que podramos Ilamar

    grandes temas, desde la naturaleza de la inteligencia hasta la valoracin de la

    lengua castellana como vehiculo de transmisin del saber

    , pasando por cues-

    tiones de retrica, potica, medicina, eugensica, demonologa, idiosincrasia,

    etc. Pero ante todo, el libro es un instrumento al servicio de la

    rep

    blica

    para

    una mejora de su funcionamiento a partir de las disposiciones naturales de sus

    s

    bditos no olvidemos que la

    rep

    blica

    era un trasunto del cuerpo humano)7.

    Es decir, en palabras del propio Huarte, Saber, pues, distinguir y conocer

    estas diferencias naturales del

    ingenio

    humano

    , y aplicar con arte a cada una

    3

    Vilar J.

    Literatura y economa La figura satrica del arbitrista en el Siglo de

    Oro.

    Madrid, Revista de Occidente, 1972.

    4

    Cf. Lpez Pifiero, J.M.

    Ciencia y tcnica en la sociedad espaola de los siglos X V I y X V IL

    Barcelona, Labor, 1979, de suma utilidad para un acercamiento a este panorama cientfico.

    5

    Fue rechazado progresivamente como mtodo el saber considerado como abigarrada

    y a veces asistemtica compilacin de conocimientos del que se dio muestra en obras como

    la

    Silva de varia leccin

    1540) de Pedro Mexa,

    El Jardn de flores curiosas 1570) de Anto-

    nio de Torquemada, la

    Floresta espaola

    1574) de Melchor de Santa Cruz, la

    Filosofa se cre-

    ta 1585) de Juan Prez de Moya, la

    Silva curiosa

    1587) de Julin Medrano, etc., pero estas

    obras a

    n eran consultadas y seguidas como en el caso de las

    Clavellinas de recreacin

    1614)

    y el

    Tesoro de diversa licin

    1635) de Ambrosio de Salazar.

    6 Cf. Torre, Esteban.

    Ideas ling

    sticas y literarias del doctor Huarte de San Juan

    Sevilla,

    Universidad de Sevilla, 1977.

    7

    As sirvan como botn de muestra la

    Breve y sumaria declaracin del Arte general

    1586) de Pedro de Guevara, la Filosofa natural

    1589) de Simn Abril, los Remedios para la

    salud del cumpo de la Rep

    blica

    1610) de Prez de Herrera y el

    Tratado de rep

    blica y poli-

    ca cristiana

    1619) de Juan de Santamara.

    8

    Y ste, el ingenio, es precisamente el punto de contacto que se establece con El Inge-

    nioso Hidalgo

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    SOBRE LA INFLUENCIA DEL

    E X A M E N D E IN G E N IO S

    EN CERVANTES

    1

    la ciencia en que ms ha de aprovechar

    9

    , de manera que a cada naturaleza

    humana le corresponda un arte concreto de acuerdo con las demanda s del Esta-

    do en especial el de Felipe II al que dedica su

    o b ra ,

    sobre todo econmicas.

    Trata, adems, de mostrar la dependencia del

    ingenio

    respecto de la constitu-

    cin temperame ntal comb inndose as el plano terico y el prctico con magis-

    tral habilidad; el afn c omprehensivo claramente ap reciable en Huarte preten-

    de abarcar las cosas naturales clasificarlas lo que implica en cierta medida un

    reduccionismo de base organicista y crear arquetipos.

    Las imbricaciones huartinas son fcilmente rastreables en Pinciano Carba-

    llo Cascales y Baltasar Gracin

    A gudeza y arte de ingenio),

    quienes coinciden

    con l en que la huella divina o furor potico es un mito, y slo es posible Ile-

    gar al dominio de la m etrificacin por m edio del perfeccionam iento fisiolgico

    ya que todas las almas son

    tabulae rasae

    seg

    n el

    dictum

    aristotlico. Precisa-

    mente De anima

    del filsofo estagirita sirve a Huarte como punto de partida:

    Aristteles ya haba relacionado de m anera indisoluble el

    ingenio

    con el humor

    melanclico. Otras fuentes aristotlicas de las que bebi Huarte son:

    D e parti-

    bus animalium De somno et vigilia De memoria et reminiscencia

    etc. -Hip-

    crates m

    , Empdocles il

    , Platn y Galeno

    configuran junto a Aristteles el

    quinteto de pilares sobre los que Huarte erige su mole innovadora su afn enci-

    clopedista heredero del sistema lulliano. Esto implica un admirable esfuerzo sin-

    tetizador de pautas totalizadoras para abarcar los hechos naturales recogidos en

    la edad de oro de la casustica. Toda dimensin humana para Huarte incluso

    el alma es susceptible de una explicacin orgnica

    m

    . Por esto, la Inquisicin

    expurg frecuentes pasajes del libro por orden del cardenal Quiroga, quien

    introdujo el Examen

    en el

    Index et catalogus librorum probibitorum

    de 1581 y

    suprimi por completo el captulo en el que trata de la inmortalidad del alma,

    porque para el autor sta dependa de la constitucin humoral u orgnica del

    cerebro. Huarte tuvo que retractarse p

    blicamente en posteriores reediciones de

    lo que haba dicho en la princeps

    como esta palinodia que de seguro escribi

    9

    Seguimos la documentada edicin que del

    Examen de ingenios

    hace Guillermo Sers

    en la coleccin Letras Hispnicas de Ctedra 1989).

    tiliza Huarte en su totalidad el C o

    pus Hippocraticum 72 libros), en especial las mate-

    rias tocantes a los cuerpos h

    medos y secos, los elementos constitutivos (pituitoso, flemtico

    y bilioso), el arte y la tica del mdico, patologa, fisiologa, diettica y ginecologa, la psico-

    loga diferencial a partir de los pueblos, las regiones, los aires...

    11

    De Empdocles toma la teora de las cuatro races o cosas fsicamente irreductibles a

    realidades ms simples (las homeomeras de Anxagoras y los tomos de Leucipo y Dem-

    crito). La teora de los cuatro elementos es fundamental para entender la locura de don Qui-

    jote.

    12

    De Platn utiliza el

    Fedro

    el

    Timeo las Leyes,

    L a R e p

    blica el Teeteto D e scientia),

    etc.

    13 De Galeno utiliza

    Quos animi mores colporis temperatum insequantur

    (Por qu las

    costumbres del espritu estn en consonancia con los temperamentos del cuerpo) y

    D e opti-

    ma doctrina.

    14

    Es decir, que aclare las relaciones entre el cerebro y el entendimiento.

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    AVID F. ARRANZ LAGO

    a regariadientes: La prudenc ia y sabidura y las dems virtudes human as estn

    en el nima y no dependen de la compostura y temperamento del cuerpo

    como pensaron Hipcrates y Galeno.

    EL PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE LOS CUATRO HUMORES

    Antes de meternos de lleno en materia quijotesca hemos de despojarnos

    de nuestros conocimientos y prejuicios en cuanto a ciencia actual se refiere y

    dar un por otra parte ineludible vistazo a la idea general que se tena en los

    siglos XV I y XV II de las facultades del alma intelectiva y a la abando nada teo-

    ra de los humores que parte de la medicina de la Antig

    edad.

    Si abordram os las caractersticas fisio-psicolgicas de n uestro hidalgo y

    se es el fondo de la cuestin desde la perspectiva de la psiquiatra de hoy

    no haramos otra cosa que dar palos de ciego por lo que la visin retrospecti-

    va es imprescindible.

    A grandes rasgos diremos que los dos baremos que clasifican la facultad

    propia y peculiar del alma sensitiva de cada individuo son la naturaleza de sta

    y sus potencias tal como se expone a continuacin:

    1.

    La naturaleza viene definida como el temperamento de las cuatro cali-

    dades primeras a saber calor frialdad humedad y sequedad de cuya com-

    binacin nacen los caracteres de los hombres.

    2.

    Las potencias del alma intelectiva que dependen del cerebro y ste a

    su vez de la proporcin de las cuatro calidades elementales son: la mem oria

    la imaginativa la fantasa y el entendimiento. A cada potencia le corresponde

    unas determinadas aptitudes y profesiones de ah que sea fundamental el que

    cada individuo busque cul es su facultad y potencia ms pujante ayudndose

    del conocimiento de su propia fisiologa.

    Esto es si en su constitucin predomina lo clido su facultad imperante

    ser la imaginativa y la fantasa se ver desbaratada; si predomina lo h

    medo

    sobresaldr la memoria y si en cambio es lo seco el entendimiento.

    En el cuerpo hum ano las cuatro calidades primeras encuentran su correla-

    to en los cuatro humores: la clera o bilis amarilla la sangre o bilis roja la

    melancola o bilis negra y la flema o bilis blanca

    . Valgan las palabras del pro-

    pio

    Huarte que cita un ilustrativo ejemplo al respecto:

    Finjamos pues cuatro hombres enfermos en la compostura de la potencia visi-

    va y que el uno tenga en el humor cristalino una gota de sangre empapada y

    15

    V ase el cuadro de concatenaciones de Juan B autista Avalle-Arce en

    on Quijote como

    forma de vida.

    M adrid Castalia 19 76 p. 11 7 quien a su vez se basa en M artine Bigeard

    folie et les fous littraires en Espagne. 1500-1650

    Pars Centre de Recherches Hispaniques

    1973 p.

    20 .

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    SOBRE LA INFLUENCIA DEL

    EX MEN DE INGENIOS

    EN CERVANTES

    3

    otro de clera, y otro de flema, y otro de malancola. Si a stos, no sabiendo ellos

    de su enferm edad,.les pusisem os delante un pedazo de pao azul para que juz-

    gasen del color verdadero que tena es cierto que el primero dira que era colo-

    rado y el segundo amarillo y el tercero blanco y el cuano negro. Y todos lo

    juraran y se reiran unos de otros como que erraban en cosa tan manifiesta y

    notoria. Y si estas cuauo gotas de humores las passemos a la lengua y les di-

    semos a beber un jarro de agua el uno dira que era dulce el otro amarga el

    otro salada y el otro aceda Examen,

    2. proemio, p. 173).

    Seg n la medicina clsica y por ende Huarte el carcter y las enfermeda-

    des del hombre as como su

    ingenio,

    vienen dados por el balarice de los cua-

    tro humores que se establece en el cuerpo de cada individuo; dependiendo del

    predominio de uno u otro humor se configuran los diferentes tipos psicolgi-

    cos: el colrico en el que prima la clera o bilis amarilla y es seco; el sangu-

    neo en el que prima la sangre sobre el resto de humores y por eso es calien-

    te; el melanclico, que es fro porque ab unda en bilis negra, y el flemtico, que

    es hmedo por exceso de flema o bilis blanca.

    Pero estos cuatro humores no act

    an de manera aislada sino en interac-

    cin con las cuatro facultades del alma intelectiva ya mencionadas determi-

    nando as el inge nio merced a esta m ezcla cualitativa (krasis)16.

    Nuestro objetivo es demostrar cmo Alonso Quijano es un hombre colri-

    co y de ingenio, ya que las fronteras que encierran la palabra loco estn hoy

    por hoy y estaban entonces muy difuminadas

    . La naturaleza de su alma sen-

    sitiva est alterada, exacerbada por una hipertrofia de la imag inativa

    8

    debida a

    la sequedad de su cerebro, producto de las lecturas insomn es a las que se entre-

    g vigilia tras

    vigilia:

    En resolucin, l se enfrasc tanto en su lectura, que se le pasaban las noch es leyen-

    do de claro en claro y los das de turbio en turbio; y as del poco donnir y del

    much o leer se le sec el celebro, de m anera que vino a perder e l juicio Q, I, 1).

    16

    Guillermo Sers, en su particularmente ilustrativo artculo Huarte de San Juan: de la

    naturaleza a la poltica , publicado en

    Criticn

    (Touluse), 49 (1990 ), p. 84, afirma que se

    trata de un m todo combinatorio de cualidades elementales, humores, edades, latitudes geo-

    grficas, aires, dietas, etc., que en

    ltimo trmino remite a Hipcrates.

    17 Covarrubias en su

    Tesoro de la lengua castellana

    (1611) dice acerca de loco: La eti-

    mologa deste vocab lo tomar loco a cualquier homb re cuerdo, porque no se halla cosa que

    hincha su vaco... pudese aver dicho... a loquendo, porque los tales suelen, con la sequedad

    del celebro, hablar mucho y dar much as voces; y si bien lo consideramos al hombre que est

    en su juyzio, si es muy h ablador, dezimos com

    nmente ser un loco. E ntre loco, tonto y bovo

    ay mucha diferencia, por causarse estas enfermedades de diferentes principios y calidadesi. La

    una de la clera adusta, y la otra de la abundancia de flema. V ide verbo bovo, y en esto me

    remito a los mdicos (M adrid, Tumer, 1977, s.v.).

    18

    De e lla dice Aristteles en el libro III de De anim a:

    La imag inacin ser un movi-

    miento producido por la sensacin en acto-, Luis V ives en su De anima et v ita la define como

    una facultad que consiste en recibir las imgenes impresas en los sentidos, es d ecir, un

    receptor situado en el alma de todo lo percibido por los sentidos.

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    AVID F. ARRANZ LAGO

    La vigilia produce una deshidratacin en el cerebro solamente reparable

    por medio del suerio, y Alonso Quijano no estaba dispuesto a dar un momen-

    to de respiro a su desgastada mente. La sintomatologia del hidalgo se presenta

    asi de manera consecuente con la ciencia de su tiempo.

    La imaginativa es de donde surge la percepcin consciente la facultad de

    la solercia y constituye el puente entre el entendimiento y la fantasia, entre el

    intelecto y la sensibilidad; es la encargada, en definitiva, de construir las figu-

    ras, imgenes y especies.

    La certidumbre que este individuo tiene de su entorno, seg

    n Huarte, toda

    est desbaratada y suelta en sus materiales como casa convertida en piedras,

    tierra, madera y teja, de los cuales se podrian hacer tantos errores en el edifi-

    cio cuantos hombres llegasen a edificar con mala imaginativa Examen, XI, p.

    478 . Y es el caso, como cuenta Cervantes, que a nuestro aventurero todo

    cuanto pensaba, veia o imaginaba le parecia ser hecho y pasar al modo de lo

    que haba leido [...]

    Q, I, 2 . Las imgenes sensoriales recogidas por los senti-

    dos de Alonso Quijano quedan deformadas a la hora de imprimirse en el alma;

    ni ms, ni menos.

    Sin embargo, nuestro hidalgo andaba bien de entendimiento y asi lo ates-

    tiguan su ama, que le tenia por el ms delicado entendimiento de toda la Man-

    cha; y Sancho, que le dice en Sierra Morena: Digo de verdad que es vuestra

    merced el mesmo diablo y que no hay cosa que no sepa

    Q, I, 25 .

    Es ms, si don Quijote hubiera tenido dariado el entendimiento no podria

    aspirar al bien, y sta es precisamente la funcin que asumi desde su primera

    salida deshaciendo todo gnero de agravio Q, I,

    1 aquel caluroso dia del mes

    de junio en que se rescaban los cerebros ms templados:

    Por eso dijimos atrs seala H uarte que el calor era el instrumento con que

    obraba la imag inativa, porque esta calidad levanta las figuras y las hace b ullir, por

    donde se descubre todo lo que hay que ver en ellas. Y, si no, hay ms que con-

    siderar tiene fuerza la imaginativa, no solamente de componer una figura posible

    con otra, pero aun las que son im posibles, seg

    n orden de N aturaleza, las junta y

    de ellas vienen a hacer montes de oro y bueyes volando Examen: X, p. 430 .

    Sabemos adems que andaba bien de memoria

    : Cuando don Quijote

    tiene noticia de la existencia del sosias desenamorado de Avellaneda, exclama:

    Quienquiera que. dijere que don Q uijote de la M ancha ha olvidado ni puede olvi-

    dar a Dulcinea del Toboso, yo le har entender con armas iguales que va muy

    lejos de la verdad; po rque la sin par Dulcinea del Toboso ni puede ser olvidada,

    ni en don Quijote puede c aber olvido [...]

    Q,

    II, 59 .

    19 Luis Vives en De anima

    define memoria como aquella facultad del alma por la cual

    aquello que uno conoci mediante alg

    n sentido externo o interno consrvalo en la mente.

    s

    pues, toda su actuacin est vuelta hacia dentro, y la mem oria es como la tabla rasa que

    un Pintor ilumin.

    As como la tabla, mirada con los ojos, produce una nocin, la memoria la

    raliza por los ojos del alma, que entiende o conoce. Cf.

    AVALLE-ARCE,

    O. cit.,

    p. 101, n.4.

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    S O B R E L A I N F L U E N C 1 A D E L

    EXAMEN DE INGENIOS

    E N C E R V A N T E S

    5

    El protagonista apcrifo derrumbaba de golpe el edificio cervantino, ya que

    Martin Quijada es, como l mismo reconoce, el Caballero Desamorado, de una

    estructura psicolgica diametralmente opuesta a la de Alonso Quijano; el de

    Avellaneda3 rubrica su escudo con el emblema del desamor:

    Pero es menester, Sancho escribe Avellaneda, para esto, en esta adarga que

    Ilevo [...] poner alguna letra o divisa que denote la pasin que Ileva en el cora-

    zn el caballero que la trae en su brazo; y as, quiero que en el primer lugar que

    Ilegremos un pintor me pinte en ella dos hermossimas doncellas que estn

    enamoradas de bro y el dios Cupido encima que me est asestando una

    cha, la cual yo reciba en el adarga, riendo dl y tenindolas en poco a ellas, con

    una letra que diga al derredor de la adarga: El Caballero Desamorado

    Q.

    p

    crifo, V. 4)21.

    A diferencia de nuestro hidalgo Martin Quijada sufre una lesin en el

    entendimiento, lo que le lleva a acabar sus dias en el Hospital de la Visitacin

    de Toledo, el de mayor fama en la poca. Era un loco de manicomio. En cam-

    bio, Alonso Quijano ofrece un cuadro clinico, si; mas fluctuante por su doble

    lesin en la imaginativa

    y en la fantasia

    mientras que la memoria y el

    entendimiento permanecen intactos. Es don Quijote y no un loco cualquie-

    ra el que escucha atentamente la tragedia de Cardenio porque son discursos

    de entendimiento y el que estalla al oir lo que el Roto dice del amanceba-

    miento entre el ficticio maestro Elisabat y la tambin ficticia reina Madsima

    porque toca a la imaginativa y a la fantasia y, como hemos visto, en su cons-

    20Cervantes califica

    a A vellaneda como fingido y de resfriado ingenio Q, II, 74).

    21

    Femndez de Avellaneda, Alonso.

    Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quixote de

    la Mancha, que contiene su tercera salida, y es la quinta parte de sus aventuras. Edicin de

    Agustin del Saz, Barcelona, Juventud, 1980, pp. 50-51. Tambin Cf. Gilman, Stephen.

    Cervan-

    tes y Avellaneda, estudio de una imitacin,

    trad. del original indito por Margit Frenk Alato-

    rre. Mxico. El Colegio de MXiCO, 1 9 5 1 .

    22 Af

    irma Huarte que cierta diferencia de imaginativa (...) convida al hombre a ficcio-

    nes y mentiras. En el captulo XLVI de la primera parte del

    Quijote,

    cuando todos los inqui-

    linos de la venta se disfrazan para Ilevar a cabo el encantamiento, Cervantes cuenta cmo

    el hidalgo dio en la cuenta de lo que su continua y desvariada imaginacin le representa-

    ba, y se crey que todas aquellas figuras eran fantasmas de aquel encantado castillo. Lo

    que ocurre es que, en realidad, los fantasmas una vez ms para desgracia de los soa-

    dores como nuestro caballero son de carne y hueso. En la II parte, el bachiller Carrasco le

    pone al corriente de que han salido a la luz sus aventuras, y don Quijote se imagin que

    alg

    n sabio, o ya amigo o enemigo, por arte de encantamiento las habra dado a la estam-

    pa Q, I I , 2) .

    23 Fantasa, para Vives, es la facultad que perfecciona las imgenes sensoriales, que de

    por s son imperfectas. En el siglo XVI comenz a hablarse de esta facultad que perfecciona-

    ba las imgenes impresas en los sentidos y que completaba la trtada clsica de las potencias

    del alina intelectiva. Llensele la fantasa de todo aquello que lea en los libros nos dice Cer-

    vantes. Sers equipara ambas facultades en el concepto de fantasa, desde la esttica clsica

    a la diociochesca ALEUA, 10. Universidad de Alicante 1994.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    8/20

    26

    A V I D F . A R R A N Z L A G O

    titucin predomina lo clido por lo que sus facultades ms pujantes son la

    fantasa y la imaginativa. La alternancia entre entendimiento ileso y fantasa e

    imaginativa trastrocadas es lo que le produce su peculiar vesania, he aqu el

    meollo de sus actos: la realidad oscila para don Quijote porque entre la ima-

    gen sensorial y el alma se interponen una imaginativa y una fantasa lesiona-

    das. Hoy da a las lesiones de este calibre se les denomina mitomana, mono-

    mana delirante, prepsicosis o esquizofrenia. Su caso es anlogo al expuesto

    por Huarte de San Juan:

    Demcrito Abderita fue uno de los mayores filsofos [...]; el cual vino a tanta

    pujanza de entendimiento all en la vejez, que se le perdi la imaginativa, por la

    cual razn comenz a hacer y decir dichos y sentencias tan fuera de trminos,

    que toda la ciudad de Abderas le tuvo por loco [...]; y Ilegando [Hipcrates1 al

    lugar donde habitaba E...1 comenz a razonar con l. Y hacindole las preguntas

    que convena para descubrir la falta que tena en la parte racional, hall que era

    el hombre ms sabio que haba en el mundo. [...] Y fue la ventura de Demcrito

    que todo cuanto razon con Hipcrates en aquel breve tiempo fueron discursos

    del entendimiento y no de la imaginativa donde tena la lesin

    Examen, I, pp.

    207-209).

    Muchos de los personajes del

    uijote quedan desconcertados ante la ambi-

    valente locura que padece Quijano. El cura no sabe a qu atenerse , ni siquie-

    ra cuando tiene que explicar a Cardenio los actos de su convecino. As, pone

    en su boca Cervantes las palabras siguientes:

    [. . .]

    fuera de las simplicidades que este buen hidalgo dice tocantes a su locura, si

    se le trata de otras cosas discurre con bonsimas razones y muestra tener un

    entendimiento claro y apacible en todo; de manera que, como no le toquen en

    sus caballeras no habr nadie que le juzgue sino por de muy buen entendi-

    miento Q, I, 30).

    Otro famoso personaje el Caballero del Verde Gabn expone en los

    siguientes trminos la locura del hidalgo a su hijo, el estudiante don Lorenzo:

    No s lo que te diga, hijo respondi don

    D iego; slo

    te sabr decir que le he

    visto hacer cosas del mayor loco del mundo, y decir razones tan discretas, que

    borran y deshacen sus hechos Q, II, 18).

    Tal desequilibrio humoral no hubiera trascendido a mayores desastres en

    otros sujetos, pero en el de Quijano, merced a su desmedida aficin por la lec-

    tura de los libros de caballeras, la combinacin fatal para l, no para nosotros,

    4A este respecto narra Cervantes: Mirbalo el cannigo y admirbase de ver la extra-

    rieza de su gran locura, y de que cuanto hablaba y responda mostraba tener bonsimo enten-

    dimiento; solamente vena a perder los estribos, como otras veces se ha dicho, tratndose de

    caballera Q, I,

    49 .

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    9/20

    SOBRE LA INFLUENCIA DEL

    EXAMEN DE INGENIOS

    EN CERVANTES

    7

    que disfrutamos a costa de su salud estaba servida 2 5 . l no estaba dispuesto a

    perder durmiendo ni un solo instante de la vida apasionada que se abria ahora

    ante sus ojos, aun a costa de su imaginativa. Duerm e t

    que naciste para dor-

    mir Q,

    I, 20 y Q, II, 68), le dice a Sancho en dos ocasiones; aunque ese con-

    sejo 2 6 slo es en lo tocante a la labor escud eril, porque cu ando pasa a ser gobe r-

    nador le amonesta de manera bien diferente con la poltica que lleva para

    consigo mismo: Sea m oderado tu sueo; que el que no m adruga con el sol, no

    goza del da

    Q, II, 4 3 2 7

    En cualquier caso, el agravante seg

    n se crea en la poca y asi lo reflej

    Cervantes fueron los libros de caballeras. En el siglo XV I no se vea con bue-

    nos ojos la lectura abundante de libros porque era general la creencia de que

    alteraba el entendimiento sobre todo tratndose de libros de ficcin 2 8

    . Descar-

    tes en el

    Discurso del mtodo

    1637) dice: [...] aquellos que regulan sus propias

    costumbres seg

    n los ejemplos que de tales historias sacan se exponen a caer

    en las extravagancias de los paladines de nu estras novelas y concebir designios

    que sobrepasan a sus fuerzas29 .

    Los crticos moralistas alzaban la voz contra la naturaleza engariosa de la

    literatura imaginativa por su falta de verosimilitud, y slo aprobaban aquellas

    ficciones que tuvieran una mayor adecuacin con el mundo real en aras de la

    credibilidad. Pero en la b

    squeda de ese mximo parecido con la realidad el

    autor obediente con los preceptistas intensificaba de manera contraproducente

    el poder de a traccin del relato para el lector, revistiendo la ilusin de apa rien-

    cia ms real. Es decir, cuanto ms verosmil era una narracin fantstica, ms

    riesgo corra el lector-oyente de crerselo; los neoaristotlicos se pillaban los

    dedos de las dos formas en la eterna lucha de la razn contra la emocin. El

    riesgo de creer o no la fbula de ficcin dependa y depende de los deseos del

    lector de aceptar como verdad lo que se le ofrece.

    No olvidemos que don Quijote no era el nico en dar crdito a las histo-

    rias de caballeras. En el delicioso captulo )0 XII de la primera pa rte se nos da

    25 Avalle-arce,.op. cit., p. 109: -Quiero destacar en la ocasin el hecho de que los senti-

    dos no engaen a don Quijote en absoluto. 1...1 Es en el paso de lo sensorial a lo animico que

    estas imgenes quedan totalmente trascordadas: el alma de don Quijote registra, en vez de

    venta, un castillo, y dos hermanas doncellas en lugarde las dos mozas del partido.

    26

    El captulo XLVII de la segunda parte es un compendio resumido de los conocimien-

    tos dietticos de la poca y en l se menciona de manera explcita a -nuestro maestro Hip-

    crates, norte y luz de la medicina.

    27

    Green Otis H. El Ingenioso Hidalgo

    Hispanic Review )0 V, 1957, p. 180 , n. 18: -This

    of course is the antidote to the lack of sleep which was the original cause of Don Quijote s

    derangement.

    28

    Chevalier, Maxime.

    L ectura y lectores en la spaa del siglo X V I y X V IL

    Madrid, Tumer,

    1976. Tambin ofrece mucha informacin sobre este asunto, en conexin con la picaresca

    B.W. iFE

    en Reading and fiction in Golden-Age Spain,

    Cambridge. Cambridge University Press,

    1985.

    29

    Descartes, Ren.

    Discurso del mtodo. Traduccin y notas de Jorge Carrier Vlez, Bar-

    celona Edicomunicacin 1994.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    10/20

    28

    AVID F. ARRANZ LAGO

    cuenta de cmo el ventero cree en su veracidad a pesar de que el cura le jure

    que nunca tales caballeros fueron en el mundo, ni tales hazarias ni disparates

    acontecieron, a lo que aqul responde con una clusula no exenta de conteni-

    do crtico, que no tiene desperdicio:

    iBueno es que quiera darme vuestra merced a entender que todo aquello que

    estos buenos libros dicen sea disparates y mentiras, estando impreso con licen-

    cia de los seores del Consejo Real, como si ellos fueran gente que haban de

    dej r imprimir t nt mentir junt y t nt s b t ll s y t ntos enc nt mentos que

    quitan el juicio

    Q, I, 32).

    La irona cervantina en boca del ventero no puede ser ms explcita.

    LA FORMULA COLRICO-SUTIL- INGENIOSO

    Sutileza y facilidad de inventiva a don Quijote no le faltaban, y stas eran

    las cualidades indispensables en el hombre de ingenio ; si alguien duda de esa

    sutileza, que acuda a los discursos pronunciados por nuestro hidalgo sobre la

    Edad de Oro y las armas y las letras en los captulos X1 y )00 VII-XXXVIII res-

    pectivamente

    . A este respecto recordemos lo que de l dijo don Luis: l es un

    entrever do loco lleno de lcidos intervalos Q, II, 18)

    . Sirvan para confir-

    marlo las palabras de Huarte:

    Slo quiero dar a entender que la gracia y donaire que tienen los buenos predi-

    cadores con la cua l atraen a s el auditorio y lo tienen contento y suspenso, todo

    es obra de la imaginativa, y parte de ello de la buena memoria

    Examen, X ,

    p. 433).

    yor qu eligi Cervantes precisamente el adjetivo ingenioso y no otro para

    calificar a don Quijote? Es difcil pensar que lo escogi al azar cuando nada

    escribi que no fuese de un modo intencionado; todo en l obedece a un cui-

    dadoso descuido del que hace gala constantemente en errores de bulto y olvi-

    dos que no caben atribuirse a otra cosa que a la premeditacin ms deliberada.

    C ovarrubias

    s. v.) lo define as: Vulgarm ente llamam os ingenio a una fuera natural

    de entendimiento, investigadora de lo que por razn y discurso se puede alcanzar en todo

    gnero de ciencias, disciplinas, artes liberales y mecnica, sutilezas, invenciones y enga-

    rios.Cejador y Frauca en

    La lengua de Cervantes,

    II, Madrid, 1906, anota los pasajes del

    Qui-

    jote

    donde se utiliza la palabra.

    'ngase en cuenta que para H uarte la oratoria es una ciencia que nace de cierto punto

    de calor, concepto c lave ste del calor

    para poder interpretar la sintomatologa qu ijotesca.

    32

    Del auditorio que tuvo don Q uijote en sus dos discursos describe Cervantes lo siguien-

    te: De tal manera y por tan bueno s trminos iba prosiguiendo en su pltica don Q uijote, que

    oblig a que, por entonces, rtinguno de los que escuchndole estaban le tuviese por loco; [...]

    Q,

    I, 37).

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    11/20

    SO B R E L A I N FL U E N C I A D E L EXAMEN DE INGENIOS

    E N C E R V A N T E S

    9

    En 1910, Robinson Smith da una definicin muy aproximada de lo que con la

    palabra ingenioso Cervantes quiso dar a entender,

    the im aginative gendem an,

    expresin que posteriormente fue sustituyendo al estereotipo de visionario. La

    transicin de Alonso Quijano fue desde un hidalgo manchego de temperamen-

    to colrico

    a imaginativo monomanaco; de todas m aneras, su locura sigue una

    trayectoria pasajera de ida con el delirio y vuelta con la muerte.

    Vaya por delante que la coincidencia entre

    ingenioso

    34

    tal como usa este

    trmino Cervantes y la utilizacin que de l hace Huarte de San Juan va ms

    all de la mera similitud forma1

    . Cervantes no slo estaba al corriente, sino que

    haba ledo el Examen de ingenios incluso Mauricio de Iriarte sugiere que

    ambos pudieron conocerse persona1mente) 6

    . Para el mdico navarro,

    ingenio

    es lo m ismo que fecu ndidad de la inteligencia [...], capacidad de erigendrar con-

    ceptos o figuras representativas de la naturaleza de las cosas.

    Hay en el Quijote

    una gradacin de

    ingenios 3 7

    ; as Sancho Panza es de

    boto ingenio

    Q, I, 25), de manera que Cervantes considera que todo hombre

    es poseedor de cierto grado de inteligencia, ya sea ste sutil o boto. L legados a

    este punto, dejemos hablar a Huarte,

    vox populi de la medicina del siglo XV I:

    Porque, seg

    n la opinin de los mdicos, en muchas obras exceden los destem-

    plados a los templados; por donde dijo Platn que por maravilla se halla hombre

    de muy subido ingenio que no pique algo en mana 8 , que es una destemplanza

    caliente y seca del cerebro

    Examen,

    2. premio, p. 179).

    Es evidente que Cervantes eligi con gran tino el sobrenombre de Alonso

    Quijano

    9

    : un hidalgo caliente y seco, manitico de los libros de caballeras, que

    33 E l esto, seg

    n las relaciones entre la Naturaleza y los humores, se corresponda con el

    temperamento colrico, y don Q uijote, como veremos m s adelante, lo era. Es difcil imaginarse

    al inveterado caballero cabalgando sobre Rocinante bajo los rigores de la nieve hibemal. Como

    vemo s, las implicaciones trascienden ya a l mbito de la

    eugnica

    de los lugare s, aires, climas, etc.

    34 Se ha apuntado tambin la posibilidad de que el adjetivo

    ingenioso

    que reza en el ttu-

    lo hubiera podido ser aadido por el impresor, siempre con miras a un mayor xito de ven-

    tas. En cualquier caso, no nos ha sido posible confirmar este extremo; por otra parte, inge-

    nioso

    aparece una y otra vez a lo largo del libro, ya en multitud de epgrafes, ya en el propio

    texto: -Dijo que andaba ya en libros la historia de vuestra merced, con nombre de El inge-

    nioso hidalgo don Quijote de la Mancha- Q, II, 2). Es ms, el adjetivo se repite en el ttulo de

    la segunda parte diez aos despus.

    35

    Cf. al respecto el exhaustivo estudio de IlUARTE, Mauricio de.

    El doctor Huarte de San

    Juan y su Examen de ingenios.

    Madrid, CS IC , 1948, pp. 311-332.

    36 Ibd., p. 313, n. 3.

    37

    S eg

    n Vives op. c it.), ingenio es

    universa vis mentis nostrae.

    38 Platn Ion 553E -

    5 3 4 A

    -

    B cuando habla sobre el ingenio para la poesa dice:

    -ingenium

    excellens cum mania-.

    CF. tambin

    Hutchings, The Examen de ingenios and the doctrine of

    original genius-, Hispania, XIX, 1936.

    39 S eg

    n Cervantes, el

    ingenioso

    dice -cosas Ilenas de sentencias y avisos- Q, II, 49). Iriar-

    te, op. cit., p. 316, considera la posibilidad eufnica

    -ingenioso hidalgo-

    en la eleccin del

    trmino ingenioso. Para Iriarte, Cervantes perteneca al -tipo auditivo. E incluso el nombre de

    batalla del hidalgo, como cuenta Fernando BOUZA en

    Locos, enanos y hombres de pla-

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    12/20

    30

    AVID F. ARRANZ LAGO

    tan pronto pasa del sosiego a la clera ms desatada

    4

    , por fuerza haba de ser

    ingenioso.

    Aunque la frmula colrico-sutil-ingenioso aparece por vez primera en el

    Rgimen y aviso de sanidad

    1562) de Francisco N

    riez de Oria, parece claro

    que se inspirase ms en el

    Examen de ingenios.

    Los paralelismos existentes

    entre ambas obras nos llevan a pensar una y otra vez que la influencia moder-

    nizante de Huarte en Cervantes va ms all de la coincidencia. Es sumamente

    ilustrativo un caso clnico de prdida de juicio recogido por el navarro debido

    a la configuracin psicopatolgica que ofrece y que nos trae a la memoria de

    forma instantnea al hidalgo manchego. El loco Luis Lpez recupera la razn

    con el estertor postrero:

    En confirmacin de lo cual no puedo dejar de referir aqu lo que pas en Cr-

    doba el ario de 1570 estando la corte en esta ciudad) en la muerte de un loco,

    cortesano, que se llamaba Luis Lpez. ste, en sanidad, tena perdidas las obras

    del entendimiento, y en lo que tocaba a la imaginativa deca gracias y donaires

    de mucho contento. A ste le dio una calentura maligna de tabardete, en medio

    de la cual vino de repente a tanto juicio y discrecin que espant toda la Corte;

    por la cual razn le administraron los sacramentos y test con toda la cordura del

    mundo; y as muri invocando la misericordia de Dios y pidindole perdn de

    sus pecados

    Examen,

    IV, p. 305)41.

    Este paralelismo del loco Lpez trasciende el mbito ms o menos anec-

    dtico cuando leemos en el Prlogo a las

    Ocho com edias y ocho entrem eses

    nuevos

    1615) unas palabras surgidas de la pluma cervantina: aquel famoso

    loco Luis Lpez incluso llega a puntualizar Cervantes el lugar donde aqul fue

    inhumado: entre los dos coros de la catedral de Crdoba).

    Similar situacin aparece reflejada en el

    Persiles

    cuando narra Cervantes:

    [...] crey sin duda alguna Willaseriorl que el conde haba perdido el juicio y

    que la hora de su muerte era llegada, pues en tal punto, por la mayor parte, o

    se dicen grandes sentencias o se hacen grandes disparates

    4

    . En sentido anlo-

    go, Hu arte escribe:

    Y es que si el hombre cae en alguna enfermedad por la cual el celebro de repen-

    te mude su temperatura, como es la mana, melancola y frenesa, en un momen-

    cer en la corte de los A ustrias.

    Madrid, Temas de Hoy, 1996, p. 145, fue elegido con intencin:

    Un caso especial lo constituye la terminacin de los aumentativos despectivos en

    ote

    a la

    que Cervantes acudi para rebautizar de loco a su Alonso Quijano.

    4

    l colrico es osad, s

    bito, agudo, ingenioso, se enfurece y tranquiliza fcilmen-

    te; la cita est tomada de Otis H.

    GREEN,

    op. cit., p. 183, quien a su vez la recoge del Dr. J.

    B. Ullersperger,.

    Historia de la psiquiatra y de la psicologa en Espaa,

    Madrid Alhambra

    1954, p. 80.

    41

    Esta influencia fue recogida por

    IRIARTE,

    op. cit., p. 319.

    42

    Cervantes, Miguel de.

    Los trabajos de Persiles y Segsmunda

    Edicin de Juan Bautista-

    Avalle-Arce. Madrid. Clsicos Castalia, 1987, pp. 338-339. Avalle estudia el caso a fondo en

    Deslindes cervantinos.

    Madrid, 1961, y lo ampla en

    Nuevos deslindes cervantinos.

    Barcelona,

    Ariel, 1975.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    13/20

    SOBRE LA INFLUENC1A DEL

    EXAMEN DE ING EIVIOS

    EN CERVANTES

    1

    to acontesce pe rder, s i es prudente, cuanto sabe, y dice mil disparates; y si es nes-

    cio, adquiere ms ingenio y habil idad que antes tena

    (Examen, pp. 304-305 .

    Por otra parte, explica Huarte que la causa de la sequedad del cerebro,

    jun to con la vig il ia , es tam bin la t r i s teza: la t r is teza y a f licc in ges ta y con su-

    m e la hum idad de l ce leb ro , y as lo exp l ica e l cu ra cua ndo t r a ta de d i s im ula r a

    ojos de don Quijote el que la hermosa Dorotea olvidara su nombre postizo de

    pr inc e sa Mic omic ona :

    No es maravilla, seriora ma, que la vuestra grandeza se turbe y empache con-

    tando sus desventuras; que ellas suelen ser tales, que muchas veces quitan la

    memoria a los que maltratan, de tal manera que aun de sus mesmos nombres no

    se les acuerda (Q,

    I, 30).

    Don Quijote, el

    ltimo de los caballeros andantes, fue hombre proclive a

    la t ri s teza , y aco sado p or la m elancol a

    m u r i e n la c a m a b a jo l a m i r a d a i m p o -

    tente de los que le queran: porque o ya fuese de la melancola que le causa-

    ba el verse vencido [...1 se le arraig una calentura que le tuvo seis das en la

    c a m a , y u n p o c o m s a b a jo a a d e : F u e e l p a r e c e r d e l m d i c o q u e m e l a n c o l -

    as y desabrimientos le acababan II, 74)

    Has ta Roc inan te se con tag iaba de

    l a m e l a n c o l a d e s u a m o :

    Sucedi en este tiempo escribe Cervantes, que una de las cabalgaduras en que

    venan los cuatro que Ilamaban, se Ileg a oler a Rocinante; que melanclico y

    triste, con las orejas cadas, sostena, sin moverse, a su estirado serior

    (Q, I, 43).

    El hom bre de ingen io , seg

    n Ar i s tte le s , e r a inc l inado a lo s e s t ados m e lan -

    clicos; los humores, causantes de los movimientos del corazn, se combina-

    ban como ya hemos visto, y a veces en los individuos ingeniosos y secos pro-

    ducan una contracin cardaca y daban lugar al ataque de melancola con la

    cons igu ien te t r i s teza i r r e frenab le ; La t r i st eza y a f l icc in desec a y consu m e las

    carnes, y por esta razn adquiere el hombre mayor entendimiento, ensea

    Huarte. El cerebro de Quijano ha mudado su temperatura aparece la melanco-

    l a , don Qu i jo te el loco m uere , Alonso Qu i jano e l Bueno vue lve a la v ida tan

    s lo un os in s t an te s , su fi c ien te s pa r a desped i r se de su s am igos .. . Ce rvan te s cue l -

    43

    Cf. e l c ls ico y docum entado es tud io de KL1BANSK Y, PANOFSKY y SAXL,

    Saturno y la

    melancola.

    Madrid, Alianza Forma, 1991. Vanse tambin

    ESCUDERO ORTUO,

    Alberto,

    on

    cepto de la melancola en el siglo XVIL

    Prlogo de

    J.J.

    Lpez Ibor, Huesca, Tesis de la Uni-

    versidad Central, 1950, y Angelino, C. y Salvaneschi, E.,

    Aristotele. La -melancola dell uomo

    di genio.

    Gnova, II melangolo, 1981.

    44

    Conste que Cervantes quit la vida a su personaje de manera que ning

    n otro -escri-

    tor fingido y tordesillesco se aprovechara ms de la historia, como deja ver al final del

    lti-

    mo captulo. Muerte similar a la que sufre Camila, protagonista de

    El curioso impertinente,

    novela interpolada en la primera parte: lo cual sabido por Camila, hizo profesin y acab

    en breves das la vida a las rigurosas manos de tristezas y melancolas- Q, I, 35).

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    14/20

    32

    AVID F. ARRANZ LAGO

    ga de la espetera el instrumento con el que acaba de darle muerte. El rito tr-

    gico que conlleva toda creacin acaba de consumarse una vez ms.

    Continuemos con la frmula de la enfermedad de Alonso Quijano en con-

    creto con su dimensin de hombre colrico

    . Partimos con Huarte de la base

    de que La vigilia de todo el da deseca

    6

    y endurece el cerebro y el sueo lo

    humedece y fortifica por lo que el hidalgo manchego con su mana sus lesio-

    nes en la imaginativa y fantasa su exacerbado ingenio su calor bullente en los

    humores y su extrema sequedad estaba abocado a padecer frecuentes aunque

    transitorios ataques de clera. Cuando se encuentra con que su librera se ha

    volatilizado por obra seg

    n se imagina del sabio Frestn ama y sobrina dejan

    las rplicas para mejor ocasin porque vieron que se le encenda la clera

    Q ,

    I, 7 .

    En otro momento en que Sancho pone de manifiesto

    a pos teriori

    la desa-

    certada liberacin de los galeotes su amo le apostrofa:

    [...]

    a quien mal le ha parecido, salvo la santa dignidad del seor licenciado y su

    honrada persona digo que sabe poco de achaque de caballeria y que miente

    com o un hideputa y mal nacido; y esto se lo har conocer con mi espada, donde

    ms largamente se contiene.

    Ante razones tan convincentes Sancho no tuvo por menos que callarse al

    igual que aquella ocasin en que quiso hacer entender a su amo las ventajas de

    un enlace con la princesa Micomicona en vez de Dulcinea slo que esta vez s

    mont en desatada clera:

    Don Quijote que tales blasfemias oy decir contra su seora Dulcinea no lo

    pudo sufrir; y alzando el lanzn, sin hablalle palabra a Sancho , y sin decirle esta

    boca es ma, le dio tales dos palos, que dio con l en tierra; y si no fuera porque

    Dorotea le dio voces que no le diera ms sin duda le quitara alli la vida

    Q ,

    30 .

    El colrico en un ataque de bilis amarilla apenas puede mediar palabra

    pues como dice Huarte el no acertar a hablar puede nacer de tener la lengua

    mucho calor y sequedad como acaece a los colricos los cuales enojados no

    aciertan a hablar.

    Pero a

    n ms elocuente es er siguiente fragmento en el que de nuevo

    surge la confrontacin entre amo y escudero:

    ;Oh, vlame D ios, y cun grande fue el enojo que recibi don Quijote oyendo las

    descompuestas palabras de su escudero Digo que fue tanto, que, con voz atro-

    pellada y tartamuda lengua , lanzando vivo fuego p or los ojos, dijo:

    45

    Gree n, op. cit.,

    establece la relacin entre don Quijote y el hombre colrico descrito

    por el arcipreste de Talavera en el Corbacho .

    1

    Qu

    podr engendrar el estril y mal cultivado ingenio mo sino la historia de un hijo

    seco,

    avellanado antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados? nos dice

    Cervantes en el prlogo.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    15/20

    SOBRE LA INFLUENCIA DEL

    EX MEN DE INGENIOS

    EN CERVANTES

    i0h bellaco villano malmirado descompuesto ignorante infacundo deslen-

    guado, atrevido, murmurador y maldiciente [...] yete de mi presencia, mons-

    truo de naturaleza depositario de mentiras almario de embustes silo de bella-

    queras, inventor de maldades, publicador de sandeces, enemigo del decoro

    que se debe a las reales personas yete, no parezcas delante de m, so pena de

    mi ira

    Y diciend o esto, enarc las cejas, hinch los carrillos, m ir a todas partes, y dio con

    el pie derecho una gra n patada en el suelo, seriales todas de la ira que encerraba

    en sus entrarias. A cuyas palabras y furibundos adema nes qued Sancho tan enco-

    gido y m edroso, que se holgara que en aquel instante se abriera debajo de sus pies

    la t ierra y le tragara. Y no supo qu hacer se, sino volver las espaldas y quitarse de

    la enojacia presencia de su serior. Pero la discreta Dorotea, que tan entendido tena

    ya e l humo r de d on Q uijote, dijo, para tem plarle la ira [ . .. ].

    Q , I, 46).

    En la aventura de los disciplinantes tambin se pone de manifiesto el tempera-

    m ento del hidalgo cuand o aquellos entienden [.. .] que don Quijote deba de ser

    alg

    n hombre loco, y tomronse a reir muy de gana; cuya risa fue poner pl-

    vora a la clera de don Quijote; porque sin decir ms palabra, saca ndo la espa-

    da, a rrem et i a las andas

    Q , I, 52).

    Como vemos, don Quijote no hace otra cosa que confirmar el prototipo

    de colrico expuesto en el

    Examen

    una y otra vez y se erige como paradigma

    de aquellos quienes, como afirma Huarte, estando en paz aciertan muy bien

    a hablar; pero enojados, sube el calor ms de lo que conviene, y desbarata la

    imaginativa.

    El proceder asim ilador ce rvantino no desderi la ciencia de m s actual idad

    entonces, representada en la persona del mdico navarro, e inmortaliz para

    siempre la frmula clnica propuesta por ste al socaire de la priola que traz

    de modo indeleble los rasgos psicopatolgicos del ms ilustre de los enfermos

    de nuestra literatura.

    INFLUENCIAS EVIDENTES EN OTROS PASAJES CERVANTINOS

    Sin embargo esta influencia va ms all de la construccin de caracteres.

    El contagio se materializ en paralelismos textuales, no ya slo en el

    Quijote,

    sino tambin en

    El L icenciado V idriera, L a eleccin de los alcaldes de Daganzo

    y

    El Persiles

    Mas no cabe pensar en Cervantes una inspiracin directa con el

    Examen

    abierto sobre la mesa. No. La lectura del tratado ms impactante de

    aquel mundo cientfico dej a buen seguro huella indeleble en su prodigiosa

    memoria capaz de retener textos que interaccionaban de manera espontnea y

    de revivir y actualizar lecturas en el proceso crea dor.

    De todos es conocida la desmedida aficin de Cervantes por la lectura,

    hasta el extrem o de d etenerse a leer h asta los papeles rotos de las cal les; aun-

    Iriarte, op. ca

    ., 326-328.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    16/20

    34

    AVID F. ARRANZ LAGO

    que la hiprbole es exagerada no empece para pensar que en l se avivaba de

    continuo la Ilama del lector compulsivo el impetu insaciable del autor que ha

    de calmar sus expectativas culturales. Por tanto en nada mancilla su calidad de

    genio el que posos de lecturas asimiladas como la de Huarte retornaran a su

    memoria en un momento dado:

    1

    Porque si el hombre se pone a imaginar en alguna afrenta que le han hecho

    luego acud e la sangre arterial al corazn y d espierta la irascible, y da calor y fuer-

    za para vengarse

    Examen,

    II, p. 290 .

    La ira, seg

    n se dice es una revolucin de la sangre que est cerca del corazn

    la cual se altera en el pecho con la vista del objeto que agravia, y tal vez con la

    memoria; tiene por

    l timo fin y paradero suyo la venganza

    Persiles, p. 386 .

    2

    Y as ninguno de los graves autores fue a buscar lengua extranjera para dar a

    entender sus conceptos; antes los griegos escribieron en griego, los romanos en

    latn, los hebreos en hebraico, y los moro s en arbigo; y as hago yo en mi espa-

    riol, por saber mejor esta lengua que otra ninguna

    Examen,

    VII, p.

    399 .

    El grande H omero n o escribi en latn, porque e ra griego, ni Virgilio no escribi

    en griego, porque era latino. En resolucin, todos los poetas antiguos escribieron

    en la lengua que mamaron en la leche, y no fueron a buscar las estranjeras

    sic)

    para declarar la alteza de sus conceptos

    Q, II, 16 48.

    Apoyado en el caviloso talante cervantino encontramos un entresijo vas-

    tisimo de conocimientos que proviene de esa cristalizacin como norma cre-

    ativa que fue capaz de recuperar formas agotadas y de asimilar otras nuevas

    para dar un espiritu un hlito redentor a cientos y cientos de pginas peri-

    clitadas hoy y olvidadas por casi todos. stas se cruzaron para bien de la

    humanidad en el camino de una mente privilegiada vida de revitalizar mate-

    rias architradicionales vertindolas en moldes pristinos y sin embargo capa-

    ces de sorprender tan vulnerables y enamorados como la esencia de la vida

    misma.

    FISONOMIA QUIJOTESCA

    No es nuestra intencin adentrarnos ahora en el apasionante mundo de la

    fisonomia mdica que tanta vigencia tuvo desde la poca medieval y que se

    fundamentaba en la creencia de que por el aspecto externo poda llegarse a

    conocer el talante de los individuos sino ver cmo la caracteriologia de don

    Quijote obedece a las pautas somticas ya dadas en acorde con los plantea-

    mientos huartinos.

    48

    Sirvan estos ejemplos como botn de muestra ms significativo de los que recoge Iriar-

    te. Cf. tambin O tis

    H.

    G reen, E1

    licenciado V idriera:

    Its relation to the

    Viaje del arnaso

    an d

    the

    Examen de Ingenios

    of

    Huarte

    Linguistic and Literary Studies in Honor of Helmut A .

    Hatzfeld.

    Washington 1964.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    17/20

    SOBRE LA INFLUENCIA DEL

    EXAMEN DE INGENIOS

    EN CERVANTES

    5

    Es indudable que Cervantes era un maestro de la descripcin del paisanaje;

    prueba de ello es que en muchas ocasiones dio rienda suelta a su vena artistica

    utilizando la pluma a m anera de pincel. Con l com plet el cuadro de los demo-

    nios internos de don Quijote y le dio una forma, un color, una textura que ni al

    mismo Sancho agradaban: [...] que en verdad en verdad que muchas veces m e

    paro a mirar a vuestra merced desde la punta del pie hasta el

    ltimo cabello de

    la cabeza, y que veo ms cosas para espantar que para enamorar

    Q, II,

    58 .

    Recabemos ahora un salpiorb de datos aspectuales de don Quijote que

    contrastaremos ms abajo con los dictados de Huarte:

    Era de complexin recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador

    Q ,

    I, 1) las piernas eran muy largas y flacas, Ilenas de vello, y no nada limpias

    Q ,

    I, 35) su rostro de media legua de andadura, seco y amarillo

    Q, I, 37) tan seco

    y amojamado que no pareca sino hecho de carne de momia

    Q,

    II, 1) alto de

    cuerpo, seco de rostro, estirado y avellanado de miembros, entrecano, la nariz

    aguileria y algo corva, de bigotes grandes, negros y cados

    Q,

    II, 14) seco, alto,

    tendido, con las quijadas, que por de dentro se besaba la una con la otra

    Q,

    II ,

    31) con una voz ronquilla, aunque entonada

    Q , II ,

    46) largo, tendido, flaco, ama-

    rillo, estrecho en el vestido, desairado, y, sobre todo, no nada ligero Q, II, 62)49.

    En el capitulo donde Maritornes y la hija del ventero embroman a don

    Quijote por el ventanuco del pajar, dejndolo alli colgado, victima como tan-

    tas otras veces de pesadas mistificaciones que incentivaban cruelmente su

    enfermedad, el Caballero de la Triste FIgura explica asi sus propios rasgos

    morfolgicos.

    Tomad, seora, esa mano, o, por mejor decir, ese verdugo de los malhechores

    del mundo; tomad esa mano, digo, a quien no ha tocado

    oua

    de mujer alguna,

    ni aun la de aquella que tiene entera posesin de todo mi cuerpo. No os la doy

    para que la besis, sino para que miris la contextura de sus nervios, la trabazn

    de sus m

    sculos, la anchura y espaciosidad de sus venas; de donde sacaris qu

    tal debe de ser la fuerza del brazo que tal mano tiene Q, I, 43).

    Y

    stos son los parmetros etopyicos que describe Huarte, que no pare-

    cen sino el retrato fidedigno del

    ingenioso hidalgo:

    Los humores que endurecen las carnes son clera y melancola

    Examen,

    VII,

    p. 365).

    El hombre que es caliente y seco en el tercer grado tiene muy pocas carnes, duras

    y speras hechas de nervios y murecillos y las venas muy anchas Tambin

    el color del cuero, si es moreno, tostado, verdinegro y cenizoso, es indicio de

    estar el hombre en el tercer grado de calor y sequedad [...1. Los hombres muy

    calientes y secos por maravilla aciertan a sa lir muy hermosos, antes feos y mal

    tallados; porque el calor y la sequedad, como dice Aristteles de los de Etiopia,

    49

    Cf. Iriarte,

    op. cit.,

    pp. 320-321.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    18/20

    36

    AVID F. ARRANZ LAGO

    hace torcer las facciones del rostro y as salen de mala figura

    Examen,

    XVII I ,

    pp. 620-621).

    Si no de mala figura don Quijote s adopt con conocimiento de causa el

    sobrenombre de la Triste Figura que

    mutatis mutandis viene a significar la

    misma cosa; por tanto Cervantes presupone en un hombre de mediana cultu-

    ra como lo era nuestro hidalgo un cierto bagaje cientfico elemental lo que

    supone en el personaje de Alonso Quijano un estrato dilatado de autocons-

    ciencia fisonmica y temperamental Clue muchos quisieran para s.

    Estos significados o conocim ientos implcitos en el hecho literario eran sin-

    tonizados con nitidez por sus receptores en virtud del sistema de valores est-

    tico-literarios e ideolgicos en general que compartan con el autor. Los furi-

    bundos accesos de clera sazonados con dosis de ingenio de un hidalgo

    mutado en estantigua cabalgando por los campos de Montiel han ido toman-

    do episdicamente carices diferentes desde que saliera por vez primera de la

    imprenta de Juan de la Cuesta y fuera contemplado por la dimensin recepto-

    ra en un juego de guirios catalizado a travs de una pulsin inteligente de la

    que carecemos.

    Estamos en definitiva ante uno de los casos del inmisericorde fenmeno

    que el gran crtico ingls C.S. Lewis denomin con la indulgente perfrasis de

    imagen descartada discarded image)

    para re ferirse al olvido histrico, el cua l

    constituye una ley tan inamovible com o constante que precisamente en e ste tra-

    bajo tratamos de paliar en cierta manera

    N ecissitas om nem legem frangit).

    AQUELLOS LOCOS DIVINOS

    Un loco, era un loco, s, pero m enos. La caterva de locos, graciosos y bufo-

    nes que h abitaba la Corte era adm irada y respetada, y haca las delicias de gen-

    tes de toda condicin con sus facecias y cuentecillos desde el rey hasta el sol-

    cito fmulo; podan decir verdades a los monarcas que de haber salido de boca

    cuerda hubiera sido silenciada sta con la pena capita1

    5

    . Para muchos libre-

    pensadores la locura

    lato sensu

    era la mxim a sabidura y felicidad, cualida-

    des que las orates comp artan con los nios y ancianos51.

    Erasmo en el Elogio de la locu ra

    1511)

    5

    relata el testimonio d e aquel ciu-

    dadano de Argos cuya locura le llevaba a pasar das enteros sentado en el tea-

    tro, viendo, aplaudiendo y gozando:

    5

    Para mayor abundamiento en el tema del juego ingenioso ulico Cf. Chevalier Maxi-

    me Quevedo y su tiempo: La agudeza verbal.

    Barcelona. Crtica, 1992.

    51

    Cristo da gracias por habrseles ocultado el misterio de la salvacin a los sabios y por

    haber sido descubierto a los nios esto es a los estultos pues en griego la palabra

    nepos

    significa nirio y loco a los que opone los sabios

    sofoi),

    Erasmo Elogio de la locura,

    edicin

    de Pedro Rodrguez Santidrin. Madrid Alianza 1984 p. 135.

    52 Erasmo

    op.

    cit.,

    pp. 79-80.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

    19/20

    SOBRE LA INFLUENCIA DEL

    EXA MEN DE INGENIOS

    EN CERVANTES

    7

    Se imaginaba prosigue Erasmo que estaban representando tragedias estupen-

    das, cuando de hecho no se representaba nada. Por lo dem s se produca correc-

    tamente su vida Una vez cuando sus familiares le curaron a fuerza de pxi-

    mas

    5

    , y vuelto a sus cabales, protest diciendo:

    Me habis matado, amigos.

    No se conserva, se mata

    a quien habis quitado el placer,

    arrancnd ole por la fuerza el desvaro de la mente.

    Lo cual concuerda a la perfeccin con el caso que expone Huarte del paje man-

    aco y que a Cervantes le vino como anillo al dedo para pergeriar el relato de

    Toms R odaja 5

    si bien la situacin atestiguada se repeta con frecuencia en la

    nobleza:

    Pero cuenta Huarte esto es cifra y caso de poco mom ento respecto de las deli-

    cadezas que dijo un paje de un Grande de estos reinos estando m anaco. El cual

    era tenido en sanidad por mozo de poco ingenio; pero cado en la enfermedad

    eran tantas las gracias que decia, los apodos, las respuestas que da ba a lo que le

    preguntaban las trazas que finga [que] el propio seor jams se quitaba de la

    cabecera rogando a Dios que no sanase Porque librado el paje de esta enfer-

    medad se fue el mdico que le curaba a despedir del seor con nimo de reci-

    bir alg

    n galardn o buenas palabras; pero l le dijo de esta manera: Y o os doy

    mi palabra, seor doctor, que de ning

    n m al suceso he recibido jams tanta pena ,

    como de ver a este paje sano; porque tan avisada locura no era razn trocarla

    por un juicio tan torpe como a ste le queda en sanidad. Parceme que de cuer-

    do y avisado lo habis tornado nescio que es la mayor miseria que a un hom-

    bre puede acontescer [...] y en la

    ltima conclusin de muchas cosas que hab-

    an tratado, dijo el paje: Seor doctor, yo os beso las mano s por tan gran m erced,

    como me habis hecho en haberme vuelto a mi juicio; pero yo os doy mi lapa-

    bra a fe de quien soy que en alguna manera me pesa de haber sanado porque

    estando en m i locura viva en las ms altas consideraciones del mund o, y me fin-

    ga tan gran seor que no haba rey en la tierra que no fuese mi feudatario. Y

    que fuese burla y mentira importaba? pues gustaba tanto de ello como si

    fuera verdad. iHarto peor es ahora, que me hallo de veras que soy un pobre paje

    y que mariana tengo que comenzar a servir a quien estando en mi enfermedad

    no le recibiera por mi lacayo Examen,

    IV, pp. 308-309).

    En El Licenciado Vidriera

    los viandan tes paran en plena calle a Tom s, enlo-

    quecido ya, hacindole preguntas porque saben que ob tendrn respuestas inge-

    niosas que constituyen por s m ismas todo un comp endio de habilidades dialc-

    tico-humorsticas, irnicas si se quiere. Lo s quichillos que le siguen, la ropera, los

    estudiantes el mozo de mulas etc. se sienten irresisteblemente atrados por el

    juego verbal del licenciado am bulativo, y lo siguen, y lo escuchan, y participan

    53

    Se les adm inistraba para su curacin elboro planta ranunculcea

    de propiedades

    hidragogas, emenagog as, diurticas y catrticas violentas.

    54 Iriarte, op. c it . , p. 318.

  • 7/25/2019 Influencia del Examen de Ingenios en Cervantes

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    38

    AVID F. ARRANZ LAGO

    motu proprio mirndolo de hito en hito... En fin un plato demasiado tentador

    para los potentados al igual que ocurra en el caso expuesto arriba por Huarte

    de mod o que relata as Cervantes:

    as

    nuevas de su locura y de sus respuestas y dichos se extendieron por toda

    Castilla y llegando noticia de un prncipe o seor que estaba en la corte quiso

    enviar por l y encargselo a un caballero amigo suyo que estaba en Salaman-

    ca que se lo enviase55.

    Erasmo que habla en el logio

    por boca de la Estulticia prefiere el desva-

    ro liberador a la razn y llega a considerarlo don de los dioses.

    La locura que e l erasmismo eleva a la categora de deseable transita por los

    caminos de la irona que hollaron los pies de Cervantes y dilacera la realidad

    circundante derramando a mansalva dosis de humildad humor y autocrtica

    sobre los lectores que se creen libres de toda sospecha o sintoma de desquicio.

    CONSIDERACIN FINAL

    Fue Cervantes seg

    n sus propias palabras un hombre de mal cultivado

    ingenio acosado por la ley que supo de esa secreta dolencia cardiaca y obr

    el milagro de elaborar en sintesis definitiva una triaca universal compuesta de

    una esencia vital metamorfoseada en estampa seca manitica colrica e inge-

    niosa. Esto es una panacea gestada en la fragua de la observacin cuyos dos

    ingredientes bsicos son la experiencia y los conocimientos de su artfice.

    Si para nosotros lectores a las puertas del siglo es evidente la deuda

    de Cervantes hacia Huarte parte de cuya doctrina incorpor de modo fiel y

    ntido cunto ms debi serlo para sus contemporneos. .\To son stas fun-

    dadas sospechas para pensar en un profundo y sentido homenaje del ms ilus-

    tre de los ingenios de las Letras espariolas al

    ltimo g ran mdico y polgrafo del

    Siglo de Oro?

    55

    Cervantes M iguel de. -EI Licenciado Vidriera-

    Novelas Ejemplares

    I. Barcelona Sope-

    na 1 930 p. 294.