INDUSTRIA 4.0 Y ROBÓTICA COLABORATIVA. EL FUTURO YA …
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INDUSTRIA 4.0 Y ROBÓTICA COLABORATIVA. EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍPAULA LLAVINA RUBIO MC MUTUAL pllavina@mc-mutual
EL CENTRO TECNOLÓGICO EURECAT LIDERA EL PROYECTO EUROPEO
SHAREWORK, QUE TIENE EL OBJETIVO DE IMPLEMENTAR TECNOLOGÍAS
INNOVADORAS DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL PARA POSIBILITAR LA
COLABORACIÓN EFECTIVA DE ROBOTS CON TRABAJADORES SIN
NECESIDAD DE BARRERAS FÍSICAS DE PROTECCIÓN, INCREMENTADO LA
PRODUCTIVIDAD DE LOS PROCESOS Y MEJORANDO LA ERGONOMÍA DE LOS
PUESTOS DE TRABAJO DÓNDE SE IMPLANTE.
EURECAT, CENTRO
TECNOLÓGICO DE CATALUÑA
Proveedor de tecnología innovado-
ra y diferencial, Eurecat da respuesta
a las necesidades de innovación de
las empresas y las impulsa a ser tec-
nológicamente competitivas en el
mundo empresarial, convirtiéndose
también en un puente natural entre
el mundo de la investigación aplica-
da y el tejido económico.
En su página web, Eurecat se define
como el principal socio tecnológico
de las empresas, de todo tipo de
dimensiones y sectores. En datos
cuantitativos, esta definición se re-
sume en más de 650 profesionales,
160 grandes proyectos consorciados
de I+D, 1.500 empresas clientes, 81
patentes y 7 spin-offs.
Con tres áreas de conocimiento, in-
dustrial, digital y biotecnológica, el
centro tecnológico participa activa-
mente tanto en proyectos españoles
como europeos e internacionales,
siempre con el objetivo principal
de buscar soluciones tecnológicas
disruptivas para mejorar la competi-
tividad del tejido empresarial y po-
tenciar la transferencia tecnológica
a otras instituciones, así como de
fortalecer la capacidad innovadora,
buscar soluciones a retos sociales y
reforzar el tejido económico.
SHAREWORK, UN PROYECTO
COLABORATIVO DE ROBOTS
CON TRABAJADORES
Sharework es uno de los proyectos
europeos que actualmente lidera
Eurecat. Se inició en noviembre de
2018 y finalizará el 31 de octubre de
2022, y cuenta con un presupuesto
de 7,3 millones de euros. Se enmar-
ca en la línea “Transformando la In-
dustria Europea” de la convocatoria
Horizonte 2020, que tiene como fin
la implementación de tecnologías
innovadoras de inteligencia artifi-
cial para posibilitar la colaboración
efectiva de robots con trabajadores.
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GERARD TARRAGO,
coordinador técnico del
proyecto Sharework
SHAREWORK LLEVARÁ AL
MERCADO UN NUEVO SISTEMA
INTELIGENTE INTEGRADO POR
DIFERENTES MÓDULOS DE
SOFTWARE, CON EL PROPÓSITO DE
IMPULSAR EL TRABAJO CONJUNTO
ENTRE OPERARIOS Y ROBOTS SIN
NECESIDAD DE BARRERAS FÍSICAS
DE PROTECCIÓN.
Financiado íntegramente por la
Comisión Europea, Sharework se
lleva a cabo dentro de un consorcio
formado por 15 socios de 6 países
distintos (Alemania, España,
Francia, Grecia, Italia y Luxemburgo)
que engloba 6 instituciones de
investigación (Eurecat, LMS,
Fraunhofer, CNR, Tuda, RWTH); 8
socios industriales, de los cuales 3
son pymes (Strane-Francia, STAM-
Italia, Goizper-España) y 5 grandes
empresas (Alstom-España, Cembre-
Italia, Nissan-España, Intrasoft-
Luxemburgo y MCM-Italia), además
de un organismo de normalización
(UNE-España).
El objetivo principal del proyecto
Sharework, que se realizará en Es-
paña, Italia, Luxemburgo, Francia,
Alemania y Grecia, es llevar al mer-
cado un nuevo sistema inteligente
integrado por diferentes módulos
de software, con el propósito de
impulsar el trabajo conjunto entre
operarios y robots sin necesidad
de barreras físicas de protección,
incrementado la productividad de
los procesos y mejorando la ergo-
nomía de los puestos de trabajo
dónde se implante. Un reto intere-
sante y que genera mucha expecta-
tiva, sobre todo en materia de segu-
ridad laboral.
“Es el primer proyecto de robótica
colaborativa con una envergadura
tan grande. Hasta ahora se habían
hecho otros proyectos, pero eran
más acotados y cerrados. Un pro-
yecto como Sharework, con tantos
centros implicados, no se había he-
cho aún”, comenta Gerard Tarragó,
coordinador técnico del proyecto.
GARANTIZAR LA SEGURIDAD
CON LA IMPLICACIÓN DE LOS
TRABAJADORES
Dicho de otra manera, Sharework,
que significa Safe and effective
HumAn-Robot coopEration toWards
a better cOmpetiveness on cuRrent
automation lacK manufacturing
processes, busca establecer un
sistema modular pensado para
adecuar la robótica colaborativa
a cada proceso industrial y a los
propios trabajadores, y que además
permita la adaptación de los robots
existentes en cada planta para una
cooperación más efectiva con los
humanos. Según el coordinador
del proyecto, Jesús Pablo González,
“las industrias podrán contar con
un sistema de inteligencia artificial
destinado a la mejora de la eficiencia
de los procesos de fabricación,
garantizando al mismo tiempo la
seguridad del trabajador”.
octubre 2019
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JESÚS PABLO GONZÁLEZ,
coordinador del
proyecto Sharework
“YA SE ESTÁN REALIZANDO
ENTREVISTAS CON LOS
OPERARIOS DE LAS EMPRESAS
PARA QUE NOS EXPLIQUEN
SU VISIÓN, QUÉ PROBLEMAS
TIENEN, QUÉ TAREAS LES
GUSTARÍA SUSTITUIR”.
Tarragó comenta que “habrá un
seguimiento a tiempo real de las
acciones y las tareas habituales que
realiza el trabajador, a partir de cá-
maras colocadas en el lugar de tra-
bajo, con el objetivo de dotar de la
inteligencia necesaria al robot para
que éste interaccione con el huma-
no, incluyendo no solo las acciones
rutinarias, sino también los impre-
vistos. De esta manera, se aportará
la seguridad necesaria en la colabo-
ración”.
Para conseguir este reto de forma
global, Sharework quiere implicar a
los trabajadores: “ya se están reali-
zando entrevistas con los operarios
de las empresas para que nos expli-
quen su visión, qué problemas tie-
nen, qué tareas les gustaría sustituir,
etc. Posteriormente, se realizará un
seguimiento y nos volveremos a reu-
nir con ellos para ver si las decisiones
tomadas a partir de sus opiniones
han mejorado realmente sus condi-
ciones de trabajo”, añade Tarragó.
IMPLANTACIÓN EN CUATRO
TIPOS DE ESCENARIOS
INDUSTRIALES
En este escenario de crecimiento de
la robótica colaborativa, Sharework
comenzará con la aplicación de la
colaboración hombre-robot en cua-
tro tipos de escenarios industriales
reales en los sectores de la auto-
moción, el ferrocarril, el metal y la
fabricación de bienes de equipo.
“Al tratarse de un proyecto ambicio-
so, lo primero que tuvimos claro es
que no queríamos que fuera algo
puntual, por lo que se propusieron
cuatro casos de uso completamen-
te diferentes que, además, fueran
importantes y significativos a nivel
europeo”, afirma Tarragó.
Para ello, se desarrollará un software
modular basado en la colaboración
hombre-robot, con capacidad de
adaptarse de forma flexible y efi-
ciente a las tareas requeridas, gra-
cias a la percepción del entorno del
robot mediante múltiples sensores,
el procesamiento inteligente de los
datos, la realidad aumentada y la
tecnología de reconocimiento de
gestos y del habla.
Este planteamiento de proyecto
modular hará que Sharework no se
entienda como un producto único,
sino que sus diferentes partes po-
drán funcionar por sí solas y combi-
narse de diferentes maneras, incluso
con nuevas tecnologías que puedan
aparecer. Además, esta flexibilidad
tecnológica deberá permitir cubrir
futuras demandas que no necesa-
riamente estén representadas en es-
tos sectores. Un proyecto con visión
de futuro.
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Las cuatro empresas que participan
en el proyecto son Nissan, del sector
de la automoción; Goizper Group,
del sector de bienes de equipos;
Alstom, del sector del ferrocarril, y
Cembre, del sector del metal. “Todas
ellas son empresas que creen en la
innovación y ya han automatizado
parte de sus plantas, y ahora quie-
ren también ir un paso más allá en
la producción para que los robots
realicen las tareas potencialmente
peligrosas para los trabajadores”,
afirma Tarragó.
FASES DEL PROYECTO
El proyecto cuenta con cuatro fases
diferenciadas:
Fase 1. Conceptualización
Incluye el análisis del entorno de
trabajo y de las necesidades del tra-
bajador. Es en esta fase cuando la
parte del factor humano toma una
importancia más significativa. Tarra-
Fábrica de Alstom en Santa Perpètua (Barcelona).
Estudios de ergonomía (Copyright/Ownership:
Alstom/J. Bardelett)
gó afirma: “hay un paquete de tra-
bajos muy importante que implica a
los propios trabajadores. Queremos
que los trabajadores sean partícipes
a la hora de definir cómo serán sus
condiciones, cómo ellos ven la co-
laboración con los robots, cómo les
gustaría que fuera, cuáles son sus
miedos. Es un proyecto ambicioso
en el sentido de que no funcionará
solo a nivel formal y teórico, sino
también a nivel práctico. Queremos
un proyecto real y aceptado por los
trabajadores”.
Fase 2. Desarrollo tecnológico
Con una temporización de dos años
aproximados, durante esta fase se
desarrollará la tecnología nece-
saria para dar respuesta al nuevo
paradigma de producción a través
de la aplicación de la colaboración
hombre-robot. En estos momentos,
el proyecto se encuentra en el inicio
de esta fase.
Fase 3. Integración y validación
Esta fase se realizará en un entorno
controlado que intentará recrear al
máximo las nuevas condiciones de
trabajo. Se irán realizando y validan-
do todas las pruebas para, finalmen-
te, pasar al entorno real.
Fase 4. Implantación en el entorno
real
Instalación de un demostrador en
las instalaciones de las empresas
usuarias de la tecnología.
DEJANDO ATRÁS VIEJOS
RIESGOS, PERO DANDO LA
BIENVENIDA A NUEVOS
La metodología de trabajo de
Sharework se inscribe en el marco
de la denominada Industria 4.0,
una de cuyas innovaciones implica
que hombre y robot se sitúen en la
misma zona de trabajo y colaboren
combinando las capacidades de
ambos. Para que sea posible, es
necesario que el robot sea capaz
de adaptar una serie de variables,
como velocidad y fuerza, de un
modo flexible para garantizar la
seguridad del trabajador, además
de participar de un modo eficaz en
el proceso industrial.
Hay varios tipos de interacción1, que
tienen que ver con el espacio y el
tiempo:
� Espacio similar + tiempo diferen-
te: cooperación
� Espacio diferente + tiempo simi-
lar: coexistencia
� Espacio similar + tiempo similar:
totalmente colaborativa
A nivel genérico, esta nueva tipo-
logía de trabajo supone nuevos
retos en materia de prevención de
riesgos laborales y seguridad labo-
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“SI HASTA AHORA LOS RIESGOS
FÍSICOS RELACIONADOS CON
OPERAR UNA HERRAMIENTA ERAN
MÁS RELEVANTES, QUIEN SABE
SI AHORA DAMOS LA VUELTA Y
TODO LO QUE SEA ‘LA PERSONA
ENFRENTÁNDOSE A UN CAMBIO
DE PARADIGMA’ SERÁ MÁS
IMPORTANTE”.
ral. La robótica colaborativa puede
rebajar algunos riesgos habituales
hasta hoy, como la manipulación de
cargas, los movimientos repetitivos
y las posturas forzadas, pero, a la
vez, se pueden generar nuevos: me-
cánicos (cortes, enganches, aplas-
tamientos…), debidos a la posible
colisión entre el robot y la persona;
trastornos musculoesqueléticos,
debidos a la posible imposición de
ritmos de trabajo altos por parte del
robot al trabajador, o psicosociales
(miedo, estrés…), debidos a la pre-
sencia constante del robot en torno
a la persona2. El debate está servido,
y los nuevos riesgos que se podrán
generar darán mucho que hablar.
A nivel de proyecto, tanto Tarragó
como González coinciden en que el
obstáculo principal a superar será,
sobre todo, psicosocial: “Si hasta
ahora los riesgos físicos relaciona-
dos con operar una herramienta
eran más relevantes, quien sabe si
ahora damos la vuelta y todo lo que
sea ‘la persona enfrentándose a un
cambio de paradigma’ será más im-
portante”, afirma González.
De las palabras de los coordinado-
res, se prevé la aparición de nuevos
miedos:
� El miedo del trabajador a que el
robot le haga daño cuando haya
contacto, y más si éste es acciden-
tal o involuntario. Aquí entra en
juego la primera de las tres leyes
de la robótica de Isaac Asimov:
“Un robot no hará daño a un ser
humano o, por inacción, permitirá
que un ser humano sufra daño”3.
Tarragó afirma que “el control de
la maquinaria ya no depende ex-
clusivamente del trabajador, ya
que el robot tiene su propio ‘cere-
bro’ y toma decisiones. Ante esta
nueva situación, el operario debe
estar seguro de que el robot no le
hará daño, y la mejor manera de
perder este miedo es que el robot
funcione correctamente y pueda
percibir las acciones de los traba-
jadores. Y de ello ya se encargará
la robótica colaborativa y proyec-
tos como Sharework”.
� El miedo ligado con la acepta-
ción. Los trabajadores deberán
aceptar al robot y verlo como un
‘nuevo compañero’ de trabajo
que les facilitará la vida.
� El miedo por el propio cambio
en la manera de trabajar. Por
ejemplo, los robots pueden for-
zar a los operarios a trabajar más
rápido: “cada persona tiene su
ritmo, y se debe gestionar ade-
cuadamente. Si un robot va más
rápido, puede acabar generando
frustración a la persona y que se
pierda la sintonía que precisa-
mente se está buscando en la ro-
bótica colaborativa. Tecnológica-
mente se puede solucionar, inten-
tando determinar todos los pasos
del usuario y sus velocidades para
adaptar al robot a éstos”, afirma
González.
Para ello, deberán tomarse las me-
didas preventivas pertinentes, en-
tre ellas, la formación a todos los
niveles. González comenta: “una de
las medidas que ya estamos toman-
do es comenzar a trabajar de base
en todos los niveles de la empresa.
Además, dentro del proyecto tam-
bién está previsto trabajar con ma-
terial de formación, de manera que
las personas del lugar de trabajo
conozcan qué se les está ofreciendo.
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Al final, el robot es una herramienta
compleja que debe saberse utilizar,
y se debe acompañar a los trabaja-
dores para que puedan adoptar esta
nueva tecnología”.
En todo caso, desde Sharework lo
tienen claro: “la primera condición
en temas de seguridad es que la in-
clusión de una nueva herramienta
no empeore los riesgos existentes
del trabajador. Una vez asegurada
esta condición, el objetivo principal
es minimizar estos riesgos”, afirma
Tarragó. Concluye con que “este
proyecto quiere ayudar a hacer más
fácil el día a día del trabajador. De
hecho, hay una parte muy impor-
tante del proyecto llevada a cabo
por consultores especializados en el
factor humano que realizan especí-
ficamente esta tarea. Los operarios
ayudarán a diseñar el espacio.”
Fábrica de Alstom en Santa
Perpètua (Barcelona). Estudios
de ergonomía (Copyright/
Ownership: Alstom/J. Bardelett)
ERGONOMÍA EN EL PUNTO DE
MIRA
Uno de los objetivos principales de
Sharework es mejorar las condicio-
nes de los trabajadores. De hecho,
cuando se introduce una automati-
zación, aparte de buscar producti-
vidad también se busca mejorar las
condiciones en las que se encuen-
tran los trabajadores: disminuir su
esfuerzo físico, disminuir los movi-
mientos repetitivos en tareas rutina-
rias y, por último, y en este caso se
trata de una contribución específica
de este proyecto, tener en cuenta
aspectos de ergonomía: el sistema
contará con unas cámaras reparti-
das en el entorno de trabajo que
podrán monitorizar la posición de
la persona y recomendar al traba-
jador posiciones más ergonómicas.
“Veremos con qué frecuencia, pero
el objetivo es que el sistema pueda
proporcionar estas recomendacio-
nes, si no en el mismo momento, al
cabo de horas”, concluye González.
Esta herramienta permitirá también
que el robot se pueda adaptar tam-
bién a las características físicas del
trabajador, por ejemplo, su altura.
Cámaras grabándome constante-
mente. ¿Y mi privacidad?
“Todo está contemplado”, afirma Ta-
rragó. “Esta monitorización conlleva
de por sí la cuestión de la privacidad
y confidencialidad. Los trabajadores
pueden pensar que se les está es-
piando, por lo que se les debe expli-
car muy bien que solo se trabajará
con datos específicos y se manten-
drá el anonimato”.
EL SISTEMA CONTARÁ CON
UNAS CÁMARAS REPARTIDAS
EN EL ENTORNO DE TRABAJO
QUE PODRÁN MONITORIZAR
LA POSICIÓN DE LA PERSONA Y
RECOMENDAR AL TRABAJADOR
POSICIONES MÁS ERGONÓMICAS.
octubre 2019
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Notas al final1,2 Pereda, J. S. (2018). Robots
industriales colaborativos: una
nueva formade trabajo. Seguridad
y salud en el trabajo, 6-10.
Recuperado el 22 de junio de 2019
en http://www.insht.es/InshtWeb/
C o n t e n i d o s / D o c u m e n t a c i o n /
MIGRAR%20PUBLICACIONES%20
PERIODICAS/Rev_INSHT/2018/
SST_95.pdf
3,4 Rojo, F. G. (5 de junio de 2016).
Blog Cartif. Recuperado el 23 de
junio de 2019, de Blog Cartif:
https://blog.cartif.com/seguridad-
en-la-robotica-colaborativa
EL AUGE DE LOS ROBOTS
COLABORATIVOS Y LA
SEGURIDAD LABORAL
Se calcula que, actualmente, en el
mundo hay 2 millones de robots,
especialmente en la industria de
la automoción, sector en el cual la
Unión Europea es uno de los líde-
res mundiales. Aunque los robots
colaborativos (también llamados
cobots) representan únicamente
5.000 unidades, la reducción de su
precio y el auge de la Industria 4.0
han aumentado las inversiones en
automatización y han comportado
un mayor interés por parte de las
empresas en invertir en robots, cuya
valoración en el mercado se espera
que llegue a los 3,7 billones de eu-
ros en 2023, dada la elevada tasa de
retorno de la inversión
Introducir un robot colaborativo ya
está produciendo, y producirá, un
cambio radical del lugar de trabajo.
El acompañamiento de la empresa
es imprescindible y los técnicos, ya
sean de la propia empresa o exter-
nos, deben estar muy preparados
para poder responder a los nuevos
riesgos asociados. “Desde proyectos
como el nuestro se puede ver el es-
fuerzo a nivel de empresa, pero será
interesante ver cuáles serán los es-
fuerzos de todos los agentes impli-
cados para adaptarse a esta nueva
situación”, afirma González.
Para ayudar en esta tarea, a las ya
conocidas normas EN ISO 10218
‘Robots y dispositivos robóticos-
Requisitos de seguridad para robots
industriales’ (partes 1 y 2), en 2016
se publicó la especificación técni-
ca ISO/TS 15066:2016 ‘Robots and
robotic devices – Collaborative ro-
bots’, que complementa y detalla
más profundamente los requisitos
técnicos de seguridad para los siste-
mas de robots colaborativos, con el
fin de garantizar la seguridad de los
trabajadores. La nueva norma, que
describe diferentes conceptos de
colaboración y los requisitos necesa-
rios para lograrlos, señala también
que la operación de colaboración
es un campo en desarrollo y que la
nueva especificación técnica proba-
blemente evolucionará en ediciones
futuras4, aspecto que debemos te-
ner muy presente.
Sea como sea, las nuevas medidas
en materia de seguridad laboral de-
berán realizarse, y ahora más que
nunca, desde un enfoque multidis-
ciplinar e integral. Y también desde
un enfoque tecnológico e innova-
dor.
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