Indicadores de periodismo y democracia a nivel local en América Latina

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Informe sobre el monitoreo de ataques a la libertad de expresión.

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Indicadores de Periodismo y Democracia a Nivel Local en América Latina

Por Fernando J. Ruiz

S u m a r i o

- Las peores zonas para ejercer el periodismo en América Latina.

- Mejoras desde mayo a noviembre en algunas de las peores zonas del primer reporte.

- Democratizar al Estado sigue siendo la tarea principal para mejorar la libertad de prensa.

- Prensa y democracia a “dos velocidades” en casi todos los países.

- Fuera de las zonas negras, rojas o marrones de América Latina, comienza a debatirse una nueva agenda de restricciones a la libertad de prensa y al derecho a la información.

- Creciente discusión conceptual sobre el rol político de los medios que puede influir sobre la libertad de prensa.

- Las dos caras de la oleada legislativa sobre cuatro temas directamente relacionados con el ejercicio del periodismo.

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A C L A R A C I Ó N I N I C I A L

Como se aclaró en la primera edición, este informe busca describir mejor la libertad de prensa realmen-te existente a nivel local, escapando a la definición de nacional que muchas veces, al forzar una especiede promedio nacional, iguala a regiones de performance periodística muy diferentes. Hay países quepueden calificar muy bien a nivel nacional, pero tienen en su interior zonas locales con serios proble-mas. También puede ocurrir lo contrario.

Denominación de “zonas locales” para cada país.

Departamentos:GuatemalaColombiaHondurasNicaraguaEl SalvadorHaitíPerúBoliviaParaguayUruguay

Estados:MéxicoBrasil

Regiones:Chile

Provincias: EcuadorArgentinaCosta RicaPanamáCubaRepública Dominicana

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1 Nota metodológica:Zona negra.La ley prohibe el ejercicio de la libertad de prensa, y la ley se cumple.Zona roja.La ley protege el ejercicio de la libertad de prensa, pero el Estado no la protege hasta el puntode que el periodista/medio está en inmediato riesgo físico. Todo caso en que las autoridades quedaroninvolucradas en un crimen de periodista está incluido en esta categoría. La zona roja puede ser más peli-grosa para la vida del periodista que la zona negra, sin embargo puede haber más libertad de prensa enla zona roja. Las democracias que no han podido construir estados nacionales efectivos ofrecen las liber-tades y los riesgos de una situación anárquica.Zona marrón. La ley protege el ejercicio de la libertad de prensa, pero existe un acoso que conmocionaal periodismo, aunque no están en inmediato riesgo físico quienes ejercen el periodismo. Zona amarilla. La ley protege el ejercicio de la libertad de prensa, pero existen formas no generalizadasde acoso que no conmocionan al periodismo pero sí dificultan seriamente el trabajo profesional.Zona azul. La ley protege el ejercicio de la libertad de prensa y existe una efectiva protección de los pe-riodistas y de su trabajo profesional.

I . L A S P E O R E S Z O N A S P A R A E J E R C E R E L P E R I O D I S M O E N A M É R I C AL A T I N A 1

Zona negra

1. Las provincias cubanas. Cuba sigue siendo la única dictadura del continente y por lo tanto está en supropia naturaleza la inexistencia de la libertad de prensa. En este país, la libertad de expresión está pro-hibida por ley, así como también el ejercicio de los derechos de reunión y asociación. El periodismo in-dependiente que surgió en todas las provincias cubanas durante la década de los noventa ha sido repri-mido fuertemente en marzo y abril del 2003 y alrededor del 30% de sus integrantes están en prisióncumpliendo condenas de hasta veintiocho años de cárcel.

En el prólogo al informe 2004, el presidente de Reporteros sin Fronteras, Pierre Veilletet, escribió sobrela represión a la prensa en Cuba:

“A riesgo de ser tachado de anticastrista secundario hay que constatar que, en el 2003, los viejos méto-dos han vuelto a servir en el trópico: ¡condenas de seis a veintiocho años de cárcel! No por haber ejerci-do el derecho universal a la palabra libre, porque de todas maneras en Cuba no existe en absoluto, sinopor ser sospechosos de querer ejercerlo algún día”.

La represión abarcó a todas las provincias, pero el mayor número de los condenados ejercía el periodis-mo en La Habana. Existen once cárceles en la isla, desde Guantánamo hasta Pinar del Río, donde hayperiodistas cumpliendo condena. Quienes mantienen su libertad, apenas pueden ejercer el periodismo.En las últimas semanas, a algunos de los periodistas encarcelados el régimen les dio lo que llama una‘licencia extrapenal’ aparentemente fundada en razones de salud. Un agravante en el caso cubano es ladébil protesta del resto del periodismo latinoamericano por la situación de los periodistas independientescubanos. Las condiciones en las cuáles se discute en América Latina la situación cubana provoca queesos periodistas no reciban la solidaridad de sus colegas de otros países de la región. En cambio, lasprincipales organizaciones periodísticas del mundo, desde la Asociación Mundial de Diarios (WAN, ensu sigla inglesa) hasta la Federación Internacional de Periodistas (FIP) han cuestionado la represión con-tra la prensa cubana. Prácticamente todos los premios internacionales que conceden estas organizacioneshan sido entregados a periodistas libres cubanos, mientras que ningún premio periodístico de prestigioles fue entregado a los periodistas oficiales.

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En Cuba, la libertad de prensa está bloqueada des-de la misma Constitución 2. En su artículo 53 esta-blece:

“Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabray prensa conforme a los fines de la sociedad socia-lista (...)”

Y en el artículo 62 expresa:

“Ninguna de las libertades reconocidas a los ciuda-danos puede ser ejercida contra lo establecido en laConstitución y las leyes, ni contra la existencia yfines del Estado socialista, ni contra la decisión delpueblo cubano de constituir el socialismo y el co-munismo. La infracción a este principio es puni-ble”.

En los textos de las sentencias penales contra losperiodistas queda comprobado el carácter ilegalque tiene el ejercicio de la libertad de prensa enCuba. En la acusación fiscal contra el periodistaRaúl Rivero, Premio UNESCO de libertad deprensa del 2004, el estado cubano aporta las si-guientes pruebas para condenarlo a veinte años deprisión:

“en el registro domiciliario efectuado al acusadoRivero Castañeda, entre otros artículos, se le ocupóuna radio marca Sony, una grabadora, un cargadordigital de baterías, una máquina de escribir, unacomputadora personal laptop marca Samsung contodos sus aditamentos, un adaptador de cámara devideo ocho, varios cassettes de audio y de videoconteniendo información destinada a subvertir elsistema económico, político y social cubano, cincolibros titulados OJO PINTA de la autoría de RaúlRivero, dieciocho sobres conteniendo artículos pe-riodísticos, recortes de artículos de prensa indepen-diente pertenecientes a Raúl Rivero, tres files con-teniendo documentos de la llamada prensa inde-pendiente entre otros materiales de carácter sub-versivo”.

Cuba es la única zona negra para la libertad de

prensa en América Latina pues la ley la prohíbe yexiste un estado suficientemente desarrollado parahacer cumplir esa ley autoritaria, en forma homo-génea, en todo el territorio 3.

Zonas rojas

2. Ciudad de Cúcuta (Departamento de Norte deSantander, Colombia). En los primeros meses deeste año la situación más grave era en Barranca-bermeja, y ahora lo es en Cúcuta. “La ciudad deCúcuta presentó la situación más complicada parael ejercicio profesional”, dijo la SIP en su últimoinforme sobre Colombia. “Reporteros sin Fronterasestá muy preocupada por la situación de la prensaen Cúcuta”, dice un comunicado del 16 de juniopasado. En estos últimos meses ha habido unaoleada de amenazas y agresiones por parte de fun-cionarios públicos, en especial contra el diario LaOpinión, la emisora local de RCN Radio, y la ra-dio Voz del Norte. En años anteriores estos mediosfueron víctimas de atentados explosivos. El 22 deabril pasado, un periodista se salvó de un atentado,pero su hijastra de 20 años murió. Cúcuta es laciudad más importante de una zona en la que seconcentran varios de los peores males colombia-nos: el narcotráfico, las guerrillas y los paramilita-res. Según El Tiempo de Bogotá (24/10/2004), estaciudad tiene desde hace tres años la segunda tasade homicidios del país, después de Medellín. Allíactúan las AUC (Autodefensas Campesinas), lasFARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Co-lombia) y el ELN (Ejército de Liberación Nacio-nal). Existe mucha presión sobre los periodistaspor parte de estos grupos. El presidente Uribe se-ñaló la infiltración de los paramilitares en el go-bierno de esa ciudad. El Alcalde de Cúcuta inclusofue detenido y trasladado a Bogotá por sus relacio-nes con los paramilitares y su posible relación conasesinatos cometidos en la ciudad.

3. Ciudad de Barrancabermeja (Departamentode Santander, Colombia). Esta ciudad continúasiendo un foco de peligro para el ejercicio del pe-riodismo, tal como se describió en el primer infor-

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2 “Las once peores zonas para ejercer el periodismo en América Latina”, CADAL/Universidad Austral.1/2004.3 Para un panorama general sobre la prensa independiente en Cuba, ver Ruiz, Fernando J., Otra grieta enla pared: informe y testimonios de la nueva prensa cubana, Cadal/Adenauer, Buenos Aires, 2003. Parainformación actualizada, ver www.cubanet.org y www.nuevaprensa.org

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me de este año. El alcalde fue detenido en el 2003por el asesinato de un periodista. Una misión de laFLIP constató que continúa la presión contra laprensa. Según la FLIP, en este último semestreocurrió allí “un hecho nunca ocurrido en materiade libertad de prensa en Colombia en los últimosaños”: una periodista de televisión fue torturadapor paramilitares para que abandone su trabajo co-mo reportera en un canal local.

4. Frontera Norte de México. Se ha convertidoen el lugar más peligroso para la vida de los perio-distas mexicanos. El poder del narcotráfico penetrala política y las fuerzas de seguridad y no toleralos desafíos que pueden surgir desde el periodis-mo. En esa frontera fueron asesinados trece perio-distas en los últimos diez años, y tres de los cuatroque fueron asesinados en ese país en lo que va delaño. Es en la zona fronteriza del Estado de Tamau-lipas donde hubo más periodistas asesinados, seis.Según el Centro de Estudios Fronterizos y de Pro-moción de los Derechos Humanos, en lo que va degestión del actual gobernador hasta abril de esteaño se produjeron veintisiete ataques a periodistasen los diez municipios de ese estado fronterizo conEstados Unidos. En toda la línea de frontera, lasciudades más peligrosas son Tijuana (Baja Califor-nia), Ciudad Juárez (Chihuahua) y, del más peli-groso estado de Tamaulipas, las siguientes ciuda-des: Matamoros, posiblemente la más peligrosa delpaís, Reinosa, Miguel Alemán y Nuevo Laredo.Como ocurre en las ciudades colombianas Cúcutay Barrancabermeja, en Tijuana también se sospe-cha que las más altas autoridades forman parte delas estructuras criminales. El reciente ganador delas elecciones de alcalde, Jorge Hank Rhom,miembro de una de las familias más ricas del país,es, según la información de la SIP, “el presuntosospechoso de la autoría intelectual del asesinato”del periodista Héctor Félix Miranda, fundador delsemanario Zeta, ocurrido el 20 de abril de 1988.Esa presunción está fundada en que los dos asesi-nos materiales eran empleados directos de HankRhom. En marzo del 2004, la SIP firmó un acuer-do con el gobierno de México para revisar el caso,

y a la comisión que se formó fue incorporadoFrancisco Javier Ortiz Franco, co-editor del sema-nario Zeta, y además un gran conocedor del expe-diente judicial del asesinato de su colega Miranda.Ortíz Franco fue asesinado en esa ciudad el pasado22 de junio. Jesús Blancormelas, cofundador conMiranda de Zeta y actual director, fue víctima deun atentado en noviembre de 1997 y se salvó demilagro, no así su custodia. Este semanario tieneun tiraje de alrededor de 50 mil ejemplares y re-cuerda la pelea frontal que el diario colombiano ElEspectador, conducido por Guillermo Cano, reali-zó contra el narcotráfico en su país. Ha ganado losmás importantes premios internacionales de liber-tad de prensa (www.zetatijuana.org).

5. Ciudad de Azua de Compostela (Provincia deAzua, República Dominicana). Una banda de de-lincuentes, llamada “Los Sayayines”, que asola laprovincia dijo que iba a matar a todos los periodis-tas de la ciudad. El 14 de septiembre asesinaron alcorresponsal del Listín Diario, Juan Andújar, e hi-rieron a otro periodista en el brazo, el que tuvieronque amputárselo. Varios periodistas se refugiaronen las comisarías. La policía ha detenido a variosmiembros de la banda, pero los periodistas siguenrecibiendo amenazas. Además, los periodistas si-guen viendo en las calles a miembros de la banda,incluso a su jefe Vladimir “Blas” Pujol quién, apesar de ser prófugo de la Justicia, continúa intimi-dándolos en forma pública 4. De acuerdo al princi-pal diario de ese país, “delincuentes como espalde-ros de dirigentes políticos, agentes policiales queactuaban en complicidad con los malhechores yuna justicia que actuaba ‘con debilidad’ ante la si-tuación, crearon el monstruo que puso de rodillas amás de doscientos mil pobladores, según la con-clusión a la que han llegado diferentes sectores deesta localidad” 5.

Zonas marrones

6. Chiapas (México). El Congreso estadual man-tiene la norma que agrava la pena para la difama-ción equiparándola con la que recibe el abuso se-

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4 “Periodistas de Azua siguen atemorizados”, Listín Diario, 30 de septiembre del 2004. El nombre de“Blas Pujol” es el mismo nombre que tenía el jefe de una mafia en una difundida telenovela argentina,que se llamaba “La mujer del presidente”.5 Pérez Reyes, Ramón, “Violencia en Azua se incubó bajo la protección del poder” , Listín Diario, 17 deseptiembre del 2004.

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xual, lesiones o rapto. Si bien hay varios estadosmexicanos que castigan con la cárcel ese delito,ninguno tiene la gravedad de la pena que tiene esteestado. Es posiblemente la pena más alta de Amé-rica Latina, con la excepción de Cuba. No es unanorma que está en la legislación pero no se usa–como ocurre en otros países de la región. Existecasi una decena de medios que están siendo de-mandados por funcionarios públicos por esos car-gos, de acuerdo al informe 2003 del Relator parala Libertad de Expresión de la OEA.

7. Caracas (Venezuela). La polarización social ypolítica crea un escenario peligroso para el perio-dismo, aunque es bueno notar que no existe unacantidad de agresiones acorde al grado de polariza-ción. Aquí hay un disenso entre las organizacionesinternacionales de defensa de la libertad de prensa.Mientras la SIP ve en los chavistas la principalamenaza, tanto CPJ como RSF hacen hincapiétambién en la responsabilidad de medios de comu-nicación alineados en el antichavismo. Parece exis-tir una tensión en muchos periodistas antichavistasentre su deseo político y su práctica profesional, dela misma manera que existe entre los alineados enel chavismo. Esta situación es típica de una polari-zación de la intensidad que vive el país. El presi-dente Chávez no tiene además un respeto doctrina-rio y una valoración política de la libertad de pren-sa, sino que la ve como un argumento de su rivalen la batalla. Existe entonces un grado oficial o pa-raoficial de acoso administrativo, legislativo y ju-dicial

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Tanto la intervención militar en Haití como la in-tervención federal en la provincia argentina deSantiago del Estero, han mejorado la proteccióndel periodismo en esas zonas. En Santiago del Es-tero comenzarán los preparativos para una contien-da electoral normalizadora y es posible que laprensa tenga un rol especialmente relevante, por sufuerte ligazón con el gobierno depuesto por la in-tervención. En Haití, ha decrecido menos la vio-lencia, pues según informe del CPJ existen agre-siones contra aquellos periodistas que son asocia-dos al anterior gobierno de Aristide. Además, elFrente de Resistencia Haitiano, grupo armado que

se alzó contra el anterior gobierno de Jean Ber-trand Aristide, está en un creciente conflicto conlas fuerzas de las Naciones Unidas. Varias ciuda-des están comenzando a tener otra vez guerras debarricadas, dado que a veces reaparecen los en-frentamientos entre los partidarios del presidentedepuesto y el Frente mencionado.

En Brasil, las organizaciones de defensa de la li-bertad de expresión no han registrado nuevos actosde violencia contra periodistas en las favelas deRío de Janeiro. En el estado de Mato Grosso, sinembargo, la situación sigue siendo peligrosa.

En el Gran Buenos Aires se ha reducido en estosúltimos meses la cantidad de agresiones, pero estatendencia puede revertirse por la decisiva contien-da electoral que se realizará en esa provincia a fi-nes del 2005. Allí, los periodistas están en un cre-ciente proceso de profesionalización mientras quelas estructuras políticas y criminales todavía tienenvarios puntos de contacto. El 24 de abril pasado, laAsociación Periodistas envío al Gobernador de laprovincia de Buenos Aires una nota de preocupa-ción por las agresiones recibidas por periodistas delos municipios de Quilmes y Berazategui, dos zo-nas especialmente peligrosas del cordón urbanoque rodea a la capital de Argentina. Las otras pro-vincias argentinas donde la situación de la prensaindependiente es especialmente crítica son SanLuis y Formosa, pues la hegemonía política exis-tente de los respectivos gobiernos asfixia la liber-tad de prensa. De todos modos, una insuficientecapacidad de alerta hace que las estructuras repre-sivas no sean suficientemente denunciadas.

En la intendencia de Arauca en Colombia, la FLIPno ha registrado ninguna agresión a la prensa du-rante este último semestre, ni el informe que Enri-que Santos, directivo de El Tiempo de Bogotá, pre-sentó a la SIP, ni tampoco las organizaciones inter-nacionales CPJ y RSF. Varias instituciones, en elmarco del Proyecto Antonio Nariño, han contribui-do a la protección de los periodistas en la zona. Al-gunas de las iniciativas mencionadas por una mi-sión de la FLIP que visitó la zona fueron la distri-bución entre periodistas de chalecos antibala y laproducción de publicidades radiales dirigidas aconcientizar sobre la importancia del rol de los pe-riodistas en la comunidad. Pero en Arauca están le-jos aún de solucionarse las condiciones estructura-les que promovieron la oleada contra el periodismo

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6Para la relación entre la calidad del Estado y la violencia contra la prensa, ver Waisbord, Silvio,“Antipress Violence and the Crisis of the State”, Press/Politics, 7 (3): 90-109.7 Como en los casos de los alcaldes de Cúcuta, Barrancabermeja y Tijuana, el alcalde de Coronel Portillo(Pucallpa, Perú) está siendo investigado por el asesinato de un periodista.

por lo que ésta podría repetirse. La persistencia delos grupos armados continúa siendo una amenazalatente.

La buena noticia es que ha mejorado la reacción endefensa de los periodistas tanto en Brasil como enMéxico, que eran países un tanto rezagados en laconstrucción de mecanismos de alerta y defensadel ejercicio del periodismo. En los últimos meses,se ha producido una movilización periodística iné-dita en México. Ha habido manifestaciones públi-cas en las que se congregaron cientos de periodis-tas en varios estados de México repudiando losasesinatos. “Somos un grupo de informadores quenos cansamos de mandarnos e-mails comentandolos abusos y crímenes que se han cometido en con-tra de compañeros nuestros, por lo que decidimoshacer la declaración que fue leída por periodistasde nueve estados de la República”, dijo el 11 deoctubre Leonarda Reyes, del Centro de Periodismoy Ética Pública. En Brasil, la ANJ anunció que du-rante noviembre se lanzará la Red de Defensa de laLibertad de Prensa. En Argentina, en cambio, seprodujo un retroceso en la capacidad de alerta da-do que se disolvió la Asociación Periodistas, orga-nización que había cumplido un rol esencial en ladefensa frente a las agresiones, en especial en elinterior del país durante la última década.

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La combinación más letal para el ejercicio del pe-riodismo es la existencia de un Estado de baja cali-dad democrática y una Prensa de creciente voca-ción profesional. En aquellos lugares donde el Es-tado no cumple con el Estado de Derecho, o el Es-tado es autoritario (como en Cuba), la libertad deprensa es precaria o inexistente. Si además existenen esas zonas periodistas dispuestos a mejorar superformance profesional, el conflicto es inevitabley las diferentes formas de censura se agravan 6.Los únicos tres latinoamericanos que aparecen enla lista mundial de “depredadores de la libertad de

prensa” que elabora Reporteros sin Fronteras res-ponden a este paradigma. Por un lado, el líder pa-ramilitar Salvatore Mancuso y el líder guerrilleroManuel Marulanda, quienes desafían el poder delEstado colombiano y dificultan su democratiza-ción; y, por el otro, Fidel Castro, quién conduce unestado autoritario.

Vastas zonas de Paraguay, Brasil (ha muerto un pe-riodista en Alagoas y otro en Pernambuco en estosmeses), Perú (murió un periodista en Pucallpa) y,con menor violencia, Argentina, tienen estas carac-terísticas y, por lo tanto, no resulta inesperado quelos periodistas sufran agresiones mientras realizansu trabajo7. Una de las tendencias más constantesen los últimos años en América Latina ha sido laprofesionalización del periodismo. Y la paradoja esque profesionalizarse implica en muchas zonas lacreación de conflictos peligrosos con los poderesestablecidos.

La inexistencia de un Estado capaz de cumplir yhacer cumplir el Estado de Derecho democráticohace que las causas de la agresión contra la prensasean diversas. El narcotráfico y la violencia políti-ca son factores especialmente importantes, perotambién la corrupción se aprovecha de ese Estadoincapaz. Como dice la FLIP sobre Colombia, no essolo la violencia política, o el narcotráfico, la ra-zón por la que el periodismo es castigado. Las de-nuncias de corrupción administrativa generan tan-tas amenazas a la profesión como el conflicto in-terno o los narcos (FLIP. Informe primer semestre2004).

Así como el Estado debe disciplinar su acción físi-ca, también debe disciplinar su acción económicacon respecto al periodismo. Pues la influencia delEstado en la economía del periodismo afecta suejercicio. Esto ocurre especialmente por que lasdecisiones de los funcionarios que involucran laeconomía del periodismo están generalmente de-terminadas por la opacidad y la arbitrariedad. Nose requiere una legislación para regular el ejerciciodel periodismo, sino para regular la relación eco-nómica que el Estado debe mantener con esos pro-

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fesionales y sus medios. En esa legislación se de-berían establecer criterios para la distribución de lapublicidad oficial, y determinar de acuerdo a cadapaís la forma en que la política impositiva, arance-laria o bancaria se debe aplicar con respecto a esesector. Hasta ahora en América Latina, entre losfuncionarios y los directivos de los medios, mu-chas veces se realizan opacas negociaciones queterminan perjudicando la libertad de prensa y elderecho a la información. La transparencia en larelación Estado-Prensa contribuiría notablemente aampliar la libertad de prensa y así a mejorar la ca-lidad periodística. Además, una relación pocotransparente entre el Estado y los directivos de losmedios ha contribuido a cerrar el acceso a nuevosactores, en especial en el campo audiovisual. En lamayoría de los países de la región ha habido pre-siones hacia el Estado para evitar la creación denuevas radios y canales de televisión que diversifi-carían la oferta disponible para la sociedad.

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Como señala un reciente informe de Reporteros sinFronteras existe en América Latina una “prensa ados velocidades” 8. Por un lado, la gran prensa delos grandes centros urbanos suele tener mayor li-bertad, mayor protección y realiza un trabajo másprofesional. Por el otro lado, en la prensa de lasprovincias, existen restricciones más directas delos poderes locales, menor protección frente a laarbitrariedad, y los periodistas realizan una labormenos profesional 9.

La posibilidad de que la intensidad de la ciudada-nía se distribuya en forma homogénea en todas lasregiones, necesita que la prensa también vaya ad-quiriendo una ‘velocidad’ uniforme en todo el te-rritorio.

La prensa a dos velocidades implica un régimenpolítico a dos velocidades, en especial un poder ju-dicial federal muy distinto al poder judicial local.Por eso, en las recientes protestas periodísticas enMéxico, una de las peticiones fundamentales esque los delitos contra periodistas se conviertan en‘delitos federales’ para que intervenga lo que ellosconsideran que es una mejor Justicia. Un recienteinforme redactado en el Estado de Tamaulipas se-ñala:

“México es hoy un país en transición de-mocrática donde la libertad de expresión ha experi-mentado una mejora sensible en el plano federal.En muchos estados y municipios, sin embargo, lacensura y el control a los medios de la informacióncontinúan bajo una vieja estructura casi intacta quese resiste a las críticas y al escrutinio público” 10.

Las organizaciones de defensa de la libertad de ex-presión se han desarrollado históricamente, prime-ro, desde el nivel internacional hacia el nacional, ysolo muy lentamente se están desarrollando en elnivel local. Es decir, primero nacieron las organi-zaciones protectoras internacionales, luego las na-cionales y todavía casi ninguna de las locales. Enla actual etapa de evolución de la protección de laprensa, son las organizaciones nacionales las queintervienen en la protección en las zonas locales.Desde las zonas modernas de los grandes centrosurbanos –allí donde las democracias suelen tenermayor intensidad- es donde surgen las iniciativasde protección a los periodistas entrampados en zo-nas de baja calidad democrática. La expansión dela calidad ciudadana pasará por la promoción deldesarrollo de organizaciones de defensa de la liber-tad de prensa a nivel local, o por el desarrollo decorresponsalías locales de las grandes organizacio-nes nacionales (como por ejemplo está realizandoel Instituto de Prensa y Sociedad en Perú y Vene-zuela).

8 La cita de RSF se refiere a tres países de la región. Sin embargo, ese concepto se puede extender a to-dos los países de la región. El RSF señala: “En México, Perú y en gran medida Brasil subsiste una liber-tad de prensa a dos velocidades. En esos grandes países, junto a una prensa nacional relativamente pre-servada, los medios de comunicación locales tienen que enfrentarse a grandes dificultades”. “Terceraclasificación mundial de la libertad de prensa”, RSF, 2004.9 Sobre sucesos recientes, ver “La libertad de prensa amenazada en las provincias”, RSF, 2 de junio del2004.10 Informe de la visita realizada a Nuevo Laredo (Tamaulipas) del 22 al 24 de abril del 2004, Comisiónen Memoria de Roberto Mora García, 30 de mayo del 2004.

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En algunos países donde las agresiones conmocio-nantes son inexistentes, crece la discusión sobreuna nueva frontera para la libertad de prensa. Estasson las zonas amarillas en el mapa 11. En especial,se discute las relaciones económicas del Estadocon el periodismo y se discute la censura internaen las redacciones. En los países en que la situa-ción de la prensa es más grave, esa discusión es to-davía lejana.

Los informes del Relator Especial para la Libertadde Expresión de la Organización de los EstadosAmericanos (OEA), Eduardo Bertoni, pueden con-tribuir a ampliar esa matriz conceptual. En su in-forme anual del 2002 incorporó un capítulo deno-minado “Libertad de expresión y pobreza”, mien-tras que en su informe anual 2003 incorporó un ca-pítulo sobre “Violaciones indirectas a la libertad deexpresión: asignación discriminatoria de la publici-dad oficial”. Por su parte, el Instituto de Prensa ySociedad está promoviendo estudios sobre la auto-censura de los periodistas 12.

Pero para que estos nuevos temas de censura sepuedan combatir es necesario que las organizacio-nes de defensa de la libertad de expresión en la re-gión encuentren una nueva matriz conceptual queles permita profundizar su acción. Todos estos te-mas no suelen ser atendidos por las organizacionesdefensoras de la libertad de prensa en la región,pues están concentradas en las restricciones másurgentes.

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P R E N S A .Existe un creciente consenso en sectores importan-tes de la región que los medios se han convertidoen un obstáculo para la calidad democrática. Mu-chos actores relevantes, intelectuales y ciudadanosen general, creen que los medios combinan una ex-cesiva concentración de poder, con una limitadaorientación hacia el bien público. Desde este puntode vista, a los medios se los percibe casi exclusiva-mente como un puro conglomerado de intereseseconómicos o de poder y, se subestima, por ejem-plo, su creciente mejora profesional. Si en los añosochenta existía una incompleta percepción de losmedios al verlos solamente como puras institucio-nes democráticas, ahora el péndulo está en el otroextremo. Ni una ni otra visión hacen justicia a lacomplejidad del mundo de los medios pues sondos enfoques igual de parciales.

Este consenso se aprecia, por ejemplo, en el im-portante informe denominado La democracia enAmérica Latina: hacia una democracia de ciuda -danos y ciudadanas, difundido a principios de añopor el Programa de las Naciones Unidas para elDesarrollo (PNU)13. Ha sido elaborado luego derealizar un relevamiento de la opinión de líderes eintelectuales de la región, y teniendo en cuenta en-cuestas de opinión a la población. Por eso, este in-forme es posiblemente representativo de un ánimoreal en amplios sectores sociales y políticos deAmérica Latina.

En el informe del PNUD se designa a los medioscomo ‘poderes fácticos’ frente a los ‘poderes insti-tucionales’ (el Congreso o los partidos políticos) yse argumenta que la baja calidad de la democraciaen la región estaría determinada por el hecho deque “los poderes fácticos siguen jugando un papelmuy importante”(p. 160). Al enumerar los tresriesgos principales que podrían amenazar el buenfuncionamiento del orden democrático, cita a lasdistintas formas de poder económico, la “amenazadel narcotráfico” y, como tercer factor, a “los me-dios de comunicación” (p. 161). El informe señalaque “existe amplio consenso entre los consultadosen cuanto a que la gran influencia de los medios li-

11 Ver ‘nota metodológica’, en nota 112 Un estudio que plantea algunos de estos puntos es Otano, Rafael y Sunkel, Guillermo, “Libertad delos periodistas en los medios”, Comunicación y medios, Universidad de Chile, nº14, 2/2003, pp. 65-80.13 El informe está disponible en www.democracia.undp.org.

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mita el poder de las instituciones políticas” (p.162). El 80% de los entrevistados para el informeseñalan que los empresarios, el sector financiero ylos medios son el principal bloque de poder que“limita el poder de decisión de los gobiernos”(p.164).

Frente a esta concepción que tiende a ver a las de-mocracias realmente existentes como “mediocra-cias”, amplios sectores políticos mantienen legisla-ciones que tienen elementos restrictivos, o quepromueven una nueva generación de restriccionesal ejercicio del periodismo. La expresión ‘medio-cracia’ fue utilizada este año por el presidente deEcuador, Lucio Gutierrez 14.

Hay dos países desde los cuáles la discusión inte-lectual ofrece insumos para la construcción de estavisión crítica que tiende a ser restrictiva de la li-bertad de prensa: Chile y Venezuela.

La expresión ‘poderes fácticos’está en AméricaLatina generalmente asociada al caso chileno. Allí,la derecha ha tenido una muy fuerte presencia enlos medios, con el ejemplo clásico del diario ElMercurio. Un intelectual chileno clave que segura-mente influyó en el informe sobre la idea del ‘po-der fáctico’ es Manuel Antonio Garretón. En suparticipación en un libro editado por el PNUD des-pués de publicar el informe, Garretón escribió: “elmanejo efectivo del poder y del Estado parece es-caparse de las manos de los partidos y quedan en-tregados a los poderes fácticos de los medios decomunicación, las transnacionales o la tecnoburo-cracia estatal”. Al analizar las elecciones presiden-ciales chilenas del 2000, Garretón escribió que to-dos los medios apoyaron al candidato de la dere-

cha “con la excepción de unas pocas radios y uncanal de televisión” 15. Un ex presidente chileno,Patricio Aylwin, escribió: “la opinión pública ennuestros países no está siempre suficientemente in-formada, dado que la información es manipuladaen gran medida”. Y se refirió al “control y manipu-lación de la información por parte de grandes gru-pos monopólicos y oligopólicos que controlan alos medios periodísticos” 16.

El otro ejemplo es Venezuela, donde el término‘mediocracia’ es parte del debate público entrechavistas y antichavistas, en especial después delgolpe del 13 de abril del 2002. Uno de los princi-pales teóricos de ese concepto, Britto García, lodefine de las siguientes formas:

- “el intento de sustituir la democracia por un nue-vo modelo político, en el cual los mediadores sonsuplantados por los medios” (p.40)

- “los poderes elegidos han sido secuestrados porlos poderes poseídos” (p.56)

- “Venezuela ha sido objeto de un experimento ex-tremo de muerte de lo político y de suplantaciónperversa de éste por lo mediático. El modelo tradi-cional suponía que la sociedad debía concretar yformular sus demandas por sí misma, para luegoplantearlas a través de mediadores políticos anteun poder que intentaría satisfacerlas mediante res-puestas. En la nueva situación los medios elaborandemandas, las plantean y pretenden constituirse enel poder que decida sobre ellas, al mismo tiempoque en beneficiarios de éstas. El medio intenta sus-tituir el mensaje, el vehículo al pasajero, el conti-nente al contenido, el comunicador social a la so-

14 Informe de Ecuador a la SIP, octubre del 2004. Ver también Trejo Delarbre, Raúl, Mediocracia sin me-diaciones: Prensa, televisión y elecciones, Cal y Arena, México, 2001. Un trabajo reciente sobre la pren-sa boliviana señala que los políticos, que son quienes tienen a su cargo la función de legislar, tienen cadavez peor imagen de los medios, Rojas Ríos, César y Peñaranda, Raúl, Prensa & Poder en Bolivia, Fun-dación Adenauer, La Paz, 2003.15 Contribuciones para el debate, PNUD, 2004, p. 388. Garretón, Manuel A.,“Chile’s elections: changeand continuity”, Journal of Democracy, vol. 11, nº2, April 2000.16 Aylwin, Patricio, “Democracy in the Americas”, Journal of Democracy, Vol.9, nº3, July 1998.17 Todas estas citas están tomadas de Britto García, Luis, Dictadura mediática en Venezuela: Investiga-ción de una prensa por encima de toda sospecha, Le Monde Diplomatique, Buenos Aires, 2004. El pro-loguista del libro escribe que la situación argentina “sobre todo en el último año sigue los pasos de losmedios venezolanos”. Bilbao, Luis, “Prólogo”, p. 5.

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ciedad” (p.89) 17.En varios países los presidentes mantienen distin-tos niveles de belicosidad verbal con la prensa yeso contamina la deliberación pública. Chávez enVenezuela y Gutiérrez en Ecuador suelen hacer co-mentarios críticos o tener actitudes restrictivas conrespecto al ejercicio del periodismo. En Brasil, Lu-la también tuvo notables actitudes frente a perio-distas extranjeros. Esta argumentación, y estas pe-queñas y grandes guerras verbales, contribuyen acrear un clima de opinión que influye en los cadavez más numerosos debates legislativos relaciona-dos con el ejercicio del periodismo que se estándando en la región.

V I I . L A S D O S C A R A S D E L A O L E A -D A L E G I S L A T I V A S O B R E C U A T R OT E M A S D I R E C T A M E N T E R E L A C I O -N A D O S C O N E L E J E R C I C I O D E LP E R I O D I S M O .

En casi todos los países ha habido en estos mesesmovimientos legislativos relacionados con el ejer-cicio del periodismo.

Pero es evidente que el debate sobre estas cuestio-nes suele tener bastante irracionalidad. Hay muchadesconfianza sobre las segundas intenciones de losproyectos que se proponen, y la historia reciente yno tan reciente de la región contribuye en muchoscasos a fomentar la falta de credibilidad entre losdistintos actores 18.

En varios países, las organizaciones de dueños demedios están pagando un costo en reputación trasvarias décadas de utilizar el discurso de la libertadde prensa para proteger en muchos casos puros in-tereses económicos y no haber tenido, en la mayo-ría de los países latinoamericanos, un rol especial-mente destacado en defender ésa y otras libertadesen la etapa en que la región era prácticamente unagran dictadura. Además, muchas veces las emiso-ras radiales y televisivas han utilizado su influen-cia en los gobiernos para frenar el acceso de nue-vos actores a ese campo.

Las diferentes realidades internacionales son pocoanalizadas. Mientras en Estados Unidos, en granmedida se asocia la libertad de prensa con la ine-xistencia de regulaciones por parte del Estado, enEuropa continental muchas veces la libertad deprensa implica cierta regulación estatal. En los paí-ses escandinavos es muy grande la influencia delos partidos en los diarios, y también existe unapolítica pública explícita de subsidios, en varioscasos a los segundos diarios para preservar la di-versidad en el mercado y evitar el monopolio. EnFrancia y Austria el Estado apoya a la prensa dedistintas formas directas e indirectas. La Corte Su-prema alemana considera que el Estado tiene laobligación de asegurar el funcionamiento de laprensa. Por lo tanto, al mismo tiempo de evitarcualquier interferencia, el Estado alemán debe pre-servar las condiciones para una prensa libre y di-versa. Y estos son los países que califican más altoen los dos índices de libertad de prensa que se rea-lizan en el mundo (a cargo de Freedom House y deReporteros sin Fronteras)19.

El modelo latinoamericano de relación del Estadocon la prensa ha contemplado todas estas medidas,pero lo ha hecho con un estilo arbitrario, opaco ysin contemplar los intereses de la sociedad, en ne-gociaciones nunca públicas. El ‘apoyo’ del Estadotiende en nuestros países a interferir la libertad dela prensa y el derecho a la información de los ciu-dadanos. En los países europeos, en cambio, elapoyo del Estado tiende a promover y fortalecer lalibertad y la diversidad para el ejercicio del perio-dismo.

Los cuatro temas más debatidos en los parla-mentos latinoamericanos son los siguientes:

1. Colegiación obligatoria o alguna forma de for -malización profesional. La iniciativa más relevante de los últimos mesesfue el proyecto presentado al Parlamento por el go-bierno federal brasileño para crear el Consejo Fe-deral de Periodismo, elaborado por la FENAJ, fe-deración nacional de periodistas del país. La fun-ción del CFJ sería “orientar, disciplinar y fiscalizar

18 Sobre el debate en Brasil, ver Lima, Venicio de, “CFJ & ANCINAV: Licoes de um debateinconcluso”, Observatório da Imprensa, 19 de octubre del 2004.19 Holtz-Bacha, Christina, “The difficulty of measuring freedom of the press worldwide”, Ponencia pre-sentada en la International Association for Media and Communication Research (IAMCR), PortoAlegre/Brasil, 25-30 de julio del 2004.

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el ejercicio de la profesión de periodista y la acti-vidad del periodismo”. Generó un muy fuerte de-bate en el interior de la profesión periodística y laasociación de editores del país la consideró “unejemplo de presión sobre la libertad de prensa”(Relatoría ANJ 2004). El proyecto no parece tenerfuturo político.

Entre otros países, existe colegiación obligatoriaen Venezuela, Honduras y Ecuador. En Brasil exis-te la obligación de tener título universitario peroestá ahora suspendido por una acción judicial. EnBolivia existe la regulación de que los periodistasdeben tener título universitario y estar inscriptos enun registro profesional, pero su cumplimiento esrelativo. En Colombia, la Corte Constitucional de-claró como constitucional a la ley que reconoce laprofesión de comunicador social, pero rechazó to-dos los artículos que pretendían establecer certifi-caciones estatales o exigencias académicas paraejercer el periodismo. En Nicaragua, las asociacio-nes de periodistas están promoviendo la colegia-ción. En la mayoría de estos países, la colegiaciónobligatoria es promovida por los sindicatos de pe-riodistas.

2. Delitos cometidos a través de la prensa comodelitos del código penal. Este es el punto en el cual hay mayor contradic-ción entre las recomendaciones del sistema intera-mericano en su conjunto y los países miembros. Setrata casi de una rebelión silenciosa de la mayoríade los países latinoamericanos miembros contra elsistema interamericano. “Para asegurar la adecuadadefensa de la libertad de expresión, los Estados de-ben adecuar sus leyes sobre difamación, injurias ycalumnias en forma tal que sólo puedan aplicarsesanciones civiles en el caso de ofensas a funciona-rios públicos”, dice el relator especial de la OEAen su informe anual del 2002, en sintonía con elpunto diez de los Principios sobre Libertad de Ex-presión aprobados por la Corte Interamericana deDerechos Humanos (CIDH) 20. La persistencia en

la mayoría de los países del delito de desacato y lapenalización con cárcel de los delitos de difama-ción limitan también la libertad de prensa. La Su-prema Corte de Venezuela consideró constitucionalla figura del desacato contradiciendo las recomen-daciones establecidas por la Corte Interamericanade Derechos Humanos (CIDH). Países que tienenuna alta calificación democrática como Costa Rica,Uruguay o Chile mantienen en su legislación algu-no de estos rasgos inhibitorios de la libertad de ex-presión. Claudio Paolillo, el editor del semanarioBúsqueda y encargado de realizar el informe sobreUruguay para la SIP, señaló en su trabajo que esteaño quince periodistas y tres medios fueron some-tidos a procesos criminales por publicar informa-ciones u opiniones. En Panamá, desde el fin de laera norieguista en 1989 todos los gobiernos hanprometido derogar las leyes que castigaban con lacárcel a la difamación y trasladarlo al ámbito civil,pero ninguno hasta el momento lo ha realizado.Parecen preferir mantener esa espada de Damoclessobre el periodismo para fomentar cierta autocen-sura. La ex presidenta de ese país, Mireya Mosco-so, que terminó su mandato a mediados del 2004,indultó en sus últimos días de gobierno a alrededorde ochenta periodistas que enfrentaban cargos dedifamación por esas leyes.

3. Leyes de acceso a la información pública. La oleada legislativa en esta cuestión promueve elacceso a la información pública, pero las leyes queson finalmente sancionadas a veces tienen una do-ble faz con respecto al ejercicio del periodismo. Enla Asamblea General de la OEA, realizada en Qui-to en junio del 2004, se aprobó la resolución Acce-so a la información pública: fortalecimiento de lademocracia, cuyo texto alienta a crear normas paracombatir la opacidad estatal, ofreciendo recursosgenuinos a los periodistas y otros actores sociales,y estableciendo obligaciones informativas a losfuncionarios. Este es el tipo de ley que se ha apro-bado en Ecuador (Ley Orgánica de Transparenciay Acceso a la Información Pública), que está basa-

20 El punto 10 dice: “Las leyes de privacidad no deben inhibir ni restringir la investigación y difusión deinformación de interés público. La protección a la reputación debe estar garantizada sólo a través de san-ciones civiles, en los casos en que la persona ofendida sea un funcionario público o persona pública oparticular que se haya involucrado voluntariamente en asuntos de interés público. Además, en estoscasos, debe probarse que en la difusión de las noticias el comunicador tuvo intención de infligir daño opleno conocimiento de que se estaba difundiendo noticias falsas o se condujo con manifiesta negligenciaen la búsqueda de la verdad o falsedad de las mismas”.

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da en un proyecto de la organización de diarios lo-cal; en México se realiza una de las campañasprincipales para promover la cultura de la transpa-rencia, y a la legislación federal le están sucedien-do legislaciones en los estados; en Panamá, el nue-vo presidente Martín Torrijos, derogó la reglamen-tación de la Ley de Libre Acceso a la InformaciónPública, que en realidad –según la SIP- la anulabapor completo.

La otra faz en esta tendencia son aquellas leyesque pretendían ser de acceso a la información pú-blica, pero durante el trámite legislativo sufrieroncambios en su espíritu original y terminaron siendopotencialmente útiles para controlar la informacióno intimidar de alguna forma al periodismo. Este ti-po de ley es la de países como Paraguay, donde sedificulta la publicación de las declaraciones jura-das de los funcionarios; en República Dominicana(Ley de Libre Acceso a la Información Pública),donde no se establecen plazos a los funcionariospara entregar la información; en Argentina, dondese pretende extender el derecho a la información alos medios (Proyecto de Ley de Acceso a la Infor-mación Pública); en Honduras, la SIP teme que lanueva Ley de Derecho de Acceso a la InformaciónPública sirva como una herramienta para restringirla libertad de prensa.

4. Leyes de regulación de los medios audiovisua -l e s .La segunda oleada legislativa, menos masiva quela anterior, consiste en una renovación de la regu-lación del campo del periodismo audiovisual. Estaslegislaciones también tienen una doble faz según elpaís. Mientras en Perú la nueva Ley de Radio yTelevisión ha sido aceptada por el periodismo lo-cal, en Venezuela, la ley de Responsabilidad Socialen Radio y Televisión, es muy cuestionada porgran parte del periodismo venezolano. En Brasiltambién existe un proyecto en el parlamento quelas organizaciones de editores han rechazado. Setrata del proyecto de creación de la Agencia Nacio-nal de Cinema y Audiovisual (denominado ANCI-NAV).

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F U E N T E S C O N S U L T A D A S .

Freedom House (FH)

Reporteros sin Fronteras (RSF)

Comité de Protección de Periodistas (CPJ)

Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)

Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS)

Amnistía Internacional (AI)

Human Rights Watch (HRW)

Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos (OEA)

Relator especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre la Promoción y Protección del derecho a la

libertad de opinión y expresión (ONU)

Instituto de Prensa Internacional (IPI)

Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP)

Asociación de Periodistas de Barrancabermeja (Colombia)

Proyecto Antonio Nariño (Colombia)

Fundación para la Libertad de Prensa (Colombia)

Asociación para la Defensa de los Derechos Humanos de Colombia (ASDEH)

Universidad de La Sabana (Colombia)

Asociacao Nacional dos Jornais (ANJ)

Federacao Nacional dos Jornalistas (Fenaj)

Probidad (El Salvador)

Asociación Periodistas (Argentina)

Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nación (Argentina)

Foro de Periodismo Argentino (FOPEA)

Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA)

Asociación Nacional de Periodistas del Perú

Comité Pro Defensa Ciudadana (Chile)

Asociación de Prensa Uruguaya (APU)

Asociación de Periodistas de El Salvador (APES)

Agencia Centro de Reportes Informativos de Guatemala (Cerigua)

Fraternidad de Reporteros de México

Libertad de Información México

Sindicato de Periodistas del Paraguay

Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa (Venezuela)

www.cubanet.org

www.nuevaprensa.org (Sobre Cuba)

www.encuentroenlared.org (Sobre Cuba)

www.upec.cu (Sobre Cuba)

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