INCORPORACIÓN DE ARGENTINA AL MERCADO MUNDIAL

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ESTADO Y SOCIEDAD EN EL PENSAMIENTO NACIONAL. Antologa conceptual para el anlisis comparado - Waldo Ansaldi y Jos Luis Moreno Buenos Aires, Cntaro Ed. 1996. pp. 215-233.

INCORPORACIN DE LA ARGENTINA AL MERCADO MUNDIAL (1880-1930) [215] JOS LUIS MORENO 1. Perodo 1880-1912 En un anlisis de esta ndole y a fin de enmarcar la exposicin de nuestras ideas, es necesario recapitular sintticamente las caractersticas del perodo estudiado tal como son aceptadas en la mayor parte de los trabajos de uso frecuente en la historia argentina. Dichos trabajos ubican en los aos 1870/1880 el inicio de un complejo proceso que forma la Argentina moderna y que responda a dos niveles de condicionamientos1. Uno, de carcter externo, estaba dado por la expansin del capitalismo industrial en Europa y particularmente en Inglaterra, con la consiguiente disponibilidad y libre circulacin de capitales acumulados previamente. Contemporneamente esa expansin provoc una demanda creciente de alimentos y materias primas de las regiones templadas, con cueros, lanas, carnes, cereales, etc.. A su vez la gnesis del proceso capitalista industrial en los pases mediterrneos liber una enorme masa de trabajadores en condiciones d emigrar que se dirigieron hacia Amrica del Norte, as como hacia algunos pases de Amrica del Sur. Estos sucesos fueron precedidos ms precisamente a partir de la mitad del siglo XIX- por una revolucin tecnolgica en los transportes vapores y ferrocarriles- y en las comunicaciones, que permiti aproximar los continentes y constituir un mercado unificado a escala mundial. El otro nivel alude a las condiciones internas de la Argentina, tanto econmicas como sociales y polticas. Entre ellas se encuentran las ventajas comparativas ofrecidas por la pampa hmeda para producir justamente las materias primas y los alimentos de demanda creciente en Europa, la escasez de mano de obra compensada con la fuerza de trabajo inmigrante [216] la limitada disponibilidad de capitales locales que la oferta internacional estaba en condiciones de subsanar y las condiciones polticas logradas hacia 1880 en Argentina. Estas ltimas suponen el coronamiento de un acuerdo y ciertas alianzas econmicas entre sectores bonaerenses y determinados grupos del interior del pas, poniendo trmino definitivo a las luchas civiles que se haban sucedido casi desde la emancipacin. Organizada entonces la nacin segn un rgimen federal, fueron sentadas bases polticas firmes para la conduccin de los asuntos de gobierno a partir de un habilidoso manejo de una democracia limitada y de un orden de la sociedad jurdicamente fundado en un ortodoxo liberalismo. Unos pocos indicadores, por otra parte muy conocidos, dan una pauta del crecimiento impresionante registrado en este perodo. El valor de las exportaciones argentinas pasa de 1880 a 1914 de los 50 millones a los 500 millones de pesos oro aproximadamente2. Entre 1857 y 1914 ingresan al pas 3.300.000 millones de inmigrantes provenientes en su mayora de Italia y Espaa, y la poblacin crece entre los censos de 1869 y 1914 de 1.743.000 a los 7.885.000 habitantes, siendo privilegiadas las provincias que conforman lo que desde el punto de vista geogrfico se ha llamado la pampa hmeda: Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ros y Crdoba. Argentina pasa a ser en esos aos uno de los mayores abastecedores de maz del mundo, el principal exportador de lino; de carnes enfriadas, congeladas y en conserva, de avena y uno de los ms importantes exportadores de trigo y harina de trigo. Los capitales extranjeros, principalmente britnicos, hacen su entrada masiva3. Ferrocarriles, transportes, servicios urbanos y frigorficos constituyen los ncleos centrales de las inversiones de aquel ltimo origen. La plaza inversionista argentina llega a ocupar un lugar destacado dentro de las inversiones britnicas en el extranjero. En consonancia con todo esto, se crea en el pas un sistema financiero complejo y diferenciado, constituido principalmente por una red bancaria importante formada por capitales privados nacionales y extranjeros- y pblicos, manejados estos ltimos principalmente por el Estado Nacional. Este rpido crecimiento dio lugar a un perodo de fuerte acumulacin, tal como no se haba conocido hasta entonces [217] y, probablemente, la ms acentuada de toda la historia econmica argentina. A pesar o tal vez como consecuencia de ser relativamente reciente, no es precisamente el fenmeno mejor conocido ni el ms estudiado de la historia argentina. Aunque, a decir verdad, si bien se supone que otros procesos econmicos anteriores originaron 1

Los nmeros entre corchetes remiten al inicio de la paginacin original. Vase Sbato, Jorge F. (con la colaboracin de Jos Luis Moreno) el 1er captulo de Notas sobre la formacin de la clase dominante en la Argentina moderna, en La clase dominante en la Argentina Moderna. Formacin y caractersticas. CASEA, Bs. As. 1988. [232]. 2 Vase Corts Conde, R., Halpern T., Gorostegui de Torres H.: Evolucin del comercio exterior argentino. Exportaciones. Bs. As. 1966. 3 CEPAL. Anlisis y proyecciones del desarrollo econmico V. el desarrollo econmico de la Argentina, Parte 1, Mxico, 1959. 1

una importante acumulacin tales como el llamado boom de la lana, el del bovino u otros mucho ms complejos, desde la perspectiva econmica, como la Guerra de la Triple Alianza, tampoco se conoce, sin embargo, la magnitud de esa acumulacin, ni la medida en la que distintos sectores se apropiaron de la misma. La tesis comnmente aceptada sea para sealar los aspectos positivos o para individualizar las consecuencias negativas es que la clase terrateniente no solo es la principal beneficiaria sino la conductora de casi todos esos procesos y, en particular, de los ocurridos a partir de 1880. Respaldan esta idea una serie de consideraciones tericas que la fundamentan, un conjunto de elementos que le dan validacin emprica y, por ltimo, su aptitud para explicar la evolucin histrica subsiguiente, en especial el estancamiento que luego se verifica en la economa argentina. El advenimiento del Gral. Roca al poder con apoyo de la Liga de los Gobernadores de las provincias y de las milicias organizadas que haban derrotado y desalojado a los indgenas durante la campaa del Sur y que el mismo Roca haba conducido- supone el logro de un acuerdo de alcance nacional bajo el liderazgo de Buenos Aires. Pero, aun aceptando este hecho cada vez ms evidente, este acuerdo pone fin a la larga serie de luchas internas que bajo el manto de unitarios versus federales o Buenos Aires versus Interior haban impedido la concrecin de un pas moderno que, ya la generacin del 37 y Alberdi con sus Bases, haban formulado como modelo de organizacin nacional. Este acuerdo al que aludimos no es ms que la aceptacin de un poder nacional en el que participan todas las provincias con Buenos Aires a la cabeza. Al mismo tiempo constitua el primer paso para alcanzar a desarrollar todas las cualidades de una nacin. En las palabras de Roca dirigidas al Congreso Nacional: Parece que furamos un pueblo recin un pueblo recin nacido [218] a la vida nacional, pues tenis que legislar sobre todo aquello que constituye los atributos, los medios y el poder la nacin4. De cualquier manera este proceso presupone un mecanismo del que participar todo el pas, es decir todos los sectores sociales. Se crea un sistema por el cual se logra un consenso nacional que alcanza slo a los grupos que se situaron en los niveles provinciales de poder. Estos grupos o lites a su vez son emergentes de las interminables disputas contra la centralizacin del poder de Buenos Aires. Al mismo tiempo este consenso sugiere una conciencia generalizada acerca de otro de los atributos de una Nacin: el territorio nacional y sus lmites. Hecho nada insignificante si se tiene en cuenta que las campaas del sur y del Chaco integraron ms de un tercio de nuestra superficie territorial. El mismo sentido tiene la liquidacin de las disputas con Brasil acerca de los lmites de las antiguas Misiones Jesuticas, con posterioridad a la guerra del Paraguay, y que durante la dominacin espaola haban sido objeto de la agresin bandeirante. Por ltimo sern zanjadas las disputas contra las pretensiones chilenas de reclamar el territorio patagnico para s. Las provincias, por otra parte, cedieron definitivamente a Buenos Aires el rol protagnico que vena jugando desde 1810 en el plano econmico. La creciente integracin del rea pampeana al mercado mundial con la supremaca econmica de Gran Bretaa concit el rechazo del Interior que vivi la sangra producida pro l a desintegracin de la antigua economa virreinal como un producto del nuevo orden mundial. Buenos Aires no slo era el puerto que monopolizaba las importaciones y exportaciones, sino adems era el punto de desemboque de la produccin pecuaria del rea de influencia, a la sazn en plena expansin econmica. Las economas del interior haban debido reorientar y adecuar su produccin al nuevo orden. Esto significaba adems aceptar mercados de menor importancia: el mismo Litoral, es decir Buenos Aires y su rea de influencia, absorbi la produccin del Interior vinos, azcar, yerba, frutas desecadas, aguardiente y otros productos- lo que en la prctica implicaba una doble subordinacin econmica. [219] Durante este perodo Argentina deja de ser productora casi exclusivamente de productos pecuarios e importadora de manufacturas para transformarse rpidamente en granero del mundo y mercado preferido del capital financiero britnico. En cuanto al total de capitales extranjeros invertidos ascenda (hacia 1913) a ms de 10.000 millones de dlares de hoy5, cifra que representaba el 8,5% de las inversiones extranjeras de los pases exportadores de capitales en el mundo, el 33% de las inversiones totales en Amrica Latina y el 42% de las inversiones del Reino Unido en la misma regin6.

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Mensajes del Presidente Roca, Comisin del Monumento al General Roca. Bs. As., 1941. Valores correspondientes al ao 1965. En Ferrer, Aldo: La Economa Argentina, Mxico, 1963. 6 Ferrer, Aldo. p. cit. 2

El resultado de haber logrado la paz interna permiti el ingreso del capital financiero extranjero, en su mayor proporcion britnico, que se ubic en sectores claves de nuestra economa: los ferrocarriles, el transporte y los servicios urbanos de comunicaciones y comercio exterior fundamentalmente. Por otro lado el Estado en este perodo apel a varios emprstitos de origen tambin britnico7. Este proceso que supone una integracin y dependencia creciente de la economa metropolitana sienta las bases de la economa metropolitana sienta las bases de lo que se ha dado en llamar economa primaria exportadora8. Las principales medidas adoptadas por el Estado durante esta etapa y mencionadas al comienzo de este punto implican en la prctica la aplicacin de ciertos principios ubicables en los lineamientos del liberalismo clsico. Este liberalismo tiende a asegurar por un lado el ingreso de mano de obra europea de muy distintos orgenes y por supuesto de capitales de igual identidad y tambin norteamericano. Instituciones como el matrimonio civil y la enseanza laica resguardaron de esta manera un universalismo que es garanta tanto de los capitales como de la mano de obra extranjera. Dichas garantas sin embargo van ms all, por cuanto el Estado no slo asegura la libertad en el movimiento de capitales y hombres sino que tambin va a garantizar con el patrimonio de la Nacin los beneficios de inversiones tales como la de los ferrocarriles9. La enorme afluencia de capitales destinados a la construccin de ramales ferroviarios es uno de los rubros ms importantes de este perodo. Las empresas se lanzaban a poblar de rieles toda la regin pampeana en una accin competitiva ob-[220]teniendo las concesiones y autorizaciones del Congreso, a veces con los ms variados mtodos, incluso venales10. Es que los ferrocarriles cumplen la funcin esencial de vasos comunicantes cuyo punto de concentracin eran los puertos, en especial, el de Buenos Aires. El puerto colocaba la produccin cerealera y pecuaria a disposicin de los mercados europeos. La expansin del cereal es una de las consecuencias directas de las prcticas econmicas ensayadas por el Estado, una de las cuales fue precisamente la de los ferrocarriles garantidos. Otra consisti en la atraccin de inmigrantes extranjeros provenientes en su inmensa mayora de los pases europeos mediterrneos. Dicha inmigracin denominada espontnea11 justamente fue atrada por la disponibilidad de recursos, en especial la oferta de trabajo, ya que las tierras ms feraces ya haban sido entregadas en propiedad privada12. Una serie de ventajas, tales como la accesibilidad en la compra de los pasajes martimos y facilidades de traslado por el gobierno nacional y fomento de la inmigracin por parte de algunos gobiernos europeos, como el italiano13 facilitan el poblamiento rural y tambin urbano14. De esta manera el Estado pudo garantizar la impresionante expansin de los cereales a partir de la dcada del 80. Por supuesto otras medidas de carcter financiero y econmico posibilitaron el acceso de capitales extranjeros, como por ejemplo la sujecin del sistema monetario al patrn oro15, los bancos garantidos16 y tarifas aduaneras que permitieron tanto la salida de excedentes agropecuarios como la entrada de las manufacturas y otro productos europeos necesarios a la expansin econmica como por ejemplo las maquinarias agrcolas e industriales17. La liberalidad de las acciones fue la caracterstica dominante de la accin del Estado. Sin embargo, pueden encontrarse tambin excepciones que contemplan las necesidades de algunos sectores econmicos. Es claro, por ejemplo, que productos como las harinas fueron protegidos con barreras aduaneras. Lo mismo que el azcar y la vid y sus derivados: vinos y aguardientes. Estos elementos proteccionistas son producto de las necesidades econmicas y polticas del momento. Los molinos ha-[221]rineros surgidos en los mrgenes fluviales del rea pampeana, recibieron la proteccin estatal ya que la actividad estaba estrechamente vinculada a los intereses comerciales de grupos exportadores de cereales18.

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Bunge, Alejandro: Los capitales extranjeros en la Repblica Argentina. Revista de Economa Argentina, Ao 10, N 116, Bs. As. 1928. Ferrer, Aldo, p. cit. y Di Tella, G. y Zymelman M. p. cit. 9 Ferns, H. S.: Gran Bretaa y Argentina en el siglo XIX, Buenos Aires, 1966. 10 Vanse por ejemplo los debates parlamentarios y la accin de denuncia de estos acuerdos en A. del Valle: La poltica econmica argentina en la dcada del 80. Bs. As., 1955. 11 Mensajes del Presidente Roca, p. cit. 12 Crcano, M. ngel. Evolucin histrica del rgimen de la tierra pblica, 1810-1916. Bs. As. 1972. 13 Dore, Grazia. La democrazia italiana e lemigrazione en America. Brescia, 1964. 14 Beyhaut G., Corts Conde R., Gorostegui H., y Torrado S.: Los inmigrantes en el sistema ocupacional en Argentina sociedad de masas, bs. As., 1965. 15 Ford, A. G. El patrn oro: 1880-1914, Inglaterra y Argentina, Buenos Aires, 1966. 16 Ferns, H. S. Op. Cit. 17 Di Tella y Zymelman, op. cit. 18 Ortiz, Ricardo M. Historia econmica de la Argentina 1850-1930, Buenos Aires, 1964. 3

Los productos del Interior mencionados y protegidos por barreras aduaneras son parte de los acuerdos logrados entre los grupos del interior y Buenos Aires para la organizacin nacional, sobre la base de las polticas proteccionistas correspondientes dictadas desde Buenos Aires. La prctica del liberalismo econmico, sin embargo, no fue ni fcil ni rectilnea. Si bien fue proclamada sin eufemismos ni cortapisas por los dirigentes de la llamada generacin del ochenta se encuentran en la historia econmica de ese momento ms excepciones a las ya mencionadas. No obstante, estas barreras obedecieron ms a la necesidad de recaudar fondos provenientes de la aplicacin de impuestos aduaneros que de polticas conscientes de fomento industrial19. Es cierto que dentro mismo de la lite dirigente ciertas individualidades como la de Carlos Pellegrini entre otras, en mas de una oportunidad trataron de hacer consciente la necesidad del proteccionismo industrial, pero es cierto tambin que casi siempre pregonaron en el desierto y no se tomaron demasiado en cuenta las consideraciones de sus planteos. Para muchos autores, crisis como la de 1890 hicieron tambalear las premisas ejecutadas durante esta etapa, a pesar de lo cual con la renuncia de Jurez Celman se trat de eliminar los aspectos ms escandalosos de la gestin econmica liberal sin afectar su esencia20. Es que la fiebre de los negocios tantas veces mencionada en las crnicas histricas, se basaba de alguna manera en datos reales. El desarrollo de los ferrocarriles, la expansin cerealera, la inmigracin masiva y la consecuente oferta de mano de obra, fomentaban la especulacin con las tierras, los valores financieros y terminaron por presionar sobre todo el aparato econmico y monetario como en el 90. Pero una vez pasados los sntomas de la enfermedad el Estado persisti en mantener el esquema, que a la luz de sus rectores haba provocado el cambio impresionante percibido por todos. En dicho esquema estaban ausentes los mecanismos pertinentes para fomentar la industrializacin. En resumen, el desarro-[222]llo econmico que fue primeramente atribuido al capital externo y a la emigracin, adquiri la forma de la expansin de la produccin para la exportacin. Sin embargo se originaron otros beneficios: se desarrollaron peculiares especialidades; el crecimiento del sistema ferroviario ampli el mercado domstico para productos como el azcar, vinos y tabacos, mientras molinos harineros, curtiduras, cerveceras y una industria cotidiana comenzaban a enraizarse en los comienzos del siglo XX. Sin embargo para 1914 la Argentino no haba entrado en la fase industrial21. En sntesis el resultado de la accin del Estado en el campo econmico durante este perodo, es haber modernizado sus estructuras ms que haber promovido un desarrollo basado en recursos no slo agropecuarios sino tambin industriales. La fragilidad de la estructura econmica consolidada en la dcada del 80 result similar a la estabilidad del orden institucional, y ambas se vieron igualmente sacudidas por la crisis de 1930, cuando variaron fundamentalmente las condiciones en las cuales descansaba todo el andamiaje elaborado en esta poca22. La disponibilidad de tierras en grandes extensiones dentro del permetro de la pampa hmeda es el dato ms importante de este perodo. Llegamos a 1880 con la mayor parte de las tierras aptas en manos privadas. El acceso a la misma tuvo distintos orgenes; sin embargo, el resultado fue el mismo: concentracin en muy pocas manos23. La estructura latifundiaria, no obstante, se puede asociar a tres factores principales. En primer lugar, la entrega de tierra pblica se llev a cabo en forma masiva para atender necesidades del fisco y cubrir dficit del erario pblico. Por otra parte dichas entregas se llevaron a cabo sin ningn tipo de control por parte del Estado. Por ltimo, a dichas entregas concurrieron sectores sociales con peso muy desigual con lo que en la prctica se beneficiaron aquellos que en situaciones anteriores similares haban sido favorecidos. Sobre la gran propiedad se ciment la expansin cerealera en el rea pampeana. Si bien el cultivo en escala haba comenzado en el rea de ms antigua colonizacin el centro de Santa Fe- no alcanza dimensiones formidables sino cuando se extiende en el resto de la regin en tierras dedicadas antes a la ganadera24. [223] Es que la agricultura ser el complemento ideal de la ganadera. La oferta de mano de obra extranjera y la disponibilidad de mercados para colocar excedentes dan el marco apropiado a la extensin de los cultivos. El mecanismo fue el siguiente: Una parte del extraordinario aumento de las sementeras de trigo y maz se debe al propsito de alfalfar campos destinados a la cra y engorde de ganados, para lo cual el estanciero dedica en un ao19 20

Dorfman, Adolfo. Historia de la Industria Argentina, Bs. As. 1970. Para el anlisis de los efectos de las crisis econmicas vase Ferns, H. S. p. cit.: Ferrer, p. cit.: Di Tella G. y Zymelman N. p. cit.: y Ford, A. G. p. cit. 21 Ford, A. G., op. cit. 22 Callo, E. y Sigal S., La formacin de los partidos polticos contemporneos, en Argentina sociedad de masas, Buenos Aires, 1965. 23 Mensajes del Presidente Roca, p. cit. 24 Comblit, C., E., y OConnell, A. La generacin del 80 y su proyecto: antecedentes y consecuencias en Argentina sociedad de masas, Bs. As. 1965. Tambin vase Crcano, M. A. p. cit., Giberti, Horacio, Historia econmica de la ganadera argentina, Bs. As. 1961 y Oddone, J., La burguesa terrateniente argentina, Bs. As. 1930. 4

20, 30, 40 mil hectreas de agricultura, cediendo parcelas de 100-200 a ms hectreas por 3 4 aos a colonos al tanto por ciento y con la obligacin de dejarla sembrada con alfalfa a la terminacin del contrato25. Es decir, los estancieros parcelaron sus extensiones y las dieron en arriendo con la obligacin de cultivarlas y devolverlas alfalfadas. Los arrendatarios en su inmensa mayora extranjeros- rotaban los cultivos con trigo, maz, lino y alfalfa o avena. Este mecanismo encuadraba perfectamente en los lineamientos econmicos trazados en el perodo, es ms, fueron promovidos aunque ms no sea por omisin ya que los propsitos enunciados en algunas de las leyes de colonizacin no se llevaron a la prctica. La colonizacin con entrega de pequeas o medianas parcelas tuvo escasa importancia en la pampa hmeda, y en especial en la provincia de Buenos Aires. Es decir, en ltima instancia durante este perodo el Estado entreg grandes extensiones de tierra a manos privadas, y empresas colonizadoras, tambin privadas, se encargaron en algunos casos de llevar a la prctica los propsitos enunciados en la legislacin; en los ms facilitaron la especulacin y el acaparamiento. Estos hechos se enlazaban perfectamente bien con la idea muy generalizada en la lite dirigente sobre la participacin de nuestros productos en un mercado mundial de libre concurrencia en el que nuestros productos agropecuarios son favorecidos por la teora de los costos comparativos. En consecuencia el Estado estableca las condiciones generales para esa libre concurrencia y participaba lo menos posible en los mecanismos concretaos de la produccin. En otras palabras, 1) durante esta etapa el Estado aceptar las condiciones para [224] la construccin de ferrocarriles por manos privadas extranjeras, o se encargar de construir ciertos ramales cuando stos no sean de inters para el sector privado; 2) establece las condiciones y facilita la colonizacin de las tierras libres pero no las coloniza directamente sino que las entrega para su colonizacin; 3) crea los mecanismos de acceso de la mano de obra extranjera pero salvo excepciones- no se encarga de traerlos; 4) facilita la incorporacin del capital extranjero a la produccin como en el caso de los frigorficos o las empresas fores-tales que se asientan en las provincias de la regin NEA. La dcada del 80 se inicia con las primeras experiencias frigorficas en el pas. La tcnica del frigorfico impulsa la exportacin de carne ovina y bovina y tambin la agricultura ya que favorece el mejoramiento de la calidad del animal y como consecuencia, las pasturas artificiales que son rotadas con otros cultivos. Finaliza as el perodo en que las exportaciones de lana eran el rengln ms importante de nuestro comercio exterior. Se produce el proceso de desmerizacin y se introducen nuevas razas ovinas con el objeto de poder satisfacer la demanda de las plantas frigorficas26. Casi simultneamente con la prdida de peso especfico de la lana en las exportaciones, cobra importancia el bovino ya que se enva a los mercados exteriores como aganado en pie. Este proceso se registra en la dcada del 90 y los primeros aos de este siglo. La posibilidad de colocar en el mercado exterior ya no solamente cueros, crines y otros derivados animales sino carnes bovinas y ovinas, conservadas y/o frescas, adems de impulsar fenmenos de cambios como los antes mencionados induce al mejoramiento de las razas existentes. El Estado libera de impuestos aduaneros la introduccin de reproductores destinados a la mestizacin de la raza criolla27. Pero es evidente que el gran cambio en el sector pecuario deriva de la implantacin del frigorfico. Todas las transformaciones parten de este nivel y someten a los productores a un proceso de inversiones fijas y tambin en maquinaria agrcola, animales de raza, entre otros, y tambin a adaptaciones rpidas en cuanto a las modalidades de la misma produccin pecuaria. [225] El Estado mismo se hace cargo de la necesidad de que el pas cuente con un sistema de refrigeracin de carnes, y luego de estimular con recompensas la creacin de un mtodo apropiado sin resultado, en 1876 encarga al qumico francs Charles Tellier un dispositivo para refrigeracin de la carne, aplicado adems, a vapores ocenicos. La tcnica avanza en pocos aos y ya despus de la instalacin de los dos primeros frigorficos en Argentina de 1882 comienzan los primeros embarques con ovinos congelados para Europa. La recuperacin de los bovinos se produce recin en la segunda mitad del 90 cuando cobra auge la exportacin de ganado en pie. A partir de 1900 decae el inters por el ovino y simultneamente la tcnica de enfriado muy mejorada permite ya congelar animales de mayor envergadura o sea bovinos. Los frigorficos, liderados por los capitales britnicos crean una demanda de animales de calidad lo que permite abrir al vacuno un mercado ms amplio pero tambin ms exigente. Es as como se acelera el proceso de mestizacin que habamos sealado.Lahitte, E. Informes y estudios de la Direccin de Economa Rural y Estadstica Ministerio Agricultura, Bs. As. 1916; citado por Giberti, H p. cit. Giberti, Horacio, op. cit. [233] 27 Astesano, Eduardo. Historia de la independencia econmica. Buenos Aires, 1949. 525 26

Las innovaciones tecnolgicas en el campo del sistema de refrigeracin permiten obtener un tipo de carne que conserva las caractersticas de la carne fresca, el chilled o enfriado que plantas frigorficas de capitales de origen norteamericano comienzan a exportar en 1908. Este tomar mucha importancia, la que sin embargo va a disminuir con la Primera Guerra Mundial, cuando el congelado se adapte mejor a las nuevas condiciones impuestas por el mercado mundial. De cualquier manera, las carnes argentinas cobran inusitada importancia, en especial, en el mercado londinense. Es evidente que en este dilatado perodo la accin del Estado est siempre detrs del proceso ganadero. Desde el inters por la adopcin de tcnicas frigorficas, pasando por el trazado en el tejido tipo araa de los ferrocarriles en al pampa hmeda, lo que produce una valorizacin impresionante de las tierras, hasta el estmulo para la radicacin de las plantas frigorficas garantizando el 6% de inters a los capitales que se destinaron a dichos fines, pasando adems por autorizar o estimular la aplicacin de tarifas ferroviarias que favorecieron ampliamente el transporte de ganado y cereales para exportacin28. [226] podramos decir, en fin, que toda la poltica del Estado Nacional en este perodo tendi a favorecer los intereses agropecuarios para colocar en el mercado sus productos en condiciones ampliamente competitivas. Hemos dicho que detrs del proyecto nacional de la generacin del 80 la tierra, la inmigracin y el concurso de los capitales extranjeros son los elementos que se funden en un esquema liberal. Esquema que adems permiti una concentracin enorme de tierra, a pesar de ciertas leyes que pretendieron crear condiciones ms favorables para la colonizacin, tal como haba ocurrido en el centro de Santa Fe o en algunas localidades aisladas de Buenos Aires, Entre Ros o Crdoba. 2. PERODO 1912-1930 El hecho trascendental que inicia este perodo es la puesta en marcha del mecanismo electoral, llamado Ley Senz Pea, que por primera vez pone en manos de la voluntad popular, a travs del voto universal y obligatorio, los lmites de las decisiones polticas y del poder. La ley Senz Pea termina con un largo perodo en que las grandes mayoras estuvieron ausentes de las decisiones nacionales. Se abre el camino a la fuerza poltica nacida en las luchas del 90, en los alzamientos de 1893 y en la revolucin de 1905: el radicalismo. Movimiento esencialmente popular, es apoyado no slo por sectores agrarios, ganaderos, medianos y pequeos propietarios, arrendatarios, peones rurales, sino tambin por obreros y la clase media urbana. El radicalismo desde su nacimiento fue consolidando a lo largo y a lo ancho del territorio nacional su pujante fuerza, hasta que en 1916 por estrecho margen Hiplito Yrigoyen es ungido presidente de la Repblica. Por primera vez el ms alto cargo nacional es ocupado por la voluntad de la mayora popular. Es evidente que la ley Senz Pea y el acceso al poder poltico por intermedio de ella a amplios sectores sociales es la caracterstica saliente de todo el perodo. Justamente, la crisis econmica y poltica de 1930 supone una interrupcin del proceso iniciado con la democracia representativa. [227] La poltica del Estado durante todo este perodo puede considerarse como la bsqueda constante del equilibrio social y econmico entre los distintos sectores sociales, tratando de favorecer a los ms desposedos con concesiones de tipo econmico. Sin embargo, los elementos distintivos del perodo radical debemos buscarlos en el plano social y poltico, no en el econmico. Ya en 1905 la UCR haba planteado con mucha claridad su insercin en la sociedad: Las fuerzas conservadoras de la sociedad, comprendidas en su alto y verdadero significado, son las que realizan la labor comn, cumplen con independencia sus deberes y revelan energas en la defensa de sus derechos. Los movimientos de opinin, cuanto ms desinteresados, llevan en su seno mayor suma de ellas. Singular inversin de juicio acusa el criterio que slo considera fuerzas conservadoras los elementos afines a los gobiernos y sostenedores de su autoridad, cualquiera sea su origen y su forma de gobierno29. Dicho de otra manera el radicalismo se vive como fuerza conservadora y reparadora del orden constitucional, y no innovacin, dentro del orden prexistente. Para muchos autores que han querido enfatizar la ausencia de cambios de raz durante la etapa radical, el esquema liberal al cual se ha sujetado el radicalismo ha sido como un impedimento de la accin poltica 30. No obstante, cuando las limitaciones ideolgicas impiden en ciertos perodos histricos particulares el aprovechamiento2829

Zalduendo, E. Imperialismo econmico britnico y ferrocarriles en el siglo XIX. Mimeo, Bs. As. 1965. Bag, S. Argentina en el mundo, FCE, Bs. As., 1961. 30 Di Tella, G. y Zymelman, M. Las etapas del desarrollo econmico argentino, EUDEBA, Bs. As. 1967. 6

de una situacin nueva o un nuevo orden, podemos hablar en ese caso de fracaso poltico, ausencia de sensibilidad, etc. Pero si observamos la realidad inmediata que se impone al movimiento poltico, ste no parece ser el caso del radicalismo. Al menos conviene sealar algunos hechos significativos. El primero, es que el radicalismo llega al poder por la va pacfica de las urnas, con un respaldo limitado hasta tal punto que Yrigoyen llega a reunir el nmero de electores necesarios gracias a los desacuerdos entre las fuerzas conservadoras que apoyan a Lisandro de la Torre. Esta situacin es fruto de una eleccin reida en la que los vencedores nunca estuvieron lo suficientemente seguros del triunfo. [228] Por otra parte, Yrigoyen no cont con mayora en el Senado, tampoco tuvo apoyo de la Suprema Corte de Justicia; ni cont con el respaldo de la prensa ni de la Iglesia. Estas son resumidas las condiciones polticas en que el radicalismo, con Yrigoyen, accede al poder. En el plano econmico el pas estaba alcanzando su mximo apogeo en relacin con los objetivos que se haba propuesto la generacin del 80. En cuanto al comercio mundial, la situacin de Argentina no poda ser ms clara; ms de la mitad de las exportaciones de Amrica latina a Europa procedan del pas. Y en relacin con el cuadro total de las relaciones bilaterales entre pases latinoamericanos y europeos, Argentina ocupaba los seis primeros puestos con Inglaterra, Alemania, Italia, Pases Bajos, Blgica, Luxemburgo y Francia31. Para corroborar lo anterior podemos afirmar que hacia la dcada del 20 el pas abasteci el 66% de la exportacin mundial de maz, el 72% de lino, el 32% de avena, el 20% de trigo y harina de trigo y ms del 50% de carne32. Estos resultados con ser breves no ocultan la importancia alcanzada por el desarrollo agropecuario del pas iniciado en 1880. El pas continuaba gozando de crdito en el exterior y prosegua el aporte de capitales, ahora tambin de otros orgenes, norteamericano, alemn y suizos principalmente. En consecuencia fue considerado necesario introducir innovaciones econmicas generales. La mayor parte de la produccin cerealera se realiza a impulso de la ganadera de la pampa hmeda, especialmente en la provincia de Buenos Aires. Los propietarios arrendaban sus campos por un trmino medio de tres o cuatro aos, durante los cuales se realizaban cultivos rotativos de lino, trigo, avena o cebada y finalmente se dejaban alfalfados, lo que era aprovechado para el engorde del ganado. Como este sistema vena funcionando con todo xito, durante este perodo no se producen modificaciones sustanciales. En el plano industrial surge como consecuencia de la crisis producida durante la Primera Guerra Mundial, una gran parlisis en muchas empresas, que se traduce en el aumento del volumen de los quebrantos. Sin embargo, un estudio de A. Bunge muestra que durante la guerra algunas industrias continuaron desarrollndose y se crearon otras. Esto se ha in-*229+terpretado de la siguiente manera: Nuestra tesis es que en el perodo de la Primera Guerra Mundial hubo un desarrollo divergente de las empresas grandes y ms modernas, con respecto a la pequea industria de tipo manual. El grupo nombrado en primer trmino se expandi en forma apreciable; el ltimo, en cambio, no pudo resistir las duras condiciones del primer perodo de la guerra que exigan grandes esfuerzos y, en consecuencia, las empresas que lo componan se vieron perjudicadas33. Con posterioridad, no surgen polticas destinadas a proteger lo que se llamaban las industrias artificiales; algunos intentos de realizar modificaciones sern analizados ms adelante. La actitud de los gobiernos radicales frente a las clases populares se ve claramente en la opinin de uno de sus opositores se ve claramente en la opinin de uno de sus opositores ms prestigiosos: dice Lisandro de la Torre en 1920: Los grupos conservadores del Congreso y los partidos de igual ndole de las provincias han contribuido a la popularidad de este gobierno dejando en sus manos la iniciativa de las reformas sociales. 120.000 ferroviarios, por ejemplo, piensan que ha sido la cada de los gobiernos conservadores lo que ha permitido la adopcin de la ley de jubilaciones, de los nuevos horarios y reglamentos de servicio, del aumento de los jornales. Lo mismo piensan todos los gremios que han obtenido algn beneficio de las huelgas34. Lo que es evidente y que L. de la Torre no dice es el trato dado a las huelgas reivindicativas durante le perodo anterior por parte del Estado o la suerte corrida por proyectos legislativos como el presentado por Joaqun V. Gonzlez en 1905 con el Cdigo de Trabajo, intento serio de reglamentacin de la vida laboral y de mejoramiento dela clase obrera, que no es aprobado por el Congreso. Actitudes semejantes del radicalismo en otros planos hemos de encontrar con la ley de locaciones agrarias aprobada en 1921 y que contribuy a mejorar las condiciones de los arrendatarios y medieros.Etchepareborda, R. Hiplito Yrigoyen, pueblo y gobierno. Bs. As. 1948, tomo I vol. 2. Vase por ejemplo, Puiggros, R. El irigoyenismo. Ed. Jorge Alvarez, Bs. As., 1965. 33 Di Tella, G. y Zymelman, M. Op. cit. 34 De la Torre, L. Obras completas, vol. V, Bs. As. 1943. 731

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La Reforma Universitaria de 1918 es otro de los intentos de democratizar las instituciones del pas y de adecuarlas a las necesidades de los nuevos sectores emergentes de la modernizacin del pas la clase media urbana- y de darle a la [230] enseanza un carcter menos protocolar y dogmtico. El gobierno radical prest benvola atencin a las demandas de los estudiantes de la Universidad de Crdoba y de las restantes universidades nacionales a las que le movimiento se fue extendiendo. Participacin estudiantil en el gobierno de la Universidad, docencia libre, libre asistencia a clase, nuevas ctedras o ctedras paralelas fueron las reivindicaciones aceptadas por el estado radical. En sntesis, a travs de los hechos registrados en la historia durante la etapa del estado radical puede descubrirse una coherencia bastante notable entre el ideario radical y los resultados de la poltica llevada adelante por el Estado. Resulta evidente que el campo econmico es el ms hurfano en innovaciones que implicaran un cambio en la concepcin o en el modelo por el que el pas estaba transitando. Lo que en el plano ideolgico era pensado como una funcin reparadora del radicalismo, es en realidad un intento de democratizar las instituciones o reacomodar la estructura poltica y social a una nueva realidad. Esta nueva realidad implica una estructura social diferente en donde aparecen sectores sociales nuevos: una clase media que pretende compartir de alguna manera las dimensiones del poder poltico, desea tener acceso a la educacin, a la cultura, etc., y un proletariado muy reciente, con una gran proporcin de extranjeros que, despus de tentar la suerte del anarquismo y del socialismo, se vuelva a movimientos menos doctrinarios y practica una suerte de sindicalismo reivindicatorio, que lo lleva a aceptar movimientos como el radicalismo35. Es necesario comprender que adems, esa poltica obrera, educacional, agraria o econmica como en el caso del petrleo no era incompatible con el curso econmico del pas. Durante la etapa radical los indicadores econmicos muestran crecimiento de la produccin agropecuaria, inversiones de capitales extranjeros diversificadas en otros rubros que no sean el ferrocarril o los frigorficos ms una coyuntura econmica favorable en general. De todos modos, la crisis mundial que estalla en 1929 repercute gravemente en la economa y crea las condiciones para el golpe militar de 1930 que derrocara al gobierno constitucional de Hiplito Yrigoyen, cerrando un captulo fundamental de la historia contempornea argentina. [231] Desde entonces y hasta las elecciones libres de 1945 que llevarn al gobierno al General Pern, se iniciar un nuevo perodo signado por la crisis econmica, la inestabilidad institucional y el fraude electoral que dejarn al margen de las decisiones polticas a la mayora del pueblo argentino.

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Cantn, D. y Moreno, J. L. Bases sociales del voto radical 1929-1930. Revista Latinoamericana de Sociologa, Vol. 6, N3, Bs. As. 1970. 8