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EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - SABIDO 29 DE OCTUBRE DE 1938. 13 UN CUENTO BREVE DECISIÓN DE ASESINAR Pedro tabia que "má» pronto o más tarde, tendría que matar a Ramiro y la certidumbre de ose extremo no le habla hecho la im- preiión que eiperaba y hubiera de- seado. El muchacho, por ello, se peguntaba si era que au alma se estaba ennegreciendo a la manen que dicen se ennegrece el alma de los aseslnpi procesionales. Sin gran sobresalto pensaba en la eicena que se habla desarrollado en su casa, la noche anterior. Y no dejaba de sentirse tranquilo al pensar que. después de tanto tiem-< po de ser como un Juguete qn lar Por Claudia Hopper manos de Ramiro, ahora, con un tolo golpe, H>a a deshacerse para siempre del peligroso individuo. La noche anterior Pedro estaba en su casa, absorto completamente en la lectura del diario de la tar, de cuando Ramiro llegó hasta él. Y no hubo tardanzas de ninguna cla- se, sino que inmediatamente fué al punto. —Pedro, —le habla dicho, recal- cando las palabras— quiero diez mil dólares... El interpelado no pudo menos que echarse a reír. Luego, tornán- dose de repente serlo le preguntó: LAS MODAS DE HOY EXIGEN UN BUSTO PERFECTO Por PATRICIA LINDSAY Pocas mujeres pueden vanagloriarse de tener el cuello y el busto de li- neas tan perfectas como los de Loretta Vomite, por lo que no es de extra- ñar que se la escogiera para representar a la Emperatriz Eugenia. SI la dama no tiene un busto y cualquier vestido puede llevarte exuberante, bien redondeado, debe tratar de adquirirlo, puei lai ten- dencias de la moda han retrocedi- do a los principios de este siglo, al seno robusto y prominente. Los trajes hombros caldos, el estilo Imperio tanto en vestidos de día como de soirée; la cintura del- gada y las mangas bombachas, ce- i quieren, para poder llevarlos «on donaire, un busto de amplia y vis- tosa curva. El busto aplanado puede cambiarse En muchos caios, la mujer de pecho aplanado puede aumente su busto en una y hasta dos pulgadas con solo corregir au postura, co- mo también puede agregar aún otra pulgada con los debidos ejer- ciclos correctivos. Quizá se tache esto de exageración, pero es per- fectamente cierto, tan cierto que existen escuelas que lo logran to- dos los días. Pero el secreto con- siste en PERSISTENTE EJERCI- CIO DIARIO por lo menos duran- i te un mes, y después,dos veces por semana. Los senos- pesados nece- sitan sostén correcto Las que se quejan de un seno demasiado exuberante, deben bus- car hasta hallar el sostén o bras- s:ere que realmente requieren, y I pueden tener la seguridad de en- contrarlo, pues loi estilistas han hecho verdaderas maravillas en este sentido durante los últimos años. Dándose cuenta de la difi- cultad de muchas mujeres, han creado sostenes que no solamente lai hacen algo más delgadas, sino que las ayudan a fortalecer sus músculos pectorales ya estirados por la tensión del peso excesivo. t* l'na vez con el sostén adecuado, la postura mejora naturalmente con alce- realmetne chic. Si la cintura es delgada, debe comprarse un sostén que ajuste correctamente y una faja de Igua- les condiciones. Nunca deben com- prarse los dos en upa sola pieza, pues la libertad de la cintura con su faja independiente permite una postura macho más correcta. Cuando se lleva el sostén adecua- do, deben hacerse los ejercicios to- dos los días, no para aumentar ni desarrollar el busto, sino para for- talecer y'afirmar sus músculos. Para ello existen ejercicios espe- cíficos. Las medidas de un busto elegante Las afortunadas de seno hermo- so y bien redondeado deben, no so- lamente en favor de la salud sino también de la belleza, hacer cuan- to esté a su alcance para conser- var fuertes los músculos del pi- cho. La equitación, el tennis y cualquier otro ejercicio relativa- mente violento debe practicarse con un sostén adecuado, pues de otro modo son fatales para la be- lleza y la elegancia. Igualmente, el ejercicio diarlo para el busto debe convertirse en hábito inque- brantable. No está lejano el día en que to- das las escuelas en.w.en a las ni- ñas la importancia de ejercitar sus músculos pectorales. Un seno bien Heno y firme, de comba artística, no sólo es beUo, sino que demues- tra saiud, pulmones sanos y postu- ra excelente. Toda joven debe es- forzarse por alcanzar esta encan- tadora curva femenina. En rea- lidad muchas nacen con ella, pero son muy pocas las que logran con- servarla: la gran mayoría la pier- de con la postura defectuosa y !a falta de ejercicios. PENSAMIENTOS Cuando la filosofía interviene en e: amor, lo mata; el amor es una síntesis- ideal, la filosofía gira en el campo de la metafísica. Todo lo afirma y todo lo niega, y lo que afirma y niega no prueba nada. * Nunca un hombre podrá precisar por qué una mujer le quiere ni por qué deja de quererle. El papel más triste y desairado que puede hacer un hombre es in- sistir en ser querido por una mu- ' Jer. El amor nace, pero no se con- ¿Qiié error hay aquí? *\ itra el evite en los anuncios quista; si existe puede ser cultiva» do, de lo contrario es imposible ob- tenerlo. Si el amor es verdadero, es úni- co, irresistible e irrefrenable; sus manifestaciones son como los rayos del sol. Más criminal es matar un alma que un cuerpo y la justicia, ciega en sus actuaciones, sólo castiga lo último,. « Una mujer por débil que aparen- te ser, es una fuerza que lo mismo puede levantar un hombre de cual- quier peso al pináculo de la gloria que sepultarlo en un abismo. El convencionalismo y el condi- cionábanlo están en pugna con el amor, que cuando es cierto,.inmen- so, es todo abnegación y sinceridad. SI amas con idolatría a una mu-, jer y te corresponde, date-por sa- tisfecho; si te abandona es que no. te quiso nunca. Alégrate-de saberlo. % i - La frialdad o -indiferencia- que te demuestra en una mujer siempre está empapada .con la sangre de algún corazón destrozado. L* mujef que so extraña de que un hombre sólo plenas y viva para ella, es que esa amor le viene gran- y se convierte en un peto. Dr. ROSES. —¿Y qué te hace creer que si tu- viera diez mil dólares, que no los tengo, estarla dispuesto a dártelos? Sin contestar, Ramiro se sentó parsimoniosamente. Después expre- só: —Pedro, ¿en cuánto estimas el valor de tu libertad?... Quiero decir, ¿cuánto crees que vale el mantener secretos los detalles de la muerte de Alberto Albrlght?... --¿Es esto un chantaje? —le ha- bla preguntado alarmado. —SI, si prefieres que te lo diga de ese modo brutal... —fué la cínica contestación. —¡Es un chantaje! Hablaron mucho más," pero eso fué lo realmente importante. Ra- miro habla sido el único testigo de un crimen que, sin su presencia, hubiera sido un crimen perfecto. El habla visto a Pedro y Albrlght, un político adinerado, enzarzarse en una riña de borrachos a las 2 de la mañana. Los habla seguido a la calle desierta y habla visto co- mo Pedro habla herido al otro de un disparo hecho-por la espalda. Y por ese secreto demandaba aho- ra diez mil dólares. Cuando Ramiro se fué Pedro es- tuvo pensando largo tiempo en aquel desgraciado asunto. Y de pronto la Idea de que tenia que matar al chantajista si quería ver- se libre de él, le vino como una revelación. Hasta la noche del crimen, Rami- ro habla sido para Pedro una per- sona completamente desconocida. Más bajo que alto y de ademanes suaves, el chantajista habla logra- do hacer dinero realizando sabia Dios qué manipulaciones en la bol- sa de valores. Pero últimamente se habla dicho que estaba enfermo, que habla abandonado sus Intere- ses y que habla perdido todo lo que tenia. La noche anterior, al vi- sitar a Pedro, aparecía descolorido y exhausto. Pedro planeó su crimen cuidado- samente. De nuevo tenia que arrancar una vida para preservar la propia. No sentía escrúpulos ni remordimientos, tal era su carác- ter. Apuntó con mano firme y dispa- ró. Y Ramiro, que estaba de pie cerca de la ventana, en la biblio- teca, se volvió sorprendido, miró a Pedro con ojos que iban perdiendo el brillo, y se desplomó sobre el pa- vimento. Pedro limpió cuidadosamente el revólver, que quedó libre de hue- llas dactilares, y luego lo arrojó hacia la bellamente decorada chi- menea. Después miró a su alrede- dor, cuidadosamente. Todo le ha- bla salido bien, y de acuerdo con sus planes en todos los detalles. Recogió su sombrero y su abrigo y sin hacer ruido bajó las escaleras —¿Es esto un chantaje?—le había preguntado alarmado. y se dirigió hacia la puerta de la calle. Pero cuando iba llegando a ella, la puerta se abrió violenta- mente y dos policías penetraron alarmados en la casa. Pedro se de- tuvo en seco, y su corazón comenzó a latir con ritmo acelerado. —Hemos oído un tiro que partió de aquí, —dijo uno, —¿qué ha pa- sado?... . —Deben estar equivocados —re- plicó Pedro con fingida calma, sin darle importancia al asunto.— Aquí no ha disparado nadie... —¿Que no? Bueno, de todos mo- dos quiero registrar. Acompáñenos usted, —añadió mirando a Pedro de arriba abajo. Los tres subieron y avanzaron pasillo adelante. Al ver la puerta de la biblioteca abierta, Pedro lan- un juramento. —Un momento, —exclamó el se- gundo policía, —¿qué es lo que hay allí?... Señalaba hada el cuerpo de Ra- miro, tirado en el suelo. Pedro lo miró como fascinado. Y de repente la vista del cadáver lo llenó de pa- vor. Sin poderlo remediar echó a correr hacia da escalera, aunque es- taba perfectamente convencido de que no tenia escapatoria... Por úl- timo sus piernas se negaron a se- guirlo sosteniendo y se desplomó en el suelo sin sentido. Dos horas después hsbis flrmsdo una confesión en que declaraba que habla matado a Ramiro para que no lo denunciara como autor del homicidio de Alberto Albrlght. Dos días más tarde, el doctor Frank Wilson, 1* decía a su linda nurse, mientras hablaban del caso. —Lo más gracioso del asunto, si es que a esto se le puede llamar gracioso, es que ese pobre mucha- cho no tenia necesidad de haber matado al otro para que no se descubriera su primer delito. —¿Cómo que no?... —Pues por la sencilla razón que si hubiera. aguardado unos días, más, el misterio de la muerte de. Albrlght no se hubiera disipado nunca: —Pero si lo mató para que no lo descubriera... ... —Si, pero lo que no sabia ese in- feliz era que Ramiro no necesitaba' ui.a bala para dejar e.l mundo de los vivos. Yo lo habia examinado- la mañana del dia en que fué muer- to, y lo hallé en tai condición que estoy cierto- de que hubiera pa- sado de esta semana... CRUCIGRAMA i 2 1 ! j « » t 7 r . « t 'C i ii •i 9 •4 **- is \ 4 •7 - { JS h &£/30~*,% «3- i* iM i " u M H 3 f* >*< ir r J4 - " \ \ '4 V- ' j V Jf «l »• f t *>- V 1 - r ? * 1 EL PIANO Y EL ÓRGANO EN EL HOGAR MODERNO' ..-Por ELIZABETH NcllAE BGYKIN HORIZONTALES: 1—Recipiente metálico de las locomotoras, donde se genera el vapor. 6—Bastante, harto. 8—Utensilio de cocina que sirve para reducir a polvo el pan, el queso, etc. 11—Fondo del escenarlo de un teatro. 12—Instrumento en que se mete el labio de las bestias que sirve para sujetarla mientras se las hierra. 13—Cierta máquina que sirve para, sacar agua de los pozos. 14—Calidad de liso. 16—Se consumirán con el fuego. 19—Relativo a los modos. 20—Ofidio de gran tamaño. (Pl.) 21—Parte que nace del tronco de un árbol. 2.1—Hábiles, a propósito para hacer alguna cosa. 24—Ciudad de Checoeslovaquia, a orillas del Eger. 25—Hijo mayor de Adán y Eva. 28—Fruta especie de anona. 32—Reptil saurio. 34—Irritado, encolerizado. 36—Landrilla del perro. (Pl.) 37—Hacha grande, hoz para segar. 38—Ciudad de Rusia en la orilla Izquierda del Oka. .19—Cabecera de partido de la provincia de Málaga. 40—Masa cerebral. 41—En forma de saeta. VERTICALES: 1—Ulcera de un hueso. 2—Impregnar algo en nitrógeno. 3—Novillo menor de dos años. 4—El conjunto de los racimos pequeños que se deja en las cepas al vendimiar. (Pl.) 5—Árbol rosáceo de flores blancas y rosadas. 6—Acción de aforar. 7—Agachadiza, ave zancuda de Europa. 9—Antiguo Instrumento músico de cuerdas. 10—Letras en desorden de orla. 13—Repartimiento de indios que se hacia para el servicio de los con- quistadores. 15—Vientos que soplan alternativamente de la tierra al mar y viceversa. 17—Instrumento músico de cuerdas. 18—Colina Inglesa, una de las provincias de la Unión Sudafricana. 22—Criada que sirve en las faenas humildes. 2.1—Conjunto de las entrañas de un animal. 25—Cerco de caballería postiza. 26—Conjunto de habilidades como la pintura, la musirá, la escultura, etc. 27—Italiano. \ 29—Pez de rio parecido a la locha. 30—Criba grande para aventar el trigo. 31—Sacerdote de Zoroastro, astróloga. (Pl.) « 33—Nota que se pone en una cuenta. 35—Condimento muy estimado por los romanos, y que se hacia echando en salmuera los Intestinos, hígado, etc., de dertos peces. Vea la solución mañana en la Página de Anuncios Clasificados. He aquí un plano miniatura de estilo moderno, diseñado por Leo Jlranck. Tiene solamente M pulgadas de alto y se obtiene en caoba, nogal o madera terminada en lace,, lo mismo en blanco que en colores. En un poema de una poetisa americana Intitulado "El Instru- mento Musical" se cuenta la his- toria de Pan y su descubrimiento de la música, "haciendo un poeta de un hombre". Cuando escoge- mos un piano o un órgano para nuestra casa, no "debemos pensar que compramos simplemente un mueble. Llevamos al circulo de nuestra familia la caña que Pan encontró en el rio y agujeró en mando Inspiraciones ae un plano pequeño que habia sido hecho en París en la última parte del siglo XIX, cuando las habitaciones pe- queñas e Intimas se pusieron de moda, el fabricante del moderno piano y órgano h a logrado un completo surtido de Instrumentos hechos de acuerdo con la escala de nuestra vida contempárea, Tan graciosos como las espinetas, y sin embargo, tan adecuados mu- palabra cuando se habla 'de músi- ca. Ahora que los órganos han sido electrificados, de manera que no se necesitan costosas Instala- ciones de viento, muchos músicos los están usando en sus hogares. Por supuesto, nada resulta tan magnifícente, como la música de un buen órgano. Al escoger un plano o un órga- no, haga que quien diga la última palabra sobre él, sea una persona Breves y muy breves Perla y perlas —¿Has visto en los diarios de es- ta muchacha que obtuvo una perla de una ostra? —Y qué; yo obtuve varias de un banquero. (Hamburger Ulustrler- te). * « * Camaradas El vapor parece a punto de zozo- brar azotado por terrible temporal. Un clérigo se dirige a su compañe- ro al lado, y le dice: —"Recuerde, señor, que siempre en medio de la vida estamos cerca de la muerte". —Señor, yo digo eso mismo cien veces al dia. ¿V reflexiona usted que en el momento menos esperado podemos ser arrebatados de este mundo y del lado de los que nos son queri- dos? —También repito yo esa reflexión cien veces al dia. —¿Tengo entonces el honor de hablar a un colega sacerdote? —No, señor, yo soy agente de se- guros de vida. (Castlerose en el "Daily Express".) Duerme la sierra Por J. P. II. Hernández Duerme la sierra todavía bajo la niebla matinal; en la arboleda toca el día su campanilla de cristal. Dulce la brisa mañanera es cual un roce de jazmín, deja el arroyo en la ribera, sobre el pedruaco,. su tintín. Vuelan las garzas blandamente bajo la clámide de azur; y hay perfume en el ambiente como de rosa pompadur. Es la mañana como un sueño que despertó a la realidad; que vive en un mundo pequeño en donde todo es levedad. El corazón a saltos vuela para llegar hasta el confín r es cual un pájaro que anhela hallar un nido en que dormir. Y despertar eternamente para entonar una canción que caiga dulce y sonriente en todo triste corazón... Conocimientos y curiosidades El órgano, en el hogar, es ahora ana posibilidad que está al alcance de cualquiera. El órgano moderno, como el que reproduce la fotografía, as completamente elec trincado y ocupa muy poco espacio, como se puede ver. forms de poderle sacar las prime- ras deliciosas notas. Pianos de todos los tama- ños y para todas las ocasiones ¿Recuerda cuando el plano o el órgano eran tan indispensables en una casa y en una familia como la calefacción o la estufa?. Des- pués, vinieron los radios y el en- cogimiento de nuestros hogares, y los planos y los órganos fueron echados fuera de la casa. Perdi- mos mucho cuando los dejamos salir, casi sin darnos cuenta. ¿Pe- ro qué podía hacer una señora con un gran piano, en un habitación que parecía un pañuelo de bolsi- llo? Además, los planos altos se quedaron fuera de estilo y los "Grands" eran demasiado costólos para muchas de nosotraá. Pero los fabricantes de planos han sabido salvar la ocasión. To- RIMAS —Tengo un rayito de sol entre los dedos cogido. —Otro tengo yo prendido 'al pecho, como una flor. —Uno me besa en la boca, por mis rizos resbaló. —Aquél huye, y éste vuela como un pájaro de oro. —Este se va, lo deploro... —¡Linda que estaba mi tela! —El mío es azul. —XI mío rosado con hebras verdea... —¡Sujétalo que lo pierdes! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Ssltó con bríos... —Me hs partido la cintura. —A m Ime-lia puesto un rubí en el brezo... ¡Ah! ¡lo cogí! —¿Hss visto cuánta hermosura? —¡Cuántos giran sobre el plsno! No los notamos ayer. —SI los pudiera coger en el hueco de mi mano... —Calla... ¿por qué habrán huido? Volaron todos, hermano... —Si se cerró 4c ventana... . ¿Dónde se habrán escondido? —Se han subido .a los ramajes de aquel arbollto. ¿Viste? —Ayer estaba bien triste y ahora luce un lindo traje. —¡Es el arbollto yermo I —¡El de las hojitas secas! —AI. si. ¡el cubierto de pecas!. —¡El limonero!... ¡El enfermo! slcalmente hablando como los pia- nos grandes, se les encuentra en todos los estilos y son adaptables al tamaño de cualquier .habita- ción. El "Grand" de concertó, es mu- sicalmente el pináculo, y si su fa- milia es de las que lo sabe apre- ciar y usted tiene espado para uno de ellos, nada podría conten- tarla más que el tener uno a su alcance. Tendría que darle el me- jor rugar de la habitación, lo mis- mo en lo que se refiere al decora- do que * la acústica, ya que 61 formarla el centro de todo interés. Recuerde que el piano ea mis un instrumento que un mueble Pero el "Grand" más pequeño as también suficientemente bueno co- mo para que una familia que gus- 'ta de la música se sienta conten- ta de él. En cualquier habita- ción, caben y dan la nota deseada. Generalmente c o m p r enden las completas 88 notas comunes a los planos mayores, y en cuanto a tono y resonancia, superan toda ponderación. Incluso cuando se trata de pla- nos pequeños, se les debe conce- der toda consideración y colocar- los en el lugar de honor de la sala. Por supuesto, se debe tener en cuena que los planos se deben mantener donde no sufran cam- bios de temperatura demasiado pronunciados. Nosotras, persona'.- men. preferimos colocar el plano, si es posible, en un lugar donde la la persona que toca no tenga que volver la espalda a su audiencia. Ello se logra fácilmente con cual- quier Upo de Grand, pero es más difícil con el tipo vertical o de es- pineta. Cuando usted puede arre- glar la habitación de manera que el que toca mire a la audiencia, usual mente se les puede arreglar de manera que las. personas que lo escuchen, se sienten al otro la- do de la habitación,. . No es indispensable que usted tenga su plano en la sala. Si no tienen lugar allí, o por cualquier otra razón, puede usar también el comedor, sala.de juego, habitación de los niños, e Incluso en la alcor ba, el el piano no ha de ser usa-. do por toda, la .familia. Pero el piano no es la última que conozca realmente música. Si usted no está segura de su Juicio personal, es mejor que llame a algún amigo que sea experto. El buen tono es esencial, si usted ha de sacarle todo el placer posible al instrumento. También es ne- cesario que lo dude, haciendo que se lo afinen varias reces al año. SI a usted le gusta la buena mú- sica pero no puede tocarla, hada le resultarla mejor para sentirse sastlfecha que adquirir uno de esos buenos plsnos reproductores que hay en estos días. No los con- funda con las planolss antiguas. Los de' ahora son realmente sen- sibles y agradables. SI usted tiene un plano alto y no puede comprar otro nuevo, no se deshaga de él solamente porque ha quedado fuera de estilo. Des- pués de todo, muchos de ellos son magníficos Instrumentos musicales, y como dijimos al principio, un plano es más Importante como instrumento que como mueble. DICE LOLITA l.a llamada) telefónica que nm te agrada recibir a la muchacha ote hoy, es aquella que puede contestar con un piadoso "lo atente/'. Ello quiere decir que ha recibido ote» petldón más Interesante ^ a

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  • EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - SABIDO 29 DE OCTUBRE DE 1938. 13

    UN CUENTO BREVE

    DECISIÓN DE ASESINAR —

    Pedro tabia que "má» pronto o más tarde, tendría que matar a Ramiro y la certidumbre de ose extremo no le habla hecho la im- preiión que eiperaba y hubiera de- seado. El muchacho, por ello, se peguntaba si era que au alma se estaba ennegreciendo a la manen que dicen se ennegrece el alma de los aseslnpi procesionales.

    Sin gran sobresalto pensaba en la eicena que se habla desarrollado en su casa, la noche anterior. Y no dejaba de sentirse tranquilo al pensar que. después de tanto tiem-< po de ser como un Juguete qn lar

    Por Claudia Hopper manos de Ramiro, ahora, con un tolo golpe, H>a a deshacerse para siempre del peligroso individuo.

    La noche anterior Pedro estaba en su casa, absorto completamente en la lectura del diario de la tar, de cuando Ramiro llegó hasta él. Y no hubo tardanzas de ninguna cla- se, sino que inmediatamente fué al punto.

    —Pedro, —le habla dicho, recal- cando las palabras— quiero diez mil dólares...

    El interpelado no pudo menos que echarse a reír. Luego, tornán- dose de repente serlo le preguntó:

    LAS MODAS DE HOY EXIGEN UN BUSTO PERFECTO

    Por PATRICIA LINDSAY

    Pocas mujeres pueden vanagloriarse de tener el cuello y el busto de li- neas tan perfectas como los de Loretta Vomite, por lo que no es de extra-

    ñar que se la escogiera para representar a la Emperatriz Eugenia.

    SI la dama no tiene un busto y cualquier vestido puede llevarte exuberante, bien redondeado, debe tratar de adquirirlo, puei lai ten- dencias de la moda han retrocedi- do a los principios de este siglo, al seno robusto y prominente.

    Los trajes d» hombros caldos, el estilo Imperio tanto en vestidos de día como de soirée; la cintura del- gada y las mangas bombachas, ce-

    i quieren, para poder llevarlos «on donaire, un busto de amplia y vis- tosa curva. El busto aplanado puede cambiarse

    En muchos caios, la mujer de pecho aplanado puede aumente su busto en una y hasta dos pulgadas con solo corregir au postura, co- mo también puede agregar aún otra pulgada con los debidos ejer-

    ■ ciclos correctivos. Quizá se tache esto de exageración, pero es per- fectamente cierto, tan cierto que existen escuelas que lo logran to- dos los días. Pero el secreto con- siste en PERSISTENTE EJERCI- CIO DIARIO por lo menos duran-

    i te un mes, y después,dos veces por semana.

    Los senos- pesados nece- ■ sitan sostén correcto

    Las que se quejan de un seno demasiado exuberante, deben bus- car hasta hallar el sostén o bras- s:ere que realmente requieren, y

    I pueden tener la seguridad de en- contrarlo, pues loi estilistas han hecho verdaderas maravillas en este sentido durante los últimos años. Dándose cuenta de la difi- cultad de muchas mujeres, han creado sostenes que no solamente lai hacen algo más delgadas, sino que las ayudan a fortalecer sus músculos pectorales ya estirados por la tensión del peso excesivo.

    t* l'na vez con el sostén adecuado, la postura mejora naturalmente

    con alce- realmetne chic. Si la cintura es delgada, debe

    comprarse un sostén que ajuste correctamente y una faja de Igua- les condiciones. Nunca deben com- prarse los dos en upa sola pieza, pues la libertad de la cintura con su faja independiente permite una postura macho más correcta. Cuando se lleva el sostén adecua- do, deben hacerse los ejercicios to- dos los días, no para aumentar ni desarrollar el busto, sino para for- talecer y'afirmar sus músculos. Para ello existen ejercicios espe- cíficos. Las medidas de un busto elegante

    Las afortunadas de seno hermo- so y bien redondeado deben, no so- lamente en favor de la salud sino también de la belleza, hacer cuan- to esté a su alcance para conser- var fuertes los músculos del pi- cho. La equitación, el tennis y cualquier otro ejercicio relativa- mente violento debe practicarse con un sostén adecuado, pues de otro modo son fatales para la be- lleza y la elegancia. Igualmente, el ejercicio diarlo para el busto debe convertirse en hábito inque- brantable.

    No está lejano el día en que to- das las escuelas en.w.en a las ni- ñas la importancia de ejercitar sus músculos pectorales. Un seno bien Heno y firme, de comba artística, no sólo es beUo, sino que demues- tra saiud, pulmones sanos y postu- ra excelente. Toda joven debe es- forzarse por alcanzar esta encan- tadora curva femenina. En rea- lidad muchas nacen con ella, pero son muy pocas las que logran con- servarla: la gran mayoría la pier- de con la postura defectuosa y !a falta de ejercicios.

    PENSAMIENTOS Cuando la filosofía interviene en

    e: amor, lo mata; el amor es una síntesis- ideal, la filosofía gira en el campo de la metafísica. Todo lo afirma y todo lo niega, y lo que afirma y niega no prueba nada.

    * • • Nunca un hombre podrá precisar

    por qué una mujer le quiere ni por qué deja de quererle.

    • • • El papel más triste y desairado

    que puede hacer un hombre es in- sistir en ser querido por una mu-

    ■' Jer. El amor nace, pero no se con-

    ¿Qiié error hay aquí?

    ■*\ itra el evite en los anuncios

    quista; si existe puede ser cultiva» do, de lo contrario es imposible ob- tenerlo.

    • • • Si el amor es verdadero, es úni-

    co, irresistible e irrefrenable; sus manifestaciones son como los rayos del sol.

    • • • Más criminal es matar un alma

    que un cuerpo y la justicia, ciega en sus actuaciones, sólo castiga lo último,.

    « • • Una mujer por débil que aparen-

    te ser, es una fuerza que lo mismo puede levantar un hombre de cual- quier peso al pináculo de la gloria que sepultarlo en un abismo.

    • • • El convencionalismo y el condi-

    cionábanlo están en pugna con el amor, que cuando es cierto,.inmen- so, es todo abnegación y sinceridad.

    SI amas con idolatría a una mu-, jer y te corresponde, date-por sa- tisfecho; si te abandona es que no. te quiso nunca. Alégrate-de saberlo.

    % • • i -

    La frialdad o -indiferencia- que te demuestra en una mujer siempre está empapada .con la sangre de algún corazón destrozado.

    • • • L* mujef que so extraña de que

    un hombre sólo plenas y viva para ella, es que esa amor le viene gran- y se convierte en un peto.

    Dr. ROSES.

    —¿Y qué te hace creer que si tu- viera diez mil dólares, que no los tengo, estarla dispuesto a dártelos?

    Sin contestar, Ramiro se sentó parsimoniosamente. Después expre- só:

    —Pedro, ¿en cuánto estimas el valor de tu libertad?... Quiero decir, ¿cuánto crees que vale el mantener secretos los detalles de la muerte de Alberto Albrlght?...

    --¿Es esto un chantaje? —le ha- bla preguntado alarmado. —SI, si prefieres que te lo diga de

    ese modo brutal... —fué la cínica contestación.

    —¡Es un chantaje! Hablaron mucho más," pero eso

    fué lo realmente importante. Ra- miro habla sido el único testigo de un crimen que, sin su presencia, hubiera sido un crimen perfecto. El habla visto a Pedro y Albrlght, un político adinerado, enzarzarse en una riña de borrachos a las 2 de la mañana. Los habla seguido a la calle desierta y habla visto co- mo Pedro habla herido al otro de un disparo hecho-por la espalda. Y por ese secreto demandaba aho- ra diez mil dólares.

    Cuando Ramiro se fué Pedro es- tuvo pensando largo tiempo en aquel desgraciado asunto. Y de pronto la Idea de que tenia que matar al chantajista si quería ver- se libre de él, le vino como una revelación.

    Hasta la noche del crimen, Rami- ro habla sido para Pedro una per- sona completamente desconocida. Más bajo que alto y de ademanes suaves, el chantajista habla logra- do hacer dinero realizando sabia Dios qué manipulaciones en la bol- sa de valores. Pero últimamente se habla dicho que estaba enfermo, que habla abandonado sus Intere- ses y que habla perdido todo lo que tenia. La noche anterior, al vi- sitar a Pedro, aparecía descolorido y exhausto.

    Pedro planeó su crimen cuidado- samente. De nuevo tenia que arrancar una vida para preservar la propia. No sentía escrúpulos ni remordimientos, tal era su carác- ter.

    • • • Apuntó con mano firme y dispa-

    ró. Y Ramiro, que estaba de pie cerca de la ventana, en la biblio- teca, se volvió sorprendido, miró a Pedro con ojos que iban perdiendo el brillo, y se desplomó sobre el pa- vimento.

    Pedro limpió cuidadosamente el revólver, que quedó libre de hue- llas dactilares, y luego lo arrojó hacia la bellamente decorada chi- menea. Después miró a su alrede- dor, cuidadosamente. Todo le ha- bla salido bien, y de acuerdo con sus planes en todos los detalles. Recogió su sombrero y su abrigo y sin hacer ruido bajó las escaleras

    —¿Es esto un chantaje?—le había preguntado alarmado.

    y se dirigió hacia la puerta de la calle. Pero cuando iba llegando a ella, la puerta se abrió violenta- mente y dos policías penetraron alarmados en la casa. Pedro se de- tuvo en seco, y su corazón comenzó a latir con ritmo acelerado.

    —Hemos oído un tiro que partió de aquí, —dijo uno, —¿qué ha pa- sado?... .

    —Deben estar equivocados —re- plicó Pedro con fingida calma, sin darle importancia al asunto.— Aquí no ha disparado nadie...

    —¿Que no? Bueno, de todos mo- dos quiero registrar. Acompáñenos usted, —añadió mirando a Pedro de arriba abajo.

    Los tres subieron y avanzaron pasillo adelante. Al ver la puerta de la biblioteca abierta, Pedro lan- zó un juramento.

    —Un momento, —exclamó el se- gundo policía, —¿qué es lo que hay allí?...

    Señalaba hada el cuerpo de Ra- miro, tirado en el suelo. Pedro lo miró como fascinado. Y de repente la vista del cadáver lo llenó de pa- vor. Sin poderlo remediar echó a correr hacia da escalera, aunque es- taba perfectamente convencido de que no tenia escapatoria... Por úl- timo sus piernas se negaron a se- guirlo sosteniendo y se desplomó en el suelo sin sentido.

    Dos horas después hsbis flrmsdo una confesión en que declaraba que habla matado a Ramiro para que no lo denunciara como autor del homicidio de Alberto Albrlght.

    • • • Dos días más tarde, el doctor

    Frank Wilson, 1* decía a su linda nurse, mientras hablaban del caso.

    —Lo más gracioso del asunto, si es que a esto se le puede llamar gracioso, es que ese pobre mucha- cho no tenia necesidad de haber matado al otro para que no se descubriera su primer delito.

    —¿Cómo que no?... —Pues por la sencilla razón que

    si hubiera. aguardado unos días, más, el misterio de la muerte de. Albrlght no se hubiera disipado nunca:

    —Pero si lo mató para que no lo descubriera... ...

    —Si, pero lo que no sabia ese in- feliz era que Ramiro no necesitaba' ui.a bala para dejar e.l mundo de los vivos. Yo lo habia examinado- la mañana del dia en que fué muer- to, y lo hallé en tai condición que estoy cierto- de que nó hubiera pa- sado de esta semana...

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    EL PIANO Y EL ÓRGANO EN EL HOGAR MODERNO' — — ..-Por ELIZABETH NcllAE BGYKIN

    HORIZONTALES:

    1—Recipiente metálico de las locomotoras, donde se genera el vapor. 6—Bastante, harto. 8—Utensilio de cocina que sirve para reducir a polvo el pan, el queso, etc.

    11—Fondo del escenarlo de un teatro. 12—Instrumento en que se mete el labio de las bestias que sirve para

    sujetarla mientras se las hierra. 13—Cierta máquina que sirve para, sacar agua de los pozos. 14—Calidad de liso. 16—Se consumirán con el fuego. 19—Relativo a los modos. 20—Ofidio de gran tamaño. (Pl.) 21—Parte que nace del tronco de un árbol. 2.1—Hábiles, a propósito para hacer alguna cosa. 24—Ciudad de Checoeslovaquia, a orillas del Eger. 25—Hijo mayor de Adán y Eva. 28—Fruta especie de anona. 32—Reptil saurio. 34—Irritado, encolerizado. 36—Landrilla del perro. (Pl.) 37—Hacha grande, hoz para segar. 38—Ciudad de Rusia en la orilla Izquierda del Oka. .19—Cabecera de partido de la provincia de Málaga. 40—Masa cerebral. 41—En forma de saeta.

    VERTICALES:

    1—Ulcera de un hueso. 2—Impregnar algo en nitrógeno. 3—Novillo menor de dos años. 4—El conjunto de los racimos pequeños que se deja en las cepas al

    vendimiar. (Pl.) 5—Árbol rosáceo de flores blancas y rosadas. 6—Acción de aforar. 7—Agachadiza, ave zancuda de Europa. 9—Antiguo Instrumento músico de cuerdas.

    10—Letras en desorden de orla. • 13—Repartimiento de indios que se hacia para el servicio de los con-

    quistadores. 15—Vientos que soplan alternativamente de la tierra al mar y viceversa. 17—Instrumento músico de cuerdas. 18—Colina Inglesa, una de las provincias de la Unión Sudafricana. 22—Criada que sirve en las faenas humildes. 2.1—Conjunto de las entrañas de un animal. 25—Cerco de caballería postiza. 26—Conjunto de habilidades como la pintura, la musirá, la escultura, etc. 27—Italiano. \ 29—Pez de rio parecido a la locha. 30—Criba grande para aventar el trigo. 31—Sacerdote de Zoroastro, astróloga. (Pl.) « 33—Nota que se pone en una cuenta. 35—Condimento muy estimado por los romanos, y que se hacia echando

    en salmuera los Intestinos, hígado, etc., de dertos peces. Vea la solución mañana en la Página de Anuncios Clasificados.

    He aquí un plano miniatura de estilo moderno, diseñado por Leo Jlranck. Tiene solamente M pulgadas de alto y se obtiene en caoba, nogal o madera terminada en lace,, lo mismo en blanco que en colores.

    En un poema de una poetisa americana Intitulado "El Instru- mento Musical" se cuenta la his- toria de Pan y su descubrimiento de la música, "haciendo un poeta de un hombre". Cuando escoge- mos un piano o un órgano para nuestra casa, no "debemos pensar que compramos simplemente un mueble. Llevamos al circulo de nuestra familia la caña que Pan encontró en el rio y agujeró en

    mando Inspiraciones ae un plano pequeño que habia sido hecho en París en la última parte del siglo XIX, cuando las habitaciones pe- queñas e Intimas se pusieron de moda, el fabricante del moderno piano y órgano h a logrado un completo surtido de Instrumentos hechos de acuerdo con la escala de nuestra vida contempárea, Tan graciosos como las espinetas, y sin embargo, tan adecuados mu-

    palabra cuando se habla 'de músi- ca. Ahora que los órganos han sido electrificados, de manera que no se necesitan costosas Instala- ciones de viento, muchos músicos los están usando en sus hogares. Por supuesto, nada resulta tan magnifícente, como la música de un buen órgano.

    Al escoger un plano o un órga- no, haga que quien diga la última palabra sobre él, sea una persona

    Breves y muy breves

    Perla y perlas —¿Has visto en los diarios de es-

    ta muchacha que obtuvo una perla de una ostra?

    —Y qué; yo obtuve varias de un banquero. — (Hamburger Ulustrler- te).

    * « * Camaradas

    El vapor parece a punto de zozo- brar azotado por terrible temporal. Un clérigo se dirige a su compañe- ro al lado, y le dice:

    —"Recuerde, señor, que siempre en medio de la vida estamos cerca de la muerte".

    —Señor, yo digo eso mismo cien veces al dia.

    —¿V reflexiona usted que en el momento menos esperado podemos ser arrebatados de este mundo y del lado de los que nos son queri- dos?

    —También repito yo esa reflexión cien veces al dia.

    —¿Tengo entonces el honor de hablar a un colega sacerdote?

    —No, señor, yo soy agente de se- guros de vida. (Castlerose en el "Daily Express".)

    Duerme la sierra Por J. P. II. Hernández

    Duerme la sierra todavía bajo la niebla matinal; en la arboleda toca el día su campanilla de cristal.

    Dulce la brisa mañanera es cual un roce de jazmín, deja el arroyo en la ribera, sobre el pedruaco,. su tintín.

    Vuelan las garzas blandamente bajo la clámide de azur; y hay perfume en el ambiente como de rosa pompadur.

    Es la mañana como un sueño que despertó a la realidad; que vive en un mundo pequeño en donde todo es levedad.

    El corazón a saltos vuela para llegar hasta el confín r es cual un pájaro que anhela hallar un nido en que dormir.

    Y despertar eternamente para entonar una canción que caiga dulce y sonriente en todo triste corazón...

    Conocimientos y curiosidades

    El órgano, en el hogar, es ahora ana posibilidad que está al alcance de cualquiera. El órgano moderno, como el que reproduce la fotografía, as completamente elec trincado y ocupa muy poco espacio, como se puede ver.

    forms de poderle sacar las prime- ras deliciosas notas.

    Pianos de todos los tama- ños y para todas las ocasiones

    ¿Recuerda cuando el plano o el órgano eran tan indispensables en una casa y en una familia como la calefacción o la estufa?. Des- pués, vinieron los radios y el en- cogimiento de nuestros hogares, y los planos y los órganos fueron echados fuera de la casa. Perdi- mos mucho cuando los dejamos salir, casi sin darnos cuenta. ¿Pe- ro qué podía hacer una señora con un gran piano, en un habitación que parecía un pañuelo de bolsi- llo? Además, los planos altos se quedaron fuera de estilo y los "Grands" eran demasiado costólos para muchas de nosotraá.

    Pero los fabricantes de planos han sabido salvar la ocasión. To-

    RIMAS

    —Tengo un rayito de sol entre los dedos cogido. —Otro tengo yo prendido

    'al pecho, como una flor. —Uno me besa en la boca, por mis rizos resbaló. —Aquél huye, y éste vuela como un pájaro de oro. —Este se va, lo deploro... —¡Linda que estaba mi tela! —El mío es azul. —XI mío rosado con hebras verdea... —¡Sujétalo que lo pierdes! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Ssltó con bríos... —Me hs partido la cintura. —A m Ime-lia puesto un rubí en el brezo... ¡Ah! ¡lo cogí! —¿Hss visto cuánta hermosura? —¡Cuántos giran sobre el plsno! No los notamos ayer. —SI los pudiera coger en el hueco de mi mano... —Calla... ¿por qué habrán huido? Volaron todos, hermano... —Si se cerró 4c ventana... . ¿Dónde se habrán escondido? —Se han subido .a los ramajes de aquel arbollto. ¿Viste? —Ayer estaba bien triste y ahora luce un lindo traje. —¡Es el arbollto yermo I —¡El de las hojitas secas! —AI. si. ¡el cubierto de pecas!. —¡El limonero!... ¡El enfermo!

    slcalmente hablando como los pia- nos grandes, se les encuentra en todos los estilos y son adaptables al tamaño de cualquier .habita- ción.

    El "Grand" de concertó, es mu- sicalmente el pináculo, y si su fa- milia es de las que lo sabe apre- ciar y usted tiene espado para uno de ellos, nada podría conten- tarla más que el tener uno a su alcance. Tendría que darle el me- jor rugar de la habitación, lo mis- mo en lo que se refiere al decora- do que * la acústica, ya que 61 formarla el centro de todo interés. Recuerde que el piano ea mis un instrumento que un mueble

    Pero el "Grand" más pequeño as también suficientemente bueno co- mo para que una familia que gus-

    'ta de la música se sienta conten- ta de él. En cualquier habita- ción, caben y dan la nota deseada. Generalmente c o m p r enden las completas 88 notas comunes a los planos mayores, y en cuanto a tono y resonancia, superan toda ponderación.

    Incluso cuando se trata de pla- nos pequeños, se les debe conce- der toda consideración y colocar- los en el lugar de honor de la sala. Por supuesto, se debe tener en cuena que los planos se deben mantener donde no sufran cam- bios de temperatura demasiado pronunciados. Nosotras, persona'.- men. preferimos colocar el plano, si es posible, en un lugar donde la la persona que toca no tenga que volver la espalda a su audiencia. Ello se logra fácilmente con cual- quier Upo de Grand, pero es más difícil con el tipo vertical o de es- pineta. Cuando usted puede arre- glar la habitación de manera que el que toca mire a la audiencia, usual mente se les puede arreglar de manera que las. personas que lo escuchen, se sienten al otro la- do de la habitación,. .

    No es indispensable que usted tenga su plano en la sala. Si no tienen lugar allí, o por cualquier otra razón, puede usar también el comedor, sala.de juego, habitación de los niños, e Incluso en la alcor ba, el el piano no ha de ser usa-. do por toda, la .familia.

    Pero el piano no es la última

    que conozca realmente música. Si usted no está segura de su Juicio personal, es mejor que llame a algún amigo que sea experto. El buen tono es esencial, si usted ha de sacarle todo el placer posible al instrumento. También es ne- cesario que lo dude, haciendo que se lo afinen varias reces al año.

    SI a usted le gusta la buena mú- sica pero no puede tocarla, hada le resultarla mejor para sentirse sastlfecha que adquirir uno de esos buenos plsnos reproductores que hay en estos días. No los con- funda con las planolss antiguas. Los de' ahora son realmente sen- sibles y agradables.

    SI usted tiene un plano alto y no puede comprar otro nuevo, no se deshaga de él solamente porque ha quedado fuera de estilo. Des- pués de todo, muchos de ellos son magníficos Instrumentos musicales, y como dijimos al principio, un plano es más Importante como instrumento que como mueble.

    DICE LOLITA

    l.a llamada) telefónica que nm te agrada recibir a la muchacha ote hoy, es aquella que puede contestar con un piadoso "lo atente/'. Ello quiere decir que ha recibido ote»

    petldón más Interesante

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