Illouz - Sobre El Capitalismo Emocional (Entrevista)

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Si vas diez veces a una playa Eva Illouz explica el capitalismo emocional Eloy Fernández Porta Fuente: http://ibrahim-berlin.blogspot.com/2009 ... llouz.html Blog Ibrahim B. // 4 de noviembre de 2009 Como bien saben los lectores de este blog, la modulación emocional que supone habitar Occidente ‘hoy’ es uno de los 'leitmotivs' dominantes de nuestro programa de debate; por ello, recomiendo encarecidamente la lectura de la entrevista inédita de Eloy Fernández Porta a Eva Illouz —autora de ‘Intimidades congeladas’ y ‘El consumo de la utopía romántica’ (El amor y las contradicciones culturales del capitalismo)—, cedida a esta bitácora por el escritor barcelonés. Fresy Cool Sh*t, Folks. CCCB, Barcelona, 11/V/2009 Eloy Fernández Porta: El término "capitalismo emocional" se nos aparece hoy en día como una mesa de disección donde el cuerpo del mercado es analizado desde varias instancias, de modo que cada disciplina teórica señala un miembro en particular. Así, un sector de la sociología se fija en "la piel sensible del capitalismo", es decir, en la manera en que las campañas de marketing se dirigen cada vez más a configurar y vender experiencias sensitivas, más que al hardselling de productos tradicionales. Por su parte, los estudiosos de la biopolítica hablan más bien del "sexo caliente" de ese cuerpo, y describen cómo las empresas extraen beneficios de nuestos deseos, conectando la pornografía con la compra. En cambio, se diría que usted ha dedicado atención prioritaria a la "cabeza fría" del capitalismo. En su artículo "Redes románticas", incluido en Intimidades congeladas, queda demostrado, por medio de un análisis de la web Match.dom, cómo el capitalismo digital posibilita y motiva una aproximación cerebral, autorreflexiva y, en última instancia, antirromántica a las relaciones de pareja. Eva Illouz: Sí, eso es. En este sentido, creo que Daniel Bell tenía mucha razón cuando describió la cultura del capitalismo como ambivalente y ambigua entre la excitación o el deseo de consumo por una parte y la racionalidad por otra. También yo abordo esta cuestión con ambivalencia, alternando la racionalidad y el deseo como criterios para analizar el capitalismo. Cuando escribí El consumo de la utopía romántica estaba convencida de que el sujeto del capitalismo estaba orientado entre estos dos polos. Pero ahora he cambiado un poco de idea, y creo más en una aproximación weberiana a lo que hace el capitalismo. En el sentido de que

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Illouz - Sobre El Capitalismo Emocional (Entrevista)

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Si vas diez veces a una playa

Eva Illouz explica el capitalismo emocional

Eloy Fernndez PortaFuente: http://ibrahim-berlin.blogspot.com/2009 ... llouz.html

Blog Ibrahim B. // 4 de noviembre de 2009

Como bien saben los lectores de este blog, la modulacin emocional que supone habitar Occidente hoy es uno de los 'leitmotivs' dominantes de nuestro programa de debate; por ello, recomiendo encarecidamente la lectura de la entrevista indita de Eloy Fernndez Porta a Eva Illouz autora de Intimidades congeladas y El consumo de la utopa romntica (El amor y las contradicciones culturales del capitalismo), cedida a esta bitcora por el escritor barcelons. Fresy Cool Sh*t, Folks.

CCCB, Barcelona, 11/V/2009

Eloy Fernndez Porta: El trmino "capitalismo emocional" se nos aparece hoy en da como una mesa de diseccin donde el cuerpo del mercado es analizado desde varias instancias, de modo que cada disciplina terica seala un miembro en particular. As, un sector de la sociologa se fija en "la piel sensible del capitalismo", es decir, en la manera en que las campaas de marketing se dirigen cada vez ms a configurar y vender experiencias sensitivas, ms que al hardselling de productos tradicionales. Por su parte, los estudiosos de la biopoltica hablan ms bien del "sexo caliente" de ese cuerpo, y describen cmo las empresas extraen beneficios de nuestos deseos, conectando la pornografa con la compra. En cambio, se dira que usted ha dedicado atencin prioritaria a la "cabeza fra" del capitalismo. En su artculo "Redes romnticas", incluido en Intimidades congeladas, queda demostrado, por medio de un anlisis de la web Match.dom, cmo el capitalismo digital posibilita y motiva una aproximacin cerebral, autorreflexiva y, en ltima instancia, antirromntica a las relaciones de pareja.

Eva Illouz: S, eso es. En este sentido, creo que Daniel Bell tena mucha razn cuando describi la cultura del capitalismo como ambivalente y ambigua entre la excitacin o el deseo de consumo por una parte y la racionalidad por otra. Tambin yo abordo esta cuestin con ambivalencia, alternando la racionalidad y el deseo como criterios para analizar el capitalismo. Cuando escrib El consumo de la utopa romntica estaba convencida de que el sujeto del capitalismo estaba orientado entre estos dos polos. Pero ahora he cambiado un poco de idea, y creo ms en una aproximacin weberiana a lo que hace el capitalismo. En el sentido de que doy ms importancia al componente racional. Porque en los veinte aos que han pasado desde que publiqu ese libro ha tenido lugar una aceleracin espectacular, por ejemplo, en el mbito del branding. Creo que lo que los socilogos llaman "deseo" ha sido vaciado de su impulso. Como apunt en el texto que has mencionado, la dinmica de la eleccin ha cambiado de tal modo que hace el consumo menos agradable e incluso ms doloroso. Internet ha aumentado el componente de trabajo del consumo, de modo que el consumo se acerca a la esfera de la produccin, en su manera de dar forma a la energa libidinal que requiere. O sea que tu lectura es absolutamente correcta; slo aadira que en este punto he cambiado un poco de idea.

EFP: Me llam la atencin esa cita de Bell que usted incluye al principio de El consumo de la utopa romntica, donde se dice que el capitalismo nos exige que seamos trabajadores eficientes de da y perversos dionisacos de noche. Y en ese artculo posterior queda claro que la actividad de flirtear, tal como se ha redefinido en internet 2.0, con todos sus metamedios, perfiles y protocolos digitales, acaba resultando ms laboriosa que ldica y ms apolnea que dionisaca. En este sentido, esta parte de su investigacin conecta con el concepto de "trabajo emocional" elaborado por Arlie Russell Hochschild, que describe cmo cada vez ms partes de la vida laboral exigen del trabajador un "plus afectivo" y, ms an, una elaboracin racionalizada y eficiente de los afectos.

EI: S, es una analoga muy interesante, si bien el trabajo de Hochschild sobre las azafatas [en su libro The Managed Heart, donde describe las polticas corporativas de la emocin implantadas por la compaa Delta en los aos ochenta] es algo distinto del mo. La diferencia es que ella trabaja con la metfora del yo como actor, y creo que su idea es que en la vida laboral el yo es alienado de s mismo. Ello presupone que existe algn tipo de autenticidad del yo que es corrompida por el trabajo que se le exige realizar en el avin, o donde sea. No es esa mi idea. Yo concibo la autenticidad como un producto de procesos de comodificacin. Creo que la autenticidad es un rgimen cultural en s mismo, un rgimen que coexiste con, y que no es significativamente distinto, analticamente, del estado en que podramos, digamos, tomar distancia en relacin con nuestras emociones, o su expresin, y usarlas estragticamente en la interaccin. Creo que el sujeto moderno oscila entre una serie de posiciones, que incluyen la estrategia. Esto se observa ya en el siglo XVII, en la literatura occidental, en esa extremada autoconciencia de los usos estratgicos de la emocin. El "autntico" uso de las emociones es una metfora. Norbert Elias explic cmo en el siglo XVII la gente empez a ocultar sus emociones para ser polticamente lista y llegar cerca del rey. Esta actitud estratgica para con las emociones ha estado con nosotros desde hace ya mucho tiempo, y no creo que sea un asunto distintivo o exclusivo del capitalismo ("it's not what capitalism is about").

EFP: Creo que este es un punto metodolgico crucial. All donde otros tericos de tradicin marxista denuncian que el capitalismo "reifica", "fetichiza" o "objetualiza" al sujeto, usted respondera, si entiendo bien, que la subjetividad misma es un producto de la dinmica de mercado capitalista, y que no hay, no hubo, tal cosa como una "autntica, verdadera y pura" subjetividad preexistente al sistema de mercado. De modo que podra decirse que la reificacin "siempre ha existido", o al menos que no es un invento de este sistema en particular.

EI: Tienes toda la razn en el sentido de que ests sealando un asunto difcil y crucial. Es una cuestin metodolgica crucial. Lo primero que debo decir al respecto es que mi investigacin parte del testimonio de mis entrevistados. Yo definira la autenticidad como el hecho de que no hay espacio, hay un vaco, entre los signos que usan para dar cuenta de su experiencia, y la experiencia misma. En la cultura posmoderna estos vacos aparecen continuamente. La gente usa los signos de una forma estratgica, o cultural. Los usan una y otra vez hasta que ya no representan su experiencia. Por ejemplo, si vas diez veces a una playa con una mujer con el fin de obtener el escenario para una escena romntica, el poder de esos signos para significar "el romanticismo" ir desapareciendo. A eso me refiero cuando hablo de un vaco entre los signos y la experiencia. Los actores, especialmente en la cultura de consumo, experimentan esos vacos. Los turistas llegan a un destino idlico para vivir una experiencia autntica y terminan dicendo: "oh, es slo un clis, es slo comercial". Es ah donde el signo de la autenticidad se derrumba. Cuando ms saturados estamos por estos signos de autenticidad, ms difcil nos resulta usarlos. As que yo hablara de la autenticidad como una performance, en el mismo sentido en que lo son las performances religiosas o los rituales.

EFP: Lo que me pregunto es si el trmino "escencialismo" tiene sentido en este debate. Por "esencialismo" me refiero a la idea de un sentimiento profundo, intocado por el capitalismo. Esa idea sera el objeto idneo de casi cualquier forma de cultura popular que habla del amor, como por ejemplo las canciones pop, donde es habitual escuchar una celebracin de la pasin pura por oposicin a la dinmica de mercado.

EI: Yo no usara el trmino "esencialismo". Este aspecto lo he abordado en el texto al que te refera antes. All propongo una distincin entre dos tipos de amor: uno mediado por la racionalidad psicolgica y el mercado, con tecnologa, encuentros por internet, etctera, y otro, el encuentro romntico basado en lo que yo llamo "intuicin". En este ltimo el reconocimiento del otro est basado en claves corporales. Quiere eso decir que concibo el cuerpo como una performance ms autntica? No, simplemente es otro tipo de experiencia cultural. El cuerpo es otro modo de recibir informacin cultural. El mecanismo tradicional de reproduccin cultural es el habitus. El modo en que tradicionalmente hemos escogido a nuestra pareja, esto es, durante los ltimos doscientos aos, es a travs del cuerpo. El amor a primera vista, la actuacin a partir de los gestos, los modos de hablar... Todo ello se relaciona con claves culturales. Ese tipo de interaccin la contrapongo a la capitalista / psicolgica / autorreflexiva, pero no es menos cultural. Es slo una manera distinta de procesar informacin cultural. Una de las cosas que me parecen interesantes de internet es la manera en que cortocircuita la lgica tradicional del cuerpo y el habitus. Porque ya no incluye los recursos de reconocimiento visual que usamos para escoger a otro, sino que lo fa todo en esos atributos: el autoconocimiento y la capacidad para especificar las cualidades del otro.

EFP: Precisamente, y volviendo a las tesis que usted expone en "Redes romnticas", dira que este anlisis seala una diferencia entre dos espacios del trato humano, que yo llamara "lo personal" y "lo relacional". Por "personal" quiero decir una relacin fsica, cara a cara, con intimidad, confesiones, presupuestos, intensidad emotiva, etc. En cambio, lo "relacional" es lo que ocurre en Facebook, ese managing de las relaciones desde una media distancia racionalista y organizadora. As que el mundo digital privilegia el modo relacional sobre el personal. En ese sentido dira que estamos experimentando la supremaca de lo relacional sobre lo personal. Esto da lugar a actitudes, o figuras, que pueden ser llamadas "objetores personales": no creo en la vida personal, no juego a eso. Paso. Las relaciones personales se convierten en peligrosas, sospechosas; como tambin seala Hochschild, cierta gente prefiere estar en el trabajo a estar en casa, porque se siente ms reconocida en esa media distancia.

EI: Es curioso, porque Hochschild y yo tocamos temas parecidos, pero desde perspectivas distintas...

EFP. Desde luego.

EI: Me gusta mucho tu distincin entre lo personal y lo relacional. La razn por la que me gusta tanto es que tengo la impresin de que ha habido un creciente constreimiento de lo personal. Y esto es lo contrario de lo que dice todo el mundo [en el mbito de la sociologa]. Todo el mundo dice que...

EFP: ... el hombre pblico ha cado, que el espacio pblico ha desaparecido...

EI: ... exactamente, exactamente. Y creo que esta categora de "lo relacional" de hecho contendra los temas de los que he estado hablando, que es el proceso de convertir lo privado en discurso pblico. Y creo que lo que llamas "relacional" es esta continua contaminacin de la vida privada por el discurso pblico.

Para hablar en la esfera pblica es preciso usar proposiciones dotadas de validez general. No puedes decir "capullo, no has fregado los platos"; lo que tienes que decir es "no has fregado los platos (y has vulnerado implcitamente la norma de igualdad sobre la que se funda esta relacin)". Estoy divagando?

EFP: Para nada.

EI: Vale, jaja. Pues para continuar con el descrdito de lo personal, la consecuencia es que la psicologa es la gran cinta transformadora a travs de la cual convertimos la experiencia privada en discurso pblico. Como hemos sido educados en la jerga psicolgica nos pasamos el da atentos a los ms sutiles movimientos del nimo y convirtindolos en categoras que puedan ser comunicadas. Ahora bien, no creo que sea as como funcionan las relaciones personales. Verlo as sera caer en lo que t llamas "esencialismo". Y este es el problema del esencialismo sociolgico. Creo que las relaciones tienen, o deberan tener, un componente muy fuerte que se da por sentado. Los silencios...

EFP: ... los implcitos, el subtexto...

EI: ... eso. Mientras que la psicologa trata de hacer que todo sea explcito. Y tambin crear significa que las frustraciones y el sufrimiento, en otras pocas, no les prestaramos atencin, o las veramos como fatalidades.

EFP: S, esto nos devuelve a la cuestin de la vida interior. La vida interior puede ser descrita como un producto de lujo que hasta finales del siglo XIX slo podan disfrutar los ricos, o los ms ilustrados de entre las clases altas. Precisamente la aparicin del psicoanlisis hace que ese producto sea accesible a todos, en el sentido, que se ha sealado siempre en toda crtica al psicoanlisis, de que esa disciplina "descubre" la interioridad en la misma medida en que la "inventa".

Sobre las emociones y el capitalismo. Mario Perniola se ha aproximado al capitalismo desde una cierta crtica poltica del poder. l propone complementar el trmino "ideologa" con el de "sensologa"...

EI: Sensologa?

EFP: "Sensologa" en el sentido que le da a este trmino en su libro Del sentir: "una nueva forma de poder que da por sentado un consenso plebiscitario fundado en los factores afectivos y sensoriales". Ese consenso lo crean los medios de comunicacin. Si entiendo bien, Perniola traslada el vocabulario marxista al mundo de la interioridad. La cuestin es si existe una forma de "control superior" que puede ser localizado en esos medios. Corrjame si que equivoco, pero supongo que usted dira que no hay tal cosa como un "control total o parcial" polticamente orientado, sino ms bien que hay instancias diversas de expresin y estilos emocionales.

EI: Entonces, lo que dice es que los medios se dedican a fijar normas sobre qu debemos sentir y cundo?

EFP: Normas, formas, quiz lo que usted llama "estilos emocionales". Supongo que Perniola dira que esos estilos son creados por la industria de la moda, entre otras industrias del afecto.

EI: No s exactamente lo que pienso sobre este asunto, aunque le he dado algunas vueltas. Lo que creo es que, por ejemplo, ser cool es una emocin que puede ser puesta en circulacin (fashioned) por los medios. Ya sabes, la figura del dandy, desde el siglo XIX: ese distanciamiento emocional combinado con el culto al cuerpo como superficie esttica. Yo dira que eso es inducido por los media, especialmente, entre los jvenes... Luego, lo que reconocemos como un momento romntico, la capacidad para hacer que los objetos creen o signifiquen una atmsfera romntica... Eso tambin lo inducen los medios. Pero lo que me preguntabas es si estoy de acuerdo con esa visin o...

EFP: S, la cuestin es si ese proceso es una forma de poder que sugiere o impone normas emocionales. Lo digo porque en sus libros usted describe una compleja combinacin de prcticas privadas, decisiones "personales", modelos generados tcnicamente, y esa aproximacin me parece ms pragmtica que centrada en el poder.

EI: S, por eso la emocin es un objeto de trabajo tan sensible. Como sociloga estoy interesada en el trasfondo institucional de las emociones, y en entender cmo las emociones son incluidas en las instituciones. Ese es un aspecto. Por otra parte, cuando hay un desacuerdo entre los agentes y las instituciones, las emociones estarn muy presentes. Eso hay que tenerlo en cuenta. En mi investigacin navego dentro y fuera de las instituciones para describir una dinmica emocional. En ltima instancia, me interesa la capacidad de las instituciones, y en particular de las capitalistas, para inducir y crear emociones, estilos emocionales y estados de nimo. Eso es lo que ms me interesa.

EFP: Observo que algunas personas hablan muy poco de sexo y nada de amor, pero en cambio dedican largo tiempo a hablar de sus relaciones con las instituciones, y lo hacen con muchos matices. En esas conversaciones suele aflorar un mundo interior intenso y ansioso: el trato con las instituciones (la empresa, un sello comercial, los medios) genera ambicin, frustracin, deseo... Como si fueran Romeos que hablan sobre una Julieta llamada "corporacin". Puede ser que mi visin de este tema est sobredeterminada por las conversaciones entre hombres, y que la cultura emocional masculina sea distinta, ya sabe. En cualquier caso, esto me hace pensar que sera justo hablar de las relaciones personales en trminos de tratos entre personas fsicas y personas jurdicas, y no slo entre personas fsicas.

EI: Absolutamente, ya lo creo. Qu son "la nacin" y "el patrotismo" sino un vnculo emocional con una institucin? S, estoy del todo de acuerdo. Luego habra que pensar tambin en la vida emocional como algo comprometido, con estructuras de sentimiento, o con "una forma de experimentar la sumisin socialmente", como alguien dijo. Siguiendo con el ejemplo que proponas, la fobia al compromiso se ha convertido en una dolencia recurrente en la psicologa popular, y puede ser la respuesta emocional a una profunda transformacin de la sexualidad y del mercado del matrimonio.

EFP: Sobre el concepto de "estilo emocional". Si he entendido bien, usted lo propone como una cosa colectiva o individual.

EI: Eso es exactamente lo que quiero decir. No me refiero a ello como algo personal, sino como un proceso colectivo.*****