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ALTERACIONES MÚSCULO ESQUELÉTICAS EN SANIDAD 27 II. FRECUENCIA GENERAL DE DOLOR En las figuras 25, 26 y 27 se observa la frecuencia general de síntomas de cualquier localización. En el conjunto de Andalucía, algo más del 94 por ciento de las personas estudiadas han referido dolor musculoesquelético, 234 personas (20%) han estado de baja por dolor en alguna localización durante el último año y algo más del 77% de los encuestados manifestaron dolor osteomuscular en los últimos 7 días. Figura 25: en los últimos 12 meses, ¿ha tenido dolor en alguna localización? Figura 26: en los últimos 12 meses, ¿ha estado de baja por dolor en alguna localización? Figura 27: en los últimos 7 días, ¿ha tenido dolor en alguna localización?
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II. FRECUENCIA GENERAL DE DOLOR
En las figuras 25, 26 y 27 se observa la frecuencia general de síntomas de cualquier localización. En el conjunto de Andalucía, algo más del 94 por ciento de las personas estudiadas han referido dolor musculoesquelético, 234 personas (20%) han estado de baja por dolor en alguna localización durante el último año y algo más del 77% de los encuestados manifestaron dolor osteomuscular en los últimos 7 días.
Figura 25: en los últimos 12 meses,
¿ha tenido dolor en alguna localización?Figura 26: en los últimos 12 meses,
¿ha estado de baja por dolor en alguna localización?
Figura 27: en los últimos 7 días, ¿ha tenido dolor en alguna localización?
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En el último año, ha habido pocas diferencias en la frecuencia de dolor o las bajas ocasionadas entre hombres y mujeres. Sin embargo el dolor reciente fue más frecuente en mujeres (figura 28), ya que alrededor del 80% refirieron dolor, mientras que lo mani-festaron aproximadamente, el 69% de los hombres.
Figura 28. Dolor y sexo
Hubo pocas diferencias en la frecuencia de dolor por categorías profesionales durante el último año, sin embargo los celadores tuvieron más incapacidades que el resto, con un 33 por ciento que habían referido tener una baja por dolor en ese periodo (figura 29). El dolor reciente (figura 30) fue más frecuente entre auxiliares de enfermería, ya que el 87 por ciento lo referían.
Figura 29: Bajas por dolor y categorías Figura 30: Dolor y categorías
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Ha habido poca diferencia, en la frecuencia de dolor por unidad, aunque esta ha sido ligeramente superior en cuidados crónicos o paliativos. Algo más del 27 por ciento, de quienes trabajaban en esta unidad han tenido algún episodio de baja (figura 31).
Todas las personas que trabajaban en turnos de noche, refirieron dolor durante el últi-mo año. Como se observa en la figura 32, el dolor reciente también fue más frecuente en el turno nocturno, con una frecuencia del 94 por ciento.
Figura 31: Dolor y unidad
Figura 32: Dolor y turno
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La frecuencia de dolor y de bajas (figura 33), aumentaba a medida que lo hacía la edad.
Figura 33: Dolor y edad
La frecuencia de síntomas también aumentaba con la antigüedad, siendo las diferen-cias más patentes en la última semana (figura 34).
Figura 34: Dolor y antigüedad
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Figura 35
III. LOCALIZACIONES DEL DOLOR
En el ámbito general y para el conjunto de la población estudiada, las principales alte-raciones músculo esqueléticas se localizaron en espalda y cuello. Aproximadamente, las tres cuartas partes de los encuestados, refirieron dolor en columna lumbar y cuello. Alrededor de la mitad lo manifestaron en columna dorsal y hombros, y más de la tercera parte, tuvieron dolor localizado en rodillas y muñecas o manos.
Columna lumbar
En el último año y sobre todo el de la última semana (figura 35), el dolor lumbar fue más frecuente en mujeres (51 %) que en hombres (45 %), pero aunque las diferencias fueron mínimas, los hombres tuvieron más episodios de bajas que las mujeres.
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Figura 36
Figura 37
Por categorías, cerca del 18 por ciento de los celadores estuvieron de baja (figura 36) por dolor en columna lumbar durante el último año y como se observa en la figura 37, las auxiliares de enfermería tuvieron mayor frecuencia (59 %) de dolor reciente.
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Por unidades, el dolor lumbar, tanto reciente (figura 38), como antiguo, fue más fre-cuente en el personal de traumatología (56 %), sin embargo la frecuencia de bajas fue algo mayor del 13 por ciento en el personal de crónicos.
Figura 38
En la figura 39, se aprecia que el dolor en columna lumbar ha sido especialmente fre-cuente entre quienes trabajaban en turno de noche (75 %) y también en los de turno de tarde (61 %), si el dolor era reciente. El 25 por ciento de quienes hacían noches han tenido bajas por esa causa durante el último año.
Figura 39
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Asimismo, la frecuencia de dolor y bajas por afectación lumbar, aumentaba claramente a medida que lo hacía la edad (figura 40) y la antigüedad (figura 41).
Figura 41
Figura 40
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Figura 42
Cuello
El dolor de cuello, antiguo o reciente (figura 42), fue más frecuente en mujeres (52 %) que en hombres (40 %), sin embargo no hubo diferencias en la frecuencia de bajas por sexo.
El 78 por ciento de las auxiliares de enfermería y el 75 por ciento del personal adminis-trativo tuvieron dolor de cuello durante el último año (figura 43), sin embargo celadores y auxiliares de enfermería tuvieron la misma frecuencia de bajas por esta causa (alrede-dor del 11 %), siendo muy bajo el porcentaje de personal administrativo con baja.
Figura 43
60.0%
50.0%
40.0%
30.0%
20.0%
10.0%
0.0%
H
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Figura 44
Excepto quienes hacían turno de noche, el dolor de cuello lo padecieron en el último año (figura 45), alrededor de las tres cuartas partes de quienes trabajaban en turno de tarde, turno de mañana o rotatorio, respectivamente. La misma distribución siguió el dolor reciente, pero prácticamente no hubo diferencias en la frecuencia de bajas por turnos de trabajo.
Como se observa en la figura 44, en el último año el dolor de cuello fue más frecuente en las unidades de atención primaria y de crónicos o paliativos (alrededor del 76% in-distintamente), sin embargo las bajas fueron más frecuentes en esta última unidad.
Figura 45
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Prácticamente no hubo diferencias en la frecuencia de dolor (figura 46) o bajas por gru-pos de edad durante el último año y solo si el dolor era reciente, aumentaba claramente su frecuencia a medida que lo hacía la edad. Algo parecido ocurre con la antigüedad, siendo la frecuencia de dolor reciente (figura 47) la que aumenta claramente a medida que lo hace la antigüedad.
Figura 47Figura 46
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Columna dorsal
Tanto en el último año (figura 48) como en la semana anterior a la encuesta, el dolor en columna dorsal fue mas frecuente en mujeres que en hombres (58 % vs 46 %). No hubo diferencias en la frecuencia de bajas por dolor en esta localización.
Figura 48
Figura 49
Por categorías, las más afectadas fueron las auxiliares de enfermería y celadores, tanto en el último año como en la última semana (figura 49), sin embargo estos tuvieron ma-yor frecuencia de bajas.
