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O B IA O C lO lt T A D H D O SlB A G IO N i OOBRBO, IT, 1. i'ELEPOIirO 1 7 .n 8 •I- AFABTAOO DE COBBBOS MS

MayoM 9 3 ? ^

S.\B A D O 1

IH ES EDICIO­N E S DIARIAS

der e n s a

‘‘Se produce por primera vez en la Historia bélica el caso de que un buque sea hundido por un avión. Son los heroicos pilotos leales quienes lo realizaron“

“Aunque todo se extinga, aunque todo se hunda, ahí quedará perenne, inmarchi­table e indiscutible, gudaris, vuestro heroísmo, vuestra fama y vuestro ideal“

“Si los vascos tuvieron el honor de cerrar las puertas de Madrid al fascismo internacional, que los vascos sean los que tengan también el honor de darle el golpe de gracia“

“Hemos ganado a esa Europa indecisa que empezó por no comprendernos, siguió por compadecernos y ahora se ve obligada a admirarnos“

“Nosotros continuaremos nuestra obra de neutralización de la obra criminal que el españolismo incivil está llevando a cabo en tierra vasca“

nylaterra se dispone a colaborar en la evacuación ile las mnieres, niños y ancianosLa mujer escribe

fiesta del TrabajoKose celebra hoy la íiea ta «ei t r a b a jo con bullic io y h o l^ n a a .S¿io trabajando s© puede y se ce le b ra r en estos críticos m om entos

n primero de mayo; trab a jan d o en la re tago iard ia p a ra que n a d a fa lte a los tninoj que tucban defendiendo n u e s tro s idea les p a t r ia y lib e rtad ; t r a - kjtnáo en los frentes p a ra no d e fra u d a r a los q u s todo lo esperam os ö'®* icor indoioable y de la a'udacia se röna de n u es tro s defensores.

trabajo! ¡C antem os y laborem os llenos de confianza en u n p o r- Wir de g;loria y de paz!

iTretejo, trabajo! iQué bien se r in d a «i esfuerzo , qué poco •« n o ta «wando cuando ee tra b a ja p o r e l Ideal, cuando s«& espera...!

Luego, cuaJido el tr iu n fo llegue, c u a n d o el sol de la ju s tic iA Ilum ine ipatria y fructifique la san g re g e n e ro sa de n u e s tro s hérosa, trab a jem o s luliién siá descanso p a ra qu« n u n ca vuelvan la s hoi’a s a m a rg a s que hoy rraos, para destruir para siem pre «I fa n ta sm a ho rrib le de la g u e rra que »mbreoe los pueblos sum iéndolos e n u n caos de b arbari* y desolación, ■iodo le civilización y e l p rogreso , m atando la \ ’ita lid ad de los cam pos,

sus entrañas fecundas con l a d in am ita , a g o s ta n te s u s fru to s con í«d8 fiaBgre caliente de las Juven tudes que s ie g a con su g u ad añ a m ald ita .

Juremos, hoy, tra b a ja r s in d e scan so ah o ra y siem pre, p a ra a r r a n c a r del del pueblo toda sim ien te de o dio, to d a c izañ a que p u ed a envenenar-

*• PiT& <|ue nunca m ás luchen herm anos co n tra herm anos, de n in g u n a raza , - ninguna condidfe; p a ra que n u n ca mAs «e d iv idan los pueb los en ca s ta s P« *e odien ni en opregoreg n i op rim idos, sino que todos, herm aaiados en

Otelo ideal d® pa tria , de lib e rta d V d e Justic ia , h agam os im posib le u n a r»rn.

^ Juramento «erA el homenaje mejo> a este primero de mayo de do- ̂y d* trabajo.

JUANTTAM IR.

nos llaman el t y el Jclier

^ motmnio en que Pudimos •^ vencidos; aquel en <pte los f a r

pof «» Ejército ^^ualidades más o men^s valere^

con evidente superioridad cien- <"7Tfníaí%?n con unas masas ctM- w « mayoría antimilitaristas y

de ■ lasI Jo Querrá- ¡Pero ahora...1 AhO'

^ ohra de la bravura y de la fw» juventud maravillosa,

^ s sublevados y para '• f Jxj propósitos han te n ^ ^ refotsar por varias d ivi'

y ¿cómo vamos15, f*í Bilba^ caiga en sus ma-

llegar— llegar »Wí llaman el honor,

J « conveniencia, y llegaremos - B Propósifo' Llegoremas

íifíAi°̂ ‘̂ ^ P ^ ^ o n o s todos, con r í - ->*. ^nthtar, a las órdenes del

áe que la fuersa *>Jrf superno contra la'' lo l'^Q̂ 'arà nunca el pro-

de la espada, píirqve k Wí'toíjíoí de hierro o ador“

^ cintajos altruistas, K «í Hobbes castañeará siem~

^ Presn, sin ■: nyj “ ^^plomática sea o la postre >r«. mueca en sus fauces

trao rd ln a rio , ta n to a s í que d« va, rio s Jefes de b a ta llo n e s t e n e o s carta<s dí3 te litíte c ió n y de aiplau. fto, que a^Tadac^mog en todo lo que valen . )

A mediodía recibió a los periodistas so excelencia e i presidents. • quienes hizo la« séguicnteg m an if^ ta c io n es:

*'Me a cab a de v is ita r el seño r có n su l bnitánlco^ quien m e h a confir­m ado la noticia^ de que y a te n ía conoolm tento p o r nuetstras D e legado - Res de P a rís y L ondres, Reffún la cu a l e l Gobierno ing lés g a ra n tiz a p o r m edio de A rm ad a to d a c lase de buques m ercan tes , s in d is tin ­ción de nacionalidad, que conduzcan población tí\ 'l l , en tendiéndose por ta l las m ujeres, los n iños y los ancianos»

A yer mo visitó la señora M anning. repre.sentante de todas las enti­dades benéficas de Londres, par& exponerme un proyecto de recogida de varios m iles de niños, m uy in t eresante en extrem o, y yo m e veo en la obligación de expresarlo en esta form a para que e l pueblo ve» has­

ta qu6 punto ha llegado la to ll darldad internacional, qne se despierta por m om entos, sobre todo despu 6s del bárbaro bombardeo de Gnemlca.

A e s te p ropósito reco jan u s te d e s que de to d as p a r te s del m undo es­to y recibieA do despachos de a d h esió n e sp ir itu a l y de p rom esas de a u ­xilio p rác tico . D ebe enorgu llecer nos como vascos c u a n to viene suce­diendo, porque es, s in duda a lg u na , re fle jo (U las no rm as de prudencia, de c u ltu ra y de o lv ilizadó ii que han presid ido la actv&icióii de n u estro «obierno, elevando e l concepto m®*'»! de n u es tro pueblo en el ex te r io r ;

y en consecuencia propordonand vnos esta asistencia geiu ra l, que es de Agradecer y qne, en resumen, d e te im pulsam os a la defensa cerrada de nuestro pueblo en estos mam ^ntos históricos* en los que e l mundo

nos contem pla.

H oy se ce leb ra la F le s f» del P rim ero de M ayo, la f ie s te de los t r a ­bajadores. L as c ircunstanc ias del m om onto h acen que en lu g a r de s e r d ía de descanso honrem os a l tr a b a jo desarro llando con ritm o ace le ra ­do to d as n u e s tra s activ idades. A l sa lu d a r a todos log que tra b a ja n elevo m is vo tos p o r que en fech a p ró x im a podam os todos recoger el f ru ­to de n u e s tra laboriosidad , que s e rá la p az co n stru id a sobre la v ic to ria .

acción d e ay er, ^ hundim iento

^ P^erra p ira ta “E s- ^ juzgando quew** suponer un esti-

^ “í®'‘tante p a ra nuestro s edición espe .

) Q los frentes, w ^ p ;n 6dÍco d e l de-

S f l t ín ,. , *®“ 8 g u daris , les de . S e¡(te ia edición, m o-

«I que n a ® ^ vemta e n B ilbao,

edición fu é ex-

AL MINUTO...

¡leglalerra, por Euzkadi!F.l telégrulo «os brinda hoy nueva» « emostracioncs. de los sentimiemos de soli­

daridad despertados por Viacaya en los pueblos libres. Mentiríamos si dijéramso que las esperábamos en tan amplia profusión y con tan sentida cordialidad. A l contrario» momentos hubo en q'je creimos que. sah o alguna excepción* no llegara a producirse ninguna. P or eso- al recibirlas ahora» nos s ha caucado tan grato asombro como cordial emoción.

El dolor de Vizcaya es compartido ho y sm ccam ente por las potencias de relieve cultural más acusado. De Norteamérica llegan voces amigas ofreciéndonos asistencia- consuelos y .simpatías» que no han de se r meramente formularias. Francia se enrola decididamente en nuestra causa y pone a i i spo$ición del pueblo vasco cuantos ele­mentos pueda apetecerse para qu : las victim as inocentes de la guerra sean aparta­das» de una manera rápidn» de sus horro r?s. Los países escandinavos- Rusia- Ja glaterra...

Apartemos el caso Inglaterra. Lo m erece. Siempre tué un poco tarrtia en sui decisiones la Inglaterra olicial y ya en s u día hubimos de lamentar la aparen‘c pasividad ctn que asistía a nuestro dram a. Pero pedíamos a todos que* ante? de desesperar» se dieran a si mismos ima fre^ua para v is ilir los movimientos <Ie la (jran Bretaña* en. la .'^í^ridad de que.habría d e conjpcasarno* con creces de If* efectos de su indiferenci¿ Ya lo ha hecho. Ta reacción ha sido magnífica. Con una preste­za- que los acontecimientos han acelerado. su,s valores más firmes han llevado al ánimo del Gobierno la necesidad d? no de ^irntenderse de nuestro caso. Y el Gobierno británico se ha rendido sin condiciones al em puje de los sentimientos <ie solid'jridd' de humantarismo y de justicia que se le gr itaban desd^ todos los ámbitos d-1 país.

Suyos son los barcos mercantes que b an volcado las bodegas cargadas de víveres en nuestros muelles; suyj la más dedicida orotección a la libertad del tráfico por nuestro m ar; suyo el empeño maa:nífico d f poner a nuestras mujeres y a nuestros niños a salvo de la invasión bárbara,

No hubimos de esperar en vano. Ing la te rra ha sabida hacer honor a sii invete­rada amistad con Ruzkadi, H asta»tal punto y en tal g'^ado de entusiasmo» que hoy día el nombre d* Kuzkadí suena» ron ecos de simpatía emocionada» en todos los ámb’tos del mundo y se escribe cientos d<* veces en las columnas de todo« los pe* riódicos y atrae corazones y miradas con una profusión y un ardor no conocido hasta ahora en la historia de nuestra g'jerra. In^jlaterra- vieja amiga nue'tra* quiere ser también nuestra madrin-» generosa.

Nosotros» lo reT)e í̂mos■ osperábaiíw« verla «»ti tesitura. Pero no t:n pronto ni con tanta esplendidez. Aun c‘J?n>lo asistimos serenamente a su aparente -»asividrid inicial» llegamos, no obstínte* a desilusio *'nrnos lo suficiente como para r'udar un poco. Lamentamos haber flaqueado- aui’que en mínima c'-*antí. n i nues'rr ^e.

Pero no hemos de des?provechar ni aun nuestra nropia vacilación. Ella ha servirnos de lección para re'>sen'^?r la fe en los buenos amigos y la esperanza en un triunfo qu' ̂ cuenta con tan firme? apoyos.

50 El

H . Sudberry, prim er oficial; W. H . Roberts y su hija, capitán del “R p uruia ae los Síet© M ares, y H . Wi­lliam«, p rim er o fld a l dial “Thurston”, v istos p or Andonl.

El “ España“ valía mllloiiss de pesetas

s u HtJNDIJIIENTO DESBARATA L A VIGILANCIA DE LOS FAC­CIOSOS E N EL CATABRICO Y EN

EL MEDITERRANEO

Valencia.—En valor del “ España” está calculado en unos 50 millones de pesetas.

E ra uno de los tres barcos más poten­tes de «uerra que poseía Esp-fia.

E l “Jaime 1”. el primitivo “ Es.paña”, que se hundió en Mar Chica- y el “ Es­paña” actual, que fué primero "Alfonso X I I I ”, cambiándosele de nonrbrc al ad venir b República. El segundo ^E spaña” añora hundido, era la unidad más potente de la flota de guerra insurgente.

Al estallar el movimiento militar, el "E spaña’' estab:> reparando en El Ferrol. Allí los rebeldes lo pusieron en condicio­nes de navegación, y después fué a Ale­mania, donde se le prow yó de material 'le guerra moderno,

I.a importancia dél hundimiento del txv- razado “ E spaña” es grandísima. Fn re a ­lidad este buque« con el “ Almirante Ler- vcra”, eran los b::rcos que estorbaban la Ifbre navegación por el Cantábrico. V de ellos, el “ E spaña” el peor enen?isro, de­bido a que, por su menor andar—unas diez millas—se ajustaba mejor s- la protección <le los barcos auxiliares armados ;joi- los rebeldes. Estos, sin aquellos buqtics «Je guerra, no supondrían trastorno alguno.

Por o tra parte, el "^E'paña” y ¿\ "A l­mirante Cervera” Se turnaban para ejercer vigilancia en siguas del Cantábrico. M ier- tras uno de ellos acudía a l'erro l para aprovisionarse y reparar» el otro ejercía la vigil^nc'R. Ks Uaro que ahora «ste tu r­no no podrá establecerse, y dui ante el tiempo que el “ Cervera” necesite ahora indefectiblemente hallarse on E l Ferrol, las aguas cantábricas quedarán poco menos que libres de enemigos.

Blltiao heroico pue de salvar a EuzkadI

El enemigo persiste o t sus nuevas y violentos ataques en busca del camino d-.' Bilbao, Fracasará sin duda.

Pé)0 pera que un ejercito fracise es pre~ ciso q^n le venza su adversario. Y cslj cdverscrio somos nosotros. TO D O S N O S ­O TR O S. t’J sólo una lucha entre el pueblo que se defienda y un ejército invasor que alaca. Los contcndi'ntes son ijmbién hi República democrática y <-H fascismo internacional.

Bilbao está en peligro 3’ todos debemos cprcstarnos a su defensa. Porqtí.? el atjqiie Va dirigida contra todos los que estamos unidos- hernian<jdos por el mismo ideal de red •nción.

E n la terrible liich} entablada «0 po­demos ser ya simples t'spectadores.

A l atacar a nuestro pueblo se ataca o las libertad:s públicas de Eustradi y ce todos los pueblos de Iberia. Y si el ataque es contra todosi d ; todos ha de s .y ia defcnsj. *Vo deben asustarnos los podero­sos ejércitos Quc contra nosotros s^ han concentrado. También nosotros somos íucr- fcs; también nosotros t.'nemos un ejército, y les ganamos en corazón’ en coraje- en entiisiasmo...

Pero es necesario que ningún homhr: útil para el s.'rvicio de h s armas> en la van­guardias unos y en la retaguardia otroSf pcnnanescmt al tnargen .ie ¡a ^oble em­presa.

Debemos querer panj nosotrox el honor d.' terminar con fortuna el declive d i los rebeldes en otros fr.yites.

Bilbao puede salvar a Euskadi' y con él salvar a la República.

; B I L B A I N C !SI am as a Bdlboo y a sus co­sas, lee diarlam ei'te LA TAR* DR. E s LA TARDE el dia>

rio blihaino por ezi^Iencia.

hy UD iiies que dió comienzo la ofensiva en nuestro territorio