Gaceta Informativa del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación

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2008

Directorio Conapred

Gilberto Rincón GallardoPresidente

María José MoralesSecretaria técnica y directora de Coordinación Territoral e Interinstitucional

José López VillegasDirector general adjunto de Estudios, Legislación y Políticas Públicas

Vilma Ramírez SantiagoDirectora general adjunta deQuejas y Reclamaciones

José Luis Gutiérrez EspíndolaDirector general adjunto de Vinculación, Programas Educativos y Divulgación

María Elena Martínez GuerreroDirectora Jurídica, de Planeación y Evaluación

José Luis Páez CaballeroDirector de Administración y Finanzas

Directorio Gaceta

José Luis Gutiérrez EspíndolaDirector general

Alejandro Juárez GameroSubdirector

Arturo Cosme ValadezEditor en jefe

Lourdes Díaz Cuevas,Francisco Peña yFrancisco FernándezEditores de sección

Diego Bugeda Bernal Asesor editorial

alejandropoElías Cruz RíosAtril, excelencia editorialDiseño y fotoarte

Eduardo Lara RamírezDistribución

Antonio Saavedra Fotografías de portada

Editorial

ForoEl Conapred en el mundo

CaleidoscopioLuz verde a matrimonios gay • Xenofobia en Sudáfrica• La lucha mundial contra el vih-sida es insuficiente• La humillación del desempleo • Por fin: rectificación de acta a transexuales • Leyes influyentes para afromexicanos

Quejas y ReclamacionesPersecución a emos • Sin lenguaje para el diálogo• Orgulloso de su misoginia • Un jardín nada florido• Medicamentos para sanos • Doctor nada paciente• Democracia sin mujeres • Falta de deportividad• Tornillos sueltos • Cultura sin respeto • Tornados vengativos

Gilberto Rincón Gallardo: In memoriamLídice Rincón Gallardo • Jaime Dávila Arratia • Gilberto Guevara Niebla • Adolfo Sánchez Rebolledo • Luis Salazar Carrión • Jorge Alcocer V. • José Woldenberg• Miguel Carbonell Sánchez • Luis de la Barreda Solórzano• Lídice Rincón Gallardo • José López Villegas • María José Morales • Amalia Gamio • Jesús Rodríguez Zepeda

BitácoraContra la emofobia • No fumar para no discriminar • Tras las huellas de Eufrosina • No más homofobia • Iguales pero diferentes • Refugiados a la radio • Restaurante-discriminante • Comenzar de nuevo en otro país • Cada quien su sexo • Conferencia al estilo Jalisco • ¿Y dónde está el doctor? • Observando al Conapred • Jóvenes congresistas • Defendiendo al defensor • Carta marcada • Huéspedes notables • Capacitar a la universidad sobre discapacidad • Coctel explosivo: vih y discapacidad • A quien honor merece • Muere el presidente del Conapred

ConveniosFonatur • Univesidad de Guadalajara • Secretaría del Trabajo y Previsión Social • Universidad Tecnológica de Sta. Catarina • Infonavit • Universidad Autónoma de Sinaloa

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Iguales pero diferentes. Gaceta Informativa del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación es una publica-ción con periodicidad trimestral del Conapred, Dante 14, col. Anzures, Delegación Miguel Hidalgo, 11590, México, df. Los derechos de reproducción de los textos aquí publi-cados están reservados por el Conapred. Se permite su reproducción total o parcial siempre que se cite la fuente completa; los contenidos de los artículos y colaboraciones firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y no reflejan necesariamente la opinión de los editores; no se devuelven originales no solicitados. Editor responsable: José Luis Gutiérrez Espíndola. Reserva de uso de título en la Dirección General del Derecho de Autor, en trámite; certi-ficado de licitud de contenido, en trámite; número issn 1870-0896; impreso en Impresora y Encuadernadora Pro-greso sa de cv, San Lorenzo Tezonco 244, col. Paraje San Juan, Delegación Iztapalapa, 09830, México df.

La muerte es un hecho brutal, cotidiano y desconocido. Todos los días algunos seres humanos dejan de existir. La mayor parte de las veces esa ave oscura no nos toca. En ciertas ocasiones su negro aletazo se bate en nuestro rostro, de-

jándonos atónitos. Esperada, previsible, sorpresiva o impensable, la muerte en to-dos los casos es una ráfaga de sombra que nos cuestiona. Platicábamos con una persona hace 10 días, hoy en la mañana, media hora antes. Ahora es incapaz pa- ra siempre de volverlo a hacer. Resulta incomprensible: esa cosa–que hace poco era ella o él– ya no es más que una cierta cantidad de materia en rápida putrefacción, y no nos puede decir nada. La experiencia para los testigos es terrible, radical y, al mismo tiempo, abrumadoramente repetitiva y natural, moneda corriente.

La muerte es una ancha paradoja; abarca al mundo –a cierta visión del mundo– y lo hunde en la nada. Nadie puede negar su poder ni su efectividad, pero apenas existe. Es. Al momento de calificarla, no obstante, la única palabra que viene a mien-tes es nada. Es la nada peculiar de alguien, es el nadie exacto de una persona preci-sa. Es la verdad de su vacío. Esa nada es ahora todo lo que él o ella fueron. Cancela, redime, cierra cuentas, reduce al sujeto a una objetividad sin apelación. Convierte al difunto en una cosa del mundo en el mismo acto en que lo liquida.

Gilberto Rincón Gallardo y Meltis, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), murió el sábado 30 de agosto de 2008. No existe más. Su sonrisa, el amor por sus hijos y nietos, su lucidez democrática, sus errores, sufrimientos físicos, su buena voluntad, están para siempre reducidos a datos en la vaga memoria de un mundo que fue y que se apresura vertiginosamente a desapa-recer definitivamente. Son nada.

Ello es cierto, pero no verdadero. Depende del modo de juzgar que –él nos ayudó a comprenderlo– nunca es absoluto. La realidad humana no está hecha de sucesos físicos. Ni siquiera principalmente. La realidad está, sobre todo, constituida por sig-nificados. Por ello, lo contrario de la verdad que acabo de escribir no es lo falso, no es falso: Gilberto Rincón Gallardo y Meltis no está vivo, pero su vocación democrá-tica es actual y vigente –el Conapred es una aparatosa prueba de ello–, la unidad de su familia es un calor encendido para sus hijos, esposa y nietos en estas horas de dolor, y su trabajo por las personas más vulneradas del mundo tiene, y seguirá te-niendo por un tiempo difícil de cuantificar, consecuencias reales y muy concretas en su favor.

Gilberto Rincón Gallardo y Meltis ya no está vivo –por desgracia para quienes preferimos un mundo equitativo, respetuoso y libre–, pero no está precisamente muerto. Lo que hizo –sus amores, sus pasiones y sus obras– habita entre nosotros y tiene efectividad en el mundo real.

Este número especial de la Gaceta del Conapred, Iguales pero diferentes, está de-dicado a su memoria, en la inteligencia de que menos que recordar quién fue lo sa-ludamos en todo lo que sigue siendo.

Los editores

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El C o n a p r e d en el mundo

Nuestro Consejo ha desplegado una actividad cada vez más intensa y relevante en los escenarios internacionales que abordan los derechos humanos. Aquí una revisión de lo más importante en los últimos meses.

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Derechos iguales para todos, Londres

Del 3 al 5 de abril el Consejo Nacional para Prevenir la Discrimi-nación (Conapred) fue invitado a la conferencia “Principios de Equidad y Desarrollo de Estándares Legales sobre Igualdad”, organizada en Londres, Inglaterra, por The Equal Rights Trust (ert), organismo internacional independiente que tiene como objetivo combatir la discriminación y promover la igualdad como un derecho humano fundamental y un principio básico de la justicia social.

En su intervención y ante 40 especialistas de todo el mundo sobre el tema de la no discriminación, Gilberto Rincón Gallardo afirmó que a cuatro años de su entrada en vigor, la experiencia indica la necesidad de reformarla e incluir en ella una alta dosis de sanciones y también de estímulos para su cumplimiento.

Durante su exposición, el presidente del Conapred enfatizó que uno de los aspectos más controvertidos al momento de elaborar una ley es dotarla o no de un carácter coercitivo. En tal sentido, el debate se centra en definir si estas leyes deben ser punitivas o solamente propiciar el convencimiento y la volun-tad de las personas como incentivo para acatar la norma. Esta definición, dijo, va a determinar tanto la perspectiva para pre-venir la discriminación como la manera de promover la igual-dad, así como la actuación de los cuerpos especializados.

Al referirse en su ponencia a los organismos orientados a la lucha contra la discriminación, el funcionario señaló que es im-portante tomar en cuenta los siguientes elementos: el ámbito público contra el privado; el nivel de autonomía con respecto al gobierno; y la atención a un tipo de discriminación contra la atención a tipos múltiples.

En cuanto al primer punto, enfatizó que los gobiernos son grandes generadores de discriminación, lo mismo que el sec-tor privado, e incluso los particulares; por tal razón, acusó que la autoridad pública contra la discriminación no puede redu-cirse a la figura de un Ombudsman.

Explicó a su audiencia que el diseño del Conapred de Méxi-co tiene un carácter híbrido o mixto, pues por un lado conoce de actos discriminatorios de funcionarios públicos, como la mayoría de los Ombudsman y, por otro, atiende igualmente los casos que se suscitan entre particulares en este terreno.

Acerca del nivel de autonomía con respecto al gobierno, aclaró que si es totalmente autónoma la institución se abocará a atender las violaciones al derecho a la no discriminación co-metidos por servidores públicos, pero al no ser parte del go-bierno carecerá de la posibilidad de generar políticas públicas. En el caso contrario, la semi autonomía del órgano permitiría también atender casos de discriminación entre particulares, así como la concepción e instrumentación de políticas públicas.

Para finalizar, Rincón Gallardo abordó el debate sobre si una organización dedicada a luchar contra la discriminación debe brindar atención a un sólo tipo de discriminación o a va-rios. En este sentido, aseguró que un cuerpo especializado tiene mayores posibilidades de atender con eficiencia la pro-blemática discriminatoria que un cuerpo diseñado para abor-dar distintos tipos de discriminación. Sin embargo, si se opta por atender sólo un tipo en aras de la eficiencia y la especiali-zación, se dejan de lado otras formas de exclusión que afec-tan a la cohesión social.

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Con motivo de la entrada en vigor de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el presidente del Conapred tomó parte en una serie de celebraciones llevadas a cabo el pasado 13 de mayo en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York

En su participación, Rincón Gallardo afirmó que es preciso luchar sin tregua con el fin de que se rompa el pernicioso ciclo pobreza-discapacidad, para que los derechos de las personas pertenecientes a este grupo se dejen de enfocar como una concesión o una dádiva y para que participen íntegramente en las decisiones que les atañen.

Señaló que a partir de la fecha en que entró en vigor dicha herramienta jurídica internacional, el 3 de mayo de 2008, los Estados parte iniciaron un arduo trabajo para armonizar sus legislaciones internas con el espíritu del documento, poner un alto definitivo a la ancestral discriminación contra las perso-nas con discapacidad y empezar a transitar por el camino de la inclusión de todas y de todos, sin importar su circunstancia.

En este sentido, dijo, “celebramos que tenemos un instru-mento para cambiar la cultura de la lástima y la exclusión por la cultura de los derechos y las oportunidades para todos”. Agregó que la Convención “abre un capítulo inédito en la his-toria de la discapacidad”.

Celebrando la Convención, Nueva York

Por su parte, el secretario general de la Organización de Na-ciones Unidas (onu), Ban Ki-Moon, agradeció las palabras del presidente del Conapred, a quien se refirió como “uno de los arquitectos de la Convención sobre los Derechos de las Perso-nas con Discapacidad”. La delegación de Nueva Zelanda igual-mente hizo un reconocimiento al papel desempeñado por México en la promoción y construcción del referido instrumento.

Gilberto Rincón Gallardo afirmó también que a partir de aho-ra es imperativo actuar; que cada Estado deberá convocar a todos los actores involucrados en el tema: personas con disca-pacidad, funcionarios, legisladores, académicos, organizaciones de la sociedad civil, etcétera, para que sin pausa se establez-can las acciones que conviertan en realidad los derechos de este grupo.

Con el objetivo de examinar la estructura y contenido del docu-mento final que se presentará en la “Conferencia de Examen de la Declaración y del Programa de Acción de Durban” en 2009, la delegación mexicana, encabezada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, participó en los trabajos del Comité Preparatorio entre el 21 de abril y el 2 de mayo, en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.

La Secretaría de Relaciones Exteriores y la Misión Perma-nente de México ante los organismos Internacionales soli- citaron al Conapred, en su calidad de órgano del Estado en- cargado de articular la política antidiscriminatoria del país, participar en la citada reunión, con el fin de fijar la postura del gobierno mexicano en materia de combate a la discriminación, así como de establecer algunos lineamientos que puedan ser considerados en los trabajos respectivos para la revisión de Durban del próximo año, basados en la experiencia que Méxi-co ya ha acumulado en materia de lucha institucional contra la discriminación.

En sus diferentes intervenciones en el evento, Alejandro Becerra Gelover, director de Vinculación y Asuntos Internacio-nales del Consejo, señaló que desde hace siete años la región latinoamericana ha venido creando un andamiaje institucional para combatir la discriminación.

En este sentido, dijo que la Conferencia de Durban de 2001 ha impulsado el establecimiento y la creación gradual en la región de diversas legislaciones, instituciones contra la discri-minación, políticas públicas y acciones afirmativas con el obje-tivo de hacer frente al tema de la discriminación en todas sus formas, incluyendo la racial, por origen étnico o por motivos religiosos, la xenofobia y cualquier otro tipo de intolerancia.

Entre los avances regionales señalados por Becerra desta-can la “Conferencia de las Américas”, realizada en junio de 2006 en la ciudad de Brasilia –siendo hasta el momento Amé- rica Latina la única zona del mundo que ha realizado una revi-sión de Durban– y la creación de la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación (riood) en septiembre de 2007.

Además, destacó la iniciativa de la Red, propuesta a la Se-cretaria General de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Esta-do y de Gobierno en noviembre de 2007, para que se incluyera en la declaración final un punto sobre la importancia del com-bate a la discriminación en la región desde la perspectiva de la construcción democrática y la cohesión social, y para que se declarara al 2008 como el Año Iberoamericano contra Todas las Formas de Discriminación. Esta sugerencia fue aceptada por los países iberoamericanos e incluida en el punto 16 de dicho documento.

Revisión de la Conferencia de Durban, Ginebra

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A mediados de mayo de 2008 don Gilberto Rincón Gallardo reci-bió invitación por parte del embajador Luís Alfonso de Alba, re-presentante permanente de México ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra, para asistir como orador a la “viii Reunión del Consejo de Derechos Humanos” con sede en aquella ciudad, que se celebraría el 6 de junio, con la encomienda de hablar acerca de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad después de su entrada en vigor. Además, el em-bajador le comentó que se estaba pensando proponerlo como candidato de México al Comité de Seguimiento del propio do-cumento.

Como Gilberto acababa de regresar de la ciudad de Nueva York, a donde asistió el 12 de mayo como representante de nues-tro país y orador en la ceremonia oficial de entrada en vigor de la Convención, recibió complacido la invitación a Ginebra, así como la posibilidad de ser el candidato de México ante el Comité de Seguimiento.

Lamentablemente, ya desde Nueva York se habían suscitado algunos problemas en virtud de que el Consejo Nacional de las Personas con Discapacidad (Conadis) consideraba que era su personal quien debía representar a nuestro país en aquella ce-remonia, situación que en ese momento no fue avalada por la Cancillería mexicana, tomando como fundamento que el pro-motor de la Convención y jefe de la Delegación de México en Durban, Sudáfrica, había sido Gilberto Rincón Gallardo, y que además había desempeñado ese cargo durante todas las nego-ciaciones del tratado.

Unos días antes de salir a Ginebra se le informó al presidente del Conapred que, en esta ocasión, sería el Conadis quien asis-tiría en representación de nuestro país, desestimando la invita-ción que le había sido hecha previamente. Así estaban las cosas cuando el 3 de junio se le comunicó a don Gilberto que, por ins-trucciones expresas de la Presidencia de la República, sería él quien representaría a México en la ceremonia, como lo había ve-nido haciendo durante todo el proceso de negociación de la Con-vención: en su aprobación por la Asamblea General en diciembre de 2006, en la ceremonia de firma por el país el 30 de marzo de 2007 y en la de entrada en vigor el 12 de mayo de 2008.

Don Gilberto dudaba en asistir en virtud de que para él ese viaje largo debía haberse realizado con suficientes días de an-

La última misión internacional de Gilberto Rincón, Ginebra

ticipación, como se había planeado inicialmente. Después de sólo unas horas de pensarlo concluyó que su presencia en Gi-nebra era importante, de manera que muy apresuradamente se hicieron los arreglos y ese mismo día salimos para Suiza. Ya ahí nos reunimos un día antes del evento con el embajador De Alba, quien le solicitó a don Gilberto que su participación consistiera en un comentario sobre las intervenciones que ten-drían los representantes de la sociedad civil en la ceremonia, de manera que tendría que improvisar de acuerdo con esos discursos, con los que no se contaría hasta el momento de ha-berlos escuchado.

La ceremonia, con el tema “El lado humano de la Convención” se llevó a cabo con toda solemnidad. Hubo cinco intervenciones de otros tantos expertos en el campo de los derechos humanos y la discapacidad pertenecientes a la sociedad civil, que versa-ron sobre niños con discapacidad; mujeres con discapacidad; pobreza y discapacidad; y accesibilidad.

Después de ese bloque de participaciones siguieron las inter-venciones de los países. La primera de ellas tocó a Nueva Zelan-da en voz del embajador Don MacKay, quien fue el presidente del Comité Especial que llevó a feliz término los trabajos de elabora-ción del texto de la Convención. Mackay inició diciendo: “Quisie-ra decir que es un placer ver entre nosotros al señor Gilberto Rincón Gallardo, de México, aquí en la sala de conferencias, por-que él, junto con México, puede ser considerado de muchas ma-neras como el padre de la Convención y es un privilegio enorme verlo aquí hoy”.

Gilberto pudo concluir así que había valido la pena el esfuerzo de superar las dificultades que se le habían presentado para es-tar presente en esa importante ceremonia, al final de la cual, como en los otros eventos relacionados con el tratado, recibió de los delegados de varios países amplias muestras de reconoci-miento por su trabajo, iniciado en 2001 en Durban, Sudáfrica, y concluido precisamente ahí, en esa día. Porque los planes eran continuar y lograr representar a México en el Comité de Segui-miento de la Convención, para lo cual recibió pocas semanas después el amplísimo apoyo de más de 400 organizaciones de la sociedad civil de personas con discapacidad y cuya elección se realizaría el 3 de noviembre en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.

Sin haberlo podido imaginar, aquel memorable y ya histórico 6 de junio de 2008 esa emotiva ceremonia de Ginebra se convirtió, significativamente, en el últi-mo evento internacional en el que estuvo presente Gilberto Rincón Gallardo, tocando el tema de las per-sonas con discapacidad, al que a lo largo de su vida, pero especialmente en los últimos siete años, dedicó muchos esfuerzos, coronando su lucha por la defensa de ese importante grupo, dentro y fuera de su país, con su trabajo en la Convención.

Amalia Gamio RíosCoordinadora del Programa de la Presidencia del

Conapred para los Derechos de las Personas con Discapacidad

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Del 17 al 19 de junio se realizó en la ciudad de Brasilia, Brasil, la Conferencia Regional de América Latina y el Caribe preparatoria de la conferencia de examen de Durban que se llevará acabo en abril de 2009 en la sede de la Organización de Naciones Unidas (onu) en la ciudad de Ginebra, Suiza. El evento congregó a 26 países de la zona y su objetivo fue revisar el cumplimiento de los compromisos derivados de la Conferencia y Programa de Acción de Durban (2001) en la región latinoamericana y en el Caribe. La reunión estuvo auspiciada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (acnudh).

La delegación mexicana estuvo conformada por Alejandro Be-cerra Gelover, director de Vinculación y Asuntos Internacionales del Conapred; Mariana Salazar Albornoz, directora de Política Internacional en Derechos Económicos, Sociales y Culturales y Grupos Específicos de la Dirección General de Derechos Huma-nos y Democracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores; y Roberto de León Huerta, segundo secretario de la Embajada de México en Brasil.

La Conferencia se realizó en las instalaciones de la Cancillería brasileña y fue inaugurada por Carlos Amorin, ministro de Rela-ciones Exteriores. En la inauguración estuvieron también presen-tes Edson Santos, ministro de la Secretaría Especial de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial de Brasil; Ngonlardje Mbaid-jol, director de la Oficina en Nueva York del acnudh; Kim Bolduc, coordinadora residente de las agencias de las Naciones Unidas en Brasilia, América Latina y el Caribe; y Epsy Campbell Bar, de la Asociación de Desarrollo de Mujeres Negras de Costa Rica, repre-sentando a la sociedad civil.

En la primera sesión de trabajo, los participantes en la Con-ferencia eligieron al presidente y vicepresidentes de la mis-ma, recayendo el primer cargo en Edson Santos, de Brasil, y las tres vicepresidencias en Alejandro Becerra Gelover, de México; Clara Inés Vargas, de Colom-bia; y María José Lubertino, de Argenti-na. Asimismo, el representante de nues-tro Consejo desempeñó la función de relator de la Conferencia.

El programa de trabajo contempló cuatro apartados: progresos en la apli-cación de la Declaración y Programa de Acción de Durban; eficacia de los meca-nismos de seguimiento; identificación de las buenas prácticas en la lucha con-tra el racismo, la discriminación, la xe-nofobia y las formas conexas de intole-rancia; y los desafíos y acciones futuras. La Declaración final de la Conferencia Regional constó de 159 puntos.

Vale la pena mencionar que el Conse-jo, junto con la Cancillería, propuso ante la Conferencia Regional varios párrafos integrados a la Declaración, con temas

Conferencia Regional de América Latina y el Caribe, Brasilia

fundamentales para México. Los puntos 2, 5, 10, 30, 39, 48, 64, 71, 90, 99, 107, 110, 123, 129, 131, 133, 135, 136, 142, 148 y 151 del documento reflejan esta postura y se relacionan con una serie de temas como son el Año Iberoamericano contra Todas la Formas de Discriminación, la Convención sobre los Derechos de las Per-sonas con Discapacidad, una definición más acorde al Conapred sobre discriminación, migrantes, educación para la no discrimi-nación, las políticas públicas, el desarrollo de indicadores, la participación de las ong, la diversidad sexual, la Conferencia Mundial sobre el Sida en la ciudad de México y la ampliación de las medidas de protección, entre otras.

Por otra parte, la Conferencia sirvió de marco para que Bece-rra Gelover se reuniera con el señor Edson Santos, ministro de la Secretaría Especial de Políticas de Promoción de la Igualdad Ra-cial de Brasil y con el embajador de México en ese país, Andrés Valencia Benavides. Con el primero la reunión versó, entre otras cosas, sobre la entrega de un reconocimiento que el Conapred otorgó en octubre al señor Abdias Do Nascimiento, de origen brasileño, por su destacada trayectoria en la lucha contra la dis-criminación racial en su país. Asimismo, se renovó la voluntad de firmar un acuerdo de colaboración Conapred-seppir.

En el caso de la reunión con el embajador se habló sobre la posibilidad de impulsar temas de derechos humanos en la agen-da bilateral México-Brasil y acerca de la posibilidad de convertir el convenio Conapred-seppir en un convenio bilateral.

Con el Documento final de la Conferencia Regional la zona de América Latina y El Caribe definió su postura de cara a la Confe-rencia del Examen de Durban que se realizará en Ginebra en abril del próximo año.

Alejandro Becerra GeloverDirector de Vinculación y Asuntos Internacionales

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[…] puede decirse, sin exagerar, que el 27 de septiembre de 2007

fue un día histórico para quienes luchamos por vivir en sociedades

más equitativas y buscamos que todas las personas, sin excepción,

se desarrollen en igualdad efectiva de derechos y oportunidades.

Gilberto Rincón Gallardo y Meltis

El 17 de septiembre de 2008, a convocatoria de la Presidencia de la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación (riood) y en cumplimiento del pro-grama de actividades aprobado en la reunión de conforma-ción del mecanismo –realizada en México durante septiembre de 2007–, se llevó a cabo en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina, la Primera Reunión Ordinaria de la riood con la presencia de 16 funcionarias y funcionarios de los paí-ses adheridos, bajo la premisa central de hacer una revisión de las actividades realizadas por las y los miembros durante el primer año de gestiones.

A nombre de la Presidencia de la Red, su secretario técnico –Alejandro Becerra Gelover– dio lectura al informe de activida-des 2007-2008, en donde se mencionaron las acciones coordi-nadas de divulgación, capacitación e intercambio de informa-ción orientadas a difundir una cultura de la no discriminación en la región. En el texto destacó por su importancia el punto 16 de la Declaración de Santiago, que se público el 11 de noviembre de 2007, como cierre de la xvii Cumbre de Jefes de Estado y de Go-bierno de Iberoamérica, celebrada en Santiago de Chile, en el cual se promulgó el 2008 como el Año Iberoamericano contra Todas las Formas de Discriminación, acuerdo motivado por la petición del gobierno de México y el Conapred y que fue parte del Programa de trabajo de la riood. El punto en cuestión que-dó formulado de la siguiente manera:

Punto 16. Declarar el año 2008 como el “Año Iberoamericano contra Todas

las Formas de Discriminación”, con la convicción de que el pleno respeto, la

promoción y la defensa de los derechos humanos, entre ellos el derecho a

la no discriminación, el impulso al desarrollo social y a la consolidación de la

democracia, constituyen vías privilegiadas para lograr la inclusión y la co-

hesión sociales, para la erradicación de la pobreza y de la marginación.

El Informe de la Presidencia destacó también los logros del “Primer Concurso Iberoamericano de Cuento sobre Discrimina-ción”; la coordinación y edición del libro titulado Atención a la discriminación en Iberoamérica. Un recuento inicial; y la elabo-ración del Informe sobre discriminación en Iberoamérica 2008, acciones que dieron cumplimento satisfactorio a los compromi-sos asumidos por la Red en 2007. De igual forma, se dio a cono-cer el trabajo de divulgación sobre la riood en los diferentes eventos internacionales en los que participaron tanto su presi-dente como su secretario técnico.

Posteriormente se escucharon los informes de las y los ti-tulares y representantes de las distintas vocalías que confor-man la Red. A través de éstos se dieron a conocer de manera general los avances que en materia de atención a pueblos y comunidades indígenas; mujeres; niñas, niños y jóvenes; mi-grantes, refugiados y personas en situación de desplazamien-to; adultos y adultas mayores; personas que viven con vih-si-da; grupos de la diversidad sexual (lgbt); comunidades afrodescendientes; grupos étnicos discriminados; personas de la diversidad religiosa y de creencias; personas con disca-pacidad; y personas en situación de encierro y liberadas se desarrollaron en los países miembros de la Red durante el periodo comprendido de septiembre de 2007 a septiembre de 2008.

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Primera Reunión Ordinaria de la riood, Argentina

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Continuidad de un esfuerzo iberoamericano, Argentina

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Durante la realización de la Primera Reunión Ordinaria se realizó un emotivo homenaje a la memoria de quien estuvo a cargo de la Presidencia de la riood y del Conapred, don Gilberto Rincón Gallardo y Meltis, y se pro-clamó la puesta en marcha del Premio Internacional contra la Discriminación Gilberto Rincón Gallardo, que será parte de las tradiciones de la Red y que servirá como un aliciente para continuar con la búsqueda de la igualdad, el respeto y la tolerancia para todas y todos.

El encuentro se cerró con un evento público en el edificio anexo de la Cancillería argentina, en donde perio-distas e investigadores de ese país, así como los directores generales adjuntos del Conapred, presentaron los libros Al otro lado. Relatos ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Cuento sobre Discriminación, Informe sobre la discriminación en Iberoamérica 2008, y Atención a la discriminación en Iberoamérica. Un re-cuento inicial.

Jorge Alfonso Torres RomeroSubdirector de Asuntos Internacionales

En otro momento de la reunión se revisó el Reglamento de la riood con la intención de modificar algunos de sus apartados en lo referente a la inclusión de nuevos miembros y a integrar algu-nas líneas para reglamentar la suplencia de las figuras directi-vas de la Red. Un espacio importante del debate se centró en las propuestas para instrumentar una serie de acciones que permitan el crecimiento de la Red como un mecanismo de utili-dad para los Estados y como base de las relaciones de coopera-ción entre las distintas instancias de la región para los temas de desarrollo, derechos humanos y no discriminación. Quedó cla-ro que una prioridad del trabajo futuro de la organización deberá enfocarse a concretar acciones que permitan a los gobiernos identificar a la riood como un referente de gestión y comunica-ción en Iberoamérica.

Para finalizar la reunión se discutieron y aprobaron por una-nimidad las 19 acciones del Plan de trabajo 2008-2009, que buscan consolidar las relaciones de colaboración de los miem-bros a través del seguimiento de proyectos, y la actualización

La reunión de Buenos Aires fue el esce-nario para la adhesión de la Secretaría Especial de Políticas y Promoción de la Igualdad Racial de Brasil; la Defensoría del Pueblo de la República del Paraguay; la Dirección para Promover la Igualdad y Prevenir la Discriminación del Estado de Coahuila, México; y el Colectivo Regio-nal por la Defensa de los Pueblos Indíge-nas y Negros de Oaxaca, México, como nuevos miembros de la Red Iberoameri-cana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación.

Un modelo de gestión e incidencia internacional

La adición de nuevos miembros

de datos e información sobre los grupos vulnerables, así como fortalecer los vínculos con la Organización de Estados America-nos (oea) y el Programa Cumbre Iberoamericano. En este senti-do, las y los miembros de la Red buscarán que en el marco del Programa Cumbre se instituya un capítulo sobre: “La no discri-minación, la igualdad y las diversidades”. Para ello se propuso la realización, en el corto plazo, de una reunión de altas autori-dades en la materia que aglutine a los organismos especializa-dos de los países de Iberoamérica cuyo mandato sea el comba-te a la discriminación, la xenofobia, el racismo y otras formas conexas de intolerancia. La apuesta final del Programa preten-de que en los países de la región el tema de la no discriminación logre ubicarse como una de las 10 prioridades en las agendas políticas de los gobiernos.

Otro punto aprobado fue la iniciativa de la Comisión de Dere-chos Civiles de Puerto Rico para celebrar en octubre de 2009, en la ciudad de San Juan, la Segunda Reunión Ordinaria de la riood.

Homenaje póstumo a Gilberto Rincón Gallardo

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Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación Presidencia

Reunidos en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el día 17 de sep-tiembre del año 2008, en el marco de la realización de la Primera Re-unión ordinaria de la Red Iberoamericana de Organismos y Organiza-ciones contra la Discriminación, las instituciones, organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil, comprometidos con los princi-pios y valores de nuestros pueblos y compartiendo el propósito co-mún de fortalecer y estrechar los lazos de cooperación para atender de manera frontal al fenómeno de la discriminación en la región, acor-damos la siguiente declaración:

1. Las y los miembros e instituciones de la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación nos unimos a la pena que embarga a la familia, amigos y colaboradores del señor Gilberto Rincón Gallardo y Meltis, presidente fundador de la riood, quien falleciera el pasado 30 de agosto en la ciudad de México.

2. Las y los miembros de la riood acordamos la instauración del Premio Internacional contra la Discriminación Gilberto Rincón Gallar-do, con el fin de estimular a las personas y a las instituciones que se distingan por su trayectoria en favor de la igualdad de derechos y de oportunidades a escalas nacional o regional.

3. Expresamos nuestro compromiso por consolidar el mecanismo de la riood como un ente de interlocución útil al interior de nuestros países y en su relación con los organismos internacionales, bajo la premisa de que nuestro colectivo puede contribuir institucional y téc-nicamente al desarrollo e implementación de los planes de gobierno y en las acciones que realizan los organismos internacionales para abatir gradualmente la discriminación.

4. Motivadas y motivados por los resultados que arrojaron las prime-ras acciones comunes de la riood y con la convicción de que dicho mecanismo es perfectible, ratificamos hoy nuestro compromiso de me-jorar la coordinación, comunicación y cooperación entre nuestras instituciones con el fin de lograr nuevas metas que contribuyan a fo-mentar la cultura de la no discriminación a escala regional, con el propósito de avanzar en la conformación de una región en donde se privilegien la igualdad de oportunidades y de trato para todas y to-dos, y el respeto irrestricto a la diversidad.

5. Condenamos firmemente todas las prácticas discriminatorias que existen sustentadas en el racismo y en los prejuicios culturales, así como toda clase de distinción, fragmentación y exclusión social que se viven de manera cotidiana en nuestros países, pretextada por el origen étnico o nacional, género, embarazo, edad, discapacidad, condición social, económica o de salud, aspecto físico, lengua, reli-gión, creencias, opiniones políticas, orientación o preferencia sexual, identidad y expresión sexo-genérica y estado civil, y exhortamos a todos los actores políticos, sociales y económicos a unir esfuerzos para abatir este fenómeno.

6. Respaldamos la iniciativa colectiva para ubicar en el corto plazo al fenómeno de la discriminación como una de las prioridades de atención en las agendas políticas de nuestros países.

7. Nos sumamos a la iniciativa del Instituto Nacional contra la Dis-criminación, la Xenofobia y el Racismo de Argentina (Inadi) de elevar al mecanismo de la Cumbre Iberoamericana la solicitud formal de con-vocar a una reunión sectorial de “Altas autoridades en materia de no discriminación, igualdad y diversidad” que aglutine a los distintos organismos especializados de los países de Iberoamérica que tienen como mandato el combate a la discriminación, la xenofobia, el racis-mo y otras formas conexas de intolerancia.

8. Celebramos la adhesión de la Secretaría Especial de Políticas y Promoción de la Igualdad Racial de Brasil; de la Defensoría del Pue-blo de la República del Paraguay; y del Colectivo Regional por la De-fensa de los Pueblos Indígenas y Negros de Oaxaca, México, como nuevos miembros de la riood.

9. Acogemos con beneplácito la iniciativa de la Comisión de Dere-chos Civiles de Puerto Rico para celebrar en la ciudad de San Juan la segunda reunión ordinaria de la riood en el mes de octubre de 2009.

10. Agradecemos al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, de Argentina, su hospitalidad y la excelente disposición para el desarrollo pleno de la primera reunión ordinaria de la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación.

Buenos Aires, Argentina, 17 de septiembre de 2008

Firmas de conformidad

NOMBRE INSTITUCIÓN

Adriana Tamariz Ministerio Coordinador de Patrimonio Natural y Cultural, Ecuador

Alejandro Becerra Gelover Secretaría Técnica de la riood

Edson Santos Secretaría Especial de Políticas y Promoción de la Igualdad Racial, Brasil

Fabricio Jiménez Departamento de Diversidad y No Discriminación, Secretaría General de Gobierno, Chile

Jesús López Lobato Foro Intereclesiástico Mexicano ac, México

Jorge Torres Romero Secretaría Técnica de la riood

José Luis Gutiérrez Consejo Nacional para PrevenirEspíndola la Discriminación, México

Manuel de Jesús Secretaría Nacional para la IntegraciónCampos Social de las Personas con Discapacidad, Panamá

Marco Antonio Curuchich Comisión Presidencial contra la Mux Discriminación y el Racismo contra los Pueblos Indígenas en Guatemala, Guatemala

María José Lubertino Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo

María Rachid Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, Argentina

Palmira Ríos González Comisión de los Derechos Civiles, Puerto Rico

Pedro Mouratian Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, Argentina

Rigoberto Mata Medina Foro Intereclesiástico Mexicano ac, México Shirley Cantero Figueredo Defensoría del Pueblo, Paraguay Vilma Ramírez Santiago Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, México

Declaratoria de la Primera Reunión ordinaria de la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación

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Programa de trabajo Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación

Septiembre 2008 a septiembre 2009

1. Ampliación y actualización del Informe sobre Discriminación en Iberoaméri-ca”. En virtud de la integración de nuevos miembros al mecanismo de la Red se sugiere que en un lapso no mayor a cuatro meses, posteriores a la fecha de realización de esta Primera Reunión Ordinaria, los organismos y organizacio-nes adherentes envíen a la Presidencia de la riood el diagnóstico sobre la aten-ción a la discriminación que se vive en su país, basados en la formulación de las respuestas al cuestionario que se ha elaborado para tal fin. De igual forma, aquellos organismos y organizaciones que requieran ampliar o modificar algu-na información nacional se comprometen a enviar, en el periodo establecido, sus alcances y complementos al citado Informe.

2. Integrar un grupo de trabajo multinacional que se haga cargo de la actuali-zación y sistematización de la información referente al tema del fortalecimien-to institucional en la región. Dicho equipo estará a cargo de la coordinación y edición de un documento que integrará un segundo libro que recupere nuevas experiencias institucionales.

3. Integrar un grupo de trabajo multinacional que se haga cargo de la revisión del Reglamento de la riood. Dicho equipo estará a cargo de la revisión y elabo-ración de una propuesta de modificaciones al Reglamento. La propuesta se enviará a todas y todos los miembros de la Red paras su conocimiento y aprobación.

4. Elaborar un directorio iberoamericano de instituciones de prevención y atención de las distintas modalidades del fenómeno discriminatorio. Cada ins-titución y organización miembro enviará a la Presidencia de la riood, en el transcurso de los próximos tres meses, un listado detallado de aquellas ins-tancias de corte nacional o local que atiendan la discriminación en su país. Para ello, la Secretaría Técnica hará llegar un formulario con los datos que deberá contener dicho directorio. Una vez concluida dicha tarea, el documen-to estará a la disposición de todas las instituciones.

5. Elaboración de una carpeta de información básica sobre la riood. La Secre-taría Técnica elaborará y pondrá a consenso un folleto descriptivo de la Red, así como una carpeta de información básica. Dichos documentos tendrán como objetivo central coadyuvar a las labores de divulgación y gestión de la riood.

6. Realizar el “Primer diplomado en línea sobre la cultura de la no discrimina-ción”. Con base en la propuesta del Conapred se realizará un primer curso de formación virtual a través de la Internet.

7. Estructurar un seminario permanente entre las y los miembros de la riood, con el objetivo de intercambiar metodologías de análisis y medición del fenó-meno discriminatorio. En virtud del uso de las nuevas tecnologías, se pretende lograr un intercambio de experiencias que permita la construcción de indica-dores en aquellas instituciones que no cuenten con tales instrumentos. Para ello, se hace necesaria la relación permanente con universidades e institutos de investigación que coadyuven en el logro de tal fin.

8. Apoyar a las oficinas del censo nacional para lograr el revelamiento de infor-mación sobre discriminación a grupos en situación de vulnerabilidad. Conse-guir que a través de alianzas estratégicas se incluyan reactivos en los censos y encuestas nacionales que brinden información útil para el desarrollo de las políticas públicas y de atención a la problemática de la discriminación.

9. Convocar a la realización del “Primer Concurso Iberoamericano de Ensayo sobre Discriminación”. En el primer bimestre de 2009 la Presidencia de la Red pondrá a consideración de todos los miembros las bases y compromisos comunes para la publicación de la convocatoria del certamen.

10. Conformar un catálogo de materiales editoriales de los organismos y orga-nizaciones pertenecientes a la riood. En el transcurso del año, los miembros de la Red harán llegar a la Secretaría Técnica los listados de libros, folletos, carteles y demás materiales impresos y audiovisuales editados por ellos, con la intención de crear un catálogo para la consulta de las y los miembros, con el fin de que tengan derechos preferenciales de reproducción de aquellas fuentes de información que sean de interés para el desarrollo de sus funciones y objetivos.

11. Realización de eventos nacionales en nombre de la riood. Los organismos y organizaciones iberoamericanos se comprometen a realizar durante el perio-do comprendido entre septiembre de 2008 a septiembre 2009 al menos dos eventos nacionales para buscar incidir en la prevención y eliminación de la discriminación y fortalecer y divulgar el trabajo colegiado del mecanismo de la Red.

12. Puesta en marcha de un mecanismo virtual de observación del fenómeno de la discriminación en la región y de una página electrónica de la riood. Se pretende buscar el consenso y el apoyo de las y los miembros de la Red para el establecimiento de una plataforma virtual de comunicación e intercambio de información temática. Adicionalmente se busca construir la página de la orga-nización en Internet. Esto incluye la constitución de un Comité Editorial que tenga a su cargo las gestiones para la instrumentación de la iniciativa.

13. Buscar que en el marco del Programa Cumbre Iberoamericano se instituya un capítulo sobre “No discriminación, igualdad y diversidades”. Las y los miembros de la riood harán las gestiones necesarias ante el mecanismo de la Cumbre para que se exploren las vías y fórmulas acreditables que contemplen iniciativas de integración, reconocimiento y políticas públicas reales y efectivas para la no discriminación de los pueblos indígenas; afrodescendientes; perso-nas de la comunidad lgbt; migrantes, refugiados y desplazados; víctimas del antisemitismo, la arabofobia y la islamofobia; adultos y adultas mayores; per-sonas discriminadas por su condición socioeconómica, su género o apariencia física; niñas, niños y jóvenes; personas que viven con vih y sida; personas en situación de encierro y liberadas; gitanos y pueblos rom; víctimas de la discri-minación y el racismo ambientales; víctimas de la discriminación en los medios de comunicación y de la diversidad ideológica.

14. Incidir en nuestros países para que el tema de la no discriminación se colo-que dentro de las 10 prioridades de atención en la agenda política. A través del esfuerzo colectivo, lograr que el tema de la prevención y gradual eliminación de la discriminación se incluya como uno de los 10 temas prioritarios en las agendas de los países iberoamericanos, promoviendo que cada uno institucio-nalice la lucha contra toda forma de discriminación mediante la creación de un organismo que tome el tema como su principal responsabilidad.

15. Consolidar la relación de la riood con la Organización de Estados America-nos (oea). Lograr ampliar las formulas de colaboración del mecanismo de Red con la oea para coadyuvar a la consolidación de una región igualitaria, demo-crática y plena en el respeto a los derechos humanos.

16. Apoyar la ratificación y seguimiento de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas. Las y los miembros de la riood harán las gestiones necesarias para que sus gobiernos ratifiquen en lo inmediato el citado instrumento y apoyen, en la medida de sus posibilidades, los trabajos propios al nombramiento y acompañamiento de la figura del rela-tor especial de la Convención.

17. Promover y apoyar la ejecución del Plan de Acción del Decenio en las

Américas para la Dignidad y los Derechos Humanos de las Personas con Disca-

pacidad. Las y los miembros de la riood harán las gestiones necesarias para

que sus gobiernos apoyen las iniciativas del mencionado plan.

18. Promover y apoyar la ratificación y seguimiento de todas las convenciones,

tratados y mecanismos internacionales del Sistema de Naciones Unidas y de la

Organización de Estados Americanos. Las y los miembros de la riood harán las

gestiones necesarias para que sus gobiernos ratifiquen en lo inmediato aque-

llas convenciones y tratados internacionales que estén pendientes de dicho

proceso. De igual forma, se comprometen a coadyuvar en el seguimiento de

los compromisos suscritos en dichos mecanismos.

19. Las y los miembros de la riood convocamos a nuestro siguiente encuentro

en la ciudad de San Juan de Puerto Rico en octubre de 2009.

Buenos Aires, Argentina, 17 de septiembre de 2008

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Simultáneamente a que las parejas del mismo sexo que viven en California comienzan a planear su boda, los opositores a las uniones homosexuales redoblan esfuerzos para que no ocurran en el estado más poblado de Estados Unidos.

En el dictamen de la Suprema Corte de California sobre el tema se dijo que no había razón justificable para que el Esta-do impidiera casarse legalmente a una pareja por su orienta-ción sexual. El presidente de la Corte, el magistrado Ronald George, comentó que el voto de cuatro jueces a favor y tres en contra tomó en cuenta que aunque las sociedades domésti-cas proveen muchos de los derechos y beneficios del matri-monio, éstos no son suficientes.

“En contraste con tiempos anteriores, nuestro estado ahora reconoce que la capacidad de un individuo para establecer una relación con otra persona a largo plazo, amorosa y com-prometida, y que de manera responsable cuide y críe a los hi-jos, no depende de su orientación sexual”, estableció la Corte.

Los opositores proponen un referéndum que permita a los californianos votar sobre una enmienda constitucional que prohíba los matrimonios entre personas del mismo sexo y sostuvieron que el dictamen es un ejemplo de extralimitación judicial, en la cual las opiniones de unos jueces pasan por encima de la voluntad de los ciudadanos. “La decisión [de la Corte] no es la manera en que se supone que estos temas controvertidos se manejen en una democracia”, señaló Brian Brown, de la Organización Nacional por el Matrimonio, grupo que apoya la campaña para prohibir los casamientos homo-sexuales.

A la fecha, 26 estados de la Unión Americana han aprobado enmiendas en sus constituciones estatales para aprobar la unión entre personas del mismo sexo. Las cortes de Nueva York, Maryland y Washington han rechazado el matrimonio gay; Nueva Jersey sólo otorgó las uniones civiles como alter-

nativa; Massachussets legalizó el matrimonio gay en 2004. En ese estado se han casado más de 9,500 parejas del mismo sexo.

La decisión de la Corte de California es histórica por el tama-ño de la población de ese estado –38 millones de una pobla-ción total de 302 millones de habitantes en Estados Unidos– y su papel de vanguardia en muchos cambios sociales y cultu-rales que se han expandido al resto de esa nación desde la Segunda Guerra Mundial. Se estima que en California hay 108,734 hogares de parejas del mismo sexo de acuerdo con el censo de 2006.

“Se trata de la dignidad humana. Se trata de los derechos humanos. Se trata de que es el momento en California”, dijo el alcalde de San Francisco, Gavin Newsom, frente a una mul-titud que festejaba la decisión de la Corte ante el Ayuntamien-to. “Así como toma rumbo California, así lo toma el resto de la nación. Es inevitable. Va a ocurrir, les guste o no”.

Todo el proceso comenzó en 2004 cuando Newsom abrió las puertas del Ayuntamiento para que las parejas gays se casaran en un movimiento calculado con el fin de retar a la ley californiana; 4,000 personas se casaron antes de que la Su-prema Corte estatal frenara la práctica. Después, dos doce-nas de parejas gay interpusieron demandas legales junto con el gobierno de San Francisco y organizaciones pro derechos de las personas homosexuales.

Las parejas de gays y lesbianas ya se han acercado al Ayun-tamiento de San Francisco para tramitar sus licencias de ma-trimonio civil. En Los Ángeles se emitió un boletín donde se afirma que se espera un análisis legal de la decisión de la Cor-te y un cronograma de su instrumentación. Por su parte, el secretario de Estado de California dictaminará si quienes pro-ponen el referéndum han recolectado firmas suficientes para que se ponga a votación la enmienda constitucional.

Luz verde a matrimonios gay

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La lucha mundial contra el vih-sida es insuficiente

Especialistas en recursos humanos piden instrumentar políti-cas públicas de empleo para adultos mayores, impulsadas des-de ámbitos gubernamentales, que proporcionen puestos de salario fijo, estables y bien remunerados a este sector de la población. La gran mayoría de las empresas sólo contratan a personas que no han cumplido aún los 40 años y a veces reducen sus convocatorias a los 35.

Sin embargo, en México existen 8.2 millones de personas que rebasan los 60 años y la expectativa es que para 2018 existan 17 millones de adultos mayores. De 2001 a la fecha se estima que sólo 37,000 han conseguido empleo.

Los expertos argumentan que los adultos mayores son gen-te capaz, dedicada, esmerada en su trabajo y muy agradecida, que aporta mucho a las organizaciones, pero pocas empresas

La humillación del desempleo

Más de 63 muertos (algunos de ellos quemados vivos) y dece-nas de desplazados fueron el resultado de disturbios xenofó-bicos en Sudáfrica, que mostraron el descontento popular con el gobierno sudafricano que no ha sido capaz de proveer suficientes trabajos, vivienda y escuelas en los barrios más pobres.

Los enfrentamientos han recordado el apartheid que se su-fría durante el gobierno racista, cuando los negros vivían se-gregados y sin que se reconocieran sus derechos. Ahora el problema no es la confrontación de razas sino de lugareños y migrantes. En un contexto de pobreza generalizada que afecta a todos, los sudafricanos luchan por comprar comida mientras los precios suben, situación que se combina con un alto des-empleo. Los inmigrantes y refugiados fueron atacados porque son vistos como competidores que disputan los escasos re-cursos disponibles. Vienen de Zimbabwe, Malawi, Mozambi-que y otros países de la región, y se han convertido en los blan-cos principales de la xenofobia. El gobierno movilizó al ejército para frenar la violencia en las zonas más conflictivas.

Los disturbios comenzaron en Ramaphosa, un conjunto de viviendas pobres al este de Johannesburgo, donde algunos extranjeros fueron golpeados y sus casas incendiadas. Días después la violencia se volvió extrema. “Las personas grita-ban que nosotros les estábamos robando los trabajos, que éramos los culpables de la delincuencia, que éramos crimina-les”, afirmó Leyton Salaman, migrante de Malawi que ha vivi-do en Sudáfrica por ocho años. “Ahora venimos por sus cosas”, gritaban los saqueadores. Salaman y sus vecinos tuvieron que huir para salvar la vida.

Algunas de las víctimas fueron quemadas vivas, según atestiguó Jonathan Whittal, funcionario de Médicos sin Fronte-ras; añadió que además de asesinatos ocurrieron violaciones, disparos y heridas con arma blanca. Se mostró preocupado por la seguridad futura de los inmigrantes, ya que las causas reales que generaron los enfrentamientos no se han atendido adecuadamente en el pasado.

La Fundación Nelson Mandela pidió calma y remarcó que el popular ex presidente había apoyado proyectos dirigidos a ayudar a que los inmigrantes se integraran a las comunidades sudafricanas: “No podemos culpar a otras personas por nues-tros propios problemas”.

Con estas acciones se espera frenar la violencia como la que afectó a Gina Themba, originaria de Zimbabwe, que ates-tiguó cómo sus vecinos –con los que había convivido desde hacía más de tres años– se presentaron en su casa en la ma-drugada y le exigieron que se fuera; Gina les dijo que no en-tendía por qué, pero tuvo que huir a la comisaría de policía más cercana con su hija de dos semanas de edad. Estas esce-nas se repitieron y las iglesias, comisarías y edificios comuni-tarios se llenaron de refugiados.

Vincent Williams, del Instituto para la Democracia en Sudá-frica, señaló que “durante mucho tiempo hemos sabido que en Sudáfrica los niveles de xenofobia son altos”. Pidió una cam-paña intensa para que tanto inmigrantes como sudafricanos entiendan los derechos civiles de los primeros y que subraye que, aunque los inmigrantes tienen trabajos, también compran productos y servicios sudafricanos y pagan impuestos.

A estos llamados respondió parte de la población que se ha movilizado con comida, ropa y otras donaciones a través de organizaciones religiosas. Sin embargo, el sentimiento gene-ral lo expresó Lisa Letsoso, joven sudafricana de 18 años que trabajó distribuyendo la ayuda a los inmigrantes: “Los suda-fricanos están peleando con los extranjeros. Ahora los ex-tranjeros están contestando con violencia. El resultado es que todos sufren”.

Xenofobia en Sudáfrica

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se interesan por ellos. Pedro Borda, director de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), dice que “existe el mito de que si eres viejo estás enfermo y enton-ces serás faltista, pero estamos en mejores condiciones de salud que hace muchos años. Esta gente ya cubrió su etapa en el Seguro Social o issste, entonces ya ni siquiera son un costo adicional”. Borda señala que pocas empresas se interesan por contratarlos: básicamente laboratorios y tiendas de autoser-vicio, como Chedraui, Pfizer y Soriana, entre otros. En su opi-nión hace falta una iniciativa de ley que ofrezca beneficios a las firmas contratantes de adultos mayores.

Mercedes de la Maza, directora ejecutiva de Fundación Manpower, comenta que a través de la fundación que enca-beza ayudan a este sector poblacional a encontrar empleo y tratan de concientizar a las compañías “del talento que están desperdiciando al no contratarlo”.

Sin embargo, mientras no haya una legislación específica que fundamente políticas públicas positivas y/o compensato-rias en pro del empleo de adultos mayores, este fenómeno evidente de discriminación que lacera a un amplio grupo so-cial seguirá vigente con su cauda de negativas, humillaciones y tristezas que afectan a hombres y mujeres cuyo único peca-do laboral es el paso del tiempo.

La Organización de Naciones Unidas (onu) informó que el nú-mero de muertes y contagios causados por el virus del sida se redujo en la década reciente en todo el mundo, pero los nuevos infectados superaron los esfuerzos por proporcionar tratamien-tos antirretrovirales adecuados.

La onu entregó medicinas a poco más de un millón de perso-nas en 2007, mismo año en que se infectaron 2.5 millones de personas. Peter Piot, el jefe de Onusida, subrayó que “a menos que la comunidad internacional actúe de inmediato y cumpla su compromiso de poner en marcha una respuesta excepcional al vih, los costos humanitarios y económicos de la epidemia continuarán en aumento”.

En ese sentido, la organización internacional pide un “fuer-te compromiso y liderazgo sostenidos políticamente” para combatir la epidemia, que ha matado a más de 25 millones de personas desde que el virus fue aislado por primera vez a me-diados de los 80. “Un liderazgo verdadero se refleja en la ac-ción, no en las palabras”, señaló Piot.

Desde 2001 la onu lanzó programas a escala mundial para contener la epidemia antes de 2015. El avance es evidente en buena parte de las regiones del planeta, pero sigue siendo irregular en muchos países e incluso, paradójicamente, den-tro de un mismo país.

La lucha contra el vih-sida forma parte de los Objetivos del Milenio, que adoptó la Asamblea de la onu en 2000 sobre sa-lud, educación, mortalidad infantil, maternidad e igualdad de género en todo el mundo. La onu solicitó a los gobiernos cum-plir esos objetivos antes de 2015.

Respecto de esta epidemia se publicó el Informe Ban, el cual llega a la conclusión de que para lograr que en 2010 todos los afectados tengan acceso a una terapia moderna es indispensa-ble aumentar los medios financieros destinados a tal fin. A pesar de los 10,000 millones de dólares invertidos a escala mundial únicamente durante 2007, la brecha entre los medios para atacar el gran problema y las necesidades que exigen su solución se amplía.

Después de un esfuerzo de años, que se enfatizó durante los primeros meses de 2008, activistas de las organizaciones ci-viles de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero, tra-vesti y transexual (lgbttt) y el Partido Socialdemócrata soli-citaron y obtuvieron la aprobación en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (aldf) de reformas a los Códigos Civil y de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, que permiten que las personas transgénero y transexuales tengan la posibili-dad de cambiar su nombre en las actas de nacimiento y docu-mentos oficiales de acuerdo con su nueva identidad.

Estas reformas no abarcan los cambios relativos al tema de la salud que se contemplaban en el paquete legislativo origi-nal presentado ante la aldf, entre los cuales se incluían te-mas como la intervención quirúrgica, y el tratamiento hormonal y psicológico que requiere el protocolo de cambio de sexo, al no poder garantizarse los recursos públicos para atenderlos.

Con una votación de 37 votos a favor, 17 en contra y ningu-na abstención, el pleno de la aldf aprobó las reformas que permiten que las personas transgénero y transexuales sean reconocidas ante las autoridades como personas, con lo que se facilita su acceso al trabajo, a la salud y a la vivienda, pues simplemente el hecho de ser mujer visualmente, pero con la identidad de otro sexo, genera estigmas y actos de discrimi-nación.

Por fin: rectificación de acta a transexuales

→ continúa p. 16

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minorías étnicas que viven en México desde la Colonia y que si-guen contribuyendo de diferentes maneras al desarrollo del país.

Estos grupos se encuentran diseminados por todo el terri-torio nacional pero se localizan sobre todo en los estados de Guerrero, Oaxaca y Veracruz. Sin embargo, en la actualidad los afromexicanos siguen siendo minorías discriminadas y abandonadas a su suerte por motivos históricos de racismo y discriminación a la raza negra.

Desde el punto de vista constitucional, México es un país “pluricultural” donde son tomados en cuenta los derechos hu-manos de todas las personas que lo habitan. En este contexto se cuenta con el Conapred, la Comisión Nacional de los Dere-chos Humanos (cndh) y la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (cdi), instituciones que impulsan el reco-nocimiento y ejercicio de los derechos humanos de las mino-rías afromexicanas.

Sin embargo, el rostro del racismo no se ha extinguido en nuestro país, pues a las oficinas del Centro de Investigacio-nes y Estudios Superiores en Antropología Social, participan-te del Congreso, llegó un correo electrónico amenazador en el que se le advierte a la investigadora francesa Marie Odile Hoffman que: “No se le ocurra introducir en México a más malditos negros. México es un país de mexicanos, con una cultura ya establecida. Esta cultura la componen: indígenas, mestizos y criollos. La comunidad negra es nula. Se puede decir que en México no hay negros, ¡qué bendición! Los ne-gros, como ustedes saben, son de lo más vulgar que pueda ser un ser humano: sucios, mentirosos, tramposos, rateros, trai-dores, problemáticos. México tiene ya muchos problemas in-ternos, no necesita más” (sic). Y en efecto, tiene muchos pro-blemas. Lástima que uno de ellos sea el racismo.

El diputado Jorge Carlos Díaz Cuervo, uno de los promoto-res de las iniciativas, lamentó que el derecho a la salud no haya sido considerado en esta discusión, ya que el plantea-miento original proponía cambio de sexo a través de operacio-nes quirúrgicas y tratamientos hormonales. “Las izquierdas no pudimos convencer a las izquierdas”, lamentó.

Durante el Congreso Internacional “Diáspora, Nación y Dife-rencia. Poblaciones de Origen Africano en México y Centro-américa”, celebrado en junio en la ciudad de Veracruz, se lle-gó a la decisión de impulsar en nuestro país una Ley Federal sobre los Derechos de los Pueblos Afromexicanos que con-temple el tema del acceso a la justicia en todo el territorio nacional.

Los investigadores que participaron en este encuentro, or-ganizado por la Coordinación Nacional de Antropología –de-pendiente del Instituto Nacional de Antropología e Historia, inah– coincidieron en que es urgente dotar a México de una ley que incorpore los derechos humanos de esta población.

Argumentaron que el reconocimiento y la visibilidad de la población negra están ausentes en la reflexión histórica y que no existen referencias oficiales en el país, luego de un diálogo intenso sobre la situación de esta población, cuyos antece-dentes datan de la época de la esclavitud, durante la coloni-zación de América.

Además del reconocimiento jurídico, también exigieron la inclusión en la historia oficial de México, una nación con una gran diversidad étnica y cultural. El investigador Marco Anto-nio Caballero Reyna planteó que en las escuelas debe narrar-se la historia de la población de origen africano, “considerando que es necesario reflexionar sobre los siguientes aspectos: la historiografía actual y sus compromisos con el Estado nacio-nal; el actual uso público de la memoria en historia; y cómo y qué historia se enseña ahora en México, evaluando el espacio que se le dedica a la historia afrodescendiente”.

Jean-Philibert Mobwa Mobwa N’ Djoli, representante del Con-sejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), se refirió a los derechos humanos de los pueblos afromexicanos,

A pesar de lo anterior, las organizaciones del movimiento transgénero y transexual consideraron que esta reforma es un primer paso para garantizar el desarrollo democrático de esta ciudad, en la cual se han visto conquistas históricas como las sociedades de convivencia, que han abierto brecha en favor de la igualdad y la no discriminación de los grupos vulnerados.

Leyes incluyentes para afromexicanos

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Persecución a los emos

Con motivo de notas informativas publicadas en los periódi-cos El Universal, Reforma, La Jornada y Milenio, así como de una nota transmitida por Radio 13, en su programa Noticias Primera Edición, el Conapred dio inicio, de oficio, a tres recla-maciones, debido a que las referidas notas periodísticas mani-festaban que se había incitado a la población a agredir a las personas pertenecientes al grupo social emo.

A través de ellas se anunciaba que se había lanzado una primera convocatoria en el estado de Querétaro y una segunda en el Distrito Federal, mismas que dieron origen a los dos pri-meros expedientes abiertos por parte de este Consejo.

En el caso de Querétaro, se solicitó al gobernador del esta-do, a la titular de la Secretaría de Educación, al procurador general de Justicia, al secretario de Seguridad Pública y al pre-sidente municipal de Santiago Querétaro, que se adoptaran las medidas precautorias adecuadas y suficientes para garan-tizar la integridad física y psíquica de las personas que inte-gran la comunidad emo.

Por lo que hace al Distrito Federal, se pidió lo mismo al jefe de gobierno, al procurador general de Justicia y al secretario de Seguridad Pública.

Respecto del tercer expediente, fue dirigido a los otros 31 estados de la República solicitando a los gobernadores que instruyeran al procurador general de Justicia, así como a la persona titular de la Secretaría de Seguridad Pública, para que, en el ámbito de sus respectivas competencias y de mane-ra inmediata, adoptaran las medidas pertinentes tendentes a prevenir cualquier acto de discriminación, en agravio la comu-nidad de jóvenes emos; que se efectuaran las acciones nece-sarias que estén a su alcance para garantizar los derechos a transitar libremente en espacios públicos, a la libre expresión de ideas, a la libertad de pensamiento, a la libre asociación y al sano esparcimiento de los jóvenes emos que se reúnen en lu-gares públicos.

Sin lenguaje para el diálogo

El señor J, adscrito a la Dirección 1 de Educación Primaria en el Distrito Federal, en la Oficina de Proyectos Académicos, se dirigió a este Consejo para manifestar que había sido discri-minado en dicha institución pública por ser hipoacúsico (nivel de audición por debajo de lo normal). Asimismo, señaló que sus compañeros lo habían atacado a sus horas de entrada, sali-da y comida.

El reclamante indicó que se dio por terminada su comisión en la Dirección Operativa y lo mandaron a la escuela sin que él lo hubiera solicitado y sin dar motivo alguno. Además, mani-festó que el jefe de Recursos Humanos lo intimidó para que aceptara el cambio si no deseaba que actuase en su contra; incluso señala que tuvo que llevar a un amigo para que le ex-plicaran lo que sucedía, aprovechándose de su discapacidad.

Notificada por este Consejo la autoridad señalada, no tuvo inconveniente alguno en someterse al procedimiento conci-liatorio con el reclamante, gracias al cual se llegó a los acuer-dos que se refieren a continuación.

La institución no practicaría ningún descuento salarial al reclamante; se buscarían las estrategias para mejorar la co-municación con él, como por ejemplo contratar a una persona especialista en lenguaje de señas mexicanas para impartir un curso al personal de la Dirección; los servidores públicos de la institución se comprometieron a no cometer ningún tipo de represalia en agravio del reclamante y a no discriminar por ninguna causa, como lo es la discapacidad; se permitiría al personal del Conapred la impartición de los cursos necesa-rios alusivos a la cultura de la no discriminación e igualdad de oportunidades, dirigidos de manera específica al personal que integra las áreas de oficina de Servicios Administrativos, de Recursos Humanos y del Módulo de Empleo y Remuneracio-nes, de conformidad con el calendario que para tal efecto sea acordado por estas instituciones, mediante sus áreas respec-tivas; finalmente, se verificarían con el área jurídica los meca-nismos necesarios para promover la realización de los análisis jurídicos conducentes al establecimiento de normas nuevas que consoliden la legislación relativa a la no discriminación e igualdad de oportunidades.

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Notas periodísticas manifestaban que se había incitado a la

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Señaló que había sidodiscriminado por ser hipoacúsico (nivel de

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Desde el mes de mayo de 1997 hasta septiembre del 2007, la señora P laboró para la biblioteca del Centro Nacional de las Artes (Cenart) como subdirectora de Servicios Bibliotecarios. En febrero de 2007, el nuevo director de la biblioteca inició funciones y, según la reclamante, desde el primer día brindó un trato discriminatorio y de repudio hacia las mujeres, alar-deando de su misoginia, lo cual provocaba la inequidad de género y la discriminación de los nueve mandos medios feme-ninos que ahí laboraban, a quienes incluso llegó a impedir tener audiencias con él.

En dos audiencias que les concedió en seis meses, la recla-mante manifiesta que el director llegó a referirse a las muje-res como “el diablo”, les dijo que “olían a azufre” y mostró asco cuando se le nombró a sor Juana Inés de la Cruz.

Al interponer la correspondiente reclamación ante este Consejo, personal del mismo notificó al presunto discrimina-dor la solicitud para que se sometiera al procedimiento de conciliación, algo que aceptó, por lo que días después tuvo lugar la pertinente audiencia entre él y la reclamante. En ella se acordó que el director del Cenart daría instrucciones por escrito a todo su personal directivo, de manera preventiva, a fin de que se comprometa a no cometer acto de discrimina-ción alguno contra ninguna persona ni por ninguna causa; que permitiría al personal del Conapred impartir los cursos necesarios alusivos a la cultura por la no discriminación e igualdad de oportunidades, dirigidos de manera específica al personal directivo del Cenart, así como al de su biblioteca, y demás personal que se sume al mismo; y que haría llegar a los canales conducentes del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) una solicitud para que se promueva la realización de los análisis jurídicos conducentes al estableci-miento de normas nuevas que consoliden la legislación relati-va a la no discriminación e igualdad de género, por lo que el expediente se concluyó exitosamente.

Orgulloso de su misoginia

Un jardín nada florido

El señor y la señora F, quienes tienen una hija menor discapa-citada en el Jardín de Niños Quetzalli, se dirigieron a este Con-sejo para interponer una queja contra dicha institución edu-cativa debido a que consideraron que la pequeña había sido discriminada al imponérsele un horario más corto que el apli-cado a sus compañeros. Asimismo, en su queja manifestaron que no se le proporcionaron a la menor las condiciones nece-sarias que por su discapacidad requería, para su estancia en dicho centro escolar, y que una profesora se mofaba de ella ante las madres de familia de los demás alumnos, de las aten-ciones que su hija requería con motivo de su discapacidad, además de que la ignoraba y no le proporcionaba un servicio educativo igual que el del resto del grupo.

Los responsables del Jardín de Niños Quetzalli no tuvieron inconveniente en someterse al proceso de conciliación una vez que fueron notificados al respecto por el Conapred. Por medio de este procedimiento, ambas partes acordaron que la directora de la institución edu-cativa permitiría que personal de este Consejo impartiese los cursos pertinentes en materia de no discriminación e igual-dad de oportunidades al per-sonal docente y administrati-vo de la misma; y que personal del Conapred colocase en el referido centro escolar los car-teles de difusión que considere necesarios, los cuales son editados por este organismo, en los que se que se promueve el servicio que proporciona el Conse-jo, los números telefónicos de orientación y la dirección para acceder al servicio; y que dentro de los 30 días hábiles si-guientes a la firma del convenio exhortaría por escrito al per-sonal del centro escolar a su cargo para que se fortalezca el respeto a la dignidad de los alumnos del Jardín de Niños Quet-zalli, independientemente de cualquier causa que pudiera generar un trato diferenciado o el menoscabo de sus derechos fundamentales.

Al mismo tiempo, los reclamantes se comprometieron a darse por satisfechos respecto de las pretensiones planteadas ante este Consejo y a no reservarse ninguna acción con moti-vo de la presente reclamación.

Así, el expediente quedó concluido debido al sometimiento de las partes al procedimiento conciliatorio.

Brindó un trato discriminatorio

y de repudio hacia las mujeres, alardeando

de su misoginia

No se le proporcionaron a la menor las condiciones necesarias que por su discapacidad requería

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Medicamentos para sanos

La señora L interpuso una reclamación ante este Consejo a raíz de los hechos que siguen. Según expresó, acudió al Hos-pital General número 46, en Guadalajara, Jalisco, a fin de que le surtieran la receta de su hijo y poder recoger sus medicamen-tos antirretrovirales, ya que desde la infancia tiene retraso psi-comotriz y actualmente vih, situación que lo tiene postrado en la cama.

Al presentarse en la Dirección para que le firmaran y autori-zaran las recetas, la secretaria le informó que no era posible debido a que ella no era derechohabiente. La reclamante le explicó el problema, y la secretaria le dijo que acudiera con el médico tratante para que le extendiera una nota en la cual se especificara el diagnóstico de su hijo.

El médico tratante extendió la nota, que fue llevada por la señora L a la Dirección donde, después de esperar durante un tiempo considerable, la secretaria volvió a comunicarle que la nota no servía, de modo que tuvo que marcharse sin los medi-camentos.

Revisada la reclamación, personal del Conapred envió un ofi-cio a la autoridad presuntamente responsable de cometer el acto de discriminación solicitándole que se adoptaron a favor del agraviado medidas precautorias con el fin de salvaguardar su integridad física, así como para que se le brindara la aten-ción médica que requiriera.

De conformidad con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y su Estatuto Orgánico, se invitó a la referi-da autoridad a que sometiera el caso al procedimiento conci-liatorio, lo cual fue aceptado, por lo que se llevó a cabo la audiencia en la que se firmó el convenio respectivo y se toma-ron los siguientes acuerdos: en primer lugar, la institución sanitaria garantizaría la atención médica oportuna, con cali-dad y calidez, para el presunto agraviado y todos los derecho-habientes que viven con vih-sida, además de la entrega opor-tuna en tiempo y forma de los medicamentos antirretrovirales necesarios; para ello, dicha Delegación se comprometió a rea-lizar una reposición de inventarios de manera semanal a fin de detectar el medicamento antirreotoviral faltante y poder abastecerlo.

Asimismo, como medida preventiva la institución se com-prometió a instrumentar un curso de sensibilización alusivo a la cultura por la no discriminación e igualdad de oportunida-des, específicamente en materia de vih-sida, mismo que im-parte la Subdirección de Medidas Administrativas de este

Doctor nada paciente

El señor G acudió al Hospital Regional Zaragoza del issste con el fin de recibir consulta de tercer nivel en el servicio de infectología. Asimismo, según declaró el reclamante, el médi-co que lo atendió le proporcionó una atención distante y des-pótica e hizo una serie de aseveraciones y recomendaciones médicas erróneas. Además, señaló que durante la consulta el doctor dejó que otros de sus compañeros –los cuales supone que son residentes o estudiantes–, lo revisaran; el médico abandonó el consultorio e hizo llamadas desde su celular y leyó. Después le dijo que él tenía más derechos que obligacio-nes y que le gustaba que los pacientes lo obedecieran, pues el que mandaba ahí era el médico. El referido doctor manifestó su desacuerdo con un diagnóstico y tratamiento médico que le había dado otra doctora (neumonía por pneumocistis jiroveci a causa de vih); asimismo, le dijo que debería de olvidarse de lo prescrito. El doctor le manifestó que le iba a dar una sola opor-tunidad para que preguntara sus dudas y que no podían ser más de cuatro o se metería en problemas; que pensaba que por ser una persona letrada (el reclamante) no había necesidad de anotarle como lo hace con la gente ignorante. Por todo ello, el señor G considera que no se le proporcionó información verídica y entendible, tampoco se le dio un trato digno y respetuoso, ni la oportunidad de contar con otras opiniones médicas, así como el derecho a recibir atención médica de calidad.

Consejo, el cual será dirigido al personal del Hospital General Regional número 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) en Guadalajara, Jalisco. Además, dicho hospital adquirió el compromiso de adecuar el Programa de Atención Domicilia-ría (adec) para que el personal médico y paramédico que acuda a visitar a los derechohabientes que viven con vih, y que ten-gan una discapacidad que les impida trasladarse a la unidad médica respectiva, esté debidamente capacitado.

Finalmente, la Delegación Jalisco del imss se comprometió a crear estrategias para la difusión del material educativo (tríp-ticos, carteles, etcétera) con los que cuenta la institución, en los cuales se difunden los derechos y las obligaciones de los derechohabientes, y a que se garantice que éstos estén dis-ponibles en todas las unidades médicas de primer y segundo niveles. Dichas estrategias deberán ser informadas a este Consejo por parte de la mencionada institución dentro de los primeros cinco meses desde la firma del convenio, con lo que el expediente se dio por concluido.

Desde la infancia tiene retraso psicomotriz y actualmente vih

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Con motivo de una nota periodística el Conapred dio inicio a una reclamación de oficio. En ella se señalaba que Eufrosina Cruz Mendoza, contadora pública de 27 años de edad, había competido el 4 de noviembre pasado por la alcaldía del muni-cipio oaxaqueño de Santa María Guiegolani, y que a pesar de ganar los comicios, su triunfo había sido anulado por el presi-dente de la Mesa de Debates con el argumento de que era profesionista y mujer, algo que no permitía el sistema de usos y costumbres.

Según la nota, al encontrar boletas a su favor en la basura y otras irregularidades, días después acudió al Instituto Esta-tal Electoral para hablar con el director de Elecciones por Usos y Costumbres y denunciar el proceso, pero para su sorpresa lo único que recibió, presuntamente, fue un descarado acoso por parte del mencionado cargo público.

Entonces, el Conapred canalizó el asunto a las instancias legales competentes, y ello mediante tres oficios. Por el pri-mero se solicitó la colaboración del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Oaxaca; a través del segundo y del tercero se pidió al titular del Instituto Esta-tal Electoral y al gobernador de Oaxaca que, en ejercicio de sus funciones, se atendieran los hechos narrados en la nota perio-dística de referencia, tutelando en todo momento el derecho fundamental de la agraviada a la igualdad y a la no discrimina-ción, así como medidas precautorias debido a las presuntas amenazas de muerte recibidas por Eufrosina.

El 26 de marzo, personal de este Consejo se desplazó hasta Santa María Quiegolani con el fin de entrevistarse con las auto-ridades que habían seguido el caso. Funcionarios del Instituto Electoral Estatal informaron que estaban dispuestos a impulsar los principios de igualdad y de no discriminación con el objeto de fortalecer a la propia institución, y manifestaron que se da-ría inicio a reformas a la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca y a los artículos 112 y 113 del Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales de Oaxaca, para que las mujeres participen en las elecciones de los muni-cipios y así se contemple dentro de los sistemas normativos de usos y costumbres.

Por otra parte, el personal también se entrevistó con el ac-tual presidente del municipio de Santa María Quiegolani, a quien le hizo entrega del oficio por el cual se le solicitó que se tomasen las medidas adecuadas y suficientes para garantizar la integridad física y psíquica de la contadora y se evitasen ac-tos de molestia injustificados e infundados en su agravio, ade-más de que se garantizara su libertad de reunión y expresión.

Democracia sin mujeres

Falta de deportividad

El hijo de la señora L concluyó la preparatoria y estudia diseño gráfico. Para ello no resultó impedimento la parálisis cerebral que padece, misma que le obliga a caminar con la ayuda de un bastón y a no poder comunicarse perfectamente por medio del lenguaje.

Con el fin de apoyar al desarrollo físico de su hijo, la señora L lo inscribió en el gimnasio Sports Fit, donde aceptaron que acudiera a realizar ejercicios físicos en un horario de 12:00 a 13:00 horas (debido a que en esa hora no había mucha gente), por un pago mensual de 220 pesos.

A pesar del trato, tres meses después la propietaria del gimnasio le informo que el costo mensual ascendería a 1,920 pe-sos, pues su hijo quitaba mucho tiempo al instructor, quien tenía que ayudarlo a subir y bajar de los aparatos. Según la señora L, esto es falso, ya que el instruc-tor sólo ayuda a su hijo a cambiar de apa-ratos, le fija las rutinas y atiende a las otras cinco personas que acuden al gim-nasio en ese horario.

La señora L interpuso una queja ante el Conapred, hecho por el cual se invitó a la propietaria del gimnasio mencionado a someterse al procedimiento de conciliación estipulado para estos casos. Al no haber impedimento de su parte y debido a que las partes manifestaron su decisión para someterse al procedimiento conciliatorio, días después se llevó a cabo la audiencia, en la cual los participantes involucrados expusie-ron sus posturas y decidieron suscribir un convenio mediante el cual la propietaria y el instructor del gimnasio se compro-metieron a tomar un curso de sensibilización sobre la no dis-criminación a personas con discapacidad impartido por este Consejo y a ofrecer una disculpa al presunto agraviado por los hechos narrados en su queja.

Asimismo, personal de la Subsecretaría de Derechos Hu-manos del Gobierno del Estado solicitó el apoyo del Conapred a fin de que se promueva la creación de una ley contra la dis-criminación en Oaxaca y de una ley de sociedades de convi-vencia. También señaló la necesidad de formar un organismo estatal contra la discriminación, situación que se hizo del co-nocimiento de la Dirección General Adjunta de Estudios, Le-gislación y Políticas Públicas de este Consejo para que dentro de sus atribuciones legales intervenga como proceda.

su hijo quitaba mucho tiempo al instructor, quien tenía que ayudarlo a subir y bajar de los aparatos

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La señora F, quien sufre epilepsia, acudió a las oficinas de este Consejo para interponer una queja por un presunto trato discriminatorio recibido en la Ferretería Modelo México, don-de labora como secretaria del Departamento de Cuentas por Pagar.

Según la quejosa, el 25 de enero del año en curso le empe-zó a doler la cabeza (malestar que antecede a una crisis epi-léptica), por lo que acudió a la jefa del referido Departamento y le comunicó lo que sucedía. Su superior le contestó que ve-ría la forma de sacarla de la empresa, pues no le convenía te-ner personas enfermas que estuvieran faltando continuamen-te. Días después, una gerente le solicitó que pasara con el contador, quien la trató de convencer para que aceptara su li-quidación. No obstante, la quejosa se negó a firmar.

Notificados mediante oficio los representantes de la ferrete-ría decidieron someterse al procedimiento de conciliación, gra-cias al cual se acordó que el personal de la empresa –incluida la jefa del Departamento de Cuentas por Pagar– recibiría por par-te del Conapred un curso sobre no discriminación y que la pro-pia Ferretería Modelo México manifestara su voluntad de llegar a un arreglo conciliatorio con la peticionaria dentro del procedi-miento laboral que se sigue ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje correspondiente. Por su parte, la quejosa se com-prometió a darse por satisfecha de las pretensiones que expre-só a este Consejo con motivo de los hechos que generaron su queja.

Cultura sin respeto

Tornillos sueltos

Tornados vengativos

El señor R acudió a las oficinas de este Consejo para manifes-tar que en noviembre de 2007 acudió con su pareja al Centro de Cultura Casa Lamm, ubicado en la colonia Roma, en el Dis-trito Federal, con el fin de asistir a la presentación de un libro.

En la queja interpuesta añade que ambos observaban algu-nas pinturas cuando de pronto se tomaron de la mano y se besaron. En ese momento se acercaron dos guardias de segu-ridad y uno de ellos les dijo que la directora de la Casa Lamm había dado la orden de que los expulsaran debido a su com-portamiento.

El quejoso consideró que su pareja y él fueron discriminados por su preferencia sexual, ya que las parejas heterosexuales se besan y se toman de la mano sin que se les restringa la per-manencia en el lugar.

Una vez que la presunta responsable del acto discriminato-rio, la directora de Artes Visuales de Casa Lamm, fue notificada por este Consejo, negó haber realizado algún acto o conducta discriminatoria, con el argumento de que el quejoso y un gru-po de amigos acudieron a la presentación del libro sin haber sido invitados. Asimismo, añadió que uno de los patrocinado-res del evento ofreció vino y tequila, licores que el quejoso y sus acompañantes se acabaron, además de que escandaliza-ron con conductas lascivas.

No obstante, las partes expresaron su deseo de someterse al proceso conciliatorio, del cual se derivaron los siguientes acuerdos: la directora de Artes Visuales de Casa Lamm se com-prometió a ofrecer una disculpa verbal al quejoso y a su pareja, a no restringir el acceso y la permanencia de los mismos en el centro cultural debido a su preferencia sexual, y a evitar en el futuro cualquier acto de discriminación a los visitantes.

La señora M, representante de la comunidad lésbica, gay, bi-sexual y transgénero (lgbt) de Nuevo León, se quejó ante el Conapred de que el 26 de abril del pasado año, el sacerdote de Piedras Negras, Coahuila, afirmó que el tornado era un cas-tigo de Dios a causa de la aprobación de la “ley gay”, violando en consecuencia las fracciones xv, xxvii y xxviii del artículo 9 de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.

Notificado el presunto discriminador por parte de este Con-sejo, se mostró de acuerdo en someterse al pertinente proce-so de conciliación, mediante el cual se comprometió a emitir un comunicado de prensa (el cual entregó el 1 de mayo de 2008 a los medios de comunicación ubicados en Piedras Ne-gras) reconociendo que el artículo 1 de la Constitución prohíbe en México la discriminación y mostrándose de acuerdo con ello. Asimismo, también se comprometió a fijar en la iglesia donde predica 40 carteles con la reproducción de dicho artículo.

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El sábado 30 de agosto de 2008 murió en la ciudad de Méxi-co una de las personas más lúcidas, comprometidas y dedica-das a que el mundo que habitamos sea mejor. Específica-mente orientó su vasta energía a la defensa de la igualdad y la libertad de los más vulnerables de la Tierra. No es exage-rado afirmar que a lo largo de su fecunda vida ayudó a mejo-rar nuestro país, al que no concebía como abstracción sino

como conjunto de personas de carne y hueso.En lo que sigue, algunas y algunos de quienes tuvieron el

privilegio de colaborar con él en las varias facetas de su ac-tuar dan testimonio de su trato. Este documento, único y conmovedor, no alude ni lejanamente a una persona muer-ta: trata de la vida intensa, útil y perdurable, de quien sigue

obsequiando su pensar para nosotros.

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De ti aprendimos, por sobre todas las cosas, a amar y a decir “te quiero”, y así te lo dije muchas veces; hoy deseo hacerlo en el nombre de tus hijos, de tus nietos, de tu compañera de toda la vida, de toda tu familia y en el mío propio, una vez más y con todo el corazón, porque todos nosotros tenemos muchas cosas que agradecerte.

En primer término, porque nos mostraste el valor de la fami-lia y porque supiste hacer de nosotros una familia unida y con raíces fuertes. Gracias porque con tus acciones nos enseñaste que la generosidad, la tolerancia y el respeto a la diferencia debían formar parte de nuestras vidas. Puedes estar orgullo-so: hoy tu familia está aquí, unida como siempre y para siem-pre. Además, con tu ejemplo nos inculcaste el valor de la amistad: los amigos que tuviste en la primaria los conservas-

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Esta carta no está dirigida a Gilberto Rincón Gallardo el políti-co, luchador social y figura pública, ya que poco podría agre-gar a lo que se ha dicho al respecto. Está dirigida a Gilberto Rincón Gallardo el padre, el esposo, el abuelo, el hombre de familia que poca gente –además de sus hijos, nietos y su espo-sa (mi madre)– pudieron conocer. A él: un hombre de familia

hasta el final.

A ti, papá:

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te siempre; no estamos solos: los Dávila, los Lamm, Nieves García –por mencionar algunos– están con nosotros.

Tu dedicación y gran amor hacia mi madre nos enseñó a amarla y respetarla. Gracias por enseñarnos a querer a la mu-jer que te acompañó en todo momento hasta tu último aliento, de quien recibiste toda su fuerza y valentía, quien caminó a tu lado en cada triunfo y en cada pena, en tus tropiezos y tus aciertos, la persona que tú consideraste la más importante en tu vida, a la mujer que hoy nos sirve de ejemplo y guía, quien te amó, te ama y te amará por el resto de su existencia, y quien tendrá que aprender a vivir sin ti, pensando en ti en cada uno de sus pasos. Gracias por haber escogido a esta gran mujer como mi madre.

A cada uno de tus hijos nos enseñaste a caminar por el rum-bo de los valores, del respeto y del amor; te damos también las gracias porque nos enseñaste que una mujer vale no por el uso que le dé a su cuerpo, sino por su esencia, por su inte-ligencia, por su generosidad, por su fuerza de espíritu, por sus valores, por su forma de ejercer sus derechos y libertades y por el simple hecho de serlo.

Muchas gracias por todas las veces que te vimos llorar con una película o con un libro. Gracias porque nunca temiste mostrar tus sentimientos. Nos enseñaste que un hombre no deja de serlo por permitir ver su sensibilidad cuando está a flor de piel: las lágrimas son parte de la vida y más allá de sufrirlas es preciso sentirlas y dejarlas salir en el momento necesario.

Nunca fuiste un padre impositivo y con ello defendiste, siempre, nuestro derecho a elegir y a equivocarnos. Jamás de-jaste de ser respetuoso, aunque a veces duro y contundente en tus opiniones. Disfruté mucho esas largas tertulias solos tú y yo, frente a una copa de vino.

Gracias por ser mi maestro; por dejarme llenarte de pre-guntas que tú respondías una por una con toda esa paciencia que te caracterizaba. También mi hermano Martín gozaba mu-cho de aquellas largas conversaciones cuando preparaban

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una paella disfrutando una cerveza. La cocina era una de tus pasiones y él te la heredó. Y ni qué decir de Ernesto cuando hablaba contigo de uno de tus mayores placeres: tus perros. Mi hermano recuerda mucho la vez que en una exposición de perros alguien dijo que habían guerrilleros en ese lugar y hubo una balacera. Ernesto era un niño de nueve años y tú te abalanzaste sobre él para protegerlo y también a su perro.

Cómo olvidar tu angustia cuando me llevaste por primera vez a la ópera. Recuerdo que era La Bohemia y yo lloraba; te-nía tan sólo seis años y ya me habías introducido en el mundo de la cultura. Me mostraste el mundo real a través de la poe-sía; nunca olvidaré todas las veces que me leíste Fusiles y mu-ñecas, el Nocturno a Rosario o La casada infiel, entre muchas otras, porque al leerlas las actuabas; así me enamoré de la poesía. Lograste hacer de los libros parte de mi vida. Tú y mi mamá nos sentaban en tu biblioteca, comíamos güiris (como tú le llamabas a las botanas) y entonces comenzaba el mo-mento cultural: todos leíamos poesía, en voz alta, y tú nos grababas, decías que debíamos perderle el miedo a un micró-fono y debíamos saber leer bien; te las ingeniabas para hacer divertido el aprendizaje cultural.

Un día te dije que me encantaba el caballito que está en el centro de la ciudad y se te hizo fácil decirme: “¿Te gusta? Te lo regalo, es tuyo, pero no te lo puedes llevar porque es muy grande y pesa mucho; no cabe en la casa”. Así le diste a Ernes-to el Ángel de la Independencia y a Martín el bosque de Cha-pultepec; la Diana Cazadora era de mi mamá. También a cada uno de tus nietos le regalaste un monumento distinto: a mi hija, que hoy tiene nueve meses, le dijiste que por ser la más chiquita le tocaría el Palacio de Bellas Artes; para ti nada de eso era problema porque a cambio de cuidarlos y mantener-los en buen estado tú eras el dueño. Gracias también porque fuiste un abuelo maravilloso.

Podría seguir dándote las gracias por cada uno de los mo-mentos que vivimos contigo, por lo que nos dejaste y por cómo nos guiaste; sin embargo, créeme, no terminaría nunca. Voy a concluir dándote las gracias por haber-nos dado una familia y una madre excepcional; gracias porque siempre estuviste en los mo-mentos más difíciles de cada uno de nosotros, por enseñarnos a crecer; gracias porque nos diste la oportunidad maravillosa de ser tus hijos: tuvimos por padre a un hombre que no se detuvo ante nada ni ante nadie por defender sus ideales; gracias porque nos enseñaste el verdadero sentido de la justicia, por generarnos conciencia so-cial; gracias porque, con amor y sólo con amor, nos formaste; gracias por-que a través de tus acciones nos ense-ñaste que vale la pena luchar por las ideas; gracias por reírte con noso-tros, por llorar con nosotros, por en-señarnos a pedir perdón cuando se requiere; gracias por enseñarnos a vivir, a sufrir y a gozar; gracias, en de-finitiva, por ser tú nuestro padre: por formar una familia que hoy como siem-pre te admira, te respeta y, sobre todo, te ama.

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Mi amistad con Gilberto Rincón Gallardo no empezó inmediata-mente: primero fuimos sólo conocidos en la escuela, hasta que una vez le hicieron una fiesta de cumpleaños en su casa; por ca-sualidad un amigo común me invitó. Al año siguiente, creo, ya tuvimos una relación cercana, pues nos tocó ser compañeros de salón y nos empezamos a llevar más. Esto debe haber sido en tercer o cuarto año de primaria.

Hace tanto tiempo que no recuerdo cómo nos empezamos a llevar, a lo mejor nos sentaron juntos o algo parecido… En todo caso fue algo que surgió de manera natural. Salíamos juntos en el recreo: éramos tres los que nos hicimos muy buenos amigos: Ve-lasco Ruiz, Gilberto Rincón y yo.

Gilberto siempre fue un buen amigo, cariñoso, entregado a la amistad. Los tres hacíamos cosas juntos; por ejemplo, ahorrar nuestros domingos, aunque éramos chicos, para irnos a pasear un día al año. Más tarde nos metimos a dar catecismo en el colegio. Gilberto era muy entregado a la labor de enseñar a niños más chi-cos que nosotros, si bien también éramos de primaria. Como ya había fallecido su mamá, su papá lo consentía y le daba más dinero de domingo de lo que recibíamos los demás. Él se gastaba ese di-nero en juguetes y dulces para los niños humildes del catecismo, que lo adoraban. Siempre tuvo esa convicción de ayudar a los de-más, desde niño. Le nacía espontáneamente y era mejor que todos los que dábamos doctrina por eso, porque se entregaba más.

Los chicos a veces son un poco crueles y a lo mejor algunos lo excluían, no me consta. Él jamás lo decía, no se sentía menos ni rechazado. Su discapacidad jamás afectó nuestra amistad por-que hacía todo: nos íbamos a nadar, a Chapultepec, a la feria, y él se subía a todos los juegos, hacíamos lo mismo. Para mí era un compañero como cualquier otro; no sé si algunos lo rechazaban, pero nunca lo dijo.

Si en cierta ocasión le llegaban a preguntar sobre su condición, tenía la contestación correcta y precisa, sin dificultad alguna. Ya de más grandes, un sobrino mío que lo conoció le empezó a pre-guntar: “Oye, ¿tú por qué estás así?” Él tranquilamente le dijo:

“Así nací”. Posteriormente, cuando mi hijo estaba pequeño, le cuestionaba lo mismo; yo siempre quería intervenir y él me decía:

“No, déjalo, deja que me pregunte”.

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Recuerdo vagamente que yo conocí a su mamá en esa fies-ta a la que me he referido; creo que ya estaba un poco mal la señora. Cuando me empecé a llevar con él ya había fallecido; vivía sólo con su papá. Él me invitaba seguido a su casa e iba mucho a la mía. Salíamos a jugar, a ver a otros amigos: todos nos conocíamos.

Con Velasco formamos un grupo que nombramos los daveri: Dávila, Velasco y Rincón. Teníamos el día daveri, para el que juntábamos de nuestros domingos todo el año: íbamos primero a misa y, como lográbamos reunir buen dinerito, desa-yunábamos, nos metíamos a Cinelandia o al cine Avenida –donde proyectaban caricaturas y episodios– y luego nos íba-mos a Chapultepec, remábamos, co-míamos ahí tortas en puestitos o en las mismas lanchas… La pasábamos muy bien. Los sábados acudíamos a la feria y nos subíamos en todos los juegos (ese día costaban más barato). En otras oca-siones yo acompañaba a Gilberto y a su papá a Cuernavaca, donde hacía algunos trabajos. Nadábamos y nos divertíamos mucho. Su padre era un hombre muy ca-riñoso con él y también lo fue conmigo. Falleció cuando ya éramos adolescentes, andaríamos por los 14 años…

A raíz de la muerte de su padre él se aisló, se encerró porque le dolió mucho y nos dejamos de ver un tiempo. Yo lo entendía: adoraba a su papá, era para él su vida. No lo consentía precisamente: lo enseñó a ser un hom-bre en toda la extensión de la palabra, sin complejos de nin-guna especie. Durante su encierro se dedicó a leer a Lenin, a Marx y empezó a cambiar su ideología, pero era el mismo cuando nos volvíamos a ver. De vez en cuando nos seguíamos reuniendo con otros amigos, entre ellos Mario Carpio, que también era muy inteligente y le gustaba platicar con Gilberto de asuntos culturales. Yo no estaba tan metido ni en la políti-ca ni en la cultura. Ellos iban a la ópera y a otros lugares por el estilo.

Éramos muy diferentes ideológicamente, sobre todo al prin-cipio, pero nunca hablábamos de política. Él cuidaba mucho eso, a lo mejor para no modificar la amistad. Nunca nos aleja-mos totalmente, pero sí hubo un cambio cuando murió su pa-dre: él se quedó solo y necesitaba un tutor, así que se fue a vivir con un tío. De hecho, tuvo la oportunidad de decidir entre

dos tíos con cuál de ellos quería vivir: uno que era muy bonachón y el otro muy estricto y rígido. Yo hasta le tenía miedo y visitaba poco a Gilberto, porque esco-gió a este último. Creía que el otro era tan buena gente que a lo mejor se iba a echar a perder, eso me dijo.

En fin, las cosas fueron un poco dis-tintas: ahora vivía con sus primos, que eran mayores que él, y con su tío, que lo traía corto. Eso contrastaba con su papá, quien le daba muchas libertades, y difi-cultaba que saliéramos, porque su tío quería que llegara temprano y cosas de ese tipo. Nos veíamos menos, pero los fines de semana nos juntábamos y vivía-mos la vida normal de los adolescentes y de la juventud.

El último año de la preparatoria yo me cambié de escuela. Al año siguiente él entró a leyes y yo a arquitectura. En la universidad, a pesar de los distintos ho-rarios, a veces nos veíamos e hicimos un

grupo de nuevos amigos, con quienes nos reunimos hasta la fecha; ellos son Luis Lamm y Lalo Ceniceros. Los cuatro salía-mos a divertirnos con nuestras esposas y la pasábamos muy bien. Después Gilberto empezó a trabajar y ya no nos visitaba tanto, pero los fines de semana siempre nos reuníamos: íba-mos al cine, al teatro, a fiestas, al teatro de revista, a cabarets. Siempre le atrajo la vida nocturna, conocer a fondo a las per-sonas. Le gustaba platicar con los que trabajaban en los caba-rets, que lo llegaron a estimar mucho. Él bailaba y se divertía como cualquier otro: siempre fue natural, espontáneo, nunca rebuscado y mucho menos con complejos, aunque había gen-te que lo rechazaba.

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Por aquel entonces empezó a involucrarse con partidos de izquierda y en los movimientos estudiantiles. Asistía a jun-tas, reuniones, asambleas y, naturalmente, nos veíamos me-nos. Aunque era un idealista y un luchador social no hablába-mos mucho de política: jamás me quiso inculcar sus ideas, fuimos amigos fuera de la política y de la religión.

Creo que quien lo inició en el Partido Comunista (pcm) fue su tío, a quien quería y admiraba precisamente por su forma de pensar (eso explica que lo hubiera elegido). Su activismo lo absorbía mucho, además de que ya antes del 68 lo habían metido a la cárcel. En el movimiento de ese año me empecé a relacionar más con Silvia, que ya era su esposa y a quien él había conocido en el pc. Cuando lo iba a visitar a Lecumberri ella siempre estaba presente. Yo fui algunas veces nada más, no puedo decir que estuve constantemente. Si alguien le ayu-dó en ese trance, y siempre, fue Silvia.

En el 68 a uno a los de los primeros que agarraron fue a él, y no era la primera vez. Cuando venía un personaje importan-te a la ciudad a veces lo detenían para evitar que se hiciera algún escándalo. En el 68 con más razón. Yo visité a sus pa-rientes y me enteré que estaba preso. Hicimos algunas cope- rachas entre los amigos para llevarle algo de dinero, porque sabíamos que estaba en una situación difícil, aunque yo creo que el pc le debe haber ayudado.

Las veces que fui a Lecum-berri platicábamos mientras caminábamos por los patios; lue-go yo me despedía de sus familia-res, en particular de Silvia, que siempre estaba ahí. Gilberto jamás quiso preocupar o involucrar a sus amigos en la inquie-tud por su familia y los problemas económicos que debe haber tenido. Nunca lo oí quejarse. Siempre tenía muchos planes para cuando saliese y estaba más entregado que nunca a su ideal de ayudar efectivamente a los que menos tienen. No es-taba deprimido. Por el∫ contrario: siempre positivo, con gran-des propósitos. Yo creo que en esa actitud Silvia tuvo mucho que ver, porque siempre le brindó su apoyo incondicional.

No supe exactamente cuándo salió de Lecumberri. Él me buscó en una ocasión y nos volvimos a llevar; para entonces yo me estaba casando y él fue mi testigo. No tenía mucha vida social, creo que por no involucrar a sus amigos que no esta-ban dentro de la política: corrían tiempos peligrosos y podía perjudicarlos su cercanía. Me sentí un poco alejado, pero afortunadamente su mujer y mi mujer se conocieron y se em-pezaron a llevar también, se estiman hasta la fecha. Yo lo bus-qué más y nos vimos con más frecuencia, pero de manera in-termitente: él crecía en la política y viajaba a Rusia, a Cuba, a Vietnam. Sin embargo, cuando estaba aquí salíamos juntos

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en parejas. Él fue cariñosísimo cuando nacieron mis hijos y después, junto con su esposa, fueron como sus segundos pa-dres, porque siempre los quisieron mucho.

En ciertas ocasiones él tenía que salir de México por su tra-bajo político; nosotros los acompañábamos sin inmiscuirnos. Fuimos a Morelia, a Oaxaca y a otros lados donde él hacía sus cosas y nosotros nos quedábamos en el hotel con Silvia. La amistad se estrechó: cuando me operaron fue el primero que estuvo junto a mí. No sé cómo expresar la amistad que hubo entre nosotros, porque nos salía de muy adentro del corazón. No hablábamos de política ni de otras cosas que a él le gusta-ban, pero nos entendíamos porque era abierto, franco, claro en sus pláticas. No sólo conmigo demostró ser bueno, sino con mi esposa Maricarmen y con mis hijos. Fue el mejor de los amigos: jamás tuvo un reproche para ninguno. Cuando llega-mos a viajar con la familia nos divertíamos porque estábamos como desconectados de los problemas, si bien él nunca dejó de escribir ni de tener una actividad política. Le llamaban per-sonalidades y reporteros; muchas veces lo buscaron hasta en mi casa. Las dos parejas éramos muy unidas y no puedo exa-gerar la importancia de Silvia en su vida. Gilberto jamás hu-biera tenido un centavo de no haber sido ella su compañera: lo que tenía, lo repartía; lo daba, era desprendido totalmente. Silvia para él fue la columna, lo que lo levantaba; lo ordenó en muchas cosas en las que era desordenado. Fue el esposo ideal, así como ella la esposa ideal para él; de veras eran el uno para el otro. Silvia resolvía muchas cosas, si bien en sus enfermedades y en sus problemas fue muy independiente; daba ejemplo de fortaleza porque siempre la tuvo. También él fue un verdadero pilar para Silvia y su familia: se preocupó por todos, por Martín, por Ernesto, por Lídice. Los quería indi-vidualmente, sabía cómo eran; nunca dudó del cariño de sus hijos, aunque a veces fue duro con ellos. Siempre les habló con la razón. Con sus nietos era cariñosísimo. Al final vivía para ellos: quisiera haberlos visto crecer a todos y presenciar su desarrollo.

Lo extraño. Fue un amigo que jamás voy a dejar de recordar, porque siempre estuvo en los momentos importantes de mi vida. Fue el hermano que yo escogí. Creo que en el fondo éra-mos muy sentimentales, aunque no hablábamos mucho de esas cosas. Él era muy noble. Si le contaba algún problema siempre daba una respuesta positiva y sensata, una palabra de aliento. Fue muy centrado y ubicaba a las personas en la realidad. Cuando reía provocaba que los demás se carcajea-ran, porque tenía una alegría contagiosa. En su vida tuvo de todo, pasó por cosas tremendas: problemas, penas, así como por alegrías, momentos maravillosos y triunfos que lo motiva-ban, y siempre fue alegre y positivo. Lo admiré desde el prin-cipio, por ser congruente y por sus ideales: para mí fue el mis-mo desde niño, cuando gastaba sus domingos en los demás chicos.

En ti, Silvia, se hace patente que detrás de un gran hombre hay una gran mujer; cada día reconozco más tu labor como esposa y madre.

Gilberto, recordar nuestra amistad es volver a vivir mi vida entera porque tuve la dicha de vivirla siempre contigo, por lo que ahora siento verdaderamente tu ausencia.

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En la otra vida nos volveremos a ver.

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En su Criterio moral del niño dice Piaget que la fase inferior del desarrollo moral está marcada por el egocentrismo. Salir de uno mismo, reconocer al otro, ponerse en su lugar, identifi-car no sólo sus pensamientos sino sus sentimientos es algo que sólo se alcanza a través de un proceso de maduración. Conocí a Gilberto en la cárcel de Lecumberri, cuando yo era un adolescente imberbe con un ego inflado por el movimien-to de 1968 y, por lo mismo, poco capaz de ver al otro. Él era, en cambio, una persona madura y reflexiva.

Sufríamos ambos prisión por órdenes de Gustavo Díaz Or-daz y de Luis Echeverría. Estos autócratas habían decidido dar una lección a quienes osaron desafiarlos en el terreno de la protesta callejera, encarcelándolos y mezclándolos en la prisión con militantes comunistas como Rincón Gallardo que, en realidad, poco habían tenido que ver en el desarrollo de los eventos.

Yo no simpatizaba con los comunistas, no por anticomunis-mo sino por mi experiencia efímera en la Juventud Comu-nista de México, donde comprobé que la dirigencia de esa cofradía era igual de tramposa y deshonesta que los cabeci-llas del odiado partido oficial. Por tanto, mi mirada estaba cargada de desconfianza y recelo contra los miembros del Partido Comunista Mexicano (pcm) en general, lo que, evi-dentemente, denotaba un prejuicio.

Pero la vida carcelaria, con sus rutinas y cadencias, termi-na por acercar a los hombres que la padecen. Pronto percibí la gentileza y caballerosidad de ese ser humano excepcional que, no obstante la supuesta distancia que existía entre no-sotros, siempre me recibía con una sonrisa amable. Se con-taban leyendas sobre su persona: se decía que provenía de

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una familia aristocrática y que, debido a su discapacidad físi-ca, había sido despreciado por sus padres, rechazo que había alentado en él sus posturas de rebeldía política. Nunca pude comprobar esos dichos.

Pero la vitalidad de ese ser disminuido en el cuerpo era pantagruélica. Trabajaba sin descanso. Leía todo. Podía con-versar de todo. Amaba la vida sobre todo. Yo me conmovía al verlo cada domingo recibiendo con muestra de excepcional cariño y afecto a su familia, pero su afecto irradiaba a su alrede-dor como un aura benéfica. Era el único comunista dentro de la Crujía C capaz de edificar un consenso con los no comunistas.

Cuando uno conversaba con Gilberto tenía que inclinarse sobre su cuerpo pequeño y ligeramente encorvado (curvatura que con el tiempo se agudizó), pero al escucharlo hablar uno se sorprendía de la correcta dicción y de la inteligencia de sus juicios. Su voz era delgada, pero pausada y rítmica, una voz que expresaba sencillez, modestia y amabilidad. Era una voz bon-dadosa que invitaba al diálogo.

Gilberto era miembro del pcm, lo cual honra a esa desapa-recida organización y reivindica hasta cierto punto la ideolo-gía comunista. Esa presencia demuestra que ser comunista no era necesariamente ser un “enemigo de la sociedad”, un

“terrorista”, un “contreras” o un “provocador encubierto”, y que mexicanos excelentes podían estar militando en esa con-gregación. Sucedía realmente. Es verdad, el derrumbe de las sociedades comunistas del bloque soviético es un hecho real que confirmó la inviabilidad de esas sociedades totalitarias, pero ¿por qué el comunismo atrajo a tantos hombres buenos e inteligentes en el mundo?

La respuesta está, a mi juicio, en tres elementos: a) el fon-do moral del discurso en favor de los oprimidos que el comu-

nismo logró construir; b) la simpleza (y superficialidad) del discurso marxista; c) la existencia real, patente, de abruma-doras injusticias dentro del mundo capitalista. Muchos jóve-nes que reaccionaban con sensibilidad ante el dolor humano acudían al llamado de los comunistas pensando que la organi-zación partidaria marxista era una opción de cambio social, no necesariamente violenta o revolucionaria (la viabilidad de una transformación social pacífica parecía en los años 60 es-tar confirmándose en los países de Europa Occidental).

Gilberto Rincón Gallardo era la personificación del comu-nismo pacífico y razonable. Su sensibilidad humana, su capa-cidad para escuchar y percibir al otro, todo esto explica su natural evolución hacia la política democrática y su participa-ción en las elecciones presidenciales del año 2000. Todos re-cordamos lo excepcional de su intervención en esa ocasión, particularmente en el debate entre candidatos que, contra todo vaticinio, ganó de forma patente. Lo acompañé breve-mente en su campaña y voté por él. La baja votación que obtu-vo fue culpa de la ignorancia popular y de nadie más.

Nos desconcertó a algunos que después de tan brillante papel haya aceptado un puesto dentro del gobierno de Vicen-te Fox. ¿Presentía algo? No lo sé, pero pronto advertimos que nadie mejor que él podía ocupar una posición como la Presi-dencia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Sus facultades más sensibles le permitieron des-empeñar excepcionalmente ese papel. ¿Quién mejor que él para velar por los intereses de las personas con discapacidad?

La vida de Gilberto, aunque fecunda, fue corta, insuficiente para hacer todo lo que él hubiera querido hacer. Con él murió un gran mexicano, un demócrata, un constructor de esperan-zas, un hombre excepcional.

Todos sus amigos lamentamos su desaparición.

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Hace unos años, Hernán Gómez Bruera se propuso realizar una tesis sobre la izquierda a 25 años de la reforma política. Con ese fin realizó entrevistas sobre los nexos de esa corriente con la de-mocracia, entre las cuales figuraba la que le hizo a Gilberto Rin-cón Gallardo, entonces candidato a la Presidencia de la República por el efímero Partido Democracia Social. Hoy, cuando Gilberto ha fallecido y en los obituarios se insiste en recordarlo por sus últimas actividades, vale la pena revisar otras páginas de su vida donde dejó la impronta de su carácter perseverante, crítico y ne-gociador. Me refiero a su participación en las intensas conversa-ciones sostenidas con Jesús Reyes Heroles para legalizar el Parti-do Comunista (pc), que culminaron con la reforma política de 1977, así como a la discusión inconclusa acerca del papel de la lucha armada en el seno del propio partido. Reproduzco, en apretada síntesis, estas rememoraciones:

Ya había pasado el 68, ya se habían abierto negociaciones. La prime-ra la hizo Reyes Heroles bajo el régimen de Echeverría con un plan-teamiento en este tono: “¿Qué quieren que hagamos para registrar al pcm que no sea reformar la ley?” Ello obligaba a entregar la lista de los afiliados al partido; no podíamos aceptar algo así. Le dijimos a Reyes Heroles que era una locura entregar esas listas porque al mis-mo tiempo que negociábamos éramos perseguidos. Obviamente no avanzamos nada [...]. Yo acababa de salir de la cárcel. Estábamos se-guros de que Reyes Heroles empujaba hacia la vía de la negociación y la reforma, pero Echeverría se opuso. Entonces ocurrió el 10 de ju-nio y, naturalmente, cuando empezó el discurso de la “apertura demo-crática” lo rechazamos totalmente. Nos quedó claro que Echeverría no

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* Este texto apareció originalmente en el periódico La Jornada, el día 4 de septiem-bre de 2008. Se reproduce aquí con el permiso de su autor.

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quería reformar nada, ni la ley electoral, ni ninguna institución. Era únicamente una apertura democrática que te permitía ir a hablar con el presidente y llegar a acuerdos para que la represión bajara, pero nada más. Es importante decir que eso sólo ocurrió después del 10 de junio de 1971; antes de eso Echeverría incluso mandó matar gente y en el caso de los guerrilleros ni siquiera abrió proce-sos en su contra.

Sin embargo, la actitud del gobierno no lo era todo:

La polémica sobre la lucha armada adentro del partido fue durísi-ma y tuvo sus efectos. A pesar de que nos habíamos propuesto lograr el registro y abrir cauces legales, era muy difícil decirlo de esa manera. Me acuerdo que cuando alguien hablaba de “defen-der la legalidad” Valentín Campa no podía quedarse callado, era una reacción biológica: “La legalidad burguesa, eso quieren”, de-cía a gritos. Entonces tenías que decir “defensa de la Constitución”, pero de ahí no pasabas. Las leyes burguesas había que echarlas abajo. De verdad creo que el único que llegó a hablar de “defensa de la legalidad”, como tal, fui yo. Arnoldo lo compartía, es cierto, pero como cabeza del Partido Comunista Mexicano (pcm) no po-día decirlo así.

Hubo una ocasión en la que se organizó un pleno para discutir el registro del partido y el apoyo a Lucio. Ahí intervine para señalar que era incongruente defender la lucha por nuestra legalidad y al mismo tiempo apoyar la vía armada. [Pero dicha postura fue de-rrotada en la dirección del partido]: En esas estábamos cuando llegó el xviii Congreso, en el cual Arnoldo, a pesar de que hablaba muy bien de Lucio Cabañas, no decía que había que apoyarlo. Des-de luego que no era el deslinde que se podía esperar, pero la dis-cusión fue avanzando y en los hechos el partido se empezó a sepa-rar de la lucha armada... Se comenzaron a filtrar frases como

“defensa de la legalidad”, y la famosa idea de la vía armada co- mo la más probable dejó de aparecer.

Sin embargo, apunta Rincón:

[…] no hubo un deslinde explícito [respecto de dichas formas de lucha]. Cuando López Portillo ganó las elecciones presidenciales lo primero que le dijo a don Jesús Reyes Heroles al comunicarle

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que iba a ser su secretario de Gobernación fue: “Vámonos a la re-forma electoral, es indispensable ampliar el sistema de partidos” […]. Don Jesús, a su vez, nos dijo a Arnoldo y a mí: “Ahora sí pode-mos reformar la ley, así que díganme qué es lo mínimo que requie-ren para hacerlo”. Así empezamos la discusión. Al principio no llegamos a ningún acuerdo, porque ellos no cedían en su exigen-cia de que presentáramos nuestras listas de afiliados. Yo decía que las entregáramos, pero eso en el Comité Central no pasaba ni de broma. Estuvimos discutiendo todos los días. Reyes Heroles se encabronaba y decía: “Pinches necios, andan siempre con complejo de persecución. ¿Quién los va a perseguir? ¡Si lo que queremos es que vayan a la Cámara!” Y no, no, no se puede, no podemos. “Bueno, ¡pues entonces váyanse a la chingada!” Pero Arnoldo, que era muy paciente, le decía: “No, no, cálmese, si ya tienen la determinación para reformar la ley vamos a dar el paso, pero busquemos una forma que no sea ésa”.

[...] Otra cosa que hablamos con toda claridad fue que no podía-mos hacer asambleas de esa magnitud porque no lograríamos cubrir los requisitos. Después de que llevábamos como 15 días atorados, Reyes Heroles nos dijo: “Ya me chingaron, pero tengo la solución: el registro condicionado”. Ésa era la figura, no teníamos que ir a asambleas, no teníamos que hacer nada de eso, tampoco teníamos que entregar listas. Así, los grupos que se habían venido formando, llegado el momento, presentaban sus tesis, su progra-ma de acción, sus estatutos, alguna publicación y cierta presencia nacional; todos requisitos fáciles de cumplir y que te remitían al voto. Así, si alcanzabas 1.5% podías tener registro”.

Fue la reforma de 1977.Conciliador con los suyos, dialogante con el adversario, Gil-

berto Rincón Gallardo fue siempre un contrincante inteligente, un humanista ajeno al dogmatismo, una voz singular en la ari-dez del socialismo mexicano. Prudente y mesurado, cultivó una rebeldía sin estridencias, una voluntad incansable que le permitió resistir con estoicismo las pruebas más severas de la vida y abrirse camino. Hombre de causas, fue una buena persona, no un santón; un militante con aciertos y equivoca-ciones, un político por vocación, capaz de no perderse los buenos ratos con la familia, los amigos, los camaradas.

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Al enterarme del lamentable fallecimiento de Gilberto Rincón Gallardo no he podido sino recordar con tristeza, pero tam-bién con profundo afecto, la historia breve aunque siempre amistosa de nuestros encuentros y desencuentros. Lo conocí al ingresar en el Partido Comunista Mexicano (pcm) en 1980, pocos meses antes de que ese partido tomara la histórica de-cisión de disolverse para formar el Partido Socialista Unificado de México, el añorado psum. Junto con mi amigo Raúl Acosta fui a la sede del partido para consultarlo sobre algún asunto que he olvidado y pedirle su ayuda. Él, que ya era diputado, nos recibió con su amabilidad característica y nos habló del caso de enriquecimiento ilícito de algún politicastro priísta del que afortunadamente nadie se acuerda. Más adelante, ya en el nuevo partido socialista que tanto entusiasmo despertó en algunos sectores formamos un organismo de base en la Uni-versidad Autónoma Metropolitana de Azcapotzalco (uam-a) al que denominamos, de acuerdo con el espíritu de aquellos tiempos, “Antonio Gramsci”. Un organismo tan relativamente exitoso en cuanto a su membresía, que condujo a Gilberto a invitarme a formar parte de la dirección del Comité Seccional y hasta, si no me equivoco, del Comité del Distrito Federal, cosa esta última que, conforme a mis inveterados reflejos in-telectuales, yo rechacé.

Ello no fue obstáculo para que se desarrollara entre noso-tros una relación de plena confianza recíproca, pues Gilberto era un hombre con el que, incluso en la pequeña grilla que acompaña la vida de todos los partidos políticos, era posible conversar y hacer compromisos sin recelo alguno. Se podía o no estar de acuerdo con él, paro en ambos casos uno sabía que sus posiciones y sus planteamientos eran sinceros, veraces y estaban encaminados a promover una política de izquierda ilustrada y democrática. Una política que por ello mismo im-

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plicaba un compromiso ético, con principios y valores, y no sólo mera lucha sólo por el poder (y sus privilegios anejos). En este sentido Gilberto fue, junto con Carlos Pereyra, Rolando Cordera, Pablo Pascual Moncayo, José Woldenberg, Adolfo Sánchez Rebolledo y Raúl Trejo, una de las personas que en el proceso de formación y evolución del psum más me ayudaron a abandonar mi anterior sueño dogmático maoísta y a asumir que la democracia, la legalidad y los derechos humanos fun-damentales eran ingredientes sine qua non de una política socialista realmente posible y deseable. A abandonar, en otras palabras, el horizonte revolucionario, para reconocer en el ho-rizonte democrático e institucional la única vía responsable de lucha por la justicia social y la equidad.

Hoy, aparentemente, todo esto resulta obvio, pero no debemos olvidar que todavía en el psum y más tarde en el Partido Mexicano So-cialista (pms), el reformismo y el compromi-so con la legalidad eran considerados por muchos como una verdadera traición a los ideales socialistas que, según ellos, sólo podían realizarse mediante una re-volución. Todavía en el psum el vanguar-dismo y el voluntarismo revolucionarios hacían que muchos vieran en la participa-ción electoral y en la democracia misma meros expedientes tácticos orientados a acumular fuer-zas y prepararse para emplear, como se decía entonces,

“todas las formas de lucha”, incluidas las violentas e ilegales. Por no hablar de los que todavía consideraban como modelos a seguir las feroces dictaduras totalitarias que so pretexto de aniquilar al capitalismo e imponer un sedicente socialismo defendían la llamada “dictadura del proletariado”, esto es, re-gímenes brutales y policíacos. No puedo dejar de recordar, a este respecto, una reunión del Comité Seccional en la que su-puestamente se preparaba nuestra exigua participación elec-toral y en la que, para mi sorpresa, predominaba la idea de que dicha participación era secundaria, pues lo importante era promover la lucha por un sindicalismo independiente, al extremo de que alguien afirmó que, si queríamos –todo era cuestión de voluntad– podíamos obtener muchos votos, in-cluso ganar las elecciones, pero que nuestro deber “revolu-cionario” estaba en otra parte. Al observar yo que lo primero era falso y lo segundo equivocado fui inmediatamente acusa-

do de corderista, es decir, de reformista, lo que, como se dijo antes, significaba poco menos que ser un traidor a las causas revolucionarias. Lo más curioso de esta anécdota es que en realidad todo ello sirvió para que yo tomara conciencia de que, en efecto, me había vuelto corderista, reformista y realista, lo que no dejaría de sorprender a mi amigo Pereyra, a quien poco tiempo antes había acusado de ser, como el propio Ro-lando Cordera, un reformista sin límites...

Pero ser reformista en serio en un país en el que la inmensa mayoría de la clase política piensa y ejerce la política como guerra continuada por otros medios, como lucha feroz por el poder, como insistía críticamente, una y otra vez, Gilberto, no era ni es cosa fácil. Prueba de ello es que a pesar de que en su

discurso todas las fuerzas políticas relevantes han ido abandonando la retórica revolucionaria, en la

práctica siguen manteniendo una concepción autoritaria, antidemocrática de la política,

aunque ahora pragmáticamente, es decir, sin siquiera dar a su ambición de poder un mínimo contenido programático o un míni-mo compromiso con principios, valores e ideales. Lo que explica en buena medida la

marginación progresiva de la vida efectiva de los partidos políticos en México –más o

menos forzada, más o menos voluntaria– que sufrimos todos los que quisimos defender ese re-

formismo y esos principios. No obstante los alentado-res inicios del psum y luego, en menor grado, del pms, los es-fuerzos de personas como Gilberto para transitar a un proyecto de izquierda democrática e ilustrada se verían frus-trados por el huracán neocardenista, que si bien permitió un crecimiento electoral nunca visto a las izquierdas reunidas en el Partido de la Revolución Democrática (prd), lo hizo al pre-cio de hacerlas transitar desde un doctrinarismo dogmático y sectario hasta un pragmatismo ciego y sin principios.

Gilberto explicó puntualmente, en una entrevista con Jesús Rodríguez Zepeda publicada en su libro A contracorriente, las circunstancias y conflictos que condujeron a la renuncia de la candidatura de Heberto Castillo en favor del ingeniero Cárde-nas, así como las razones que llevaron al pms a ceder su regis-tro para la formación del prd. En esa misma entrevista tam-bién expuso sus puntos de vista sobre la evolución (¿o involución?) de dicho partido, que incapaz de forjar un proyec-

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to programático sólo pudo cohesionarse bajo la idea de “restaurar el orden repu-blicano”, como dijera el inefable Muñoz Ledo, o más claramente, de llevar a Cár-denas a la Presidencia. Poco importaron, en consecuencia, las ideas, los valores o los ideales: todo era válido si servía para este fin, desde la incorporación de priístas de la más diversa índole, hasta la formación de clientelas y mafias de todo tipo como base popular de su cam-paña. Debo decir que, después de asistir a la asamblea en que se disolvió el pms y en la que el ingeniero simplemente ig-noró en su discurso de toma de pose-sión todos los esfuerzos e ideales que habían acompañado la formación de nuestro partido, decidí abandonar una militancia que se había hecho totalmen-te incompatible con mis convicciones políticas. Aunque entendía perfectamente que en esas condi-ciones cualquier intento de conservar el proyecto que había dado vida al psum y al pms estaba condenado a fracasar, el neocaudillismo cardenista y su política de confrontación a toda costa con el gobierno ilegítimo de Salinas nunca me pare-cieron otra cosa que un priísmo nostálgico y hasta reacciona-rio, que de izquierda nunca ha tenido más que la explotación de los resentimientos y malestares populares para beneficio de líderes y candidatos sin escrúpulos.

Esta percepción del prd habría de ser confirmada por la sali-da de ese partido de todos aquellos que, como Adolfo Sánchez Rebolledo, Pablo Pascual Moncayo, José Woldenberg primero, y Jorge Alcocer y el propio Gilberto después, intentaron infruc-tuosamente introducir ideas y principios democráticos de iz-quierda en el mismo. Paradójicamente, en cambio, los segmen-tos anteriormente más maximalistas y sectarios se avinieron perfectamente a una extraña convivencia con ex priístas que primero el salinismo y luego el zedillismo fueron dejando sin empleo. El pragmatismo cínico de estos últimos pudo combi-narse sin problemas con “todas las formas de lucha para la toma del poder” de los primeros, bajo una retórica revolucio-naria y nacionalista retrógrada que sólo las crisis, la corrupción y los fracasos de las administraciones modernizado-ras (y más exactamente neoliberales) pudieron hacer electoralmente atracti-va para amplios sectores de la pobla-ción. Los esfuerzos orientados a crear un partido socialista moderno y demo-crático terminaron así en la creación de un segundo Partido Revolucionario Ins-titucional (pri) antipriísta, corregido y empeorado, que reprodujo todas y cada una de las prácticas autoritarias y clien-telares del primero, sólo que ya no en nombre de las instituciones sino de la democracia identificada con el triunfo de su candidato prácticamente único.

Pero si mi salida de la política partida-ria me llevó a formar parte del Instituto de Estudios para la Transición Democrá-tica (ietd), organización que como su nombre indica se proponía realizar una política desde la cultura (como la deno-minara Norberto Bobbio); es decir, pro-mover mediante estudios rigurosos y publicaciones la idea de que lo que hacía falta no era una revolución democrática sino una transición negociada y pactada hacia una democracia con contenido so-cial. En cambio Gilberto, hombre político por naturaleza, se dio a la tarea de cons-tituir primero el Centro de Estudios para la Reforma del Estado (cere) y después a la de promover, junto con un conjunto de jóvenes entusiastas, la construcción de un nuevo partido de izquierda, el partido denominado Democracia Social. Una vez

más me invitó a participar en ambas iniciativas. En el cere asis-tí a algunas reuniones interesantes que me mostraron el in-menso poder de convocatoria que, pese a todo, conservaba Gilberto, pues a esos encuentros asistían políticos de todos los partidos que hasta parecían involucrarse en las discusiones seriamente. Pero por razones que desconozco, Gilberto decidió no continuar ese proyecto y en cambio se dedicó de tiempo completo al segundo, el de Democracia Social. Como era enton-ces presidente del ietd le expliqué que no me parecía pertinen-te, dada la naturaleza del Instituto, incorporarme activamente en la construcción del nuevo partido. También le hice saber mis múltiples dudas sobre la oportunidad y viabilidad de ese pro-yecto.

A mi entender, en efecto, el contexto marcado por las elec-ciones de 2000; es decir, del proceso electoral más competido y polarizado de la historia del país, suponía enormes obstáculos para desarrollar el trabajo de organización y de elaboración programática y política de una formación como Democracia Social. Habiéndose convertido la alternancia en el Santo Grial de nuestra transición, habiéndose impuesto una pobre con-cepción de nuestra democratización que la reducía a sacar al

pri de Los Pinos, me parecía práctica-mente imposible que en un lapso tan breve pudiera siquiera ubicarse públi-camente el nuevo partido, a pesar de contar con personalidades de reconoci-da trayectoria política e intelectual. Por eso creía yo más pertinente realizar una labor de organización y de debate a más largo plazo, que se propusiera al-canzar el registro del nuevo partido en los comicios intermedios de 2003. Como suele suceder, la historia nos dio un mentís a los dos. A mí, porque fueron pocos los votos que faltaron para que Democracia Social obtuviera el registro, lo que me demostró no sólo el enorme esfuerzo de sus miembros en condicio-

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nes francamente desfavorables sino tam-bién la tenacidad, la inteligencia y la autoridad de un hombre como Gilberto, dispuesto siempre a ver en la política la capacidad de aprovechar las mínimas y remotas posibilidades. A él, porque jus-tamente el escaso margen de sufragios que les impidió levantarse con el registro generó un enorme desánimo que en los hechos, más allá de los errores, permite entender el fracaso del Partido de la Rosa en los comicios de 2003.

Sin embargo, no quisiera terminar es-tos recuerdos de Gilberto dando la im-presión de que su trayectoria fue una sucesión de derrotas. Lejos de ello, siempre tuve la idea de que no sólo dis-frutaba apasionadamente su quehacer político sino que nunca se dejó llevar por el resentimiento y la amargura. Por el contrario, Gilberto siempre supo dejar algo positivo, constructivo, en los pro-yectos en los que participó, aun si los

resultados, como sucede siempre, se quedaban muy lejos de las expectativas. No en balde fue capaz todavía de aprove-char la experiencia de Democracia Social y del Partido de la Rosa para impulsar, junto con algunos de sus compañeros, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (lfped) que fue aprobada por unanimidad en el Congreso. Y por eso culminó brillantemente su carrera política encabezando el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Algunos dirán que eso es muy poco para quien soñó siempre con una sociedad justa, equitativa y libre. Pero quizás en ello resi-de la mayor enseñanza de su vida, al re-cordarnos que, como decía Weber, “en este mundo no se consigue nunca lo posi-ble si no se intenta lo imposible una y otra vez”. Lo posible, pese a todo, que hace a nuestras sociedades un poco menos in-justas, un poco menos desiguales, un poco menos opresivas.

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Sentados en el estudio de su casa, una tarde de diciembre de 1990 le entregué el borrador de mi carta de renuncia al Parti-do de la Revolución Democrática (prd); Gilberto la leyó, su-brayó algunas frases, y me la devolvió.

—Yo le quitaría toda referencia personalizada –me aconsejó. Así se lo ofrecí.

Me preguntó entonces: —¿Estás seguro; no hay forma de convencerte que no lo hagas?—No –fue mi respuesta.

Siete años después, sentados en el mismo estudio, adorna-do con máscaras de todo tipo y catrinas de Posadas, me en-tregó el borrador de su renuncia al prd. Le hice la pregunta que él me había formulado en 1990. Su respuesta fue la mis-ma. Leí su texto, le hice algunas sugerencias, de las que tomó nota. Luego conversamos por varias horas.

Gilberto Rincón Gallardo y Meltis fue para la generación de comunistas de la que formó parte un maestro y un camarada; para mí fue también, y por sobre todo, un amigo entrañable. Murió el sábado pasado y con él se va una parte fundamental de la generación que transformó a la izquierda mexicana.

Comentando con los amigos compartidos, en el vestíbulo de la funeraria, su larga trayectoria, uno de ellos nos hizo no-tar que la mayoría de las notas de prensa del domingo coinci-dían en resaltar a Gilberto como un luchador social y perseve-rante defensor de la igualdad de derechos; es decir, en contra de toda forma de discriminación, tarea a la que dedicó la ma-yor parte de su tiempo en los últimos ocho años de su fructí-fera vida.

Sin embargo, sin restar un ápice a esa etapa final, Rincón Gallardo fue un político cuya etapa más fecunda tuvo lugar en las filas de los partidos de izquierda a los que entregó su inte-ligencia y esfuerzo. Por cierto, no inició en ese flanco su parti-

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* Este texto apareció originalmente en el periódico Reforma, el día 2 de septiembre de 2008. Se reproduce aquí con el permi-so de su autor.

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cipación; lo hizo como brigadista volun-tario en 1958 en la campaña presidencial de Luis H. Álvarez, del Partido Acción Nacional (pan).

En 1989, en una reunión de los diri-gentes del Partido Mexicano Socialista (pms) y del pan en casa de don Luis, éste lo recibió con un cálido abrazo y entre risas me dijo algo así: “Ya es hora de que nos lo regresen, se los mandé en préstamo y ahora lo están desapro-vechando”.

Gilberto se unió a las filas de la izquierda comunista con motivo de los movimientos magisterial y ferrocarrilero de fi-nales de los años 50; a partir de entonces militó en el Partido Comunista Mexicano (pcm), del que pronto llegó a ser inte-grante de su Comité Central y luego de sus órganos ejecutivos. En 1968 fue encarcelado en Lecumberri, de donde salió en 1971. Durante la siguiente década, al lado de Arnoldo Martí-nez Verdugo y de otros dirigentes, fue pieza clave en la legali-zación del pcm y en el cambio que desembocó en la disolución y metamorfosis de 1981.

Lo conocí en 1977, en las desvencijadas oficinas del sema-nario Oposición, en la calle Frontera de la colonia Roma; los aprendices de editorialista lo escuchábamos con respeto, que él, siempre modesto, reclamaba con bromas. “Gilberto es ante todo un hombre bueno”, decía desde entonces Eduardo González Ramírez, que lo había tratado desde los años en que militó en la Juventud Comunista y que con él mantuvo amistad y fecunda relación política.

Nuestra relación se reforzó una vez que Gilberto fue electo como diputado en la lxi Legislatura (1979-1982), en el Grupo Parlamentario Comunista, del que fue vicecoordinador y des-tacado tribuno. En esos años las ideas y propuestas de Rin-cón fueron decisivas para la renovación del ideario y progra-ma del pcm, en cuyo xix Congreso se definió la ruptura con el

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dogmatismo y la apertura a las nuevas concepciones y corrientes del pensa-miento que pugnaban por transformar a la izquierda comunista en una forma-ción política comprometida a fondo con la democracia.

Rincón jugó un destacado papel en la fundación del Partido Socialista Unifica-do de México (psum), en 1981, y en la del Partido Mexicano Socialista (pms), en 1986, en donde fue electo secretario ge-neral. Como responsable de las relacio-

nes internacionales del primero impulsó el acercamiento con los partidos socialdemócratas de América Latina y Europa, estableció relaciones con el partido chino y contuvo los últi-mos afanes hegemónicos del Partido Comunista de la Unión Soviética (pcus).

En 1987 condujo el primer proceso de selección de un can-didato presidencial mediante el voto directo de los ciudada-nos. Con Heberto Castillo como postulante, buscamos reno-var la propuesta de la izquierda y acrecentar su peso electoral. Pero la fractura del Partido Revolucionario Institucional (pri) abrió otros horizontes y Gilberto los asumió a plenitud. Junto con Eduardo González analizamos y discutimos con Heberto su decisión de declinar la candidatura en favor de Cárdenas (1988). Meses más tarde, sin reserva alguna, nuestro secreta-rio general encabezó el tránsito al prd al que, después de una larga batalla de ideas, renunció en 1997.

Entonces empezamos a platicar el proyecto de crear un nuevo partido. Yo tomé otro camino; él persistió en el empeño del que surgió el Partido Democracia Social (pds), del que fue candidato presidencial en 2000, rechazando los cantos de si-rena del “voto útil”.

Los últimos años concentró su energía en crear y luego en conducir al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Mi buen Gil, te vamos a extrañar.

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1. A fines de 1981 se realizó la asamblea constitutiva del Parti-do Socialista Unificado de México (psum). Fue el primer es-fuerzo integrador de la izquierda mexicana al amparo de la reforma política de 1977. Se trataba de contrarrestar la pro-funda dispersión y explotar las posibilidades que abría el espacio electoral. Se disolvían, para dar paso a una nueva organización, los partidos Comunista Mexicano (pcm), del Pueblo Mexicano, Socialista Revolucionario, y los movi-mientos de Acción y Unidad Socialista y de Acción Popular (map). Fue entonces que conocí a Gilberto Rincón Gallardo. Él, junto con Arnoldo Martínez Verdugo y Pablo Gómez, confor-maba la tercia más influyente de líderes procedentes del pcm.

El pcm, gracias en buena medida a ellos, había vivido un proceso de cambio cuyo pilar básico era un nuevo aprecio por la democracia. Había condenado la invasión soviética a Checoslovaquia, se había distanciado de la Unión de Repú-blicas Socialistas Soviéticas (urss), y en 1976 postuló como candidato a la Presidencia de la República al histórico luchador sindical Valentín Campa, a pesar de no contar con registro. La campaña era una denuncia (no se nos permite trabajar en el mundo institucional y legal) y un reclamo (re-sulta imprescindible abrir las puertas para que las corrien-tes políticas e ideológicas hasta este momento excluidas puedan contender por los cargos de elección popular). Esa campaña, y una potente conflictividad social y política en (casi) todos los ámbitos, fue el acicate de la reforma de 1977, que en buena medida estuvo diseñada para darle en-trada al escenario electoral al pcm.

El gran mérito del pcm de entonces fue abrir el camino para que paulatinamente la izquierda pudiera trascender el discurso revolucionario y fuera capaz de valorar a la demo-cracia como un medio y un fin. Y Rincón Gallardo fue uno de los impulsores pioneros y más lúcidos. Contra los vientos y

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* Este texto apareció originalmente en el periódico Reforma, el día 4 de septiembre de 2008. Se reproduce aquí con el permi-so de su autor.

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mareas del momento, teñidos por la pulsión refundadora total de la vida pública, Rincón sabía conjugar lo posible y lo deseable.

2. En 1987 el psum, junto con el Partido Mexicano de los Traba-jadores (pmt), la Unidad de Izquierda Comunista, el Movi-miento Revolucionario del Pueblo, el Partido Patriótico Mexicano y una escisión del Partido Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (pfcrn), dieron paso al Partido Mexicano Socialista (pms), y Rincón fue su primer y único secretario general. La vida interna en la nueva organización no era sencilla. Las trayectorias y convicciones de los parti-dos fusionados no resultaban fácilmente compatibles. Pero el talante conciliador, abierto y educado de Gilberto lograba facilitar la convivencia.

El candidato a la Presidencia de la República del pms salió de unas elecciones internas en las que contendieron Heber-to Castillo, Eraclio Zepeda, Antonio Becerra y José Hernán-dez Delgadillo. Se trató de un expediente ejemplar y Heberto resultó ganador.

Como se sabe, una escisión del Partido Revolucionario Institucional (pri) encabezada por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo logró forjar un frente que postuló al propio ingeniero, cuya candidatura creció de una manera excepcional. En esa coyuntura, diversas voces den-tro del pms empezaron a plantear la declinación de Heberto para sumarse a la del ingeniero Cárdenas. Rincón, a la cabe-za del pms y con su proverbial tacto estableció que la única posibilidad para hacer a un lado la candidatura de Heberto era que él mismo declinara y relevara al partido de su com-

promiso. Cuando ello sucedió, el pms se sumó al Frente De-mocrático Nacional.

Luego de la elección, cuando el ingeniero Cárdenas llamó a construir un nuevo partido –el Partido de la Revolución Democrática (prd)–, ninguno de los originales que confor-maron el frente (parm, pps, pfcrn) aceptó disolverse; sólo el pms accedió, y no sólo eso, sino que su registro fue el que utilizó el prd para adquirir reconocimiento legal (era el mis-mo registro que había pasado del pcm al psum). En esa co-yuntura, plagada de mezquindades, Rincón Gallardo no sólo aceptó sino que promovió el “gran salto” hacia la unidad. Sa-bía jerarquizar, y no anteponía la conveniencia personal a la general.

3. En el año 2000, luego de abandonar sin estridencias las filas del prd, encabezó un nuevo proyecto de organización políti-ca: Democracia Social. Fue su candidato a la Presidencia de la República. En un debate televisivo célebre, Rincón fue ca-paz de darle visibilidad pública a una naciente y pequeña agrupación de corte socialdemócrata. Logró el 1.88% de la votación y se quedó a sólo 12 centésimas de conseguir el registro. No desmayó. En 2003 encabezó un nuevo esfuerzo organizativo (Socialdemocracia: Partido de la Rosa).

4. Gilberto era un hombre cordial y atento. Una personalidad

extraña (por su corrección) en un ambiente casi siempre crispado y tenso. Destacaba por su inteligencia y claridad expositiva. Quería militar en un partido de causas, con una vida interna intensa pero civilizada, y capaz de hacer avan-zar, aunque fuera de manera gradual, la justicia y la liber-

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La muerte de Gilberto Rincón Gallardo supuso un duro golpe para sus familiares, para sus amigos y para sus muchos admi-radores, pero también tuvo un efecto indeseado en el funcio-namiento de la institución que puede considerarse como el mejor fruto de su larga lucha en favor de una democracia in-cluyente y con rostro humano: el Consejo Nacional para Pre-venir la Discriminación (Conapred). Creado por mandato de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (lfped), el Consejo tiene como misión fundamental trabajar contra uno de los signos más ominosos de la sociedad mexicana: la exclusión social en que se traducen las cientos, acaso miles, formas de discriminación que pululan en nuestro deteriorado tejido social.

Muchos acompañamos a Gilberto en su larga travesía para institucionalizar la lucha contra la discriminación. Uno de sus mayores apoyos fue el de Margarita Zavala, esposa del presi-dente Calderón y hace unos años diputada federal, quien comprendió muy bien el sueño de Gilberto de contar con una ley contra la exclusión y a favor de la igualdad de oportunida-des para todos. Hay que reconocer esa comprensión y solida-ridad, pues fue una de las pocas que por entonces tuvimos en nuestro Congreso Federal. La mayoría de los demás diputa-dos parecían entonces, como ahora, más entretenidos en su propia agenda, que no siempre es la de los ciudadanos ni la de la nación en su conjunto.

Como sucede con todas las instituciones que cuentan con una historia corta, el Consejo todavía tiene que terminar de definir su perfil, de afinar sus prioridades, de recorrer la ruta

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* Este artículo se publicará también en El Universal, en fecha aún no determinada al cerrar estas páginas. Se reproduce con permiso de su autor.

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que lo lleve hasta su identidad definitiva. Para consolidar al Conapred serviría mucho que los legisladores federales hi-cieran reformas a la Ley que lo rige, con el fin de reforzar los muchos puntos buenos que ya existen y paliar los aspectos deficitarios, que se han hecho patentes a lo largo de sus más de seis años de funcionamiento. En su momento fue una ley muy avanzada, sin parangón a escala mundial. Incorporó va-rias de las propuestas más modernas de la teoría de los dere-chos fundamentales, como la necesidad de interpretarla con-forme a los instrumentos internacionales, la incorporación de las medidas de acción afirmativa, la posibilidad de considerar a los particulares como responsables de violaciones constitu-cionales, un catálogo de sanciones diferentes a las tradiciona-les, etcétera.

Algunas de esas novedades no les gustaron nada a los ju-ristas tradicionales, como se podía esperar. No cabe sorpren-derse, pues el gremio jurídico conforma uno de los sectores más conservadores de la sociedad mexicana, con algunas po-cas aunque muy brillantes excepciones. Como quiera que haya sido, lo cierto es que la Ley fue finalmente aprobada y la institución con la que había soñado Gilberto Rincón Gallardo tomó forma y comenzó su andadura. Fue un sueño de muchos, un sueño que Gilberto supo dignamente encabezar, no sin ti-tubeos y problemas, como es obvio, pero sí con una enorme fe en la causa del derecho a la no discriminación.

Hoy el Conapred forma ya una parte esencial de las institu-ciones defensoras de derechos humanos dentro del Estado mexicano. Sus procedimientos son cada vez más conocidos por la población y a sus oficinas acuden cientos de personas que se sienten ultrajadas en su dignidad, en busca de apoyo. Ya no puede haber marcha atrás en la lucha emprendida por Gilberto. México requiere de un órgano como el Conapred; la sociedad lo necesita; la dimensión que ha cobrado la exclu-sión social en el país lo exige.

Sin embargo, es cierto que –dando por sentada su existen-cia– hay muchos temas que el propio Consejo y quien lo enca-bece deben plantearse. ¿Cómo hacer que los ideales de la igualdad y la no discriminación lleguen a todos los rincones del país?, ¿de qué manera lograr que sus resoluciones sean acata-das siempre, tanto por autoridades como por particulares?, ¿cómo construir una ciudadanía que haga propia la lucha de Gilberto Rincón, que no deje caer esa enorme bandera que él levantó con todas sus fuerzas y que constituye desde ahora su legado más duradero?

Las instituciones no nacen de la nada ni se sostienen sin el apoyo y la entrega de hombres y mujeres decididos a defender-las. Hoy nos toca a todos valorar el esfuerzo y el tiempo de Gil-berto, dándole continuidad a su herencia, enarbolando como propios sus ideales. Ojalá que el siglo xxi sea el tiempo de la inclusión para la empobrecida sociedad mexicana. Que sus ha-bitantes puedan salir a la calle viéndose como iguales en digni-dad y como portadores de los mismos derechos fundamentales. Se trata de una tarea enorme, para cuyo logro estamos todos llamados a trabajar. Porque de eso depende nuestra calidad de vida y la posibilidad misma de vivir en un régimen democrático.

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¿Qué quiere decir Píndaro, el notable poeta griego, al exhor-tar: “Llega a ser el que eres”? A diferencia de los demás seres vivos –que nacen siendo ya lo que definitivamente son, lo que sin remedio van a ser siempre, como ocurre con los arbustos, las jirafas y las hormigas–, nosotros nacemos siendo huma-nos en un sentido biológico, pero cultural y espiritualmente no lo somos del todo sino cuando conquistamos nuestra humani-dad. Esa conquista se logra desplegando lo mejor que trae-mos dentro y realizando los elevados valores de nuestro pro-ceso civilizatorio.

Spinoza advirtió que los que favorecen a otros se favorecen a sí mismos, no porque probablemente el socorrido quiera so-correr o el defendido proteger a su benefactor sino porque el valor de toda virtud radica en ella misma, ya que no se practi-ca en orden al premio: la recompensa de la acción virtuosa es haberla realizado.

En el trato con nuestros semejantes, lo que nos humaniza es intentar ponernos en su lugar, comprenderlos desde su propia perspectiva, ver las cosas desde su punto de vista.

Ponerse en el lugar del otro –explica Fernando Savater– es tomar en cuenta sus derechos, comprender lo que hace y lo que siente, tomarlo en serio, otorgarle el trato de humanidad sin el que no puede haber buena vida.

Nos humanizamos al participar de los sentimientos, las pe-nas, los anhelos y las alegrías del prójimo, cuando no lo deja-mos solo. Para eso no basta reconocer su dignidad sino soli-darizarnos con sus legítimas aspiraciones.

En su Utopía, Tomás Moro nos enseña: “es esencialmente ‘humano’ –y ninguna virtud es tan propia del hombre como ésta– suavizar lo más posible las penas de los otros”.

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* Agradezco la invaluable colaboración para la elaboración de estas líneas de Vilma Ramírez, eficaz y talentosa directora ge-neral adjunta de Quejas y Reclamaciones del Consejo Nacional para Prevenir la Dis-criminación, a cuyo cargo estuvo la aten-ción de los casos a que se hace referencia al final de este texto.

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La organización social deseable debe orientarse al respeto de las libertades individuales, a la realización de la justicia y a la instauración de condiciones de asistencia a quienes la re-quieran. Sin embargo, ya que nuestra sociedad es imperfecta como lo somos los seres humanos, hemos construido relacio-nes sociales de desigualdad e inequidad que se han traduci-do en discriminación injustificada en razón del sexo, la etnia, la edad, las discapacidades físicas o mentales, la clase social, la orientación sexual, las creencias religiosas, la apariencia física, etcétera.

De ahí la importancia de la tarea que, bajo la inteligente y comprometida Presidencia de Gilberto Rincón Gallardo, ha realizado el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) que, por una parte, ha sido una protección efecti-va para las víctimas de actos discriminatorios y, por otra, ha delineado las políticas de compensación y de promoción que el Estado debe garantizar a los grupos vulnerados, las cuales tienen el propósito de propiciar acciones para alcanzar el im-perio pleno de las normas contra la discriminación.

El Consejo ha desempeñado funciones de conciliación, de-fensoría y representación de agraviados, coadyuvancia en averiguaciones previas, investigación de hechos constituti-vos de discriminación, reconocimiento a instituciones públi-cas y privadas que combaten las prácticas discriminatorias e impulso de una cultura contra la discriminación.

Como lo expresara Rincón Gallardo, la lucha contra la discri-minación es una vía fundamental para alcanzar una ciudada-nía plena. Esa lucha está rindiendo frutos. En el breve espacio de esta nota de homenaje a Gilberto, voy a citar sólo tres ejemplos de los afanes fructíferos del Consejo.

El periódico La Prensa, con motivo de la aprehensión de un hombre al que se imputaba haber asesinado a varios homo-sexuales por homofobia, publicó una nota en la que se refería al inculpado como mata jotos y mata lilos. Por intervención del Consejo, el director del diario firmó un convenio en el que se comprometió a que ya no se utilizarían palabras que ofen-dieran a la comunidad lésbico-gay, a tomar un curso de sensi-bilización sobre el tema de la discriminación y a otorgar un espacio al quejoso –integrante de esa comunidad– para escri-bir sobre diversidad sexual.

La empresa Unilever colocó carteles en los andenes del Sis-tema de Transporte Colectivo publicitando el desodorante Rexona, en el que se leía: “Para que el Metro no huela a indios verdes”. El representante de la empresa dijo que sólo se so-metería al procedimiento conciliatorio que le proponía el Con-sejo si se le presentaba a un indio verde. No obstante, retiró el anuncio.

Una ambulancia del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss) negó servicio a un paciente con el virus de inmunodefi-ciencia adquirida precisamente por padecer esa condición. El Consejo logró que se proporcionara el servicio al agraviado y que el imss se comprometiera a diseñar un instructivo de atención médica a fin de que no se reincidiera en procederes discriminatorios.

¿Victorias pequeñas ante la magnitud del problema de la discriminación? No, triunfos muy importantes que van abrien-do brecha a una convivencia en la que la discriminación injus-ta sea inaceptable. Al seguir abriéndola nos hará mucha falta Gilberto, pero su recuerdo nos dará ánimo.

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“Ya tengo trabajo, estoy feliz”, le dije a mi padre en el año de 1987; tenía 18 años y estaba terminando la preparatoria. En ese entonces Gilberto Rincón Gallardo estaba en el Partido de la Revolución Democrática (prd) a cargo de la Secretaría de Relaciones Internacionales; más tarde me dijo que su secreta-ria dejaba su puesto y que le urgía pedirme ayuda. Quería que yo entrara en su lugar. Me hizo sentir importante porque él necesitaba de mí cuando a esa edad son los hijos los que nece-sitan de sus padres. En el fondo sé que sintió el deber de pro-tegerme, siempre lo hizo. Toda mi vida me protegió. Hasta el final. Días antes de morir me hizo jurarle que siempre me iba a acercar a quienes me aman si tenía problemas. Así lo haré.

••

Empecé a laborar con Gilberto Rincón Gallardo como su secre-taria en el año de 1987; muchos de sus colaboradores afirman que haber trabajado con él les ayudó a crecer, que aprendie-ron mucho. Algunos dicen que fue su maestro. Es cierto: para mí fue mi guía, mi maestro, él me formó. Desde que empecé a colaborar con él, a los 18 años, me involucró en su trabajo de tal forma que literalmente era imposible no aprender.

Si tenía una reunión lo acompañaba; él me pedía que toma-ra nota de todo lo que se decía y se acordaba en esas reunio-nes, lo cual me obligaba a prestar atención y, por tanto, a aprender. Lo hacía porque él siempre opinó que las mujeres debíamos ser libres, y una de las llaves de esa libertad la daba el conocimiento. Si tenía una recepción en alguna embajada íbamos juntos; me enseñó a desenvolverme en esos ambien-tes, estaba presente en sus pláticas, lo que me llevó además a analizar situaciones por las que estaba pasando nuestro país y el mundo. En aquel entonces, cuando yo entré a traba-jar con él al prd, francamente mi experiencia laboral era nula; sin embargo, con Gilberto Rincón Gallardo como jefe era im-posible no crecer. Y en efecto, fui creciendo poco a poco. Me

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sorprendía mucho que en discusiones sumamente acaloradas –donde había gritos e insultos, en el propio Comité Ejecutivo Nacional del partido– él mantuviera la serenidad: sus inter-venciones eran respetuosas, aunque no por ello dejaban de ser duras y contundentes si hacía falta. Yo advertía que en verdad estaba alterado.

Cuando concluía el día comentábamos las cosas que habían sucedido y esa pequeña tertulia me provocaba sed de apren-der más; en el fondo quería ser y pensar como él, pero eso es muy difícil. Tener en política el temple que Gilberto Rincón Ga-llardo tenía ante sus adversarios, e incluso ante aquellos del mismo partido, es complicado; siempre le admiré eso.

Tiempo más adelante le pidieron en el partido que se hiciera cargo del Instituto de Formación Política y así lo hizo. También lo acompañé en esa tarea; ahí estuvo poco tiempo porque le propusieron ser candidato a diputado y nos fuimos a hacer campaña. Trabajar con Gilberto Rincón Gallardo en una campa-ña electoral fue realmente enriquecedor. Decía que debíamos instrumentar mecanismos que nos acercaran directamente con la gente, así que nos dispusimos, con él, a tocar de puerta en puerta y a hablar con las personas de la zona donde fue candidato; tenía un equipo de trabajo y a nadie trataba dife-rente por cargo o por su papel dentro de la campaña. La rela-ción con sus colaboradores siempre fue respetuosa y de igual a igual.

Gilberto Rincón Gallardo siempre fue un caballero. Por lo general los funcionarios o la gente que se sabe o se piensa importante entran a su oficina seguidos por su equipo de tra-bajo; mi padre, si dentro de su equipo había una mujer, nunca dejó de darle el paso.

Posteriormente me fui con él a la H. Cámara de Diputados, en donde fue parte de la lv Legislatura. Ahí era ya su secreta-ria particular. Mi relación laboral con él era sumamente cerca-na y de mucho entendimiento; a estas alturas ya adivinaba lo

que él necesitaba, asunto que me resultó fácil porque nunca dejó de comentar conmigo cuestiones de trabajo, asuntos que se debatían en el Pleno de la Cámara y por qué pensaba de tal o cual forma: prácticamente me enseñó su pensamien-to como un libro abierto. El hecho de permanecer como su colaboradora más cercana todo este tiempo me permitió aprender muchas cosas y, sobre todo, lo difícil que es que tan-tas posiciones diversas se pongan de acuerdo para un asunto por el bien del país.

Al final de la lv Legislatura tenía ya diferencias muy gran-des con la dirigencia del prd. Decía que un político de izquier-da debía poseer firmes convicciones y una ética irreductible; siempre rechazó las imposiciones. Rincón Gallardo invaria-blemente apelaba a los argumentos para justificar cada una de sus acciones y cada uno de sus juicios; por ello decidió más tarde que lo mejor era renunciar al partido. Empezaba entonces a formar el Centro de Estudios para la Reforma del Estado (cere) y, al término de la Legislatura, nos fuimos a la colonia Roma a empezar los trabajos del cere. Siempre que se planteaba un proyecto lo sacaba adelante, aunque fuera a lar-go plazo; era un hombre persistente que miraba siempre hacia adelante con una gran visión.

Años después empezó a formar el Partido Democracia So-cial junto con un grupo de jóvenes y yo con él. Organizábamos reuniones y se empezó a ver con claridad la estructura de un nuevo partido con ideas frescas, modernas, socialdemócra-tas pero, sobre todo, con diversidad, en donde radicaba nues-tra fuerza. A todos nos inyectó su espíritu de lucha y de fe en las instituciones, lo que nos hizo creer en la posibilidad de crear una trinchera desde donde luchar por la justicia social y contra la desigualdad y la exclusión.

El trabajo era cada vez mayor y el equipo de colaboradores cercano a Rincón Gallardo crecía; yo, por supuesto, seguía trabajando como su brazo derecho, aunque él me presentaba

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como su brazo izquierdo. Colaborar en esta nueva etapa era sumamente enriquecedor y una experiencia inolvidable; tuvimos mo-mentos de gloria, como el debate de los can-didatos a la Presidencia, y otros realmente tristes, pero todo fue siempre para mí como una escuela: la escuela de Gilberto Rincón Gallardo.

En 1999 se dio a la tarea de hacer su libro A contracorriente, en el que también me in-vitó a colaborar como su coordinadora edi-torial; teníamos una carga de trabajo bru-tal; sin embargo, él siempre estaba con el entusiasmo a flor de piel y, más allá de las adversidades naturales del ambiente políti-co, siempre mantuvo una postura serena, madura y congruente con sus valores éticos.

Cuando el partido dejó de existir debido a la pérdida del registro empezamos a trabajar en la Comisión Ciudadana de Estudios contra la Discriminación; esto era, sin duda, el inicio de la lucha concreta por la defensa de los grupos más despro-tegidos. Estar al lado de mi padre en una causa tan noble me hacía sentir útil: estaba contribuyendo, en la medida de mis posibilidades, a la construcción de un México más justo en el que se respetarían primordialmente los derechos humanos de todos aquellos grupos vulnerables y discri-minados. Para Gilberto Rincón Gallardo la dignidad de la persona no era negociable: por ello, su lucha fue incansable; por ello, entregó su vida a esta y otras causas; por ello, siempre tuvo claro a donde había que llegar para coadyuvar a la construcción de reformas legales y a nivel constitucional que evitaran y eliminaran toda forma de discriminación.

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Se terminaron los trabajos de esta Comi-sión y por fin se logró concretar la Ley Fede-ral para Prevenir y Eliminar la Discriminación, publicada en el Diario Oficial en el año 2003. Con el arranque del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ter-minó mi trabajo con Rincón Gallardo. Tenía sentimientos encontrados: por un lado, sen-tía enorme orgullo porque mi padre hubiese sido el principal impulsor y forjador de esta Ley y del Conapred, sentía una gran satis-facción por haber estado a su lado en todo este proceso; sin embargo, al mismo tiempo sentía una gran tristeza porque la Ley que evita el nepotismo no me permitió seguir tra-bajando con mi padre. En este caso, estoy convencida, no había tal cosa: teníamos 16

años de trabajar juntos y eso era nuestro, real y verdadero.Quiero aprovechar este espacio para agradecer profunda-

mente a uno de los colaboradores más cercanos a mi padre, el doctor Jesús Rodríguez Zepeda, cuyo trabajo fue, sin duda, de una enorme certeza y similitud con el pensamiento de Gil-berto Rincón Gallardo; quiero también agradecerle por el

enorme afecto que demostró a lo largo del tiempo que colaboró con mi padre más allá de sus contribuciones de tipo laboral. Agra-dezco también a todas y cada una de las personas que lo apoyaron en todo su itine-rario político. Finalmente, quiero agradecer a la vida por brindarme la oportunidad de haber estado al lado de un hombre cuya tra-yectoria como padre, jefe, maestro y amigo fue siempre llevada por la vía de la pacien-cia, la tolerancia, el respeto y el amor. So-

bre todo, muchas gracias papá.

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La vida de Gilberto Rincón Gallardo fue una constante pugna entre elementos materiales que representaban la adversidad, la desesperanza, el polo negativo, y elementos volitivos que reflejaban el optimismo, la alegría, la constancia, el amor y el deseo de vivir. Estos últimos fueron de tal fortaleza que du-rante más de 69 años derrotaron una, otra y otra vez a los primeros.

La tarea agotadora y desgastante no fue óbice, no fue las-tre suficiente, para impedir a Gilberto proponerse otras me-tas surgidas de un profundo razonamiento moral que le per-mitió construir y poner en práctica directrices, principios y normas de actuación que son ejemplos a seguir.

Quienes colaboramos con Gilberto en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), y seguramente sus amigas y amigos que compartieron con él en alguna o varias etapas de su existencia, podemos dar testimonio de la firme-za de sus convicciones, del respeto y la calidez de trato para todas las personas –especialmente aquellas que pensaban diferente a él–, de su confianza en la palabra y en el diálogo como medios insustituibles para construir una sociedad más justa y democrática.

Quizá los retos a los que se vio sometido y el equilibrio que encontraba después de cada batalla lo orientaron a actuar guiado por la virtud cardinal de la templanza que, sin duda, contribuyó a investirlo de una autoridad moral por propios y extraños reconocida, que lo situó en el lugar reservado a los que obran “como si el sentido de su conducta fuese norma de universal valor” 1.

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* Este texto fue leído por el autor el 31 de agosto de 2008 en la capilla ardiente don-de se veló a Gilberto Rincón Gallardo.

1 Paráfrasis del imperativo categórico de Emanuel Kant [nota del

editor].

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“Marijó, ¿tú te podrías hacer cargo de Diálogo y debate?” Así fue como, hace casi 10 años, comenzó mi relación laboral con Gilberto Rincón Gallardo. En ese entonces ya tenía una idea vaga de lo que era la revista, pero después de tener una larga plática con Gilberto y de conocer los objetivos que buscaba él para esa publicación, no me quedó ninguna duda. Ese primer acercamiento me dejó ver su carácter, su determinación y su interés por los temas fundamentales que ayudarían a México a fortalecer su democracia: educación, Estado de derecho, modernización del sistema judicial, reforma del Estado, papel de los medios de comunicación, entre otros. Pero justamente el nombre de la revista, Diálogo y debate, editada por el Cen-tro de Estudios para la Reforma del Estado, reflejaba uno de los rasgos de carácter que Gilberto mostraría a lo largo de los años: su capacidad de negociar a través del acercamiento a los diferentes actores políticos –afines o no a su propio pen-samiento– con el fin de sacar adelante propuestas para el bien de nuestro país. Tal acercamiento podría ser más o me-nos cordial, según fuera el caso, pero siempre tenía la finali-dad de obtener un beneficio para los más desprotegidos. Esto lo demostró claramente, por ejemplo, cuando logró que se aprobara por unanimidad la Ley Federal para Prevenir y Elimi-nar la Discriminación (lfped), en 2003.

Al ser nombrado Gilberto presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), seguramente al-gunos pensaron que dejaría su faceta de político para conver-tirse en un funcionario común y corriente. Nada más lejos de la verdad. Justamente como un político en toda la extensión de la palabra actuó en estos años, buscando que con sus ha-bilidades de negociación los grupos discriminados recibieran

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atención por parte de las autoridades y fue-ran reconocidos como sujetos de derechos.

Uno de los momentos más destacados de Gilberto como presidente del Conapred fue el proceso de publicación del Programa Nacional para Prevenir y Eliminar la Discri-minación, en 2006. La elaboración del mis-mo fue, de por sí, complicada, ya que hubo que partir de cero para establecer objetivos, estrategias y líneas de acción que involucra-ran a todos los grupos vulnerados reconoci-dos por la Constitución. Después, Gilberto buscó a cada uno de los miembros de la Asamblea Consultiva y la Junta de Gobierno del Consejo para explicarles de qué se trata-ba el Programa. Recuerdo esta época con mucha emoción, ya que fueron semanas de intenso trabajo en las que Gilberto iba de una cita a otra, en el Conapred o, en su caso, en las oficinas de los integrantes de la Asamblea o la Jun-ta. Cuando finalmente se aprobó el documento por las depen-dencias y miembros de la sociedad civil, pensamos que el resto sería fácil: su publicación en el Diario Oficial y la presentación oficial en Los Pinos. Gilberto aprovechó ese periodo para acom-pañar a su esposa, Silvia, en una operación que era urgente y que ella había pospuesto por la carga de trabajo del momento. Mientras Silvia convalecía en el hospital, a una horas de haber-se sometido a un implante de rodilla, Gilberto recibió una lla-mada a su celular. Era nada más y nada menos que el secretario de Gobernación, Carlos María Abscal Carranza, diciéndole que ya había revisado cuidadosamente el Programa y que segura-mente tendríamos problemas “con la Iglesia”, a lo que Gilberto respondió: “¿A qué iglesia te refieres?, porque hasta donde yo tengo entendido en México hay libertad de culto desde hace muchos años”. En realidad, el problema era que en el Progra-ma Nacional no sólo se hablaba de diversidad sexual, sino que se planteaba que las parejas del mismo sexo debían tener de-recho a los servicios de salud. ¡Horror! En ese momento, el Conapred ya había invitado a las secretarías de Estado, insti-tuciones de la sociedad civil, intelectuales, agencias de la Or-ganización de Naciones Unidas (onu) y organismos amigos al evento que se llevaría a cabo en muy pocos días, en el cual el presidente Fox presentaría en sociedad el famoso documento. Después de una conversación bastante tensa entre Gilberto y el secretario de Gobernación, en la que él, siempre como un caballero, no cedió ni un ápice, se acordó que la presentación se pospondría unos días para poder “revisar” el tema en cues-tión. Mientras algunos funcionarios del Consejo se reunían con personal de la Secretaría de Gobernación, Gilberto se de-dicó a buscar a los secretarios de Estado de Salud y Educación

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Pública, que estaban directamente implica-dos en las acciones planteadas por el Pro-grama Nacional, con el fin de buscar su apoyo para seguir adelante con el reconoci-miento de los derechos de los grupos de la diversidad sexual. Tuve el honor de acom-pañarlo en estos encuentros y escuché la vehemencia con la que no sólo defendió, sino hasta presumió el Programa y cada una de las acciones que se planteaban en él. Al final, las concesiones a la Secretaría de Gobernación resultaron nimiedades, meros detalles que dejaron intocada la esencia del Programa, el cual se presentó con bombo y platillo 15 días después.

Otro de los momentos admirables de Gil-berto en el Conapred fue, también en el año 2006, la negocia-ción que llevo a cabo en Nueva York para que se respetara el texto más liberal de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. En esa ocasión tuve de nueva cuenta la fortuna de estar con él cuando encabezó la delega-ción mexicana que aprobaría la versión definitiva del docu-mento. En esa delegación estaban representados algunos sectores muy conservadores del gabinete, quienes se preocu-paban por las implicaciones que tendría reconocer todos los derechos planteados en la Convención. Ahí también Gilberto demostró su capacidad de convencer, mediante argumentos sensatos y siempre demostrando gentileza y educación, a los sectores más radicales. Aquella ocasión fue especialmen-te importante, ya que a pesar de haber sufrido complicaciones médicas graves durante el viaje no dejó de trabajar ninguno de los 10 días que duraron las reuniones, las cuales culmina-ron en la aprobación de la Convención.

Con el fin de destacar la forma en que la personalidad de Gilberto se plasmó en su lucha contra la discriminación tengo que referirme a su visión innovadora del diálogo y el debate. Para armonizar la pluralidad de miradas presentes en proyec-tos como la Comisión de Estudios, la Ley y la Convención, Gil-berto supo encontrar los puntos de coincidencia y minimizar las diferencias, porque también tuvo la visión de mostrar la magnitud del problema de desigualdad que enfrentamos como sociedad. Para que el modelo de negociación que él te-nía en mente no significara un abandono de sus principios democráticos y de sus convicciones respecto de la lucha con-tra la discriminación sabía que debían sentarse las condicio-nes para que el debate se produjera de manera tersa y pro-ductiva. Por ello, el diálogo y debate que caracterizaron una vida de luchas y logros es quizá la mejor lección que podemos obtener de Gilberto Rincón Gallardo.

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Conocí a Gilberto Rincón Gallardo cuando yo trabajaba en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf). Luis de la Barreda, mi jefe en ese entonces y también amigo querido, me comisionó para participar en los grupos de traba-jo a los que Gilberto convocó en el marco de la Comisión Ciu-dadana de Estudios contra la Discriminación.

Recuerdo el primer día que llegó al grupo. Fue muy emocio-nante escuchar a Gilberto en persona por primera vez: como muchísimos mexicanos, yo lo admiraba y lo consideraba un personaje fundamental en la vida política y las luchas socia-les del país. Él nos explicó la importancia del proyecto, la ra-zón de convocarnos con objeto de aportar ideas y poder cons-truir el llamado libro blanco de la discriminación y el anteproyecto de una Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (lfped).

Asistir a esos trabajos se convirtió para mí en un verdadero deleite. La capacidad de convocatoria de Gilberto logró reunir a muchas mentes brillantes y por ningún motivo me perdía la sesión quincenal de mi grupo, en donde participaban, entre otros, Roberto Gutiérrez, Agustín Basave, Judith Bokser y Jacqueline Peschard; escucharlos fue un curso intensivo pro-fesional y de vida.

Conocer en persona a Gilberto y que me permitiera trabajar en su proyecto fueron las primeras cosas de entre muchas que le agradezco. Participé los dos años que duraron los tra-bajos de la Comisión Ciudadana. A través de sus tareas y de un estudio especializado sobre discapacidad que elaboré para aportar, como otros compañeros en diversos temas, ele-mentos teóricos en la materia que sirvieran de base para nuestros objetivos. Gilberto fue conociendo mi experiencia, por lo que me invitó a ser expositora en una de las tres reunio-nes plenarias que organizó la Comisión Ciudadana, la corres-pondiente a la ciudad de México.

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Finalmente, en una emocionante sesión desarrollada en el Campo Marte, el equipo de más de 200 participantes de la Comisión Ciudadana presentamos a los poderes Legislativo y Ejecutivo, y a la sociedad civil, el proyecto de la lfped.

Pasó un tiempo en el cual Gilberto trabajó arduamente para convencer de manera individual y grupal a diputados y sena-dores sobre las ventajas de aprobar la iniciativa de Ley; cuando se aprobó por unanimidad en las dos cámaras –hecho históri-co–, se iniciaron los trabajos para formar la estructura del Conejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), el cual deriva de ella.

A principios de 2004 Gilberto me invitó a tomar una cerveza en el Sanborns del Ángel; ahí me propuso ser parte de su equipo en el Conapred. ¡Qué emocionante fue!, ¡qué impor-tante me sentí! Ese maravilloso personaje que yo admiraba desde hacía años y del cual había estado cerca los últimos dos, atestiguando su tenacidad y entrega en una tarea que a cualquiera le hubiera parecido imposible o cuando menos ti-tánica, me estaba invitando a ser parte del proyecto, que compartíamos desde el primer día que asistí a la Comisión Ciudadana en 2002. Sobra decir que acepté el honor; fue un verdadero privilegio que él, personalmente, me lo pidiera.

Ese fue el primero de muchos días, en los siguientes cinco años, en que tuve el gusto de estar con él en un lugar público. Como a muchos nos consta era complicado, ya que constante-mente se acercaba la gente a saludarlo, a decirle que habían votado por él o simplemente que lo admiraban y deseaban estrechar su mano. En ese momento todavía no le tenía tanta confianza; muy poco después bromeaba diciéndole que circu-lar por la ciudad en su compañía era como caminar junto a Luis Miguel. Él, con su buen humor y generosidad, se reía de mi ocurrencia.

El Conapred se instaló oficialmente en una ceremonia en la Secretaría de Relaciones Exteriores (sre) el 17 de septiembre de 2004. Iniciamos los trabajos en una oficina pequeña, pres-tada, en la calle Amazonas. Durante las primeras semanas éramos solamente 10 personas; trabajamos en la estructura, el presupuesto y todo lo relacionado con el funcionamiento de nuestro Consejo. Estábamos muy entusiasmados porque sabíamos que era el principio de un gran proyecto que años después se convertiría en lo que es actualmente: una institu-ción sólida, con el reconocimiento de la sociedad.

Esos cinco años de trabajo en el Conapred no siempre fue-ron fáciles: había mucho trabajo, muchos obstáculos que por momentos parecían mayores. En esas luchas, Gilberto se en-frentó a las cabezas más conservadoras y les recordó, con la valentía que lo caracterizaba, que en México había más de una Iglesia; que el respeto al Estado laico era justamente lo que hacía posible la libre expresión de cualquier credo; que como parte de los derechos humanos estaba el hablar claro y sin miedo sobre preferencia sexual. Y bueno, ni ellas, ni nadie lo amedrentaron y continuó hasta el último aliento en su lu-cha por alcanzar un México realmente democrático.

Respecto de la defensa de los derechos de las personas con discapacidad, su obra se lee en su vida y en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Per-suadió al presidente Fox para que México la propusiera ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (onu). Lo logró, y fue el propio Gilberto quien en Durban, Su-dáfrica, la planteó en nombre de nuestro país el 2 de septiem-bre de 2001.

En ese proyecto específico fui su más cercana colaborado-ra. Trabajamos en todo el proceso de elaboración y aproba-ción del tratado; estuvimos incluidos en el grupo interinstitu-

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cional al que convocó la sre; analizamos detalladamente dos o tres veces por año el documento y aportamos ideas. Asisti-mos a dos de las ocho sesiones de trabajo que se llevaron a cabo en Nueva York antes de la aprobación. Tuve el gusto y el honor de acompañar a Gilberto cuando representó a México, como jefe de la Delegación en la sede de Naciones Unidas, el 26 de agosto de 2006, durante la octava sesión del Comité Especial, fecha en la que se aprobó el texto. Gilberto estuvo como jefe de la Delegación y orador el 13 de diciembre de 2006, día histórico en que el Pleno de la Asamblea General aprobó el tratado por medio de la Resolución 61/106.

Acompañé a Gilberto cuando asistió, con la representación del presidente de la República, a estampar su firma por Méxi-co el 30 de marzo de 2007, día en que la onu abrió la Conven-ción a la firma de los países. Recibió una arrolladora cantidad de felicitaciones por parte de los delegados de diferentes na-ciones, reconociendo a México y particularmente a él como el promotor del documento.

En nuestro país lo acompañé a la sesión en la que el Senado mexicano aprobó el tratado, el 27 de septiembre de 2007, y el 12 de mayo de 2008 también estuve cerca de él durante la ce-remonia de entrada en vigor de la Convención en la sede de la onu en Nueva York, donde nuevamente fue orador en la tribu-na principal del organismo.

En ese viaje Gilberto estaba muy contento y relajado, por lo que María José Morales y yo disfrutamos con él y con su espo-sa Silvia de agradables cenas, pletóricas de sus maravillosos recuerdos de vida. Caminamos por las calles de la ciudad y Gilberto compró un perro precioso, a quien bautizó Gerard. Para traerlo a México compartimos una complicada y diverti-dísima aventura.

Debido a lo mucho que luchó por la Convención, desde su inicio hasta su entrada en vigor, fue muy significativo, emoti-vo y culminante de su larga trayectoria que su último acto in-ternacional haya tenido que ver con ella. Fue invitado por el embajador Luís Alfonso de Alba a participar como orador por México en la octava sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza, el 6 de junio de este año. En esa memora-ble sesión, que con emoción presencié, Gilberto tuvo la enor-me satisfacción de escuchar al embajador Don MacKay, de Nueva Zelanda –quien había fungido como presidente del Co-

mité Especial que elaboró el texto de la Convención– decir: “Quiero hacer notar la presencia en este recinto de Gilberto

Rincón Gallardo, padre de la Convención”.En ese viaje también compartimos aventuras y divertidas

anécdotas; ¡cómo disfrutamos un día de descanso manejan-do por la campiña suiza! Hicimos miles de planes y comenta-mos los pormenores de la histórica sesión del día anterior en el Consejo de Derechos Humanos y lo comprometido que se sentía Gilberto por las palabras del embajador MacKay.

Venturosamente Gilberto alcanzó a recibir con gran emo-ción su nombramiento como candidato de México al Comité de Seguimiento de la Convención, que fue apoyado decidida-mente por más de 400 organizaciones de personas con disca-pacidad en una carta que dirigieron al presidente de la Repú-blica y en diversos desplegados de prensa.

El 1º de agosto de 2008 acompañé a Gilberto a una reunión con funcionarios de la sre para hablar sobre las acciones rela-cionadas con la promoción de su candidatura al Comité. Le explicaron que debía asistir a reuniones de alto nivel a las se-des de Naciones Unidas en Nueva York y Ginebra en algunas fechas de septiembre y octubre. Gilberto estaba muy conten-to con poder participar en el Comité, pero le angustiaba tener que cancelar actividades que se empalmaban con esos ya muy cercanos viajes. Le dije que no se preocupara, que todo iba a salir bien. Recuerdo que con esa sonrisa que tanto me gustaba, me dijo:

—Pero, ¿me acompañas de nuevo a los viajes? Yo le contesté:

—Gilberto, yo te acompaño al fin del mundo, recuerda que en esta lucha por los derechos de las personas con discapaci-dad he estado, estoy y estaré siempre contigo.

Fue un privilegio compartir tantos y tantos momentos con Gilberto. Aprendí de él tantas cosas que sería difícil enume-rarlas. Durante las incontables veces que me reuní con él en la oficina o con motivo de viajes dentro y fuera del país era una delicia escuchar su fuerte, entonada y bien timbrada voz al relatar episodios de su vida. Las terribles experiencias de su paso por la cárcel; sus reuniones de conciliación con Lucio Ca-bañas, cuando propició el diálogo entre comunistas y católi-cos de la teología de la liberación (porque él buscaba reunir a la gente de bien, fuera de la tendencia que fuera); su larga

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Gilberto: por tu legado incomparable, por tus enseñanzas, por tu lucha inagotable, por tu amor a la vida,

por los hermosos años que la vida me dio el privilegio de compartir contigo,

te doy las gracias.

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conversación con Fidel Castro en los años 60; la tremenda emoción que vivió el día en que Silvia, su esposa, logró recuperar la casa de su infancia que creía perdida para siempre y en donde, desde entonces y hasta su muerte, vivió feliz; las expe-riencias durante su ardua campaña como candidato a la Presidencia, y tantos y tan-tos episodios de su interesante vida. Siempre le dije que yo debería tener una gra-badora para ponerla a andar cuando él empezara a hablar. Nunca lo hice. Se me fue el tiempo, como tantas cosas que uno piensa hacer y no hace, y luego… se arrepien-te, porque ahora esa persona extraordinaria y generosa ya no está más aquí.

Sin embargo, me alegra haberle dicho en incontables ocasiones lo mucho que lo admiraba y respetaba, que tenía una sonrisa preciosa que me inspiraba. Y tener la satisfacción de que este hombre, sabio y sencillo, haya escuchado y seguido alguna vez mis consejos.

Me digo con orgullo: soy una persona privilegiada por haberlo tenido cerca, por los recuerdos que me acompañarán toda mi vida, por haber bebido con él algunas copas de vino, por haber reído en su compañía, por compartir su lucha por la no discriminación de las personas con discapacidad, por haber disfrutado de sus re-membranzas, porque fue mi maestro, mi jefe, mi amigo, por haber aprendido de su vida única e irrepetible.

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Yo quiero ser llorando el hortelanode la tierra que ocupas y estercolas,compañero del alma, tan temprano

Miguel Hernández, “Elegía” (a Ramón Sijé)

El 30 de agosto de 2008, a la edad de 69 años, murió Gilberto Rincón Gallardo y Meltis, uno de los pilares de la transición mexicana a la democracia y una de las mentes más lúcidas de la izquierda mexicana de las últimas décadas.

Rincón Gallardo tenía el carácter tozudo de un bolchevique, las dudas sobre el poder de un liberal y los modales educados de un aristócrata. Creía en la capacidad de justicia del Estado, pero la realización de ésta la entendió en un marco de legitimi-dad y métodos democráticos. El compromiso socialdemócrata de la última década de su vida no fue más que el reflejo de una evolución política infrecuente en una izquierda siempre tenta-da tanto por el victimismo como por la demagogia. Pese a ha-ber sufrido la garra implacable de un feroz régimen autoritario, jamás se presentó como esa víctima que sólo por serlo reclama superioridad moral sobre los demás, y jamás intentó justificar sus errores políticos con el pretexto de un heroísmo, que cierta-mente podía haber reivindicado.

Cuando habló públicamente de su historia de preso político lo hizo sólo para desenmascarar a opositores de cuño reciente que habían sido por lo menos complacientes con el autoritaris-mo. Mucha gente guarda todavía en la memoria su participa-

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ción en el primer debate entre candidatos presidenciales en el año 2000 (el único en el que le permitieron participar los otros candidatos, por temor a su avance). Allí dijo con claridad:

“Tengo 40 años luchando contra el autoritarismo priísta. Siem-pre he estado en la oposición. En el México sin libertades de hace cuatro décadas fui detenido 32 veces por mi compromi-so con el cambio democrático. El último encarcelamiento duró tres años y medio. Era 1968 y padecí esta injusticia junto con miles de estudiantes que demandaban libertades democráti-cas. Jamás me beneficié del gobierno o del régimen que afor-tunadamente hoy está acabando. ¿Quién de los que esta noche me acompañan conoció en carne propia la represión del régimen autorita-rio al que muchos otros nos enfrentamos? Contra lo que algunos quisieran, el avan-ce democrático no es el resultado de ca-rreras burocráticas”.

Se dice que fue el preso político mexi-cano que en más ocasiones estuvo en la cárcel. Es probable. Las veces en que fue hecho preso se debieron a su oposición política al régimen del Partido Revolucio-nario Institucional (pri). El más largo de sus encierros duró, en efecto, tres años y medio, y obedeció a su militancia comu-nista en 1968, cuando el gobierno priísta decidió combatir por todos los medios, me-nos por el del Estado de derecho, a aque-llos que se le oponían. Con una capacidad autocrítica notable –fruto de su convic-ción democrática, pero también de su sentido del humor y de una sana sensibilidad sobre el ridículo que lo hacían, sin más, un hombre sencillo– llegó a decir que, aunque los comunistas compartieron cárcel con los líderes estu-diantiles, no comprendieron sino hasta muchos años después la fuerza democrá-tica de ese movimiento, y que la rigidez de la ideología les impidió ver que ese movimiento de “la pequeña burguesía”, como solían decir, constituía la inaugura-ción simbólica del México políticamente moderno.

Nunca fue condenado ni exonerado le-galmente, y hasta su muerte su situación fue la de “libertad bajo palabra”, aunque la amnistía de los años 70 apagó la perse-cución judicial en su contra. Pudo haber salido de ese encarcelamiento un año an-tes, pero se negó a aceptar un acuerdo que le obligaba a abandonar el país a cambio de su libertad. Voluntarioso, como era, se arriesgó a no ceder a cualquier precio. Ese rasgo de carácter allí revelado es digno de énfasis: aunque fue un con-vencido de la negociación política, siem-pre tuvo claro que había cosas, como las libertades o los principios constituciona-les, que no podían sujetarse a un mero intercambio de bienes políticos.

Varias veces recordó, con humor amargo, que el juez Ferrer MacGregor lo había encarcelado bajo la acusación de haber incendiado tranvías “lanzando bombas molotov con gran destreza”. A él, cuya discapacidad en los brazos le impedía asir incluso un vaso redondo; pero sobre todo a él, opuesto siempre a la violencia como recurso político.

Tal vez fue esa discapacidad física, con la que vivió desde su nacimiento, la que lo llevó a convertirse en un hombre te-naz y persistente, pero durante su larga vida política tampoco usó la discapacidad como pretexto de nada e, incluso, llegó a decir que sólo de vez en vez, a tiempo de mirarse en un espejo,

recordaba la discapacidad que lo marcaba. Ello explica en buena medida que, cuando se hizo cargo de la tarea institucional de luchar contra la discriminación en México, no redujera su trabajo a la formación de una oficina, necesaria por lo demás, para defender y promover a las personas con discapacidad, sino que buscara la protec-ción de los derechos de grupos como los enfermos de sida y las minorías religiosas o sexuales, contra los que la sociedad es particularmente despectiva y excluyente.

Fue una rara avis de la izquierda mexi-cana pues, a contracorriente de la tenden-cia a subordinarse a un caudillo u otro que ésta ha ofrecido en los últimos tiempos, trató de dotarla de un proyecto más allá de las personas y de construir una política de diálogo y acuerdos que nos acercara a

ese socialismo democrático que vio florecer en países herma-nos como Chile y España. Aunque fue muy cercano a la socie-dad cubana, al grado incluso de que sus lazos familiares se

extendieron a la isla, su compromiso polí-tico y su respeto por la democracia le hi-cieron romper públicamente con la dicta-dura de Fidel Castro, sobre todo porque siempre creyó que el caudillismo es un lastre para la izquierda y no el vehículo de su realización.

El compromiso con el diálogo y la nego-ciación no fue accidental ni oportunista. Cuando supo que un grupo de camaradas del Partido Comunista había decidido to-mar las armas para luchar contra el gobier-no en esa aciaga década de los 70, buscó a su antiguo compañero de militancia, el mí-tico guerrillero Lucio Cabañas, para conven-cerlo de dejar las armas, pues creía que una política de izquierda democrática no podía ser una política de muerte para camaradas y para adversarios. No logró convencerlo, y sufrió más todavía al saber que esa gene-ración de jóvenes inconformes, a la postre barrida por un Estado represor y homicida, entregaba su vida por una idea equivoca-da. El fracaso de la lucha armada en Méxi-co le dio la razón, pero aun así, en los últi-mos años, tuvo que soportar la demagogia

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de muchos advenedizos en la propia izquierda que, habiéndo-se formado y hasta enriquecido en las filas del pri, y sin haber corrido peligro cuando el régimen era sistemáticamente re-presor, hablaban pomposamente de una revolución que sólo existe en su retórica.

Sin hacerlo público, sufrió el acoso de algunos grupúsculos intransigentes que siempre consideraron que su presencia en la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) en el año 2000 había sido un agravio imperdonable para ellos. Tal vez sí existió agravio, porque fue el único candidato entonces que, poniendo pie en Ciudad Universitaria (y para mayor pre-cisión, en la Facultad de Filosofía y Letras), defendió la educa-ción pública, pero a la vez atacó a esos extremistas a los que la izquierda más mojigata llamaba “muchachos rebeldes”, cuando ya eran evidentes para todos sus prácticas de corte fascista.

Al morir, Rincón Gallardo estaba fuera de la vida de los par-tidos. Cosa extraña en alguien que, desde la más temprana juventud, hizo de la militancia partidista una actividad coti-diana. En efecto, después de un breve acercamiento en su pri-mera juventud al Partido Acción Nacional durante la campaña de Luis H. Álvarez, ingresó en 1963 al Partido Comunista Mexi-cano. Para 1972 ya era miembro del Comité Central del Partido Comunista; y en 1977, aprovechando la tímida pero significa-tiva apertura política del régimen autoritario del pri, formó parte de la primera fracción parlamentaria del Partido Comu-nista en la Cámara de Diputados. Allí los comunistas defen-dieron, entre otras cosas, contra una mayoría que siempre los avasallaba, el primer proyecto legal para la interrupción vo-luntaria del embarazo. Eran los mismos que se desmarcaban de la Unión Soviética por su agresión a Checoslovaquia y que empezaban a sentirse insatisfechos por la deriva autoritaria del régimen castrista en Cuba.

A partir de entonces nunca abandonó la convicción de que una política de izquierda sólo podía ser compatible con la de-mocracia si luchaba en los terrenos electoral y parlamentario.

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Por ello, su trabajo político se encaminó a la unidad de las fuerzas de izquierda, a la construcción de un partido capaz de reformar el régimen autoritario y, a la vez, capaz de reformar-se a sí mismo en una clave democrática.

En 1981 buscó la disolución del Partido Comunista para, con otras fuerzas de izquierda, fundar el Partido Socialista Unifica-do de México (psum), en el que fungió como secretario de Re-laciones Exteriores. Siguiendo la misma línea de hacer más grande y más competitiva, pero sobre todo más democrática, a la izquierda mexicana, apoyó la nueva disolución del partido para poder crear, en 1986, el Partido Mexicano Socialista (pms), del que llegó a ser secretario general. Tras las celebres elecciones presidenciales de 1988, cuando la izquierda sufrió un fraude electoral histórico, pugnó por resolver la crisis política de entonces mediante la construcción de un nuevo partido, el Partido de la Revolución Democrática (prd), que se fundaría en el año de 1989.

Rincón Gallardo fue uno de los grandes protagonistas de la vida interna de este nuevo avatar de la izquierda mexicana. Fue también una víctima del dogmatismo y el caudillismo que se hicieron dominantes en él. Así, en 1997, con una gran digni-dad y sin escándalos, renunció a este partido. Su salida era una muestra de que la izquierda democrática, ilustrada y ra-zonable, esa que ya florecía en España y Chile, no tenía su ruta en un partido que, entre otras cosas, no se había anima-do siquiera a abandonar el lenguaje de la revolución y que ya desde entonces se había mimetizado con el discurso del nacionalismo revolucionario proveniente del pri.

El abandono de la revolución fue por ello una de sus obse-siones. Rincón Gallardo creía en que la identidad democrática de la izquierda mexicana sólo se podría afirmar si se hacía un verdadero ajuste de cuentas con el mito de la revolución, en cualquiera de sus formas: la revolución socialista o la misma Revolución Mexicana. Como me lo dijo en una entrevista de hace varios años: “Yo no soy revolucionario, soy un reformis-ta. Los revolucionarios buscan la liquidación de otros, y yo no

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busco la liquidación de nadie. Por ello, la renuncia abierta y transparente a la revolución es la parte más difícil, más com-plicada y acaso la más traumática en el proceso de reforma de la izquierda… A mí lo que me preocupa y no acepto es, preci-samente, la referencia al uso de la violencia y no la idea de transformación social… nadie pide en México que nos defina-mos acerca de la revolución, pero esta definición es necesaria y obligatoria en el proceso de cambio de identidad de la iz-quierda”.1

Rincón Gallardo intentó dos veces más, con desiguales re-sultados, la construcción de un partido de izquierda democrá-tica. En 1999 fue fundador y presidente del Partido Democra-cia Social, que lo presentó como candidato a la Presidencia de la República en las elecciones del año 2000. Muchos ciudada-nos, ajenos a la historia de la izquierda mexicana, supieron por primera vez de él en esa competencia electoral. Fue consi-derado por muchos el mejor candidato de esa contienda, pero como entonces la urgencia política era la derrota del pri, el proyecto socialdemócrata en México tuvo que esperar a un mejor momento. Todavía se comprometió, en el año 2001, con la construcción de Socialdemocracia: el Partido de la Rosa, pero una decisión timorata y formalista de la autoridad elec-toral quitó el registro al nuevo partido.

No obstante estar lejos de la vida de los partidos políticos, Rincón Gallardo consolidó su dimensión de un hombre de Es-tado, de un verdadero estadista, durante sus últimos años. Entre 2001 y 2008 encabezó los esfuerzos de muchos grupos sociales para dotar a México de una legislación y una institu-ción pública orientadas a luchar contra todas las formas de discriminación. En 2001, se introdujo en la Constitución mexi-

cana el derecho a la no discriminación. Luego, en 2003, como resultado de una iniciativa de ley cuya construcción él dirigió, se aprobó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discrimi-nación. Esta ley dio origen al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, organismo gubernamental que dirigió des-de 2003 hasta 2008, el año de su muerte. Cuando murió, era candidato del Estado mexicano para presidir el Comité de Na-ciones Unidas encargado de vigilar la aplicación de la Conven-ción sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas. Rincón Gallardo había luchado en esos años para hacer realidad esta norma internacional. Su capacidad de negociar y constuir acuerdos se aplicó en este último mo-mento a lograr la avenencia de muchas naciones acerca de una norma internacional de justicia. No se puede, desde lue-go, reducir su vida política a los logros de este periodo, pero es indiscutible que su figura de estadista hacia el final de su vida lo acercó de manera plena a los ciudadanos de México.

Nunca dejó Rincón Gallardo de ser un bolchevique decente, definición que he tomado de nuestro común amigo Luis Sala-zar. En efecto, como buen espíritu bolchevique, invirtió todas sus energías en la política profesional, pero como hombre de-cente supo responder al llamado de la justicia, la tolerancia y las libertades fundamentales. Bolchevique paradójico, por-que renegó de la revolución y abrazó la democracia y la paz, pero bolchevique a fin de cuentas, porque desde la minoría logró metas que a otros parecían inalcanzables.

Con su muerte, Rincón Gallardo ha dejado un poco huérfa-nos a quienes creemos que la justicia social, las libertades individuales y la política ilustrada, generosa e inteligente han de ser las señas de identidad de la izquierda.

Descanse en paz.1 “Razones de una izquierda democrática”, en Gilberto Rincón Ga-

llardo, A contracorriente (Presentación, edición, selección y entre-vista de Jesús Rodríguez Zepeda), México, Centro de Estudios para la Reforma del Estado, 1999.

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BitácoraGaceta Informativa del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación

Convenios

Contra la emofobia

No fumar para no discriminar

Tras las huellas de Eufrosina

No más homofobia

Iguales pero diferentes

Refugiados a la radio

Restaurante-discriminante

Comenzar de nuevo en otro país

Cada quien su sexo

Conferencia al estilo Jalisco

¿Y dónde está el doctor?

Observando al Conapred

Jóvenes congresistas

Defendiendo al defensor

Carta marcada

Huéspedes notables

Capacitar a la universidad sobre discapacidad

Coctel explosivo: vih y discapacidad

A quien honor merece

Muere el presidente del Conapred

ConveniosFonatur

Univesidad de Guadalajara

Secretaría del Trabajo y Previsión Social

Universidad Tecnológica de Sta. Catarina

Infonavit

Universidad Autónoma de Sinaloa

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Contra la emofobia

Como respuesta a las agresiones que los jóvenes identificados como emos sufrie-ron desde el pasado mes de marzo en Querétaro, y al repetirse tales episodios y amenazas en diferentes puntos del país, el 1 de abril de 2008 el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) envió una solicitud de medidas precau-torias a los gobiernos de todos los estados de la República, con el fin salvaguardar la integridad física de los muchachos y muchachas del grupo.

En este mismo sentido, solicitó a la Coordinación de Inteligencia para la Preven-ción, de la Policía Federal Preventiva (pfp), su colaboración con el fin de que se vigile un sitio de Internet denunciado a este Consejo, con el objeto de prevenir la comisión de algún delito en contra de los jóvenes emos.

En conferencia de prensa, José López Villegas –director general adjunto de Estu-dios, Legislación y Políticas Públicas del Conapred– afirmó que así sea una sola persona la que sufra un acto de exclusión por razones de su apariencia física o de su edad, el Consejo debe tomar cartas en el asunto, mucho más cuando es un colec-tivo el que está siendo víctima de un estigma.

Ante la polémica desatada alrededor de si la Ley de Protección a la Salud de los No Fumadores, que entró en vigor en el Distrito Federal el pasado 3 de abril, es o no discriminatoria, el Conapred lanzó un comunicado con el fin de dar a conocer su posición al respecto.

En este sentido, el Consejo consideró que tal ordenamiento legal es positivo en tanto que privilegia la protección a la salud de todas las personas, sean o no fumadoras, y si bien su apli-cación e impacto darán lugar a controversias, éstas de-berán ser analizadas cuidadosamente para de-terminar si existe algún acto discriminatorio.

Desde la perspectiva de la institución, las medidas referidas otorgan singular valor a las políticas y programas dirigi-dos a eliminar las prácticas de las per-sonas fumadoras, tanto por su bie-nestar personal, familiar y social, como por el de la comunidad en general.

En el documento, producto del análisis que hizo la Dirección Gene-ral Adjunta de Estudios, Legislación y Políticas Públicas, el Consejo advierte que las excepciones consideradas en la nueva Ley, por las cuales se permiten sec-ciones para fumadores bajo determinadas condiciones, contradicen el espíritu de la Ley y los motivos que la justifican.

Dichas excepciones, precisa el documento, “son discrimi-natorias para las personas no fumadoras” que asisten o pres-tan sus servicios en sitios donde se permite fumar (división física, real, de las áreas), dado que inevitablemente resenti-rán la afectación a su salud, toda vez que las partículas y gases tóxicos resultantes de la combustión del tabaco se asientan en techos, paredes, muebles, ropa, y no desaparecen de in-mediato, así se disponga de ventilación, tal como lo señala el

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Dictamen de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (aldf), que sirvió de base para fundamentar la Ley.

El análisis concluye también que “la realidad social –en la que confluyen la complejidad cultural, la influencia publici-taria y mercadotécnica, la adicción misma, la imitación de prácticas y demás– condicionó a los legisladores a plasmar fórmulas que se estimaron válidas y operables para prote-

ger la salud de las personas fumadoras y de las no fu-madoras”.

Por lo anterior, el comunicado precisa que en este tema no existe, hasta el momento,

más que una solución: “Por respeto al derecho a la salud de las demás perso-

nas, todas las personas que habita-mos en el Distrito Federal y en el res-to del territorio nacional tenemos el deber de abstenernos de fumar” en público.

Para realizar el análisis, la Direc-ción General Adjunta de Estudios,

Legislación y Políticas Públicas del Conapred hizo un contraste entre la

Ley de Protección a la Salud de los No Fu-madores y el derecho fundamental a la no

discriminación y las disposiciones constitucio-nales e internacionales, entre ellas el Protocolo Adi-

cional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la onu y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Tam-bién tomó en cuenta algunas disposiciones de la legislación secundaria tales como la Ley General de Salud; el Reglamen-to sobre Consumo de Tabaco; y el Dictamen de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la aldf.

No fumar para no discriminar

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Con el objetivo de constatar qué tipo de acciones están lle-vando a cabo las autoridades del estado de Oaxaca para cum-plir con las medidas precautorias solicitadas el pasado 27 de febrero por el Conapred en favor de Eufrosina Cruz Mendoza, personal de esta institución se reunió en el mes de abril con funcionarios públicos estatales, municipales y locales de esa entidad.

Si bien el director general del Instituto Electoral del Estado de Oaxaca, Othoniel Melchor Peña Montor, y el director de Elecciones por Usos y Costumbres, Jorge Cruz Alcántara, nega-ron que se haya discriminado a Eufrosina Cruz Mendoza por ser mujer, reconocieron que los usos y costumbres de la comu-nidad impidieron que los votos obtenidos por ella se tomaran en cuenta; explicaron que la agraviada, aunque es originaria de Santa María Quiegolani, no ha hecho trabajo de tequio en favor de esta localidad, por lo que los pobladores no le reconocieron el derecho a ser presidenta municipal.

Los funcionarios del Consejo se reu-nieron también con la subsecretaria de Derechos Humanos del gobierno del es-tado, Rosario Villalobos Rueda, quien pidió al Conapred su colaboración para sensibilizar a la contadora Eufrosina Cruz sobre la importancia de permitir que las diversas autoridades del gobier-no trabajen en su favor para la adopción de las medidas precautorias solicitadas. Asimismo le solicitó que apoye al esta-do de Oaxaca para impulsar una refor-ma a la Constitución local que incluya la prohibición de cualquier acto discrimi-natorio, y demandó asesoría para la creación de un organismo equivalente al Conapred a escala local.

A pesar de no haberse podido entre-vistar con el procurador general de jus-ticia del estado, el personal del Consejo

No fue en este momento cuando el Consejo comenzó a atender la problemática aludida, pues antes ya había hecho un diagnóstico sobre la situación que vive este sector de la población, mismo que formará parte del Programa Nacional para Preve-nir y Eliminar la Discriminación 2008- 2012.

Además, desde 2004 se han desarrollado diversos estudios sobre este grupo. El año pasado se llevó a cabo uno relacionado con las Percepciones de las diferencias físicas en la ciudad de México, mismo que atiende la problemática de las culturas y subculturas coexistentes en la capital del país. Lo anterior, dijo López Villegas, de-muestra que estamos ocupados en conocer las circunstancias en las que se desarrollan los jóvenes y en definir las estrategias más adecuadas para atender sus necesidades desde la perspectiva de la no discriminación.

Al referirse a la Encuesta Nacional de la Juventud, el funcionario afirmó que sus resultados dejan ver que el Estado no ha tenido suficiente capacidad de respuesta a la demanda de los jóvenes, lo que ha ocasionado que grupos como los emos y mu-chos otros busquen formas de asociación que les permitan expresar lo que sienten acerca de la sociedad y buscar mecanismos de solidaridad entre ellos.

habló con el director general de Derechos Humanos, Héctor Vázquez Quevedo, y con el visitador general de la Procuradu-ría, Roberto Antonio Rodríguez Mayoral, quienes afirmaron que los mantendrán informados sobre los avances en la inda-gatoria del caso de la contadora Cruz Mendoza.

Por su parte, Eloy Mendoza Martínez, presidente municipal de Santa María Quiegolani, afirmó que él no ha cometido dis-criminación alguna en contra de la agraviada, ni ningún acto de agresión contra ella y ofreció una explicación sobre la for-ma como se lleva a cabo el proceso para elegir al presidente municipal bajo los usos y costumbres. Enfatizó que la conta-dora Cruz Mendoza no cumple con los requisitos para acceder a un cargo de elección popular debido a que no ha hecho tra-bajo en favor de la comunidad (tequio), y que sí tuvo algunos votos a favor, pero fueron anulados por el mismo pueblo.

Sin embargo, meses después de la visita de los abogados del Conapred al estado de Oaxaca, esta institución tuvo conocimiento, a través de una nota periodística, de que la con-tadora había sido expulsada de su co-munidad. Ante tal escenario, el Consejo envió los días 24 y 25 de junio de 2008 a las autoridades del estado nuevas medi-das precautorias en favor de Cruz Men-doza, en las que solicitó a la Comisión Permanente de Asuntos Indígenas del Congreso de Oaxaca que, de ser proce-dente, se dicte un punto de acuerdo diri-gido al gobernador, al procurador gene-ral de Justicia, al secretario de Protección Ciudadana, así como al presidente muni-cipal de Santa María Quiegolani, para que garanticen la seguridad e integridad psicofísica de la contadora Eufrosina Cruz Mendoza.

Durante las gestiones realizadas el 30 de junio, la agraviada informó al Conapred

Tras las huellas de Eufrosina

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No más homofobia

En una conferencia de prensa llevada a cabo el 15 de mayo, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación expresó su apoyo para que el 17 de mayo sea declarado Día nacional de lucha contra la homofobia y precisó, además, que se debe ir más allá de esa medida. La institución informó que se propone incorporar al Programa Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (pnped), acciones específicas relacionadas con el respeto a los derechos de las personas del colectivo lésbico, gay, bisexual, y transexual (lgbt), en los ejes temáticos de sa-lud, educación, trabajo y acceso a la justicia.

En el acto, José López Villegas, director general adjunto de Estudios, Legislación y Políticas Públicas del Conapred, dijo que algunas de las propuestas que se incluirán en el pnped están orientadas a promover y aplicar políticas públicas que combatan la discriminación a la comunidad lgbt en el am-biente de trabajo; impulsar programas y talleres de sensibili-zación y capacitación profesional dirigidos a este colectivo

que fue el mismo presidente municipal de Quiegolani, Eloy Mendoza Martínez, quien la expulsó de su comunidad; preci-só que las medidas precautorias solicitadas por esta institu-ción se encuentran vigentes, de tal forma que “cuando voy a mi comunidad voy acompañada de policías preventivos del estado; por lo regular voy cada ocho días a visitar a mis papás; ya se me permite mi ingreso a Quiegolani sin ningún proble-ma”, comentó.

Si bien el Consejo reconoce la rápida intervención de las autoridades locales para atender las medidas precautorias solicitadas en favor de la contadora, manifiesta también su enorme preocupación por la persistencia de situaciones de riesgo que impiden a Cruz Mendoza gozar de su derecho al li-bre tránsito, y que la siguen convirtiendo en víctima de la dis-criminación. Es inconcebible que en un Estado de derecho una mujer deba ingresar a su comunidad rodeada por agentes de seguridad.

sobre aspectos laborales; promover reformas a la Ley del Ins-tituto de Seguridad y Servicio Social de los Trabajadores al Servicio del Estado (issste) y del Instituto Mexicano del Se-guro Social (imss) para que las parejas del mismo sexo pue-dan gozar de las mismas prestaciones y servicios que aque-llas formadas por personas de sexo diferente.

En materia educativa, López Villegas aseguró que se bus-cará la capacitación y sensibilización de maestros y maestras, así como de alumnos y padres de familia en esta temática. En lo concerniente al acceso a la justicia recordó que el Conapred se ha pronunciado en favor de la iniciativa de reforma de diver-sos artículos del Código Civil del Distrito Federal para que se respete y reconozca el derecho de las personas a cambiar su nombre y su sexo, con el fin de que concuerde con el género con el que se identifican.1

Por otra parte, la directora general adjunta de Quejas y Re-clamaciones del Conapred, Vilma Ramírez Santiago, precisó que hasta el 15 de mayo se habían presentado ante el Consejo 221 quejas y reclamaciones interpuestas por presunta discrimi-nación hacia la población lgbt. De éstas, la mayoría provinie-ron del Distrito Federal, el Estado de México, Jalisco, Yucatán y Michoacán.

La coordinadora del Programa en Materia de No Discrimina-ción por Género, Preferencia Sexual e Identidad de Género del Consejo, Angie Rueda Castillo, señaló que la homofobia y la transfobia son formas de intolerancia irracional, derivadas de la ignorancia, los prejuicios y el miedo contra todas y todos quienes transgreden las convenciones sociales de género, y que por tanto puede afectar los derechos humanos y la dignidad de estas personas.

Recordó que el 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud (oms) desclasificó del Catálogo Internacional de Enfermedades y Trastornos Mentales a la homosexualidad. En razón de ello, los activistas, las comunidades científica y de la salud, y los defensores de los derechos humanos, han adop-tado tal fecha para celebrar Día mundial de la lucha contra la homofobia.

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1 El 29 de agosto de 2008 se reformaron el Código Civil, el Código de Proce-dimientos Civiles y el Código Financiero del Distrito Federal. Su entrada en vigor, el 24 de noviembre de 2008, facilitará a las personas transexuales reivindicar el pleno reconocimiento jurídico de su identidad.

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Bajo la premisa de que “se debe reconocer y valorar que la diversidad de expresiones culturales es el principal soporte de la cultura nacional y un instrumento importante en la cons-trucción de la democracia”, el 21 de mayo se efectuó, en las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (sep), la ceremonia con motivo del Día mundial de la diversidad cultu-ral para el diálogo y el desarrollo.

El acto fue presidido por José Luis Stein, coordinador ejecu-tivo de la sep; Ciro Caraballo Peniche, representante en Méxi-co de la Organización de las Naciones Unidas para la Educa-ción, la Ciencia y la Cultura (unesco); Fernando Nava López, director general del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali); Fernando Viveros, secretario técnico A del Consejo Na-cional para la Cultura y las Artes (Conaculta); y Alicia Lemus Jiménez, presidenta del Comité Consultivo para la Atención a las Lenguas Indígenas en Riesgo de Desaparición; y Gilberto Rincón Gallardo, presidente del Conapred.

Al intervenir en la ceremonia, el titular de nuestro Consejo señaló que debemos celebrar la diversidad cultural entendida como la “multiplicidad de formas en que se expresan las cultu-ras de los grupos y sociedades que componen el orbe, y que constituyen el patrimonio común de la humanidad”. Por eso, afirmó, la diversidad cultural es también un compromiso.

El presidente del Conapred hizo referencia a la Campaña Nacional por la Diversidad Cultural de México, la cual comen-zó en 2001 con el esfuerzo de un conjunto de instituciones del gobierno federal y el Distrito Federal y la representación de la unesco en nuestro país, con el fin de propiciar que la socie-dad mexicana reconozca y valore la diversidad cultural que la

caracteriza, favoreciendo el diálogo intercultural para dismi-nuir la discriminación, la marginación, la exclusión y la des-igualdad social.

A su vez, el secretario técnico A del Conaculta, Fernando Viveros, opinó que la proclamación del Día mundial de la di-versidad cultural es un paso importante en el proceso de sen-sibilización de las sociedades sobre el papel que juegan las culturas en el desarrollo de la humanidad.

Por su parte, el representante en México de la unesco ex-plicó que con la celebración del 21 de mayo se llegó al final de los trabajos para posicionar el tema en las conciencias, en los programas políticos y de financiamiento; ahora –agregó– se debe pasar al proceso de aplicación. Comentó que la diversi-dad cultural “no se decreta: se observa, se practica, por lo que el reto es pasar del discurso, que costó 30 años construir, a la acción efectiva en cada uno de los espacios donde las distintas instituciones, las empresas privadas, los individuos y las familias, construyen y expresan la diversidad”.

Por su parte, Fernando Nava destacó la importancia de re-conocer, respetar y valorar la diversidad lingüística y cultural para evitar las segregaciones y la discriminación. Además, comentó que la diversidad cultural es necesaria para el ser humano como la diversidad biológica lo es para los organis-mos vivos.

El Grupo de Coordinación Interinstitucional que impulsa la Campaña por la Diversidad Cultural de México entregó durante la ceremonia un reconocimiento a las instituciones que se han destacado por su contribución en el fortalecimiento, preserva-ción, difusión y desarrollo de las lenguas indígenas del país.

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Restaurante-discriminante

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación calificó como presunto acto discriminatorio el hecho de que en Tepic, Nayarit, le haya sido negado a un grupo formado por cinco huicholes el servicio en un restaurante.

El 13 de junio del año en curso el Consejo inició de oficio una queja respecto de este caso, que conoció por una nota periodística en la que se señala que los indígenas fueron obli-gados a salir de un establecimiento comercial dedicado a la venta de alimentos preparados, luego de que la encargada les negara la atención porque “son muy cochinos”.

Posteriormente, por intervención de algunos comensales –informa la nota periodística– se les brindó el servicio, pero “de mal modo”.

De esta forma, sin pre-juzgar sobre la veracidad de los hechos, el 17 de junio el Conapred calificó el caso como un presunto acto de discriminación, de acuerdo con lo establecido en el ar-tículo 1 de la Constitución Política de los Estados Uni-dos Mexicanos, así como en la Ley Federal para Pre-venir y Eliminar la Discrimi-nación y el Estatuto Orgáni-co del Conapred.

El mismo día, personal de la Dirección General Adjunta de Quejas y Reclamaciones de este Consejo envió al pre-sunto agente discriminador un oficio para hacer de su conocimiento la queja que opera en su contra, así como para invitarlo a someterse al proceso conciliatorio.

Refugiados a la radio

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación efectuó una transmisión radiofónica especial como parte de las activi-dades destinadas a conmemorar el Día mundial del refugiado. La emisión se llevó a cabo con el apoyo de Radio Educación el sábado 21 de junio desde la Casa del Lago, ubicada en la pri-mera sección del Bosque de Chapultepec.

Dicho festival fue organizado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (acnur), Amnistía Internacional México, Casa Espacio de los Refugiados, Sin Fronteras, Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autó-noma de México (unam) y el Conapred. El evento contó con la participación de músicos como Charles Walnex, Me-Stair y Raztlán, entre otros, así como con un ciclo de documentales y mesas de debate sobre el tema, que se extendieron hasta el domingo 29 de junio en esta sede.Bi

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Comenzar de nuevo en otro país

Con un llamado a que los gobiernos y organismos internacio-nales sumen esfuerzos para crear mejores condiciones insti-tucionales, políticas y sociales que dignifiquen la vida cotidia-na de las personas refugiadas, el 20 de junio se efectuó la ceremonia de premiación de los trabajos ganadores del Se-gundo Concurso de Ensayo “¿Y si yo fuera una persona refu-giada…? Comenzar de nuevo en otro país”.

El acto, que se llevó a cabo en el Castillo de Chapultepec, fue presidido por Marion Hoffmann, representante regional para México y Centroamérica del acnur; Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf); Kathia Somohano, coordinadora de la Comi-sión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar); y Gilberto Rin-cón Gallardo, presidente del Conapred. También estuvieron presentes Leonardo Franco, juez de la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos (Coidh); y Felipe de la Lama Noriega, Sylvia Alazraky y Mónica Hernández, como representantes del jurado calificador.

Durante la ceremonia, Marion Hoffmann hizo un reconoci-miento a los jóvenes que participaron en el concurso de ensayo porque con sus voces se suman a la lucha contra la discriminación que padecen las personas que se han visto obligadas a aban-donar sus países de origen. Precisó que en el mundo hay unos 32 millones de personas que se han visto obligadas a buscar refugio en diferentes naciones.

A su vez, el presidente de nuestro Consejo reconoció el papel desempeñado por México en el respeto y la garantía del derecho al re-

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Cada quien su sexo

El Conapred, el Centro Nacional para la Prevención y Control del vih-sida (Censida) y el Instituto Mexicano de la Juventud (imj) suscribieron, el 27 de junio, una carta de intención con el fin de planear y desarrollar de manera coordinada acciones y estrategias orientadas a disminuir la discriminación hacia per-sonas que forman parte de la diversidad sexual.

El documento fue firmado por Gilberto Rincón Gallardo, presidente de nuestro Consejo; Priscila Vera, directora gene-ral del imj; y Jorge Saavedra, director general del Censida, y contempla entre otros puntos:

• desarrollar, fomentar y difundir estudios sobre las prácti-cas discriminatorias de que son objeto las personas de la comunidad lgbt, en especial los jóvenes y las personas que viven con vih-sida;

• organizar congresos, simposios, talleres, cursos y otros eventos académicos con la finalidad de sensibilizar y ca-pacitar a la sociedad en general, con el fin de prevenir y eliminar prácticas de homofobia en contra la comunidad lgbt, jóvenes y personas con vih-sida;

• diseñar de manera conjunta campañas y materiales infor-mativos y de divulgación destinados a sensibilizar, infor-mar y orientar a la población en general sobre los dere-chos que asisten a las personas de la comunidad lgbt, y a quienes viven con vih, con el objeto de prevenir conduc-tas de intolerancia y discriminación.

En el acto, la maestra Priscila Vera señaló que la discrimina-ción es un acto de violencia que vulnera la calidad de vida de los jóvenes. Afirmó que a través del Programa Nacional de Ju-ventud (Pronajuve) se “fomentará una cultura de la legalidad, la igualdad y el respeto a las diferencias en escuelas, familias, trabajo e instituciones públicas”.

El titular del Censida aseveró que gran parte de la discrimi-nación que se ejerce en contra de las personas con vih tiene como fondo la homofobia. En tanto que el director general ad-junto de Estudios, Legislación y Políticas Públicas del Conapred, José López Villegas, observó que parte de la misión del Consejo es lograr que recursos y esfuerzos de diferentes instituciones se sumen para disminuir la discriminación, en este caso la pro-vocada por la preferencia u orientación sexual.

fugio. En este sentido, recordó el recibimiento a los españoles en la década de los años 30; la llegada de los nacionales chi-lenos en los años 70, y el cobijo ofrecido a salvadoreños y guatemaltecos en la década de los 80, que –dijo– son mues-tras claras de la hospitalidad de nuestro país hacia el mundo entero, y en particular a los perseguidos.

Aunque reconoció que México es vanguardia en la instru-mentación de mecanismos legales para la protección de los refugiados, también se refirió al maltrato que padecen las personas que ingresan al territorio nacional por la frontera sur, que las sujeta a condiciones inciertas y peligrosas. Estos hechos, aseguró, ponen en duda la larga tradición de hospita-lidad de nuestra nación.

Por su parte, Emilio Álvarez Icaza destacó que el ser refu-giado no es sólo un estatus jurídico, sino que significa hacer frente a la vida cotidiana en un nuevo país. Observó que el de-safío para la sociedad reside en incorporar la diferencia de las culturas en el día a día, reconocer en el otro y la otra la misma dignidad y derechos que tenemos nosotros, así como destacar que sus aportes culturales enriquecen, nos enriquecen.

Indicó que los más de 32 millones de personas que están en situación de refugio en el mundo equivalen a tres veces la población del Distrito Federal. También apuntó que, según cifras de la encuesta Latinomarómetro de 2007, sólo uno de cada cinco mexicanos admitiría que extranjeros de la misma raza vinieran a vivir a México; 22% estaría de acuerdo en que personas de países pobres lo hicieran; y 15% de los mexica-nos no estaría de acuerdo en que vinieran extranjeros de dis-tinta raza.

En 2007 se recibieron para este concurso 315 trabajos, cifra que se elevó en el presente año a 452, lo que demuestra el interés de los estudiantes de secundaria sobre el tema.

El concurso contempló tres categorías: 13 y 14 años; 15 y 16 años; y 17 y 18 años, cuyas ganadoras de primer lugar fueron María Mac Gregor García, Ana Paula Sánchez Guerrero y Ani Antonyan, respectivamente. Además se entregaron cuatro menciones honoríficas como reconocimiento a otros tantos trabajos notables.

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¿Y dónde está el doctor?

Luego de que conociera el caso de la comunidad Mini Numa, la cual promovió un amparo contra el gobierno de Guerrero por considerar que éste viola su derecho a la igualdad real de trato y de oportunidades al negarles el envío de un médico, el Conapred solicitó el 22 de junio pasado al gobernador de ese estado, Zeferino Torreblanca Galindo, la adopción de medi-das efectivas que permitan a las comunidades indígenas de esa entidad el acceso a los servicios médicos básicos que ga-ranticen la vida y salud de sus habitantes.

En el oficio enviado al gobierno de Guerrero el Consejo soli-citó expresamente que se realizaran las gestiones necesarias para dotar de clínicas o módulos de atención médica y hospi-tales a las comunidades indígenas que integran ese estado, de tal forma que sus habitantes cuenten con los servicios mé-dicos básicos.

También se pidió que se asigne el personal médico que per-mita cubrir las 24 horas del día, los 365 días del año, los servi-cios de consulta y medicamentos, para proveer con la debida oportunidad a los pacientes que los requieran, y proporcionar-les la orientación e información clara y veraz sobre su estado de salud, con un trato digno y respetuoso.

Desde la perspectiva del Conapred, el Estado mexicano debe empezar a actuar de manera severa y concreta con su responsabilidad, plasmada en la Constitución, de hacer efecti-vo el derecho a la salud, del que deben gozar todas las perso-nas que habitan el territorio nacional, sin excepción, instru-mentando los mecanismos eficaces y necesarios para ello.

Una petición similar a la enviada al gobierno de Guerrero fue dirigida por el Consejo a los gobernadores de Oaxaca, Puebla, Michoacán y Chiapas, estados donde se concentra el mayor número de poblaciones indígenas.

Conferencia al estilo Jalisco

El 11 de abril el presidente del Conapred, Gilberto Rincón Ga-llardo, ofreció la conferencia magistral La discriminación a las mujeres en México, en Guadalajara, Jalisco.

En el acto, al que asistió el presidente municipal Alfonso Petersen Fara, Rincón Gallardo afirmó que la eliminación de prácticas discriminatorias contra las mujeres implica un cam-bio social que trasciende lo político y se plantea como una tarea cultural de amplio alcance. Precisó que se debe incenti-var el trabajo legislativo con perspectiva de género para de-purar el sistema de las normas injustas y discriminatorias contra las mujeres. Además, señaló que una de las grandes prioridades del Consejo es atender los reclamos y promover las oportunidades de este género que, pese a ser mayoría, durante demasiado tiempo ha sido tratado como minoría.

Es claro, aseveró, que las prácticas discriminatorias en ge-neral y las que se ejercen contra las mujeres en particular, re-basan con mucho el espacio de acción del Estado. Su particu-laridad reside en que se diseminan también en los espacios de la vida civil y privada.

El presidente del Conapred destacó el trabajo relevante que llevan a cabo las organizaciones civiles y sociales que trabajan en la promoción de los derechos y el bienestar de las mujeres, el cual debe articularse con los esfuerzos institucionales para cambiar su lugar en la sociedad. La “transversalidad de géne-ro”, explicó, debe ir de lo público a lo civil y viceversa.

Recordó la introducción de medidas compensatorias por cuota para el ejercicio de derechos políticos pasivos en el Có-digo Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, lo cual obliga a los partidos políticos nacionales a que no más del 70% de sus candidaturas propietarias sean de un sexo; ello representa un avance neto en la participación política de las mujeres. Sin embargo, reconoció que lo anterior sigue siendo insuficiente: la paridad completa entre hombres y mu-jeres es la meta a alcanzar, pero sin la llamada “acción afirma-tiva” de carácter obligatorio será muy difícil revertir la situa-ción de desventaja inmerecida de las mujeres.

La protección legal y la acción institucional de los poderes públicos, continuó, es una condición esencial para reducir no sólo la estigmatización que está en la base de la exclusión a las mujeres, sino para enfrentar los actos concretos de discri-minación y aplicar o, en su caso, promover medidas de com-pensación y estímulo orientadas a instaurar una igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres.

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Observando al Conapred

En el marco de la xvii Conferencia Internacional sobre el Sida, que se realizó del 3 al 8 de agosto en la ciudad de México, Bo-ris Dittrich, director del Programa de Minorías Sexuales de la organización Human Rights Watch, visitó las instalaciones del Conapred con el fin de que ambas instituciones unan esfuer-zos en la lucha contra la discriminación que sufre la población lgbt en México.

El director de Vinculación y Asuntos Internacionales, Alejan-dro Becerra Gelover, encabezó el grupo de funcionarios del Consejo que hizo una breve exposición del quehacer de esta institución. Los dos organismos acordaron trabajar juntos en algunos temas específicos, como la denuncia de los crímenes de odio por homofobia, el apoyo de Human Rights Watch a la propuesta de declarar el 17 de mayo como Día Nacional de Lu-cha Contra la Homofobia y la promoción del derecho de las personas transexuales a contar con documentos de identidad.

Durante su visita, Dittrich habló sobre los derechos de la comunidad lgbt y los principios de Yogyakarta, que estable-cen una serie de lineamientos para ser observados en la legis-lación internacional sobre derechos humanos relacionada con la orientación sexual e identidad de género. Tales princi-pios enuncian estándares legales internacionales vinculantes que los Estados deben cumplir.

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Los habitantes de la comunidad Mini Numa sólo están re-clamando el cumplimiento de sus derechos humanos; es decir, de los derechos fundamentales e inherentes que acompañan el desarrollo y la realización de todo ser humano bajo el respeto irrestricto a su dignidad, en igualdad de trato y oportunidades ante lo establecido en la ley.

En seguimiento al caso, personal del Conapred realizó una visita en el mes de julio al estado de Guerrero, durante la cual se entrevistó con funcionarios del gobierno estatal; de la Ju-risdicción Sanitaria 4 en Tlapa de Comonfort; del Municipio de Metlatónoc y de las comunidades de Mini Numa y Yuvinani. Habitantes de la zona ratificaron la falta de atención médica que padecen e incluso solicitaron el apoyo del Consejo.

Con base en este recorrido, los abogados del nuestra institu-ción determinaron que las autoridades estatales y municipales responsables no han efectuado las acciones necesarias para atender las medidas precautorias solicitadas por el Conapred, que permitan a las comunidades indígenas de Guerrero el acce-so a los servicios médicos básicos con el fin de garantizar la vida y salud de sus habitantes.

En el caso de Tlapa de Comonfort, el titular de la jurisdicción sanitaria pretendió justificar su omisión culpando a los pobla-dores de las comunidades indígenas por hablar “un dialecto y no estar sensibilizados”, sin asumir su responsabilidad como servidor público, reflejando con ello desatención e ignorancia respecto de la causa de los derechos humanos de los pueblos y comunidades indígenas de la montaña y de sus obligaciones como coordinador de los servicios de salud en la región.

En el mismo tenor se expresó el secretario particular del secretario de Gobierno de Guerrero, José Leoncio Pacheco Hernández, para quien la autoridad realmente responsable de proporcionar la asistencia médica es la Secretaría de Sa-lud; precisó que la limitante para proveer dicho servicio es la

normatividad, porque no es posible instalar una clínica en una población de menos de 1,500 personas. El Consejo considera que este tipo de discurso refleja una forma de discriminación estructural, pues los funcionarios trasladan su responsabili-dad a los límites que impone la normatividad que rige a la Se-cretaría de Salud como obstáculo para cumplirla.

El Conapred estima prioritario que dicha normatividad se adecue a las necesidades humanas, por lo que resulta nece-sario revisar a fondo las normas federales que establecen li-mitantes para la construcción de centros de salud y que se tome en cuenta el nivel de aislamiento en que viven las perso-nas que integran dichas comunidades.

Jóvenes congresistas

Decenas de jóvenes integrantes del Partido Social Demócrata (psd) entregaron el 12 de agosto a funcionarios del Conapred las conclusiones a que llegaron durante su Congreso Nacio-nal, efectuado en esta ciudad, entre las que se encuentra la necesidad de que ese importante sector de la población sea incluido en las políticas públicas de los diferentes niveles de gobierno.

En el acto, efectuado frente al edificio del Consejo, los jóve-nes fueron atendidos por los directores generales adjuntos de Quejas y Reclamaciones, Vilma Ramírez Santiago, y de Vincu-lación, Programas Educativos y Divulgación, José Luis Gutié-rrez Espíndola, así como por la titular del Programa para los Derechos de las Personas con Discapacidad, Amalia Gamio.

Los jóvenes demandaron la revisión de los reglamentos de policía y buen gobierno de cada estado de la República para evitar las prácticas discriminatorias de los cuerpos policía-cos; promover el respeto a la preferencia sexual y exhortar a que los estudios socioeconómicos que se aplican en las es-cuelas sirvan únicamente para el otorgamiento de becas y planes de apoyo.

Solicitaron también que se abran las oportunidades para que puedan participar en el desarrollo político del país y plan-tearon la necesidad de que se sancionen jurídicamente los

casos de discriminación; así como dar incentivos a las empre-sas e instituciones de educación superior que incluyan en su plantilla laboral a personas de los diferentes grupos en situa-ción de vulnerabilidad.

Los funcionarios del Conapred recibieron el documento con los planteamientos referidos, el cual será debidamente evaluado con el fin de incluirlos, si es el caso, en el propio esquema de trabajo de la institución o de impulsarlos en el contexto de su trabajo con otras instituciones.

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Carta marcada

El 3 julio pasado el Conapred presentó el libro Carta a mi pa-dre. Testimonio de una persona transexual con discapacidad, que forma parte de la colección “Testimonios”, editada por este Consejo para difundir y promover una nueva cultura de la igualdad. La serie está concebida como un vínculo para que la voz individual de las personas discriminadas se escuche directa-mente, sin interpretaciones, teorías explicativas o clasificacio-nes de carácter generalizador.

Durante la presentación del texto, realizada en la Casa de las Humanidades de la unam, José Luis Gutiérrez Espíndola, director general adjunto de Vinculación, Programas Educati-vos y Divulgación del Conapred, explicó que el objetivo de la publicación es sensibilizar a través de nuestras emociones y promover, desde ellas, el entendimiento del tema de la tran-sexualidad, al tiempo que busca activar nuestra capacidad de indignación y acción.

Comentó que Carta a mi padre es un reflejo crudo y terrible de las vicisitudes que enfrentan en nuestro país las personas con discapacidad y aquellas cuya identidad genérica no co-rresponde con su sexo biológico. En este sentido, el funciona-rio afirmó que con frecuencia el grado de especialización que requieren los estudios sobre discriminación nos hace olvidar lo que verdaderamente da sentido a nuestras estadísticas, in-vestigaciones y diagnósticos: la vida de personas reales.

Defendiendo al defensor

El Consejo Nacional para Prevenir la Dis-criminación pidió al gobernador de Oaxa-ca, Ulises Ruiz Ortiz; al presidente munici-pal de Ixtepec, Gabino Guzmán Palomec; y al presidente de la Comisión Permanen-te de Derechos Humanos del Congreso de ese estado, Magdiel Hernández Caballe-ro, medidas precautorias que garanticen la integridad del sacerdote Alejandro So-lalinde, así como de los miembros de su equipo pastoral, luego de que el Episco-pado Mexicano expresó que han sido hostigados.

La solicitud de medidas precautorias fue enviada el 1 de julio, sin prejuzgar sobre la veracidad de los hechos, por la Dirección General Adjunta de Quejas y Reclamaciones en apego a la ley y

con base en los instrumentos jurídicos na-cionales e internacionales vigentes.

El Conapred tuvo conocimiento de los hechos por una nota periodística de José Antonio Román, publicada en el periódico La Jornada, en la que se señala lo siguiente:

“El Episcopado denuncia intento de prender fuego a sacerdote en ciudad Ixtepec. De-mandan proteger a la pastoral contra accio-nes ‘xenófobas’ del edil, en Oaxaca”.

En septiembre de 2007 el Consejo en-tregó el Premio Nacional por la Igualdad y contra la Discriminación al sacerdote Ale-jandro Solalinde por su trabajo con indíge-

nas, adultos mayores, mujeres y niños, así como con migran-tes centroamericanos en la zona de la Mixteca Alta. Su brillante labor consiste en ayuda comunitaria y en la defensa de los derechos humanos de estas personas.

Por su parte, Lourdes Díaz Cuevas, jefa del Departamento de Información del Conapred, quien realizó una serie de entrevis-tas a Irina Echeverría para después redactar el texto, reconoció la importancia de difundir esta historia como un caso emble-mático de discriminación, pero también como un testimonio de valor y de fortaleza. Precisó que existe poca información so-bre el tema de la transexualidad, por lo que es común que las personas no comprendan con facilidad esta condición y caigan en prejuicios y actos discriminatorios.

En su intervención, la maestra Martha Lamas, etnóloga es-pecialista en los temas de género y transexualidad, expresó su agradecimiento al Conapred por haber publicado el testi-monio de Irina, quien ha vivido el sufrimiento de tres tipos de discriminación: la producida por su discapacidad, la ocasio-nada por el activismo comunista de su padre y la de su condi-ción transexual.

Indicó que la transexualidad como tal es un fenómeno mo-derno ligado a las posibilidades de transformación personal que aparecen con el avance de la endocrinología y la cirugía plástica reconstructiva. También destacó la importancia de las investigaciones relativas a la diferencia y a la conducta sexual como factores que han hecho posible el cambio de sexo.

Irina Echeverría agradeció a Gilberto Rincón Gallardo por su apoyo a este tipo de publicaciones de avanzada, que tanta fal-ta hacen en el país. Además, reconoció el trabajo que Lourdes Díaz Cuevas realizó con la adaptación literaria, pues se “com-penetró y comprometió con mis vivencias”. Aclaró que le gusta-ría que el Consejo tuviera más facultades y aseguró que la “tarea de modificar las leyes le toca a la sociedad”.

En el acto también estuvieron presentes Ricardo Bucio, se-cretario técnico de la Comisión de Derechos Humanos del Dis-trito Federal (cdhdf), y el doctor David Barrios, psicoterapeuta especialista en transexualidad.

Carta a mi padre. Testimonio de una persona transexual con discapacidad es el segundo número de la colección “Tes-timonios”; el primero es 73670. Testimonio de un sobrevi-viente de los campos de exterminio nazi, de Joshua Gilbert. Ambos materiales están a disposición del público en general en el Conapred.

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Capacitar a las universidades sobre discapacidad

En el mes de julio el Conapred participó en la Segunda Reunión Binacional México-España sobre “Los Derechos de las Perso-nas con Discapacidad en la Universidad”, que se llevó a cabo en Mérida, Yucatán. En este evento, el Consejo hizo un llamado a las instituciones de educación superior para que desarrollen políticas incluyentes y revestidas de una sólida perspectiva de equidad de género, que permitan eliminar barreras económi-cas, físicas, culturales y sociales con el fin de dotar a las perso-nas con discapacidad de un piso mínimo de igualdad que les permita atender con éxito el proceso de enseñanza-aprendiza-je y las prepare para insertarse laboralmente en la sociedad.

En el encuentro se adoptó, por unanimidad, la Declaración de Yucatán que propiciará, entre otros objetivos, el estableci-miento de políticas y programas de prevención, protección y defensa de los derechos humanos de este grupo.

Los representantes de la Red de Defensores, Procuradores y Titulares de Organismos de Defensa de los Derechos Universi-tarios (Reddu) que participaron en el encuentro reconocieron en la Declaración de Yucatán la universalidad, indivisibilidad, progresividad e interrelación de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, así como la necesidad de garanti-zar que las personas con discapacidad en las universidades los ejerzan plenamente y sin discriminación.

Los adherentes al documento consideraron impostergable la necesidad de incorporar en las instituciones de educación superior una perspectiva de género en todas las actividades destinadas a promover el pleno goce de los derechos huma-nos y de las libertades fundamentales.

La Declaración de Yucatán –redactada en consonancia con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Disca-pacidad, que entró en vigor el 3 de mayo pasado– precisa que resulta relevante considerar, para que las personas con disca-pacidad puedan gozar plenamente de todos los derechos hu-manos y las libertades fundamentales, la importancia de la accesibilidad al entorno físico, especialmente al uso y disfrute de las instalaciones universitarias, así como la participación de aquéllas en los ámbitos social, económico y cultural y, des-de luego, en el de la educación.

El documento propone realizar estudios, investigaciones y promover las mejores y más idóneas medidas normativas, ad-ministrativas y de otra índole que sean pertinentes para hacer efectivos los derechos de las personas con discapacidad, así como propiciar que las universidades establezcan políticas y programas de prevención, protección y defensa de los dere-chos humanos de ese grupo en situación de vulnerabilidad.

Otro de los compromisos implica la formación de profesio-nales y personal especializado que trabajen con personas con discapacidad en las universidades, con el fin de proveerlas de una mejor asistencia y servicios.

Durante su ponencia titulada “Igualdad de oportunidades de las personas estudiantes con discapacidad en la educación superior”, José López Villegas, director general adjunto de Es-tudios, Legislación y Políticas Públicas el Conapred, precisó que las medidas que deben adoptar las universidades han de reconocer la gama de dificultades técnicas, didácticas, de ac-cesibilidad y administrativas que restringen a las personas con discapacidad el ingreso y permanencia en la educación superior, en el plano de la igualdad de oportunidades y de trato.

El funcionario reiteró los compromisos legales, institucio-nales y éticos del Consejo con las universidades para conti-nuar aportando tanto sus experiencias institucionales como las recibidas por parte de personas con discapacidad, organi-zaciones de la sociedad civil, académicos y expertos para la inclusión plena de los estudiantes con discapacidad en la edu-cación superior.

A su vez, la doctora Amalia Gamio Ríos, coordinadora del Programa para los Derechos de las Personas con Discapacidad del Conapred, sugirió la posibilidad de que en las facultades de ingeniería y arquitectura se incluya, con carácter obligatorio, una cátedra relacionada con la accesibilidad, pues ésta es uni-versal y sin ella, dijo, “no hay acceso al trabajo, a la información ni a la educación”.

Al encuentro, auspiciado por la Universidad Nacional Autó-noma de México, asistieron representantes de la Reddu, que está integrada por universidades mexicanas y españolas. Du-rante el foro se analizó la construcción de políticas públicas sobre el particular y la función del defensor universitario en la prevención y protección de los derechos de las personas con discapacidad, entre otros temas.

Huéspedes notables

El pasado 4 de agosto el Conapred fue sede de la reunión de-nominada “Diálogo sobre vih-sida, salud sexual y reproducti-va, situación de insumos para la salud y el aborto”, llevada a cabo entre parlamentarios europeos y diputados federales del gobierno de México.

Los 12 funcionarios extranjeros provenientes de Finlandia, Francia, Suiza, Holanda, Reino Unido, Bélgica, España, Ale-mania y Lituania, así como los 13 parlamentarios nacionales e

invitados especiales fueron recibidos por el presidente de nuestro Consejo, Gilberto Rincón Gallardo, quien dirigió un mensaje relacionado con la situación de la discriminación ha-cia las personas que viven con vih-sida en México.

Los trabajos fueron coordinados por Vicente Díaz y Regina Altena –de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar ac (Mexfam)– y por Alejandro Becerra, Director de Vinculación y Asuntos Internacionales del Conapred. Como representan-tes de los legisladores nacionales asistieron los titulares de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables: María Esperanza Morales Borja, de Equidad y Género; Marisela Contreras, de Discriminación; y Elizabeth Morales García, de Juventud y De-porte. También participaron en la reunión representantes de Comisión Nacional de los Derechos Humanos, del Centro Na-cional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, del Fondo de Población de las Naciones Unidas, del Centro de Análisis e Investigación Fundar, de la organización Salud Integral para la Mujer y del Grupo de Información en Reproducción Elegida. Bi

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promover el desarrollo de políticas y programas dedicados a atender de la mejor manera este problema.

En el segundo día de actividades de esta Tercera Reunión Técnica Latinoamericana, personal del Conapred se sumó a las organizaciones civiles e instituciones que participaron en la “Primera marcha internacional contra el estigma, la dis-criminación y la homofobia”, que se efectuó en la ciudad de México.

Con su asistencia, el Consejo ratificó su compromiso con la lucha contra la discriminación por preferencia sexual y por identidad de género, que daña y menoscaba no sólo la digni-dad y los derechos de las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, travestis, transexuales y transgénero, sino de to-das y todos. También logró llamar la atención sobre el hecho de que en Latinoamérica las personas con discapacidad con-tinúan sin participar de los programas de prevención y aten-ción al sida, debido a la existencia de tabúes y dificultades de articulación entre instituciones.

Por lo regular, se sigue pensando que las personas con dis-capacidad no son sexualmente activas y que, por lo tanto, no están en riesgo de contraer la infección. También ocurre que éstas tienen menos acceso a los espacios sociales donde circu-la y se comparte la información y los recursos preventivos. El resultado de estas premisas es que la exposición de hombres y mujeres con discapacidad a los factores de riesgo relacionados con el vih son más altos que los de la población en general.

Coctel explosivo: vih y discapacidad

En el marco de la xvii Conferencia Mundial sobre el Sida, el 1 y 2 de agosto se llevó a cabo, en las instalaciones del Conapred, la Tercera Reunión Técnica sobre vih-sida, Discapacidad y ets (enfermedades de transmisión sexual), organizada por nues-tro Consejo, el Instituto Interamericano sobre Discapacidad y Desarrollo Inclusivo (iidi) y el Banco Mundial (bm).

En este encuentro se buscó adelantar el debate sobre “Pro-gramación e investigación basada en la evidencia acerca de las interrelaciones entre vih-sida y discapacidad” y sobre

“Cuidado y rehabilitación de las personas viviendo con sida y discapacidad: abordajes y servicios efectivos”. Con ello se procura intercambiar hallazgos y experiencias vinculadas con una programación transversal e inclusiva de la respuesta al vih-sida

En la inauguración del evento, Gilberto Rincón Gallardo se-ñaló que aún hoy las personas con discapacidad siguen sin participar en los programas de prevención y atención de la pan-demia, debido a tabúes ancestrales como el que disocia la con-dición de discapacidad de la actividad sexual, que sumado a la situación de confinamiento que todavía acompaña a muchas personas con discapacidad, dan como resultado un pobre ac-ceso a la información y la falta de acciones preventivas.

Asimismo, reconoció que con frecuencia las personas que viven con sida enfrentan complicaciones que provocan secuelas discapacitantes, cerrando un círculo pernicioso que se agrava cuando se asocia con la pobreza.

Por su parte, Rosángela Berman –representante del bm– des-tacó la importancia de que en esta xvii Conferencia Mundial sobre el Sida, sea la primera vez que se toque la relación que existe entre discapacidad y vih desde la perspectiva de varios actores: gobiernos, sociedad civil, grupos específicos relacio-nados con el sida, etcétera.

En los últimos dos años el iidi y el Banco Mundial, en cola-boración con organizaciones que trabajan en las áreas de dis-capacidad y vih-sida, organizó dos Reuniones Técnicas Latinoa-mericanas sobre la epidemia, las ets y la discapacidad (Chile 2006 y Argentina 2007). El principal propósito de éstas fue facilitar el intercambio de conocimientos entre especialistas y

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Muere el presidente del Conapred

El pasado 30 de agosto nuestro Consejo tuvo que informar el lamentable fallecimiento de su titular, don Gilberto Rincón Ga-llardo y Meltis, ocurrido a las 12:30 horas en la ciudad de Méxi-co, a consecuencia de un paro respiratorio.

Gilberto Rincón Gallardo asumió la Presidencia del Conapred en 2003, nombrado para el cargo por el primer mandatario de la República para un periodo de tres años, que concluyó en di-ciembre de 2006. Sin embargo, Felipe Calderón Hinojosa lo ra-tificó para un segundo periodo que debía concluir en diciembre de 2009.

Entre las tareas a las que había dedicado una parte impor-tante de su fecundo tiempo estuvo la de impulsar, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (onu), la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Fue el representante de la delegación mexicana en todas las gestio-nes internacionales realizadas para la consolidación de este documento hasta que entró en vigor el 3 de mayo de 2008.

A quien honor merece

El Conapred otorgó el 8 de julio un reconocimiento de carác-ter honorífico a instituciones públicas, privadas y sociales que se distinguieron por desarrollar actividades tendentes a la prevención y eliminación de cualquier forma de discrimina-ción, conforme con lo establecido en el Modelo de Reconoci-miento por la Cultura de la No Discriminación.

En el acto, el presidente del Consejo, Gilberto Rincón Gallar-do, felicitó a los 15 acreedores al Reconocimiento y los invitó a no cesar en el esfuerzo, pues su labor significa un elemen- to vinculante en la construcción de condiciones sociales para no discriminar.

Destacó que el trabajo de elaborar un instrumento como este Modelo, que favorece la adopción de medidas antidiscri-minatorias, y de verificar su efectividad, fue arduo y gradual, porque exigió innovar, lo cual coloca al Conapred como pio-nero en esta materia.

Por su parte, el empresario Javier Rangel González, miem-bro del Comité de Cultura de No Discriminación (Cunodi) –el cual tiene como principal objetivo determinar, con base en los informes finales de verificación, qué instancias son acreedo-ras al Reconocimiento– se enorgulleció de compartir con las empresas y organizaciones la responsabilidad y la aventura cotidiana de conquistar un orden equitativo en la creación de espacios de trabajo y así contribuir a la consolidación de la sociedad más justa que México necesita.

Derivado de lo anterior, recientemente el gobierno mexicano había propuesto su candidatura ante dicho organismo interna-cional para que formara parte del Comité de Seguimiento de la onu, que se encargaría de verificar el cumplimiento de la referi-da Convención entre los Estados parte.

Descanse en paz.

Agregó que es urgente que los organismos de representa-ción empresarial de nuestro país se coordinen para construir entornos de verdadera inclusión. Asimismo, dijo que la enver-gadura de esta misión requiere, por su importancia y apremio para la vida nacional, de un tratamiento más específico y es-pecializado.

Patricia Espinoza Torres, subsecretaria de Desarrollo Hu-mano para el Trabajo Productivo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (stps), aseveró que reconocer públicamente los esfuerzos de las instituciones del Estado y de las entida-des privadas y sociales que trabajan en la construcción de un espacio tolerante y respetuoso de la diversidad, se traduce en un peldaño más en la escalera que nos conduce a la justicia y la democracia.

Observó que incidir en el combate a las prácticas discrimina-torias, a partir de una mayor presencia y arraigo de la cultura de la igualdad en el ámbito laboral, permitirá que el desarrollo económico y social del país se concrete en una realidad para todas y todos los mexicanos.

El Conapred lanzó en 2007 la convocatoria para que insti-tuciones públicas, privadas y sociales que se distingan por llevar a cabo programas y medidas para prevenir la discrimi-nación en sus prácticas, instrumentos organizativos y presu-puestos obtuvieran un reconocimiento. Para ello, es necesa-rio que los participantes lo soliciten y se sometan a la instrumentación del Modelo de Reconocimiento por la Cultu-ra de la No Discriminación, creado por un Comité Técnico Ase-sor convocado por el Consejo. Éste fue compuesto por espe-cialistas y funcionarios de instancias relacionadas con la responsabilidad social y temas afines.

El instrumento tiene como objetivo definir los criterios y los indicadores que permitan evaluar la forma y el grado en que las distintas instituciones y organismos cumplen con los re-quisitos mínimos indispensables de la no discriminación en su funcionamiento interno y externo.

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Convenio con el Fondo Nacional para el Turismo (Fonatur), firmado el 18 de abril por su director

general, Miguel Gómez Mont, en las instalaciones del Conapred

Gilberto Rincón Gallardo, presidente de nuestro Consejo, ex-plicó que el plano de los servicios es terreno propicio para las diversas manifestaciones del fenómeno de la discriminación, como son la negativa de acceso a los mismos por condición de salud, económica o social, por apariencia física, origen étnico o creencias religiosas, entre otras.

De ahí que –dijo– el convenio firmado con el Fonatur tenga como propósito realizar, de manera conjunta, acciones enca-minadas a sensibilizar al sector turismo acerca de las omino-sas consecuencias de las conductas discriminatorias y llevar a cabo acciones para prevenir y eliminar este mal social en di-cho ámbito, con el fin de generar un piso de igualdad en el acceso al consumo, servicios y trato de todas las personas.

Por su parte, Miguel Gómez Mont señaló que “con la firma de este convenio, ratificamos en Fonatur nuestro compromiso para la eliminación de toda forma de discriminación. Quere-mos distinguirnos por llevar a cabo todos los programas y me-didas para prevenir la exclusión en nuestras prácticas con clientes, proveedores, colaboradores y comunidades en las que desplegamos nuestras acciones”.

El convenio incluye la realización de campañas informati-vas y de sensibilización, la coedición de materiales de divul-gación y la realización de programas de capacitación, todos enfocados a erradicar el nocivo fenómeno de la actividad de prestadores de servicios y empresarios del sector turístico.

Convenio con la Universidad de Guadalajara, firmado el 11 de abril de 2008 por su rector, Carlos Briseño Torres, en las instalaciones

de la casa de estudios

El acuerdo tiene como objetivo desarrollar actividades tenden-tes a la prevención y eliminación de cualquier forma de discrimi-nación, además de buscar la instauración de la Cátedra unesco denominada “Igualdad y no discriminación”, que no tiene prece-dente en México y América Latina.

En la ceremonia de firma destacó la intervención del embaja-dor Carlos García de Alba, director general de Relaciones Inter-nacionales de la sep, quien coadyuvó a esteblacer los mecanis-mos para instaurar la Cátedra. Las dos instituciones signantes tienen previsto que el proyecto sea encabezado por el doctor Rodolfo Stavenhagen.

Por su parte, el rector de la Universidad de Guadalajara (u de g) manifestó su beneplácito por la firma del documento y comentó que es fundamental fomentar alianzas similares, pues contribuyen a generar conciencia en la comunidad universitaria donde también se presenta el fenómeno de la discriminación. Briseño Torres hizo un llamado a los estudiantes y trabajadores de la casa de estudios para laborar en beneficio de la inclusión y por la democracia.

Una de las actividades sustantivas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) consiste en esta-blecer vasos comunicantes con otras instituciones y organismos con el fin de cerrar filas frente a este mal común. La razón es muy simple: un problema de la envergadura y arraigo del fenómeno discriminatorio sólo puede enfrentarse de manera plural y coordinada. Sería iluso pensar que una nueva cultura de la igualdad puede lograrse con el esfuer-zo aislado de una entidad; por el contrario, se precisa el concurso de todos los actores sociales –gubernamentales, ongs, del sector privado, etcétera– para empezar a contrarrestar, con alguna efectividad, la heredad de siglos de in-tolerancia, prejuicio e inequidad.

En consecuencia, los convenios registrados a continuación –signados por el presidente del Conapred, Gilberto Rin-cón Gallardo– representan un avance estratégico en la misión conjunta de crear una red que envuelva y erradique la discriminación.

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Convenio con la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (stps), firmado el 17 de abril

por su titular, Javier Lozano Alarcón, en las instalaciones del Conapred

El documento tiene como objetivo realizar acciones para en-frentar y resolver la problemática de la discriminación que se presenta en el mercado de trabajo, ya que de acuerdo con la Primera Encuesta sobre Discriminación en México, realizada en 2005 por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y el Conapred, las personas en general consideran que el princi-pal derecho no respetado es el derecho al trabajo. Los grupos particularmente afectados por tal situación son los formados por mujeres, personas con discapacidad, indígenas, homo-sexuales, adultos y adultas mayores y minorías religiosas.

Durante la rúbrica del convenio el titular de stps, Javier Lo-zano Alarcón, subrayó la necesidad de que toda persona sin distinción tenga derecho a un trabajo en condiciones dignas y decentes. A su vez, el presidente del Consejo, Gilberto Rincón Gallardo, confió en que la suma de esfuerzos entre ambas ins-tituciones sea referente para alentar una reforma laboral con sentido humano.

La Secretaría, en coordinación con el Conapred y otras ins-tancias de los sectores público y privado elaborarán una Norma Mexicana para la Igualdad Laboral que incorpore políticas y prácticas de igualdad entre mujeres y hombres, así como de inclusión de las personas en situación de vulnerabilidad, que permita certificar el respeto de los estándares mínimos relati-vos a la libertad, la equidad, la igualdad, la accesibilidad, la previsión social y un clima laboral favorable.

También se pactó que se elaborará conjuntamente el Pro-grama Nacional de Trabajo y Capacitación para Personas con Discapacidad, que se encuentra establecido como una obliga-ción en la Ley General de las Personas con Discapacidad.

La stps desarrollará un Índice de Vulnerabilidad Laboral con representación a nivel estatal, que pondrá a disposición el Consejo para el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas focalizadas, orientadas a promover la inclusión labo-ral y a combatir la discriminación en el ámbito del trabajo.

Convenio con la Universidad Tecnológica de Santa Catarina, firmado el 24 de julio por su rector, José Cárdenas Cavazo, en las instalaciones de la casa de estudios

Uno de los objetivos del convenio es instituir una Oficina de Promoción y Enlace para Prevenir la Discriminación. Este cen-tro, el cual será el primero de su tipo en el país, tendrá como principales funciones lo relacionado con el Programa de Aten-ción a la Discapacidad, centrado en ofrecer educación media superior, superior y especial a las personas con discapacida-des visuales, auditivas y motrices; además, llevará a cabo la distribución de materiales de divulgación editados por el Conapred y promoverá la denuncia por motivos de discrimi-nación ante el Consejo.

En el mismo acto de la celebración de la firma, Rincón Gallar-do participó junto con el gobernador del estado de Nuevo León, José Natividad González Parás, como testigo de honor en la sig-natura de otro convenio, entre la Secretaría de Educación del estado, el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Nuevo León y la Universidad Tecnológica Santa Catarina.

Dicho pacto tiene como objetivo la apertura de la Preparato-ria Incluyente para Personas con Discapacidad Auditiva, Visual o Motriz, que se ofrecerá en las instalaciones de la Universidad, y cuyo primer ciclo escolar inició en el mes de agosto de 2008.

El titular de nuestro Consejo aseguró que programas como este deben convertirse en ejemplo nacional para brindar con-diciones favorables al desarrollo de alumnos con discapacidad, pues “es la única forma de romper el círculo vicioso discapaci-dad-pobreza”.

Apuntó que el impulso institucional a este tipo de acciones logrará la consolidación democrática del país y pondrá a México en el camino de cumplir los compromisos internacio-nales adquiridos a partir de la entrada en vigor de la Conven-ción sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad el pasado mes de junio.

Por su parte, José Natividad González Parás reconoció que a pesar de que Nuevo León se ha destacado por su disciplina y cultura emprendedora, tenía un déficit de solidaridad con los grupos vulnerables.

Destacó que la educación es un campo de gran trascenden-cia, pues es la principal manera de generar el desarrollo per-sonal y humano, y propiciar la igualdad de oportunidades; por eso –dijo– “el gobierno estatal tiene un gran interés en la in-clusión de las personas con discapacidad en este ámbito”.

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Convenio con la Universidad Autónoma de Sinaloa (uas), firmado el 26 de mayo por su

rector, Héctor Melesio Cuén Ojeda, en el marco de la vii Semana Cultural de la

Diversidad Sexual en Mazatlán, Sinaloa

El convenio contempla entre sus objetivos dar a los académi-cos un apoyo para investigar y generar un aporte claro y serio al conocimiento de los temas sobre derechos humanos; difun-dir la cultura de la no discriminación; promover la elaboración de estudios e investigaciones relacionados con ese fenómeno y la violencia por homofobia.

En la ceremonia de firma, Gilberto Rincón Gallardo destacó la relevancia del trabajo que llevarán a cabo ambas institucio-nes y comprometió el mejor esfuerzo del Consejo para lograr las metas que se plantean, como son, además de las mencio-nadas: difundir la cultura de la prevención de la discrimina-ción y la igualdad de oportunidades; diseñar programas edu-cativos y materiales didácticos que promuevan la lucha contra la discriminación en y desde la comunidad universitaria; de-sarrollar programas de sensibilización, formación y capacitación para el personal de la uas; desarrollar actividades de divulga-ción y debate especializado y coediciones sobre avances y resultados de investigaciones o en materia de divulgación, entre otros.

El presidente del Conapred agregó que “las distintas op-ciones sexuales son un derecho individual y que ninguna de ellas es delito; delitos son la violación y la pederastia”. Expli-có que optar por una conducta sexual es un derecho y, como tal, todos estamos obligados a respetarla. Precisó que las ins-tituciones y organizaciones asistentes a la vii Semana Cultu-ral de la Diversidad Sexual no promueven opciones sexuales, sino la defensa del derecho de cada uno a decidir sobre este particular.

En ese sentido, no hay una opción sexual buena o mala: ser homosexual nunca puede ser calificado como un delito sino como un derecho, y todos estamos obligados a respetarlo al igual que estamos obligados a respetar al heterosexual. El fun-cionario aseveró que el derecho a la preferencia sexual debe ser defendido con la misma pasión con que se defienden los de-rechos humanos fundamentales, sin los cuales no existe la democracia.

En su intervención, el rector Héctor Melesio Cuén Ojeda co-mentó que la educación es la mejor vacuna contra la violencia e informó que el convenio tiene entre sus prioridades promo-ver la igualdad de oportunidades, lo cual indudablemente será el principio de actividades conjuntas de mayor proyección.

Por su parte, la coordinadora del evento, Yesenia Peña Sán-chez, destacó que Sinaloa es un estado pionero en estudios de género y refirió que el acuerdo establecido entre el Conapred y la uas permitirá llevar a cabo reflexiones importantes e impul-sar trabajos en materia de diversidad cultural y sexual “de esos, los otros, que como nosotros tienen derecho a vivir con dig-nidad”.

Añadió que con las actividades desarrolladas y las subsecuen-tes se pretende disminuir la discriminación en los espacios laborales y profesionales; que mientras amplios sectores poblacionales en México sigan excluidos de la correcta aplicación de las leyes, la democracia sólo será un concepto mediático, porque estamos promoviendo la omisión y la discriminación.

Convenio con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores

(Infonavit), firmado el 12 de mayo de 2008 por su titular, Víctor Manuel Borrás Setién,

en las instalaciones de dicho organismo

Esta herramienta permitirá aplicar políticas de reclutamiento de personal con perspectiva de género, evitar las prácticas discriminatorias entre la plantilla del instituto y en el servicio a los derechohabientes, así como eliminar los estigmas y pre-juicios que impiden a madres solteras, personas que viven con vih-sida, adultos mayores, personas con discapacidad e indígenas, entre otros, el acceso a una vivienda digna.

Durante su intervención en el acto, el presidente del Conapred calificó de relevante el acuerdo y reiteró que para combatir y eliminar la discriminación es necesaria la suma de esfuerzos interinstitucionales, gubernamentales, empresa-riales y de la sociedad civil. Bajo esta premisa, explicó, el Con-sejo ha firmado más de 65 convenios generales con interlocu-tores de muy distinta naturaleza.

Afirmó que el Conapred encuentra en el Infonavit un aliado más en la lucha contra la discriminación, que indudablemente hará aportaciones valiosas en esa tarea. Explicó que la reali-dad ha demostrado que los prejuicios que alientan la discrimi-nación colocan a miles de personas en una situación desven-tajosa para siquiera aspirar a contar con una propiedad a partir de la cual formar un patrimonio familiar.

De acuerdo con lo establecido en el documento, ambas ins-tituciones efectuarán actividades en los ámbitos de la capaci-tación, a través del desarrollo de programas, cursos, talleres, seminarios, pláticas, conferencias y otras tareas similares; de la divulgación, mediante campañas conjuntas, el aprovecha-miento de medios y la edición de materiales editoriales; y de las políticas públicas, por ejemplo, promoviendo el acondiciona-miento gradual de la infraestructura arquitectónica de los es-pacios urbanos y de vivienda donde sea posible, e impulsando la institucionalización de políticas de equidad de género al in-terior del propio Infonavit y en los espacios que cada parte tenga a su alcance.

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Libros de la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación (riood)

Relatos ganadores del Primer Concurso Iberoamericano de Cuento sobre Discriminación, 180 pp.

Atención a la discriminación en Iberoamérica. Un recuento inicial, 248 pp.

Varios autores

Alejandro Becerra Gelover(coordinador)

Las narraciones que contiene este libro fueron selec-cionadas de entre 593 que participaron en el certamen. Abordan diversos temas –discriminación racial, a mi-grantes, por género y por motivos políticos– pero la com-plejidad del tema rebasa con mucho una definición es-tricta o un tratamiento sin matices. Precisamente, una de las virtudes de los ocho cuentos premiados –un pri-mer lugar y siete menciones honoríficas– consiste en ofrecer al lector, a partir de una anécdota específica, un panorama vasto y terrible, a menudo devastador, de la discriminación y su labor de zapa que roe incesantemen-te la dignidad de mujeres y hombres.

Una amplia nota preliminar da cuenta de los pormeno-res del Concurso: identificación de jueces, estadísticas de participación –por país, por género, por tema, etcétera–, organización y objetivos. Al final, un breve glosario de los términos locales menos conocidos pretende ayudar al lector iberoamericano a decodificar el lenguaje que se emplea en otras latitudes de la región. Las poderosas ilustraciones que contiene el libro no lo adornan sino lo completan aportando más elementos de interpretación.

Algunos miembros de la Red de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación (riood)–en concreto Argentina, Costa Rica, la Organización de Estados Americanos (oea), Panamá, España y México– se dan a la tarea en esta obra de compartir sus experiencias en el combate a la discriminación, con el fin de aprovechar aciertos y errores para avanzar en el camino conjunto. El trabajo de coordinación, a cargo del secretario técnico de la Red, fue, junto con el texto enseguida reseñado, el último que realizó en ese puesto. Deja tras de sí, sin embargo, la gestión que concretó la iniciativa misma para la formación de la riood y la labor de coordinación de sus resultados más conspicuos: precisamente los dos volúmenes aquí reseñados.

Al otro Lado

Informe sobre la discriminación en Iberoamérica 2008, 184 pp.

Alejandro Becerra Gelover y Jorge Alfonso Torres Romero(coordinadores)

En septiembre de 2007, al momento de formarse la riood, se leyó un informe preliminar sobre la discriminación en los diversos países de Iberoamérica, redactado por Angie Rueda. Después de ser electo el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) como titular de la Presidencia de la Red por los primeros dos años, Gilberto Rincón Gallardo se comprometió a completar el documento. Desde luego, no se le escapaba que era una labor sin fin, eternamente provisional. No obstante, con la asistencia de algunos países de la riood y sobre la base del texto del año anterior, Bibiana Gómez Muñoz escribió este extenso informe sobre el tema, único en su tipo, por lo cual permite tener una visión de conjunto amplia e informada, lo que muestra los problemas comunes y las dificultades locales enfrentadas por las naciones iberoamericanas.

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Colección “Kipatla, para tratarnos igual”

Colección “Textos del caracol”

Estigma y discriminación a personas con vih, 44 pp.

Para más señas, Laura32 pp.

Luis Manuel Arellano

Conciso, directo, claro, este documento contiene, a pesar de su brevedad, toda la información básica acerca del vih y la forma en que afecta a quienes lo portan, par-ticularmente por convertirlos, a través de los prejuicios y la ignorancia de las per-sonas en contacto –desde familiares y amigos hasta empleadores y personal de los sectores educativo y de salud– en objeto de estigma y discriminación. Con un ojo crítico puntual penetrante, el autor da cuenta de la manera como las personas con vih han sido excluidas, pero también de los espacios de expresión y de respeto a sus derechos que han ido ganando, muchas veces en contra de políticas de Esta-do. Libro valiente, polémico e inteligente, ofrece al lector un invaluable material de reflexión para abordar el problema de la discriminación por vih.

La exclusión de niños y niñas con discapacidad del espacio educativo ha dado origen a un terrible círculo vicioso que anula sus oportunidades y derechos y los hace así cada vez más vul-nerables a la discriminación. Al respecto, el cuento de la serie

"Kipatla, para tratarnos igual", que ahora presentamos resulta sumamente ilustrativo: muestra a los jóvenes lectores la for-ma como las personas viven la exclusión y las dificultades que enfrentan no sólo por su discapacidad, sino por la conducta que los demás (incluyendo padres y maestros) tienen hacia ellos. Como muchas veces sucede, los niños estarán en mejor posición de encontrar soluciones a este conflicto que los ma-yores, a menudo presas de sus propios prejuicios, a los que no cuestionan.

Número 5

Número 10

Nuria Gómez Benet (textos) y Emilio Watanabe y Cecilia Lemus (ilustraciones)

Nadia, gatos y garabatos

La undécima entrega de la colección aborda la discriminación a adultos mayores, grupo vulnerado que suele ser excluido por no corresponder a la equivocada idea dominante de “per-sona productiva”. Su condición etaria parece hacer a sus miembros fáciles presas de quienes limitan sus oportunida-des y pisotean sus derechos, pero tanto en la realidad como en ese microcosmos que es Kipatla es posible hallar una sali-da, siempre que al rechazo, el prejuicio y el estigma se opon-gan la solidaridad, la tolerancia y la conciencia de ser iguales en la diversidad. Al igual que la decena de cuentos que le anteceden, Nadia, gatos y garabatos es, además de educati-vo y bien diseñado para quienes tienen entre ocho y 12 años, muy divertido.

Número 11

Nuria Gómez Benet (textos) y Emilio Watanabe y Cecilia Lemus (ilustraciones)

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Colección “Ni + ni - sólo diferentes¨

Nuria Gómez Benet (texto) yGuadalupe Sánchez Sosa (ilustraciones)

Número 1

Tita y sus títeres, 24 pp.

Se trata del primer título publicado por el Conapred que tiene como público objetivo a niños en edad preescolar o en los tres primeros años de educación primaria. El texto sencillo y claro, y los dibujos que más que ilustrarlo complementan y refuerzan su contenido, permiten al Consejo iniciar su labor educativa y de sensibilización en una edad aún libre o casi libre de estereotipos y prejuicios, reforzando así una nueva concepción, equitativa y no discriminatoria, de diversidad e inclusión de los seres humanos. Sin duda se trata de una obra que habla a los pequeños y las pequeñas en su propio lenguaje, llevando hasta ellos un mensaje al mismo tiempo divertido e igualitario. Con este libro se inicia una colección –"Ni + ni – sólo diferentes"– dedicada a los lectores más jóvenes.

Publicado en coedición con el Alto Comisionado de las Naciones Unidos para los Refugiados (acnur) y el Ministerio de Trabajo e Inmigración de España, este precioso cuento narra la aventura de Carlota, una niña que después de perder casa y familia se adentra en bosques y ciudades en busca de un refugio difícil de hallar. Pensada para un público de entre siete y 10 años, esta fábula contemporánea revela a las y los pequeños lectores el valor de la solidaridad, la amistad y, sobre todo, la apertura hacia las diferencias que no deberían separar sino unir a los seres humanos. Escrito e ilustrado por la célebre Annegert Fuchshuber, este pequeño volumen es una inapreciable obra de arte.

Annegert Fuchshuber

La Pequeña Carlota28pp.

Colección “Curso taller”

El derecho a la no discriminación de las personas con vih-sida,164 pp.

María Clara Arengo Restrepo

Se trata de un documento orientado a la capacitación de quienes a su vez ofrecen cursos a quienes tratan con personas que viven con vih-sida; es decir, su público objetivo no es el destinatario final de la información sino el facilitador encargado de difundirla. Se trata de un texto destinado a crecer de manera exponencial, ampliamente puesto a prueba en talleres piloto y diseñado con cuidado para responder al contexto nacional, social y sectorial que enfrentan las personas con vih. Por su claridad de exposición, su selecta calidad informativa, su espíritu amplio y su vocación antidiscriminatoria, el presente libro está destinado a ser una herramienta imprescindible en las estrategias para abordar los derechos de este grupo vulnerado.

Número 1

El material aquí reseñado, y otros que también se entregan

gratuitamente, están a disposición de quien los solicite en la sede del Conapred (Dante 14, col. Anzures,

Delegación Miguel Hidalgo, México df, cp 11590),

previa justificación del destino que se les dará.

Informes: 5262 1490, ext. 1605 y distribucion@conapred.org.mx

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