Igualdad de género en la economía

download Igualdad de género en la economía

of 5

Transcript of Igualdad de género en la economía

  • 8/12/2019 Igualdad de gnero en la economa

    1/5

    Artculo extrado de la Revista: Amrica Latina en Movimiento, edicin#489

    Igualdad de gnero en la economa:

    Empleo, responsabilidadesfamiliares y obstculos

    socio-culturales

    Crisis econmica, globalizacin

    y divisin sexual del trabajoSi bien existen muchos anlisis sobre la crisis

    econmica mundial, hay muy pocos sobre los

    impactos diferenciados segn los sexos, es de-

    cir, distinguiendo las consecuencias de la crisis

    para mujeres y hombres. Un anlisis global se

    torna difcil por el impacto extremadamen-te

    desigual de la crisis segn los pases que

    constituyen el sistema econmico mundial. Sin

    embargo, se puede decir que la crisis de los

    mercados financieros, la crisis bancaria, lacrisis econmica propiamente dicha y la cri-sis

    social redundaron en tendencias hacia la

    precarizacin y el desempleo que afectaron

    desigualmente la mano de obra masculina y

    femenina.Las mujeres son mayoritarias en las situacio-nes

    de desempleo, particularmente de desem-pleo

    oculto. Y a la precarizacin del trabajo de las

    mujeres se suma la precarizacin fami-liar:

    ambas requieren ser analizadas conjun-tamente. A estos dos factores se suma la vul-

    nerabilidad sexual: el ejemplo de las mujeres

    sin techo de Tokio ilustra bien esa conjuncin.

    El 8 de marzo de 2009, las mujeres sin techo

    que estaban bajo cajas de cartn en el jardn

    de Ueno fueron acosadas por hombres que pa-

    saban y les decan: ah, Uds son mujeres? Y

    porque no se prostituyen en vez de vivir bajo

    cartones en el parque? Es ms fcil y mejor.A la violencia econmica se una la violencia

    sexual hacia las mujeres, a lo que ellas res-pondieron creando la red de mujeres pobres

    en Japn, que incluye no slo a las mujeres

    Helena Hiratasin techo, sino tambin a las mujeres jefas

    de familia.Por otro lado, el proceso de globalizacin, sibien cre ms empleos para las mujeres,tanto en los pases capitalistas desarrolladoscomo en los pases denominados en vas dedesarrollo, cre empleos vulnerables y pre-carios que acentuaron la divisin sexual deltrabajo y las desigualdades sociales, no slode gnero, sino tambin de clases y de razas.Las privatizaciones, la disminucin de la pro-

    teccin social, la reduccin de todos los ser-vicios pblicos, que comenzaron con el ajusteestructural de los aos ochenta y son la ten-dencia actual, tanto en los pases del Nortecomo del Sur, tienen como consecuencias noslo la disminucin del trabajo decente paramujeres y hombres, sino tambin la explota-cin creciente del trabajo gratuito de las mu-jeres en la esfera domstica y familiar.Nuevas configuraciones de la

    divisin sexual del trabajoEn lo referente a la divisin sexual del trabajoprofesional a nivel internacional, hay tres as-pectos relativamente recientes que son partede las nuevas configuraciones de la divisin 13

    sexual del trabajo:-La bipolarizacin del empleo femenino-El cambio en los modelos de conciliacin

    entre vida familiar y vida profesional

    -La divisin sexual en el lugar de trabajo

  • 8/12/2019 Igualdad de gnero en la economa

    2/5

    La bipolarizacin es resultado, en parte, delos

    procesos que se desarrollan en la esfera

    educacional. Las mujeres son ms instruidas y

    ms diplomadas que los hombres prctica-

    mente en todos los niveles de escolaridad y en

    todos los pases: punto de convergencia en-trepases de capitalismo avanzado (Norte) y semi-

    industrializados (Sur). Presenciamos el

    desarrollo de un polo constituido por mujeres

    ejecutivas y profesionales con diplomas de ni-

    vel superior. Ese polo, que se constituy sobre

    todo a partir de los aos noventa, represen-ta

    an un porcentaje muy reducido, pero que va

    en aumento. El otro polo es constituido por

    mujeres asalariadas en sectores tradicio-

    nalmente femeninos: empleadas domsticas y

    jornaleras, sector de la salud (auxiliares y

    tcnicas de enfermera), la educacin (princi-

    palmente maestras de pre-kinder y de primer

    grado), prestacin de servicios (por ejemplo,

    profesionales del cuidado), comercio (vende-

    doras, cajeras). La consecuencia poltica de

    esta bipolarizacin es el aumento de las des-

    igualdades sociales y del antagonismo en el

    interior del grupo social de las mujeres.Modelos de conciliacin vida profesional vida familiar. Esta bipolarizacin es uno de

    los factores del actual cambio en los modelosde conciliacin vida familiar-vida profesional:las mujeres ejecutivas con puestos derespon-sabilidad y con carrera slo puedentrabajar si otras mujeres aseguran las tareasdomsticas y de cuidados. De all laformidable fuerza poltica potencial de lasempleadas domsti-cas, jornaleras, nodrizasy cuidadoras/es de ancianos, de personas condeficiencia fsica o mentales, de enfermoscrnicos (las personas vulnerables).- El modelo tradicional: el hombre es provee-

    14 dor y la mujer cuida la casa y los hijos.-El modelo de conciliacin: la mujer

    trabaja fuera, pero concilia el trabajoprofesional con el trabajo domstico. Elhombre no concilia, no hay exigencias enese sentido por parte de las institucionesde la socie-dad o de las normas sociales.

    -El modelo de asociacin: hombres y muje-

    res comparten las tareas domsticas y decuidado de la familia. Pero la coparticipa-cin supone igualdad y ausencia derelacio-nes de dominacin. Se puededecir que esas condiciones existen?

    -El modelo de la delegacin: la mujer delegaa otras mujeres el cuidado de la casa, la fa-

    milia, los nios. Esta tendencia de recurrir a

    la empleada domstica, tradicional en los

    pases de Amrica Latina, es ms reciente en

    Europa o en Estados Unidos, donde se

    recurre cada vez ms a la migracin inter-

    nacional de mujeres asiticas o latinoame-

    ricanas. Los intensos flujos migratorios del

    Sur hacia el Norte instauran una verdadera

    globalizacin de la cadena de cuidados.

    Desde fines de la dcada de los noventa, enlos pases del Norte, el nmero de mu-jeres

    migrantes super el de los hombres

    migrantes.

    La divisin sexual del trabajo en

    el lugar del trabajoEncontramos diversos fenmenosrelacionados con el lugar del trabajo:- La reproduccin de la divisin sexual del

    trabajo en los cuidados: el 90% o ms de los

    trabajadores del cuidado son mujeres, tanto

    en los pases del Norte como del Sur.

    - Existen cambios incipientes en la divisinsexual del trabajo en algunos sectores,como la construccin civil o los transpor-tes colectivos (conductoras de autobuses),donde el porcentaje de mujeres es anpoco significativo, pero con algunatenden-cia al crecimiento en pases tandistintos como Francia o Brasil.

    - La masculinizacin de la profesin de en-fermera en hospitales como consecuenciade los cambios tecnolgicos y del uso deequipos computadorizados para cirugas,scanners, resonancia magntica, etc.

    -La feminizacin de profesiones mdicas enreas como dermatologa, pediatra, etc.,donde las mujeres son asalariadas en clni-cas y hospitales y no profesionales libera-

    489

  • 8/12/2019 Igualdad de gnero en la economa

    3/5

    les con consultorio propio, como es elcaso de ciertos hombres mdicos. Lasmujeres ocupan campos de la medicinacon horarios que permiten conciliar vidafamiliar y vida profesional. Pocas estn en

    el rea de urgencias o ciruga, profesinprestigiosa y con altos salarios.-Persistencia de las desigualdades: raras son

    an las gerencias femeninas en la indus-tria,

    donde ellas enfrentan dificultades con

    subordinados del sexo masculino. Las mu-

    jeres tambin siguen siendo poco favore-

    cidas por las formaciones profesionales en

    comparacin a los hombres. Se debe notar

    la importancia de las polticas pblicas en

    ese campo de la formacin y en el de la fe-

    minizacin de profesiones tradicionalmen-temasculinas.

    Obstculos socio-culturales para

    una efectiva igualdad de gneroEl ejemplo del trabajo de cuidados es paradig-

    mtico de los obstculos para una real partici-

    pacin mixta e igualitaria de hombres y muje-

    res en tareas que deben ser asumidas por toda

    la sociedad, y no slo por las mujeres; pues

    todos son vulnerables en algn momento delciclo de vida, contrariando el modelo centra-do

    en el hombre blanco, calificado, en la flor de la

    vida, saludable, etc.Los obstculos para una participacin igualita-

    ria de hombres y mujeres en el trabajo doms-

    tico y de cuidados son numerosos:-El no reconocimiento del trabajo de cuida-

    do como trabajo. Bajo prestigio social de un

    trabajo no reconocido socialmente. Mu-chascuidadoras, asimiladas a las emplea-das

    domsticas, o con el estatus de stas, no

    gozan de todos los derechos laborales. Hay

    una necesidad de profesionalizacin de esa

    actividad, y el ejemplo de pases que estn

    profesionalizando esas activida-des con una

    visin de creacin de nuevos empleos, como

    Francia, muestra como esta

    profesionalizacin es posible.

    - El no reconocimiento salarial, monetario.octubre 2013

    Los hombres dicen que siendo proveedores,

    no pueden permanecer en un sector con sa-

    larios tan bajos. Sostener la familia, poder

    casarse, depende de ese reconocimiento

    monetario. Las mujeres, jefas de familia y

    tambin proveedoras en proporciones sig-nificativas en prcticamente todo el mun-

    do, tambin necesitan de mejores salarios.-La imagen de la cuidadora como teniendo

    vocacin para hacerlo sin contrapartida, elamor, la preocupacin, no corresponde ala imagen del hombre viril que no estdispuesto a realizar un trabajo emocional.

    Rol de las polticas pblicas en laeconoma de los cuidadosNecesitamos pensar en una nueva ecuacinentre Estado, mercado y familia. Nuestrahiptesis es que existe una interdependenciaentre los actores citados. Lo ilustramos nue-vamente con el trabajo de cuidados a partirde una comparacin internacional Brasil-Fran-cia-Japn, que forma parte de una investiga-cin en curso sobre Teoras y prcticas delcuidado en una perspectiva comparativa.En el caso de Francia, vemos la implantacinde numerosas polticas pblicas que son si-multneamente polticas de empleo, con sub-sidios como la APA (subsidio personalizado deautonoma) para los ancianos y la reduccinde impuestos para quienes emplean trabaja-dores domsticos y de cuidados.En el caso de Japn, el gobierno paga un 90%del servicio efectuado en el cuidado de ancia-nos y el receptor del cuidado 10%. El mercadoparticipa en funcin de la autorizacin que elgobierno concede a las empresas privadas parael suministro de los servicios de cuidados.En Brasil, las polticas pblicas para los msnecesitados, que a travs del Programa de Sa-lud de la Familia crean nuevos oficios como losACS agentes comunitarios de saludo los APSagentes de proteccin social, proporcionancuidado a los nios y a los ancianos, como par-te de la prevencin en salud del conjunto de

  • 8/12/2019 Igualdad de gnero en la economa

    4/5

    los miembros de la familia visitada. En la ciu-

    dad de So Paulo, la Secretara Municipal de la

    Salud cre un Programa de Acompaamiento de

    Ancianos con 150 cuidadores remunerados por

    el gobierno municipal. Tales programas

    municipales existen en otros pases, como porejemplo en Argentina o Suecia.En los tres pases citados, el Estado se apoya en

    los rganos municipales para ejecutar su

    poltica; al nivel del mercado, las institucio-nes

    de larga estada para los ancianos, de ca-rcter

    privado, coexisten con agencias crea-das por

    empresarios individuales y oferta de mano de

    obra de empleadas domsticas que fungen de

    cuidadoras de ancianos; tambin en los tres

    pases, las ONGs tienen una actuacin

    significativa en el terreno de los cuidados, as

    como los voluntarios, que en Brasil, desde ins-

    tituciones filantrpicas, aseguran una parte de

    las tareas que esas instituciones no estn en

    condiciones de mercantilizar.ConclusinAnhelamos cambios en la actual divisin se-xual

    del trabajo, porque se trata de una di-visin

    desigual que discrimina a las mujeres y est

    lejos de configurar la igualdad de gnero que

    queremos. Creemos que la divisin sexual del

    trabajo profesional no puede cambiar, sin

    modificar la divisin sexual del trabajo do-

    mstico y la divisin sexual del poder y del

    saber en la sociedad. Los obstculos para ese

    cambio son numerosos. Ya nos hemos referido

    a algunos de ellos a travs del anlisis del tra-

    bajo del cuidado. Podemos decir que los pri-

    vilegios de los que los hombres disfrutan hoy en

    la divisin actual del trabajo domstico y

    profesional, y que los hombres, en tanto grupo

    social, quieren mantenerlos, son un obstculopoderoso. Muchas veces actan a favor del

    grupo social de los hombres, los partidos, los

    sindicatos, las instituciones como los medios de

    difusin, la escuela, la empresa.Qu podemos hacer para cambiar esta situa-

    cin? Podemos mencionar el ejemplo de cier-

    tas polticas pblicas y sociales para alcanzar

    una mayor igualdad de gnero, que estn in-

    corporadas a la convencin de la OIT sobre el

    trabajo domstico. Se debe siempre luchar y

    es el papel de los movimientos sociales, como

    de los movimientos feministas y el movimien-to

    sindical para que las prcticas sociales co-

    rrespondan plenamente a la legislacin. La

    cantidad de empleadas domsticas embaraza-

    das que son despedidas, a pesar de la ley que

    garantiza el derecho al empleo de las mujeres

    embarazadas, es un ejemplo de esa brecha

    entre la legislacin vigente y las prcticas de

    los actores. (Traduccin ALAI)

    Helena Hirata, investigadora brasilea,Centro Nacional de Investigacin

    Cientfica (CNRS), Francia. (Texto sobre eltema presentado en el 9 Encuentro de la

    MMM. Una primera versin de este artculofue preparada para el Congreso de la

    CEPAL, Brasilia, 2010

  • 8/12/2019 Igualdad de gnero en la economa

    5/5