i i - dadun.unav.edudadun.unav.edu/bitstream/10171/31470/1/FA.280.354_2.pdf · sión, del primer...

24
i i

Transcript of i i - dadun.unav.edudadun.unav.edu/bitstream/10171/31470/1/FA.280.354_2.pdf · sión, del primer...

i i ’

I T A D E L E G A D A

' D E L

i o R O A R T Í S T I C O O ' í ^

ros d e p o s i t a d o s en l a ^[lioteca Nación̂ <Ü

I P ro c e d e n c ia q

.................. ^ii." de la p ro c e d e tic ia

toO

(8 cuartos y no mas.)

C A R T A

DE ÜN‘ PETARDISTA AFORTUNADO

• Á SU H E R M A N O

E L POBRECITO -HOLGAZAN.

- t i . 'e rm an o mió del alma. M e ' a legraré que esta mi c a r ta te halle con tan tas pesetas, corno lamentos has publicado. ¡Pobre*? G-ito!';Díme por tu v id a : ¿como t e vá? ¿tienes que com er , y á cas ta de poco trabajo como lo acostum bram os hacer? ¿corre la mosca? ¿encuen tras todavía ton­tos que te mantengan de valde, y además te den gracias enci­m a ? ¿ó andas como siempre bus-

2cando la g a n d a y a ? ¡V álgam ? Dios! ¡que parentela tan desgra­c iada la nuestra ? ¿Cuando lle­gará un d ía , en que nos veamos libres de que nos llaipen ó m i­serables ó mauleros? Tu siem­p re l lo ra n d o , sin que Jos trece cuar to s decüplos del pico yan podido consolarte . Yo siij cesar ren q u ean d o , hecho wn aza- can , buscando a q n i» olfateando a l l í , engañando a c á , estafando a c u l l á , y por .fin y postre co­m o Dios q u ie re , con las manos en la fa ltriquera , Ciertame,nte que somos digaos de que .todos nos c o m p a d e z c a n b i e n que ,á decir verdad., nosotros .le.oe.n^os la culpa. S í , no lo dudes. .Si no tenem os cuajjto necesitamos .pa­ra pasar la vida honrada.nieñ.te, comiendo y bebiendo .á costa agena y sin t r a b a j a r , .como lo hemus lo g rad a hasíta esta d icho­

sa y benditísima época , no cul­pemos á nadie: en nosotros con­siste. Jam as ha tiabido tantos, ni tan abundantes medios para hacer lucra tivas tu holgazane­ría y mi pe tardería como en es­tos d ia s , en que la sabiduría y conocimientos de los benem éri­tos y dignos Representantes de' la nación nos han ab ier to an ti­c ipadam ente el abundoso 'canal, que solo puede co lm ar de bienes^ reales á nuestra santa Religión, á la E sp añ a , y á los españoles, el afortunadísimo recurso de la l ib e r tad de la im prenta .

E s ta , esta es la m in a , hol- gazanitp m ío ; esta es la verda­dera piedra íilps.ofal, que mane­jada con destreza ó sin ella , pues es lo mismo, nos dará ciento por uno ; esta es la fuente que ha de apagar nuestra insaciada sed de dinero. Algo me cuen tan de eso,

me dirás, tu ; porque en los diez viages que h ic is te , no te que­daron vacías las a l fo r ja s , y. yo como buen herm ano me alegro; ojalá dure eternidades esta cu ­caña. A ella me atengo ; á su tr ibunal apela rá siempre todo el que. pre tenda como yo continuar viviendo de petardos ; y no pue­de se r , o tra c o sa , porque con nuestro nuevo sistema consti tu ­cional todo camino to rc ido está ce rrado para siempre. Ya no h a y aquello de v iv ir sin un género de vida conocido; ya se quiere que todos los españoles sean la­boriosos , aplicados é industr io ­sos; ya se exige que uno diga quien e s , donde v iv e , que fa ­milia t ie n e , que oficio, que des­tino y o tras curiosidades im per­t in e n te s , capaces de a b u r r i r ai mas paciente ; y a en fin se han em peñado , y con te n a c id a d , en

sque ó h e r ra r ó quitar el b a n ­c o , ó com er de lo nuestro pro­pio , ó caer en manos de la vi­gilancia de las autoridades. D u­ra suerte por c ierto \ pero á bien que á mí poco me im porta . Yo h a ré que se ju n te el guapo con el valiente. Ellos en perseguir todo esta fador, y yo en d a r pe­ta rd o s , veremos quien gana.

¿ H ay im pren tas? pues tra s ­lado y autos. Com pro p a p e l , es­c r ib o , ¿ y que? aqui está el bu ­silis. Te confieso con la ingenui­dad que sabes que me es p rop ia , y que notarás en lo que te voy d ic iendo , que cuando medito so­bre. lo que he de escribir para darlo á ia p re n sa , t i tubeo un m u c h o , y no sé por donde co­m e n z a r , porque no sé cosa ma­yor. Ninguno mejor que tu co ­n o c e , que estas mis dificultades son de no poca monta; porque fuis-

tes testigo de mi ningún estudio, y de mi ninguna ca r re ra litera­ria. Desde m uchacho me ap lica­ron á lo que tu no ig n o ra s , y eso de le tras humarías y c ien­cias son flandes para mi. Pero sé leer , sé escribir lo que l e o ; y no necesito mas. Lo ünico qué me podría , em baraza r ̂ era la falta de pesetas para pagar la im p re ­sión, del prim er papelucho ; mas no fa l ta , gracias á mi am aes tra ­da sagacidad en com prar y ven­der cósÜlas que alegran él an i­m o , y consuelan el corazon del mas cobarde. Tengo c u a ren ta du- rejos bien ganados , ó á lo me­nos bien guardados; los que bieri manejados me darari mil;

Formo un p rospectó dé cualquiera cosa ; lo im prim o; lo doy gratis en dos ó tres l i - br-^rías á todo vo lun tario s u b s - c i i t o r ; lo hago vender á c u a r to

|)or las calles. En esta prim era operacion se me m archarán a l­gunos duros - pero no Importa: y o sé que vo lverán á mi bolsi­llo bien acom pañados. Porque su» •pongaiiios que mi impreso no tie­ne mas que doscientos subscri­to re s ; que de ellos c incuenta se subscriben por un s e m e s tr i ; y los restantes por un tr im estre , porque eso de subscrición por un mes ya los lib raré y o , pre­viniendo en el prospecto que no se admiten subscriciones por me­nos de un trim estre: supongamos que en el prospecto d ig o , que por cada tr im estre se pagarán diez y ocho rea les , y tre in ta y seis por c ad a sem es tre ; m ulti­p l i c a , y sácam e la cu en ta ; ve ­rás que numeroso acom paña­m iento de señores pesos duros me traen á casa los que gasté en el prospecto : supongamos a ­

sdemás que mi pretendido periá» dico no sale en el dia que se a - nunció en el íp rospecto ; ¿ y á mí que me im porta? pe tardo mas ó menos.

Pero n o ,e s to seria una c h an ­za pesada , y , diablos son bolos, acaso y sin acáso me veria en­vuelto en rec lam aciones, de las que no me podria l ib r a r , aunque agotase cuantos juicios de conci­liación se han celebrado por todos los Alcaldes Constitucionales del mundo. N o , herm ano holgazan: si soy petardista i lo soy con de­coro ; y á nadie he estafado has­ta la ho ra presente; Dios sea ben­d i to , que no h ay a sido á fuer de caballero. Cumplo fielmente la p a lab ra dada al público en mi prospecto. Sale mi periódico á l u z , le pregonan los c iegos , lo ta c a r e a n tus recomendables com­pañeras de la pu e rta del S o l , y

-por mala q u esea la venta siem­pre ha de ser de quinientos ó mas e jem plares , los que á p re ­cio de.... en esto si que me veo indeciso : no me he resuelto to ­davía sobre el cuanto ; aunque á •la verdad debo decir , que me acom oda lo de mas valen mu­chos focos que pocos muchos, ¿Te parece acertado el precio de dos cuartos? no es una g ran cosa; pero únemelos á las doscientas subscriciones, y cuéntamelo. La suma es m uy senc illa , y la ga­nancia m uy c lara.

P e ro , ¿que es lo que piensas e sc r ib ir , me preguntarás? ¿Que ha de contener tu impreso para que pueda lograr la fortuna de venderse m edianamente? ¿Sobre que puntos interesantes al públi­co ha de ocuparse? Estas y o tras inumerables dificultades encon­tra rás en mi e m p re sa , y si te

TÓó y e ra , m e vería medio inclina*do á desistir. T an llorori te hizo D io s , tan tonto y tari cobarde que á cada paso estas viendo que t e se va á a cab a r el mundo. Yo iio soy asi: veo que los hombres c o n co rta diferencia los mismos' son que erari í y tari fáciles se; m uestran hoy en prestarse á la ilusión , como hace mÜ anos. Si en tiéniipos pasados hubo holga­zanes cori fo r tu n a , también pue­d e h ab er hoy pe tard istas con lu­c ro . E l párárse en dificultades, es cariiirio de recho para el hos­p ita l. ¿Q ué me se da á m í, que mi periódico contenga Cósas dig-j ñ a s , y qiie verse sobre puntos ó m aterias in te íesántes? las pese­t a s , áriiado h o lg a z á n , el dinero es lo que ine im porta ̂ y para hacerlo m io, c reó y c reeré siem­p re que no debo fa tigarm e m u ­cho en pensar en estas fiioleras.

t tH arta s lecciones me dan todos los dias tantps papelones como adornan las fachadas de là casa de c o rre o s , los qué dan bien de com er á sus autórés y á las hol­gazanas qiié ios veíideri. Si tu los leyeras corho y ó , verías que en la m ayor p a rte todos dicen una misma c o s a , m ayorm ente en lo re la tivo á noticias éx trangeras , á las disposiciones del gobierno^ á los progresos del sistema cons- tituciorial y á las grandes espe­ranzas (jue tenembá de las deci­siones de las Cortes : es decir ■para qiie lo en tien d as ; que casi todos dicen una misma co sa , ó que allá se van unos con otros. No obistahte^ yo íós veo vender, y de consiguiente debo creer que publicando un periód ico , tengo pesetas, y á costà dé bien poco traba jo : ve aqui comò.

Tom o el Universal : le leo de

12arr iba abajo , que no es obra pé- quena: me lo trago todo entero^ que no es poco t rab a jo , porque h a y m uy pocos estómagos que puedan digerir sus gruesos y c a r ­nudos pensamientos: me entero de lo p rincipal, que no deja de tener bastan te meollo: lo masti­co á mi m o d o , y sin detenerme en examinar si mi pa ladar p e rc i­be el verdadero sentido de sus a r- ticulazos, lo e x tra c to , lo llevo al im presor, y cá ta te un nuevo pe­riódico. Aun mas^ para darle una gran im portancia le doy un titu - l i to q u e ,q u ie ran ó no q u ie ra n , ha de parir suscritores á m anta . Le bautizo á secas con el sonoro y rumboso nombre de K l A lm a dól Universal, í Q wq ta l? ;q u e a lm a tan grande y tan ro ll iza! Ya veo llover en mi bolsillo tr im estres y semestres á cientos ; y con ra ­z ó n ,p o r q u e á una a lm a tan lu­

í3cida n a d ie puede dejar de subsv cribirse.

N o me cogerá de susto, que algunos- se queden tan frios co­mo la nieve, cuando lo pregonea los.ciegos, sin que el re tu m b a n ­te t í tu lo y lo gratis del prospec­to 5ea cap az de 'ca len tarlos: son muchos los cazu rro s , los galo­pos y ta im ados, y á estos nadie les mete el dedo en-la boca. ¡Lin­da-em bajada dirán al instante! pero- una golondrina no hace ve ­ran o : por c a d a uno de estos, ha­llaré-' yo doscientos em baucados, que- me adelantarán: subscricio-? nes sin cuento. Por o tra parte , un m aestro de pe ta rder ía no .se amilana por nada. ¿Se le c ie rra

. una puerta? pues a b r i r o tra , fue­ra del paso. Asi lo h a ré y o , y tan lindamente que hasta los que se precian de avisados han de cae r en el laz-o y se h an .d e subscri-r

14yir. Y á la ve rdad , ¿quien se ha de resistir á aflojar su trimestre, si yo amplio mi útilísima Alma dándole alguna novedad? ningu­no. ¿Podiias tu no subscrib irte, si oyesen decir y publicar por esas calles un nuevo periódico que se llamase. E l A lm a del Uni' versal observando a l observador^ y purificando la Miscelánea ? á buen seguro que no : te subscri­b irá s y por un año lo menos. P u es , la m e n u d o r mio, comp en ello se contiene; chupo la subs­tancia de estos periódicos ; la .d i­giero á mi m odo, la imprimo y me cojo mis pesetas sin co s ta r- m e mucho trabajo. Ellp en sus­tancia no será mas que un pe­t a r d o , pero petardos son tr iu n -f05.

La única y grandísima des­gracia que me podia suceder, se­ria que el señor Perlodicomanía

se saliese con sus temibles p ro ­nósticos; pero aun en este caso yo no me quedaría á ¡a luna de V alencia: n o , no se reiría de mi periódico pon anticipados ep itá - fios y honras funerales. T an vas­to es mi plan , q u e todo lo pre­viene. S ise acaban por consum- cion ó por o tra causa todos los periódicos del m undo , siempre ha de y iy ir la g a c e ta ; pues al c a s o : la le o , la e x t r a c to , ]a im­prim o y la apellido Gacetín de... V e n te , vente tu ah o ra con tus cacareados lamentos., pub lican­do con so llozos , que ya no te es posible com er y beber Á cos-

• ta agena ,.que ya están obstrui- , dos todos los canales de ]a hol-;* I g azan e r ía , que y a no h a y re**:< cursos lucra tivos para v iv ir stn' •; traba ja r y o tras necedades se- r mejantes. A mí nada de esto me.

ha de suceder. Si de petaidos^he-

i6vivido hasta aq u í; petardos Sne han de manterfer en lo sucesivo. Destreza y sagacidad son 'nece-, sarias. Búscalas t u , y cesarás de lamentarte; Con estas arm as me m am aré yo buenos intereses, y pasaré una vida como te la de­sea tu hermano

'Petardista afortunado.

MADRIDIJ>rPRpNTA B E LiV CALLE D E I.A GRED A

1820 ,Se hallará en las librarías de Collàdò,

calle de ia 'Montera ̂ de Brun^ frenté 'á 'h s gradas de S. Feñj)e el Real-, de Sojoi^d& ^an% y de Ortega , calle de Carretas i de Cruz y M iyan^ calle del,Principe-, de V i ­lla 5 l'lazueta de Santo Domingo-, de M i- nutria, calle de 2'oledo^ de Gonzalez»-ca'' Ue-de Siíva. ■ . . ■

\ j ^ Àr‘ ; ’"V, î ^ ’

UNIVERSIDAD'• ' M ! i• ■ ■ i 11 ! '' : .1 r ̂

737740