Platero es pequeńo peludo, suave; tan blando por fuera que se

diría todo de algodón, que no

lleva huesos.

Analizando este texto tan breve, han surgido diferentes preguntas

¡Cuántas ganas de saber¡

Platero no lleva huesos

¿En la boca como los perros¿

O será que no tiene huesos en su cuerpo

¿Cómo¿ un burrito tan blando, no puede ser de verdad, no puede caminar, no se resiste levantado

Es una hipérbole, una exageración

Juan Ramón Jiménez quiere tanto a su Platero que nos dice que es blando, blandísimo, sin nada duro, pero para caminar necesitamos los huesos.

Nos tocamos, sentimos

Buscamos al tacto nuestros huesos, sentimos nuestras "partes duras": encontramos, la rodilla, la tibia, cada niño y niña va diciendo los huesos que se encuentra, la cabeza si que está dura.

Invitamos un "personaje"

Cuando tocamos nuestros huesos, surgen nuevas preguntas y para resolverlas "invitamos" a un personaje que en otra situación nos daría miedo. Traemos al esqueleto del laboratorio.

Tocando, moviendo, colocando

...arrastrando, descolorando y volviendo a ordenar aprendemos: nuestros huesos son diferentes, algunos son grandes y otros no, algunos son planos, otros parecen tubos, el que más nos gusta es el cráneo, lo ponemos como un gorro... Que grima les da a las profesor y que natural es para los niños y niñas.

Hemos empezado a estudiar el sistema óseo y así

lo entendem

os