Hueso Etmoides

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Page 1: Hueso Etmoides

Universidad de Guayaquil Facultad Piloto de Odontología

Integrante:

Freire Calixto Yurixa Karla

Eras Martínez Jully Susana

Maldonado PérezMarie Fernanda

Bennett Prado Ramira Emperatriz

Coronel Litardo Paulina

Chávez Vuele Samantha Tamara

Asignatura: Anatomía

Grupo 6: 1er Semestre - Vespertino

Docente:

Dra. GaiborAngela

Page 2: Hueso Etmoides

ETMOIDES

El etmoides (de nous, criba, llamado así porque una de sus partes constituyentes está

acribillada de agujeros).

Es un hueso impar, simétrico, central, situado delante del esfenoides, en la escotadura

etmoidal del hueso frontal.

De este modo forma parte de la base del cráneo y contribuye, en buena proporción, a

formar parte de las órbitas y de las fosas nasales, este hueso, se compone de tres

porciones: una lámina vertical y media, una lámina horizontal, que corta a la primera cerca

de su extremo superior, dos masas laterales, de forma irregular, cúbica suspendidas, a

cada lado de la línea media, de la cara inferior de la lámina horizontal. Estas tres partes

constitutivas del etmoides se ven de un modo muy claro en un corte vertico-transversal o

frontal del hueso.

1. Lámina vertical: Está dividida en dos porciones, superior e inferior, por la lámina

horizontal.

1.1. Porción superior.- tiene la forma de una

apófisis vertical y triangular que se a

comparado a una cresta de gallo; es la apófisis

crista galli en ella se considera una base, un

vértice y dos bordes, posterior y anterior. Su

base descansa sobre la lámina horizontal y se

confunde con ella. Su vértice, generalmente

redondeado, liso, presta inserción a la hoz del

cerebro. El borde posterior, delgado,

rectilíneo, corresponde a la gran cisura interhemisférica del cerebro. El borde

anterior más grueso y casi vertical, se articula con el frontal y completa

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comúnmente el agujero ciego.La apófisis crista galli, muy fuerte y resistente forma

un verdadero arbotante que sostiene la pared posterior de los senos frontales.

2. Porción inferior.- Articulada por debajo con el vómer, se articula además por detrás

con la cresta vertical del esfenoides, por delante con la espina nasal de frontal, los

huesos propios de la nariz y los cartílagos del tabique. Contribuye a separar una de

otra las fosas nasales y ofrece en sus dos caras una serie de pequeños canales,

comúnmente poco profundos, donde se alojan los vasos y los nervios destinados a la

mucosa olfatoria.

2.1. Lámina Horizontal.- De

forma cuadrilátera más

prolongada de delante

atrás que en sentido

transversal, se

extienden

horizontalmente, de

una u otra de las masas

laterales. L apófisis

crista galli, que se

confunde con ella por su

base, la divide en dos

mitades laterales, una

derecha y otra

izquierda, estas dos mitades, muy excavadas en sentido transversal, tienen el

aspecto de dos canales anteroposteriores; son los canales olfatorios, sirven de

receptáculo en sus tres cuartos anteriores a los bulbos olfatorios.

En los dos citados canales la lámina horizontal está llena de numerosísimos

agujeros, y de aquí el nombre de lámina cribosa del etmoides. Es tos agujeros son

en números de 25 a 30 para cada canal y se admite generalmente que se disponen

en tres hileras: una hilera externa y otra hilera interna formadas por agujeros

relativamente voluminosos y una hilera media, que la constituyen muchos

agujeros medios.

Los agujeros olfatorios, que son siempre menos numerosos en el cuarto posterior

de los canales, el cual no está en relación directa con el bulbo sino con la cinta

olfatoria. Los agujeros que acabamos de describir dan paso a las divisiones del

nervio olfatorio, a ramificaciones de las arterias etmoidales, y de las delgadas

prolongaciones de la duramadre, las dos que ocupan la extremidad anterior de la

serie tienen siempre una atribución distinta y merecen especial mención. Estos

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dos agujeros se distinguen en interno y externo. El interno aplicado

inmediatamente contra la parte anterior de la apófisis crista galli tiene la forma de

una hendidura muy estrecha de dirección anteroposterior: la hendidura etmoidal

está ocupado por una prolongación de la duramadre, la cual se confunde con la

pituitaria por debajo del agujero.

El externo que se llama también agujero etmoidal anterior; esta situado por fuera

del precedente. Redondeado u oval, da paso al nervio nasal interno. Este último

agujero está en muchas ocasiones unido al conducto orbitario interno anterior por

un pequeño surco oblicuo, el surco etmoidal, en el que se alojan la arteria y el

nervio precitados.

3. Masas Laterales.- Se encuentran suspendidas en los bordes laterales de la lámina

cribosa, cada una de ellas está situada por fuera de la línea media, entre la fosa nasal

que está por dentro, de la cavidad orbitaria que se haya por fuera. Dichas masas

ofrecen la forma de un cubo aplanado en sentido transversal, por lo que presenta 6

caras: externa, interna, superior, inferior, anterior, posterior.

3.1. Cara externa.- es plana y lisa, forma parte de la órbita y se la conoce con el

nombre de lámina papirácea o hueso plano del etmoides, se articula por arriba

por el frontal, por abajo con el maxilar superior, por delante con el unguis y por

detrás con el esfenoides y el palatino.

3.2. Cara interna.- forma la mayor parte de la pared externa de las fosas nasales, de

esta cara se desprenden dos láminas muy delgadas que se dirigen hacia abajo

adentro las cuales se arroyan más o menos sobre sí mismas, se las designa con el

nombre de cornetes o conchas. De estas dos láminas una es superior, cornete

superior o cornete de Morgagni; la otra es inferior y constituye el cornete medio.

E l cornete superior es mucho más pequeño que el cornete medio; además, ocupa

solo la parte posterior de la cara interna del etmoides. Por delante del mismo se

encuentra una superficie plana, cruzada de surcos para el paso de los nervios

olfatorios y de los vasos que los acompañan. Cada uno de los dos cornetes

interceptan entre su cara externa o cóncava y la pared del etmoides, un espacio

llamado meato: entre el cornete superior y al cara interna del etmoides existe el

meato superior; entre el cornete medio y la misma cara del etmoides se

encuentra el meato medio.

En la pared superior del meato superior se ven una o muchas aberturas que

comunican con el grupo de las células etmoidales posteriores. En el meato medio

se abren las células etmoidales anteriores y los senos frontales: los senos frontales

desembocan en la parte anterior y superior del meato medio por medio del

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infundíbulo. En cuanto a las células etmoidales anteriores, desembocan en un

orificio especial, situado algo por detrás del orificio del infundíbulo

3.3. Cara superior: situada casi a nivel y afuera de la lamina cribosa, la cara superior de

las masas laterales presentan en toda su extensión, semicelulas muy irregulares

que completan, en un cráneo articulado con las semiceldillas correspondientes al

frontal. Ofrece dos canales transversales, que reunidos con dos canales análogos

situados a cada lado de la escotadura etmoidal constituye dos conductos ya

mencionas al estudiar este hueso: son los dos conductos etmoidales u orbitarios

internos, distinguido en anterior o posterior.Entre las celdillas que ofrece esta

cara existe una constante en su forma y situación, situada siempre en la parte

anterior del hueso, a cada lado de la hipófisis crista galli separadas por una

porción de la lamina cribosa muy ancha en su abertura superior, tiene la forma de

un embudo y de ahí su nombre infondibulo que es un cráneo articulado se halla

cubierto por arriba por la abertura del seno frontal, se abre por debajo en el

meato medio por un orificio redondeado u ovalado, al que le sigue un canal

oblicuo dirigido hacia abajo y atrás, el canal de infundíbulo.

3.4. Cara inferior: esta presenta, yendo de adentro a afuera el borde inferior del

cornete medio, el meato medio, una superficie rugosa perteneciente a las masas

laterales, la cual se articula con el maxilar superior, en esta cara se encuentra una

lamina ósea muy delgada que arranca de la parte anterior del meato medio,

dirigiéndose de adelante a atrás a lo largo del mismo: es la hipófisis unciforme que

por su extremidad inferior mas o menos retorcida hacia afuera, descendiendo

hasta el cornete inferior, para así articularse con la hipófisis etmoidal del mismo.

La hipófisis unciforme, cruzando diagonalmente a la abertura del seno maxilar.

3.5. Cara anterior:presenta cavidades o semiceldillas, que son completadas por

delante del hueso unguis. Apófisis unciforme antes descrita, se desprende del

punto en que esta cara se encuentra la cara precedente.

3.6. Cara posterior: de figura cuadrilátera, irregular y rugosa, se articula a la vez con el

cuerpo del esfenoides y con el apófisis orbitaria del palatino. Se encuentran,

además, una o dos semiceldillas que, en su cráneo articulado, se completan por

las células correspondientes del esfenoides.

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Conformación interior, cerdillas etmoidales

El etmoides esta casi exclusivamente formado por tejido compacto. Apenas se encuentran

vestigios de tejido esponjoso en la apófisis crista galli, en la parte superior e inferior de la

lamina perpendicular.

El tejido óseo del etmoides ofrece en las masas laterales la forma de laminas y laminillas

muy delgadas y frágiles, las cuales reunidas unas con otras de un modo muy irregular

circunscriben un sistema de cavidades mas o menos anfractuosas, conocidas como

celdillas etmoidales cuyo conjunto constituyen el laberinto etmoidal; el numero de células

o celdillas es variable, se cuentan por termino medio de 7 a 9. Esta célula que

ensanchanasí el etmoides pueden dividirse en dos grupos: anterior y posterior, según la

situación de su estructura en las fosas nasales y según su relación con la pared interna de

la orbita.

Células anteriores: situadas delante de la vertical trazada desde el agujero etmoidal

anterior, vienen a abrirse todas en el meato medio. Según su punto de desembocadura en

este, se distingue en células internas, células del canal del unciforme y células del canal de

la ampolla. Las células del unciformes se relacionan por dentro y por detrás con el canal

lagrimal que aloja al saco lagrimal. Las células del canal de la ampolla se extienden a

menudo hacia arriba y atrás del seno frontal en el espesor de la bóveda orbitaria.

Células posteriores:más voluminosas, pero menos numerosas que las células anteriores,

estas se abren en el meato superior. Por detrás confinan con el seno esfenoidal,

poniéndose la mas posterior y elevada en relación con el conducto óptico.

El conjunto del laberinto etmoidal tiene las mismas relaciones que el etmoides que lo

contiene: por dentro contribuye a formar la pared externa de las fosas nasales; por fuera,

la pared interna de la orbita; por arriba, corresponde al compartimiento anterior del

cráneo; por abajo, al seno maxilar. Estas cavidades están tapizadas como todos los senos,

en estado fresco, por una prolongación de la mucosa pituitaria.

Conexiones del etmoides.

Se articula con 13 huesos: por arriba con el frontal; por atrás con el esfenoides; por atrás

y abajo con los palatinos; por delante con los huesos propios de la nariz; por fuera con los

maxilares superiores y los unguis; finalmente hacia abajo y en la línea media con el vómer

y los dos cornetes inferiores. De estos huesos los dos primeros pertenecen alcráneo y el

resto a la cara.

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Desarrollo del etmoides.

Se desarrolla por 4 centros de osificación: dos laterales, para las masas laterales, y dos

medios para las restantes porciones.

Centros de osificación laterales: aparecen a los cuatro meses de la vida intrauterina, en

las masas laterales, en forma de trabéculas verticales u oblicuas, que mas tarde se unen,

constituyendo las celdillas etmoidales y los cornetes. Estas últimas piezas están

completamente osificadas en la época de nacimiento.

Entonces las dos masas laterales se hayan unidas entre si por una lamina fibrosa, que

atraviesa, cubriéndola a modo de capuchón, la apófisis crista galli a un cartilaginoso.

Centros de osificación medios.- No son perceptibles hasta el final del primer año después

del nacimiento. En esta época se observan, en la base de la apófisis crista galli y a cada

lado de la línea media, una serie de gránulos óseos (5 a cada lado), de medio milimetrosde

diámetro cada uno debemos notar la aparición de dos puntos complementarios, uno para

la aparición de la apófisis crista galli y otro para el borde externo de la hendidura

etmoidal.

La osificación se completa a los 5 o 6 años de edad. A los 25 años la lámina perpendicular

está articulada pero no soldada con el borde correspondiente del vómer, esta soldadura,

que es constante en la vejes se efectúa entre los 40 y 45 años.

VARIEDADES DEL ETMOIDES

El borde anterior de a apófisis crista galli ofrece con frecuencia dos pequeñas alas, que se

dirigen hacia las fositas labradas en la parte inferior de la cresta Fontal y contribuyen de

este modo a la formación del agujero ciego, la inclinación lateral de apófisis crista galli no

es muy rara, una desviación de tal naturaleza mengua uno de los canales etmoidales en

beneficio del otro.

Del ángulo antero inferior del hueso plano arranca frecuentemente una laminilla en forma

de gancho; es la pequeña apófisis unciforme del etmoides, destinada a articularse con el

unguis. Dos o tres veces por cada ciento, el ángulo anterior y superior de la lámina

perpendicular está unido a los huesos propios de la nariz por una lámina ósea super

numeraria (ossainternasalia). Se ha visto en algunos casos al hueso plano dividido en dos

partes, la posterior mayor que la anterior; esta última representa el hueso lagrimal

posterior de los mamíferos. Se encuentra algunas veces por encima del cornete superior,

un pequeño cornete supletorio o cornete de Santorini. El cornete de Santorini que eleva a

tres el número de cornetes etmoidales y a cuatro el número total de cornetes de las fosas

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nasales, existen normalmente en muchos mamíferos como también parece encontrarse

en los negros.