HUESCA yDON BOSCO

REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS SALESIANOSAño XXXVII Mayo 2017 Núm. 157

SÁBADO 208.00 h: Eucaristía

matinal 14.00 h: Paella solidaria (CaCj)16.00 h: Torneo de guiñote AA. AA.17.00 h: Fiesta en el patio.

Clausura de actividades del Club Amigos

20.00 h: Eucaristía final del Club Amigos

21.00h: Jamón del Antiguo Alumno

DOMINGO 2110.00 h: Eucaristía dominical12.00 h: Eucaristía Fiesta de la

Unión12.00 h: Procesión de María

Auxiliadora a la “carpa” del barrio.

A continuación, Eucaristía en la “carpa”

13.00 h: Homenaje a AA. AA. veteranos

Foto de grupo Comida Fiesta de la Unión17.00 h: Salve Regina y despedida19.45 h: Triduo de María

Auxiliadora Eucaristía (20 h)

LUNES 228.00 h: Eucaristía

matinal

12.00 h: Eucaristía 19.45 h: Triduo de María

Auxiliadora Eucaristía (20 h)

MARTES 238.00 h: Eucaristía

matinal 12.00 h: Eucaristía 19.45 h: Triduo de María

Auxiliadora Eucaristía (20 h)

MIÉRCOLES 247.00 h: Rosario de la Aurora7.30 h: Eucaristía Chocolatada Fiesta en el Colegio:

celebraciones, juegos, teatro...

11.45 h: (En el patio) Acto homenaje a María Auxiliadora.

12.00 h: Eucaristía18.00 h: Ofrenda y consagración

de los niños a María Auxiliadora

18.30 h: Ofrenda y consagración de los niños a María Auxiliadora

20.00 h: Eucaristía presidida por el Sr. obispo.

Reparto de torta

Fiestas de la Unión de AA. AA. y de María Auxiliadora

Nota:Los tickets para la comida de la Fies-ta de la Unión se podrán adquirir en el Bar del Colegio al precio de 23 €. Fecha límite: el jueves 18 de mayo.

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Dada su portentosa memoria pasaba los cursos con destacados exámenes, esti-mulando a muchos compañeros y des-airando a otros. La bondad de Juan no consintió resignarse a ello y acercándo-se con exquisita delicadeza se propuso ayudarlos. Atrajo en principio a los que verdaderamente lo necesitaban y más tarde a casi todos los compañeros, cau-tivados por sus dotes.

Estos encuentros fueron tan regulares que inesperadamente y sin darse cuenta quedó establecida como una sociedad donde se compartían lecturas de libros y actividades edificantes con el único fin y deseo de Juan, de estar siempre alegres. Así nacía la Sociedad de la Ale-gría, indicándose muy claramente su objetivo. Se planteaba acertadamente el

Nació con ella y la supo transmitir hasta la saciedad. Y en la Fiesta de la Unión, como piedra angular está presente la alegría de tantas sucesivas generaciones que la hacen presente y dan vida a unas entrañables historias que tienen como protagonista —al no poder ser de otra manera— a D. Bosco. A Juan Bosco, para estar más acorde cronológicamen-te con los hechos, al haber cumplido los 16 años.

Las circunstancias pedagógicas, prin-cipalmente, obligan a mamá Margarita a llevar a su hijo a la ciudad de Chieri. Pronto fue el centro de atención entre los compañeros de la misma pensión, como entre los de su clase. El recorrido desde la escuela a donde estaba hospe-dado en Chieri, lo realizaba en un prin-cipio solo. La iglesia de los Jesuitas a mitad camino, la más frecuentada de la ciudad, donde a todas horas encontra-ban los fieles la comodidad para poder recibir los Santos Sacramentos, le ser-vía para, solía decir, “descansar y dar un respiro a su alma”. No tardó mucho tiempo en conseguir que algunos com-pañeros le acompañaran, llegando a buen número.

Juan atraía a los jóvenes

Fiesta de la alegría

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nuevo sistema de educación que habría de llegar, con el paso de los años, a todas las partes del mundo bajo el lema “Es-tad siempre alegres”.

Dos condiciones serían la base de la So-ciedad: el cumplimiento de los deberes del buen cristiano y el cumplimiento de las obligaciones escolares. Era el co-mienzo y los mejores medios de llevar a la práctica el hacer bien al prójimo, es-pecialmente a la juventud. Juan, convencido de que la santidad no está reñida con la verdadera alegría, era el alma de todo ello. Era imposible, por consiguiente, no estar alegre en todas las reuniones o actividades en las que estuviera presente. La Sociedad de la Alegría no paraba de crecer y crecer. Pensamos en sus años más jóvenes,

cuando en su aldea, en I Becchi, salu-daba a su párroco desde lejos y acer-cándose poco a poco con timidez, volvía a saludarlo, el párroco le correspondía sencillamente, pero seguía su camino. El niño Juan esperaba de él alguna pa-labra. Y se entristecía. “Si un día llego a ser sacerdote —decía— quiero consagrar mi vida a los niños. No me verán nunca se-rio y siempre seré el primero en hablarles, los reuniré a mi alrededor; los amaré, haré que ellos me amen, y no descansaré hasta verles felices”. Y así fue, sin pasar muchos años, como lo ha dejado escrito. La Fiesta de la Unión es continuación de esa Socie-dad de la Alegría que no ha dejado de crecer. ¡Feliz Fiesta, “jóvenes”, por ser como D. Bosco más nos quiere!

Manuel Carranza

Cuántas veces siendo niño te recé, con mis besos te decía que te amaba. Poco a poco con el tiempo, olvidándome de Ti, por caminos que se alejan me perdí. Al regreso me encendías una luz, sonriendo desde lejos me esperabas. En la mesa, la comida aún caliente y el mantel y tu abrazo en mi alegría de volver. Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre siempre espera su regreso, que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor, es su madre y el milagro de su amor. Hoy he vuelto, Madre, a recordar cuántas cosas dije ante tu altar, y al rezarte puedo comprender que una Madre no se cansa de esperar.

(Canción de Cesáreo Gabaráin. “Hoy he vuelto, Madre, a recordar”... podéis escucharla en YouTube)

EL 24 NOS VEMOS

Don Juan Sanclemente Visús

Doña Sabina Berdala Sanjulián

NECROLÓGICAS

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DE REFUGIADA A AUXILIADORA

Hace más de dos milenios la Sagrada Familia

también tuvo que huirUn ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a la madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que te avise” (Mt 2, 13-15; 19-23). Y después el evangelista nos cuenta la ma-tanza de los inocentes que se produjo por mandato de Herodes.

Este hecho lo podemos ver reflejado en los capiteles (4, 5 y 6 crujía norte) del claustro románico del monumento de San Pedro el Viejo de nuestra ciudad que cumple este año el novecientos aniversa-rio de su construcción. Ahí está esculpi-do el sueño de San José con la aparición del ángel; dormido en una cama se ve a San José enmarcado en un arco y el ángel como busto alado insuflándole el aviso. En la cara anexa del capitel, el artista es-cultor resuelve La Huida a Egipto con la figura de San José que lleva el equipaje, una cantimplora y una manta colgando de su bastón, y sujeta las riendas del asno en el que viaja la Virgen María con el Niño Jesús. Un paisaje con vegetación de hojas de palma y una puerta amurallada, la ciudad de Belén, que abandonan, com-pletan dicha escena.

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ciones en Grecia (Quíos, Katsitkas...),

Turquía, Jordania, o en algunos países de

la UE; sin dejar de nombrar a los que re-

sisten al otro lado de las vallas de concer-

tinas (cuchillas de doble filo) en el norte

de África; y sin olvidar a los miles que han

dejado sus vidas en las profundidades del

Mediterráneo; o las persecuciones de los

cristianos coptos en Egipto, caldeos y

nestorianos en Iraq, maronitas en Líbano

y Siria; o creyentes que habitaban en el

Sinaí que han tenido que huir. ¿Cuántos

inocentes más seguirán siendo masacra-

dos?

En este Mayo la misma Refugiada Ma-

ría, se convierte, de la mano de D. Bos-

co, en la Auxiliadora de todos, que la

adopta como Madre del cielo de aque-

llos y de estos desheredados, desvali-

dos, abandonados, huérfanos, refugia-

dos, para que encuentren un futuro y

una educación que les lleve a superar

las dificultades, a no padecer más sufri-

mientos. Tengamos la esperanza como

la tuvo D. Bosco, que Ella, que supo lo

que era el exilio, que supo lo que era el

largo y penoso viaje por sendas desérti-

cas, con miedo, con sed y hambre, tenga

de su mano a los que están en el mismo

trance.

Miguel Alcubierre Til

Cuántos exilios, cuántos desplazamien-tos de población, cuántas migraciones, cuántos sufrimientos se han producido a lo largo de la historia de la humanidad. El que nos narra el apóstol Mateo, lo escribe a fines del siglo i d. C. precisamente en la región de Siria, posiblemente en Antio-quía; hoy tristemente una geografía don-de se sucede una terrible guerra y zona que ha provocado la huida de millones de sus habitantes.

Hace pocos días el Papa Francisco decía: “Innoble ataque en Alepo contra los des-plazados provocando numerosos muer-tos y heridos”.

¿Cuántas veces tendremos que asistir a esta sangrante repetición de la historia, en diferentes circunstancias y lugares? Por citar algunos hechos parecidos, en el pasado siglo xx se produjo la persecución de los cristianos armenios en 1915 (animo a escuchar la composición musical de Ara Malikian en homenaje a su pueblo arme-nio con motivo de aquel genocidio); y en 1995 tuvo lugar la guerra de los Balcanes/Bosnia-Herzegovina, acontecimientos que produjeron una diáspora por toda Europa y otros continentes y millones de refugiados.

Y de ahí a los millones de personas que subsisten hacinadas en pésimas condi-

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Homenaje a los antiguos alumnos veteranosFAUSTINO BELENGUERA la edad de 6 años comencé mi escolarización en el colegio “La Normal” con la decepción por parte de mi padre por no haber obtenido plaza en “Los Salesianos”, colegio en el que

él ya había estudiado. Tras esta decepción inicial y pensando que era la mejor educación que podía recibir, consiguió que al siguiente curso iniciara mi andadura en esta casa; os aseguro que este empeño paternal ha marcado toda mi vida. En el colegio me encontré con un joven y entusiasta Ja-vier Alzueta, recuerdo de él a un profesor cercano y enérgico. Compartí experiencias en las aulas con amigos que ahora coincidimos en los hoga-res D. Bosco, en La Pasión, en la Javierada y en las Conferencias de San Vicente de Paúl.

Con los hijos volví al colegio y con la amistad de Jesús Ros colaboré en actividades de la AMyPA como las semanas blancas o las diferentes ex-cursiones y caminatas que casi sin darme cuenta me llevaron a peregrinaciones a Javier, del Pilar a Lourdes, a Santiago y a Turín. De todas ellas, y en especial de esta última, destacar la posibilidad de disfrutar de los valores de los jóvenes de esta casa salesiana, de poder vivir lo que significa la figura de D. Bosco en el mundo y de descubrir toda la gente buena que hay siempre dispuesta a ayudar.

JESÚS POLO PALACIOS¡Cómo han pasado los años! Conocí el Colegio Salesiano cuando comencé mi etapa escolar, precedido por mi her-mano mayor y seguido por el pequeño.

¿Recuerdos? El cambio de tebeos y cromos que se realizaba todos los domingos, el MAO (Movi-miento Anti Ocio). Lo mejor de la semana: “los domingos”... con coros, teatro y deporte, activi-dades que siguen siendo mis aficiones. El cole me preparó para la vida y el trabajo y ahora veo que también para mi jubilación.Fui monaguillo dentro y fuera del colegio. Antes de entrar, ya había ayudado a misa, en la clínica Bragado y en el colegio de Santa Ana. He entrado tantas veces a ver a María Auxiliadora que tengo su imagen grabada. Mal tiene que ir la cosa para pasar por la puerta y no entrar para hacer una visita, aunque sea corta para pedir y agradecer.Entre mis recuerdos está el del coro, donde em-pecé desde muy pequeño. Allí nació mi afición al canto, que sigo practicando. Empecé a hacer mis pinitos en el teatro con D. Juan Ferrán y D. José Castell: Bato y Borrego (con Simoné y Alvireta) los pastorcillos, La Pasión dirigida por Andrés Vicién y Manolo Martínez. Todavía disfruto cola-borando y siempre estoy dispuesto a participar en las representaciones.¡Y qué vueltas da la vida! Lo que menos me gustaba de los estudios eran las matemáticas y precisamente con los números me he ganado la vida: contabilidad, nóminas, seguridad social, contratación...

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En el año 1973 participé como secretario de la AA. SS. de Huesca en el Congreso Regional de Gerona, donde tuve ocasión de volver a encon-trarme con nuestro consiliario Javier (que acom-pañaba a los AA. AA. de Ciudadela). No le había vuelto a ver desde pequeño.Especial recuerdo merece Jesús Ros y sus javie-radas. Fue en el año 1990, cuando quedé feliz-mente enganchado, como buen navarro que soy, a la visita anual al castillo de Javier. Era una cita ineludible que he hecho andando, en bicicleta y en coche. Este año no he podido asistir por estar en el hospital. Otro año será.Caminar siempre ha sido algo que en los Sale-sianos hemos hecho con pasión. Con motivo del Centenario de los Salesianos en Huesca, Jesús Ros organizó la peregrinación mariana del Pilar a Lourdes. Participé en ella y guardo un recuerdo imborrable.Un hecho importante en mi vida fue contraer matrimonio, con la que hoy es mi esposa, en el santuario de María Auxiliadora, así como cele-brar los veinticinco años de casado. La Virgen ha acompañado a esta familia en los días de júbilo (cuatro hijos y esperando el décimo nieto) y en los no tan jubilosos de enfermedades y “reveses” que nos han hecho crecer como personas.En los últimos años me he sacado una espini-ta que tenía clavada. Por diversas razones, mis hijos no pudieron estudiar en Salesianos, pero ahora me llena de satisfacción ver que uno de mis nietos, Juan, es, desde hace dos años, parte de esta gran familia.

RUFINO LÓPEZNuestro común amigo Fran-cisco Martínez, Franky, me abordó no hace muchos días y sin más preámbulos me dijo que me tenía que pedir un fa-

vor, pero que le tenía que decir que sí. Yo, siem-pre bien dispuesto, le dije que sí, sin pedir más explicaciones. Y cuando me comunicó el motivo no me dejó replicar: me has dicho que sí y tienes que cumplir tu palabra. Y continuó. Antes de fi-nales de mes tienes que mandar a D. Javier una foto y unos datos biográficos. Y aquí estoy.

Nací en un pequeño pueblo de la provincia de La Rioja en el año 1945. Desde el año 1956 estoy con los salesianos. Hice mi primer compromi-so temporal, como salesiano, en el año 1962 y el compromiso definitivo en el año 1968 con 23 años. Al terminar los estudios teológicos y des-pués de un año de pastoral realizado en la pa-rroquia de S. Juan Bosco de Barcelona, en el año 1973 me ordenó de sacerdote Mons. Josep M.ª Guix, por entonces obispo auxiliar de Barcelona.

Gran parte de mi vida salesiana, treinta y tres años, la he pasado trabajando con los jóvenes de Formación Profesional, que han sido la ilusión de mi vida. He visto todos los cambios de leyes educativas, desde la oficialía y maestría pasan-do por la FP1 y FP2 hasta los actuales ciclos for-mativos de Grado Medio y Grado Superior.

He trabajado en varias obras. Comencé como consejero en Barcelona H.M., allí tuve la gran suerte de tener como director a D. José M.ª Pe-ciña, al quien siempre admiré y lo tuve como modelo de salesiano, luego pasé a Badalona como director de la FP, a continuación trabajé las Escuelas Profesionales de Sarriá en dos etapas como jefe de estudios primero y luego como di-rector pedagógico, de allí pasé a Monzón, tam-bién en dos etapas, primero como jefe de estu-dios y luego director.

Y destinos de la vida, cuando ya creía que ese era mi campo de trabajo dentro de la Congregación Salesiana en el año 2005, ya con sesenta años cumplidos, me destinan otra vez a Barcelona

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como director titular de nuestro colegio San Juan Bosco de Horta, que no tiene formación profesio-nal. Mal lo tuve que hacer porque a los dos años me mandaron de párroco a la Parroquia de María Auxiliadora de Terrassa.

Y ya con 67 años, jubilado laboralmente, fue cuando me destinaron aquí a Huesca, como ti-tular del colegio, donde estoy pasando unos años inolvidables.

JOSÉ MANUEL LÓPEZ21.30 horas, en plena vorági-ne de la cena de mis niet@s, una llamada.

—José Manuel, soy Franky, (el Sr. Presidente), que hemos pensado homenajearte este año.

—¿Homenajearme? Pero mira que yo no soy AA. AA. al uso, sino de los agregados por partici-par en la casa salesiana...

—Es lo mismo, lo eres a todos los efectos y se-gún la lista de edades que llevamos, te toca.

—Vale. Dime qué tengo que hacer.

—Decir que SÍ y, lo primero, mandarle una nota urgente y corta a Javier Alzueta, mira que si no te encorrerá...

Y en eso estoy:

Mi relación con los salesianos de D. Bosco no empezó de niño como la mayoría de los AA. AA., sino de padre. Fue a través de haber elegido el colegio salesiano para la educación de nuestros hijos allá por el año 1981. Solo llevábamos seis años en Huesca.

En el verano de 1986 nuestro hijo Manuel fue por primera vez a colonias con el Club de Ami-gos a Plan. El día de padres subimos el resto de

la familia (Maite, Teresa y Juan) a verlo y des-pués de todo el día compartiendo actividades: bienvenida, eucaristía, juegos, comida, sobre-mesa..., la gente se fue marchando. Nosotros habíamos reservado una habitación para dormir en Lafortunada para hacer alguna excursión, y nos quedamos un rato por los alrededores. Sa-lió Ángel Asurmendi, nos preguntó que qué ha-cíamos y que si queríamos cenar con ellos y los monitores. Como nos insistió, nos quedamos, y como muchas cosas en salesianos, todo empe-zó con una cena... Al año siguiente ya estaba de cocinero en las colonias de Plan, con los in-olvidables padres de Ángel, Juanito y Lola, y su tía.

Y después vinieron más colonias en Plan, en Oza, en Villanúa... Toda suerte de colaboraciones en el colegio, convivencias, APA, en el Club Amigos, en teatros (no como actor, claro, sino como monta-dor, electricista, arregla casi todo…), musicales, caminos y caminatas con Jesús Ros, deportes, parroquia, La Pasión, Hogares D. Bosco, grupos de limpieza de iglesia, chocolatero, cuentista (cuento los dineros de las colectas), y lo último, monaguillo en un funeral... En definitiva, todo lo que me piden los salesianos.

La casa salesiana de Huesca, salesianos y profe-sores, participó en la educación de nuestros hijos y ahora de nuestros niet@s. Tanto Maite como yo siempre hemos estado junto a ellos y ellos junto a nosotros.

Han sido casi 35 años en los que los salesianos han formado parte de nuestra vida con sus mo-mentos alegres y también tristes. Son muchos nombres a recordar, aunque solo he citado tres, con todos compartiendo el carisma salesiano y su cercanía, los llevamos a todos en el corazón. Nos sentimos familia y estamos orgullosos de que nuestros hijos y niet@s continúen.

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Voluntar iosHemos dejado la Semana Santa y estamos ya saboreando la alegría de la Pascua. Como familia salesiana celebraremos especialmente el día 24 de mayo recordando a la mujer pascual por excelencia, a la Madre del Resucitado.

Echando la vista atrás y recordando la Semana Santa, tengo que dar gracias a Dios por tantos y tantos voluntarios que han hecho que la Casa fuera un hervidero de personas durante los días de “descanso”. Sin quererlo, me viene espontáneamente una acción de gracias por las muchas personas y las muchas actividades que se han hecho en vacaciones.

· Gracias a los animadores y chavales del Itinerario de Educación de la Fe que el mismo día que se daban las vacaciones fueron de convivencia a la casa de colonias de Barasona.

· Gracias a todos los que han hecho posible que, desde la Asociación de Anti-guos Alumnos, la maquinaria de La Pasión se moviera con un éxito extraordi-nario y cosechara aplausos emocionados de muchísima gente.

· Gracias a todas las personas que en la parroquia colaboraron para que las celebraciones de estos días fueran bien y estuvieran cuidadosamente prepara-das.

· Gracias a los monitores del Club Amigos que celebraron la Pascua Juvenil en Anzánigo.

· Gracias a la Cofradía Salesiana del Santo Cáliz que vivió sus días grandes en las procesiones, la comida del Cofrade y pusieron con el tambor el latir de estos días.

· Gracias a los profesores y profesoras que dedicaron tiempo de sus vacaciones para colaborar con las actividades de la Casa.

· Gracias a los amigos del Boscos que estuvieron en Gandía compitiendo y edu-cando.

· Gracias a todos los que hacen que esta casa de don Bosco siga siendo una re-ferencia educativa y pastoral para muchísima gente... también en vacaciones.

Ahora, mientras escribo, ya se están preparando convivencias, campamentos, encuentros, teatro, intercambios europeos, final de curso, confirmaciones, comuniones, la Fiesta de la Unión, la Fiesta de la Comunidad Educativa…

Y ahora, en este corto trimestre, nos centramos en María de Nazaret, Auxiliadora y Madre. Que ella premie todos estos esfuerzos y que, a través de ellos, bendiga la vida de muchos jóvenes.

Josan

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SOPA DE GANSO

UNA HISTORIA DE FERIAS, CHUCHES Y CARIES

En muchas ocasiones, la memoria a corto plazo nos hace recordar y contar historias y acontecimientos recientes en el tiempo, pero también es cierto que algunos hechos que nos han pasado hace mucho tiempo, se quedan grabados en nuestras neuronas como si hubiesen pasado ayer, y los contamos y recordamos como si todavía estuviésemos presentes en esa situación.

Algo así me pasa a mí con la historia que os traigo a esta sopita, aunque por el calor que está comenzando a hacer, casi lo podríamos considerar ya como un fresco gazpachito. La historia pasó hace mucho tiempo, algo así como quince años, pero la mantengo fresca en mi memoria. Comienza así…

Ocurrió en uno de esos días de San Lorenzo, en que toda la ciudad está en fiestas, y en uno de esos años en que se comenzaba a sacar las ferias infantiles a los barrios. Dos niños, vestidos a la manera tradicional, completamente de blanco y con la pañoleta verde, salieron en compañía de su tío para pasar un ratito en las ferias. El niño pequeño, que rondaba los 4 años, pudo montarse en todas las atracciones, que allí se disponían en forma circular: hinchables, tiovivos, carruseles y demás cachivaches que se movían para divertir a los niños; sin embargo, la niña, que ya tenía los 7 años, no podía montarse en casi nada, ya que la edad tope para disfrutar de la mayoría de las atracciones era de 6 años. El disgusto de la niña fue importante y el adulto intentó consolarla de todas las maneras posibles: cariñines, ánimos y motivaciones por ser mayor, para que no se llevase una gran frustración, mientras el niño disfrutaba a placer subiendo y bajando de todas las atracciones posibles, demostrándonos lo bien que se lo estaba pasando y repitiendo una y otra vez que él no se quería bajar, que quería más y más. El tío, viendo como la situación se le estaba yendo de las manos, porque el pequeño se lo estaba pasando increíblemente bien y sin embargo la niña se estaba empezan-do a enfadar considerablemente, intentó consolar a la niña de todas las formas posibles y de vuelta a casa se le ocurrió que sería buena idea entrar en una de esas tiendas en las que ven-den chuches, cromos, pegatinas y todos esos zarrietes que a los niños les resultan auténticos tesoros. El tío le animó a entrar y a comprar unas cuantas chuches, con la intención de que así se le pasara ese mal rato, pero la niña tenía tal rabia contenida, era tal su indignación, su frustración y su enfado, que se le volvió al adulto en medio del local y le dijo con voz seca y profunda: “¡¡Sí, ya, tú lo que quieres encima es que se me caigan los dientes!!”.

J. B.

11HUESCA y DON BOSCO

El humo de la resurrección del Nazareno, finalizada la obra de La Pasión, campa sin prisa por el escena-

rio. Mientras, los aplausos de aclamación del público se mezclan con los del agradecimiento de todo el numeroso grupo, interviniente en la representación.Pueblo fiel a Jesús, apóstoles, fariseos, romanos, personajes destacados de la historia, el mismo Jesús, se han desprovisto de sus respectivos papeles —en ocasiones enfrentados como obliga el guion— y se unen, ya relajados los personajes representados, en merecida gloria, que se ganan por su trabajo, aderezado de entrega y arte inigualable.

Pero, además, lo sé de buena “tinta” (experiencia), inician sin más tardanza una autocrítica con vista y mejora para el próximo año, en las próximas representaciones. Directores, coordinado-res, colaboradores, comprometidos e involucrados en el arte tea-tral, no cesan de buscar mejoras en y de todos los niveles para conseguir el fruto de la siempre deseada renovación, poniendo de nuevo o reemplazando lo ya experimentado. El arte lo exige, el actor lo disfruta y el público lo agradece.Hay otro planteamiento, importante, que no se escapa ni queda

fuera del dominio o influencia del espectador, de todos nosotros, que, cuadro a cuadro, a lo largo de toda la obra, nos penetra profundamente, en especial cuando la vida, muerte y resurrección de Jesús, no se aquilata en el tiempo de la Semana Santa, de cada año. La enseñanza nos ofrece otros caminos que van más allá de la interpretación artística, del mero discurrir escénico.El mensaje es constante y en todo tiempo al convertir el programa donde se especifican los 30 cua-dros repartidos en los tres actos en verdadera meditación, evocando sin dificultad los enunciados del Bautismo de Jesús, Las Tentaciones, el Sermón de la Montaña con las Bienaventuranzas, en Casa de Lázaro… y así se sigue ininterrumpidamente entrando en lo profundo del mensaje, lo que previamente nos ha proporcionado, muy unido, el arte escénico yendo de la mano.Él, Jesús, el hijo de José, carpintero de Nazaret, por ser el gran propulsor de la persona humana y de la dignidad de la misma. Él, Jesús, cual ninguna otra persona de la historia, en nuestra era, continúa proporcionando a la humanidad razones y medios para saber vivir y saber morir. Es lo que nos proporciona el tiempo que durante tantos años nos ofrece La Pasión, en el Teatro Salesiano.Solo una cosa me queda por decir: ¡Hasta el próximo año! sin olvidar y recordando, en este “entre-tiempo” que nos separa, lo mucho de su enseñanza.

Telín

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HUESCA Y DON BOSCO.Asociación Antiguos Alumnos Salesianos. Avda. Monreal, 14. 22003 Huesca.Coordinan: Javier Alzueta y Sandra Rapún.

Imprime: Gráficas Alós. Huesca. Dep. Legal: Hu. 13/2004

Hace unos días recibí un correo firmado por un veterano A. A. que nos hacía una petición: “... me gustaría que por medio de Huesca y Don Bosco me solucionarais estas dos dudas: 1) ¿El famoso compositor Daniel Montorio fue alumno de este colegio? y 2) ¿Alguno de los salesianos beatificados junto a otros mártires de la Guerra Civil tiene alguna relación con la Casa Salesiana de Huesca?”.Para poder contestar a la primera acudo a un familiar del músico, su sobrino Ángel, y a documentos antiguos del archivo del colegio. En ellos se puede leer que el niño Daniel Montorio Fajó era alumno del colegio en el curso 1911-1912 y compartía pupitres con algunos conocidos AA. AA.... Cándido Bagé, Leoncio Laliena, Francisco Arnal y otros. El futuro músico hizo la Primera Comunión en la antigua capilla del colegio, hoy sala de medios, el día 5 de mayo de 1912. Perteneció a la banda de música escolar, donde tocaba la flauta de cinco llaves. Cuando el niño Montorio sea mayor, escribirá 95 obras teatrales y será el compositor musical de más de 100 películas. Compondrá también la música del Himno a Huesca:Para contestar a la segunda pregunta necesito la ayuda de dos libros: A la sombra del gran árbol, de Basilio Bustillo, y el Libro del Centenario, escrito por José Arlegui. Por él sabemos que fueron profesores del colegio varios de los beatos: don Recaredo de los Ríos, don Miguel Bonet, don Jaime Buch Canals, don Ángel Ramos Velázquez y don José Calasanz Marqués, que era natural de Azanuy y su relación con esta casa fue durante los años que ejerció como provincial de la entonces Inspectoría Tarraconense, a la que pertenecía Cataluña, Valencia y Aragón, y él visitaba varias veces durante el curso. Hay fotografías de la época, en las que puede verse a los nuevos beatos en distintos lugares del colegio.Por el libro de Bustillo, sabemos que fueron AA. AA. de esta Casa, don Zacarías Abadía Buesa, don Francisco Bandrés Sánchez y don José Otín Aquilué. El primero de ellos era natural de Almuniente y fue alumno del colegio durante la década de los años veinte. D. Francisco Bandrés había nacido en Hecho, pero a los pocos años de su nacimiento se trasladó la familia a Huesca. Figura como uno de los primeros alumnos que se matriculó en este colegio, del que salió para ser sale-siano. Cuando falleció era el director de la Casa de Sarriá.D. José Otín Aquilué nació en Huesca y también formó parte del grupo de los primeros alumnos de esta casa. Pertenecía a la comunidad de la Casa de Alcoy.Todos ellos fueron martirizados por cometer el delito de pertenecer a una congregación religiosa. Fueron beatificados el 11 de marzo de 2001 por el Papa Juan Pablo II.Y ahora la aclaración necesaria: en mi cuartilla del pasado boletín, donde pone Pilatos Eliseo Grasa, tenía que poner Eliseo Rivas.

J. L. C. M.

DOS PREGUNTAS, EL MÚSICO MONTORIO, LOS MÁRTIRES y UNA ACLARACIÓN