Huellas de labrado y datación de la piedra de … (144).pdfLeer la superficie de piedra Para el...

12
El estudio estratigráfico aplicado a las superficies de antiguas construcciones en piedra cuenta ya con va- rios lustros de experiencia y sigue ofreciendo llaves de lectura capaces de contribuir de manera interdis- ciplinar a la individuación de referencias cronológi- cas, a la identificación de procesos productivos, asì como al análisis socio-económico y antropológico de las culturas del pasado y del presente (Mannoni 2008). Sobre la superficie de los bloques lapídeos que componen las estructuras en elevación de la arquitec- tura se pueden distinguir trazas diacrónicas que reve- lan las vicisitudes históricas y las formas de degrada- ción sufridas por el material. Una inspección minuciosa consigue tal vez leer trazas del labrado original de la piedra que podrían inducir importantes consideraciones sobre la organización de la obra pri- mitiva y sobre las relaciones estratigráficas que co- rren entre las diferentes partes de la fábrica. Caracte- rísticas de homogeneidad o irregularidad de los cortes, repetición y excepciones en la dirección y orientación de las incisiones, entonces, pueden atesti- guar la sucesión de acabados superpuestos, eventua- les restauraciones, reintegraciones y reusos de ele- mentos preexistentes. La práctica de los restauradores que trabajan a contacto directo con la piedra compensa a menudo, en obra, la escasez de nociones sobre la fábrica, sin embargo en el ámbito de la arquitectura se siente la exigencia de procedimientos sistemáticos que pue- dan proporcionar informaciones claras sobre técni- cas de cantería caídas en desuso y sobre la conser- vación de superficies lapídeas decoradas o suficien- temente antiguas para ser consideradas como tales. El estudio del que se presentan aquí los primeros pasos propone la afinación de un método de análisis que pueda proveer datos certeros sobre el tipo de acabado de la superficie original, el material labra- do y las canteras o venas disponibles en la época de construcción, las herramientas de labrado y sus re- lativas tecnologías de fabricación, la organización del trabajo dentro y fuera de la obra, el reuso de ele- mentos y materiales. A través de una exploración de limitada invasividad puede llegarse a la definición de características físicas como el litotipo, el ángulo de incidencia del instrumento utilizado para realizar cada elemento, la dureza del material, su porosidad natural. Parámetros, todos, que ayudan a establecer la vulnerabilidad adquirida por el material examina- do en relación a la humedad y a las acciones mecá- nicas. Conforme a tales finalidades, se están indagando técnicas aptas para adquirir informaciones de la ob- servación directa, accesibles y de fácil aplicación para quien deba dibujar, comprender y custodiar un edificio histórico. Una de las funciones de mayor uti- lidad del método será sin duda su posible auxilio para la datación, sobretodo entrelazando noticias re- lativas a las técnicas de construcción específicas de la época. Mas el objetivo final es el de individuar co- rrespondencias entre las huellas dejadas por las técni- cas de extracción y de labrado superficial de la pie- Huellas de labrado y datación de la piedra de construcción Beatrice A. Vivio

Transcript of Huellas de labrado y datación de la piedra de … (144).pdfLeer la superficie de piedra Para el...

El estudio estratigráfico aplicado a las superficies deantiguas construcciones en piedra cuenta ya con va-rios lustros de experiencia y sigue ofreciendo llavesde lectura capaces de contribuir de manera interdis-ciplinar a la individuación de referencias cronológi-cas, a la identificación de procesos productivos, asìcomo al análisis socio-económico y antropológicode las culturas del pasado y del presente (Mannoni2008).

Sobre la superficie de los bloques lapídeos quecomponen las estructuras en elevación de la arquitec-tura se pueden distinguir trazas diacrónicas que reve-lan las vicisitudes históricas y las formas de degrada-ción sufridas por el material. Una inspecciónminuciosa consigue tal vez leer trazas del labradooriginal de la piedra que podrían inducir importantesconsideraciones sobre la organización de la obra pri-mitiva y sobre las relaciones estratigráficas que co-rren entre las diferentes partes de la fábrica. Caracte-rísticas de homogeneidad o irregularidad de loscortes, repetición y excepciones en la dirección yorientación de las incisiones, entonces, pueden atesti-guar la sucesión de acabados superpuestos, eventua-les restauraciones, reintegraciones y reusos de ele-mentos preexistentes.

La práctica de los restauradores que trabajan acontacto directo con la piedra compensa a menudo,en obra, la escasez de nociones sobre la fábrica, sinembargo en el ámbito de la arquitectura se siente laexigencia de procedimientos sistemáticos que pue-dan proporcionar informaciones claras sobre técni-

cas de cantería caídas en desuso y sobre la conser-vación de superficies lapídeas decoradas o suficien-temente antiguas para ser consideradas como tales.El estudio del que se presentan aquí los primerospasos propone la afinación de un método de análisisque pueda proveer datos certeros sobre el tipo deacabado de la superficie original, el material labra-do y las canteras o venas disponibles en la época deconstrucción, las herramientas de labrado y sus re-lativas tecnologías de fabricación, la organizacióndel trabajo dentro y fuera de la obra, el reuso de ele-mentos y materiales. A través de una exploración delimitada invasividad puede llegarse a la definiciónde características físicas como el litotipo, el ángulode incidencia del instrumento utilizado para realizarcada elemento, la dureza del material, su porosidadnatural. Parámetros, todos, que ayudan a establecerla vulnerabilidad adquirida por el material examina-do en relación a la humedad y a las acciones mecá-nicas.

Conforme a tales finalidades, se están indagandotécnicas aptas para adquirir informaciones de la ob-servación directa, accesibles y de fácil aplicaciónpara quien deba dibujar, comprender y custodiar unedificio histórico. Una de las funciones de mayor uti-lidad del método será sin duda su posible auxiliopara la datación, sobretodo entrelazando noticias re-lativas a las técnicas de construcción específicas dela época. Mas el objetivo final es el de individuar co-rrespondencias entre las huellas dejadas por las técni-cas de extracción y de labrado superficial de la pie-

Huellas de labrado y datación de la piedra de construcción

Beatrice A. Vivio

Administrador
Texto escrito a máquina
Actas del Séptimo Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Santiago 26-29 octubre 2011, eds. S. Huerta, I. Gil Crespo, S. García, M. Taín. Madrid: Instituto Juan de Herrera, 2011

dra con las fisuras y transformaciones del materialinducidas por el deterioro, natural y antrópico, demanera de poder determinar y cuantificar la influen-cia de las unas en las otras. Partiendo de los conoci-mientos sobre la diferente inducción de desgaste araíz de las formas de corte, el tema de la interacciónentre la manipulación de los materiales de construc-ción y sus procesos químico-físicos de decaimientose revela de sumo interés en los más actuales siste-mas de monitoreo y prevención de daños, así comorecurso para una selección adecuada de técnicas deconservación y restauración. Por lo tanto, más alládel estudio de obras antiguas en piedra, que requie-ran o no datación, los beneficios del método podránextenderse al control de compatibilidad y envejeci-miento de recientes restauraciones o realizaciones ar-quitectónicas, así como a la conservación de obras dearte e instalaciones contemporáneas, de naturalezaexperimental y con comportamientos en el tiempo dedifícil anticipación.

LOS UTENSILIOS DE LABRADO Y SUS HUELLAS EN LOS

EDIFICIOS HISTÓRICOS

Por motivos pragmáticos, las nociones sobre el labra-do de la piedra han sido publicadas con frecuencia enel campo de la escultura, mas no tanto en arquitectu-ra, limitándose los estudios técnicos más conocidossobretodo a periodos de la antigüedad (Adam 1984)o al tema prevalente del aparejo murario (Marta1989), cuales sistematizaciones actualizadas de latradicional historia constructiva de Choisy (1873)reiterada en Roma por Giovannoni (1925), Cozzo(1928), Lugli (1957) y demás tratados de construc-ción. El vacío bibliográfico en temas más cercanos alas técnicas de las maestranzas de la edilicia medie-val en piedra ha sido colmado por una rica serie deensayos redactados por escultores, arqueólogos, geó-logos y restauradores (Nagy 1977; Wittkower 1977;Mannoni 1984; Rockwell 1989; Cairoli Giuliani1990; De Tomassi 2002), asì como por estudios decasos específicos que han aportado constataciones decarácter local sumamente útiles (Senè 1973; Varène1974; Cecchi 1978; Alessandrini 1979a; Alessandrini1979b; Martellotti-Rockwell 1988; Bianchi y Parenti1991). Con un aproche sobre la edificación, se puedeapreciar el enfoque del tema de la ejecución materialde los bloques lapídeos en las investigaciones sobre

técnicas murarias del territorio lacial publicadas porFiorani (1996), Esposito (1998) y Chiovelli (2007).Pero hasta hoy, la investigación más exhaustiva quese ha divulgado sobre los instrumentos y sus huellasde ejecución impresas en la piedra pareciera seguirsiendo el texto del francés Jean-Claude Bessac, pu-blicado por el Centre national de la recherche scienti-fique de París en 1986. Su validez metodológica leconfiere el valor de guía al reconocimiento las herra-mientas de labrado, si bien urge que el método seaemulado en otras áreas territoriales para multiplicarlas clasificaciones en ámbitos con diferentes tradicio-nes constructivas.

Ahora bien, sin pretender resumir en pocas líneaslos conocimientos divulgados en los válidos estudioscitados, se considera necesario aportar una observa-ción sobre la actualización de hábitos de escultores ypicapiedras de la tradición medieval que se habíantransmitido inmutados por siglos y que el siglo XXparece haber revolucionado. La introducción de laenergía eléctrica ha aportado sin duda un gran ahorrode fuerzas y de tiempo en el proceso realizativo, ade-más de una sensible reducción de los daños físicospaulatinos provocados en el operador por efectos derebote del golpe. Tales ventajas han difundido uten-silios de fácil control, incluso en manos de obrerosno especializados, concediendo detallados acabadosen piedra también en edificios de nueva construc-ción. Si por un lado se aplaude el retorno en la cons-trucción de materiales que en el último siglo parecíanhaber sido abandonados, por otro lado el sector de laconservación debe mantener extrema prudencia parano correr el riesgo que la simplificación aplicativa dealgunas técnicas implique la propagación indiferen-ciada de tratamientos inadecuados y con efectos in-ciertos. Ésto porque, en todo caso, permanece la sos-pecha que nunca será suficientemente exacto uncontrol manual frente a los efectos en la piedra de lavibración mecánica inducida por motor. Si tal faltade control aplicativo podría ser poco grave, porejemplo, en el uso de esmeriladoras para pulido, noresultaría igualmente inocuo en los tratamientos depercusión: el corte de percusión neumática se ve mo-dificado, respecto al tradicional picado manual, tantopor un incremento de la intensidad de aplicación delgolpe, cuanto por la ampliación del rango de inclina-ciones posibles en su aplicación.

1466 B. A. Vivio

Leer la superficie de piedra

Para el análisis detallado de los efectos sobre los quese establecerán tales acciones programáticas, la pri-mera parte del estudio ha sido dedicada a la racionali-zación de la lectura de las huellas impresas por losinstrumentos sobre la piedra. Una parte del trabajo seocupó del conocimiento de los utensilios de uso co-mún en la zona central de la península italiana, conespecial atención a experiencias registradas en el áreade Roma y en ciudades de la provincia de L’Aquila,en la región de Abruzzo. A fin de organizar las infor-maciones, las herramientas fueron inscritas en catego-rías de obra establecidas según las fases del procesode realización de la obra misma y de su acabado:

I) Extracción de cantera y fraccionamiento deunidades transportables (cuñas, acodaderas,sierra, serrucho, pico, barra, mazo en hierrodulce o madera, corte con cinta de diamante...hoy cuñas hidráulicas, martillos y sierras neu-máticos).

II) Desbaste y regularización del bloque a serusado (mandarria, martillina basta, puntero ymaceta, escoplo, escalfilador...) .

III) Definición de la forma volumétrica aproxima-da (cepillo de cantería, martillina, gradina detres puntas, cinceles...).

IV) Nivelación de planos y decoración (cepillo decantería, gradina, bujarda, taladro, cincel depunta redonda, cincel acanalado o uñeta ...).

V) Alisado (cincel plano, gradina de puntas finas,bujarda fina...).

VI) Pulido (escofinas, piedras abrasivas como lapómez, pastas y polvos para pulir etc.).

El ánalisis de las trazas legibles dejadas por talesinstrumentos puede ser inicialmente orientado pornoticias sobre los requerimientos del cometido y so-bre las circunstacias de selección de uno u otro méto-do de corte en base a:

– disponibilidad de diferentes tipos de piedra,con específicas características de dureza y decompacidad, en base a determinantes económi-cas relacionadas a la proximidad de yacimien-tos locales o a suministros de larga distancia;

– disponibilidad de diferentes tecnologías de fa-bricación de utensilios metálicos;

–formas de organización del trabajo de cantería enla obra de construcción y fuera de la obra;

– tipos de acabado requeridos por comitentes no-torios y hábitos semánticos reiterados en lastécnicas constructivas populares.

De hecho, los factores que han determinado dife-rentes efectos del acabado de la piedra a lo largo dela historia y de las latitudes territoriales se pueden re-sumir en cuatro aspectos fundamentales intrínseca-mente relacionados. El primero es el litotipo, encuanto la naturaleza geológica y la estructura quími-co-física del material determinan la velocidad de pro-ducción y de tratamiento final de los elementos deobra, ya que se trate de transformar la roca en sillareso en mampuestos simplemente picados. El segundoes, obviamente, la resistencia mecánica de la rocamisma, que —en base a las cualidades físicas de du-reza, densidad, porosidad— caracteriza su resistenciaa fricción y golpes y determina las propiedades detrabajabilidad del material y las formas, por ejemplo,de ser cortado, perforado, quebrado (fractura plana,astillosa, concoide etc.). Tales características influen-ciaron las obras en piedra por doquier, especialmenteen las edificaciones no monumentales, que se ade-cuaron al uso de materiales locales sin la introduc-ción de elementos «de importación», dejando elo-cuentes indicios en cada variación del canon. Eltercer factor determinante del tipo de labrado es elángulo de incidencia del instrumento usado. En este

Huellas de labrado y datación de la piedra de construcción 1467

Figura 1Utensilios y respectivas huellas en la piedra: (a) puntero,(b) gradina de cinco puntas, (c) cincel plano (De Tomassi2002)

aspecto se puede recalcar que el buen arte de picarpiedra se reconoce en la posición acertada de cadainstrumento, pues las roturas del material producidasfuera de los rangos propios del tipo de corte dejandudosos efectos estéticos. Si los instrumentos pre-in-dustriales ya revelaban diferencias en este sentido,por ejemplo, entre el corte de un martillo martelinadoy el corte de un cincel, por la posibilidad de usar elprimero en posiciones más perpendiculares respectoa la superficie a ser labrada, actualmente las diferen-cias se acrecen en la comparación de efectos de losmismos instrumentos utilizados en versión neumáti-ca. De hecho, la concentración exponencial de la car-ga puntual permitida por el percursor neumático eninstrumentos dotados de ápices como la martillinapuede llegar a superar los límites de fractura de lapiedra. Tales efectos se hicieron más visibles a partirde la entrada en acción de la percusión hidráulica,pues antes la tendencia a la perpendicularidad delgolpe había acompañado solamente fases de desbastepreliminares para la producción de material burdo,mientras que para el perfeccionamiento del plano seprediligían direcciones de corte más cercanas a latangente. Esta observación reitera las reflexiones an-ticipadas sobre el asunto y valida el cuarto factor quedetermina el tipo de labrado: la evolución de la tec-nología siderúrgica y de la aleación o sinterizaciónde metales. De hecho, las técnicas de purificación delhierro permitieron, por siglos, la fabricación y manu-tención directa de herramientas, cada artesano forja-ba sus propias piezas según su experiencia y al pasocon la calidad de percusión requerida. Pero ciertosavances de la tecnología modificaron inexorablemen-te las formas de la construcción popular, tal como seha constatado con la introducción de la percusión hi-dráulica, que ha permitido, por ejemplo, el tratamien-to industrial de estratos graníticos con la experimen-tación de ligas a base de titanio o de metalessinterizados de dureza muy elevada como el Widia.

Factores como el color emergen en obras de ciertonivel en las que las tradiciones locales se trasponíanen programas decorativos de alta embergadura conuso de yacimientos a veces muy distantes. Conside-rando tales obras simplemente por sus influjos sobrela construcción popular, el estudio se ha centrado enel uso extenso de un tratamiento u otro en decoracio-nes y acabados, para facilitar una correcta interpre-tación y clasificación de las fases de desarrollo de loslenguajes constructivos y estilísticos del tejido urba-

no menor. De gran ayuda se ha revelado el intento desintetizar el uso de los diferentes utensilios en un cua-dro cronológico como el que se anexa en la Tabla I,referido a constataciones de área italiana, aunque elmismo esté aún sujeto a integraciones y correcciones.

MÉTODOS DE INSPECCIÓN. CASOS DE ESTUDIO

La definición de las huellas de cada utensilio se hadesumido de las características físicas registradas enla superficie lapídea, distinguiendo primeramente en-tre trazas antrópicas y vestigios de fenómenos natu-rales. Los rastros producidos por el ser humano sehan interpretado a través de caracteres de forma (re-donda, puntiaguda, triangular, alargada, rectangular,cuadrada etc.), profundidad, dirección, orientación,homogeneidad e irregularidad de cada rasgo, repeti-ción del mismo, paralelismo y eventuales excepcio-nes en la dirección de las picaduras. Mediante laidentificación de la punta ejecutora de las tallas ho-mogéneas, se puede interpretar la tipología del ins-trumento de labrado y, quizás, la época de origen desus incisiones. Tales informaciones se suman al aná-lisis comparativo de incisiones heterogéneas, de dón-de se pueden deducir informaciones relativas a la su-perposición de acabados, a la preexistencia demateriales de reuso y a rastros que remontan a res-tauraciones o modificaciones del pasado.

En algunos estudios post-sísmicos de edificios his-tóricos de la ciudad de L’Aquila y de su entorno se harevelado muy útil la utilización del análisis compara-tivo de las superficies, en compensación de las fuertescarencias de documentos de archivo, o de la actualaccesibilidad a los mismos2. En el estudio de la Basí-lica de S. Bernardino en L’Aquila, preliminar a las in-tervenciones estructurales, se comprobó la exigenciade ensamblar informaciones desumidas de los acaba-dos de piedra y estuco, por ejemplo, con las incon-gruencias, analogías y estratificaciones de los apará-tos estilísticos, con las tipologías de muros enelevación, con los elementos estructurales integradosen el organismo a través del tiempo y con cualquierotro indicio estratigráfico. Mucho se había escrito enel último siglo en relación a la historia arquitectónicade la basílica, mas sólo en las últimas décadas se ha-bía comenzado a verificar las nociones históricas através de levantamientos y de exámenes directos deledificio, tomando en cuente que la configuración ac-

1468 B. A. Vivio

Huellas de labrado y datación de la piedra de construcción 1469

Tabla IEsquema cronológico de instrumentos de canteríaHerramienta Antigüedad/difusión Tipo de piedra Fase de empleo Referencias

(en Occidente) (dureza)

Bujarda It. XIX s. / XIX-XX s. todas IV) Nivelación Bessac [1986] 1987: It. Bocciarda V) Alisado76-85Fr. Boucharde

Carril XIX s. / XIX-XX s. semi-dura (travertino, III) Defin. de forma Bessac [1986] 1987:It. Raspa Fr. mármol IV) Nivelación 210-221; Galabru 1963Fr. Chemin de fer

Cepillo de cantería I a.C. / XX s. blanda (calizas) IV) Decoración Bessac [1986] 1987:o raedera V) Alisado 223-230; Galabru 1963It. Spatola dentataFr. Sciotte

Cincel VI a.C. / VII-XX s. blanda (toba, areniscas) III) Defin. de forma Bessac [1986] 1987:It. Scalpello semi-dura (travertino, IV) Nivelación 116-137Fr. Ciseau mármol

Escoda martillo V a.C. / XIII-XIX s. blanda (calizas) II) Desbaste Bessac [1986] 1987:It. Ascia martello 39-51Fr. Marteau taillant

Escoplo VII a.C. / VII-XI s. blanda semi-dura II) Desbaste Bessac [1986] 1987It. Bedanoo scapezzatoreFr. Chasse

Gradina o cincel V a.C. / XIII-XVI s. blanda (arenarias) IV) Nivelación y Bessac [1986] 1987:dentado semi-dura (travertino) decoración 138-143; RockwellIt. Gradina V) Alisado 1989

Lima V a.C. / XV-XVI s. dura VI) Pulido Bessac [1986] 1987:It. Lima 201-209Fr. Rape

Martillina basta I a.C. / V-XVII s. semi-dura (travertino, III) Defin. de forma Bessac [1986] 1987:It. Martellina dentata mármol 60-68; Fiorani 1996Fr. Bretture

Martillina fina I d.C. / XIV-XIX s. semi-dura (travertino, IV) Nivelación y Bessac [1986] 1987:It. Martellina a mármol decoración 69-75punte fineFr. Marteau grain d’orgePico It. Piccone VII a.C. / I a.C.-XX todas I) Extracción Bessac [1986] 1987Fr. Pic II) Desbaste Rockwell 1989Fr. PicPicola I a.C. / XV-XIX s. todas II) Desbaste Bessac [1986] 1987:It. Maleppeggio III) Defin. de forma 52-59Fr. PolkaPiquetilla VII a.C./ I a.C.-XX semi-dura II) Desbaste Bessac [1986] 1987:It. Picca, picconcello (traquita, toba) 16-37; Rockwell 1989Fr. Pic o Smille

Puntero VIII a.C. / VIII-XXs. dura (mármol, II) Desbaste Bessac [1986] 1987:It. Subbia traquita, granito) 108-115; Rockwell 1989Fr. Broche

Raspador I a.C. / XIV-XVII s. blanda (toba, areniscas) IV) Decoración Bessac [1986] 1987:It. Raschietto dentato V) Alisado 192-200Fr. Ripe

Sierra de arena dura (granito, basalto) I) ExtracciónIt. Sega liscia II) DesbasteFr. Scie III) Defin. de forma

Sierra con hoja dentada blanda (areniscas, calizas) I) ExtracciónIt. Sega dentata II) DesbasteFr. Scie dentelé III) Defin. de forma

Trinchante I a.C. / XIII-XVI s. blanda (calizas) II) Desbaste Bessac [1986] 1987:It. Ascia dentata 63; Bianchi-Parenti 1991Fr. Pic-bretture

tual de la iglesia es el resultado de consistentes modi-ficaciones introducidas a partir de los daños causadospor los terremotos de 1703 y de 1915. Ahora, en con-comitancia con las urgentes reparaciones actuales,quien escribe ha contribuído con un estudio detalladode lo existente a aportar constataciones que puedencolmar los vacíos de la historiografía e incluir en lacronología constructiva las intervenciones del sigloXX, escasamente divulgadas. Especial atención hanrequerido las capillas adosadas a las naves laterales,que no habían sido descritas en el diario de obra de laconstrucción de siglo XV por haber sido completadasprogresivamente por iniciativas privadas, decoradasen estilo barroco entre 1628 y 1667 y reconfiguradascompletamente en las reparaciones del sismo de1703. En diversos aspectos, la lectura de las superfi-cies ayudó a enlazar noticias y a corroborar datos his-tóricos. De fundamental importancia, por ejemplo,fue la identificación de algunos trabajos en estuco vi-sibles en la fachada occidental que pudieron estable-cer relaciones de secuencia en base a las fechas deedificación (1630), arreglo (1760) y restauración(1915) de la capilla de S. Rosa, la primera a la iz-quierda de la fachada principal, datando, por conse-cuencia, los muros de soporte de dichas decoraciones.En el cantón de la misma capilla se pudo corroborarla datación sucesiva de un tratamiento en «gradina» através de la comparación con el cantón de la capillade la Tercera Orden (mitad del siglo XV), simétrica-mente colocada al otro lado de la fachada principal.

1470 B. A. Vivio

Figura 2Alzado del umbral de travertino de uno de los nichos de lacelda del Templete de Bramante en S. Pedro en Montorio,Roma. La foto a luz natural fuè retocada con un incrementode contraste al 70% y una reducción de luz al 15% paraponderar el detalle de las texturas y resaltar las tramas ho-mogéneas: se observan huellas de utilización de «cincelplano» en los bordes de la pieza, trazas de «gradina» aplica-da en el medio en dirección horizontal y algunas trazas de«cincel» superpuestas a tal primera trama, en dirección ver-tical (foto autor 2011)

Figura 3Retoque de la imagen con incremento al 60% del contrastede luz: dos tipos de estuco rellenan las vacuidades mayores:un estuco granuloso de consolidación, perimetrado en rojo;un estuco de cal alisado con trazos de «gradina de puntasmuy finas» horizontales, perimetrado en gris

Figura 4L’Aquila, fachada principal de la basílica de S. Bernardino,detalle del acabado del cantón en piedra caliza del cuerpode capillas de la nave derecha, en correspondencia de la ca-pilla de la Tercera Orden (siglo XV). A la foto natural, sa-cada a distancia, le fue aumentado el contraste de luz en un10% (foto A. Di Muzio 2011)

Otro detalle útil para la datación de las decoracio-nes de la basílica es el que puede reconocerse en lasbases de los pilares aledaños al portal lateral de la fa-chada occidental, en la antigua via Sinizzo. El embe-llecimiento del portal remonta a obras llevadas acabo en 1725: las caras internas de las bases fueron

rebajadas con un rayado realizado a través del uso de«gradina» y «raspador». Su interés se radica en la ca-rencia de decoraciones similares en los siglos prece-dentes y la reiteración del tratamiento durante el si-glo XVIII en diversos lugares de la región.

La colocación cronológica del rayado en «gradi-na» o «raspador» en el territorio de la ciudad de L’A-quila se puede ilustrar en estudios realizados en lameseta denominada Altipiano delle Rocche, al sur-este de la ciudad. La sobrada presencia de la cordille-ra de los Apeninos en la región de Abruzzo, si biencausa de la gravosa fama mediática internacional ad-quirida recientemente por su inestabilidad terlúrica,le ha proporcionado aún a los centros montañosos demás ardua penetración un inagotable abastecimientode piedra calcárea de construcción. Semejante sumi-nistro de material a través de los siglos ha consolida-do un aspecto homogéneo y sólido del tejido urbanode los poblados, que ha ido modificándose según laprevalencia de tipologías de tratamiento que ha per-meado la arquitectura no monumental. En todos lospoblados los tratamientos de siglo XIII-XIV han sidoclaramente identificados en los pilares de pasadizosabovedados distribuídos en la vía pública. Los arcosque rematan ambos extremos de las bóvedas de cañón

Huellas de labrado y datación de la piedra de construcción 1471

Figura 5Retoque de la misma imagen en Adobe Photoshop, con fil-tro High-Pass, de radio 80 y con incremento de contraste al30%: se reconocen solamente rastros de «puntero» y de«cincel plano»

Figura 6L’Aquila, fachada principal de la basílica de S. Bernardino,detalle del acabado del cantón en piedra caliza de la prime-ra capilla de la nave izquierda, actualmente dedicada a S.Rosa. Foto en luz natural con incremento del contraste deluz al 20%: se reconocen picadas triangulares de «puntero»,trazos de «gradina» de cuatro puntas en direcciones varia-bles (especialmente en el bisel angular) y el paso, por enci-ma, de un raspador (foto autor 2011)

Figura 7Retoque de la imagen en Adobe Photoshop con filtro High-Pass, de radio 80 y con incremento de contraste al 10%: elefecto aplanador de las luces le dá resalte a las tramas homo-géneas y emergen por doquier los trazos de «gradina», quepor su ausencia en el cantonal opuesto pueden atribuírse a laúltima remodelación de la capilla realizada en el año 1630,en la que muy probablemente se realizó el biselado del án-gulo junto con otros enriquecimientos de la decoración

están provistos de un capitel de rasgos medioevales ytanto en él como en el resto de los bloques del pilar sepueden individuar huellas de «puntero» y de «cin-cel»: el bloque se disminuía a golpes de «puntero» yse regularizaba luego con «maceta» y «cincel».

Muy diferente es el aspecto resultante del labrado depiezas de siglo XVI o XVII. Para mejor ilustrar las po-sibilidades de datación ofrecidas por la comparación detratamientos superficiales de la piedra, a continuaciónse expone una breve selección de imágenes comenta-das, relativas a obras que van de siglo XV hasta la ac-tualidad, que pueden coadyuvar la interpretación deobjetos análogos y que de hecho han contribuído en lautilización de este tipo de análisis para la lectura dia-crónica de los centros del Altipiano delle Rocche.

PERSPECTIVAS DE DESARROLLO DE LA

INVESTIGACIÓN

Para la prosecución de la investigación ilustrada engrandes rasgos en la presente ponencia se piensa

1472 B. A. Vivio

Figura 8L’Aquila, basílica de S. Bernardino, detalle de la cara reba-jada del basamento del portal colocado en la fachada lateral(1725), en la actual via S. Giacomo della Marca (antiguavia Sinizzo). La foto en luz natural fue retocada con un in-cremento de contraste al 40%: se observa un acabado obte-nido con «gradina» de cuatro puntas, manejada con minu-ciosa continuidad y tal vez mediante regularización de losquebrantos lograda con un «raspador» (foto autor 2011)

Figura 9Ampliación de la parte central de la imagen con retoque enAdobe Photoshop, efecto High-Pass, en radio 80: la homo-logación de las sombras resalta las líneas del tratamiento

Figura 10Rocca di Mezzo (AQ), uno de los capiteles más antiguos dela encrucijada de los Tres Arcos, constituída por una galeríade siglo XIII-XIV y un segundo pasadizo de época sucesivacon capiteles octogonales: las huellas que pueden observar-se en el elemento representado en la foto se pueden atribuirtanto a utensilios de percusión directa con empuñadura demadera, como a utensilios de percusión transmitida (por«martillos de cantería» o «macetas»). De hecho, sin tomaren cuenta el desgaste natural sufrido por la piedra a travésde los siglos, la picadas reconocibles de «cincel» y de «pun-tero» parecen sobreponerse a cortes de mayor amplitud,aventados probablemente con «escodas» (foto autor 2011)

Huellas de labrado y datación de la piedra de construcción 1473

Figura 11Rocca di Cambio (AQ), detalle del cordón de reborde de unportal de siglo XV tratado con gradina en direcciones pseu-do-radiales (foto autor 2011)

Figura 12Rocca di Cambio (AQ), pilar de un portal preexistente reto-cado en el Renacimiento: en la parte izquierda del bloque,más íntegra (el lado derecho parece haber sido liberado deun estuco de cemento con un pequeña escoda), se muestrangolpes de «gradina» aplanados por un alisado en piedra(foto autor 2011)

Figura 13Rocca di Cambio (AQ), dovela de un portal datado al año1727 por una iscripción en clave: se aprecian rasgos de«gradina» parcialmente alisados por un «raspador» de dien-tes muy agudos (foto autor 2011)

Figura 14Detalle de la fuente pública situada en la plaza central deFontavignone, fracción de Rocca di Mezzo (AQ). A pesar dela manifactura en piedra y del diseño ecléctico, las huellasde labrado aún muy vivas revelan la breve edad del monu-mento. La trama en cuadrículas repetidas y superpuestas de-nuncia el uso de bujarda, instrumento introducido en la can-tería en el siglo XIX. Aislando las cuadrículas que se leen deforma más completa, se deduce que la bujarda usada era deveinticinco puntas y por la frecuencia de cambios de direc-ción de tales cuadrículas se puede hipotizar que el trabajofuese hecho a mano, sin ayuda de motores hidráulicos. To-das estas suposiciones son compatibles con el año 1924 gra-bado en la inscripción dedicatoria superior (foto autor 2011)

complementar la descripción de las técnicas de trata-miento históricas con manuales de cantería de los si-glos XVIII y XIX y con descripciones técnicas desu-midas de los documentos de archivo relativos amonumentos del pasado. Los hitos de cada ciudadpueden establecer referencias cronológicas para el te-jido urbano de menor relieve y contribuir a la compo-sición del sistema de referencias temporales y geográ-ficas de las constataciones. Con ello se daría un pasodecisivo hacia la valorización de la arquitectura histó-rica menor exaltando los significados albergados has-ta en las más pequeñas tramas de las superficies.

A fin de perfeccionar la sistematización de los da-tos, serán desarrolladas ulteriores experimentacionesde los métodos de esquematización de las macro-fo-tografías de las superficies, de manera de individuarlas técnicas de síntesis más adecuadas para exaltarlos diferentes caracteres paramétricos de los trata-mientos de la piedra. Paralelamente se proveerá a co-

adiuvar los estudios con ensayos ejecutados sobremuestras de travertino, con los cuales se piensa enfo-car las diferencias entre utensilios antiguos e instru-mentos contemporáneos, abriendo el capítulo de lasconsecuencias voluntarias e imprevistas de la micro-alteración de la superficie.

Los eventuales daños provocados en la piedra porsu tratamiento serán estudiados a fin de prevenir ladegradación del material, tanto en la fabricación enobra de piezas de cantería como en la extracción decantera que las precede. A tal respecto, se llevará acabo un estudio de compatibilidad de uso de los ins-trumentos con la consevación de cada tipo de piedra.Según las actuales previsiones, una de las causas dedeterioro físico prevalentes será individuada en eltema de la inclinación del golpe y, sin entrar en méri-to de cuestiones estéticas, se podrá llegar a establecerniveles de seguridad, dentro de los cuales la angula-ción de contacto pueda resultar inofensiva, o más alláde los cuales sea imposible garantizar resultados con-trolados y carentes de fisuraciones. Ya que la perpen-dicularidad del corte parece depender en gran partedel modo de asir los instrumentos, se puede llegar asugerir incluso nuevos diseños en los soportes depercusión neumática, diferenciando el tipo de empu-ñadura y la inclinación apropiada para cada tipo depunta, en busca de resultados compatibles con la pro-tección de la piedra misma.

NOTAS

1. Se hace referencia a la actividad sísmica que aún sufreel centro de Italia a partir de diciembre 2008, con elevento de mayor intensidad registrado el día 6 de abrilde 2009 con epicentro en L’Aquila y un valor sismoló-gico de magnitud de momento de 6.3 grados (Departa-mento de Estudios Geológicos estadounidense USGS).

LISTA DE REFERENCIAS

Adam, Jean-Pierre [1984] 1989. L’arte di costruire presso iromani. Materiali e tecniche. Milán: Longanesi & C.

Alessandrini G. et al. 1979a. Investigation of the degrada-tion of stone: VIII. The working effects on the CandogliaMarble. En Degradation of stone (Congreso internacio-nal en París, 5-9 de junio de 1978), 7.3: 411-428. París:Unesco–Rilem.

1474 B. A. Vivio

Figura 15El umbral de una ventana de nueva inserción en una facha-da de piedra en las casas de Terranera, fracción de Rocca diMezzo (AQ). La restauración de la habitación parece re-montar a los pasados años noventa y muestra una atenciónespecial hacia la obtención de una trama superficial que ar-monice con la textura de piedra y al mismo tiempo se reco-nozca como trabajo contemporáneo: una trama en espina-pez caracteriza al borde superior del umbral de piedra calizay su regularidad denuncia el uso de un instrumento a motorcon un número de tres dientes paralelos, pues se evidenciaun paralelismo exacto en huellas de dos relieves alternadosa tres acanalados (foto autor 2011)

Alessandrini G. et al. 1979b. Investigation of the degrada-tion of stone: working effects and conservation problem,in Deterioration and protection of stone monuments (IIICongreso internacional en Venecia, 24-27 de octubre de1979), 5.1: 1-26. Venecia: Unesco–Rilem.

Bessac, Jean-Claude [1986] 1987. L’outillage traditionnel dutailleur de pierre de l’Antiquité à nos jours. París: CNRS.

Bianchi Giovanna y Parenti Roberto 1991. Gli strumentidegli ‘scalpellini’ toscani. Osservazioni preliminari. EnLe pietre nell’architettura: struttura e superfici (Congre-so de estudios en Bressanone, 25-28 de junio de 1991).Editado por G. Biscontin e D. Mietto. Padova: LibreriaProgetto: 139-149.

Cairoli Giuliani, Fulvio 1990. L’edilizia nell’antichità.Roma: NIS.

Cecchi Roberto, Tampone Gennaro y Vannucci Sergio,1978. Ricerche sulla degradazione delle «pietre»: VII -Effetti delle tecniche di rifinitura sulla Pietra Serena fio-rentina. En Bollettino degli Ingegneri, 1: 3-22.

Chiovelli, Renzo 2007. Strumenti per il taglio della pietranell’edilizia medievale della Tuscia. En Tecniche cos-truttive murarie medievali: 209-238. Roma: «L’Erma» diBretschneider.

Choisy, François August 1873. L’art de bâtir chez les ro-mains, Paris: Ducher.

Cozzo, Giuseppe 1928. Ingegneria romana: maestranze ro-mane, strutture preromane, strutture romane... Roma:Mantegazza.

Esposito, Daniela 1998. Tecniche costruttive murarie me-dievali. Murature ‘a tufelli’ in area romana. Roma:«L’Erma» di Bretschneider.

De Tomassi, Alessandro 2002. Pietra in ombra. Roma:«L’Erma» di Bretschneider.

Fiorani, Donatella 1996. Tecniche costruttive murarie me-dievali. Il Lazio meridionale. Roma: «L’Erma» diBretschneider.

Galabru, Paul [Paris 1963] 1977. Tratado de procedimien-tos generales de construcción: obras de fábrica y metáli-cas. Barcelona: Reverté.

Giovannoni, Gustavo [1925] 2008. La tecnica della costru-zione presso i Romani. Roma: S.E.A.I.

Lugli, Giuseppe 1957. La tecnica edilizia romana con par-ticolare riguardo a Roma e Lazio. Roma: Bardi.

Mannoni, Tiziano. 1984. Metodi di datazione dell’ediliziastorica. En Archeologia Medioevale, XI: 396-403.

Mannoni, Tiziano. 2008. Cultura materiale e cultura esis-tenziale. En Lo studio delle tecniche costruttive stori-che, editado por V. Pracchi, 151-160. Como: Nodoli-bri.

Marta, Roberto 1989. Tecnica costruttiva a Roma nel me-dioevo. Roma: Kappa.

Martellotti, Paolo y Peter Rockwell 1988. Osservazioni su-gli strumenti di scultura nei rilievi della facciata. En Ilduomo di Orvieto, editado por Lucio Riccetti, 101-122.Roma-Bari: Laterza.

Nagy, Ernõ 1977. La datation des pierres sculptées d’aprèsles traces d’outils. En La formation et le développementdes métiers au Moyen Âge (Ve-XIVe siècles). Colloqueinternational Comité des Recherches sur les Originesdes Villes, Budapest 25-27 octobre 1973, editado porLászló Gerevich y Agnès Salamon, 107-119. Budapest:Akadémiai Kiadó.

Rockwell, Peter 1989. Lavorare la pietra. Manuale perl’archeologo, lo storico dell’arte e il restauratore,Roma: NIS.

Senè, Alain 1973. Quelques instruments des architectes etdes tailleurs de pierre au Moyen Âge: hypothèsis sur leurutilisation. En Senè, Alain y Roland Fie´tier, La cons-truction au Moyen Âge. Histoire et archéologie, Actasdel congreso (Besançon, junio 1972), 39-58. Besançon:Bibliothèque municipale.

Varène, Pierre 1974. Sur la taille de la pierre antique mé-diévale et moderne. Dijon: Centre de recherches sur letechniques Gallo-Romaines.

Wittkower, Rudolf [1977] 1985. La scultura raccontata daRudolf Wittkower dall’antichità al Novecento. Torino:Einaudi.

Huellas de labrado y datación de la piedra de construcción 1475