HOY LLEGARÁ EL "JUAN SEBASTIÁN ELCANO", BUQUE-ESCUELA DE LA MARINA DE GUERRA ESPAÑOLA

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I Martes, 14 de Enero de 1969 LA ISLA Y LOS BARCOS llegará escu a IL ii n J PAGINA QUINCE su actual É la mar y 59 en puerto La corbeta "Nautilus", de la Marina de guerra española, que durante muchos años desempeñó la tarea de buque-escuela.-(Reproducción fotográfica de J. Hernández), por Juan Antonio Padrón Albornoz La barca de cuatro palos "Jordanhill" que años después, pasó a la Marina con el nuevo nombre de M Minerva"* Sin embargo no llegó a utilizarse como buque escuela y se la transformó en pon- tón carbonero,—(Reproducción fotográfica de J. Hernández). De la fragata "Sant® y la urca "Anunciación", al bergantín goleta hoy en nuestro puerto Los "Gorch Fock**, "Liber- tad" y "Danmark" dieron, du- rante el pasado año, el adiós a la isla con sus blancas velas, repletas de viento y luz. Proa a la mar abierta, con todo el trapo largo, sus rodas valien- tes mordieron la mar con sua- vidad de veleros mientras, a popa, la estela se extendía man- sa y sin convulsiones de héli- ce acerada. Hoy la estampa se repite y, tras el recio macizo de Anaga, hará su aparición, siempre es- pectacular, la silueta fina y marinera del "Juan Sebastián Elcano" español. Con la mar huérfana ya de velas, esbeltas arboladuras y airosos baupreses, resulta agra- dable para el Santa Cruz ma- rinero el que su puerto se en- galane —una vez más— con la escasa belleza que aún cru- za los mares. Durante unos días, la grata estampa marinera del esplén- dido bergantín-goleta proyecta- rá su blancura sobre el fondo policromado de ciudad y mon- tañas. En vertical valiente, los cuatro altos palos se rematan con la gracia fina de los mas- teleros mientras el trinquete se adorna con vergas, brazas y ma<rchapiés. Desde el remate del tajamar finísimo —envidia de cualquier yate diseñado paja regatas— el mascarón, de línea clásica y noble, pondrá su mirar ex- trañado en el compañero que adorna la modernidad del "Black" que llegue esta sema- na. Entonces, sólo entonces, habrá de proa a proa un diá- iigo de miradas ciegas. Una moda tan antigua como la na- vegación se contemplará en dos etapas de la evolución desde el tótem primitivo. Los del Juan Elcano 11 Al introducirse el vapor en I el campo de la ingeniería y as- rrespondiente a estos calados era de unas 1.700 toneladas. El "clipper" fue adquirido por don Fernando Villamil, en 12.000 duros, e hizo su primer viaje desde Londres a Cádiz con material para las defensas submarinas, ahorrando de este modo los fletes que hubiera si- do preciso pagar por el trans- porte de tales materiales. En abril de 1888 se hizo a la mar desde Cádiz para ini- ciar su primer crucero de ins- trucción. Este se desarrolló en- teramente en aguas del Medi- terráneo y, durante este viaje —al mando del capitán de fra- gata don José de la Puente y Bassave— hizo escalas en Mal- ta, Alejandría, Chipre, El Píreo, Barcelona, Valencia, Alicante, Almería y Málaga. Desde este en Santa Cruz en febrero de 1891 cuando, también desde Cádiz, se dirigía a San Juan de Puerto Rico, La Habana, Nueva York, Plymouth y Fe- rrol, Las escalas de ¿a hermosa fragata se sucedieron en San- ta Cruz y, en más de una oca- sión, aquí sesteó junto a su ho- mónima holandesa y a la fran- cesa "Melpoméne". El 29 de noviembre de 1892, después de la revista llevada a cabo por el almirante Carran- za, capitán general del Depar- tamento del Ferrol, se hizo a la mar en su célebre viaje de circunvalación al mando de don Fernando Villamil. Bahía, Ciudad del Cabo, Adelaida, Melbourne, Sidney, Newcastlo, Wellington, Lyttelton, Valparai- Sus escalas continuaron en Santa Cruz y, durante una de ellas, en 1901, mientras se iza- ba un bote, a consecuencia de una avería éste cayó a cubier- ta y causó tales heridas al guar- diamarina Roig que, a causa de ellas, falleció luego en el Hospital Militar de esta plaza. Don Gabriel Rodríguez y MatOoan, don Tomás Azeárate Menéndez, dbn Miguel Márquez y Solís, don Augusto Duran, don José Cervera, don Salvador Moreno Elisa..., tantos y tan- tos nombres de marinos pres- tigiosos qu<e mandaron la "Nau- tilu's" a lo largo de su dilatada vi'éa miarhi-era. Los dos ultimes c-ruceros los lleva a cabo e-n agües del At- lántico al mando del capitán de fragaita don Manuel Menivídü y, ' " ! ' " ' ' ' ' ' ' ' ' '' ''"' '"' " " ' ''" ' ' ' ' años en Marín hasta que, en 1937, el desguace dio £i<n a su viéa marinara. La "Galateía" continuó sus singladuras. El casco, antes ne- gro, relucía bajo una capa de esmalte blanco; sólo un puen- te alto, a popa, deformaba ¿u estampa, un tanto maciza, de barco hecho para navegar en el duro 'tráfago del trigo australia- no y «1 salitre chileno, vía el atenuporalado Cabo de Hornos, En 1961, después de largos años de servicio, causó baja la "Gakítea" en las listos de ia Armada. Pero, en esta ocasión, el desguace no pudo con ella y, en el Arsenal ferrolano, con s<u 'arboladura intacta, sestea sn el mar domesticada y tranqui- la, mar de puerto, añorando quizás los años- en que coa las oi»as empenachadas. El "Juan Sebastián Elcano 17 Cuando en 1925 llegó el mo mentó de decidir la construc- ción de un nuevo butq-ue escue- la, se encargó de su diseño al célebre ingeniero naval inglés Nichol&on, especialista e»n el trazado de grandes yates. Y el resultado obtenido está a la vista: la estampa y líneas marineras del "Ju&n Sebastián Elcano" son admirables y de unas pro porciones dMeikn«&nte superables. Su construcción estuvo a cargo de los astilleros gadita- nas ée la firma Echevarrieta. lias. El aparejo es de bergan- tín-goleta d-e cuatro palos y la superficie total de velas que en etilos pued-8 largar es de 2.487 metro-s cuadrados. En el casti- llo y la toldadla qeva 4 piezas de 57 milímetros pacna salvas, Poco después de su entalega, realizó su primar viaje de Cá- diz a Málaga con Alfonso XIII a su bordo. Lo mandaba en es* ta oeaislen don Manuel Mendí- vil y Elío, último comandante que tuvo la- "Nautiiué*. Días más ta-rd-e, el "Juan Sebastián. Ekano" dio comienzo a su pri- mer viaje d*e eircu«nvaliaci6n. Durante éste, la llegada a Bu-e- n.os Aires coincidió eo<n la en- trega de las ba-ndems ÓQ com- bate a los de-s-tru-cto-r^s "Miguel de Cervantes" y "Juan de Ga- ray", recién adquiridos en Es- paña. La primara escala dei "Elcano" en Santa Cruz L«a primera escala del "Sica- no" en Sania Cruz fue en 1929, año de veleros e*n nu-estro puvir- to. Comeinzó con la Ikgada, en enero, la goleta aíin'ericana "Queen of Scott-s", par-a seguir, en febrero, co-n las inglesas A partir de entonces, f¿ "Juan Sebastián Ekano" ha- re. coiTidü í-üdo* los iii«t«res áei globo. Muchas son las avente ras que ha encontrado y qu»e, por solas, bastarían para va- rios volúmenes. Tanto en la

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "La isla y los barcos", 1969/01/14

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I

Martes, 14 de Enero de 1969

LA ISLA Y LOS BARCOS

llegaráescu

a IL ii n J PAGINA QUINCE

su actual

É

la mar y 59 en puerto

La corbeta "Nautilus", de la Marina de guerra española, que durante muchos años desempeñóla tarea de buque-escuela.-(Reproducción fotográfica de J. Hernández),

por Juan Antonio Padrón Albornoz La barca de cuatro palos "Jordanhill" que años después, pasó a la Marina con el nuevo nombrede MMinerva"* Sin embargo no llegó a utilizarse como buque escuela y se la transformó en pon-

tón carbonero,—(Reproducción fotográfica de J. Hernández).

De la fragata "Sant® y la urca "Anunciación", al bergantín goleta hoy en nuestro puertoLos "Gorch Fock**, "Liber-

tad" y "Danmark" dieron, du-rante el pasado año, el adiósa la isla con sus blancas velas,repletas de viento y luz. Proaa la mar abierta, con todo eltrapo largo, sus rodas valien-tes mordieron la mar con sua-vidad de veleros mientras, apopa, la estela se extendía man-sa y sin convulsiones de héli-ce acerada.

Hoy la estampa se repite y,tras el recio macizo de Anaga,hará su aparición, siempre es-pectacular, la silueta fina ymarinera del "Juan SebastiánElcano" español.

Con la mar huérfana ya develas, esbeltas arboladuras yairosos baupreses, resulta agra-dable para el Santa Cruz ma-rinero el que su puerto se en-galane —una vez más— conla escasa belleza que aún cru-za los mares.

Durante unos días, la grataestampa marinera del esplén-dido bergantín-goleta proyecta-rá su blancura sobre el fondopolicromado de ciudad y mon-tañas. En vertical valiente, loscuatro altos palos se rematancon la gracia fina de los mas-teleros mientras el trinquetese adorna con vergas, brazas yma<rchapiés.

Desde el remate del tajamarfinísimo —envidia de cualquieryate diseñado paja regatas—el mascarón, de línea clásicay noble, pondrá su mirar ex-trañado en el compañero queadorna la modernidad del"Black" que llegue esta sema-na. Entonces, sólo entonces,habrá de proa a proa un diá-iigo de miradas ciegas. Unamoda tan antigua como la na-vegación se contemplará en dosetapas de la evolución desdeel tótem primitivo.

Los del fíJuanElcano11

Al introducirse el vapor en I el campo de la ingeniería y as-

rrespondiente a estos caladosera de unas 1.700 toneladas.

El "clipper" fue adquiridopor don Fernando Villamil, en12.000 duros, e hizo su primerviaje desde Londres a Cádizcon material para las defensassubmarinas, ahorrando de estemodo los fletes que hubiera si-do preciso pagar por el trans-porte de tales materiales.

En abril de 1888 se hizo ala mar desde Cádiz para ini-ciar su primer crucero de ins-trucción. Este se desarrolló en-teramente en aguas del Medi-terráneo y, durante este viaje—al mando del capitán de fra-gata don José de la Puente yBassave— hizo escalas en Mal-ta, Alejandría, Chipre, El Píreo,Barcelona, Valencia, Alicante,Almería y Málaga. Desde este

en Santa Cruz en febrero de1891 cuando, también desdeCádiz, se dirigía a San Juande Puerto Rico, La Habana,Nueva York, Plymouth y Fe-rrol,

Las escalas de ¿a hermosafragata se sucedieron en San-ta Cruz y, en más de una oca-sión, aquí sesteó junto a su ho-mónima holandesa y a la fran-cesa "Melpoméne".

El 29 de noviembre de 1892,después de la revista llevadaa cabo por el almirante Carran-za, capitán general del Depar-tamento del Ferrol, se hizo ala mar en su célebre viaje decircunvalación al mando dedon Fernando Villamil. Bahía,Ciudad del Cabo, Adelaida,Melbourne, Sidney, Newcastlo,Wellington, Lyttelton, Valparai-

Sus escalas continuaron enSanta Cruz y, durante una deellas, en 1901, mientras se iza-ba un bote, a consecuencia deuna avería éste cayó a cubier-ta y causó tales heridas al guar-diamarina Roig que, a causade ellas, falleció luego en elHospital Militar de esta plaza.

Don Gabriel Rodríguez yMatOoan, don Tomás AzeárateMenéndez, dbn Miguel Márquezy Solís, don Augusto Duran,don José Cervera, don SalvadorMoreno Elisa..., tantos y tan-tos nombres de marinos pres-tigiosos qu<e mandaron la "Nau-tilu's" a lo largo de su dilatadavi'éa miarhi-era.

Los dos ultimes c-ruceros loslleva a cabo e-n agües del At-lántico al mando del capitán defragaita don Manuel Menivídü y,

' " ! ' " ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ''"' ' " ' " " ' ''" ' ' ' '

años en Marín hasta que, en1937, el desguace dio £i<n a suviéa marinara.

La "Galateía" continuó sussingladuras. El casco, antes ne-gro, relucía bajo una capa deesmalte blanco; sólo un puen-te alto, a popa, deformaba ¿uestampa, un tanto maciza, debarco hecho para navegar en elduro 'tráfago del trigo australia-no y «1 salitre chileno,

vía el atenuporalado Cabo deHornos,

En 1961, después de largosaños de servicio, causó baja la"Gakítea" en las listos de iaArmada. Pero, en esta ocasión,el desguace no pudo con ellay, en el Arsenal ferrolano, cons<u 'arboladura intacta, sestea snel mar domesticada y tranqui-la, mar de puerto, añorandoquizás los años- en quecoa las oi»as empenachadas.

El "Juan Sebastián Elcano17

Cuando en 1925 llegó el momentó de decidir la construc-ción de un nuevo butq-ue escue-la, se encargó de su diseño alcélebre ingeniero naval inglésNichol&on, especialista e»n eltrazado de grandes yates.

Y el resultado obtenido estáa la vista: la estampa y líneasmarineras del "Ju&n SebastiánElcano" son admirables y deunas pro porciones dMeikn«&ntesuperables.

Su construcción estuvo acargo de los astilleros gadita-nas ée la firma Echevarrieta.

lias. El aparejo es de bergan-tín-goleta d-e cuatro palos y lasuperficie total de velas que enetilos pued-8 largar es de 2.487

metro-s cuadrados. En el casti-llo y la toldadla qeva 4 piezasde 57 milímetros pacna salvas,

Poco después de su entalega,realizó su primar viaje de Cá-diz a Málaga con Alfonso XIIIa su bordo. Lo mandaba en es*ta oeaislen don Manuel Mendí-vil y Elío, último comandanteque tuvo la- "Nautiiué*. Díasmás ta-rd-e, el "Juan Sebastián.Ekano" dio comienzo a su pri-mer viaje d*e eircu«nvaliaci6n.Durante éste, la llegada a Bu-e-n.os Aires coincidió eo<n la en-trega de las ba-ndems ÓQ com-bate a los de-s-tru-cto-r^s "Miguelde Cervantes" y "Juan de Ga-ray", recién adquiridos en Es-paña.

La primara escala dei "Elcano" enSanta Cruz

L«a primera escala del "Sica-no" en Sania Cruz fue en 1929,año de veleros e*n nu-estro puvir-to. Comeinzó con la Ikgada, enenero, d£ la goleta aíin'ericana"Queen of Scott-s", par-a seguir,en febrero, co-n las inglesas

A partir de entonces, f¿"Juan Sebastián Ekano" ha- re.coiTidü í-üdo* los iii«t«res áeiglobo. Muchas son las aventeras que ha encontrado y qu»e,por sí solas, bastarían para va-rios volúmenes. Tanto en la

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dable para el Santa Cruz ma-rinero el que su puerto se en-galane — una vez más — • conla escasa belleza que aun cru-za los mares.

ligo de miradas ciegas. Unamoda tan antigua como la na-vegación se contemplará en dosetapas de la evolución desdeel tótem primitivo.

Los precursores dsi "Juan SebastiánElcano11

Al introducirse el vapor enla navegación, con su negropenacho y acompasado latir demáquinas, comenzaron a eclip-sarse en la mar las esbeltasarboladuras.

Las viejas fragatas guerre-ras conservaron su velamen du-rante largos años pero, entreel trinquete y el mayor, la al-ta ehimeii'ea ponía, siempretu nota discordante.

Los marinos tradicionales pe-dían velas, sólo velas, para laintroducción de los futuros ofi-ciales y, entonces, se habilita-ron las necesarias unidades contal fin,

Por lo que a la España ma-rinera respecta, dicen las viejascrónicas que, allá por 1773, yanavegaba como escuela la fra-gata "Santa Rosa*'.

Años más tarde, en 1796 con-cretamente, la urca "Anuncia-ción" fue destinada, pura ysimplemente, a estos meneste-res formativos. Iba al mandodel capitán de fragata don Ma-nuel Díaz de Herrera, el cualhabía llevado a cabo notables

el campo de la ingeniería y as-

Barceiona Valencia, Alicante, i Melbourne, Sidney, Newcastl¿,| lántico ai mana-o oei capiua-iaeAlmería y Málaga, Desde este ! Wellington, Lyttelton, Valpar&i- í fr.aga.tfc don Manuel Mensvídií y,

tronomía.Esta fue, sin duda alguna,

la primera unidad que a ins-trucción se dedicó en las Ma-rinas del mundo, ya que, des-de luego, no existen preceden-tes en nación alguna.

A mediados del pasado siglose habilitó la fragata mercan-te "Eicano" para que, en elcurso de un yiaje redondo aManila, condujese a l g u n o salumnos de la Escuela NavalMilitar. El experimento se lle-vó a cabo con éxito pero, pordiversas circunstancias, no serepitió en años posteriores, y síse continuaron en las fragatasmixtas de la Marina de guerra.

De esta época, ya lejana, ca-be destacar el crucero que, apuertos de Escandinavia, hizola "Blanca", así como los efec-tuados por otras similares enaguas del Mediterráneo.

Villamil, el inquieto marinoque ideó el destructor, logróla adquisición del "Carrick Cas-tle" —un auténtico "clip-per"~— qUS pasó a la Marinade guerra española con el nom-bre de aNautilus",

La "Galatea" en nuestro puerto con las vergas embicadas en señal de luto por ser ViernesSanto.-(Foto del autor)*

trabajos e investigaciones en

La "Nautüus" españolaEl "clipper" inglés "Carrick

Castle" fue botado en los asti-lleros de Glasgow en 1868 y,hasta 1886, navegó bajo estesu nombre en la ruta de Aus-tralia. El casco era "cpmposi-te", de construcción mixta dehierro y madera, de líneas sen-

cillas y muy marineras. Eransus principales dimensiones 59metros de eslora, 10 de mangay el puntal de unos 8 metrosa la cubierta principal. Loscalados eran de 5 metros aproa y 5520 a popa, a mediabarga. El desplazamiento co-

último puerto arrumbó a Cá-diz, donde dio fondo el 26 deseptiembre del mismo año.

En junio de 1889, al llegar aCádiz, sufrión una embarran-cada entre San Sebastián y San-ta Catalina. La varada fue po-ca importancia y, pronto a flo-te, fue reparada y, en septiem-bre, se hizo a la mar por vezprimera con rumbo a nuestropuerto. Venía al mando del ca-pitán de la Puente que, a suregreso a Cádiz, lo entregó adon Víctor Concas y Palau, elcual recaló con la "Nautilus"

"Juan Sebastián Eleano" cuando, después de modernizado, llegó a Santa Cruz por vezprimera hace unos años.-(Foto del autor).

so, Montevideo, Buenos Aires¿Puerto Rico, Nueva York, Ply-mouth, Cherburgo, Brest, SanSebastián, Bilbao y Ferrol mar-caron el largo viaje que, el 11de agosto de 1894, terminó enlas mismas aguas donde habíacomenzado.

el 30 de septiembre d*e 1922,dio por últkn»a vez fondo en elArsenal ferrolano. No estabaya en eonákiones de navegary, con pena infinita de promo-ciones y (promociones que porella habían pasado, fue dada debaja.

Dos nuevos velaros: "Calatea""Minerva51

Cuando la "Naoitilus" fue re-tinada se estudüó con todo déte.nknkn.to el problema que s®planteaba. Y entonces se deci-dió la adquisición de dos anti-guos veleros ingleses que, bajobandera italiana, se ofrecían enventa 7 se eneonfeaten en ex-celentes condiciones de casco y j.aparejo»

Y fue entonces cuando seiza-ro-n los colores españoles enkts barcas "Gailate-a" y "Miner-va**, ambas destinadas a servir•como escuelas en l«a Marina deguerra.

La primera, de tres palos, ha»bía sido construida en 1896 enlos astilleros de la Rodg-er, enPort Glasgow, para- la firmaSterlki'g, de Liverpool.

Durante los tres primerosaños de su vida marinera mllamó "Gknles", nombre queluego cambió por el d-e "Isla*mount",

Terminfaéa la primera guerramundial, los armadores ingle-ses comenzaron a vender susveleros y, como otros muchos,la "Islamount" pasó a banderaitaliana con el nuevo nombreée "Claras-bella". Los italianosle colpca<ro<n un diesel y, conoptimismo, se aprestaron acompetir con el vapor.

La segunda unidad adquiri-

da, rebautizada "M i ¿a e r v a<"cuando pasó a la Armada espa-ñola, había sido botada en 1892e-n los astilleros de la Russell,de Glasgow, con destino al armador local Mr. J. R. Dickson.De 2.127 toneladas, estaba apa-rejada de barca d-e cuatro pa-los y llamábase entonces "Jor-da-nhiH". Eín 1902 pasó a la na-viera Lawson, si bien conservósu nonubre, el cual sólo cambiócuando, en 1920, se abanderóen Italia con- el de "Auguste-lla",

Al pasar a la Marina e-spañp.la amibas unidades, el vkjotransporte "Almirante Lobo"las convoyó en- su viaje desdeGenova a Cartagena. En el ci-tado Arsenal fueron reparadasy puestas a puinto. Mientras la"Galatea" iniciaba sus cruce-ros, la "Minerva" permanecióamarrada hasta que, decididala construcción d'el bergantíngoleta hoy en ¡puerto, se iniciósu transformación en pontóncarbonero.

Sin masteleros ni masteleri-líos —-sobre el largo y fino cás-eo los muñones ¿e los palosmachos— la "Minerva" perdióincluso el largo y elegante bau-prés,

Negra bajo la fina capa depolvillo, sesteó durante largos

especialista en eltrazado de grandes yates.

Y el ¡resultado obtenido estáa la* vista: la estampa y líneasmarineras del "Juan SebastiánElcano" son admirables y deu-nas proporeion.es difícilmentesuperables.

Su construcción estuvo acargo de los artilleros gadita-nos de la firma Echevarrieta.El 24 de marzo de 1925 tuvolugar, con la solemnidad acos-tumbrada, la> puesta de quilladel que haibría de ser el "Ju-a-nSebastián Ekaíno".

El general Primo de Riveraasistió al acto y a> su cargo es-tuvo la colocación del primerremache. El 5 de marzo de1927 se efectuó la botadura y,el 17 de «agosto de 1928, fue en-tregado oíicialme>nite a la Mari-na de guerra.

El "Juan Sebastian Elcano"desplana 3.754 toneladas y sonsu® iprinciipales dimensiones:94'13 metros de eslora total—82'14 entre perpendiculares—por 13*10 d& maoiza y 6'60 decalado. El casco es de acero,con tres cubiertas ooraicbas--collado, principal y supe-rior— además de las del cas-tillo, toldilla y botes. Está di-vidido- por seis mamparos es-tancos transversales, de los cua-les cuatro llegan a la cubiertasuperior y dos a la principal.Para navegar e»n- las calma® lle-vaba un motor Atlas-Polar,reemplazado hace unos añospor um Sulzer, que, con sus1.500 H.P., le da una máximade 10 nudos. L>a hélice es debronce, de cuatro palas fijas ypreparada par»a quedar desem-bragada en las navegaciones avela.

A la velocidad económica ée8 nudos —con 230 toneladasde fuel en su«s tanques— tieneuna autonomía de 10.000 ini-

en

Santa CruzL<a primera escala! del "SIca-

no'4 en Santa Cruz fue en 1929,año de veleros &a nuestro PU-J-Í.'-to. Comenzó con la llegada, enenero, de la goleta americana"Queen of Scots", para seguir,en febrero, con las inglesas"Partía" y Vanduara", así co-mo la portuguesa "Trieania".

En marzo es otro portugués,la "RiMeriniho", que vuelve enmayo con la "Gala-tea" •—almando del capitán ée fragataFontela— y la polaca "Iskra",primer barco de este pabellónq-ue llegé a nue-stfio puerto.

El 26 de agosto recala el"Jua-n Sebastiá.n Elcano" enmuestro puerto por vez prime-ra. Venía al mando del capitánée fragata Lago y, al parecer,esta su escala tuvo la virtud deatraer a Santa Cruz a la ya es-ca-sa vela que existía en lo-s ma-res.

Tras él llegaron las goletas"Anfitrite I", "Kinka Jou","lolanda", "Day B-ream" y"Monsumen1". En esta llegada,por vez primera a la isla, lafamilia Andersen, con la peque-nía Lis que, a su bordo, ya es-cribía su prian^er libro sobreTenerife.

El a&o terminó con la llega-da ée la fragata alemana

Elisatoetli".

¡ A partir de enton<!e«? dI "Juan Sebastián Ele ano" ha re.eoi*iidú -todo^ los íoi-aires d«eiglobo. Muchas son las aventeras que ha encontrado y que»por sí solas, bastarían para va-rios volúmenes. Tanto en lamar abierta como en los iritrm.cado-s canales de la Patago-Tiiía,el "Juan Sebastián Elcano" hatejido una estela que, efímera,h'a quedado plasmada en losdiarios d^ navegaición.

De en'isrte suss más notables yrecientes azaña«s, recordemos laocurrida en abril de 1957. Na-vegaba entonces en demandaéel Canal de Panaimá cuand-o—el día 10— al amanecer &©avistó un-a gruesa columna- dehutmo por la proa. Se braceó elaparejo y se aproé al puntodonde se suponía tun incenáioen la m«ar. Para ganar tiempose cargó el aiparejo y, a motor,el "Elcano" alcanzó al mereau-t.e inglés "Hoperaoige", al gare-te y envuelto en llamas. En,poco tiempo, las lanchas salva .̂vidas del bergantín goleta espa-ñol recogieron a la trípul-aiclóncompleta del carguero que, concargamento de soja, navega-bade Nueva Orlean-s al Japóncuando se declaró el incendio as-u bordo.

Los hermanos del "Juan SebastiánEn 19285 la Prensa náutica

se hizo eco de la entrega delhermoso bergantín—goleta. EnInglaterra se pidió que el Al-mirantazgo deshechase los vie-jos acorazados que, hasta enton-ces, venían sirviendo para prac-ticas y entrenamiento. Se soli-citó, concretamente, que se si-

guiese el ejemplo español j safuese a la decidida construcciónde veleros similares al "JuanSebastián Elcano",

La idea prosperó inicialmen-te e incluso se llegó a fijar encuatro el número de los bergan-

(Pasa a la pág. siguiente)

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El "Elcano" durante su última escala tinerfeña. Venía al mando del capitán de fragata Gil dsSola y se dirigía a aguas sudamericanas. A la izquierda, el moderno maseaiéa tL ino de í^s

"Black" de la Fred Oí sen.-(Foto Jorge).