Homeopatía: creencias, praxis, pruebas

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142 Med Clin (Barc) 2003;121(4):142-8 32 51.959 La homeopatía goza de amplio predicamento en Alemania, Francia, Reino Unido, India, Rusia, México, Argentina y, parcialmente, en España. Algunas universidades europeas tienen cátedras de homeopatía y en España existen al me- nos una diplomatura y dos másters de posgrado de esta es- pecialidad, reservadas a médicos. En EE.UU. el 40% de la población utiliza en algún momento el auxilio de medicinas alternativas 1 , aunque la homeopatía ha encontrado barreras para su aceptación derivadas, entre otras razones 2 , de su terapéutica poco estandarizada y excesivamente compleja a los ojos de la cultura estadounidense. En el presente artículo examinaremos las creencias que sustentan esta práctica clínica, el grado de pruebas que existen para justificarla y su verificación empírica. Para esta- blecer el cuerpo doctrinal y la praxis homeopáticos hemos realizado una selección de textos usados como bibliografía básica en la diplomatura de homeopatía (Les Heures, Uni- versidad de Barcelona). La revisión y el análisis de dichos textos 3-6 se han llevado a cabo mediante fichas de lectura y criterios historiográficos y epistemológicos basados, sobre todo, en los conceptos que figuran en la tabla 1 7-10 . Para establecer el cuerpo de pruebas que sustentan esta práctica clínica hemos realizado una revisión de la bibliogra- fía de los últimos 5 años con el buscador Medline y una con- sulta a la Biblioteca Cochrane de ensayos clínicos aleatoriza- dos y doble ciego, y metaanálisis, relativos a la homeopatía. Hemos evaluado la calidad de los trabajos siguiendo los cri- terios de Jadad 11 exigiendo para su inclusión que fueran en- sayos clínicos aleatorizados y a doble ciego. Para su análisis hemos agrupado estos estudios conforme al paradigma ho- meopático, estableciendo si existía sesgo de revista (resulta- dos mejores en revistas especializadas en medicinas alter- nativas) y sesgo de estudio multicéntrico (resultados mejores en estudios multicéntricos). El estudio se clasificaba como favorable a la hipótesis de un efecto terapéutico de la sus- tancia homeopática si dicha sustancia conseguía mejorar al placebo o igualar a un fármaco alopático; de lo contrario, se consideraba desfavorable. Se consideraba dudoso cuando algunos resultados eran mejores y otros peores que place- bo. Cuando la sustancia homeopática se comparaba con un medicamento alopático considerado por lo general placebo (gel de piroxicam) o sin demostración de eficacia (capsaici- na en gel para la lumbalgia) con similar (no superior) efecto, se consideraba el estudio desfavorable. Expondremos de manera sucesiva los hallazgos relativos a creencias, praxis y pruebas. Creencias básicas de la homeopatía La homeopatía nace a comienzos del siglo XIX como reac- ción a una medicina iatrogénica y muchas veces ineficaz. Su creador, Hahnemann (1755-1843), influido entre otros por Paracelso 12 , puso las bases de esta práctica clínica, y a lo largo de casi dos siglos estos principios permanecen casi inalterados 3 . El cuerpo de creencias que nos parecen defini- torias de la homeopatía es el siguiente: 1. Dinamismo vital. La homeopatía cree que hay una ener- gía vital o fuerza vital que cuida de nosotros 10 , sostiene nuestras funciones y repara los tejidos en caso de enferme- dad (función plástica y reparadora). «Las enfermedades no pueden dejar de ser aberraciones dinámicas que nuestra vida espiritual experimenta en su manera de sentir y de obrar, es decir, cambios inmateriales en nuestra manera de ser», dice Hahnemann 3 . 2. Vis medicatrix naturae (fuerza curadora de la naturaleza). El ser humano se estructura en capas, de dentro hacia fuera: mente, emociones y soma. La fuerza vital fluye también de dentro a fuera y cuida de manera inteligente esta estructu- ra. Un daño en cualquiera de estas capas repercute en las otras 4 . De aquí se deduce la ley de Hering, por la que el or- ganismo se cura de dentro (mente) a fuera (soma). El ho- meópata restablece el equilibrio y conduce al sujeto a una «unificación total con la Verdad» 4 . 3. Individualidad morbosa. Cada ser humano tiene una es- tructura interna (una vibración o resonancia molecular para Vithoulkas 4 ), característica y propia. No hay dos seres hu- manos «iguales», aunque pueden existir «tendencias» o Homeopatía: creencias, praxis, pruebas Francesc Borrell-Carrió Médico de Familia. ABS Gavarra. ICS. Institut Català de la Salut. Profesor asociado. Facultad de Medicina. Universidad de Barcelona. Barcelona. España. Correspondencia: Dr. F. Borrell-Carrió. CAP Cornellà. Bellaterra, 39. 08940 Cornellà de Llobregat. Barcelona. España. Correo electrónico: [email protected] Recibido el 14-1-2003; aceptado para su publicación el 25-3-2003. TABLA 1 Glosario de términos Condiciones de falsación: una teoría es científica cuando define en qué condiciones puede quedar desmentida (eso es, falsada) Disciplina médica basada en doctrina: el paradigma central en el que se fundamenta no considera condiciones de falsación Disciplina médica basada en modelos: el paradigma central se somete a la evidencia empírica y a condiciones de falsación Idealismo: posición filosófica que entiende que hay una parte de la realidad no tangible que se escapa de la influencia de los fenómenos físicos y no depende de sus leyes Invasividad epistémica: el paradigma central trata de explicar todos los fenómenos de una determinada disciplina o campo epistémico Materialismo: posición filosófica que entiende que todos los fenómenos (incluidos los mentales) se sustentan en la realidad física, que en último término es una realidad tangible «por algún medio» a nuestros sentidos Monismo idealista: la realidad física y biológica dependen de la mente (o la conciencia). La enfermedad es producto de un desequilibrio mental (o de la energía mental) Paradigma central: teoría a partir de la cual se desarrollan las diferentes creencias y condiciones de práctica clínica de la disciplina considerada Teoría: explicación de la realidad a la que atribuimos la capacidad de predecir los acontecimientos o poder influir sobre los mismos

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142 Med Clin (Barc) 2003;121(4):142-8 32

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La homeopatía goza de amplio predicamento en Alemania,Francia, Reino Unido, India, Rusia, México, Argentina y,parcialmente, en España. Algunas universidades europeastienen cátedras de homeopatía y en España existen al me-nos una diplomatura y dos másters de posgrado de esta es-pecialidad, reservadas a médicos. En EE.UU. el 40% de lapoblación utiliza en algún momento el auxilio de medicinasalternativas1, aunque la homeopatía ha encontrado barreraspara su aceptación derivadas, entre otras razones2, de suterapéutica poco estandarizada y excesivamente compleja alos ojos de la cultura estadounidense.En el presente artículo examinaremos las creencias quesustentan esta práctica clínica, el grado de pruebas queexisten para justificarla y su verificación empírica. Para esta-blecer el cuerpo doctrinal y la praxis homeopáticos hemosrealizado una selección de textos usados como bibliografíabásica en la diplomatura de homeopatía (Les Heures, Uni-versidad de Barcelona). La revisión y el análisis de dichostextos3-6 se han llevado a cabo mediante fichas de lectura ycriterios historiográficos y epistemológicos basados, sobretodo, en los conceptos que figuran en la tabla 17-10.Para establecer el cuerpo de pruebas que sustentan estapráctica clínica hemos realizado una revisión de la bibliogra-fía de los últimos 5 años con el buscador Medline y una con-sulta a la Biblioteca Cochrane de ensayos clínicos aleatoriza-dos y doble ciego, y metaanálisis, relativos a la homeopatía.Hemos evaluado la calidad de los trabajos siguiendo los cri-terios de Jadad11 exigiendo para su inclusión que fueran en-sayos clínicos aleatorizados y a doble ciego. Para su análisishemos agrupado estos estudios conforme al paradigma ho-meopático, estableciendo si existía sesgo de revista (resulta-dos mejores en revistas especializadas en medicinas alter-nativas) y sesgo de estudio multicéntrico (resultados mejoresen estudios multicéntricos). El estudio se clasificaba comofavorable a la hipótesis de un efecto terapéutico de la sus-tancia homeopática si dicha sustancia conseguía mejorar alplacebo o igualar a un fármaco alopático; de lo contrario, seconsideraba desfavorable. Se consideraba dudoso cuandoalgunos resultados eran mejores y otros peores que place-bo. Cuando la sustancia homeopática se comparaba con unmedicamento alopático considerado por lo general placebo(gel de piroxicam) o sin demostración de eficacia (capsaici-na en gel para la lumbalgia) con similar (no superior) efecto,se consideraba el estudio desfavorable.Expondremos de manera sucesiva los hallazgos relativos acreencias, praxis y pruebas.

Creencias básicas de la homeopatía

La homeopatía nace a comienzos del siglo XIX como reac-ción a una medicina iatrogénica y muchas veces ineficaz.Su creador, Hahnemann (1755-1843), influido entre otrospor Paracelso12, puso las bases de esta práctica clínica, y alo largo de casi dos siglos estos principios permanecen casiinalterados3. El cuerpo de creencias que nos parecen defini-torias de la homeopatía es el siguiente:

1. Dinamismo vital. La homeopatía cree que hay una ener-gía vital o fuerza vital que cuida de nosotros10, sostienenuestras funciones y repara los tejidos en caso de enferme-dad (función plástica y reparadora). «Las enfermedades nopueden dejar de ser aberraciones dinámicas que nuestravida espiritual experimenta en su manera de sentir y deobrar, es decir, cambios inmateriales en nuestra manera deser», dice Hahnemann3.2. Vis medicatrix naturae (fuerza curadora de la naturaleza).El ser humano se estructura en capas, de dentro hacia fuera:mente, emociones y soma. La fuerza vital fluye también dedentro a fuera y cuida de manera inteligente esta estructu-ra. Un daño en cualquiera de estas capas repercute en lasotras4. De aquí se deduce la ley de Hering, por la que el or-ganismo se cura de dentro (mente) a fuera (soma). El ho-meópata restablece el equilibrio y conduce al sujeto a una«unificación total con la Verdad»4.3. Individualidad morbosa. Cada ser humano tiene una es-tructura interna (una vibración o resonancia molecular paraVithoulkas4), característica y propia. No hay dos seres hu-manos «iguales», aunque pueden existir «tendencias» o

Homeopatía: creencias, praxis, pruebas

Francesc Borrell-Carrió

Médico de Familia. ABS Gavarra. ICS. Institut Català de la Salut. Profesor asociado. Facultad de Medicina.Universidad de Barcelona. Barcelona. España.

Correspondencia: Dr. F. Borrell-Carrió.CAP Cornellà.Bellaterra, 39. 08940 Cornellà de Llobregat. Barcelona. España.Correo electrónico: [email protected]

Recibido el 14-1-2003; aceptado para su publicación el 25-3-2003.

TABLA 1

Glosario de términos

Condiciones de falsación: una teoría es científica cuando define en quécondiciones puede quedar desmentida (eso es, falsada)Disciplina médica basada en doctrina: el paradigma central en el que sefundamenta no considera condiciones de falsaciónDisciplina médica basada en modelos: el paradigma central se somete ala evidencia empírica y a condiciones de falsaciónIdealismo: posición filosófica que entiende que hay una parte de larealidad no tangible que se escapa de la influencia de los fenómenosfísicos y no depende de sus leyesInvasividad epistémica: el paradigma central trata de explicar todos losfenómenos de una determinada disciplina o campo epistémicoMaterialismo: posición filosófica que entiende que todos los fenómenos(incluidos los mentales) se sustentan en la realidad física, que en últimotérmino es una realidad tangible «por algún medio» a nuestros sentidosMonismo idealista: la realidad física y biológica dependen de la mente (ola conciencia). La enfermedad es producto de un desequilibrio mental (o de la energía mental)Paradigma central: teoría a partir de la cual se desarrollan las diferentescreencias y condiciones de práctica clínica de la disciplina consideradaTeoría: explicación de la realidad a la que atribuimos la capacidad depredecir los acontecimientos o poder influir sobre los mismos

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perfiles que se corresponden con sustancias naturales. Así,por ejemplo, un sujeto que presenta ansiedad, aprensivi-dad, depresión, vergüenza y temblores, entre otros sínto-mas, se corresponde con un perfil de calcárea silicata5. Esoquiere decir que si un grupo de personas ingiere calcáreasilicata en forma homeopática experimentará mayoritaria-mente estos síntomas y signos. En términos coloquiales unhomeópata puede referirse a las personas que de maneranatural presentan los síntomas y signos mencionados comoun «calcárea silicata». Con ello quiere significar que la cal-cárea silicata vibra, o resuena, de manera similar a la fuerzavital del paciente.4. Principio curativo por similitud. Cuando una persona tienedificultades de salud y no es suficiente la vis medicatrix na-turae, debemos ayudarla con el principio de similia similibuscurantur, es decir, curar con la sustancia que provoque sín-tomas similares. En el ejemplo anterior, daremos calcárea si-licata al paciente ansioso, depresivo, etc., pues esta sustan-cia entrará en simpatía con la fuerza vital del sujeto y asírestablecerá su «vibración». En este punto debemos señalarque hay un profundo disentimiento entre los homeópatasunicistas y pluralistas. Los primeros consideran que la home-opatía tiene por finalidad restablecer la energía vital del suje-to y que, una vez identificada la sustancia que «vibra» o «re-suena» de manera similar a la fuerza vital de la persona,dicha sustancia –en general una sola– bastará para afrontartoda suerte de estados mórbidos. Los pluralistas, en cambio,identifican los síntomas y signos de cada estado mórbido ydan una o varias sustancias para cada situación clínica.5. Enfermedad constitucional. Hay unas tendencias de lafuerza vital a padecer unos «miasmas» o estados mórbidos.Tres miasmas, sórico (sarna), sifilítico y sicótico (gonorrea),explican las enfermedades crónicas. En el momento en quese formuló la teoría miasmática Hahnemann desconocía elparadigma infeccioso. Vithoulkas amplía el concepto demiasma a predisposición a padecer enfermedades debido aotras enfermedades, fármacos alopáticos o vacunas; es de-cir, algunos fármacos y noxas dejan una impronta sobre lafuerza vital que la debilitan y la hacen propensa a determi-nados padecimientos4.6. Jerarquía de los padecimientos. La presencia de determi-nadas enfermedades es incompatible con otras enfermeda-des de inferior nivel de vibración energética o de caracterís-ticas sintomáticas semejantes. Por ejemplo, «una personacon psicosis aguda no contraerá una enfermedad agudaleve, como una uretritis, o problemas cutáneos menores»4.7. Dosis mínima. Los principios activos son tanto más poten-tes cuanto más diluidos. En realidad, la homeopatía cree quecada sustancia tiene un tipo de energía y actúa en el cuerpohumano no por las características químicas de dicha sustan-cia, sino por una energía que provoca una «resonancia». Porconsiguiente, el homeópata desea trasladar esta facultadenergética a un vehículo inerte y ve como deseable que hayalo menos posible de la parte material de dicha sustancia. Loque persigue es capturar la energía peculiar de esta sustan-cia mediante la dilución y sucusión (equivalente a agitar elproducto original en el vehículo inerte). La sustancia curativadebe administrarse a la potencia inmediatamente superior ala fuerza estimada de la enfermedad. Cuanto más diluida ysucusionada esté la sustancia, más potenciada. Cuanto máspotenciada, mayor efecto tendrá sobre el paciente (todo locontrario a lo que nos diría el sentido común). Una vez inge-rida por el paciente esta sustancia genera un proceso de«simpatía» en su medio interno que provoca que la energíavital «resuene» con más fuerza y, al final, regrese a su ma-nera habitual de «vibrar». Gracias a esta recuperación de la«vibración» o fuerza vital, el sujeto vence a la enfermedad.

Estos principios (junto a la «experimentación pura» que ex-plicaremos más adelante) configuran la homeopatía comouna doctrina «a caballo entre la Ilustración y el Romanticis-mo»12, que entiende al ser humano desde el monismo idea-lista (tabla 1), pero con el otro pilar en el empirismo tera-péutico. Para una descripción epistemológica más detalladaproponemos en la tabla 2 una manera de clasificar las di-versas prácticas médicas. Si aplicamos dichos conceptos ala homeopatía (tabla 3), ésta quedaría caracterizada comodoctrina cerrada, de praxis ecléctica y empírica, y filosófica-mente monista idealista.

Praxis: cómo procede un homeópata

Al homeópata unicista le interesa ver las tendencias de fon-do del sujeto (si es preocupadizo, si las heridas le curan rá-pido, si le afecta el viento, etc.), para deducir con qué sus-tancia de la naturaleza puede establecer una mejorresonancia. Para la homeopatía clásica la exploración físicacarece de interés6, como también las autopsias y la anato-mía patológica («estudiar [los tejidos] con la idea de que de

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TABLA 2

Propuesta de ficha epistemológica para caracterizardiferentes prácticas médicas

Ficha epistemológica de la disciplina en estudioCaracterización del paradigma central

Abierto (respeta otros paradigmas)/cerrado (invade todo el campo epistémico)

Modelo (admite condiciones de falsación)/doctrina (más allá de cualquier falsación)

Caracterización de la práctica clínicaFase 1: ortodoxia (sólo tratamientos desde la disciplina considerada)Fase 2: eclecticismo (se aceptan tratamientos desde otros paradigmas:

infeccioso, genético, fisiopatológico, etc.)Fase 3: asimilación y normalización dentro de la práctica médica

basada en evidenciasCaracterización de los resultados clínicos

Fase 1: casos únicosFase 2: serie de casosFase 3: serie de casos sujetos a método científico: ensayos clínicos

y doble ciegoCaracterización del proceso de enfermar y sanar

Materialista (algo tangible queda transformado y origina la enfermedad)Idealista (fluctuación o distorsión de una energía, alma, espíritu, etc.

causa la enfermedad)Caracterización del ser humano*

Monista (idealista/materialista)/dualista (paralelista/ interaccionista)

*Esta caracterización puede a su vez dividirse en ontológica y epistémica. A efectos denuestra tabla nos referimos a la caracterización epistémica del ser humano. Véase otrosconceptos en la tabla 1.

TABLA 3

Características epistemológicas de la homeopatía

Caracterización del paradigma central: doctrinario, cerrado (el paradigma central explica todo el espectro de la medicina)

Caracterización de la práctica clínica: fase 2, ecléctico, pues la mayor parte de los homeópatas no se opone a vacunar a los niños o a darantibióticos. Sin embargo, hay un núcleo ortodoxo que descalifica estasprácticas

Caracterización de los resultados clínicos: fase 2, esto es, predominan las series de casos no sujetos al método científico

Caracterización del proceso de enfermar y sanar: idealista, pues reduce el proceso de enfermar a la recuperación de una fuerza vital de índoleespiritual. No se hace intervenir a la voluntad (podemos curarnosincluso sin quererlo, tomando la sustancia apropiada a la potenciaadecuada)

Caracterización del ser humano: monismo idealista. El ser humano se concibe como realidad simétrica al entorno natural, y las sustanciasmedicamentosas son «humanizadas» con patrones o maneras deenfermar propios del ser humano

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este modo podrá curar a los enfermos, o que las cosas queaprenda con esto le van a ayudar a recetar, es una gran lo-cura»6). El propósito en esta fase es encontrar («ver», dicende manera coloquial) la sustancia ideal que estimulará lafuerza vital del paciente. Al restablecer la fuerza vital, estamisma fuerza vital solventará una neumonía, una meningitiso una psicosis paranoica. La homeopatía no actúa directa-mente sobre las enfermedades, sino sobre la fuerza vital,pues entiende que esta fuerza basta y sobra para reparar yrecuperar la salud, no sólo entendida como carencia de en-fermedad, sino como una ausencia de pasión emocional yuna «falta de egoísmo en la esfera mental, que desembocaen la unificación total con la Verdad»4. Debemos decir eneste punto que el homeópata médico es respetuoso con losdiagnósticos clásicos y los datos derivados de la exploraciónfísica y de otras pruebas, y de hecho los utiliza13, pero con-siderará paliativo cualquier uso de la terapéutica alopática.A partir de estos datos básicamente de anamnesis, el ho-meópata establece un paralelismo entre sujeto y sustanciasnaturales. Este proceso se llama vulgarmente «repertorizar»,pues se consultan libros o «repertorios» en los que cadasíntoma se corresponde con una o varias sustancias natura-les. El arte homeopático consiste en «ver» cómo encaja elperfil del paciente con el perfil de una de estas sustancias.¿Cómo se establecen estos perfiles sintomáticos para cadasustancia natural? Mediante la «comprobación» o proving(experimentación pura). El proving consiste en un ensayoclínico donde un grupo recibe placebo, y el grupo de inter-vención, la sustancia a probar. Sólo en la actualidad estaspruebas se realizan a doble ciego, sobre unas 50-100 per-

sonas. El seguimiento de ambos grupos y los síntomas queexperimenta el grupo de intervención, pero no el de control,determinarán las propiedades de la sustancia4.

Pruebas que sustentan la práctica homeopática

No hemos encontrado trabajos que aborden las característi-cas físicas o biológicas de la fuerza vital (dinamismo vital), nilas características o límites de la llamada vis medicatrix natu-rae. El principio de individualidad morbosa nos dice quecada ser humano puede caracterizarse por poseer un perfilsimilar a una sustancia pura de la naturaleza. Si esto fueracierto, varios homeópatas deberían tener un grado de coinci-dencia aceptable a la hora de diagnosticar al mismo pacien-te. En nuestra revisión de Medline de los últimos 5 años he-mos encontrado el trabajo de Vickers et al14, realizado consólo dos homeópatas y una pobre concordancia entre ellos(kappa 0,39). No hemos localizado ningún trabajo que des-criba la prevalencia de personas afectadas por miasmas(principio de enfermedad constitucional) o una aproximaciónepidemiológica a los efectos nocivos que se cree producenlas vacunas alopáticas. Tampoco hemos encontrado unadescripción del uso de los llamados «policrestos» (fármacosampliamente probados y que una parte estimable de la po-blación responde al mismo; p. ej., Sulphur, Lycopodium),que expresaría de manera indirecta la concordancia diag-nóstica. Finalmente, no hay ningún trabajo que verifique laafirmación de que un paciente afectado de psicosis agudano padecerá, por ejemplo, problemas cutáneos menores(por el principio de jerarquía de padecimientos).

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TABLA 4

Estudios a doble ciego publicados en los últimos 5 años

Autor y año Enfermedad Revista Efecto Clasificación

Smith et al15, 2002 Dermatitis seborreica J Altern Complement Mejoría frente a placebo FavorableLewith et al16, 2002 Asma BMJ Sin diferencia con placebo DesfavorableFisher y Scott 17, 2001 Artritis reumatoide Reumathology Preparados homeopáticos refuerzan el efecto Favorable

de los AINEOberbaum et al18,.2001 Estomatitis inducida por Cáncer TRAUMEEL S, un producto homeopático, Favorable

quimioterapia previene la estomatitisYakir et al19, 2001 Síndrome premenstrual Br Homeopath J Mejor que placebo FavorableWalach et al20,.2001 Cefalea crónica Br Homeopath J Sin diferencia DesfavorableJacobs et al21, 2001 Otitis media Pediatr Infect Dis J Mejoría de los síntomas a las 24 y 64 h frente Dudoso

a placebo; resto, resultados igualesStam et al22, 2001 Lumbalgia Br Homeopath J Spiroflor SRL gel igual que crema de capsiacina Desfavorable.

MulticéntricoRamelet et al23, 2000 Prevención de hematomas Dermatology Árnica no superior a placebo Desfavorable.

MulticéntricoAabel 24, 2000 Síntomas alérgicos estacionales Br Homeopath J Betula 30/C peores resultados que placebo DesfavorableTaylor et al25, 2000 Rinitis alérgica BMJ Mejoría del alergeno inhalado 30/C frente a placebo Favorable.

MulticéntricoVan Haselen y Fisher26, 2000 Artrosis de rodilla Rheumatology Gel homeopático igual resultado que gel de piroxicam DesfavorableJacobs et al27, 2000 Diarrea infantil J Altern Complement Preparado homeopático reducía más rápidamente Favorable

el número de deposiciones que placeboBalzarini et al28, 2000 Radiodermitis Br Homeopath J Sin diferencias en puntuación total de gravedad Desfavorable

frente a placeboStraumsheim et al29, 2000 Migraña crónica Br Homeopath J Mejoró con la homeopatía en la frecuencia, pero Dudoso

no en la intensidad de las crisisChapman et al30, 1999 Traumatismo cerebral J Head Trauma Homeopatía mejoró la disfunción postraumática Favorable

Rehabil más que placeboWeiser et al31, 1999 Rinitis alérgica Forsch Luffa comp. frente a cromoglicato: mismo efecto Favorable

KomplementarmedRastogi et al33, 1999 Células T en pacientes Br Homeopath J Verum frente a placebo aumentó el número Dudoso

con infección por de CD-4 pero sólo en fase de adenopatíasel VIH asintomáticos generalizadas

Simpson et al33, 1998 Acúfenos Br J Audiol Sin diferencia con placebo DesfavorableVickers et al35, 1998 Dolor muscular Clin J Pain Árnica igual a placebo DesfavorableWeiser et al35, 1998 Vértigo Arch Otolaryngol Vertigoheel igual efecto que betahistidina Favorable

Head Neck Surg MulticéntricoVickers et al36, 1997 Dolor muscular postejercicio Br J Sports Med Homepatía igual a placebo DesfavorableWhitmarsh et al37, 1997 Recurrencia ataques Cephalalgia Ataques más frecuentes pero menos graves Dudoso

de migraña en el grupo placebo

AINE: antiinflamatorios no esteroideos; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.

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Los trabajos que hemos encontrado se centran, pues, enverificar el principio de similitud, dosis mínima eficaz y ex-perimentación pura. Sobre estos aspectos hay dos líneas deensayos clínicos: a) de perspectiva pluralista: una sustanciahomeopática es probada para una situación clínica concre-ta, y b) de perspectiva unicista: los pacientes pueden recibiruna sustancia homeopática distinta –o placebo– aunquecompartan la misma situación clínica.En la tabla 4 se resumen los 23 estudios a doble ciego quehemos encontrado en nuestra revisión de la bibliografía enlengua inglesa de los últimos 5 años con el buscador deMedline15-37. Sólo uno de ellos es unicista19. Como síntesisglobal podemos decir que hay 9 trabajos favorables, 10 des-favorables y 4 de resultado dudoso. Los trabajos no presen-tan sesgo de revista (40% de ensayos positivos en revistasespecializadas frente al 38% en no especializadas en temasalternativos) y tampoco por el hecho de ser multicéntricos(50 frente a un 37%) (prueba exacta de Fisher no significa-tiva en ambos casos). Ninguno de ellos repite el diseño deun trabajo previo que hubiera sido favorable o desfavorablea la homeopatía.En la tabla 5 se recogen los metaanálisis más importantesaparecidos en los últimos 5 años38-43, de los cuales tres sonde la Colaboración Cochrane. Se detecta un leve efecto dela homeopatía que se atenúa o desaparece cuando el meta-análisis se centra en los estudios de mayor calidad. Los es-tudios de mayor rigor metodológico tienden a no demostrardiferencias con placebo.En la tabla 6 se describen los trabajos que establecen si hayo no diferencias entre sustancias potenciadas y placebo. Delos 5 trabajos analizados44-48 sólo uno demuestra una levecapacidad de los homeópatas para distinguir la Bryonia 12Cdel placebo (24 de 40 lo hicieron, cuando el azar predecía20 sobre 40)45.Hemos encontrado un trabajo de metaanálisis43 donde secompara el efecto de la misma sustancia probada en tra-mos de dilución. Dicho trabajo concluye que sólo hay efectoterapéutico detectable –restablecimiento del peristaltismo

en pacientes recién operados– en los pacientes que recibie-ron la sustancia menos diluida < 12 C.

La homeopatía desde la perspectiva filosófica

Abordaremos, por este orden, las creencias en que se basala homeopatía, su práctica en relación con otras medicinasalternativas y las pruebas que la falsean o sustentan.La homeopatía, en su vertiente idealista, es producto del vi-talismo. Como indica Monod49, suponer una fuerza vital, yno una mera energía, es proyectar valores humanos sobrela naturaleza y, en último término, una forma de antropo-morfismo. Hahnemann no sólo encumbró el principio defuerza vital, sino que proyectó el conjunto de las enferme-dades humanas sobre el entorno natural, estableciendo co-rrespondencias entre las propiedades de las sustancias mine-rales, vegetales y animales con las enfermedades humanas.Decimos que la homeopatía es una doctrina cerrada (y coninvasividad epistémica) porque entiende que puede explicartoda la complejidad del proceso de enfermar del ser huma-no, sin tener necesidad de recurrir a otros paradigmas(como sería el paradigma infeccioso, genético o fisiopatoló-gico).La homeopatía tiene, por consiguiente, una concepción pro-fundamente idealista del proceso de enfermar. El pensa-miento vitalista y animista es una corriente universal, como lodemuestran las similitudes entre el janseísmo y la homeopa-tía. Los janseístas creen que minerales, vegetales y animalestienen un alma50. De manera similar, la alquimia creía en unafuerza vital presente en minerales, vegetales y animales51.La homeopatía recoge diversas influencias (la teoría humo-ral) y continúa en parte anclada en el siglo XVIII cuandoacepta como «sustancia pura» –por el simple hecho de en-contrarse en la naturaleza– la leche materna u otras decomposición química variopinta. También pueden observar-se las tendencias empiristas del siglo XVIII de Boissier deSauvages (Nosologia methodica, 1763) y de Linneo (Generamorborum, 1760), quienes asimilaban las enfermedades

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35 Med Clin (Barc) 2003;121(4):142-8 145

Autor y año Tiempo de estudio Publicación Resultados

Linde y Jobst38, 2002 Metaanálisis sobre asma The Cochrane Library No hay pruebas que soporten efecto distinto de placebo

Vickers y Smith39, 2002 Metaanálisis sobre el efecto de oscillococcinum The Cochrane Library Oscillococcinum reduce la duración de la gripe, en la gripe pero no hay pruebas de que la prevenga

Smith40, 2002 Inducción parto con caulophyllum The Cochrane Library Sin pruebas suficientesLinde et al41, 1997 89 ensayos en metaanálisis Lancet Odds ratio global de 2,4, que baja a 1,6 para los 26

mejores ensayos. No hay suficiente evidenciapara solo un proceso clínico

Cucherat et al42, 2000 Selección de 17 comparaciones con Eur J Clin Pharmacol Cuando se excluyen los trabajos de escasa calidad 2.617 pacientes metodológica, no hay diferencia con placebo

Barnes et al43, 1997 Restablecer el peristaltismo posquirúrgico J Clin Gastroenterol El preparado homeopático < 12 C mejor que placebo; el > 12 C igual que placebo

TABLA 5

Metaanálisis realizados en los últimos años

TABLA 6

Trabajos para sustentar el método de proving de la homeopatía

Autor y año Tiempo de estudio Publicación Resultados

McCarney et al44, 2002 Detección de energía en sustancias por método J R Soc Med Bryonia 12C no pudo ser identificadapéndulo

Vickers et al45, 2001 Detección de Bryonia 12C mediante la ingesta Br Homeopath J De 40 homeópatas, el 60% supo identificar Bryonia 12C (diferente del azar)

Vickers et al46, 2001 Detección por ingesta de mercurio 12C J Altern Complement Med Mercurio 12C no pudo ser identificadoWalach et al47, 2001 Detección de belladona 30CH J Psychosom Res Belladona 30CH no produjo efectos distintos del

placebo en voluntarios sanosGoodyear et al48, 1998 Belladona C30 J R Soc Med Belladona 30C no produjo efectos distintos

de placebo en voluntarios sanos

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humanas a la taxonomía botánica3. Este procedimiento ejer-ció cierta influencia sobre Hahnemann cuando proyectó lasenfermedades humanas sobre las «sustancias homeopáti-cas». Por desgracia, Hahnemann no llegó a captar la impor-tancia de los estudios anatomopatológicos que se iniciabanen aquellos años y que revolucionarían la medicina del sigloXIX.Otro dilema para la homeopatía moderna es apostar por unafuerza vital de tipo material, ergo «demostrable» (semejante,por ejemplo, al campo electromagnético que emite el serhumano4), o por otra de carácter meramente espiritual,como parece apuntar Hahnemann, y por tanto sin verifica-ción posible. En la tabla 7 se exponen otras inconsistenciasepistémológicos.

La homeopatía desde la perspectiva de la praxis médica

La homeopatía, sin embargo, propone a la sociedad unapráctica clínica esencialmente ecléctica. Un médico homeó-pata no tendrá excesivos problemas, si la situación es graveo la respuesta al medicamento homeopático es pobre, pararecurrir a una medicación alopática, por ejemplo, un anti-biótico, o derivar una apendicitis a un cirujano. Desde elpunto de vista práctico se presenta como una práctica clíni-ca complementaria, ideal para un determinado tipo de pa-decimientos: rinitis alérgica, asma, síntomas digestivos pocodefinidos, astenia, nerviosismo, entre otros. El médico en-cuentra un acercamiento muy personalizado con el pacien-te, y las descripciones de tipos humanos recogidas en susfarmacopeas son muy precisas y agudas, favoreciendo unacorriente de empatía entre médico y paciente. La homeopa-tía tiene una supuesta base empírica –el proving– y apuestapor un ser humano en armonía con la naturaleza. El médicohomeópata tiene además la percepción de que sus pacien-tes mejoran, debido a un sesgo de percepción (los pa-cientes que van mal por lo general no regresan, o acudendirectamente al médico alópata) y a un efecto placebo am-plificado (el paciente que va al homeópata ya está, por logeneral, persuadido de que le funcionará y tratará de confir-mar su expectativa). Por otro lado, la homeopatía se confi-gura como una vía de escape hacia una práctica clínicamás humanista y gratificante, en comparación con la medi-cina de «5 minutos por paciente» del Sistema Nacional deSalud.La práctica de una homeopatía ecléctica, ¿es ética? Si elmédico utiliza la homeopatía para llegar sólo a donde nopuede hacerlo la medicina basada en pruebas y cree en labondad de su actuación, no consideramos que incurra enuna falta de ética deontológica, pero a condición de que seactualice en los avances de la ciencia médica y los apliquesin encerrarse en dogmas. No sería ético negar vacunascon el pretexto de que producen un cuadro mórbido llama-do «vacunosis»4, cuadro del que no aportan evidencias epi-demiológicas, y tampoco lo sería dejar de utilizar medios te-rapéuticos alopáticos, como es la morfina en cuidadospaliativos, con el criterio de que se produce un daño irrepa-rable sobre la fuerza vital. La existencia de un cuerpo demédicos homeópatas ortodoxos haría rebrotar enfermeda-des casi extinguidas, como la polio o el sarampión, y mu-chas personas podrían morir de enfermedades que ahorapodemos controlar, operar o prevenir. El hecho de que loscolegios de médicos acepten en su seno a los homeópataspuede haber influido positivamente en su tendencia actualecléctica, pero deberían exigir un compromiso explícito so-bre los puntos anteriores.

La homeopatía en relación con otras medicinascomplementarias

Examinemos ahora la relación entre la homeopatía y otrasmedicinas alternativas. En la tabla 8 se sintetizan las creen-cias que comparten y no comparten. Para muchas discipli-nas alternativas el síntoma «indica lo que le falta al pacien-te»52, por lo que hay que «asumir conscientemente lo que elsíntoma trata de comunicarle por medio del cuerpo»52, tan-tas veces fruto de una represión instintiva o una conductaabusiva. La homeopatía, en cambio, atribuye los miasmas auna decadencia moral del género humano, más que a unaconducta personal3, y no busca significados ni culpas, sinoperfiles de síntomas. Otra diferencia importante es que lasmedicinas alternativas afirman que el enfermo tiene siem-pre cierta responsabilidad sobre sus enfermedades: el es-

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La enfermedad son los síntomas que la componen. Desaparecidos los sín-tomas, desaparece la enfermedad. Comentario: por consiguiente, un hi-pertenso que normaliza sus presiones no debería recibir más tratamien-to, o un portador asintomático del virus del sida sería considerado«sano»

Tres miasmas: sórico (sarna), sifilítico y sicosis (gonorrea) explican la pre-disposición a las enfermedades crónicas. Comentario: a los ojos de lamedicina actual, sin apenas sarna, sífilis y gonorrea, esta clasificaciónparece gratuita, carente de base filosófica y científica

Cada sustancia homeopática impregna un medio inerte como es el aguacon una energía propia; cuanto más se disuelve por sucusión, más ener-gía se transmite de la sustancia al agua. Comentario: el agua debería te-ner muchísimas energías diferentes en procesos de dilución con sucu-siones «naturales», por lo que sería prácticamente imposible prepararuna medicina homeopática «pura». Cada vaso de agua que nos bebiéra-mos equivaldría a la ingesta de miles de productos homeopáticos

No deben mezclarse bajo ningún concepto diversas sustancias terapéuti-cas. Comentario: algunas sustancias «repertorizadas» en los mismosmanuales de homeopatía distan de ser sustancias puras. Además, la ho-meopatía pluralista suele mezclar diversos principios homeopáticos. In-fringe una norma básica y, sin embargo, parece tener iguales resultadoscurativos que la unicista (al menos a los ojos de quienes la practican)

En ningún caso debe realizarse una medicina basada meramente en ata-car síntomas concretos, sino que debe abordarse la potenciación de lafuerza vital del paciente. Comentario: sin embargo, la mayor parte de lapráctica homeopática pluralista se basa en dar diferentes preparadospara diversos síntomas, del mismo modo que la medicina alopática

TABLA 7

Inconsistencias epistemológicas de la homeopatía

TABLA 8

Sustrato ideológico común de las medicinas alternativas

Compartidas por la homeopatía

Las enfermedades son un desarreglo energético

Antes el ser humano estaba más sano. El mundo actual y el deterioro delentorno natural nos lleva a una mayor gama de enfermedades y a unapeor calidad de vida. (Este mito es similar al de la «ley natural» y «hom-bre en estado natural» de Rousseau y otros filósofos de los siglos XVII yXVIII)

La medicina científica cree curar una enfermedad, pero en realidad estátapando los síntomas y aún empeora más el estado general del pacien-te

No compartidas necesariamente por la homeopatía

Mediante técnicas mentales y la voluntad de curarse es posible vencerprácticamente cualquier enfermedad. (Esta afirmación la compartentambién algunos homeópatas; p. ej., Vithoulkas (op. cit., pág. 118) ha-bla de la imposición de manos como «vibración» terapéutica similar a laque se consigue con la homeopatía)

La forma de vida, los estresores sobre todo de tipo mental y la voluntad«inconsciente» determinan y dan significado casi siempre a las enfer-medades

El primer paso para la curación es encontrar el significado oculto de la en-fermedad; el segundo paso suele ser activar adecuadamente la volun-tad de curarse

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trés, el no saber cuidarse, el alimentarse mal o sus pulsio-nes secretas reprimidas. Las medicinas alternativas se apo-yan incluso en conceptos como el inconsciente colectivo ylas formas arquetípicas de Jung, o el lenguaje oculto delcuerpo (la semántica secreta de Benoit)53. Hay que descu-brir lo que de verdad «quiere nuestro organismo» (que pue-de ser distinto de lo que queremos conscientemente), y sóloasí podremos curarnos. Este principio no es compartidotampoco por la homeopatía. Para ésta, un animal puede cu-rarse homeopáticamente, sin «voluntad» de curarse, aun-que acepta la existencia de un equilibrio energético quedebe restablecerse54.Este perfil diferencial con las medicinas naturales tiene,para la homeopatía, las siguientes ventajas: a) la hace acep-table para personas que tienen miedo a ser culpabilizadas;b) permite un autocuidado permanente de la salud, un «irhaciendo algo» para mantenerse bien; c) se evita el riesgode toxicidad o agresión por medicamentos alopáticos, y d)permite también una intervención «en crisis», gracias a lahomeopatía pluralista, para atacar enfermedades concretas(y de esta manera tener un control simbólico de la enferme-dad). Mantiene en este punto una ambigüedad muy conve-niente con la homeopatía unicista. Las clases medias urba-nas, temerosas de iatrogenia, pueden aceptarla como unmedio más «natural» de abordar la enfermedad. Encontra-rán en el homeópata una escucha basada en perfiles huma-nos minuciosamente explorados, que puede confortarle ysin duda acrecentará su confianza en el terapeuta («me es-cucha y comprende como soy», se dice el paciente, con laconsiguiente potenciación del efecto placebo). Sin duda, eneste aspecto la homeopatía tiene algo que enseñar a la me-dicina alopática.Sin embargo, también tiene ciertas desventajas: a) carecede la fuerza simbólica de una imposición de manos o deuna manipulación corporal más activa y, sobre todo, b) tie-ne que superar la suspicacia natural que genera tomarseuna sustancia (prácticamente) inerte. Posiblemente no seala disciplina ideal para un hipocondríaco que desee medi-das expeditivas.

La homeopatía a la luz de la medicina basada en pruebas

Finalmente, la homeopatía viene siendo objeto de análisispor la medicina basada en la evidencia (en el presente ar-tículo, medicina basada en pruebas). Aquí proponemos unenfoque basado en su propio paradigma epistemológico.Este enfoque arroja un primer resultado sorprendente: delas 8 creencias «fuertes» que asientan la homeopatía, sólotres se han explorado con trabajos de campo, y además bá-sicamente desde la perspectiva de la homeopatía pluralista.Los trabajos que cuestionan la metodología del proving tie-nen un gran interés (tabla 6). Apuntan a que las sustancias«potenciadas» de la homeopatía son indistinguibles del pla-cebo. Esto pone en entredicho el pilar empírico que hacetan atractiva la homeopatía en relación con otras prácticasalternativas. La homeopatía no tendría un asiento en el em-pirismo sencillamente porque está usando placebos, sus-tancias sin efecto biológico. Si eso finalmente es así, toda lafarmacopea homeopática sería un gran ejercicio de imagi-nación. Es urgente realizar más trabajos en esta línea.En relación con el efecto terapéutico de la homeopatía,nuestra revisión encuentra que los ensayos a favor y encontra de la homeopatía se dividen casi al 50%. Sin embar-go, las deficiencias metodológicas son notorias, y cuando seseleccionan de manera objetiva los trabajos más cuidado-sos, los metaanálisis resultantes no encuentran diferencias,o éstas son irrelevantes. En un importante metaanálisis, Jo-

nas et al55 analizaron 59 estudios (hasta 1995) y detectaronimportantes defectos metodológicos: escasos efectivos, me-dida de resultados no validada y escasa reproducibilidad.«La investigación en homeopatía está en su infancia», con-cluyen dichos autores. A nuestro entender, un punto crucialsería repetir los estudios con resultados favorables.¿Es posible llegar a un acuerdo con los homeópatas unicis-tas para diseñar un ensayo a doble ciego riguroso? Los uni-cistas no dan una sustancia para cada enfermedad, sinopara cada paciente en concreto, a fin de restablecer la fuer-za vital a largo plazo. Un diseño viable sería comparar doscohortes de pacientes –seleccionados al azar entre la pobla-ción general– y acordar con los homeópatas unos indicado-res de resultados previamente validados. Ambos grupos de-berían ser visitados por homeópatas de prestigio, y ambosrecibirían una prescripción (no importaría el producto con-creto). Sin embargo, la mitad de ellos recibiría, al azar, unplacebo idéntico en aspecto al preparado homeopático. Loshomeópatas y personas encargadas de medir el efecto tera-péutico ignorarían si el paciente toma placebo o una sustan-cia homeopática.Por último, hay que insistir en el deber ético que cualquierclínico tiene de demostrar la validez de sus métodos. La ho-meopatía, como otras prácticas alternativas y la misma me-dicina alopática, tiene que realizar estudios rigurosos parasumar sus conocimientos a los de la medicina basada en laevidencia. Su mayor dilema es si desea ser una práctica clí-nica residual o sumarse al método científico.

AgradecimientoA Carme Casamayor y Blas Coscollar, sin cuya ayuda –desde la óp-tica de la homeopatía– este artículo no habría sido posible. A JoséLázaro por sus apuntes conceptuales y lexicográficos. A Rogelio Al-tisent por sus comentarios en los aspectos de bioética.

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