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MINISTERIO DE AGrRtCULTURA -SECCION DE DUBLICACIONES, PRENSA Y VROPAGANDA _^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^,^^^^^^^^^^,^,^^^^^^„^^^^^^^^^^^^,^^,^^^^^^^^^^^^^^^^^„^^^^^^^„^^^^^^^^^^^,^^,^^^^^^^^^^^^^^^,^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^„^^^^^„^^,,.^^^^^^^^^^ _

Las malas ivierbas y las ^plantas medicinales ^' ^_

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HOJAS D__IVUL^AD__O_ R_A_S=AÑO XXXIII ^, SEPTIEMBRE, 1941 II NUM. 1S _

^^^ ^ -

Por cl Dr. Joa^l^íN ^'I^s-G1^Irrl^^^t.Vicepresidente de la Real Academia

de Farmacia.

En el artículu titulado Pla^n.tQS ^.'^^^ir,^r^lnos^r^s Jrisj^n^u^r,c, cscrito pa-

ra IlolAS Dlvt•r.cnuol^^, ^lecíamo, ^lue uuo de lr^s asj^ect^^s clesde

los cuales intere^k^ el estu^lio ^le la vegetacióu ^Ic un país e^. no

sólo el de la ^>arte utilitaria dc las plantas quc en él ViVen, sino

el cle ]as ^^rwr^•rlosa,c, prodlut^^ras dc enfermeda^ics o perjudi^cia-

Ilauunculus Flammula

estudio n^onogrático de tudas las e,pecies Vegetales que Por atrto- =

12anunculus I_ingua

les a los cultivus, llaliladas Vulgal^lnellte e^ta^ ílltima^s MALAS

HIL;1^}3_^S. 1'lles l^iell: a estudiar li^cralneut^ csta elase de ^^lall-

tas es a lo que tiende el presentc artículo; pero n^^ hrecisaincnte a)

,,^s:a;; I( r,r.\ - __(i) Los grabados de este artíctilo c^t,ín t^^madn^ de la -

"I'lora irancesa", de Coste. =

,' ^ IIIIIIIIIIIIIIIIIIFlIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII^

SUMARIO: Las ^>zalas hierbas y las plrcntus o^iedicinales, porJoaquín Más-Guindal, Doctor en Farmacia.-Recuperemos lariqueza apícola, por Narciso José de Liñín ,y Heredia, Condede Doña Marina.-La obtenctión de ga.llinas ponedoras de 20(rhacevos anieales, por Vicente García Lluch, Veterinario.

res espaCioles o e^tranjeros se han citaclu coiuu nuci^^a^ para el agri-

^cultor, ^sino a entre;acar de ellas las que Suii iucdicinales, denwstrandv

^de ^ste iiiodo que <itiii cuando Ilayan recibidu el noinbrc de VIALAS

IiIE[Zf^^^S y- parezca a pi-iinera ^-i^ata que ^lebeii estii•parsc (clesde lue_

^uj para tirarlas, sep^t el agricultur que ^ciertu níui^ero dc éstas tienen

virtucles terapéutieas }^ puedeu ser utilizadas por otrvs conceptos.

De las perjudiciale^ ^- sin ^^irtudes niédicas sólo nos ]iiuitare^rius a

citarlas, siu describirlas, aun cuando lu pudiéramos hacer, l^or los año^

^qtie ^•cnin^os dedica^los al estudio de las plautas; ahora bieii, de las se-

;;ui^cla>, y<lada nucstra l^roiesi^ín faruiacéttti^ca, sí nc^^ acttharcu^os, nu

cou ^Ictalle, iii int^clio menos, sino qtie i^ios liulitareuios a dar los tcxlue,

^le atencibii que creamos oporttinos, según los casos, }^ con la brevedad

^- clari^la^l posihle^, en lr>s artí^culos que juzguenios necesarios, pu^esto quc

entendemos clue cl conveimiento de las j^1:^nt^as z^^c,^r.c^n^.osaa, ^como el ^je

las .^r^cal^as lúc^r1^as quc sean ^ric,di^ci^^i^a-l^es, interesa no sólo al ^t5ricultor

especialmente, sin^^ a t^^do el qtie eii •téril^ii^os ^enerales se preo2upé de

1z Flora hispana, tan elugia^da por los liot^tui^cos iiacioilales coino por los

^e^tranjerus que hara estudiar nuestra vegeta^ción han pisatio el suela

peninsular. Amhos tral^^sjos, que llev^aremos a cabo Dios iuediante, tic-

nen lnmtos de cnn+actu, como vereiuos más adelaute.

^^^^ es fácil hreci^ar el nítiuei-o esa^to de ^^r^^rz,las l^i-^'^^rb2rs; depende <l^ 1

laaís que sea ohjetu ^le estudio, cuya riqueza íloral será ^-ariable; nc

^^uhstaute, e^istiráti especies cosniopolitas, de esas cu}-a ^u-ea cle disl^er-

sicín ^^a esten^a, que las eucuntraremos en las iu^ís di^-ersas floras.

_ Cómo llegan a] terreno estas ^nalas hierbas' ^ Cómo se propa^anen el inis^uo .' r Cóino se ^combaten ?? Causas 1e su persistencia ? Toclos

^^stos pro^blemas, intere^^antísin^os clesde lue^o para el a^;ricultor, se sa-ícn de nuestra couipeteircia, afectau al Ingeniero Agrónoino v, por tanto.

^i^o heir^os de tratarlos. Por otra parte, ya veinos que en ]a^a HoJ as Dz-

^-t^r_c^^noizAS de ^r^t^}, en su níuucro r2, ahordaron este asunto eu un

intcresaute trabajo ^ltte ten^enlos a la vista, y es más, abundando en ]a

^nisma materia, cl Sr. Gascón y^liraiuón publicó después, bajo losauspicios del Ser^^i: iu d^ Publicaciones Agrícolas, uii folleto de 4o p<í-

ginas titulado L^^S 1VIAL,:^S IIIERBAS, que tambiétl teuemos a la

vista (t).I:n ainhos trabajos qtie citanios a títul^^ de ejen^plo podrán ver los

^labituales lectores de HoI-^s DivuLCn^oxns cuantos prol^lcmas plautea

(1) ])e csto^ hrublcula^ tau intere^antes se han ocuhado distin^uid^^s IngenicrusAg^r^momus, comu L'ranna, hernández Casarieg<^, Robredo (L. EL), etc.

- 3 -

el estudio ^c las AI.^L:^S lIl]^ItBAS. Por lo tanto, tielrs tws^tros at

plan qtte t^os hetitos trazado, ^ólo nos preocuparemos ^le destacar las es-

pe^cies qu^e sou mrdicinales, spbre las que fácilniente podrían dictaminar

los colegas rarn^acéttti^os dc las poblaciones rurales tle I?sp<ŭta cuando

les fueratz presentadas por los agricultores, intri^ados por la preponde-

rancia y- utilidad de las plantas qtte les llatuasc u la atención, por eattsar

^^aitos en sus cultivos.

L^ ti probleti^a tltte se plantea ^il iniciar el estu^lio de las uk-tlas hierbas

cs el rcíerente a la cla^iticaciún a segttir para el ti^i^mo. ^xisten varios

Cl"1tC1"1p5. ^C l1^1S111^Ca11 E'll (i^1lHafiS, UI^E'7][T^('S V' ^C!"C'71Na'S U ĉ 'IF1(7-C^BS, Se^llll

el ticmpo dc thtración de stt vi^la.

Se clasifiran tanibién las y^iczlas lri^rrba.,; 5e^íut que sean ru^^t.in^r.^^s ^r la-

da, l^rs tr^e^^^^ras, a los c^a.r^^fios alc ce^r,errl•es, rt lu, hrcr,dns o a las ti^c^^rrtts ^^t-rs--

IN,^I,trs. Por ítltimo, se puede seguir un crit^^ri^^ iientíticu agrul>anlo las:

malas hierbas .e;ún las fan^ilias botánica^ a qtte p^rtenecen, como lo

haTC lr. Fr<^tl ;^- a cste critcrio nos adaptarcntus, si Licn madificlttetnt^s

^•1 l^lan tle e^lto^i^citítt, cou arre^lo a lv orientacióu qtte daulos a nttes-

tro trabajo.

1:.A\ 1-\ CL-1..1C1^;.A^

I.;i; /^^tuian^^ulú^^^^^t^s cim,tituvctt una i<uuilia ntu^ iml^t^rt;intc tlcntro

rlc la ^,istemátira vc^^cttl, n^^ ^úlu hor la ín^lnlc ^lc la, l^lantru ^ltic cunt-

l^rcntlc 1 t. ^oo t^^lx^rii^^), ^i ^lur tauibién pur ^cr ntuch^r^ ^lc ell^as tú^i;as.

1)c aquí ytt^ t^^n^^ttuu, r^ttc• caudiarl_ts, cle^^le este ltttnt^t ^le ^i^ta, etL

sitio diferent^• ; l,cru, nv ol>stante, citaremos la scric ^le e^}>^'cie^ ^luc ^e cott-

si<leran perjutli^iale^ a la a^;rirttltttra, iutli^c<tnclu 1^,: ntmtl^re5 ^ ulgares^

^lue tienen (en el caso ^le sertt^^s cunocid^s), l^ur la r^iciliclacl ^lue le clan

al agricultor l,ara <larse curnt^t cle su pre^encia.

lle lo; I^^anienitil:rs, <<tte ^r^n nunier^ts^^ cu e,l>ccies, se citan como^

l^erjudiciale; ^1^^^ anttale^, ^lttc sun el llatna^lr, Irr^c^-t^^a srnrclónicn (I^. sae-

!ro•^att+s), qttc ^^i^^c ct^ casi to^la l?shatia, }- el raitír^ntt^^lo ^dc^ los ^^unLpos (1^.

rw*tM^a^ris). i)^• c^ta, clus csh^ecics, la priu^cra la tcnetuus anutada cotno^

me^lieinal, por ltalxrse cottcelttuaclo c^nno res^,luti^•^t; es l^alu^tre. A^t así la

,e^ttncla. I-:t l^ríntrra, pur ^cr ^•enenosa, se <^^tttcliará entre las tóYicas.

1?ntrc la: c^l^;^rik^^ ^lc li^r.nun^-rtlti^ vi^^,r^rs t^•ncmr^^ ^ari^ts, i^u^• ^on la^

^^i^tticntc^ :

1^'. Flaant^l^n. L.-^ eueno^^t (1%Gn^ntvla).

l^'. Li^tt^^i^^^r I,. -V^cueu^:^s^^.

T^. Thctrtr )..--^^en^nr,;n. A^i^-e en c•1 Piritir^,.

1^'. ht^lho.rirs L.--^ cneuo^^i (I^^r^tttiat<-trlu ht^ll^usn^.

-a-

1^. aĉris I,.^^-^^enenoso (k. rzc^^c. 13ot^rt. ^fc oru. ^Iit^rb^a. 1>el^rrí^i.

k. r,epevrs I..-(liotúrr ^Ic ^^ro.) Venenoso. Casi toda Espafia.

Tanto estas especies que se indican como venenosas, como todos aque-]los k^vcuurczclus que puedan encontrarse entre .los cultivos, los debeuiosmirar con hreveución, porque serán venenosos o productores d^e intosi-

caciones, especialmente para el ganacío, dato que debe tenerse muy en

cuenta tarnbién para e^tirpar esta clase de plantas.

Como niedicinal tenemos anotado el citado R. bc^lbosus, al que se leconceden propiedade, ve^icantes, eméti^cas y antineurálgicas.

^^fín a lu^ I^a^rrrnvrcrr-lars es el género F^ĉ^zri^z; Su especie Ficalri^a rarru.ra-

1^anuncul!i< ^^hc^ra I^anunculus bulbo^us

culoi^das _llo^:^rrclr es coiiocida vulgarm^ente con el nombre de Ccl ŭdotria^^^e^rcou•; goza de 1,roPiedades antiescrofulosas, antihemorroidales y anti-

escorbúticas. )i.sta hlanta, llamada ^también Fi^c^ria ^^ fialso rna,rvzavr^cerlo, esnociva al estarl^ ^ ire.eu. T 1 Ga•Itha f^^a,l^rrst^ri^s (hierba centella) tarnbién es

venenosa.

Del género rla^ve^rr^r,orr-r,e debemos citar dos especies, que son el r1. ^u^-

rrr.or-osa L., cáu>tico r rubefacientc, y- el A. Paalsat^lla. L., llaina ĉlo Prrl-

sabidla y Fla^r ,rlel vi.c^^yrto, planta acre y venenosa, que se usa contra la pa-

rálisis y^ la gota y como febrífuga, antiespasmódica y detersiya.

De los T^óiaalri^ct^•^rr^rrr se pueden citar tres especies, quc son : el T. o^r^cirrrus,

que tiene una materia colorante amarill^a, lo mismo que el T. ^rn,aj2rs Jacd

y el T. fla2ntirovc ^L., llama^do Ruib^av-b^o ide l^as p^ol^r^es, cuya raíz es diuré-

tica y aperiti^•a y las hojas son la?cantes. Los A^danis ^r:ratrr.avr,n,alfs L(C^jo

e^e per,dix, Gota ,de sa,vrg^ne) y el !1. z^e^r^alis L. se consideran tambiéu

coniu perjudicialc.^. I-a segunda especie, como íitil para con^batir las afec-

rioncs del corazón.

- ^ -

La Aquileg ŭa vulgcuris L., que recibe los noinbres de Clév^igos, Ma^rctor,e^al, Aguile^ua, PelíLano, a m<ís de ser ornamental, se usa como aperi-tiva y sudorífica y antiescorbútica. Las fiores de este género resultan

^•istosas a causa de tener los pétalos espolonados; en cambio, en el gé-^lero Del^ihinium son los sépalos. Ll D. Carasoli,d^a, llamado Es,^u,ela ^dec^abcrllero y Co;casu^ehda ^r^e^aZ, se usa como vermífugo e irritante. Algunasespecies de este género son ornameutales.

Dos géneros importantes tienen las Ralca^iuulá^cea,r, como son : el He-

Ileb^orus y el A^canitum. De las tres especies de heléboros, el fétid^o,z^emd^e y ircega^o, este último no se encuentra en Espaiia. rl primero, H^e-

Ranunctilu, acris Sina^^is arccn.is

íGeb.orus faeti,dus L., llamado también Pi^c ^d,c grifo y Hiev^b^a ll^¢ve^^a. Las

hojas, que son acres y amargas, se usaron coino antihelmínticas, mien-

±ras que el segundo, llamado también b^ala^d^ra, se usó en sustitución d^el

lcclébaro negro, llamado Rosa ^d^e Navi,d^a^d, que es drástico.

El acónito, Acaazit2cni, es indudableulente la planta más importante

d,e las Ra^^iuanculá.csas. Nos referimos al A. Naf^ellc-cs L., Ilamado C^csco

d,e Iúpite^r, Mat^alobos; planta propia de montafia, muy usacla como me-

dicinal. por su raíz y hojas. Es planta n^uy tótica, ^como >,as ^demás es-

hecies ^d^el género que ^-iven en 1 3spaña. De aquí el que su estudio perte-

i^e^ca. ya a las incluíclas entre las veneuosas.

C1^UCIFER=^S

Tan importante como las Pairau^sccialá^ce^as son las Cru,cífiev-czs, de las

rlue se conocen más de i.zoo especies. Si bien están desprovistas de la

tosicidad de las primeras, no obstante son perjudiciales al agricultor,

- 6 -

por los grandes perjuicios que causan a los cultivos, sobre todo de

cereales.

La conocitla 7r^o^stccza n^egr^a (B^r^asi•c^a maigr-cc Koch) es una tle las per-judiciales; pero es mucho tnás frecuente la llamada ar^osta^a id,e los ca^ni-

pos, que es el Siin<zprs ar^veaasis L., que se encuentra en casi toda Lspaña

y se emplea para sustituir o adulterar a la especie oficiu.al. ^

Frecuente también en toda Espaiia es el Ilamado ^r-^aba^nillo, rcáb^ano

silz^estrc, r•al^rtií-z^a, etc. Es planta datada de propiedades irritantes. I,a

A1liaria officinalis I)iplotaxis tcnuifolia l^aphanus raphanistrun

Icic♦nba ^del ajo (.^lllia^^ia offzciarualis Andr.) es también perjudicial; no

oUstante, las vacas lecheras la comen voluntariamente, pero comunica a

la leche y manteca un gusto desagraclable, como de ajo.

Como Cyucífe^r^rs perjudiciales se citan también los llamados vulgar-

mente ja^rcurn,a^^os, que san frecue^rtes : tales son el D. ^ntiuiraZis DC. y el

D. te^nuif^oli.a DC. Esta segunda especie la tenemos registrada como de

propiedades e^pectorantes. Más importante como m^edicinal es el L.ep^i-

,clirr.r^a Dr-aba L., mal llamado Cocleau-i^r, frecuente en casi toda I3spaña

y usacla como antiescorUírtica, en sustitución de la típica caclearia (Cocli-

leau^i^a ^offician.alis), aun cuando sus propiedades terapéuticas s.e concep-

túan como muy débiles.

P.1PAV"13 i^AC^AS

De esta importante familia botánica, a la que pertenece la a^dorntii,d,e,r.^x

(Pap,ave^r so^r^rr,i fic,rz+.ni L.), debemos citar, por lo abtmdantísima que es

en los eampos, la conocida a»:^a^po^da, P^a^p^cr^^cr I^oJ^.e^a^s L. Es planta narcú-

tica, béquica v pectoral, usacla bajo la forma de infusión, cocimient^^ ^•

jaraLe, pr^^l^iccla^le•s ^le ^^ue tatubiétl guzarán utras especies de este ^é-

nero, iltte no dej<in <le ;er lrecuentes eu lapaña.

I^l típiro P. s^ar^iorr-f^^^^ri^aar I.., auncltre ori^inario de (^riente, se cneuc7i-

Yapa^^er somuiferum

tra cspontáneo eu 1<1 Peuíusula, aun cuauclo ^dista cle 1>re^cntar^e con la

abundlncia rlue otras espe^ies c1c1 ^énero PafMZ^z^er.

C_^ItIOFTL.ICI;AS

iata fatt^ilia botáuic<t, quc tio clcja dc tencr iu7portai7ria ^uulilue sól^^

fuesc 1>orclue en clla ^e encuentran géneros de^licados a célel>res tarma-

céuticos españoles, COI770 ^íiuuart, Gómez Ortega y I). (•ri^t ĉíbal ^'élez,

sin perjuiLio de ]). José Qucr, coinl>ret7<le dos géueros, ron c^pecies lxr-

judiciaies a la rlgricttltura. Nos rcterin^os a la planta llamarla ^-ulgar-

mentr o^.c.qirillu, frecnente en to^la 1:,1>aña (^lr^roa•tenian^^^. (^ith,_^^,n 1..), ^- la

sn^oarn,rict o h^e^^hcr^ jabon^era. (S^nho^ir^a^^ricz of f^i^ci^nnlis L.), tau7bién frecurnte

,l ^,^.,^, ^_.^^^^ :,^ ^^^,^^'`^Íí ^ % ^a^,^^ ^^ fi^„^ , ^^ t

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_1^ru.Lemma Gitli;is;.^

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Saponaria uffirinalis

-S-

por la Penín^ula. La primera se utilizó como astringente y antipsórica,

y la seguuda, como depurativa, sudorífica, fundente y resolutiva, Contiene

sapouin^. y se emplea el eatracto de la raíz y la infusión d^e las hoja^.

El Yrofesor D. Gustavo Ni^eto ( I), con motivo de uu interesante estu-clio acercl de las malas bierbas de algunos cultivos de Gal^icia, que te-nemos a la ^•ista, cita muchas especies, y entre ellas algunas Cariofiláceas,perjudiciales, que son las siguientes:

En un cultivo de centeno recién segaclo encontró, en 19a7, el Ce^r^-

tiirwt paaslt-ilati^^^i y el C. gloml^e^ratia^irz.. En ^el de patata, la Stellari^a rlu,^di^a

o^avt^pli^zr.a. En los cle trigo no pudo encantrar la flyrosteY^nm^a yitluayo

o irr,egzt.^illóira, que constituye una plaga de los cel•eales, de los que deduce

que debe de ser muy escasa en Galicia. En los de maíz no encontró ninguna

Cariofilácc;i.

(I) El Yrofesor dcl Instituto de Orense, }^a cita.du, Sr. iC'ieto, decía cu ryzq,al hablar c1c las lna^las hierbas, lo siguicnte:

"El estudio de las malas hierbas adquicrc de día cn día niayor importancia. Pe-presentz,n sumas fabulosas las cantidades que invicrte la Agricultura para conte-nerlas coino plaga, }^ son cada vez más eficaces los métados químicos que se eni-plean para su etterminio. Varios han de ser éstos, como ^-aria es la fiora adventicia,}^ no pueclen aconsejarse si no es conocicndo las plantas invasoras. En este aspectoeconómico queda aiín mucho que hacer en Espaiia, y no tengo noticia de que sehayan publicado la^ malas hierbas de las ^locali^dades qt^ie menciono en cstas líneas.

'1'odavía en esta cucstión hay un aspecto que interesa pr^ofundamcnte a]acicncia pura. _l2uchas ^le las plantas hoy cultivadas han sido pertinaces ma]as hier-bas, que cl houibre, desesperado de no encontrarlas exterininio, en vcz cle pro-seguir una persecución ineficaz, ba resuelto utilizarlas en lo sucesivo, obteniendo dcellas el provecho que podían dar." (Las mnlas ltierGus en alguno.r cialtivos c^e Ga-licia. IVlemoria^s de la 1Zea1 Soc. Esp. de Hist. Nahlral, toruo ^V, págs. q^z-776.)

Para el culto ]ngeuiero Agrónomo Sr. t-ranga Galdiano, malas hierbas sontodas las plautas ^spontáneas que se desarrollan en ]os campos cultivatlos. (V. Fi-

tot^•ra^ia, r^i3-4, D^-^. 'o'.)

Recuperemos Ic, riqueza apícolaPOr NARCISO JOSL DE LIN^N Y HEREDIA.

Conde de Doña Marina.

Eu el _ 1 I3 C de 24 de noviembre de 194o se inserta un suelto que me-

rece la pena reproducirse, y dice lo siguiente :"Las pcqueñas indttstrias agropecuarias constituyen una gran riqueza.

La vida de nuestros pueblos, masías y cortijos tiene en ellas comple-

mento y apoyo. Cuanto se haga por acrecentar esa riqueza, por intensi-

ficarla v ordenarla, es obra de buena economía patria. Los cursillos que

han comenzado bajo el patrocinio de la Dirección General de Ganadería

-9-

tienen gran importancia y la noticia bien vale una glos^^. La I^Icrmandad

de la Ciudad y cl Caiupu es obra cíe la halange, con ^enticlo práctico que

^^a a la entraña de un gran problema nacional. So^n de gran peso las con-

^ideraciones económicas que aconsejan fomentar esas industrias del cam-

po que se tienen como accesorias de la ganadería y la agricultura, que^

son las básicas. Interesa ttna avicultura que nos ha^ga independientes del

e^araujero, interesa mucho la quesería, la ctmicultura y la ^ipicultura;

pero hay uua cunsideración tan estimáble como ]a económica : la conve-

nicncia de que vuelvan al canipo, de que se sient^in atraídos y solicitados

por la posibilidad de esas peyuei^as industrias los quc del campo se ale-

jaron, congestionai^ido las ciudades. ^^ia ^se va con esus cursillos a la pre-

paración de grandes granjeros, con tecnología ^icabada y fuerte capital.

^lue inclustrialicen la avicultura, por ejen^plu. Se quiere más bicn, y esto^

cs lo interesante, que el pastor, el trabajador agrícola y c1 pequeño^ pro-

pietario hallen gusto y beneficio en esas pequeiias industrias, que luego

se organizar^ln en si^stemas sindicales, constituyendo caudalosa fuente

de riqueza."

Salvo en lo de denomiuar "^eqnei^as" a la, industrias zootécnicas,.

sin otra consideración que el tamaño de los animales que en ellas ^c ex-

plotati, no se puede nienos de aplaudir la orientación, por toda persona

ele buena v^luntad, y más por quien, como el que estas líneas escribe,

viene repitiendo desde hace treinta aiios largos la idea que en las tíltimas

clel suelto comentado se expresa, "que el pastor, el trabajador agrícola y

el pequeño propietario hallen gusto y beneficio en esas pequeñas inclus-

trias, que luego se organizarán en sistemas sinclicales con^tituycnclo eau-

clalosa iuentc dc riqueza".

No deben ilusionarse los apicultores con que los exorbitantes "^i,r^ocios

de ga^crra", sin vercladera justificación en el terreno de la pura I;tica, se

mantengan ; pero no hay duda de que el encarecimiento de la vida impedi-

i á, en muchos años, bajen hasta el extremo en que han estado de o,85 a ^,50,.

tan lejanos de los de cinco ^ diez pesetas a que hoy se co^tiza el kilogramo^

^le miel. ^sta, como todos los productos agropecuarios, ha adquirido un

^^alor que, pensando honradainente, coml>ensa los sacrificios de labrado-

res y ganaderos, y los compensará más cuando todo el complicaclo meea-

nismo de transportes, euvases, maderas, ete., etc, llegue a funcionar con^

la debicla regul^u-idad y c^u el convencimiento de TODOS, de que cada

^mo es una abeja quc hace lo que debe, como debe y cuando de^be, poseí-

^l^^s clcl "n.l^^ria ^^le l^z coln^.c*^^a", que es nuestra Patria necesitada del AMOR

cle tcxlos sus hijos, siu perjuicio <le la noble aspiración de hallar justa y

lionrada retribución para su trabajo y esfuerzo.

- IO -

^n ry[6 coiuenc^ a tratar el tema de la <livtilg^acióu apícola, insistíeu i9iS, }^ eri el Con^;reso de Ingeniería de ^^i^^, ^^ en EI Gira;^-,da Forestal^ eri la lieuist^a Ki^e Dlant^es i9zi y i9z2, y sblo hailé eco en el Ingenierode l2outes don José VI a Belenguer y en el =1^-udante <lon _^ntonio Ca-l:,allero, éste desgraciadamente fallecido. Recientemente, tma hien inten-

Fi^;. ^.-Elrmentu^ de clue se compone una colmeua de alzas o vertical (coiveuzan-cto ^l^° arriba abajo) : C^zibierta, formada por una hoja dc cinc, una plandla dec^^rchu u„tro aiaante, un tablero ^^ el cerco quc encaja en el alza, que es laculocada inme^iiatamente ^debajo, y ei^tre cu}^as dos parte^ se interponc el ^toble^roiupu, con un orificio central que e^ el dibujailo en ]o alto de ^la figura, p3ra colocarcl r;cape ^^ el alimenta^dor. Alsn, cou tres cuadro: colorado, y de la mitad de lazltura de] ^uerpu de roliraer7a,^ o cáma^ra ^de cría, h sa^elo, sin la tabla o listón de

]a piquera.

- II -

^iuua<la disposiciún de la Dirección Geueral cle Alontes ha incluído la

-Apirultura cutre los apro^•ecliamientos íorestale^, proporcionaudo relati-

^-as facilidacles para la implautación de colluenares en lus ^Tontes elel

l^ata^lo, _v el Sin<licato cle Gauaclería iusiste, con plausihle y benemérita te-

naci^l<ul, cn orgauizar Cursillus ^livulga<tores, en los que se obtiene un

^^precial^le porcentajc cle eĥcacia, tenien<lo a car^o la Apicultura el ^ran

Patriarca, pcrpetuamente ju^•^eu cn cu^ulto a su entusiaslno l^or las abe-

ias sc rcliere, clon Teodoro José Trigo.

La I?scuela que fundé y sdstuve dtn•aute una clocena de afios fué lrra-

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i^]^i^. 2.-C^^^Imcua Lan^;ĉ troth. Cc^ ri^in.

^ada pur los bárl^arus dcl pueblo donde la instalé, v a quienes principal-

;nente l^eneCicial^a, que aun a^eguran les clebo estar agradecido... "por-

^lue no me han Inatado". Se conforularou con robarme, matar a las abe-

jas y arrasar el Inontecillo doucle estalia iustálaclo el colmenar de aquella

I?scuela cle "\Iendicoechea", que me consta recuerdan con afectuoso ca-

riñv los discípulos sttpercivientes. Yor últiuio me encarcelaron, porque

"sienclo liombre <le dcrecllas l^oclía estar eiI relacioné's con los facciosos".

\ o puc^le negarse que ésta c^ uua de las natas hintorescas cntre los ho-

rrores cle la tragedia que vivimos. Pereció también L¢ CoIIM1i.e^na, que I1o

pude hacer revivir por la escasez cle papel, segúu me oficiaron, y sufrí

^l j^^llaje realizado por... el Presicíentc elel Sindicato Espaiiol de Apicul-

- I2 -

tores, que con tantas esperanzas se fundara en la Primera Exposición deGanaderla... "Non raggionam di lor...".

En las HoJqs, que con el mismo entusiasmo de siempre reanudo, tra-

taré de contribuir con mi mínima aportación y la Ináxima voluntad a qtte

se "recupere" la riqueza apícola de E^paña, que, precursora siempre, pu-

blicó en r586 el primer libro de Apicultura, en el que Luis Méndez de

I

Fig. 3.-Cuadros de ]a cámara de cría de una colmena. EI primero, sin espacia-dores, para colocarlo en uu dentero, de1 que se suspende, y con el que se consigue]a espaciación de 35 a 38 milímetrcis de centro a centro del travesaño superior.El segundo, con tmo de los muchos sistemas de loti llamados de espaciacián auto-

mática.

Torres se adelantó en unos alios al gran nattu^alista holandés Swamerdan,

señalando el verdadero papel de la Reina.

El principal problema que ha de resolverse es el del material, unas

veces con razón, la mayor parte sin ella, las colmenas que antes costaba_*I

desde treinta a cien pesetas, Ias ofrecen hoy de sesenta a ciento veinticinco,

y el ímico modo de obligar a los fabricantes a vender a precios justos, es

no comprarles las colmenas que de ellos excedan, y fabricárselas o hacer-

las fabriĉar Ios propios apicxltores, muchos de los cuales o tend>;án la

habilidad suficiente o cono:erán a un artesano que sepa su oficio, y acaso

- ^3 -

dispongan de madera, que no es mucha la que hace falta para construir

cle clos a seis colmenas, máximo con que debe cotnenzar un novel hasta

adquirir la necesaria destreza en el manejo de las aliejas y aprender, agu-

zando su ingenio y sus clotes de observación, a resalver las "pegas", que

iuevitablemeute se le presentarán y no pueclen prever los libros. Empe-

ñarse en cultivar abejas sin un previo estudio de lo que son, lo encuentro

tan disparatado con^o ponerse a dirigir un automóvil sin la menor idea

del mecanismo. Salvo ca^sos de iirtuición excepcionales, el "morrón" se

conseguirá en un noventa y tantos por ciento.

Sería el ideal la adopción de t^mo o dos tipos de colmena que, en re-

Fig. :}.-C^at,erpo de iolnie^uq, o rúmara cle iría, en pro^^ecciún para ver r^^mcrrluedan los cuad^-os .eparados, llc centro a ccntro de cada imo de los travesañossuperiores, que son los que se vcn en cl dibujo, debe haber de 35 ^a ,38 milímetros.

lación con la complicada topografía de España, sirviera para todas las

regiones y para tocíos ]os sistemas de cultivo, fijo o trashumante, y que,

por lo menos, los cuaclros fuesen exactamente iguales, y nunca me can-

^aré de repetir quc sw mocleren los ímpetus inventivos, que han ocasiona-

do no pocas decelxiones. El gran inaestro de la Apicultura, Langstroth,

cíice, hablando de su colmena, que más o menos modificada o estropeada

es hase de la mayor parte de ]as que andan por el rnercado :"Después

de haber estudiado cuidadosamente durante muchos años las costumbres

cle las abejas y con^parado mis observacioneu con las de los auto-

res y prácticos que han pasado su vida dedicados a ensanch^u• la es-

fera de los conocinlientos apícolas, he probado cle retnecliar la^ nu-

merosas dificultades que rodean a la Apicultura, adaptando mi invento a

las costumbres ^- a las necesidades cíe aquel iusecto. También he puesto a

prueba l^y méritos de esta colmena por merli^ de esperitiientos lar^o

l^ig. ^.-^"arios re los sistemas que suelen emplearse^ eu .la coustrucción de las oolme-nas. E^ilazaclo múltiplc hecbo a máquina. Mejor resulta cl ]lamado de cola tle mi^lano,que, comu é^te, convicne reforzar cou ptmtas o a^lfileres. Enlazado sencillo demenor aun:istencia. A4edia madera que si se hace encolando y clavando, da unexceleute resultado, que ba podido comprobar el autor, en su colmenar, a]a in-temperie, en ^la Sierra del Guadarrama. F:alsa media madera, sólo recomendableeu clima^ suave^, ^^ como el más sencillo, ^después del vulgar clavacio ordinario deca}one;. C=anan muclio las colmenas tapando las juntas con esquinas o e^scuaárasde cinc, sujeta> co q clavillos menudos de ilatón, ya que si son cíe '1^ierro se oxidancou facilidad y no sirven de nada. Las colmenas deben pintarse, por lo menos,con una capa de minio y^ otra de pintura, ^- repintarse más o menos frecuentemente,^rgím cl dcterioro sufrido. EI pequerio gasto queda sobradamente compensado por

la duración que se da al material.

- Ij-

ticinl>u cv^itinua^l^; ^- l^erhos coil hulcritud, aiite el te^u^,r clc ^lue, al en-

^aiiariue a nií ^ni;nw, aña^la uii int-ei^tu i^iíttil a]a suiua ^le ohros que

haii eiigafiarlu }^ ^lis^tistado a tiii hítl^lico clciua^iadu ci•édtil^^. ^;n pretendo,

^iu eml^ar^u, hal^er iu^-entadu una a^lnicii^l hert.ecta, pur^lue la pe^riección

l^ei•tenece a_A^^uél cti^^^^ ujo, clue tr^^l^^ lu 1-e, cunoce las causas ^- los efec-

t^^s; así com^^ sus relacioucs... Si u^^ h<^n^bre pone el n^arhete de herfec-

ci^Su suhrc una <le ^us obras, demuestrri su locura ^^ su heesunción".

Este párratu, cjue sc debían aln-ender cle memuria tudos los apicul-

tures con )i^br^• ^f^^ inz^^^iaci^i^^^, tan perjudicial con^c^ la cle enjainbrazón

^^ara las culn^ena;, e^•itaría uua hurci^ín cle clesencautvs ^^ ^le calumnias

en cuutra cle las ahej^i;, ^^íctimas inocentes de la "lo^•ua•eI ^^ ^iresiirr^ió^i"

^le ahiculc<^res in^l^ro^-i^ados que pretenclen euniencl^<u• la 1>laua a los "auto-

^^^'^ }^ ^n^ácticus ^juc Iia^ia j^nsa,do su ^irla dedicado^ a ensanchar la esfer<i

^le lus conuciinient^» aPícolas". Yur todas estas razoues uo lic de reco-

n^en^lar nuac^lade^, ti- ^^^lo mc atre^^eré ^^ iusinuar hequeñas mndificacio-

nes de detalle, cjuc ]^c poclido couiprohar soit írtile, en treiuta ^- tantos

ai^us ^Ic ^.ihicult^^r, eiI culiucnas iclea^l^^s por iiiaestros coilsa^rados, siti

que, euii^-euoidu ^le la le^^ del pru^reso humano, crea imposiblc quc utros

n^aestrus puedan adelatltar uii paso ^nás e iiicltuo revolucionar la _^picul-

ttn-a, }^ clue <lesee seau españoles, entrr los clue l^a^- competentísituus api-

^ iilture> ^^ «l^al^ila ĉlu, coimeiieros.

Ia esquema ^^u^^ ,e lniblica está tonia^l^ ^le la recomeudabilísima obra

=de Laugstrotli L^i _^Ih^>>a y ba Coln^Ge^^^r, tercera eclición traclucida de la

^•uarta francesa 1^^ ^r <luii ^^Ii^tiel Yons 1^ ábregues, hág. 2oq.

IĴsta coliuena sir^^e para la iua^^or parte de las regiones cle Fspaiia;

;^ara las de lar^a iri^-^ruada ^- fuerte e in^egtira n^it^lacla. r^,nsi^lerc^ j^refe-

rihlc la Daclant, ^le <^ue habla el mismo.

Einpleanclo l,ucna; nladeras, de pulgada de grueso, puede presriu^lirse

^clc la ^lohle l^arc^l F}^ de los suplemeutos G y el li^^stón I^, y i^ecl^ucir a

nicnus ^le 1<L iuita^l las Paredcs P de la taha ^lue ba;ta sea, segtín aparece

^^n la fig. ^^- que se ha beneralizad^^ bastaute en 1?,paŭa eu estos tíltimo5

afi^^s, lxmienclo enu-^ el zinc, clue es lr^ ytte cla iuejui- re^.,ultacl^_^ para eti-

I^ierta, una ^le uia^lera, debajo de ésta una plancha de corcl^^^, una cstera

cle paja de centen^^, uu encaiiado, ^ero de cafia^ tiua^ ^ enteras, u cual-

^luier otro aislantr•, r- hajo éste, iua^lera ^^ ttralita, segíin lu ^lue se tenga

más a iiruw }^ re;ulte tnás barat^. ]?ste si^teiua d^e tapa; r: prácticc^ a lo^

cicctris cle translx^rtc ^^ ^^ipilad^ de a^lniena^, l^ero <^ ^uí me gusta Iuás el

<<tie enihleaba en ini culmenar, qtite arrasaru^i los I^árliaru,, clc etlbi;;rtas

a una pendiente, con una cániara ^le aire cu}-a circulación ^e ^radúa por

llus agujer^s ^lel ^Iiánlctro de las iuonedas de cinco peseta^, hoco m^is o

-16-

nleno,, cubiertu por tela nletálíca fina colocada en el interior. 1'cado^ ésto^

son "dctalles" que cada apicultor puede nlodificar según su ingenio y

luateriales a su cli`posición, pero en lo funclanlental, u sea en las medidas

cle cuací,ro,, en la separa:•ión entre éstos, de 35 a 38 lnilímetros, rl^e c^e^r:t^ra

a ^;c^^ltru; y de éstos cle ]as paredes de la colmena y de los cabcceros con

]os cuadros clel alza, no aconsejo a nadie que se aparte sin leer antes el

párrafo cle Langstroth y meclitar so^bre él. Los tarugos A A tam-

bién ;e pueden suprimir sttstituyéuclolus por ladrillos, piedras, pris-

nlas triangulares o rectangtilares cle cemento, o cualquier dispo-

^itivo ^luc aisle cl piso de la colnlena cle la tierra, de lDOdo ^luc perluita.

la libre circlilacióu del aire y evite la hunledad. En utra HoJ:^ trataré clc

accesorios, cunlu ^eparadores dc cuaclrus, suspensión cle éstos y otras tne-

1ludencias, y más adelante, D. v., iremos pasando revista a sistelnas dis-

tintos, analizando inconvenientes y ventajas que uno^ y otros presentan

a mi moclesto parecer, y respetando sielnpre ajenas y lnás autoriza ĉiay

opiniones clue la mía, que poco vale y en menos tengo.

DETALLE D1^ LAS MEDIDAS DE LA COLMENA I^ANGSTROTH (e11 I771111ne-

tros) :^ A, tra^•esafios que sostienen el tablero, 435 X Ioo X 25 ; coloca-

dos longitudinalnlente, 80o X Ioo X 25. 33, tablero, 55o X 435 X ^5•C, tabla inclinada, z^o X.}3J X?5. D D, paredes delantera y trasera de

la colnlena, 4ao X;1 ^ x z5. E, entracla, z?o X 8. I^ , segunda pared pos-

terior, 339 X 4io X a5. G G, listones que soportan la tapa. H, listón,

5o X Io, para ensanchar el borde superior de la pared delantera. I, trave-

tiaflo superior clel cuadro, 512 X 18 3/4 X 2? (el grueso 18 3/4 se redu^ce

a ^ I/^ en los etitremos). J J J T, ranuras de IZ % de ancho por 14 % de

alto, practicadas en las paredes anterior y posterior, provistas cle tiras de

hierro galvanizado de ^o de ancho, sobresaliendo arriba 6, sobre las cuales.

de^cansan los cuaclros. Si las ranuras no están provistas de tiras cle bierro,

tienen I^ ^ de aucho por sólo ^ / cle alto. K Ii IL IL clejan ver la manera

rle ensamblar lo; lnontantes de ]os cuadros con el travesal^o superior. M,.

travesailo inferior clel euaclro, 4^ic^ X II I/4 X z2. N N, lnontantes cíel

cuadru, ^^^ ^% X^,T.^ ^ X az. P P, caras delantera y trasera de la tapa,

47^ X^-'5 X Io. P^ R, raras delantera y trasera del alza, 42o X 169 X 25•

T, espacio libre sobre el alza, 31. U, travesalio superior del cuadro del

alza, 512 X I^ ?^: X 2^. ^', tra^•esailr, inferior. .}6o X 7^ X 22. Y Y,

niontalrtc^, I ^^^ ^ X^?^ X 22. Este a1;cl7o ^lc• ^̂ ^ milílnetros se ha^ce de

a^ milínlctros cuando sc elnplea la ranw-a cu ^•1 tra^-csaño superior Para

]a cera estampacla.

EI espacio entre lI y B c5 <le unos r3 milín7etros ; c;ltre DI^r, ND, ^'„

I2Y Yh ha de ser de ^/.

- I ĵ -

1?u su obra Cui^d^^,doa ^^íel Colnteryaar•, el seilor Bertrand indica 6 Iuilí-

Ynetros más para la altura del cuerpo de la cohnena (3zo mm. en vez de

^t4j, porque en éste, arriba, reserva el espacio que ha de dejarse eutre

lo^ cuadros de abajo y los de alza, mientras que en nuestro diagranta

•cste espacio se halla en el alza, debajo de los cuadros.

El examen cle ]as figura^ que ihrstran esta H^^in crco Lastará para dar uua ideaclara de lo que es una colmena y cómo pnede hacerse. Pretendemos en la^ suresi-^a, aumentar ]a parte g•ráfica }^ rc,tringir la e^crita a lo indispensable para aola-r.u^la. En la próxima 3io^.-^ Ili^^t^u.auoxn se describirá la calmena tipo dc La^^en^.

1a obtención de gallinas ponedoras de200 huevos anuales

^ Por VicL^;T^ GnRCí,^ LLtctt.Veterinario.

La casi totalidad del ceuso a^-ícola nacional está integrado por los efec-livos de los gallineros rurales, los que ofrccen tma producción huevera

que muy bien puede superarse en grandes proporciones si la explotación^c mejorase con las normas que para este iin má5 adelante se sugieren.

La puesta media de las gallinas indefinidas de nuestros campesinos os-

•cila sobre un promedio de 80 lluevos anualcs. Si para cubrirse cle los gas-

tos de alimentación necesita uua gallina un mínimum de ĵo, con los io

restantes poco margen ganancial nos quedará, después de reintegrar los

gastos de alojamiento y otros cuicíados. Ls de todo punto necesario, pues,

aumentar esta producción para que estar,^ explotaciones avícolas resulten

ducrativas.La obtención de esta mejora en la puesta, con la que muy bien se pue-

de conseguir la de zoo hitievos ^c^nu,ales, está supeditada a dos fa^ctores esen-

iiales, sel^ec^ió^ra y aZ^Ŭ^tuentit^r,ei.ór^-. La sclección de las grandes ponedoras,

^due, además de serlo, lo transmitan a sus descencíientes, y la alitnentación

I•acional constittrycn todo cl se^crcto de las grandes y extrelnadas puestas.

S^LECCió:v.-Seleccionar una gallina ponedora o escoger de la masa

cle nuestro parque ttna gallina de grau puesta es bastante fácil. Solamen-

te consultando las fichas registro de puesta de nuestras aves hallaremos

siempre alguna gallina de gran producción de huevos en su primer año.Ahora lo difícil es averiguar si esta gallina, de gran producción hueve-

ra, es a su vez también una buena transmisora de esta fecundidad a to-

das o casi tocías sus hijas; esto, que ya es más complicado, constituye la

base del éxito de la selección.

- 14 -

Gen^ralmente las grandes ponedoras indefinidas sólo transtniten esta

fecundidad a muy escasas hijas, siendo la costutnbre de la tnayor parte

de los avi^cultores de practicar la selección e^scogiendo durante el priiner

año de puesta aquellas gallinas que más huevos alcancen, para lucgo

aparearlas con gallos que mejor atracción presenten por sus caracteres

exteriores, y así terminan la selección, con la creencia de que las futuras

pollas habrán aunientado esta facultacl cle produeir gran número de hue-

vos. Como los resultaclo^ son distintos, veamos clué cs ]o clue sueede, paradar luego solución a esta ineficacia tranr,misora.

El lote a analizar, suponcutos, lo constituyen zoo pollas indefinidas,

que, al controlar ]a puesta de su pritner año, alcanzan la cifra de 9.000

huevos, lo qtte significa una nledia de go, y eaaminada la puesta indivi-

dual se observan variaciones desde 6^ hasta i2o, siendo muv escasas es-

tas ítltimas. )3sco^giendo las de zzo, que considerantos conio tnejores, y

analizando la puesta cle sus hijas, se observa que algunar,, también las

^nenos, han alcanzado los i2o, pero las restantes oscilan otra vez desde

los G^ a la cifi•a má^ima. La n^cdia es otra vez dc ^o, ^^ la suma total, de

g.ooo aproximadainente. Nada se ha adelantado; el resultado definitivo

ha sido nulo. Para poder apreciar el incremento de puesta, la media debe

seguir un curso ascendente, apro.^itnándose cacla vez a la cle ]as grandes

ponedoras. Esta tnedia de go huevos debe ir subiendo hasta alcanzar, por

lo tnenos, los ,rl,ar^cye^atos. z Cómo se perpetúa esta concli^ción cle ponedora?

La transtnisíón de esta función no es igual fácil que un carácter morfo-

lógico, como la cresta, color de plumaje, etc., para ]a que basta sólo se-

guir las leyes 1^Zendelianas. La aplicación de estas leyes a la fecundidad es

tnás ^complicado y para deducirlas se necesita conocer el roinportamientu

de varios factores, que pasamos a seitalar.

Iiaaf^lati^e^nci,^ ^de^l ^^ra^a^cll,o.-El gallo ejerce ttn papel preponderante en

la trausmisión de la puesta. Un gallo de una buena familia o línea pone-

clora transtnite esta gran fecundidacl a sus hijas. ^ste descubrimicnto

del Dr. Pearl lo hemos confinnado en uniones de gallinas indefinidas, de

una producción anual cle So huevos, con un gallo Leghrn-n cle alta línea

rle puctita, crnt lct^ rlue ^e obtuvicrcm r So huevc^., anuale^. Por el conira-

rio, las unioues cle gallinas ponedoras ^con gallo^s regulares han clemostra-

clo un decrecii»ieuta de la puesta. hor consiguiente, es in<lispensable

prestar la mrísima atención en ]a seleoción de los machos. Han de pro-

ceder éstos de gallinas altanlente pouecloras, cu_va familia contparta tan^-

bién esta facultacl.

La caliclad transinisora del gallo se juzgará por el resultado de aco-

planliento cíe un niismo lote de gallinas cle elevada puesta con varios ga-

- r9 -

ll^^s. Cuutrulandu la descendencia de todo<s se elegiráu a^luéllos en el que

^us l^ijas hayan elaborado mayor núrner^ de huevos.

Pu^cst^a i^nz^c^r^nal.-Se ha demustrado que ]as inejurc^ ponedoras ŭuu

acluéllas cuya puesta invernal sea buena. Cunstittp•c eslo un ^carácter he-

reditario y, por consiguiente, se reputarán como uueuas transntisoras

aquéllas que durante el invierno se comporten como buenas ponecluras..

Las gallinas que desde el i5 de octubre al i5 de eneru pongan más cle 30

ltuevos seráu dignas de ser escogidas. rlhora, que para que esta c^rcwis-

taucia se ponga de manifiesto deuen prucw-arse pollas nacidas en abril

y mayo, que iniciarán la puesta en el invicrno.

Y^recoci,d^wd.-Otro carácter hereditario de la gallina punedura es la

pronta iniciarión de la puesta, seiialándose con ^cinco o siete meses, se-

^ítn• las razas, la edacl en que deben alcauzar las gallinas ponedoras su

cumpleta madurez sexual.

Prop^e,rrsió^,rt ^a lu cloqri^es.-Ls un lactor negativo cle la fecundidad, de-

hieudo consiclerarse cotno malas ponedoras las que preseuten deseos de

incubar, por lo que cleben ser eliminadas. T,o mismo strcede con las que

cn stt ri^tni^ ^de pir^estu acusen prolougados repusos.

lllu,da tar,día.-Cuanto más tarden en mudar el plumaje, más tiempo

pcrn^aneccn en la elaboración de liuevos, tocla vez clne la mucía reduce

notablemente la puesta. Por ser este factor índice de buena ponedora se

tcndrá niuy en cuenta para ^cleccionarlo.

Secuudariamente d^cben tenerse tambiéu en cuenta ciertas parti^culari-

^ladcs fisunórnicas, con^o la cresta y barbillas, que si son ponedoras tienen

^ratl espesor e intensa coloración roja. La mirada viva, la gran capaci-^lad abdou^iual, la pigmentación amarilla, el buen apetito y rápidas di-

gestiones, etc., son también indi^cior, de buenas ponedoras.

Conaciclos estos factores y su rclación con la transmisión dc la íccun-

^li^lad, la misión del avicultor ha de consistir cn identificarlos eu las aves,

seleccionando aquélla^ que los presenten mcjor arrnonizados y destinán-

^lolos a repro^ductores. Tae^ido el ejemplar ^con estos factores rnás acusa-

clos, teneinos }^a el puuto de partiela para se^uir la selección dentro de la

lainilia, uniéndolo a sus hijos y demás parientes, con lc^s que transmitirá

incjor las ^rancles pucsta^s. Cuanclo se loJre uua combinación cle facto-

res lteretlitarius quc signifiqucn una niedia anual de 200 l^uevos, con pe-

^lnefias oscilaciones, ^eguirán perpetuándose eu stteesivas generaciones.

Resumienclo lo antcriorrnente espuesto, repctimos, ^con las siguientes

conclusiones, las nortnas por las cluc ]a íccundidad se transmite cn surnás alto brado:

I° Seleccionar los ejemplares de mayor precocidad, toda vez quela alta persistencia de puesta va ligada a la pronta madurez sexual.

a° Seleccionar gallos, hijos de grandes ponedoras, los que seránacoplados con hembras de gran puesta.

3.° Llevar un régistro de puesta, indi^cador de la calidad de los an-

tepasados (pedigree), que se complementará con el examen de los her-

manos. Una ponedora excepcional, cou una mediana producción en sus

hermanas, carece de valor; si la puesta de estas hennanas fuera buena,el valor de aquélla sería extraordinariainente elevado. Es la familia lo

que califica, no el individuo, por lo que no debe salirse de ella más que

en casos de presenta^ción de trastornos letales (debilidad y mortalidad

de los polluelos, falta de eclosión e infecundidad), que hay que preve-

nir cuando se presuma esta aparición. Para ello se procede a lo que se

llama refrescamiento de sangre, que consiste en unir una gallina o gallo

de una línea ^con otros de otra línea, altamente ponedores ambos, peroque no guarden entre sí ningún parentesco.

4.° Desechar las que acusen propensión a la ^cloquez y ciclos degrandes descansos. .

5.° Seleccionar las gallinas que acusen buena producción invernal ymucla tardía.

Claro está que este plan de selccción no puede llevarse en su integri-dad por los modestos avicultores. Unicamente las grandes instala,ciones

podrán desarrollar este complejo control de relección, con el que obten-

drán una cantidad de huevos muy superior a la que actualmente alcan-

zan con la llamada selección masal, que es la que ellos practican. Esco-

giendo estos factores de puesta en sus gallinas ponedaras y apareán-

dolar, dentro de lakfamilia, o sea crianza en línea, perpetuarán las pues-

tas excepcionales. Con la selección masal obtendrán algún caso aislado

de puesta elevada, que, por no transmitirse a sus hijos, carecerá de va-

lor. Las pequeñas instalaciones que no puedan desarrallar este progra-

ma en su totalidad, por lo menos poclrán aproximarse, mejorándose, y no

incurrirán en los errores actuales ni se dejarán engañar en sus adquisi-ciones de reproductores de alta fecundicíad, como viene haciéndose con

los gallipollos L., que algunas granjas anuncian. Sin un completo con-

trol es absurdo anunciar gallipollos L2, como en las revistas se viene

anunciando. A1 adquirir ejemplares L1 debemos exigir sus genealogías,

lo que se llaina pedigree. Con ellos deduciremos su autenticidad selecti-

va y no incurriremos en los frecuentes engaños que el afán comercial

,ha motivado. Deben ^er las Estaciones Pecuarias, principalmente, las

- :1 -

<lue deben cuuthlir este cutneticlu ^e prup^r^ionar a los modest^^, avicul-

tures huevus o gallipullus de gran fccttndidad.

At3zhii:hrncióh.-Toclas las gallinas poseen alrc^ledor clc 3.000 oocitos

^n su ovario izquierdo; el derecl^o está atrofiado. Estos oocitos, liuevos en

potettcia, sou lus pcqucños granitos cu fortna de racimo que poscen las

gallinas dc tuclas clascs y razas. LStán agrupadcs, presentando divcrso

tamaito seg^úu e1 g^radu de madurez, que cuando es completo ^^^cma) se

^lcsprende y pa^a al oviclucto para ^cumhletar la formación del Ituevo. Es-

tas iniciaciones u enibriunes de hucvos, rel>etintus, no son ninguna par-

tic-ttlaridacl exclusiva dc ttna clctcrnlinada raza o indivicluo, ]as posccu

tu^las, ahora que la actividad fuucional de éstos es lo que varía ^• por lo

^lne clisting^ue l^uena^ y utalas punecíoras. Uu ovario que madure frecuen-

tcu^cute estu^ uocieos y los despreuda e intpulse en su recorrido por el

uviclucto l^ara lurtnarse liuevus, dará lúgar a una ponecíora excelente.

Uu ovariu perczoso eu rsta actividad funcional dará lugar a una gallina

mala ponedora.

irsta actividad fuuciuual que, en clefinitiva, constituye la gran tocuu-

^l-idad, se cwnporta y se transmite cotuo anteriormente se ha indicado en

la sclección. Con ésta uLtenemos ejemplares activos en emitir las prime-

ra„ funcioncs generadoras del huevo. Mas para que ésta prosiga siu inte-

rrupción es ne^esario suministrar a la gallina los materiales ne^cesarios,

quc son los alimentos. 13stas gallinas, que, por los procedimientos selecti-

voŭ expuestos anteriormente, las suponemos preparadas para emitir cvn

rapidez lo que podríatuus llamar semilla^, nccesitan los alitncutos para

quc éstas se dcsarrollcn ^• frttctifiquen.

Con los ejemplares selectos tenemos, pues, los cimientos; al^ora l^ay

quc levautar el eclificiu, ^lue es el huevo, el que comharándolo con la^

constrtrccianes clividirctuos en cimientas, ctterpo de edificio y techo. Los

citnicntos scrían los oocit^ maduros, o sea la yetna; el cuerpo cle eclifi-

rio, la clara, y el techo, la cáscara. Para que este edihcio se levante con

ral>iclez teuetnus que suministrar aquellos materiales que con mayor ra-

1>idez se ^culuquen y consolideu. Para que el eclificio clel huevn ^e reali-

ce prontatnente se neccsitarán alimentos que rápidamente se digieran ya^imilen en su tuátitna proporción. L'n esta compl'eta asimilaci^'^n estri-

I^a el secreto dc la alintentación. No sólo es necesariu que c^nnan, es

menester quc lu asimilcn. ^

Una locotnotora tto funciona cou igual intensidací si se imixilsa. con

lcña o cart^ón. Con la pritnera hará recorriclos tnás lentos y^^n,uciará y

entorpecerá el funcionatniento, dejanclo muchas escorias. Con el caru^n

li>s recorriclos se harán con rapiclez y apenas dejará resi^luo algnno. Una

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gallina, si se aliuientara con paja, no daría reudimiento, porque, además

de carecer de pocler alimenticio, no asiinilará nada, lo ehpulsará casi todo

en las de}•ecciones }^ ocasiouar^í a lo mejor algún trastorno nutritivo, mien-

tr;u clue si es alimentada con sustancias de fácil digestión }- gran asimi-

lación (gériucues y harinas, etc.) dejar^ín el ulínimo residuo. La sangre

eitrique^cila con estus elementos asimilados los trasladará al aparato re-

productur (uvario y oviducto) para cunfeccionar los hue^-os con holgura

y rapi^lez. )31 edificio del hucvo se levantará rápidamente, porque los ma-

teriales de cunstrucción de éste estarán dispuestos en las propur^ciones

adecuaclas. ;^te es el gran secreto de la alimentaciún raciunal: suminis-

trar rnateria prima due rápidan^ente se transforme en hucvos a través clc

la máqttina animal, que es la gallina. lista iuateria priina ticne que pu-

secr los n^isnlos elenlentos (principio^s nutritivos) que encierra cl hue^•o,

por eso c^ inclispensable conocer la composi^ión de éste. La yema tiene

una gran riquc•za en grasas (6 gratnos) ; la clara, en proteínas (4 gramos),

y]a rí^cara, en ininerales (3 ^granlos). Para que la gallina pueda elaborar

uu l^uevu cliario tiene que recibir en su alimentación diarianicnte todos es-

tos principias bastaute auuientados, porque aclcniás cle la proclucciún clel

l^ucvo, la gallina tiene que atender a sus neccsidades propias de sosteni-

niiciitu. ^'a sc clirá más adclante las ^cantidaclcs que dc cstos principios

ne,csita cuusuiuir diariamente; ahora exponclremos las fuentes gcnera-

duras de estos priiicipios :]as gra^sas (para las }'eiuas') se encueutran

abundantemente en los cercales ; lar proteínas (para las claras), en las

harinas de carne, pescado, ^de leche y lcgunihres, y las mincrales (para

la cáscara), en la conchilla de ostras y harina de huesos. El trigo, por

cjen^plo, dará,lugar a yemas y muy pocas claras; los turtos, l^arina de

hexado, carne y lecl^e darán, al conlrario, muchas claras y po^cas ye-

mas, ^- es un deher alimenti:io el equilihrar la raciún cou la iuisina pro-

li^,r^ciún <le estus cotnponeutes.

La custuml^re de nuestros campesina^ es alimentar a Uase cle granos ;

toinando como base el trigo, resulta quc si la gallina se aliti;enta exclusi-

vatncute cun este cereal, encontrará materia suf ciente para elaborar apro-

xin^adaniente uua clara ca^la tres cíías, tres ycinas ^cada día y uua cás-

^cara cada doce días, y si se dispone de inateria prima para elal^orar tres

}'e.nas y una clara, coino la gallina no poclrá fabricar tres huevos, sino uno,

resulta quc d^esperdiciará estérilmcnte dus yenlas, qtie serán real^sorbicías.

^ l?s, pues, alsolutamente necesario nu alimcutar cou cereales, ^oiuo ge-

neralmente ^•ienen haciéndvlo nuestros agricultores, ni con subproductos de

éstcU exclusivainente. Por otra parte, para que la gallina pudiera encon-

trar en e1 trigo los elemeutos necesarios, tenclría que injerir cliariamen-

te 30o branio5 de este cereal, lo que resultaría antieconóinico e iniposible.

I,a raciúu l^ara la gallinas ponedortw ha de tener todos los clcmentus

nrcesarivs para pro^lucir el má^:iiuo nútnero clc lntevos eu sus eduilibra-

^las prol>urciones. Cantidacl y calidad son dos factores de grau interés nu-

triCivu.

Scg^íiu cálculus, en ^allinas pvuc<loras dc in^ls dc 20o huc^^os anua-

le^,, ne^cesitau pruveerse cliariaincnte ^le una racióu que coutenga un i2

a i^ pur ioo de proteína dibestiUle, en las que un ^} por ioo lia clc scr

^le pruce^lencia aniinal, un 45 por ioo de hiclratos de carbono, un 5 por

Ioo de grasas y un 4 pvr ioo <íe celulosa. L:ntiéndas^e bicu que se dice

l;ruteíua cligestiUlc, es ^lecir, cjue no basta sólo que se sun^ini^tre uu de-

tern^inado prinripio, cs nccc^ario, a^lcmás, qtte se dibicra, para qtrc lue-

go sea asimilado y pueda constituir la iuateria due ha de dar lugar a la

rl^^ra. I'ur cousig^uiente, hay que elegir siempre los piensos cuya di^res-

t.uu sca fácil, tales coino los gérmerics dc los ccreales, harinas fiuau de

^^stos, ctr. La digcstibilida^l de los alimentos se aumenta sometiéndolos

a n^accraciones, cocciones e infu^siones. ^Iuchos alimentos que en su di-

^estión clejan grandes i^esicluus, desaharecen éstos si se someten previa-

iucutc a la cocción.

llecíamos también quc eu el porcentaje cle proteíua a suuiinistrar

un ^} hor ioo tenía que scr cle proce^lencia animal, y esto e^s <lebi^lo a

^^^luc la hrutcíua ^lc urigcn aniiual es más conlplcta cn ^su valvr ntttriti^°^^,

tu^la ^^r-r. ^jue couticnc n^ayor riqucza dc lo que se llainan aininu^ícidos,

^jue aquí, por la índole vulgarizadura de estas hojas, nos limitamos a ci-

^ar uiuy stiherlicialm^^nte, con^o se 1ia hccho tainbién en auteriores con-

ceptus; íiiii^camente clii-eni^^s ^jue cuanlo n^ár, ricas scan las proteíuas en

c;tos 1>rinLipios nlás matcriales aportarán y iuejor y inás rápidamente

será su culucación. I^.l cuerpo del edificio o clara, al recibir tudos estos

n^aterialcs n^ás perYeccionadus y inás n^uneror;os en las harinas <le carne,

pes^caclo, sangre y le^he que con las otras proteínas vcgetales, levantará

el eclificio del luievo cou mayor rapidez y si, además, observamos que

^duranee la priinavcra la puesta de las aver, alcanza su máxima gra^do y

analizanclo las causas nos encontramos que ei1 esta épo^ca las gallinas

capturau gran c^iuli^lacl dc larvas, gusauos, inscctos y otros bichillo^ que

suministran estas inatei-ias tan importantes para la elaboración de las

claras, ^juedar^^ ^-rn^lirinada plenainente la necesi^lad de suministrar arti-

ficialmcntc astos ctliir^^^atos ^^ii^^t^al%ua^d^o^r.

Si^ucn, en in^portancia proteica, a éstos las leguininosas (guisantes,

liaUas, algarrobas, soja, etc.), turtos y, en menor proporción, los cereales.

Los otros principios nutritivos quc diariamcnte deben stmlinistrarse

en la aliluelrtación, para alcanzar la puesta de zoo llue^-us anuales, no

ofreceu el intc^rés de las proteínas, toda vez que su iuente cíe aprovecha-

micntu es al^uuclantísima. Los tenemos en los ecrcales, r,uhpradu^ctos de

éstos, tubérculos y raíces, etc., en los que inieresa también su gran di-

gestil^iliclad para alcanzar stt máximo aprovechamiento.

Fiuallnentr, las tnaterias minerales necesaria5 para elabor^u- la cás-cara las eucuutralnos abuuclantemente eu la concllilla de qstras y harina

de hur,os, quc dejáncíulas a disposi^^ción permanentc de las aves las irán

conswniendo a medida que las necesidade^s orgánicas las reduieran.

Ya con esto^ detalles generales de la alimentación, vamos a dar tam-

bién un progralna o pauta nutritiva para la puesta cle 20o huevos anua-

les, con las tnezclas que a continuación se citan :Iistarán integradas con un 3o por loo de granus finamente tritura-

dc^, 3o por ioo ^lc salvados, ro por roo de lcguminosas, _ro por roo dc

harina de ltctios (alfalfa o trébol), ro por ioo ^lc turtos y ro por Ioo

de harina de pescado o similares.

L^n ejelnplo tipo de ^con^posicióu cualitati^•a y cuantitativa de mezcla

es éste :

Salvado grueso .... .... 150 Harina de maíz......... 175 Harina de heno, alfalfa. 7^íruarta ................. 150 Harina de cebada . ..... ]00 Harina de turio.:....... 75Harina ue avena........ 100 Harina de guisantes.... 75 Harina de carne........ 1011

Con estas mezclas se atiende principalmetrte a la elaburación de cla-

ras, bastando para la elaboración de yemar, la ración cle grauo. La pri-

mera, a cíisposición permanente, y la de granos, a íiltima ŝ horas de la tar-

de, ^con uua mezcla de cereales diversos, maíz, cebada, aveua y arroz, a.

partes igttales y con un li^ero predolninio del primero. A1 mediodía s^

les sum^nistrará cl verde.

Er,tas fórlnulas de racionamiento están al alcance de toclos los avicul-

tores, clesde el más modesto campesino al industrial más competente. De-

ben enlplearse en todas las e^plotaciones, porque así evitarán la ruina que

la alimeut^lción exclusiva de cereales acarrea.

Teniendo en ^cuenta que en cada comarca varían los piensos, la prime-

ra fórulula ^:>e etpresa cle un modo general, para quc pueda ser aplicada en

toclas las re;ioues. Los pequelios avicultores que deseen una mezcla ba-

sada ^cu productos peculiares de su comarca pueden ^consultarlo a la Esta-

ción Pecuaria más próxilua, para formularles una mezcla equilibrada y ba-

sacla en los pro^luctos que en su comarca predominen y le interese utilizar..

Estas Ho,rAS se reiniten gratis a quien las pida a la Sección de

Publicaciones, Prensa y Propaganda, dcl Ministerio de Agricultura.

GRAFICAS UGUiNA • MELENDEZ VALDES, Í- MADRiA