Hoja nº 1 Rovirosa

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HOAC HOJA INFORMATIVA Nº 1 JUNIO 2005 SU VIDA Guillermo Rovirosa Albet nace en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el 4 de agosto de 1897. Terminado el bachillerato inicia los estudios de Ingeniería Industrial. Abandona la Iglesia no conforme con una fe que no responde a su ansia de conocer la verdad. Tras buscarla en otras religiones y corrientes filosóficas de su tiempo concluye que sólo la ciencia ofrece certeza de la verdad que podemos conocer. En 1922 se casa con Catalina Canals y trabaja en Barcelona. Más tarde se trasladan a París. Allí una palabras que escucha casualmente al Arzobispo Verdier le hacen caer en la cuenta de que está negando lo que no conoce: en realidad niega credibilidad a Jesucristo sin conocerlo. Inicia entonces una aproxima- ción a la persona de Jesús y a su mensaje que culmina, un año después, con su conversión a la fe cristiana en El Escorial en la Navidad de 1933. Esta conversión marca su vida definitivamente. Él y su esposa se entregan por completo a Dios, disponibles para lo que Él quiera de ellos. Se quedan a trabajar en Madrid y empieza a formarse en la Doctrina Social de la Iglesia. Durante la Guerra Civil cada día se celebra clandestinamente la misa en su casa; sus compañeros trabajadores le eligen presidente del comité obrero de su empresa, por lo que en 1939 es condenado a seis años de prisión, de los que cumple uno. Esta experiencia le ayuda a conocer la realidad del mundo obrero y a percibir la sintonía entre sus ansias de justicia y las propuestas del evangelio. En 1940 se incorpora a la Acción Católica (AC) y comienza a actuar apostólicamente con trabajadores. En 1946 los obispos españoles, a instancias de Pío XII, ante la situación de lejanía de la Iglesia de la clase obrera, deciden la creación de una especializa- ción obrera dentro de la A.C. y, buscando quien podría organizarla, se lo encar- Padre, tú llamaste a Guillermo Rovirosa, le mostraste la grandeza de tu amor, manifestado en Jesucristo, el obrero de Nazaret entregado hasta la muerte y resucitado, y lo enviaste como apóstol al mundo obrero. Concédenos vivir, con su misma coherencia, el bautismo que nos ha hecho hijos tuyos, de modo que en el trabajo de cada día lleguemos a transformar la sociedad según tu voluntad y a transmitir la alegría de la fe a nuestros hermanos. Te pedimos, por su intercesión, ayuda ante la necesidad que te presentamos (...) y el gozo de agradecértela con un mayor compromiso a favor del amor y la justicia. Por Jesucristo, nuestro Señor. (para uso privado) ORACIÓN Para recibir más información, enviar testimonios o comunicar agradecimientos, dirigirse a: HOAC-Causa de G. Rovirosa C/ Alfonso XI, 4-3º. 28014 MADRID Tfno.: 91 701 40 80. Fax: 91 522 74 03 Correo electrónico: [email protected] Para aportar ayudas a la causa, pueden hacerlo mediante giro postal a la dirección arriba citada o mediante ingreso en la siguiente cuenta: Caja Madrid, c/c 2038-1590-29-6000054839 Guillermo Causa de canonización de R ovirosa Su proceso de canonización se abrió el 8 de julio de 2003 Con licencia eclesiástica, de conformidad con el decreto de Urbano VIII Promotora de la causa: Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

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ORACIÓN SU VIDA Para recibir más información, enviar testimonios o comunicar agradecimientos, dirigirse a: Te pedimos, por su intercesión, ayuda ante la necesidad que te presentamos (...) y el gozo de agradecértela con un mayor compromiso a favor del amor y la justicia. Para aportar ayudas a la causa, pueden hacerlo mediante giro postal a la dirección arriba citada o mediante ingreso en la siguiente cuenta: Caja Madrid, c/c 2038-1590-29-6000054839 Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Page 1: Hoja nº 1 Rovirosa

HOAC HOJA INFORMATIVA Nº 1 JUNIO 2005

SU VIDA

Guillermo Rovirosa Albet nace en Vilanova i la Geltrú(Barcelona) el 4 de agosto de 1897.

Terminado el bachillerato inicia los estudios de IngenieríaIndustrial. Abandona la Iglesia no conforme con una fe queno responde a su ansia de conocer la verdad. Tras buscarla enotras religiones y corrientes filosóficas de su tiempo concluyeque sólo la ciencia ofrece certeza de la verdad que podemosconocer. En 1922 se casa con Catalina Canals y trabaja enBarcelona. Más tarde se trasladan a París. Allí una palabrasque escucha casualmente al Arzobispo Verdier le hacen caeren la cuenta de que está negando lo que no conoce: en realidadniega credibilidad a Jesucristo sin conocerlo. Inicia entonces una aproxima-ción a la persona de Jesús y a su mensaje que culmina, un año después, consu conversión a la fe cristiana en El Escorial en la Navidad de 1933.

Esta conversión marca su vida definitivamente. Él y su esposa se entreganpor completo a Dios, disponibles para lo que Él quiera de ellos. Se quedan atrabajar en Madrid y empieza a formarse en la Doctrina Social de la Iglesia.Durante la Guerra Civil cada día se celebra clandestinamente la misa en sucasa; sus compañeros trabajadores le eligen presidente del comité obrero desu empresa, por lo que en 1939 es condenado a seis años de prisión, de losque cumple uno. Esta experiencia le ayuda a conocer la realidad del mundoobrero y a percibir la sintonía entre sus ansias de justicia y las propuestas delevangelio. En 1940 se incorpora a la Acción Católica (AC) y comienza aactuar apostólicamente con trabajadores.

En 1946 los obispos españoles, a instancias de Pío XII, ante la situación delejanía de la Iglesia de la clase obrera, deciden la creación de una especializa-ción obrera dentro de la A.C. y, buscando quien podría organizarla, se lo encar-

Padre, tú llamaste a Guillermo Rovirosa, le mostraste la grandeza de tu amor, manifestado en Jesucristo,

el obrero de Nazaret entregado hasta la muerte y resucitado,y lo enviaste como apóstol al mundo obrero.

Concédenos vivir, con su misma coherencia,el bautismo que nos ha hecho hijos tuyos,

de modo que en el trabajo de cada díalleguemos a transformar la sociedad según tu voluntad y a transmitir la alegría de la fe a nuestros hermanos.

Te pedimos, por su intercesión,ayuda ante la necesidad que te presentamos (...)

y el gozo de agradecértela con un mayor compromisoa favor del amor y la justicia.

Por Jesucristo, nuestro Señor.(para uso privado)

ORACIÓN

Para recibir más información, enviar testimonios o comunicar agradecimientos, dirigirse a:

HOAC-Causa de G. RovirosaC/ Alfonso XI, 4-3º. 28014 MADRID

Tfno.: 91 701 40 80. Fax: 91 522 74 03Correo electrónico: [email protected]

Para aportar ayudas a la causa, pueden hacerlo mediante giro postal a la dirección arriba citada o mediante ingreso en la siguiente cuenta:

Caja Madrid, c/c 2038-1590-29-6000054839

GuillermoCausa de canonización deRovirosa

Su proceso de canonización se abrió el 8 de julio de 2003

Con licencia eclesiástica, de conformidad con el decreto de Urbano VIII

Promotora de la causa: Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

Page 2: Hoja nº 1 Rovirosa

«Mi (digamos) primera conversión tuvo como punto departida el siguiente hecho:

Era finales de 1932 y yo iba distraídamente por las calles deParís, cuando me llamó la atención el ver una gran muchedum-bre ante la iglesia de San José. Por pura curiosidad preguntéqué pasaba. Me dijeron que el Cardenal Verdier hacía la visitapastoral, y que en aquellos momentos estaba predicando. (…)

Empujado por la curiosidad entré, como pude, para verlo.El oírle fue cosa de dos o tres minutos, y lo único que pes-

qué fue este concepto:- El cristiano es un especialista en Cristo, y de la misma

manera que el mejor oculista es el que más sabe de teoría yde práctica de ojos, así el mejor cristiano es el que más sabede teoría y de práctica de Jesús.

Ésta fue la semilla de Vida que la Providencia amorosadejó caer en mi estiércol, valiéndose de las palabras de suservidor, el Arzobispo de París, que nunca supo ni pudo sos-pechar que iban a cambiar mi vida.

Con lo que me habían “inculcado” de pequeño, yo creía queya lo sabía todo del cristianismo teórico, y la práctica ya lahabía descubierto después por mi cuenta cuando me aperci-bí del “timo”; ésta era mi convicción. Pero entonces me dicuenta de que de Jesús no sabía casi nada, ni de teoría ni depráctica. Y me entraron ganas de saber algo».

(Guillermo Rovirosa: El primer traidor cristiano. Judas de Keirot, el apóstol,Obras Completas, tomo I p.500).

«Dios irrumpió en él por la puerta, única quizás, que habíamantenido abierta de entre todas las que podían permitir quealgún rayo de luz religiosa penetrase en su alma: era suamor a la verdad y su noble voluntad de ser consecuente».

(Tomás Malagón: Communio (1979)20).

«Rovirosa, he ahí un profeta. Eso es, un hombre traspasa-do por la Palabra candente de Dios. Como Jeremías, comoIsaías, como Amós, como el Bautista. ¿Vale la comparación?Me tomo el riesgo personal de hacerla...

“Los pobres no son evangelizados”, “Cristo les quiere losprimeros en su redil, y... en la Iglesia no tienen puesto”. Es elgrito compulsivo de Rovirosa a la situación nuestra, a la deahora, en nuestra Iglesia... Es el clamor de Jesús, hecho vida,voz y fuerza en su profeta...»

(J. Pont i Gol, Arzobispo de Tarragona: Rovirosa, apóstol de la clase obrera,p. 207)

SUS ESCRITOSgan a Rovirosa. Éste ve en esta tarea la misión que Dios letenía reservada y, coherente con la ofrenda de su vida hechaal convertirse, de acuerdo con su esposa, renuncia a todo y sededica por entero a hacer realidad la Hermandad Obrera deAcción Católica (HOAC).

Convencido de que los obreros son los que evangelizarán elmundo del trabajo, recorre toda España promoviendo gruposde apóstoles obreros, dando cursillos de formación en horasnocturnas, visitando los seminarios en busca de futuros con-siliarios. Pone en marcha el ¡TÚ!, semanario obrero de ampliadifusión, y el Boletín de la HOAC para la formación de mili-tantes. Su palabra es siempre viva y directa, alude a la durarealidad del mundo obrero y transmite la visión cristiana delhombre y su dignidad de hijo de Dios y de trabajador. Valorala cultura obrera y habla su lenguaje. Apasionado seguidor deJesucristo, lo presenta como aquel que responde a los anhe-los de justicia y hermandad que laten en el esfuerzo de supe-ración del mundo obrero aún en medio de conflictos yluchas; y muestra cómo en su evangelio, llevado a la vida,está la clave de solución de los problemas sociales.

Su planteamiento resulta esperanzador para muchos traba-jadores que descubren a un Dios cercano a su mundo e impli-cado en su renovación, y son frecuentes entre ellos las con-versiones a la fe en Jesucristo. Pero otros sectores sociales aco-modados se sienten cuestionados y reaccionan con dureza.En la España de los años 40 y 50 un movimiento apostólicode este tipo, a contracorriente de la línea oficial, no era acep-tado fácilmente; por ello llueven denuncias falsas y presionessobre la Jerarquía eclesiástica para que actúe contra Rovirosa.En 1957 es apartado de la dirección de la HOAC.

A partir de entonces Guillermo Rovirosa pasa largas tem-poradas en Montserrat, profundiza en su reflexión teológi-ca, aplicando siempre el evangelio a la vida de la persona yde la sociedad, y escribe una serie de obras que manifiestanla grandeza de su fe y su pasión por un mundo que llegue avivir en comunión. Muere en Madrid el 27 de febrero de1964.

TESTIMONIOS