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DON MANUEL RUBÍN DE CELIS , POR LA GRACIA de Dios , y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Cartagena , del Consejo de su Magestad , &c.

OR quanto el Colegio de San Fulgen­cio de efta Ciudad es uno de los mas importantes objetos de nuestro Pasto­ral Ministerio por su autorizada fun­dación Y provechoso fin de su insti­tuto 5 nos ha merecido y merece en el dia particular atención ; por me­

dio de la qual , y de seguros informes , que nos ha pa­recido conveniente tomar > eílamos enterados de la nece­sidad 5 que tiene el referido Colegio, de Maeftros dentro de él para la enseñanza de los Seminaristas : pues ade­más de evitar por este medio los perjudiciales extravíos, é inconvenientes repetidamente experimentados hafta aho­ra , con motivo de salir fuera del Seminario para dicha enseñanza, es efto poco confori"ne á lo que claramente dis­pone el Sagrado Concilio de Trento en el capitulo i8 . Ses. 23. de reform, , y opuefto al fin expreso de la agre­gación hecha al referido Colegio de varios Beneficios, y al motivo que tuvo el Sumo Pontífice Inocencio Deci­motercio para confirmar dicha agregación , según consta literalmente en su Bula expedida en Roma á quatro de Marzo del año mil setecientos veinte y tres. Por lo que, y por otras juilas causas que nos asiften , y eftimulan nuéftro zelo Pastoral , hemos resuelto establecer , y es­tablecemos la debida enseñanza dentro del mismo Cole­gio 5 y nombrar para ella Maestros idóneos, que confor-

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me á lo dispuefto en el Santo Concilio de Trento inftru-yan á los Seminaristas en las Artes liberales; en las cien­cias y disciplinas sagradas; y en todo lo preciso y condu­cente á formar Eclesiásticos útiles para la cooperación de ios sagrados Ministerios, con el salario de doscientos du­cados de vellón en cada un año , que deverá gozar cada uno de los expresados Maestros , además de la habitación que se les dará dentro del mismo Seminario , y de la ra­ción y asistencia , la qual queremos sea iguálala que ac­tualmente goza el Capellán de dicho Colegio ; y con la obligación de arreglarse todos y cada uno de los expresa­dos Maestros al Plan de enseñanza siguiente.

I Para la enseñanza de Filosofía nombramos tres Ca­tedráticos 5 y cada uno de estos seguirá su Curso por tres años 5 de suerte que todos los años se empieze y finalize Curso de Filosofía en el Seminario. - ^ En el año primero explicará cada Catedrático de Filosofía la Lógica, y primera parte de la Metafísica;en el segundo la segunda parte de esta , y la Fisica general; en el tercero la particular, y la Ethica ó Filosofía Moral: entresacando y omitiendo ( de acuerdo con el Re6i:or del Seminario ) aquel capitulo ó capitulos de la Fisica particu­lar , que parecieren menos importantes para inteligencia y adelantamiento en las ciencias sagradas , á fín de ganar tiempo necesario para el estudio de la Ethica , y no gra-» var demasiadamente á los Seminariftas deftituidos de ven­tajosa comprehension : cuya providencia sea y se entienda con el Catedrático que ha de empezar Curso Filosofícq este año, y demás que le empezaren en lo succesivo ; no con los dos que por ahora hayan de continuar el segundo y tercero año de Filosofía, a quienes encargará el Reftor observen lo que le hemos prevenido, á fín de evitar los atra­sos que pudieran seguirse de efte nuevo.eftablecimiento.

3 Para la enseñanza de Filosofía usarán los Catedrá­ticos de las Instituciones Filosofícas del Padre Francisco Jacquier , que nos han parecido muy oportunas para insf

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3 truccion de nn Semiñano Conciliar, cuyodidamen(con^, forme con el de Sugetos doóiisimos) se apoya en la expe­riencia y notoria utilidad, que del estudio de dicha Obra saca el famoso Colegio Urbano de Roma , dicho comun­mente de propaganda Fide; y efta providencia se entienda por ahora.

4 Todos los Catedráticos de Filosofía empezarán su Curso el dia veinte de Septiembre de cada año, y darán punto en veinte y ocho de Junio del siguiente; de suerte que el año escolar de dicho Seminario comprehenda dos­cientos ochenta y un dias cabales. . 5" En efte tiempo se permitirán las acoftumbradas vacaciones ; es á saber : desde la víspera de Santo Tomás Apoftol hafta el dia de Epifanía ; los tres dias de Car-neftolendas 5 y Miércoles de Ceniza; toda la Semana San-í ta 5 y la de Pasqua de Resurrección.

ó Además de las vacaciones referidas serán dias feria­dos los Domingos y Fieftas en que se prohibe á los Fieles el trabajo corporal;los dias de media fieíla,en los quales, aunque se permite dicho trabajo, se manda bajo precepto oír Misa ; y demás dias de especial culto y devoción en efte Obispado , quales son los de San Antonio Abad, San Blas Obispo 5 Santo Tomás de Aquino, San Francisco de Sales, San Leandro, Santa Florentina , San Isidoro, nues­tra Señora de la Paz, del Carmen, de los Angeles , y del Pilar, San Felipe Neri, Santo Domingo, San Roque, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, la Conmemo­ración de todos los Fieles difuntos, y los diez dias de eger-cicios espirituales de Comunidad.

7 En los dias de Aula entrarán en ella los Catedráti­cos de Filosofía, dfesde principio del Curso hafta el ultimo dia de Odubre , y desde primero de Abril hafta fín de di­cho Curso, a las siete y media por la mañana > saliendo i las nueve y media; y por la tarde a las t res , saliendo alas cinco. Desde dicho dia ultimo de Oftubre hafta primero de Abril eutrarán por la mañana á las ocho , saliendo á las

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4 diez 5 y por la tarde á las dos y media, saliendo á las qua-tro y media : de suerte que en todo tiempo tendrán por mañana y tarde dos horas de Aula , las que emplearán en tomar lección á sus Discipulos, explicarla, y hacer las pre* guntas que parezcan convenientes para asegurarse de su in­teligencia 5 dejándoles algún tiempo para que se egerciten en argüir de las Queftiones que cada Catedrático con acuer­do del Re¿i:or les señalare; por cuyo medio las comprehen-derán mejor y se habilitarán en el método con que se pro­ponen y desvanecen las dificultades en las Escuelas.

8 En los dias Feriados cada Catedrático de Filoso­fía tendrá hora y media de Academia, y en eíla, havien-do señalado lección de lo que hayan dado en el Aula sus Discipulos 5 se ocupará en preguntarles, y explicarles dicha lección 5 nombrando uno que defienda la conclusión ó con­clusiones pertenecientes á ella 5 y responda á dos argumen­tos de sus Condiscipulos: y procurarán los Catedráticos que en argüir y responder se guarde la misma formalidad que se debe observar en los Teatros , para que inftruyendose privadamente los Seminariílas sepan después producirse en publico con lucimiento.

9 Siempre que tenga qualquiera Catedrático algún le-» gitimo impedimento, juila causa, ó precisa ocupación (aun­que sea propria ) podrá fiar al cuidado del respetivo Pasan­te la asiftencia á la Academia en los dias feriados, dando cuenta al Redor , á quien encargamos que en efta parte use de prudente indulgencia con los Catedráticos, en aten­ción á su mucho trabajo ; pero no permitirá que llegue á introducirse por coílumbre la falta de eílos en las Acade^ mias.

10 Cada Catedrático deberá presidir las Conclusiones de Capilla que defendieren sus Discipulos , y argüir por turno ( quando sea preciso á los de otros ; y en caso de ausencia de los Catedráticos subftituirán por eílos los Pa­santes. ^--'H Para dichas Conclusiones , y para las Lecciones

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de puntos, y de Oposición , que sé acoftumbrán tener en k Capilla del Seminario , se han de señalar dias feriados^ arreglándose á el Plan que formará el Reélor todos lósanos, á ñn de que cada Catedrático sepa los ados y egercicios li . terarios que ha de softener, y los dias que le señalaren pa­ra que se prevenga con la debida anticipación, y lo preven­ga igualmente á sus Discipulos.

12 En todas las conferencias y egercicios literarios de Capilla presidirá el Circo el Rector del Seminario, y hará observar la debida moderación, decidiendo las dudas quan-do el ardor del que arguya ó responda, lejos de aclararlas, las fomente ; y también impondrá silencio quando lo juz­gue oportuno: y encargamos á los Catedráticos, Pasantes, Seminariftas, y á los demás que ocuparen lugar en el Cir­co , que en los ados públicos obedezcan prontamente , y sin replica las determinaciones del Redor , sugetandose con respetoso silencio á sus decisiones.

13 En ausencia del Redor , ó quando no asiftiere á los egercicios literarios, hará sus veces el Regente de Eftudios, y efte será el que nombrare el Redor al principio de cada Curso con nueítro permiso y aprobación: y si aconteciese que ni el Redor , niel Regente de Eftudios asiftan en el Circo 3 presidirá el Catedrático mas antiguo que se hallare en él. - 14 Nins;nna conclusión podrá repartirse para defen­derse en piiblico sin que antes se le presente al Redor , y se obtenga su aprobación y licencia.

I Será del cargo de todos y cada uno de los Cate­dráticos zelar á los Seminariftas en las horas de eftudío, y de silencio, procurando la aplicación de todos, dando cuen­ta al Redor de las contravenciones ó defedos notables de aquellos quando juzgasen necesario algún caftigo para su enmienda; y quando no , los mismos Catedráticos corregi­rán las faltas leves en que noten haber incurrido aquellos: para lo qual visitarán silenciosamente sus quartos en las ho­ras de eftudio , repartiéndose efte encargo por turno de

dias

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áías ó semanas según pareciere al Reítor; á quien incum­be 5 asi efta , como todas las demás obligaciones que se di­rigen al mejor govierno del Seminario, y aprovechamiento de sus Alumnos. - I ó Para la enseñanza de Teología queremos se deíli-nen quatro Catedráticos; y de eílos el primero se ocupa­rá solamente en explicar á sus Discípulos el Tratado que 4e los lugares Teológicos escribió Gaspar Juenin 5 dillribu-yendo sus lecciones de suerte que en un año queden aque­llos suficientemente inftruidos en todo el dicho Tratado, y puedan acreditarlo en los Examenes piiblicos á que deben sugetarse todos los Seminariftas en fin de cada Curso.

ij Los otros tres Catedráticos, enseñarán el Curso de Teología por el compendio de la del Padre Lorenzo Berti, que compuso el Padre Gerónimo Maria Bucio , el qual nos ha parecido muy acomodado para uso de los Semina-riftas 5 y oportuno para exado cumplimiento de varias Rea­les Cédulas de su Mageílad, y especialmente de la de catorce de Agofto de mil setecientos sesenta y ocho, la qual, repi­tiendo que solamente se enseñe laDodrina pura de la Igle­sia siguiendo la de San Agustin , y Santo Tomás, prohi­be todos los Comentarios en que directa o indireSbamente se oigan máximas contrarias , y previene, ^í/e a este fm^ sin adoptar Sistemas particulares, que formen secta y es­pirita de Escuela se reduzcan aun justo limite las sutile­zas Escolásticas,

18 Empezará cada Catedrático su Curso de Teología, y le continuará por tres años, para que de efta suerte to­dos los años se empieze Curso de Teología en el Semina­rio , y los Catedráticos bien inítruidos (con el largo trato ) de los talentos , aplicación, y coílumbres de sus Discípu­los puedan governarles mejor, y corregirles según conven­ga ; lo que sería mas difícil si para cada año se deftinase -perpetuamente un Catedrático ^ ó solo huviese uno de Pri­ma , y otro de Vísperas > como sucede en algunos Semi-laarios. :

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: 19 Los Catedráticos de Teología entrarán y saldrán de sus Aulas en todos tiempos á las mismas horas que losi de Filosofía, j las emplearán bajo las mismas reglas, y en los egercicios respectivamente iguales prescriptos para la en­señanza de aquella. Y generalmente en sus obligaciones. Conclusiones de Capilla , lecciones de puntos y de oposi­ción ; Academias de dias feriados, y demás egercicios lití «j rarios se governarán los Catedráticos de Teología por las mismas reglas que hemos señalado á los de filosofía tra- ) tando de su enseñanza.

20 Para la de la Teología Moral queremos que se destiné un Catedrático, el qual deberá ocuparse en expli­carla á sus Discipulos, valiéndose para efte íin de la Su­ma ó Compendio de ella , que dio á luz el Padre Daniel Concina ; distribuyendo de suerte las lecciones que en el espacio de dos años queden sus Discipulos inftruidos $uii-clenteraente en todo el referido- compendio. " 2 í Como los Seminariftas no empiezan el eftudio de la Teología Moral hafta que han concluido sus cursos de Pilosolia y Teología Escolástica, se hallan por consiguien­te menos necesitados de la viva voz para inteligencia y ex­plicación de lo que leen. Por lo mismo , relevando al Ca­tedrático de Moral de la asiftencia a la Aula por mañana y tarde , señalada a todos los demás Catedráticos, quere­mos que asifta una sola vez al dia, y sea en aquella hora que el Re£í:or juzgase mas acomodada según la variedad de los tiempos.

12, El Catedrático de Moral defenderá una conferen­cia cada Semana, proponiendo para ella una conclusión de las que huviese explicado ya á sus Discipulos , lá que se pondrá en piiblico según coftumbre del Seminario , y se defenderá en la Capilla bajo las mismas reglas, y formali­dad prescripta para las de Filosofía y Teología.

Y mandamos al Reélor, Vice-Reftor, Catedráticos, y Seminariftas, guarden, cumplan y observen puntualmen­te sin escusa ni tergiversación alguna, cada uno en la parte

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8 que le toca , lo que vá prevenido: reservando, como Nos reservamos, tomar en lo succeslvo las providencias, que tu­viéremos por mas convenientes á la enseñanza, y aprove­chamiento de dicho Colegio , según lo que nos diáare la experiencia 5 asi sobre las Cátedras de Latinidad, y Caño­nes 5 como sobre lo que queda dispuefto. Dado en la Ciu­dad de Murcia á diez y seis dias del mes de Septiembre de mil setecientos setenta y quatro años. zZ Manuel, Obispo de Cartagena. ;i: Por mandado de S. S. I. el Obispo mi Señor, z^ Don Francisco Rubin de Celis.

Concuerda con el original que existe en el Archivo del Semi­nario de San Fulgencio de esta Ciudad , el que me fue exhibi­do y y de mandato del llustrisimo Señor Obispo de este de Car­tagena ^ mi Señor j asi lo certifico. Murcia treinta de Septiem­bre de mil setecientos setenta y quatro,

Don Francisco Rubin de Celis.

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