Hitler de Madera

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Hitler de Madera. Me inspiro en la infancia de Adolf Hitler y la historia de Pinocho, estos personajes se fusionan creando uno sólo. Adolf Hitler en su libro Main Kamph relata sucesos de su niñez que mi mente relacionó con el famoso cuento infantil. “Fue sin duda en aquella época cuando forjé mis primeros ideales. Mis ajetreos infantiles al aire libre, el largo camino a la escuela y la camaradería que mantenía con muchachos robustos, lo cual era motivo frecuentemente de hondos cuidados para mi madre, pudieron haberme convertido en cualquier cosa menos en un poltrón. Si bien por entonces no me preocupaba seriamente la idea de mi profesión futura, sabía en cambio que mis simpatías no se inclinaban en modo alguno hacia la carrera de mi padre. Creo que ya entonces mis dotes oratorias se ejercitaban en altercados más o menos violentos con mis condiscípulos. Me había hecho un pequeño caudillo, que aprendía bien y con facilidad en la escuela, pero que se dejaba tratar difícilmente. Cuando, en mis horas libres, recibía lecciones de canto en el coro parroquial de Lambach, tenía la mejor oportunidad de extasiarme ante las pompas de las brillantísimas celebraciones eclesiásticas. De la misma manera que mi padre vio en la posición del párroco de aldea el ideal de la vida, a mí la situación del abad me pareció también la más elevada posición. Al menos, durante cierto tiempo así ocurrió. Mi padre, por motivos fácilmente comprensibles, no prestaba mucha atención al talento oratorio de su travieso vástago para sacar de ello conclusiones favorables en relación con su futuro, resultando obvio que no concordase con mis ideas juveniles. Aprensivo, él observaba esta disparidad de naturalezas. En realidad, la vocación temporal por la citada profesión desapareció muy pronto, para dar paso a esperanzas más acordes con mi temperamento. En el estante de libros de mi padre encontré diversas obras militares, entre ellas una edición popular de la guerra franco-prusiana de 1870-71. Eran dos tomos de una revista ilustrada de aquella época, que convertí en mi lectura predilecta. No tardó mucho para que la gran lucha de los héroes se transformase para mí en un acontecimiento de la más alta significación. Desde entonces me entusiasmó, cada

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Hitler de Madera.Me inspiro en la infancia de Adolf Hitler y la historia de Pinocho, estos personajes se fusionan creando uno slo.Adolf Hitler en su libro Main Kamph relata sucesos de su niez que mi mente relacion con el famoso cuento infantil.Fue sin duda en aquella poca cuando forj mis primeros ideales. Mis ajetreos infantiles al aire libre, el largo camino a la escuela y la camaradera que mantena con muchachos robustos, lo cual era motivo frecuentemente de hondos cuidados para mi madre, pudieron haberme convertido en cualquier cosa menos en un poltrn. Si bien por entonces no me preocupaba seriamente la idea de mi profesin futura, saba en cambio que mis simpatas no se inclinaban en modo alguno hacia la carrera de mi padre. Creo que ya entonces mis dotes oratorias se ejercitaban en altercados ms o menos violentos con mis condiscpulos. Me haba hecho un pequeo caudillo, que aprenda bien y con facilidad en la escuela, pero que se dejaba tratar difcilmente. Cuando, en mis horas libres, reciba lecciones de canto en el coro parroquial de Lambach, tena la mejor oportunidad de extasiarme ante las pompas de las brillantsimas celebraciones eclesisticas. De la misma manera que mi padre vio en la posicin del prroco de aldea el ideal de la vida, a m la situacin del abad me pareci tambin la ms elevada posicin. Al menos, durante cierto tiempo as ocurri. Mi padre, por motivos fcilmente comprensibles, no prestaba mucha atencin al talento oratorio de su travieso vstago para sacar de ello conclusiones favorables en relacin con su futuro, resultando obvio que no concordase con mis ideas juveniles. Aprensivo, l observaba esta disparidad de naturalezas. En realidad, la vocacin temporal por la citada profesin desapareci muy pronto, para dar paso a esperanzas ms acordes con mi temperamento. En el estante de libros de mi padre encontr diversas obras militares, entre ellas una edicin popular de la guerra franco-prusiana de 1870-71. Eran dos tomos de una revista ilustrada de aquella poca, que convert en mi lectura predilecta. No tard mucho para que la gran lucha de los hroes se transformase para m en un acontecimiento de la ms alta significacin. Desde entonces me entusiasm, cada vez ms, todo lo que tena alguna relacin con la guerra o con la vida militar. Pero tambin en otro sentido debi tener esto significado para m.La similitud con Pinocho nace en mi mente por la sencillez e ingenuidad que pueden tener los nios. Y lo manipulables que pueden llegar a ser. En su vida se topan con influencias de distintas naturalezas que son convenientes o no a largo plazo, la diferencia es, que algunos tienen ms suerte que otros. Si los ejemplos de vida resultan positivos no hay problema alguno. Pero, Qu pasa si no lo es? Simplemente no hay salida, ni forzosa ni voluntaria, slo no la hay. Quizs porque los ideales planteados desde temprana edad son difciles de eliminar de la mente a una edad madura, o quizs no fueron guiados a tiempo.Pinocho se hizo amigo de dos nios muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando los consejos del grillito. En lugar de ir a la escuela, Pinocho decidi seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas. Al ver esta situacin, el hada buena le puso un hechizo. Por no ir a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal, cada vez que deca una mentira, le creca la nariz ponindose colorada. Pinocho acab reconociendo que no estaba siendo bueno, y arrepentido decidi buscar a Geppetto. Supo entonces que Geppeto, al salir en su busca por el mar, haba sido tragado por una enorme ballena.

Pinocho, con la ayuda del grillito, se fue a la mar para rescatar al pobre viejecito. Cuando Pinocho estuvo frente a la ballena le pidi que le devolviese a su pap, pero la ballena abri muy grande su boca y se lo trag tambin a l. Dentro de la tripa de la ballena, Geppetto y Pinocho se reencontraron. Y se pusieran a pensar cmo salir de all. Y gracias a Pepito Grillo encontraron una salida. Hicieron una fogata. El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa sali volando con sus tres tripulantes. Todos se encontraban a salvo.

Tal vez Hitler necesitaba un Pepe Grillo, o un Geppetto en su infancia. La historia que conocemos sera totalmente diferente de haber sido as.-Hitler se mira al espejo. Pero ve el reflejo de un nio joven, se ve a s mismo con brazos de madera. Arregla su uniforme, y sube al escenario, la multitud gritaba con euforia su nombre, el cual preceda de un HAIL gritado desde las entraas, casi podas escuchar la tensin de las cuerdas vocales de aquellas personas llenas de aspiraciones y sueos que si bien no eran saludables, se les venda como el renacimiento de una nacin. Y Quin podra resistirse a tan hermoso ideal? La mente es un sitio espeluznante. Nacen, mueren y se transforman ideas por conveniencia, a veces estas ideas son moldeadas, no por el individuo que la posee sino por terceros. Es necesario entonces, preguntarse Si nos enfocamos en estos dos tipos; Cul es ms peligrosa? Aquella en la que habitan pensamientos firmes y resistentes al cambio, o la que es capaz de manipular al primer tipo?