Historias y Hombres: El Comité Pro-Territorio de Quintana Roo · federal para el sostenimiento de...

30
Historias y Hombres: El Comité Pro-Territorio de Quintana Roo Antonio Higuera Bonfil CIESAS Sureste A la memoria de don Aurelio Aranda Trigueros, incansable luchador por Quintana Roo Introducción La formación de una nación se inicia con la constitución y fortale- cimiento de las sociedades regionales. México es un país que cuenta con una gran variedad étnica así como conunaampliagama de expresiones culturales que le han permitido encontrar diversas maneras del ser mexicano, cada uno con rasgos y características distintivos. Esta diversidad cultural es relevante para cada región de Méxi- co, pero es de especial importancia en las zonas fronterizas, ya que al definir y consolidar la identidad regional estamos -d e acuerdo con Gamio- forjando patria. Para Quintana Roo, uno de los periodos definitorios de su historia es la desmembración del Territorio Federal durante la década de los años treinta, ya que este hecho significó la cohesión de los diferentes sectores de la sociedad en torno a una lucha común. No debemos olvidar que esa desmembración no fue una decisión espontánea del gobierno federal, sino el resultado de la combinación de muchos factores, esencialmente políticos, gesta- dos por lo menos desde 1924. Ciertamente la primera piedra en la edificación de una identi- dad local había sido colocada desde la creación misma de la entidad federativa a principios de este siglo, pero uno de los acontecimien- tos que puso a prueba el temple de los primeros quintanarroenses

Transcript of Historias y Hombres: El Comité Pro-Territorio de Quintana Roo · federal para el sostenimiento de...

Historias y Hombres:El Comité Pro-Territorio de Quintana Roo

Antonio Higuera Bonfil CIESAS Sureste

A la memoria de don Aurelio Aranda Trigueros, incansable luchador por Quintana Roo

Introducción

La formación de una nación se inicia con la constitución y fortale­cimiento de las sociedades regionales. México es un país que cuenta con una gran variedad étnica así como conunaampliagama de expresiones culturales que le han permitido encontrar diversas maneras del ser mexicano, cada uno con rasgos y características distintivos.

Esta diversidad cultural es relevante para cada región de Méxi­co, pero es de especial importancia en las zonas fronterizas, ya que al definir y consolidar la identidad regional estamos -d e acuerdo con Gamio- forjando patria.

Para Quintana Roo, uno de los periodos definitorios de su historia es la desmembración del Territorio Federal durante la década de los años treinta, ya que este hecho significó la cohesión de los diferentes sectores de la sociedad en torno a una lucha común. No debemos olvidar que esa desmembración no fue una decisión espontánea del gobierno federal, sino el resultado de la combinación de muchos factores, esencialmente políticos, gesta­dos por lo menos desde 1924.

Ciertamente la primera piedra en la edificación de una identi­dad local había sido colocada desde la creación misma de la entidad federativa a principios de este siglo, pero uno de los acontecimien­tos que puso a prueba el temple de los primeros quintanarroenses

fue sin duda el reparto del Territorio entre Yucatán y Campeche.La historia no sólo se compone de documentos, los recuerdos

de quienes vivieron determinadas épocas y protagonizaron suce­sos relevantes para una comunidad, permiten un mejor entendi­miento de los hechos y les dan vida. Los testimonios de payobis- penses que participaron en mayor o menor medida, en la lucha del Comité Pro-Territorio Federal de Quintana Roo, es una riqueza sensible de rescate y constituyen verdaderas fuentes de conoci­miento que permiten profundizar en las condiciones en que se desenvolvió aquella labor. De la misma forma estas remembranzas deben formar parte de la memoria colectiva de una comunidad, de una tradición local, por lo que es indispensable que los jóvenes de Quintana Roo conozcan esos recuerdos y entiendan la lucha de quienes se esforzaron por dejar el legado que disfrutamos en la actualidad.

Los fundamentos de la desaparición del Territorio nunca han sido claros, en el decreto de 1931 se esgrimieron argumentos eco­nómicos que sostenían que el subsidio aportado por el erario federal para el sostenimiento de Quintana Roo era una pesada carga y que por esta razón debía anexarse a aquellos estados.

Esta decisión causó un descontento general entre los habitan­tes del Territorio, a quienes no se les pidió ninguna opinión, como si no fueran ciudadanos mexicanos. Constituido el Comité Pro- Territorio Federal de Quintana Roo, se iniciaron gestiones para tratar de impedir la desmembración y después para lograr su refederalización.1

Los años de lucha que siguieron al decreto emitido por Pascual Ortiz Rubio, además de lograr su objetivo, sirvieron de base para las futuras organizaciones quintanarroenses. La fórmula que dio vida al Comité Pro-Territorio de Quintana Roo fue una semilla fértil que caracterizó las demandas del pueblo al aspirar por un gobernador nacido en esta tierra.

Por las razones antes expuestas, y como un reconocimiento a quienes lucharon por una causa que la historia ha demostrado justa, este trabajo reseña las acciones del Comité Pro-Territorio

Federal de Quintana Roo.Es conveniente señalar que se compone de diferentes tipos de

testimonios que se entretejen y exponen la complejidad de un proceso histórico, l o s t e x t o s reúne documentos de la época que nos interesa, incluye tanto comunicados oficiales como personales y expone, en términos generales, una visión formal de los sucesos. l a s v o c e s son los testimonios recogidos con protagonistas de la lucha del Comité, y aunque a veces parezcan contradictorios reflejan una imagen viva —aún cotidiana— de los acontecimientos. l o s h e c h o s conecta esos dos niveles y es el hilo conductor de la re­construcción histórica. Es en los primeros dos niveles, donde el lector encontrará información nueva sobre las causas y el proceso de desmembración del Territorio, así como de la actividad del Comité.

Justicia, ley y el territorio de Quintana Roo2

Los hechos

La desaparición del Territorio Federal de Quintana Roo en 1931, es el resultado de un largo proceso iniciado por el Senador Gusta­vo Sotelo Regil el 10 de diciembre de 1924, cuando se pretendía anexar a Yucatán una gran porción del norte del Territorio.

La propuesta recibida por el Senado, es revisada por la Comi­sión de Puntos Constitucionales, que emite un dictamen favorable a la iniciativa el 1 de septiembre de 1925. Las razones que se manejan son la escasez de población del Territorio, así como la cuantía del subsidio federal para el sostenimiento del Territorio, por lo que pide se dé forma a lo que se califica como una situación de hecho. Una semana después se da segunda lectura al dictamen y es aprobado sin discusión alguna, el 10 de septiembre de 1925.3

Mientras se discute la iniciativa de segregación en la Cámara de Senadores, el Presidente Elias Calles nombra al general Amado Aguirre, Jefe Político y Militar de Quintana Roo, encargándole hacer un estudio de las condiciones económicas y sociales del Territorio Federal.

El objetivo de ese estudio es determinar la conveniencia de la anexión. Ante la magnitud de la empresa, Aguirre forma una Comisión de Estudios integrada por varios especialistas y rinde un informe en el que se describen las condiciones de vida de los quintanarroenses.

Este informe registra que en 1925 el Territorio cuenta aproxi­madamente con 5,500 habitantes, de los cuales casi la mitad estaban asentados en la municipalidad de Payo Obispo,4 los resi­dentes en Quintana Roo cultivan maíz y frijol, frutales, garbanzo, caña de azúcar, café y corozo, amén de extensos cocales.5

La copra, junto con la pesca y los recursos forestales, son la riqueza natural de la región. En esa época 3,296,672 hectáreas están cubiertas de selva, donde proliferan el cedro y la caoba, algunas maderas utilizadas en la ebanistería, construcción y la industria tintórea, además de gomas y resinas.

La producción de chicle da fama a Quintana Roo en aquella época. En 1915 nuestro país aportó más del 70% del chicle importado por Estados Unidos, y entre 1919 y 1924 se explotaron en el Territorio 4,125,042 kgs., representando un valor aproxima­do de venta de $3,547,536.12 calculando a $0.86 el kilogramo en Belice.

Sobre este punto hay que notar que la inversión requerida en las empresas madereras y chicleras debe ser de alguna importan­cia, por lo que sólo es rentable comercialmente la explotación a gran escala. Lo anterior significa necesariamente una gran activi­dad arancelaria en Quintana Roo, ya que se pagan derechos al erario público a razón $50.00 por tonelada de chicle, $10.00 por cada árbol de caoba o cedro, $5.00 por cada árbol de madera de segunda clase (empleadas en ebanistería y no siendo caoba o cedro), $1.50 por cada árbol de madera de tercera clase (usadas en la construcción) y $2.00 por tonelada de palo de tinte.6

Los datos reunidos por Aguirre dejan ver con claridad que si bien las actividades productivas en Quintana Roo no están diver­sificadas, los grupos sociales que lo habitan tienen arraigo, y así lo

informa por correo el 17 de enero de 1925 al Presidente de la República.7

Los textos

Una vez concluidos los estudios de la Comisión, pero meses antes de su publicación, el diputado José E. Ancona, retoma el asunto y aboga por la anexión a Yucatán. Declara a un diario de la capital mexicana que quienes se inconforman con la anexión son indivi­duos de ambigua nacionalidad, súbditos ingleses cuando así les conviene para eludir el cumplimiento de alguna ley nacional, ciudadanos mexicanos para exigir las garantías a que tienen dere­cho los nacionales. La conclusión a que llega es que esa ambivalen­cia significa recaudaciones mínimas en el erario público por la explotación maderera.

Por otro lado, Ancona asegura que la inconformidad no puede partir de los mayas, quienes son explotados por los colonos ingle­ses en un intercambio comercial injusto. Por ello subraya que el gobierno de Yucatán ha apoyado siempre las demandas de los indígenas y tan pronto como se realice la anexión, se abrirán caminos que facilitarán el acceso a un mercado regional, que pagará mejor el fruto de su trabajo.8

Al conocerse la noticia, Juan de Dios Rodríguez quien fuera integrante de la Comisión de Estudios de 1925, manifiesta su opinión al general Aguirre:

...por lo que dice respecto a los indios mayas, se desprende que [Ancona] desconoce o ha olvidado el origen e historia de la cruenta guerra que azoló la Península Yucateca y que, hasta nuestros días, el maya vende sus productos y adquiere sus artículos de subsistencia en la Colonia Inglesa de Belize y seguramente no habrá una franca sumisión al Gobierno de Yucatán. [...]

Además, Yucatán no podría controlar la zona tan extensa que se pretende anexar. Sostener como benéfica para el Territorio la ane­xión, revela el desconocimiento absoluto del medio y de sus grandes necesidades. Yucatán en el estado actual de pobreza en que se

encuentra y debatiéndose por resolver los graves problemas que se ha creado, necesita otra clase de ayuda y no una sobrecarga de terreno que requiere de una adecuada y honrada organización administrati­va. [...] Usted mi General, mejor que yo, conoce el asunto y está ampliamente documentado y capacitado para tratarlo; lo único que yo deseo es que no de tome su [...] nombre con miras desconocidas, que bien puede ser un negocio de gentes interesadas y que radican en el Estado de Yucatán o bien por aquellos que han ido últimamente al infortunado Territorio de Quintana Roo.9

Los hechos

Por fin el informe de la Comisión de Estudios del Territorio es publicado, las conclusiones a que llega son definitivas: Quintana Roo no ha contado con los estímulos necesarios para su crecimien­to, es indispensable crear vías de comunicación (caminos y ferro­carriles) que lo incorporen al contexto peninsular y nacional. Los precios de las mercancías de uso cotidiano seguirán siendo exhor- bitantes, mientras persista el pago de fletes y derechos de paso por el territorio de Belice y el mar Caribe. Hay que fomentar la colonización del Territorio, en especial en el sur, e incrementar la agricultura, substituyendo las restricciones por disposiciones libe­rales.

Aguirre señala que se ha incurrido en un error al legislar el Territorio con restricciones, cuando en lugar de éstas, deben dár­sele franquicias, con una ley de colonización en armonía con el decreto del 2 de agosto de 1923 que busca el desarrollo de la agricultura y la dotación de tierras, eximiendo de toda contribu­ción a los artículos de primera necesidad, a todo utensilio de labranza, a todo instrumento y maquinaria industrial.10

El informe de la Comisión de estudios detiene momentánea­mente la propuesta de anexión, sin embargo las demandas de des­aparición del Territorio afloran más tarde, dejando éste de existir por tres años y un mes.

Por educación y obediencia somos campechanos

Los hechos

En octubre de 1931, cuando ha vuelto a tomar fuerza la idea de anexar el Territorio, la comunidad payobispense se reúne para presentar un frente común a esta nueva adversidad. Pedro J. Cervera va a la ciudad de México para pedir ante la Cámara de Senadores que no se efectúe la segregación. Sin tomar en cuenta esa solicitud, el Senado procede a la primer lectura del plan de reparto; no hay discusión y el proyecto es aprobado unánimemen­te y enviado a la Cámara de Diputados.

La propuesta pasa a las comisiones Primera de Puntos Consti­tucionales y Segunda de Gobernación, integradas por los CC. diputados Neguib Simón, Práxedis Balba Jr., Luis Cruz Manjarrez, Ángel Castillo L. y Pedro Cervantes. Estas comisiones presentan dictamen aprobatorio, se da primera lectura con dispensa de trámites el 24 de octubre y se sanciona por unanimidad de 80 votos, precipitadamente y sin discusión de ninguna especie, el 27 de octubre de 1931.11

Los textos

Ante esta situación, surge en Payo Obispo (hoy ciudad Chetumal) el Comité Pro-Territorio Federal de Quintana Roo, del acta constitutiva resalta lo siguiente:

En la ciudad de Payo Obispo, Territorio Federal de Quintana Roo, a las ocho horas del día 6 de octubre de 1931, reunidos en el salón cine “Juventino Rosas” para la Asamblea General que convocó la H. Cámara de Comercio de este lugar, con objeto de integrar la directiva que llevará a cabo las gestiones necesarias para evitar la anexión de este Territorio a los estados de Yucatán y Campeche, y después de haber tomado la palabra los señores Juan E. Villanueva y Eliéner Eroza Peniche, explicando el fin que se persigue, se procedió a la elección correspondiente, que quedó integrada por unanimidad del

público presente en la forma que sigue:Presidente, Dr. Enrique Barocio. Secretario, Gil Aguilar. Pro-se-

cretario, Pedro J. Cervera. Vocales, José Marrufo H., Arturo Namur Jr. y Mariano Angulo. [...]

Por moción del señor presidente se procedió a la redacción de un telegrama que, leído y aprobado en todas sus partes, será elevado al C. Presidente de la República.

El señor Juan E. Villanueva propone se lleve a cabo una Manifes­tación Pro Territorio Federal de Quintana Roo; y que él, como Presidente de la H. Cámara de Comercio de esta Entidad, ofrece a la Directiva Pro-Territorio de Quintana Roo la ayuda y apoyo de dicha Cámara para evitar la desmembración del Territorio, habiéndose acordado que la manifestación ante el C. Gobernador del Territorio sea verificada el 8 del actual, a las 3:00 p.m., e invitar a los pueblos cercanos que sea posible para mayor éxito de dicha manifestación.

Los señores Manuel Jiménez M. y el Lic. Ricardo Zapata insinua­ron al público la absoluta necesidad de fondos para el feliz éxito de lo que se espera llevar a cabo, habiendo correspondido el público con una serie de donaciones voluntarias que constan en la relación adjunta. [...]

Invitado el público para que externara su criterio para la mejor marcha de la Directiva que había nombrado, propone el señor Armando Souma que, a pesar de las donaciones voluntarias que en esos momentos se dan, se nombrara una comisión para que saliera con una relación, suplicando al público y comercio contribuyan con su óbolo, para así demostrar el interés que tienen de que el Territorio de Quintana Roo no sea anexado a ningún Estado.

Con motivo de que no hay más asuntos que tratar, el señor Presi­dente da por terminada la asamblea a las 10:45 p.m., firmando para constancia los suscritos.12

Las voces

Cuando supimos la noticia nos reunimos con el Dr. Barocio, -en tre ellos Rafael Cuervo Velázquez, don Pedrito Martínezy Pedro Cárde­nas, cuyos nombres no aparecen en ningún documento- y se dirigió a nosotros:

-Señores es una injusticia la del gobierno federal al entregar el Territorio a los estados de Yucatán y Campeche, pues lesiona los derechos más sagrados de un pueblo y no debemos de permitirlo, debemos de luchar y defenderlo, hay que ponerse en pie de lucha.

-Pues lo haremos doctor, vamos a defenderlo.Barocio se encargó de buscar la casa, nosotros seguimos con

nuestro trabajo y el doctor organizó, consiguió la casa para el comité y formó el primer Comité.

El doctor Barocio era el presidente, del resto de los componentes sólo Arturo Namur sobrevive. Mariano Angulo fue nombrado desde entonces tesorero del Comité y siguió siéndolo en el resto de las mesas directivas, Gil Aguilar Carrasco, Pedro J. Cervera y otros...

Ahora verá, el Comité se formó en el cine Juventino Rosas, ese primer comité existe en el Álbum Monográfico de Quintana Roo. Lo que se trató en la asamblea inicial fue hacer unos canelones y llevar a cabo la primera protesta contra la injusta anexión del Territorio de Quintana Roo. Una vez aprobada la propuesta se hicieron los cane­lones, en uno de ellos dice “por educación y obediencia somos campechanos” e hicimos la protesta de inconformidad ante las únicas autoridades civiles que quedaban, que eran las del Juzgado de Distri­to.

El Juzgado quedaba en la calle Ébano, en una casita de madera y lámina, frente al Parque de los Caimanes, para allá fuimos, batiendo lodo porque entonces no había banqueta. Cargamos los canelones y al llegar se habló sobre la injusta anexión, de la inconformidad que teníamos y que no permitiríamos que el Territorio fuera anexado a Yucatán y Campeche. En fin, se hizo la protesta y de ahí seguimos por la Ébano, dimos vuelta en la Casa Garabana y llegamos a la casa en la que se hospedaba el coronel Miguel Orrico de los Llanos -tabasqueño-, quien era jefe del batallón que resguardaba la plaza.

Poco a poco se llenó el lugar y cuando el coronel Orrico salió, se hizo la segunda protesta de inconformidad por la anexión del Terri­torio de Quintana Roo.

De ahí nos fuimos al comité, a depositar los cartelones, se citó para la segunda asamblea y se acordó dar tres pesos semanales para los gastos de correspondencia. Posteriormente se acordó continuar con las protestas, pidiendo la participación de los gobernadores de todos los estados y se les envió correspondencia a todos pidiéndoles su

apoyo para la reincorporación del Territorio, lo mismo se hizo con las Cámaras de Diputados y Senadores de la República y de las Secreta­rías en México... En fin, que se abrió una campaña de protestas pidiendo apoyo; el único estado que nos apoyó fue Tamaulipas.

Los textos

El día después de haberse formado el comité (7 de octubre de 1931), se envía un telegrama al Presidente de la República en el que se comunica la inconformidad del pueblo quintanarroense ante la anunciada desmembración.

Como puede observarse en el texto del telegrama, se estipula claramente que los quintanarroenses desean conservar la autono­mía del Territorio y proponen que se suspenda el subsidio que la Federación da para su administración. Resulta de especial interés la propuesta de que sea la comunidad quien aporte los recursos necesarios para el sostenimiento del gobierno local y quien debe administrar la buena marcha del Territorio.

Los suscritos, Integrando Comité Pro-Territorio Quintana Roo, designados por totalidad pueblo para luchar por conservación esta región como Entidad de la Federación, nos dirigimos a Usted respe­tuosamente, suplicándole tomar en cuenta nuestro punto de vista sobre la anunciada desmembración este Territorio y sí lo cree Usted de justicia, prestarnos su decidido apoyo para evitarla.13

Inmediatamente se inician los trabajos del Comité, el primer memorial propone la estrategia de los quintanarroenses para solucionar lo que en el centro del país es visto como un problema.

Entendemos que el deseo de entregar a los estados de Campeche y Yucatán nuestro Territorio, obedece en parte a la aflictiva situación económica por que atraviesa el Erario Federal.

Tenemos la convicción de que si el Territorio ha sido una carga para el Erario Federal en los últimos años, seguirá también siéndolo para los estados de Campeche y Yucatán, cuyas condiciones económicas

son muchísimo más malas que aquellas por las cuales atraviesa actualmenteel Gobierno Federal. Además, ni Campeche ni Yucatán podrían hacer efectiva su autoridad ni sostener su Administración por la carencia absoluta de vías de comunicación con este Territorio, en ese sentido está mucho mejor ligado con el centro que con dichos estados.

Los habitantes de este Territorio tenemos tanto derecho a amar a nuestra Patria Común, como a nuestra Patria Chica, y siempre hemos tenido el deseo de que con el tiempo esta región se convierta en Estado Libre y Soberano integrante de los Estados Unidos Mexica­nos. Esto es perfectamente factible, necesitándose solamente cam­biar de modo radical la forma de administrar este Territorio.

Sin que el Erario Federal tenga que hacer ninguna erogación para seguir sosteniendo al Territorio de Quintana Roo, éste puede subsis­tir con sus propios recursos simplemente con cambiar su sistema administrativo, y al efecto nos permitimos hacer a Usted de la manera más respetuosa las siguientes proposiciones:

p r im e r a . Que subsista como Territorio Federal el actual Territo­rio de Quintana Roo, suprimiéndose las cantidades que por concep­to de subsidio le ministra para sus atenciones el Erario Federal.

s e g u n d a . Los habitantes del Territorio de Quintana Roo propon­dremos a Usted un proyecto para reformar la Administración del mismo, garantizando a Usted' su buena marcha siempre que sus autoridades sean designadas entre los habitantes del mismo.

t e r c e r a . Permítasenos a los habitantes de Quintana Roo admi­nistrarlo durante dos años por vía de prueba y de acuerdo con el Gobierno Federal, para que podamos demostrar a toda la Nación que estamos en condiciones de llevar a cabo nuestro proyecto sin tropie­zos, haciendo prosperar a este Territorio.

Esta petición, respaldada unánimemente por todo el pueblo de Quintana Roo, se inspira en el más puro espíritu democrático, dentro de los lincamientos de la revolución, con la que estamos perfecta­mente identificados, y con el deseo de ayudar en una forma eficaz al Gobierno Federal a resolver satisfactoriamente su situación econó­mica.

Rogamos a Ud. respetuosamente apoyar ante las Cámaras Nacio­nales nuestra petición, c o m it é p r o - q u in t a n a r o o .14

Los hechos

Esta organización se extiende a la Isla de Cozumel, donde se forma el Subcomité Pro-Territorio de Quintana Roo para defender el terruño. Durante ese mismo mes de octubre de 1931 el Subcomité se integra de la siguiente forma: Presidente Edmundo Villanueva Rivero, Secretario Narciso Alpuche, Tesorero Alberto Anduze y como Vocales Francisco Cordero Núñez, Francisco Vázquez Vázquez y Apolonio Polanco Méndez.

Además de dirigirse al Presidente de la República, el Comité solicita a las legislaturas estatales su apoyo para evitar la anexión. La única respuesta directa que obtendrá el Comité viene del Estado de Tamaulipas, cuando dicho Congreso acordara no apro­bar la iniciativa de anexión a Campeche y Yucatán.

Los textos

En efecto, el 27 de noviembre de 1931 la legislatura tamaulipeca acuerda no secundar la iniciativa de anexión, considera que deben tomarse en cuenta los derechos civiles de los quintanarroenses, y propone que a través de un plebiscitóse conozca la opinión que los habitantes del Territorio tienen sobre la anexión. Por esta razón indica que:

Este Congreso suplica a todas las legislaturas del país no aprobar el desmembramiento del Territorio de Quintana Roo, sin que antes se hayan tomado las determinaciones siguientes:

I. Conocer si es voluntad de los moradores de Quintana Roo anexarse a los estados de Campeche y Yucatán.

II. Que se tome en consideración las riquezas y medios de subsis­tencia con que cuenta el Territorio.

III. Que se conozca exactamente el número de habitantes con que cuenta Quintana Roo; y

IV. Que se otorguen facultades a los habitantes de dicho Territo­rio para elegir libremente sus mandatarios a fin de que por este

concepto lleguen a ver si pueden sacar a flote la prosperidad y engrandecimiento de dicho Territorio.15

Los hechos

A pesar de todos los intentos, argumentos y protestas, el 9 de diciembre de 1931 se hace la declaratoria del fraccionamiento del Territorio, asignando a Yucatán la parte norte y a Campeche, la parte sur. Preside los debates el Diputado Alfonso Francisco Ramírez, la Sala de Comisiones de la H. Cámara del Congreso de la Unión está compuesta por J. Santos Alonso, Angel Castillo Lanz, Pedro C. Rodríguez, Federico Gutiérrez Pastor e I. Salas, asiste como Diputado Suplente por Quintana Roo el Sr. Luis G. Zumaya.

Hay que subrayar que la iniciativa de segregación remitida a la Cámara de Diputados por el Senado, no obtiene el respaldo de todos los Estados de la República, a diferencia de lo que usualmen­te se cree, sólo recibe el apoyo de 17 legislaturas estatales, por lo que la declaratoria es aprobada por una mayoría relativa.16

El decreto se publica el 14 de diciembre de 1931, quedando al garete las islas quintanarroenses, cuya asignación fue resuelta varios años después. Los quintanarroenses y el general Félix Bañuelos, recientemente nombrado gobernador de Quintana Roo, son testigos de la Reforma Constitucional del artículo 43 y de la adición del 45, que reparte el Territorio entre Yucatán y Campeche.

Las voces

En aquella época ninguna familia particular vino a Quintana Roo, ni de Campeche ni de Yucatán. Levoya platicar cuál era la travesía que se hacía para llegar a Quintana Roo y que no permitía que viniera nadie, por eso se decía que Quintana Roo era el destierro... y efectivamente, comunicación con el centro no teníamos. Aquí siem­pre tuvimos mucha ayuda de Belice, por medio de su gobierno pues las autoridades permitían -n o permitían, sino que era ley, verdad-

que un barco que llegaba con mercancías a algún lugar cercano se re­mitiera a su destino.

La travesía era muy dura y aquí familias particulares no venían, sólo éramos los netamente de aquí y si digo los netamente de aquí incluyo a los que venimos allende el Bravo y nos habíamos quedado. Éramos los que teníamos familias, que hemos tenido siempre contacto y amistades con la gente de Corozal; es descendencia de los que huyeron de la derrota de Bacalar y parte de mayas que también corrían de la tiranía del general Francisco May y se refugiaban en la vecina colonia.

Usted va a encontrar en Corozal gente de nosotros que habla español, de mediana posesión, pero en la ribera del río se encuentra pura gente maya, gente de nuestra raza. Es con la que hemos tenido contacto, tanto en persona como en comestibles, nunca nos ha faltado que comer aquí, fruta, legumbres porque todo venía de Nueva Orleans a Belice en tránsito para Payo Obispo; frutas, legumbres fresquecitas y cereales.

A pesar de ser aquí ya de Campeche, la gente nunca vino de Campeche o Yucatán a vivir aquí, así es que fuimos los únicos que peleamos y luchamos por lo que nos correspondía del Territorio de Quintana Roo, pero no había más gente.

Justicia para este sufrido pueblo, sólo se hará creando nuevamente el teiritoiio de Quintana Roo

Los hechos

¿Qué significó para los habitantes del Territorio la anexión a Yucatán y Campeche? ¿En qué medida se vio afectado el desarro­llo general de la región? ¿Qué mejoras reales aportó para los quintanarroenses esta anexión? Estas preguntas parecen no ha­bérselas formulado en su momento los políticos que aprobaron la desaparición del Territorio.

Al inicio de este trabajo hicimos referencia a las supuestas causas económicas que provocaron la desmembración de Quinta­na Roo. Quienes abogaban por la anexión argumentaban que el

Territorio era una pesada carga para el Erario Público, pues la Federación aportaba $48,000 anuales para su administración.17

Sin embargo, una revisión de la situación económica del perio­do permite ver claramente que la crisis iniciada en 1929 tuvo reper­cusiones no sólo a nivel nacional, sino mundial. Los precios de las materias primas cayeron enormemente, colapsándose así los mercados regionales. En el caso de Quintana Roo, el chicle y las maderas preciosas eran bienes que se producían para el mercado internacional, Europa y Estados Unidos eran el destino final de estos productos y al reducirse la demanda de estas materias primas la producción se vio disminuida.

Los efectos negativos de esa situación se sintieron en los dife­rentes renglones de la economía, ¿qué indica la información eco­nómica en los años en que Quintana Roo fue desmembrado? ¿Es cierto que para 1931 el mercado local de exportación estaba en bancarrota?

Por principio podemos señalar que el proyecto de Ley de Ingresos del Territorio para ese año parecería indicar que el subsidio recibido por Quintana Roo era indispensable. En efecto, en el diario de debates de la Cámara de Diputados se registra que en diciembre de 1930, al presentarse el citado proyecto, el subsidio debía incrementarse para el nuevo ejercicio fiscal.

Una lectura cuidadosa del acta de esa sesión, revela que el dic­tamen de la Comisión de Presupuestos y Cuenta de Territorios Federales fue aprobado por unanimidad y sin discusión alguna, en él se dice que

...en cuanto al aumento del subsido federal para nivelar su situación económica, está ampliamente justificado, porque, principalmente el cambio que ha sufrido el sistema de explotación del chicle en el Territorio, por medio de la cooperativa que ampara el Gobierno Federal desde el mes de julio de este año, enfrentándose a la presión extranjera, hace que durante más de un año los impuestos del Territorio sufran una merma de más de un cuarenta por ciento, mientras se adapta la nueva institución que controla la explotación del chicle, a aumen­tar sus trabajos similarmente a los años anteriores.18

A este respecto el Cónsul de México en Belice indicó que la situación del Territorio de Quintana Roo podía considerarse en esos momentos, crítica económicamente

...debido a que la temporada de chicle del presente año [1930], es bastante mala no tanto por el precio que hoy se paga, que es de cuarentidós centavos libra, como por las restricciones que el Gobier­no Federal ha impuesto a los explotadores decretando la prohibición de la exportación y obligándolos a entregar sus productos, en forma de pignoración, a fin de que pueda acapararlos la Compañía Mexica­na de Productores de Chicle, S.A., cuyas oficinas principales están en Mérida, Yucatán.19

Por otro lado, debe resaltarse que esta Ley de Ingresos, com­puesta por nueve artículos, asignaba las entradas que el erario quintanarroense debía obtener por concepto de impuestos, pero también señalaba los porcentajes con que la Federación subsidia­ba a Quintana Roo. Los rubros por los que la Tesorería General del Territorio incrementaría sus arcas eran muchos: propiedad raíz rústica y urbana, comercio, ejercicio de profesiones, herencias y legados, 5% sobre el valor comercial del chicle, gomas, resina, maderas y palo de tinte, diversiones públicas, las casas de asigna­ción y multas entre otros.

D e la misma forma, se presentó y aprobó por unanimidad y sin discusión, la Ley de Ingresos de las Delegaciones del Gobierno de Quintana Roo para 1931. Esta Ley se componía de 104 artículos que regulaban el funcionamiento de la administración pública del Territorio y su contenido permite apreciar que la actividad econó­mica en la región era intensa y que comenzaba a diversificarse.20

Lo anterior demuestra que el Territorio de Quintana Roo, si bien se encontraba inmerso en una crisis que iba más allá de sus fronteras, no estaba en una situación excepcionalmente mala en cuanto a su economía, lo que permite que cuestionemos las razo­nes económicas esgrimidas para la desaparición del Territorio. No deja de ser extraño el que la Cámara de Diputados hubiera

considerado adecuado el subsidio federal en 1930 y un año des­pués cambiara radicalmente su posición al respecto.

Consideraciones legales aparte, podemos observar que es p re ­cisamente a partir de la desmembración de Quintana Roo cuando los efectos más fuertes de la crisis económica se dejan sentir. El verdadero estancamiento de la economía sobrevino después. Así tenemos que en comparación a los años anteriores, la producción chiclera efectivamente disminuyó en 1930 y 1931 (recuérdese el ajuste provocado por la Compañía Mexicana de Productores de Chicle, S.A.), años en que se extrajeron 1,330,958 kgs. y 2,025,718 kgs. respectivamente. No obstante la extracción para 1932, fue de 1,450,889 kgs., en 1933 de 637,729 kgs., en 1934 de 969,371 kgs. y en 1935 de 425,945,21 periodo tras el cual la producción se recuperó rápidamente.

No dejan de ser significativos otros indicadores. D ecretada la anexión la exportación de chicle fue nula durante cinco meses de 1932, la Aduana Marítima de Cozumel no registró prácticamente ningún movimiento hasta 1933 y muchos de los habitantes de Payo Obispo emigraron a la Colonia inglesa o a otros estados de la república. El Gobierno del Estado de Campeche creó siete im­puestos en la fracción del Territorio que recibió; en cambio, desaparecieron los servicios de luz, policía, sanidad y rastro; Cozu­mel perdió 546 habitantes en tres meses y Payo Obispo 2,200 en tres años.22

Los textos

La inconformidad y los argumentos para conseguir la reintegra­ción continúan en esos años, no se escatiman esfuerzos ni se desperdicia ningún foro, tal es el caso del ingeniero Rubén M ora­les, quien se desempeña en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y aprovecha cada oportunidad que se le presenta.Y así lo comunica al Comité:

No sé qué decirle a usted respecto de las personas que todavía tienen esperanzas en las gestiones e influencias del licenciado Suárez, cuando que, siendo diputado por el Territorio, ni siquiera dijo pío cuando la discusión del dictamen que desmembró dicha Entidad Federativa.

Mientras esperaba las noticias de ustedes, tuve oportunidad de pasar las vacaciones de Primavera en Roca Partida, Ver., con el señor Ing. Eduardo Hay, Director General de Aduanas, el señor Jorge Pasquel [...] y otras distinguidas personas de efectiva influencia política, y repetidas ocasiones tratamos de la conveniencia de que el Territorio de Quintana Roo fuera restituido. Dichas personas, prin­cipalmente los señores Hay y Pasquel, se interesaron vivamente por el asunto y creo que podemos contar con ellos en el momento oportuno.

[...] me ha preocupado por establecer en alguna forma una línea de comunicación, aunque sea mensual, con Payo Obispo; y al efecto se ha conseguido que la Casa Coldwell y Bonastre verifique una comu­nicación entre Xcalak y Payo Obispo, con el Olga [...] Ing. Rubén Morales (rúbrica).23

Las voces

Mientras estábamos en la lucha renunció Pascual Ortiz Rubio, fue el maximato de Calles, él mandaba por eso renunció Ortiz Rubio y subió Abelardo L. Rodríguez. Seguimos la lucha, salió Abelardo Rodríguez y entró Portes Gil, seguimos la lucha, en eso Calles designa a Cárdenas candidato a la presidencia, inmediatamente se fue la comisión a entrevistarlo y plantearle la situación por la cual atravesábamos y prometió venir, y vino a conocer la situación en que habíamos quedado: cortados del resto de la república, sin comunica­ción.

Ninguno de los Presidentes del maximato nos ayudó, ni Abelardo Rodríguez ni Portes Gil. No podían, como dicen:

-¿Dónde vive el presidente?-Aquí, pero el que manda vive enfrente. Claro, era Plutarco Elias

Calles el rey, el que mandaba.Gobierno de Campeche no tuvimos, lo único que tuvimos en ese

tiempo...

Le tocó entregar el Territorio al comandante militar y gobernador general J. Félix Bañuelos, a él le tocó el ramalazo, y una vez que tomó posesión Campeche de Payo Obispo -que se llamó Payo Obispo, Campeche- llegó como presidente municipal un déspota llamado Eduardo Mena Córdoba, quien se llevó la imprenta, la planta eléctri­ca y hasta las bancas del parque Hidalgo. De repente, no sé sí por algunas quejas, se fue Mena Córdoba y mandaron como presidente municipal a Don Manuel Osorno, el dueño de los refrescos “Pino”, quien era una bella persona, él y su esposa iban al mercado y platicaba con los trabajadores, pues a él le tocó salir para que Marrufo tomara posesión...

Nacimos Tenitorenses y queremos seguirlo siendo

Los textos

En 18 de febrero de 1934 salió de la capital de la república otra Comisión de Estudios para conocer la situación general de las partes que anteriormente componían el Territorio de Quintana Roo. Encabezaba la Comisión Ulises Irigoyen, Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Durante su estancia en la región quedó hondamente impresionado con las manifestacio­nes de sus habitantes, todos deseaban que fuera restituido Quinta­na Roo.

Por medio de carteles alusivos y discursos nos dieron a entender su protesta contra la anexión de aquel Territorio al Estado de Campe­che. Hube de explicar que era otra nuestra misión, pero anotamos en la agenda la justa inconformidad.

Desde que el Gobierno Federal entregó los servicios públicos, las cosas han ido de mal en peor, al grado de ser notable la despoblación de Payo Obispo, pues eran 4,000 habitantes y hoy son alrededor de 1,800. Beben agua del cielo, recogida en algibes. Transcurren meses de sequía y compran en tales ocasiones el líquido a precio de oro.

La bahía de Chetumal es inmensa, pero de muy poca profundidad, requiere con urgencia la construcción de un canal para comunicarse con el mar y no depender, como ahora, de las aguas británicas.

Necesita la región más facilidades para el tráfico marítimo y comercio libre, con objeto de abaratar el costo de la vida y poder poblar esa lejana tierra nuestra. Esto es urgentísimo.

Visitamos el villorio de Calderitas, los campesinos expusieron la queja de que las autoridades les habían quitado su motor, con el que producían luz. El Director de Instrucción Pública en el estado prome­tió aclarar el punto. A este respecto menudearon las bromas pesadas para el señor Director, [...] El Territorio nunca odió a Campeche, sino a los malos campechanos que, lejos de comportarse como hermanos, fueron sus padrastros.24

Ante Irigoyen, los masones de Cozumel piden el 27 de febrero de 1934 la reincorporación del Territorio a la Federación, y solici­tan se nombren funcionarios nativos del Territorio. Una semana después de regresar la Comisión Geográfíco-Exploradora de Quin­tana Roo al Distrito Federal, el general Lázaro Cárdenas del Rio, candidato del Partido Nacional Revolucionario (PNR) a la presi­dencia de la República, llega a Payo Obispo.

Las voces

Designa Plutarco Elias Calles a Cárdenas ¡ahí estuvo nuestra salva­ción!, vino a Payo Obispo el 19 de marzo de 1934, es la fecha en que pisaba este girón de la patria.Cuando vino Lázaro Cárdenas sólo vino el gobernador de Campeche, Benjamín Romero Esquivel, pero Bartolomé García Correa no.

Desde las ocho de la mañana el pueblo estaba reunido, esperando la llegada del general Cárdenas, lo rodeamos, hablaron las personas indicadas, dándole a conocer la situación en que habíamos quedado, le expusieron la situación, porque creo que Ortiz Rubio no sabía cuál era la situación geográfica de Quintana Roo, que es el final de la patria, ni enfrente de quién estamos.

Los textos

El pueblo payobispense reunido en torno a Cárdenas presenta una exposición en la que se justifica, histórica y legalmente, la reincor­

poración del Territorio Federal de Quintana Roo, veamos algunos puntos de esa exposición:

Venimos ante usted con la seguridad de encontrarle como un hombre de inspiradas decisiones, que, lleno de fe y en no lejano día, implan­tará en el suelo de la patria un acertado orden de cosas que afirmarán para siempre los verdaderos lincamientos de la Revolución. [...]

Tenemos la convicción de que usted sabrá ser el hábil conductor de ese principio de redención y procurará el progreso evolutivo de nuestro México, porque no permitirá que el derecho sea postergado, que la libertad sea aherrojada ni que las leyes sean conculcadas para provecho de la codicia de los de arriba y que también, cual otro caballero, más realista que aquel que creó la fantasía del más ilustre escritor de la raza, sabrá usted redimirá los vilipendiados, desechará agravios y redimirá injusticias que la maldad de los ambiciosos ocasionaron y la torpeza de los dóciles consintieron. [...]

Pero nosotros, el pueblo entero de Quintana Roo, los que amamos este lugar, que a costa de nuestra salud y con un sinnúmero de privaciones, venimos a habitarlo con el fin de hacerlo progresar con nuestro trabajo y nuestros esfuerzos para convertirlo en el transcurso de los años en un Estado floreciente y sumarlo a los demás Estados de la República, levantamos nuestra voz de protesta contra esa intención, dirigiendo un mensaje telegráfico al C. Presidente, con fecha 7 de octubre de 1931, y con fecha 14 del propio mes, le elevamos un memorial, en donde hicimos una exposición de razones para que no se llevara a efecto la desaparición del Territorio y le solicitamos su intervención inmediata para evitarla. [...]

Los fundamentos para esa reivindicación no necesitan de grandes exposiciones para llegar a establecerlos; son suficientes los que siguen: El Congreso de la Unión sólo tiene facultades para formar nuevos Estados conforme a las prescripciones contenidas en el artículo 73 de la Constitución General de la República; y al reformar el Congreso de 1931 los artículos 43 y 45 de la propia Carta Funda­mental, suprimiendo el Territorio de Quintana Roo, ese hecho sólo puede considerarse como un procedimiento de recurso para poderle dar carácter legal a la repartición ambicionada, cosa que no pudo conseguirse porque esa reforma implica una violación al artículo 73

citado, pues el Congreso se abrogó facultades de suprimir una Enti­dad cuando sólo tiene facultades para formar nuevos Estados.

También se cometió la inmoralidad de haber cometido la reparti­ción del Territorio sin conocer la voluntad de los habitantes, como se ha hecho, porque si para formar nuevos Estados es preciso que lo soliciten, de acuerdo con el artículo 73 referido, los habitantes de las porciones que lo deseen, es lógico suponer que para repartir una Entidad forzosamente debe conocerse antes la voluntad de sus habi­tantes.

Sólo podrían aceptarse como peregrinas las razones económicas que se adujeron para la supresión del Territorio en vista de que resultaba gravoso para el Erario Federal, a causa del subsidio de $48,000 anuales, [...] Prueba de ello es que solamente en los años 1932 y 1933, época de crisis económica en que este lugar se anexó a Campeche, se ha aprovechado este Estado de la cantidad de $5,000 mensuales, osean $120,000 anuales, en impuestos legales y alcabala- torios, y como los servicios públicos que cubrió el Presupuesto en ese lapso fue únicamente de $20,500 resultó un saldo de $99,500 en favor de las cajas del Erario Campechano.

Con esto queda demostrado que el Territorio de Quintana Roo nunca tuvo necesidad del referido subsidio, pues, con sus solos ingresos, que en esa época fueron muy superiores a los expresados, pudo haberse sostenido sin dificultad ninguna y puede subsistir en el provenir. [...]

No queremos el patronato de Campeche; que hasta para demos­trarnos el actual Gobierno sus principios revolucionarios y su respe­to al Sufragio, nos ha impuesto por la fuerza Presidentes Municipales extraños a esta población, como cuando se impone un mayordomo en una finca, cosa que jamás aconteció cuando era Territorio Federal esta región.25

Las voces\

Una vez terminada la explicación, el general Cárdenas se notó calladoY dijo:

-Yo les prometo a ustedes que lo primero que haré al llegar a la presidencia es reintegrarles a ustedes el Territorio Federal de Quin­tana Roo.

Yo pienso que los candidatos ya tienen facultades, están investidos de poder para resolver los problemas a los pueblos que llegan, porque cuando Cárdenas vino en el 34, le pedimos al gobernador de Campe­che Benjamín Romero Esquivel, que nos concediera el nombrar al presidente municipal de Payo Obispo y con palabras claras nos dijo “eso no es posible, porque las Cámaras están cerradas”, como efec­tivamente era, no había periodo de sesiones, y el general Cárdenas se dirigió con aquel gesto claro al gobernador de Campechey le dijo “Sí, fíjense ustedes en la fuerza de este pueblo, si se le puede conceder al pueblo lo que pide, que se les dé quince minutos para que lleven a cabo un plebiscito y nombren a su presidente municipal y cuando abran las Cámaras, se le dé entrada al asunto”.

Nada de burocracia, entonces el gobernador de Campeche dijo-Tienen ustedes quince minutos para nombrar a su presidente

municipal.Dimos media vuelta y nos fuimos al parque Hidalgo. Como era

poco el tiempo yo propuse a José Marrufo Hernández, que era el presidente del Comité.

-No podemos perder tiempo.Volvimos y desde ese momento Marrufo fue presidente municipal

de Payo Obispo. Por la noche en asamblea se designó a don Belisario Pérez Falcón como nuevo presidente del comité.

Luego vinieron las elecciones para diputados y el gobernador de Campeche nombró a D. Baltazar P. González y al finado Pablo Esparza como diputado y los mandó llamar a Campeche, días después también llamó a Marrufo...

Los textos

En efecto, el 14 de septiembre de 1934, Baltazar P. González envía desde Campeche una carta a su hija, én la que le comunica que

...llegó para mí el inolvidable 19 de marzo de 1934, fecha en que nos visitó el entonces Candidato Presidencial Sr. General de División don Lázaro Cárdenas y quien como tú sabrás ha salido electo Presi­dente Constitucional de la República y que tomará posesión de su Alto Cargo, el próximo día primero de diciembre.

Yo [fui] quien tuvo el honor de darle la bienvenida en nombre del pueblo en el Campo de Aviación en el mismo momento en que descendió del Avión acompañado de los CC. Gobernadores de Mi- choacán, Yucatán, Campeche, algunos Generales, Abogados y otros; habiendo sido 17 personas las que arribaron a dicho puerto. Y, mi discurso [...] fue la obra innata y genuina de un altamente adolorido que supo y tuvo el valor suficiente para decirles cuanto sentía. [...]

Mi discurso pronunciado frente a frente del Sr. General Cárdenas me valió un especial abrazo de él, y una oración de seis frases que jamás olvidaré: “Felicito a Ud. por su energía”.

Estuvieron solamente una hora; pero en esa hora, el pueblo de Payo Obispo se puso a la altura de su deber en el derecho que le asiste, y pidió valerosamente que se le concedieran los derechos que como Municipio Líbrele concede la Constitución Política de la República, siendo entre otros, el derecho de nombrar su Diputado Local ante el Congreso, y que la Autoridad Municipal que gobernara al citado Municipio, fuera de la misma localidad. Todo fue concedido; y por esta razón, previó un Plebiscito que en aquellos momentos (11 de la mañana) se llevó a cabo en el Parque Hidalgo de la ciudad fui electo Diputado propietario por el citado Distrito.26

Una vez electo Cárdenas Presidente de la República, y mien­tras se publica el decreto de reintegración del Territorio, el general José Siurob ex gobernador del Territorio escribe al Comité para notificar la buena nueva:

En mis deseos de ayudar a ustedes, proporcionándoles cuanto dato pueda, con relación a esa región, me complazco en participarle que hace dos días se aprobó el decreto que convertirá nuevamente a Quintana Roo en Territorio . Como dicho decreto tiene que ser aprobado por el H. Senado, una vez que sea sancionado por éste, se publicará oficialmente, nombrándose al nuevo Jefe del Gobierno, que, según parece, lo será el general Rafael E. Melgar, que es un magnífico elemento.

Rogándole saludar atentamente a todos los compañeros y felici­tándoles a la vez por el paso que se ha dado por restituir sus libertades al Territorio, me es grato repetirme de usted, como siempre, atto.

amigo y compañero afmo. J. Siurob (rúbrica).P.D. Ya fue aprobada la reforma por la Cámara de Senadores, y por

telégrafo contestan las Legislaturas de los Estados; así es que para el primero tendremos ya el nuevo Territorio. Les felicito una vez más por este éxito, suyo afmo. J. Siurob.27

Las voces

Claro que hubo muchos incrédulos y no creyeron que el general Cárdenas llevara en el pensamiento el devolvernos el Territorio. Y al mes once días de haber llegado a la Presidencia firmó el decreto donde nos reintegraba el Territorio Federal. Antes don Belisario Pérez recibió un telegrama del Secretario de Gobernación; llegó como a las siete y media de la noche, yo trabajaba con don Beli y aún lo tengo presente en la memoria, porque es corto:

“Palacio Nacional, México D.F., 9 de enero de 1935, Ciudadano Belisario Pérez Falcón, Presidente del Comité Pro-Territorio, Comunicóle que por acuerdo del Sr. Presidente de la República, se reintegra el Territorio Federal de Quintana Roo. Atentamente, el Secretario de Gobernación, Juan de Dios Bojórquez”.

Fueron 4 Comités sus presidentes: el Dr. Barocio, Juan Villanue- va, José Marrufo Hernández y Belisario Pérez Falcón; porque al nombrar nosotros a José Marrufo presidente municipal quedó va­cante el puesto de presidente del Comité y en la noche procedimos a nombrar al nuevo Comité, que a la postre fue el último, salieron don Belisario Pérez Falcón como presidente, don Juan Villanueva como Secretario del Comité, como de costumbre Mariano Angulo de tesorero, y como vocales Manuel Ríos Uribe, don Abelardo Castille­jos Borges, Enrique Ruiz Cortés y un servidor; con él llegamos al triunfo de nuestra lucha. Gabriel Antonio Menéndez nos ayudó mucho como director de un periódico.

Yo recibí el telegrama [de reintegración del Territorio], fui a dárselo a Don Belisario que había subido a cenar, bajó corriendo.

-Don Aurelio, cierre, vámonos, el Territorio de Quintana Roo vuelve, vámonos.

Yo era empleado de su botica, “La Voz de Hipócrates”, que también era tienda y mercería. Nos fuimos, pasamos por la Casa Aguilar, había mucha gente en la oficina, como siempre, estaban

cobrando o recibiendo órdenes para salir al río, entre ellos estaba Gerardo Oliva y Andrés Oliva “el huesito”. Seguimos, nos fuimos al parque y Don Beli dio a conocer al pueblo que el presidente Cárdenas nos reintegraba el Territorio de Quintana Roo y dejábamos de pertenecer a Campeche y a Yucatán, en el acto [hubo un] gran regocijo.

Los textos

La noticia corre de boca en boca, llegando a Cozumel el siguiente telegrama.

C. Edmundo Villanueva R.Presidente Interino, Sub Comité Pro-Territorio Federal de Quintana Roo, Cozumel, Yuc.

Secretario Gobernación mensaje ayer dícenos: Por instrucciones Secretaría a mi cargo acaba enviar a Cámara Diputados iniciativa de Ley creando nuevamente el Territorio Federal de Quintana Roo con extensión territorial y elementos disponía anteriormente. Para adoptar esta resolución Ejecutivo Federal tomó en cuenta peticiones formu­laron habitantes pertenecientes anteriormente Territorio así como necesidades atender mejoras explotación nacional riquezas natura­les esa Zona. Punto.

Ruégole particípelo demás personas interesadas en solución este asunto. Secretario Gobernación, J. de D. Bojórquez.

Sírvase dar usted mayor publicidad trascendental noticia debe ser motivo justo regocijo, hijos Quintana Roo desean desenvolvimiento social económico esta zona, declarando públicamente que correli­gionarios deberán guardar absoluto orden, absteniéndose ejecutar actos violentos, respetando autoridades constituidas fin poder exigir respeto nuestros derechos cívicos, pues este Comité desautoriza dichos actos.

Comité Pro-Territorio Federal de Quintana Roo. Presidente, Belisario Pérez F.

Secretario, Juan Villanueva R.28

Poco después, el 11 de enero de 1935, a menos de un año de haber prometido la reincorporación en Payo Obispo, el presidente Cárdenas emitió un decreto, publicado en el Diario Oficial el día 14 de enero, en el que se reforman los artículos 43 y 45 constitucio­nales, reintegrando el Territorio Federal de Quintana Roo con sus antiguos límites y extensión.

Las damas tenitorenses reclaman al Supremo Gobierno, el tenitoiio de Quintana Roo

Las voces

Cuando llegó el general Melgar como gobernador, que ya era Te­rritorio, todas nosotras desfilamos por el pueblo. Todas las madres de familia llevaban a sus niños chiquitos, mi Pepito estaba chico y ahí le llevaba sus tortas en la mano y ahí fuimos al aeropuerto a esperar la llegada del nuevo gobernador, a darle el recibimiento porque todos estábamos felices porque ya no éramos campechanos. Pero ya le digo, una cosa grandiosa, muy bonita, todo el pueblo fue, mujeres y niños.

Entonces cuando se anunció la llegada del general Cárdenas [en 1939], que venía en el barco Durango, un barco de guerra, muy grande, un barco de guerra muy bonito, se le recibió en Xcalak.

Xcalak era un lugar que estaba empezando a modelarse, a moder­nizarse, entonces en la escuela se pusieron las mesas para el banquete del general Melgar y lo que usted quiera, cuando llegó el general lo llevamos a la escuela y dijo que él no aceptaba ese banquete de ninguna forma, que él no quería ese banquete ahí porque de eso en México estaba fastidiado. El quería una cosa campestre bajo los cocos que se llevaran todas las mesas abajo de los cocos, a la orilla del mar, él quería una comida campestre entonces toda la gente de Xcalak entró en actividad, en camiones o en lo que podían a llevar todas las cosas a un cocal grande, del señor Valencia, Inés Valencia, ahí se pusieron unas mesotas grandes debajo de los árboles y ahí se empezó a hacer la fiesta.

Hicieron el marisco en distintas formas, el coco en distintos gustos: crema de coco, dulce de coco, jarabe y leche de coco, era la industria- lidad, entonces a la hora de repartir se abrieron bastantes cocos

frescos para que a todos se les obsequiaran sus cocos, cocos de agua y las cascaritas de coco seco, se parte a la mitad el coco y quedan unas como... jicaritas negras. Pues a la hora que se iban a repartir los refrescos, la cerveza y lo que sea, no se había llevado lo que se llama ningún vaso con las apuraciones de la gente y era una pena porque como le íbamos a dar al general Melgar, al gobernador, y al general Cárdenas; en qué se le iba a dar de tomar y el general Cárdenas dijo, “no hay problema muchachos ahí están las cascaritas de coco”, todo mundo a repartir cascaritas de coco y todo mundo estaba con sus cascaritas de coco tomando sus refrescos o tomando su cerveza en cascaritas de coco.

Entonces vino una comisión de Payo Obispo, fueron allá a buscar­lo y ya lo trajeron aquí en un barco porque venían en un lanchón grande y un barquito chico io arrastraba, una gabarra que le decimos, y entonces los barquitos de motor arrastran esas gabarras grandes y ahí venía toda la gente con la comitiva, y el Durango lo llegamos a conocer por dentro.

Mandaron una lanchita del Durango y nos fuimos todas las mucha­chas y las señoras; pero había que salir al caribe, por afuera del quebrado porque el Durango no podía entrar porque era muy grande. En pleno caribe estaba fondeado el Durango y ahí afuera tuvimos que salir nosotros a subirnos al barco que era una preciosidad de barco. Tenían panadería y estaban horneando los panaderos, tenía sus salones de baile, una cosa preciosa y nos metimos a la recámara a donde dormía el general Cárdenas, de latón dorado, pero brilloso parecía de oro toda la recámara.

Fue una cosa muy bonita sobre todo para las muchachas que nunca habían conocido un barco por dentro, es una ciudad flotante. Luego fuimos a la cocina y tenía unos refrigeradores que parecían cuartos llenos de verduras y de frutas, entonces los muchachos del barco sacaron un montón de frutas y nos llevaron unas bolsas de manzanas, peras y uvas y a todo mundo le repartieron frutas y pan caliente, fue muy bonito eso, estuvimos en el bar ya luego nos regresamos a Xcalak.

Ese fue el principio del cambio [1935], Melgar puso como quien dice la primera piedra porque ya más o menos cuando él estuvo acá se hizo la escuela [primaria] Belisario [Domínguez], se hicieron muchas obras que él patrocinó, era un hombre muy activo, era un

hombre que demostró en qué forma un pueblo puede transformarse, ya después del general Melgar siguieron otros gobernantes haciendo mejoras, pero la primera piedra la puso él.

El puso la iniciativa, en Payo Obispo, de que vean que una ciudad se puede transformar en una verdadera ciudad si uno quiere. Una cosa preciosa, porque hubo un adelanto grande para nuestros niños que estaban creciendo, se entiende que nosotros nacimos en un Payo Obispo que no había tanto adelanto como ahora y es imposible que querramos los viejos que se estanque la vida, la vida debe proseguir...

NOTAS

1. Gabriel A. Menéndez, Álbum monográfico de Quintana Roo , Chetumal, Fondo deFomento Editorial del Gobierno del Estado de Quintana Roo, p. 53. Dada la natura­leza y alcance de este trabajo, se está obviando la primera desmembración del Territorio Federal, ocurrida en 1913 por decreto de Venustiano Carranza, refederali- zándose Quintana Roo en 1915 por orden del mismo Presidente Carranza.

2. Los capítulos que forman este ensayo han sido titulados de acuerdo a las leyendas de loscarteles utilizados durante las manifestaciones que apoyaban la reincorporación de Quintana Roo.

3. Paula Gómez Alonzo, “El Territorio de Quintana Roo desde la Independencia hastanuestros días. Vicisitudes que ha sufrido como entidad política”, en Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, México, T. 47,1937, p. 307.

4. Amado Aguirr e, Informe que rinde al C. Presidente de la República..., T a cu baya, Direcciónde Estudios Geográficos y Climatológicos, 1925, p. 14.

5. Ibid., p. 5. Aguirre señala que la Casa Coldwell y Bonastre de Cozumel poseía un cocalde 9 kilómetros de longitud, así como diversos plantíos de 2, 4 y 10 hectáreas.

6. Ibid., p.29.7. Carta del Dr. Enrique Barocio, gobernador interino del Territorio, al Gral. Amado

Aguirre. 10 de junio de 1925. Archivo personal del Gral Agui/re, documento 549.8. “La anexión a Yucatán dará buen resultado”, en El Universal, México, 25 dejulio de 1925.9. Carta de Juan deDios Rodríguezal general Aguirre, 25 dejuliode 1925. Archivo personal

del Gral Aguirre, documento 554.10. Amado Aguirre, op. c/7., p. 51.11. Paula Gómez Alonzo, op. cit., pp. 307-309.12. Gabriel Menéndez, op. cit., pp. 57-58.13. Ibid., p. 59.14. Ibid., pp. 59 y 61.15. Ibid., pp. 57-58.16. Los estados que aprobaron la anexión fueron: Aguascalientes, Campeche, Coahuila,

Chiapas, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Lo anterior quiere decir que además de Tamaulipas y los habitantes del Territorio de Quintana Roo, que se declararon contra la iniciativa, otras 12 entidades federativas se abstuvieron de externar su opinión o, en su caso, se oponen a la anexión. Cfr. Diario de los debates de

la Cámara de Diputados, 1931, Vol. III, núm. 31, pp. 6-8.17. Vicente Rendón Quijano, Cónsul de México en Belice señala, en una comunicación a

la Secretaría de Relaciones Exteriores fechada el 9 de noviembre de 1930, que el gobierno federal aportaba $500,000 para el sostenimiento del Territorio. Cfr. Archivo General del Estado (A.G.E.), IV-602-12.

18. Diario de los debates de la Cámara de Diputados, núm. 39, 10 de diciembre de 1930, p. 9. El subrayado es mío.

19. Vicente Rendón Quijano, op. cit., p. 1.20. Ibid., pp. 10-11 y 19-28.21. Lorena Careaga Viliesid, Quintana Roo. Una historia compartida, México, Instituto de

Historia Dr. José María Luis Mora, 1990, p. 196. Cfr. A.G.E., Informes enviados por la Aduana Marítima y Fronteriza de Chetumal a la Secretaría de Relaciones Exteriores para el periodo.

22. Luz del Carmen Vallarta Vélez, “La formación histórica de Payo Obispo-Chetumal, 1898-1940”, Identidad, órgano informativo del Instituto Quintanarroense de la Cultu­ra, Chetumal, año3,5 especial, 1986-1987, p. 34. Paula Gómez AJonzo, op. cit., p. 311.

Los impuestos que se refieren son los siguientes:a) El del cuarenta por ciento sobre el importe del producto del coco, cualquiera que sea la

forma en que se exporte del Estado ya sea para el extranjero o para la República; más el veinticinco por ciento sobre el importe de los derechos respectivos, en favor del municipio que corresponda.

b) El de tres pesos cincuenta centavos para el Estado y de un peso al municipio quecorresponda, por cada cuarenta y seis kilogramos de chicle elaborado en marqueta y en bruto.

c) De un peso porcada tonelada de madera explotada en el Estado, más el veinticinco porciento del importe de los derechos respectivos, en favor del municipio que correspon­da.

d) El del cuatro por ciento, divisible entre el Estado y municipio que corresponda, sobreel importe de cualquier mercancía introducida al Estado, procedente del extranjero o de la república.

e) El de veintidós centavos, divisible entre el Estado y el municipio que corresponda, porcada sesenta litros de maíz que se exporte del Estado, ya sea para el extranjero o para cualquier otro punto de la República.

f) El de tres centavos, divisible entre el Estado y el municipio que corresponda, por cadacajetilla de cigarros que sea introducida al estado ya sea del extranjero o de cualquier parte de la república.

g) El de dos centavos divisible en igual forma, por cada kilogramo de miel de caña o pilónde azúcar sin refinar que se produzca en el Estado.

23. Gabriel Menéndez, op. cit., p. 63.24. Ulises Irigoyen, El problema económico de Quintana Roo. Estudio de la Comisión

Federal que fue designada para llegar a cabo una gira por aquella región y proponer las medidas adecuadas para su desarrollo económico y su vinculación política y administra­tiva con el resto del país, México, Departamento de Salubridad Pública, 1934, p. 254.

25. Gabriel Menéndez, op. cit., pp. 59, 61-62, 64 y 142.26. Carta de Baltasar (sic)P. González a Gloria González de Barreda, 14 de septiembre de

1934.27. Gabriel Menéndez, op. cit., p. 63.28. Ibid.