Historias Secretas Del Futbol Chileno I

download Historias Secretas Del Futbol Chileno I

of 411

description

historia secreta de futbol chileno

Transcript of Historias Secretas Del Futbol Chileno I

Historias secretas del Futbol I

1a edicin: octubre 20052a edicin: diciembre 20053a edicin: enero 20064a edicin: junio 20075a edicin: abril 20086a edicin: marzo 2010 Juan Cristbal Guarello de Toro, 2005 Ediciones B Chile S.A., 2005Monseor Stero Sanz 55, of. 601Santiago, Chile www.edicionesb.clISBN: 978-956-304-009-8DiseoFrancisca ToralTodos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en las leyes, queda rigurosamente prohibida, sin autorizacin escrita de los titulares del copyright, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico, as como la distribucin de ejemplares mediante alquiler o prstamos pblicos.ndicePRLOGO - Para qu?COLO COLO 1973 - El equipo que retras el golpe de EstadoELIMINATORIAS 1977 - Caszely borrado y Chile fuera del MundialPOLLA GOL - Los rbitros se llevan el premio gordoSELECCIN JUVENIL DE 1979 - Pasaporte a la derrotaESPAA 82 - Ftbol ratn vs. Ratones de cola pelEL BALLET AZUL - Una dcada de triunfosMUNDIAL DE 1962 - La epopeya desde adentroPRLOGO - Para qu? Uno de los tantos entrevistados de este libro solt una pregunta muy a tono con la desmemoria que nos gobierna: para qu acordarse de algo tan antiguo?Para qu? Para nada til, en rigor. Para nada constructivo en trminos prcticos. Recordar no tiene una funcin precisa, es apenas un ejercicio personal de evocacin. El que se acuerda se hunde en su propio mundo, sus laberintos personales y oscuros, sus abismos temibles y ocultos. As como un libro se lee en estricta soledad la lectura pblica est para los concursos de mala poesa y los rezos en los monasterios, el ejercicio de recordar es un viaje con un solo pasajero.Este libro es una reconstruccin, y apenas eso. No es historia, porque los autores no somos historiadores. No tenemos academia ni oficio, menos ganas. Tambin nos ahorramos los vicios.Tampoco se mueve en el gnero del periodismo puro. No estn izadas las banderas de la verdad, ni de la denuncia, ni de la profesin. Salta a la vista la ausencia de notas a pie de pgina. Las razones son atendibles. No queremos dejar turnio al lector con un relato paralelo y majadero; nos dio lata salpicar el texto con nmeros, letras y apndices. Los apstoles nos criticarn, nos reprocharn la falta de rigor y precisin. Problema de ellos.Hay captulos tal vez excesivamente peloteros y otros donde la cancha es un lugar accesorio. Por ejemplo, algo tan ventilado como el Mundial de 1962 se evoca aqu desde la perspectiva del plantel, la visin ntima de los protagonistas y el anlisis estricto de lo que pas sobre el csped, intentando dejar de lado todos los lugares comunes de un torneo cuya sola mencin suena a lugar comn. Por el contrario, el pequeo captulo de los rbitros y la Polla Gol habla bien poco de ftbol y mucho de manejos y amaos, de actitudes que molestan e indignan, pero que son tristemente ciertas.Siete captulos componen estas Historias secretas del ftbol chileno. El primero, el sexto y el sptimo, escritos por Luis Urrutia ONell (Chomsky), apuntan a tres leyendas fundamentales de nuestro balompi: Colo Colo 73, el Ballet Azul y, ms atrs en el tiempo, el Mundial de 1962. Lo del 62, como dijimos, es una revisin ntima de un hecho ya instalado en la cultura popular de Chile. Respecto del Ballet, hay una diseccin indita y desmitificadora de un equipo que pelea por ser el mejor de la historia de nuestro ftbol. Y en las pginas referidas a Colo Colo 73 se alude tanto al fenmeno futbolstico como al social.Los restantes captulos, escritos por Juan Cristbal Guarello, tratan de cuatro hechos notables, algunos vergonzosos, otros increbles. El primero gira en torno de las eliminatorias de 1977, cuando Chile qued fuera del Mundial de Argentina, e intenta contestar un par de preguntas: Caszely fue vetado por comunista? Caupolicn Pea fue manejado por la prensa? El segundo relata una historia pocas veces contada, pero que siempre ha rondado en la conciencia de nuestro ftbol: el arreglo de las apuestas de la Polla Gol por parte de un grupo de rbitros. El tercero revela con pelos y seales uno de los mayores escndalos de la historia de ftbol nacional: la falsificacin de pasaportes para el Sudamericano Juvenil de 1979. Y el cuarto es un viaje a fondo al proceso de Luis Santibez como tcnico de la seleccin chilena que culmin con el estrepitoso fracaso en el Mundial de Espaa 1982.Aprovechamos de agradecer a Toms Cullar y Antonio Amadori, que colaboraron en la investigacin.Lo que mueve este libro son fundamentalmente las ganas de traspasar al papel miles de cosas que pasaron frente a nuestros ojos. Como Eric Hobsbawn cuando describe el siglo veinte, los autores han sido testigos de muchos de los hechos narrados. Cuando se habla de la frustracin de Espaa 82 o de la alegra del Mundial de 1962, no se invoca un sentimiento ajeno y adquirido a la fuerza por la investigacin en archivos. La goleada contra Alemania en Gijn duele porque uno la vivi frente al televisor, vestido de la ingenua visin del hincha adolescente. El triunfo sobre la URSS en Arica se goza como se goz en el momento en que se escuchaba el partido por radio, siendo casi un nio en Rancagua.Lo anterior confiere la certeza de saber de lo que se est hablando. Aqu no hay una visin estril de los acontecimientos. Uno est involucrado en ellos, porque estas historias, para un seguidor del ftbol en Chile no hablemos ya del fantico, nos han acompaado toda la vida. Al igual que el personaje de Nick Hornby en Alta fidelidad, que armaba una discoteca a partir del significado de cada disco en la cronologa de su existencia, uno podra hacer un paralelo entre cada situacin de la vida personal y los partidos que ese fin de semana se estaban jugando. La eternidad de los hechos, que en el momento en que se producen tienen una importancia relativa, se va moldeando en la medida en que son capaces de superar su propia inmediatez. Para cualquier chileno mayor de treinta aos, la idea de Patricio Yez corriendo hacia el arco de Ever Almeida en el Defensores del Chaco es una accin infinita que culmina con el remate cruzado hacia el gol, pero que nunca termina sensorialmente. De la misma manera, para cualquier chileno mayor de cincuenta el momento en que Eladio Rojas remata en el ltimo minuto frente a Yugoslavia se ha transformado en un fotograma interno, que mueve los fluidos y la emocin de ese gol agnico y glorioso.Sin embargo, estos acontecimientos emocionantes y reconocibles son tambin polismicos. Yez no slo convierte un gol en 1981 y la seleccin no slo clasifica al Mundial de Espaa. Esos sucesos han tenido consecuencias y significados que en ocasiones han quedado sumergidos en la oscuridad, o han pasado inadvertidos. Algunos nunca se han contado hasta ahora.Para qu acordarse? Por muchas razones, casi todas ociosas. Como el tipo que mira las fotos de sus antiguas novias, todas ellas casadas, con la esperanza de capturar algo de esos momentos perdidos. Como el tipo que, sabiendo que es intil, camina por el barrio de su infancia con la intencin de encontrarse con la banda de amigos con quienes jugaba a la pelota. Uno reconstruye la historia con la idea de recuperar ciertas cosas que ha perdido, y otras que nunca tuvo, o tuvo y se las robaron sin que se diera cuenta. Puede que esas cosas, estos recuerdos, esta reconstitucin de los hechos no sirva ya de nada. Sin embargo, eso es precisamente lo que los torna imprescindiblesJuan Cristbal Guarello De Toro Luis Urrutia ONell (Chomsky)COLO COLO 1973 - El equipo que retras el golpe de estadoLa poltica polariza todos los mbitos de la vida social y el pas se encuentra paralizado por una huelga de transporte. A partir de las siete de la tarde, un hervidero de personas busca trasladarse de vuelta a sus hogares como sea posible: haciendo dedo, caminando cuadras y cuadras, subiendo a camiones y camionetas, abalanzndose sobre los contados buses de recorrido. En la Alameda se cavan las zanjas del futuro tren metropolitano, y all los obreros siguen los partidos en un televisor porttil Ant. Son las noches de Colo Colo, el equipo del pueblo, en la Copa Libertadores.A pesar de los obstculos, la gente se moviliza y colma el Estadio Nacional. Ochenta mil almas celebran su comunin con el equipo albo y el paso en cada fase del torneo, hasta la soada final. En la cancha, Colo Colo ofrece un suculento banquete de ftbol. El estilo ofensivo del equipo conjuga a la perfeccin talento y coraje. Luis lamos, creador del Ballet Azul, ha logrado una formacin equilibrada que provoca goleadas y enciende antorchas. Llamado el Zorro por su sagacidad, lamos llega a Colo Colo y es campen en 1972. Su desafo es la Copa Libertadores 1973.El equipoEl cerebro en la cancha es Francisco Valds, uno de los jugadores tcnicamente mejor dotados de todos los tiempos. Chamaco se haba hecho a imagen y semejanza de su maestro, Enrique Hormazbal. Recuerda Valds: Despus de los entrenamientos nos quedbamos con Cua-Cu Hormazbal practicando pases a diez, veinte, treinta y cuarenta metros, hasta terminar cada uno en un rea, pegndole al baln con distintas partes del pie: cara interna, empeine, borde externo. Por bajo, por alto, parando la pelota, pegndole de aire, dndole un toque. Tambin hacamos competencias apuntando al travesao o a los palos. Mirando a Cua-Cu aprend a sorprender adelantados a los porteros. En el ftbol actual creo que anotara muchos goles, porque los arqueros juegan ms lejos de los tres palos.Tal era la admiracin de Chamaco por Hormazbal que no slo se amarraba de idntica manera los cordones de los botines, sino que se peinaba igual y se atenda con su lustrabotas y su peluquero.Valds ingres de puntero izquierdo a la cancha a los diecisiete aos, como reemplazo de Bernardo Bello. Y, a diez minutos del final del partido ante los paraguayos de Cerro Porteo, anot el tanto de la victoria en el arco sur del Estadio Nacional (2-1, febrero de 1961). Tres das despus entr en el segundo tiempo frente a Sao Paulo y tambin convirti un gol. Valds era interior izquierdo (10). Hormazbal, interior derecho (8). Fueron campeones en 1963, como parte de un equipo que registra los rcords de la delantera ms efectiva 103 goles y el mximo anotador, Luis Hernn lvarez, con 37. Un ao despus, Chamaco hered la posicin de Cua-Cu.Con ojos en la espalda, jugando siempre un segundo antes que los dems, Chamaco Valds le pegaba indistintamente con el pie derecho y el izquierdo. Era especialista en tiros libres y en penales, llegaba al gol con asiduidad y una de sus obras favoritas era anotar con un tiro de emboquilla por sobre el arquero adelantado. As lo hizo en el estadio Maracan, ante Botafogo, pero el uruguayo ngel Passos anul injustamente el tanto. Chamaco se instalaba en la derecha y el centro del mediocampo, y desde ah abasteca a sus compaeros con cambios de frente y pelotazos llenos de precisin, siempre a las espaldas de los defensores, con el delantero en ventaja.lamos y Valds estaban distanciados desde Inglaterra 1966. El entrenador no incluy a Valds en el equipo titular de ese Mundial por considerar que Chamaco no era el crack que el periodismo sostena, pues se quedaba mirando cmo llegaban sus pases y no cooperaba con sus compaeros de juego. En esa ocasin, Chamaco hizo unas declaraciones que provocaron la ruptura. En 1971, Valds estaba a prstamo en Antofagasta Portuario. Al firmar en Colo Colo, lamos exigi el regreso de Chamaco, con quien sostuvo una conversacin en la que prometi transformarlo, trabajo y respeto mediante, en el mejor jugador de Chile. No puede ser crack, pese a que los periodistas lo digan, un futbolista como t, que juega la pelota y se queda esttico mirando cmo lleg el pase. No puede ser crack quien se limita tanto en su produccin, no cooperando en todos los aspectos del juego, empezando por la marcacin, aunque no se avenga con tu temperamento ni tus caractersticas futbolsticas.En ese equipo, Valds es la inteligencia y Carlos Caszely el genio: un individualista que depende de su habilidad e inspiracin, que rompe el molde superando a varios zagueros con su dribbling, rapidez (es el ms veloz del plantel) y potencia. De baja estatura, ancho de trax y de muslos fuertes, Caszely se siente siempre tentado a eludir a los arqueros. lamos instruy de esta forma a Caszely: Tu problema es tratar de hacer el gol llevando la pelota pegada a los pies y as pasar al arquero. Eso es muy difcil, porque l tiene mayores posibilidades de quedarse con el baln. Te aconsejo que al enfrentarlo le des un toque a la pelota lejos de su alcance, despus te ser ms fcil esquivarlo.Cuando Caszely hace la diagonal, asunto que ocurre con frecuencia porque se siente ahogado en la raya, su lugar lo ocupa por la subida el lateral derecho Mario Galindo, quien debe ser uno de los jugadores ms elegantes del balompi chileno. Vindolo jugar, pareciera que el ftbol es fcil, que la fluidez para avanzar con la pelota pegada al pie, la finta, el amague, el toque, la continuidad, estn al alcance de la mano de cualquiera.Si el Chino Caszely escapa al centro, all se rene con su socio Sergio Ahumada. El Negro Ahumada es ligero, acta en lnea recta y, en el momento de devolver una pared, nadie como l. Suele girar con el baln, picar a los espacios y definir con un puntazo. Ahumada hace muy bien el 2-1 con Caszely, Sergio Messen y Elson Beyruth.Por la izquierda del ataque se halla Leonardo Vliz. El Pollo es una espiga de zancada larga que causa dolores de cabeza con sus amagues. Vliz adopta una posicin tctica retrasndose para que su compaero ms cercano, Messen y antes el brasileo Beyruth pueda subir sin preocuparse por el regreso. El Pollo sumaba resistencia en velocidad: recorra 4.600 metros por partido. Me contrat el presidente, Hctor Glvez, y acept una oferta menor que la de otros clubes, dice Vliz. lamos haba llevado como puntero izquierdo a Fernando Osorio (Lota Schwager), as es que l empez de titular. Don Lucho me pidi que desbordara y que regresara, que me moviera en bloque. Despus me encarg misiones tcticas de apoyo en el mediocampo; as fue ante Botafogo en el Maracan, con la Unin Sovitica en Mosc 1973 y en el Mundial de Alemania 1974.Estuve dos perodos en Unin Espaola (1968-1971 y 1975-1978) y otros dos en Colo Colo (1972-1974 y 19791982), porque mi labor era reconocida por los entrenadores, no por la prensa. Me fui alejando del rea y perdiendo protagonismo, pero mi aporte era necesario para equilibrar el juego de Chamaco Valds, Messen y Beyruth. Aos despus, colaboraba con el Yeyo Inostroza en el medio para que Severino Vasconcelos subiera por la izquierda o llegara a cabecear en el segundo palo. Vasconcelos bajaba caminando: le pusimos Vas-con-sueo.En marzo de 2005, el Presidente de Argentina, Nstor Kirchner, visit la Municipalidad de Santiago y fue recibido por el alcalde Ral Alcano. De acuerdo con el protocolo, le presentaron a los concejales, entre ellos Leonardo Vliz, elegido para el cargo a fines de 2004. Kirchner salud, avanz unos metros, repitiLeonardo Vliz y se devolvi para pasar la mano por entre los guardaespaldas y exclamar: dolo!dolo!. La explicacin? Kirchner es de la provincia argentina de Santa Cruz, donde se ve mucho la televisin chilena, y l haba seguido la campaa de Colo Colo 1973.El ex centrodelantero de Universidad Catlica Keko Messen, un tanque de 83 kilos que desequilibra por ftbol y fuerza, se une a Guillermo Pez y Leonel Herrera, los duros del equipo, a la hora de poner temperamento.El Loco Pez es cuento aparte. Retrata como pocos el equilibrio de un jugador que supedita sus ricas condiciones en beneficio del juego colectivo. Pez es el caudillo, la rueda de auxilio de los dems, y el encargado de anular al mejor jugador del adversario. Formado en Universidad Catlica, era el conductor de Lota Schwager cuando lamos lo llev a Colo Colo. All debi cambiar de estilo, aunque igual se daba maa para demostrar la excelencia de su juego con los tacos. Una vez se dio el gusto de convertirle un gol de rabona a Deportes Ovalle. Recuerda Chamaco Valds: Cada vez que termina un partido de Colo Colo 1973, felicitamos a Pez en el camarn, no a Caszely ni a m. l dicta la pauta de lo que debemos hacer en la cancha, es pieza fundamental.En el centro de la defensa actan Herrera y Rafael Gonzlez, tipos de gran afinidad dentro y fuera de la cancha. La caracterstica de Herrera es su silenciosa eficiencia, la marcacin como stopper y el juego areo. Gonzlez destaca por su tcnica de lbero para amagarle al delantero y salir jugando. A despecho de su contextura gruesa, Gonzlez es uno de los jugadores ms rpidos del plantel.Manuel Rubilar, ex delantero, humilde jugador de equipo, es el lateral izquierdo. Sus reemplazantes son Gerardo Castaeda, quien gana en la mayora de las pruebas fsicas, y Alejandro Silva, un zurdo aplicado de potente disparo.Adolfo Nef, pura sobriedad y regularidad en el arco, completa el cuadro titular.Esta Copa sorprende veterano a Elson Beyruth, quien ya ha dado a Colo Colo su entereza, valenta y remate con ambas piernas durante una dcada. Beyruth quien rara vez vio escrito correctamente su apellido jams baj los brazos: arrastraba a los rivales e incluso se daba tiempo para realizar labores tcticas, como marcar a Jorge Toro, el conductor de Unin Espaola.Cuando se requiera mayor marcacin en el mediocampo ingresar Alfonso Lara, disciplinado y polifuncional.Con las excepciones de Messen y Herrera, Colo Colo 1973 no dispone de buenos cabeceadores en ofensiva, por lo tanto los tiros de esquina se sirven cortos, a la manera de Francia (Raymond Kopa y Just Fontaine) en el Mundial de Suecia 1958.Precisa Luis lamos: Colo Colo atacaba a travs de siete maneras. Una, pase largo de Chamaco que dejaba a un compaero en ventaja para rematar. Dos, subida de Galindo por la derecha. Tres, diagonal de Caszely. Cuatro, pared entre Messen y Ahumada. Cinco, desborde de Vliz por la izquierda. Seis, desborde de Caszely por la derecha. Siete, apariciones de Rubilar, Pez y Herrera. Si en Universidad de Chile las prioridades eran lo fsico, lo tctico, lo tcnico y lo sicolgico, en ese orden, en Colo Colo eran lo sicolgico, lo fsico, lo tcnico y lo tctico.El Maracan a sus piesEn un pas dividido por las ideologas, Colo Colo constituye el punto de unin y la alegra de los chilenos. El propio Presidente de la Repblica, Salvador Allende, lo confirma ante los jugadores albos en La Moneda, al recibirlos el da que viajan a Ro de Janeiro a enfrentar a Botafogo, en el primer partido por una de las semifinales, las que disputan Cerro Porteo, Botafogo y Colo Colo. Los simpatizantes de la Unidad Popular respiran hondo: Mientras Colo Colo gane, el Chicho est seguro.El primer encuentro de esas semifinales el 6 de abril de 1973 constituy el primer triunfo de un equipo chileno en el Maracan. Caszely evoca ese primer partido: Me haba ido al centro, recib un pase profundo de Chamaco Valds, fui a buscar con dos defensores (Brito y Valdencir), me abr de piernas y dej seguir la pelota para Ahumada, quien de inmediato me la cort hacia la derecha, a espaldas de Scala, el capitn de Botafogo. El rubio Marinho [considerado el mejor lateral del mundo] estaba adelantado y me escap solo. A m era muy difcil que me pillaran en velocidad. Cuando el arquero [Wendel] quiso achicar el ngulo, la cruc fuerte al otro lado. Ya antes haba estrellado un remate en el vertical y dos minutos despus me hicieron un penal que ejecut Chamaco.Ante Botafogo explotamos bien las caractersticas de Marinho, que es un gran jugador, y debimos ganar ms ampliamente, comenta el tcnico lamos. La entente cordial de los rbitros del Atlntico se hizo presente cuando le anularon un gol a Valds que fue legtimo por donde se le mirase. Rara vez transparento mis emociones, pero esa noche de Maracan me puse extrovertido; creo que hasta abrac a los policas.Despus de esa espectacular victoria en el Maracan, la goleada sufrida en Asuncin (5-1 ante Cerro Porteo) fue un captulo aparte en esta singular Copa Libertadores. Segn el Zorro lamos, ese resultado no corresponde al ftbol sino a la sicologa. Pasaron muchas cosas que uno no poda controlar. La muerte del hermano del presidente del club, Hctor Glvez, la seguridad de que el plantel vena a Santiago y de Chile sala para Hait, y que en vsperas del partido en Paraguay se vino al suelo. No aseguro que bajo otras condiciones hubiramos ganado a Cerro Porteo, pero s no nos golean. Adems de lo mental, de lo sicolgico, no pudimos hacer ms disparates en ese partido, empezando por el autogol de Leonel Herrera. () Sent preocupacin por el score (1-5) cuando supe que ante Cerro Porteo no podra jugar Caszely. La diferencia de goles era decisiva, pero el 4-0 confirm mi teora de que el ftbol es equipo. Sin Caszely, Colo Colo hizo otro de sus grandes partidos. Con Botafogo en Santiago estbamos perdiendo exclusivamente por culpa nuestra, por una reaccin infantil, quiz nacida de la presin exterior. Ganbamos 2-0, y con esa ventaja, en nuestra propia casa, no podamos andar exponiendo el resultado por el lujo de golear 3-0. Si el rival es fcil, vamos todos adelante, pero si tienes al frente a Botafogo, debes ser ms cauteloso, aunque el pblico pida otra cosa. Por eso, de repente, nos encontramos perdiendo 3-2. En seguida vino la desaplicacin, un par de pelota entregada al adversario. Absurdo.Las noches de Colo ColoEl fervor que provoca el Cacique se refleja en los hinchas saliendo a festejar en las calles las noches en que golea 5-0 a Unin Espaola, 5-1 a Nacional de Quito, 5-1 a Emelec de Guayaquil, que gana 2-1 a Botafogo en el Maracan, 4-0 a Cerro Porteo (desquitndose de la derrota por 5-1 en Asuncin) y que empata 3-3 con Botafogo (clasificando para la final de la Copa) y 1-1 con Independiente en Avellaneda.Los triunfos de Colo Colo ese ao quedaron en la memoria colectiva de los chilenos, entre otras cosas por los golazos de Carlos Caszely. Frente a Unin Espaola, hubo un tiro de esquina desde la derecha, a cargo de Rogelio Faras. Despej de cabeza Rafael Gonzlez; a la salida del rea norte, Caszely arranc por afuera de Francisco Las Heras; tir la pared larga con Beyruth, recibi la devolucin en el centro del campo, toc por un lado de Remigio Avendao y fue a buscar por el otro; en tres cuartos de cancha le meti un tnel a Antonio Arias; corri por el callejn del 10, el arquero Juan Olivares sali desde el punto penal, Caszely amag hacia su derecha, sigui por la izquierda y cachete, con tres dedos, hacia la izquierda del golero. Jorge Toro no alcanz a llegar: la pelota ingresaba al arco. Golazo! Unas veinte mil personas corearon: Se pas, se pas...!.Poco despus, frente a Emelec, Caszely escap por el centro, pas la pelota por entre las piernas del portero uruguayo Eduardo Garca, enganch ante el defensor charra Jos Mara Piriz ex compaero suyo en Colo Colo, resisti la persecucin de Garca, esquiv una patada desde atrs del golero y se introdujo en el arco. All, enredado en la malla, abraz la pelota. Esta vez, ochenta mil espectadores gritaron: Se pas, se pas...!. Con el tiempo, muchas personas, incluido el propio Caszely, sostuvieron que ese coro haba surgido en el partido con Emelec, el 28 de marzo, pero el archivo de la revista Estadio (edicin 1.545) prueba que la invencin data del 1 de marzo, despus del cuarto gol a Unin Espaola.lamos se entusiasmaba al recordar aquel gol de Caszely al uruguayo Eduardo Garca, de Emelec, sobre el arco sur: Reuni todo lo que debe poner el gran jugador: fsico (corri 70 u 80 metros antes de enfrentar al arquero), tctica (su posicin en la cancha para recibir el toque de Beyruth), tcnica (cmo se llev esa pelota!) sicologa, su propia fe, su decisin, su manera de enfrentar el problema.Otro de los mritos de Colo Colo 1973 es que once de sus jugadores (Nef, Galindo, Herrera, Gonzlez, Valds, Pez, Lara, Messen, Caszely, Ahumada y Vliz) integraban la Seleccin Nacional que compiti con Per para ir a la Copa del Mundo Alemania Federal 1974. As, cumplieron una extenuante campaa con amistosos de preparacin en Hait (Puerto Prncipe), Mxico (San Luis de Potos) y Ecuador (Guayaquil), adems de las eliminatorias con Per en Lima, Santiago y Montevideo. En 1973, por primera vez, Chile le gan a Argentina la Copa Carlos Dittborn. Ello, conjuntamente con los partidos por la Copa Libertadores en Quito y Guayaquil, Ro de Janeiro, Asuncin, Buenos Aires y Montevideo.Tanta era la actividad del plantel por esas fechas que cuando el Zorro lamos, preocupado pero feliz, cont que se casaba su hija, le preguntaron la fecha de la boda y l contest: Entre Cerro Porteo y Botafogo.El preparador fsico del Cacique era Luis Venegas: En Chile es normal que el viernes se dedique a recreacin. Nosotros impusimos un entrenamiento fuerte ese da. Preferimos exigir al jugador y nos serva como demostracin: si estaba bien fsicamente, sera capaz de recuperarse con prontitud; si no lo estaba, haba que trabajar ms con ese jugador o cuidar su comportamiento privado. En total, con amistosos y todo, en 1972 disputamos unos cincuenta partidos. En 1973 fue todo anormal. Los trabajos no obedecieron a planificacin alguna, porque no se poda y hubo que ir arreglando la carga por el camino. Haba fechas clave que no se conocan: las de las eliminatorias y las de la propia Copa Libertadores. Por muchas ilusiones que tuviramos, no sabamos hasta dnde bamos a llegar. En un torneo as puede pasar cualquier cosa. De hecho, hubo un momento en que nos dieron por eliminados en la primera ronda, luego de los partidos en Ecuador.Sabamos que bamos a tener una jornada intensa, pero nunca nos imaginamos que sera tanto. Slo se hizo una preparacin bsica, con algo que a la larga result fundamental: descanso desde el 23 de diciembre de 1972 al 15 de enero de 1973. La etapa de preparacin fue extraordinaria y eso nos permiti soportar el ao. Se hizo en todos los lugares que ofrece Via del Mar: playa, canchas de golf, el Sporting, el estadio Sausalito. La concentracin demostr ya la excelente disposicin de los jugadores. Y ah empieza lo bueno: trece partidos por la Copa, veintids por la Seleccin, un par de amistosos, una gira a Europa con seis partidos y los 34 del campeonato oficial.Total: 87 encuentros, disputados en tres continentes y 32 ciudades. Al llegar diciembre de 1973, mientras los dems equipos estaban en plena segunda rueda, Colo Colo tena prcticamente todo el campeonato por delante. Haba que jugar cada tres das. Slo en diciembre disput siete partidos (el 5, 9, 12, 15, 19, 23 y 30), y nueve ms en enero de 1974 (el 3, 5,10, 13, 17, 20, 24, 27 y 30).En Santiago, Colo Colo se concentraba en el Hotel Carrera, en la Plaza de la Constitucin. Cada noche, el Profe Venegas pasaba por las habitaciones y daba las buenas noches. En una oportunidad, se despidi, gir, abri la puerta y por error se meti en un armario del hotel.El Zorro fue un adelantado. Y sicolgicamente saba mucho. Nos permita una botella de vino por mesa ramos cuatro, o un whisky el viernes en la noche, porque deca que la prohibicin resultaba daina, asegura Valds. Lo que no significaba que no fuera riguroso respecto de la necesaria disciplina. lamos prescindi de Onzari y del mediocampista Juan Koscina por motivos disciplinarios: los dos eran solteros y vivan en Hurfanos, en departamentos frente al Teatro pera, donde estaba la compaa de revistas Bim Bam Bum, con sus tentaciones al alcance de la mano.La vspera de los partidos, los dos luises, lamos y Venegas, se dirigan al Tap Room de la avenida Bulnes, situado a un par de cuadras, para disfrutar de la msica y de alguna bebida. El paramdico Hernn Chamullo Ampuero se apuraba para seguirles los pasos, pero antes pasaba por el comedor del Carrera anotando a los jugadores que necesitaran masaje. El plantel se inscriba completo, incluso los que nunca se masajeaban como Adolfo Nef y Alejando Silva. Cuando el Chamullo revisaba la lista se daba cuenta: Esto es una pitanza. Su desquite llegaba a la una de la madrugada, cuando despertaba a todos los inscritos para masajearlos. Y lo haca.Venegas: Haba tres tipos de lderes: caudillo (Pez), cerebral (Valds) y goleador (Caszely). Y el plantel era disciplinado por conviccin, no por obligacin.Los compaeros de cuarto en las concentraciones eran Valds y Galindo, Caszely y Vliz, Pez y Lara, Messen y Beyruth, Ahumada y Gonzlez, Rubilar y Castaeda, Nef y Silva, Herrera y Osorio. A veces ocupaban habitaciones triples. En 1972, Colo Colo haba coincidido en un viaje a Antofagasta con las lolas del programa musical de televisin Msica Libre. El arquero argentino Miguel ngel Onzaripinch con Isabel Castro, Caszely con rika del Solar y Messen con la colorina Maricel Ziga.En el rnking albo de particularidades y rasgos de personalidad, Messen tena el primer lugar en dos especialidades: el ms cascarrabias y el de mayor apetito. Y le collereaba a Caszely como el ms dormiln. Ahonda Messen: Siempre he sido muy bueno para comer, y deba vigilar mi peso de 83 kilos. Antes dorma por lo menos diez horas diarias y ahora no llego a las seis por el insomnio. Y en el mal genio, tengo una lnea que separa el enojo de la estupidez.Los de mejor humor: Herrera, Galindo y Osorio. El madrugador: Silva.Los naiperos: Beyruth, Valds, Osorio, Lara y Pez. El mejor para el pimpn: Vliz.El mejor para el pool: Pez. El mejor nadador: Osorio.En su libro El hombre y el ftbol, el Zorro lamos describi con una palabra a sus pupilos colocolinos:Mario Galindo: elegancia; Francisco Valds: talento; Rafael Gonzlez: exquisito; Leonel Herrera: agresivo; Manuel Rubilar: modestia; Guillermo Pez: creativo; Carlos Caszely: imaginativo; Sergio Ahumada: sorprendente; Sergio Messen: medulado [sic]; Leonardo Vliz: vibracin, y Elson Beyruth: mesurado.Las tres finales con Independiente de AvellanedaIndependiente 1 - Colo Colo 1Fecha: martes 22 de mayo de 1973Estadio: Independiente de Avellanedarbitro: Milton Lorenzo (Uruguay)Independiente: Miguel ngel Santoro; Eduardo Commisso, Miguel ngel Lpez, Francisco Sa y Elbio Pavoni; Hctor Martnez, Miguel Raimondo y Alejandro Semenewicz; Agustn Balbuena (Daniel Bertoni), Miguel ngel Giachello (Eduardo Maglioni) y Mario Mendoza Director tcnico: Humberto MaschioColo Colo: Adolfo Nef; Mario Galindo, Leonel Herrera, Rafael Gonzlez y Alejandro Silva; Francisco Valds, Guillermo Pez y Sergio Messen; Fernando Osorio (Carlos Caszely), Sergio Ahumada y Leonardo Vliz (Alfonso Lara)Entrenador: Luis lamosGoles: 0-1, 70 Sa (autogol); 1-1, 75 MendozaExpulsado: 73 AhumadaColo Colo 0 Independiente 0Fecha: martes 29 de mayo de 1973Estadio: Nacional de Santiagorbitro: Romualdo Arpi Filo (Brasil)Colo Colo: Nef; Galindo, Herrera, Gonzlez y Silva; Valds, Pez y Messen; Osorio, Caszely yVliz.Independiente: Santoro; Commisso, Lpez, Sa y Pavoni; Martnez, Raimondo y Semenewicz; Balbuena (Bertoni), Giachello (Maglioni) y MendozaIndependiente 2 - Colo Colo 1Fecha: mircoles 6 de junio de 1973Estadio: Centenario de Montevideorbitro: Jos Romei (Paraguay)Guardalneas: Romualdo Arpi Filo (Brasil) y Ramn Barreto (Uruguay)Independiente: Santoro; Commisso, Lpez, Sa y Pavoni; Semenewicz, Raimondo y Galvn; Bertoni, Maglioni (60 Ricardo Bochini) y Mendoza (74 Giachello)Colo Colo: Nef; Galindo, Herrera, Gonzlez y Silva (74 Gerardo Castaeda); Valds, Pez yMessen; Caszely, Ahumada y Vliz (87 Lara)Goles: 1-0, 25 Mendoza; 1-1, Caszely (41); 2-1, 106 GiachelloExpulsados: 77 Herrera; 108 CommissoIndependiente retuvo la Libertadores. De esos aos viene el canto de La Copa, la Copa, se mira y no se toca...!, hiriente para los odos chilenos hasta la conquista de Colo Colo 1991. Sin embargo, quienquiera que haya presenciado los tres partidos o que observe los videos, notar que los fallos arbitrales resultaron decisivos en contra de los albos.En Avellaneda el encuentro termin 1-1. El gol de Colo Colo se produjo en el minuto 70 (pelotazo de Messen, corrida de Vliz y autogol de Francisco Sa, con Caszely encima). A los 73, el rbitro uruguayo, Milton Lorenzo, expuls a Ahumada por darle un puntazo al baln. Y a los 75, Independiente empat con un gol absolutamente viciado: el Loco Mario Mendoza crey que se trataba de la fiesta popular del rodeo y embisti a Nef, introduciendo al arquero con pelota y todo bajo los tres palos. En el rea chica, Pez devolvi a Mendoza al centro de la cancha con una volea de izquierda.El baln le haba cado en la derecha al zurdo Silva y su rechazo sali hacia atrs: Los focos de Avellaneda estaban encima de la tribuna y daban en la cara. Por eso Independiente, y Pavoni en especial, meta pelotazos cruzados. Fue lo que ocurri en mi pifia al despejar, recuerda Silva.Despus del gol viciado de Mendoza, los nimos se caldearon en Colo Colo. En una accin pegada al bandern del crner, Silva levant con pelota y todo a Balbuena y el rbitro corri a mostrarle la roja. De inmediato varios jugadores de Colo Colo lo rodearon: Herrera le bot la tarjeta, otros lo golpearon en las costillas, y Milton Lorenzo se desisti de la expulsin.El ayudante de lamos era Orlando Aravena, quien haba viajado a Buenos Aires a observar el duelo entre Independiente de Avellaneda y San Lorenzo de Almagro, cuyo vencedor sera el rival de Colo Colo. El mejor jugador de Independiente era Agustn Balbuena, el Moncho, puntero derecho hbil y veloz. Aravena le dijo a lamos que el jugador indicado para anularlo era Alejandro Silva por ser zurdo, porque Balbuena buscaba por afuera. Manuel Rubilar estaba lesionado y el suplente, Gerardo Castaeda, era diestro. Silva, que no haba actuado en la Copa, apareci de titular en Avellaneda y jug las tres finales.Valds gan el sorteo inicial y eligi el lado contrario del que acostumbraban los chilenos para comenzar. La noche que fuimos a pisar la cancha me di cuenta del viento que corra. Jugamos el primer tiempo con viento en contra y as pudimos resistir el asedio de ellos en el segundo. Los despejes nuestros eran ms largos y a ellos les costaba ms llegar.Para el Zorro lamos, uno de los momentos difciles fue estar en la cancha cuando entr Independiente. Te aseguro que eso achica a cualquiera. Ah cambi la intencin del juego de Colo Colo, en respeto a la historia del rival. Mira, nosotros no fuimos campeones de la Libertadores por lo que pas en Avellaneda. Muchos dicen que perdimos la Copa en la revancha de Santiago. No, la perdimos all. Y la perdimos en la expulsin de Ahumada y en ese empate, que fue un regalo inicuo del rbitro. Tambin por culpa de ese gran absurdo de aislar al tcnico mientras se juega. Si yo hubiese podido comunicarme oportunamente con mis jugadores, ese partido no lo empatamos. Haba mandado a Messen sobre Semenewicz, quien tericamente era el motor de Independiente, pero esa noche el motor era Raimondo y yo no pude ordenar el cambio de marca. () S, con Ahumada ganamos en el Estadio Nacional, pero su inhabilitacin corresponde al partido de Avellaneda, por eso digo que la Copa la perdimos all. En Santiago, Independiente hizo lo funcional, lo cuerdo.La definicin extra de Montevideo fue, como quien dice, la yapa. Cuando terminamos los noventa minutos con el empate 1-1 y nosotros con un jugador menos, empricamente, cientficamente, yo saba que ya no ganbamos la Copa. No haba piernas en el equipo y ellos estaban como nuevos. En el gol de Giachello tambin hay tema para especular. Reglamentariamente fue bien hecho, aunque desde el fondo vinieran saliendo dos jugadores de Independiente (Bertoni y Bochini). El Gringo Nef no saba que estaban all, porque les daba la espalda, luego no distraan su atencin, pero tambin tengo que dudar: si ese gol lo hacemos nosotros, lo dan por vlido? Pasaron tantas cosas raras en ese partido! El penal de Santoro a Caszely, es que alguien puede discutirlo? Y el foul de Commisso a Ahumada, no era para expulsin inmediata? S, despus hubo un penal de Nef a Giachello, pero el partido ya estaba definido.Con todo, lamos cree que Independiente fue un buen campen. Es un equipo slido, que sabe su oficio, que sale de los marcos del estilo argentino, deca en 1973. Yo soy hincha de las individualidades argentinas, pero creo que stas no tienen inteligencia. Son hbiles del cuello para abajo, pero para arriba, nada. Hay grandes equivocaciones y confusiones en torno de la evaluacin de ese ftbol. Los periodistas argentinos viven pensando en la Mquina de River Plate (1942), sin darse cuenta de que con ese ftbol no le ganaron a nadie. Su gran victoria de los ltimos quince aos fue aquella Copa de las Naciones en Brasil [1964], pero, quin dijo que ganaron metindose todos en su campo, por inspiracin del flaco Rattin? Racing y Estudiantes de La Plata fueron campeones del mundo con lo que llaman el antiftbol [Racing en 1967 y Estudiantes en 1968]. Es decir, ganaron cuando fueron obreros, cuando tuvieron una filosofa definida, como la de este Independiente, al igual que sus alineaciones antecesoras en la Copa, concluye el tcnico chileno.Esta fue, jugador por jugador, la visin de la afamada revista argentina El Grfico:Colo Colo es un equipo alegre, ofensivo, creador, espectacular, vistoso. Nef (27 aos). Flojo saliendo y en pelotas bajas. Discreto en el resto.Galindo (21). Jugador bien dotado, sube constantemente al ataque. Hbil y fuerte, aunque da muchas ventajas en la marca.Herrera (24). Expeditivo, ms fuerza fsica que capacidad tcnica. Y mejor dentro del rea que fuera de ella.Gonzlez (23). Su propensin a salir jugando lo lleva a correr riesgos innecesarios. No es muy fuerte de arriba. Anda bien con la pelota.Rubilar (25). Jugaba adelante y le queda esa caracterstica de atacante. Con menos manejo queGalindo, pero ms tenaz en lo defensivo, aunque tampoco ste sea su fuerte.Valds (30). El hombre clave. El que arma el equipo. Le pega sensacionalmente a la pelota con ambas piernas. Y hace goles.Pez (28). El mediocampista de contencin. Equilibrado, ordenado para moverse en el campo y cubrir las subidas de Chamaco Valds. El hombre de sacrificio en mitad de cancha.Messen (24). Tipo tanque, pesa 84 kilos y trata de hacerlos valer. Va a todas. Le falta manejo. Caszely (24). El dolo. Muy hbil, encara siempre y se va muchas veces al gol. No usa la raya sinola diagonal. Peligroso cuando se agranda. Mentalidad ganadora, no se desanima nunca.Ahumada (25). Delantero centro. A veces va a la punta. Muy peligroso. Es hbil y va al frente. Entra en paredes o en la individual, pero va a buscarlas todas, hasta los pelotazos. No se achica ante los golpes.Vliz (27). Es diestro y tambin busca la diagonal, como Caszely. Hbil, pero algo enredado por su tendencia a querer entrar siempre en gambeta. Si le sale es peligroso.Beyruth (31). Juega arriba, pero tambin puede arrancar de atrs con fuerza y panorama. Le pega bien a la pelota y va bien al cabezazo. En algunos pasajes del partido su presencia puede ser necesaria para equilibrar la balanza en el mediocampo.Despus del empate con Independiente en Avellaneda, Salvador Allende recibi al plantel del Cacique en la embajada de Chile en Buenos Aires, adonde haba viajado a la ceremonia de transmisin del mando de Argentina: Jugamos bien, no? Bueno, digo que jugamos porque yo tambin le hice harto empeo por la televisin. Le preguntaron si haba practicado algn deporte en su juventud. Si revisan la coleccin de la revista Los Sports vern en portada a un joven tirando la bala. La verdad es que era muy deportista. Ustedes ya saben que era puntero izquierdo, adems practiqu el salto largo, los cien metros planos, la bala y el dardo. Para lo nico que era rematadamente malo era para el salto alto. Por eso me cost tanto llegar a La Moneda, brome Allende.Para el partido de vuelta en Santiago (empate 0-0), varios jugadores de Colo Colo pensaron que la charla tcnica de lamos fue timorata: Nos repiti una y mil veces que no nos descuidramos atrs, que los volantes y Messen deban quedarse a tapar. Ojo con ellos! Lo que importa no es tanto ganar, sino no perder. No debemos perder en nuestra casa, eso provocara un dao generacional a nuestro ftbol. De todos modos nos queda la chance del tercer partido. Eso nos deca.El enviado especial de El Grfico dibuj una atmsfera que haca pensar que jams presenci un clsico Boca Juniors-River Plate: Nunca haba visto un clima as; en pas alguno, por ms final importante que estuviera en juego. Nunca haba visto a un pas entero viviendo el partido varios das antes. La visin del estadio, casi totalmente colmado dos horas antes, fue un choque para todos, aunque lo descontramos de antemano. Todo fue apotetico, la recepcin al Colo Colo, el aliento, los cnticos, el despliegue de banderas del pas hermano, la msica tocada por la banda, los gritos de las barras, dirigidas desde el campo de juego por un pintoresco personaje, el espectculo de la multitud.Respecto de sus contrincantes, la prensa trasandina cit a Valds, Herrera, Gonzlez y Pez como lo mejor de Colo Colo: El Chamaco, lesionado y sin movilidad, cada vez que toc la pelota le puso su sello de claridad. Los dos zagueros, fuerte y expeditivo el primero, con mejores recursos el cuevero, tambin ganaron su cotejo con los delanteros rivales. Y Pez confirm que es un jugador de nivel parejo que camina muy bien la cancha. () Gran trabajo del pequeo juez brasileo [Arpi Filo]. Autoridad, jerarqua, categora. No meti una sola tarjeta amarilla, que es el recurso demaggico de algunos jueces.Humberto Maschio, entrenador de Independiente, dijo por su parte: He notado que ellos nos respetan mucho y que tratan de no dejar espacios libres atrs, para nuestro contragolpe. Finalmente, el enviado de El Grfico coment su parecer acerca del partido restante: Creo firmemente que el Colo Colo saldr a jugar en Montevideo tal cual lo hiciera en Avellaneda.En Montevideo, Independiente anot a los 25 minutos, despus de 180 sin llegar a la red. Todo lo que hizo falta para que se conquistara! Bertoni gan la raya de fondo, le peg mal y sali centro atrs. Maglioni entr para buscarla y remat al arco, pero le sali mal. Tal vez en su trayectoria la pelota poda concluir en la bandera del crner de la raya opuesta. Mendoza, quien estaba de centrodelantero, le puso la zurda y cuando Nef caminaba acompaando el baln, se lo cambi con fuerza al otro palo, relat El Grfico.No me explico a este equipo chileno. Me dijeron muchos que era ofensivo, muy ofensivo Y, sin embargo, aqu en el Centenario, dos atacantes netos. Apenas dos: Caszely y Ahumada, como puntas de lanza, enfrentados al fondo de Independiente. S que son buenos jugadores. S, tiran bien las paredes en velocidad. Pero pierden por el off side. Varias y reiteradas posiciones adelantadas que les fabrican Commisso, Lpez, Sa y Pavoni.Pelotazo de Vliz a Caszely (41). Santoro. Los 20 metros que los separan cuando Santoro arranca por la salvacin. Y adis a la ventaja del gol a favor. Otra vez Colo Colo con el negocio. Y la obligacin roja de volver a trabajar. La angustia de volver a la bsqueda del gol. Sin un volante nutrido de sorpresa. Con tres picadores all adelante, muy separados entre s.Fuera de todos los excesos que cometen los jugadores chilenos durante el encuentro. Especialmente cuando el resultado les proporciona el derecho a exhibir toda la gama de picardas para que el reloj corra en vano. Ah! Estudiantes de La Plata! Estudiantes! Qu ingenuo resultas ahora frente a tanto progreso chileno! Cunto candor en Bilardo comparado con todo el moderno repertorio que expuso Colo Colo cuando explota la ventaja.En esto de la Copa todo vale, seala El Grfico, aludiendo a la aparicin en el estadio Centenario de Sergio Martnez, el arriero que haba encontrado a los rugbistas uruguayos sobrevivientes de un accidente areo en la cordillera. Para mostrarlo a las tribunas nada ms. Por eso del servicio prestado.Y contina su descripcin del partido: El zurdazo de Galvn que encuentra las manos de Nef. El rebote. Otro rebote. Otra ms. Uno que pifia. Otro que la deja corta. La pelota que sigue indecisa. Flotando. Desamparada. Giachello. All est Giachello que, por fin, la captura. Y que la empuja (106), dice El Grfico.Esa jugada me persigui durante mucho tiempo, reconoce Mario Galindo, aludiendo a aquella que culmin en el segundo gol de Independiente en la finalsima. Todo el mundo qued con la impresin de que quise hacer un tnel, y lo que sucedi es que no vi al jugador rojo que estaba a mi espalda. Simplemente trat de salir hacia mi lado derecho con el baln dominado; le choc la pelota, volvi al medio, se produjo otra jugada y Giachello anot el tanto de la victoria. Ni don Lucho lamos ni mis compaeros me reprocharon nada, no se toc el tema, pero de alguna manera...En uoa, el juez brasileo Romualdo Arpi Filo haba anulado un gol legtimo de Caszely. Un video analizado en 2003 muestra claramente que Caszely estaba habilitado por seis rivales. Sin embargo, el juez cobr offside.Ahora, en la definicin de Montevideo, el paraguayo Jos Romei le anul un gol de izquierda, expuls a Herrera y a metros suyo permiti la agresin de Perico Raimondo al mismo Caszely, quien qued con un ojo en tinta.Por qu Colo Colo no gan la Copa Libertadores 1973?Segn Valds, antes de jugar en Avellaneda, dos ex jugadores de Independiente que estuvieron en Colo Colo, Mario Rodrguez y Ral Decaria, nos anticiparon que los rbitros apareceran en nuestro hotel para ser sobornados. bamos a hacer una vaca en el plantel, pero el presidente Hctor Glvez se opuso. La terna de jueces lleg, esper y al ver que no pasaba nada, se fue.Messen confirma la declaracin de Chamaco: Responsablemente puedo decir que la terna de rbitros estaba sobornada en las tres finales con Independiente. Pablo Arispe, un pedicuro hermanastro del cantante de tangos Lalo Martel, era ntimo amigo del rbitro uruguayo Ramn Barreto, y por l supo que cada uno cobr 33 mil dlares. Tampoco tengo ninguna duda de que ese Independiente se inyectaba.A propsito de este tema, en su autobiografa Yo soy el Diego , dice Diego Armando Maradona: Quiero terminar con esta historia de que Maradona invent la droga en el ftbol argentino: a m me agarraron con cocana y eso no es ventaja, es desventaja! Pero cuando la droga se us en el ftbol argentino, se us para correr! Fue para estar a la misma altura de los alemanes, para ganar la Copa Intercontinental, fue para ganar la Copa Libertadores (p.146).Contina Messen: No fue la primera vez que supe de estimulantes en el ftbol. Eso lo descubr en 1971, cuando Unin San Felipe gan 2-1 a Colo Colo en el Estadio Nacional, con un gol del Huaso Rafael Henrquez. No es por creerme Eduardo Bonvallet, pero ese equipo de Luis Santibez estaba absolutamente pichicateado. Y la mejor prueba es que ninguno de esos jugadores dur ms de cuatro aos.La formacin de Colo Colo 1973 tampoco dur. El presidente del club, Hctor Glvez, privilegi la construccin del estadio Monumental y entonces vendi a Caszely (a Espaa), a Herrera, Gonzlez, Ahumada y Vliz (a Unin Espaola), y a Messen (a Palestino).Chamaco Valds confiesa que le falt alma aventurera para irse al extranjero. Dos veces estuve muy cerca: en 1971, cuando Pedro Araya me recomend al San Luis de Potos, en Mxico; y en 1973, cuando Colo Colo le gan 2-1 al Sevilla. El entrenador del Levante, club que recin haba contratado a Caszely, me pidi. El 8 (Valds) es el que hace jugar al 7 (Caszely)!, dijo. A Mxico yo no estaba convencido de ir, pero a Espaa s.Los albos perdieron la final de la Libertadores el 6 de junio de 1973. Tres meses despus vino el golpe de Estado.ELIMINATORIAS 1977 - Caszely borrado y Chile fuera del MundialNo estaba tranquilo Carlos Caszely a mediados de 1976. El delantero del Espaol de Barcelona senta que algo le deba a la seleccin chilena. Desde su debut en 1970, el goleador haba tenido un rendimiento fluctuante con la camiseta roja, con picos muy altos, como la Copa Centenario de Brasil (1972), y otros bajsimos, como el Mundial de Alemania en 1974.Esta ltima imagen era la que el hincha chileno tena en la retina. El torneo haba sido malo para Caszely, no slo por lo ocurrido en la cancha, tambin por una serie de factores extrafutbolsticos que haban creado un ambiente bastante antiptico en su contra. En lo primero, el delantero (en el Levante de Espaa entonces) fracas rotundamente. Era la gran esperanza de gol de Chile, pero el da de su estreno lo expulsaron tras reaccionar a un marcaje violento del stopper alemn Bertie Vogts, por cierto, el mejor del mundo. Al ganarse la tarjeta roja frente a Alemania Federal, Caszely qued suspendido para el siguiente duelo, contra Alemania Democrtica, y slo volvi para el ltimo partido frente a Australia. Sin embargo, el Chino no pudo reivindicarse. La oncena nacional, pese a necesitar dos goles de diferencia para pasar a las semifinales, hizo un partido muy flojo y casi no tuvo llegadas en la meta contraria. Adems, el partido se disput en Berln bajo un aguacero terrible (dicen que fue la peor lluvia en la historia de la Copa), por lo que el juego de toque y paredes que practicaba Chile se vio muy afectado por una cancha llena de pozas. En ese diluvio tuvo escasa participacin el hombre con la camiseta 13, aunque se dio el lujo de marcar un gol, anulado quin sabe por qu. Fue una pelota rasante que cruz el rea australiana, pero una de las tantas pozas la detuvo de golpe, provocando el desconcierto de la defensa amarilla. Carlos Caszely se aviv y la mand al fondo del arco. Pero el juez iran Namdar, tan desconcertado como los australianos, decret la anulacin del tanto sin razn aparente. Ms all de ese relumbrn mnimo, el aporte de Caszely fue pobre.Pero era fuera de la cancha donde el ex delantero de Colo Colo recoga las mayores crticas. Su pblica adhesin al gobierno de Salvador Allende, ms su cercana con figuras del Partido Comunista como Gladys Marn y Volodia Teitelboim, lo volvan sospechoso y hasta temible para las autoridades de la dictadura, que llevaban menos de un ao en el poder tras el golpe de estado. Caszely era demasiado popular para exiliarlo o perseguirlo pblicamente fue la gran figura de Colo Colo 1973, sindicado el mejor equipo de la historia chilena, pero, durante todo el gobierno militar, la Dinacos (Direccin Nacional de Comunicacin Social, la secretara de informacin y propaganda del rgimen) hizo lo posible por bajarle el perfil. Los esfuerzos seran en vano, pues apenas lograban sacarlo del primer plano Caszely volva a la noticia anotando un par de goles. Por esto mismo lleg a ser bautizado como el Resorte.En muchas ocasiones el acoso fue subterrneo y se proyect en su madre, Olga Garrido, quien fue detenida varias veces, y cuya aparicin en la franja poltica del No en el plebiscito de 1988 posiblemente haya provocado una avalancha de votos en contra de Pinochet.Caszely saba que en Chile pisaba huevos. Por un lado, su madre era permanentemente hostigada por los servicios de seguridad, y por otro, cualquier exabrupto poda dejarlo fuera del Mundial de Alemania. A comienzos de 1974 el delantero haba sido transferido al Levante de Espaa, un equipo de Tercera Divisin que sin embargo pag 140 mil dlares por el pase, un dineral entonces (la tribuna Cordillera del Estadio Monumental se levant con ese dinero). Salir del pas le proporcionaba un pequeo respiro personal y econmico, pero a la vez lo alejaba de la seleccin y del Mundial, por lo que deba portarse bien y evitar los temas espinudos si quera llegar a Alemania.Pero Caszely era Caszely, y muchos en Chile le queran dar a ese comunista como fuera. Cualquier gesto, cualquier declaracin, cualquier palabra era sobre-interpretada y diseccionada por un sector de la prensa. Todava a mediados de los ochenta, con el delantero retirado del ftbol, haba periodistas que no le perdonaban su militancia izquierdista. En el diario La Nacin un viejo redactor, ya fallecido y fantico de Pinochet, escondi todas las fotos de Caszely para que no le hicieran ms entrevistas.Lo cierto es que el ambiente era malo para el hbil goleador. En el gobierno se saba que, de camino al aeropuerto para viajar a Alemania, Carlos Caszely y Francisco Valds haban obligado a desviar el bus que trasladaba a la seleccin para visitar en la crcel a lvaro Reyes, ex mdico de la seleccin, militante del PC y detenido haca meses. Cuenta la historia que algunos jugadores no quisieron bajar a saludar a Reyes.En Alemania el panorama fue opresivo para Chile. Con amenazas de represalias y buen nmero de exiliados dando vueltas, las autoridades llevaron al mximo las medidas de seguridad para cuidar al plantel nacional. Muy prximo estaba el recuerdo de los Juegos Olmpicos de Munich en 1972, cuando un comando palestino asesin a once atletas israelitas ante la inoperancia de los servicios de seguridad. Pero esta vez, y ms con la seleccin chilena, los organizadores no iban a correr riesgos. El bus del equipo no ostentaba la bandera ni el nombre del pas como los de las quince selecciones restantes, y los jugadores estaban concentrados en un castillo que se pareca ms al de Colditz que a un lugar de entrenamiento. El ambiente era de agobio.Pero fuera de los muros tambin ocurran cosas. El gobierno de Pinochet mand como representantes culturales a Los Huasos Quincheros, quienes no encontraron un pblico propicio para sus tonadas campesinas. La pifia a los Quincheros, ms algn insulto, provoc una queja dolida del lder del conjunto folclrico, Benjamn Mackenna. En nuestro pas se habl de una violenta campaa antichilena, pero la verdad era otra. Pedro Carcuro, presente en el lugar, seal aos ms tarde: Los Quincheros exageraron la nota. Fue una cosa menor y ellos la transformaron en escndalo.Carlos Caszely, por su parte, no quera escuchar cuecas ni pifias, quera entrar a la cancha. Y el debut, como ya est dicho, fue contra Alemania Federal, el anfitrin y posterior campen mundial. Cuando se enton el himno chileno, Caszely se mova instintivamente para entrar en calor. Mientras el resto de sus compaeros se paraba en posicin de firmes, el Chino meneaba ligeramente el cuerpo y daba unos saltitos. En Chile la actitud cay psimo. Una vez ms, y en concordancia con el ambiente de hostilidad, se arm toda una polmica por la falta de respeto de Caszely con el himno patrio. Como ocurre siempre, los leves movimientos del jugador, una vez estallado el escndalo, se transformaron en una burla descarada, y no pocos dijeron que Caszely se rascaba el poto mientras sonaba la Cancin Nacional.Los rumores e historias absurdas no terminaron ah. Tras ser expulsado en el primer partido, un columnista de El Mercurio asegur que haba sido una actitud premeditada del jugador. As no tiene que jugar contra sus amigos de la Alemania comunista. Lo cierto es que la tarjeta roja fue por pura impotencia ante la marca de Vogts, pero el medio quera ver bajo el agua.Con el cuento del himno, ms la expulsin y la eliminacin de Chile, Caszely qued en la mira de varios. A su regreso a Santiago el delantero se disculp por la tarjeta roja comentando que la habaembarrado. Por la polmica de la Cancin Nacional estaba totalmente sorprendido: Fue algo instintivo, me mova para entrar en calor, nunca quise ofender a nadie.Luego se fue a Espaa con la esperanza de volver a vestir muy pronto la camiseta roja. Ignoraba que pasaran seis aos y una serie de historias oscuras antes de poder verlo otra vez en la seleccin chilena.Tampoco era muy relajado el andar del tcnico de la seleccin chilena, Caupolicn Pea. Buen lateral derecho de varias formaciones campeonas de Colo Colo en la dcada de los cincuenta, fue un alumno aventajado de Flavio Costa, famoso tcnico brasileo de los albos. Ya retirado, asumi la banca de Palestino en 1973, y con un plantel muy joven hizo de los tricolores un equipo protagonista en cinco torneos seguidos de Primera Divisin. Su trabajo culmin con el extraordinario cuadro campen de 1978, que tuvo entre sus mritos la ms prolongada serie de partidos invicto en la historia del ftbol chileno (44 entre 1977 y 1978).Por el buen juego que desplegaba Palestino, el general Eduardo Gordon, entonces presidente de la ACF, design a Caupolicn Pea como tcnico de la seleccin a comienzos de 1976. Pero Pea tena, como Caszely, otros intereses adems de la pelota. En 1968 haba sido elegido regidor por el Partido Comunista, y siempre se le vio como un hombre de izquierda. Por eso, aunque mritos tena, result extrao que fuera designado como entrenador del equipo nacional.Asumir la banca chilena en ese momento no era para nada tarea fcil. El ltimo entrenador haba sido Pedro Morales (ayudante de Luis lamos en Alemania 1974), y slo dur hasta la Copa Amrica de 1975. Ah Chile fue eliminado claramente por Per en la ronda inicial, en un grupo que tambin integraba Bolivia. Los peruanos no slo dejaron en el camino a Chile, y sin mayor dificultad; tambin lograron el ttulo al vencer a Colombia en la final. Aunque el trofeo obtenido por nuestros vecinos del norte despertaba fuertes sospechas. Las semifinales ante Brasil hubo que definirlas por sorteo, ya que Per haba ganado en Ro por 3-1 y Brasil devolvi la mano en Lima con un 2-0. Como no haba gol de visitante debieron sortear al finalista, y la nieta del presidente de la Confederacin Sudamericana de Ftbol, el peruano Tefilo Salinas, sac la pelotita que dio ganador a Per. Se cuenta que en la ocasin Salinas uso el viejo truco de las pelotitas congeladas. Es una trampa muy simple: en la urna deban rodar dos bolitas, una con el nombre de Per y la otra con el de Brasil; la primera bolita se dejaba toda la noche en un freezer, y cuando llegaba el momento del sorteo, se instrua a la nia para que eligiera la que estuviese fra. Per fue el finalista.Lo malo era que Chile deba enfrentarse a Per y Ecuador en las eliminatorias para el Mundial de Argentina 1978. Lo de Per era casi una maldita costumbre para Chile. En la serie clasificatoria para Alemania 74, tambin la Roja debi medirse con los peruanos. Se repiti el escenario en la Copa Amrica de 1975, y volvieron a cruzarse nuestros caminos en las eliminatorias del 77. Es decir, encuentros a muerte cada dos aos. Y, aunque en lneas gruesas parezca un verdadero clsico, que lo era, hilando ms fino los observadores calmados saban que, en esta coyuntura especfica (eliminatorias para el Mundial de Argentina), Per era mucho ms que Chile.Pero Caupolicn tena otras urgencias. Su empleador nmero uno era Palestino, y el campeonato de 1976 estaba muy bravo. La irrupcin de grupos financieros y empresariales haba atrado una liquidez indita a las instituciones. De improviso, la mayora de los equipos tena dinero para fortalecer sus planteles. Antes que nadie, Everton comandado por el concesionario del casino de Via del Mar Antonio Martnez form un equipo poderoso, robndole varias figuras a la Unin Espaola que haba sido subcampeona de la Copa Libertadores el ao anterior. Despus, la misma Unin arm un elenco potente y estaba para pelear palmo a palmo el torneo con los viamarinos. En tercer lugar, tras un 1975 podrido, Colo Colo haba armado un buen equipo y estaba dispuesto a dar pelea. Y, como si esto fuera poco, Universidad de Chile, despus de varios aos en la parte baja de la tabla, renaci con un equipo fortsimo, donde se mezclaba la dureza de hombres como el paraguayo Johnny Ashwell con la habilidad del argentino Jorge Luis Ghiso. Palestino, que haba clasificado cmodamente en los primeros lugares en 1974 y 1975, se encontr con rivales formidables. Pea no tena cabeza para estar en su club y en la seleccin al mismo tiempo.Pese a todos los problemas, y coherentemente con su manera de trabajar, Pea arm una planificacin bastante aceptable para la poca. La seleccin chilena se juntaba a entrenar una vez a la semana en Juan Pinto Durn. En un comienzo las eliminatorias estaban programadas para agosto de 1976; luego se postergaron a febrero de 1977. Sin la premura de las eliminatorias, desde agosto el combinado nacional dej sus prcticas semanales. Adems, el campeonato de Primera Divisin entraba en fases decisivas. Los clubes, apurados por el calendario, no estaban dispuestos a ceder a sus principales jugadores dos o tres das a la semana. Pea cambi su estrategia, aunque ante los medios aleg lo contrario: Todo sigue igual.Pero nada estaba igual. El plan del tcnico, que en un principio era trabajar con la mayor cantidad de hombres posibles y as delinear un equipo, se transform a la larga en un combinado entre los mejores equipos. Esto es, aprovechar el bloque defensivo de Unin Espaola (Escobar, Herrera, Soto, Arias e Inostroza), ms la parte ofensiva de Everton (Salinas, Martnez y Spedaletti), ms algunos jugadores de Colo Colo (Crisosto y Orellana) y Universidad de Chile (Bigorra, Pinto y Arnguiz). En rigor se trataba de un pegoteo ms que una seleccin cuidadosa. En el horizonte los partidos contra Uruguay en Santiago y Argentina en Buenos Aires indicaran si el rompecabezas futbolstico de Pea tendra algn resultado.Las cosas no iban mejor para Carlos Caszely en Espaa. Mientras entrenaba con su club, el Espaol de Barcelona, el defensa Fernndez Amado le entr con todo, provocndole una fractura. Este hombre, pese a ser bajo y no demasiado corpulento, era temido por sus compaeros, ya que no haca distingo entre una simple prctica y un partido en serio. A todos los levantaba en el aire sin asco.En la lesin puntual de Caszely, el delantero chileno se le ocurri, cuando Fernndez Amado se barra para quitarle la pelota, meterle un humillante tnel. El zaguero, herido en su amor propio, reaccion pegndole una patada desde el suelo. Ms rpido de lo esperado, el Chino se repuso y a pocos das del comienzo de la Liga 76-77, fue Canito, otro bruto que jugaba en el Espaol, quien lesion al delantero chileno en una prctica del equipo. Resignado, y tomndose las cosas con humor, Caszely seal que los defensas hispanos entrenan a lo bestia.En Chile la seleccin de Caupolicn Pea enfrentaba su primer apretn en serio despus de jugar algunos amistosos contra equipos chilenos en Rancagua, Iquique y Juan Pinto Durn. El rival fue Uruguay en el Estadio Nacional el 6 de octubre. El partido termin igualado sin goles, y el tcnico, con una gran preocupacin. Chile no tena potencia ofensiva.Esto qued demostrado dos semanas ms tarde cuando la Roja tuvo un rival realmente duro en Argentina. Por la Copa Juan Pinto Durn, Chile se midi con la albiceleste en el estadio Jos Amalfitani. Fue triunfo2-0 para el cuadro de Csar Luis Menotti. Nuevamente la seleccin mostr debilidad en el ataque y pese a mejor en la segunda etapa, la sensacin era que la oncena roja era un cuadro ingenuo, sin fuerza y escasa conviccin.Tras este partido con Argentina la seleccin chilena pas al olvido por ms de dos meses. En el ftbol chileno haba otras prioridades. Para empezar, el torneo de Primera Divisin estaba al rojo vivo con una lucha sin cuartel entre Everton y Unin Espaola. Adems, el alza de rendimiento de Colo Colo y Universidad de Chile provoc el retorno, inesperado, del pblico a los estadios. Tras dos temporadas de tribunas vacas, el torneo de 1976 vivi una especial efervescencia popular, y no pocos encuentros superaron las cuarenta y hasta las sesenta mil personas de asistencia. As mismo, Everton se haba transformado en un equipo sensacin y su presencia en provincias era garanta de estadio lleno. En un tono menor Unin Espaola provocaba un arrastre llamativo.Con un torneo tan interesante para el aficionado, pocos repararon en que la seleccin (salvo los amistosos con Uruguay y Argentina) haba quedado sin actividad, aun con las eliminatorias a la vista. Haba consenso en que la ingenuidad y levedad ofensiva mostrada en los dos ltimos partidos tendran solucin incorporando a las figuras que actuaban en el extranjero: Elas Figueroa, Alberto Quintano, Carlos Reinoso y Carlos Caszely. Con esos cuatro, crea la gente y parte de la prensa, bastaba con juntarse en el camarn un rato antes del partido y de seguro los peruanos se iban goleados.Sobre el final de la temporada el proceso de Caupolicn Pea tuvo un sorpresivo golpe de suerte. Primero, Universidad de Chile repatri a Alberto Quintano tras seis aos como figura en el Cruz Azul de Mxico. Y el gran golpe vino poco despus: Palestino, en una noticia que conmocion al mercado internacional de pases, trajo de vuelta a Elas Figueroa, considerado entonces el mejor jugador de Amrica (haba ganado la encuesta del diario El Mundo de Venezuela por tercer ao consecutivo). El retorno de Figueroa, jugador de treinta aos, era absolutamente inesperado. El fornido zaguero central estaba viviendo un momento espectacular en el Internacional de Porto Alegre. Ya tena ocho ttulos acumulados en Brasil y su figura se empinaba mucho ms alto que las limitadas alturas del ftbol. Don Elas era apreciado como un deportista cabal, un ejemplo de civilidad y un ciudadano modelo. Su libro autobiogrfico vendi miles de ejemplares en Brasil, su imagen era el smbolo del gobierno en una campaa contra el tabaquismo, y en Porto Alegre consideraban un privilegio que el zaguero chileno jugara all. En la capital del estado de Rio Grande do Sul se deca: Si en la calle hay un tumulto, o es un accidente de carros o es Elas Figueroa que va pasando. Por esos das, la revista argentina El Grfico lo homenaje dedicndole las seis primeras pginas de su edicin.Sin embargo Elas volvi. Y a un club chico como Palestino. Lo curioso fue que Internacional de Porto Alegre reciba una oferta diaria por el jugador. Desde Europa, equipos como Real Madrid o Bayern Mnchen ofrecan cantidades que nunca bajaban de los 500 mil dlares una fortuna para un jugador en la treintena, y el Amrica de Mxico lanz una cifra que dej a todos temblando: 700 mil dlares al contado. Pero Figueroa no quera saber nada, y los dirigentes brasileos tampoco: si lo vendan, la hinchada quemaba la sede del club, el estadio Beira Ro y, si les daban tiempo, la ciudad completa. Mientras, el Inter lograba su tercer ttulo nacional al derrotar a Corinthians en la gran final.Hasta que un da el dirigente Enrique Atal viaj a Porto Alegre, le puso 350 mil dlares en la mesa a Figueroa y el jugador acept de inmediato. En Porto Alegre no lo podan entender. La pujante ciudad del sur brasileo se hundi en un extrao luto. Qu hicimos mal para que nos deje?, se lamentaban los desolados hinchas interistas en la calle. Pero las razones no tenan el color del dinero. Figueroa extraaba Chile, y a la primera oferta razonable decidi partir. Era el momento de volver, son muchos aos fuera de mi pas. Mi mujer es chilena y mis hijos tambin lo son. Necesito estar en Chile, dijo. Los dirigentes de Palestino se abrazaban por la hazaa de la repatriacin, y Pea no poda estar ms satisfecho: la figura de la seleccin iba a jugar en su propio equipo. La suerte estaba de parte de la Roja.Con Caszely la historia era bien diferente. El comienzo de la liga 76-77 le haba sido adverso. Aquejado de sucesivas lesiones, el goleador no tena el protagonismo, tanto dentro como fuera de la cancha, que siempre buscaba. Su camino para atraer la atencin era conocido: declaraciones explosivas. Primero las emprendi en contra de su club: No me tiran los colores del Espaol. Si pudiera ir a un club donde me pagaran ms, no dudara un instante. Despus, el Chino se mand una dura crtica a la calidad de sus compaeros: En este club slo hay dos jugadores de categora: Solsona y yo. El ambiente se puso malo para el chileno en Barcelona. Los hinchas periquitos mandaban cartas a los diarios en las que destrozaban al delantero. Haciendo gala de su cintura poltica, Caszely arregl los problemas con un almuerzo para todos sus compaeros. Aunque un vespertino cataln, Dicen, public que la cuenta haba sido pagada por el Espaol.Pero las declaraciones polmicas no terminaron ah. Desde Barcelona el goleador mand una crtica violenta y directa a los dirigentes de la Asociacin Central de Ftbol. Los dirigentes tienen absoluto desinters por mi situacin. Yo lo interpreto como una manera vedada de marginarme de las prximas eliminatorias contra Per y Ecuador, seal a un diario espaol. En Chile la ACF reaccion de inmediato, previendo que los dichos de Caszely daran pie a una andanada de crticas al organismo.Eduardo Gordon fue enftico: El ftbol chileno necesita a Carlos Caszely, y por eso est plenamente incorporado en los planes de trabajo de Caupolicn Pea. Adems asegur que la ACF pedira al delantero para los cuatro partidos eliminatorios, no slo para los duelos en Lima y Guayaquil como se crea inicialmente. Tras esta aclaracin, pareci que el asunto quedaba zanjado. Faltaban cuatro meses para enfrentar a ecuatorianos y peruanos, pero la mirada de los fanticos segua en el apasionante duelo por el ttulo del torneo local, que disputaban Everton y Unin Espaola. Ms all de la pequea polmica, la seleccin no ocupaba mucho espacio en los diarios. Juan Pinto Durn estaba deshabitado, pero a nadie le importaba.La definicin del campeonato 1976 result, como todos esperaban, espectacular. Por un momento pareci que Unin Espaola se encaminaba hacia el ttulo, pero un inesperado empate a cero con Catlica que luchaba por zafar de la liguilla del descenso dej a Everton con un punto de luz a falta de la ltima fecha. Sin embargo, los viamarinos slo igualaron con Green Cross en Temuco, mientras que los rojos de Santa Laura lograban un complicado triunfo sobre Ovalle en esa jornada final. En definitiva, igualdad al tope de la tabla con 52 puntos, y la consiguiente necesidad de jugar una final. Cualquier trabajo de la seleccin chilena se aplazaba cinco das. Contra todo pronstico, no se jug un partido sino dos, pues la primera final termin en empate sin goles. La segunda, disputada el 25 de noviembre, determin que Everton era el campen tras derrotar a los hispanos por 3-1 en el Estadio Nacional. Pero la temporada1976 tendra aun otra coda. Haba que jugar la liguilla para establecer el segundo equipo chileno que participara en la Copa Libertadores. Unin lleg molida por las finales contra Everton, Colo Colo se desmoron inexplicablemente y la definicin qued entre la U y Palestino. Para colmo de males, azules y tricolores igualaron en puntaje. Otra final ms, y un nuevo empate (2-2), que dio a Universidad de Chile el cupo para la Libertadores por diferencia de goles. Entre tanto, el trabajo de la seleccin haba vuelto a retrasarse.Era el final de una temporada intensa, y el mejor campeonato en muchos aos. Pero la accin se haba concentrado en el plano local, dejando relegada a la seleccin chilena. Lo ms preocupante era que las principales figuras en ataque correspondan todas a jugadores argentinos, y por mientras la seleccin chilena no tena gol. El mejor volante de creacin fue el ex boquense Nicols Novello, quien defendi a Unin Espaola; el mejor puntero derecho fue otro ex jugador de Boca Juniors, Ramn Ponce, entonces en Colo Colo; el mejor centrodelantero y goleador del torneo fue Oscar Fabbani, un hombre que no haba tenido figuracin en su pas natal pero que en Chile se transform en una estrella vistiendo los colores de Palestino; el mejor puntero izquierdo fue, con mucha ventaja, el cordobs Jos Luis Ceballos, autor del gol con Everton que asegur el ttulo. A ellos se agregaba la descollante actuacin del argentino Enrique Vidall en el arco de Palestino.No haba ms que sumar: la mitad de los mejores jugadores de la temporada eran trasandinos. Esto se prest para una singular trampita que le cost un gran disgusto a Caupolicn Pea. Consultado el tcnico por el periodista de La Tercera Gerardo Ayala si le gustara tener a Vidall, Novello, Ponce, Fabbiani y Ceballos en la seleccin, Pea respondi candoroso: S, claro, a quin no le gustara. Al da siguiente, y a doble pgina, el diario public con letras de escndalo: PEA: STE ES EL EQUIPO QUE QUIERO; abajo se vean las fotos de los argentinos. Los futbolistas chilenos se molestaron y se instal en el ambiente cierto complejo de inferioridad, adems del marcado temor de Pea hacia la prensa, lo que deriv en la franca oposicin de varios periodistas al entrenador.La fiesta del campeonato haba quedado atrs. Los primeros das de enero la seleccin se concentr definitivamente con miras a las eliminatorias 1977 en el entonces apacible balneario de El Tabo. La mayora de los convocados lleg con el fsico muy gastado, pero no haba tiempo de tomar vacaciones. A menos de dos meses del debut en Guayaquil, todos se dieron cuenta de que el trabajo en serio comenzaba muy tarde. La idea de Caupolicn Pea era simple: Quera jugar con elementos de la competencia local. El campeonato haba sido de gran nivel. Tena material de sobra para armar una seleccin de nivel. Con esa filosofa, veinticinco jugadores, todos integrantes de equipos chilenos, ms el cuerpo tcnico, partieron rumbo a El Tabo para realizar la pretemporada. Al mando del preparador fsico Gustavo Ortlieb, el plantel sufri una verdadera paliza corriendo por dunas y mdanos, trepando colinas y exigiendo sus cuerpos a fondo. Despus el delantero de Colo Colo Julio Crisosto dira: Yo soy muy malo para la gimnasia, pero admito que en El Tabo me saqu la mugre. Pea estaba conforme con el trabajo fsico y la cohesin del plantel. El torneo haba sido dursimo y entre jugadores de distintos equipos quedaban algunos roces pendientes. Pero una vez en el balneario todo se olvid.Lo que no tena feliz al tcnico nacional era la indiferencia de los medios. En la conferencia de prensa que dio para explicar su plan de trabajo, la asistencia fue muy baja. Tpico de este pas, se quej el entrenador. Ocurra que entre la prensa especializada, como ya se vio en el incidente entre Pea y Ayala, no haba confianza hacia el trabajo de la seleccin. Desde ya no se crea que fuera aqul el verdadero equipo, pues, como escribi en La Tercera el barbudo Adamol (Alejandro Daro Molina), A este equipo le faltan los de afuera. Pea tena el convencimiento de que eran necesarios slo tres jugadores (Quintano, Caszely y Figueroa), pero desde los diarios se insista machaconamente en que adems eran imprescindibles hombres como Miguel ngel Gamboa, Carlos Reinoso, Roberto Hodge, Ignacio Prieto y Osvaldo Castro, todos en el exterior. Bastaba con estar fuera de Chile para ser un posible nominado. Pero el tcnico la tena clara y dijo desde El Tabo: Los de ac me cumplen todos los requerimientos. Sera el comienzo de un arduo gallito con la prensa.El 12 de enero, ante algo ms de diez mil personas, la seleccin (llamada preseleccin) jugaba ante Quilmes, equipo argentino, su primer amistoso despus de la pretemporada. El partido pill al equipo chileno duro tras dos semanas de intensa preparacin fsica, y el resultado fue un magro empate a uno (gol de Leonardo Vliz). Desde ya, una cancioncita conocida se escuch en las gradas de estadio:Esperen que lleguen Caszely, Quintano, Reinoso, Figueroa y Prieto. Pero Caupolicn estaba satisfecho: crea que la estructura general del equipo comenzaba a definirse. Tres das ms tarde, el equipo volva a enfrentar a Quilmes, esta vez en Chilln, ganando por 1-0 con gol de Rodolfo Dub. El nimo mejoraba; incluso la revista Estadio public un cogollo increblemente conformista: Por ahora el balance es positivo. Dos partidos jugados, uno ganado y uno empatado; dos goles a favor y uno en contra. No ser mucho, pero otras selecciones empezaron peor.Las cosas caminaban segn lo estipulado por el tcnico. Un equipo conformado esencialmente por jugadores de la competencia local, que slo esperaba la modificacin de la pareja de centrales (Quintano y Figueroa) y el puntero derecho (Caszely). Los otros extranjeros podran ser incorporados eventualmente, pero ninguno tendra la titularidad asegurada ni mucho menos. Para ver el equipo definitivo habra que esperar un tiempo. Alberto Quintano, como todos los que estaban en Mxico, llegaba a Chile la tercera semana de enero. Elas Figueroa se incorporara a comienzos de febrero, una vez concluidas sus vacaciones y su traslado a Santiago con camas y petacas. Con Carlos Caszely el asunto era ms complicado. El delantero estaba en plena competencia en Espaa, y era un hecho que slo vendra a jugar los partidos eliminatorios. Mientras, Pea trabajaba feliz con los de ac.Ms feliz estaba el tcnico hacia la medianoche del 19 de enero. Su seleccin, formada slo con jugadores del torneo local, le haba propinado una feroz goleada de 8-0 a Banfield, equipo de la Primera Divisin argentina. Fue un partido redondo. A los tres minutos, Juan Carlos Orellana, el zurdo de Colo Colo, vulneraba la valla banfilea con un tremendo tiro libre. A los 81, Hctor Pinto, volante ofensivo de la U recientemente transferido a Colo Colo, anot el octavo con un espectacular disparo de emboquillada que dej parado al meta Baglione. El pblico, ms de 35 mil personas, aplaudi de pie los ltimos instantes del encuentro. Algunos, en este caso Pinto, llamaron a la calma: Hay que buscar el juicio intermedio, porque despus se pierde y. Pero la prensa no estaba para la mesura y los elogios volaban por las pginas de los diarios. La zurda de Rojas, la calidad de Galindo, el terror que impuso Orellana con su zurda, el trajn de Dub y la ratificacin de ese gran jugador que hay en Enzo Escobar, se pudo leer bajo titulares con letras rojas de admiracin.El 23 de enero vino el apretn ms fuerte. En el Estadio Nacional, Cruzeiro de Belo Horizonte, reciente campen de la Copa Libertadores, iba a dar el calce exacto de esta seleccin chilena. Un examinador de verdad, public El Mercurio. Y era cierto. El equipo de la camiseta azul era mucho ms que el modesto agrupamiento defensivo de Quilmes, e infinitamente superior al esforzado grupo de jugadores de Banfield. Fue un encuentro difcil, enmaraado por los brasileos, que cerraron los caminos hacia el golero Ral y buscaron sorprender de contragolpe. Pea, quien saba que Cruzeiro era otra cosa, aprovech de reforzar la defensa con Alberto Quintano, recientemente repatriado. Salvo el resultado, empate a uno, Chile sali bien parado del lance. Domin casi todo el partido, se cre las mejores ocasiones, abri la cuenta (remate de Galindo que desvi Osires) y debi ganar con comodidad. Un grosero error de Adolfo Nef (perdi un baln fcil y Livio anot) priv a la Roja del triunfo. Pero, ms all del resultado, Chile encontraba una fisonoma de juego, la defensa se mostraba muy slida con la incorporacin de Quintano y el ataque tena bastantes alternativas para crear peligro.Y si alguien tena dudas de la verdadera estatura de la seleccin, tres das ms tarde el equipo chileno ofreci una exhibicin desacostumbrada frente a su similar de Paraguay. Est bien ser optimistas, pero nunca tanto, dijo un eufrico Julio Crisosto en camarines. Ocurri que tras los 45 minutos iniciales, la Roja ganaba por 3-0, con toque y oles desde la tribuna. Y el rival no era cualquiera. Los paraguayos siempre complican y tienen la mejor defensa de Sudamrica; adems venan de ganarle a Argentina en Asuncin. Un rival dursimo al que Chile dio una leccin de ftbol inolvidable. Tres de Crisosto y uno de Manuel Rojas (espectacular pared con el Negro Ahumada) determinaron el triunfo por 4-0 y perfilaron el equipo casi titular (con las excepciones de Figueroa y Caszely). El dibujo de Pea estaba claro: Adolfo Nef en el arco (tuvo una buena noche contra los guaranes); Mario Galindo, Leonel Herrera, Alberto Quintano y Enzo Escobar en el fondo; Hctor Pinto, Rodolfo Dub y Manuel Rojas en el medio; Luis Miranda, Julio Crisosto y Juan Carlos Orellana. se era el equipo para las eliminatorias, y el tcnico se encarg de anunciarlo a los medios. En la gira al extranjero comprobaremos qu tanto funciona esta formacin, deca Caupolicn Pea, pleno de optimismo.Chile deba jugar tres partidos en poco ms de una semana. El domingo 30 de enero enfrentaba a Uruguay en Montevideo, el mircoles 2 de febrero el rival era Paraguay en Asuncin, y el martes 8 cerraba la gira el enfrentamiento contra Internacional en Porto Alegre.En Uruguay haba gran expectacin por ver a la Roja. Para hacerle cuatro a Paraguay es necesario jugar realmente bien, sealaban los medios locales. Y en Chile la prensa, resultados sobre la mesa, le conceda una tregua al entrenador. La mquina roja, llam a la seleccin el diario La Tercera . Un espejismo. Simplemente estaban cebando al lechn para comrselo ms tarde.Con la prensa aplacada por el momento, y los extranjeros fuera del temario, Chile sali al raleado csped del Centenario a enfrentar a una menesterosa seleccin uruguaya (das ms tarde, Bolivia la dej fuera del Mundial de Argentina). Como un presagio, Caupolicn Pea sufri de fuertes dolores a la espalda durante todo el vuelo y la estada en Montevideo. Se trataba de una vieja discopata de su poca de jugador. El rumor corri tupido horas antes del duelo. Pea se vuelve a Chile y le deja la seleccin a Jorge Luco, el ayudante, escribi Adamol desde Uruguay. El tcnico no tena pensado volver, pero se dio cuenta de que cualquier cosa sera motivo de escndalo. Con todo, la espalda de Pea pas a segundo plano despus del partido. El primer tiempo fue parejo, con Chile aguantando bien a Uruguay y hasta crendose las mejores ocasiones (Crisosto se perdi un gol totalmente solo). Pero en el complemento la seleccin se vino abajo. Los celestes apretaron un poco el acelerador, el juvenil Juan Ramn Carrasco comenz a manejar los hilos del medio juego y Fernando Morena pudo zafarse de la marca de Leonel Herrera. Fue la debacle. En 45 minutos los uruguayos marcaron tres (Pizzani, Morena y Pereira), dejando toda la campaa previa en la nada.Como era esperable, los medios apuntaron fuerte contra Pea. Los extranjeros, olvidados por un par de semanas, volvieron a la palestra. No se puede pretender llegar a un Mundial con jugadores livianitos como Miranda o Rojas. El mediocampo chileno es un paquete de cabritas. Aqu hay que llamar a Gamboa, Prieto y Reinoso. Hombres fogueados y probados internacionalmente, seal La Tercera, anunciando cmo vena la mano.Paraguay fue, literalmente, otra cosa. An groggie por la derrota en Montevideo, Pea decidi jugar con el mismo equipo que vena perfilando desde Santiago. En Uruguay el arco lo haba ocupado Leopoldo Vallejos, pero en Asuncin volvi Adolfo Nef. Adems, prob a Mario Soto en lugar de Leonel Herrera y sac a Luis Miranda por Sergio Ahumada. Nombres ms o menos, la excursin en el Defensores del Chaco fue pauprrima. El cuadro local gan 2-0 en un partido histrico por lo lento, discontinuo, tcnicamente flojo y aburrido.Esta derrota decret la guerra sin cuartel entre Caupolicn Pea y un sector importante de la prensa. En los camarines del Defensores del Chaco, el tcnico chileno tuvo un fuerte cruce de palabras con Alejandro Molina. El periodista de La Tercera le dijo que el equipo era un desastre por su culpa, y Pea le replic off the record : Mira, ste es un partido amistoso, estoy fogueando a estos cabros; cualquier acusacin sala despus de las eliminatorias, y si no clasifico a Chile me irn a colgar. Adamol lo tom literalmente y en Chile su diario reprodujo un ttulo escandaloso: Pea: Si no clasifico me cuelgan de la Plaza de Armas. La cosa se pona fea.Y se puso peor. De camino a Porto Alegre la seleccin par en la ciudad fronteriza de Foz de Iguaz. Con el ruido de las cataratas de fondo, llegaban informaciones de que en Chile se daba por hecho que el tcnico iba a convocar en cosa de horas a Miguel ngel Gamboa, Osvaldo Castro e Ignacio Prieto. En Foz, Pea dijo que todo eran rumores antojadizos destinados a confundir a los jugadores. Pero una vez llegado a Porto Alegre admiti en una entrevista que el Pata Bendita Castro estaba en los planes, y destac lo bien que se desempeaba Prieto como volante por la derecha con el 8. Despus dijo que no, que si llamaba a Prieto no jugara de ocho. El tcnico era un nudo de confusiones. Las mismas que se vieron en el espacioso estadio Beira Ro contra Inter. Los brasileos, campeones nacionales y equipo poderossimo, pasearon a Chile los noventa minutos de juego. La Roja sali con muchos cambios (Enrique Enoch, Rafael Gonzlez, Antonio Arias, Mario Salinas, Gustavo Moscoso), pero en la cancha Falcao y compaa se imponan sin contrapeso y marcaban un 3-0 concluyente. El partido, que era en parte de pago por la transferencia de Elas Figueroa, mostr a Chile dbil fsicamente y pobre tcnicamente. La imagen de Julio Crisosto peleando con el gigantn defensor Gardel se ilustr como David contra Goliat, pero al revs que en la Biblia. Gana el grandote.El retorno a Chile de la seleccin marc un punto fundamental: la prensa le haba doblado la mano al tcnico. El prximo amistoso era el 15 de febrero contra Internacional de Porto Alegre en Santiago, y Pea sorprendi a todos llamando sin ms trmite a Ignacio Prieto, Osvaldo Castro y Miguel ngel Gamboa. Mientras, dos noticias daban un pequeo respiro al atribulado tcnico: Elas Figueroa se incorporaba definitivamente a la seleccin, y Carlos Caszely haca una visita relmpago a Santiago para recuperarse de una lesin en la rodilla derecha. La llegada del delantero del Espaol fue un verdadero calmante para Pea. Tanta era su ansiedad que fue en persona a esperarlo a Pudahuel. El Chino estaba de buen nimo, pero advirti que vena por pocos das. Debo volver el 17 a Espaa, pienso que ya estar recuperado en esa fecha. Lo nico que quiero es jugar por Chile. La presencia del entrenador en el aeropuerto se vio como una garanta de que ello ocurrira.Sin embargo, desde Espaa las noticias no eran tan buenas. Emisarios paraguayos haban viajado con la intencin de que les pasaran a los seleccionados Osorio, Ortiz Aquino y el golero Fernndez, compaeros de Caszely en el Espaol de Barcelona. La respuesta de los dirigentes periquitos fue para asustarse: No vamos a prestar a ningn jugador sudamericano para las eliminatorias. El paquete inclua, obviamente, a Carlos Caszely.En todo caso, Caupolicn Pea tena un saco de problemas que arreglar. Despus de la gira quedaba claro que Chile no tena equipo. Es decir, la gira lo nico que haba logrado era cambiar todo el plan inicial. Y adems estaba el periodismo: cada diario formaba un equipo nacional distinto. Ral Pizarro, entonces redactor de El Mercurio, a casi treinta aos del hecho no puede sino rerse de todo el entuerto:La responsabilidad fue de Pea nada ms. Yo escriba que Mario Soto deba jugar de lateral derecho y, al partido siguiente, Soto apareca en esa posicin. La culpa no es del chancho.El debut eliminatorio con Ecuador estaba fijado para el 31 de enero en Guayaquil. Antes Chile tena tres amistosos programados en Santiago (Inter de Porto Alegre, Vlez Sarsfield y Flamengo). En el primer partido el pblico chileno se dio cuenta de que las cosas estaban para asustarse. Pea mand a la cancha a Figueroa y Quintano como defensas centrales. Algo as como una garanta de invencibilidad, cimentada en la gran actuacin de ambos en el Mundial de Alemania 1974. Sin embargo los brasileos, campeones de su pas, nuevamente superaron a la seleccin chilena en todos los sectores, y se llevaron un lindo triunfo de visita por 2-1. Dato anecdtico: efectivamente Mario Soto jug de lateral por la derecha, como lo haba pedido Ral Pizarro en El Mercurio. Su actuacin en esa posicin result pobre.Los dos amistosos restantes fueron triunfos para la seleccin (2-1 contra Flamengo y 2-0 a Vlez), pero, ms all del aporte estadstico y los experimentos que sigui haciendo Pea, la sensacin era que las eliminatorias iban a ser muy difciles. Desechando definitivamente su predicamento inicial, Caupolicn arm una convocatoria plagada de jugadores que militaban en el extranjero (Hodge, Gamboa, Prieto, Castro, Reinoso).El primer encuentro de la serie lo protagonizaron Per y Ecuador el 19 de enero en Guayaquil. El empate1-1 (goles de Juan Carlos Oblitas y Fabin Paz y Mio) no era malo para Chile. Lo fundamental era que Per no haba ganado. Incluso fue Ecuador el que tuvo la ocasin de llevarse el triunfo, pero el argentino nacionalizado Luis Liciardi no pudo anotarle un tiro penal a otro argentino nacionalizado, Ramn Quiroga.Ese domingo 31 de enero, el estadio Modelo de Guayaquil est lleno hasta las banderas. Chile juega con un planteo conservador en una atmsfera sofocante (30 grados, con un 80% de humedad). La idea es aguantar, apuntalados con la presencia de Elas y Quintano en el fondo. Daniel Daz contenido por su banda derecha, Escobar un poco ms libre por la izquierda. Al medio, Roberto Hodge e Ignacio Prieto para el correteo y la marca. Carlos Reinoso en el enganche, auxiliado por Sergio Ahumada. Arriba, Osvaldo Castro y Miguel ngel Gamboa deban estar a la caza de pelotazos. La cosa funciona bien, los ecuatorianos carecen de profundidad y su jugador ms peligroso, el puntero izquierdo Nieves, cae mansamente en la marca de Daz.A los 33 minutos, Gamboa se filtra por la izquierda y lanza un remate frontal: el arquero Delgado no contiene y la pelota se va al fondo del arco. Gol y ventaja para Chile. Ecuador se desespera y se lanza ciegamente al ataque. Un festn para la calma y el seoro de Elas Figueroa, que no deja pasar a nadie. Adems, Adolfo Nef est especialmente seguro en el arco (raro en l). Las mejores ocasiones son para Chile, destacando un descuelgue de Daz por la banda que lo deja completamente solo ante Delgado, pero su remate se va apenas fuera.Ecuador no puede acercarse al arco chileno y se juega en un ataque desordenado