HISTORIAS PUEBLO DEL PUEBLO Ágata - lcdp.org · me cuido mucho y aconsejo a mis amigas que siempre...

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HISTORIAS DEL PUEBLO HISTORIAS DEL PUEBLO Ágata www.lcdp.org 2831 15th St. NW Washington, DC 20009 (202) 462-4788 La Administración de VIH/SIDA, Hepatitis, STD y Tuberculosis del Departamento de Salud del Distrito de Columbia financia este programa total o parcialmente.

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HISTORIAS DEL PUEBLO

HISTORIAS DEL PUEBLO Ágata

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2831 15th St. NWWashington, DC 20009

(202) 462-4788

La Administración de VIH/SIDA, Hepatitis, STD y Tuberculosis del Departamento de Salud del Distrito de Columbia financia

este programa total o parcialmente.

Hola soy Ágata, soy de Bolivia y mi sobrina falleció de VIH.

Mi sobrina la más querida y especial, fue víctima del VIH.

Ella estuvo casada dos veces. El primer matrimonio tuvo una niña y en su segundo ma-trimonio también tuvo una niña muy bonita. Después de un tiempo la niña del se-gundo matrimonio empezó a enfermarse y a enfermarse.

Me sorprendió cuando mi hermana, la madre de mi sob-rina, me informó la noticia: mi sobrina tenía el virus del VIH. Yo tenía la esperanza de que

fuera otra cosa, ya que la niña era víctima también.

Cuando le contamos a la familia sobre la situación de mi sobrina y de su hija sentí que algunos miembros de mi familia la rechazaban y la juzgaban. Para mí fue duro, porque era como mi hija.

En ese momento quería ser yo la persona que estuviera enferma para que ella no se sintiera mal y no sufriera.

Finalmente, mi sobrina se fue al Brasil para conseguir

un mejor tratamiento para la niña, pero ya no le daban mucha esperanza de que la pequeña so-breviviera y decidió regresar a mi país después que la niña falleció.

Yo estaba en desacuerdo, ya que allá ella también recibía su tratamiento. Al regresar ella dejó de cuidarse y vivía como en un estado de negación y tristeza. Nunca hablamos de cómo se infectó o de como se protegía.

Ahora que recuerdo la situación pienso que me hubiera gustado conversar más con ella.

Quiero decirles que esta expe-riencia me dio elementos para seguir cuidándome, sobre todo porque tenía una vida a mi cargo.

Después de que mi sobrina murió, me quede a cargo de su primera hija que ahora es como si fuera hija mía.

Esta experiencia también me ayudó a reflexionar en cómo a veces fallamos con la familia, ami-gos y hasta que punto es nuestra responsabilidad dar apoyo a otras personas que lo necesitan.

Por eso, cuando llegue a este país busque maneras de involucrarme en el trabajo de prevención de VIH y ahora soy promotora de salud en La Clínica del Pueblo. Salgo a las calles a hablar con la gente acerca de cómo protegerse y comparto mi historia para que la gente sepa que esto le puede pasar a cualquier persona.

ME SORPRENDIÓ CUANDO MI HERMANA, LA MADRE DE MI SOBRINA ME INFORMÓ LA NOTICIA:

MI SOBRINA TENÍA EL VIRUS DEL VIH. YO TENÍA LA ESPERANZA DE QUE FUERA OTRA COSA...

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HISTORIAS DEL PUEBLO Camila

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Hoy quiero compartir con ustedes mi histo-ria. Soy una mujer Hondureña de 35 años que llegó a este país hace 3 años.

Un día me dí cuenta que la vida es una expresión y que nunca la valoramos. Me siento triste porque sé que nunca puse interés a esto.

Todo comenzó en el año 2000. Yo estaba divorciada y me fui a vivir a la capital. Yo siempre me cuidaba y decía nunca nadie me va a tocar, y que pasó, me sentía sola, muy sola y esto hizo que me refugiara en el alcohol y la misma soledad me hizo tomar decisiones de las cuales me arrepentí.

Digo esto porque uno hace muchas cosas erradas que ponen en peligro nuestra salud y nuestra vida. Esto lo digo porque tuve varias relaciones sexuales; unas con protección y otras sin protección. Pero gracias a Dios nunca me infecté.

Me hice la prueba de Enfermedad de Transmisión Sexual y la del VIH y me salieron negativas. Al llegar a este país y oír las noticias de cómo gran cantidad de latinos se han infectado, me di cuenta que yo podría ser una de esas personas.

Cada vez que reflexiono de los errores cometidos pienso que soy dichosa de tomar en cuenta toda la educación y de los cuidados que recibí en mi país sobre esta enfermedad. Y no se diga aquí, pues hay muchos programas de prevención donde nos dan información y hacen las pruebas gratis. Esto me ha hecho cuidarme.

Ahora tengo una relación estable desde hace 2 años y siempre me cuido. A veces él se aburre de usar solo el condón, entonces lo uso yo; tratamos de nego-ciarlo. Les comparto esta historia para que tengan cuidado y se protejan. Y recuerden que la vida sólo es una y tenemos que cuidarnos.

UNO HACE MUCHAS COSAS ERRADAS QUE PONEN EN PELIGRO NUESTRA SALUD Y NUESTRA VIDA.

Esto lo digo porque tuve varias relaciones sexuales; unas con protección y otras sin protección.

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HISTORIAS DEL PUEBLO Chica Solitaria

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Mi nombre es Emma, soy de Bolivia y tengo 21 años. Vengo de una familia sepa-rada. En Bolivia yo vivía con mi mamá y mis tres hermanos, mi papá nos abandonó cuando éramos muy peque-ños y desde muy temprano, tuve que cuidar a mis herma-nos, ya que mi mama trabaja-ba. Pero como el dinero no nos alcanzaba decidí viajar a EE.UU. con una amiga.

Antes de viajar mi novio me pidió que le diera la prueba de amor. Como estaba tan enamo-rada y nos íbamos a casar, decidí entregarme a él.

Cuando llegué a Estados Unidos al inicio todo me fue

bien. Encontré rápido un trabajo como mesera y estaba contenta de que por fin podía ayudar a mi familia. Luego me trasladé a vivir a Washington DC. La relación con mi novio se fue enfriando, al inicio nos hablábamos por teléfono y nos escribíamos, pero pasaron los meses y la relación se termino.

Encontré una nueva persona, era adorable, tenía 3 meses de conocerlo, cuando tuvimos sexo. Al inicio le dije que no; tenía miedo.

Un día en una laundromat se me acercaron unas Promoto-ras de Salud de La Clínica del

Pueblo y me hablaron acerca del VIH/SIDA. Yo no sabía nada de ese tema. Al inicio me porte renuente a escucharles, pero ellas insistieron y me dijeron que si algún día deseaba tener rela-ciones con alguien me protegiera y me hiciera la prueba del VIH y me dieron la dirección y horarios de La Clínica.

Yo siempre pensaba que estaba saludable pues no había tenido muchas relaciones sexuales y además mi novio se veía sano y fuerte; jamás desconfiaría de él.

Un día me animé y fui hacerme la prueba y para mala suerte la prueba del VIH me salió positiva.

Me sentí triste, con ira y con vergüenza, no sabía que hacer, el consejero me dijo que tomando medicamentos, yo puedo tener una vida normal. Me ha costado

aceptar que tengo el virus de VIH y lo peor como le voy a decir a mi familia.

A mi novio actual le dije que era VIH positiva, pero si nos amábamos mucho podíamos continuar la relación utilizando condones en cada relación, pero el decidió que, aunque me quería, no podíamos continuar.

Hoy mi vida no es como antes. El condón se ha vuelto mi compa-ñero inseparable. Supe que mi novio Boliviano había muerto. A pesar de todo lo acontecido en mi vida, ya tengo 3 años de vivir con el VIH, tomo medicamentos me cuido mucho y aconsejo a mis amigas que siempre usemos un condón al momento de tener sexo y que se hagan la prueba si tienen alguna relación de riesgo, ya que es la única manera de saber si viven con el virus del VIH.

UN DÍA ME ANIMÉ Y FUI HACERME LA PRUEBA Y PARA MALA SUERTE LA PRUEBA DEL VIH ME SALIÓ POSITIVA...

Me sentí triste, con ira y con vergüenza, no sabía que hacer. El consejero me dijo que tomando medicamentos, yo puedo tener una vida normal.

HISTORIAS DEL PUEBLO

HISTORIAS DEL PUEBLO Martín

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este programa total o parcialmente.

Mi nombre es Martín, soy de Nicaragua y tengo 20 años.

Vengo de una familia unida y estable y tengo 2 hermanos más. Crecí en medio de la danza folclórica, ya que es una herencia en mi familia.

Desde los 4 años me ha gustado la danza, me inicié en el pre-escolar. En primaria mis padres me inscribi-eron en una Academia de Danza, donde también me inculcaron la cultura y en la secundaria seguí en ese me-dio y comencé a tener gestos de amanerado, entonces

mis padres me enviaron con un psicólogo, pero éste sólo pudo cambiar mis gestos no así mis inclinaciones sexu-ales. He tenido relaciones con hombres y con mujeres, pero mi inclinación es más hacia las relaciones con mi mismo sexo, éstas las con-sidero serias.

Quiero decirles que inicié mi vida sexual a los 9 años de edad sin protección, con-ocí del condón a los 10-11 años cuando recibí orien-

tación en el Colegio y de los lubricantes en mi clase de Educación Sexual, pero no los usaba; yo era muy pequeño. Además me daba vergüenza ir a la farmacia a comprarlos.

Hasta que conocí mi tercera pareja a mis 16 años, él era estudiante de medicina.

Me enseñó a usar el condón y lubricantes y a no tener vergüenza de comprarlos en la farmacia. Me explicó la importancia de su uso, ya que evita contagiarse de enfermedades de transmis-ión sexual (sífilis, gonorrea,

etc.), incluyendo el VIH/SIDA. También me habló de la im-portancia de la prueba de VIH, porque con mis parejas anteriores yo no me cuide. Gracias a Dios la Prueba fue negativa.

Desde entonces yo me cuido, ya son 4 años de usar el condón convencido que si no me protejo me puedo contagiar de cualquier enfermedad.

Y, sobre todo, me quiero mucho para

permitir esto.

Quiero decirles que inicié mi vida sexual a los 9 años de edad sin protección, conocí el condón a los 10-11 años ... pero no lo usaba; yo era muy pequeño.

Además me daba vergüenza ir a la farmacia a comprarlos.

HISTORIAS DEL PUEBLO

HISTORIAS DEL PUEBLO Mauro

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Mi nombre es Mauricio soy Hondureño y tengo 34 años. Quiero contarles algo que me está pasando.

Vine a este país hace 4 años y al encontrarme en soledad decidí conocer a unas “amiguitas” que siempre veía en una parada de buses cuando iba a mi trabajo; de todas ellas una me causó atracción por su forma de ser y la in-vité a salir y luego nos fuimos a un lugar donde tuvimos relaciones sexuales sin protección y así pasaron los días.

Pero al llegar a los tres meses me dí cuenta de la necesi-dad de obtener información acerca del VIH/SIDA, ya que la persona con quien tenía relaciones, mi novia, también tenía otras parejas. Por esto me preocupé y decidí de-jarla.

Un amigo me dijo que en La Clínica del Pueblo hacían la prueba gratis y era confidencial por lo que me hice la prueba del VIH. Gracias a Dios me salió negativa.

Posteriormente conocí a otra persona con la cual estoy saliendo actualmente, pero ahora me protejo, o sea uso el condón y ambos disfrutamos del sexo se-guro.

Decidimos ambos hacernos la prueba del VIH y con el resultado tomar una de-cisión con nuestra relación. Lo hicimos porque juntos hemos leído acerca del VIH y sabemos que no hay cura, pero si un tratamiento para poder vivir mucho tiempo.

Aprovecho la oportunidad para decirles a todos los que lean mi historia que se protejan siempre y no dejen de usar el condón y sobre todo los invito a que se acerquen a La Clínica del Pueblo para hacerse la prueba de VIH, ya que ahí es gratis.

DECIDIMOS AMBOS HACERNOS LA PRUEBA DEL VIH Y CON EL RESULTADO TOMAR UNA DECISIÓN CON NUESTRA RELACIÓN.

Lo hicimos porque juntos hemos leído acerca del VIH y sabemos que no hay cura, pero si un tratamiento para poder vivir mucho tiempo.

HISTORIAS DEL PUEBLO

HISTORIAS DEL PUEBLO Ruleta Rusa

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Hoy quiero compartir con ustedes mi historia. Soy una mu-jer Salvadoreña de 25 años y llegue a este país hace 4 años.

El motivo de mi viaje fueron unas vacaciones por 15 días y por motivos ajenos a mi voluntad tuve que quedar-me, establecerme y adap-tarme a un nuevo estilo de vida; sin familia, sin amigos, sin trabajo y sin dinero. Me tocó vivir en un cuarto de renta en la casa de mi Tío político, del cual no tuve ningún apoyo.

La misma soledad y la necesidad me obligaron a tomar decisiones de las cuales después de un cierto tiempo me arrepentí. Con esto quiero decir que conocí a alguien que al inicio me brindó apoyo y la estabilidad que necesitaba. A pesar de

nuestras diferencias en la forma de pensar y de actuar, traté de adaptarme y hacer todo lo posible por manten-er la relación.

Después de año y medio de vivir juntos fui traicionada por él en todos los aspectos. Al tener relaciones sexuales no me cuidaba, porque pen-saba que sólo estaba conmi-go, pero él me contagió con una Infección de Transmisión Sexual. Aun así continué con él, pero de vez en cuando me protegía, aunque a él no le gustaba porque me decía que yo lo engañaba con otro. Sin embargo tomé la de-cisión de dejarlo cuando me golpeó.

Luego de esta dura experien-cia, decidí que ya no quería establecer una relación formal con alguien y enton-ces tuve otras parejas. Claro siempre me protegía, lo único que con estas lo hacia por que me daban una re-muneración económica y yo necesitaba el dinero. Una de esas tantas veces se me rompió el condón y me asusté mucho, por lo cual me hice la prueba de embarazo y la del VIH; gracias a Dios las dos fueron negativas. Esto me hizo reflexionar y tomar conciencia de protegerme ahora más que nunca.

Después de eso conocí a otra persona. Al inicio de la relación me protegía, pero mientras pasaba el tiempo y la confianza que me daba, dejé de hacerlo aún sabiendo que tenía que hacerlo, ya que

tenía la información, los con-dones a la mano y sabía las consecuencias que esto conllevaba al ser una Promo-tora de salud en esta área. No me explico porque dejé de usarlos. A veces pienso que era por la confianza, el momento y tiempo que llevábamos de relación; sinceramente no me preocu-paba quedar embarazada.

Ahora que reflexiono me doy cuenta que es sólo un mo-mento para contraer el VIH. Por eso estoy compartiendo esta historia con ustedes para que tomen conciencia, con respecto a la importan-cia de usar condón en cada relación. Gracias a Dios estoy saludable, pero imagí-nense sino fuera así…

AHORA QUE REFLEXIONO ME DOY CUENTA QUE SÓLO BASTA UN MOMENTO PARA CONTRAER EL VIH.

Por eso estoy compartiendo esta historia con ustedes para que tomen conciencia, con respecto a la importancia de usar condón en cada relación.