HISTORIAS PARA DISFRUTAR
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CONTENIDO
PRÓLOGO .............................................................................. 3
INTRODUCCIÓN .................................................................... 4
AGRADECIMIENTOS ............................................................. 5
Mi Equipo del Alma, “La Muerte” ............................................ 6
Mi Último Halloween ............................................................. 12
CAMPOS DE CONCENTRACION, “muriendo en vida” ....... 20
LA CAPERUZA DE HAMELIN .............................................. 29
3
PRÓLOGO
Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo
que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un
corazón que llora.
Proverbio hindú
Los libros son, entre mis consejeros, los que más me
agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden
decirme lo que debo hacer.
Alfonso V el Magnánimo (1394-1458) Rey de Aragón.
Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de
biblioteca.
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.
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INTRODUCCIÓN
En este libro que lo denomine “Historias para Disfrutar“, se
encontrará un sin numero de historias y aventuras en donde
cada una nos llevará a recrear una escena y un espacio
diferente, pero teniendo en cuenta que se encontrara una
mezcla de lo fantasioso con lo real, historias basadas en
hechos reales como historias salidas de mi mente y vagando
por un mar de fantasía. Pero a usted señor lector le puedo
asegurar que cada una de las historias lo atrapara, y lo hará
querer cada vez más leer y leer la historia que sigue,
preguntándose que pasara en la historia siguiente, sabiendo
que unas historias son mas cortas que otras pero igualmente
nos llenarán y con esto mi propósito es que cada lector
quede satisfecho con lo leído. Encontraremos como ya lo he
dicho historias de diversos temas entre los que se
encuentran: Felicidad, tristeza, rabia, terror, suspenso, datos
históricos y datos reales contados a mi manera, y de estos
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temas se irán desprendiendo otros que a lo largo van a
construir todo un gran libro de maravillosas historias.
AGRADECIMIENTOS
Le agradezco a toda mi familia que me acompaño en este
proceso de escritura y de superación ya que descubrí
algunas habilidades en el aspecto escrito. También le
agradezco a mis compañeros del colegio INEM “Felipe Pérez”
que me corregían las historias cuando era necesario y gracias
a ellos mejore mis escritos para entregar un producto final.
Hago un reconocimiento a todos los autores y a los libros en
que me inspire para construir algunas de las historias
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Mi Equipo del Alma, “La Muerte”
-¡Andrés, Andrés!-, salga rápido del baño que lo necesitan al
teléfono.
-¡Ya voy mama!-,
En ese momento Andrés coge su teléfono impacientemente
para saber quien lo solicita.
-¡Hola Andrés, habla con Pocho!
-¿Entonces si va a ir al estadio?
-¡Sí ya me estoy alistando!
-¡A listo, nos vemos en el parque central con todos los de la
barra las 12.00am, 3 horas antes del partido!
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-¿Y porque tan temprano?
-Andrés, porque vamos a preparar todo para llevar al estadio,
pólvora, papel y la nueva bandera.
-A listo, yo llegó.
-Bueno, nos vemos allá.
-¡Chao!
-¡Chao!
En ese momento Andrés, saca su bandera y se pone la
camisa oficial con todas y cada una de las firmas de sus
jugadores plasmados allí. (Camisa que llevaba Andrés desde
hace 10 años y que la cuidaba con su propia vida).
-¡Mama ya me voy!
-¡Me voy para el parque a encontrarme con la barra!
-Bueno hijo, se cuida.
Andrés salió de su casa cuando escucha a lo lejos la voz de
su mama que le gritaba
-¡Mijo, devuélvase, por su escapulario!
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-¡Usted nunca sale sin el!-
Andrés en ese momento se devolvió porque para el ese
escapulario era su protección ya que se lo había regalado su
padre 10 años atrás cuando falleció.
Ahora sí Andrés se dirige al parque central, cuando llega se
encuentra con cientos y cientos de “hinchas” saltando y
haciendo estragos a los alrededores del parque, rompiendo
vidrios y pintando casa con aerosol las paredes de las casas.
-A estas personas no se les debería llamara hinchas-
-¡Hey Andrés por aquí!-. Gritó Pocho en ese momento cuando
Andrés estaba anonadado por lo que estaba viendo.
-¡Andrés por acá, aquí estoy!
-¡Venga ayúdenos a terminar para poder irnos rápido al
estadio!
-¡Listo!
Cuando dejan todo listo se dirigen al estadio…
-¡Por favor, los que tienen boleta para la localidad de sur, me
hacen una sola fila, que los vamos a requisar!
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-¡Huy hermano, casi que no entramos!
-¡Sí, pero ya estamos adentro, para alentar al equipo en
semifinales!
-¡Pocho, si ganamos hoy pasamos a la fina!
-¡Yo no me voy a morir sin antes ver a mi equipo campeón!
-¡Sí Andrés, eso es lo que queremos todos, al menos una
estrella!
Empezó el partido, todo el estadio en jubilo y enardecido al
ver a su equipo por primer vez en semis y teniendo la
posibilidad de ser campeón.
El partido se mostraba en empate y posiblemente a penaltis,
cuando en el minuto 90`, un centro por el costado derecho
por el pájaro Parodi, la recibe el talentoso Pablo Moreno de
pecho, se da media vuelta y Goooooooooooooool. Todos los
hinchas felices por primera vez en finales, este seria el titular
en el periódico por muchos días, mientras llegaba la hora
final.
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La multitud salió rápido del estadio con ganas de festejar,
pero la barra brava donde se encontraba Andrés se demora
en salir mientras recogen las banderas.
Al cabo de unos minutos salen todos y se encuentran con las
barra del otro equipo, el perdedor. Como es normal se
enfrentan las 2 barras con cuchillos, piedras, en fin con todo
lo que tuvieran a la mano…
Al día siguiente la mama de Andrés pensaba:
¿Por qué no ha llegado mi hijo?, ¡Sí el partido fue ayer!,
¿Será que está donde sus amigos?, en ese momento tocan la
puerta y un vecino le muestra a doña Gladis el periódico, el
titular que decía:
Andrés Carvajal, hincha fiel asesinado por barras bravas
a la salida del estadio.
-Sus amigos y familia lo lloraron y extrañaron por mucho
tiempo y nunca saldría de sus mentes aquel joven amante por
el futbol.
Una semana después aparece en el periódico:
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Hinchas y equipo le dedican el campeonato a la memoria
de Andrés.
…Un sueño que no se pudo cumplir: “Yo no me muero sin
antes ver a mi equipo campeón”.
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Mi Último Halloween
Halloween, 31 de Octubre de 2000
Aún recuerdo ese día como si fuera ayer, lo tengo en mi
memoria como mi único recuerdo o tal vez como la inhóspita
aventura que he vivido.
Me levanté muy temprano, busque a mi mamá y la perseguí
por toda la casa para que me diera el disfraz de hombre lobo
el cual espere por largo tiempo, y al fin me lo pondría. Mi
hermana Carla se río de mí porque yo con 10 años ya estaba
muy grande para disfrazarme y sí, este seria mi último disfraz,
pero por esto no me dejaría afligir.
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En ese momento mi padre me llama para que subiera a la
azotea y bajara los muñecos y los objetos de Halloween, ya
que era una costumbre todos los años engalanar la casa, y la
ciudad de Smallville se caracterizaba por celebrar Halloween
en grande.
Ya que se decía de un mito que en el siglo XVIII en esta villa
un 31 de Octubre salieron en la plaza central 3 brujas y que
impusieron una maldición que todos los 31 de Octubre lo
inerte cobraría vida; y por esto es tan especial Halloween en
Smallville.
Subí a la azotea, como todas estas era un lugar vaho y
gélido, donde solo se respiraba aire sucio, empiezo a levantar
las sabanas y me encuentro con los adornos, comienzo a
recoger uno a uno y a entregárselos a mi padre, y ya solo
me quedaba bajar los aparentemente dóciles y mansas
figuras artesanales hechas en cerámica con 60 centímetros
de alto.
Cojo los duendes uno a uno, doy media vuelta para bajar y
entregárselos a mi papá, de pronto escucho risas atrás de
mi, volteo y solo veo los otros 2 duendes mirándome con ojos
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profundos y secos. Pensé en ese momento que solo era mi
imaginación y bajé los muñecos restantes.
-¡Bajen todos a desayunar! , Dijo mi mamá en ese momento,
entonces dejé las 4 figuras en un solo lugar al lado de la
biblioteca en el segundo piso de la casa y bajé.
Terminamos de desayunar, sube mi mamá y mi papá para
empezar a adornar la casa, cuando en ese momento se
escucha un grito:
-¡Tom suba ya!
Yo, al sentir esa voz tan grotesca de mi padres sabia que no
era para nada bueno, pero la sorpresa me la lleve cuando
subo y veo el florero de mi mamá que fue traído de Japón y
que ha pertenecido a la familia por generaciones fragmentado
en pedazos; pero lo mas extraño era que los muñecos no
estaban donde los había dejado sino que estaban al lado del
florero.
Y como era obvio el regaño iba a ser para mí, el castigo fue
que no podía ayudar a decorar la casa. Me asome por la
ventana y vi allí a lo lejos los duendes ubicados en el jardín
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revestidos por telarañas y murciélagos para dar un aspecto
mas terrorífico.
Pero algo mas estaba por suceder, mi padre salió a comprar
los dulces para repartir, mi mamá y mi hermana se quedaron
en el jardín adornando el exterior.
A las 6:00 de la tarde todos estábamos adentro en la casa ya
listos para salir a pedir dulces, solo me tenía que poner mi
disfraz cuando…
Carla nos llama a todos, fuimos y nos llevamos una ingrata
sorpresa. Todo el cuarto de Carla estaba chisgueteado de
pintura roja, y como yo fui el único que estuvo adentro en la
cas, la culpa debió ser mía; empecé a gritar que yo no había
sido el autor de tan vil travesura.
Salí corriendo para mi cuarto, mi papa salió tras de mí y
cuando entramos al cuarto prendí la luz y solo pude decir:
-¡O que ha pasado aquí!
Había un tarro de pintura roja encima de mi cama, en ese
instante quede sin palabras y me dijeron
-¡Ya no sale con nosotros a Halloween!
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-¡Se queda acá con su hermana y no hay disfraz!
Me dirigí al jardín para despejar un poco la mente y pasar la
rabia que tenia ya que no me podía estrenar el disfraz. Me
acerque un poco hacia los duendes y vi que sus facciones de
terror cambiaron a una burla malvada, además sus manso
tenia pintura roja.
Quedé congelado y perplejo en ese momento al presenciar tal
cosa, entre corriendo a mi casa y empecé a gritarle con una
voz entrecortada:
-¡Ellos fueron!
-¡Ellos fueron!
-¿Quiénes?, Dijo mi padre
-¡Ellos, los duendes!
-¡Las figuras del jardín!
Pero mi familia no hizo más que reírse y tratarme de loco, ya
que era una excusa absurda para no quedarme en la casa, y
se fueron a repartir dulces. Me quedé encerrado con Carla en
Halloween.
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-¡Que horror!
Lloré tanto que ya no me salían más lágrimas, recuerdo que
eran las 8:30pm cuando me asomo a la ventana de mi cuarto,
casi me voy de espaldas porque los “Los hombrecillos” de
cerámica no estaban el en jardín. Grité y Grité pero Carla
estaba encerrada en su cuarto escuchando música y no me
escuchaba. Salí al jardín para corroborar si esto era cierto,
claramente allí no había nadie, pero:
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-¿Donde están los duendes?, pensé en ese momento
-¿Se los habrán robado?
No tenía una respuesta concreta sobre lo que estaba
pasando, y me dispuse a entrar de nuevo a la casa, cuando
de repente siento un frio en mi espalda, que me bajaba
lentamente y una voz solloza y aguda me decía:
-¡Para donde vas si es Halloween!
Con todo el miedo que tenia volteo y uff; por suerte era mi
amigo Roy disfrazado de zoombie, le conté todo lo que me
estaba pasando y le dije que no podía salir y entre de nuevo a
mi casa.
Todo estaba muy oscuro, subí las escaleras lentamente,
escuchaba exactamente las mismas risas cuando baje las
figuras de la azotea. Tenia tanto miedo que de un salto ya
estaba en mi cuarto, cierro la puerta con seguro, prendo la
luz, me meto debajo de las cobijas, y sintonizo el televisor
para ver el especial de Halloween que dan todos los años.
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Como por arte de magia se apaga el bombillo de mi pieza y el
volumen del televisor queda en el máximo, de mi cama veo
salir 4 sombrías y espeluznantes figuras, yo gritaba con todas
las fuerzas:
-¡Carla!
-¡Carla!, pero no me escuchaba
Y estos hombrecillos, me decían con una voz malvada, lenta
y profunda:
-¡Este será tu fin!
-¡Este será tu fin, querido Tom!
Se acercaban lentamente, con cuchillos en la mano, y ya
cuando estaban a escasos centímetros míos, solo hasta ahí
mi memoria recuerda lo que paso ese día.
…Llevó 5 años diciendo que las figurillas de cerámica, los
pequeños duendes tenían vida y me querían matar…
Los duendes siguen allí en mi casa y yo aquí un 31 de
octubre de 2005 en el manicomio de la ciudad.
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CAMPOS DE CONCENTRACION, “muriendo en vida”
Estábamos en “guerra”, sí, bueno eso creía Alemania en esa
época cuando se tomo de excusa al pueblo Judío para crear
un sin numero de muertes solo porque se creía que
estábamos contaminando la sangre alemana, o como ellos la
llamaban la sangre aria.
Desde aquel día en que el diablo tomo el poder de
Alemania, “Adolf Hitler” todo se volvió un completo caos y una
caldera en donde los judíos ya no podíamos caminar
libremente como lo hacíamos anteriormente y lo peor de todo
era que nos marcaban como ganado, en el brazo derecho
nos ponían la tan sagrada estrella de David todo por ser
humillados por los Alemanes y para que días después nos
encerraran a todos los judíos en una sola comunidad,
cercados totalmente y para salir de allí hacia la ciudad había
que pedirle permiso a los militares que ha su antojo podían
asesinar a cualquier persona de nuestra comunidad . Aparte
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de esto nos ponían a trabajar como animales sin comida ni
agua, solo hasta lo que nuestros cuerpos aguantaran.
Hasta ese momento pensábamos que esto era lo peor que
nos podía suceder porque ningún país se daba cuenta de lo
que hacían los Alemanes con nosotros. Y probablemente
nuca se darían cuenta de tan atroz comportamiento.
Recuerdo muy bien a un teniente de la S.S. llamado Heinrich
Himmler, él, era el que custodiaba a las comunidades Judías
en Berlín y decidía a quien mataba y a quien no, cierta vez
estábamos trabajando llevando ladrillos a una construcción
cercana, pedimos agua y no nos la quisieron dar, llevábamos
días enteros trabajando allí, porque nos habían prometido
que si terminábamos nuestro trabajo en el tiempo establecido
nos dejarían libres y nos podríamos devolver a nuestros
países, de lo contrario todos seriamos ajusticiados. Nosotros
al ver que no nos daban agua ni ningún alimento nos
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revelamos contra aquellos militares aprovechando que eran
pocos los que estaban ahí. Pero esta estupidez me costaría
demasiado cara, en cuestión de segundos nos estaban
rodeando aproximadamente veinte militares apuntándonos
con sus armas en nuestras cabezas. Ninguno de nosotros
hablaba pero en nuestras mentes corría la idea de que este
sería nuestro final.
Nos ubicaron uno al lado del otro recuerdo exactamente que
éramos diez personas, al frente se para el teniente Heinrich
Himmler él una persona grande, imponente, arrogante, nos
habla en un tono cruel y desalmado.
-¡Los Judíos solo son animales, y por tal se les debe tratar
como lo que son, si no sirven serán asesinados!, y sin repudio
alguno con sus propias manos fue matando uno a uno a mis
amigos, solo faltaba yo, me apuntó en toda la frente, haló el
gatillo, y aún hoy no se por qué no se acciono el arma pero
tampoco descubrí porque él, pudiendo coger otra arma y
matarme no lo hizo, simplemente dio la orden que me dieran
un buen castigo.
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6 de Junio de 1944 para ese tiempo Alemania ya había
invadido gran parte de Europa, países como Polonia, Austria,
Francia, Noruega, Dinamarca, Yugoslavia y Grecia, ya eran
del poder de Adolf Hitler, pero contrarrestando esto se
crearon las fuerzas aliadas, lideradas por Stalin y el
presidente de EE.UU. Franklin Delano Roosevelt, los países
aliados fueron EE.UU., Inglaterra, Rusia, pero Alemania al
saber que ya tenia enemigos y sabiendo que su país estaba
a los ojos del mundo nos tenían que sacar a los Judíos de las
ciudades y nos mandarían a lugares lejanos donde tal vez
nadie saldría vivo.
¡Alisten todas sus pertenencias!, nos dijo un coronel porque
nos íbamos de “viaje”, yo veía salir a todas las familias con
sus pequeños hijos, y abuelos que casi no podían ni caminar,
pero yo un joven de 18 años que a los 10 quede huérfano
solo me queda salir rápido para alcanzar cupo en el tren que
yo lo denomine el “tren de la muerte”, o tal vez “De paseo al
infierno”. Éramos cientos y cientos de personas asinadas en
un tren donde no había espacio para nada, el viaje duró días
y días, yo veía a los viejos como caían al lado mío, porque no
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nos daban comida, solo una botella de agua para un viaje de
aproximadamente de 2 semanas.
Ya empezaba a caer la tarde y el tren empieza a parar, se
veía un cartel que decía:
-Auschwitz, Polonia, a lo lejos parecía una estación de tren,
había un reloj grande señalando las 5:50pm, esto indicaba
que estas estaciones eran momentáneas, y que pronto nos
mandarían a otro lugar, pero no, resulto ser que este reloj era
pintado, solo para despistar al enemigo y creyera que solo
era una estación.
Aquí sería donde nos dejarían hasta finales de la guerra o al
menos a los cadáveres. Apenas nos bajaron del tren
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separaron a todas las familias, los niños y jóvenes a un lado,
y los adultos en otra parte, cada hora llegaban más judíos y
hacían lo mismo, llegando a estar aproximadamente 200.000
personas allí, ya que era un lugar extremadamente grande,
inclusive capaz de albergar más gente.
No teníamos techo, comida, solo estábamos rodeados por
alambre, cada minuto veía pasar grupos de 10 personas
desnudas, supuestamente para bañarse, pero lo extraño era
que de allí nunca volvían a salir, al menos con vida, al cabo
de una hora sacaban a estas personas sin vida las tiraban a
un hueco como si fuéramos basura, y el único baño que les
daban era de gasolina porque luego les prendían fuego, y
esperaban a que con los días, solo quedaran cenizas, hacían
esto todo el día, todos los días, todos los meses, y quizá toda
su vida hasta desaparecernos, cada vez llegaban más y más
Judíos, pero yo pensaba que nosotros por ser los mas
jóvenes seriamos los últimos, llevábamos al menos un año
allí, sobrevivimos gracias a un nuevo comandante que llegó y
nos daban un pedazo de pan cada día. Pero aún así muchos
caían muertos al lado mío, y los pocos que quedábamos
vivos parecíamos esqueletos andantes, yo ya no aguantaba
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más. Vi que se acercaban varios militares hacia el alambrado
nuestro y nos gritan:
¡Los que aún siguen vivos, alístense para el gran baño de sus
vidas!, nosotros ya sabíamos lo que nos esperaba, mientras
nos llevaban a tan siniestro y a tan mortuorio lugar, o
simplemente no hay palabras que puedan describir este
terreno, nos despedimos y rezábamos lo mas que podíamos.
Aparentemente este lugar si parecían baños, nos abrieron
las duchas, nos dieron jabón, cosa que no había pasado
desde que nos llevaron allí. Pensamos que al final no nos
pasaría nada, terminamos de asearnos, en ese momento
abrieron una puerta, yo no me imaginaba que había en ella
pero sabía que no era nada bueno, entonces dañe la camisa
que llevaba y me guarde un pedazo de tela en la boca, no
pensé si esto me iba a servir, pero me tenía que arriesgar
fuese lo que fuese.
Entramos a un cuarto donde habían unas maquinas y solo
había una rejilla en el techo pero esta cerrada, y nos gritan
los desalmados militares, vamos a abrir la rejilla solo el ultimo
que quede vivo podrá salir, no entendíamos nada, solo
sentíamos el agudo sonido de las maquinas que de ellas
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brotaban un aparentemente dócil gas inoloro pero si letal.
Alrededor de cada 5 minutos iba muriendo cada persona, yo
me tire al suelo y con el pedazo de tela que tenían en la boca,
pude aguantar lo necesario para sobrevivir. Lo sucedido
nunca la voy a olvidar, me tocó hacer una montaña de
cadáveres con las personas que llevaba compartiendo por
meses, y al fin alcanzar la rejilla y salí. Solo tuve alientos para
decir:
¡Dios perdónalos y perdóname!, me sentía tan culpable como
estas personas sin corazón llamadas nazis. De ahí en
adelante no tuve ánimos para seguir comiendo, solo notaba
que cada los militares nazis se estaban yendo, y nos dejaron
allí, solos como si fuéramos objetos inertes, solo quedamos
10 personas, pero no sabíamos que hacer porque ahí en
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Auschwitz nadie nos encontraría, no se como pero
aguantamos un tiempo más, alimentados por la fe y la
esperanza.
Al cabo de ese tiempo, escuchamos un estruendo enorme,
eran bombas, destruyendo el gran e invencible fuerte de
Auschwitz, Polonia, vimos a lo lejos militares, pero no eran
Alemanes, uno de ellos tenia la bandera de los estados
unidos, y en ese momento solo quedaba fuerzas para
agradecer, porque nuestros cuerpos ya no se podían ni parar,
pero nuestra mente siempre estuvo al máximo.
Hoy, específicamente 30 años después de la segunda guerra
mundial, yo Albert Spencer, un judío como cualquiera puedo
decir que fui un sobreviviente del genocidio NAZI.
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LA CAPERUZA DE HAMELIN
Se dice que en la ciudad de nunca jamás, un pueblo muy
intranquilo, colmado de personas intolerantes y usureras,
cierto día según decía la profecía del consejo de magos de
dicha ciudad aparecería una niña llama caperuza proveniente
de la inalcanzable e inerte ciudad de Hamelin de Zeus.
Pero mientras ese día llegaba este pueblo seguía haciendo
de las suyas y apoderándose de todos los estados cercanos.
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Pero todo esto pasaba porque estaban al mando del “gran”
rey Leónidas que de grande solo tenía su cuerpo, ya que por
dentro solo tenia corazón para matar a quien se opusiera en
su camino y solo vivía para conquistar estados y engrandecer
sus tierras a como fuera lugar.
Cierto día después de muchas lunas y muchos soles de
cabalgar y cabalgar en sus bestias negras, llegaron por
accidente todo el ejercito de el rey Leónidas a la ciudad de
Hamelin de Zeus, ellos al ver un pueblo tan organizado y
con tantas riquezas minerales y alimenticias, se dispusieron
a robar las tierras, su misión era matar a todos los habitantes
de dicho poblado, a los valientes guerreros los asesinaban en
pedazos, a las mujeres las violaban y luego las mataban y a
los pequeños los amarraban a los caballos para dejarlos
como esclavos hasta el final de sus días.
Pero la joven Caperuza con sus ojos que reflejaban la
violencia y la muerte como pudo escapó y se escondió en las
laderas de la montaña, y de allí divisaba todo lo que pasaba
con su pueblo o al menos lo que quedaba de él, solo
quedaron cenizas. Y desde aquel día la joven Caperuza
prometió que algún día, cuando dominará las artes de la
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magia ancestral de los antiguos dioses del gran y adorado
padre Zeus, solo hasta ese día llegaría al pueblo de nunca
jamás y les devolvería todo lo que ellos le hicieron a su
pueblo.
Al parecer ese día probablemente llegó, a lo lejos de la
montaña se veía una silueta de una mujer envestida en una
sotana roja carmesí con unos destellos violetas dados al
reflejo del sol, en este momento el campanero se fue de
inmediato a dar aviso al consejo y a su rey, ya que
probablemente se haría realidad la dicha profecía.
Esta mujer llamada caperuza, se encontraba entre los
habitantes del pueblo, el consejo no sabía quien en realidad
era ella y qué era capaz de hacer, caperuza tocó en una
puerta solo a pedir un vaso con agua ya que llevaba muchos
días caminando y con poco alimento. Salió un señor grande y
grotesco y llama a su esposa e hijos, caperuza se preguntó
¿Por qué este señor llamo a toda su familia?, si solo le pedí
un vaso con agua.
Y en este momento esta familia se empieza a reír de dicha
mujer solo porque tenía una vestimenta diferente a la suya, y
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aquí caperuza descubre el grado de intolerancia y arrogancia
de esta familia, y a parte de esto el señor señala la calle, ya
que allí había un charco de agua, y sin remordimiento alguno
le dice a caperuza que eso era lo único que le podía ofrecer y
se entraron riendo a su morada. Así se la pasó de familia en
familia y nadie fue capaz de regalarle un humilde e
insignificante vaso de agua. En el rostro de Caperuza se
podía notar la rabia y la cólera con la que ella andaba, y con
un conjuro hizo que todo el agua se volviera polvo,
empezando a
castigar al pueblo
de nunca jamás.
El rey ya
completamente
seguro que la
profecía se estaba
cumpliendo
mando a todo su
ejército a matar a la joven, esta al verse rodeada de cientos
de hombres, y viendo al rey Leónidas como comandante y
siendo la cabeza de este malvado ejercito, recordó todo lo
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que le habían hecho a su pueblo. En la plaza solo se vio un
enorme destello en donde encegueció a todos por un
instante, cuando todo se disipó, ya no estaban los militares
pero en cambio habían cientos y cientos de gatos, y un
rechoncho ratón con la corona del rey, solo se vio al ratón
correr exigiendo su cuerpo al máximo y detrás de el un
batallón de gatos dispuestos a volver al ratón la cena de ese
día.
Al presenciar tal cosa todo el pueblo se arrodillo ante la joven
Caperuza pero ella no buscaba poder solo buscaba vengar a
su humilde y calmado pueblo de Hamelin de Zeus. Entonces
en ese momento sacó una guitarra mágica y al son de las
notas todos los niños del pueblo de nunca jamás se fueron
yendo con caperuza lejos de la ciudad. Ella hizo esto para que los
niños no crecieran con las mismas ideas despiadadas de sus padres y
con ellos se fue a lo alto de las montañas y construyó un nuevo
pueblo en donde solo primara las buenas acciones. FIN