Historias ganadoras 2º a 6º
Click here to load reader
-
Upload
equipo-biblioteca-colegio-mare-nostrum -
Category
Documents
-
view
214 -
download
0
description
Transcript of Historias ganadoras 2º a 6º
EL VIAJE DE PO
Erase una vez un oso panda llamado Po, vivía en China. Su padre llamado Pi tenia un
restaurante “El restaurante de fideos Pi”.
El emperador chino, al que le encantaban los fideos, ordenó a todos los restaurantes de
China que hicieran los mejores fideos del mundo.
A Po se le ocurrió una idea: buscar un condimento diferente para preparar los fideos
“aceite de oliva” y se preguntó Po: “¿Dónde se encuentra el mejor aceite de oliva?
En Andalucía.”
Lo preparó todo y comenzó su viaje hacia Andalucía.
El viaje fue más largo de lo que pensaba y se quedó sin comida. Pero al fin llegó a la costa.
A un bonito pueblo llamado Adra.
Al desembarcar llegó a las Albuferas y allí encontró a un pato llamado Malvasía:
–Hola, me llamo Po y tengo mucha hambre, necesito comer.
Malvasía se asustó mucho porque pensó que él iba a ser su comida.
–¿Me vas a comer? -preguntó Malvasía.
–¡¡No!! Yo no como patos, como bambú. -dijo Po
–¿No eres un perro? - preguntó Malvasía.
–No, soy un oso panda, vengo desde China.
–¡Ah! Qué interesante. Pero yo no tengo bambú lo que tengo es caña dulce.
Después de comer en agradecimiento Po ayudó a Malvasía a limpiar las Albuferas.
Repuestas las fuerzas continuó su camino hacia las Alpujarras. Iba tranquilamente caminando
cuando de repente escuchó unos gritos. ¡Bee! ¡Beeee!
“¿Qué son esos gritos” se preguntó. Y descubrió a una pobre cabrita atrapada entre unas rocas.
Como era bastante fuerte movió las rocas para liberar a la cabrita.
–¡¡Gracias, gracias!! -dijo la cabra.
–De nada - constestó Po- ¿Qué te ha pasado?
–La serpiente Lola me ha engañado, me dijo que por aquí era un atajo y por eso me quedé
atrapada y para colmo se ha ido partida de la risa y silbando ( síiiii... síiiii...).
Por cierto yo me llamo Montse ¿y tú?
– Yo Po he venido a buscar aceite.
–Pues entonces te acompaño hasta la almazara, que es el lugar donde se fabrica el aceite.
Tras un rato caminando los nuevos amigos se encontraron con la serpiente Lola que estaba
atrapada en un tronco.
– ¡Montse, Montse! ¡Ayuda, por favor! Perdoname por lo de antes, era una broma, no lo volveré a
hacer.
–Sí, sí, una broma pesada - dijo Montse muy enfadada-, anda Po levanta el tronco y ayuda a
Lola.
–Gracias Montse, perdoname por favor. ¿Quién es tu compañero? - dijo Lola.
–Se llama Po y viene desde China en busca del mejor aceite. Vamos a la almazara- contestó
Montse.
–¿Puedo ir con vosotros? Me sé un atajo. En serio, no es broma - dijo Lola.
Y los tres juntos llegaron a la almazara. Po por fin consiguió su preciado aceite y volvió a la
Albufera para emprender el regreso a China. Malvasía le preparó un buen cargamento de caña
dulce para el viaje. Los cuatro amigos quedaron en estar siempre en contacto.
De nuevo en China el padre de Po hizo los mejores fideos del mundo.
Pablo Nadal Sánchez 2º A
YA LLEGA EL INVIERNO
Erase una vez cuatro amigos: una tortuga, conejo, oso y ciervo.
Era un día de verano y los cuatro amigos, viendo que pronto acabaría el verano, decidieron
construir unas nuevas casas para refugiarse del frío invierno.
El conejo quería hacer una acogedora madriguera, el oso quería que su cueva quedara
estupenda, el ciervo quería la más bonita casa de todo el bosque y la tortuga quería hacerse una
casita junto al río.
Comenzaron a trabajar: el conejo buscando un buen sitio para empezar a construir su madrgieura,
al igual que todos los demás. Pronto llegaría el invierno y deberían darse prisa antes de que
llegaran las nevadas y pasar el invierno calentitos.
El conejo, que era muy rápido, casi que la tenía terminada en un plis plas. El ciervo y el oso
también llevaban buen ritmo, pero la pobre tortuga, que era mucho màs lenta, casi acababa de
empezar. Ella quería darse prisa porque el invierno se echaba encima, pero sus pobres patas no
la dejaban ir màs deprisa. Si la amiga tortuga no terminaba a tiempo con su caparazón no sería
suficiente para protegerse de la lluvia y el frío.
Llegó el día en que el conejo, el oso y el ciervo terminaron sus casas y se reunieron para
celebrarlo. Se preguntaron donde estaría su amiga tortuga. Lo que no sabían es que la tortuga
aún no había terminado su casa.
Todos fueron a buscarla y al llegar descubrieron que aún le quedaba mucho por hacer.
Conejo dijo: “no celebraremos la fiesta hasta que nuestra compañera termine su casa y todos la
ayudaremos, así entre todos terminaremos antes”
Todos comenzaron a trabajar y en unos días acabaron la casa.
La tortuga les dijo: “Gracias compañeros sin vuestra ayuda no estaría terminada mi casa antes de
que llegaran las nevadas”
Todos celebraron una gran fiesta.
Con el compañerismo de aquellos animales la tortuga hizo algo muy rápido por primera vez.
Francisco Javier Espín 3º A
HISTORIA DE UN NIÑO
Hace años un niño llamado Yago vivia en un pueblito cerca del mar. De pequeñito jugaba
con sus hermanas en la puerta de la casa de su abuela. Era como todos los niños, muy feliz y
aunque reñían los hermanas por cualquier cosa, siempre se reconciliaban y a la hora de la
verdad, siempre estaban unidos.
Aquel niño cumplió tres años y, como todos sus vecinos, comenzó a ir al cole. Asustado y
pequeño, pues no conocía a nadie, y entre pucheros y lloros comenzó a jugar cons sus
compañeros hasta hacer del cole una prolongación de su vida cotidiana.
Cumplió cuatro y cinco años, celebrando su cumpleaños en el colegio con sus
compañeros, pero al cumplir los seis tuvo que cambiar de cole por cuestión del trabajo de su
padre. Aunque ya era más grande, intentó empezar de nuevo. Claro amigos nuevos, había que
establecer nuevas amistadews.
“Claro- pensaba Yago- y yo ahora qué hago, no conozco a nadie”.
Mamá que, como todas las madres, siempre pensaba por ella y por su hijo, y bueno por
todos, le dijo a Yago que fuese él mismo y que se mostrara a sus nuevos compañeros como él
era.
Yago así lo hizo y saludaba a todos y procuraba ser simpático pero no conseguía amigos.
Se veía muy solo en el recreo y volvía a casa triste y muy aburrido.
Ese año lo pasó así, pero un día en el recreo vio a unos niños mayores quitarle el bocata a
uno de sus compañeros. Aunque Yago no era de pelear (pues en su casa siempre la habían dicho
que hablando todo se podía solucionar), salió en defensa de Raúl, su compañero, diciendo que
eran unos abusones y que no se metieran con él.
Bueno Yago acabó perdiendo él también su bocadillo y un par de empujones, pero Raúl se
lo agradeció efusivamente y dijo a todos lo que había pasado.
Y ya imaginamos que ocurrió después. Empezó a hablar y a jugar con todos y a ser uno
más.
Después de aquel día, no se sintió solo nunca más.
Emilio López Espinosa 4º B
EL NIÑO INVISIBLEHace mucho tiempo en un pueblo muy lejano había un grupo de chicos y chicas. A ese
grupo se unió un niño que llegó nuevo al colegio. Al principio todos pasaban de él excepto su
grupo de amigos. Ese chico se llamaba Lucas.
Cuando pasó una semana ya los demás niños sí se acercaban a él. Lucas se hizo tan
popular que dejó de lado su primer grupo de amigos. En ese grupo había dos niños y tres niñas:
Matías, Jorge, Andrea, Sindhi y Carla. Todos se enfadaron un montón porque Lucas les traicionó.
Desde ese día a Lucas le fue muy bien pero a su grupo de amigos no.
Un día Sindhi vio que Lucas tenía un brazo vendado. Y ella misma se encargó de que su
grupo se enterara. Los días pasaban y pasaban y cada vez Lucas tenía más partes de su cuerpo
vendados. Hasta que llegó un día en que su cuerpo estaba vendado completamente. Todos
sospechaban que le podía haber pasado algo, porque era una cosa muy rara. El grupo
investigaba para ayudar a su amigo aunque estuvieran peleados con él.
Hablaron con él y se perdonaron, todos se reunieron en su escondite de reunión. Cuando
Matías tiró de un hilo que colgaba del vendaje de Lucas todos vieron que no tenía cuerpo. Andrea
dijo muy sorprendida:
-¡Si eres invisible!
Le echaron un bote de pintura blanca por encima y solo se veía la forma del cuerpo: ¡era
blanco!
Después fueron a la biblioteca y vieron en un libro que la gente se volvía invisible si
traicionaba a sus propios amigos. Para que esa persona volviera a ser normal se debía beber un
té hecho con una flor llamada claravil. Buscaron donde se encontraba esa flor y se encontraba en
el Valle del Paraíso. Y Jorge dijo:
-El Valle del Paraíso está al lado de la casa de mi abuela, pero para llegar hay que bajar un
profundo barranco.
-Lo haremos por nuestro amigo _ añadió Clara.
Nada más salir de la biblioteca fueron al Valle del Paraíso. Todos vieron el barranco y se
quedaron con la boca abierta. La primera en bajar fue Clara y los demás fueron bajando detrás de
ella. Encontraron la flor pero se olvidaron de llevarse una cuerda para volver a subir. Lucas vio que
tardaban mucho y fue a buscarlos. Después de mucho tiempo buscándolos los encontró. Menos
mal que Lucas sí llevaba una cuerda y los subió de uno en uno.
Fueron a la casa de la abuela de Jorge que estaba al lado. Le hicieron el té con la flor
claravil y Lucas se lo bebió. En ese instante se volvió normal. Les dio las gracias y descubrieron
que juntos eran mejores y que nunca deberán dejar un amigo solo.
Ana Torres Archilla 5º B
Una Barrera Intransitable
Hola me llamo Luz. Mi familia y yo vivimos en un pequeño y apacible pueblo a las afueras
de la comarca de Axis. No somos granjeros, lo cual es un problema para nuestra familia de cuatro
miembros y dos en camino. Mi padre y el de mis hermanos va en carreta con una mula a vender la
leña que había recogido en un largo y duro invierno para mi familia. Vivimos en una humilde casa:
el techo esta hecho de una gruesa capa de paja y arcilla con la que mi madre también hace
los platos, los vasos y los cubiertos de madera. Nuestra madera, la que tenemos por toda la casa,
no es de árboles cortados vivos, sino de los pobres que había roto el pasado invierno, con sus
nevadas y sus ventiscas. Mi familia y yo no queremos grandes lujos, tampoco queremos que se
nos desprecie por ser pobres como hace nuestra vecina de al lado Gema. Y desde este punto os
he contado un poco de mi familia, de mí, pero ahora os contaré la verdadera historia.
1 UN PRINCIPIO
Era la noche más preocupante, en la que una cabaña humilde casi sin terminar, estaba
siendo azotada por un viento huracanado que no cesaba. Un sombra humana en movimiento
atravesaba las calles de un pueblo, acunado por el silbido del viento. El cuerpo empapado se
dirigía corriendo hacia la casa de la matrona para advertirle de que una nueva criatura iba a venir
al mundo. La matrona alarmada cogió los instrumentos necesarios para un parto difícil, pues la
madre de esa criatura había tenido muchos problemas en los últimos cuatro meses.
La matrona llegó y cubierta por unas mantas se encontró a la mujer del leñador tumbada
en una pila de paja de la mula.
-Aprisa, necesito: toallas, tijeras, un paño de agua caliente y lo necesito rápido-exclamó alarmada-
la criatura está a punto de llegar -susurró
Cuando todo esto lo tuvo, lo primero que hizo fue examinar a la madre preguntándole
cosas tan sencillas como cual era su nombre y esta contestó.
–Sara- dijo ella- Sara Floim
En ese momento la matrona se dio cuenta de que la mujer no estaba en peligro de muerte.
La matrona se puso manos a la obra. Llevaban ya seis horas de doloroso parto y justo en el
momento que el Sol asomaba:
-¡ Ya está aquí! _dijo_ Ya ha nacido-volvió a decir
En ese preciso momento entró el marido preocupado por la salud de ambos.
-Tranquilo, ambas están bien-dijo con tranquilidad.
-¿Ambas?- contestó el preocupado leñador- Yo pensé que mi mujer iba a darme un hijo-explicó
-Cielo-dijo la mujer- es una niña preciosa llamada Luz porque, nació justo en el momento en que
el Sol asomaba sus rayos por las cordilleras.
Al hombre, al ver lo ilusionada que estaba su mujer con el nombre, no le importó que ese
bebé fuera una niña.
El paso de los años transcurrió con tranquilidad para Luz y su familia.
2 UN AMIGO
Era una mañana muy calurosa del mes de julio. Mis hermanos mellizos Helena y Saúl
jugaban tranquilamente a cazar insectos mientras que mi hermana mayor ayudaba a mi madre a
apilar la madera en el carro de mi padre.
Yo entre tanto tenía 10 años, por lo que mis padres no me permitían ayudar en cosas tan
pesadas como apilar madera, pero tampoco era tan pequeña como para jugar a cazar bichos.
Sentada en el borde del columpio que mi padre me había fabricado hace dos veranos, divisé al
fondo de la pradera un carro tirado por dos mulas. No estaba muy segura de que fuera uno de los
leñadores de la zona, pero tampoco creí que una familia y sus pertenencias cupiera en un carro
tan pequeño. Una hora después allí estaban dos niños y sus padres que se instalaban muy cerca
de mi casa. Era una familia un tanto extraña: eran todos bastante altos, de cabellos muy claros,
piel extremadamente fina y blanca lo cual era muy raro en una familia granjera, leñadora o
dedicada a cualquier otro oficio.
Un niño rubio de cabellos lisos y alargados se paseaba alegre como una pajarito
desenjaulado por los alrededores de la pradera. Contenta de que un niño de mi edad anduviera
por allí, causó una gran alegría en mí. Sin más dilación le invité a jugar. Él estaba encantado de
que una niña como yo le invitara a jugar, no cabía en sí de gozo y me siguió: aunque me fijé en
que sus padres le mandaban una mirada preocupante al niño de cabellos rubios.
-¿Como te llamas?-le pregunté
-....eh...Gunnar- acertó a decir el chico sin mucha confianza sobre lo que había dicho.
-¿Por qué estás tan tenso? -dije- No parecías muy convencido
-Es que.....no....sabía como decirlo para...que ….lo comprendieras-dijo preocupado
-Ah, vale-dije
En ese momento los padres de Gunnar le llamaron para cenar en un tono alarmante y
enfadado. Los días transcurrieron y a Gunnar no se le veía cerca de la granja ni por los
alrededores.
Una noche el viento no me dejaba dormir y los aullidos de los lobos se escuchaban
lejanos y rabiosos. Vi a lo lejos cuatro sombras que se alejaban corriendo de......¡LA GRANJA
DE GUNNAR! Rápido como la centella me arropé y seguí a esos cuatros hombres que para mi
asombro no eran ladrones. De todas formas tenía curiosidad por saber por qué corrían tanto esas
personas en una noche tan violenta por el tiempo.
De pronto, a mi espalda, escuché como alguien se deslizaba y seguí mi instinto, el cual me
llevó a....
-¡LUZ!-exclamó una voz que me resultaba familiar
-GUNNAR- dije sorprendida
De pronto me deslicé por un extraño agujero que me llevó a una habitación donde dos
extraños personajes me llevaron agarrándome de los brazos a una sala donde había una especie
de juez. Yo acababa de llegar y ya me estaban arrestando, no entendía nada hasta aquel
momento.
Gunnar me había hablado de esos tipos en uno de sus cuentos, decía que eran elfos que
en épocas de guerras contra los humanos se habían refugiado en esta pequeña comarca y que no
querían que ningún humano supiera donde estaban refugiados. El juicio empezó mal, pues yo no
sabía ni que había hecho, hasta que Gunnar me dijo con sigilo que había usurpado la guarida de
esos elfos. Cuando el juicio concluyó me habían permitido una pequeña tregua. Para mi malestar
eso era peor que condenarme a calabozo pues el idioma de los elfos era una lengua desconocida
por cualquier ser humano.
-dicin fari colar trenson- dijo el elfo que, según Gunnar, me iba a poner tres pruebas.
Leí en los labios de Gunnar una frase diciendo que la primera prueba era saber si yo
era maga. Eso me tranquilizó porque yo nunca había hecho algo fuera de lo normal salvo
encontrar esa guarida. En ese momento llegaron dos guardias y me colocaron un casco en forma
de `O´ redonda y entonces un profundo dolor me dejó desmayada por unos segundos. Fueron
suficientes para saber que tenía algo raro, pero dieron por buena esa prueba. Algo no iba bien
porque yo no era maga. Intenté, no sin esfuerzo, explicarles que no era una maga, que no tenía
poderes para convertirlos en rana o hechizarles por 100 años. Gunnar intentó explicarles que yo
era una humana como todas las demás. Al final accedieron a darme la prueba como no superada
porque de lo contrario me hubieran metido directamente en el calabozo sin hacerme más pruebas.
La segunda era más de mi agrado pues consistía en dominar alguna lengua del mundo
antiguo y yo solo me sabía unas palabras que escuché decir a una pobre vieja ciega. Murmuré
esas palabras con sigilo y ante mi apareció una...
3UNA BARRERA Intransitable
El tiempo se había parado y una elfa me estaba advirtiendo de algo que yo desconocía:
-Distir raha kitrs gustr alma-dijo la elfa alarmada.
-NO TE COMPRENDO-dije muy despacio
Entonces comprendió que yo desconocía el lenguaje elfico y que por mucho que hablara
no me enteraría de nada.
-Tranquila, yo me llamo Nasta y soy una ninfa, soy la guardiana del poder más mágico que existe,
el de comunicarse con todas las lenguas vivas y muertas y la más difícil de todas es la nínfica que
es la que me ha llevado hasta aquí.
-Vale pero ¿entonces soy maga?-pregunté
La ninfa afirmó con la cabeza y desapareció dejando que el tiempo fluyera de nuevo...
La tercera prueba consistía en hacer un sacrificio para dejar a los elfos tranquilos y
demostrarles que podían confiar en ella y la dejarían marchar.
A Luz le corrían las lágrimas por las mejillas al tiempo que pensaba qué podía hacer para no tener
que ver un sacrificio. Entonces halló otra solución:quería ayudar a esos elfos y, como ella no era
malvada, les dijo que no revelaría su secreto al mundo y que ella quería que todos estuvieran
tranquilos porque el compañerismo entre distintos seres los une y los ayuda.
Luz y el elfo jefe sellaron el acuerdo con unas palabras en lengua nínfica que abrieron una
barrera entre los mundos de lo que nosotros llamamos fantasía y el nuestro al que nosotros
llamamos realidad.
Esa barrera no era material sino artificial , esa barrera estaba en cada uno de nosotros y
sólo se podía traspasar si alguien era tan generoso y con tan buen corazón como el de Luz. Este
es el motivo por el que se llama barrera intransitable.
Lucía Rincón Benavides 6º B