Historias de Perros

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Historias hermosas de perros increíbles, como el tuyo o el que ves pasar por la calle.

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Historias de Perros La Historia de un gran Perro "Chonino" En su honor el 2 de junio es el Da del Perro en Argentina http://www.mibuenamigo.com.ar/elcielo/cielo.htm (adaptacin) (...) Chonino, era un perro polica, pero no era un perro ms, pues tena destino de hroe. Una madrugada muy fra de junio de 1983 en la zona de General Paz y Avenida Lastra dos agentes de la Polica Federal recorran la zona en su habitual ronda nocturna junto a Chonino. A las pocas cuadras observaron a dos personas dentro de un auto en actitud sospechosa. Los agentes se acercaron a solicitarles su identificacin y la del auto. Los hicieran bajar del vehculo y casi instantneamente, los delincuentes dispararon a quemarropa contra el gua de Chonino, que qued malherido, el otro agente tambin recibi dos disparos en el estmago sin llegar siquiera a sacar su arma reglamentaria. Chonino vi caer a su amigo, a su compaero, y sin dudar un instante se arroj sobre el cuerpo del ladrn y se trenz en feroz lucha. Logr desarmarlo con sus dientes, lanzndose a retener al otro maleante, pero una bala traicionera, hiri el alma de Chonino. An herido logr aferrarse a la campera del agresor arrancando un trozo de su bolsillo donde llevaba la billetera. Ambos delincuentes huyeron al or las sirenas de las patrullas de apoyo. Chonino regres junto a su gua y muri junto a l acompaandolo en ese camino trascedente. El oficial a cargo de los refuerzos se acerc al perro, y sac de su boca un trozo de tela y una billetera que sirvi, pocas

horas, para detener a los asesinos, que luego fueron condenados y puestos en prisin. Chonino fue condecorado por su valor y este acto de heroico amor a su semejante, decidindose que el 2 de junio fuera declarado Da Nacional del Perro Polica. La Agrupacin Perros ubicada en Salguero y Avenida Casares lleva el nombre de este animal, como tambin una calle de Buienos Aires. Ms en: http://www.adoptaaunamigo.com.ar/?cat=10

El perro Fernando El perro Fernando; la historia de un perro callejero: En la dcada del 50, camin por las calles de Resistencia, todos lo adoptaron como un hijo, desde el Gerente del Banco Nacin, con quien desayunaba en su despacho, hasta el mozo del bar "La Estrella", quien le daba su comida diaria, y los nios que jugaban con l. Era tan chaqueo, y siempre fue recordado como un perro callejero , smbolo de solidaridad, humildad y cooperativismo, ya que numerosas son las historias que rondan sobre Fernando. Su tumba est ubicada debajo de su escultura en la vereda del "Fogn de los Arrieros". Fue motivo de la creacin de un libro y de varias canciones de autores como Alberto Cortez. www.terra.com.ar/canales/rutasargentinas/22/22646.html Artculo: Un sorprendente culto popular en resistencia evoca a Fernando, una mascota que se transform en figura pblica http://www.lacapital.com.ar/2003/07/20/Seniales/noticia_2058 9.shtml Mario Candioti / La Capital

La historia de Fernando, el inolvidable perro que se transform en un personaje popular de Resistencia, no puede dejar de ser contada. Un 28 de mayo de 1963 dio su ltimo salto, su ltimo ladrido, pero la ciudad en que vivi an lo recuerda y lo nombra, al punto de conmemorar el aniversario de su desaparicin. Y a la distancia el recuerdo de Fernando Ortiz -fue el dueo o el creador del mito?- es inevitable. El hombre habla como si su mascota estuviera all, acaricindole las piernas y enredndole sus recuerdos. "Fernando fue algo as como un regalo de Navidad. El 24 de diciembre de 1951 me encontraba en el Bar Los Bancos. Haba llegado a Resistencia desde Paraguay y deba seguir rumbo a Buenos Aires, ya que el 2 de enero debutara en Radio El Mundo. Pero nunca ms me fui. El encuentro con ese perro blanco, pequeo, fue casual. Cuando lo vi, tan chico, lo compar con un capullo de algodn. Nadie lo llam, pero l vino directamente a echarse a mis pies. Por ese entonces, tenamos una orquesta que se llamaba Rey Ortiz y cuando actubamos, el perro sola acomodarse detrs del piano", recuerda el viejo letrista, hoy pisando los 80 aos. A escasos metros de la plaza principal de la capital del Chaco se encuentra el hotel Coln, lugar de residencia de Luis Fernando Ortega -su verdadero nombre- a poco de su llegada del Paraguay. "All me alojaba en la habitacin 41 y Fernando me acompaaba. Al principio trataba de disimular su presencia, hasta que Coco Lucas, el dueo del hotel, lo descubri. Sin embargo, yo creo que l comprendi que Fernando no era un perro ms y por eso decidi colocarle una cucha para que pudiera descansar". Habla Ortiz y se emociona. "Los muchachos que se reunan en el Viejo Rincn lo bautizaron con mi nombre. Fernando me acompaaba a todas partes, estaba presente mientras tocbamos con la orquesta y me esperaba a la salida. All, casi siempre, me ladraba de una manera especial y yo saba que esa era su forma de invitarme a la Plaza San Martn, donde cumpla una especie de rito: perseguir a los gatos. No los agreda, tan slo pareca divertirse corrindolos. Un solo gato logr hacerse amigo del perro. El animal era negro y viva en el Viejo Rincn y fue el

nico que se dio el lujo de jugar con Fernando y hasta colgarse de sus barbas". El perro iba ganando admiracin y el cario de la gente de Resistencia. Sus aventuras y su bohemia comenzaban a hacerse cada vez ms populares. "Fernando vagaba por todos lados, iba a dormir al hotel Coln y despus, a eso de las 6, se iba hasta la puerta del Banco Nacin e ingresaba junto con todos los empleados. Sin embargo, l tena un lugar de privilegio dentro del banco. Diariamente, el gerente le indicaba a un ordenanza que sirviera en un cacharro de aluminio leche y medialunas para Fernando. A veces me pregunto si no hablaran entre ellos. Tal vez eso era lo nico que le faltaba a Fernando". Tal vez esa haya sido una de las caractersticas ms notorias de este animalito: su agudo odo para captar la belleza de los sonidos, o para rechazar los desacordes de algn desafinado cantante. "Fueron muchos los cantantes y concertistas que por aquellos aos pasaron por Resistencia. Incluso, en esa poca el coro polifnico haba adquirido un gran predicamento. Faltaba muy poco para que el coro emprendiera una gira por Italia y realizaba su ltima funcin en el teatro SEP. La directora, Yolanda Pereno de Elizondo, se encontraba lista para iniciar la actuacin. Justo en ese momento, por una puerta lateral, apareci Fernando. Ya en el escenario, pas revista a los integrantes del coro , se acerc hasta la directora, le dio un colazo como seal de aprobacin y recin all el coro comenz su actuacin. El perro, como siempre, escuchaba acostado a un costado del escenario. Tambin, cuando solamos reunirnos en el Fogn de los Arrieros, siempre se presentaban destacados cantantes o concertistas. Fernando siempre

estaba all y si alguno no era de su agrado musical, era el primero en levantarse y retirarse". La dcada del 50 estaba llegando a su fin. La inauguracin de un tramo de ruta entre Puerto Barranqueras y Puerto Vilela, motiv la presencia del entonces presidente de la Nacin, Pedro Eugenio Aramburu. "El da de la inauguracin de ese tramo, por la noche se realiz una recepcin en el club Social, donde asistieron las ms altas autoridades de la provincia acompaando a Aramburu. En lo mejor de la reunin, entr Fernando. Claro, fueron muy pocos los que se asombraron de su presencia. Enterado el presidente de quin era el perro, acept que compartiera una silla junto a l. Fernando tambin estuvo con el general Pern, por el ao 53 o 54, en una oportunidad en la que l brind un discurso desde el balcn del edificio de Salud Pblica". La vacunacin antirrbica lleg al Chaco en 1954. El ejemplo volvi a ser Fernando que, desde entonces, se converta en el primer perro vacunado de Resistencia, lo que le vali hacerse acreedor de la patente nmero 1. "Pese a tener la chapa nmero 1 de vacunacin, Fernando fue llevado en una oportunidad por la perrera. Se ve que el hombre no conoca la historia del perro. Incluso ni se fij en el collar que le haba realizado Mario Gantes y que deca: Yo soy Fernando, el rrope bohemio. El de la perrera era un carro de madera tirado por dos caballos y all fue a parar Fernando. La oportuna presencia de Tatalo Domnguez (ex campen argentino de boxeo) y del promotor Moiss Zan impidieron que el perrero cumpliera su cometido. Se arm una gran discusin que fue subiendo de tono. Hasta que en un descuido Tatalo y Zan abrieron la perrera y dejaron escapar no slo a Fernando, sino a los otros perros que lo acompaaban". Fernando sola compartir sus andanzas con un amigo fiel: el perro Lpez, un animal que por la incapacidad de ciertos

humanos para interpretar y entender la sabia filosofa de vida de los canes, result agredido por un hombre que, con un carbn encendido, le produjo la prdida de un ojo. (...) Fernando era libre, demasiado libre. Una especie de ciudadano del mundo en cada lugar de Resistencia donde hubiera msica o amigos, siempre dispuestos a darle el espacio que mereca. (...) "La maana del 28 de mayo de 1963, unos policas encontraron a Fernando medio moribundo en la esquina del Banco Espaol. Pese a los cuidados que se le brindaron, muri pocas horas despus. Tal vez por su edad, tal vez porque nunca lo cuidamos con su alimentacin y coma demasiadas cosas dulces y picantes. Cuando vinieron a mi casa para avisarme, yo no quise asistir al velorio, era una prdida demasiado grande para m. Ese da, toda Resistencia estuvo de duelo. La banda municipal interpret marchas fnebres y los comercios que cerraron sus puertas en seal de duelo. Desde entonces, su cuerpo descansa en el Fogn de los Arrieros, el lugar que l seguramente hubiera elegido para descansar".

La historia de un perro espaol: CANELO http://www.maskotasdelbarrio.com/noticias/?p=475 Canelo era, para su dueo, compaa y aliento, y cuando enferm y se vio sometido a dilisis diaria, el perro Canelo le acompaaba hasta la puerta del gaditano Hospital Puerta del Mar, alias La Residencia. Esprame aqu, chaval; y Canelo

esperaba, matando las largas horas de la dilisis a base de pensar en el momento en que se abrira la puerta y su Dueo saldra por ella. Pero un mal da l no sali: su vida se enganch entre tubos y agujas, y hubo de quedarse ingresado. Durante varias semanas, Canelo esper y esper. Las enfermeras amigas le traan noticias del amo, recuerdos y besitos, adems de comida. Le prepararon una cama de cartones a cubierto, adivinando que el perro no iba a marcharse. Pero su amo muri, y Canelo, ay, se neg a entenderlo. Y decidi que all se quedaba. Y se qued. Intentaron buscarle un hogar, pero fue en vano. El perro Canelo no quiso ms hogar que aquel que le haca sentirse a un paso de su dueo. Los laceros de la perrera municipal atraparon un da a Canelo, porque hubo uno que lo denunci, diciendo que haba atacado a su perro. Se movieron los trabajadores de la Residencia y los amantes de los animales y pidieron el indulto de Canelo. Los vecinos de la Avenida le adoptaron colectivamente, y Canelo fue el perro de todos. Nunca le falt comida, ni agua, ni una mantita en invierno, ni las caricias que no poda ya prodigarle el amo, ni una palabra de aliento. El pueblo consigui que el teniente de alcalde de Sanidad, Jos Blas Fernndez, firmara un decreto perdonndole la vida. AGADEN se encarg del tema sanitario, y Canelo era un perro sano,

vacunado y con todos los papeles en regla. Y durante doce aos, vagabunde por los alrededores del hospital haciendo de su callejn su reino, a la espera siempre, con la seguridad absoluta de que su dueo no le haba abandonado. Doce aos, hasta el mal da en que se dej el pellejo debajo de las ruedas de un coche, o, quin sabe, pens mucho est tardando este, me voy a ver si lo encuentro. Cdiz rinde as homenaje a este perro valiente y leal y le ha dedicado el callejn en que pas su vida. Por lo menos, que nadie olvide que la lealtad y la fidelidad existen. La placa homenaje a Canelo dice: A Canelo que durante 12 aos espero a las puertas del hospital a su amo fallecido El pueblo de Cdiz como homenaje a su fidelidad.

Una Cancin Homenaje a todos los perros en especial a los callejeros o como ahora les dicen algunos perros comunitarios (porque una comunidad los cuida) Era callejero por derecho propio su filosofa de la libertad fue ganar la suya sin atar a otros y sobre los otros no pasar jams. aunque fue de todos nunca tuvo dueo que condicionara su razn de ser libre como el viento era nuestro perro nuestro y de la calle que lo vio nacer. Era un callejero con el sol a cuestas fiel a su destino y a su parecer sin tener horario para hacer la siesta ni rendirle cuentas al amanecer Era nuestro perro y era la ternura, esa que perdemos cada da mas y era una metfora de la aventura que en el diccionario no se puede hallar. Digo nuestro perro porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad y era de los nios y del viejo pablo a quien rescatara de su soledad. Era un callejero y era el personaje de la puerta abierta en cualquier hogar y era en nuestro barrio como del paisaje el sereno, el cura y todos los dems. Era el callejero de las cosas bellas y se fue con ellas cuando se march se bebi de golpe todas las estrellas se qued dormido y ya no despert Nos dej el espacio como testamento lleno de nostalgia, lleno de emocin vaga su recuerdo por los sentimientos para derramarlos en esta cancin. Al fin y al cabo amigos mos, no era mas que un perro...

Alberto Cortez