Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año...

21
1 Historia del MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS REVOLUCIONES DE1848 Alberto J. Pla CENTRO EDITOR DE AMERICA LATINA

Transcript of Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año...

Page 1: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

1

Historiadel

MovimientoObrero/1

DELOSORIGENESALASREVOLUCIONES

DE1848Alberto J. Pla

CEDL

ENTRODITORE AMERICAATINA

Page 2: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

2

IntroducciónAlberto J. Pla

La incorporación deAmérica, Asia y Africacomo productores demat eri a pri ma amp líay desarrolla losme rc ad os eu ro pe os .A partir de esemom ent o se ref ue rzael proceso que terminacon la economía feudalpara dar paso al trabajoasalariado .

espués de dos si-glos difíciles y crí-ticos, el XIV y elXV, sacudidos por

guerras políticas yreligiosas, por la crisis de loscereales, la crisis financiera yeconómica, las pestes y las ham-brunas, se da una nueva coyun-tura mundial que va a modificarprofundamente la economía eu-ropea. A fines del XV, y comoresultado de las actividades queviene desarrol lando desde lossiglos anteriores una incipienteburguesía comercial, comienzala etapa de los descubrimientos,de las exploraciones de los es-pañoles y portugueses. La ex-pansión europea hace que enpoco más de medio siglo Amé-rica, África y Asia se incorporenfundamentalmente como produc-tores de materias primas, al cir-cuito de la economía europea,que, a consecuencia de esto,amplía y desarrol la sus merca -dos.Surge entonces la necesidad deuna mayor productividad. De lasimple producción dirigida a cu-brir las necesidades de un cir -cuito restringido se pasa a laproducción de excedentes paracolocar en esos nuevos merca-dos. Todo esto produce hondasmodificaciones en la economía.Se acelera el proceso de disolu -ción de las estructuras socialesy económicas del mundo feudal,cambia la organización de laproducción: en dos siglos se di-suelve el taller artesanal carac-terístico de ese momento y seafirma y generaliza el trabajomanufacturero. Con éste se ge-neraliza el régimen del trabajoasalariado, el rasgo básico queva a definir a una clase obreraen crecimiento y que aparecerácomo sector diferenciado y de-terminante en los años de la re-volución industrial. Es en esteproceso y en medio de condicio-nes de trabajo cada vez más du-ras, que esa clase comienza aelaborar sus protestas, a reali -zar sus primeras huelgas, a en-sayar sus formas organizativas.Todo esto y hasta los momen -tos en que se definen con clari-dad los objetivos de esa claseen el contexto de las revolucio-

nes del año 1848 constituyen lamateria de la primera parte dees ta Hi stor ia de l movimien toobrero, a la cual este capítulosirve de síntesis e introducción.

Del artesanadoo la manufactura

emos señalado ya lasrazones por las cualescambia laorganización de laproducción. El sal-to cualitativo que va

del artesanado a la manufacturano es simple y reconoce unaetapa intermedia: la del trabajodomiciliado. Pero el proceso eslento y en realidad se desarrollaen etapas sucesivas. Duranteespacios de tiempo muyprolongados coexisten viejas ynuevas formas de producción.Durante el artesanado trabaja -ban en el taller un maestro ar-tesano, oficiales y aprendices.Aun cuando alguno de éstos con-trate obreros, éstos sólo actúancomo complementarios del maes-tro. El trabajo no suponía divi -sión de tareas y se fabricabanpiezas únicas completas, unapor una. La obra de arte o demaestría caracteriza a esta for -ma de trabajo. En la totalidad delos casos se produce para unmercado restringido, cal ificadoy casi siempre por encargo. Esto hace que se impidan amplia-ciones y que se cierren tallerescon el fin de limitar y privilegiarla producción.En contraposición con todo esto,en el trabajo manufacturero seproduce la división de la activi -dad productiva dentro del taller,lo cual lleva a una fragmentaciónde la responsabi lidad con res -pecto a la pieza que sale delmismo. Los trabajadores en lamanufactura pasan a ser, cadavez más, anónimos. La divisióndel trabajo y la no posesión delos medios de producción porparte del productor verdaderoson características absolutamentediferenciables con respecto altaller artesanal. En tales con-diciones se generaliza el traba-jo asal ar iado , y el obre ro c o-mienza a definirse a partir de

Page 3: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

3

Los primeros obreros:el trabajadordeja de serdueño de los medios deproducción y recibe unjornal del empresario.

carac terís ticas del traba jo quevan a seguir vigentes hasta laépoca actual.No obst ante, ent re amba s

for mas de organi zación deltraba jo es necesario reconoceruna forma intermedia, que encierta medida señala unatransición, aunque no se trata deun proceso donde se den conclaridad etapas sucesivas. En sulargo cami no coex iste ndive rsas for mas. Nos referimosa lo que se denomina el trab ajoque se reali za en el dom ici lio ,el lla ma do trabajo domiciliado.Este se origina a partir de lanecesidad que la sociedad tienede producir para un merca domás gran de. Entonces, cuandoel taller medieval se disgregaaparece una forma deorganización de la actividad en lacual diversos ex talleresartesanales complementan suactividad. Es decir, los talleres seespecializan y entre todosterminan los productos. Seempieza a elaborar !a materiaprima hasta cierto punto, en untall er, luego pasa a otr o tall erpara que se continúe su trata-mie nto , y así suc esi vam ent ehasta el último taller donde setermina la pieza.Este sistema de organización in-corpor a ya la divisi ón del traba-¡o, aunque no en la forma en quela veremos siglos después y du-ran te la rev olu ció n ind ust ria l.Pero, de cualquier manera se dauna división que señala diferen-cias con el tall er medi eval típi-co. Sin embargo, se sigilen man-tenie ndo en cada talle r forma sde actividad en las cuales per-sist en paut as del arte sana do.Esta contradicción del trabajodomiciliado sólo se resuelve conla manufactura. Pero ésta es unaresolución teórica, ya que en larealidad histórica subsiste esesistema con la manufactura.Ambos métodos son los que li-quidan al artesanado y dan pasoal sistema constituido por em-presa rio y asala riado, siste maque es claram ente defini ble enla manufactura. Cuando se desa-rrolle ésta será necesario unempresar io que sea dueñ o deun gran tall er, que pose a capi -tal para compr ar la materi a pri-

ma y que pueda concentrar en eltaller manufacturero gran nú-mero de operarios. El trabajoasalariado entonces se genera-liza: el trabajador ha dejado deser dueño de los medios de pro-ducción y el empresario manu-factu rero le paga un jorn al porsu actividad. En el caso del sis-tema de trabajo domiciliado tam-bién surge un empresario queorganiza la actividad de los dis-tintos talleres, pero, en la medi-da en que esos talleres no ne-cesitan romper con la organiza-ción de artesanado tradic ional,no se generaliza en ellos el ré-gimen del asalariado. No obstan-te se dis uel ve el vie jo tal ler yel artesano pasa a depender delempresario. Con todos estoscambios se crean entonces lascondiciones para que aparezcauna nueva clase social: la claseobrera.De la her ram ientaa la máquina

i la herramienta es elinstrumento porexcelencia del tallerartesanal, la máquina, amedida que se vaperfeccionando, lo será

de la manufactura. Es lo quepodemos denominar lamaquino-factura. Larevolución industrial será laculminación de este proceso:su triunfo es el triunfo de lamáquina.

Ya hemos señalado las caus$sque llevan a aumentar la pro-ductividad para proveer a losnuevos mercados. La necesidadde aumentar esa productividadimpondrá la manufactura, haráque se desarrollen nuevas téc-nicas, que comience una etapade inventos y descubrimientosque revolucionan la tecnología.Por otra parte, el nuevo objetivo,la prod ucci ón de exce dent es,hace que se multipliquen losbeneficios para los nuevos em-presarios, que buscarán los mé-todos para hacer crecer aún másesos beneficios. Una vez puestoen movi mien to, el capi tali smosólo subsiste creciendo.

Las transformaciones técnicas,algunas bastante anteriores, mo-_difican la organización del tra-

Page 4: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

4

bajo. En el siglo XVI, por ejem-plo, se incorpora a la industriatextil el batán para paños, quepermite que el batanado (la ope-ración que desengrasa y da a lospaños y otros tejidos de lana elcuerpo correspondiente) se re -alice en la mitad del tiempo que seutil izaba anteriormente (ahoraharán falta sólo cuatro días), y elhuso de rueda movido por pedalque va a permitir una mul-tiplicación de la producción delhilado, ya que el obrero puedeutil izar las dos manos al accio-nar con el pie el pedal y ponerasí en movimiento al huso. Es tova a traer como consecuencia unaumento de la productividad queimpulsará el proceso de la divis ióndel trabajo y que hará quedesaparezca la posibilidad deque cada producto terminado seaobra personal de cada artesano uoperario. Aparecen entonces losoperarios que se dedican sólo auna actividad (batanado, hilado,etc.). Después que el productopasa por sucesivas manos,cada una de las cuales aportaalgo al terminado de la pieza,recién se llega a la etapa final dela producción. Nadi e puedereconoce rse caba l mente comoel autor del producto. Para lamentalidad y las costumbres de laépoca esto significaba un cambiorevoluc iona rio, semejante' a losque se le pueden plantear altrabajador en la era atómica ycibernética. La adecuación a esecambio será parte y causa de unlargo proceso social. La divisióndel trabajo gana su derecho apartir de su eficacia, demostradaen la multiplicación de laproducción ne ta, y se iráhaciendo cada vez máscompleja, en la medida que lasmáquinas y la técnica se per-feccionen, se inventen nuevosprocedimientos, etc. El proce -so, como consecuencia inmedia-ta, hace que la labor del opera -rio se simpli fique en grado su -mo. Una acción única y rutina -ria, repetida hasta el cansancio,será su última consecuencia apartir de los años de la revolu-ción industrial. El trabajo en se-ri e o en cadena es la caracte -rística de esa revolución en laque culmina el método de la di-visión del trabajo aparecido en

el siglo XIV, en los orígenes delcapitalismo.Un ejemplo clásico nos demues-tra el grado a que llega la divi -sión del trabajo en el momentode la revolución industrial en In-glaterra, hacia 1800: el de la fa-bricación de una aguja. Elementotan simple, la aguja requiere pa-ra su fabri ca ci ón, en ese mo -mento, operaciones diferentes,realizadas por diferentes obre.ros. Junto a este proceso de di-visión del trabajo la técnica seespecializa y se desarrolla elmaquin ismo. Parale lamente aese aspecto de producción en símismo la manufactura transformaa la empresa. A partir de aquí, yen un cuadro cada vez máscomplejo, todos estos cambiosafectarán desde el comercio y eltrabajo agrícola a la su-perestructura político-religiosa.

Clase obreray movimiento obrero

uando se afirmala clase obrera co-mo tal, como gruposocial diferenciado,

producto de la di-so lución de las

formas de tra bajo medievalesanteriores, su existenciahistórica pasa a ser de lamáxima importancia. Pero unacosa es que ex ista comoclase social y otra que existacomo movimiento social.Como clase social surge objeti-vamente del proceso de acumu-lación originaria capitalista quehace que para que exista capita-lismo deba existir previamenteclase obrera. No hay régimencapitalista sin el predominio delrégimen de asalariado como sis-tema de trabajo. Pero si la claseobrera, que se viene formandolentamente, para llegar a seridentificada como tal debe servist a como producto de esteproceso, su existencia históricaes anterior al sistema capitalis -ta mismo. Cuando su existenciase generaliza sólo puede deber-se a que ya existe el capitalismocomo régimen social-económico.Habiendo identificado a la claseobrera, sujeto de nuestro análi -sis, en su período de nacimiento,

debemos dejar bien aclarado queel movimiento obrero como tal,sólo aparecerá en época más tar-día. Las primeras organizacionesen las cuales participan obrerosaparecen en el siglo XVIII y lasprimeras verdaderas organiza-ciones obreras lo harán en me -dio del proceso de la revoluciónindustrial, en Inglaterra y a prin-cipios del siglo XIX. Por lo tan -to, una cosa es la existencia dela clase obrera y otra la apari -ción de los movimientos obre -ros, sean éstos de carácter mu -tual, sindical o político.A medida que la clase obrera seorganiza y se desarrollan los mo-vimientos sindicales y políticos,comienza a ser necesaria la de-finición de la ideología que laclase obrera en sus primerosmomentos va articulando inorgá-nicamente. La definición de esaideología, de importancia funda-mental en las luchas obreras, co-menzará a ser sistematizada re-cién a mediados del siglo XIXen el Manifiesto Comunista queredacta Marx en 1847.

La revolución industrial

f i ne s de l s i g l oXVIII comienza enInglaterra la trans-formación econó-

mica conocida comorevolución industrial.

Ella fue el resul tado de laadopción de una serie deinnovaciones tecnológicas que seaplicaron a la organización deltaller, al trabajo productivo delobrero.Hasta ese momento el gruesode la actividad productiva se de-sarrollaba en los talleres manu-factureros o en los domici liosde los mi smos traba jadore s,quienes debían entregar a unempresario la materia prima ela-borada. De esta forma el traba-jador domiciliario se imponía suprop ia disc ip lina y gozaba decierta libertad de movimientos.Ese lugar, donde él y su familiavivían y trabajaban, era incómodocomo vivienda y como taller.Laprecariedad y el hacinamientoeran sus características nor-males. Pero, con todo, el obre-ro trabajaba aún ensu máquina,

Page 5: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

5

con sus propios instrumentos y,además, aunque su jornada fue-ra larga, se trataba de sus ho-ras, de las cuales disponía más omenos libremente. Ese trabajadorque no era sólo un obrero quetrabajaba para un cierto em-presario, sino que además con-servaba pautas provenientes desu origen campesino (en real i -dad era un semicampesino), te-nía en su casa, ubicada al mar-gen del hacinamiento urbano endesenvolvimiento, un pequeñohuerto. De tal forma, la desocu-pación periódica sólo lo afecta -ba parcialmente pues en su huertose mantenía siempre una pro-ducción básica de legumbres quele permitía subsistir durante lasmalas épocas. En relación conesto conviene recordar que enla Inglaterra de esta época (fi -nes del siglo XVIII y comienzosdel XIX) se vivía un proceso in-tenso de transformación agrariaque había hecho que la mayoría delos pequeños propietarioscampesinos, expulsados de sutie rra por la fo rmac ión de ha -ciendas rurales cada vez másgrandes, desapareciera y tuvie-se que emigrar a la periferia delas grandes ciudades. Muchosde ellos ingresarán y harán cre-cer constantemente a este sec-tor obrero al que nos hemos re-

ferido.En la transformación industrialque hará de Inglaterra, en el si-glo .XIX el principal país indus-trializado, juega un papel de pri-mer orden la industria textil, ydentro de ella la industria delalgodón. Esta industria crecía yproveía a un mercado en expan-sión debido a que sus productoseran más baratos que los de lalana y también más manuablese higiénicos en lo que se refierea su uso cotidiano. En el tallerque hemos descrito, taller yhogar al mismo tiempo, los me-dios técnicos más avanzados uti-li zados en la producción eranpara el hilado, el torno de hilar(inventado en 1764), y para eltejido, el telar equipado con lalanzadera volante que Kay habíainventado en 1733. Ambos eran,en su momento, un avance con-siderable con respecto a los te-lares y ruecas primitivas ante-

riormente utilizados. Pero haciafines del siglo XVIII, más preci-samente en la década de 1730,se producen otras innovacionestécnicas que aumentan la pro-ductividad de la mano de obra yproducen una verdadera revo-lución en las formas de organi-zación del trabajo. Nos referi -mos al telar mecánico de Cart-wright y a la hiladora mecánica,la llamada mula de Crompton.Esta última, de la cual descien-den las máquinas modernas uti-lizadas en las fábricas de hilado-ra, combinaba los rodillos del te-lar con el t ren móvi l de la"Jenny", la primera máquina dehilar práctica desarrollada porHargreaves en 1768 y que esta-ba constituida por una armadurade madera dotada de una ma-nivela y una rueca, que hacíanque la hilandera pudiera girar va-rios husos simultáneamente, ypor un par de carriles moviblespara estirar los hilos y moverlosal mismo tiempo. Si a la mulamecánica de Crompton y al telarde Cartwright le sumamos el ha-llazgo de la manera de aplicar alproceso de producción industrialla energía proveniente del vaporde agua tenemos el cuadro com-pleto de las transformacionestecnológicas que producen la re-volución industrial.Rajo el signo de tales adveni-mientos es que se empiezan aorganizar lo que a partir de allíse pueden denominar fábricas .Las hi landeras que usaban lajenny en sus casas, con la muladeben ir a las fábricas. Los te-jedores que hasta entonces usa-ban la lanzadera volante en sirdomicilio, deben marchar a lasfábricas donde se instalan losflamantes telares mecánicos. Yello es inevitable ya que en ca -da uno de los dos rubros pr in -cipales de la producción textil,tejido e hilado, las nuevas ma-quinas multip lican la producti -vidad de la mano de obra, con locual, por otra parte, eliminan deun solo golpe y dramáticamentela competencia del trabajadordomiciliado. Este proceso llevadirectamente a acelerar la con-centración industrial y a aumen-tar la producción. Los saltos se-rán prodigiosos, pero la contra-

partida cruel e inmediata de este crecimiento de la producciónserá una desocupación que crea-rá, a principios del siglo XIX, se-rios problemas sociales en In-glaterra.Esta organización del trabajo mo-derno produce una serie detransformaciones. Por un lado elobrero ya no puede ser un se-micampesino, sus horas son ab-sorbidas por la fábrica. Es cier -to que tal vez no trabaja, porahora, más horas que antes, pe-ro ya no puede alterar el ritmode ese trabajo fabrilalternándolo como lo hacía antescon el cuidado de su huerto, elcual por otra parte desaparece,y con él el margen de seguridadque le proporcionaba, en lamedida que el obrero varadicándose, cada vez más,cerca de las fábricas. De estamanera la sociedad urbanarompe en forma drástica conla vieja sociedad rural, ynacen los problemas típicos delmaquinismo moderno.La migración campo-ciudad pro-veerá de nueva mano de obra fa-bri l al proceso de industrializa-ción en Inglaterra y en otros paí-ses, como Estados Unidos. Enel continente europeo lasituación es diferente, sobretodo en Francia y Alemaniadonde el número decampesinos que emi gran esmenor y la clase obrera seconstituye con gente prove-niente de los viejos talleres yde la población urbana engeneral.Las condiciones de trabajo

odo este procesose produce en me-dio de una situa-ción internacional

especial: desde fi-nes del siglo XVIII Inglaterra es-tá en guerra con Europa. La Eu-ropa, y la Francia, de Napoleón.La guerra termina en 1815. Eltriunfo de Inglaterra será, endefinitiva, el triunfo más signi-ficativo de la revolución indus-trial inglesa. A partir de allí lanueva tecnología se introduciráen el continente europeo, y nopor obra de la acción inglesa sinoa pesar de ella, ya que Inglate-

Page 6: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

6

rra protegió hasta con la penade muerte la exportación de susdescubrimientos técnicos apli -cados al aumento de la produc-tividad fabril.No obstante ello, en un lapso deunos treinta años comenzará elproceso fabr il en Francia, Ale-mania, Bélgica y otros países.Nosotros centralizaremos nues-tra visión en el país donde triun-fa por primera vez el maquinis-mo y la revolución industrial:Inglaterra. Y también lo haremosal anal izar las condic iones detrabajo que regían para esa cre-ciente clase obrera. Pero en lamedida que todo el proceso segeneraliza los problemas que seplantean en Inglaterra son tam-bién los del continente.Un historiador inglés, Hobsbawn,desc ribe esas condiciones detrabajo con claridad: "En primerluga r los obre ro s tenían queaprender a trabajar de modo ade-cuado a la industria, esto es, aun ri tmo de traba jo diar io re -gular ininterrumpido que es com-pletamente diferente de los al-tos y bajos estacionales de lagranja o del artesano indepen-diente que puede interrumpir sutrabajo cuando le place. Tam-bién tenían que aprender a sermás responsables del incentivodel dinero. Los empresarios bri-tánicos de aquella época se que-jaban entonces, como ahora losde Africa del Sur, constantemen-te, de la 'pereza' del obrero ode su tendencia a trabajar has-ta que había ganado su jornalpara vivir una semana y despuésparar. Esta dificultad fue solu-cionada por la introducc ión deuna disciplina laboral draconia-na (multas, un código de 'amoy criado' que utilizaba la ley enfavor del empresario, etc.), perosobre todo la práctica, donde eraposible, de pagar el trabajo tanpoco que era preciso trabajartoda la semana para conseguirun mínimo de ingresos. En lasfábricas, donde era más urgen-te el problema de la disciplinalaboral, con frecuencia se vioque lo más conveniente era em-plear mujeres y niños, tratablesy más baratos."El tipo de vida que debían llevarlos obreros quedó documentadoen muchos informes oficiales y

privados, descripciones de per-sonas insospechadas de simpa -tías hacia los obreros e incluso,en el caso inglés, por comisio -nes oficiales del parlamento. Lamiseria se enseñorea, surgen losbarrios obreros y estos barrios,consecuencias del nuevo siste -ma, son la clara muestra de lascontradi cc iones inherentes almismo. A la acumulación de su-perbeneficios llevada a cabo porlos nuevos patrones industrialesse contrapone una miseria quellega al límite de lo soportablepara la masa de trabajadores. Asu costa y a costa de los bajossalarios se produce el procesode acumulación capitalista quenutrirá las teorías y las realiza-ciones del liberalismo inglés delsiglo XIX, cuya culminación seda en el período victor iano eimperial.Hacia 1935 Guepin, un médicofrancés, sintetiza con contunden-cia: para el obrero "vivir es nomori r”. .. "más al lá de l trozode pan... no espera nada". YaEngels, por otra parte, en formatemprana describe la situaciónde la clase obrera en Inglaterray muestra cómo el sistema llevaa que la vivienda sea un tugurioinfame donde al obrero, si la fá-brica no lo ha matado de ham -bre, el frío termina por hacerlode tuberculosis; señala que laalimentación es sólo la de peorcalidad y que en los barriosobreros se vende lo que es imposible vender en otros barrios,aunque con precios que no sóloson igua les si no que a vecesson más elevados que los debuena calidad, y agrega que !avestimenta del obrero no mues-tra por cierto las ventajas de esanueva industria textil que día adía crece y se per fecc iona enmedio de la revolución industrial.La jornada de trabajo normal esde 15 horas y aún más. En Fran-cia, de los 300 francos anualesque puede ganar un obrero, lequedan para gastar en alimento,en 1835, unos 196 francos. Elconsumo de pan se lleva 150 deellos.

El régimen de trabajo en las fá-bricas se caracterizaba por laaplicación de multas y los cas -tigos. En Francia, en el Creusot.las reglamentaciones permitían

Arriba: máquinaatmosféricade Newcomen, 1717 .En la Inglaterradel siglo XVIIIla aplicación del vaporhizo, más eficientela explotación minera .Pero la verdaderarevolución se llevóa cabo en la industriatextil, dondelos adelantos,tanto en el hiladocomo en el tejido,motivaron un aceleradodesarrollo .Abajo: Spinning Jenny,de Hargreaves, 1764

Page 7: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

7

Motines de hambre (1776)

a) Del Annual Register, 1776, Cronicle, págs. 124-5.Tenemos noticias de que en Newbury, el último jueves un gran númerode gente pobre se reunió en el mercado durante las horas de actividad,por el aumento de l trigo, y cortajearon las bolsas desparramandotodos los granos. Se apoderaron de manteca, carne, queso y tocinodo los negocios tirándolos a las calles; de este modo intimidaron alos panaderos, quienes inmediatamente vendieron el pan a 2 peni-ques y prometieron que la semana próxima estaría aún más bajo. DeNewbury fueron a Shaw-mill y tiraron la harina en el río, rompieronlas ventanas de la casa e hicie ron otros destrozos all í y en otrosmolinos de la zona por un valor de 1.000 libras.

Cartas de Devonshire informan, que además de los motines que tu-vieron lugar en Exeter, debido al actual precio exorbitante de lasprovisiones, han ocurrido disturbios semejantes en distintas partesdel mismo condado, particularmente en Uffeolm y Lemnion, dondelos molinos harineros han sido completamente destrozados por losamotinados, qu ienes luego tomaron posesión de todo el tr igo queencontraron en los graneros de los granjeros llevándolo inmediata-mente al mercado y vendiéndolo a 4 ó 5 chelines el bushel. Luegoentr egaro n el din ero . al dueño del cerea l, así como tambié n devo l -vieron las bolsas.b) Del Annual Register, 1776, Chronicle, págs. 137-40.Debido a que han ocurrido muchos motines y es mu cho el daño quese ha hecho en distintas partes de Inglaterra como consecuencia de!alzamiento de los pobres, que han sido llevados por la desesperación yla locura debido ••a los precios exorbitantes de las provisiones, da-remos un breve resumen de estos disturbios sin entrar en pequeñosdetalles ni seguir una secuencia temporal estricta.

En Bath, la gente hizo muchos destrozos en los" mercados antes dadispersarse. Estuvieron muy escandalosos en Barwick upon Tweeddebido a las grandes cantidades de cereal que habían sido compra-das para exportar. En Malmesbury tomaron el trigo y lo vendieron a5 chelines el bushel y entregaron el dinero a los propietarios.En Hampton,. en Gloucestershire, encontraron oposición, se perdieronalgunas vidas y lagunas casas fueron destruidas. Se pidió ayuda mi -litar para reprimirlas. En Setbury, cerca de Trowbridge, destruyeronel molino y repartieron el trigo entre ellos.En Leicester y los alrededores asaltaron tres depósitos de queso ylo repartieron. En Lechdale asaltaron un depósito de queso desti -nado a Londres y se lo llevaron; no contentos con ello, asaltaron losalmacenes y robaron 5 ó 6 toneladas más.En Oxford la turba alcanzó los molinos adyacentes, se apoderó detoda la harina que encontró y la dividió en el mercado. •En Exeter la turba se levantó, asaltó un almacén de queso, vendióel mismo a un precio más bajo de su valor, pero fue intimadapor el ejército, lo mismo ocurrió en Lyme, en Dorsetshire y en Bewdley.Los propietarios de sie te molinos en Newbury, luego que declararonque molerían gratis a los pobres, paci ficaron a los amotinados. EnRedruth y St. Austle los hojalateros se levantaron y obligaron a losgranjeros y carniceros a bajar los precios.

En Gloucester, los granjeros más importantes de las colinas aceptaronvoluntariamente proveer al mercado de trigo a 5 chelines el bushel yya han vendido considerables cantidades a este precio.En Sa lisbury los levantamientos fueron muy serios y se temierongrandes destrozos, pero el pe ligro fue felizmente superado graciasal prudente manejo de los magistrados y el humanitarismo de losgranjeros, quienes bajaron el precio del trigo ante el primer disturbio.Algunos de los líderes, sin embargo, fueron tomados prisioneros.

En Beckington, cerca de Bath, un molinero y su hijo tomaron armasde fuego para repeler a la turba, dispararon y mataron a un hombre yun niño e hi rie ron a otros, lo cual exaspe ró tanto al resto queprendieron fuego al molino y lo destruyeron totalmente.

En Wincanton y Dorsetshire los amotinados junto con los mineroshicieron grandes destrozos. En Broomsgroce, en Worcestershire, laturba se levantó y obligó a los granjeros a vender el trigo a 5 chelineselbushel y a los carniceros la carne a 2 peniques y medio la libra. EnCoventry se alzaron; luego se les unieron los mineros y comen-

al pa tr ón impone r mu lt as decuenta francos a los obreros queno denunc ia ran a un compañerode trabajo que hubiera incurr ido enuna falta. En Inglaterra, en lasfá br icasde algodón de Mancheste r,trabajan do en ambien testota lmente cerrados y a más detreinta grados centígrados parafavorecer el t ratamiento de !ate la , no se les au to r i za a losob re ros a usar agua pa ra re fres-car se o be ber , exc ept o du ra nt elos tr ei nta min utos de descan soque cortan la larga jornada dem ás d e 1 4 h oras d e t rab a jo .Las multas que los obreros de-bían paga r cuan do hac ían algoprohib ido por los reglamentosno func ionaban sólo como repre-sión . Se iba n sum an do y as í de -b i l i t aban e l sa la r i o . Un buenej em pl o de es te ti po de re cur sout il izado po r los pa tron es ind us -t r i a l e s l o e n c o n t ra m o s e n e l

Annual Register de 1823 que dalos siguientes datos:

Al obre ro que ab ra una ventana: 1chelín.Al que se lave mi en tras trab aja: 1chelín.Al que no ponga la aceitera ensu sitio: 1 chelín.Al qu e ab an do ne su te lar y de jeel gas encendido: 2 chelines.Al qu e en cien da el ga s demas ia -do temprano: 1 chelín.Al que hi le a la luz de gas dema•siado ta rde en la mañana: 2 che -lines.Al qu e silbe en el tr ab aj o: 1 che -lín.Al que l le gue cinc o minuto s tar -de: 1 chelín.

Al obrero enfermo que no puedaproporc ionar un reemplazanteque dé sat isfac ción , pag ar á pord ía, por la pérdida de energíamecánica: 6 chelines.

Resul tado general: s i el prome -dio de vida en zonas industr ia -les er a en 1812 de 25 añ os y 9mes es en 1827 de scen di ó a 21años y 9 meses. Pero peor en elcaso de los n iños : s i para losh i jos de comerciantes y sec to -re s ac om od ad os el promed io devida llegaba, en 1827, a la edadde 29 años , para los h i jos deobreros de la industr ia a lgodo-nera no superaba, en ese mismomoment o, los dos años . Y estonos lleva a ver con más detalle

Page 8: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

8

la cuestión del trabajo de los niñosdurante la revolución industrial.

El trabajo de los niños

1 las condicionesde vida del obrero

son un retrato dela miseria que acarreó larevolución industrial atodo un sector social paragarantizar la acumulación

capitalista en manos de otro,!a si tuación, adquierecontornos más dramáticoscuando observamos losmétodos aplicados altrabajo de las mujeres y losniños: discriminación en elsalario, superexplotación.

El obrero perdió su independen-cia al ir a la fábrica. Allí, en lamedida en que la máquina loreemplaza cada vez es menosnecesaria su fuerza física. Poreso en las fábricas de algodónde Inglaterra nos encontramoscon que sólo la cuarta parte desus trabajadores son hombresadultos. El resto está constituidopor mujeres y niños. Los tes-timonios de la época nos deja -ron cuadros contundentes de lasituación en que éstos trabaja -ban. Es el caso de Villermé, unmiembro de la Academia de Me-dicina de Francia, quien consta-taba: "Entre ellos (los obrero s)hay gran número de mujeres pá-lidas, hambrientas, que van des-calzas por el fango... y niñospequeños, en mayor número quelas mujeres, tan sucios y tan ha-rapientos como ellas, cubiertosde harapos, que son gruesos porel acei te que les cae encimacuando manipulan cerca de lostelares". Víctor Hugo, por otraparte, hablará de esos niños "enlos que no hay una sonrisa" yDickens en su Ol iv er io Tw is telaborará la misma protesta contraestas injusticias.Para los empresarios era másventajoso el empleo de mujeres yniños porque a éstos se lespagaban menores salarios. En losEstados Unidos la situación noes diferente. La industria algo-donera de la costa del este em-plea a mujeres, en 1831, en unaproporción de tres quintos. En

zaron a asaltar los almacenes de queso vendiéndolo a bajos precios yterminaron tomando todas las provisiones que podían por la fuerza. EnNorwich comenzó una insurre cc ión gene ral cuando fue le ída unaproclama en el mercado. Provisiones de todo tipo fueron despa-rramadas por los insurrectos; atacaron el molino nuevo y tiraron 150bolsas de harina al río, los libros de contabilidad del propietario y susmuebles fueron destruidos; las panaderías fueron objeto de pillaje ydestrucción; como se ve, toda la ciudad quedó sumida en un estadode total destrucción. Durante esta situación de confusión, los magis-.trados alentaban a los dueños de casa para que se congregaran conpalos a fin de oponerse a los amotinados. El conf licto fue largo y1•angriento, pero finalmente los amotinados fueron sometidos y treintade sus líderes hechos prisioneros, siendo prontamente juzgados poruna comisión especial.

En Wallingford se levantaron y regularon los precios del pan, queso,manteca y tocino. En Tahe sucedió lo mismo.En Le icester se unieron y tomaron vagones de queso, rompiendoluego las ventanas de la cárcel del condado con la idea de liberar a losamotinados que allí se encontraban.En Derby la turba fue enfrentada por una fuerza oficial montada; losapedrearon con violencia e hirieron al oficial principal; asaltaron unalmacén de queso, pero 34 de ellos fueron tomados prisioneros. Losrestantes se unieron nuevamente y atacon un bote sobre el río Dar-wet, del cual tomaron queso por un valor de 300 li bras. No temen alos magistrados civiles, sino solamente a la fuerza militar.En Dunnington la turba se levantó, asaltó un almacén de queso queestaba de fendido por 18 hombres, pero fue en vano. Atacaron unbote sobre el río Darwent, del cual tomaron grandes cantidades dequeso. El propie tario les ofreció 50 libras para salvar su queso yademás prometió comprar una balanza y vender toda la carga a • 2peniques la libra. Los líderes respondieron con gr itos e insultos:"Maldita sea su caridad; tendremos el queso por nada".

En la feria de Nottingham la turba tomó todo el queso que pertenecía alos agentes comisionados y lo distribuyó entre ellos; en cambio notocó el queso de los granjeros. Los magistrados civi les pidieron elauxilio de los militares, de los granjeros, pero afortunadamente sóloun hombre resultó muerto, y éste resultó ser un granjero de paso,

Page 9: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

9

l os d ia r ios son f recuentesav isos como éste: "Se deseafamil ia con c inco a ocho h i josque pu ed a trab aja r en un afábr ic a de al go dó n" . EnIngl ater ra , en 1835 , la cant idadde obreros varones m a y o r e se m p l e a d o s e r a d e 50 .675 ;mu je res, 53 .410 ; jó venes de 13 a18 añ os , 53.84 3 y ni ño s, 24.164.

La emigrac ión campesina y, elc rec imiento demográf ico garan-t izaron la exi s tenc ia de un ejér-c i to indust r ia l de reserva. Estopermit ió bajar los sala r ios y asíaumen ta r la tasa de benef i c iode l cap i ta l . Pos te r io rmente sevio que s6 podía mul t ip l icareste bene f ic io ba jando aúnmás el sala ri o a nive les demer a sub sisten cia, lo que llevóa que los niños y las mujeresfueran preferidos por los patrones.

A la injus t ic ia del rég imen capi-t a l i s ta en e l p lano económ icose unió su insensibilidad ante ladestrucc ión de la fami l ia, e l fo-mento del alcohol ismo, la deso-cu pa ci ón crón ic a, la de gr ad ac ió npersonal.

En to nc es lo s ob re ro s com ie nz ana tomar conc ienc ia de su s i tua-c ión, como producto de la nue-va re al id ad qu e deb en en fren ta r,y a ac tu ar en con sec ue nc ia; conlos pri meros brotes de pr otestay de violencia comienzan a reco-rrer un largo y du ro cam ino ene l c u a l , a p e s a r d e l a u m e n t ocons tan te de la repres ión,concretan sus organizaciones,def inen sus métodos de lucha,pro fundizan su ideología.

La organización obrera.

Las primeras huelgas

o s p r i m e r o s m o -v im ien tos ob re rosde res is tenc ia apa-r e c e n c o m o p r o -t e s t a p o r l o s b a -jos sal ar ios qu e se

pa ga n en lostalleres manufactureros. Las rei-

v i nd i cac iones , a l p r i nc ip io p re-ca r i a s , pa rc ia l es y au n co n t ra-d i c t o r i a s , i r á n c o n e l t i e m p oabarcand o otros plan os y adqui-r iendo coherencia . De una ac t i-tud mutu al is ta , cuyo obj et ivo esla de fe ns a de l sa la ri o, se pa sa rá

a una ofensiva irracional contra

!a máquina, y de ésta a la orga-ni za ción ob re ra mod er na qu e seco nc re ta co n la ap ari ci ón de losprimeros sindicatos en 1829 enInglaterra, y también de lospr imeros grupos pol í t icos,donde pronto se perfilan lasposiciones re fo rm is ta s orevo luc iona r i as que habrían deart icula r la ideología delmovimiento obrero.Ya en 1539 los t ipógrafos de laciudad de Lyon habían hecho unahuelga rec lamando mejores sa -la r ios , pero pid iendo a l m ismot iempo que se d ie ra más l ibe r -ta d en el tr ab aj o y se limita ra elnú mer o de ap re nd ices . Cas i do ss ig lo s d es pu és , en 1724 , l o sobreros boneteros de París sedeclararon en huelga a causa dela re du cción inj us ti fi cad a de sussalar ios. Crean entonces, parasostener esa acción, una "cajade huelga". Má s tarde, haciaf ines del XVIII, y con unobjetivo qu e se lim it a a lade fensa de l sa lario, diversosgremios llevan a cabove rd aderos mo ti nes, en mu chosde los cuales la lucha essangrienta.

En Inglaterra , donde temprana -men te se des arr ol la el maqu ini s -mo, las reacc iones se d i r igencont ra la desocupac ión y las nue -vas máquinas que la or ig inan.El pr imer gran movimiento con -t ra estas máquinas, que dejanen la cal le a los obreros, es elde los luddis tas , movimien to es -pontáneo que l leva a los obre -ros ing leses a des t r u i r l as . Laagi ta ción t ien e set momen to cul -minante en 1811. Y provoca unaintervención en defensa de los"destructores de máquinas" delpoeta lord Byron, en la CámaraAlta, de la cual era miembro.Elmovimi en to lu dd is ta se pr ol on gapor var ios años y só lo de ja rálugar a otro t ipo d e res is tenc iaobrera , cuando se pase de laacc ión espontánea contra lamáquina simbol izadora de opre-sión a la conc iencia de la nece -si dad de una orga ni zaci ón socialp rop ia . Por o t ra par te , y en lamed ida en que es te t ipo de ac -c ió n no es s u pe ra d o po r o t r afo rma de pro tes ta , se propagaa los demás países que se vanincorporando a la organizac iónfabri l . Alemania, Francia, Bélgi -ca e I ta l ia también conocierones tas o las de des t ruc tores de

máquinas , en cuya acc ión sub -yacía temp ranament e la rebe li ónsocial contra las injust ic ias delrégimen capi ta l is ta, que era elque usaba la máqu ina de manerata l que su uso produc ía la des -ocupación y la miseria.En Ing la ter ra la acc ión de losluddis tas inf luyó en muchos ni -veles. Así suc ede con las idea sde Ma lt hu s, qui en exp re sa elpesimismo de la sociedadinglesa y destaca que esimposib le un crecimientoeconómico indef in ido . No es deext rañar que, en tonces ,desar ro l le sus teor ías so br e lapo bl ac ión , en do nd e seña la qu ees ne ces ar io re du ci r !a mism apa ra pode r subs is ti r. Losrecursos son l imi tados y la so -cied ad cre ce. Por lo ta nt o essaludab le la a l ta tasa demor ta l idad , son saluda bl es lasgue rr as porque equil ibr an eldesmes urado cre cimien to depo bl ac ión . Esto por c ie r to ,serv i rá de jus t i f i ca c ión moralpara los manufac turerosresponsab les de la mi ser ia yde soc up ac ión ob re ra . En úl t imainstancia con su polí t ica desuperexplotación, ayudabancientí f icamente al equi l ibr io de -mográfico de la humanidad.Sin embargo, la poblac ión obre-ra ingl es a sigue aume ntan do . So-bre todo después de 1815, añoe n qu e te r m i na la g ue r r a co nNa po leó n, y en qu e se vu el ca alm e rc ad o de m an o de ob r a d eInglaterra un a ma sa de so ldadosqu e con tr ibu ye a ha cer aún máscr í t ica la si tuación. Crecen en-tonces las reacciones y las pro-tes tas . En 1817 se produce lap r imera "marcha de l hambre"sobré Londres. Esta marcha de-j a a tón i t a a la soc ie dad lond i -n e ns e y m ue s t r a q u e l a s i t u a -c ión va l legando a n ive les queescapan a l con t ro l . Poco des -pués, en 1819, se organ iza unt r e m e n d o m i t i n q u e e n S a i n tP e t e r ' s F ie ld re ú ne a m ás d e80 .0 00 ' pe rs on as . Pa ra la ép oc auna as am bl ea mons tru o. Se pro-duce a l l í un a taque de l e jé rc i -to. El campo de Pete rloo quedacub ie rt o de cad áv er es y he ri do s.El régimen conservador br i tán i-co recurre, desb ordado , al te rror .E l genera l en je fe de l e jé rc i tomasacrador es Wel l ington, v en-ced or de Na po leó n en Wat er loo ,a quien luego se lo conocerá en

Page 10: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

10

la historia inglesa como el gene-ra l de Water loo y Peterloo . En1819, con motivo de que laagitación sigue creciendo a pe -sar de la brutal repres ión, seaprueba la legislación represivamás coherente hasta ese mo -mento, conocida como las SeisLeyes (Six Acts), en la cual seprohíben las reuniones, las or-ganizaciones obreras y las acti-vidades de todo tipo que puedanser perjudiciales a la "paz so -cial". Esta legislación es la cul-minación de una etapa históricaformativa del movimiento obre -ro. En Inglaterra se llega ya nosólo a prohibir las "corporacio-nes",'como se las designaba co-múnmente, sino que se incursio-na, a través de las leyes de1819, en el terreno político. Signode la etapa en que se entra yde las nuevas relaciones so -ciales. Al señalar esto es impor-tante recordar que la legislacióncontra las huelgas o contra !aasociación obrera es algo queviene de tiempo at rás. Ya en1749 la reglamentación sostie -ne: "Prohibimos a todos los com-pañeros y obreros que se re ú-nan con el pretexto de su cofra -día a que se confabulen paracolocarse los uno s y los otrosjunto a un dueño o abandonarle, ytambién que obstaculicen quelos dueños escojan por sí mis -mos a sus operarios". Es eviden-te que la libertad del dueño esgarantizada claramente, no asíla de los obreros.

Producida la revolución france -sa, se aprueba en 1790 una reso-lución por la que se concede atodos los ciudadanos el derechoa reunirse y a formar entre ellosasociaciones libres. Pero estaresolución fue derogada en for -ma inmediata y en seguida seaprobó la famosa Ley Le Chape -lier, de 1791. Por ella se prohíbetoda organización obrera o pa -tronal y se desaprueba tanto lahuelga como el lockout, pero laspenas difieren mucho según losinfractores sean obreros o pa -trones. Por fin se establece "quepertenece a los convenios libresde individuo a individuo al fijarel jornal de cada obrero. Es deincumbencia del obrero mante -ner el acuerdo que ha hecho conquien le ocupa". Así es el obre-

ro, individualmente, el que debeenfrentar al patrón. La injusticiade la aparente igualdad es obviaen nuestra época. Agreguemosque para llegar a la formulaciónde los primeros convenios colec-tivos de trabajo habrá que pasarla etapa de la agitación socia -lista que culmina en la redaccióndel Ma nif ie sto comunista en1847, y con las revoluciones queen el 1848 conmueven a todaEuropa. No obstante ello, la huel-ga, condenada al ser condena-das las asociaciones obreras, lahuelga, que produjo la matanzade Peterloo y las leyes represi -vas del 1819, seguirá siendo elarma más importante que uti li -zará la cl ase obrera en sus lu -chas.Pasado el primer momento deajuste en lo que refiere a lascondiciones generales de funcio-namiento del maquinismo y delsistema fabril de la revoluciónindustrial, se irá decantando unaacti tud proletar ia que será !aaue permitirá el paso a una eta -pa posterior, de organizaciónsindical y política del movimien -to obrero. La clase obrera dejaentonces de ser mero factor deexplotación y desarrolla la con-ciencia de sus propios intereses.Esa conciencia irá apartando ca-da vez cuestiones más impor -tantes. Lo cierto es que a pesarde marchas y contramarchas, loséxitos momentáneos y las de -rrotas, a veces sangrientas, po -co a poco aparecerá, objetiva-mente, aún para sus peores ene-migos, como el sector socia! -mente determinante del cursode la historia contemporánea.

Si nd ic at os y co rt is moen Inglaterra

asta 1830, en quedespués de unalarga serie de cho-ques, violencias yrepresiones, las or-ganizaciones obreras

adquieren fuerza y clarifican suideología, las luchas de losobreros se articulan en torno alobjetivo de formar los sindicatos yde convertirlos en instrumentosefectivos.

En un primer momento, hacia fi-fi-

nes del siglo XVIII, el movimientoobrero se confunde, en lasluchas contra la opresión, conlas organizaciones de la burguesíaradicalizada, el sector que pasaa ser denominado en Inglaterralos "radicals", y en el que semezclan un cierto jacobinis motípico de la revolución francesa enmarcha, con reivindicaciones detipo democrático para su propiopaís.En esa época se organizan unaserie de clubes y asociaciones,de las cuales la más importan tefue, hacia fines del XVIII, !aCo rr es po nd in g So ci et y, cuyonombre puede ser traducido tantocomo Sociedad por Corres-pondencia como Sociedad Co-rrespondiente. Los mejores re-presentantes del movimiento ra-dical burgués estuvieron allí juntocon los primeros grupos or-ganizados de obreros. Exigíangarantías democráticas y, espe-cialmente, que el parlamento sereuniera anualmente; que se eli-minaran los "burgos podridos",así llamados porque permitían,mediante el uso de l voto cali -ficado, la elección de electoresno representativos.Las exigencias democráticas deque se el iminaran estos "bur-gos podridos" y de que se reu-niera anualmente el parlamentoeran rechazados violentamentepor los grupos gobernantes quedominaban por completo la Cá-mara de los Lores.Pronto la Corresponding Society sedesarrolló con fuerza, y entoncesempezó la represión. La mismaconsistió, en lo jurídico, en laadopción de nuevas leyes queprohibían toda clase de aso-ciaciones. Las leyes de 1799 y1800, llamadas Combination Actsdeclararon ilegales a las mismas,pero introdujeron un elementonuevo con respecto a la legislaciónrepresiva anterior, que consistióen la autorización para realizarprocesos sumarísimos,mediante los cuales la justiciapodía enviar a la cárcel a quie-nes fueran acusados de perte-necer a una asociación.Hay que tener en cuenta que enesos años Inglaterra está enguerra con Francia. La burgue -sía, en general asustada por las

Page 11: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

11•

ideas más avanzadas de Francia,deja en gran medida de parti ciparen estas asociaciones. Por elcontrario, los obreros apoyan a lasmismas, como única forma dedefender ciertos derechosdemocráticos. Los historiado resMorton y Tate re la tan: "En1796, un árbol de la libertad fueplantado por la fuerza en la plazadel mercado de Nottingham y hasta1802 se celebró allí el aniversariode la toma de la Basti lla, con unafiesta durante la cual el miembroradical del Parlamento era llevadoen triunfo a través de la ciudad alos acordes de la Marsellesa".Hechos como éstos eran muyirritantes en una Inglaterradominada por los conservadores yen guerra con Francia, sobre todosi tenemos en cuenta que desde1794 el primer ministro Pitt habíasuspendido el habeas corpus porocho años. Inglaterra vivió bajoeste régimen prácticamente hasta1832, en que por fin se aprobó lareforma electoral que permitió elingreso en las Cámaras de la nuevaburguesía manufacturera. laderivación lógica de la re-presión fue la respuesta vio lenta.Si primero hubo intentos de huelgasobreras, que fueron reprimidas,luego vinieron los asesinatos. Elmovimiento luddista fue unamanera de responder a larepresión; al mismo tiempo sedesarrollaba una ola de atentados yacciones directas de los obreros.Cuando real izan una huelgaempiezan por atacar a losrompehuelgas. Violencia másviolencia. A poco andar se llegaa la marcha del hambre de 1817,las leyes de represión de 1819 y lamatanza de Peterloo, hechos queya hemos relatado. La legislaciónrepresiva sigue ajustando sufuncionamiento . Ahora ya no setrata simplemente de prohibir lasasociaciones, sino de plasmar unalegislación contra las violencias y lasintimidaciones. Entonces "molestar"a quien quiera trabajar durante unahuelga será motivo de condena.Uno de los primeros y más im-portantes dirigentes obreros fueel irl andé s John Dohe rt y. En1829, y luego del fracaso de unahuelga, decide tomar la iniciativaen la organización de una en-

Page 12: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

12

La matanza de Peterloo (1819)

.. . Al re ded or de la s 11 la ge nte co me nzó a re un ir se en to rn o de laca sa de J. Jo hn so n, en Sme dl ey Co tt ag e, do nd e H. Hu nt ha bí a fi ja doresidencia . Alrededor de las 12 Hun t y sus amigos subieron al carruaje .Ellos no habí an avanzado mucho cuando fueron abordados por elco mi té de Mu je re s Re fo rm is ta s So ci al es , un a de la s cu al es , Mu je r deaspecto in te resant e, le vantó un es tand ar te en el qu e había impr eso un amu jer portando una bandera , coronada con el gorro de la l ibertad,mien tr as pis ote ab a un emb lema co n la in sc ri pció n "c orru pci ón". Se leso li ci tó qu e tomara as iento en el pe scante de l ca rrua je (e l lugar másap ropi ado) , lo qu e acep tó auda z e in medi atamen te y cont inuó flameandosu ba nd era y su pa ñu el o ha sta qu e ll egó a la s tr ib un as do nd e to mó lu ga ral fr en te en el se ct or der ec ho . El re st o del co mi té si gu ió al carr ua je enproces ión y su bi eron a la s tr ibun as cuando ll egaron . Al de ja r Smed le yCo tt ag e, gr up os co nj un to s de ho mb re s se ve ía n a dis ta nci a, ma rch an doen ord en mi li ta r, co n mú sic a y es tan dar tes que ll evab an dis ti nta sle ye ndas co mo "F uer a la s le ye s de ce re al es", "Li ber tad o muer te ","I mpue st os si n repr esen tación es ti raní a" , "Ten dr emos li be rta d", laba nd er a usa da po r lo s am ig os de l do ct or Hu nt en la el ec ci ón ge ner al deWes tmi nst er y va ri as otr as , mu ch as de la s cu al es es ta ban coro nadascon gorros de la l ibertad. El espectáculo, rebosante de ple na al egr ía ,nunca se ha vi st o an tes . Mutj er es de 12 a 80 añ os se ve ían vi to reandoco n su s go rr as en la s mano s y su s cabe ll os de sgre ña do s. Al pas ar po r la sca ll es hac ia el lu ga r del mi ti n er a tan gr an de la mult it ud qu e el ca rr ua jeap en as se po dí a mover. Se le in fo rmó a Hu nt que St. Peter 's Field yaestaba rebosante de público; no me nos de 30 0. 00 0 pe rson as es ta ba nreun id as al lí . La pro ce sión • ll eg ó al lu ga r de des ti no a la s 13 , Mr .Hu nt ex pre só su des ac ue rd o por la s tr ib un as ya que te mí a queocu rr ie ra un ac ci den te . De sp ués de al gu nas du das , subió ein medi atamente John son propuso qu e H. Hunt fuera desi gnadopresi den te, lo que fu e ap ro ba do por aclama ció n. Hunt come nzó sudi scur so ag rad ec iend o a todo s el favo r qu e le ha bí an confer id o e hizoalgu na s co ns id erac ione s ir ón icas so br e la cond uc ta de algu no s magi s-tr ad os cu an do un ca rr o, qu e ev id en te me nt e pro ve ní a de aq ue ll a par tede l campo do nd e se ha ll ab an la po li cí a y lo s magi st rados reun idos enuna casa, se adelan tó por el medio del campo con gran fast idio ypel ig ro par a la ge nte re unida, que co n gr an tr an quil id ad se es fo rzópara dar le paso . Ap en as el carro hab ía pasad o cu an do la caball eríah izo su apar ición desde el lugar por donde había sal ido el carro;ga loparon en fo rma fu riosa al rededo r de l campo, abalanzándos e sobrecada persona que no había podido huir a t iemp o, y llegaron hastado nd e se hal la ba la po li cí a ap os ta da, lu ego de un mo me nt o de pau sa ,re cibi eron in di ca cion es de la po li cí a en té rm in os de se ña l par a el at a-que. El mi ti n des de el co mi en zo has ta el in st an te en qu e ir ru mp ió lapoli cía y caball erí a fu e uno de lo s má s tran quilo s y ord en ad os quepr es en ci aron en to da In gl at er ra . Se ve ía al eg rí a en la s ca ra s de to do s yla s re fo rm ad or as fe menin as co ro nab an la re un ió n co n gr ac ia y es ti -mu laban un sen ti mi ento part icu larme nte in ter esan te. La caballe ríahi zo un a ca rga co n fu ri a de senf rena da ; co rt ab an en do s o he rí an ho m-bre s, mu je re s y niñ os e n fo rma in dis cr imi nad a, co me nzan do un at a qu epr em ed it ad o co n un a se d de sangr e y des tr ucc ió n in sa ci ab le. De Le ri anhab er ll ev ad o un me dal ló n que en un la do tu vi er a la in sc ri p ción "Lo scarnicero s de Manch est er" y que en el dorso descri bier a có mo hab í anma sa cr ad o a homb re s, mu je re s y niñ os in defe nso s que no lo s hab ía npro vo ca do ni ta mp oco hab ía n dad o se ñal es qu e ju st if i car an el at aq ue.Y co mo pru eb a de que es e at aq ue fu e pre me dit ad o po r • pa rt e de lo sma gi st ra do s, ha bí an si do re co gi da s la s pi ed ra s qu e estaban en elcami no, el viernes y el sábado anterior al mi tin, por ge nte qu e hab íasi do ex pre sa me nte en vi ad a al lí por lo s ma gi st ra do s, de modo ta l qu e elpu eb lo no tuviera ningun a posibi lidad de de fens a." ("P eter loo, 1819" deR. Carli le. Carta abierta di rigida a Lo rd Sidmouth. Sherwin's WeeklyPolitical Register, 18 de agosto de 1819.)

t idad que reúna a todos los of i -c ios . El movimiento culmina po-co desp ués, cu ando en Ma nc hes-ter se real iza un congreso quedecide fundar la Asoc iación Na-ci on al pa ra la Pr ot ec ci ón de lTrabajo (N APL) . Pron to la orga -ni za ción se expa nd e. A fi ne s de1830 una huel ga en Lan cashi rela pone a prueba. Entonces sudeb i l idad organ iza t i va la hacefrac as ar . Su ac t ivi da d l leg a ha s -ta 1832. Con todo, es el pr imeri n t e n t o s e r i o d e f o r m a r u n aUnión o Sindicato . En 1830 yase hab ía organiza do un sindicatode obreros de la construccióndenominado Operative BuildersUn io n y en 18 34 se va a fo rm arla pr imer cen t ra l de t raba jado-res: la Grand National ConsolidatedTrade Unions, la cual recono cecomo an tecede nte a la NationalEquitable Labour Exchange. Estaten ía com o ob jeti vo el as egurarla venta de los productosfabricado s por las coope rat ivasde producción . Es eviden te queen es to ú l t imo s e en t rec ruzandos cues ti ones , una re la ci ón quenos remi te a las teor ías de Ro-ber t Owen, ideólogo del coope-rat ivismo y de la humanizacióndel capi ta l . Por un lado una or-ganizac ión cooperat iva para laventa de los produc tos y po r ot roun a as oc iac ión ob re ra nac ion al .Por el mom ento era norm al queambas tendencias coincidieran yal mismo tiempo aparecierand i fe renc iándose de las tenden-cia s qu e seg uí an re cl am an do só-lo reformas parlamentarias . Noobstante, a poco andar, queda-rá demostrado que ambas act i-t udes l l evan po r caminos d i fe -rentes

Mientras tanto, si la burguesíamanufacturer a en su búsquedade re i v i nd icac iones democ rá t i -cas con sigue qu e el Pa rl am ent oap ruebe las leyes de Reforma en1832 , lo b obre ros só lo cons iguenqu e au me nt e la re pr es ió n. En to n-ces los v ie jos a l iados se sepa -ran. La burguesía l lega a la an -tes ala de l po der po lí ti co glob al .Los ob re ro s en fr en ta n no sól o ycomo siempre a terraten ientesy aristócratas sino ta mbié n a labur gu es ía man uf actu rer a. En elaño 1834 la inqu ie tud ru ra l segeneraliza, hay rompimientos de

Page 13: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

13

máquinas, incendios de propie-dades. El gobierno detiene a seisdirigentes sindicales y aplica contodo rigor las leyes contra lasasociaciones. Estos dirigentes, alos que se conoce como "losmártires de Tolpuddle", son con-denados a siete años de depor-tación y se los embarca rumbo aAustralia. Este severo castigo alos obreros de Dorchester provocaviolentas manifestaciones entodo el país e incluso el Timesse levanta contra tal injusticiaafirmando que "los crímenesque han provocado tal castigo nohan-sido probados, y además elcrimen de que se los acusa nojustifica la sentencia". En .1836los obreros condenadoscomenzaron a ser indultados unopor uno y regresaron a Inglate -rra, pero la agitación ya estabaproducida. El descrédito del go-bierno era general.La reforma electoral de 1832, sibien importante, era insuficientepara dar satisfacción al pueblo.No se el iminaba el voto cali fi -cado. Con la modificación del topede la renta anual necesario paraser elector, sólo se habíaconseguido que la cantidad deelectores pasara de unos 400mil a unos 800 mil. Una vez in-tegrada la Cámara con los fla-mantes diputados de la burgue-sía manufacturera se apruebauna Factory Act.(Ley Fabril), en1833, que permite el, empleo deniños en las fábricas, siempre ycuando tengan más de 9 años ysu horario sea sólo de 48 horaspor semana. Esto, en realidad,era una burla de las reivindica-ciones obreras: lo que se hacíaera legalizar el trabajo de losniños, manteniendo las condicio-nes de miseria y explotación.En tales condiciones, la contra-dicción expresada en las ideasde Robert Owen tenderá a defi-ni rse o por lo menos a clar ifi -carse. Owen, dice W. Abendroth,"no pensaba por cierto en tér -minos de lucha de clases: espe-raba poder ganar a los mismosempresarios a la idea de su sis-tema de economía cooperativa.Como Saint-Simon, creía en lacomunidad de intereses de lasclases productivas e industrialesfrente a los propietarios terra-tenientes y los poderes del es-

tado. Su Nuevo Mundo Mora l(su obra más importante) debíaedificarse dentro de la más bellaarmonía de las clases". Lo quesucede en Inglaterra señalará lasdebilidades y las contradiccionesde estas teorías. Los empresa -rios fabriles rechazarán todo ti -po de experiencia cooperativis -ta y los obreros recibirán el pe -so de la represión.Es entonces cuando surge unnuevo movimiento, el cartista,llamado así por defender lo quese denominó Carta del Pueblo.Con él y sobre la base de unmovimiento sindical, aparece elprimer movimiento político dela clase obrera como tal, inde-pendiente de la burguesía. Enel cartismo, que habría de reali -zar una gran agitación en Ingla-terra, se reconocen tres olas:la primera va de 1837 a 1839; lasegunda de 1840 a 1842 y la ter-cera es la de 1848.

En la pr imera se proclama laCarta con los puntos que se rei-vindican. Son los mismos de lassociedades radicales de fin desiglo, sólo que ahora se dirigencontra un parlamento en el cualestá la burguesía. Se hace la pe-tición al Parlamento y se reco -gen firmas. El petitorio es undocumento político de primeraimportancia, pero el parlamentose niega a considerarlo. Ese pro-grama será la base de todo elmovimiento cartista, pero serála segunda ola del cartismo laque tendrá especial importancia.En ese momento también se firmaun peti torio, pero al movi -miento se le plantea una disyun-tiva. Deberá optar entre dos po-si ci ones: la que se de fine y acomo de lucha de clases o la dealianza con la burguesía radical.Si hace la alianza con la burguesíaradical, sus métodos serándeterminados por este sector,pero la legalidad de los mismospasará a ser incuestionable. Si,por lo contrario, adopta la con-cepción de la lucha de clases, elenfrentamiento se producirá concualquier alternativa burguesa.El cartismo no consigue definirsus métodos y su política y seproducirá una escisión clara. Unsector se pronunciará por lo quese denomina la fuerza moral, esdecir, por lo que luego se cono-

cerá, en la política de la claseobrera, como reformismo. Con-fían en una alianza con sectoresde la burguesía y piensan que lapresión moral ejerc ida por lajusteza de sus reclamos termi -nará por llevarlos al triunfo. Subase de acción y reclutamientoestá en el sur de Inglaterra, don-de predominan los viejos traba-jos artesanales.El otro sector del cartismo sepronunciará por lo que se deno-minó en su época la fuerza fís i-ca: plantean que sólo la acciónobrera llevará al triunfo sus po-siciones. Sus métodos son cla -sistas y rechazan la alianza for -mal con sectores de la burgue -sía. En ese momento se nucleanbajo sus banderas los obrerosde las ciudades del norte, cuyocentro es Manchester, el cora -zón del proceso llamado "revo-lución industrial". Los métodosque se reivindican son los de lahuelga nacional por un mes, quellamarán las "Vacaciones" o"Gran Fiesta Nacional". Si losobreros no trabajan los patronesno ganan. Por lo tanto una huelgaprolongada (un mes) hará entraren razón al más testarudo delos patrones. Esta huelga nacionalfracasa, y con ella fracasa elsector de la fuerza fís ica. Peroya está planteada la cuestión: Ouna política de clase o una po-lítica de alianza con la burgue -sía. O métodos violentos o mé-todos morales. Poco más tardela cuestión se racionalizará y lastendencias ideológicas en el mo-vimiento obrero irán dando máscontenido y precisión a cada po-sición. Muchos de los sindicatosingleses actuales reconocen sufecha de fundación en este mo-mento de las luchas sindicales.

De la Revolución Francesaa las insurrecciones

de Lyon (1831)

rancia, país conuna fuerte tradi-

ción artesanal, co-noció durante va-

rios siglos el fun-cionamiento de cierto tipo de

mutualismo que entró en crisiscuando el país comenzó a tran-

Page 14: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

14•

s i tar por el camino de la manu -factura y de la organizac ión fa -bril.

La Revo luci ón Francesa había sidoun proceso soc ial que env olv ió atodas las c lases, a todos lossectores. Como revoluc iónbu rguesa cu yo ob je ti vo era echa raba jo def in i t i vamente los pr iv i -leg ios me di ev al es aú n su bs is te n-tes deb ió p lan tear esos ob je t i -vos de modo ta l que se nuc lea -ran en torno a el la la pequeñaburguesía y la clase obrera, esdec ir los grupos que dentro delproceso revolucionario eran de-nomi nados gené ri ca men te , co mo"el pueblo" o " los p lebeyos" .

Es ev iden te que la Revo lución de1789 fue pos ib le grac ias a quelos pl eb eyo s sal ier on a la cal le.El los, de hecho, fueron los quederrocaron a la monarquía.

En Fr anc ia es com ún que se pro-duzcan revoluciones con fuerteco nten ido so ci al en las cu ales , apesar de que son los sec to resexplotados, obreros y plebeyosen genera l , los que salen a de -f in ir la s i tuac ión, a ganar la ca -l le y a expo ne r sus vi da s, el mo-v i m i e n t o e s c a p i t a l i za d o p o rotras ten denc ias. En el caso dela Re vo luc ión Fr an ces a de 17 89es la burguesía la benef ic iar iadi re ct a, pe ro el la no ha br ía tr iun-fado en la forma total , ráp ida ycomp le ta en que lo h izo s i nohub iera sido por la movi l izac iónpopu la r . So n las masa s en lac al le las qu e gar an t iza n el tr iun-fo , las que entregan el poder alos gru po s re vol uc iona ri os rep u-b l i canos . A l p r inc i p io e l té rm i -no de republ icano señala tanto aburgueses como pro leta r ios ,pero poco a poco se establece -rán las di ferenc ias: en la h is to -r ia de Francia los republ icanosserán id ent i fi cado s como la ten -denc ia burguesa y los obrerospasarán a l lamarse socia l is tas .En la Revo luc ión Francesa e lpo de r lo ej er cier on do s gr an de ssec to re s: la de re ch a y la izq ui er-da, es deci r , los grupos conoc i-dos, por el lugar que ocupaban enla Co nven ción com o la Gi ro nd a yla Mo ntaña, respec t ivam ente. Apoco anda r en es ta úl ti ma apa-re ce rá n di ve rs as te nd en cia s, en-tr e las cu al es do min ar á el gr up ode los jacobinos, el cual a su vez

Los seis puntos de k Carta

del Pueblo (1838)

1. Voto para cada hombre mayor de 21 años , cuerdo y sin an teceden.tes penales.2. Papel eta elect ora l para pro teger el el ect or en el ejer cic io de suvoto.3 . Que no exist an cali fi cacio nes por pro pied ad para mi em bros delPar lamento; de este modo se permi te que los d is tr i tos electoral esejerzan demo crát icame nte su derecho de elegir un homb re que losrepresente, ya sea pobre o rico.4. Pa go de lo s mi em bro s: de est a ma ner a se per mi te a lo s hones to sco merc iantes , tr abaj adores o cu alqu ier ot ra pe rson a se rv ir a su di st ri toel ec to ra / en fo rm a in te ns iv a, de se nt en di én do le de su s pro bl em as per -sonales.5 . Ni ve la ci ón de lo s di st ri to s el ec to ra le s pa ra aseg ur ar un a repr esen -ta ción igu al it ar ia co n el mi sm o nú mero de el ec to re s, en lu ga r de pe r -mi tir que dist ri to s el ect oral es peq ueñ o s ten gan una rep resen tació nmayor que otras regiones más extensas.

6. Parlamentos anuales: de esta manera se logra un cont ro l másefec ti vo so br e lo s repr esen tant es , qu e al se r reno vado s an ua lmen te secuidarán mucho más que ahora de no defraudar al pueblo que losha el eg id o, y si es po si bl e so bo rn ar o co mpra r un cargo en un pe rí odoparl ame ntar io de seis añ os, es de ima ginar que bajo el imp eri o delsu fr ag io un iv er sa l y si en do el per ío do de un añ o no hay ri qu ez a quealcance para poner en práctica lo que ahora se hace impunemente.

Page 15: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

15

también estaba fragmentado in-ternamente. Este grupo, a pesarde que era el que más buscabaen los momentos decisivos, aliar -se con las masas populares, re -al izó un a po lí ti ca de eli te . Enél Dantón refleja la posición másconciliadora con la derecha yRobespierre, figura destacadadurante el período de l "ter ror" ,sólo era centrista. El sector querealmente representaba a la iz-quierda se había nucleado en tor -no a otros dirigentes como, porejemplo, Hébert o Chaumette.Este último afirmaba que "el in-digente no había conseguido dela Revolución más que el derechoa quejarse de su pobreza". Pro -puso un impuesto progresivo ala renta y quiso hacer de cadatrabajador un propietario. Juntocon eso proponía expropiar lasem presas de los ri cos y en tr e -gársela s al Estado, hacer requi -sas de víveres, etc. Por otro ladolos hebertistas constituyen unaespecie de anarquismo rudimen-tario pues, junto a la exa ltaciónde un cierto tipo de terrorismo,defendían la propiedad privada,pero generali zando su pos iciónhasta el punt o de af ir mar que"con la desaparición del estadoadvendrá una era de paz y fe li -cidad".La Revolución Francesa activóintensamente las discusionesideológicas y polít icas. Cuandocayó el gobierno jacobino de Ro-hespierre y la derecha triunfó,desf igurando la revolución mis -ma, la radicalización de algunosgrupos llevó a la formación dela Sociedad de los Iguales, fun -dada por Babeuf y Dartés. La cla -se ob re ra , pe qu eñ a aú n y si ntradición de lucha, no pesabamayormente en el proceso. Hayque recordar que la revoluciónindust ri al recién es taba apare -ci en do en In gl at er ra y qu e enFrancia lo que se expresa, co-rresponde a su si tuación duran -te el siglo XVIII. Los Iguales pla-nearon una conspiración que fra-casó y sus principales dirigen-tes,Babeuf y Dartés, fueron eje-cutados en 1797. Pero, a pesarde esto, el movimiento será con-siderado como el punto de par -ti da de las luchas soc ia les dela clase trabajadora francesa. El

Manifiesto de los Igualitarios, I I a-mados así porque postulaban laigualdad absoluta entre loshombres y la eli min ació n dela riqueza y de los pr iv ileg ios,sostenía: "La Revoluc iónFrancesa no es más que lapredecesora de ot ra másgrandiosa y que será la final" .Los social istas france sesencontraron ahí el punto de partidapara preparar esta otrarevolución . Con todo, pasó bas-tante tiempo hasta que, con laincorporación de Francia a la re-volución industrial, apareciera unproletar iado que perm it ie ra re -plantear las ideas de Babeuf.

En 1830 recomenzará el ciclo,pero a un nivel mucho más ele -vado. En este año se produce,en el mes de jul io , un are vo lución que derroca almonarca Car los X y entrega eltrono a Luís Felipe de Orleáns.El derrocado representaba,después de las aventurasnapoleónicas, la reaccióntradicional de los grandes señorescontra los principios de larevolución francesa. Luís Fel ipe,en cambio, representaba a unanueva burguesía financiera.Para que ésta pueda triunfar,nuevamente es el pueblo el quesale a la ca lle. Só lo que ahoraese pueblo está constituido prin-cipa lmente por obreros. Ya noes el sector , un tanto indi feren -ciado, al que se denominaba "losplebeyos". Se han definido suscaracterísticas sociales: ahorason obreros. Para triunfar sonnecesarias tres sangrientas jor -nadas de lucha. Cuando lasfuerzas de represión sonderrotadas una ola de eu fo ri areco rr e los barr ios popu lares.Es que han pu es to en el tr on oa un re pr esentante po lí tico delcual espe ran como retr ibuc iónque satisfaga sus demandas.Per o nada de ello ocurre. Losobreros son usados para lainsurrección, pe ro debido a quecarecen de organizacionespropias y de polít ica propia selos desconoce des pués deltriunfo. La burguesía no mostrará,por cierto, su agradecim iento, ysu insensibil idad lle va el conflictoa una situación de permanen tecr is is , que es ta lla rá

definitivamente en 1848. Mien-tras tanto, entre 1830 y 1848, sesuceden las insurrecciones obre-

En 1831 y 1834 losobreros de la ciudadde Lyon llevan acabo dos grandesmovimientosmasivos, que daránlugar a que sediscutan lasorientaciones de laindustria textil enese momento .

Page 16: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

16

M a n i f i e s t o C o m u n i s t a

(fragmentos, 1847)

Un espectro se cierne sobre Europa: el espectro del comunismo. Con-tra este espectro se han conjurado en santa jauría todas las potenciasde la vieja Europa, el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radica -les franceses y los polizontes alemanes.No hay un solo partido de oposición a quien los adversarios gober -nantes no motejen de comunista ni un solo partido de oposición queno lance al rostro de las oposiciones más avanzadas, lo mismo que alos enemigos reaccionarios, la acusación estigmatizante de comunismo,De este hecho se desprenden dos consecuencias:La primera es que el comunismo se halla ya reconocido como unapotencia por todas las potencias europeas.La segunda, que es ya hora de que los comunistas expresen a la luzdel día y ante el mundo entero sus ideas, sus tendencias, sus aspira-ciones, saliendo así al paso de esa leyenda del espectro comunista conun manifiesto de su partido.Con este fin se han congregado en Londres los representantes comu-nistas de diferentes países y redactado el siguiente Manifiesto, queaparecerá en lengua inglesa, francesa, alemana, italiana, flamenca ydanesa.

La industria moderna ha convertido el pequeño taller del maestro pa-triarcal en la gran fábrica del magnate capitalista. Las masas obrerasconcentradas en la fábrica son sometidas a una organización y disci-plina militares. Los obreros, soldados rasos de la industria, trabajanbajo el mando de toda una jerarquía de sargentos, of iciales y jefes.No son sólo siervos de la burguesía y del Estado burgués, sino queestán todos los días y a todas horas bajo el yugo esclavizador de lamáquina, del contramaestre, y sobre todo del industrial burgués due-ño de la fábrica. Y este despotismo es tanto más mezquino, más exe -crable, más indignante, cuanta mayor es la franqueza con que pro -clama que no tiene otro fin que el lucro.

Cuanto menores son la habilidad y la fuerza que reclama el trabajomanual, es decir, cuanto mayor es el desarrollo adquirido por la Mo -derna industria, también es mayor la proporción en que el trabajo dela mujer y el niño desplaza al del hombre. Socialmente ya no rigenpara la clase obrera esas diferencias de edad y de sexo. Son todos,hombres, mujeres y niños, meros instrumentos de trabajo, entre loscuales no hay más diferencia que la del costo.

Y cuando ya la explotación del obrero por el fabricante ha dado sufruto y aquél recibe el salario, caen sobre él los otros representantesde la burguesía : el casero , el tendero , el prestamista , etcétera.Toda una serie de elementos modestos que venían perteneciendo ala clase media, pequeños industriales, comerciantes y rentistas, arte-sanos y labriegos, son absorbidos por el proletariado; unos, porque supequeño caudal no basta para alimentar las exigencias de la granindustria y sucumben arrollados por la competencia de los capitalistasmás fuertes, y otros porque sus aptitudes quedan sepultadas ba jolos nuevos progresos de la producción. Todas las clases sociales con-tribuyen, pues, a nutrir las filas del proletariado.

El proletariado recorre diversas etapas antes de fortificarse y consoli-darse. Pero su lucha contra la burguesía data del instante mismo desu existencia.Al principio son obreros aislados; luego, los de una fábrica; luego;los de toda una rama de trabajo, los que enfrentan, en una localidad,con el burgués que personalmente los explota. Sus ataques no vansolo contra el régimen burgués de producción, van también contralos propios instrumentos de la producción; los obreros, sublevados.destruyen las mercancías ajenas que les hacen la competencia, destro-zan las máquinas, pegan fuego a las fábricas, pugnan por volver

la situación, ya enterrada, del obrero medieval.En esta primera etapa, los obreros forman una masa diseminada portodo el país y desunida por la concurrencia. Las concentraciones demasas de obreros no son todavía fruto de su propia unión, sino frutode la unión de la burguesía, que para alcanzar sus fines políticos

ras , las man ife sta cione s, los pe -ti to ri os . Se or ga ni za n y des or ga -n izan cant idad de c lubes y so -c iedades secre tas . Dura nte e lper íodo se producen dos gran -d es m o v im ie n t os ob r e ro s , en18 31 y 18 34 , qu e ti en en po r cen-t ro la ciudad de Lyon, eje de laindus tr ia text i l , y que serv i ránpar a po ner sobr e la mes a la dis-cus ión tanto de la tác t i ca a se-gu i r como de los p rog ramas adefender.

La s upe re xp l o tac i ón s e hab íaa f i rmado en manos de esa bur-gue sía , más ra cion al en sus mé-todos que los viejos terra tenien-tes de ideas feudales. En 1830u n i n f o r m e i n d i c a q u e , s o b r e10 .0 00 ni ño s, 9. 93 0 son de clar a-do s ine pt os po r sus de fi cien ciasf ís icas . Un dato que señala có-mo el nu ev o ré gimen car com e elcu erpo so ci al de la na ci ón. Si enla ép oc a de Car los X un tej edo rd e L y o n g a n a b a e n t r e 4 y 6f rancos por día cumpl iendo 13horas de trab ajo, bajo Lu ís Feli -pe, lue go de la revoluc ión de ju-l io, gan ar á só lo 1,2 5 fr an cos por18 horas de trabajo.

La re spu es ta fu e la ins ur re cciónde Lyon de 1831. Los obrerosexi giero n que se ap ro ba ra n nu e-vas ta r i fas para e l pago de sutrabajo. El gobierno se negó. I.ainsurrec ción l levó a los obrerose ap od er ar se de la ci ud ad du ra n-te d iez días. No era éste su ob-je t ivo, pero las autor idades bur -guesas huyen aterror izadas y dehecho el poder pasó a manos delos obreros. La insurrección delos Ca ma s, de los tej edo re s deLyon, pasará a cons t i tu i r o t rojalón funda ment al en la historiadel movimiento obrero francés.Sus métodos son todavía espon-ta ne ís ta s, ind ivi du al ista s e inc lu-so te rror is tas. Pero ub iquémonosen la época, en los años que vande 1831 a 1834. Augusto Blan-qui, uno de los más abnegadosdi r igentes de este período, sos -te ní a qu e la re vo luc ión soc ial lapodía real izar un grupo pequeñoy dec id ido . No con f iaba en laacción de masas, y por e l lo in -tentó var ios golpes de estado.No obstante, en ausencia de or-ga ni zacio ne s ob re ra s de mas as ,su importan cia crece. Af i rmabaBlanqui : "Armamento y organi -

Page 17: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

17

zación: he ahí las armas decisi-vas del progreso, he ahí el me-dio más eficaz para poner fin ala miseria y a la opresión. Quientiene hierro tiene pan. Ante !abayoneta no hay quien se doble-gue, mas las muchedumbres de-sarmadas se conducen como re-baños. Una Francia henchida deobreros armados significa eltriunfo del socialismo. Ante pro-letarios apoyados en sus fusilesse evaporan y reducen a la nadatodas las dificultades, todas lasimposibilidades, todas las resis-tencias. Pero si los proletariosro saben más que divertirse enmanifestaciones callejeras, plan-tando árboles de la libertad, es-cuchando discursos de aboga-dos, ya se sabe la suerte queles espera: primero, agua bendita;luego, insultos; y por último unplato de judías verdes. Ysiempre la miseria. ¡Que el pue-blo elija!"Frente a todo esto, la insurrec -ción de Lyon, cuya consigna era "Osubsistir trabajando o morirCOMBATIENDO", la repres ióndel movimiento obrero se inten-sificó. El encargado de dirigirla,el entonces ministro Thiers, or-denaba a sus jefes militares que"no tuvieran ninguna misericor-dia para nadie".

El socialismoy el Manifiesto Comunista

n la primera mitaddel siglo XIX se in-

terrelacionan enEuropa dos proce-sos de gran impor-

tancia. Por un lado la revoluciónindustrial, con sus consecuen -cias en el plano social y en elde la producción: por el otro una

renovación en las ideas que lle-va al replanteo de la llamada

cuestión social . Podríamos de-cir, simplificando al máximo pro-cesos que son muy complejos,que si en Ingl at er ra se da el

más alto grado de desarrollo fa-bril e industrial, es en Francia

donde se profundizan con másfuerza las ideas sociales. La co-

rr iente racionalista, que en elsiglo XVIII había ya evoluciona-

do hacia una concepción mate-

propios tiene que poner en movimiento —cosa que todavía logra— atodo el proletariado. En esta etapa, los proletarios no combaten con. ira susenemigos, sino contra los enemigos de sus enemigos, contra los vestigios dela monarquía absoluta, los grandes señores de la tierra, los burgueses noindustriales, los pequeños burgueses. La marcha de la historia estátoda concentrada en manos de la burguesía, y cada triunfo asíalcanzado es un triunfo de la clase burguesa.

Sin embargo, el desarrollo ele la industria no sólo nutre las filas (Idproletariado, sino que !as aprieta y concentra; sus fuerzas crecen, ycrece tambié n la conciencia de ellas. Y al paso que la maquinaria vaborrando !as diferencias y categorías en el trabajo y reduciendo lossalarios casi en todas partes a un nivel bajísimo y uniforme, van nive -lándose también los intereses y las condiciones de vida den tro delproletariado. La competencia, cada vez más aguda, desatada entre!a burguesía, y las crisis comerciales que desencadena, hacen calcavez más inseguro el salario del obrero; los progresos incesantes

cada día más veloces de l maquinismo aumentan gradu almente !ainseguridad de su existencia; las colisiones entre obreros burg uesesaislados van tomando el carácter, cada vez más señalado. de colisio -nes entre dos clases. Los obreros empiezan a co ligarse contra losburgueses, se asocian y unen para la defensa de sus salarios. (arcana

organizaciones permanentes para pertrecharse en previsión do posible,batallas. De vez en cuando estallan revueltas y sublevaciones.

Los obreros arrancan algún triunfo que otro, pero transitorio siempre.El verdadero objetivo de estas luchas no es conseguir un resultadoinmediato, sino ir extendiendo y consolidando la unión obrera. Coad -yuvan a ello los Medios cada vez más fáciles de comunicación, creadospor la gran industria y que sirven para poner en contacto a los obrerosde las diversas regiones y localidades. Gracias a este contacto, lasmúltiples acciones locales, que en todas partes presentan idéntico ca -rácter se convierten en un movimiento nacional, en lucha de clases. Ytoda lucha de clases es una acción política. Las ciudades de la Edad Media,con sus caminos vecinales, necesitaron siglos enteros para unirsecon !as demás; el proletariado moderno, gracias a los ferrocarri les, hacreado su unión en unos cuantos años.

Esta organización de los proletarios como clase, que tanto vale decircomo partido político, se ve minada a cada momento por la concu -rrenc ia desatada entre l os propios obreros. Pero avanza y triunfasiempre, a pesar de todo, cada vez más fuerte, más firme, más pu -jante. Y aprovechándose de las discord ias que surgen en el senode /a burguesía, impone la sanción legal de sus intereses propios. Asínace en Inglaterra la ley de la jornada de diez horas.

Las colisiones producidas entre las fuerzas de la antigua sociedadimprimen nuevos impulsos al proletariado. La burguesía lucha ince-santemente: primero contra la aristo cracia; luego, contra aquellossectores de la propia burguesía cuyos intereses chocan con los pro -gresos de la industria, y siempre contra la burguesía de los demáspaíses. Para librar estos combate s no tiene más remedio que apelaral proletariado, reclamar su auxilio, arrastrándolo así a la palestrapolítica. Y de este modo le suministra elementos de fuerza, es decir,armas contra sí misma.

Ademá s, como hemos visto, los progresas de la industria traen a lasfilas proletarias a toda una serie de elementos de la clase gobernante, oa lo menos los colocan en las mismas condiciones ele vida. Y estoselementos suministran al proletariado nuevas fuerzas.

Finalmente, en aquellos períodos en que la lucha de clases está apunto de decidirse, es tan violento y tan claro el proceso de desinte -gración de la clase gobernante latente en el seno de la sociedad anti -gua , que una pequeña parte de esa clase se despr ende de ella yabraza la causa revolucionaria, pasándose a la clase que tiene ensus manos el porvenir. Y así como antes una parte de la nobleza sepasaba a la burguesía, ahora una parte de la burguesía se pasa alcampo del proletariado; en este tránsito rompen la marcha los intelec -tuales burgueses, que, analizando teóricamente el curso de la historia,han logrado ver claro en sus derroteros.

E

Page 18: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

18

rialista en el plano filosófico,implicaba el abandono de la me-tafísica y de las concepciones re-ligiosas, las últimas consecuen -cias del racionalismo burguésreciben un impulso notable conla Revolución Francesa. Se cum-ple así, en Francia, un procesopolítico e ideológico que se su -ma al proceso económico quese desarrolla en Inglaterra. Enlos medios obreros y en los gru-pos de intelectuales ligados aese proceso comienzan a deli -nearse importantes corrientes depensamiento. Sin embargo, at-inno plasman en verdaderas orga-nizaciones sindicales o políticas.En todo este medio siglo, quellega a las revoluciones de 1848,es en Inglaterra donde se da !aexperiencia organizativa más ele-vada, con el movimiento obrerocartista. En Francia los gruposideológi cos, a pesar de que sonpeque ños y no establecen uncontacto efectivo con lasbases, tendrán una importanciadecisiva en la medida en quepermiten o ayudan a definir elprograma, la política, losmétodos, etc., de la claseobrera. Es en Francia donde lascorrientes socialistas habrían deexpresarse con mayor fuerza.Ya hemos mencionado a Augus -to Blanqui, quien vivió hasta los76 años, 37 de ellos en la cár -cel. Figura comprometida en lasinsurrecciones populares de1831 y 1834, pasó luego a losintentos go lpi stas en 18 37 y1839, siendo por fin arrestadohasta 1848, en que fue liberadodespués del triunfo de la revolu-ción de febrero que derrocó a !amonarquía de Luís Felipe. Susgrupos de acción llegaron a te -ner en 1837 unos mil militantes,organizados clandestinamente .Su método de pasar por encimadel movimiento de masas lo lle -vó a realizar acciones individua -les que la clase obrera miró consimpat ía aunque sin seguir lo ,pues no estaba preparada, ni so-cial ni ideológicamente para elloy además no era su objetivo elmovimiento de masas. En lascorrientes socialistas Luís Blancrepresenta el otro extre mo delperíodo que se inicia en 1830.

En su obra La organiza ción deltrabajo, criticaba la economíaindividual, pero sostenía que laeconomía colectiva ter minaríaimponiéndose al demostrar en lacompetencia que era mejor que laindividual. Un planteo cercano alas ideas cooperativistas quecomo hemos visto, Robert Owenhabía desarrollado en Inglaterra.Blanc decía: "El pueblo debeposesionarse del poder, que esla fuerza organizadora. Tal debeser el Estado popular, reguladorde la producción...". Postulabaasimismo la creación de TalleresNacionales mixtos con el fin deque todos tuvieran trabajo. "Lacompetencia llevará a latransformación socialpacífica", sostenía, con trario atodo acto de violenciarevolucionaria. Y afirmaba: "Larevolución social puede lograrse,y quizá con mayor facilidad, porel camino de la colaboración en -tre los obreros y la burguesía".El método que para ello postu -laba era el del sufragio universal.Como se ve, un planteo refor -mista semejante al que se deli-neaba claramente en el grupode la fuerza moral del cartismoinglés. En 1847 se funda la Ligade los Comunistas, entre cuyosmiembros más destacados estánMarx y Engels. Y es a ellos aquienes a fines de ese año seencomienda la redacción delMan ifiesto, que a partir de allíserá conocido como ManifiestoComunista. En el Manifiesto, secritica a las tendenciassocial istas preexis tentes, a lascuales, en el mejor de los casos,se las designa co mo utópicas.Ese socialismo utópico fue unantecedente importante para laLiga, pero no ha bía llegado asistematizar ni un programa niuna metodología revolucionaria,y el socialismo debía ser definidocomo un arma concreta no sólopara interpre tar al mundo sinopara cambiar lo. A pesar de queel Mani fiesto es tino de losprimeros trabajos de Marx, ésteparte ya de una concepción claradel materialismo histórico yhace uso de la dia léctica queluego aparecerá en sus obrasmás importantes. Hay dos ideas

básicas que son los motoresrevolucionarios en el texto deMarx. En primer lu gar, la ideade que la liberación social de lostrabajadores será obra de éstos,o sea que no se puede confiar enlas alianzas con la burguesía. Enel caso de que éstas se realicensólo pueden ser consideradascomo un método táctico, que nohace dejar de lado sino que por locontrario, obliga a mantener laclaridad sobre los objetivospropios del proletariado. Todoesto se sustenta en la concepciónde que la sociedad está divididaen clases sociales antagónicasy en que este antagonismo, alser dialéct ico, es contradictorio;en que !a clase obrera, comoclase explotada, debedesarrollar su actividad dentrode las reglas de juego queimpone la clase dominante y enque el carácter de clase de lasociedad determina también elcarácter de clase de las ideas queen ella prevalecen. Dice Marx:"Nuestros sentimien tos,nuestras ilusiones, nuestrasideas, nuestros pensamientos, noson más que la fachada que selevanta sobre diferentes regíme-nes de propiedad, sobre distin -tas condiciones sociales. Cadaclase construye esta fachada parasí misma, sobre la base de suscondiciones materiales específicasy de sus relaciones socialespeculiares. Sin embargo, elindividuo que adquiere susideas y sus sent imientos pormedio de la educación y la tra-dición se figura que estas ideasy sentimientos son el móvil fun-damental, el verdadero punto departida de sus actividades". Porello lo que se propone esemprender la lucha no sólo enel plano de las ideas sino demanera tal que se modifiquenlas condiciones económicas ysociales. Una vez cambiada esarelación de base la clase obrerapodrá pasar a dirigir la sociedad ya elaborar los esquemas quepermitan construir una sociedadmejor, sin la explotación delhombre por el hombre. ElManifiesto cierra una época ycomienza otra. Su importancia, suinfluencia directa e indirectasobre el movimiento obrero, tan.

Page 19: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

19

M a n i f i e s t o C o m u n i s t a(fragmentos, 1847)

De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesía no haymás que una verdaderamente revolucionaria: el proletariado. Las de-más perecen y desaparecen con la gran industria; el proletariado, encambio, es su producto genuino y peculiar.Los elementos de las clases medias, el pequeño industrial, el pequeñocomerciante, el artesano, el labriego, todos luchan contra la burguesíapara salvar de la ruina su existencia como tales clases. No son, pues,revolucionarios, sino conservadores. Más todavía, reaccionarios, puespretenden volver atrás la rueda de la historia. Todo lo que tienen derevolucionario es lo que mira a su tránsito inminente al proletariado;con esa actitud no defienden sus intereses actuales, sino los futuros;se despojan de su posición propia para abrazar la del proletariado.El proletariado andrajoso, esa putrefacción pasiva de las capas másbajas de la vieja sociedad, se verá arrastrado en parte al movimientopor una revolución proletaria, si bien las condiciones todas de suvida lo hacen más propicio a dejarse comprar como instrumento demanejos reaccionarios.

Las condiciones de vida de la vieja sociedad aparecen ya destruidasen las condiciones de vida del proletariado. El proletariado carecede bienes. Sus relaciones con la mujer y con los hijos no tienen yanada (le común con las relaciones familiares burguesas; la producciónindustrial moderna, el moderno yugo del capital, que es el mismo enInglaterra que en Francia, en Alemania que en Norteamérica, borraen él todo carácter nacional. Las leyes, la mora l, la re li gión, sonpara él otros tantos prejuicios burgueses tras los que anidan otrostantos intereses de la burguesía. Todas las clases que le precedieron

conquistaron el Poder procuraron consolidar las posiciones adqui-ridas sometiendo a la sociedad entera a su régimen de adquisición.Los proletarios sólo pueden conquistar para sí las fuerzas socialesde la producción abol iendo el régimen adquisit ivo a que se hallansujetos, y con él todo el régimen de apropiación de la sociedad. Losproletarios no tienen nada propio que asegurar, sino destruir todoslos aseguramientos y seguridades privadas de los demás.

Hasta hoy, toda sociedad descansó, como hemos visto, en el antago-nismo entre las clases oprimidas y las opresoras. Mas para poderoprimir a una clase es menester asegurarle , por lo menos, las condi-ciones indispensables de vida, pues de otro modo se extinguiría, y conella su esclavizamiento. El siervo de la gleba se vio exaltado a miem-bro del municipio sin salir de la servidumbre, como el vil lano conver-tido en burgués bajo el yugo del absolutismo feudal. La situación delobrero moderno es muy distinta, pues lejos de mejorar conforme pro-gresa la industria, decae y empeora por debajo del nivel de su propiaclase. El obrero se depaupera, y el pauperismo se desarrolla en pro-porciones mucho mayores que la población y la riqueza. He ahí unaprueba palmaria de la incapacidad de la burguesía para seguir gober-nando la sociedad e imponiendo a ésta por norma las condiciones desu vida como clase . Es incapaz do gobernar porque es incapaz degarantizar a sus esclavos la existencia ni aun dentro de su esclavitud,porque se ve forzada a dejarlos llegar hasta una situación de desam -paro en que no tiene más remedio que mantenerles, cuando sonellos quienes debieran mantenerla a el la. La sociedad no puede se-guir viviendo bajo el imperio de esa clase; la vida de la burguesía seha hecho incompatible con la sociedad. La existencia y el predominio dela clase burguesa tienen por condi ción esencial la concentración de lariqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación eincrementación constante del capital; y éste, a su vez, no puedeexistir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado presupone,inevitablemente, la competencia de los obreros entre sí. Los progresosde la industria, que tienen por cauce automático y espontáneo a laburguesía, imponen, en vez del aislamiento de los obreros por lacompetencia, su unión revolucionaria por la organización. Y así, aldesarrollarse la gran industria, la burguesía ve tambalearse bajo suspies las bases sobre que produce y se apropia lo producido. Y a lapar que avanza, se cava su fosa y cría a sus propios enterradores.Su muerte y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables.

"La liberación social delos trabajadores seráobra de los trabajadoresmismos" (Del"ManifiestoComunista", 1847).

Page 20: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

20

to en los que lo aceptan comoen los que lo rechazan, se veclar am en te al le er al gu no s delos fr agme ntos que transcri bi -mos entre los documentos . Perocon to do , pa ra co mprende rmejor el lugar del Man ifiesto enel proceso de la historia delmovimiento obrero, hay que ubi -ca rl o en el momento histó ri coen que se pr od uc e, y es e mo -mento es el correspond iente alas revoluciones de 1848.

Los revoluciones de 1848

a cr is is económi-ca y la c r is is so -c ia l que v ive Eu -ropa provocan ten-

siones que estallanen 1848 A partir de algunos mo-vimient os es porá di cos de sec -tores populares con los que seconfunde la burguesía en ascen-so , la si tu ac ió n se gene ra li zaen ese año y se expande por to -do el continente: Sicilia, Francia,Alemania, Bélgica, AustriaSólo Inglaterra queda en ciertamedida al margen. En esos-añoslos cartistas hacen su última pre-sentación al parlamento. De to -do s lo s pa ís es , es en Fr anci adonde la situación se hace máscompleja e influye sobre los pro-cesos pos te (ores con más fuer-zas.En febrero de 1848 los gruposbu rg ue se s re pu bl ic an os y lo sgrupos obreros social is tas pro -vocan la caída de la monarquía.Luis Fel ipe huye y el poder que -da en mano de estos sectores.La burguesía venía rec lamandolos derechos democráticos yelectorales que la monarquía lerehusaba manteniendo la ca lifi -cación del voto. Para el 22 de fe-brero de 1848 se había progra -mado un banquete que luego de-bía ser seguido por una manifes-tac ión, pues dada la prohib iciónde la actividad política, los ban-quetes eran el pretexto que ut i -lizaban para reunirse los oposi -to res. El gobierno , a través desu minist ro Gu izot , lo prohíbe .Los moderados, entre ellos LuísBlanc, aconsejan entonces no ha-ce r man if es ta ci on es y lo s bu r -gueses deciden no asis t ir a l

banquete. No obstante, la con-centración popular se real iza yse producen choques. Pero lamadurez de la situación pre-rrevolucionaria lleva a que la cri -si s se ge ne ra li ce . La Gu ar di aNacional, llamada para reprimira los obreros, se niega a inter -venir. Luís Fel ipe despide enton -ces a su ministro Guizot y mo-mentáneamente cesa la lucha.Las manif estaciones corean enlas calles la Marsel lesa, el him -no republicano de la revoluciónde 1789. Pero hay nuevos cho -ques y las tropas tiran sobre elpueblo. Nuevas manifestacionespopular es ganan las calles y elrey debe huir . El pueblo ocupael Palacio. En esas condicionesse establece el Gobierno Provi -sional. Surge entonces una nue -va si tuac ión. Se plantea desdeese momento, febrero de 1848,una dualidad en el poder. Losburgueses republ icanos propo -nen una política moderada y seoponen a las re iv in dicac ionesobreras. Los obreros socialistasqu ie ren med idas sociales quevan en cont ra de los in teresesde esa misma burguesía. La ac -titud moderada de la burguesíase muestra desde el primer mo-mento, cuando se resiste a de -clarar la cons ti tución de la Re -públ ica. Los social is tas pres io -nan. Uno de ellos exclama: "¡Sidentro de dos horas no se llevacaso a cabo, regresaré a la cabe -za de 200.000 hombres!" La dua-lida d entre los dos sectores so -ciales se manifestaba en cosasgrandes y pequeñas: los obrerosquer ían que la nueva banderade la República fuera roja; losburgueses, la tr icolor de 1789;el resultado fue adoptar una ban-dera tr icolor con un moño rojo .Los obreros exigen medidas so-cialistas. Para conformarlos LuísBlanc y Albert son designadossecr etar ios de l gobierno prov i -sional y pasan a formar parte de loque se denomina la Comisión deLuxemburgo, cuyo objetivo esorganizar los Ta lleres Naciona -les que pos tu la Lu is Blanc. Lamedida conformó los espíritusmoderados de estos social istas,que entraron así en el juego delgobierno provisional.Mientras tanto la burguesía sepreparaba para decidir en la are-

Arriba: Los gruposburgueses republicano ylos grupos obrerosorganizados provocan en1848 la caídad e L u í s F e l i p e .Abajo: a la izquierda,Augusto Blanqui, líderdel insurreccionalismoen las jornadas de 1848;en el centro, Luis Blanc,dirigente principal de lossectores socialistasmoderados; a laderecha, la primeraedición inglesa del"ManifiestoComunista" .

LJ

Page 21: Historia MovimientoObrero/1 DELOS ORIGENESALAS ......en el contexto de las revolucio-nes del año 1848 constituyen la materia de la primera parte de esta Historia del movimiento obrero,

21na nacional la ambigüedad pro-ducto de esta dualidad en el poder.Los obreros no tenían direcciones.Hasta un Proudhon, ideólogo delanarquismo confiaba en laAsamblea Nacional, de la cual eramiembro.

De febrero a junio la dualidad sehizo presente en una gran can-tidad de problemas. A un avancede la burguesía los obreros res-pondían con medidas de defensa oavanzando en sus movimien tos.Pero la tendencia no podía llevar aotra cosa que no fuera el triunfofinal de la burguesía. Lacompetencia pacífica por el podersólo era un remanso den tro delproceso revolucionario. EnFrancia, como en ningún otro país,la presencia obrera saca a luz sudiscrepancia con los otrossectores sociales. En junio deese mismo año los obreros sonprovocados. Ya en mayo habíasido nuevamente arrestado Au-gusto Blanqui y alojado en la pri-sión de Vincennes. O tros di ri -gentes obreros lo siguen. El 24de junio el gobierno decreta elestado de sitio en París. Se de-signa al general Cavaignac comovirtual dictador y éste lanza alejé rci to y a la guardia móvi lcontra los obreros. Las barrica -das no alcanzan para contener -los. La clase obrera, sin dirigentes,sin dirección de ningún tipo, bajola presión de una situación enretroceso, libra una lucha heroicacontra la represión de Cavaignac.Las barricadas caen de una en unahasta que el día 26 de junio esderrotado el último bastión de lainsurrección obrera: el barrio deSaint-Antoine. A partir de allí lamasacre se generaliza:"ejecuciones, cautiverios, lamuerte por asfixia en lashorripilantes cloacas de París.Las fuerzas de Cavaignac se lan-zaron por última vez, enloqueci.das, matando a los obreros y engeneral a toda la gente indefen-sa. Es difíci l precisar el númerode caídos, pero se calcula queno ascendieron a menos de cienmil. Cerca de 15.000 fueron con-denados a trabajos forzados enlas colonias de Sudamérica". Aldecir de Luis Blanc, "hasta elllanto les estaba prohibido a losal legados de las víct imas". ElFamoso terror jacobino de

1794,que se dio durante elproceso de la RevoluciónFrancesa, pa rece un juego deniños frente a tamaña masacre.Dijo Lenin sobre este proceso:"En 1789 se trataba en Franciadel derrocamiento de la noblezay del absolutismo. En el estadodel desenvolvimiento económi -co y político de entonces, la bur-guesía creyó en una armonía deintereses; no estaba inquieta porla duración de su predominio, yconsintió en una alianza con elcampesinado. En 1848 se trata-ba del derrocamiento de la bur-guesía por el proletariado. Esteno logró atraerse a la pequeñaburguesía y la traición de lospequeños burgueses provocó la .derrota de la revolución".Y Marx afirma dramáticamente:"Unicamente empapada en lasangre de los insurrectos de ju-nio la bandera tricolor ha llegadoa ser la bandera de la revolu -ción europea, la bandera roja. Ynosotros gritamos: ¡La revolu -ción ha muerto! ¡V iva la revo -lución!".De la derrota del momento ha -br ía de surg ir el nuevo movi -miento, sobre la base de cam -bios en la organización, de clari-ficación ideológica, de mayorprecisión en los métodos revo-lucionarios. Pero cada cosa ne-cesita su tiempo de maduración.1848 es el anticipo, el preanun-cío y la experienc ia clave detoda una etapa histórica del mo-vimiento obrero. Nuevamentehabían sido puestas en juegolas concepciones reformistas.Los sectores revo lucionarioseran una minoría.

BibliografíaKuczynski, J., Evoluc ión de la claseobrera. Guadarrama, Madrid, 1967.Do lléans , Eduardo , Histor ia de l movi-miento obrero. Eudeba, Buenos Aires,1960. Tomo 1.Barret, F., Historia del trabajo. Eudeba,Buenos Aires, 1961.Cole, G. D. H., Historia del pensamientosocial is ta. Fondo de Cu ltura Económi-ca, México, año 1957. Tomo 1: Losprecursores (1789-1850).Mantoux, Paul, La revolución industria len Inglaterra en el siglo XVI II. Aguilar,Madrid, 1962.Hobsbawn, Eric J., Las revolucionesbusguesas. Guadarrama, Madrid, 1971.