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con las debidas licencias

Diseño de tapa: Laura Sánchez

Fotografía de tapa: Restaine.

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INTRODUCCION "En nuestros pueblos, el Evangelio ha sido

anunciado, presentando a la Virgen María como su realización más alta. Desde los orígenes-en su aparición de GUADALUPE-, María constituyó el gran signo, de rostro maternal y misericordioso, de la cercanía del Padre y de Cristo con quien ella nos invita a entrar en comunión. María fue tam­bién la voz que impulsó a la unión entre los hom­bres y los pueblos. Como el de Guadalupe, los otros santuarios marianos del continente son sig­nos del encuentro de ,la fe de la Iglesia con la histo­ria latinoamericana." (Puebla, NQ 282).

La actitud dulcemente maternal y misericor­diosa y la fuerza capaz de hacer hermanos a los hombres, a pesar de sus diferencias, son las carac­terísticas más notables, entre otras, de la devoción a la Virgen de Guadalupe.

Los santafesinos tienen, en su Santuario, el lugar privilegiado de culto, donde llegan a la expe­riencia religiosa de ser amados por Dios en María. De ser cuidados y protegidos, escuchados e ilumi­nados, reorientados y animados por la Virgen, que en los albores mismos de la historia latinoameri­cana, se presenta al más pobre de sus hijos para decirle:

"No se turbe tu corazón, ni te inquiete cosa alguna, no temas la enfermedad, ni los acontecimientos penosos, ni el dolor.

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¿No estoy yo aquí que soy tu MADRE? ¿No estás bajo mi sombra y amparo? ... ¿Tienes necesidad de otra cosa?"

Esta reseña de la historia de la Virgen de Gua­dalupe la ofrecemos fraternalmente a nuestro pueblo católico, en este Año Mariano Nacional, para que María lo lleve a Jesús.

Padre E. J. Trueco

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MEXICO 1531 Ntra. Señora de GUADALUPE

Juan Diego, viudo desde hace dos años, vive con su tío Juan Bernardino a dos leguas al norte de la ciudad de México. Había sido bautizado con su esposa Lucía, siete años atrás. -....

Pertenece a los "mazehuales", ínfima clase social de México, por eso es paupérrimo y marcha descalzo, apenas cubierto por la tilma de ayate, prenda equivalente al poncho argentino. El ayate es una fibra que se extrae del magüey. El Padre Francisco de Florencia, en su obra La Estrella del Norte de México, dice: "el nombre de este lienzo es ayatl, vulgarmente ayate. De esto se visten los indios más pobres".

En la mañana del sábado 9 de diciembre de 1531 marcha Juan Diego presuroso para asistir a la Misa de la Virgen en la iglesia de los franciscanos, que han infundido en los indígenas una cariñosa devoción a María.

Al pasar junto al cerro llamado Tepeyac oye desde lo alto su nombre. Al volverse, entre una música que él llama de canto de los mejores pája­ros, ve un resplandor de sol y de arco iris.

Invitado por una voz de mujer a acercarse, sube la pequeña cuesta. El bachiller Luis Lasso de la Vega en su libro El gran acontecimiento, publi­cado en México en 1649, en lengua nahuaticomexi­cana, que recoge datos escritos por el indio D. An­tonio Valeriano entre 1555 y 1560, dice: "Cuando llegó a la cumbre vio a una Señora que estaba allí, de pie, y que le dijo que se acercara. Llegado a ella,

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se asombró mucho de su sobrehumana grandeza; su vestidura era radiante como el sol; el risco en que se posaba su planta flechado por resplandores semejaba una ajorca de piedras preciosas y re­lumbraba la tierra como el arco iris".

EL MENSAJE DE LA VIRGEN

Ella le dice; "Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿dónde vas?". El le responde: "Señora y Niña mía, tengo que llegar a tu casa de México Tlatelolco, a seguir las cosas divinas que nos dan y enseñan nuestros sacerdotes delegados de Nues­tro Señor". "Sa.be y ten entendido" -prosigue la Virgen- "tú, el más pequeño de mis hijos, que YO SOY LA SIEMPRE VIRGEN MARIA, MA­DRE DEL VERDADERO DIOS POR QUIEN SE VIVE; del Creador junto a quien está todo; Señor del cielo y de la tierra. DESEO VIVAMENTE QUE SE ME ERIJA AQUI UN TEMPLO, para en él mostrar Y DAR TODO MI AMOR, COMPA­SION, AUXILIO Y DEFENSA, pues YO SOY VUESTRA PIADOSA MADRE, a ti, a todos voso­tros los móradores de esta tierra y los demás amadores mÍQ§ que me invoquen y en mí confíen; oír sus lamentos, y remediar todas sus miserias, penas y dolores. Y para realizar todo lo que mi clemencia pretende, ve al Obispo de México, y le dirás cómo yo te envío a manifestarlo lo que mu­cho deseo, que aquí en el llano se me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado y cuanto oíste. Ten por seguro que lo agradeceré bien y lo pagaré, porque TE HARE FELIZ y mere­cerás mucho que yo te recompense tu trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que yo te enco­miendo. Mira, que ya has oído el mandato, hijo mío, el más pequeño; anda y pon todo tu esfuer­zo".

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Como no tenía Juan Diego la mínima duda de que se trataba de la Virgen, fue a ver al Obispo, luego de haber asistido a la Misa.

Su relato fue claro y animoso. Deseaba que se cumpliera el pedido de la Virgen. Fray Juan de Zumárraga, el primer Obispo de México, lo escu­chó con paciencia y lo despidió prometiéndole pensar el asunto y pedir en la oración luces a la Virgen para ver claramente lo que fuese del agra­do de la Madre del cielo.

No volvía contento Juan Diego rumbo a su casa. El esperaba menos trámites. Hubiera desea­do llevar ya la determinación de la construcción del templo.

SEGUNDA APARICION

Quizás no lo sorprendió demasiado que la Vir­gen lo aguardase en el mismo lugar. De rodillas ante Ella le dijo: "Señora ... Niña mía; fui adonde me enviaste a cumplir tu mandato; aunque con dificultad entré donde es el asiento del Prelado; le vi y expuse tu mensaje, así como me advertiste; me recibió benignamente y me escuchó con aten­ción; pero en cuanto me respondió, pareció que no lo tuvo por cierto ... Comprendí perfectamente en la manera como me respondió, que piensa que es quizás invención mía que Tú quieres que aquí se haga un templo, y que acaso no es de orden tuya; por lo cual te ruego encarecidamente que, a algu­no de los principales conocidos, respetado y ama­do, le encargues que lleve tu mensaje para que le crean ... Perdóname que te cause gran pesadum­bre, Señora y Dueña mía".

Sonrió la Virgen y le dijo: "Oye, hijo mío, el más pequeño, ten entendido que son muchos mis servidores y mensajeros a quienes puedo encar-

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gar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad; pero ES DE TODO PUNTO PRECISO QUE CON TU MEDIACION SE CUMPLA MI VOLUN­TAD".

Continuó: "Mucho te ruego, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al Obis­po. Dale parte que tiene que poner por obra el templo que le pido, y otra vez dile que yo en persona, LA SIEMPRE VIRGEN MARIA, MA­DRE DE DIOS, te envía".

Juan Diego, que ya habla amistosamente con la Virgen, sin vacilación le dice: "Señora y Niña mía, no te cause yo aflicción; de muy buena gana iré yo a cumplir tu mandato ... Tnañana a la tarde vendré a dar razón de tu mensaje con lo que res­ponda el Prelado. Ya de ti me déspido mi Niña y Señora. Descansa entre tanto".

TERCERA APARICION

Es domingo. Juan Diego hace el mismo camino para ir a misa. Luego pasa por la casa del Obispo. El cariño del Obispo cubre, en parte, el algo de lás"' tima y un poco más de desdén con que lo han recibido a su puertas.

"El templo, el templo ... ", clama Juan Diego. "Lo quiere LA SIEMPRE VIRGEN SANTA MA­RIA" ...

El Obispo lo escucha. Lo interroga largamente; le vc.elve a preguntar. Busca descubrir contradic­ciones que no halla. Al fin le dice: "bueno, vete y dile a esa tu hermosa dueña, que te dé alguna señal por la cual yo pueda estar seguro".

Juan Diego, luego de proponer en su simplici­dad que el Obispo elija la señal que desee, se mar­cha ...

El Obispo lo hace seguir, pero al llegar al lugar

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de la cita con la Virgen lo pierden de vista. Pun­tualmente la Virgen lo espera. Le cuenta cuanto ha sucedido y le anuncia el pedido de una "señal".

María le agradece cuanto ha hecho p.Jr Ella y le ordena volver al día siguiente para darle la "se­ñal" pedida.

Como Juan Diego vuelve una y otra vez la cabeza para coptemplar de nuevo la aparición, la Virgen simpáticamente le dice: "Ea, vete ahora, que mañana aquí te aguardo".

CUARTA APARICION: LA IMAGEN DE LA VIRGEN 11 de diciembre de 1531

Ayer prometió Juan Diego volver en este día a recoger la "señal" de la Virgen. No pudo cumplir con ello. "La peste -dirá él mismo a la Señora- ha atacado a mi tío Juan Bernardino". Ha pasado todo el tiempo con él, que le pide vaya a la ciudad de México a buscarle un sacerdote "para confesar­le y disponerle" ...

12 de diciembré de 1531

En este ama~cer, casi corre Juan Diego hacia el convento de Santiago Apóstol, en México, con un infantil remordimiento: ha faltado ayer a la cita con la Señora. Por eso, cambia de camino, teme pasar junto al Tepeyac ...

La Virgen, bajando del cerro, le sale al encuen­tro ... y con la maternal dulzura de siempre, le dice: "¿Qué hay hijo mío, el más pequeño? ... ¿A dónde vas?"

"Niña mía, Señora; ojalá estés contenta. ¿Có­mo has amanecido? ¿Estás bien de salud, Señora y Niña mía? Voy a causarte aflicción ... ", y le cuenta la enfermedad del tío y cómo va a buscarle a sis-

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tencia espiritual. "Señora y Niña mía, perdóna­me; tenme por ahora paciencia; no te engaño; mañana vendré a toda prisa."

"No te aflija la enfermedad de tu tío, pues no morirá ahora por ella. Está seguro de que ya está sano. Sube, hijo mío, a la cumbre del cerrillo, allí donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores, córtalas y tráelas enseguida a rrii presencia".

Imposible que en invierno, y en aquellos pe­ñascos que Juan Diego conoce como la palma de su mano, haya rosales ni rosas. Sube porque confía en su Señora y Dueña y encuentras las flores y elige las rosas que predominan. Con ellas baja alegre. La Virgen que lo espera toma las flores en sus manos, las compone, las pone en su tilma y le indica: "Estas flores son la señal que has de llevar al Obispo a quien de mi parte dirás todo lo que has visto, y que por señas de ella haga luego lo que le ordeno".

Terminada la casi carrera y la larga espera, presenta al Obispo la "señal" pedida, pero al abrir su tilma para ofrecer las rosas, descubren la mara­villa de la IMAGEN pintada de la Virgen interlo­cutora del indio.

Este es el punto de partida de la devoción a la VIRGEN DE GUADALUPE. Al año, en el Tepe­yac, celebraban la fiesta de la inauguración de una pPqueña capilla. Era el primer paso que culmina­rla luego en las dos hermosas y grandiosas Basíli­cas de México.

14 Por indicación de la Virgen, Juan Diego corta unas flores y se las entrega a la Se­ñora, que las compone y las pone en su tilma. Cuando Juan Diego llega a la pre­sencia del obispo abre su tilma y en lugar de las flores descubre la imagen pintada de la Virgen. (Foto Restaine)

LA DEVOCION DE LA VIRGEN DEGUADALUPEENSANTAFE

A una legua al norte de la ciudad de Santa Fe, la familia de los Setúbal posee unas tierras. En ellas sus sentimientos piadosos hicieron levantar un pequeño oratorio dedicado a la Virgen de Las Mercedes. No es extraño: se la venera mucho en la ciudad en el convento de los Mercedarios y ade­más los santafesinos antiguos la tenían como pro­tectora contra las plagas.

Mediando el siglo XVIII un sacerdote merce­dario, el Padre D. Miguel Sánchez, revisando pa­peles en la biblioteca de su convento (hoy es la esquina de 9 de Julio y Gral. López), encuentra una lámina de la Virgen de Guadalupe que se venera en México. Era su particúlar devoción, por eso la retira y según la tradición sale de los claus­tros para adquirir un marco para la misma. Ese marco de madera tallada se lo ofrece en la puerta del convento u¡¡a mujer de pobre aspecto. Como ~s exactamente lo que necesita lo compra y allí coloca la imagen.

Se trata de una lámina del tamaño de una hoja de un libro. Unos 20 cms. por 15 cms., que se con­serva en la Basílica. De ella podríamos apuntar que, siendo inuy semejante a la mexicaná, sin embargo no es la misma. Su tez es blanca; su porte difiere de la del Tepeyac.

Su admiración no terminó allí, sino que la llevó al oratorio de los Setúbal. A partir de entonces la veneración por Nuestra Señora de Guadalupe se expresa públicamente en Santa Fe.

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La imagen que dio origen a la devoción guadalupana en Santa Fe, y que ac­tualmente se guarda como reliquia. Traída por el padre Sánchez al oratorio de los Setúbal, recibió el cariño de sus hijos desde 1747. Presidió la capilla edifi­cada por Javier de la Rosa hasta el último cuarto del siglo XIX. (Foto Restaine).

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LLEGADA DE FRANCISCO JAVIER DE LA ROSA

En torno a 1773, Francisco Javier de la Rosa, un familiar de los Setúbal, consagrado a la oración y a la vida oculta y penitente, consigue de sus parien­tes, el permiso de vivir junto al oratorio. Su condi­ción de terciario franciscano, cuyo hábito viste, encuentra el 1 ugar propicio para la medí tación y la contemplación, pero no el tiempo suficiente para ello como lo hubiera deseado, ya que el oratorio de Las Mercedes está casi destruido y decide levantar otro. Pero él ha resuelto dedicarlo, ahora, a la VIRGEN DE GUADALUPE.

Con tiempo, paciencia y empeño lo consigue. Lo hace prácticamente él mismo, ya que es un ar­tesano polifacético: carpintero; tallista, pintor, fundidor de campanas. Y él mismo hizo las baldo­sas dejando en una de ellas este testimonio: "La capilla Ja Virgen la ha levantado con su divino poder, venciendo dificultades del triste de Luci­fer. las que hizo desvanecer. La capilla se empezó el día 4 de octubre, año de 1779".

En el archivo general de la Nación, en el X-4-5-NQ 396, se encuentran datos de novenas rezadas a la Virgen de Guadalupe y recolección de limosnas para la capilla, correspondientes al año 1784, en Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Córdoba, Bue­nos Aires y la Banda Oriental.

Cuando se ausenta Francisco Javier de la Rosa, en 1794, la capilla queda prácticamente abandona­da. No decae la devoción santafesina, a pesar de la distancia y las dificultades para llegar.

El Dr. Lassaga en su historia, relata el abando­no de la capilla y destaca el respeto de los indios, que llegaban a las puertas mismas de la ciudad, entonces cerca de la calle Suipacha, provocando a su paso la huida de los pobladores aledaños a la zona de la casa de la Virgen, sin que ésta en medio de la destrucción haya sido siquiera tocada. Esto

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resulta sorprendente, sobre todo en los terribles malones del 6 de julio de 1819 y del 13 de noviem­bre de 1832.

Cuando el Brigadier General D. Estanislao Ló­pez pudo poner fronteras a las invasiones, renace en la capilla la devoción no olvidada a la Virgen de Guadalupe.

LA ATENCION PASTORAL

Sin duda, la presencia rel~iosa de Francisco Javier de la Rosa, en el tiempo de su permanencia, significó para los devotos de la Virgen una guía y un ejemplo. Consta cómo periódicamente llega­ban sacerdotes para celebrar la Misa. En toda esta época -hasta 1898 año de la creación de la diócesis de Santa Fe, era jurisdicción del Obispado de Pa­raná- si bien los habitantes de Santa Fe no eran muchos, sí estaban dispersos y tenían una sola parroquia, la matriz, hoy Iglesia Catedral Metro­politana. Por ello Vera y Mujica, su párroco, presi­dió celebraciones aun cuando la mayor parte del trabajo pastoral estuvo a cargo de los padres fran­ciscanos, entre ellos el padre Castañeda, desde San José del Rincón.

LA IMAGEN ACTUAL

Dejamos dicho que la veneración se extendió manifestándose a la Virgen presente en el cuadri­to que trajo el Padre Sánchez. Hoy se la venera en una hermosa talla de madera, que básicamente es una Inmaculada española.

Conviene decir que para los santafesinos ésta es la Virgen de Guadalupe. La referencia a la

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mexicana prácticamente no existe. De alguna ma­nera la Virgen, con el mismo nombre del Tepeyac, se ha hecho santafesina.

Los datos poco exactos indican que fue un rega­lo de familia a los del Barco, descendientes de los Setúbal, llegado'·~flesde sus parientes cuyanos en torno a 1880·.

Con ella"· se sustituyó el cuadro de la Virgen, que como preciosa reliquia se guarda actualmente en una hornacina, junto al altar del camarín.

LA DIOCESIS DE SANTA FE Y LA DEVOCION A LA VIRGEN

En 1898 se c·rea la diócesis de Santa Fe, des­membrándola de la jurisdicción de Paraná. Com­prende toda la provincia, más los territorios de las actuales Chaco y Formosa.

Mons. Juan Agustín Boneo es su primer obis­po. Llegado a su sede debe proponer a la Santa Sede el patronazgo y titularidad que desee. Descu­bre el significado de la devoción del pueblo que le confían a la Virgen de Guadalupe. Por ello, a pro­puesta suya, el 27 de junio de 1899, el papa León XIII la proclama patrona y titular de la Diócesis de Santa Fe.

Para publicar esta proclamación y realizar el juramento correpondien te, en sus documentos de 1900 Mons. Boneo promueve la devoción y convo­ca a la primera PEREGRINACION oficial. Hay datos de peregrinaciones organizadas desde mu­cho antes.

El 14 de octubre se realiza la misma y la Virgen es jurada como Titular y Patrona por las autorida­des eclesiásticas, civiles y militares de Santa Fe.

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EL NUEVO SANTUARIO

La capilla de Javier de la Rosa, aunque sólida y esbelta, ya resulta chica. Son 14 metros de nave por 6 de ancho; sus paredes de ado.be de 1.10 me­tros de ancho. La altura de su torrecita poco más de 13 metros.

El obispo realiza los trámites para que sea donada por sus propietarios, los Godoy, a la Dióce­sis, para ser habilitada al culto público. Obtenido todo ello, como homenaje de la Diócesis en el 502 aniversario de la proclamación dogmática de la Inmaculada Concepción, en 1904 se coloca la pie­dra fundamental del actual Santuario.

Se trabajó sobre los planos del arquitecto Ar­naldi y la dirección de José Mai e hijos hasta 1910. Sin concluirlo, el Padre Gil Santapau en un do­méstico diario de trabajo dice: "se acabó la plata y el obispo dice que lo inauguremos así". En la pere­grinación del 8 de mayo los santafesinos se alegran de todo lo que en seis años habían podido hacer corrio regalo a la Madre, dejando para generacio­nes futuras los pasos siguientes.

PORQUE TERCER DOMINGO DE PASCUA YNOEL12DEDICIEMBRE

La fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Gua­dalupe ec:; el día 12 de diciembre. Santa Fe, sin em­bargo, la celebra el tercer domingo de Pascua (15 días después de Resurrección).

Las necesidades pastorales indican a la Iglesia, las mejores maneras de servir al Pueblo de Dios. Se debe ello al_pedido realizado por Mons. Boneo de cambiar el día de la festividad y peregrinación.

Santa Fe era una diócesis totalmente rural. La

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Así llegaban los peregrinos hasta el santuario en 1908 con el Ferrocarril Belgrano. la parada di.staba mil metros del santuario

actividad de su gente es la tarea agrícola-ganade­ra. Diciembre es por lo tanto época de cosechas y de fuerte actividad; y una actividad que no puede, muchas veces, ser dejada por uno o varios días.

A ello, el obispo agregó, en su celo pastoral, una gran campaña para que los católicos cumplieran sus deberes pascuales (Confesión y Comunión) en el Santuario.

CORONACION PONTIFICIA DE LAIMAGEN

La Iglesia concede, como privilegio en el cual expresa su cariño a la Virgen, la posibilidad de que algunas imágenes de la madre de Dios puedan ser coronadas por el Sumo Pontífice o por delegación suya. Para ello pide la existencia de una cierta tradición y de una gran veneración.

Dadas estas condiciones en Guadalupe, el San­to Padre Pío XI concedió a Mons. Boneo que, en su nombre, coronara la imagen santafesina.

La celebración se cumplió en la peregrinación del 22 de abril de 1928, con la participación del nuncio apostólico, Mons. Felipe Cortesi, y de todos los obispos argentinos.

El pueblo Sª-!ltafesino regaló sus joyas para hacer a la Virgen la preciosa corona que expresa la arraigada devoción.

ULTIMOS A&os

En 1932 se construyó el nuevo camarín, para lo cual fue necesario reformar el retablo del altar mayor que fuera traído desde Austria, como rega­lo de Mons. Boneo a la Virgen.

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En 1952 Mons. Nicolás Fasolino consagró el templo y en 1954 la Santa Sede le concedió la dignidad de Basílica.

En 1968, celebrando los 50años de parroquia, se reforma el presbiterio, adaptándolo a las exigen­cias de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II. Todo el trabajo se realiz~ bajo la dirección del Arq. Efrén Lastra, en granito blanco moteado, de Embalse (Zona del "Hongo" - Río III, Córdoba) en forma artesanal, concretado por don Francisco Bernabei e hijos.

TERMINACION DE LA BASILICA

Como regalo de los hijos a la Madre, los santa­fesinos se proponen, en el ANO MARIANO NA­CIONAL (octubre 1979aoctubre1980), finalizar la construcción de la Basílica: concretar las tres na­ves, revoque total, accesos especiales al camarín, remodelación del atrio donde construirán la pla­zoleta dedicada a Francisco Javier de la Rosa.

Será como los regalos concretos que se hacen a las madres, la expresión de cuánto ha crecido en ·santa Fe la devoción a María de Guadalupe.

Y será un testimonio externo, visible, de un Pueblo que crece en su fe y necesita lugares gran­des y hermosos para el culto que expresa la alegría de ser creyentes en el Hijo de· María.

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FRANCISCO JAVIER DE LA ROSA EL ERMITA~O

En balde no la he entornado, no te canses dé golpear, que estando desocupado, abierta la habéis de hallar~

Eran los pobres versos colocados en su puerta. Quizás ellos den la pista más clara para descubrir los valores religiosos de este hombre, terciario franciscano, que trató de huir hacia el retiro y el silencio a mediados del siglo XVIII, en la ciudad de Santa Fe.

Repartía su tiempo, dedicado a Dios, entre la oración y el trabajo: pintor, tallista, fundidor de campanas, poeta y escritor.

Las crónicas de aquel tiempo lo muestran co­mo realmente virtuoso; vestía el hábito del pobre de Asís y la gente al ver sus largas horas de ora­ción y retiro lo llamaba "el ermitaño". Y estudian­do los vestigios que nos legara: telas sobre la vida de los anacoretas (hoy en el Museo Histórico Pro­vincial, cedidos en préstamo) y el manuscrito de 303 páginas, prolijamente trabajado, encuader­nado e ilustrado por él mismo: Soledades de vida y retiro penitente, de 1775, parece cuadrarle exacta­mente el calificativo.

Sobrino de don González de Setúbal, el dueño de las tierras en que a únos cuatro kilómetros de la ciudad de Santa Fe, estaba enclavado aquel viejo oratorio a la Virgen de Las Mercedes, por pedido de su tía, a la muerte del señor de Setúbal, Javier

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Autorretrato del ermitaño Francisco Javier de la Rosa. A él se de· be en gran parte, la devoción a la Virgen de Guadalupe en Santa Fa. Edificó la Capilla de la Virgen y la inauguró en 1780.

de la Rosa se convierte en heredero espiritual de aquel rincón religioso.

Marchó presuroso con sus libros e instrumen­tos de trabajo y se encontró con un oratorio casi derruido que ya no admitía reparaciones. Había que pensar en algo nuevo. ·

Pero se encontró también con aquella lámina de la Virgen de Guadalupe, desde hacía varios años ya venerada por los santafesinos.

La decisión fue más rápida que los trámites. La señora viuda de Setúbal le concede allí mismo, el terreno para construir la capilla. Pero Javier de la Rosa resuelve dedicarla, ahora, a Nuestra Señora de GUADALUPE. El produce el cambio de titula­ridad.

"La capilla se empezó el año de 1779 día 4 de octubre", dejó escrito él mismo en una de las baldosas que fabricó.

Para construir la capilla de 14 metros de largo, con muros de adobe de 1,10 metros puso todo de sí. Hizo ladrillos y fundió campanas, talló el altar y pintó medallones con las apariciones de la Virgen. de Guadalupe a Juan Diego, mendigó como fran­ciscano y fue testigo de las ayudas de los devotos.

Al año siguiente, apenas colocado el techo y el altar, inauguró su obra colocando el cuadro de la Virgen de Guadalupe para la veneración de los devotos.

En los años sigui en tes recibió donaciones desde Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires, Banda Oriental y Cór~oba, lugares donde la advocación de Guadalupe iba despertando devotos (Cfr. Ar­chivo General de la Nación).

En 1794, según refiere el Dr. Ramón J. Lassaga, historiador de Santa Fe, partió hacia Curuzú Cua­tiá, desde donde se lo llamaba para fundir campa­nas.

Lamentablemente se pierden sus noticias des­de entonces, al punto que ni siquiera se sabe de su muerte y por lo tanto de su tumba.

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Quizás algún día pueda reposar junto a la casa de la Madre por la cual tanto hizo.

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UNA PAGINA DEL MANUSCRITO

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DE JAVIER DE LA ROSA (Correspode al manuscrito de Javier de la Rosa, fechado en Santa Fe, 1775. Transcripto al castellano actual. Pági­nas 1 y 2 de la Introducción). ,..

Cuando más desocupado me hallé, retirado en mi soledad, tomé la pluma para evitar el ocio, y deseando emplearla en algo provechoso, y que alentase mi ánimo a la perfección cristiana; y con­siderando cuán grande era el número de los que han caminado a Dio~ por el menosprecio del mun­do y de la penitencia, aún después de haber peca­do, parecióme que a la vista de tantos ejemplos me esforzaría y alentaría más en el camino comenza­do, para esto me puse a reducir a un librito las vidas de algunos que hicieron vida solitaria, vir­tuosa y penitente. No hay duda que muchas de las penitencias que hicieron estos santos, más son para admirarlas que para imitarlas; mas tampo­co hay duda que aquellos las hicieron para asegu­rar más, y más su salvación que tanto les importa­ba; tampoco hay duda que si tenemos nosotros amor a nuestras almas, y hacemos el debido apre­cio del Cielo, podemos hacer algo de lo que han he­cho tantos, y tantas, más delicados, y delicadas que nosotros, dando de mano a las vanidades del mun­do, retirándose a los désiertos y haciendo ásperas penitencias.

Para esto dejó libertad nuestra Madre, la Igle­sia, a la fervorosa piedad de los cristianos que ver-

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Una de las 303 paginas del manuscrito de Francisco Javier de la Rosa, que se caracteri· za por su orden y prolijidad.

daderamente lo son. Porque estamos todos debajo de una Ley de Amor en la que debemos servir a Dios con pronta voluntad, y con gusto, no forzados, ni por temor, ni como apretados por una enfadosa necesidad. Las leyes eclesiásticas se hicieron en los últimos tiempos cuando ya se había resfriado la cristiandad, y el fervor de muchos. No son ellas inmutables como las leyes divinas, porque la Igle­sia que las ha hecho, las puede mudar, o dispensar, con algunos particulares, según los tiempos·; las ocasiones, y las razones graves lo pidieren, Aque­llo sí a que estamos obligados los fristianos se reduce a observar los maq.damientos de Dios, y de la Iglesia que están comprendidos en ellos. Si quie­res, dice Jesucristo (por San Mateo 6, v.17), entrar a la Vida guarda los mandamientos. Pero añade: si quieres ser perfecto anda, vende todos tus bienes, y sígueme, y tendrás en el Cielo un tesoro (ibid. 12). El mismo dice: hay eunucos, los cuales se hicieron ellos mismos tales por causa del Reino de los Cielos. Es consejo que el que fuese capaz lo haga así, pero no lo son sino aquellos a quienes es concedido, porque la continencia perfecta es una Gracia singular que no se concede a todos, es un don de Dios muy particular. Ellos se hallarán más libres para servir a Dios ...

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Primera página del manuscrito de Francisco Javier de la Rosa. En él ocupó parte de su tiempo, que repartió entre la oración, la artesanía y los escritos.

LA HISTORICA PALMERA DE GUADALUPE

Causa de admiración para cuantos llegan a visitar la Basílica. Claro, hay varios motivos ... su altura esbelta, su especie, y además, casi como cerrando el paso asimétricamen~ ubicada frente a la Basílica.

Sucede que está ubicada allí, -desde mucho tiempo ant~s de la construcción de la iglesia.

Los últimos d,~tos históricos datan de 1913 y 1915 recogidos de labios de doña Antonia Godoy, por el Pbro. D. Joaquín García de la Vega, enton­ces cura del santuario de la Virgen.

El mismo García de la Vega los publica en forma de carta -dirigida al Pbro. D. Miguel Gene­sio- en el diario "La Mañana", de Santa Fe, con fecha 14 qe mayo de 1939.

Dice: "Doña María Antonia de Godoy y del Barco, -Antonia Godoy- me confiró el 29 de julio de 1915, víspera de su fallecimiento, (día en) que me pidiera que la llevara desde el Convento de las Hermanas Terciarias Franciscanas hasta el Santuario para despedirse de la Sma. Virgen, cosa que hice a las 2 y media de la tarde, hermosa, sere­na, llena de sol invernal, después de haber rezado con ella el Santo Rosario en medio del tercer banco del lado del Evangelio, dada vuelta la ima­gen de la Sma. Virgen; no pudo subir al camarín por su ancianidad, iluminado el altar y el cande­labro de ocho velas, asegurándome que la veía muy bien a la imagen ... "

Luego, acompañada al escritorio parroquial,

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García de la Vega la interroga para completar datos recibidos de ella misma en fecha 24 de se­tiembre de 1913.

"Me dijo entre otras cosas -continúa la carta-que la DATILERA HISTORICA era un regalo de matrona a matrona, con motivo de la boda de doña María Antonia del Barco con don José María de Godoy, el día del desposorio, 5 de febrero de 1820; eran dos, de media vara cada una y se las plantó ese mismo día a la. novia, su suegro, don José Antonio de Godoy, la otra a unas diez varas hacia e 1 Oeste y la secaron las hormigas".

"La donante de la datilera fue doña María Luisa del Barco, que se las regaló a la novia 'como regalo de bodas' para embellecer la capilla anti­gua ... "

Por si pareciera extraño el destino de un par de datileras "regalo de bodas" y destinadas a adornar el frente de la capilla de la Virgen, digamos que el novio, don José María de Godoy, era el cuidador de la antigua capilla y de la Virgen, cosa que hizo durante 50 años.

Finalmente, apunta García de la Vega, que se trata de una "Phnix Dactylifera, L., propia del Afri~a tropical, cuyas características son: tallo es­belto de 20 metros, comunmente cespitoso; hojas de 3 a 4 metros con segmentos lanceolados-linea­res, acanalados, espinosos. Es el verdadero dátil."

En todo caso, agreguemos que cada año se corona invariablemente de sus frutos, que al tiempo de ser podada la planta por los bomberos zapadores de Santa Fe, se disputan, para confitu­ras las amas de casa de la Villa de Guadalupe.

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PEQUERA NOVENA A LA VIRGEN DE GUADALUPE

(Para rezar esta NOVENA a la Virgen de Guadalupe, en cualquier época del año, sólo basta seguir este esquema y utilizar el Nuevo Testamento).

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l. En el nombre del Padre, y del Hijo ... Señor, te pido que purifiques mi corazón y mi vida, para que escuches la oración que quiero dirigirte por medio de la Virgen de Guadalupe.

(Breve pausa para pedir perdón).

2. Reflexión para cada día

Día 12. MARIA ESCUCHO LA PALABRA. (Leer en el Nuevo Testamento: Evange­lio de San Lucas, 1, 26-34).

Día 22: YO SOY LA SERVIDORA DEL SE­ÑOR, QUE SE CUMPLA EN MI LO QUE HAS DICHO. (Leer en el Nuevo Testa­mento: Evangelio de San Lucas, 1, 36-38)

Día 32: FELIZ DE TI POR HABER CREI­DO. (Leer en el Nuevo Testamento: Evangelio de San Lucas 1, 39-45).

Día 42: EL SEÑOR HIZO EN MI MARA­VILLAS. (Leer en el Nuevo Testamen­to: Evangelio de San Lucas, 1, 46-55)

Día 52: NO HABIA LUGAR PARA ELLOS EN NINGUN LADO. (Leer en el Nuevo

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Testamento: Evangelio de San Lucas, 2, 1-7).

Día 6º: MARIA GUARDABA ESTAS CO­SAS EN SU CORAZON. (Leer en el Nue­vo Testamento: Evangelio de San Lucas, 2, 49-51)

Día 7º: HAGAN LO QUE JESUS LES DIGA. (Leer en el Nuevo Testamento: Evange­lio de San Juan, 2, 1-11)

Día 8º: JUNTO A LA CRUZ ESTABA SU MADRE. (Leer en el Nuevo Testamento: Evangelio de San Juan 19, 25-27)

Día 9Q: EN ORACION, EN COMPAÑIA DE MARIA, LA MADRE DE JESUS. (Leer en el Nuevo Testamento: Libro de los He­chos de los Apóstoles, 1, 12-14)

3. Después de la lectura correspondiente a ca­da día, hacer una breve reflexión, tratando de ver cómo vivir como la Virgen las distin­tas alternativas que la vida cotidiana nos presenta.

4. SUPLICA: Pedir todos los días por las GRANDES INTENCIONES: la Iglesia de Jesús, el Pa_pa, las vocaciones, la paz del mundo, las familias, los enfermos ... Y luego pedir..._la GRACIA que se desea al­canzar de la Virgen en esta NOVENA.

5. Se rezan tres A VEMARIAS o una decena del Rosario.

6. ORACION A LA VIRGEN DE GUADALU­PE.

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Santísima Virgen de GUADALUPE, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia santafesina, condúcenos hacia tu Divino Hijo por el ca­mino del Evangelio, para que nuestra vida sea el cumplimiento generoso de la volun­tad de Dios.

Condúcenos a Jesús que se nos manifiesta y se nos da en la Palabra revelada y en el Pan de la Eucaristía.

Danos una fe firme, una esperanza sobrena­tural, una caridad ardiente y una fidelidad viva a nuestra vocación de bautizados.

Ayúdanos a ser agradecidos con Dios, exi­gentes con nosotros mismos y llenos de amor para con nuestro prójimo. Amén. NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, RUEGA POR NOSOTROS.

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GUIA PARA VISITAR EL SANTUARIO

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1. La PALMERA histórica. Plan ta da frente a la antigua capilla el 5 de febrero de 1820.

2. FECHAS de construcción e inauguración del Santuario. En el piso del atrio frente a la puerta mayor.

3. CAMPANAS. Traídas de Alemania en 1919, fundidas con material bélico, luego de la pri­mera guerra mundial. Son tres.

4. CAMPANA DEL ERMITANO. Fundida por Francisco Javier de la Rosa, el ermitafio, an­tes de 1779. Se conserva en el crucero exterior oeste.

5. PRESBITERIO. Construido en 1968. Trabajo realizado a mano. Granito blanco de Río III (Cha.).

6. RETABLO DEL ALTAR. Construido en Aus­tria. Obsequio del Obispo Boneo al Santua­rio. Colocado en 1918.

LAS IMAG ENES. San Jerónimo y San Ro­que, Patronos de la Ciudad de Santa Fe.

7. BANDERA DE MEXICO. Junto a la escalera del Camarín, a la derecha. Regalo de los cató­licos mexicanos en el año de la coronación de la Virgen (1928).

8. CAMARIN. Construido en 1908 y reformado en 1932.

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9. IMAGEN DE LA VIRGEN. Construida en madera. Es de origen español. A Santa Fe lle­gó desde Cuyo. Sustituyó a la antigua ima­gen en el último cuarto del siglo XIX.

10. LA ANTIGUA IMAGEN. Es una lámina que se guarda en la hornacina que está a la dere­cha del altar del Camarín.

11. RECUERDOS. En la galería este. Al bajar del Camarín se observan placas recordatorias de los siglos XVIII, XIX y XX. Una baldosa ori­ginal del antiguo oratorio. Un facsímil de bal­dosa fabricada, con inscripción, por Francis­co Javier de la Rosa.

Esta es la imagen de la Virgen de Guadalupe que veneran los santafesinos. Tallada en España, sustituyó al antiguo cuadrito que dio origen a la devoción

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..,,...,. ' 4Wh.RllMMfiliMM4ri llfll' ,,.....

¿QUE PROMESAS ION MEJORES?

El mejor regalo 011c1u1J qut 1p1rt1d111r1d1r• a quien lo recibe-, J>Uldf' HrJt óUI,

Dios, Ja Vfr~t'n y lm1 S1nln1, ne> n1011H1n n1d1, Pero se alegran t~uundo nc¡uPllr>• que 111 r111l1· mos, nuestra pronrnso, t'H utll p11r1 nu11tru1 htr• manos. Sobre todo, cuando es una 1yud1 par. nuestros hermanos pobres.

Por eso las promesas más lindn11 1cm 111 qui sirven a nuestros hermanos, las que más pued•n ayudarlos.

Ayudamos más a nuestros hermanos, Hrvl· mos más a los pobres, cuando dedicamos NUES· TRA VIDA para que ellos sean felices. La mayor promesa que podemos hacer es vivir al servicio de los demás, luchar por la justicia entre los hom­bres, sin egoísmos, con amor.

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HIMNO A LA VIRGEN DE GUADALUPE (Aprobado por el Sr. Arzobispo de Santa Je, 1978)

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Coro: Pc~rrgrlnos de un mundo sediento drl amor que el pecado secó: hoy venimos buscando la fuente que el Sef\or, al salvarnos, nos dio.

Guadalupe es tu casa, María, y tu pueblo filial, Santa Fe: ¡te aclamamos y te agradecemos el amparo de tu mano fiel!

Solo: Tu mirada materna ilumine los momentos de nuestro camino: y allí cr~zc.a la vida sembrada en el día de nuestro Bautismo.

En tus manos dejamos las flores que el amor nos entrega en los hijos: y al dejarte, María, rogamos, que nos muestres el rostro de Cristo.

Música: tradicional de P. Legarra Letra: nueva del Padre Alberga

Año Mariano 1978

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SUMARIO • Introducción ...........••• , , • , • , ••.... S

• México 1531: la Viraen de Guadalupe •... 7

,,. • La devoción a la Viraen de Guadalupe en Santa Fe ..... , . , , • , ... , •...•...... 16

,.... • Francisco Javier de la Rosa, el ermitafio . 27

• Una página del manuscrito de Javier de la Rosa ...••................ 31

• La histórica palmera de Guadalupe ...... 35

• Pequefta novena a la Virgen de Guadalupe .................. 38

• Guia para visitar el Santuario .......... 42

• Himno a la Virgen de Guadalupe ....... 47